Enseñanzas

El Huso y la Rueca para que la Vida triunfe

Por Natalia N

“Aplica su mano al huso, y sus manos a la rueca”.

Proverbios 31:19

Leyendo la parashá Vayakhel descubrí que está llena de códigos celestiales y en ella que Avinu me detuvo en esto que aquí les compartiré.

El Eterno da la orden que todo varón y mujer que son motivados por sus corazones traigan para contribuir en la construcción del Mishkán (Morada divina). Así es como vemos que los varones llevan: oro, lana, vellón de cabra, pieles de carnero teñida de rojo, pieles de tejón, plata, cobre y madera.

También leemos que los líderes (príncipes) llevan piedras preciosas, especias y aceite.

Ahora bien, leemos que las mujeres traen: hilos de lana hilados por ellas, lino, vellón de cabra hilado por ellas y oro. Esto me resulta interesante, porque detrás de la entrega femenina hay un trabajo único que suele pasar inadvertido, una particularidad exclusiva de ellas: el trabajo de hilado.

Es asombroso cómo Abba me guió una vez más a los proverbios para elevar mi conciencia en la importancia de la mujer en su propósito de diseño, ya que no tiene que estar siempre luchando para igualar al varón; ella tiene su trabajo específico, algo especial para ella que el Eterno le asignó.

Al buscar algún pasaje en la TaNaK que describa la especificidad de la mujer inevitablemente debí acudir a Proverbios capítulo 31 (vv. 10-31).

Mientras lo estudiaba, el Espíritu del Señor me llevó a detenerme en el versículo 19, donde habla del huso y la rueca. Entonces, los invito a analizar junto a mi espíritu acerca de qué son estos elementos que sirven para hilar fibras textiles.

El huso es una herramienta que data del periodo neolítico y que se utiliza hasta la actualidad. Las personas del periodo de la edad de piedra (6.000 A.C al 4.000 A.C) primero utilizaban un huso, para conseguir un hilo muy fino que después lo usaban en un telar para realizar la prenda. El huso es una especie de vara más pequeña con una punta redondeada en un extremo y un “tope” en el otro.

Y la rueca es una especie de palo donde se coloca el vellón, por ejemplo, como si fuera la varita que sostiene un algodón de azúcar.

El procedimiento es el siguiente: con las manos se toma de la lana que está en la rueca formando una hebra y se la engancha con el extremo sin tope del huso. A continuación, se va enrollando la lana o el algodón en este elemento para finalmente desenrollarlo y que quede como un ovillo.

Sabiendo así un poco más la historia del trabajo con estos instrumentos, iré acercándome ahora dónde quiero llevarlos. Estudiaba que el símbolo de la rueca es la vida y la muerte, y representa la idea de que el Eterno tiene el poder de controlar el destino de las personas, para hacer y deshacer. Así leemos en el libro de Yob:

 «Y mis días fueron más veloces que la lanzadera del tejedor, Y fenecieron sin esperanza.”
(Job 7:6)

Cuando el texto habla de lanzadera se refiere a la rueca.

«Mi morada ha sido movida y traspasada de mí, como tienda de pastor. Como tejedor corté mi vida; me cortará con la enfermedad; me consumirás entre el día y la noche.”
(Isaías 38:12)

Aquí la expresión “tejedor” habla también de rueca; la idea es que la vida es frágil y efímera, y que la muerte es inevitable.

Noto que la rueca es una imagen poderosa en las Sagradas Escrituras que muchas veces pasamos por alto. Representa la muerte, la vida, la vigilancia y la preocupación.

¿A qué voy con todo esto?, cuando nuestro Eterno muestra lo que las mujeres llevaron para contribuir en construcción del Mishkán no sólo eran mujeres llenas de sabiduría (ya que el oro representa eso), sino que también se refiere a que la mujer virtuosa es ingeniosa, no se queda con los brazos cruzados porque no tiene hilo o tejido para confeccionar.

Ella misma toma la lana, fabrica su propio hilo y produce sus propios tejidos. Parece que no hay nada que las detenga en su plan de proveer para su familia. Sabemos que también es generosa hacia los necesitados, pero hoy solo me quedaré en el huso y la rueca.

Buscando la gematría de la expresión kishour (traducida como «rueca«) encontré que tiene valor numérico de 536, el mismo valor de la palabra hebrea que se traduce como “pelea» o «contienda”. Esto revela que la particularidad que el Eterno ha dado a la mujer es su capacidad de esfuerzo, su rigor, la disciplina, su poder de luchar o presentar “pelea” ante la adversidad.

Una vez, más vemos a la mujer virtuosa que Yah ha diseñado, trabajando con las fuerzas del Cielo de manera persistente, aplicando sus manos a lo que en su día a día debe colocarlas: la lucha por la vida, y vida en abundancia (Juan 10: 10).

¿Cómo logra llevarlo a cabo?

Con la persistencia.

¡Cuán imprescindible es en nosotras, las mujeres, la constancia para desarrollar nuestro trabajo diario!

Nunca dejen de ser diligentes; antes bien sirvan al Señor con fervor de espíritu.”
(Romanos 12:11)

Para ser constantes necesitamos: determinar, continuar y perseverar pase lo que pase. Aunque sea difícil o nos cueste, debemos ser insistentes en desarrollar nuestras labores. Perseverar significa persistir en un estado, empresa o tarea a pesar de las influencias contrarias, oposiciones o desaliento. Las mujeres tienen talentos y ellas los reconocen (a veces).

Siempre que comenzamos alguna tarea nueva nos parece difícil, pero al practicarla se disipan los temores hasta convertirse en deleite. Así damos fruto agradable para el Eterno haciendo Su voluntad, lo que Él quiere de nosotras y no lo que a nosotras nos parece, reconociendo nuestra función y desarrollando los talentos que nos ha confiado. Daremos buen fruto siendo constantes, perseverantes y esforzadas en agradarle a él.

“El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado, Y tu Torah está en medio de mi corazón”.

(Salmos 40:8)

La mujer cuando se propone hacer algo, lo hace muy bien; cuando decide ser ama de casa, cuidar de sus hijos, su hogar, poner las cosas en orden, es capaz de hacerlo muy bien. ¿Por qué? Porque es nuestro Abba quien nos dio esa tarea. Él nos ha formado con estas capacidades y quiere que las desarrollemos y con esto no digo que no puedas trabajar de lo que eres talentosa. ¡No es la labor de los varones, la de ellos es igual de importante que la nuestra!

Como mujeres debemos desarrollarnos, ser constantes en cualquier lugar. Está claro que podemos equivocarnos, y muchas veces, pero aprendemos cometiendo errores (sin que sea crónico, obvio) y aplicando nuestras manos a las necesidades de nuestra casa y comunidad.

Somos privilegiadas de tener tanto para dar a los demás. Podemos clamar a Él (Yah) y ser constantes, perseverar a pesar de las caídas y los obstáculos. Esa es la particularidad de la mujer y no necesitamos competir o intentar igual al varón.

El Eterno nos ha confiado una familia, un hogar con el cual podemos trabajar y edificar firmes en la Roca.

Seamos obedientes con una actitud de amor pleno hacia Aquél que nos ha dado esta tarea que demanda disciplina y diligencia.

Y si usted es un varón, sepa que al haber sido redimido en Yeshúa ha sido integrado en Israel, la Esposa del Cordero. Por ende, en cuanto a lo que el trabajo espiritual refiere, usted también puede aplicar la belleza de la disciplina y el esfuerzo para transformar la materia prima en su interior en un bello tejido que dé cobertura a muchos al trabajar en equipo con el Espíritu Santo desde la Palabra y la oración.

Para concluir, a las mujeres que me están leyendo les digo que no busquen ser iguales a un varón. Sino que valoren su particularidad. Y a todos, sin importar su sexo, les digo lo que el Eterno le dijo a Josué al momento previo de entrar en la tierra prometida:

“Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien. Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque YHVH tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas”.
(Josué 1:8-9 | RV60 adaptada)

En amor y servicio Natalia Nuñez (llamada por el Eterno a Su corazón pastoral)

¿Para qué nos sirve trabajar por la UNIDAD?

Autor: Ptr. Adolfo Cataldo
[Monte Santo, Gral. Madariaga (Bs. As.)]

Desde hace cuatro parashot atrás el Eterno me hizo notar que constantemente llama a la Unidad de su pueblo para que Su presencia se manifieste en medio de él.

Cuando no existe unidad se corre el riesgo de la manifestación de HaSatán, el oponente, ya que surgen discordias entre los hermanos, fluye la lashón hará (lengua mala), y todo tipo de actitudes que provocan que la presencia de nuestro Elohim NO se manifieste.

Comencemos considerando en la parashá TERUMÁ lo siguiente:

“También harás cuarenta basas de plata debajo de las veinte tablas: dos basas debajo de una tabla para sus dos espigas, y dos basas debajo de la otra tabla para sus dos espigas.” 
(Éxodo/Shemot 26:19)

 Las tablas representan cada miembro del pueblo de Israel. Acá podemos ver el mensaje de la unidad que debe existir para poder formar un templo santo para el Eterno. Debajo de cada tabla hay dos basas de plata, ellas unían las tablas simbolizando los fundamentos doctrinales de la Instrucción divina uniendo a los miembros de Israel.

En la parashá TETZAVÉ leemos lo siguiente:

«Y mandarás a los hijos de Israel que te traigan aceite puro de olivas machacadas, para el alumbrado, para hacer arder continuamente las lámparas.» (Shemot 27:20)

La expresión hebrea TETZAVÉ (mandarás) comparte la misma raíz que TZEVET (unir). La exhortación divina es que si te esfuerzas en unir a la gente puedes hacer que la Menorah (la Luz) haga brillar la gloria de Yah para el mundo entero.

Unidos podemos hacer que la gloria del Padre se manifieste.

Aceite puro de olivas machacadas”, en esta expresión el Espíritu del SEÑOR me hacía ver que una aceituna individualmente no aporta el aceite suficiente para encender las luces. Individualmente, aporta unas cuantas gotas que se pierden en el recipiente, pero cuando en la unidad, son machacadas dan el aceite necesario para manifestar la luz.

Puedo ver que el Eterno en ese “machacar” nos está llevando a entender que en la humildad que nos demanda para poder presentarnos delante de Él, debemos limar toda aspereza con nuestro hermano y entender que lo necesitamos para poder manifestar la luz divina.

Al estudiar la parashá KI TISÁ leíamos:

“Tomarás de los hijos de Israel la plata de la expiación y lo darás para el servicio de la tienda de reunión, para que sea un recordatorio para los hijos de Israel delante de Yahvéh, como expiación por vuestras vidas.”
(Éxodo/Shemot 30:16 _ LBLA revisada)

Cada medio shekel (ciclos de plata) sumado a otro igual, estaban destinados para las basas del Mishkán, las cuales eran usadas para simbolizar la Unidad del Pueblo del Eterno. Esto me hace ver que cada ciclo de plata, individualmente era inútil para poder ser las basas, era necesario que fueran fundidas, pasadas por fuego para poder cumplir la función de unir las tablas (Shemot 26:19).

Al llegar esta semana a la parashá VAYAKHEL nos encontramos con lo siguiente:

«Hizo además cincuenta broches de oro, y unió las cortinas una a la otra con los broches, de manera que el tabernáculo llegó a ser una unidad... Hizo además cincuenta broches de bronce para unir la tienda, a fin de que fuera un todo
(Semot/Éxodo 36:13, 18) 

Betzaleel y sus hombres unieron las cortinas unas con otras para formar una sola pieza, un ejad.

Como podemos ver el Eterno no se manifiesta con poder si no existe unidad. El Maestro y Dueño de nuestras vidas (Yeshúa) lo dejó bien claro:

«Porque donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.»
(Mateo 18:20)

Es más Yeshúa Rabeinu oraba al Padre para que existiera unidad entre sus discípulos:

“Ya no estoy en el mundo, pero ellos sí están en el mundo, y yo voy a ti. Padre santo, guárdalos en tu nombre, el nombre que me has dado, «para que sean uno, así como nosotros»… Más no ruego solo por estos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos, para que «todos sean uno». Como tú, oh Padre, estás en mí y yo en ti, que también ellos estén en nosotros, para que el mundo crea que tú me enviaste. La gloria que me diste les he dado, «para que sean uno, así como nosotros somos uno: «yo en ellos, y tú en mí, para que «sean perfeccionados en unidad», para que el mundo sepa que tú me enviaste, y que los amaste tal como me has amado a mí.”
(Juan 17: 11, 20-23)

Esa unidad se consigue cuando la gloria que el Eterno dio al Mesías es transmitida a nuestras vidas personales. Por eso, cuanto más seamos llenos del Espíritu y carácter del Mesías, más unidad vamos a experimentar.

Debemos comprender y aceptar que el que busca lo suyo propio no podrá experimentar la unidad con sus hermanos. El apóstol Pablo bien lo expresó, en su epístola a los Efesios (4:1- 6) en la que escribió:

Yo, pues, prisionero del Señor, os ruego que viváis de una manera digna de la vocación con que habéis sido llamados, con toda humildad y mansedumbre, con paciencia, soportándoos unos a otros en amor, «esforzándoos por preservar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz». Hay un solo cuerpo y un solo Espíritu, así como también vosotros fuisteis llamados en una misma esperanza de vuestra vocación; un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo, un solo Dios y Padre de todos, que está sobre todos, por todos y en todos.”

Viendo lo que nuestro Elohim nos muestra a lo largo de la bendita Torah, puedo llegar a la conclusión de que el causal de que no pueda existir unidad en una asamblea es porque las personas son de doble ánimo, o sea que están divididos en ellos mismos. Justamente desde esta idea el apóstol Jacobo nos dice: «… el hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos.» (Sntg. 1: 8 ) En el que también puede leerse el hombre «de alma doble» significando que esta división interior se debe a dos impulsos o tendencias, una mala y la otra buena, que se enfrentan sin cesar, y se oponen a la «sencillez» de corazón, y a la firmeza de actitud que de ellas resulta. Más adelante exhorta a aquellos de doble ánimo, aquellos que están divididos interiormente:

 «Acercaos a Dios, y Él se acercará a vosotros. Limpiad vuestras manos, pecadores, y purificad vuestros corazones, hombres vacilantes
(Santiago 4:8) 

Para finalizar, el Señor me llevó al Salmo capítulo 24:

» ¿Quién subirá al monte del SEÑOR? ¿Y quién podrá estar en su lugar santo? El de manos limpias y corazón puro; el que no ha alzado su alma a la falsedad, ni jurado con engaño.» (24:3-4)

 Cuando no existe unidad entre hermanos, cuando las contiendas son más que las manifestaciones de amor, es imposible subir al Monte Santo de Yahveh; podrás orar, manifestar conocimiento de las escrituras, podrás ofrendar , diezmar, pero si no existe unidad tienes “manos sucias y corazón impuro«.

En amor y servicio, ptr. Adolfo Cataldo

¿Quién fue Valentín el santo de los enamorados?… ¿Existió o No?

Autor: P.A. David Nesher

Llegamos ya al 14 de febrero. El día de San Valentín, como la Gran Babilonia (Roma) actual lo llama. El «día de los enamorados y de la amistad» en muchos países. Y mientras reflexionaba hoy acerca de todos los paganismos normalizados por las multitudes, la pregunta que me surgió fue: ¿qué sabemos de éste singular santo? … Y descubrí que casi nada. Digo casi nada, porque hasta ahora entiendo que manejamos los datos que el mismo sistema de medios que usa la gran P… nos ha informado y programado.

Entonces, para lograr contestarme esta pregunta, recurrí en primer lugar a la Enciclopedia Católica. Según ella, el santo cuya festividad cayó en la fecha conocida hoy como «Día de San Valentín» fue posiblemente uno de los tres mártires que fueron ejecutados en el año 270 d.c durante el reinado del Emperador Claudio II. Cuando digo “fue posiblemente”, lo hago porque en verdad descubrí que la realidad de este “mártir” es incierta. Es más, no se está seguro quién era, qué hacía, como así tampoco se sabe de dónde provenía y dónde vivió. Por eso, se habla de tres «Valentines». Según la misma Enciclopedia Católica, este Valentín, bien pudo haber sido:

  • Un médico romano que se hizo sacerdote y que casaba a los soldados, a pesar de que ello estaba prohibido y que fue decapitado. Muy venerado en Francia Un obispo de la ciudad de Interamna (hoy Terni, Italia), donde supuestamente se encuentran los restos del cuerpo conservados en la homónima basílica, y donde el 14 de febrero es la fiesta patronal.
  • Un mártir de la provincia romana de África, durante la conquista de África.

Los mismos autores de la Enciclopedia Católica afirman que los datos que han llegado hasta nosotros sobre estos tres supuestos mártires «carecen de valor histórico» por ser escasos, insuficientemente fundamentados y de fecha muy posterior al tiempo en que se presume que hayan vivido. Por todo esto, es interesante aportar que la Iglesia Católica dejó de celebrar este aniversario de martiriología a partir del año 1969, justamente por dudar de su identidad e incluso de su existencia.

 Como lograrán ver, todo esto es muy confuso, tal y como ocurre en todo el sistema de cosas que gobierna a la humanidad. Yo le diría que esto es más del mismo cuento de siempre: el poder de la tradición y sus «inocentes» costumbres. Nos encontramos ante un «santo» que vivió según lo que la tradición babilónica dice por «allí», aunque la historia no pueda corroborar su existencia con aporte alguno por aquí.

Pues bien, si de tradición se trata, sabemos que el Maestro Yeshúa, cumpliendo su ministerio terrenal, confrontó a los hipócritas líderes religiosos judíos que criticaron a sus discípulos por no adherirse a uno de los extraños requisitos que ellos habían agregado a la Palabra de Dios. El Seño dijo:

“… así invalidáis la palabra de Dios mediante vuestra tradición

(Mateo 15:1-9; Marcos 7:1-13)

Esa palabra: tradición, es traducida del griego paradosis, y aparece 13 veces en el texto griego de loa Escritos Mesiánicos o Nuevo Pacto. Simplemente significa “transmitir de uno a otro.” El contexto de los pasajes citados determina un dilema: si lo que fue transmitido fue la Verdad de Dios o proviene de las ideas de los hombres que se oponen a la Verdad.

Vemos que, tal como dijo Yeshúa, lo que se origina en las mentes de los hombres y contradice la Verdad absoluta divina (revalada en la TaNaK), “invalida” la Palabra de Dios. Eso significa que creer en el error no genera los beneficios de creer la verdad, y hasta podría incluso traer consecuencias. Podemos deducir lo mismo de lo que el Evangelio de Juan nos ha dejado por escrito:

Si vosotros permanecéis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres”.

(Juan 8: 31-32)

 ¿Qué es lo contrario a eso? ¿Acaso no será que creer el error lo ata a usted en cierto grado? Sí, y es así como la “tradición” invalida la verdad. La verdad es lo que funciona en la vida, no las tradiciones.

Continuando con la vida del supuesto santo del amor, descubrí, al investigarlo, que toda ”anécdota” de su vida que se nos cuenta actualmente, ha sido probablemente inventada durante la Edad Media en Francia e Inglaterra cuando el día festivo de 14 de febrero (celebrado antes que el cristianismo llegara a estos lares) empezó a ser asociado con el amor, a raíz de la historia de San Valentín.

Una de esas leyendas aseguraba que este varón había sido ejecutado un 14 de febrero al no querer renunciar al cristianismo. Otro mito agregó la idea de que su ejecución se debió al hecho de haber casado a parejas en secreto después de que el matrimonio fuese prohibido por el emperador Claudio II especialmente a sus soldados que buscaban el pretexto del casamiento como salvoconducto para no ir a la guerra.

Otra leyenda dice que es patrono de los enamorados porque su martirio coincidió con el momento del año en que los pájaros empiezan a emparejarse para aparearse.

Algunas fuentes dicen que el Valentín relacionado con el amor es el Valentín de Roma.

Otros discuten aduciendo que es san Valentín de Terni. Algunos eruditos, para evitar disensiones que pudieran despertar conciencias concluyeron después que ambos serían la misma persona.

A lo largo de los siglos, estos tres Valentines se fueron unificando en la memoria popular dando lugar a un personaje, una historia y una tradición que no cesaron de enriquecerse a lo largo de los siglos, hasta constituirse en una leyenda sobre alguien que, tal como se lo recuerda hoy, jamás existió.

De todo esto deducimos que el día de San Valentín es típicamente occidental. Y especialmente debemos remontarlo a la Europa germánica y el actual Reino Unido. Desde aquí navegaría en los barcos de inmigrantes a los Estados Unidos. Luego, y como es de imaginarse, esta fiesta pagana se someterá en esta nación al dios Mammón (Baal Zifón o Belcebú), se vestirá de sus ropajes de “ingenuidad e inocencia” y se coronará de principios comerciales para así llegar a gran parte del mundo.

El reino de Dios no es cumplir reglas. Tampoco es celebrar costumbres sanas e ingenuas en el nombre de alguna virtud teologal y/o humana. El Reino de Dios es sencillamente confiar en Él y vivir conforme a los códigos de Su Palabra.

(Nota Relacionada: Para ampliar la cosmovisión respecto a esta celebración de origen pagano, recomiendo leer el siguiente estudio: 14 de febrero: Día del amor o tiempo de Baal-Molock)

Cuando la palabra «SUEGRO» deja de ser negativa.

Por Moisés Franco (Pastor/Maestro)

Comúnmente se bromea con respecto a lo supuestamente malo y despreciable de los suegros, pero en esta porción el Eterno viene a sanar nuestra alma de este y muchos otros conceptos. 

En los doce versículos que componen la primera ascensión se enuncia ocho veces la palabra “suegro” (heb. Kjatán). La gematría de este término es 458, cuyas cifras al sumarlas dan 17 y al sumarlas nuevamente dan 8.  

Así mismo, la palabra Yeshúa tiene un valor de 386, cuyas cifras al sumarse dan 17, y por ende, 8 una vez más.  

El número 8 (ocho) tiene muchísimos significados en las escrituras, pero principalmente habla de tres grandes ideas:  

  • Plenitud, abundancia: dado que ocho se escribe en hebreo ‘Sh’moneh’ de la raíz ‘Shah’meyn’ engordar, cubrir de gordura, sobreabundar1. (Chen C.) 
  • Sobrenaturalidad: la creación se restauró en siete días, siete son las notas musicales y los días de la semana. Por ende, el ocho es aquello que va más allá de lo natural, lo sobrenatural.  
  • – De la mano de lo anterior, tiene que ver con nuevos comienzos y con la redención final de Israel unida a YHVH (por eso celebramos Sheminí Atzéret al octavo día de Sucot). 2 (Nesher D.) 

¿Cómo se relaciona todo esto con la parashá Yitró?

Kjatán además de suegro o pariente significa “esposo” y es el término que se le aplica al varón en el marco de una boda.  

Por eso es que en esta porción es cuando el Eterno firma su contrato matrimonial con el pueblo. 

El mensaje para Israel es que el Eterno quiere ser su esposo, uno que le dé abundancia, que la haga vivir sobrenaturalmente y que la redima de cualquier zona de muerte llevándola a nuevos comienzos mejores que lo que hasta ese momento ha vivido.  

En síntesis, Él será un esposo que sea para ella salvación, es decir, Yeshúa.  

Este proceso bendito empezó en el Sinaí con la matán (entrega) de la Torah, pero finalizará con las bodas del Cordero en los tiempos finales.  

«Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria; porque han llegado las bodas del Cordero, y su esposa se ha preparado.  Y a ella se le ha concedido que se vista de lino fino, limpio y resplandeciente; porque el lino fino es las acciones justas de los santos. 

Y el ángel me dijo: Escribe: Bienaventurados los que son llamados a la cena de las bodas del Cordero. Y me dijo: Estas son palabras verdaderas de Dios”. (Apocalipsis 19:7-9 | RV60) 

Apeguémonos a Su Torah desde la cercanía que nos da el Espíritu Santo y trabajemos con esfuerzo hasta el día de nuestra boda suprema. ¡MARANATHA Señor Yeshúa!

¿Por qué importa que Ana sea de la tribu de Asher? (2da Parte)

Por David Nesher

«Estaba también allí Ana, profetisa,… de la tribu de Asher,…»

(Lucas 2: 36)

Hemos estudiado que Asher era hijo de Yaakov y Zilpa, sierva de su esposa Lea:

“¡Bendita soy! Porque las mujeres me han llamado bienaventurada”. Por eso llamó al niño Asher.”

 (Génesis 30:13)

¿Qué opinas?¿Las palabras de Lea resonarían en Miriam y su hijo Yeshúa? ¡Sí! En Lucas 1:48-49, Miriam dice “desde ahora me llamarán bienaventurada todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho grandes cosas en mí, y Santo es su nombre”. Descubrir estas conexiones llevaría a una asherita piadosa, como Ana, a alabar a Yah.

También sabemos su nombre fue dado a una de las tribus de Israel que se originó de su familia. A no ser por eso y por haber participado de la venta de su hermano más joven, Yosef, como esclavo, Asher no es muy destacado en la Escritura. Su nombre en hebreo significa tanto “bendición” como “felicidad”, dependiendo de la interpretación. Para ser más precisos Asher significa “el pleno de alegría y bendiciones” o el “Bienaventurado”. Por lo tanto, se sabía que la tribu de Asher era la más alegre de las Doce Tribus. Esta alegría interior (hebreo: simjáh) provenía de su conciencia de felicidad, mentalidad que permitía el hecho de que Asher también era contrada entre las tribus de mayor prosperidad financiera en la nación de Yah. Se describió en distintos documentos que los de la tribu de Asher disfrutaban de todo lo que la vida tiene para ofrecer, particularmente en términos de buena comida, incluso si eso los hacía un poco más derrochadores que las otras tribus.

En el momento del Éxodo, los descendientes adultos de Asher eran 41.500, contando solo los varones (Números 1:41). Más tarde, en un nuevo recuento, el linaje de Asher contó con 53.400 hombres adultos (Núm. 26:47). La tribu de Asher estaba formada por cinco clanes (Números 26:44-47)

El territorio de Asher fue asignado por Josué, y formaba la frontera norte de Palestina, y se extendía hacia el sur hasta el final del Carmelo, limitando con el territorio de Manasés (Josué 19:24-31,34). También es válido saber que los levitas gersonitas poseían cuatro ciudades en Asher (1 Crónicas 6:62,74,75).  Esta distribución le permitió a la tribu de Asher contar con una región muy fértil, que generó la abundancia de alimentos. Los documentos registran que la tribu de Asher comía tan bien que llegó a ser famosa en el Oriente Medio por su arte culinario. Esta será la razón por la que la tribu terminó siendo tan próspera, logrando el mejor cultivo de aceitunas, con la cual logró establecer gran fortuna para cada uno de sus habitantes con la producción de aceite de oliva. Es por eso que el símbolo del escudo de la tribu es un frondoso árbol, que muchos consideran que es un olivo. El simple hecho de que la riqueza de Asher proviniera del aceite de oliva podría ser el cumplimiento de la bendición de Moisés sobre dicha tribu. Sin embargo, el aceite de oliva era más que un condimento para los israelitas. Recordemos que era un aceite sagrado que se usaba para ungir a los sacerdotes y mantener las lámparas del Beit HaMikdash encendidas.

Interesante será aportar que en el período del éxodo, muchos varones de Asher formaron el ejército de los israelitas. Más tarde, durante el reinado de David, intenso en actividad militar, la tribu de Asher era la responsable por buena parte del abastecimiento de las tropas, con sus víveres de excelente calidad.

Aunque Asher proporcionó guerreros a David (1 Crónicas 12:36), la tribu no fue mencionada en la lista de los principales líderes (1 Crónicas 27:16). En los días del reinado de Salomón, Asher formaba uno de los distritos administrativos (1 Reyes 4:16).

La ubicación del territorio de Asher puso a sus habitantes en contacto con los fenicios, conocidos por el comercio de la época. Sin embargo, los descendientes de Asher no consiguieron expulsar definitivamente a los cananeos de sus ciudades, y «moró… entre los cananeos que habitaban en la tierra» (Jueces 1:31-32).

También podemos leer que en la época de los jueces de Israel, la tribu de Asher fue una de las tribus que no ayudó a Débora y a Barak, negándose a participar en la guerra, manteniéndose «a la ribera del mar, y se quedó en sus puertos» en vez de unirse a la lucha contra Jabín, un rey cananeo (Jueces 5:17). Esta actitud revela la tendencia de la tribu Asher a sentirse orgullosa por su prosperidad material y de esa forma generar la desunión de las tribus de Israel (Jueces 5:15). Por otro lado, esta falta de ayuda a sus tribus compañeras podría reflejar una falta de confianza en Dios, una falta de esfuerzo, un miedo al enemigo o una negativa a molestar a aquellos con los que hacían negocios. 

A los fines de nuestra consideración de la profetiza Hanah, vale aportar que desde la época de Moisés, la tribu de Asher era famosa por producir las mujeres más hermosas de todo el Mediterráneo. Como resultado de esto, los varones de todas las tribus, cuando llegaba Tu BÀv, buscaban novias asheritas. Esto les dio a las mujeres una amplia selección de solteros elegibles, y muchas priorizaban  elevar sus tefilot (súplicas) para que los sacerdotes, los shoftim (jueces) y/o otros varones socialmente poderosos la escogieran como almas gemelas.  Así pues nacerá, la tradición de que las mujeres asheritas eran las novias ideales para los sacerdotes; todas las hijas de esta tribu terminaban casadas con sacerdotes debido a su belleza, y madurez espiritual. Desde esta información podemos deducir que la profetisa Hanah era la viuda de un kohen (sacerdote)

La orden para que las puertas del Templo se cerraran

Cuando el rey Acaz asumió el reinado de Judá, la realidad del lugar era de perdición, delante de los ojos de Dios. El monarca, intensamente idólatra, llevó a gran parte del pueblo a adorar a falsos dioses y a andar en pecado. Su idolatría era tan grande, que él ordenó cerrar las puertas del Templo de Salomón, abandonando la casa de Dios, prohibiéndole al pueblo llevar sus oraciones y sacrificios, desmoralizando a los sacerdotes y a los demás levitas. Como cuenta la Biblia en 2 Crónicas, su reinado cayó bajo la violencia de los asirios, por no andar en rectitud y en temor al Señor.

Cuando Acaz murió y fue sucedido por su hijo Ezequías, el nuevo rey trató de convocar al pueblo a una guerra en contra de la idolatría. Los ídolos y los altares dedicados a ellos fueron destruidos y el Templo de Salomón fue recuperado y abierto nuevamente, y sus ministerios fueron reactivados. A muchos de la tribu de Asher les tocó un importante papel: recuperar entre todo el pueblo la costumbre de la celebración de la Pascua y de la Fiesta de los Panes sin Levadura (o Ácimos), en las que los judíos de todas partes, de todo Israel y Judá, se dirigían hacia Jerusalén para recordar la liberación del cautiverio del Egipto y para nuevamente adorar a Dios conforme a Sus preceptos. Los descendientes de Asher ayudaron mucho haciendo una convocatoria por las ciudades, y la celebración nuevamente se llevó a cabo, como no se veía desde los tiempos prósperos de Salomón.

Se alegró, pues, toda la congregación de Judá, como también los sacerdotes y levitas, y toda la multitud que había venido de Israel; asimismo los forasteros que habían venido de la tierra de Israel, y los que habitaban en Judá.
Hubo entonces gran regocijo en Jerusalén; porque desde los días de Salomón hijo de David rey de Israel, no había habido cosa semejante en Jerusalén.
Después los sacerdotes y levitas, puestos en pie, bendijeron al pueblo; y la voz de ellos fue oída, y su oración llegó a la habitación de Su santuario, al cielo.

 (2 Crónicas 30:25-27)

Esto fue considerado un acto de humildad, prueba de un corazón contrito ante Dios (2Crónicas 30:11)

Shevat tiene una tribu: Asher

La tribu asociada con el mes de Shevat es Asher. Y no por casualidad, la palabra que denota la buena fortuna y la riqueza, osher, se escribe con las mismas tres letras que Asher

Asher y todos sus descendientes hicieron honor a su nombre y fueron muy bendecidos.

Cuando Yaakov avinu profetizó sobre sus hijos antes de su muerte, dijo de su octavo hijo:

«De Asher sale un pan delicioso, y él proveerá los manjares del rey»

(Génesis 49:20)

En lo que respecta a las profecías, Asher definitivamente recibió una palabra más bonita que muchos de sus hermanos ese día. Cuando Moisés profetizó sobre las doce tribus, dijo de Asher dicieno:

«Que Asher sea bendecido con hijos; que sea agradable a sus hermanos y que moje su pie en aceite»

(Deuteronomio 33:24).

Una vez más vemos que sólo la abundancia y la prosperidad iban a ser la herencia de Asher.

 Hemos estudiado que Asher era una tribu del norte de Israel conquistada por Asiria. Por lo tanto, Asher llegó a ser conocido como una de las diez tribus perdidas. Pero en el relato que Lucas hace de Hanah, la Buena Noticia de Dios es que lo que una vez se perdió ahora está de vuelta. El Eterno trajo y condujo a la tribu perdida de Asher fuera de los países a donde los había expulsado (Jeremías 23:8). El mensaje lucano se hace en el alma de un redimido bien claro: el Israel disperso se reconstruye en la geografía del Proyecto de Reino que proclama Yeshúa.

El hecho de que Hanah descendiera de la tribu de Asher sugiere que su herencia se debía sólo al obrar de la Gracia del Eterno obrando a través de los siglos en aquellos que, como Hanah, permanecieron fieles en expectativa de ayunos y oraciones hasta que Su Ungido se manifestara. Sus antepasados ​​habían emigrado al sur antes de la conquista asiria de Israel o estaban entre el pequeño y disperso grupo de exiliados que regresaron del cautiverio. Hanah era parte del remanente creyente del reino del norte o Casa de Efrayim y, por lo tanto, era un emblema viviente de la fidelidad de Yah hacia su pueblo.

Debo señalar que el salmista se inspiró en la justicia divina obrando sobre la tribu de Asher cuando escribió el Tehilim/Salmo 1 asegurando que toda persona justa es como un árbol plantado junto a corrientes de agua que da su fruto en su tiempo, y su hoja no se marchita, y en todo lo que hace, solamente prospera.

Shevat es el intervalo del año para recibir el refresco y la renovación para la preparación para entrar en la plenitud de la promesa del Eterno, y para comer de los frutos que finalmente están maduros para participar y compartir. Es el mes para decidir si dejamos que el enemigo robe nuestra herencia en el Eterno enviando al devorador de nuestros bienes materiales, o nos mantenemos firmes en la autoridad que Yeshúa HaMashiaj nos ha dado para recibir su porción asignada para esta temporada.

Durante este mes de lluvia es tiempo de refrescar y renovar nuestras raíces para que el agua viva del trono del cielo corra a través de nosotros, trayendo el fruto en su estación. Debemos ser como el aceite de oliva puro usado en la menorá del Templo de donde las llamas ardían, y ser como antorchas en la noche que iluminan el camino a Yeshua. Tomad vuestras bendiciones del Señor con felicidad y alegría. Escuchad vuestro primer amor por Jesucristo y recordad que debéis vivir en ese amor. Rellena tus lámparas con aceite de oliva puro, y mantén el fuego ardiendo en la noche:

«Ceñid vuestra cintura y vuestras lámparas encendidas; y vosotros mismos sed como hombres que esperan a su amo, cuando vuelva de las bodas, para que cuando venga y llame le abran inmediatamente. Bienaventurados aquellos siervos a quienes el amo, cuando venga, encontrará vigilando»

(Lucas 12, 35-36)

Pérez y Zerah: Dos Momentos del Mesías

PARASHA VAYESHEV

Por P.A. David Nesher

Cuando llegó el tiempo de su parto, había gemelos en su vientre. Y cuando ella estaba de parto, alguien extendió una mano, y la partera tomó y le ató un hilo escarlata en la mano, diciendo: Ésta salió primero. Pero cuando él retiró la mano, he aquí salió su hermano. Y ella dijo: «¡Qué brecha has cometido contigo misma!». Por eso se llamó su nombre Pérez. Después salió su hermano con el hilo escarlata en la mano, y se llamó Zera.

Génesis 38:20-30 NVI

Quiero comenzar esta lección mostrándote algo que estoy convencido no has visto. Cuando leemos el primer capítulo de Mateo, nos encontramos con la genealogía de Yeshúa, nuestro Maestro y Dueño (Mat. 1: 1-16). Ahora quiero que prestes mucha atención a los primeros tres versos:

Registro genealógico de Jesús el Cristo, hijo de David y de Abraham:
Abraham fue el padre de Isaac;
Isaac, padre de Jacob;
Jacob, padre de Judá y de sus hermanos;
Judá, padre de Fares y de Zera, cuya madre fue Tamar;…»

(Mateo 1: 1-3)

¡Seguramente te ha surgido una pregunta!… ¿Verdad?: ¿Por qué hay dos hijos de Judá mencionados aquí? ¿Por qué no dice: «Abraham fue el padre de Isaac e Ismael e Isaac fue el padre de Jacob y Esaú? Y,siguiendo esta lógica: ¿por qué no dice que Jacob fue el padre de Rubén, Simeón, Leví y Judá?

Primero debemos reconocer que estudiar el sefer Bereshit (libro del Génesis) nos recuerda que los caminos del Eterno son incomparables y, a veces, inconcebibles. Hay momentos en los que Él cumple Su divina voluntad de las maneras más extraordinarias y a través de las personas más improbables. Justamente en este capítulo, vemos evidencia adicional de los caminos de Dios, a veces extraños y difíciles de entender. Y al leer esta historia, debemos recordar las palabras del apóstol Pablo:

¡Cuán imposible nos es entender sus decisiones y sus caminos! 
(Romanos 11:33 NTV). 

Y el Eterno mismo nos recuerda a través de un oráculo de Isaías:

“…mis caminos van mucho más allá de lo que puedas imaginar
(Isaías 55:8 NTV).

Tamar dio a luz a hijos gemelos: Pérez y Zerah . Y la naturaleza de sus nacimientos fue similar a la de Jacob y Esaú. Cuando Zerah intentó salir primero del útero, una partera le ató un hilo escarlata a la muñeca. Pero cuando finalmente nacieron los bebés, fue Pérez quien salió primero, para sorpresa de la partera. Para todos los que miraban, Zerah debería haber sido la primogénita. Como su mano salió primero, debió estar más cerca del canal de parto. Pero dentro del útero, los dos bebés cambiaron de posición en el último segundo y Pérez salió primero. Se convirtió en el inesperado e improbable primogénito. Y sería a través de este hijo que el Eterno cumpliría su compromiso con Abraham.

“ Haré de ti una gran nación, y te bendeciré y engrandeceré tu nombre, para que seas una bendición. Bendeciré a los que te bendigan, y a los que te deshonren lo maldeciré, y en ti serán benditas todas las familias de la tierra”.
 – Génesis 12:2-3 NVI

Si vamos a la carta a los creyentes en Galacia, notaremos que el apóstol Pablo desentraña esta promesa divina y aclara la naturaleza de su significado:

«Sepan, pues, que son los de la fe los hijos de Abraham. Y la Escritura, previendo que Dios justificaría por la fe a los gentiles, predicó de antemano el evangelio a Abraham, diciendo: En ti serán benditas todas las naciones. Así pues, los que son de fe son benditos junto con Abraham, el hombre de fe.«
– Gálatas 3:7-9 NVI

Según el apóstol Pablo, cuando el Eterno le hizo esa promesa a Abraham, estaba prediciendo la venida del Mesías. Sería a través de la descendencia de Abraham que vendría “la bendición” de las naciones. Y Pablo revela que esta bendición vendría en la forma de Yeshúa, el Mesías de Israel.

Ahora las promesas fueron hechas a Abraham y a su descendencia. No dice “Y a tu descendencia”, refiriéndose a muchos, sino refiriéndose a uno, “Y a tu descendencia”, que es Cristo. 
– Gálatas 3:16 NVI

Este hecho sorprendente está en consonancia con la forma en que el Eterno continuó reiterando la promesa a Abraham y sus descendientes.

He aquí mi pacto es contigo, y serás padre de multitud de naciones. Ya no se llamará tu nombre Abram, sino que tu nombre será Abraham, porque te he puesto por padre de multitud de naciones. Os haré fructíferos en gran manera, y os convertiré en naciones, y reyes saldrán de vosotros .  Y estableceré mi pacto entre mí y tú y tu descendencia después de ti, por sus generaciones, por pacto perpetuo, para ser Dios para ti y para tu descendencia después de ti.” 
– Génesis 17:4-7 NVI

Abraham no solo engendraría una gran nación, sino que de su descendencia surgirían grandes reyes, incluido el rey David. Y el libro de Rut revela que Dios usaría a un candidato improbable llamado Pérez (Fares) como el conducto a través del cual vendría el gran rey David:

«Estas son las generaciones de Fares: Fares engendró a Hezrón, Hezrón engendró a Ram, Ram engendró a Aminadab, Aminadab engendró a Naasón, Naasón engendró a Salmón, Salmón engendró a Booz, Booz engendró a Obed, Obed engendró a Isaí, e Isaí engendró a David.» 
– Rut 4:18-22 NVI

Desde estas consideraciones podemos captar por qué comencé haciéndote leer el evangelio de Mateo, donde vemos que Yeshúa también vendría a través del linaje de Pérez. Por eso se le conoce como el Hijo de David. Pero, queda por responder la pregunta: ¿Por qué hay dos hijos de Judá mencionados aquí? 

Pues entonces comenzaré diciendo que los gemelos de Tamar, Pérez y Zerah, tenían el potencial de ser antepasados ​​del Mesías. Como Yaakov y Esav (Esaú) luchando en el útero, competían por el privilegio.

Cierta enseñanza (midrash) cuenta que cuando el embarazo de Tamar avanzaba hasta el punto en que ya no podía ocultarlo, “se golpeaba el estómago y se jactaba: ‘¡Soy grande con reyes y redentores!‘” (Midrash Rabbah ). Por lo menos, era grande con gemelos.

El relato escritural nos dice que mientras Tamar luchaba en el parto, el primero de sus dos hijos extendió la mano. La partera ató una cuerda escarlata alrededor de su muñeca para identificar al primogénito, pero luego retiró la mano y aparentemente retrocedió por el canal del parto, una maniobra que no parece biológicamente probable. Tamar dio a luz a su hermano antes que él en un parto traumático. Ella lo llamó Pérez (Peretz), que significa “brecha”, diciendo: “Qué brecha te has abierto” (Génesis 38:29).

Que Pérez siguiera adelante era parte del plan Divino. Zerah deseaba emerger primero pero otro midrash cuenta que el Eterno declaró: “El Mesías está destinado a descender de Pérez; ¿Es correcto, entonces, que Zerah emerja primero? ¡Que Zera regrese al vientre de su madre, y Pérez nacerá primero! » (Aggadat Bereshit )

Desde tiempos antiguos, los rabinos identificaron de cerca a Pérez, el hijo de Yehudá y Tamar, con el Rey Mesías. Pérez encabeza la genealogía de David en el libro de Rut (ver Rut 4:18). Los sabios a veces llaman al Mesías por el nombre de Hijo de Pérez. Los gemelos en el vientre de Tamar presagian los dos mesías: el Mesías hijo de Iosef y el Mesías hijo de David. Es decir que el nacimiento de Pérez y Zera tipificaban las dos manifestaciones del paradigma divino Mashiaj: Ben Yosef y Ben David. Esto para nuestra emunáh nos habla de la primera y segunda venida de Yeshúa HaMashiaj.

Pérez, cuyo nombre también significa «rompedor«, representa al Mesías en Su primera venida. Abrió el camino al reino de los cielos. Tamar lo nombró Pérez para indicar que el Rey Mesías, «el Rompedor«, algún día saldría de él.

En el Talmud se comenta que Tamar quiso decir: “Este es mayor que todos los que abren brechas, porque de ti surgirá el Rey Mesías [de quien está escrito en Miqueas 2:13], ‘El que abre brechas sube delante de ellos; se escapan, atraviesan la puerta y salen por ella. Y su rey va delante de ellos, y el SEÑOR a la cabeza de ellos” (Génesis Rabá 85:14).

Zerah ( Zeraj), cuyo nombre significa «amanecer«, representa al Mesías hijo de David, es decir, Yeshúa en Su segunda venida. El profeta Isaías habló de la gran redención de la Era Mesiánica como el amanecer:

«Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz, y la gloria del SEÑOR ha nacido (zaraj) sobre ti. Porque he aquí, tinieblas cubrirán la tierra y densa oscuridad los pueblos; pero el SEÑOR se levantará sobre ti y su gloria aparecerá sobre ti. Las naciones vendrán a tu luz y los reyes al resplandor de tu amanecer (zaraj)».
(Isaías 60: 1-3)

Así como Tamar y su partera esperaban que Zerah naciera primero, anticipamos que la redención final ocurriría con la primera venida del Mesías. Por un breve momento, el reino de los cielos estuvo cerca, y si la nación se hubiera arrepentido, Yeshúa podría habernos llevado a la redención final. Como un hilo escarlata, recibimos una señal de la redención venidera, pero antes de que la redención final pudiera amanecer, el Mesías necesitaba cumplir Sus propósitos en el madero y en la tumba.

Cuando Pérez desafió las expectativas de Tamar al adelantarse a Zerah, ella exclamó: «¡Qué brecha te has abierto!» (Génesis 38:29). De manera similar, la primera venida de Yeshúa desafió todas las expectativas nacionalistas y populares de su tiempo. En lugar de desempeñar el papel triunfante del Mesías hijo de David, soportó el sufrimiento del Mesías hijo de Yosef. Así pues, cuando salió inesperadamente de la tumba, venciendo a la muerte misma, se podría imaginar que Israel exclamara: «¡Qué brecha te has abierto!«

En amor y a tu servicio: P.A. David Nesher

Abraham, el extraño de Canaán.

Para lograr que reflexionemos en un tema profundo y mesiánico que encontramos en la porción de esta semana, necesito hacerte una pregunta: ¿Alguna vez te has sentido extraño, o como si no encajaras del todo en el entorno en que vives?… ¿Me has dicho que sí?,… entonces: ¡Bienvenido al Club de los peregrinos!… Sí, ¡estás en buena compañía! Digo esto, porque aquellos que pertenecemos al linaje de Avraham debemos saber y aceptar que él se describió a sí mismo como un forastero en una tierra extraña. ¡Vivió como nómada y forastero en una tierra que no le pertenecía!

Hemos estudiado como el Eterno le prometió a Avraham toda la tierra de Kenaán, pero al llegar a la parashá de esta semana (Jayei Sará) notamos que en realidad nuestro padre Avraham ni siquiera poseía suficiente tierra para enterrar a su esposa. Y es que Avraham a esas altura era un forastero en Kenaán sin ninguna propiedad propia. Él no contaba con una tumba familiar. Por eso, tuvo que comprar una propiedad a los lugareños.

Ante este problema, Avraham se acercó a los hititas que vivían en Hebrón y les dijo:

«Soy un forastero y un peregrino entre ustedes«.

Por eso, al estudiar el libro a los Hebreos, de los Escritos Mesiánicos, notamos que el autor parafraseó esa declaración sobre la estadía de Abraham en Canaán al comentar:

«Por la fe vivió como extranjero en la tierra prometida, como en tierra extranjera , habitando en tiendas con Isaac y Jacob, coherederos de la misma promesa; porque buscaba la ciudad que tiene cimientos, cuyo arquitecto y constructor es Dios
(Hebreos 11: 9-10)

«Conforme a la fe murieron todos estos sin haber recibido lo prometido, sino mirándolo de lejos, y creyéndolo, y saludándolo, y confesando que eran extranjeros y peregrinos sobre la tierra. 1Porque los que esto dicen, claramente dan a entender que buscan una patria; pues si hubiesen estado pensando en aquella de donde salieron, ciertamente tenían tiempo de volver. 1Pero anhelaban una mejor, esto es, celestial; por lo cual Dios no se avergüenza de llamarse Dios de ellos; porque les ha preparado una ciudad.«
(Hebreos 11: 13-16)

El autor del libro de Hebreos infirió esta revelación de la declaración que nuestro padre Avraham hicera: “Soy un forastero y un peregrino entre vosotros” que él estaba buscando la Jerusalén mesiánica y el establecimiento del Malkut Elohim (Reino de los Cielos) en la Tierra. Él buscó “la ciudad que tiene cimientos, cuyo arquitecto y constructor es Dios” y “un país mejor, es decir, celestial”. Si simplemente hubiera estado buscando una patria para llamar suya, podría haber regresado a Aram en Mesopotamia, donde su familia todavía tenía propiedades.

En verdad, Avraham tuvo todas las oportunidades para regresar a Aram, es más, notamos como más tarde (en esta misma parashá), envía a su sirviente Eliezer de regreso allí. Siendo ese el caso, ¿por qué Avraham y Sarah eligieron vivir como nómadas y extraños en un pedacito de tierra prometida que ellos mismos no iban a heredar? El autor de la epístola a los Hebreos dice:

Estos murieron en la fe, sin recibir las promesas, pero habiéndolas visto y acogido desde lejos, y habiendo confesado que eran extranjeros y desterrados en la tierra” (Hebreos 11: 13).

Nuestros padres en la fe vivieron como extranjeros y exiliados en la tierra de Kenaán, pero lo hicieron con tanta confianza en la herencia futura. Buscaron la tierra prometida de la era mesiánica. Anticiparon la trascendente, “ciudad santa, la nueva Jerusalén, que descendía del cielo de Dios

En el Olam HaVá (Mundo venidero), la Jerusalén de arriba descenderá para unirse con la Jerusalén física de abajo. Entonces las aguas superiores se unirán con las aguas inferiores.

Aunque Avraham y Sarah solo pudieron vislumbrarlo como desde la distancia, e incluso entonces, solo a través de los ojos de la fe, ese vislumbre de la Era Mesiánica y la Nueva Jerusalén del mundo por venir hizo este mundo actual y todo lo que tenía para ofrecer. pálido en comparación. Avraham se identificó a sí mismo como ciudadano del futuro reino y ciudad. En cuanto a este mundo actual y todo lo que tenía para ofrecer, dijo: «Soy un extranjero y un peregrino entre ustedes«. Por tanto, el Eterno, no se avergonzó de ser llamado Dios de Avraham (Hb. 11: 16).

De esta declaración de Avraham avinu viene la imagen del pueblo de Dios como peregrino incluye también un componente para los últimos días. Por lo tanto, entendemos que el peregrinaje de la fe no es un viaje al azar; está orientado hacia un objetivo. Abram salió «porque esperaba la ciudad de cimientos sólidos, de la cual Dios es arquitecto y constructor» (Heb. 11:10, NIV). Así mismo, el destino final de los peregrinos es el lugar por encima de cualquier otro lugar: la Ciudad de Dios.

Los peregrinos anticipan el momento en que se hallarán en el centro cósmico de adoración, para inclinarse en adoración y gratitud ante su Creador y Redentor. Esto se producirá al momento de la Segunda venida, cuando Yeshúa HaMashiaj cumplirá la promesa hecha a sus discípulos de llevarlos a la casa de su Padre (Juan 14: 1-3). Por ahora, los peregrinos avanzan hacia la ciudad celestial, ese país mejor (Heb. 11:16), poseyendo ese objetivo específico por fe en las promesas divinas. Respecto de otras travesías, se dice que «las reconocieron a lo lejos, y confesaron que eran extranjeros y peregrinos sobre la tierra» (vers. 13, NVI).

Desde todo esto, debemos aceptar que nosotros, los peregrinos nos aferramos a las promesas del Eterno con absoluta confianza en el viaje a la morada de Yah, en el centro del cosmos.

¿Qué tuvo de grandioso el atar a Isaac?

Por Rav Tzvi Freeman

Y aconteció después de estas cosas, que Di-s probó a Abraham , y le dijo: «… Por favor, toma a tu hijo, tu único, a quien amas, Isaac , y vete a la tierra de Moriah, y llevadlo allí como ofrenda sobre uno de los montes, del cual yo os diré….»

Génesis 22

«En la atadura de Isaac reside toda la gloria de Israel y su mérito ante su Padre Celestial. Y es por eso que impregna nuestras oraciones todos los días.»

Rabino Don Isaac Abarbanel (1437-1508)

¿ Por qué Dios puso a prueba a Abraham? ¿Por qué nos prueba? ¿Por qué un Dios omnisciente necesita poner a prueba a alguien? ¿No debería Él saber lo que hay en nuestros corazones sin probarnos?

Una prueba es cualquier situación que te exige más de lo que crees que tienes. En una prueba, si usaras tu mente racional dirías: «Esto es imposible. Esto no es lo que esperaba. No tengo que hacer esto porque no está dentro de mis habilidades. Está más allá de lo que puedo hacer«.

No se pasa una prueba con comprensión, con razón. Pasas una prueba con una fe sólida como una roca y una perseverancia ciega.

Las pruebas están estrechamente relacionadas con los milagros. De hecho, en hebreo son prácticamente la misma palabra.

Un milagro ocurre cuando Dios rompe con su patrón estándar de ley natural y demuestra poderes ilimitados. Una prueba es cuando Dios te invita a hacer lo mismo. Es por eso que las personas que pasan las pruebas provocan que ocurran milagros: Dios los está reflejando.

Hay diferentes tipos de pruebas. Todos ellos rompen barreras. Algunas pruebas llevan a una persona más allá de viejos hábitos que la frenan. Otros extraen de él nuevas fuerzas, tenacidad, una profunda confianza en su propósito y en la bondad inherente al mundo.

La prueba definitiva es la que lleva a una persona más allá de la barrera definitiva: la barrera entre la creación y el Creador. Esa fue la prueba que pasó Abraham cuando le pidieron que ofreciera a su hijo Isaac.

Abraham había pasado muchas pruebas antes: nueve en total. Cuando era joven, había elegido una muerte segura en un horno de fuego en lugar de adorar al malvado demagogo, el rey Nimrod , y fue salvado milagrosamente. A lo largo de su vida, nunca había cuestionado la justicia de Dios, a pesar de sus muchas tribulaciones. Excepto una vez, cuando exigió justicia para los habitantes de Sodoma y Gemorra, y fue así como pasó otra prueba.

Pero la prueba de ofrecer a Isaac fue una clase en sí misma. Porque esta prueba no tenía ningún sentido.

Lánzate a un horno de fuego en lugar de adorar a un megalómano que se cree un dios: has hecho una declaración y la tienes ahí fuera. Lo mismo con todas las demás pruebas: eran formas de promover una causa, de dar a conocer al mundo la fe de Abraham. Y como tal, siempre estuvo al acecho la duda de que tal vez, sólo tal vez, todo esto estuviera ligado al ego de Abraham. Porque ¿qué podría ser mayor logro que ser el fundador de la fe de Abraham?

Dale la vuelta al mundo entero y serás el hombre más importante de la historia. ¿No vale eso el fuego y el agua, e incluso la muerte misma?

Pero la Akedah («Unión» de Isaac) no encajaba en ese perfil. La Akedah va en contra de todo lo que Abraham alguna vez representó: que Dios es bueno y bondadoso, que cumple Sus promesas y tiene un destino para Su mundo. Todo esto se pierde cuando Dios dice: «¡Abraham! ¿Recuerdas ese hijo que te prometí y que esperaste durante tanto tiempo? Aquel a quien te prometí está destinado a continuar todo lo que comenzaste para que así sea». ¿Continuará hasta la eternidad? ¿Recuerdas que te dije que escucharas a Sara en contra de tu propio juicio y que enviaras lejos a Ismael para que pudiera florecer este otro hijo? ¿El hijo que has criado con tu sabiduría y entrenado para su destino estos muchos años? tu vejez, que amas más de lo que cualquier padre ha amado a un hijo?… «Llévalo a la tierra de Moriah y levántalo en holocausto sobre uno de los montes que allí te mostraré«.

Sin explicación. Ningún consuelo. No hay excusas. Hazlo. Date la vuelta y destruye todo lo que has construido hasta el día de hoy para que nunca haya posibilidad de reconstruirlo.

Un acto sin sentido.

Quizás se pueda salvar algo. Quizás Abraham demostraría al mundo hasta qué extremo un hombre puede tener fe en Dios. Al menos algún propósito, algún atisbo de significado.

Pero no. Porque, en la escena de la resistencia más heroica de Abraham, no había un alma para presenciar. Ni ejércitos, ni multitudes de discípulos, ni espectadores impresionables, ni siquiera los dos jóvenes asistentes que había llevado consigo; les había dicho que se quedaran al pie de la montaña. El momento más dramático de la carrera de Abraham se desarrolló en una escalofriante soledad.

Si es así, ese día Abraham pasó no una, sino diez pruebas. Porque en caso de que hubiera habido alguna duda de antemano, ahora podríamos decir en retrospectiva: «Toda esa fortaleza, tenacidad y fe de hierro que Abraham mostró ante el desafío, no fue simplemente otra criatura humana con su ego atado a una causa»… No era simplemente otro fanático exaltado o un creyente crédulo que debía creer porque, bueno, cada uno tiene su muleta. Fue real».

Abraham ya no era un ser más que buscaba su propia realización. En el lenguaje de nuestros sabios, Abraham se había convertido en un carro, un vehículo para una Voluntad Superior. En la jerga moderna, diríamos que era «transparente». Una ventana a través de la cual veías a Dios.

Curiosamente, el cuerpo de Abraham estaba un paso por delante de su mente en este sentido. Habiendo recibido su misión por la noche, Abraham se despertó temprano y se sumergió en su tarea. Lo preparó todo, la madera, el cuchillo, el encendedor. Todo fue calculado, no en un estupor ebrio de fervor religioso, con cuidado y atención.

Durante tres días caminó Abraham hasta encontrar ese lugar. Se mantuvo en silencio, no reveló su objetivo, ni se dejó convencer de caminar hacia él. Incluso una vez que su hijo descubrió su terrible destino en este viaje, su determinación no flaqueó. Dentro: preguntas, lucha, confusión. Por fuera: pasos firmes, un semblante sabio, paternal, noble.

Cuando Abraham construyó un altar de piedras, sus manos no flaquearon. Mientras ponía la leña, mientras ataba a su hijo y lo levantaba sobre el altar, no resbaló, no lloró. Sólo cuando necesitó el cuchillo, sólo entonces su mano lo rechazó, «Y extendió su mano y tomó el cuchillo». Su mano sabía lo que su mente no sabía: que esta no era la Voluntad Divina, que Isaac sólo debía ser levantado como ofrenda, pero no, Dios no lo quiera, para ser sacrificado. Pero la mente de Abraham aún no lo sabía, y por eso «extendió su mano», contra su voluntad, por la fuerza.

Al final, no hubo sacrificio de Isaac. «Te dije que lo ofrecieras», dijo Di-s, «y lo hiciste. Ahora bájalo». Pero se abrió la puerta. Se hizo posible que otros seres humanos trascendieran las limitaciones del ego y se convirtieran en un canal claro para la Voluntad Divina en nuestro mundo.


Han pasado cerca de 3700 años. Nosotros, los hijos de Abraham, todavía estamos vivos. Muchas páginas de nuestra historia están empapadas de la sangre de los mártires llevados a la matanza en un altar en nombre de Dios. No sólo rabinos y líderes santos, sino principalmente judíos comunes y corrientes.

En verdad, muchos de ellos hubieran preferido vivir. No necesariamente se veían a sí mismos como mártires que promovían una causa. No murieron para salvar sus principios o porque la vida sin esos principios sería una vida que no valdría la pena vivir. Tampoco murieron para obtener la recompensa eterna.

Simplemente se vieron incapaces de romper su vínculo con el Dios de Israel. Como si alguien les hubiera dicho que se arrancaran el corazón del pecho. En ese momento, todo el mundo desapareció ante ellos; sólo existía una verdad de su vínculo con el Único Di-s y todo lo demás carecía de sentido.

Como escribe Don Isaac Abarbanel , líder de los judíos españoles en el momento de su expulsión, «Vi a muchos judíos, hombres, mujeres y hasta niños pequeños, torturados y quemados en la hoguera en Su Santo Nombre y doy testimonio de que en aquel momento Esta vez no gritaron ni expresaron ninguna expresión de dolor, sino que abandonaron este mundo en serenidad y paz«.

Ésta es la fuerza de Abraham e Isaac dentro de nosotros. Porque abrieron el canal por el cual este poder llega hasta nosotros hasta el día de hoy. Este poder no sólo para morir, sino para vivir como judíos. Este poder de seguir siendo judíos a pesar de cada adversidad que Dios pueda arrojarnos. Porque este es el milagro más grande: que en estos tiempos queden judíos, que todavía nos tengamos los unos a los otros, nuestra Torá y nuestra herencia.

Es un poder más allá de la naturaleza, más allá del ego de un ser creado. Y con ello somos eternos.

¿Entiendes cuál es la imagen del Dios invisible?

En esta semana volvemos a reiniciar nuestra investigación de los códigos yahvistas escondidos en la Torah (Instrucción) divina. Comenzamos una vez más con el primer libro conocido en hebreo como Sefer Bereshit y en lo profano como el libro de Génesis.

En el primer capítulo leemos que Elohim (Dios) hizo al hombre «a su imagen«; inmediatamente nuestra mente no puede evitar cuestionar: ¿cuál es la imagen del Dios invisible?, o mejor formulada la pregunta: ¿Qué o quién es la imagen de Dios?

Serán los Sabios místicos los que lograrán dar la respuesta al comentar que Dios hizo a Adán a imagen del Adán Celestial, conocido como el Primogénito de toda la creación, la imagen espiritual de Elohim. De este modo la doctrina del Adán celestial intenta reconciliar el conflicto entre la idea de que Dios es incorpóreo, es decir, sin imagen ni forma, y la idea de que el hombre es creado a imagen de Dios.

Con esto en sus mentes (desde las enseñanza que recibían desde su niñez) los apóstoles proclamaron y enseñaron a las comunidades del primer siglo la identidad de este Adán celestial:

«Yeshúa es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación»
(Colosenses 1:15).

Él es el resplandor de su gloria y la representación exacta de su naturaleza”
(Hebreos 1:3).

Será el apóstol Pablo quien aludirá a las mismas ideas místicas cuando declara:

“Así como nosotros trajimos la imagen del terrenal [es decir, Adán], también llevaremos la imagen del celestial [es decir, Yeshua]
(1 Corintios 15:49). ).

Pablo llama a Adán “el primer Adán” y al Mesías “el segundo Adán”, y según esta enseñanza paulina:

El primer Adán es de la tierra, terrenal; el segundo Adán es del cielo
(1 Corintios 15:47),

“… una impresión del que había de venir
(Romanos 5:14).

Es decir que Adán (la humanidad) fue hecho a la imagen del Mesías.

La obra judía Tz’nah Ur’enah (guía de estudios de la Torah para las mujeres) dice:

Así como Adán fue creado a la imagen de Dios, así el Mesías es ungido por Dios, y el Espíritu de Dios estará sobre él”.

¡Esta revelación es maravillosa!… ¡Dios creó a Adán a Su imagen, y el Mesías es la imagen de Dios!… “Él es la imagen del Dios invisible” (Colosenses 1:15); “Él es el resplandor de Su gloria y la representación exacta de Su naturaleza” (Hebreos 1:3).

Lucas escribió su evangelio desde esta revelación por ello se refiere a Adán como “el hijo de Dios” (Lucas 3:38).

Con todo esto en nuestra mente, nuestro corazón se eleva en la conciencia de que el Mesías, como el segundo Adán, proporciona a la humanidad un nuevo comienzo. En otras palabras, en el Mesías, la raza humana puede volver al Gan Edén, por así decirlo, y comenzar de nuevo en perfecta inocencia y rectitud.

El nombre de Adán (hebreo Adam) significa «hombre«, «ser humano«, «humanidad«. El pecado y la muerte llegaron a la humanidad como resultado del pecado de un hombre. A través de un solo acto de desobediencia, Adán perdió su derecho al Árbol de la Vida (y de ese modo su poder de ser co-creador con Elohim de los otros mundos). Por ello es que la muerte vino a través de Adán y afectó a toda la humanidad. Pablo afirma que la muerte vino “aun sobre los que no pecaron a la manera de la transgresión de Adán” (Romanos 5:14), lo que quiere decir que todos mueren.

Parece terriblemente injusto que la transgresión de un solo hombre condene a toda la humanidad a la muerte, pero es igualmente injusto que la justicia de un hombre también ofrezca a toda la humanidad la recompensa de la justicia:

«El derecho al árbol de la vida»
(Apocalipsis 22:14)

Por eso toda alma humana que se une al “último Adán”, el Espíritu vivificante, recibe esa recompensa celestial por lo cual todo le es posible.

El Mesías es un segundo Adán, pero a diferencia del primer Adán, no transgredió. Si el pecado del primer Adán fue suficiente para merecer la muerte de toda la humanidad, la justicia del Mesías —el postrer Adán— es suficiente para merecer la vida para todos nosotros:

Porque así como en Adán todos mueren, también en el Mesías todos serán vivificados”.
(1 Corintios 15:22).

Esta es la esperanza de la vida eterna por la resurrección de los muertos. Esta es la fuerza de nuestra fe en el destino de propósito que nos espera. ¡Recordémoslo la resurrección revierte la perdición de Adán!

«Yo soy el Pan de vida», dijo Jesús… ¿Y?

Por P.A. David Nesher

La sinagoga de la ciudad de Capernaum estaba llena de gente, en medio de tantos feligreses, Yeshúa se comparó con el maná, el pan del cielo, diciéndole al pueblo lo siguiente:

En verdad, en verdad os digo: no es Moisés quien os ha dado el pan del cielo, sino que es mi Padre quien os da el verdadero pan del cielo
(Juan 6:32)

Así es, Yeshúa ofreció a la gente de ese momento «el pan de vida», pero ¿qué significa eso en términos prácticos desde la cultura judía que sus oyentes tenían?

Lo primero que debo dejar claro es que este dicho de nuestro Maestro no niega que el maná en el desierto vino del cielo o incluso que el maná vino por obra de Moisés. Recordemos que el Eterno hizo que los israelitas pasaran hambre en el desierto y luego los alimentó con maná para enseñarles que no sólo de pan vive el hombre sino de toda palabra que sale de la boca de Jehová (Devarim/ Deuteronomio 8:3). El sexto día les proporcionó una doble ración para que pudieran descansar en la presencia de Yah el séptimo día (cf. Éxodo 16:21-30). 

Cuando Yeshúa realizó el gran milagro de alimentar a las multitudes, les estaba recordando este mismo principio que habían aprendido nuestros ancestros: Él es el Pan de Vida que sostiene a su pueblo con su misma palabra. Si nos alimentamos de su palabra para nuestro sustento espiritual él también nos dará nuestro pan de cada día. Yeshúa le dijo a la gente:

Les aseguro que me buscan, no porque hayan visto señales, sino porque comieron los panes y se saciaron. No trabajéis por comida que se echa a perder, sino por comida que a vida eterna perdura, que os dará el Hijo del Hombre. Sobre él Dios Padre ha puesto su sello de aprobación”
Entonces le preguntaron: “¿Qué debemos hacer para hacer las obras que Dios requiere?” 
Jesús respondió:

La obra de Dios es esta: creer en el que ha enviado
(Juan 6:25-29).

Ahora, en segundo lugar, y volviendo al versículo (de Juan 6: 32) les comentaré que la sintaxis griega del texto evangélico pone el énfasis en la verdadera naturaleza del pan mesiánico del cielo. En otras palabras, el maná que vino en los días de Moisés era, en verdad, pan del cielo, pero no “verdadero pan del cielo”. Yeshúa está enseñando a sus oyentes que a diferencia del maná que llegó mediante el ministerio de Moisés, el verdadero pan del cielo “da vida al mundo” (Juan 6:33).

Es decir, que el Maestro ofreció al pueblo en la sinagoga de Cafarnaúm el verdadero pan del cielo. Él les reveló que si comieran de él, nunca más tendrían hambre ni sed de Dios. El verdadero pan del cielo da vida al mundo.

Recordemos que en un capítulo previo (capítulo 4), el evangelista relata como Yeshúa le hizo una oferta similar a la mujer samaritana, junto al pozo de Yaakov. Él le ofreció agua viva, diciendo:

El que beba del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; pero el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna
(Juan 4:13-14).

La mujer samaritana no entendió bien. Ella pensó que Yeshúa le ofreció agua mágica y literal. Por eso ella dijo:

Maestro, dame de esta agua, para que no tenga sed ni venga hasta aquí a sacarla
(Juan 4:15).

La gente en la sinagoga de Capernaum también tomó literalmente la oferta del pan celestial del Maestro. Le dijeron:

Maestro, danos siempre este pan
(6:34)

Ante esta falta de discernimiento, Yeshúa respondió:

Yo soy el pan de vida, el que a mí viene, nunca pasará hambre, y el que cree en mí, nunca tendrá sed.
(Juan 6:35)

Es obvio que Yeshúa no se llama a sí mismo una barra de pan literal. ¡Eso sería extraño! Más bien, nuestro Dueño y Maestro está usando el pan como analogía para enseñar a sus oyentes acerca de la única manera de recibir una verdadera renovación espiritual de Dios. En resumen, así como el pan físico nutre nuestro cuerpo, Yeshúa, como pan de vida, alimentará y sustentará nuestro espíritu. Además, el pan físico perece y sólo frena el hambre durante un corto tiempo. Sin embargo, Yeshúa es el pan espiritual del Cielo, dado por el Padre, que durará por la eternidad, dándonos vida para siempre.

Justamente a eso vino el Mesías: a ofrecer comida y agua imperecederas, es decir vida eterna (la calidad de vida que el Eterno tiene y da). Yeshúa, oficiando como un anfitrión de un banquete, invitó al pueblo a venir, beber y comer.

Debemos saber que el “agua viva” (de Juan 4) y el “pan de vida” (de Juan 6) aluden a un importante pasaje mesiánico de Isaías que revelaba en su lenguaje críptico cómo el pueblo de Israel debía reconocer al Mesías:

«Todo el que tenga sed, venga a las aguas; y vosotros que no tenéis dinero venid, comprad y comed. Venid, comprad vino y leche sin dinero y sin coste. ¿Por qué gastáis dinero en lo que no es pan, y vuestro salario en lo que no sacia? Escúchame atentamente, come lo bueno y deléitate en abundancia. Inclinad vuestro oído y venid a Mí. Escucha, para que vivas
(Isaías 55: 1–3)

En los oráculos de Isaías, el que viene a las aguas y el que viene a comprar alimentos incorruptibles es el mismo que escucha atentamente: “Escúchame atentamente… Inclina tu oído y ven a Mí. Escuchen, para que vivan…” Esto aclara las cosas. Venir a Yeshúa y participar del pan de vida ciertamente requiere creer en Aquel que Dios ha enviado (6: 29, 36), pero creer en Yeshúa incluye escucharlo, prestarle atención, creer en Sus palabras y someterse a Su autoridad para lograr alcanzar la plenitud de vida justa que Él logró mientras caminó entre los hombres.

Por lo tanto, cuando Yeshúa se revela como el Pan de Vida, está queriendo decir que Él representa claramente ese maná que descendió del Cielo para impedir que el pueblo de Israel pereciera en medio del desierto. Él es el alimento básico del que se nutrieron sus antepasados, pero de igual forma es la mayor expresión de vida que conoce cualquiera que está escondido en Él en nuestra actualidad.

Es en Su Palabra donde podemos encontrar ese alimento diario para nuestras almas. Pero también a su vez, es esta misma Palabra la que también posibilita nuestro crecimiento espiritual.

Cuando Yeshúa le dijo a la gente que Él era el pan de vida, no estaba diciendo que llenaría sus estómagos. Estaba refiriéndose a que cualquiera que le siguiera, y viviera su palabra como alimento diario, tendría vida. Y en este caso no estaba hablando de vida terrenal, sino de vida eterna.

Él estaba enseñando lo que significaba la verdad mayor: cualquier necesidad emocional, espiritual o física que podamos tener, Él es el único que puede satisfacerla. La mayor necesidad de tu corazón debe ser el amor de Dios.

Fíjate bien, Yeshúa no dijo “yo soy un pan de vida”, sino que dijo “yo soy el pan de vida”, lo que quiere decir que es el único alimento espiritual que nos puede ayudar a vivir bajo la presencia de Dios y obtener la salvación. Yeshúa HaMashiaj es el único camino, la única verdad, y la vida verdadera; Él es “la vida eterna”.

¿Qué quiso decir Yeshúa con: «… pero el día y la hora nadie sabe.» (Mat 24:36)?

Autor: Ekkehardt Mueller

La declaración de Yeshúa en Mateo 24:36 de que Él no sabe el día ni la hora de su segunda venida ha desconcertado durante mucho tiempo a los estudiantes de las Escrituras. Académicos como R. T. France hablan de “la notable paradoja de que ‘el Hijo’, que desempeñará el papel central en ese ‘día’, ignora cuándo será«. 1 Y Grant Osborne lo llama una “declaración increíble”. 2 Otros también se han preguntado acerca de la intención del Maestro aquí.

¿Cómo podemos entender lo que Yeshúa estaba diciendo y por qué lo dijo?

ANÁLISIS DEL CONTEXTO

Este difícil versículo es parte del Discurso del Monte de los Olivos, en el que Yeshúa habla de la destrucción de Jerusalén y Su Segunda Venida. 

En los versículos 29–31, Él se centra en las señales celestiales que preceden a Su parusía y a Su Segunda Venida. Con la parábola de la higuera y la siguiente amonestación (Mateo 24:32-33), Yeshúa vuelve al tema de la destrucción de Jerusalén y anima a sus discípulos a observar las señales de los tiempos y a comprender la cercanía de esta terrible evento. La generación que no pasará hasta que todas estas cosas hayan sucedido (Mateo 24:34) sería la generación del primer siglo que conoció a Jesús y experimentaría la caída de Jerusalén. 3

El pasaje, que comienza con el versículo 36, regresa a la Segunda Venida. Claramente se mencionan la parusía (Mat. 24:39) y la venida (griego: erchomai) del Señor/el Hijo del Hombre (Mat. 24:42 ,44). El versículo 36, una especie de introducción a los versículos 37–51, se centra en el hecho de que no se puede saber una fecha para la Segunda Venida. 4 Este pasaje trata de la ignorancia escatológica y la necesidad de estar listos y preparados debido a esta fecha desconocida. 

Ahora encontrará un resumen del pasaje:

 _ Verso 36

Declaración : La ignorancia de los humanos, los ángeles y Jesús (día y hora)

_ Versículos 37–39

Ejemplo : Noé, el Diluvio y la Segunda Venida (días, día)

_ Versículos 40–41

Ejemplos : Hombres en el campo y mujeres moliendo en un molino.

_ Verso 42

Imperativo : Velad por la venida del Señor (día)

_ Verso 43

Ejemplo : El jefe de casa y el ladrón.

_ Verso 44

Imperativo : Estad preparados para la venida del Hijo del Hombre (hora)

_Versículos 45–51

Ejemplo : El siervo fiel o infiel (día y hora —v. 50)

A lo largo del párrafo se encuentra el tema del conocimiento . 

Según los versículos 32 y 33 del pasaje anterior, los discípulos deben saber (ginōskō) acerca de la cercanía del evento predicho. En nuestro pasaje (Mateo 24:36-51), el énfasis está en no saber . 5 

Los versículos 36–51 enfatizan claramente que, aunque las señales pueden indicar la cercanía de la Segunda Venida, este evento no se puede calcular. Si ni siquiera los ángeles y el mismo Yeshúa saben la fecha exacta, ¿cuánto menos la sabrían los discípulos? En lugar de calcular la Parusía , siempre deberían estar preparados. Por lo tanto, la atención se centra no tanto en la naturaleza de Cristo sino en la preparación de los humanos para el evento más culminante de la historia mundial.

Mateo 25 —con las parábolas de las diez vírgenes, los talentos, las ovejas y los cabritos— continúa con este pensamiento. 6 Debemos reconocer la importancia de estar preparados, cuando Yeshúa venga, para disfrutar del banquete de bodas. En estas parábolas, Yeshúa también indica que habrá una demora, 7 un período intermedio entre Su primera y segunda venida. Además, las dos últimas parábolas muestran que no basta con esperar pasivamente. Los que realmente esperan participan activamente 8 en algún trabajo para el Maestro y sirven a los demás.

ANÁLISIS DEL TEXTO

«Pero de aquel día y hora nadie sabe, ni siquiera los ángeles del cielo, ni el Hijo, sino sólo el Padre.» 

(Mateo 24:36 , LBLA)

Los manuscritos griegos contienen varias lecturas de Mateo 24:36. El más importante parece ser la omisión de la frase ni el Hijo en el Texto Mayoritario y en algunos otros manuscritos y versiones, aunque está bien atestiguado en algunos manuscritos anteriores. Nos parece muy probable que, en algunos manuscritos, la frase ni el Hijo haya sido eliminada debido a consideraciones teológicas, es decir, la cuestión de cómo encajaría el concepto de la Unidad con el Eterno con una declaración tan sorprendente. 9 Sin embargo, no importa qué lectura se prefiera, en cada caso “sólo el Padre” conoce la fecha de la segunda venida de Yeshúa. Si se incluye o no la frase “ni el Hijo” no hace mucha diferencia, pero está automáticamente implícita.

Como ha demostrado el análisis del contexto, ese día y hora sin duda se refiere a la segunda venida de Cristo. 10 Según el versículo 36, la fecha de esta venida sigue siendo desconocida. El día y la hora “atan un tiempo . . . : juntos el día y la hora identifican el tiempo.” 11 Los términos día y hora se repiten en los siguientes versículos. Están los días de Noé (vv. 37, 38) y el día en que Noé entró en el arca (v. 38). En el verso 42 aparece el día de la venida del Señor y en el verso 44 la hora de la venida del Hijo del Hombre. Obviamente, los términos se usan aquí casi como sinónimos, y se unen nuevamente en el versículo 50 para describir la Segunda Venida. 12 Aunque no mencion a día y hora , el versículo 48 contiene el problema de una demora. Se subraya así la importancia de la Parusía y la disposición de los discípulos, y se rechaza cualquier intento de calcular el acontecimiento.

Tres grupos no conocen la hora:

  • (1) todos los humanos,
  • (2) los ángeles en el cielo, que están cerca de Dios y del concilio celestial, y
  • (3) el Hijo. 13 

Sólo Dios Padre sabe la fecha de la Parusía. Aunque la mayoría de los intérpretes modernos toman el texto al pie de la letra y están dispuestos a hablar sobre las limitaciones de Jesús, 14 intérpretes antiguos presentaron una variedad de sugerencias acerca de la ignorancia de Yeshúa: “Origen, ad loc ., se preguntó si Yeshúa se estaba refiriendo al iglesia de la cual es cabeza.

Filoxeno, ad loc ., afirmó que Yeshúa se hizo uno con el Padre en sabiduría y autoridad sólo después de su ascensión. Ambrose, de fid . 5, 16, atribuyó «ni el Hijo» a una interpolación arriana. Atanasio, C. Ar. 3.42–50, sugirió que Yeshúa sólo fingió ignorancia. Los capadocios pensaban que el Hijo no sabía la fecha por sí solo sino sólo a través del Padre. . . . Crisóstomo, Hom. en el monte 77,2 ,. . . Simplemente negó que Yeshúa ignorara algo”. 15 Otros sugieren que Yeshúa no usó el término hijo como autodesignación. 16 Sin embargo, el texto es bastante claro y muestra que Yeshúa admite abierta y francamente que tiene un conocimiento limitado en esta situación. Esto también indica sumisión al Padre. 17 Sin embargo, la secuencia de grupos desde humanos hasta ángeles y Yeshúa puede indicar una progresión. Yeshúa es el que vive más cerca del Padre, 18 aunque en el momento en que pronunció estas palabras no sabía el momento exacto de su segunda venida.

CONSIDERACIONES TEOLÓGICAS

La pregunta es: ¿el conocimiento limitado de Jesús va en contra de su divinidad y de su lugar dentro de la Unidad divina? No lo creemos.

1. El conocimiento de Mateo y Yeshúa. Aunque el Maestro no sabía la hora exacta de su venida, conocía muchos otros detalles. 19 Mateo 24–25 revela que alrededor del año 31 d.C., Yeshúa conoció la futura destrucción de Jerusalén y su propia venida. Él sabía que pasaría algún tiempo entre la caída de Jerusalén y la consumación final, y entre Su primera y segunda venida, brindándonos muchos detalles sobre señales terrenales y celestiales y confrontaciones religiosas. Por ejemplo, en Mateo 25:19 menciona mucho tiempo . Estos capítulos son fundamentales para la escatología del Nuevo Testamento. Además, Jesús sabía acerca de la futura persecución de Su pueblo (Mateo 10:18), Su propio sufrimiento (Mateo 16:21; 17:12 ; 20:19) y la traición ( Mat. 26:34 ), el juicio final (Mat. 10:15 ; 11:22 ; 12:36), la recompensa (Mat. 19:29) y Su gloria futura (Mat. 16). :27). Pero su conocimiento no se limitó al futuro. Él conoció al Padre y le reveló a quien quería (Mateo 11:27). También conocía los pensamientos de Su audiencia (Mat. 9:4). Este conocimiento superó al de todos los demás seres humanos y obviamente tenía que ver con Su divinidad. Sin embargo, hubo algunos elementos que fueron excluidos de Su omnisciencia. Mateo 24:36. «Es la declaración más clara en el Nuevo Testamento de una limitación del conocimiento de Jesús». 20 Sin embargo, hay que tener presente que Yeshúa conocía a Dios, a la humanidad y al futuro de manera muy detallada, aunque no lo supiera todo.

2. Mateo y la divinidad de Jesús . Mientras que el Evangelio de Juan enfatiza con más fuerza la divinidad de Yeshúa y contiene declaraciones notables a este respecto, el Evangelio de Mateo no está exento de declaraciones que apuntan a la divinidad de Yeshúa. Él es el Señor/Yahvéh (Mat. 3:3 ; Isa. 40:3). El Hijo del Hombre puede perdonar pecados, y ese es un privilegio de la Deidad (Mat. 9:6). Envía profetas, una actividad divina (Mateo 23:34–36).21 Yeshúa es el hijo de David y, sin embargo, también su Señor (Mateo 22:45). Toda autoridad es dada a Yeshúa; entonces Él es omnipotente (Mat. 28:18) y también omnipresente (Mat. 28:20). También es parte de la Unidad divina, que comparte un nombre común (Mateo 28:19). Entonces, en Mateo, Jesús es Dios y Aquel cuyo conocimiento es algo limitado. Por lo tanto, cuando se habla del conocimiento limitado de Jesús, no se debe negar que Él es Dios. No se puede ni se debe renunciar a una verdad por otra. La Biblia conoce varias paradojas, 22 y aquí parece que tenemos otra. Ambas afirmaciones paradójicas son ciertas y deben mantenerse.

3. Mateo y Yeshúa como ser humano real. Jesús se diferencia de Dios Padre y del Espíritu Santo, a pesar de ser parte del Ejad, por el hecho de que es plenamente humano y plenamente Dios y que ha conservado estas dos naturalezas después de su encarnación. Claro, Su naturaleza humana es ahora una naturaleza de resurrección glorificada. Mateo deja claro que Yeshúa es un ser humano real, aunque concebido por el Espíritu Santo. Él logra esta revelación integrando a Yeshúa en la genealogía de Mateo 1 y mencionando Su nacimiento. Debido a que Yeshúa era completamente humano, tuvo hambre como nosotros (Mateo 4:2). Necesitaba beber (Mateo 27:48), descansar (Mateo 8:20), dormir (Mateo 8:24) y tener algún tipo de hogar (Mate. 13:36 ). También fue tentado por Satanás (Mateo 4:1-11 ). Como ser social, tenía comunión con los demás (Mat. 9:10 , 11). Sintió compasión por su pueblo (Mat. 9:36 ; 20:34).
Oró a Dios (Mateo 14:23) y cantó (Mateo 26:30). Se sintió decepcionado (Mateo 17:17 ), profundamente afligido hasta el punto de morir ( Mateo 26:38 ), sin apoyo emocional de sus discípulos ( Mateo 26:42 , 45 ), agotado y abandonado por Dios (Mateo 26:42, 45). Mateo 27:46 ). Finalmente, murió ( Mat. 17:23 ;27:50 ). Como ser humano, sujeto a necesidades físicas, emocionales y mentales y participando de la fragilidad de la humanidad, Jesús se había despojado temporalmente de ciertas prerrogativas divinas ( Filipenses 2:6–8 ; Mateo 20:23 ) 23 y se volvió subordinado. al Padre que lo había enviado ( Mat. 10:40 ; 15:24 ).

4. Las limitaciones de Mateo y Jesús. Entonces, como ser humano, Jesús estaba limitado de varias maneras. 24 Nuestro texto, Mateo 24:36 , sugiere que la omnisciencia de Jesús era limitada. Al leer el Evangelio, también notamos que la omnipresencia de Jesús fue limitada pero afirmada al final del Evangelio, es decir, después de Su resurrección ( Mateo 28:20 ). Lo mismo parece ser cierto para Su omnipotencia ( Mat. 26:53 ). Osborne escribe: “Jesús es el Dios-hombre y como tal es plenamente Dios y plenamente humano. Esto implica limitaciones cuando está en Su estado encarnado. Al caminar por el planeta Tierra Él no fue omnipresente y se limitó en Su omnipotencia y Su omnisciencia”. 25 Robert Mounce señala que “así como la omnipotencia del Hijo no entró en juego en la escena de la tentación (4:1–11), ahora su omnisciencia está velada en un área específica”. 26 Los comentaristas explican que la ignorancia de Yeshúa durante Su encarnación debe verse positivamente, es decir, como evidencia de Su humanidad genuina. 27

CONCLUSIÓN

Mateo 24:36 , un versículo difícil que menciona la ignorancia de Jesús con respecto a la fecha de su venida, fue dicho durante su encarnación como ser humano, y esto debe entenderse desde esta perspectiva. El Evangelio de Mateo enfatiza tanto la divinidad como la humanidad de Jesús, incluso durante el tiempo en que vivió en la Tierra, pero muestra que, debido a la encarnación, existieron ciertas limitaciones en la vida de Jesús que fueron eliminadas después de Su resurrección (Mat. 28 :18 , 19). Por lo tanto, el texto no puede usarse ni para negar la divinidad de Jesús ni para excluirlo de la Trinidad.

Sin embargo, esta observación no parece ser el punto principal del argumento. El enfoque de Mateo 24:36–51 está en la fecha desconocida de la Segunda Venida y en nuestra reacción ante ella. Si Jesús no conocía esta fecha, no deberíamos intentar calcularla. 28 Más bien, debemos vivir constantemente en un estado de preparación, esperando con gran anticipación y gozo la segunda venida de Cristo.


Notas:

1 RT Francia, El evangelio de Mateo, El nuevo comentario internacional sobre el Nuevo Testamento (NICNT) (Grand Rapids, MI: Wm B. Eerdmans Pub. Co., 2007), 939.

2 Grant R. Osborne, Matthew , Comentario exegético de Zondervan sobre el Nuevo Testamento (Grand Rapids: Zondervan, 2010), 903.

3 Véase Richard M. Davidson, “¿Qué quiso decir Jesús con ‘esta generación’?” en Interpretación de las Escrituras: preguntas y respuestas bíblicas , Estudios del Instituto de Investigación Bíblica, vol. 2, ed. Gerhard Pfandl (Silver Spring, MD: Biblical Research Institute, 2010), 289–292, versus Daniel Patte, El evangelio según Mateo: un comentario estructural sobre la fe de Mateo (Filadelfia: Fortress Press, 1987), 341.

4 Véase John Nolland, El evangelio de Mateo: un comentario sobre el texto griego, Comentario del Nuevo Testamento Griego Internacional (Grand Rapids: Wm B. Eerdmans Pub. Co., 2005), 990. 

5 Versículo 36: Los ángeles y Jesús no saben el día ni la hora (oida). Versículo 39: La mayoría de los antediluvianos no sabían ( ginōskō ). Versículo 42: La fecha de la Segunda
Venida no se puede saber ( oida ). Versículo 43: Sepan que la venida del ladrón no se puede calcular ( ginōskō ). Verso 50: El siervo no sabe el día y la hora en que llega su amo ( ginōskō ).

6 Véase David Hill, El evangelio de Mateo , Comentario bíblico del nuevo siglo (Grand Rapids, MI: Wm. B. Eerdmans Pub. Co., 1990), 326, 327.

7 Véase RT France, Matthew , Tyndale New Testament Commentaries, rev. ed. (Grand Rapids, MI: Wm B. Eerdmans Pub. Co., 1990), 351.

8 Véase ibíd ., 352.

9 Véase Alexander Sand, Das Evangelium nach Matthäus , Regensburger Neues Testament (Leipzig: St. BennoVerlag, 1986), 498. Francia, Matthew , Tyndale New Testament Commentaries, 347; David L. Turner, Matthew , Comentario exegético de Baker sobre el Nuevo Testamento (Grand Rapids: Baker Academic, 2008), 589.

10 Véase Nolland, El evangelio de Mateo , 991.

11 Nolland, El evangelio de Mateo , 990.

12 Véase también Mateo 25:13 , donde los dos términos aparecen nuevamente. Son inclusivos. Por tanto, el argumento de que se permite el cálculo de meses o años o de unidades inferiores a las horas es erróneo.

13 Algunos sugieren que Hijo significa “Hijo de Dios” (Francia, Mateo , NICNT, 940), mientras que otros proponen que significa “Hijo del Hombre”, que en realidad aparece en el mismo párrafo, concretamente en el versículo 44. Donald A. Hagner , Mateo 14–28 , Comentario bíblico de Word 33B (Dallas: Word Books, Publisher, 1995), 716.

14 Por ejemplo, Hill, The Gospel of Matthew , 323, 324; Turner, Mateo , 589; Heinrich August Wilhelm Meyer, Manual crítico y exegético del Evangelio de Mateo , Comentario de Meyer sobre el Nuevo Testamento 1 (Peabody: Hendrickson Publishers, 1983), 427.

15 WD Davies y Dale C. Allison, Un comentario crítico y exegético sobre el evangelio según San Mateo XIX-XXVIII , Comentario crítico internacional sobre las Sagradas Escrituras del Antiguo y Nuevo Testamento, vol. 3 (Edimburgo: T. y T. Clark, 1997), 379.

16 Véase Hill, El evangelio de Mateo , 324.

17 Véase Davies y Allison, Comentario crítico y exegético sobre el evangelio según San Mateo , 378, citando a PW Schmiedl.

18 Véase Francia, Mateo , NICNT, 940: “La estructura de este dicho coloca a ‘el Hijo’ en un nivel superior a los ángeles, sólo superado por el Padre”.

19 Véase, Osborne, Mateo , 903.

20 Francia, Mateo , Tyndale New Testament Commentaries, 347.

21 Thomas R. Schreiner, Teología del Nuevo Testamento: magnificando a Dios en Cristo (Grand Rapids: Baker Academic, 2008), 193.

22 Es decir, un solo Dios en tres Personas, siendo ya salvo y aún no completamente salvo, y lavando los vestidos en la sangre del Cordero.

23 Esto se llama kénosis . Véase France, Matthew, NICNT, 940. “Acepta la plena divinidad del Hijo pero sostiene que durante el período de su encarnación ciertos atributos divinos (en esta omnisciencia) fueron voluntariamente puestos a un lado”. Véase también Hagner, 716. Stanley J. Grenz menciona “limitaciones temporales”, limitaciones de ubicación y limitaciones de fuerza. Teología para la comunidad de Dios (Grand Rapids: Wm B. Eerdmans Pub. Co., 2000), 277

24 Cfr. Gerald O’Collins, Christology: A Biblical, Historical, and Systematic Study of Jesus (Oxford: Oxford University Press, 1995), 121. Thomas C. Oden advierte contra posiciones extremas como la de argumentar “que Jesús no sabía más que el promedio”. Judío de su tiempo”. La Palabra de Vida, Teología Sistemática, vol. 2 (Peabody: Prince Press, 1998), 89.

25 Osborne, Mateo , 903, 904.

26 Robert H. Mounce, Matthew , Nuevo comentario bíblico internacional (Peabody: Hendrickson Publishers, 1991), 229.

27 Véase Turner, Mateo , 589; Mounce, Mateo , 229; Agustín Stock, El método y mensaje de Mateo (Collegeville: The Liturgical Press, 1994), 374.

28 Véase Elena de White, Evangelismo (Washington, DC: Review and Herald Pub. Assn., 1970), 221.

El sonido místico del Shofar y su poder limpiador psíquico.

«Digna de alabanza es la nación que conoce el sonido del júbilo”

Salmo 89: 15

Cuando los israelitas entraron a la tierra de Israel y quisieron tomar la ciudad de Jericó, hicieron sonar el Shofar y los muros de la ciudad se derrumbaron.

Sabemos que el shofar (en hebreo: שופר‎) es un instrumento musical de viento ceremonial metafísico.

Este instrumento de viento de origen animal es uno de los más antiguos conocidos por el hombre, usado por los hebreos desde hace más de 3.500 años.

Los sonidos son repeticiones de tres sonidos básicos conocidos como:

*Tekiá (un solo soplo largo), significa la explosión o el toque; es un sonido claro extendido como de trompeta. Significa: Reconocer que Yah es el Rey por medio de Su Mashiaj.

*Shevarim (El quebrantamiento) Tres soplos o notas cortas en suspiro (suave). Significa ser doblegado o roto frente a la Majestad de Dios.

*Teru’ah: (La alarma) son nueve soplos cortos, o notas pequeñas en staccato, en una rápida sucesión. Su significado es el de un pedido por piedad a Dios.

*Tekia Gedolah: (El gran soplido, o la Gran Tekiah): Esta es una nota aguda sin corte y alargada mantenida al máximo, según el aguante del trompetista. Este sonido del shofar es colectivamente entendido como señal de Dios, llamando a su gente para venir a Él; ello tiene su raíz en Éxodo 19:13.

El Zóhar establece que el toque del Shofar no tiene que ver con el sonido simplemente, también está relacionado con la purificación y elevación de la conciencia redimida.

La conexión está en el saber, esto es lo que activa la energía.

El sonido que emana del Shofar opera como un láser espiritual que disuelve todos los bloqueos de energía negativa que hemos creado durante el año.

Así como el ultrasonido disuelve esas molestas piedras renales que causan un dolor agudísimo a las personas, éstos bloqueos que hemos insertado en nosotros mismos son los que atraen el juicio. Así pues, el sonido místico del Shofar actúa como un agente limpiador; una vibración de ultrasonido mística que permea cada rendija y escondite de nuestro ser, removiendo los residuos negativos y purificando nuestra alma. Una vez que éstos bloqueos son removidos, los juicios pierden sus blancos.

¿Sabías que Yeshúa está presente en la Oración de Rosh HaShaná del judaísmo?

Publicado por Ben Burton el 3 de octubre de 2014


En el Majzor (conocido como el «Libro de Oraciones» de Rosh HaShaná) aparece un nombre curioso. En el momento culminante del servicio, en la sección del TASHRAT (acrónimo de Tekiah, Shevarim, Teruah, es decir, diferentes tipos de toques del shofar), suena el shofar durante el servicio de Rosh HaShaná. Hay una oración conocida como yehi raztonque sea tu voluntad«) entre los toques del shofar, que dice:

Yehi razton milefancha shet’kiat tashrat sh’anachnu tokim t’hei m’rukemet hai’reeah al yadei hammunah Tartiel k’shem sheqibalta al yad Eliyahu Z”L, viY’shua Sar HaPanim v’Sar MemTet. V’timeleh aleinu b’rachamim. Baruj atá HaShem, baal rajamim”.

Traducida al español dice:

Que sea tu voluntad (ante ti) que el sonido del TASRHAT que soplamos sea tejido en la cortina por la mano del ministro Tartiel, como el nombre que fue recibido por la mano de Eliyahu (su memoria sea bendita por siempre), y Yeshúa el Príncipe del Rostro, y el Príncipe Metatrón ; Y que estés lleno de misericordia para con nosotros. Bendito seas, Maestro de las misericordias”.

Surge pues una pregunta: ¿Quién es “Yeshúa, el Príncipe del Rostro”? 

El blog judío ortodoxo Emes v’Emunah escribe:

No existe ningún ángel, Yeshúa. Yeshúa es Jesús”. ¿Por qué aparece el nombre de Yeshúa en este punto del servicio de Rosh HaShaná? Este nombre también aparece en varios majzors (conjunto de libros litúrgicos de la religión judía), con pequeñas variaciones de esta oración yehi ratzon. Entonces, Emes Ve-Emunah señala lo siguiente:

La versión más antigua que encontré es el Majzor Kol Bo estándar (Hebrew Publishing Co.) que usaban nuestros padres y abuelos (junto con el Beis Yisroel Yiddish Teitch, que probablemente data de la década de 1920 o antes). También está en el Kol Bo Rav Pnimim (Zigelheim 1951), el Oahr Judush (1978), el Majzor Rabbah (Eshkol), la traducción al inglés de Adler (alrededor de la década de 1930). Y está en el Artscroll, en la versión Ashkenaz está en la página 436 que tiene la traducción al hebreo (Yud Shin Vav Ayin) y al inglés: ¡Yeshúa!

Emes Ve-Emunah: Jesús en el Majzor de Rosh HaShaná

En Soloveitchik Machzor de K’hal Publishing, traducen ‘Yeshúa’ al inglés, pero explican de manera interesante que la referencia a ‘Yeshúa’ se refiere a Yeshúa ben Yotzadak, el Kohen Gadol (Sumo Sacerdote) del Tanaj (Zacarías 3, 6).

“… el sonido sea bordado en la cortina [celestial] por el ángel designado [ טרטיא”ל ], así como aceptaste las oraciones por medio de Elías, de quien es recordado para siempre; Yeshua (el Kohen Gadol), ministro de la Cámara Interior; y el ángel ministrador [ מט”ט ]; y que seas lleno de misericordia sobre nosotros. Bendito eres Tú, Maestro de las Misericordias”.

Rosh HaShaná Majzor, rabino Joseph B. Soloveitchik,
K’hal Publishing, pág. 449

A continuación se muestra una fotografía del Majzor de Rosh HaShaná y Yom Kipur de la Hebrew Publishing Company proporcionada por Phil Goble de Artists for Israel .

¡Por el mérito de Yeshua el Mesías, que todos seamos inscritos en el Libro de la Vida!


Para más lecturas

  1. Blog judío ortodoxo, Emes Ve-Emunah, sobre ‘Jesús en el Majzor’
  2. YashaNet sobre Yeshua en el Majzor
  3. Proyecto Rosh Piná sobre Metatrón, Príncipe de la Cara
  4. Artistas para Israel, Compañía Editorial Hebrea Escaneo del Majzor

La actividad de la inclusividad: ¡todos los hijos de Dios deben ser traídos y bienvenidos a Su Reino!

Por el rabino Yitzchak Zweig

Esta semana leí una historia sobre un tenso intercambio de palabras que se dio entre David Ben-Gurion, Primer Ministro de Israel, y John Foster Dulles, Secretario de Estado de Estados Unidos. Esta anécdota ocurrió en el año 1954, cuando Ben-Gurion viajó a Estados Unidos para reunirse con el presidente Eisenhower y solicitarle asistencia y apoyo en los peligrosos primeros días del Estado judío. Según relata la historia a la que me refiero, el secretario Dulles confrontó a Ben-Gurion y lo desafió de la siguiente manera:

«Dígame, señor Primer Ministro, usted dice que representa al Estado judío, pero en realidad, ¿a quién representa realmente su país? ¿Representa realmente a los judíos de Polonia, Yemen, Rumania, Marruecos, Irak, Rusia o incluso Brasil? ¿Cómo se puede hablar honestamente de una sola nación o incluso de una sola cultura después de 2000 años de exilio? ¿Cómo se puede concebir una única herencia unificada después de todos estos años?«

Entonces Ben-Gurion le respondió:

Sr. Secretario, hace aproximadamente trescientos años el Mayflower zarpó de Inglaterra y en él se encontraban los primeros pobladores del Nuevo Mundo. Este resistente grupo eventualmente establecería una nación muy poderosa conocida como los Estados Unidos de América. Ahora, hazme un favor, sal a la calle y busca a diez niños americanos y pregúntales lo siguiente:

¿Cómo se llamaba el Capitán del Mayflower? ¿Cuánto duró el viaje? ¿Qué comieron las personas que estaban en el barco? ¿Cuáles fueron las condiciones de navegación durante el viaje? Estoy seguro de que estará de acuerdo conmigo en que es muy probable que no encuentre ningún niño estadounidense que pueda responder a la mayoría de estas preguntas.

En contraste, el pueblo de Israel salió de Egipto no hace trescientos años, sino hace más de 3200 años. Le pediría amablemente, señor Secretario, que en cualquiera de sus viajes alrededor del mundo intente conocer a diez niños judíos en todos los diferentes países que usted mencionó y les pregunte: ‘¿Cómo se llamaba el líder que se llevó a los israelitas fuera de Egipto? ¿Qué pasó en el mar cuando se marchaban? ¿Cuánto tiempo les tomó llegar a la tierra de Israel? ¿Qué comieron durante el período en que vagaban por el desierto? Una vez que obtenga las respuestas a estas preguntas, ¡reconsidere cuidadosamente la pregunta que acaba de hacerme!Incluso hoy en día, es evidente que los judíos de todo el mundo sienten palpablemente esta herencia compartida y, sí, incluso un destino compartido. De hecho, yo diría que no es tan sorprendente que esta herencia compartida sobreviviera a más de tres mil años de expulsiones judías y vagabundeos interminables. Más bien, es específicamente gracias a esta herencia e identidad compartidas que el pueblo judío ha sobrevivido como nación cuando casi todas las demás naciones del mundo antiguo perecieron hace mucho tiempo.«

Al considerar esta historia, mi reflexión me condujo a reconocer que la fuente de esta identidad y unidad continua es la Torah misma, y ​​específicamente vemos su origen en la porción de la Torah de esta semana. Moisés reúne a toda la nación y los une en un nuevo pacto con el Todopoderoso y dice:

Hoy todos estáis delante de Dios vuestro Señor […] Estáis siendo introducidos en este pacto con Dios vuestro Señor […] Él os está estableciendo como Su nación y será un Dios para vosotros tal como os prometió y juró. vuestros antepasados ​​[…] lo hago tanto con los que hoy están aquí como con los que aún no están” 
(Devarim / Deuteronomio 29: 9 – 14).

Leyendo al famoso comentarista bíblico medieval Rashi, me encontré que él comenta que este pacto también era vinculante para todas las generaciones futuras. En otras palabras, el pueblo de Israel que está escuchando a Moisés, entiende desde ese momento que ya no será simplemente una colección de afiliaciones tribales relacionadas por un mismo patriarca, sino que gracias al Eterno y Su pacto, se está fusionado en un todo unificado. 

El mensaje para el pueblo de Israel al ingresar a la Tierra Prometida es que no estarán unidos por una geografía compartida sino por un conjunto de creencias y un destino compartido que los hará siempre ser uno en donde sea que se encuentre. Esta visión unificada eleva a la nación de Israel al estatus de una entidad única. Ya no es simplemente una hermandad de doce tribus, sino que es un Cuerpo místico unificado formado por muchos millones de células, cada uno de los Benei Israel.

Esta es también la razón por la cual el pacto era vinculante para las generaciones futuras, aquellas que no estaban presentes físicamente en el momento en que se firmó el pacto. La membresía en una entidad unificada significa que mientras exista la misma, todos los convenios celebrados por esa entidad permanecerán en vigor. Por lo tanto, todas las iteraciones futuras de esa entidad están sujetas a esos convenios. Esta es también la razón por la que el Eterno está obligado a cumplir Su parte del pacto, porque el pacto está en vigor mientras la entidad exista.

Pero hay un aspecto aún más sorprendente en este concepto que tal vez no sea evidente. La Torah escribe: 

Las cosas ocultas pueden pertenecer a Dios nuestro Señor, pero lo revelado se aplica a nosotros y a nuestros hijos para siempre.”
 (Deuteronomio 29:28 ).

Rashi comenta que aquí el pueblo de Israel se hace responsable unos de los otros por los pecados y las malas acciones. Según los sabios, el Eterno se ocupará de aquellos que cometen pecados de forma privada u oculta, pero cuando se trata de fechorías manifiestas (es decir, las cometidas en público), el pueblo israelita tiene la obligación de velar por que sus hermanos se mantengan en el camino recto. y estrecho. Rashi continúa diciendo que una vez que el pueblo entró en la Tierra de Israel se hizo responsables unos de otros.

Le explicaré esto de otra manera. Debido a que el pueblo de Israel es ahora una entidad mesiánica unificada en YHVH, cada persona debería verse a sí misma como una entidad fusionada con los demás. Leí que en una ocasión, el famoso rabino Aryeh Levin, conocido como el tzadik (justo) de Jerusalén, llevó al médico a su esposa, que padecía una dolorosa enfermedad en la pierna. Cuando se le preguntó por qué estaban allí, respondió: «Nos duele mucho la pierna«. Esta respuesta surgió del hecho que el Tzadik entendió que el matrimonio no era una sociedad, sino que era una nueva entidad fusionada, un todo unificado en el amor del Eterno.

Al igual que un cuerpo físico, en el que una enfermedad en cualquiera de sus muchas partes afectará a toda la entidad, así también el pueblo de Israel debe ayudarse unos a otros a mantenerse en el camino correcto para el bienestar de toda la entidad. En una ceremonia que tuvo lugar en la Tierra de Israel, cuando toda la nación se paró entre el monte Gerizim y el monte Eival y escuchó los criterios para ser considerado bendito o maldito, la categoría final de malditos dijo: 

Maldito el que no guarde toda esta Torah”.

El sabio medieval del siglo XIII conocido como Najmánides hace algunos comentarios extraordinarios sobre esta última maldición. Él señala que la Torah no dice que maldito sea aquel que no cumple toda la Torah, sino que dice aquel que no la cumple. Por lo tanto, dice Najmánides, se refiere a alguien que se niega a confirmar la veracidad de toda la Torah, una persona que niega cualquier parte de ella.

Por el contrario, continúa Najmánides, una persona que viola un mandamiento porque no puede controlarse (por ejemplo, comiendo carne de cerdo) o porque simplemente es perezosa (por ejemplo, no se molesta en agitar el lulav (las cuatro especies simbólicas) en la festividad de Sucot ),no entra en la categoría de los malditos. Esto se debe a que la persona no está rechazando al Eterno ni a Su Torah y sus principios, sino que está sucumbiendo a una debilidad humana: una falta de autocontrol y disciplina. No es un acto abierto contra Dios.

Najmánides luego dice algo realmente sorprendente:

«Incluso si una persona es totalmente recta y cumple fielmente todos los mandamientos de la Torah y ha estudiado y guardado la Torah, si tiene la oportunidad de influir en otros que aún no la guardan. (ya sea permitiéndoles estudiarla o fortaleciendo a los no iniciados en el cumplimiento de la Torah) y no ayuda a otros a defender la Torah, entonces él también está en la categoría de los malditos. Es decir, una persona que es justa todavía se encontrará en la categoría de aquellos que están malditos si no ayuda a otros en el cumplimiento de la Torah. Todos tenemos la responsabilidad de velar por que otros tengan las mismas oportunidades de conectarse con el Todopoderoso.«

Generalmente, cuando pensamos en seguir las leyes del Eterno sólo consideramos lo que debemos hacer o no debemos hacer. Aquí encontramos una tercera categoría: se nos hace responsables de no actuar cuando se supone que debemos hacerlo. Debemos internalizar que descuidar a los demás no es sólo una oportunidad perdida de crecer: es un fracaso épico y pone en duda nuestro propio estatus dentro del pueblo escogió. Mientras nos preparamos para Yom Teruah y para establecer al Todopoderoso como nuestro Rey, no hay mensaje más relevante que ese; todos los hijos de Dios deben ser traídos y bienvenidos a Su reino.

«¡Yo NO abandono!»

Por Moisés Franco

«YHVH es el que va delante de ti. No te dejará ni te desamparará. No temas ni desmayes.«

(Devarim/Deuteronomio 31:8)

El Espíritu Santo me tocó mucho con estos dos verbos y la promesa de que no me dejará ni desamparará.

El primero en hebreo es «rafá» y se relaciona con: débil; dejar; desamparar; flojo; intimidar.

El segundo en hebreo es «azáb» y significa: abandonar; desechar; fallar; quitar, entre otras cosas.

El Espíritu  del Señor me permitía ver que esta es la generación actual: débil e inestable en sus relaciones. Por algo se la llama «la generación de cristal«, pero esto no es sólo para los jóvenes, sino que en mayor o menor medida abarca a todas las edades. 

Porque el compromiso, el amor abnegado, es incompatible con el hedonismo alentado por las series y el new age de las redes sociales.

En cambio, el Espíritu Santo a través del apóstol Pablo nos dice: 

«El amor nunca se da por vencido, jamás pierde la fe, siempre tiene esperanzas y se mantiene firme en toda circunstancia.«
(1Corintios 13:7)

En un mundo adicto a soltar, tener un amor así es un acto completamente revolucionario.

Así fue y es el amor de Yeshúa, quien:

«…como había amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el fin
(Juan 13:1)

Quisiera cerrar esta breve meditación con lo que el Eterno me llevó a preguntarme esta mañana:

  • -¿ Mi amor hacia mis vínculos es flojo, débil, abandona y suelta fácilmente? ¿es fuerte, constante, resiliente? 
  • -¿ Y lo mismo hacia mi llamado, mis proyectos y sueños?

Más allá del Tiempo y el Espacio

Publicado por Ben Burton el 15 de septiembre de 2017

Parashat Nitzavim (Deuteronomio 29:9–30:20) y Parashat Vayelej (Deuteronomio 31:1–30) generalmente se leen juntas, y siempre en la época del año en la que el arrepentimiento está en primer plano, debido a la proximidad de los Grandes Días Santos, Yom Teruah y Yom Kipur . El Baal Shem Tov comenta:

Hoy estáis todos firmes delante de Yahvéh vuestro Dios” (29:9) “Este díaes una referencia a Yom Teruah, el día en el que todos compareceremos ante Dios (la lectura de la Torah de Nitzavim siempre se lee en Shabat antes de Yom Teruah)”.

Rabino Israel Baal Shem Tov, citado en Chabad.org [1]

Según el Talmud, el arrepentimiento es una de las siete cosas creadas antes del universo:

Seguramente fue enseñado: Siete cosas fueron creadas antes de que el mundo fuera creado, y estas son: La Torá , teshuváh (el arrepentimiento), el Jardín del Edén , la Gehena, el Trono de Gloria, el Templo y el nombre del Mesías”.

Pesajim 54a, Edición de prensa de Soncino

El Midrash Tehillim (Salmos) dice:

Esto será escrito para la generación venidera; y un pueblo que será creado alabará al Señor”. (Sal. 102:19)…Estas palabras se refieren a aquellas generaciones que son culpables a causa de sus malas obras, pero que vienen y se arrepienten y oran delante de ti en el día de Año Nuevo y en el Día de la Expiación, y con ello borran sus obras, para que el Santo, bendito sea, cree entonces de nuevo, por así decirlo”.

Midrash Tehilim sobre el Salmo 102, traducido por el rabino William Braude, Yale University Press, volumen 2, página 155

El Eterno siempre nos ofrece la oportunidad de ser creados de nuevo, de convertirnos en una beriah jadasha, una Nueva Creación o Nueva criatura. ¿Cómo se logra esto?

Hakhel

En nuestra porción de la Torá, hay un mandamiento de reunir a Israel al final de cada siete años, durante Sucot, para escuchar la lectura de la Torah:

Al final de cada siete años, en el tiempo establecido del año de Shemitta , en la fiesta de Sucot, cuando todo Israel haya venido a presentarse ante Yahvéh tu Dios en el lugar que él elija, leerás esta ley ante todo Israel delante de ellos. Reúne al pueblo, a los hombres y a las mujeres y a los pequeños, y a tu extranjero que está dentro de tus ciudades, para que escuchen y aprendan, y teman a Yahvéh tu Dios, y guarden en cumplir todas las palabras de esta ley …”
Deuteronomio 31:10-13

Al Aderet , R’ Eliyahu David Rabinowitz-Teomim (1843-1905 d.C.), se le atribuye la idea de revivir la observancia del Hakhel en los tiempos modernos. Durante Sucot en 1945, se realizó la primera ceremonia oficial de celebración del Hakhel. Reunir y unir a Israel es un milagro en sí mismo, e incluso hay una bendición especial por ver una “multitud” de 600.000 judíos juntos. El Talmud dice,

Nuestros rabinos enseñaron: Si uno ve una multitud de israelitas, dice: ‘Bendito el que discierne los secretos, porque la mente de cada uno es diferente de la del otro, así como el rostro de cada uno es diferente del del otro.”

Berajot 58a, Edición de prensa de Soncino

¿Por qué el número 600.000? 

Siempre que se contaba a Israel en la Torah, eran 600.000 (Números 1:46, 26:51). Rabí Ari Kahn dice:

El Zohar lleva este paralelo numérico aún más lejos, afirmando que hay 600.000 letras en la Torah que deben ser paralelas a las 600.000 almas. (Ver Zohar Hadash Shir HaShirim 74d.)… Cada uno de Israel tiene para su alma una letra de las 600.000 letras de la Torah… De hecho, Israel es un acrónimo de y esh s hishim r ibo o tiyot l atorah , “hay 600.000 letras de la Torá”. (Migaleh Amukot, artículo 186)”.

R’ Ari Kahn, M’oray HaAish: Bamidbar, La Nación de Israel, Aish.com [2]

Como el número de almas en Israel, hay 600.000 letras en la Torá. El marroquí Mekubal R’ Yaakov Abuchatzeira (1807-1880 EC) comenta de manera similar que el nombre “Israel” es un notarikon (acróstico),

ישראלֹ

La palabra “Israel” puede leerse como un acrónimo de “ Y esh Shishim R ibo O tiot L atorah”, que significa: “ Hay seiscientas mil letras en la Torá

[600.000 almas, 600.000 letras, Rabeinu Yaakov Abuchatzeira, Petuchei Jotem, parashat Ki Tisa, antologado en Peninei Avir Ya’akov, p. 213; Traducido por M. Steinberger y E. Linas, Chabad.org] [3]

La tradición de que la Torah contiene 600.000 letras se repite en múltiples fuentes, sin embargo, si se cuentan las letras el número será 304.805. Los Rollos de la Torah no pueden tener una letra más ni una letra menos. Entonces, ¿cómo se puede resolver esta contradicción? 

ElJabad.org explica:

Hay más de 304.805 letras en la Torah, pero como usted notó, a menudo escuchamos acerca de las 600.000 letras en la Torá… [Una] vista explica que el recuento de 304.805 letras incluye solo aquellas que vemos, tinta negra contra pergamino blanco. Pero también están las letras en blanco sobre negro. La versión celestial, no física, de la Torah se describe como fuego negro sobre fuego blanco, y tanto el blanco como el negro son igualmente significativos. Las negras son las letras que vemos, mientras que las blancas, el espacio inverso entre las negras, son las letras que no vemos. La cuenta de 600.000 incluye tanto las letras blancas como las negras”.

¿Dónde están 600.000 letras de la Torá?, Malkie Janowski, Chabad.org [4]

Hay 304.805 letras negras en la Torah y 295.195 letras blancas en la Torah. Las letras blancas se esconden entre las letras negras. Cada letra equivale a un alma. Curiosamente, el Talmud dice:

אין בן דוד בא עד שיכלו כל נשמות שבגוף

El hijo de David no vendrá hasta que todas las almas del cuerpo estén completas”.

Yevamot 63b, Edición de prensa de Soncino

R’ Ari Kahn ilustra una visión increíble:

Ahora podemos concluir que hay 600.000 almas, aunque haya más de 600.000 personas: más de una persona puede compartir la misma “raíz del alma”. . . .Cada vez que se cuenta a la gente, el resultado es 600.000, más o menos; de hecho, el número 600.000 se ha convertido en un término descriptivo para la totalidad del pueblo judío. A nivel místico, el número 600.000 se identifica con el número de almas que componen la Nación de Israel. El Talmud enseña que la llegada del Mesías ocurrirá cuando todas estas almas estén “completas”.

R’ Ari Kahn, M’oray HaAish: Bamidbar, La Nación de Israel, Aish.com [5]

Nuestra porción de la Torá dice que Moshé completó la escritura de las letras de la Torá:

וַיְהִי כְּכַלֹּות מֹשֶׁה לִכְתֹּב אֶת־דִּבְרֵי הַתֹּורָה־הַזֹּ את עַל־סֵפֶר עַד תֻּמָּם
“Sucedió que cuando Moisés terminó de escribir las palabras de esta ley en un libro, hasta que se terminaron”.
(Deuteronomio 31:24)

R’ Ari Kahn hace una idea impactante:

Es fascinante observar que en 1948 había aproximadamente 600.000 judíos en el país, y no fue hasta cerca de 1967 que había 600.000 varones en edad de luchar. De acuerdo con una enseñanza en el Zohar de que Jerusalén sólo estará unida cuando haya 600.000 hombres en la tierra”.

R’ Ari Kahn, M’oray HaAish: Bamidbar,

La Nación de Israel, Aish.com [6]

Israel es como un Árbol de las Almas formado por 600.000 ramas. Como hay más de 600.000 judíos en el mundo, esto significa que algunos comparten una “raíz del alma” o que algunas almas están en la misma rama. Los no judíos que están conectados con Israel, son “injertados” en este árbol, compartiendo el alimento de la Vida del Universo. Si las almas de Israel forman las “ramas”, ¿quién es la Raíz?

Yejidá

Rashi comenta sobre Éxodo 19 y dice:

למשה ולישראל: שקול משה כנגד כל ישראל

Para Moisés y para Israel: Moisés era igual a todo Israel”.

Rashi citando la Mejilta, citado en Chabad.org [7]

Él está citando la Mekhilta de-Rabbi Ismael que dice:

 שקל משה כישראל וישראל כמשה, שקל רב כתלמיד ותלמיד כרב

Moisés se equipara con Israel, e Israel con Moisés; el maestro, con el discípulo, y el discípulo con el maestro. “que YHVH había sacado a Israel de Egipto”: Por la presente se nos informa que el éxodo de Egipto va por encima y en contra de todos los milagros y actos de poder que el Santo, Bendito sea, obró por Israel”.

Mekhilta de-Rabino Ismael 18:1, Sefaria.org [7]

Moshé Rabeinu, y por extensión Mashíaj, es la yejidá, el alma universal y que todo lo abarca, de Israel. Si bien está más allá del alcance de este artículo, existen cinco niveles del alma:

Nefesh > Jaya > Neshamá > Ruaj > Yejida

El nivel más alto es la Yejida. Daily Zohar comenta sobre Isaías 52:

«El alma de esta ‘nueva vida’ proviene del nivel más alto de Keter«.

“הִנֵּה יַשְׂכִּיל, עַבְדִּי; יָרוּם וְנִשָּׂא וְגָבַהּ, מְאֹד”

He aquí, Mi siervo prosperará, será exaltado y exaltado, y será muy alto” “Sólo cuando los cuatro lados conectados en unidad el alma del Mashíaj podría ser ‘liberada’ en Maljut. Los cinco niveles del alma: Nefesh, Ruach, Neshamah, Chaya y Yejida. El primer nivel de Nefesh existe en todos los seres vivientes. Ruaj y Neshamá pueden ser alcanzados por personas justas. El nivel de Chaya fue dado a Moisés y a otras almas de alto nivel en el nivel espiritual. Sólo un alma puede tener el nivel de Yejida y es el Mashíaj al que se le llama ‘Rey’. Su nivel de alma es uno con la luz infinita en el nivel de Keter”.

DailyZohar.com #1325 [8]

 Basta decir que el nivel del Mashíaj es extremadamente exaltado. Rebeco Yitzhak Ginsburgh dice:

Las dos palabras que forman el nombre Adam Kadmon aluden a su naturaleza paradójica del ser, por un lado un ser creado –Adán– y por otro lado una manifestación de la Divinidad primordial –Kadmon. Por esta razón, a menudo se considera que Adam Kadmon representa el alma arquetípica del Mashíaj, la yejidá general de todas las almas de Israel, la “corona” suprema de toda la Creación de Dios, el “intermedio” Divino que revela el Infinito primordial a lo finito creado. realidad

Rebeco Itzjak Ginsburgh, Adam Kadmon, Hombre Primordial, Inner.org

Cuando Adam HaRishon (el Primer Hombre) pecó, todas las almas quedaron atadas a la suya como una colcha de retazos. Adán tenía el nivel de yejidá, que contenía todas las almas dentro de sí mismo. Cuando pecó, todas las almas quedaron manchadas por el consejo de la serpiente. Asimismo, el Alma del Mashíaj es un alma que lo abarca todo. Cuando uno hace teshuvá, arrepentimiento, su alma es tomada del Alma de Adam HaRishon y entretejida en el Alma de Adam Ilaya (el Adán Celestial) también llamado Adam Kadmom (Adán Primordial). El apóstol Pablo habla de este concepto en su primera epístola a los Corintios:

El primer hombre ( אדם הראשון ), Adán, se convirtió en alma viviente.’ El último Adán ( אדם האחרון ) se convirtió en espíritu vivificante… El primer hombre es de la tierra, hecho de polvo. El segundo hombre es el Señor del cielo”.

1 Corintios 15:45-47

El Baal Shem Tov, R’ Israel ben Eliezer (1698 – 1760 d. C.) comenta:

Cada judío debe perfeccionar y preparar la parte del Mesías (Komat HaMashiach) que se relaciona con su propia alma. Como es sabido, la palabra “Adán” es un acrónimo de “Adán, David, Mesías”. El tamaño de Adán abarcaba desde un extremo de la tierra hasta el otro, e incluía en ella todas las almas de Israel (Chagiga 12a). Sin embargo, después del pecado su estatura disminuyó. Asimismo, el alma del Mesías estará compuesta por las 600.000 almas de Israel, como lo era antes del pecado de Adán. Por lo tanto, cada judío debe preparar aquella porción del Mesías que le corresponde, hasta que toda la estructura esté fijada y establecida. Entonces habrá Unificación universal, sin fin. ¡Que sea pronto en nuestros días!


Baal Shem Tov, Me’or Einayim,

Pinjás, Ki Savo, Levítico, Números, Deuteronomio, traducido por R’ Eliezer Shore,

BST Publishing, pág. 164-165

El comentario dice:

Comentario: Komat HaMashiaj – literalmente, la “estructura del Mesías”. El alma del Mesías, como la de Adán, incorpora todas las almas del pueblo judío, desde los antepasados ​​hasta la última generación. Cada judío tiene su lugar en el alma del Mesías. Trabajando para refinar la propia alma, se construye el alma colectiva del Mesías y la redención se acerca”.

El Nuevo Testamento explica el mismo concepto:

A algunos les dio para que fueran emisarios; y algunos, profetas; y algunos, evangelistas; y algunos, pastores y maestros; para el perfeccionamiento de los santos, para la obra de servicio, para la edificación del cuerpo del Mesías; hasta que todos alcancemos la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un hombre adulto (ha’adam hashalem), a la medida de la estatura de la plenitud del Mesías (shiur komat m’lo HaMashíaj); para que ya no seamos niños, sacudidos de un lado a otro y llevados de un lado a otro de todo viento de doctrina, por engaño de los hombres, con astucia, tras las artimañas del error; pero hablando verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, el Mesías; de quien todo el cuerpo, unido y unido por lo que cada coyuntura suministra, según la medida de cada miembro
(Efesios 4:11-16)

Teshuvá del Tzadik

Los Evangelios registran el siguiente relato:

“Entonces Yeshua vino de Galilea al Jordán, a Yojanán, para ser sumergido por él. Pero Yojanán se lo habría impedido, diciendo:
“Necesito ser sumergido por ti, ¿y tú vienes a mí? 
Pero Yeshúa, respondiendo, le dijo:
Déjalo ahora, porque este es el camino adecuado para que cumplamos toda justicia”. 
Luego se lo permitió”.

(Mateo 3:13-15)

Yojanán el Inmersor está confundido porque está ofreciendo la inmersión de teshuváh (arrepentimiento). ¿De qué necesita arrepentirse el Mesías? ¡Él no tiene pecado! Para descubrir el secreto, debemos acudir a los Sabios. El Talmud dice sobre el poder de la teshuváh (arrepentimiento):

«R’ Meir solía decir:
Grande es el arrepentimiento, porque por el bien de una sola persona que se arrepiente, el mundo entero es perdonado«.

Yoma 86b, Edición de prensa de Soncino

R’ Tzadok HaKohen de Lublin comenta:

Esto sucede porque el penitente despierta los pensamientos de teshuvá en los corazones de los demás. Pero no todos tienen la capacidad de ser esta única persona [cuyo arrepentimiento puede ocasionar el perdón para el mundo entero]. Tal persona aún no ha existido, porque esa única persona sólo será el Mesías, hijo de David. [Para realizar esta tarea] su alma debe comprender todas las demás almas…”

R’ Tzadok HaKohen de Lublin,

Zidkat HaZaddik, 159, citado en The Religion Thought of Hasidism, Normal Lamm, pág. 575

Él también dice:

Será el Mesías, a causa de su arrepentimiento, el mundo entero será perdonado”.

Pri Tzaddik, Shlach Lecha 12, La luz oculta, Dr. Tsvi Sadan, Vine of David, pág. 32

Rebe Najman dice:

El tzadik se arrepiente en nombre de Israel. Por lo tanto, cuanto más cerca estén las personas de él, más fácil les resultará arrepentirse y volver a Dios. Porque el tzadik se arrepiente por ellos”.

Likutey Etzot, Tzaddik, 105, traducido por R’ Avraham Greenbaum, Instituto de Investigación Breslov, pág. 251-252

R’ Dresner explica en su asombroso libro Zaddik, cómo el Justo se identifica con la gente y se conecta con ella.

La culpa del tzadik, por otra parte, puede ser una culpa de completa ficción. . . Es una culpa que en realidad no existe en absoluto. Pero hay ocasiones en las que el Tzadik debe ir más allá de lo que es justo y aceptar con amor la situación del pueblo como propia, aunque no sea culpa suya”.

R ‘Samuel Dresner, El Zaddik, La doctrina del Zaddik según los escritos del rabino Yaakov Yosef de Polnoy, Schocken Books, pág. 201

Rebe Najman dice de los verdaderos tzadikim:

Los verdaderos Tzadikim expían los pecados, como está escrito, “pero el hombre sabio traerá expiación”. 
(Proverbios 16:14)

Likutey Etzot, Tzaddik, 14, traducido por R’ Avraham Greenbaum,
Instituto de Investigación Breslov, pág. 227

Nacido de nuevo

En un pasaje famoso, aunque poco comprendido, de los Evangelios (Juan 3:1-10) leemos sobre la siguiente interacción entre Yeshúa de Nazaret y el famoso fariseo Nicodemo. Examinemos el texto,

Había entonces un hombre de los fariseos llamado Nicodemo, gobernante de los judíos”.

Nicodemo” traduce el hebreo Nakdimon . Muchos eruditos señalan que en el Talmud se le conoce como נקדימון בן גוריון Nakdimon ben Gurion. Taanit 19b-20a cuenta la historia de cómo adquirió el apodo de ‘Nakdimon’, a través de un milagro en el que el sol se detuvo para él (como lo hizo para Moshe y Yehoshúa ) y que su nombre original era Buni [9]. El texto dice,

Éste vino a él de noche y le dijo: Rabí, sabemos que tú eres un maestro venido de Dios, porque nadie puede hacer estas señales que tú haces, si Dios no está con él”.

Note cómo Nakdimon dice que SABEMOS que eres un maestro de Dios. Nosotros (los fariseos) sabemos esto. Yeshúa respondió:

En verdad, os digo que el que no nace de nuevo no puede ver el Reino de Dios”.
Nicodemo le dijo:

“¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede entrar por segunda vez en el vientre de su madre y nacer?
“Yeshua respondió:

De cierto os digo, que el que no nace de agua y de espíritu, no puede entrar en el Reino de Dios. Lo que nace de la carne, carne es. Lo que nace del Espíritu es espíritu. No os maravilléis de que os haya dicho: “Os es necesario nacer de nuevo… ¿Eres tú maestro de Israel y no entiendes estas cosas?

(Juan 3:1-10)

Basado en la respuesta de Yeshúa, esta debería ser una enseñanza bien conocida dentro del judaísmo. De hecho, el Talmud dice:

גר שנתגייר ־ כקטן שנולד דמי

“…el que se ha hecho prosélito es como un niño recién nacido”.

Yevamot 22a, Edición de prensa de Soncino

Se cuenta una historia jasídica sobre el rabino de Lublin:

Le preguntaron al rabino de Lublin: “¿Por qué en el Libro sagrado del Esplendor, la vuelta a Dios que corresponde a la emanación ‘comprensión’ se llama ‘Madre’?
 Explicó: “cuando un hombre confiesa y se arrepiente, cuando su corazón acepta el Entendimiento y se convierte a él, se vuelve como un niño recién nacido, y su propia vuelta a Dios es su madre”.

Cuentos de los jasidim, primeros maestros, Martin Buber, Schocken Books, pág. 314

Note que Yeshúa dice: “lo que es nacido de carne, carne es, lo que es nacido del Espíritu, espíritu es”. 

La que da a luz abajo es la madre. Basándonos en el concepto de “como es arriba, es abajo”, podemos comparar el Espíritu con la “madre”. Es importante señalar que esto no es literal, sólo que, como seres finitos, podemos relacionarnos con los Atributos del Eterno de maneras que podamos entender. Rebe Najman se hace eco de este concepto:

Ha-EiM (la madre) alude a Binah – que corresponde a IMma (madre) – y a las Sefirot Superiores”.

Torá de Rebe Najman: Números-Deuteronomio Volumen III, Instituto de Investigación Breslov, Ubicación 8313, edición Kindle

Si bien está más allá del alcance de este artículo, esta declaración vincula el Ruaj HaKodesh, el Espíritu Santo, con el Partzuf de la ‘Madre Superior‘ (hebreo: Imma Ila’ah ) de quien las almas nacen desde arriba, convirtiéndose en nuevas creaciones. Respecto al Partzuf de la ‘Madre/Hija Inferior’ (Imma HaTata’ah). Esto se menciona en el libro de Apocalipsis (12:1-6, 21:2). Hay un texto titulado Evangelio de los Hebreos en el que Yeshúa identifica al Espíritu como “su madre”:

Así también mi madre, el Espíritu Santo, me tomó de uno de mis cabellos y me llevó al gran monte Tabor”.

Orígenes citando el Evangelio de los Hebreos, Comentario a Juan 2:12

Si bien esta explicación es insuficiente, los sabios lo entenderán. En este punto, es importante centrarse en el concepto de convertirse en una nueva creación, un beriah jadasha, también traducido «nueva criatura» como dice la segunda carta a los Corintios:

De modo que si alguno está en el Mesías, nueva creación es ( בריה חדשה ). Las cosas viejas han pasado. He aquí que todas las cosas son hechas nuevas”.
(2  Corintios 5:17)

Más allá del tiempo.

Rabí Jaim Kramer describe la maravilla del Mashíaj así:

“…Atik incluye todo el tiempo y el espacio – pero lo trasciende todo. 
El alma del Mashíaj “reside” dentro de Atik, y es de este nivel de donde se extraerán todos sus poderes. Y, dado que él trasciende el tiempo y el espacio, Mashíaj puede trascender cada transgresión jamás cometida y rectificarla, porque dado que puede trascender todo lo que se haya hecho, puede llevar a cada persona a un estado anterior a haber pecado. . . Con el poder inherente a este nivel exaltado, Mashíaj podrá llevar al mundo a un estado de perfección”.

Mashíaj, Quién, Qué, Por qué, Cómo, Dónde, Cuándo, por Chaim Kramer, Instituto de Investigación Breslov, pág. 209

R ‘Noson escribe:

Hay personas cuyas almas están gravemente dañadas. Incluso cuando llegan al Tzadik todavía están hundidos en todos sus deseos corporales…
Podría parecer una tarea imposible elevar estas almas y renovarlas como un niño no nacido en el útero. Pero hay un Tzadik que ha alcanzado el más asombroso de los niveles y que tiene el poder de elevar incluso almas que están tan gravemente dañadas como éstas. Él puede renovarlos como un niño recién formado que crece en el útero”.

Likutey Etzot, Tzadik, 25, traducido por R’ Avraham Greenbaum,
Instituto de Investigación Breslov, pág. 230

Cuando falleció su amigo Michele Besso, Albert Einstein dijo:

«La gente como nosotros, que creemos en la física, sabemos que la distinción entre pasado, presente y futuro es sólo una ilusión obstinadamente persistente».

Rebe Najman escribió 100 años antes que Einstein:

En realidad, el tiempo no existe. El tiempo es sólo una ilusión… Nuestras nociones del tiempo son pura ilusión. Alguien que reflexione sobre esto detenidamente seguramente pondrá todas sus fuerzas en abandonar las vanidades de esta existencia limitada en el tiempo y pondrá toda su esperanza en aquello que está más allá del tiempo. Debes tener fe en Aquel que está más allá del tiempo. Entonces nada en este mundo podrá derribarte. Dondequiera que estés, siempre podrás recordar: “Hoy te he parido” (Sal. 2:7). Estas palabras se refieren al Mashíaj que está en un reino más allá del tiempo. Allí todo encuentra curación. El tiempo pasado se anula por completo.. . Sólo existe el hoy. Hoy naciste. ¡Literalmente! Todo lo que está mal en el mundo es parte de la “obra malvada que se hace bajo el sol” en el mundo limitado en el tiempo. . . ¿Qué remedio hay para todos los días y años? ¿Todo el tiempo que [uno] desperdicia en malas acciones? Su única esperanza está en el reino más allá del tiempo. De ahí proviene toda curación. Será como si hoy volviera a nacer. Mientras tengas fe –en Dios, en el Mundo Venidero y en el Mesías que está más allá del tiempo– tendrás esperanza eterna”.

Rebe Najman de Breslov, Meshivat Nefesh, Restaura mi alma,
Traducido por Avraham Greenbaum, Instituto de Investigación de Breslov, pág. 88-89


Referencias

  1. Rabino Israel Baal Shem Tov, citado en Chabad.org
  2. R’ Ari Kahn, M’oray HaAish: Bamidbar, La Nación de Israel , Aish.com
  3. 600.000 almas, 600.000 letras, Rabeinu Yaakov Abuchatzeira , Petuchei Jotem, parashat Ki Tisa, antologizado en Peninei Avir Ya’akov, p. 213; Traducido por M. Steinberger y E. Linas, Chabad.org
  4. ¿Dónde están las 600.000 letras de la Torá?, Malkie Janowski , Chabad.org
  5. R’ Ari Kahn, M’oray HaAish: Bamidbar, La Nación de Israel , Aish.com
  6. Rashi citando la Mejilta, citado en Chabad.org
  7. Mekhilta de Rabí Ismael 18:1 , Sefaria.org
  8. DailyZohar.com #1325
  9. Nakdimon ben Gurion se menciona en Taanit 19b-20a, Ketubot 65a-66b, Gittin 56a, Avodah Zarah 25a, Sifre hasta Deuteronomio 305, Mekhilta Bachodesh 1, Pirkei de-Rebbi Eliezer 2, Lamentaciones Rabbah 1:16, Kohelet Rabbah 7:11. , Avot de-Rabino Natan 6:3, y posiblemente Sanedrín 43a. Ver entradas en la Enciclopedia Judía , Encyclopedia Judaica

Una tierra que fluye leche y miel

Por Rabino Yuval CHerlow

Comentario sobre Parashat Nitzavim-Vayeilej ,
Deuteronomio 29:9 – 31:30

Una de las descripciones mejor reconocidas de la tierra de Israel es “una tierra que mana leche y miel”. (Deut. 31:20) Esta descripción inmediatamente evoca la imagen de una tierra rica, fértil y deseable, pero ¿qué significan realmente las palabras y a qué implicaciones ambientales se alude en esta expresión?

Comenzamos con la interpretación del Talmud , que interpreta las palabras zavat halav u ‘ dvash, (que fluye leche y miel) como “la leche fluye de las ubres de las cabras y la miel de los higos”. (Ketubot 111b) Para un pueblo de pastores, esta debió ser una descripción atractiva de la tierra. Las cabras eran una fuente de leche además de carne y eran muy prolíficas. En los tiempos bíblicos, las cabras eran un reflejo de riqueza.

La prohibición del ganado pequeño

Qué sorprendente entonces que en la tierra de leche y miel los sabios judíos instituyeron más tarde una prohibición sobre la cría de ganado pequeño (cabras y ovejas) en la tierra de Israel, al menos en las zonas pobladas (Mishná). Bava Kama 7:7).

Rashi , en su comentario sobre esa Mishná , explica que la razón de la prohibición de criar ovejas y cabras en la tierra de Israel se debió a la mitzvá de yishuv ha’aretz , literalmente establecerse en la Tierra y , por extensión, vivir allí en tal manera que sostenga la existencia judía en la Tierra por un tiempo ilimitado. Aunque son muy rentables para el propietario, las ovejas y las cabras son especialmente destructivas para los campos y jardines, así como para otras zonas verdes.

Claramente, al considerar la prohibición de criar ovejas y cabras en la tierra de Israel, los sabios se enfrentaron a un dilema. Por un lado, debían considerar los beneficios económicos para quienes criaban ovejas y cabras; por otro lado, necesitaban considerar los costos ambientales y el daño a los agricultores cuyos cultivos estaban siendo dañados por ellos.

Los sabios, al prohibir la cría de este pequeño ganado, eligieron lo que hoy podría llamarse el camino «sostenible». Se pronunciaron en contra del desarrollo inapropiado que genera ganancias rápidas para algunos pero daña a otros y causa grandes daños ecológicos a largo plazo. Determinaron que éste claramente no era el tipo de desarrollo responsable exigido por el concepto de yishuv ha’aretz.

Un sistema centrado en el automóvil

Lamentablemente, hoy en día no es necesario mirar muy lejos para encontrar ejemplos de desarrollo irresponsable en la tierra de Israel. Un ejemplo evidente es la elección de desarrollar un amplio sistema de transporte basado en automóviles en lugar de un sistema de transporte público más seguro y sostenible.

Como resultado, muchas de las zonas más pobladas de Israel sufren una terrible contaminación del aire. Los automóviles también requieren una gran cantidad de terreno valioso para carreteras, así como para estacionamientos, gasolineras, talleres de reparación, etc. Para Israel, un país pequeño y densamente poblado, esto significa tangiblemente menos terreno para viviendas, escuelas, parques u otros fines que un gran número de personas se benefician.

Al sopesar el daño causado por los automóviles, incluido el daño ecológico a largo plazo, frente a los beneficios a corto plazo para quienes se benefician, parecería que un sistema de transporte basado en automóviles no encaja bien con yishuv ha’aretz. Curiosamente, el rabinoYaakov Yisrael Kanievsky, uno de losTora líderes de la generación anterior, fue citado diciendo que si hubiera habido un Sanedrín (Tribunal Superior Religioso) en su época, bien podría haber prohibido el uso de automóviles privados en Israel.

Flujo condicional

Todavía hay otras interpretaciones de la expresión “que fluyen leche y miel” que merecen nuestra consideración. En nuestra porción, la mención de halav u’dvash está en un contexto negativo: “Porque cuando los haya traído a la tierra que juré a sus padres, una que fluye con halav u’dvash; y comieron y se saciaron y engordaron; entonces se volverán a otros dioses y los servirán, y me irritarán y violarán mi pacto (Deut. 31:20).” En este versículo vemos claramente cómo la misma abundancia material que es una gran bendición también puede llevar a olvidar al Creador que la proporcionó.

Esto lleva a examinar una interpretación adicional del rabino Samson Raphael Hirsch en su comentario sobre la expresión “tierra que mana leche y miel”. En lugar de centrarse en el significado de la leche y la miel, el rabino Hirsch se centra en el significado de la palabra fluir (zavat) y escribe:

¿Es muy característico que la abundancia de productos por zov sólo se dé en referencia a Eretz Yisrael (la tierra de Israel)? En Tanaj, la palabra zov nunca significa desbordante. ¿Ocurre principalmente para describir una condición patológica humana, y en otros casos como un fluir causado por un poder milagroso? No parece describir una tierra que desarrolla la abundancia de acuerdo con su fertilidad natural, sino una tierra que sólo lo hace bajo condiciones especiales. . ¿Palestina es una tierra dura? que sólo puede florecer y florecer ‘bajo el continuo y especial cuidado de Dios, de un fin de año a otro’. Cuando recibe agua, florece lujosamente. Pero sólo recibe agua de arriba. Es una tierra que hace necesario que sus habitantes sean buenos”.


Proporcionado por Canfei Nesharim , brinda sabiduría de la Torá sobre la importancia de proteger el medio ambiente.

¿QUÉ SIGNIFICA SABER DISCERNIR EL CUERPO DEL SEÑOR?

Por David Nesher

1 Corintios 11
27 De manera que cualquiera que comiere este pan o bebiere esta copa del Señor indignamente, será culpado del cuerpo y de la sangre del Señor.
28 Por tanto, pruébese cada uno a sí mismo, y coma así del pan, y beba de la copa.
29 Porque el que come y bebe indignamente, sin discernir el cuerpo del Señor, juicio come y bebe para sí.
30 Por lo cual hay muchos enfermos y debilitados entre vosotros, y muchos duermen.


Para entender esta expresión es necesario, en primer lugar, conocer que quería decir Pablo cuando emplea la palabra “cuerpo” y cuáles son las actividades y actitudes que afectan a éste.

El Divorcio de José y María ¿Podría haber ocurrido?

Publicado por Ben Burton el 3 de octubre de 2014 en Arqueología

En el invierno del año 71 E.C. (Era Común) [1], después de la caída de Jerusalén y la destrucción del Segundo Templo, un hombre llamado Yosef ben Naqsan se divorció de su esposa, Miriam bat Yehonatan, por razones desconocidas. Según el documento de divorcio escrito en arameo, vivían en la fortaleza montañosa de Masada, bajo la ominosa sombra de Roma, poco antes de que la legión romana la sitiara. Este antiguo monumento [2] fue descubierto en Wadi Murabba’at en la década de 1950, poco después del descubrimiento de los Rollos del Mar Muerto.

Aproximadamente 77 años antes, otro José estaba a punto de entregarle a su esposa Miriam un documento de divorcio. José ben Jacob era un ish tzaddiq [3], un hombre justo, observante y atento a los mandamientos de la Torá, y cuyo corazón estaba lleno de compasión, pero ahora estaba quebrantado. No hace mucho, José pagó el מֹהַר, el precio de la novia [4], para su nueva esposa, rebosante de anticipación y anhelo de estar con su basherte [5], comenzó a preparar para ella una cámara nupcial. Aunque modesto, fue constructor [6], y cada detalle fue cuidado, motivado por la ilusión de esta nueva etapa de su vida. Sin embargo, ahora, mirarlo a la cara era una prueba incontrovertible de que su prometida le había sido infiel. Mientras la sangre subía a su rostro, lo invadieron oleadas de emociones que iban desde la ira hasta la tristeza, desde los celos hasta la vergüenza y el miedo por su amada futura esposa. Él podría arrastrarla ante el beit din [7] y exigirle castigo. Como dice la Torá,

“… si esto es cierto, que no se encontraron señales de virginidad en la joven, entonces sacarán a la joven a la puerta de la casa de su padre, y los hombres de su ciudad la apedrearán hasta matarla. , porque hizo necedad en Israel, prostituyéndose en casa de su padre. Así quitarás el mal de en medio de ti”.
 (Deuteronomio 22:20-21)

Sin embargo, Yosef no está seguro de las circunstancias que involucraron el embarazo. La explicación de Miriam de que su embarazo es de origen Divino es casi seguramente insostenible, pensó, tal vez por vergüenza en caso de que alguien la violara, en cuyo caso la Torah exoneraría a la mujer de culpa (Deuteronomio 22:25-27). Una antigua traducción interpretativa aramea, llamada Targum, sobre Deuteronomio agrega un pequeño detalle que no se encuentra en el hebreo original, arrojando luz sobre la decisión de José de divorciarse de ella:

“. . . Si un hombre encuentra una doncella (que está comprometida con un hombre) en el desierto, y la violenta y se acuesta con ella, sólo morirá el hombre que se acostó con ella, porque la joven no es culpable de muerte, sino su marido. puede alejarla de él mediante una carta de divorcio; porque como cuando un hombre acecha a su prójimo y le quita la vida, así es este asunto: la encontró sobre la faz del campo, la doncella desposada clamó pidiendo ayuda, pero no hubo quien la librara 

Targum Pseudo-Jonathan, traducido por JW Etheridge  [8]

Al igual que este Targum, las páginas de la literatura judía a menudo iluminan palabras oscuras dentro de las páginas del Nuevo Testamento, que es como un tapiz cuyos hilos se originan en las Escrituras hebreas y cuyas fibras brillan con los colores de la cultura judía del primer siglo. Esto presenta un desafío formidable para los lectores y aspirantes a intérpretes modernos, ya que no sólo se interpone un muro de dos mil años de antigüedad entre ellos y el texto del Nuevo Testamento, sino que también están alejados de la lengua, la cultura y la tierra de los primeros. siglo Israel. 

Así, el judío religioso que lee el Nuevo Testamento tiene una gran ventaja (Romanos 3:1-2) al sostener estas “palabras de vida eterna” [9], pero incluso él debe enfrentar sus propias barreras, superando los prejuicios hacia el Nazareno, y viendo que el Yeshúa del Nuevo Testamento no es el mismo Jesús en cuyo nombre su pueblo ha sido perseguido durante milenios. El problema radica en interpretar el Nuevo Testamento a través del lente de la historia reciente, en lugar de verlo a través de los ojos del judío del primer siglo. 

La literatura rabínica nos permite ponernos en la piel del antiguo israelita, desde la Mishnáhalajá [10] a la aggadah[11] de los Midrashim, estamos invitados a explorar el mundo en el que el verdadero Jesús vivió, caminó y enseñó. Este no es sólo el trasfondo del Nuevo Testamento, sino también el primer plano, como señala Charles R. Gianotti:

El valor de la Mishná para el estudiante de la Biblia radica en su expresión del pensamiento rabínico durante la época de Cristo y la iglesia primitiva, cuyo conocimiento ayuda a comprender las enseñanzas y los acontecimientos del Nuevo Testamento”. 

El Nuevo Testamento y la Mishná, índice de referencia cruzada, Charles R. Gianotti,
Wipf and Stock Publishers, pág. 10

Aunque la Mishná fue codificada por el rabino Judá HaNasi alrededor del año 200 d.C., muchas de las tradiciones orales allí registradas circularon por todo Israel y la diáspora durante la era del Segundo Templo. De las seis secciones principales de la Mishná, llamadas “órdenes”[12], la orden Nashim, o Mujeres, consta de siete tratados que tratan temas como los esponsales, los contratos matrimoniales, las esposas descarriadas y el divorcio.

Uno de los tratados titulado Sotah amplifica los procedimientos bíblicos relacionados con una mujer sospechosa de adulterio y el ritual proscrito aclarado en Números 5:12-31. 

Movido por un espíritu de celos, el hombre que sospecha que su esposa ha cometido adulterio la lleva al sacerdote para que la someta a «una prueba de ordalía», consistente en beber agua (Éxodo 32,20; Deuteronomio 9,21). Después del pecado del adulterio espiritual con el Becerro de Oro, Moisés hace que Israel pase por un castigo similar] que contiene la tinta de una maldición escrita y el polvo del piso del Tabernáculo. 

Según la ley judía, el hombre no está obligado a obligar a su esposa a someterse a la prueba, pero si decide someter a su esposa al juicio, la Mishná describe la ubicación precisa en el Templo donde se llevaría a cabo el proceso. Según Sotá 1:4,

[Ahora] si ella dice: “Soy inmunda”, da una renuncia por su contrato matrimonial [que no se le paga a ella], y sale [con una orden de divorcio]. Y si ella decía: “Estoy limpia”, la llevan hasta la puerta oriental, que está a la entrada de la puerta de Nicanor. Allí es donde obligan a las esposas acusadas a beber el agua amarga”.

 Mishná, Sotá 1:4,
La Mishná: una nueva traducción de Jacob Neusner,
Yale University Press, pág. 448

En el judaísmo, hay dos etapas del matrimonio: Erusin (esponsales) y Nisuin (matrimonio). En la antigüedad, había un intervalo de varios meses a un año entre las dos etapas. Según el Nuevo Testamento, José y Miriam habían pasado por la primera etapa del matrimonio y aún no habían completado la segunda, como señala Raymond E. Brown en su monumental comentario El nacimiento del Mesías:

Tanto Lucas (1:27, 2:5) como Mateo usan la voz media o pasiva del verbo mnēsteuein, “estar desposado, comprometido”, para describir la relación entre José y María; evitan los verbos más habituales para casarse, gamein y gamizein, así como el sustantivo relacionado gamos, «boda, matrimonio». Puede haber sido difícil para ellos en griego, como lo es para nosotros en inglés, encontrar la palabra exacta que cubra la etapa apropiada en el procedimiento matrimonial judío”. 

Raymond E. Brown, El nacimiento del Mesías, Doubleday, pág. 123

En hebreo moderno, la palabra erusin significa “compromiso”, sin embargo, en la antigüedad, y todavía hoy en los círculos religiosos judíos ortodoxos, el término tenía un significado diferente. Según la Enciclopedia Judía,

“…cuando se había celebrado el acuerdo, era definitivo y vinculante tanto para el novio como para la novia, quienes eran considerados marido y mujer en todos los aspectos jurídicos y religiosos, excepto el de la convivencia real. La raíz ארשׂ (“desposarse”), de la cual el resumen talmúdico אירסין(“esponsales”) se deriva, debe entenderse en este sentido; es decir, contraer un matrimonio real aunque incompleto. En dos de los pasajes en los que aparece, la mujer prometida es designada directamente como “esposa” (II Sam. iii. 14, “mi esposa con quien me he desposado” (“erasti”), y Deut. xxii. 24, donde el la desposada es designada como “la esposa de su prójimo”). En estricta conformidad con este sentido, la ley rabínica declara que el compromiso equivale a un matrimonio real y sólo puede disolverse mediante un divorcio formal”. 

La enciclopedia judía, Esponsales, Marcus Jastrow, Bernard Drachman, 1901-06 [13]

En consecuencia, el escritor de Mateo muestra un conocimiento íntimo de la ley y las costumbres judías al describir a José como “esposo” y a Miriam como “esposa” en Mateo 1:19-20. Por lo tanto, la traducción inglesa moderna de μνηστευθείσης en Mateo 1:18 como “comprometido” es engañosa para el lector [14], ya que no comunica la gravedad de la situación. 

Según Sotá 9:9, la prueba de las aguas amargas todavía estaba en práctica cuando José y Miriam entraron en la etapa de erusin. El ritual fue abolido más tarde por Rabán Yojanán ben Zakai, a mediados del siglo I, porque el adulterio se extendió tanto entre la población que anuló los efectos de las aguas amargas. Por lo tanto, el destino de Miriam estaba en manos de José. Con toda la fuerza del código bíblico detrás de él, tenía el poder de humillarla en público, ante el sacerdocio en el Patio de las Mujeres, a la entrada de las Puertas de Nicanor, detrás de las cuales se encontraba el Heikal, el majestuoso complejo del Templo. Sin embargo:

José, su marido, siendo hombre justo, y no queriendo hacerla pública ejemplo, quiso repudiarla en secreto
(Mateo 1:19). 

La palabra griega απολυσαι , en este contexto, significa divorciarse formalmente, como lo es en la discusión de Yeshúa sobre el divorcio en los Evangelios [15], donde interpreta la prescripción de la Torah para el divorcio en Deuteronomio:

Cuando un hombre toma mujer y se casa con ella, si ella no encuentra gracia ante sus ojos, porque ha encontrado alguna cosa indecorosa en ella, le escribirá una carta de divorcio y se la entregará en su mano y la echará de su casa. Cuando ella haya salido de su casa, podrá ir y ser mujer de otro hombre”.
(Deuteronomio 24:1-2)

Cubriendo casi todas las situaciones imaginables, la Mishná describe con gran detalle las regulaciones del divorcio en el Tractate Gittin [16]. Como hoy, el tema del divorcio bíblico fue una gran controversia. La disputa giraba en torno a una ambigüedad en la Torá, dependiendo de qué palabra se enfatizara al interpretar el texto, como lo ilustra Gittin 9:10:

“La Casa de Shamai dice: “Un hombre debe divorciarse de su esposa sólo porque ha encontrado motivos para ello en fornicación”, ya que se dice: Porque ha encontrado en ella indecencia en cualquier cosa (Deuteronomio 24:1). Y la casa de Hillel dice: “Aunque ella haya estropeado su plato, ya que se dice: Porque ha encontrado en ella indecencia en cualquier cosa”. R. Aqiba dice: “Incluso si encontrara a otra más hermosa que ella”, ya que está dicho: “Y así será si ella no encuentra favor ante sus ojos (Deuteronomio 24:1)”. Mishná, Gittin 9:10, La Misná: una nueva traducción de Jacob Neusner, Yale University Press, pág. 487 [17]

Aunque hubo una disputa en el primer siglo, en opinión de José, este caso estaba resuelto. A diferencia de la sociedad moderna y la cultura occidental, José no necesitaba acudir a los tribunales para obtener el divorcio. Simplemente tenía que escribirlo en presencia de dos o tres testigos y hacérselo llegar. Hasta ese momento, no había visto a su esposa en tres meses, como describe el Evangelio de Lucas los hechos ocurridos después de la anunciación del Arcángel Gabriel,

Miriam se levantó en aquellos días y se fue apresuradamente a la montaña, a una ciudad de Judá, y entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel… María se quedó con ella como tres meses, y luego regresó a su casa”.
(Lucas 1:39-40, 56)

José confiaba en que Miriam estaba a salvo cuando se fue para quedarse con su prima, ya que Zacarías era un kohen, un sacerdote, que ministraba en el templo. Él y Elisabeth “eran ambos justos delante de Dios, andando irreprensiblemente en todos los mandamientos y ordenanzas del Señor”. (Lucas 1:6) Ahora, sin embargo, algo era diferente. Su vientre comenzó a hincharse un poco y ya no pudo ocultarle su secreto a José. Miriam se había ido para estar con Zacarías y Elisabeth en busca de consejo, sabiduría y, lo más importante, eran los únicos dos en todo Israel que creerían su historia. Si Miriam se hubiera quedado en Nazaret, la mayoría de la gente habría asumido que José y María no esperaron hasta la ceremonia de nisuin. Su ausencia de tres meses, sin embargo, cumplió un requisito rabínico al determinar la paternidad de un niño [20], como afirma la Mishná,

La esposa del hermano fallecido no realizará la halizah ni contraerá matrimonio con levirato antes de que hayan transcurrido tres meses [18]. Asimismo, todas las demás mujeres no estarán desposadas ni casadas antes de transcurridos tres meses, ya sean vírgenes o no vírgenes, ya sean divorciadas o viudas, ya sean casadas o desposadas”. 

Yevamot 41a, Edición de prensa de Soncino

Maimónides explica,

“…toda mujer que se divorcia o queda viuda, ¡he aquí! no podrá casarse ni comprometerse hasta que espere noventa días (es decir, tres meses), excluyendo el día en que se divorcie o muera su marido, y el día en que se comprometa; para que así se sepa si está encinta o no, para distinguir entre la simiente del primero y la del segundo marido”. 

Maimónides, Hiljot Guerushin 11; Berakhot, fol. 47,
citado en el Comentario de John Gill al Nuevo Testamento

Quizás José se haya preguntado cómo pudo haber sucedido algo así bajo el techo de un sacerdote justo. Para José, las preguntas difíciles tenían respuestas insatisfactorias. Aunque la historia de Miriam se hizo eco de los numerosos nacimientos milagrosos registrados en el Tanaj, nunca se ha oído hablar de un “nacimiento virginal” en Israel, ni en ningún otro lugar del mundo . Se durmió esa noche, habiendo resuelto en sí mismo alejarla en silencio, como dice la Mishná:

El que presentó carta de divorcio a su mujer, y ella estaba en su casa o en su patio, he aquí, éste está divorciado”.


 Mishná, Gittin 8:1, La Mishná: una nueva traducción de Jacob Neusner,
Yale University Press, pág. 481

El Nuevo Testamento continúa:

Pero pensando él en estas cosas, he aquí un ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas tomar para ti a María, tu mujer, para lo que es concebido en ella es del Espíritu Santo. . . José se levantó de su sueño, e hizo como el ángel del Señor le había mandado, y tomó consigo a su mujer; y no la conoció [21] hasta que dio a luz a su hijo primogénito. Le puso por nombre Yeshua.”[22] 

(Mateo 1:20-21, 24-25)

Cuando Yosef ben Yaakov, de la Casa de David, abrió los ojos después de dormir, los ojos de su espíritu ahora vieron claramente. Se maravilló al ver en retrospectiva cómo las profecías se cumplían, una por una, ante sus ojos. La redención había llegado a Israel, acurrucado en sus mismos brazos, envuelto en pañales. Las palabras del profeta:

“Porque un niño nos es nacido, Hijo nos es dado”
(Isaías 9:6)

Ahora tenían un significado personal para él y para Miriam que ningún otro en Israel, ni en toda la historia del el mundo podría reclamar. Como todo padre, ahora era su misión proteger a su hijo recién nacido, el Salvador del mundo.

La intención original de la Torah al permitir el divorcio era proteger a los vulnerables e inocentes en medio del olam hazé (Mundo de la Acción) [23]. 

En el Israel del primer siglo, esta asignación se convirtió en una licencia para tratar traicioneramente al cónyuge (Malaquías 2:14), lo que permitía utilizar el divorcio como una antigua arma de asedio, una tragedia similar a la caída de Masada a escala personal. 

El estado espiritual de Israel no era diferente de la sotah, la esposa descarriada, vista a través de las páginas del Nuevo Testamento, confirmada por los detalles minuciosos de la Mishná, tal como lo predijeron los Profetas y se reveló en las expectativas de los Sabios. 

Sin embargo, Miriam tipificó a Israel, representando a la nación en un sentido ideal incluso cuando la fibra moral de la sociedad que la rodeaba se deshacía. Su canción hebrea hizo eco de la de Miriam, la hermana de Moisés (Éxodo 15:21) y de Ana, la madre de Samuel (1 Samuel 2:1), mientras proclamaba la gloria de Dios, y todavía resuena hasta el día de hoy. Hubo un tiempo en que solo tres personas en el mundo creyeron su historia, ahora no solo José su esposo creyó, sino que el mensaje estaba por ser predicado en todas las naciones. 

El Mesías había venido, no sólo para reconstruir los muros de Jerusalén devastados por las armas de potencias extranjeras, sino también para reparar la brecha dentro de nuestros corazones. Como está escrito,

 והיא יולדת בן וקראת את־שמו ישוע כי הוא יושיע את־עמו מחטאתיהם 

Dará a luz un hijo. Llamarás su nombre Yeshua ( יֵשׁוּעַ ), porque él es quien salvará ( יוֹשִׁיעַ ) a su pueblo de sus pecados”. 
Mateo 1:21


Referencias

  1.  Siguiendo la cronología aceptada de Yigael Yadin, citado en The Bar Kokba War Reconsidered: New Perspectives on the Second Jewish Revolt Against Rome, editado por Peter Schäfer, Mohr Siebeck, pág. 94. Milik fechó el documento en el año 111 d.C.
  2. Un documento de divorcio, según lo prescrito en Deuteronomio 24:1-4. En Deuteronomio, la palabra para decreto es סֵפֶר כְּרִיתֻת , Lit. «un rollo de recortes».
  3. Traduciendo el griego δίκαιος en Mateo 1:9.
  4. Ver Éxodo 22:16-17
  5. Yiddish significa «destino», es decir, «alma gemela» en el género femenino.
  6. Griego, τέκτων. Comúnmente traducido como ‘ carpintero ‘. Quizás vinculado al אָמֹון de Proverbios 8:30.
  7. Iluminado. ‘Casa del Juicio’, es decir, un tribunal de justicia judío.
  8. Ubicado en el boletín del Centro de Estudios Afines y Targumicos
  9. Juan 6:68
  10. Derivado del verbo hebreo «caminar», la halajá se refiere a las normas legales que forman el cuerpo de la ley judía. La Mishná es un comentario sobre la Torá escrita y forma la base de la Torá sh’ba’al Peh, la Torá Oral.
  11. A diferencia de la halajá, la aggadah se refiere al folclore judío no legal y a historias con homilías rabínicas integradas.
  12. Cada orden o seder contiene de 7 a 12 tratados. Los seis órdenes son Zeraim (Semillas), Mo’ed (Festival), Nashim (Mujeres), Nezikin (Daños), Kodashim (Cosas Santas) y Toharot (Purezas).
  13. Ubicado en línea en: http://www.jewishencyclopedia.com/view.jsp?artid=995&letter=B#ixzz1FDpZS75O
  14. Delitzsch traduce μνηστευθείσης correctamente como מְאֹרָשָׂה en su traducción hebrea del Nuevo Testamento.
  15. Mateo 5:32, Mateo 19:3-9, Marcos 10:1-11, Lucas 16:18
  16. Plural de get, el documento de divorcio judío.
  17. Yeshua aclara la halajá, interpretando עֶרְוַת דָּבָר en Deut. 24:1 como πορνειας, inmoralidad sexual, traducido por Delitzsch como דְּבַר זְנוּת . En Lucas 16:18, la declaración de Yeshua de que “todo el que se divorcia de su mujer y se casa con otra, comete adulterio”, puede estar refutando específicamente la posición defendida más tarde por R. Akiva, aunque posfechó a Yeshua, su posición en Deut. 24 posiblemente era moneda corriente entre los Sabios. El griego και (“y”) traduce la letra hebrea vav, que significa no sólo “y”, sino también “para” como lo hace en Éxodo 7:16 y Tosefta, Sotá 5:10. Para más información, consulte Jesús el teólogo judío, Divorcio y adulterio a la luz de las palabras de Jesús, de Brad H. Young, pág. 111-117.
  18. El requisito halájico de tres meses no es sólo biológico sino que tiene sus raíces en la Torá con respecto al caso de Tamar (quien es, coincidentemente, un antepasado de Yeshua y está presente en Su genealogía): “Sucedió unos tres meses después, que Fue avisada a Judá, diciendo: Tamar, tu nuera, se ha prostituido; y además, he aquí, ha quedado embarazada de la prostitución”. Génesis 38:24.
  19. Contrariamente a la opinión popular, el paganismo registra cualquier “nacimiento virginal” anterior a los evangelios. Como señala Raymond E. Brown, “Estos “paralelos” implican consistentemente un tipo de hieros gamos donde un varón divino, en forma humana o de otro tipo, impregna a una mujer, ya sea a través de relaciones sexuales normales o mediante alguna forma sustitutiva de penetración. En resumen, no hay ningún ejemplo claro de concepción virginal en las religiones mundiales o paganas que de manera plausible pudiera haber dado a los cristianos judíos del primer siglo la idea de la concepción virginal de Jesús”. – Raymond E. Brown, El nacimiento del Mesías, pág. 523. Para más información, consulte nuestro artículo ¿ Paralelos paganos con el nacimiento virginal?
  20. No es del todo imposible que HaShem tomara la semilla física de José, la ‘esterilizara’ del ‘ consejo de la serpiente ‘ y vía in vitro fertilizara el óvulo. Esto se explora en El misterio de la memoria.
  21. “Conocer” a alguien es un modismo hebraico para referirse a intimidad física como en Génesis 4:1.
  22. En el octavo día de su circuncisión, Lucas 2:21.
  23. Iluminado. ‘Este mundo’, con implicaciones de su naturaleza caída, en contraste con el olam haba, que es como el Jardín del Edén, el estándar al que Yeshua se refiere en Mateo 19:4.