parasha behar

Las Facetas del Mesías reveladas en el Yovel

Shalom a todos los talmidim de Yeshúa!


Por medio de este Blog, y en diferentes bitácoras, he enseñado que la gematría (valor numérico profético) del Tetragramatón o Nombre más alto del Eterno (YHVH) corresponde a 26.

Bien, si esto ya lo hemos aprendido quiero invitarlo a que, con nuestra imaginación, consideremos ahora la imagen especular de 26. Seguramente tu mente te ha conducido al número 62; ¡felicitaciones estás en lo cierto!

Entonces, repasemos juntos los siguientes datos. Hemos visto que son exactamente 26 (veintiséis) las generaciones que van desde Adam HaRishom (primer Adán) hasta Moisés; esto porque Abraham fue la 20ª (vigésima) generación desde Adán, y Moisés fue la 6ª (sexta) desde Abraham.

Ahora te invito que contemos las generaciones, pero esta vez volveremos a partir desde Adam HaRishón pero que lleguemos hasta nuestro Maestro y Dueño Yeshúa HaMashiaj. Al hacerlo descubrimos que hubo exactamente 62 (sesenta y dos) generaciones desde el primer Adam hasta Yeshúa (el denominado por el apóstol Pablo: segundo Adán), porque ya hemos estudiado en la genealogía que nos presenta Matisyahu (Mateo) que Yeshúa fue la 42ª (cuadragésima segunda) generación desde  nuestro padre Abraham (ver Evangelio de Mateo cap. 1, vers. 17).

Ahora me gustaría aportar aquí una información que te sorprenderá: ¡hubo 26 (veintiséis) Jubileos desde Moisés hasta el Mashíaj en su primera venida.

Si colocamos el número veintiséis (26) en hebreo nos encontramos con estas letras: עשרים ושיששה. Si a esto le calculamos su guematría obtenemos 1231 (mil doscientos treinta y uno), exactamente la guematría de los Aseret HaDibrot (más conocidos como los «diez mandamientos»). Este valor hace alusión profética al primer Shavuot cuando el Eterno entrega Su bendita Torah en el Monte Sinaí a toda la Kehilá de Israel a fin de establecer una Alianza matrimonial con ella.

Pero tu sorpresa no quedará estancada solamente aquí, ya que el valor 1231 es también la gematría del siguiente verso, que hace alusión directa a la venida del Mashíaj:

Más yo estoy lleno de poder del Espíritu de Yahvéh, y de juicio y de fuerza, para denunciar a Jacob su rebelión, y a Israel su pecado.»

Miqueas 3: 8

Ahora, considerando lo que la parashá (porción) BeHar («En el Monte») nos está implantando en nuestra ascención de conciencia, quiero que leas conmigo el siguiente verso:

«Habla a los hijos de Israel, y diles:
«Cuando entréis a la tierra que yo os daré, la tierra guardará reposo para el Señor.

Levítico 25: 2

Necesitamos hacernos la siguiente pregunta: ¿Cuándo se comenzó a contar los años sabáticos o años de Jubileo?

Considerando el texto en su nivel PeShat (simple y claro), el conteo debía comenzar tan pronto como los Benei Israel («Hijos de Israel») entraran a la tierra, visto y considerado de esta forma notamos que no existe ningún requisito para que posean la tierra. Entonces: ¿cuándo entraron a la tierra? Según lo relatado por el quinto libro de las Sagradas Escrituras (Josué), los hijos de Israel entraron a la tierra el 10 (diez) de Nisán subiendo por el río Jordán (Josué 4:19-20). En este relato leemos:

«El pueblo subió del Jordán el día diez del mes primero y acamparon en Gilgal al lado oriental de Jericó.

Josué 4: 19

Ahora, y para lograr encontrar la respuesta a lo planteado más arriba, necesitamos recurrir a la ciencia de los Sabios judíos. Es comúnmente establecido por los rabinos que los Benei Israel recibieron la Torah en el año del Señor 2448 desde Adán, de lo cual se deduce que la entrada a la tierra de Israel tuvo lugar 40 (cuarenta) años después, es decir en el año 2488.

Considerando la parashá BeHar, entendemos que la palabra clave para Yobel (Jubileo) es libertad que en hebreo se escribe así: דְּרוֹר. Leamos lo que está escrito:

«Así consagraréis el quincuagésimo año y proclamaréis libertad en devolución de la tierra para todos sus habitantes. Será de jubileo para vosotros, y cada uno de vosotros volverá a su posesión, y cada uno de vosotros volverá a su familia.

Levítico 25: 10

Entonces, y continuando con el nivel PeShat (simple) del texto, vemos que Yovel (Jubileo) significa la liberación de la esclavitud y el regreso de la tierra ancestral a sus originales dueños. Esto se cumplió en el momento en que los Hijos de Israel entraron a la tierra el 10 de Nisán del año judío 2488. Utilizando esta perspectiva, los Sabios llegaron a la conclusión que el año 2488 desde Adam HaRishón debe entenderse como un Jubileo (aunque no fue precedido por 49 años de conteo).

Esto ocurrió en un momento posterior a la muerte de Moisés, quien recordemos era la 26ª (vigésima sexta) generación desde Adam HaRishón. Aquí es donde encontramos una primera revelación: 26 es la guematría de YHVH, que denota apropiadamente la misericordia y salvación de Elohim para sus escogidos.

Quisiera aquí dirigirme contigo al libro del profeta Ezequiel y leer este oráculo:

En el año veinticinco de nuestro destierro, al principio del año, a los diez días del mes, catorce años después de haber sido tomada la ciudad, en aquel mismo día vino sobre mí la mano del Señor, y me llevó allá.»

Ezequiel 40: 1

Investigando, me econtré que el Sabio Rashi, asegura que éste fue un Yovel (año de Jubileo), y así lo expresó:

¿Qué “año” es aquel cuyo Rosh Hashaná cae el día diez del mes? La respuesta es que este es el año del Jubileo. El Templo había sido destruido en [3338] el año trigésimo sexto del [ciclo] Jubileo [de 50 años] que había comenzado en el año decimoctavo de Josías [3303]. Catorce años después [3352], el [inicio del siguiente] Jubileo habría caído, y este era el año veinticinco del exilio de Jeconías, que había sido exiliado en [3327], el año veintiséis del Jubileo. [ciclo] [que consta de] catorce años de Josías, del año dieciocho al trigésimo primero [3302-3316], y once años de Joacim [3316-3327]. ¿Qué “año” es aquel cuyo Rosh Hashaná cae en el décimo del mes? La respuesta es que este es el año del Jubileo.

El año del exilio comenzó en el 597 a.C., cuando los ejércitos de Nabucodonosor se apoderaron de Jerusalén, con la intención de tomar cautivos judíos de clase alta y asimilarlos a la sociedad babilónica. El 15 y 16 de marzo de 597 a. C., Jeconías, toda su casa y tres mil judíos fueron exiliados a Babilonia, y veinticinco años después sería el año 572 a.E.C., que fue un Jubileo según el oráculo leído (Ez. 40: 1).

Aquí es donde notamos que el hecho de que el profeta Ezequiel haya contado el Yovel (Jubileo) incluso durante el exilio sugiere que una vez iniciado, el conteo de los años sabáticos y del Jubileo ya no depende de que la tierra sea poseída por los Hijos de Israel.

Siguiendo la forma de contar los años de los Sabios, diré que el año 572 a. E.C. serían 3.188 años desde Adam HaRishón, o 700 (setecientos) años desde la entrada a la tierra de Israel, se deduce que habían transcurrido exactamente catorce Jubileos entre la entrada a la tierra y la visión que el profeta Ezequiel está teniendo sobre el Tercer Templo. Esto también confirma nuestra afirmación de que el conteo comenzó a partir del mismo año en que los Hijos de Israel entraron a Eretz Israel (Tierra de Israel) con Yehoshúa (Josué)

Bien, con toda esa consideración, vengamos ahora a lo nuestro: la misión jubilar del Mesías.

Se establece comúnmente que Yeshúa comenzó su ministerio alrededor de los años 27 al 30 de nuestra E.C. (Era Común). Ahora bien, el año 28 E.C. sería cuando se están cumpliendo exactamente 600 años o 12 Jubileos desde la visión de Ezequiel del Tercer Templo, o también, considerando otra perspectiva, 26 (veintiseis) Jubileos desde la entrada a la tierra, es lógico que si el año inicial del ministerio de Yeshúa iba a ser divinamente ordenado, tenía que ser el 28 de nuestra Era Común.

Esto también estaría significando que el año 70 E.C. es un shemitá (año sabático) en el que el Segundo Templo fue destruido. Esto concuerda con la afirmación del Seder Olam Rabbah (obra rabínica sobre cronología bíblica) que sostiene que el Segundo Templo fue destruido en un shemitá (año sabático).

Aquí te diré que esto de que el año 28 E.C. fue un Yovel (Jubileo) se deriva de una manera lógica del relato que hace el evangelista Lucas (ver Lucas 4:16-19) cuando Yeshúa nuestro maestro es invitado a leer el rollo del profeta Isaías y le tocó la cita explícita de Isaías capítulo 61, especialmente en el verso 1 como la lectura de los profetas en Yom Kipur:

«El Espíritu del Señor YHVH está sobre mí, porque me ha ungido el Señor para traer buenas nuevas a los afligidos; me ha enviado para vendar a los quebrantados de corazón, para proclamar libertad a los cautivos y Liberación a los prisioneros.

Isaías 61: 1

A continuación te invito a marcar las palabras clave en el versículo anterior. Las mismas son: libertad, דְּרוֹר (deror)que en la mentalidad hebrea significa Yovel (Jubileo).

Allí mismo (el evangelio según Lucas) leemos que cuando Yeshúa comenzó su ministerio público, tenía alrededor de 30 años de edad (Lucas 3:23) y lo más interesante de este dato es que comenzó desde donde Moisés terminó su ministerio: el río Jordán.

Según la tradición rabínica, el ascenso final de Moisés al Monte Sinaí fue en Rosh Jodesh Elul (primer  día del sexto mes). De allí descendió 40 (cuarenta) días después, exactamente en Yom Kipur (décimo  día del séptimo mes), cuando el pecado del los Benei Yisrael (Hijos de Israel) fue perdonado.

Con todo esto en nuestros corazones, estoy seguro, mi amigo lector, que tu lógica logrará darse cuenta que esta es la razón principal por la que Yeshúa tuvo que ayunar durante 40 días en el desierto; e inmediatamente después proclamar el año de libertad (Jubileo) en Yom Kipur, que también es denominado Shabat (Levítico 23:32).

Es posible suponer que Yeshúa comenzó su ministerio en Tish’a B’Av. Sabemos que la palabra Av en hebreo se escribe así: אָב; y también hemos aprendido que esta palabra puede permutarse para escribir בֹּא (bo) que significa “venir”, que aduce en la mentalidad escatológica hebrea a la venida de Mashíaj בִּיאַת הַמָּשִׁיחַ. Es curioso que en la tradición rabínica, a Tish’a B’Av se lo considere el «cumpleaños del Mashíaj» (simbolizando con el tiempo de su epifanía o manifestación) que de acuerdo a los relatos evangélicos se habría cumplido si el Mashíaj hubiera sido revelado en Tish’a B’Av y luego llevado al desierto por el Espíritu Santo para entrar en un ayuno de 40 días. Así, se puede suponer que este Tish’a B’Av estaba en un séptimo año sabático, es decir, el año anterior al Jubileo, y Yeshúa habría esperado 21 días (tres semanas) después de Tish’a B’Av para reflejar los 21 días de luto que hay entre el 17 de Tamuz y Tish’a B’Av antes de comenzar su ayuno en Rosh Jodesh Elul (la luna nueva del sexto mes, Virgo). Entonces, habría terminado su ayuno de 40 días en Yom Kippur (décimo día del séptimo mes) en el nuevo año, que era el 26º (vigésimo sexto) de Moisés, de ahí la proclamación que encontramos que realiza en Nazaret (Lucas 4:16) citando Isaías 61:2:

«… para proclamar el año agradable del SEÑOR, …

Isaías 61: 2a

Ya hemos estudiado que este versículo fue citado por Yeshúa a mitad de camino; y entonces es lógico que el resto del versículo no citado deba estar destinado a otro momento, es decir, a la Segunda Venida (Parusía):

«… y el día de venganza de nuestro Dios; para consolar a todos los que lloran,…

Isaías 62: 2b

Allí, donde Yeshúa dejó de leer a Isaías, nos ayuda a mostrarnos la naturaleza de la profecía y su relación con el tiempo. El pasaje de Isaías continúa describiendo lo que Yeshúa haría en Su Segunda Venida (señalado en la expresión: «y el día de venganza de nuestro Dios«). ¡Esta es una coma de dos mil años entre las dos frases!

Ahora bien, debo decirte que la primera frase clave que se aplica la primera venida es “año agradable del SEÑOR” (en hebreo: שְׁנַת-רָצוֹן לַיהוָה), y la guematría de esta frase es 1152, que resulta del producto: 4 x 288. Aquí el valor guemátrico 288 alude a las denominadas RaPaJ Nitzotzin (traducida como las «288 chispas santas» o «288 destellos de luz«), valor que en el nivel Sod de la Torah se denomina «las ovejas perdidas«, que sabemos era la principal preocupación del Mesías en su primera venida (Mateo 15:24).

La frase clave para la segunda venida es «y el día de la venganza de nuestro Dios«. La guematría de esta expresión es 384, que es también la gematría del concepto «Mashíaj de YHVH» ( en hebreo: מָּשִׁיחַ יְ הוָה), es decir, el Mashíaj sólo será revelado en su segunda venida.

Sorprendentemente, la primera venida («misericordias de YHVH«) tiene dentro de sí el potencial para la segunda venida: el «juicio de Elohim«, cuyo valor es 1536.

  • Primera Venida __ frase clave: año agradable del SEÑOR = 1152
  • Segunda Venida __ frase clave: «y el día de la venganza de nuestro Dios» = 384
[Si observamos bien, el valor 384 (de la segunda venida) multiplicado cuatro veces (384 x 4) da como resultado: 1152 (el valor de la primera venida); pero si a este valor le sumamos 384 (1152 + 384), obtenemos como resultado 1536 (valor numérico relacionado con la frase: «de cierto, de cierto os digo… «)]

Si hasta ahora lo que venimos considerando está ensanchando tu alma en el asombro, pues déjame agregar algunos misterios más:

Te sorprenderás saber que la frase clave para la 1ª Venida es la misma gematría del nombre Israel y la Torah:

  • Torah תּוֹרָה 611
  • Israel יִשְׂרָאֵל 541
  • Total 1152 = «año agradable de Yahvéh«

Por el otro lado, la frase clave para la 2ª Venida es la misma gematría de Mashíaj y YHVH:

  • Mashiaj מָּשִׁיחַ 358
  • YHVH יְהוָה 26
  • Total = 384 = «y el día de la venganza de nuestro Dios

Esto viene a enseñarnos que la primera venida del Mashíaj fue para enseñar la correcta observancia de la Torah a Israel, y la segunda venida del Mashíaj es para revelarlo como el Hijo del Eterno que en Su Nombre viene a reinar sobre las naciones desde Sión.

Entonces, que el año 28 de la E.C. sea un Yovel (Jubileo) puede respaldarse aún más con un versículo críptico que se encuentra en el Evangelio de Juan, cuando Yeshúa dice a sus discípulos mientras se encontraban en Samaria:

«¿No decís vosotros: Todavía faltan cuatro meses para que llegue la cosecha? he aquí, os digo: alzad vuestros ojos y contemplad los campos; porque ya están blancos para la siega.»
(Juan 4:35)

Unos versículos más adelante (Juan 4:45) el hagiógrafo nos guía para que deduzcamos que este evento tuvo lugar poco después de Pesaj, como se menciona en el capítulo 2:

«Cuando estaba en Jerusalén durante la fiesta de la Pascua, muchos creyeron en su nombre al ver las señales que hacía.

(Juan 2:23)

«Así que cuando llegó a Galilea, los galileos le recibieron, pues habían visto todo lo que hizo en Jerusalén durante la fiesta; porque ellos también habían ido a la fiesta.

(Juan 4: 45)

El exégeta y biblista Ernest Martin propuso que de acuerdo al contexto histórico-literario esto demuestra que fue un shemitá o año sabático. Martin enseña que el lapso entre Pesaj y Shavuot es el tiempo de la cosecha de la cebada al trigo; por eso la frase de nuestro Dueño: “Porque ya están blancos para la cosecha”, significa que ya era en Shavuot, es decir que se encontraban en Siván, el tercer mes del calendario hebreo; cuatro meses desde Siván sería Tishrei, el séptimo mes) que sería el comienzo de un nuevo año en el que la gente podrá volver a cosechar legalmente.

Podemos desarrollar aún más esta idea para comprender que este fue más que un año sabático, sino un Jubileo, y significativamente el Jubileo 26º desde la entrada a la tierra de los Hijos de Israel. El número 26 es la gematría de YHVH por lo tanto un año muy propicio manifestar su Plan de Salvación.

Si se trataba de un Jubileo, ¿de dónde procedían las cosechas y por qué se permitía cosechar?

En realidad, la prohibición es sembrar y plantar, y todos los cultivos en el campo se consideran sin dueño, y se permite cosechar cultivos sin dueño:

«Y el fruto del reposo de la tierra os servirá de alimento: a ti, a tus siervos, a tus siervas, a tu jornalero y al extranjero, a los que residen contigo.

Levítico 25: 6

Rashi, al explicar este pasuk (versículo) asevera que esto significa que todos los israelitas son considerados iguales (con respecto al uso de los productos del año Shemitá): usted, (sus esclavos) y su trabajador contratado y residente.

Esto es exactamente lo que significa lo dicho por el Señor Yeshúa:

«Porque en este caso el dicho es verdadero: «Uno es el que siembra y otro el que siega».

Juan 4:37

Este dicho, «uno siembra y otro cosecha«, era muy común en lo que se refería a las mitzvat (mandamientos) de shemitá y yovel, porque tanto durante el año sabático como durante el jubileo, todas las cosechas se consideran sin dueño y quien sea que tuviera necesidad podía cosecharlas.

Con todo esto en nuestro corazón e intentando buscar una conclusión a un tema que siempre se abre al infinito, podemos decir que si la primera venida de Mashiaj fue manifestada en un Jubileo, vale la hipótesis razonable de que su segunda venida también sería un Jubileo. Considerando que si los Hijos de Israel tuvieron que caminar 40 años en el desierto debido a su incredulidad, se puede suponer razonablemente que el rechazo de Mashiaj en su primera venida sometería a los Hijos de Israel en el exilio durante 40 Jubileos.

Por eso, si el año Yovel tiene un fuerte significado mesiánico en toda la literatura judía. Hemos visto cómo el profeta Isaías en su capítulo 61 establece la conexión entre los elementos del mandamiento del año de Yovel y su cumplimiento final por parte del Mesías. El perdón de las deudas y la devolución de los esclavos también se denomina “liberación del jubileo”.

Así como el año de Yovel trajo la libertad a los cautivos, el perdón de las deudas y la restauración de las cosas a su orden original, el reino mesiánico traerá la libertad, el perdón y la restauración del nombre de YHVH, Israel y la transformación de la antigua a la nueva creación ( es decir, curación física y espiritual)