Moisés Franco

Las ciudades amuralladas, tu lugar de influencia

 Por Ptr. Moisés Franco

En la tercera ascensión de las parashot “Behar-Bejukotai” leemos en Vayicrá/Levítico 25:29-30:

El varón que vendiere casa de habitación en ciudad amurallada, tendrá facultad de redimirla hasta el término de un año desde la venta; un año será el término de poderse redimir. 30 Y si no fuere rescatada dentro de un año entero, la casa que estuviere en la ciudad amurallada quedará para siempre en poder de aquel que la compró, y para sus descendientes; no saldrá en el jubileo (RV60). 

Me surgió una pregunta, ¿por qué las propiedades podían redimirse en cualquier momento antes del jubileo, excepto las de las ciudades amuralladas? 

Un comentario en la versión Torat Emet refiere a que tenían una “santidad especial” y que por eso el Eterno pone esta norma para “desalentar” su venta. 

Aun así, ¿qué significa esto y qué implica para nosotros hoy? 

Para ello leí una interesante lección del Seminario Reina Valera dirigido por Gilberto Abels titulada “Propiedad”. 

Allí se explica que en la antigüedad dentro de la tierra de Israel había dos tipos de poblaciones: “…las villas eran lugares de morada sin murallas en su derredor, mientras que las ciudades y pueblos eran lugares más grandes, y estaban amurallados… Las villas a menudo se localizaban cerca de una ciudad amurallada o fortificada de la cual más o menos dependían. Así la ciudad era la metrópoli de las villas. Con frecuencia leemos en la Biblia de «ciudades y sus villas», y algunas veces una traducción literal nos daría una expresión de «ciudades y sus hijas», indicando una ciudad madre»; sus villas dependientes de ella que la rodean (cf. Josué 15:45 y 17:11)”.

Una ciudad amurallada contaba generalmente con dos grandes lugares públicos: las puertas y el mercado. 

El primero generalmente era el sitio donde se reunía la corte para tomar decisiones judiciales y políticas mientras que el segundo, lejos de ser un mero lugar donde adquirir mercaderías, era el centro de la vida social y cultural de la ciudad.

«Las transacciones comerciales son por lo regular precedidas de una visita social con el cliente. A la gente importante tanto como a la común, les gusta ir allí para encontrarse con sus amigos y saludarlos en verdadera costumbre oriental lo que siempre lleva mucho tiempo. Jesús dijo a sus discípulos: «Guardaos de los escribas, que quieren andar con ropas largas, y aman las salutaciones en las plazas» (Marc. 12:38). En los mercados tienen lugar discusiones de varias clases. El apóstol Pablo aprovechó tales oportunidades cuando estuvo en Atenas. «Disputaba. . . con los judíos y religiosos y en la plaza cada día con los que le ocurrían» (Hechos 17:17). El mercado era un lugar ideal para predicar el Evangelio, afirma Abels.

Y si bien dicha lección tiene otras múltiples riquezas históricas y culturales que nos ayudan a entender mejor las Sagradas Escrituras, quisiera que nos focalicemos en esto: la ciudad amurallada era un lugar de privilegio, era un sitio de influencia. 

Tal como dice John Maxwell, “liderar es influir” y todos, absolutamente todos, incluso aunque no queramos, influimos en nuestro entorno. 

Ese entorno es, como dice el apóstol David Nesher, “tu mundo”. El ámbito de influencia que el Señor te dio a ti y no a mí, porque yo tengo el mío. 

Es una red de contactos que te confió porque cree en la capacidad que te ha dado: ser luz. 

Y no hay nada más influyente que una luz en medio de la oscuridad. 

Ustedes son la luz del mundo. Una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder”.
(Mt. 5:14| RVC)

Tal vez te estés sintiendo como alguien insignificante, que no puede influir sobre nadie, te aseguro que no eres el único al que le ha ocurrido (Is.53:1). 

Pero hoy el Espíritu Santo nos dice: ¡no vendas tu ciudad amurallada, cuida y usa la influencia que tu testimonio tiene en quienes te rodean!

Que el Señor nos dé el denuedo y la sabiduría para influir en cada ámbito que él nos entregue. 

PREGUNTAS PARA MEDITAR 

1 – ¿Te ves como líder que influencia o como uno más del montón? 

2 – ¿Ves cada ámbito en el que te mueves (escuela, trabajo, barrio, etc.) como una oportunidad para influir o como parte de una mera rutina? 

3 – ¿Le has pedido al Espíritu Santo que te dé denuedo (valentía y vitalidad) y sabiduría para predicar el Evangelio?

Una Glotonería lleva a otra: cómo cuidar mi Santidad Sexual

Por Ptr. Moisés Franco*

Al estudiar las parashot o porciones Ajarei Mot (Lv. 16:1-18:30) y Kedoshim (Lv.19:1-20:27) de manera combinada vemos cómo al llegar a la tercera ascensión (17:8-18:21) el Espíritu de Verdad pasa de un tema alimenticio a la prevención de la inmoralidad sexual de manera abrupta.

Este “salto” en apariencia discontinuado entre un tema y otro en verdad está fundamentado.

Es decir, existe una correlación entre la manera en la que nos relacionamos con la comida y el uso de nuestra energía sexual.

Esto lo explicó una vez el profeta David Nesher citando Ezequiel 16:49:

He aquí que esta fue la maldad de Sodoma tu hermana: soberbia, saciedad de pan, y abundancia de ociosidad tuvieron ella y sus hijas; y no fortaleció la mano del afligido y del menesteroso”.

Generalmente asociamos la destrucción divina de esa ciudad por el pecado de homosexualidad, pero según este pasaje profético eso vino a ser la degradación final del alma que había empezado con pecados menos “bochornosos” ante la vista humana, pero igual de peligrosos.

En el orden de aparición según el texto:

  • Soberbia
  • Saciedad de pan (glotonería)
  • Abundancia de ociosidad (pereza)
  • No fortalecer la mano del menesteroso (indolencia)

Todo empieza por el orgullo, por creerme dueño, por tener una mirada antropocéntrica (centrada en el hombre y su placer).

Si me creo dueño entonces puedo comer cuanto se me plazca y lo que se me plazca sin importar lo que le ocurra a mi cuerpo, total, ¡es mío!

Y si es mío y los bienes materiales que manejo son míos puedo hacer con ellos según mejor me parezca: entonces no doy al necesitado, no me duele su dolor.

Finalmente, si mi cuerpo es mío, uso mi sexualidad a mi antojo (incluso dentro del matrimonio).

Como vemos, un apetito (el de alimentos, pero podríamos incluir en esto la posesión de cualquier bien físico) despierta al otro (el sexual).

Por eso dice 1 Timoteo 6:10: “porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores” (RV60).

Cabe aclarar en este punto que nada de esto es malo en sí mismo, por el contrario. Esto es, que poseer bienes materiales es bueno y correcto, asimismo disfrutar de los alimentos que el Señor nos provee y también de nuestra genitalidad en el ámbito del matrimonio.

El punto es cuando a estos elementos maravillosos los usamos desde la soberbia y generamos un espiral de decadencia.

Ahora bien, esto también puede ser inverso si lo hago desde la humildad.

Es decir, si humildemente reconozco que todo es del Eterno y viene a mí por Él (Sal. 24:1/Rm. 11:36) comeré correctamente y usaré en propósito todos los recursos que me han sido dados (esto incluye el tiempo, evitando la pereza, y la sexualidad toda).

En esto propongo un axioma: si controlo mi vientre, controlo el resto de mi vida.

Es que el ayuno es una medicina contra el ego, como ya otros tantos predecesores a mí han mencionado.

 Porque si controlo mi vientre puedo controlar el resto de mis apetitos (como el sexual) y también daré al prójimo (yendo contra la codicia).

¿Por qué? Porque al ayunar nos abstenemos de relaciones sexuales mientras dura el lapso del ayuno (1 Cor. 7:5) a fin de que nuestra atención esté atenta al enfoque espiritual (Éx. 19:15).

Además, si bien no es un mandato explícito del Señor, sí es una pauta profética basada en Isaías 58:6-7 entregar tzedaká (ofrenda de caridad o justicia social) luego del ayuno.

Eso sí, no está de más aclarar que tal como menciona el profeta en este pasaje, el verdadero ayuno no es el que sólo se abstiene de alimento, sino el que también tiene oración de alianza con Abba y que busca estar en paz con el prójimo.

En síntesis, cuidémonos de la soberbia que nos lleva al materialismo y desde ahí a toda clase de apetitos descontrolados.

Enfoquémonos en lo que las primeras comunidades hacían: oración, ayuno, congregarnos para estimularnos mutuamente al amor y la proclamación del Evangelio tanto con palabras como con acciones.

*pastor en el Ministerio Internacional Monte Santo

PREGUNTAS PARA MEDITAR

  • ¿De qué tiendo a sentirme dueño?
  • ¿Cómo está mi relación con el dinero? ¿lo codicio en mi interior?
  • ¿Cómo está mi relación con la comida? ¿y mi apetito sexual?
  • ¿Practico habitualmente el ayuno? ¿por qué?
  • ¿Brota el amor compasivo desde mí o es algo forzado?

La Tormenta previa a la Libertad (Un Estudio para Pésaj)

Por: Moisés Franco

“Y habló el SEÑOR a Moisés, diciendo:

Habla a los hijos de Israel que den la vuelta, y asienten su campamento delante de Pi-hahirot, entre Migdol y el mar hacia Baal-zefón; delante de él asentaréis el campamento, junto al mar.

Porque el Faraón dirá de los hijos de Israel: Enredados están en la tierra, el desierto los ha encerrado.

Y yo endureceré el corazón del Faraón para que los siga; y seré glorificado en el Faraón y en todo su ejército; y sabrán los egipcios que yo soy el SEÑOR. Y ellos lo hicieron así”. (Shemot 14:1-4 |JBS)

Este pasaje es una de las lecturas para la semana de Panes sin levadura (jag HaMatzot) y con ella el Espíritu Santo me habló esta mañana.

Los nombres propios en las Sagradas Escrituras nunca están puestos sólo a modo anecdótico, sino que son códigos.

Los israelitas habían salido de forma triunfal de Egipto rumbo a su libertad. Pero mientras su marcha iba en línea recta hacia su destino, el Eterno les ordena que cambien el rumbo y los pone en un aparente punto sin salida.

Específicamente los hace acampar frente al mar a la altura de Baal Tzefón.

Sobre esta deidad quisiera compartir ciertos datos.

Si bien existen diversas definiciones de su nombre, según el diccionario Strong puede entenderse como “señor/amo” (baal) de lo “oculto, tenebroso”.

Esta deidad era considerada como el patrono o guardián del comercio marítimo, por lo que su culto se extendió sobre toda la costa del mar Mediterráneo.

Uno de los puntos centrales de adoración era sobre el monte Halab, por lo que baal- Tzefón fue también conocido como un sitio geográfico en referencia al lugar de adoración y por eso está mencionado así en el texto bíblico antes citado.

Saúl Favela comenta: “el monte Safón era una montaña de 3000 metros de altitud que se encontraba a 50 kilómetros al norte de Ugarit. Los fenicios indicaban que ese era el lugar de habitación de Baal. Era como el monte Olimpo de los griegos. No solo era el lugar de habitación de Baal, sino también el lugar donde se reunían los dioses”.

Sin embargo, como explica Nesher, este punto ya era un epicentro de adoración mucho tiempo antes y compartido por otras culturas, como claro está, la egipcia.

Ante esto comprendemos que el Eterno llevó a Israel a un sitio clave para la adoración pagana de la época a fin de demostrar quién es el verdadero Señor sobre las leyes naturales, pero luego hablaremos de eso.

A este demonio se lo representaba de pie con su brazo derecho en alto y con posición de golpe, algo que algunas fuentes asocian como una representación de su dominio sobre las fuerzas de la naturaleza.

Teniendo esto en mente era razonable que, cuando no se le daba la adecuada devoción a esta deidad, hubiese consecuencias negativas.

Sobre esto, el apóstol David Nesher ha enseñado que ocurrían tifones o huracanes.

De hecho, el nombre de esta divinidad nos recuerda al dios Tifón griego, un titán maligno relacionado con los vientos destructivos.

Un culto degenerado

En un contexto humano de total dependencia de la naturaleza para su subsistencia y de escasa tecnología, tener este tipo de inclemencias en una travesía marítima era un temor paralizante, por lo que es comprensible que se haya entronado a este ídolo en toda la zona.

No está del todo clara cómo era la adoración a Baal Tzefón. Lo que es seguro es que por los textos fenicios de Ras Shamra (entre los siglos XIV y XIII a. C.) es que se le hacían sacrificios de animales.

Pero, como era usual en las ciudades marítimas, no se descartaría que también se lo adorase mediante ritos sexuales por medio de la prostitución sagrada tanto femenina como masculina.

Los mismos documentos recién mencionados explican que el dios Baal (en todas sus formas y variantes) está relacionado con la fertilidad, por lo que su adoración implica el uso de la genitalidad.

Esto llegaba hasta puntos aberrantes. De hecho, Saúl Favela comenta que la práctica del bestialismo o zoofilia era parte de este culto.

Los textos antiguos mencionan al dios copulando con una novilla para dar terneros, por lo que probablemente los feligreses hacían lo mismo para obtener fertilidad en sus ganados.

Incluso, hay quienes sugieren que ante casos extremos de necesidad no debería descartarse que se le hiciesen sacrificios humanos como a otras formas de representar a Baal denunciadas por el Eterno en 2 Reyes 21:1-6 y Salmo 106:37-38 como el sacrificio de niños.

Las vueltas de YHVH y el paso a la libertad

Como hemos visto, el sitio adonde el Eterno conduce al pueblo no tenía una explicación lógica desde un punto de vista humano.

De hecho, intencionalmente lo hace para confundir a los egipcios (Éxodo/Shemot 14:3), pero esto parece haber desconcertado también a los propios israelitas, como se evidenciará luego en la desesperación del pueblo (y el temor de Moisés).

Pero Él orquestó todo de una manera precisa, fue un espectacular acto de proclamación de la verdad: YHVH es el Dios Verdadero, único dueño de la tierra y de sus habitantes, incluso de las leyes naturales.

No había ninguna salida desde el punto de vista terrenal.

Sobre esto es llamativo el comentario que hace la versión Torat Emet: “Pi Hajirot es la ciudad de Pitom, que sería Tanis, ciudad del Delta del Nilo. Pitom significa “boca cerrada”, en alusión a la dura y cerrada esclavitud de Egipto. Pero después del triunfal éxodo, dicha ciudad pasó a llamarse Pi Hajirot, que significa boca o valle de la libertad”. (Comentario a Shemot 14:2, pág. 162).

Es común que cuando estamos avanzando a la verdadera libertad surjan dificultades: conflictos familiares, laborales, de salud, entre otros.

Mike Murdock señala en su libro “La ley del reconocimiento” que cuando nos movemos en la dirección que el Eterno quiere el enemigo accionará en oposición.

De hecho, Nesher lo explicó en una proclamación en base al evangelio de Lucas que eso mismo es lo que está ocurriendo cuando Yeshúa y sus discípulos se dirigen hacia el otro lado del mar de Galilea, donde liberará al endemoniado gadareno.

Se desata la famosa tormenta en la que el Maestro es despertado por sus discípulos porque un vendaval tremendo está azotando brutalmente la barca y entonces el Señor despertando “reprendió al viento y a las olas; y cesaron, y se hizo bonanza” (Lc. 8:24).

Luego de esto el Mesías libera al hombre poseído por una legión de demonios y no sólo trae libertad a él, sino que éste “comenzó a publicar en Decápolis cuán grandes cosas había hecho Jesús con él; y todos se maravillaban” (Mr. 5:20).

Hubo tormenta y fuertes vientos antes de que la salvación llegara a diez ciudades (Decápolis).

Así también puede pasar que en medio de una temporada festiva como Pésaj también surjan eventos que tenderán a llenarnos de miedo o desánimo. Pero no desmayes, porque el mismo que iba delante del pueblo en el desierto es el que reprendió la tempestad y trajo bonanza.

La libertad te espera, lucha con fe, oración y alegría por mantenerte en el espíritu de la fiesta, aferrándote al Ungido, a Aquel es que es la Salvación de Israel (Mt. 1:21) y verás la liberación en tu alma, cuerpo, familia, ministerio, economía, etc.

4 “Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos! 5 Vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca. 6 Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. 7 Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús”. (Filipenses 4:4-7 | RV60)

Un Hombre de Verdad

Por: Pr. Moisés Franco

La segunda ascensión de la porción Shemot comienza con Paró (faraón) reprendiendo a las parteras hebreas por haber dejado con vida a los niños de su pueblo en los partos. 

Ellas le dicen que esto ocurre porque las hebreas “son expertas parteras” y dan a luz antes de que lleguen las asistentes. 

Vemos luego al monarca egipcio dar la siguiente orden: “… Echad al río a todo hijo que nazca, y a toda hija preservad la vida” (Shemot 1:22 |RV60). 

En este punto me resultó muy esclarecedor el comentario de la versión Torat Emet: la creación está conformada por los elementos masculino y femenino. Si el elemento masculino representa el espíritu y el elemento femenino representa el cuerpo, la intención de los egipcios fue darle una trascendencia desmedida a la materia, prescindiendo de la contención espiritual («varón») que aquella requiere”.

Teniendo en cuenta esto último, considero importante agregar que cuando el mencionado versículo dice “todo hijo que nazca”, la palabra ahí usada para hijo es “ben”, que también significa “edificador” según el diccionario Strong. 

El Espíritu Santo me llevaba a pensar que el sistema ha sido muy astuto desde siempre en llevar al varón, quien debería ser el principal representante de la benevolencia divina que edifica un mundo mejor, a ser una persona netamente materialista. 

Alguien que usa y abusa de la materia (incluyendo en ella a los demás humanos y en particular a su cónyuge) según su antojo caprichoso. 

Este cambio lo vemos a partir de la desobediencia y maldición de la primera humanidad en el Edén. Luego del varón ser maldito, él le cambia el nombre a su esposa (que hasta el momento era ‘ishá’, varona, porque del ‘ish’ -varón- había sido tomada) y pasa a llamarla Eva (madre de todos los vivientes). 

O sea, deja de reconocerla como alguien que es como él mismo, pero opuesto, para convertirse en sólo alguien que le dará hijos (Génesis 3:20). 

Sin embargo, en el relato de esta ascensión no sólo encontramos el modelo del varón egipcio (materialista), sino también a Moshé (Moisés). Sobre el significado de su nombre quisiera volver a citar la Torat Emet, que comenta: La voz Moshé (…) es una voz activa que significa ‘sacar a otros’ de situaciones dificultosas; y justamente por eso mismo es que su nombre es Moshé, porque la función de un líder es sacar y liberar a sus dirigidos de todo estado conflictivo que pudiera aquejarlos”.

Entendiendo esto vemos que ya no se trata sólo de ese faraón y de ese niño llamado Moshé, sino que son dos modelos de humanidad: una materialista, hedonista y utilitarista; por un lado, y por el otro, una humanidad que se esfuerza por sacar a su prójimo de las aguas de la confusión que lo ahogan. 

Así llegamos a Yeshúa, profetizado por Isaías como “varón de dolores” (Is.53:3), quien estuvo dispuesto a entregar su vida en servicio a fin de que Israel -y en ella toda la humanidad- pudiera tener “vida eterna” como Él (Juan 3:16). 

Y nuestro Maestro nos dejó este mandamiento en más de una ocasión: “que se amen unos a otros, como yo los he amado” (Juan 15:12 |RVC) y también que si lo seguíamos nos haría “pescadores de hombres” (Mateo 4:19).   

11 Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, 12 a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, 13 hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo
(Efesios 4:11-13 |RV 60)

PREGUNTAS PARA MEDITAR:

▪️ ¿Estoy siendo utilitarista de mis vínculos disfrazándolo con ‘mis necesidades’, ‘mis negocios’, ‘mis derechos’?

▪️ ¿Estoy buscando activamente -no sólo como expresión de deseo- salvar a otros del hundimiento en el lago de fuego?

Bendición para arrebatar

Por Moisés Franco

«Benjamín es lobo arrebatador; A la mañana comerá la presa, Y a la tarde repartirá los despojos.» (Bereshit | Génesis 49:27)

El término proviene del hebreo «taráf» que, según el diccionario Strong, significa: «arrebatador, arrebatar, desgarrar, despedazar, mantener, presa».

Los comentaristas de la traducción judía Torat Emet explican que esto tiene que ver con la capacidad de tomar una inclinación natural de la persona y transformarla en un aspecto positivo para su vida espiritual. 

Por ejemplo, si un individuo es tendiente a ser iracundo convierte esa ira en celo y determinación por cuidar las cosas sagradas (empezando por sigo mismo).

Alguien con inclinación a la lujuria redirecciona esa pasión al reino del Eterno, por lo cual se convierte en un apasionado de la proclamación del Evangelio. 

Así podríamos seguir ejemplificando, pero el punto es que no se trata de reprimir o prender anular rasgos de la personalidad, sino reconducirlos para que sean útiles al propósito del Señor. 

Es decir, el «lobo» captura a la presa (debilidad) a la mañana (iniciando con el trabajo matutino del estudio de la Torah y la oración) y a la tarde (luego de haberla trabajado) reparte los despojos (comparte con otros el beneficio de su tarea espiritual). 

«Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos sufre violencia, y los violentos lo arrebatan
Mt 11:12:

Este polémico pasaje no nos insta a tomar armas físicas contra los que representan a este sistema que impera en el mundo. 

Nos llama a tomar una actitud guerrera y luchar por ser determinados en vencer nuestro ego y trabajar esforzadamente por capturar los tesoros espirituales que nos rodean para quienes trabajan por el reino de los cielos. 

No podemos tener una actitud tibia, sino una determinada (esto se relaciona con la tribu de Dan en este mes de Tevet). 

Son embargo, esto no es algo que podamos hacer en nuestras propias fuerzas, sino en el poder del Espíritu Santo.

«Y me ha dicho: bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo
2Corintios 12:9:

Tomemos hoy está bendición para  Benjamín de ser un «lobo arrebatador» y conquistemos todo rasgo de nuestra vidas que hasta hoy haya estado en manos del enemigo. 

Esto a fin de poder compartir «los despojos» como el lobo lo hace con los suyos y cosechar los beneficios finales en el mundo venidero.

PREGUNTAS PARA MEDITAR

– ¿He tratado de reprimir una tendencia pecaminosa en mí en lugar de reconducirla para la santidad? ¿cuál es?

-¿Estoy siendo determinado en hacer lo que debo hacer o tibio? 

-¿Comprendo que cada cambio que yo logré dejando que sea Cristo quien me gobierne no sólo me beneficia a mí, sino al mundo entero? (y todo lo que demore en hacer también perjudica a otros).

¡Que el calor no nos enfríe! (un llamado a Janukah)

Por Moisés Franco

Escribo estas líneas como una reflexión para el tiempo de Janucá y para todo el décimo mes especialmente. 

¿Puede el calor enfriarnos?

Meditando en ciertas tendencias propias y de mis hermanos mientras oraba esta mañana me di cuenta que sí. 

Es que en este momento estoy escribiendo desde Argentina, con el típico calor de la tierra del “Sol y el buen vino” (provincia de Mendoza), pero destacando que es tierra de sol en serio. 

Sin embargo, en el hemisferio norte, más precisamente en la tierra de Israel, en esta época hace frío. 

El profeta y apóstol David Nesher nos ha explicado que nuestra mente debe estar siempre focalizada en vivir como si estuviéramos en Tierra Santa. 

El tema es que esto es una tarea difícil porque nuestra sensorialidad nos dice que estamos en verano. Tiempo de vacaciones, de relajarnos, de salir, de reuniones con amigos y familiares, de picnic al atardecer en los parques, etc. 

He podido notar cómo en esta época hay una tendencia a relajarnos no sólo en el cuerpo y alma (que no es malo), sino también en lo espiritual y ahí es donde empiezan los problemas. 

 En estos días personalmente he podido percibir cómo incluso los más leales suelen “dejarse llevar” y faltar a convocatorias de fe. 

Justificar con reuniones familiares, cansancio, etc. lo que en el fondo es el espíritu de Grecia que combatimos en esta festividad de ocho días: el hedonismo justificado racionalmente. La vida con el hombre en el centro. 

Es calor en el cuerpo, pero frío invernal en el alma. 

Janucá no es una moed, no es un mandamiento obligatorio, pero sí es significativa para nuestras almas si se la vive desde su esencia mesiánica.

Nuestro ego hedonista dirá: “si no es obligatorio no es pecado”, y es cierto. Pero el desenfoque sí lo es y esta temporada nos prepara para uno de los meses más difíciles del año: Tevet

Amado hermano, cuidado con asentarte en tu comodidad como lo vimos con la parashá Vayeshev. 

¿Te sientes tan fuerte espiritualmente como para no asistir? ¿tus hijos lo están? 

Recordemos las palabras del Espíritu Santificador escritas por el apóstol Pablo:

el que cree que está firme, tenga cuidado, no sea que caiga
(1 Cor.10:12|LBLA). 

Y también, con respecto a lo que no es obligatorio pero sí conveniente:

“No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna”
(Gálatas 6:7-8| RV60). 

Por tanto, amado hermano, te exhorto en el nombre del Señor a que te esfuerces en persistir. En ponerte firme y luchar por la vida eterna para tu casa. 

Puede que pienses que este escrito es exagerado, pero te invito a considerar si justamente eso no es lo que tu enemigo quiere que pienses. 

En amor y servicio, pastor Moisés Franco.

Varón, ¿estás ahí?

Pastor Moisés Franco

Cuando la mujer vio que el árbol era bueno para comer y una tentación para los ojos, y que el árbol era propicio para lograr conciencia, tomó su fruto y comió; y le dio también a su esposo que estaba con ella. Y él también comió.
(Bereshit/Génesis 3:6 | Torat Emet)

¡Alabo al bendito Espíritu de Verdad por haberme hablado esta mañana desde este pasaje!

Desde hace años que me preguntaba dónde estaba Adán cuando la serpiente habló con ella y hoy el Señor me lo mostró con este versículo que tantas veces había leído. Por algo la oración Shajarit dice que Él es el que “da vista a los ciegos”.

Claramente esta traducción judía al español dice: “y le dio también a su esposo que estaba con ella”.

Lo corroboré con otras traducciones cristianas y para mi sorpresa La Biblia de las Américas (LBLA), la Biblia Textual 4ta Edición y la Nueva Traducción Viviente también dicen su esposo estaba con ella”.

¡Adán estaba ahí! Pero, ¿realmente estaba ahí?

Esto me recuerda a la película estadounidense “Click” (2006). En ella el personaje principal protagonizado por Adam Sandler obtiene por medio de un ángel un control remoto que le permite “jugar” con el tiempo de su propia vida.

Esto le da la posibilidad de adelantar los momentos incómodos o aburridos. Cuando el ángel le explica esto, él le pregunta qué ocurre mientras tanto cuando se adelanta y el emisario le responde que el protagonista está “en piloto automático”.

Así, entonces, puede estar en la mesa de familia comiendo, pasando condimentos, hasta respondiendo preguntas rápidas, pero sin estar en plena consciencia.

Pienso en cuántas veces como varón hice lo mismo, con mi mente enfocada en preocupaciones internas o en planes económicos estuve al lado de mis seres queridos, pero en piloto automático. Sin estar verdaderamente consciente.

El primer Adán estaba con su esposa cuando ésta fue engañada, pero evidentemente algo le pasó para no estar totalmente consciente.

¿Vamos a juzgarlo? ¿cuántas veces también hemos dejado que el enemigo engañe a nuestras esposas e hijos por estar enfocados en otra cosa y no en nuestro rol sacerdotal?

No es la mujer quien debe tener la principal responsabilidad espiritual de una casa, no tiene el deber de enseñar la doctrina. Esa tarea el Señor se la dio al varón y en ese sentido es cabeza según Efesios 5:23 (y no en términos de imposición machista).

Según ese mismo capítulo de la carta apostólica el marido es comparado al Mesías y tiene la orden de amar a su esposa y “lavarla” por medio de la palabra (Ef. 5:24-26).

El varón tiene la orden divina de estudiar los mandamientos, internalizarlos y exponerlos -no imponerlos- a su esposa para que ella desde la capacidad administrativa que le ha dado el Eterno pueda bajar eso a cada ámbito de su casa.

Obviamente, esto demanda algo que al feminismo actual le causa crispación: “Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo” (v.24).

Ese “todo” se refiere siempre y cuando la directiva no vaya en contra de la Torah desde el yugo de Yeshúa (aquí se aplica el principio de Hechos 4:19-20). Por eso, claramente ella también debe ser discípula y estudiar la Instrucción.

Sin embargo, el punto es que la doctrina debe ser dada por el varón. En eso evidentemente Ishá (la primera mujer) también falló, dado que debería en tal caso haber seguido lo que su esposo le enseñó en cuanto a lo dicho por el Eterno y no modificarlo agregando que al Árbol del Conocimiento del bien y del mal no se lo podía tocar (Gn.3:3). Esto último no había sido dicho por el Creador.

Volviendo al punto principal de esta reflexión, la responsabilidad principal sigue siendo de Adán, dado que él manejaba bien la enseñanza divina, pero estuvo ahí sin estar.

 En verdad él no fue engañado, como lo deja en claro 1 Timoteo 2:14, sino que voluntariamente se desligó de su responsabilidad espiritual como cabeza y responsable doctrinal.

A modo de conclusión, aliento a cada varón a que reflexiones sobre su rol en el hogar (incluso si es soltero) y que, en caso de hallarse en “piloto automático”, retorne a su posición según el propósito de YHVH.

A las mujeres casadas, exhorto a que trabajen para estimular a sus esposos a tomar con responsabilidad ese rol (y a respetarlo cuando lo haga).

En tanto, a la soltera que piensa algún día casarse, que mire principalmente cuánto el varón que desea está hoy desde su soltería siendo alguien que pueda representar al Mesías en su hogar.

Que sea Aquel que lo llena todo en todo(Ef. 1:23) el que nos guíe a cada cual a ocupar el rol establecido por el Señor.

La Ley del Reconocimiento y la Torah

Autor: Pastor Moisés Franco

Moshé convocó a toda la comunidad israelita…”

(Éxodo/Shemot 35:1)

Lo que el Espíritu Santo me mostró en esta primera ascensión de la porción Vayakhel es muy simple, pero a su vez es poderosísimo si lo creemos y aplicamos en nuestras vidas.

Algunas porciones atrás vimos en Terumá los materiales necesarios para la edificación del Mishkán, en las porciones posteriores se hacen descripciones adicionales en cuanto a ubicación, funciones sacerdotales y demás.

En esta porción el Eterno le habla a Moshé y le menciona nuevamente los materiales a utilizar, pero además le pide que le diga a los israelitas:

Y todo sabio de corazón de entre vosotros, vendrá y hará todas las cosas que el SEÑOR ha mandado
(Shemot 35:10|JBS).

El primer mensaje para considerar aquí es que para el Eterno no existen llaneros solitarios de la fe. Él habita en medio de su pueblo y hace habitar a sus hijos en Pueblo, en Comunidad.

¿Por qué? La razón es el segundo punto: porque es en la comunidad donde se reúnen los talentos y capacidades de cada individuo para lograr cumplir con la voluntad del Eterno.

Dicho de otra manera: todo lo que necesitas para cumplir el propósito del Señor en tu vida ya te fue dado en las personas que Él ha puesto a tu alrededor.

El punto está en saber reconocerlo. Esto está muy bien plasmado en el libro “La ley del reconocimiento” de Mike Murdok.

Cuando lo pensamos así entendemos por qué debemos amar a nuestro prójimo, porque detrás de cada persona (sea creyente o no) hay contactos, recursos, talentos, ideas, conocimientos, etc. que el Eterno pone para el cumplimiento de su intención para nuestras vidas.

Tal vez la puerta laboral por la que tanto has estado orando estaba en la persona que se sentó a tu lado en el bus y que en lugar de predicarle decidiste hundirte en la pantalla de tu teléfono.

¡Todo lo que necesitamos ya nos ha sido dado!

Si lo creemos entonces no hay carencia ni pobreza.

Pero, ¿por qué no lo vemos materializado aún?

Muy simple: por falta de sabiduría y discernimiento. Por distracción en lugar de apertura para escuchar la voz del Espíritu Santo (algo que Murdok destaca al inicio de su libro).

“Hijo mío, si recibes mis palabras
y en tu mente guardas mis mandamientos,
si tu oído está atento a la sabiduría
e inclinas tu corazón a la prudencia,
si pides la ayuda de la inteligencia
y llamas a gritos a la prudencia,
si la buscas como a la plata,
y la rebuscas como a un tesoro,
entonces sabrás lo que es temer al Señor,
y hallarás el conocimiento de Dios”
.
(Prov. 2:1-5| RVC)

Por lo tanto, busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas”.
(Mt. 6:33|RVC)

Tal vez todas las cosas que necesitamos (no las que caprichosamente deseamos) ya nos han sido añadidas en las personas a nuestro alrededor, pero no nos demos dado cuenta por distracción.

Te pido que ores conmigo:

Abba, quiero darte gracias porque en Yeshúa tu Ungido ya nos has dado todas las cosas. Gracias por cada vida que has puesto en mis conexiones, porque son regalos de tu amor. Te pido perdón por mi distracción y ceguera.  Te pido también, te clamo, por tu sabiduría y porque abras mis ojos y oídos espirituales para escuchar la voz de tu Espíritu, a fin de poder reconocer lo que has puesto en cada persona y saber cómo conducirlo a tu propósito. En Yeshúa el Mesías, amén”. 

Cuando la palabra «SUEGRO» deja de ser negativa.

Por Moisés Franco (Pastor/Maestro)

Comúnmente se bromea con respecto a lo supuestamente malo y despreciable de los suegros, pero en esta porción el Eterno viene a sanar nuestra alma de este y muchos otros conceptos. 

En los doce versículos que componen la primera ascensión se enuncia ocho veces la palabra “suegro” (heb. Kjatán). La gematría de este término es 458, cuyas cifras al sumarlas dan 17 y al sumarlas nuevamente dan 8.  

Así mismo, la palabra Yeshúa tiene un valor de 386, cuyas cifras al sumarse dan 17, y por ende, 8 una vez más.  

El número 8 (ocho) tiene muchísimos significados en las escrituras, pero principalmente habla de tres grandes ideas:  

  • Plenitud, abundancia: dado que ocho se escribe en hebreo ‘Sh’moneh’ de la raíz ‘Shah’meyn’ engordar, cubrir de gordura, sobreabundar1. (Chen C.) 
  • Sobrenaturalidad: la creación se restauró en siete días, siete son las notas musicales y los días de la semana. Por ende, el ocho es aquello que va más allá de lo natural, lo sobrenatural.  
  • – De la mano de lo anterior, tiene que ver con nuevos comienzos y con la redención final de Israel unida a YHVH (por eso celebramos Sheminí Atzéret al octavo día de Sucot). 2 (Nesher D.) 

¿Cómo se relaciona todo esto con la parashá Yitró?

Kjatán además de suegro o pariente significa “esposo” y es el término que se le aplica al varón en el marco de una boda.  

Por eso es que en esta porción es cuando el Eterno firma su contrato matrimonial con el pueblo. 

El mensaje para Israel es que el Eterno quiere ser su esposo, uno que le dé abundancia, que la haga vivir sobrenaturalmente y que la redima de cualquier zona de muerte llevándola a nuevos comienzos mejores que lo que hasta ese momento ha vivido.  

En síntesis, Él será un esposo que sea para ella salvación, es decir, Yeshúa.  

Este proceso bendito empezó en el Sinaí con la matán (entrega) de la Torah, pero finalizará con las bodas del Cordero en los tiempos finales.  

«Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria; porque han llegado las bodas del Cordero, y su esposa se ha preparado.  Y a ella se le ha concedido que se vista de lino fino, limpio y resplandeciente; porque el lino fino es las acciones justas de los santos. 

Y el ángel me dijo: Escribe: Bienaventurados los que son llamados a la cena de las bodas del Cordero. Y me dijo: Estas son palabras verdaderas de Dios”. (Apocalipsis 19:7-9 | RV60) 

Apeguémonos a Su Torah desde la cercanía que nos da el Espíritu Santo y trabajemos con esfuerzo hasta el día de nuestra boda suprema. ¡MARANATHA Señor Yeshúa!

«¡Yo NO abandono!»

Por Moisés Franco

«YHVH es el que va delante de ti. No te dejará ni te desamparará. No temas ni desmayes.«

(Devarim/Deuteronomio 31:8)

El Espíritu Santo me tocó mucho con estos dos verbos y la promesa de que no me dejará ni desamparará.

El primero en hebreo es «rafá» y se relaciona con: débil; dejar; desamparar; flojo; intimidar.

El segundo en hebreo es «azáb» y significa: abandonar; desechar; fallar; quitar, entre otras cosas.

El Espíritu  del Señor me permitía ver que esta es la generación actual: débil e inestable en sus relaciones. Por algo se la llama «la generación de cristal«, pero esto no es sólo para los jóvenes, sino que en mayor o menor medida abarca a todas las edades. 

Porque el compromiso, el amor abnegado, es incompatible con el hedonismo alentado por las series y el new age de las redes sociales.

En cambio, el Espíritu Santo a través del apóstol Pablo nos dice: 

«El amor nunca se da por vencido, jamás pierde la fe, siempre tiene esperanzas y se mantiene firme en toda circunstancia.«
(1Corintios 13:7)

En un mundo adicto a soltar, tener un amor así es un acto completamente revolucionario.

Así fue y es el amor de Yeshúa, quien:

«…como había amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el fin
(Juan 13:1)

Quisiera cerrar esta breve meditación con lo que el Eterno me llevó a preguntarme esta mañana:

  • -¿ Mi amor hacia mis vínculos es flojo, débil, abandona y suelta fácilmente? ¿es fuerte, constante, resiliente? 
  • -¿ Y lo mismo hacia mi llamado, mis proyectos y sueños?

El deber de la muchacha virgen

Por: Moisés Franco

Si hubiere una muchacha virgen desposada con alguno, y alguno la hallare en la ciudad, y se acostare con ella; entonces los sacaréis a ambos a la puerta de la ciudad, y los apedrearéis, y morirán; la joven porque no dio voces en la ciudad, y el hombre porque humilló a la mujer de su prójimo; así quitarás el mal de en medio de ti”.

(Devarim/Deuteronomio 22:23-24 | RV-60)

Sin lugar a duda uno de los pasajes en todas las Sagradas Escrituras que más conflicto interior me ha causado (y entiendo que no debo haber sido al único que le ocurrió).  Dentro mío me parecía un acto injusto culpar en cierto modo a la chica por haber sufrido una violación. Porque, si bien está en medio de una ciudad, sabido es (como tristemente aún ocurre) que puede ser raptada al pasar por algún sitio oscuro o recóndito sin posibilidad de pedir auxilio.  Sin embargo, hoy el bendito Espíritu Santo me trajo luz sobre el tema, tal como Yeshúa dijo que lo haría (Juan 16:13).  

La clave está en un comentario que hace Rashi sobre el tema de por qué aclara el versículo que el hecho ocurre en una ciudad. La versión Torat Emet lo cita así: que el hombre se haya acostado con ella es la consecuencia directa de que la chica estaba en medio de la ciudad. Y lo ilustra con un ejemplo: una brecha en la pared de una construcción es una invitación al ladrón”. 

A simple vista, desde una mirada superficial boba, pareciera ser que estuviera reforzando un paradigma machista, pero no es así.  

En primer lugar, tenemos que alejarnos un poco de nuestra mirada occidental del siglo XXI y mirar más en contexto.

Difícilmente el versículo podría ser un mero enunciado opresivo contra la mujer porque habla de pena de muerte también para el varón. Pero hay algo más: históricamente no eran las mujeres quienes estudiaban de forma directa la Torah, sino los varones.  Por lo que esto no fue escrito primordialmente para ellas (aunque claro está que no las excluye), sino pensando fundamentalmente en el género masculino y con objetivos pedagógicos espirituales.  

Siendo así, ¿cuál sería esa enseñanza trascendental? Cabe destacar previo a responder eso, que la distribución en porciones y ascensiones del estudio de la Torah no es fruto de las ediciones impresas desde el siglo XVIII hasta ahora, sino que fueron guiadas por el Espíritu Santo ya desde los tiempos de Moisés y habrían sido formalizadas por al sacerdote Esdras para terminar ese proceso ya con Maimónides quien se basó en documentación del siglo X de nuestra era “sin dejar nada al azar”, como dice el P.A. David Nesher.  

Entendiendo esto, el Señor me llevó a ver que la tercera ascensión o aliyáh -que es donde se halla el pasaje que estamos analizando- no inicia con una regulación de la actividad sexual, ni siquiera con una sobre cuestiones de comportamiento masculino o femenino. No, empieza así:

cuando edifiques una casa nueva, construye una baranda alrededor de la azotea, no sea que alguien se caiga de allí y sobre tu familia recaiga la culpa de su muerte

(Devarim/Deuteronomio 22:8| NVI)  

Los comentaristas judíos afirman: “en sentido figurado, “casa” alude a la persona, de modo que el versículo debe verse como una indicación en el sentido de que hacerse una protección espiritual alrededor de su ser para protegerse de los peligros que desde el mundo material acechan por doquier, y de los que uno podría ser presa si no toma los debidos recaudos”.

Por un lado, esto nos revela que tenemos el mandato divino de la autopreservación. Es decir, estamos obligados a proteger nuestra integridad física evitando tomar riesgos innecesarios para el propósito del Eterno.  

Por eso, cuando el adversario tentó a nuestro amado Maestro para que saltara de la parte más alta del templo, Él le contestó: “no tentarás al Señor tu Dios”, citando Devarim 6:16.

Pero, yendo más profundo, el Amado me permitía ver que la joven desposada es nuestra alma, comprometida en alianza con Él.  

Entendiéndolo así, el diablo nos está asechando para hacernos pecar, para denigrar nuestra dignidad de ser parte de la Amada Novia del Ungido (1 Pedro 5:8).  

Ante esto no podemos argumentar que “no pudimos hacer nada frente al pecado, caímos”. Sino que tenemos que resistirlo con todas nuestras fuerzas, porque incluso cuando estas se acaben, es Su poder el que se revela en nuestra debilidad (2 Corintios 12:7-9).  

Quisiera cerrar con esto que nos dice el Espíritu en la carta del apóstol Jacobo: “…sométanse a Dios; opongan resistencia al diablo, y él huirá de ustedes” (Jac.4:7) y en el libro a los Hebreos: “…consideren a aquel que sufrió tanta contradicción de parte de los pecadores, para que no se cansen ni se desanimen. En la lucha que ustedes libran contra el pecado, todavía no han tenido que resistir hasta derramar su sangre(Heb. 12:3-4|RVC).

En conclusión, el deber de la mujer virgen comprometida es preservarse para su amado, de la misma manera nosotros debemos luchar con el poder del Espíritu Santo contra el pecado a fin de preservar nuestra alma y todo nuestro ser para nuestro esposo, quien nos aguarda en las “bodas del Cordero”.  

¿Me estoy cagando en los demás?

Por Moisés Franco *

Sé que el título es fuerte, más considerando que esta reflexión surge del estudio de la Torah. Probablemente para algunos usar esta expresión rompe con el clima de santidad que inspiran las Escrituras Sagradas, pero creo que si no nos dejamos llevar por la lectura rápida y prejuiciosa podremos llegar a las profundidades del Espíritu a las que invita este texto. Se lo prometo.

Al iniciar la parashá Vaetjanán el pueblo se encuentra a las puertas de la tierra prometida, concretamente en Bet Peor (Devarim 3:29), que significa “la casa de Peor”.

Termina la primera ascensión diciendo:

Vuestros ojos vieron lo que hizo YHVH con motivo de Baal-peor; que a todo hombre que fue en pos de Baal-peor destruyó YHVH tu Dios de en medio de ti. Mas vosotros que seguisteis a YHVH vuestro Dios, todos estáis vivos hoy.”

(Dev. 4:3- 4|RV60 adaptada).

Baal Peor es mencionado dos veces seguidas, cuando esto acontece es porque evidentemente el Eterno quiere que nos fijemos en eso.

Literalmente el nombre de esta deidad falsa significa: “el señor de las brechas o aberturas”, según el Diccionario Strong y otros.

En una llamativa columna de opinión en el portal La Información.com1 se menciona que, según Paul Spinard: Baal el Peor parece ser un «dios de los excrementos», asociado a los intestinos, las flatulencias y otras funciones corporales relacionadas con el estiércol. En tanto las religiones politeístas típicamente ofrecen sacrificios materiales a los dioses que tratan de aplacar, sus seguidores lógicamente sacrificarían sus heces para curar sus problemas intestinales o bien para ayudar a fertilizar las cosechas”.

En dicho artículo se explica que, básicamente, el feligrés defecaba en la boca abierta del ídolo. Así mismo, se le entregaban todos los fluidos corporales provenientes de aberturas, como mucosidad nasal, cera de oídos y saliva.

En tanto, David Nesher ha explicado en reiteradas ocasiones que, junto con todas esas “ofrendas” los idólatras consumaban relaciones sexuales en torno a esa deidad en un clima de inmundicia que claramente atraía moscas.

Esto puede inferirse considerando que, los tanto los flujos vaginales como el semen provienen de “aberturas” del cuerpo y evidentemente están relacionados a la fertilidad, objetivo final de esta adoración.

Esto se hace explícito cuando leemos en Bamidbar/Números:

Moraba Israel en Sitim; y el pueblo empezó a fornicar con las hijas de Moab, 2 las cuales invitaban al pueblo a los sacrificios de sus dioses; y el pueblo comió, y se inclinó a sus dioses. 3 Así acudió el pueblo a Baal-peor; y el furor de YHVH se encendió contra Israel”.

(Bamidbar/Números 25:1-3 – RV60 adaptada).

Nesher menciona que ciertas prácticas sexuales aún vigentes en las que los participantes se orinan o defecan mutuamente antes del coito están relacionadas con esta adoración demoníaca (sean conscientes o no los practicantes).

Ahora bien, quisiera que pensemos en cómo esta adoración puede estar presente hoy en nosotros.

Meditaba en la relación excremento-boca. Muchas veces la gente dice vulgarmente: “tal persona no para de hablar mier*** de los demás”.

Es decir, relaciona el hablar malintencionadamente de otros con las heces.

También, pensemos en la expresión: “me estás cagando al hacer tal cosa” o “te estás cagando en todo el trabajo que venimos haciendo”, por dar un ejemplo.

En este caso, se vincula una acción egoísta, individualista o impulsiva que perjudica a otros con el acto de defecar.

No creo que estas frases sean casuales ya que las palabras tienen poder, como se revela en todas las Sagradas Escrituras y especialmente en el libro de Devarim (Palabras/Cosas).

Esto tiene sentido porque tanto la forma errada de usar el habla, así como los actos desconsiderados generan divisiones entre las personas, brechas. Es decir, Baal Peor.

Entonces, preguntémonos: ¿hasta qué punto el mal hablar no está relacionado a Baal Peor? ¿hasta qué punto cuando pasamos por alto la autoridad o el respeto hacia otros -consciente o inconscientemente- no estamos incurriendo en esta falsa adoración por más de que físicamente no lo hagamos?

Hay ocasiones en que actuamos con buena intención, planificamos cosas dentro de la asamblea para el Señor, pero tal vez lo hacemos desde la impulsividad e individualismo, sin consultar quizás al liderazgo o sin tener en cuenta el trabajo que ya venían haciendo otros hermanos. Eso también genera brechas.

Como vemos, no hace falta desnudarse públicamente para adorar incorrectamente, a veces todo es muy sutil, pero habla de cómo está nuestro interior.

Si “toda verdad es paralela”, como dice Nesher, así como ese culto idólatra atraía moscas por su hediondez, ¿será que mis actos bien intencionados, pero ejecutados desde la impulsividad e individualismo, así como mi lengua perversa estén atrayendo “moscas espirituales” a mi vida?

La verdadera adoración se reflejará en nuestra forma de hablar y de proceder, la falsa también:

No se dejen engañar: nadie puede burlarse de la justicia de Dios. Siempre se cosecha lo que se siembra. Los que viven solo para satisfacer los deseos de su propia naturaleza pecaminosa cosecharán, de esa naturaleza, destrucción y muerte; pero los que viven para agradar al Espíritu, del Espíritu, cosecharán vida eterna. 9 Así que no nos cansemos de hacer el bien. A su debido tiempo, cosecharemos numerosas bendiciones si no nos damos por vencidos”.

(Gál. 6: 7-9 |NTV)

Imploremos (Vaetjanán) a Abba que sea Su bendito Espíritu Santificador el que renueve nuestra mente y nos lleve a una adoración santa para Él tal como lo expresan las palabras del apóstol Pablo:

«Por lo tanto, hermanos, tomando en cuenta la misericordia de Dios, les ruego que cada uno de ustedes, en adoración espiritual,[a] ofrezca su cuerpo como sacrificio vivo, santo y agradable a Dios. No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente. Así podrán comprobar cuál es la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta

(Romanos 12:1-2).

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*Diácono en Ministerio Internacional Monte Santo CITA

1- LA INFORMACIÓN, “Una ofrenda de mierda para Baal el Peor, el dios escatológico”, en Opinión; publicado el 13.01.2010 a las 21:08h bajo el siguiente enlace: Una ofrenda de mierda para Baal el Peor, el dios escatológico (lainformacion.com)

¿Cómo vencer la inestabilidad emocional?

Por Moisés Franco

«Y hará YHVH con ellos como hizo con Sehón y con Og, reyes de los amorreos, y con su tierra, a quienes destruyó. Y los entregará YHVH delante de vosotros, y haréis con ellos conforme a todo lo que os he mandado. Esforzaos y cobrad ánimo; no temáis, ni tengáis miedo de ellos, porque YHVH tu Dios es el que va contigo; no te dejará, ni te desamparará.

(Devarim/Deuteronomio 31:4-6 | RV60 adaptada)

 

Mientras estudiaba y meditaba la parashá Vayelej, el Espíritu Santo me hacía ver diversos códigos de Luz en estas pocas líneas, los cuales iremos desglosando.  

¿Qué representan los citados reyes? ¿por qué la Torah los nombra por su nombre en lugar de referirse a ellos sólo como los “reyes amorreos”? 

Sehón o Sijón significa “tempestuoso” (Strong). Una tempestad es una “tormenta grande, especialmente marina, con vientos de extraordinaria fuerza” y también “conjunto de palabras ásperas o injuriosas”; además de “agitación de los ánimos”, según la RAE. 

Por lo cual podemos decir que este monarca está representando la inestabilidad emocional que hace que los deseos y decisiones de una persona vayan y vengan, como las agitadas olas del mar.  

“Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada. Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra. No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor. El hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos”.

(Santiago/Jacobo 1:5-8| RV60) 

El segundo rey es llamado Og, cuyo significado es “redondo” (Strong). Discierno que esto representa a los círculos viciosos, a la zona de confort que mantiene a la persona dando vueltas en lo mismo.  

Esto se relaciona con lo anterior dado que la duda genera inestabilidad y eso hace que no se mantengan firmes las decisiones ni las acciones para alcanzar lo propuesto. Entonces, se termina siempre en lo mismo. 

En definitiva, como queda manifiesto en el versículo sexto del citado capítulo de Devarim, los enemigos que debemos vencer sin piedad son el miedo paralizante (yaré) y el quebranto o desánimo (aráts).  

¿Cómo hacerlo? La respuesta está en el mismo pasaje: “esforzaos (jazak) y cobrad ánimo (amats)”.  

Llamativo es que el primer verbo es aplicado en la expresión que se usa al terminar el estudio de un libro de la Torah: “jazak, jazak, venitjazek” (“¡sé fuerte, sé fuerte, y nos fortaleceremos!”).  

Entiendo que esta interesante frase tiene que ver con la retroalimentación entre lo individual y lo colectivo. Es decir, porque el individuo se fortalece, toda su comunidad lo hace.  

Pero también, si los sabios judíos han tomado esta frase para alentar el estudio de la Instrucción, es porque evidentemente entienden que el “esfuerzo” del que nos habla Devarim para vencer a los enemigos tiene que ver con el estudio de la Torah.  

Ahora bien, nosotros entendemos que esto no sólo debe ser en un mero nivel intelectual, sino llevándola al corazón primeramente por medio de la apertura al obrar del Espíritu Santo, quien viene sólo por la fe en Yeshúa el Mesías.  (Gál. 3:2-5) 

Y hablando de Él, nuestro maestro nos da un ejemplo práctico de cómo se ejercita este combate a los “reyes amorreos” cuando en los evangelios se relata que en medio de una tempestad la barca donde viajaba con sus discípulos se hundía mientras él descansaba.  

Al avisarle sus aprendices: 

“Y levantándose, reprendió al viento, y dijo al mar: Calla, enmudece. Y cesó el viento, y se hizo grande bonanza. Y les dijo: ¿Por qué estáis así amedrentados? ¿Cómo no tenéis fe?

(Mr. 4:39-40 |RV60) 

Soy abierto a los aportes de distintas disciplinas como la psicología, la psicología social, el coaching a la vida de fe individual y eclesiástica. Pero también creo que debemos ser sabios al tomar esos aportes para no enredarnos en cosas que le encantan al ego, volviendo a las debilidades y adversidades dioses donde todas las conversaciones giran entorno a ellos.

Creo que hay momentos donde simplemente con la misma fe de Yeshúa debemos decir: “¡calla, enmudece!” a las voces interiores que quieren derribarnos (que en verdad no somos nosotros, sino la voz del adversario alimentando nuestro ego).

Se trata de hacer callar, confiar y actuar (porque el avance en algún momento implica acción).

Anhelo que el Espíritu del Señor te fortalezca para que al hacerlo todos nos fortalezcamos.

¡Shalom!

Moisés Franco

Como PEZ en la TIERRA

Por Moisés Franco

“… y que proliferen como peces en la tierra

(Bereshit 48:16 |Torat Emet)

Naturalmente tendemos a leer los textos de las Escrituras Sagradas sin detenernos mucho a reflexionar, sobre todo cuando se trata de bendiciones dado que –pienso yo- nuestra mente nos engaña suponiendo: “si es una bendición debe estar bien, no hace falta que me detenga mucho”.

Sin embargo, cuando nos abrimos a que el Espíritu Santo nos enseñe, aprendemos cosas maravillosas. Él me hizo detenerme en esta primera bendición que es soltada sobre Efraín y Manasés: ser prolíficos como peces en la tierra.

Pensemos con detenimiento: los peces son prolíficos en el agua, no en la tierra porque es allí donde lejos de multiplicarse, mueren.

¿Cuál es el sentido de esta extraña bendición? Lo que discierno es que es fácil y hasta esperable ser prolífico cuando todas las condiciones nos son favorables (como pez en el agua), pero lo sobrenatural es ser fructífero cuando todas las condiciones son adversas.

Un ejemplo de esto lo vemos en los primeros versículos del libro de Shemot (Éxodo): “Pero cuanto más los oprimían, tanto más se multiplicaban y crecían, de manera que los egipcios temían a los hijos de Israel” (1:12 |RV60).

Llevado a mi contexto, les comento a los que no me conocen que vivo en un país que amo, Argentina. Pero realmente sus condiciones de vida, sobre todo en lo económico, son muy adversas.

Para poner un ejemplo, Estados Unidos está preocupado porque termina el 2021 con una inflación interanual de 6,8%, la más alta en 40 años.

Argentina acumuló hasta octubre una inflación interanual de 52,11%, una de las más altas de nuestra historia.

La pregunta es: ¿debo desesperarme y caer en el desánimo? ¿debo quejarme de mi país y ver adónde puedo emigrar? O más bien, reconocer que nada es accidental y que si el Eterno me ha hecho nacer y habitar en esta tierra es para algo y que no debo irme de ella a menos que Él (y no la presión económica) me indique explícitamente que debo hacerlo.

Repito, es relativamente fácil progresar cuando las condiciones políticas, sociales y económicas son favorables. Pero si vivimos en un país donde no las hay, entonces es para que se manifieste con mayor fuerza y evidencia el poder sobrenatural de la bendición divina sobre Israel, la cual nos alcanza y envuelve al estar sumergidos en la bendición que engloba todas las bendiciones: Yeshúa haMashíaj (Efesios 1:3).

Por ende no tenemos excusa y no podemos ocultarnos en “es esperable que no me vaya bien porque todo está mal”, eso es para los impíos, y aclaro que ser prolífico no es sólo en lo económico (aunque es parte), sino en cada área de la vida y especialmente en “dar a luz” hijos espirituales.

El Espíritu del Señor nos desafía hoy a que dejemos de ver lo adverso de la situación económica y/o política y social sólo en su aspecto negativo, sino que lo veamos como una oportunidad para que se manifiesta el poder del Eterno, pero para eso debemos creer y actuar.

Un sabio una vez dijo: “¿cómo se podría manifestar el poder de la fe sin situaciones negativas que nos llamaran a activarla?” .

Por eso hermano, si estabas agobiado por las políticas de tu gobierno, de tu trabajo o demás, recuerda que gracias al Ungido tú puedes (y debes) ser prolífico como pez en la tierra.

«Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Yeshúa el Cristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo»
(Efesios 1:3ºRV 60 adaptada)

En servicio y amor, Moisès

El Dios de los Nuevos Comienzos

Por Moisés Franco

Al leer esta ascensión me llamó la atención que el Eterno al ordenarle a Nóaj y a los suyos salir del arca declara una orden que implícitamente oculta una bendición: “fructifiquen y multiplíquense sobre la tierra”. Y no lo hace una vez, sino tres en el mismo pasaje (8:17; 9:1;7).

Pero lo más llamativo es que los bendice con las mismas palabras que a la primera humanidad en el jardín del Edén (Bereshit 1:28). 

Así mismo, en el capítulo 8 también destaca el Señor la autoridad que el ser humano tiene por sobre toda la creación, algo que también le dijo a Adán. Es como si estuviera enfatizando que ha perdonado a la humanidad y quiere volver a empezar. 

El P.A. David Nesher ha enseñado que la creación y sus ciclos naturales están representados por el número 7 (días de la semana, años sabáticos, notas musicales básicas, orificios faciales; etc.) y por eso el número 8 representa dos cosas: por un lado, nuevos comienzos, ya que termina el ciclo y empieza otro; pero también, lo sobre natural (es decir, lo que está más allá de lo natural).

Ambos significados son complementarios dado que pienso que si hay algo sobrenatural es la capacidad de volver a empezar, de levantarse de la muerte ya sea física o espiritual, es la capacidad mesiánica por excelencia, como demostró Yeshúa el Mesías.

Tal vez por eso fueron ocho los integrantes del arca que refundaron la humanidad, para dar este mensaje.

Es que YHVH es el Dios de los nuevos comienzos, por eso siempre nos insta a levantarnos, a volver a empezar.

Por eso, desde antes de la creación del mundo, tal como ha explicado Nesher, uno de los diseños pre-existenciales es la teshuvah (capacidad de retornar). 

Con esto en mente uno de los más potentes discípulos de Yeshúa el Mesías nos dice lo siguiente: 

“De modo que, si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas. Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación; que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación.” (2 Corintios 5:17-19 |RV60)

Cualquiera que dice estar en el Mesías verdadero debe amar la reconciliación. Eso implica que, sin importar cuántas veces peque, se levanta. No como si nada hubiera pasado, sino con la humildad suficiente para depender cada vez más del Eterno y pecar cada vez menos. 

También representa la obligación de trabajar por estar en paz con todo vínculo (incluso uno mismo), según se nos indica en Romanos 8:18. 

Y en tercer lugar, pero no por ello menos importante, significa estar dispuestos a trabajar incansablemente con todos nuestros recursos internos y externos para que la humanidad se reconcilie con el propósito eterno de YHVH.  

Cabe aclarar que volver a empezar y reconciliar vínculos no significa ser testarudo y obstinado en una idea inviable o una relación que es insana. Tiene que ver con no quedarnos atascados en la muerte ontológica que dejan los fracasos y levantarse abiertos a dejarse guiar algo mejor que antes. 

Es un sano punto de equilibrio a mitad de camino entre la obstinación y la falta de perseverancia.  

Pero, si en alguno/s de los puntos antes mencionados estás fallando (si te cuesta muchísimo levantarte de tus fracasos y adversidades; si guardas rencores hacia ti mismo u otros; si no te interesa mucho proclamar la reconciliación de Cristo)…entonces amado hermano y consiervo, es momento de que retornes al corazón de Abba, que te des cuenta que te has alejado de su intención para tu vida y decidas volver a empezar.

Si estás leyendo esto es porque no es tarde, Él te está esperando, porque es el Dios de los nuevos comienzos. 

En amor y servicio Moisés

¿Eres Cuervo o Paloma?

Por Moisés Franco

“… y envió un cuervo, el cual salió, y estuvo yendo y volviendo hasta que las aguas se secaron sobre la tierra. Envió también de sí una paloma, para ver si las aguas se habían retirado de sobre la faz de la tierra” .

(Bereshit 8:7-8 |RV60)

Si hay algo que me ha quedado claro en estos años de estudio de la Torah es que nada es casual en ella. 

Por eso, me dispuse a que el Espíritu Santo me hablara sobre por qué se menciona específicamente a estas dos aves y no sólo dice “envió a un ave y después a otra”. Por eso, quisiera compartirles algunas reflexiones fruto de indagar brevemente sobre estos seres alados. 

El cuervo es considerado uno de los animales más inteligentes del mundo, con capacidad de autopercibirse, construir herramientas e incluso imitar la voz humana. Por lo que su capacidad cognitiva es comparada con la de un niño de ocho años. 

 Tal vez ese sea uno de los motivos por el cual Nóaj lo envía inicialmente para saber si ya había algún punto con tierra seca. 

Sin embargo, según Rashí, esto no sucedió sino: “el cuervo, en lugar de cumplir su misión, se quedó sobrevolando el arca hasta que se secaron las aguas porque sospechaba que Nóaj le quitaría su pareja”. 

Esa interpretación no es descabellada, ya que el cuervo vive toda su vida en pareja y es monógamo. 

Luego tenemos a la paloma, un ser que si bien tiene capacidades apreciadas por el hombre, como por ejemplo servir de mensajera, no tiene una inteligencia racional tan desarrollada como la del cuervo. 

Pese a eso, la paloma fue a cumplir su misión y al no encontrar donde apoyar sus patas retornó al arca (Bereshit 8:9). Nóaj la envió nuevamente una semana después y el ave retornó con una hoja de olivo en su pico. 

¡Imaginemos la alegría de esas ocho personas que, después de estar más de medio año a la deriva reciben la noticia de que ya hay tierra firme!. 

Como no es casual la participación de estas aves y no otras en el relato, tampoco lo es la hoja de olivo y no otra, ya que este tipo de árbol es un símbolo de Israel.

Por ende, ese acto era más que una buena noticia para ese momento, era una declaración para todas las generaciones: *sin importar que tan difíciles se pongan las cosas, el Eterno jamás abandonará a Israel*. 

Es que paloma en hebreo se dice “yoná” y tiene una gematría de 81, lo mismo que la expresión: “confiaré en YAH” (Bill Heidrick).

En conclusión: la inteligencia racional, como la del cuervo, es buena. Pero, si ponemos toda nuestra confianza en ella, nos será una trampa que alimentará nuestros miedos y evitará que cumplamos el propósito para el que nacimos. 

En cambio, si la sujetamos a la confianza en YAH con perseverancia, como simbolizaría la paloma, nos convertiremos en portadores de buenas noticias y nuestros pies (vida, andar) serán bendito: 

¡Cuán hermosos son sobre los montes los pies del que trae alegres nuevas, del que anuncia la paz, del que trae nuevas del bien, del que publica salvación, del que dice a Sion: Tu Dios reina!
(Is. 52:7 |RV60).

¡Labra,… pero sin emborracharte!

Por Moisés Franco

En esta ascensión vemos a Nóaj reiniciando su vida siendo uno de los ocho habitantes de todo el planeta. 

Esta porción de Bereshit menciona que plantó una viña “bebió del vino, se embriagó, y se desnudó en su tienda”. Esto da lugar a un confuso episodio donde Cam o Jam, su hijo, “ve su desnudez”. 

Sobre ese punto hay una discusión de eruditos sobre a qué se refiere esto, todos coincidiendo en que es algo mucho más allá de lo literal. Según el comentario de la versión Torat Emet hay opiniones que afirman que Cam “violó a su padre”, mientras que otras afirman que lo castró. 

En tanto, el P.A. Nesher ha compartido en su blog la explicación del teólogo Ariel Álvarez Valdés, quien sostiene el pecado del hijo de Nóaj habría sido acostarse con su propia madre, lo cual explicaría por qué el patriarca maldice a su nieto Canaán, quien sería fruto de esa relación incestuosa. 

Al margen de cuál haya sido el hecho en concreto, evidentemente era desagradable a YHVH en gran manera y esto demuestra que al poco de salir del diluvio universal la humanidad ya se había empezado a pervertir nuevamente. 

Volviendo a Nóaj, dice el versículo que el plantó una viña y tomó de su vino. ¿A caso esto estaba mal? ¿no debió haber plantado un viñedo? 

En mi humilde opinión, sí era justificable que él o sus hijos lo hiciesen, dado que el vino es distinto a cualquier otra bebida alcohólica. Es un fermento netamente ligado a lo espiritual, por eso es afectado por las lunas y por la luz, entre otras particularidades. 

Una buena parte de las grandes civilizaciones antiguas utilizaron el vino como elemento que conecta con el mundo espiritual, e Israel no es la excepción. Por eso se lo utiliza para hacer el kidush (la santificación), tanto en la apertura del shabat como en las bodas, por ejemplo.

Por eso, Yeshúa el Mesías lo instauró como un elemento que representa su sangre (y más precisamente los méritos de la misma, que son los que trajeron salvación al Pueblo) en el ritual más fuerte que tenemos sus discípulos: la mesa de comunión. 

Discierno que esta conexión tan fuerte la hallamos en los secretos de la palabra hebrea para esta bebida (“yayín”), cuya gematría es 70. Ese número es utilizado con frecuencia en las Sagradas Escrituras para simbolizar a las 70 naciones madre de toda la Tierra. 

Ahora bien, Israel es puesto como cabeza de las naciones no para oprimirlas sino para elevarlas, para acercarlas al Eterno. Por eso Israel entra a Egipto con un total de 70 varones, por eso los korbanot de los siete días de Sukot suman 70 (porque eran entregados por la paz de las naciones) y en los tiempos venideros las naciones subirán a Jerusalén a adorar a YHVH (Is. 66:23). 

Una muestra encriptada de esto lo vemos en Shemot 15:27 “ Llegaron a Elim, donde había doce fuentes de agua y setenta palmeras, y acamparon allí junto a las aguas”. 

Doce fuentes (doce tribus) que dan agua (Torah) que sustenta a setenta palmeras (setenta naciones). 

Entonces, ¿cuál fue el problema con la familia que salió del arca si la viña era voluntad divina? 

El problema no era labrar un viñedo, el problema es cuando le dedicamos (especialmente nosotros los varones) demasiado tiempo, energía y atención a ese “viñedo”. 

Nóaj evidentemente habría descuidado el pastoreo que implica supervisar el estado espiritual de sus hijos, quienes serían nada menos que los refundadores del mundo.

El P.A. Nesher explicó una vez que según sabios judíos el vino representa -entre otras cosas- el placer del mundo físico, que es bueno, pero que debemos tomar con mensura para no emborracharnos y hacer estupideces. 

Confieso muchas veces haberme “emborrachado” con mi trabajo, que es un medio para transformar el mundo físico, y haberme olvidado de cultivar a los hijos que el Señor me ha dado. 

Aquí vale la pena aclarar dos cosas: el viñedo también puede ser el trabajo eclesiástico, lo que ha llevado tristemente a muchos padres dedicados excesivamente al servicio de los santos y a los hijos de su familia alejados de la santidad; y la segunda, por hijos no nos referimos sólo a los naturales (aunque son los primeros), sino también a los espirituales, al entorno que el Señor nos da para elevar. 

 En contraposición, vivir “sólo para la familia” sin trabajar es inviable, ningún exceso es bueno y por eso la gente que dice “te amo demasiado” queriendo decir “mucho” está diciendo que ama desequilibradamente.

  En Marcos 2:23-28 Yeshúa combate los excesos de rigor provenientes de los fariseos al procurar guardar el shabat. 

Pienso que el Maestro nos invita a saber reposar en Él. A confiar de tal manera en Su voluntad que no andemos acelerados haciendo un montón de cosas buenas, sino la justas y en su justo equilibrio. 

De esa manera podremos ser personas que dominan todo y nada de lo creado nos dominará, sino que lo llevaremos todo a plenitud. 

“…el que es espiritual juzga todas las cosas; pero él no es juzgado por nadie
(1 Corintios 2:12| NBLA)

En amor y servicio, Moisés.


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Por Moisés Franco

Esta ascensión tiene un hilo conductor que atraviesa distintas temáticas: la valoración de la esencia humana. Es decir, el respeto por la imagen divina en el interior de cada ser humano, el cual tiene la vocación o llamado de llegar a ser semejante al Eterno (Bereshit 1:26).  

  Esto lo vemos desde el respeto por el cadáver de un condenado a muerte; pasando cuidado sobre la propiedad ajena,  el evitar que hombres y  mujeres usen ropa del sexo opuesto y apartar al ave de su nido antes de tomar a sus pichones o huevos.  

  Pero en este escrito quisiera ahondar sólo en el primer tema:  colgar en una horca el cadáver de alguien condenado a pena capital por sus acciones perversas. Allí el Señor mismo dice: “Pero su cadáver no pasará la noche en la horca, sino deberán enterrarlo ese mismo día. Pues una persona colgada es un insulto para Elohim, no debes contaminar la tierra que YHVH –tu Elohim- te entrega en posesión hereditaria”. (Dev. 21:23| Torat Emet adaptada) 

  Si bien ese individuo había sufrido la muerte por orden divina, Él no se alegra de ver a alguien hecho a Su imagen envilecido de esa manera. Esto nos enseña que, independientemente de lo malo que pueda haber hecho una persona, sigue siendo alguien con la imagen de YHVH en su interior y por ende tiene una dignidad a ser respetada más allá del castigo que merezcan sus acciones.  

  Este es un tema fácil de entender, pero difícil de vivir. Lo he notado en dos ámbitos donde me desenvuelvo: en el sistema carcelario y en las asambleas.  

  En el primero he escuchado de gente que dice: “esos son delincuentes, no merecen nada, deberían matarlos” y cuestionan el derecho al trabajo o cualquier acción que tienda a reconstruir a la persona que está en un penal. Lo cual contradice a la legislación argentina que explícitamente afirma que el sistema carcelario sólo debe privar de la libertad al tránsito, pero no quita derechos humanos. Esto va en sintonía de lo que enseña la Torah.  

  En cuanto al segundo ámbito, lo he notado al referirnos sobre las personas que han apostatado. Me pasó de escuchar recientemente a varios hermanos burlarse de los errores de pronunciación de una persona que dejó de congregarse con nosotros, pero mientras estaba con nosotros nadie se burlaba, sino que se lo amaba y apoyaba en sus debilidades.  

En el momento me di cuenta que estaba mal, pero y si bien traté de evitarlo, no hice mucho para exhortar. Al estudiar esta ascensión el hecho fue traído a mi memoria y me llevó a reflexionar.  

El que alguien peque apostatando, ¿da derecho a denigrarlo y a exponer sus falencias teniendo nosotros un aire de superioridad? ¿o será que, como al cadáver del condenado, hay que enterrarlo en el mismo día para que se cubra la vergüenza de Elohim?.  

  Además, en el caso anterior, ¿qué pasa si esa misma persona retorna al Camino y es reincorporado en nuestra asamblea? Los mismos que a sus espaldas se burlaron seguramente lo abrazarán como si nada hubieran hecho. ¿Esta es la dinámica que espera el Señor o, por el contrario, que condenemos el pecado y disciplinemos al pecador, pero teniendo en cuenta que ese pecador incluso sumido en la mugre sigue teniendo la imagen divina en su interior?  

“No te alegres cuando caiga tu enemigo, 
    ni se regocije tu corazón ante su desgracia, 
no sea que el Señor lo vea y no lo apruebe, 
    y aparte de él su enojo”.

(Proverbios 24:17-18 |NVI)

Esto también lo he observado en mí en algunas situaciones. Antes, cuando alguien pecaba lo miraba con una mirada juiciosa, como si tuviera una peste y yo debiera alejarme de ese ser para no contagiarme. Lo juzgaba desde mi supuesto pedestal de santidad.  

  El Eterno me hizo ver en un conteo del ómer que eso era incorrecto y en Su bendita gracia me ha permitido irlo cambiando, aunque lo sigo trabajando. Hoy, veo que cuando alguien peca, el resto de la asamblea debe estar a su lado para restaurarlo con humildad, no haciendo foco en su mal accionar sino en el potencial a desarrollar que está siendo obstaculizado por el pecado. 

Creo que esta fue la intención del Espíritu al inspirar desde la Torah al apóstol Pablo a decir:  

“Amados hermanos, si otro creyente está dominado por algún pecado, ustedes, que son espirituales, deberían ayudarlo a volver al camino recto con ternura y humildad. Y tengan mucho cuidado de no caer ustedes en la misma tentación. 2 Ayúdense a llevar los unos las cargas de los otros, y obedezcan de esa manera la ley de Cristo. 3 Si te crees demasiado importante para ayudar a alguien, solo te engañas a ti mismo. No eres tan importante. 4 Presta mucha atención a tu propio trabajo, porque entonces obtendrás la satisfacción de haber hecho bien tu labor y no tendrás que compararte con nadie. 5 Pues cada uno es responsable de su propia conducta”. 
(Gálatas 6:1-5 |NTV) 

Las Seis Características de un Alma Rebelde

Por Moisés Franco

Al estudiar la parashah Koraj vemos en la segunda ascensión que Moshé, en respuesta a la rebelión de Kóraj (o Coré), dice:

que cada uno tome su brasero y ponga allí su incienso, y que cada uno presente su brasero ante YHVH -250 braseros-. Tú y Aharón también presenten cada uno su brasero
(Bamidbar 16:17 – Torat Emet).

Esto da un total de 252 braseros.

Ese número según la gematría1 equivale a “rebelarse”; “hacerse rebelde”. Ante esto, cabe preguntarse qué implica ser un rebelde y cuáles son sus características a fin de identificar esta actitud demoníaca para combatirla dentro de la Asamblea (Israel).


Aclaración preliminar: como se verá más adelante, combatir la rebeldía no significa someterse a cualquier tipo de trato en nombre de una sumisión insana más cercana a la actitud de un robot que de un ser humano.


El verdadero amor siempre promueve el acuerdo, la unidad, a través del diálogo. Diálogo implica un camino de ida y vuelta donde escucho y soy escuchado, no donde impongo mis propias ideas de forma inflexible ni acepto todo sin ningún tipo de trabajo reflexivo.

El amor conduce a una construcción colaborativa siempre. Por ende, todo aquel que actúa desde el amor trabajará por la unidad que trae paz (Mt. 5:9), algo encriptado en el rezo de la Shemá (Dt. 6:4).

Todo aquello que no conduzca a lo anterior se enmarca en la rebeldía, que es lo que analizaremos a continuación al describir seis características de la persona rebelde.

 Se pone frío (Koraj) y deja de actuar desde el Amor perfecto.

El nombre Kóraj signficia “rasurado”, “depilado” y esto está relacionado a la frialdad. Una persona fría. La revista «Muy Interesante» escribe un breve artículo al respecto que me pareció muy apropiado para entender este concepto:

Por lo general, un «corazón frío» o una persona fría describe a alguien que no está disponible emocionalmente. Son personas que no te preguntan cómo estás, no muestran mucho interés con la persona con la que están. Ya sea que la relación sea romántica o platónica, una persona de corazón frío tiene muy poco interés en las demás personas. Si se llegan a interesar por tu estado es para descubrir información que les sea útil de alguna forma. Para ellos siempre falta algo. Simplemente no puedes conectarte con una persona que tiene un corazón frío. Cuando estás con ellos, es posible que siempre sientas que falta algo en la relación. No importa el tipo de relación que sea, siempre existirán dificultades para conectarse con ellos. Falta algo y es la conexión emocional2.

Se aparta en su alma de la congregación, hace de la diferencia un elemento separador en lugar de convertirlo en algo enriquecedor.

Koraj -hijo de Itzhar, hijo de Kehat, hijo de Leví- se apartó con Datán y Aviram- hijos de Eliav- y con On -hijo de Pélet- de la tribu de Reuvén”.
(Bamidmar 16:1 | Torat Emet)

Israel está compuesto de doce tribus, todas con características diferentes, pero interactuando armónicamente. Tal como el Espíritu Santo a través del apóstol Pablo dice en 1 de Corintios  12:4-30.

En todo grupo humano pueden surgir diferencias de pensamiento, pero éstas lejos de ser una amenaza para la organización deberían considerarse como una oportunidad para que, por medio de un diálogo constructivo, llegar a conclusiones provechosas para el crecimiento del grupo (esto se ve claramente en la relación matrimonial).

Sin embargo, el rebelde es una persona que utiliza la diferencia como un elemento separador, excluyente, y lejos de buscar el diálogo se cierra dentro de sí levantando un muro.

Busca cómplices en su cruzada contra una supuesta injusticia y los arrastra a hacer lashón hará.

  Posteriormente a levantar muros en lugar de puentes -y porque internamente sabe que “no es bueno que el hombre esté solo” (Bereshit/Génesis 2:18)-  el rebelde busca aliados en su modo de interpretar las diferencias.

Para construir esta adhesión, fortalece su perspectiva de la disputa maximizando y/o tergiversando los hechos o dichos del liderazgo a fin de generar la “necesidad” imperiosa de oposición. 

De esta manera, influencia a otros para que asimilen y reproduzcan su discurso, o bien, si este ya existía, lo azuza como quien aviva un pequeño fuego en un pastizal seco.

No hace introspección y reconocimiento de sus errores, o si lo hace es sólo como parte de un proceso argumentativo en el cual la culpa final del mal colectivo es del liderazgo al que se opone.

Esto se vincula a lo que comúnmente se le denomina en psicología como “proyección”. Según la psicóloga Valeria Sabater esto es “un mecanismo de defensa que utilizamos con frecuencia. Lo hace, por ejemplo, quien incapaz de enfrentar sus emociones, conflictos y estados anímicos internos convulsos, los vuelca sobre los demás en forma de críticas y dinámicas dañinas. Es pensar que el defecto lo tienen otros, pero nunca uno mismo (…) Al interpretar que son los demás quienes tienen el verdadero problema, logran distorsionar de tal modo su realidad que llegan a creerla. A creer su fantasía, su error, negando así sus verdaderas carencias”3.

En la porción Kóraj lo vemos claramente aquí:

Y envió Moisés a llamar a Datán y Abiram, hijos de Eliab; mas ellos respondieron: No iremos allá. ¿Es poco que nos hayas hecho venir de una tierra que destila leche y miel, para hacernos morir en el desierto, sino que también te enseñorees de nosotros imperiosamente? Ni tampoco nos has metido tú en tierra que fluya leche y miel, ni nos has dado heredades de tierras y viñas. ¿Sacarás los ojos de estos hombres? No subiremos”.
(Nm. 16:12-14 | RV60)

¿Moshé impidió que entraran a la tierra prometida? ¿no había sido la obstinación del pueblo de creer en el relato retorcido de los diez espías en lugar del de Kalev y Yeoushúa?

Se opone a la genuina reconciliación.

       El pasado pasaje podría englobarse en una sección un poco mayor que abarca desde el versículo 8 al 14 donde es notoria la intención reconciliadora que tiene Moshé para que con los rebeldes contrastando con la actitud beligerante de la otra parte.

En Efesios 4:3 se nos dice: “esfuércense por mantener la unidad del Espíritu mediante el vínculo de la paz”. El verbo griego allí utilizado es “spoudázo” que significa “procurar con diligencia”, “ser solícito”.

Es decir, que la persona que en verdad está en la actitud de amor correcta busca activa y velozmente saldar los roces o malos entendidos para guardar la “unidad del Espíritu en el vínculo de la paz”. En cambio, el rebelde no está interesado en esto sino sólo en tener la razón e imponerla por sobre su aparente oponente.

Su vida y su casa son destruidos

Este es el triste resultado final de la vida rebelde y es el que más niega quien se rebela dado que está convencido de su causa, pero los resultados terminan siendo innegables para sí mismo.

El final de Koraj, Datán, Avirám y su séquito de 250 levitas fue el exterminio no por mano humana sino divina. Ejemplos como estos se hallan a lo largo de los 66 libros de las Sagradas Escrituras.

Por eso, el Espíritu a través del apóstol Pablo dice:


“…el que resiste a la autoridad, a lo ordenado por Dios se ha opuesto; y los que se han opuesto, sobre sí recibirán condenación
(Romanos 13:2 |LBLA).

Porque los rectos habitarán la tierra,Y los perfectos permanecerán en ella, mas los impíos serán cortados de la tierra, y los prevaricadores serán de ella desarraigados
(Pr. 2:21-22 |RV60).

El término “prevaricadores” viene del hebreo “bagad” que según el diccionario Strong también puede entenderse como “rebelde”.

Estimado y amado lector si has llegado a este punto de la lectura y has descubierto que efectivamente estás en una actitud rebelde. Humillate ante el Eterno, retorná al diseño de unidad y amor al que te ha llamado.

Esto no implica que, si efectivamente eres víctima de una injusticia, debas soportarlo pasivamente de forma indefinida.

Dialoga abiertamente con la persona con quien tienes el conflicto, pero siempre con la disposición a reconciliar, a ponerse de acuerdo en el Señor, y el Espíritu Santo irá guiando las cosas en el curso que deban tomar, pero siempre en la verdadera paz (Shalom).

Todo esto proviene de Dios, quien por medio de Cristo nos reconcilió consigo mismo y nos dio el ministerio de la reconciliación: esto es, que en Cristo, Dios estaba reconciliando al mundo consigo mismo, no tomándole en cuenta sus pecados y encargándonos a nosotros el mensaje de la reconciliación”.
(2 Cor. 2:18-19 |NVI)

FUENTES
  1. HEIDRICK BILL, 252, en “Gematría hebrea”, Trabajos, publicado en www.billheidrick.com y tomado el 07/06/2021 a las 10:30 hs. (ARG) del siguiente enlace: http://www.billheidrick.com/works/hgm2/hg0250.htm#252
  2. MUY INTERESANTE, “¿Eres una persona fría?”, en Salud, tomado del siguiente enlace el 07/06/2021 a las 12:00 hs (ARG). https://www.muyinteresante.es/salud/test/eres-una-persona-fria-661586866967
  3. SABATER VALERIA, “Cargo sobre ti mi culpa (proyección psicológica)”, en Neurociencias, Procesos psicológicos básicos, publicado el 07 de octubre de 2018 en www.lamenteesmaravillosa.com. Tomado el 07/06/2021 a las 12:40 hs (ARG) del siguiente enlace: https://lamenteesmaravillosa.com/cargo-sobre-ti-mi-culpa-proyeccion-psicologica/

Abraham ¿Fue un Corrupto?

Por Moisés Franco

«Hubo entonces hambre en la tierra, y descendió Abram a Egipto para morar allá; porque era grande el hambre en la tierra. 

«Y aconteció que cuando estaba para entrar en Egipto, dijo a Sarai su mujer: He aquí, ahora conozco que eres mujer de hermoso aspecto; y cuando te vean los egipcios, dirán: Su mujer es; y me matarán a mí, y a ti te reservarán la vida. Ahora, pues, di que eres mi hermana, para que me vaya bien por causa tuya, y viva mi alma por causa de ti.

(Génesis 12: 10 -13)

Si vemos el relato de Bereshit 12, donde el patriarca le dice a su esposa Sara (en ese momento Sarai) que se haga pasar por su hermana. Esto, dado que la matriarca era una “mujer muy hermosa” y que a causa de ello lo matarían en Egipto; en cambio, si decía que eran hermanos a él le iría bien.

Si lo leemos en los términos literales y lineales propios de una mentalidad grecorromana occidental del siglo XXI, se podría pensar que Abram (antes de que el Eterno le cambiara el nombre), actuó como un inescrupuloso utilitarista que no tuvo reparos en entregar a su propia esposa a cambio de seguridad y bienes materiales.

Sin embargo, la versión Torat Emet (traducida: verdad absoluta) explica que el patriarca no miró con ojos meramente naturales, sino que proféticamente vio lo que ocurriría con sus descendientes. Ellos serían esclavos en Mitzrayim pero saldrían repletos de las riquezas.

Abram confió en que YHVH proveería salvación para su casa, que le daría de alguna u otra manera escapatoria para salir airoso de la tierra de la “estrechez”; y así fue. El Eterno castigó con una plaga al faraón y éste no pudo acostarse con Sarai, percibiendo que esto era un juicio divino por querer tomar a la esposa del patriarca, expulsó al matrimonio de su reino repleto de ganado y esclavos.

¿Por qué sería tan importante sentar ese precedente profético como para arriesgar la integridad de su esposa y el cumplimiento mismo de la promesa celestial de descendencia?.

Si analizamos la historia relatada en Shemot (Éxodo), el oro y demás tesoros dados por los egipcios a Israel al momento de su salida de la esclavitud fue utilizado para la construcción del mishkan.

Ese tabernáculo fue un centro espiritual que permitió el inicio del cumplimiento del Proyecto mesiánico Emanuel, es decir, Dios habitando en medio de su pueblo. Esto, permitiría la progresión de los tiempos del Eterno hasta la plena manifestación física de la promesa mesiánica: Yeshúa el Mesías, por medio de quien llegó la posibilidad de salvación para toda la humanidad (Jn.3:16-17).

Sarai, por su parte, fue llamada “hermosa”. Esta palabra es en hebreo “yafé”, cuyo valor gemátrico es 95. Según Bill Heindrick, una de las frases que tienen ese mismo valor es “Dios es juez”. Según la Torat Emet, la mujer le dijo al ángel (de YHVH) que castigara al faraón y éste lo hizo con una enfermad epidérmica que le impidió cohabitar con ella.

Por ende, esta mujer no era tan sólo la esposa de un hombre de fe, sino alguien con una fuerte conexión espiritual con los Cielos que supo confiar en la justicia de su Dios y reclamarla a su favor.

En conclusión: lejos de ser un acto de cobardía machista, los hechos relatados en este pasaje demuestran la importancia de tener una cosmovisión y fe hebrea (del otro lado) al leer las Sagradas Escrituras. No fue un acto de incredulidad el de Abram, sino por el contrario, una declaración profética de hechos futuros que serían de bendición para todos los seres humanos, tal como el Eterno se lo prometió en Bereshit 12:3:

Bendeciré a los que te bendigan
    y maldeciré a los que te maldigan;
¡por medio de ti serán bendecidas
    todas las familias de la tierra!


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