Jesús

¿Sabías que Yeshúa está presente en la Oración de Rosh HaShaná del judaísmo?

Publicado por Ben Burton el 3 de octubre de 2014


En el Majzor (conocido como el «Libro de Oraciones» de Rosh HaShaná) aparece un nombre curioso. En el momento culminante del servicio, en la sección del TASHRAT (acrónimo de Tekiah, Shevarim, Teruah, es decir, diferentes tipos de toques del shofar), suena el shofar durante el servicio de Rosh HaShaná. Hay una oración conocida como yehi raztonque sea tu voluntad«) entre los toques del shofar, que dice:

Yehi razton milefancha shet’kiat tashrat sh’anachnu tokim t’hei m’rukemet hai’reeah al yadei hammunah Tartiel k’shem sheqibalta al yad Eliyahu Z”L, viY’shua Sar HaPanim v’Sar MemTet. V’timeleh aleinu b’rachamim. Baruj atá HaShem, baal rajamim”.

Traducida al español dice:

Que sea tu voluntad (ante ti) que el sonido del TASRHAT que soplamos sea tejido en la cortina por la mano del ministro Tartiel, como el nombre que fue recibido por la mano de Eliyahu (su memoria sea bendita por siempre), y Yeshúa el Príncipe del Rostro, y el Príncipe Metatrón ; Y que estés lleno de misericordia para con nosotros. Bendito seas, Maestro de las misericordias”.

Surge pues una pregunta: ¿Quién es “Yeshúa, el Príncipe del Rostro”? 

El blog judío ortodoxo Emes v’Emunah escribe:

No existe ningún ángel, Yeshúa. Yeshúa es Jesús”. ¿Por qué aparece el nombre de Yeshúa en este punto del servicio de Rosh HaShaná? Este nombre también aparece en varios majzors (conjunto de libros litúrgicos de la religión judía), con pequeñas variaciones de esta oración yehi ratzon. Entonces, Emes Ve-Emunah señala lo siguiente:

La versión más antigua que encontré es el Majzor Kol Bo estándar (Hebrew Publishing Co.) que usaban nuestros padres y abuelos (junto con el Beis Yisroel Yiddish Teitch, que probablemente data de la década de 1920 o antes). También está en el Kol Bo Rav Pnimim (Zigelheim 1951), el Oahr Judush (1978), el Majzor Rabbah (Eshkol), la traducción al inglés de Adler (alrededor de la década de 1930). Y está en el Artscroll, en la versión Ashkenaz está en la página 436 que tiene la traducción al hebreo (Yud Shin Vav Ayin) y al inglés: ¡Yeshúa!

Emes Ve-Emunah: Jesús en el Majzor de Rosh HaShaná

En Soloveitchik Machzor de K’hal Publishing, traducen ‘Yeshúa’ al inglés, pero explican de manera interesante que la referencia a ‘Yeshúa’ se refiere a Yeshúa ben Yotzadak, el Kohen Gadol (Sumo Sacerdote) del Tanaj (Zacarías 3, 6).

“… el sonido sea bordado en la cortina [celestial] por el ángel designado [ טרטיא”ל ], así como aceptaste las oraciones por medio de Elías, de quien es recordado para siempre; Yeshua (el Kohen Gadol), ministro de la Cámara Interior; y el ángel ministrador [ מט”ט ]; y que seas lleno de misericordia sobre nosotros. Bendito eres Tú, Maestro de las Misericordias”.

Rosh HaShaná Majzor, rabino Joseph B. Soloveitchik,
K’hal Publishing, pág. 449

A continuación se muestra una fotografía del Majzor de Rosh HaShaná y Yom Kipur de la Hebrew Publishing Company proporcionada por Phil Goble de Artists for Israel .

¡Por el mérito de Yeshua el Mesías, que todos seamos inscritos en el Libro de la Vida!


Para más lecturas

  1. Blog judío ortodoxo, Emes Ve-Emunah, sobre ‘Jesús en el Majzor’
  2. YashaNet sobre Yeshua en el Majzor
  3. Proyecto Rosh Piná sobre Metatrón, Príncipe de la Cara
  4. Artistas para Israel, Compañía Editorial Hebrea Escaneo del Majzor

Más allá del Tiempo y el Espacio

Publicado por Ben Burton el 15 de septiembre de 2017

Parashat Nitzavim (Deuteronomio 29:9–30:20) y Parashat Vayelej (Deuteronomio 31:1–30) generalmente se leen juntas, y siempre en la época del año en la que el arrepentimiento está en primer plano, debido a la proximidad de los Grandes Días Santos, Yom Teruah y Yom Kipur . El Baal Shem Tov comenta:

Hoy estáis todos firmes delante de Yahvéh vuestro Dios” (29:9) “Este díaes una referencia a Yom Teruah, el día en el que todos compareceremos ante Dios (la lectura de la Torah de Nitzavim siempre se lee en Shabat antes de Yom Teruah)”.

Rabino Israel Baal Shem Tov, citado en Chabad.org [1]

Según el Talmud, el arrepentimiento es una de las siete cosas creadas antes del universo:

Seguramente fue enseñado: Siete cosas fueron creadas antes de que el mundo fuera creado, y estas son: La Torá , teshuváh (el arrepentimiento), el Jardín del Edén , la Gehena, el Trono de Gloria, el Templo y el nombre del Mesías”.

Pesajim 54a, Edición de prensa de Soncino

El Midrash Tehillim (Salmos) dice:

Esto será escrito para la generación venidera; y un pueblo que será creado alabará al Señor”. (Sal. 102:19)…Estas palabras se refieren a aquellas generaciones que son culpables a causa de sus malas obras, pero que vienen y se arrepienten y oran delante de ti en el día de Año Nuevo y en el Día de la Expiación, y con ello borran sus obras, para que el Santo, bendito sea, cree entonces de nuevo, por así decirlo”.

Midrash Tehilim sobre el Salmo 102, traducido por el rabino William Braude, Yale University Press, volumen 2, página 155

El Eterno siempre nos ofrece la oportunidad de ser creados de nuevo, de convertirnos en una beriah jadasha, una Nueva Creación o Nueva criatura. ¿Cómo se logra esto?

Hakhel

En nuestra porción de la Torá, hay un mandamiento de reunir a Israel al final de cada siete años, durante Sucot, para escuchar la lectura de la Torah:

Al final de cada siete años, en el tiempo establecido del año de Shemitta , en la fiesta de Sucot, cuando todo Israel haya venido a presentarse ante Yahvéh tu Dios en el lugar que él elija, leerás esta ley ante todo Israel delante de ellos. Reúne al pueblo, a los hombres y a las mujeres y a los pequeños, y a tu extranjero que está dentro de tus ciudades, para que escuchen y aprendan, y teman a Yahvéh tu Dios, y guarden en cumplir todas las palabras de esta ley …”
Deuteronomio 31:10-13

Al Aderet , R’ Eliyahu David Rabinowitz-Teomim (1843-1905 d.C.), se le atribuye la idea de revivir la observancia del Hakhel en los tiempos modernos. Durante Sucot en 1945, se realizó la primera ceremonia oficial de celebración del Hakhel. Reunir y unir a Israel es un milagro en sí mismo, e incluso hay una bendición especial por ver una “multitud” de 600.000 judíos juntos. El Talmud dice,

Nuestros rabinos enseñaron: Si uno ve una multitud de israelitas, dice: ‘Bendito el que discierne los secretos, porque la mente de cada uno es diferente de la del otro, así como el rostro de cada uno es diferente del del otro.”

Berajot 58a, Edición de prensa de Soncino

¿Por qué el número 600.000? 

Siempre que se contaba a Israel en la Torah, eran 600.000 (Números 1:46, 26:51). Rabí Ari Kahn dice:

El Zohar lleva este paralelo numérico aún más lejos, afirmando que hay 600.000 letras en la Torah que deben ser paralelas a las 600.000 almas. (Ver Zohar Hadash Shir HaShirim 74d.)… Cada uno de Israel tiene para su alma una letra de las 600.000 letras de la Torah… De hecho, Israel es un acrónimo de y esh s hishim r ibo o tiyot l atorah , “hay 600.000 letras de la Torá”. (Migaleh Amukot, artículo 186)”.

R’ Ari Kahn, M’oray HaAish: Bamidbar, La Nación de Israel, Aish.com [2]

Como el número de almas en Israel, hay 600.000 letras en la Torá. El marroquí Mekubal R’ Yaakov Abuchatzeira (1807-1880 EC) comenta de manera similar que el nombre “Israel” es un notarikon (acróstico),

ישראלֹ

La palabra “Israel” puede leerse como un acrónimo de “ Y esh Shishim R ibo O tiot L atorah”, que significa: “ Hay seiscientas mil letras en la Torá

[600.000 almas, 600.000 letras, Rabeinu Yaakov Abuchatzeira, Petuchei Jotem, parashat Ki Tisa, antologado en Peninei Avir Ya’akov, p. 213; Traducido por M. Steinberger y E. Linas, Chabad.org] [3]

La tradición de que la Torah contiene 600.000 letras se repite en múltiples fuentes, sin embargo, si se cuentan las letras el número será 304.805. Los Rollos de la Torah no pueden tener una letra más ni una letra menos. Entonces, ¿cómo se puede resolver esta contradicción? 

ElJabad.org explica:

Hay más de 304.805 letras en la Torah, pero como usted notó, a menudo escuchamos acerca de las 600.000 letras en la Torá… [Una] vista explica que el recuento de 304.805 letras incluye solo aquellas que vemos, tinta negra contra pergamino blanco. Pero también están las letras en blanco sobre negro. La versión celestial, no física, de la Torah se describe como fuego negro sobre fuego blanco, y tanto el blanco como el negro son igualmente significativos. Las negras son las letras que vemos, mientras que las blancas, el espacio inverso entre las negras, son las letras que no vemos. La cuenta de 600.000 incluye tanto las letras blancas como las negras”.

¿Dónde están 600.000 letras de la Torá?, Malkie Janowski, Chabad.org [4]

Hay 304.805 letras negras en la Torah y 295.195 letras blancas en la Torah. Las letras blancas se esconden entre las letras negras. Cada letra equivale a un alma. Curiosamente, el Talmud dice:

אין בן דוד בא עד שיכלו כל נשמות שבגוף

El hijo de David no vendrá hasta que todas las almas del cuerpo estén completas”.

Yevamot 63b, Edición de prensa de Soncino

R’ Ari Kahn ilustra una visión increíble:

Ahora podemos concluir que hay 600.000 almas, aunque haya más de 600.000 personas: más de una persona puede compartir la misma “raíz del alma”. . . .Cada vez que se cuenta a la gente, el resultado es 600.000, más o menos; de hecho, el número 600.000 se ha convertido en un término descriptivo para la totalidad del pueblo judío. A nivel místico, el número 600.000 se identifica con el número de almas que componen la Nación de Israel. El Talmud enseña que la llegada del Mesías ocurrirá cuando todas estas almas estén “completas”.

R’ Ari Kahn, M’oray HaAish: Bamidbar, La Nación de Israel, Aish.com [5]

Nuestra porción de la Torá dice que Moshé completó la escritura de las letras de la Torá:

וַיְהִי כְּכַלֹּות מֹשֶׁה לִכְתֹּב אֶת־דִּבְרֵי הַתֹּורָה־הַזֹּ את עַל־סֵפֶר עַד תֻּמָּם
“Sucedió que cuando Moisés terminó de escribir las palabras de esta ley en un libro, hasta que se terminaron”.
(Deuteronomio 31:24)

R’ Ari Kahn hace una idea impactante:

Es fascinante observar que en 1948 había aproximadamente 600.000 judíos en el país, y no fue hasta cerca de 1967 que había 600.000 varones en edad de luchar. De acuerdo con una enseñanza en el Zohar de que Jerusalén sólo estará unida cuando haya 600.000 hombres en la tierra”.

R’ Ari Kahn, M’oray HaAish: Bamidbar,

La Nación de Israel, Aish.com [6]

Israel es como un Árbol de las Almas formado por 600.000 ramas. Como hay más de 600.000 judíos en el mundo, esto significa que algunos comparten una “raíz del alma” o que algunas almas están en la misma rama. Los no judíos que están conectados con Israel, son “injertados” en este árbol, compartiendo el alimento de la Vida del Universo. Si las almas de Israel forman las “ramas”, ¿quién es la Raíz?

Yejidá

Rashi comenta sobre Éxodo 19 y dice:

למשה ולישראל: שקול משה כנגד כל ישראל

Para Moisés y para Israel: Moisés era igual a todo Israel”.

Rashi citando la Mejilta, citado en Chabad.org [7]

Él está citando la Mekhilta de-Rabbi Ismael que dice:

 שקל משה כישראל וישראל כמשה, שקל רב כתלמיד ותלמיד כרב

Moisés se equipara con Israel, e Israel con Moisés; el maestro, con el discípulo, y el discípulo con el maestro. “que YHVH había sacado a Israel de Egipto”: Por la presente se nos informa que el éxodo de Egipto va por encima y en contra de todos los milagros y actos de poder que el Santo, Bendito sea, obró por Israel”.

Mekhilta de-Rabino Ismael 18:1, Sefaria.org [7]

Moshé Rabeinu, y por extensión Mashíaj, es la yejidá, el alma universal y que todo lo abarca, de Israel. Si bien está más allá del alcance de este artículo, existen cinco niveles del alma:

Nefesh > Jaya > Neshamá > Ruaj > Yejida

El nivel más alto es la Yejida. Daily Zohar comenta sobre Isaías 52:

«El alma de esta ‘nueva vida’ proviene del nivel más alto de Keter«.

“הִנֵּה יַשְׂכִּיל, עַבְדִּי; יָרוּם וְנִשָּׂא וְגָבַהּ, מְאֹד”

He aquí, Mi siervo prosperará, será exaltado y exaltado, y será muy alto” “Sólo cuando los cuatro lados conectados en unidad el alma del Mashíaj podría ser ‘liberada’ en Maljut. Los cinco niveles del alma: Nefesh, Ruach, Neshamah, Chaya y Yejida. El primer nivel de Nefesh existe en todos los seres vivientes. Ruaj y Neshamá pueden ser alcanzados por personas justas. El nivel de Chaya fue dado a Moisés y a otras almas de alto nivel en el nivel espiritual. Sólo un alma puede tener el nivel de Yejida y es el Mashíaj al que se le llama ‘Rey’. Su nivel de alma es uno con la luz infinita en el nivel de Keter”.

DailyZohar.com #1325 [8]

 Basta decir que el nivel del Mashíaj es extremadamente exaltado. Rebeco Yitzhak Ginsburgh dice:

Las dos palabras que forman el nombre Adam Kadmon aluden a su naturaleza paradójica del ser, por un lado un ser creado –Adán– y por otro lado una manifestación de la Divinidad primordial –Kadmon. Por esta razón, a menudo se considera que Adam Kadmon representa el alma arquetípica del Mashíaj, la yejidá general de todas las almas de Israel, la “corona” suprema de toda la Creación de Dios, el “intermedio” Divino que revela el Infinito primordial a lo finito creado. realidad

Rebeco Itzjak Ginsburgh, Adam Kadmon, Hombre Primordial, Inner.org

Cuando Adam HaRishon (el Primer Hombre) pecó, todas las almas quedaron atadas a la suya como una colcha de retazos. Adán tenía el nivel de yejidá, que contenía todas las almas dentro de sí mismo. Cuando pecó, todas las almas quedaron manchadas por el consejo de la serpiente. Asimismo, el Alma del Mashíaj es un alma que lo abarca todo. Cuando uno hace teshuvá, arrepentimiento, su alma es tomada del Alma de Adam HaRishon y entretejida en el Alma de Adam Ilaya (el Adán Celestial) también llamado Adam Kadmom (Adán Primordial). El apóstol Pablo habla de este concepto en su primera epístola a los Corintios:

El primer hombre ( אדם הראשון ), Adán, se convirtió en alma viviente.’ El último Adán ( אדם האחרון ) se convirtió en espíritu vivificante… El primer hombre es de la tierra, hecho de polvo. El segundo hombre es el Señor del cielo”.

1 Corintios 15:45-47

El Baal Shem Tov, R’ Israel ben Eliezer (1698 – 1760 d. C.) comenta:

Cada judío debe perfeccionar y preparar la parte del Mesías (Komat HaMashiach) que se relaciona con su propia alma. Como es sabido, la palabra “Adán” es un acrónimo de “Adán, David, Mesías”. El tamaño de Adán abarcaba desde un extremo de la tierra hasta el otro, e incluía en ella todas las almas de Israel (Chagiga 12a). Sin embargo, después del pecado su estatura disminuyó. Asimismo, el alma del Mesías estará compuesta por las 600.000 almas de Israel, como lo era antes del pecado de Adán. Por lo tanto, cada judío debe preparar aquella porción del Mesías que le corresponde, hasta que toda la estructura esté fijada y establecida. Entonces habrá Unificación universal, sin fin. ¡Que sea pronto en nuestros días!


Baal Shem Tov, Me’or Einayim,

Pinjás, Ki Savo, Levítico, Números, Deuteronomio, traducido por R’ Eliezer Shore,

BST Publishing, pág. 164-165

El comentario dice:

Comentario: Komat HaMashiaj – literalmente, la “estructura del Mesías”. El alma del Mesías, como la de Adán, incorpora todas las almas del pueblo judío, desde los antepasados ​​hasta la última generación. Cada judío tiene su lugar en el alma del Mesías. Trabajando para refinar la propia alma, se construye el alma colectiva del Mesías y la redención se acerca”.

El Nuevo Testamento explica el mismo concepto:

A algunos les dio para que fueran emisarios; y algunos, profetas; y algunos, evangelistas; y algunos, pastores y maestros; para el perfeccionamiento de los santos, para la obra de servicio, para la edificación del cuerpo del Mesías; hasta que todos alcancemos la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un hombre adulto (ha’adam hashalem), a la medida de la estatura de la plenitud del Mesías (shiur komat m’lo HaMashíaj); para que ya no seamos niños, sacudidos de un lado a otro y llevados de un lado a otro de todo viento de doctrina, por engaño de los hombres, con astucia, tras las artimañas del error; pero hablando verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, el Mesías; de quien todo el cuerpo, unido y unido por lo que cada coyuntura suministra, según la medida de cada miembro
(Efesios 4:11-16)

Teshuvá del Tzadik

Los Evangelios registran el siguiente relato:

“Entonces Yeshua vino de Galilea al Jordán, a Yojanán, para ser sumergido por él. Pero Yojanán se lo habría impedido, diciendo:
“Necesito ser sumergido por ti, ¿y tú vienes a mí? 
Pero Yeshúa, respondiendo, le dijo:
Déjalo ahora, porque este es el camino adecuado para que cumplamos toda justicia”. 
Luego se lo permitió”.

(Mateo 3:13-15)

Yojanán el Inmersor está confundido porque está ofreciendo la inmersión de teshuváh (arrepentimiento). ¿De qué necesita arrepentirse el Mesías? ¡Él no tiene pecado! Para descubrir el secreto, debemos acudir a los Sabios. El Talmud dice sobre el poder de la teshuváh (arrepentimiento):

«R’ Meir solía decir:
Grande es el arrepentimiento, porque por el bien de una sola persona que se arrepiente, el mundo entero es perdonado«.

Yoma 86b, Edición de prensa de Soncino

R’ Tzadok HaKohen de Lublin comenta:

Esto sucede porque el penitente despierta los pensamientos de teshuvá en los corazones de los demás. Pero no todos tienen la capacidad de ser esta única persona [cuyo arrepentimiento puede ocasionar el perdón para el mundo entero]. Tal persona aún no ha existido, porque esa única persona sólo será el Mesías, hijo de David. [Para realizar esta tarea] su alma debe comprender todas las demás almas…”

R’ Tzadok HaKohen de Lublin,

Zidkat HaZaddik, 159, citado en The Religion Thought of Hasidism, Normal Lamm, pág. 575

Él también dice:

Será el Mesías, a causa de su arrepentimiento, el mundo entero será perdonado”.

Pri Tzaddik, Shlach Lecha 12, La luz oculta, Dr. Tsvi Sadan, Vine of David, pág. 32

Rebe Najman dice:

El tzadik se arrepiente en nombre de Israel. Por lo tanto, cuanto más cerca estén las personas de él, más fácil les resultará arrepentirse y volver a Dios. Porque el tzadik se arrepiente por ellos”.

Likutey Etzot, Tzaddik, 105, traducido por R’ Avraham Greenbaum, Instituto de Investigación Breslov, pág. 251-252

R’ Dresner explica en su asombroso libro Zaddik, cómo el Justo se identifica con la gente y se conecta con ella.

La culpa del tzadik, por otra parte, puede ser una culpa de completa ficción. . . Es una culpa que en realidad no existe en absoluto. Pero hay ocasiones en las que el Tzadik debe ir más allá de lo que es justo y aceptar con amor la situación del pueblo como propia, aunque no sea culpa suya”.

R ‘Samuel Dresner, El Zaddik, La doctrina del Zaddik según los escritos del rabino Yaakov Yosef de Polnoy, Schocken Books, pág. 201

Rebe Najman dice de los verdaderos tzadikim:

Los verdaderos Tzadikim expían los pecados, como está escrito, “pero el hombre sabio traerá expiación”. 
(Proverbios 16:14)

Likutey Etzot, Tzaddik, 14, traducido por R’ Avraham Greenbaum,
Instituto de Investigación Breslov, pág. 227

Nacido de nuevo

En un pasaje famoso, aunque poco comprendido, de los Evangelios (Juan 3:1-10) leemos sobre la siguiente interacción entre Yeshúa de Nazaret y el famoso fariseo Nicodemo. Examinemos el texto,

Había entonces un hombre de los fariseos llamado Nicodemo, gobernante de los judíos”.

Nicodemo” traduce el hebreo Nakdimon . Muchos eruditos señalan que en el Talmud se le conoce como נקדימון בן גוריון Nakdimon ben Gurion. Taanit 19b-20a cuenta la historia de cómo adquirió el apodo de ‘Nakdimon’, a través de un milagro en el que el sol se detuvo para él (como lo hizo para Moshe y Yehoshúa ) y que su nombre original era Buni [9]. El texto dice,

Éste vino a él de noche y le dijo: Rabí, sabemos que tú eres un maestro venido de Dios, porque nadie puede hacer estas señales que tú haces, si Dios no está con él”.

Note cómo Nakdimon dice que SABEMOS que eres un maestro de Dios. Nosotros (los fariseos) sabemos esto. Yeshúa respondió:

En verdad, os digo que el que no nace de nuevo no puede ver el Reino de Dios”.
Nicodemo le dijo:

“¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede entrar por segunda vez en el vientre de su madre y nacer?
“Yeshua respondió:

De cierto os digo, que el que no nace de agua y de espíritu, no puede entrar en el Reino de Dios. Lo que nace de la carne, carne es. Lo que nace del Espíritu es espíritu. No os maravilléis de que os haya dicho: “Os es necesario nacer de nuevo… ¿Eres tú maestro de Israel y no entiendes estas cosas?

(Juan 3:1-10)

Basado en la respuesta de Yeshúa, esta debería ser una enseñanza bien conocida dentro del judaísmo. De hecho, el Talmud dice:

גר שנתגייר ־ כקטן שנולד דמי

“…el que se ha hecho prosélito es como un niño recién nacido”.

Yevamot 22a, Edición de prensa de Soncino

Se cuenta una historia jasídica sobre el rabino de Lublin:

Le preguntaron al rabino de Lublin: “¿Por qué en el Libro sagrado del Esplendor, la vuelta a Dios que corresponde a la emanación ‘comprensión’ se llama ‘Madre’?
 Explicó: “cuando un hombre confiesa y se arrepiente, cuando su corazón acepta el Entendimiento y se convierte a él, se vuelve como un niño recién nacido, y su propia vuelta a Dios es su madre”.

Cuentos de los jasidim, primeros maestros, Martin Buber, Schocken Books, pág. 314

Note que Yeshúa dice: “lo que es nacido de carne, carne es, lo que es nacido del Espíritu, espíritu es”. 

La que da a luz abajo es la madre. Basándonos en el concepto de “como es arriba, es abajo”, podemos comparar el Espíritu con la “madre”. Es importante señalar que esto no es literal, sólo que, como seres finitos, podemos relacionarnos con los Atributos del Eterno de maneras que podamos entender. Rebe Najman se hace eco de este concepto:

Ha-EiM (la madre) alude a Binah – que corresponde a IMma (madre) – y a las Sefirot Superiores”.

Torá de Rebe Najman: Números-Deuteronomio Volumen III, Instituto de Investigación Breslov, Ubicación 8313, edición Kindle

Si bien está más allá del alcance de este artículo, esta declaración vincula el Ruaj HaKodesh, el Espíritu Santo, con el Partzuf de la ‘Madre Superior‘ (hebreo: Imma Ila’ah ) de quien las almas nacen desde arriba, convirtiéndose en nuevas creaciones. Respecto al Partzuf de la ‘Madre/Hija Inferior’ (Imma HaTata’ah). Esto se menciona en el libro de Apocalipsis (12:1-6, 21:2). Hay un texto titulado Evangelio de los Hebreos en el que Yeshúa identifica al Espíritu como “su madre”:

Así también mi madre, el Espíritu Santo, me tomó de uno de mis cabellos y me llevó al gran monte Tabor”.

Orígenes citando el Evangelio de los Hebreos, Comentario a Juan 2:12

Si bien esta explicación es insuficiente, los sabios lo entenderán. En este punto, es importante centrarse en el concepto de convertirse en una nueva creación, un beriah jadasha, también traducido «nueva criatura» como dice la segunda carta a los Corintios:

De modo que si alguno está en el Mesías, nueva creación es ( בריה חדשה ). Las cosas viejas han pasado. He aquí que todas las cosas son hechas nuevas”.
(2  Corintios 5:17)

Más allá del tiempo.

Rabí Jaim Kramer describe la maravilla del Mashíaj así:

“…Atik incluye todo el tiempo y el espacio – pero lo trasciende todo. 
El alma del Mashíaj “reside” dentro de Atik, y es de este nivel de donde se extraerán todos sus poderes. Y, dado que él trasciende el tiempo y el espacio, Mashíaj puede trascender cada transgresión jamás cometida y rectificarla, porque dado que puede trascender todo lo que se haya hecho, puede llevar a cada persona a un estado anterior a haber pecado. . . Con el poder inherente a este nivel exaltado, Mashíaj podrá llevar al mundo a un estado de perfección”.

Mashíaj, Quién, Qué, Por qué, Cómo, Dónde, Cuándo, por Chaim Kramer, Instituto de Investigación Breslov, pág. 209

R ‘Noson escribe:

Hay personas cuyas almas están gravemente dañadas. Incluso cuando llegan al Tzadik todavía están hundidos en todos sus deseos corporales…
Podría parecer una tarea imposible elevar estas almas y renovarlas como un niño no nacido en el útero. Pero hay un Tzadik que ha alcanzado el más asombroso de los niveles y que tiene el poder de elevar incluso almas que están tan gravemente dañadas como éstas. Él puede renovarlos como un niño recién formado que crece en el útero”.

Likutey Etzot, Tzadik, 25, traducido por R’ Avraham Greenbaum,
Instituto de Investigación Breslov, pág. 230

Cuando falleció su amigo Michele Besso, Albert Einstein dijo:

«La gente como nosotros, que creemos en la física, sabemos que la distinción entre pasado, presente y futuro es sólo una ilusión obstinadamente persistente».

Rebe Najman escribió 100 años antes que Einstein:

En realidad, el tiempo no existe. El tiempo es sólo una ilusión… Nuestras nociones del tiempo son pura ilusión. Alguien que reflexione sobre esto detenidamente seguramente pondrá todas sus fuerzas en abandonar las vanidades de esta existencia limitada en el tiempo y pondrá toda su esperanza en aquello que está más allá del tiempo. Debes tener fe en Aquel que está más allá del tiempo. Entonces nada en este mundo podrá derribarte. Dondequiera que estés, siempre podrás recordar: “Hoy te he parido” (Sal. 2:7). Estas palabras se refieren al Mashíaj que está en un reino más allá del tiempo. Allí todo encuentra curación. El tiempo pasado se anula por completo.. . Sólo existe el hoy. Hoy naciste. ¡Literalmente! Todo lo que está mal en el mundo es parte de la “obra malvada que se hace bajo el sol” en el mundo limitado en el tiempo. . . ¿Qué remedio hay para todos los días y años? ¿Todo el tiempo que [uno] desperdicia en malas acciones? Su única esperanza está en el reino más allá del tiempo. De ahí proviene toda curación. Será como si hoy volviera a nacer. Mientras tengas fe –en Dios, en el Mundo Venidero y en el Mesías que está más allá del tiempo– tendrás esperanza eterna”.

Rebe Najman de Breslov, Meshivat Nefesh, Restaura mi alma,
Traducido por Avraham Greenbaum, Instituto de Investigación de Breslov, pág. 88-89


Referencias

  1. Rabino Israel Baal Shem Tov, citado en Chabad.org
  2. R’ Ari Kahn, M’oray HaAish: Bamidbar, La Nación de Israel , Aish.com
  3. 600.000 almas, 600.000 letras, Rabeinu Yaakov Abuchatzeira , Petuchei Jotem, parashat Ki Tisa, antologizado en Peninei Avir Ya’akov, p. 213; Traducido por M. Steinberger y E. Linas, Chabad.org
  4. ¿Dónde están las 600.000 letras de la Torá?, Malkie Janowski , Chabad.org
  5. R’ Ari Kahn, M’oray HaAish: Bamidbar, La Nación de Israel , Aish.com
  6. Rashi citando la Mejilta, citado en Chabad.org
  7. Mekhilta de Rabí Ismael 18:1 , Sefaria.org
  8. DailyZohar.com #1325
  9. Nakdimon ben Gurion se menciona en Taanit 19b-20a, Ketubot 65a-66b, Gittin 56a, Avodah Zarah 25a, Sifre hasta Deuteronomio 305, Mekhilta Bachodesh 1, Pirkei de-Rebbi Eliezer 2, Lamentaciones Rabbah 1:16, Kohelet Rabbah 7:11. , Avot de-Rabino Natan 6:3, y posiblemente Sanedrín 43a. Ver entradas en la Enciclopedia Judía , Encyclopedia Judaica

El Divorcio de José y María ¿Podría haber ocurrido?

Publicado por Ben Burton el 3 de octubre de 2014 en Arqueología

En el invierno del año 71 E.C. (Era Común) [1], después de la caída de Jerusalén y la destrucción del Segundo Templo, un hombre llamado Yosef ben Naqsan se divorció de su esposa, Miriam bat Yehonatan, por razones desconocidas. Según el documento de divorcio escrito en arameo, vivían en la fortaleza montañosa de Masada, bajo la ominosa sombra de Roma, poco antes de que la legión romana la sitiara. Este antiguo monumento [2] fue descubierto en Wadi Murabba’at en la década de 1950, poco después del descubrimiento de los Rollos del Mar Muerto.

Aproximadamente 77 años antes, otro José estaba a punto de entregarle a su esposa Miriam un documento de divorcio. José ben Jacob era un ish tzaddiq [3], un hombre justo, observante y atento a los mandamientos de la Torá, y cuyo corazón estaba lleno de compasión, pero ahora estaba quebrantado. No hace mucho, José pagó el מֹהַר, el precio de la novia [4], para su nueva esposa, rebosante de anticipación y anhelo de estar con su basherte [5], comenzó a preparar para ella una cámara nupcial. Aunque modesto, fue constructor [6], y cada detalle fue cuidado, motivado por la ilusión de esta nueva etapa de su vida. Sin embargo, ahora, mirarlo a la cara era una prueba incontrovertible de que su prometida le había sido infiel. Mientras la sangre subía a su rostro, lo invadieron oleadas de emociones que iban desde la ira hasta la tristeza, desde los celos hasta la vergüenza y el miedo por su amada futura esposa. Él podría arrastrarla ante el beit din [7] y exigirle castigo. Como dice la Torá,

“… si esto es cierto, que no se encontraron señales de virginidad en la joven, entonces sacarán a la joven a la puerta de la casa de su padre, y los hombres de su ciudad la apedrearán hasta matarla. , porque hizo necedad en Israel, prostituyéndose en casa de su padre. Así quitarás el mal de en medio de ti”.
 (Deuteronomio 22:20-21)

Sin embargo, Yosef no está seguro de las circunstancias que involucraron el embarazo. La explicación de Miriam de que su embarazo es de origen Divino es casi seguramente insostenible, pensó, tal vez por vergüenza en caso de que alguien la violara, en cuyo caso la Torah exoneraría a la mujer de culpa (Deuteronomio 22:25-27). Una antigua traducción interpretativa aramea, llamada Targum, sobre Deuteronomio agrega un pequeño detalle que no se encuentra en el hebreo original, arrojando luz sobre la decisión de José de divorciarse de ella:

“. . . Si un hombre encuentra una doncella (que está comprometida con un hombre) en el desierto, y la violenta y se acuesta con ella, sólo morirá el hombre que se acostó con ella, porque la joven no es culpable de muerte, sino su marido. puede alejarla de él mediante una carta de divorcio; porque como cuando un hombre acecha a su prójimo y le quita la vida, así es este asunto: la encontró sobre la faz del campo, la doncella desposada clamó pidiendo ayuda, pero no hubo quien la librara 

Targum Pseudo-Jonathan, traducido por JW Etheridge  [8]

Al igual que este Targum, las páginas de la literatura judía a menudo iluminan palabras oscuras dentro de las páginas del Nuevo Testamento, que es como un tapiz cuyos hilos se originan en las Escrituras hebreas y cuyas fibras brillan con los colores de la cultura judía del primer siglo. Esto presenta un desafío formidable para los lectores y aspirantes a intérpretes modernos, ya que no sólo se interpone un muro de dos mil años de antigüedad entre ellos y el texto del Nuevo Testamento, sino que también están alejados de la lengua, la cultura y la tierra de los primeros. siglo Israel. 

Así, el judío religioso que lee el Nuevo Testamento tiene una gran ventaja (Romanos 3:1-2) al sostener estas “palabras de vida eterna” [9], pero incluso él debe enfrentar sus propias barreras, superando los prejuicios hacia el Nazareno, y viendo que el Yeshúa del Nuevo Testamento no es el mismo Jesús en cuyo nombre su pueblo ha sido perseguido durante milenios. El problema radica en interpretar el Nuevo Testamento a través del lente de la historia reciente, en lugar de verlo a través de los ojos del judío del primer siglo. 

La literatura rabínica nos permite ponernos en la piel del antiguo israelita, desde la Mishnáhalajá [10] a la aggadah[11] de los Midrashim, estamos invitados a explorar el mundo en el que el verdadero Jesús vivió, caminó y enseñó. Este no es sólo el trasfondo del Nuevo Testamento, sino también el primer plano, como señala Charles R. Gianotti:

El valor de la Mishná para el estudiante de la Biblia radica en su expresión del pensamiento rabínico durante la época de Cristo y la iglesia primitiva, cuyo conocimiento ayuda a comprender las enseñanzas y los acontecimientos del Nuevo Testamento”. 

El Nuevo Testamento y la Mishná, índice de referencia cruzada, Charles R. Gianotti,
Wipf and Stock Publishers, pág. 10

Aunque la Mishná fue codificada por el rabino Judá HaNasi alrededor del año 200 d.C., muchas de las tradiciones orales allí registradas circularon por todo Israel y la diáspora durante la era del Segundo Templo. De las seis secciones principales de la Mishná, llamadas “órdenes”[12], la orden Nashim, o Mujeres, consta de siete tratados que tratan temas como los esponsales, los contratos matrimoniales, las esposas descarriadas y el divorcio.

Uno de los tratados titulado Sotah amplifica los procedimientos bíblicos relacionados con una mujer sospechosa de adulterio y el ritual proscrito aclarado en Números 5:12-31. 

Movido por un espíritu de celos, el hombre que sospecha que su esposa ha cometido adulterio la lleva al sacerdote para que la someta a «una prueba de ordalía», consistente en beber agua (Éxodo 32,20; Deuteronomio 9,21). Después del pecado del adulterio espiritual con el Becerro de Oro, Moisés hace que Israel pase por un castigo similar] que contiene la tinta de una maldición escrita y el polvo del piso del Tabernáculo. 

Según la ley judía, el hombre no está obligado a obligar a su esposa a someterse a la prueba, pero si decide someter a su esposa al juicio, la Mishná describe la ubicación precisa en el Templo donde se llevaría a cabo el proceso. Según Sotá 1:4,

[Ahora] si ella dice: “Soy inmunda”, da una renuncia por su contrato matrimonial [que no se le paga a ella], y sale [con una orden de divorcio]. Y si ella decía: “Estoy limpia”, la llevan hasta la puerta oriental, que está a la entrada de la puerta de Nicanor. Allí es donde obligan a las esposas acusadas a beber el agua amarga”.

 Mishná, Sotá 1:4,
La Mishná: una nueva traducción de Jacob Neusner,
Yale University Press, pág. 448

En el judaísmo, hay dos etapas del matrimonio: Erusin (esponsales) y Nisuin (matrimonio). En la antigüedad, había un intervalo de varios meses a un año entre las dos etapas. Según el Nuevo Testamento, José y Miriam habían pasado por la primera etapa del matrimonio y aún no habían completado la segunda, como señala Raymond E. Brown en su monumental comentario El nacimiento del Mesías:

Tanto Lucas (1:27, 2:5) como Mateo usan la voz media o pasiva del verbo mnēsteuein, “estar desposado, comprometido”, para describir la relación entre José y María; evitan los verbos más habituales para casarse, gamein y gamizein, así como el sustantivo relacionado gamos, «boda, matrimonio». Puede haber sido difícil para ellos en griego, como lo es para nosotros en inglés, encontrar la palabra exacta que cubra la etapa apropiada en el procedimiento matrimonial judío”. 

Raymond E. Brown, El nacimiento del Mesías, Doubleday, pág. 123

En hebreo moderno, la palabra erusin significa “compromiso”, sin embargo, en la antigüedad, y todavía hoy en los círculos religiosos judíos ortodoxos, el término tenía un significado diferente. Según la Enciclopedia Judía,

“…cuando se había celebrado el acuerdo, era definitivo y vinculante tanto para el novio como para la novia, quienes eran considerados marido y mujer en todos los aspectos jurídicos y religiosos, excepto el de la convivencia real. La raíz ארשׂ (“desposarse”), de la cual el resumen talmúdico אירסין(“esponsales”) se deriva, debe entenderse en este sentido; es decir, contraer un matrimonio real aunque incompleto. En dos de los pasajes en los que aparece, la mujer prometida es designada directamente como “esposa” (II Sam. iii. 14, “mi esposa con quien me he desposado” (“erasti”), y Deut. xxii. 24, donde el la desposada es designada como “la esposa de su prójimo”). En estricta conformidad con este sentido, la ley rabínica declara que el compromiso equivale a un matrimonio real y sólo puede disolverse mediante un divorcio formal”. 

La enciclopedia judía, Esponsales, Marcus Jastrow, Bernard Drachman, 1901-06 [13]

En consecuencia, el escritor de Mateo muestra un conocimiento íntimo de la ley y las costumbres judías al describir a José como “esposo” y a Miriam como “esposa” en Mateo 1:19-20. Por lo tanto, la traducción inglesa moderna de μνηστευθείσης en Mateo 1:18 como “comprometido” es engañosa para el lector [14], ya que no comunica la gravedad de la situación. 

Según Sotá 9:9, la prueba de las aguas amargas todavía estaba en práctica cuando José y Miriam entraron en la etapa de erusin. El ritual fue abolido más tarde por Rabán Yojanán ben Zakai, a mediados del siglo I, porque el adulterio se extendió tanto entre la población que anuló los efectos de las aguas amargas. Por lo tanto, el destino de Miriam estaba en manos de José. Con toda la fuerza del código bíblico detrás de él, tenía el poder de humillarla en público, ante el sacerdocio en el Patio de las Mujeres, a la entrada de las Puertas de Nicanor, detrás de las cuales se encontraba el Heikal, el majestuoso complejo del Templo. Sin embargo:

José, su marido, siendo hombre justo, y no queriendo hacerla pública ejemplo, quiso repudiarla en secreto
(Mateo 1:19). 

La palabra griega απολυσαι , en este contexto, significa divorciarse formalmente, como lo es en la discusión de Yeshúa sobre el divorcio en los Evangelios [15], donde interpreta la prescripción de la Torah para el divorcio en Deuteronomio:

Cuando un hombre toma mujer y se casa con ella, si ella no encuentra gracia ante sus ojos, porque ha encontrado alguna cosa indecorosa en ella, le escribirá una carta de divorcio y se la entregará en su mano y la echará de su casa. Cuando ella haya salido de su casa, podrá ir y ser mujer de otro hombre”.
(Deuteronomio 24:1-2)

Cubriendo casi todas las situaciones imaginables, la Mishná describe con gran detalle las regulaciones del divorcio en el Tractate Gittin [16]. Como hoy, el tema del divorcio bíblico fue una gran controversia. La disputa giraba en torno a una ambigüedad en la Torá, dependiendo de qué palabra se enfatizara al interpretar el texto, como lo ilustra Gittin 9:10:

“La Casa de Shamai dice: “Un hombre debe divorciarse de su esposa sólo porque ha encontrado motivos para ello en fornicación”, ya que se dice: Porque ha encontrado en ella indecencia en cualquier cosa (Deuteronomio 24:1). Y la casa de Hillel dice: “Aunque ella haya estropeado su plato, ya que se dice: Porque ha encontrado en ella indecencia en cualquier cosa”. R. Aqiba dice: “Incluso si encontrara a otra más hermosa que ella”, ya que está dicho: “Y así será si ella no encuentra favor ante sus ojos (Deuteronomio 24:1)”. Mishná, Gittin 9:10, La Misná: una nueva traducción de Jacob Neusner, Yale University Press, pág. 487 [17]

Aunque hubo una disputa en el primer siglo, en opinión de José, este caso estaba resuelto. A diferencia de la sociedad moderna y la cultura occidental, José no necesitaba acudir a los tribunales para obtener el divorcio. Simplemente tenía que escribirlo en presencia de dos o tres testigos y hacérselo llegar. Hasta ese momento, no había visto a su esposa en tres meses, como describe el Evangelio de Lucas los hechos ocurridos después de la anunciación del Arcángel Gabriel,

Miriam se levantó en aquellos días y se fue apresuradamente a la montaña, a una ciudad de Judá, y entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel… María se quedó con ella como tres meses, y luego regresó a su casa”.
(Lucas 1:39-40, 56)

José confiaba en que Miriam estaba a salvo cuando se fue para quedarse con su prima, ya que Zacarías era un kohen, un sacerdote, que ministraba en el templo. Él y Elisabeth “eran ambos justos delante de Dios, andando irreprensiblemente en todos los mandamientos y ordenanzas del Señor”. (Lucas 1:6) Ahora, sin embargo, algo era diferente. Su vientre comenzó a hincharse un poco y ya no pudo ocultarle su secreto a José. Miriam se había ido para estar con Zacarías y Elisabeth en busca de consejo, sabiduría y, lo más importante, eran los únicos dos en todo Israel que creerían su historia. Si Miriam se hubiera quedado en Nazaret, la mayoría de la gente habría asumido que José y María no esperaron hasta la ceremonia de nisuin. Su ausencia de tres meses, sin embargo, cumplió un requisito rabínico al determinar la paternidad de un niño [20], como afirma la Mishná,

La esposa del hermano fallecido no realizará la halizah ni contraerá matrimonio con levirato antes de que hayan transcurrido tres meses [18]. Asimismo, todas las demás mujeres no estarán desposadas ni casadas antes de transcurridos tres meses, ya sean vírgenes o no vírgenes, ya sean divorciadas o viudas, ya sean casadas o desposadas”. 

Yevamot 41a, Edición de prensa de Soncino

Maimónides explica,

“…toda mujer que se divorcia o queda viuda, ¡he aquí! no podrá casarse ni comprometerse hasta que espere noventa días (es decir, tres meses), excluyendo el día en que se divorcie o muera su marido, y el día en que se comprometa; para que así se sepa si está encinta o no, para distinguir entre la simiente del primero y la del segundo marido”. 

Maimónides, Hiljot Guerushin 11; Berakhot, fol. 47,
citado en el Comentario de John Gill al Nuevo Testamento

Quizás José se haya preguntado cómo pudo haber sucedido algo así bajo el techo de un sacerdote justo. Para José, las preguntas difíciles tenían respuestas insatisfactorias. Aunque la historia de Miriam se hizo eco de los numerosos nacimientos milagrosos registrados en el Tanaj, nunca se ha oído hablar de un “nacimiento virginal” en Israel, ni en ningún otro lugar del mundo . Se durmió esa noche, habiendo resuelto en sí mismo alejarla en silencio, como dice la Mishná:

El que presentó carta de divorcio a su mujer, y ella estaba en su casa o en su patio, he aquí, éste está divorciado”.


 Mishná, Gittin 8:1, La Mishná: una nueva traducción de Jacob Neusner,
Yale University Press, pág. 481

El Nuevo Testamento continúa:

Pero pensando él en estas cosas, he aquí un ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas tomar para ti a María, tu mujer, para lo que es concebido en ella es del Espíritu Santo. . . José se levantó de su sueño, e hizo como el ángel del Señor le había mandado, y tomó consigo a su mujer; y no la conoció [21] hasta que dio a luz a su hijo primogénito. Le puso por nombre Yeshua.”[22] 

(Mateo 1:20-21, 24-25)

Cuando Yosef ben Yaakov, de la Casa de David, abrió los ojos después de dormir, los ojos de su espíritu ahora vieron claramente. Se maravilló al ver en retrospectiva cómo las profecías se cumplían, una por una, ante sus ojos. La redención había llegado a Israel, acurrucado en sus mismos brazos, envuelto en pañales. Las palabras del profeta:

“Porque un niño nos es nacido, Hijo nos es dado”
(Isaías 9:6)

Ahora tenían un significado personal para él y para Miriam que ningún otro en Israel, ni en toda la historia del el mundo podría reclamar. Como todo padre, ahora era su misión proteger a su hijo recién nacido, el Salvador del mundo.

La intención original de la Torah al permitir el divorcio era proteger a los vulnerables e inocentes en medio del olam hazé (Mundo de la Acción) [23]. 

En el Israel del primer siglo, esta asignación se convirtió en una licencia para tratar traicioneramente al cónyuge (Malaquías 2:14), lo que permitía utilizar el divorcio como una antigua arma de asedio, una tragedia similar a la caída de Masada a escala personal. 

El estado espiritual de Israel no era diferente de la sotah, la esposa descarriada, vista a través de las páginas del Nuevo Testamento, confirmada por los detalles minuciosos de la Mishná, tal como lo predijeron los Profetas y se reveló en las expectativas de los Sabios. 

Sin embargo, Miriam tipificó a Israel, representando a la nación en un sentido ideal incluso cuando la fibra moral de la sociedad que la rodeaba se deshacía. Su canción hebrea hizo eco de la de Miriam, la hermana de Moisés (Éxodo 15:21) y de Ana, la madre de Samuel (1 Samuel 2:1), mientras proclamaba la gloria de Dios, y todavía resuena hasta el día de hoy. Hubo un tiempo en que solo tres personas en el mundo creyeron su historia, ahora no solo José su esposo creyó, sino que el mensaje estaba por ser predicado en todas las naciones. 

El Mesías había venido, no sólo para reconstruir los muros de Jerusalén devastados por las armas de potencias extranjeras, sino también para reparar la brecha dentro de nuestros corazones. Como está escrito,

 והיא יולדת בן וקראת את־שמו ישוע כי הוא יושיע את־עמו מחטאתיהם 

Dará a luz un hijo. Llamarás su nombre Yeshua ( יֵשׁוּעַ ), porque él es quien salvará ( יוֹשִׁיעַ ) a su pueblo de sus pecados”. 
Mateo 1:21


Referencias

  1.  Siguiendo la cronología aceptada de Yigael Yadin, citado en The Bar Kokba War Reconsidered: New Perspectives on the Second Jewish Revolt Against Rome, editado por Peter Schäfer, Mohr Siebeck, pág. 94. Milik fechó el documento en el año 111 d.C.
  2. Un documento de divorcio, según lo prescrito en Deuteronomio 24:1-4. En Deuteronomio, la palabra para decreto es סֵפֶר כְּרִיתֻת , Lit. «un rollo de recortes».
  3. Traduciendo el griego δίκαιος en Mateo 1:9.
  4. Ver Éxodo 22:16-17
  5. Yiddish significa «destino», es decir, «alma gemela» en el género femenino.
  6. Griego, τέκτων. Comúnmente traducido como ‘ carpintero ‘. Quizás vinculado al אָמֹון de Proverbios 8:30.
  7. Iluminado. ‘Casa del Juicio’, es decir, un tribunal de justicia judío.
  8. Ubicado en el boletín del Centro de Estudios Afines y Targumicos
  9. Juan 6:68
  10. Derivado del verbo hebreo «caminar», la halajá se refiere a las normas legales que forman el cuerpo de la ley judía. La Mishná es un comentario sobre la Torá escrita y forma la base de la Torá sh’ba’al Peh, la Torá Oral.
  11. A diferencia de la halajá, la aggadah se refiere al folclore judío no legal y a historias con homilías rabínicas integradas.
  12. Cada orden o seder contiene de 7 a 12 tratados. Los seis órdenes son Zeraim (Semillas), Mo’ed (Festival), Nashim (Mujeres), Nezikin (Daños), Kodashim (Cosas Santas) y Toharot (Purezas).
  13. Ubicado en línea en: http://www.jewishencyclopedia.com/view.jsp?artid=995&letter=B#ixzz1FDpZS75O
  14. Delitzsch traduce μνηστευθείσης correctamente como מְאֹרָשָׂה en su traducción hebrea del Nuevo Testamento.
  15. Mateo 5:32, Mateo 19:3-9, Marcos 10:1-11, Lucas 16:18
  16. Plural de get, el documento de divorcio judío.
  17. Yeshua aclara la halajá, interpretando עֶרְוַת דָּבָר en Deut. 24:1 como πορνειας, inmoralidad sexual, traducido por Delitzsch como דְּבַר זְנוּת . En Lucas 16:18, la declaración de Yeshua de que “todo el que se divorcia de su mujer y se casa con otra, comete adulterio”, puede estar refutando específicamente la posición defendida más tarde por R. Akiva, aunque posfechó a Yeshua, su posición en Deut. 24 posiblemente era moneda corriente entre los Sabios. El griego και (“y”) traduce la letra hebrea vav, que significa no sólo “y”, sino también “para” como lo hace en Éxodo 7:16 y Tosefta, Sotá 5:10. Para más información, consulte Jesús el teólogo judío, Divorcio y adulterio a la luz de las palabras de Jesús, de Brad H. Young, pág. 111-117.
  18. El requisito halájico de tres meses no es sólo biológico sino que tiene sus raíces en la Torá con respecto al caso de Tamar (quien es, coincidentemente, un antepasado de Yeshua y está presente en Su genealogía): “Sucedió unos tres meses después, que Fue avisada a Judá, diciendo: Tamar, tu nuera, se ha prostituido; y además, he aquí, ha quedado embarazada de la prostitución”. Génesis 38:24.
  19. Contrariamente a la opinión popular, el paganismo registra cualquier “nacimiento virginal” anterior a los evangelios. Como señala Raymond E. Brown, “Estos “paralelos” implican consistentemente un tipo de hieros gamos donde un varón divino, en forma humana o de otro tipo, impregna a una mujer, ya sea a través de relaciones sexuales normales o mediante alguna forma sustitutiva de penetración. En resumen, no hay ningún ejemplo claro de concepción virginal en las religiones mundiales o paganas que de manera plausible pudiera haber dado a los cristianos judíos del primer siglo la idea de la concepción virginal de Jesús”. – Raymond E. Brown, El nacimiento del Mesías, pág. 523. Para más información, consulte nuestro artículo ¿ Paralelos paganos con el nacimiento virginal?
  20. No es del todo imposible que HaShem tomara la semilla física de José, la ‘esterilizara’ del ‘ consejo de la serpiente ‘ y vía in vitro fertilizara el óvulo. Esto se explora en El misterio de la memoria.
  21. “Conocer” a alguien es un modismo hebraico para referirse a intimidad física como en Génesis 4:1.
  22. En el octavo día de su circuncisión, Lucas 2:21.
  23. Iluminado. ‘Este mundo’, con implicaciones de su naturaleza caída, en contraste con el olam haba, que es como el Jardín del Edén, el estándar al que Yeshua se refiere en Mateo 19:4.

Despidiendo a la Madre Pájaro y la Ascención de Yeshúa HaMashiaj

Autor: AMI.

El Yom HaAliyah es el nombre hebreo con el que se recuerda la ascensión del Mesías al cielo en el cuadragésimo día del Conteo del Omer. (La limpieza de los leprosos también está relacionada con la ascensión del Maestro).

El comentarista Or Hajaim Hakadosh, explica que uno de los nombres del Mesías es Tzippor («Ave», «Pájaro»)

En honor a este día sagrado (Día de la Ascensión), me gustaría reflexionar sobre una idea que se encuentra en el Zohar atribuida a Shimon Bar-Yojai, que arroja luz sobre muchos aspectos de la vida del Mesías, incluida su ascensión.

Mesías el pájaro

El Zohar y otros escritos místicos judíos extraídos de su texto relacionan al Mesías con un «pájaro». De hecho, al comienzo de su comentario sobre la porción de la Torá Metzora, el sabio Or HaJaim explica que uno de los nombres del Mesías es Tzippor («Pájaro»).

Él llega a afirmar que el alma del Mesías existe en las afueras del jardín del Edén en un lugar llamado Heijal Ken Tzippor (traducido como «Nido del Pájaro«). Este término habla de la Shejiná ,que envuelve su alma y vuela por el jardín. Desde su morada en el nido de pájaros, levanta los ojos y ve a los patriarcas regresar a las ruinas del Templo. La cara llena de lágrimas de la matriarca Rajel parpadea repetidamente ante él. El Mesías clama, y ​​el jardín del Edén se estremece de un extremo al otro. Las voces de todos los justos que se unen a su lamento sacuden los cielos más allá del jardín hasta que alcanza el trono más alto.

Descendiendo del Nido

Los sabios entendieron que el redentor de Israel sería revelado solo después de que este espíritu mesiánico descendiera del Nido de Pájaro y se posara sobre el Mesías revelado. Se habla de esto como la “coronación” del redentor y marca el punto en su vida en el que comenzaría su misión mesiánica ( Igeret Teyman 4).

Hace casi dos milenios, Yeshúa viajó desde Galilea en el norte de Israel para ser sumergido por el profeta Yohanan (Juan), un pariente que había sido instruido por un decreto celestial para sumergir a los hijos de Israel hasta que vio una «paloma» descender sobre uno de ellos. Este santo judío era el Mesías. Cuando nuestro Mesías se levantó del agua, se vio al Espíritu de Dios descendiendo sobre él como una paloma.

Que la revelación de la identidad del Mesías fue a través del agua es significativo. La primera vez que se vio al espíritu del Mesías interactuando con el caos de este mundo fue al comienzo del Génesis. La Torah relata que mientras el mundo todavía carecía de forma y estaba vacío, cubierto por la oscuridad sobre la faz del abismo, el Espíritu Santo se cernía [como una ave madre que protege a sus crías con sus alas] sobre la faz de las aguas. Se dice que este Espíritu de Dios es el del Mesías (Génesis Rabá 2: 5).

Después de su coronación con el alma mesiánica, Yeshúa habló de sí mismo usando el lenguaje de un pájaro. Mientras estaba de pie en el Monte de los Olivos, el Mesías se lamentó por Jerusalén diciendo: «¡Cuántas veces hubiera reunido a tus hijos como la gallina junta a sus polluelos debajo de sus alas, y no quisiste!» (Lucas 13:34). Aquí el Mesías habla de su deseo de reunir a los exiliados de Israel. Está detenido solo por nuestra negativa a ser redimido.

Dos pájaros, un Mesías

Para comprender mejor este proceso de exilio y redención en lo que se refiere al Mesías, que se llama Tzippor («Pájaro»), miramos la porción de la Torah mencionada anteriormente Metzorá. En esta parte aprendemos que alguien que ha contraído cierto trastorno espiritual llamado tzara’at («lepra») debe ser expulsado más allá de los muros de la ciudad. Podemos entender la naturaleza compleja y el papel del Mesías como un recolector de exiliados a través del ritual relacionado con la purificación y el regreso de alguien que sufre esta aflicción.

Tzara’at es un desorden espiritual que generalmente se cree que es provocado por lashón hará (malas palabras y/o el mal hablar). Aparece como una decoloración en la propiedad y la persona de uno. El metzorá (uno que ha contraído tzara’at, tradúzcase leproso) primero notaría «algo parecido a una plaga«, una decoloración en las paredes de su casa (Levítico 14:35). En el peor de los casos, un sacerdote declararía la casa inmunda y ordenaría su destrucción. Las piedras de la casa serían desmanteladas y removidas. Una vez más, el metzora , con una decoloración en su carne, sería exiliado al desierto más allá de los muros de la ciudad.

Estos rituales relacionados con el metzorá y su casa se describen como relacionados con la destrucción del Templo y el subsiguiente exilio del pueblo judío. El Mesías profetizó acerca de esta destrucción en términos relevantes. Él dijo: “Ves todo esto, ¿no es así? De cierto os digo que no quedará aquí piedra sobre piedra que no sea derribada.”(Mateo 24: 2). Esta descripción se puede comparar con el desmantelamiento de la casa de piedra de la metzora .

La ley dada por el Eterno para la limpieza de un metzorá revela su plan redentor para Israel y describe el proceso a través del cual el Mesías lo llevaría a cabo: su muerte y resurrección.

El Eterno ordena el uso de “dos pájaros” ( hebreo: shetei tziparim; Levítico 14:49). En su comentario sobre este tema, el rabino Moshe Bogomilsky señala que el valor numérico de tzippor («pájaro») es 370 y corresponde al mismo valor de las palabras «este es el Mesías» (heb. zeh Mashiaj ). Él dice: “Este [pasaje con respecto a las“ dos aves ”] se refiere al Mesías hijo de José [que morirá] y al Mesías hijo de David [que gobernará la Tierra].

Durante la limpieza del metzorá, el sacerdote mató a uno de los pájaros sobre agua viva en un recipiente de barro y sumergió el segundo pájaro junto con otros elementos en la mezcla. Roció la metzora con la sangre siete veces y luego soltó al pájaro vivo en el campo abierto. Que el ave viviente vuele cubierto de sangre de los sacrificados es significativo. Este aspecto del ritual crea una conexión entre los dos pájaros e insinúa la noción de que el Mesías hijo de José, el siervo sufriente, y el Mesías hijo de David, el rey reinante, son dos naturalezas de un solo individuo. Aunque esta puede ser una idea novedosa para algunos, no es nueva.

El rabino Jaim Vital (1543-1620) fue el principal alumno del rabino Isaac Luria, el Arizal, y es responsable de la transcripción de las famosas enseñanzas de su maestro. En una autobiografía escrita por esta reconocida autoridad, explica que el Mesías hijo de José y el Mesías hijo de David son sólo términos que reflejan dos aspectos de un solo hombre ( Sefer HaChizyonot , 106).

En retrospectiva, está claro que mientras que la liberación del ave viviente por parte del sacerdote presagia la resurrección del Mesías, su vuelo al campo abierto representa su ascensión al cielo. Concerniente a este Rabí Jaim Vital escribe nuevamente:

El Mesías [quien será en gran parte desconocido] entonces se elevará al cielo tal como Moisés ascendió al firmamento, y posteriormente regresará y será revelado completamente para que todos lo vean. Entonces todo el pueblo judío lo percibirá y acudirá en masa hacia él.”

(Arba Mei’ot Shekel Kesef, 68).

Nuestro Maestro ascendió a las nubes precisamente de esta manera. Al comparar el evento con el ascenso de Moisés a las nubes en las alturas del Sinaí, se nos recuerda que no debemos perder la esperanza de su regreso.

Despidiendo a la Madre Ave y la Ascensión del Mesías

El Mesías nació en una generación que no estaba preparada para su Reino. En lugar de reunir inmediatamente a las tribus de regreso a su tierra, aceptó la aflicción vicaria, cargando las transgresiones del mundo sobre sus hombros. El Zohar explica la necesidad de que el Mesías entregue su vida en términos inequívocos al decir:

Debido a que esta meseta inferior carece de manifestación de la piedad, este Mesías debe morir … permanecerá muerto hasta que esta meseta reciba ‘vida’ de la meseta superior, en la cual punto que se levantará y volverá a la vida«.

(Balac, 203).

Después de haber resucitado de entre los muertos, el Mesías pasó cuarenta días fortaleciendo a sus alumnos, aclarando su comprensión de su misión. Luego, diez días antes de Shavuot, Yeshúa fue elevado al cielo cubierto por una nube. Hemos estado esperando su glorioso regreso desde entonces. Surgen preguntas:

  • ¿Por qué se retrasó la redención completa?
  • ¿Por qué tenemos que sufrir más exilio? y
  • ¿Por qué el Mesías tuvo que dejarnos?

Para comprender mejor esto, buscamos uno de los mandamientos más oscuros: despedir a la madre ave. La Torah obliga:

«Si te encuentras con un nido de pájaro en cualquier árbol o en el suelo, con crías o huevos y la madre sentada sobre las crías o sobre los huevos, no llevarás a la madre con las crías.» (Deuteronomio 22:6)

El odio infundado saturó a la generación que presenció la destrucción del Templo. En ese momento, incluso los más religiosos a menudo estaban plagados de odio hacia sus hermanos judíos. Se dictó un juicio celestial e Israel fue expulsado de su tierra. Lamentablemente, el remedio para este tipo de odio solo se puede encontrar en el exilio. Si bien el exilio crea dificultades con respecto a la observancia del ritual, promueve un verdadero sentido de ahavat Israel, el amor por cada judío. Vivir en la dispersión fomenta el anhelo de pertenencia a las personas y el deseo de conectarse. Para eliminar la mancha del odio de la Santa Nación, el Eterno decidió sacar a los hijos de Israel de su «nido». El Mesías, como la madre ave, primero necesitaba ser despedido antes de que sus hijos fueran llevados al exilio.

El zohar explica que cuando la ave madre regresa y encuentra su nido vacío, vuela por el bosque en busca de sus crías. El Mesías ahora está buscando a sus hijos por todo el mundo, llamándolos, deseando reunirlos para él.


PUBLICADO POR PRIMICIAS DE SION

ACERCA DEL AUTOR: Ami es parte del equipo de FFOZ con sede en Jerusalén, donde trabaja como miembro del personal de apoyo en el Centro Bram.

¿Qué significa ser Luz del Mundo?

Por P.A. David Nesher

Aunque la fiesta de Sukot (Enramadas) había terminado, Yeshúa se había quedado en Jerusalén y seguía enseñando en el Beit HaMikdash (Templo). No se desanimó por el hecho de que los judíos cuestionaran una y otra vez su persona y autoridad. Y como era de esperar, aquí volveremos a presenciar otra de las muchas controversias del Maestro con los fariseos.

La fiesta de Sukot se celebraba recordando también la nube y el fuego de la Shekinah que guiaban a los israelitas en el desierto (Éxodo 13: 21). En el atrio de las mujeres se encendían unos grandes candelabros de varios metros que iluminaban toda Jerusalén. Los sacerdotes y mucha gente del pueblo hacían procesiones de antorchas alrededor en un espectáculo de gran atracción. Todo esto para recordarle a Israel su vocación y compromiso mesiánico-sacerdotal: ser luz del mundo.

Vale la pena señalar, que en los días que Yeshúa caminó por Israel, tanto al Templo de Jerusalén, como a la Menorah que se encendía dentro del Lugar Santo del mismo, se los conocía como la “Luz del Mundo”. Por esto es que en el cuarto Evangelio (Juan) nos encontramos con la siguiente expresión de nuestro Maestro:

«Yeshúa les habló de nuevo, diciendo:  
Yo soy la luz del mundo, el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.” 
(Juan 8:12)

En Israel los Sabios siempre dijeron que la Shekinah (Presencia) divina, representada por la Menorah, existe dentro de las personas que configuran Israel y que por ello se reunen a estudiar la Torah. Pues bien, en los Escritos Mesiánicos (Nuevo Testamento) el único pasaje que se refiere a que la Shekinah (presencia de Elohim) está presente cuando dos o tres se reúnen mediante el Estudio de la Torah, es justamente aquel en el que Yeshúa afirma que es Él quien está presente cuando dos o tres están reunidos en Su Nombre, equiparándose así con la Shekinah (Mateo 18:20).

Con el fin de comprender ampliamente esta aseveración les comparto a continuación, un comentario hallado en un documento del Qumrán y que nos suman entendimiento a la hora de la interpretación de esta Escritura: «… él debe instruirlos acerca de todos los períodos de la historia para la eternidad y en los estatutos de la verdad. (…. dominio) que pasa de Belial y vuelve a los Hijos de la Luz … por el juicio de Dios, tal como está escrito acerca de él; “que dice a Sión: “Tu ser divino reina” (Isaías 52:7) “Sión” es la congregación de todos los hijos de justicia, que guardan el pacto y se apartan de andar en el camino del pueblo. “Tu ser divino” es Melquisedec, quien los librará del poder de Belial. Con respecto a lo que dice la Escritura, “Entonces harás sonar la trompeta con fuerza; en el séptimo mes …”  En pocas palabras, en Israel vibraba la esperanza de que cuando se manifestara el Mashiaj, el dominio retornaría a los hijos de la Luz.

Desde esta explicación podemos encontrar lineamientos de exégesis para entender las escrituras más que interesantes en los Evangelios:

Mientras tengáis la Luz, creed en la Luz, para que seáis Hijos de la Luz”. 
(Juan 12:36)

Así pues, de la misma forma en la que el Eterno había iluminado a los antepasados de Israel en el desierto, ahora era el mismo Hijo de Elohim encarnado quien les podía iluminar y dispersar las tinieblas de sus corazones. Y no sólo a ellos, porque lo que Yeshúa afirmó es que Él es la Luz «del mundo», indicando con esto la misión universal de su ministerio. El Mesías es la luz para todos los hombres, en todo momento y lugar. Él es la luz en el sentido absoluto. Cualquier otro hombre o movimiento religioso no tiene punto de comparación con él.

Juan ya había anunciado esto al comenzar su evangelio: «Aquella luz verdadera, que alumbra a todo hombre, venía a este mundo» (ver Juan 1: 9). Y con su venida comenzó a cumplirse lo que había anunciado el profeta Malaquías:

 «Mas a vosotros los que teméis mi nombre, nacerá el Sol de Justicia, y en sus alas traerá salvación…»
(Malaquías 4:2)

«El que me sigue, no andará en tinieblas»

Los fariseos entendieron perfectamente las implicaciones de lo que Yeshúa dijo y no les gustó nada. Para ellos el término Or («Luz») estaba íntimamente ligado a YHVH:

«Yahvéh es mi luz y mi salvación»
(Salmos 27:1) 

 «El sol nunca más te servirá de luz para el día, ni el resplandor de la luna te alumbrará, sino que Yahvéh te será por luz perpetua«
(Isaías 60:19)

 «Aunque more en tinieblas, Yahvéh será mi luz«
(Miqueas 7:8)

Ellos entendieron que una vez más Yeshúa se estaba apropiando de atributos que son exclusivos del Eterno, y como era de esperar, reaccionaron de forma vigorosa. ¿Quién podía ser la «luz del mundo» sino solo Dios? Desde su punto de vista, Yeshúa era un blasfemo pretencioso que hacía afirmaciones que no podía demostrar. Y hay que decir que su lógica era totalmente correcta. Sólo si Yeshúa es el Hijo de Dios podría ser también la «luz del mundo». De otro modo, si únicamente fuera un hombre, entonces, hacer una afirmación como ésta carecería de todo sentido. Y como ellos no creían que Yeshúa fuera nada más que un hombre, entonces sus afirmaciones les parecían blasfemas.

Fue por causa de esta declaración que surge una gran polémica: y «le dijeron entonces los fariseos: Tú das testimonio de ti mismo; tu testimonio no es válido«. Así decía la ley en los juicios. Pero aquello no era un juicio, sino una manifestación de la Verdad divina misma. 

«Yeshúa les respondió:
Aunque yo doy testimonio de mí mismo, mi testimonio es válido porque sé de dónde vengo y adónde voy; pero vosotros no sabéis de dónde vengo y adónde voy. Vosotros juzgáis según criterios humanos, yo no juzgo a nadie; y si yo juzgo, mi juicio es verdadero porque no estoy solo, sino yo y el Padre que me ha enviado. En la Torah está escrito que el testimonio de dos personas es válido. Yo soy el que doy testimonio de mí mismo, y el Padre, que me ha enviado, también da testimonio de mí«.
(Juan 8: 14-18)

En la Versión Hebraica del Código Real, leemos:

Bien, Yo doy solemne confesión de mí mismo PERO TAMBIÉN EL PADRE QUE ME ENVIÓ, da solemne declaración acerca de mí.

Es un momento clave de la Verdad: «Yo soy» y el Padre dan testimonio de Él, pero ¿dónde se da este testimonio?… En la conciencia y en las Sagradas Escrituras. Y…

 «…Entonces le decían: ¿Dónde está tu Padre?
Yeshúa respondió:
Ni me conocéis a mí ni a mi Padre; si me conocierais a mí conoceríais también a mi Padre«.
(v. 19)

Luz plena (hbr. Or) sólo es Elohim. Fuera del Eterno, y en el pecado, existen las tinieblas. Proclamarse Luz del mundo es una afirmación velada de su divinidad. Sus palabras no pueden ser tomadas como un testimonio más, sino como emanaciones de la luz que llega a todos los hombres. Los hechos anteriores muestran esta distancia –insalvable- entre la luz y las tinieblas.

Pero ahora bien, antes de continuar debemos preguntarnos a qué se refería el Maestro con la expresión «andar en tinieblas«. Y vemos que la palabra «tinieblas» denota distinta cosas en la mentalidad judía.

Se puede usar en un sentido físico para referirse a una persona que está ciega (Hch. 13:11), o al momento en que llega la noche y la oscuridad (Mt. 27:45), pero muchas más veces se emplea en un sentido espiritual acerca de aquellos que no conocen al Eterno y están a merced de las leyes de la fisicalidad. El apóstol Pablo habló de ellos como quienes «andan en la vanidad de su mente, teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de Dios por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón» (Ef 4:17-18).

Pero estas tinieblas no sólo se encuentran en la mente, también conllevan una forma de vida materialista totalmente alejada de los principios divinos. Quienes así viven participan de «las obras de las tinieblas» (Romanos 13:12; Efesios 5:11).

Además, estas personas por este estilo de vida materialista, se encuentran bajo el poder de HaSatán (El Oponente) quien debido a la desobediencia del hombre ha conseguido establecer su gobierno en este mundo, que es descrito en la Palabra de Dios como «la potestad de las tinieblas» (Lc. 22:53), o la «potestad de Satanás» (Hch 26:18). Se trata de un sistema de cosas que gobierna sobre la Tierra en constante oposición con el Reino de Dios. Y el hecho de que este mundo está bajo el poder de HaSatán lo prueban sus obras: espiritismo, ocultismo, magia, horóscopos, supersticiones, idolatría, adulterio, fornicación, y todo tipo de perversiones…

Finalmente, todos aquellos que han rehusado andar en la luz con Yeshúa, no sólo viven en las tinieblas, sino que además terminarán en «las tinieblas de afuera» (Mt 8:12). Para ellos «está reservada eternamente la oscuridad de las tinieblas» (Judas 13).

De todo esto nos libra el seguir a Yeshúa como Rabeinu (Dueño y Maestro). Él, con su enseñanza de la Torah, ilumina nuestras mentes para que podamos conocer a Yahvéh y nos conduce en el Camino de la vida. Tal y como profetizó Zacarías, él venía «para dar luz a los que habitan en tinieblas y en sombra de muerte; para encaminar nuestros pies por camino de paz» (Lc 1:79). Yeshúa nos libra «de la potestad de las tinieblas» y nos lleva al Reino de la Luz admirable del Eterno.

Yeshúa estaba hablando de su divinidad oculta. Aceptarlo era entrar en una nueva dimensión: el Emanuel («Dios con nosotros») era Aquel que estaba delante de ellos. La humanidad acababa de entrar en una nueva era divinizada. Si no se aceptaba, se seguía en las tinieblas, acusando a Yeshúa de blasfemo.

«Sino que tendrá la luz de la vida»

Yeshúa añadió otro detalle muy importante. La Luz a la que se refería no simplemente comunica iluminación externa, sino que se convierte en una posesión interna que ilumina nuestro espíritu y manifiesta a cada discípulo como Luz . Va mucho más allá del conocimiento intelectual, puesto que también nos da vida mesiánica-sacerdotal.

Una vez más, en la idea rectora de Juan, los conceptos de «luz» y «vida» vuelven a aparecer relacionados (Jn. 1:4) con la intención de mostrarnos que de la misma manera que las flores se marchitan y mueren cuando les falta la luz, así ocurre con todo aquel que no tiene al Mesías como Dueño, ya que Él es la luz que trae la vida eterna.

«Yeshúa enseñó a sus discípulos: Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.» 
(Mateo 5:16)

Yeshúa explica y se relaciona con la Luz (Or) por la manera en que está haciendo obras de justicia dentro del marco de la Torah, y por esto Él es la luz que nos ordena que brille Su luz desde cada uno de nosotros por medio de la Unción de Su Espíritu Santificador. Así es como los discípulos del Mesías lograban comprender con mayor altura lo ordenado por Moshé para proporcionar el aceite puro molido que la Menorah requería cada día para iluminar el Mishkán:

«Y mandarás a los hijos de Israel que te traigan aceite puro de olivas machacadas, para el alumbrado, para hacer arder continuamente las lámparas.«
(Shemot/Éxodo 27: 20)

Por todas estas pautas proféticas reveladas por el Espíritu de la profecía, las primeras comunidades misionaban desde la conciencia que, por ejemplo, el apóstol Kefas (Pedro) recuerda en su segunda epístola:

«Sí, tenemos la Palabra profética hecha muy cierta. Haréis bien en prestarle atención como a una luz que brilla en un lugar oscuro y tenebroso, hasta que amanezca el Día y la Estrella de la Mañana se levante en vuestros corazones.»
(2 Pedro 1:19)

Esto era mencionado como parte de toda una hermenéutica mesiánica de la profecía del libro de Daniel:

«Pero los que saben discernir resplandecerán como el resplandor de la cúpula del cielo, y los que enseñan la justicia a la multitud, como las estrellas por los siglos de los siglos.» 
(Daniel 12:3)

«Porque la mitzvá (el mandamiento) es una lámpara, y la Torah una luz; las reprensiones de la instrucción son el camino de la vida.» 
(Proverbios 6:23)

¡Qué importante es tener la Luz de la vida en un mundo que está hundido en las tinieblas! Aunque esto también implica una importante responsabilidad para cada creyente, que debe ser «Luz del mundo» (Mt 5:14). Pero para esto es necesario andar en la luz de Yeshúa HaMashiaj, viviendo en pureza moral y reflejando su luz.

Amados discípulos de Yeshúa, recuerden siempre que ustedes son la Luz del mundo. Donde quiera que vamos, reflejamos e imitamos a nuestro Dueño y Maestro Yeshua HaMashiaj. Aquel que logra verse representado en la Menorah, se sentirá diariamente levantado por la fuerza del sacerdocio celestial.

¡Deja que tus obras justas brillen bajo el mandato divino de Mashiaj ben Yosef, a fin de ser recompensado cuando Él se manifieste en Gloria como Mashiaj ben David!

Oración de Entrega a Dios para Alcanzar Salvación.

Amado SEÑOR:

Vengo ante ti, y me humillo de corazón. Reconozco en este momento delante de todo testigo en los Cielos y en la Tierra que tú eres Soberano y Dueño de todo.
También reconozco que te necesito. Por eso abro mi corazón para que vivas diariamente en mí, llenándome con tu amor.
Te pido que me limpies de todo pecado y me des una nueva vida. Hoy confieso que acepto que he vivido fuera de tu voluntad, intentando ser bueno y justo a mi manera.
Por eso, confieso que hoy creo que Tú enviaste a Yeshúa, tu Hijo, como Mesías Redentor. Vengo a Ti, y reconozco que soy pecador, confieso que he hecho lo malo delante de tus ojos. Por ello, decido renunciar a todos mis pecados y malas costumbres, y te entrego mi corazón para que lo limpies con el agua y la sangre que brotaron del corazón de tu Hijo al morir en la cruz. Te pido perdón por mi rebelión, y renuncio al rencor, perdonando también a todos aquellos que me han herido a lo largo de mi vida.
Decido a partir de ahora, caminar contigo a través de la compañía de tu Espíritu Santo. Me vuelvo a Ti y confieso delante del Cielo y la Tierra que me hago discípulo de Yeshúa aceptando aprender de sus mandamientos a través del estudio de la Instrucción de Su Luz.
Reconozco que hoy soy sellado en el poder de tu Espíritu Santo como hijo de Dios.
Declaro y me comprometo a sólo depender de Ti y Tus Promesas. Decido andar en plena obediencia para santificar tu Nombre.

¡Bendito seas en el Nombre de Yeshúa!

AMÉN.


¡Gracias y Paz para tu vida!

Si te atreviste a rezar esta oración, te pido una cosa más, que te comuniques conmigo y me lo hagas saber a fin de estar todos los días intercediendo por ti.

Escríbeme a este enlace de CONTACTO:

https://davidnesher.com.ar/contacto/

Yeshúa el Ungido como el Adam Postrero que Unirá a las 12 Tribus de Israel.

Mashíaj escondido en la parashá Nitzavim-Vayelej

…no pasarás este Yardén… Yehoshúa es el que pasará

(Devarim/Deuteronomio 31:2-3)

Ya hemos considerado en otras bitácoras que tanto Moshé como Yehoshúa (Josué) son sombras proféticas del Mesías, es decir que son tipos del arquetipo.

Por ende, al leer acerca de la muerte de Moshé y la sucesión de Yehoshúa, debemos abrir nuestro entendimiento aceptando que son una figura de la muerte y resurrección del Mesías. Muy especialmente, discernir que dicha obra salvadora estaba enfocada en la unión de las dos casas de Israel.

Por eso, Moshé es también un cuadro del primer hombre y Yehoshúa del segundo hombre. El primer hombre murió y el segundo hombre recibió una vida indestructible. Esto apuntaba a que la Torah escrita dada por Moshé en el Monte Sinaí no lograría por sí sola su objetivo final de reparar el mundo hasta que ella se hiciera carne en el corazón humano para mostrar su esplendor a través de esa mente en gobierno (mente mesiánica).

El apóstol Pablo, al escribir a los creyentes corintios les recordaba lo que ellos habían descubierto en sus disciplina de estudiar esta porción de la Torah:

Porque así como en Adam todos mueren, también en el Mesías todos serán vivificados…
El primer hombre es de la tierra, terrenal; el segundo hombre es del cielo. Como es el terrenal, así son también los que son terrenales; y como es el celestial, así son también los que son celestiales. Y tal como hemos traído la imagen del terrenal, traeremos también la imagen del celestial. Y esto digo, hermanos: que la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios; ni lo que se corrompe hereda lo incorruptible.”
(1 Corintios 15:22, 47-50)

Los mismo hará cuando le enviara su epístola a los discípulos que residían en la Roma imperial:

Porque si hemos sido unidos a él en la semejanza de su muerte, ciertamente lo seremos también en la semejanza de su resurrección, sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue colgado en el madero con él, para que nuestro cuerpo de pecado fuera destruido, a fin de que ya no seamos esclavos del pecado; porque el que ha muerto, ha sido libertado del pecado. Y si hemos muerto con el Mesías, creemos que también viviremos con él, sabiendo que el Mesías, habiendo resucitado de entre los muertos, no volverá a morir; ya la muerte no tiene dominio sobre él. Porque en cuanto él murió, murió al pecado de una vez para siempre; pero en cuanto vive, vive para Dios. Así también vosotros, consideraos muertos para el pecado, pero vivos para Dios en el Mesías Yeshúa.”
(Romanos 6:5-11)

En este mismo capítulo leemos también:

Entonces llamó Moshé a Yehoshúa y le dijo en presencia de todo Israel:
Sé firme y valiente, porque tú entrarás con este pueblo en la tierra que Yahvéh ha jurado a sus padres que les daría, y se la darás en heredad.”
(31:7) 

Primeramente, entendamos que Yehoshúa, tiene el mismo nombre que Yeshúa de forma extendida. Moshé está diciéndole a su legado que él es el que introducirá las 12 tribus en la Tierra Prometida. Al revelara esto, la Torah está dejando establecida una tipología del trabajo que el Mesías Yeshúa realizaría después de vivir una vida de plena obediencia a la Torah: introducir todas las tribus de Israel en la tierra y en las promesas dadas a los padres.

En el libro del profeta Isaías está escrito el oráculo divino que revela las palabras del Eterno a Su Siervo Ungido:

dice Él:
Poca cosa es que tú seas mi siervo, para levantar las tribus de Yaakov y para restaurar a los que quedaron de Israel; también te haré luz de las naciones, para que mi salvación alcance hasta los confines de la tierra.
(Isaías 49:6)

Aquellos que hemos estudiado los Escritos Mesiánicos fielmente, hemos notado que desde que el Mesías Yeshúa nació en Beit Lejem (Belén), conforme al testimonio de las Escrituras, hasta el día de hoy, él ha estado trabajando en su misión de buscar y restaurar a las doce tribus.  

Muchísimos, y mi arriesgo a decir que quizás todos, de los que han nacido de nuevo espiritualmente entre los gentiles son descendientes físicos de las diez tribus perdidas de Israel. Es decir que, por medio del nuevo nacimiento, han abandonado la condición de muerte ontológica del primer Adam y han sido investido de la naturaleza celestial del segundo Adam. Así mismo, al nacer de nuevo en el Espíritu Santo, han obtenido el contacto espiritual con Israel, y en ese nivel esta profecía se ha cumplido en todo el mundo. Eso es estar con el Ungido en las regiones celestes (cf. Efesios 2:6)

Pero a su vez, necesitamos creer y aceptar que desde esa posición espiritual de los redimidos, en el nivel del mundo físico también habrá una restauración de las doce tribus. Cuando Yeshúa regrese, él revelará a cada uno a qué nación y tribu pertenece, y luego restaurará las doce tribus en la tierra fue que prometida a la descendencia física de Avraham para siempre. Esta será el cumplimiento físico de esta profecía.

Si nos fijamos bien, notaremos que las Sagradas Escrituras revelan que para entrar en la nueva Yerushalayim (Jerusalén), hay que pasar por una de las doce puertas. Cada puerta tiene uno de los nombres de las doce tribus de Israel. Esta es la evidencia profética que las doce tribus de Israel son puertas para poder entrar en la ciudad celestial:

Y me llevó en el Espíritu a un monte grande y alto, y me mostró la ciudad santa, Yerushalayim, que descendía del cielo, de Dios, y tenía la gloria de Dios. Su fulgor era semejante al de una piedra muy preciosa, como una piedra de jaspe cristalino. Tenía un muro grande y alto con doce puertas, y en las puertas doce ángeles; y en ellas había nombres escritos, que son los de las doce tribus de los hijos de Israel. Había tres puertas al este, tres puertas al norte, tres puertas al sur y tres puertas al oeste.”
(Revelación 21:10-13:)

Amado lector y lectora, es tiempo ya de doblegar tu alma ante esta gran Verdad: la única manera de entrar en la ciudad es pasar por una de las tribus de Israel rescatada en la Sangre del Cordero de Gloria: Yeshúa HaMashiaj.

¡El Mesías Siempre está Escondido en el Milagro del Pan y el Vino!

Por P.A. David Nesher

Pero hasta el día de hoy Yahvéh no os ha dado corazón para entender, ni ojos para ver, ni oídos para oír. Yo os he conducido durante cuarenta años en el desierto; no se han gastado los vestidos sobre vosotros y no se ha gastado la sandalia en vuestro pie. No habéis comido pan ni habéis bebido vino ni sidra, para que sepáis que yo soy Yahvéh vuestro Dios.”

(Devarim/Deuteronomio 29:4-6)

Hasta aquí, la nación de Israel había visto grandes maravillas de la mano de Yahvéh desde que salieron de Mitzrayim (Egipto). Fueron testigos de plagas, ellos vieron la muerte de ellos primogénitos. Vieron cómo se partió el Mar Rojo; vieron los ejércitos egipcios destruidos. Vieron victorias ganadas sobre Amalek por medio de la oración. Ellos comieron del maná, bebieron del agua provista milagrosamente, y ellos vieron milagro tras milagro. Sin embargo, los milagros en sí mismos no podían cumplir algo en el corazón de Israel.

Cuando el Eterno muestra su poder debe hacer un impacto muy grande y producir algo muy profundo en cada uno de los que los ven. Una persona que tiene un corazón insensible ve pero no es conmovido en su interior de manera profunda ante las maravillas del Eterno. Cuando el Eterno obra entre nosotros espera de nosotros un total rendimiento ante su grandeza y su amor. Lo más lógico es que uno que haya visto milagros tan maravillosos abra su corazón de par en par y se conecte de lleno con la presencia del Eterno. Pero la mayoría de los hijos de Israel no lo habían hecho.

Entonces y de acuerdo a lo que este texto nos dice, el pacto de Sinaí no había suficiente poder para transformar al hombre en su interior. Si el Eterno no enviaba a su Espíritu Santo para cambiar sus corazones, entonces sin siquiera el milagro más inimaginable haría una diferencia.

Este texto habla de que el Eterno un día dará al pueblo de Israel corazón para entender, ojos para ver y oídos para oír. Ese día será cuando entren en el pacto renovado.

Esto es simbolizado por la falta de pan y vino en el desierto. Por favor, pido que abras tu mente y corazón para captar la enseñanza que a continuación explica esto.

Si repasamos lo que hasta ahora hemos aprendido, notamos que el orden de las celebraciones del shabat y demás fiestas mesiánicas empieza con el vino y finaliza con el pan. Pero aquí se habla de pan primero y luego vino. Esto es una alusión al momento cuando el Mesías tomó el pan matzáh (pan sin levadura) en la mesa de Pesaj y dijo que ese pan representaba su cuerpo que iba a ser entregado por todos. Luego tomó la tercera copa de vino en la celebración del seder y dijo que esa copa era la renovación del pacto en su sangre.

Esa renovación del pacto de Sinaí, hecho por medio de Yeshúa, tiene suficiente poder para transformar el hombre para que tenga un corazón que pueda entender, con ojos y oídos espirituales para percibir y ser dirigido por el Espíritu de Santidad. Así lo había anunciado el profeta Jeremías:

“…porque este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días–declara Yahvéh–:
Pondré mi Instrucción dentro de ellos, y sobre sus corazones la escribiré; y yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo. Y no tendrán que enseñar más cada uno a su prójimo y cada cual a su hermano, diciendo: «Conoce a Yahvéh», porque todos me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más grande–declara Yahvéh– pues perdonaré su maldad, y no recordaré más su pecado.
(Jeremías 31:33-34)

El apóstol Pablo escribiendo a los discípulos de la ciudad griega de Corinto, declaró:

“…sino como está escrito:
COSAS QUE OJO NO VIO, NI OÍDO OYÓ, NI HAN ENTRADO AL CORAZÓN DEL HOMBRE, SON LAS COSAS QUE DIOS HA PREPARADO PARA LOS QUE LE AMAN.
Pero Dios nos las reveló por medio del Espíritu, porque el Espíritu todo lo escudriña, aun las profundidades de Dios… En cambio, el que es espiritual juzga todas las cosas; pero él no es juzgado por nadie.”
(1 Corintios 2:9-10, 15)

En esta misma epístola, Pablo enseñará que es el Mesías el que ha logrado llevar esta promesa divina a su fiel complemento, asegurando que Yeshúa nos da pan y vino para comer y beber:

«Porque yo recibí del Señor lo mismo que os he enseñado: que el Señor Jesús, la noche en que fue entregado, tomó pan, y después de dar gracias, lo partió y dijo: 
Esto es mi cuerpo que es para vosotros; haced esto en memoria de mí. 
De la misma manera tomó también la copa después de haber cenado, diciendo: 
Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; haced esto cuantas veces la bebáis en memoria de mí. 
Porque todas las veces que comáis este pan y bebáis esta copa, la muerte del Señor proclamáis hasta que Él venga
(1 Corintios 11:23-26)

Por ello nos encontramos con la expresión: «Guardaréis, pues, las palabras de este pacto» que nos exhorta a darnos cuenta y enfocarnos que ver las grandes obras de Dios, demanda una respuesta lógica. Conocer la grandeza del poder y amor de Yahvéh debería de hacer que aquellos que somos Israel estemos más comprometidos que nunca con su Pacto Renovado recordado en la Mesa de Eucaristía.

Amado lector o lectora, si eres un verdadero discípulo de Yeshúa, ten presente que el Espíritu de Dios siempre nos guía a ser obedientes a la Torah de manera cómo ha sido expresada por Moshé y cumplida por el Mesías Yeshúa. Por tal razón, necesitas ser consciente que si un espíritu te conduce a apartarte de la Torah escrita, dada por Moshé y apartarte del Mesías Yeshúa, quien es la Torah viviente, es un falso espíritu.

El Evangelio del Salmo 22

Por P.A. David Nesher

Nos encontramos aquí con otro Salmo que lleva el título «lamnatséaj al-‘ayyélet hashájar mizmor leDavid» («Al músico principal; sobre Ajelet-sahar. Salmo de David»)Debo decirte que cuando los Salmos comienzan con la expresión «lamnatséaj«, es porque sus notas y poesía están conectadas con la esfera celestial de Netzaj, y se usa como adverbio que significa «en el triunfo» o «en la orquestación«. Llevado al propósito del Salterio, un salmo que comienza así, apunta a Aquel que «orquestará el triunfo definitivo sobre la muerte«.

Estamos aquí frente a una canción, que es una tefiláh (oración de conexión) profética que en el plano de la historia del rey David nos lleva de una gran momento sufrimiento a una gran alegría. David, a pesar de sentirse rechazado por sus amigos y aun por Dios, se mantenía confiado de que el Eterno lo sacaría de dicha separación alineando su vida con Su propósito eterno. El rey y profeta se mantenía lleno de esperanza enfocándose en el día cuando YHVH gobernaría definitivamente sobre la Tierra, habiendo revelado su Gloria (Netzaj) sobre la tolá de klipá que sumerge a los hombres en la muerte ontológica.

Considerando la profundidad de este detalle profético, se puede decir que este es un Salmo cantado al Más Grande Músico, en un tono desconocido, pero por el dulce Salmista de Israel, David Melek. Pero en éste varón regio está cantado alguien más que un artista, sino como uno de los más grandes profetas que ha hablado, señalando más a su Grandioso Hijo, Yeshúa el Mesías, que a sí mismo.

No dudo que David melek (rey), aunque tuvo un ojo en su propia condición en muchos pasajes aquí utilizados, fue llevado hacia adelante por el Espíritu de la profecía más allá de sí mismo, hacia el Mashiaj (Ungido) de Yahvéh, a quien solamente este Salmo es enteramente está acorde.

Justamente por esto el reformador alemán Martín Lutero dijo respecto a esta Salmo:

Este es un tipo de joya entre los Salmos, y peculiarmente es excelente y notable. Contiene los profundes, sublimes y pesados sufrimientos de Cristo, cuando agonizaba en medio de los terrores y angustia de la ira divina y la muerte que sobrepasa todo pensamiento y comprensión humana.” 
(Martin Luther, citado en Spurgeon)

Así, los distintos exégetas, a lo largo de la historia, aseguran con bastante seguridad de que Yeshúa estaba meditando en el TaNaK durante las horas de su sufrimiento, y de que vio su crucifixión como un cumplimiento en particular del Salmo 22. Por todo esto fue que Yeshúa deliberadamente escogió estas palabras para describir Su agonía en la cruz (Mateo 27:46).

Entonces, captando el movimiento del Espíritu de la Profecía en este cántico del salterio, los invito a cotejar cómo los evangelistas escribieron el relato de la Pasión del Mesías descodificando las descripciones mesiánicas que David ofreciera en su obra:

Detalles de la crucifixión de los testigos oculares (Evangelios)El Salmo 22  (1000 a.C.)
(Mateo 27:31-48) .. y le llevaron (Jesús) para crucificarle…39 los que pasaban le injuriabanmeneando la cabeza, 40 y diciendo:… sálvate a ti mismo! Si eres Hijo de Dios, desciende de la cruz! 41 De esta manera también los principales sacerdotes, escarneciéndole con los escribas y los fariseos y los ancianos, decían: 42 “A otros salvó, a sí mismo no se puede salvar; si es el Rey de Israel, descienda ahora de la cruz, y creeremos en él. 43 Confió en Dios; líbrele ahora si le quiere,… 46 Cerca de la hora novena, Jesús clamó a gran voz, diciendo:…Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado? 48 Y al instante, corriendo uno de ellos, tomó una esponja, y la empapó de vinagre, y poniéndola en una caña, le dio a beber. (Marcos 15:16-20) 16 Entonces los soldados le llevaron dentro del atrio… 17Y le vistieron de púrpura, y poniéndole una corona tejida de espinas 18 comenzaron luego a saludarle: Salve, Rey de los judíos! 19 Y le golpeaban en la cabeza con una caña, y le escupían, y puestos de rodillas le hacían reverencias. 20 Después de haberle escarnecido, le desnudaron la púrpura, y le pusieron sus propios vestidos, y le sacaron para crucificarle…37 Más Jesús, dando una gran voz, expiró. (Juan 19:34) no le quebraron las piernas… Pero uno de los soldados le abrió el costado con una lanza, y al instante salió sangre y aguale crucificaron… (Juan 20:25) [Tomás] Si no viere en sus manos la señal de los clavos,… (Juan19:23-24) Cuando los soldados hubieron crucificado a Jesústomaron sus vestidos, e hicieron cuatro partes, una para cada soldadoTomaron también su túnicaDijeron entre si: “No la partamos, sino echemos suertes sobre ella, a ver de quién será”Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado? ¿Por qué estás tan lejos de mi salvación, y de las palabras de mi clamor?
Dios mío, clamo de día, y no respondes;
Y de noche, y no hay para mí reposo…Todos los que me ven me escarnecen;
Estiran la bocamenean la cabeza, diciendo:
Se encomendó a YHVH; líbrele él; Sálvele, puesto que en él se complacía”  9 Pero tú eres el que me sacó del vientre;
El que me hizo estar confiado desde que estaba a los pechos de mi madre.
10 Sobre ti fui echado desde antes de nacer;
Desde el vientre de mi madre, tú eres mi Dios. No te alejes de mí, porque la angustia está cerca; Porque no hay quien ayude.12 Me han rodeado muchos toros; Fuertes toros de Basán me han cercado.
13 Abrieron sobre mí su boca; Como león rapaz y rugiente.

14 He sido derramado como aguas, Y todos mis huesos se descoyuntaronMi corazón fue como cera, Derritiéndose en medio de mis entrañas.
15 Como un tiesto se secó mi vigor, Y mi lengua se pegó a mi paladar, Y me has puesto en el polvo de la muerte. 16 Porque perros me han rodeado; Me ha cercado cuadrilla de malignos; Horadaron mis manos y mis pies.
17 Contar puedo todos mis huesos; Entre tanto, ellos me miran y me observan
18 Repartieron entre sí mis vestidos,
Y sobre mi ropa echaron suertes.

Habiendo hecho este ejercicio de descodificación profética, podemos decir que esta descripción tan exacta de la crucifixión es notable cuando consideramos que dicho método, como forma de ajusticiamiento público, era desconocida cuando este Salmo se escribió. Incluso el Imperio Romano aun no existía, y fue Roma quien instituiría la crucifixión. ¡Sin embargo en este antiguo pasaje tenemos una imagen de un hombre inocente muriendo por crucifixión!

Con este análisis nos damos cuenta que el Salmo 22 revela el corazón de nuestro Salvador cuando Él se convirtió en una ofrenda por el pecado a favor nuestro. Él completó la operación con triunfo. Y nos ofrece una redención, una liberación terminada. Nunca seremos dignos de ella; no podemos ganarla; no podemos comprarla. Debemos recibirla como un regalo. Porque hace más de dos mil años Yeshúa HaMashiaj, nuestro Dueño, hizo todo lo que era necesario hacer para salvarnos y darnos la vida eterna.

Por ende, si tú lo rechazas, Dios tendrá que tratarte como trató a Su Hijo cuando gritó «¡Dios mío, Dios mío! ¿Por qué me has desamparado?W (Marcos 15:34) No sabemos como será el Lago de Fuego, pero las Sagradas Escrituras dan a entender que será la experiencia de cualquiera que quede desamparado por Dios. ¡Vamos, acéptalo, Yeshúa pasó por ese abandono de Dios para que tú nunca tengas que pronunciar ese tremendo clamor!


Si necesitas mi explicación, te invito a ver este VIDEO en el que podrás acceder a un mayor entendimiento de este maravilloso tema:

El Gusano de la Impureza vencido por el Cordero de Gloria.

«Ofrecerás el un cordero á la mañana, y el otro cordero ofrecerás á la caída de la tarde…»

Éxodo/Shemot 29:39

Ofrenda un cordero por la mañana y el otro cordero ofréndalo a la tarde.

Números/Bamidbar 28: 4

El sabio Yosef Jaím, al comentar la parasha Pinjás, dice que la razón por la que se trae el Korbán Olá Tamid (traducido com «el acercamiento de constante elevación«) en la mañana y al atardecer es porque dicha ofrenda de elevación, al entregarse en la mañana, expía los pecados de la noche, y la ofrenda de elevación del atardecer, expía los pecados del día. Y ya que este korbán se compraba con dinero de la congregación, éste tiene el poder de expiar los pecados de todo el pueblo.

Yosef Jaím agrega que con las letras de la palabra en hebreo olá (traducida como «elevación de«) se formar la palabra hebrea tolá ( que se traduce como «gusano«), que viene a indicar la existencia de ángeles malos que son parte de la klipá, y tienen la condición de un gusano que quiere comer y acabar con lo que se le ponga por delante. Por lo tanto, el sabio enseña que cuando Israel ofrenda el Olá HaTamid de la mañana, está activando a las esferas celestiales para que se interpongan ante aquellos ángeles y nosotros, y no puedan hacernos daño y/o acabar con nosotros en nuestra misión de hacer tikún (reparación).

Desde ese concepto yahvista Yosef Jaím sostiene que así como existe un ángel de sufrimientos llamado Tolá, en las esferas celestiales también existe un ángel de pureza llamado igualmente Tolá, cuya función es antagónica al primero, es decir que se encarga de debilitar la fuerza del Tolá malo, con el propósito de que este no pueda llevar a cabo su objetivo en contra de aquellos que somos herederos de la salvación (Hebreos 1: 14).

Ahora bien, el Tolá malo se alimenta de la energía negativa que genera el yetzer hará que vibra en el ego de cada hombre. Pero, ¿de dónde absorbe el Tolá bueno su fuerza para poder actuar contra el Tolá malo? Del hecho de que el Pueblo de Israel ofrenda el Olá HaTamid por la mañana y por la tarde. Es decir, que por el mérito del ofrecimiento de estos korbanot, el Tolá bueno obtiene la fuerza para vencer al Tolá malo.

Leyendo y mediando esta descodificación de las Sagradas Escrituras, logramos leer con una óptica más razonable el oráculo en el que HaKadosh Baruj Hu se dirigió a Yaakov Avinu y le dijo

«No temas, Toláat («gusano de») Yaakov; es decir, no temas del Tolá de la kelipá ni de las fuerzas de la impureza, debido a que tú también tienes un Tolá con el poder de aniquilar a tu enemigo”.
(Isaías 41:14)

Los sabios, expertos en los códigos hebreos (en el Tratado de Nedarim 81a; Tratado de Shabat 119b y Tratado de Bavá Metzía 30b), preguntan:

“¿Por qué fue desolada la Tierra de Israel?”

La pregunta es retórica. Con ella quisieron decir que, si el Korbán Olá Tamid estaba supuesto a proveerle poder al Tolá bueno para batallar con el Tolá de la klipá, entonces, ¿cómo pudieron los goyim (pueblos gentiles) devastar la Tierra de Israel?

Esta pregunta se refuerza por el hecho de que en la ciudad Jerusalén vivieron grandes talmidim jajamim (discípulos de la Sabiduría), que poseían un espíritu profético, de un nivel muy elevado que no se podía medir. Dichos talmidim jajamim tenían el poder de forzar a los ángeles ministeriales a batallar contra las fuerzas de los principados destructores que presiden las naciones idólatras; dichos ángeles ministeriales no les darían a los goyim la posibilidad de destruir la Tierra de Israel
(Midrash Zuta Ejá 1:7). Entonces, ¿cómo los destructores obtuvieron el permiso para arrasar?

Esta pregunta fue formulada a los jajamim (sabios) y a los naavim (profetas), quienes no supieron responderla. Hasta que vino el Eterno mismo y la respondió:

«¿Quién es varón sabio que entienda esto? ¿y a quién habló la boca de Yahvéh, para que pueda declararlo? ¿Por qué causa la tierra ha perecido, ha sido asolada como desierto, hasta no haber quien pase? Dijo Yahvéh: Porque dejaron mi Torah, la cual di delante de ellos, y no obedecieron a mi voz, ni caminaron conforme a ella;»
(Yirmeiá/Jeremías 9:12 – 13):

¿Por qué la Tierra [de Israel] fue destruida? Porque abandonaron Mi Torah

Al leer los comentarios de la Guemará (Tratado de Nedarim 81a) se puede encontrar varias razones que avalan la amonestación de YHVH a los Benei Israel (Hijos de Israel):

  • que fue debido a que no bendecían antes de leer la Torah;
  • porque los infantes dejaban de estudiar Torah y comenzaban a practicar las modas y costumbres de los niños de otros pueblos; y también
  • porque se apegaron a la letra de la ley en demasía y, aunque cumplían las leyes de la Torah, impartían justicia implacable sin aplicar la cualidad de la misericordia.
  • y además, por fuerza mayor, habían dejado de traer la ofrenda de elevación constante, pues se les habían acabado los animales para ofrecer, y como el korbán viene a expiar los pecados del día y los de la noche, no tenían forma de expiar; por ende, perdieron la protección.

Entonces, notamos que el Pueblo de Israel se fortalece sobre sus enemigos solo cuando ofrendan el Korbán Olá Tamid, el cual es un símbolo de la elevación y superación diaria a los que el Eterno llama a cada miembreo de Su Pueblo. Por ende, dicho Korbán Tamid tiene el poder de darle fuerza al Tolá de la santidad; y es necesario que dicho Tolá esté en condición de elevarse y superarse constantemente, como un avión que para poder despegar y mantenerse en vuelo requiere de una fuerza constante, a fin de no perder altura y caer.

Sin embargo, desde que el Pueblo de Israel había dejado de ofrendar el Korbán Tamid, el Tolá de la kedushá (santidad) no tenía más fuerza para vencer a la klipá de la impureza; por ello, los goyim consiguieron potestad para destruir Jerusalén y Su Templo.

De acuerdo a la historia, el Pueblo de Israel dejó de ofrendar el Korbán Tamid el 17 de tamuz debido a que no les quedaron más ovejas (así lo relata el Tratado de Arajín 11b, y Rashí allí). Pero en lugar de preocuparse por el hecho de que no les quedaban más ovejas y de meditar cómo fue que habían llegado a esa situación de carencia, permanecieron serenos y no se dedicaron a sopesar si esa situación era una señal del Cielo para que se dedicaran a corregir sus actos. Por ejemplo, cuando una madre ve que su hijo no crece y no se desarrolla como debe, o que duerme más horas de las normales, de inmediato, se despierta en su corazón la sospecha de que algo no anda bien. Entonces, recurre a los médicos en busca de descubrir el origen del problema. De la misma forma, cuando el hombre sospecha que no se está elevando, sino que permanece siempre en el mismo nivel (o que, al contrario, está descendiendo de nivel, debe ocuparse de dicha situación meditando en sus acciones negativas, y no puede descansar o permanecer tranquilo hasta que encuentre la respuesta al problema y realice el tikún (reparación) correspondiente.

Dicen los sabios de los códigos hebreos de la Torah que debido a esto, el Eterno estableció que, al envejecer, los cabellos de un ser humano cambien de color. Al principio son negros, pero después se emblanquecen conforme la persona vaya envejeciendo. Asimismo, el rostro de la persona no permanece terso y reluciente como en la juventud. Todo esto, ¿por qué? ¡Si el Eterno podría crear una realidad en que la persona dejara este mundo después de sus 120 años luciendo como un joven! ¿A qué se debe que la persona se vea tan diferente y desgastada al fallecer anciana? El fundamento radica en que las señales de la vejez vienen para despertar a la persona, que se dé cuenta de que ella no está protegida para siempre, que sus años sobre la tierra están fijados y tienen un límite, y que llegará el día en el que dejará este mundo y será enterrada. Sabiendo esto, todo varón y toda mujer de Israel, debe despertar y aprovechar sus días, estudiar Torah y cumplir los mitzvot (mandamientos), pues llegará el día en el que la elevación espiritual le será tomada de las manos, y será juzgado de acuerdo con sus acciones, y entonces ya no podrá corregir lo hecho.

De igual modo, el Pueblo de Israel tenía que haberse despertado, y preocupado de buscar la razón de por qué de pronto no tenían más la posibilidad de ofrendar el Korbán Olá HaTamid. El solo hecho de que se había agotado el rebaño para sacrificar indicaba que habían afectado su estudio de Torah y no se habían dedicado a ella con integridad. Pero, como el Pueblo de Israel permaneció indiferente y no buscó el origen para establecer el Tolá de la santidad, las fuerzas del mal se fortalecieron desde las negatividades que ellos mismos generaban y lograron destruir Jerusalén por medio de las naciones goyim.

En nuestros días, en que no tenemos el Bet Hamikdash (Templo) ni la posibilidad de ofrendar el Korbán Olá HaTamid, cada miembro de los Benei Israel (Hijos de Israel) tiene la obligación de elevarse en la sagrada Torah, y hacer una introspección respecto de sus actos, si es que son debidos o si requieren de corrección. Y cuando la persona se conduce de esta forma, refuerza el poder de la pureza y la santidad ante las fuerzas de la impureza.


Bitácoras Relacionadas:

Los Rabinos están Incómodos: ¡No saben cómo Informar a los judíos que Yeshúa al final sí que es el Mesías!

Por Kike García

Admitiendo que “la situación es muy incómoda”, un grupo de rabinos estudiosos de la cábala ha explicado a la prensa que ha descubierto que Jesucristo, el hijo de Dios, al final sí era el mesías prometido en el Antiguo Testamento pero que no saben cómo decírselo al resto de judíos. “Ellos siguen esperando al Mesías y al final ya vino, era Jesús, está muy claro”, explica a los periodistas el rabino americano Yehuda Zukerwar.

Los rabinos, que han llegado a esta conclusión recientemente pero lo sospechaban desde hacía 500 o 600 años, confían en ir lanzando indirectas al judaísmo poco a poco “para evitar el shock”.

Es una situación muy complicada, pero tiene su gracia”, admiten los estudiosos.

Además, recomocen que hay un obstáculo insalvable: en cuanto le digan a su pueblo que Jesús es el auténtico Salvador Rey de los Judíos, los judíos considerarán que sus rabinos se han convertido al cristianismo, por lo que no tendrán en cuenta sus opiniones.

A última hora, David Lau y Yitzhak Yosef, los rabinos al frente del Gran Rabinato de Israel y por tanto las máximas autoridades de la religión judía, han grabado un vídeo dirigido a todos los judíos del mundo que empieza con las palabras “Jajaja, no os lo vais a creer…”.


Fuente: El Mundo Today

Claves para Evitar Todo Tipo de Enfermedad.

Por P.A. David Nesher

Cuando pecamos, cuando elegimos alejarnos de Dios, nuestra elección siempre tiene consecuencias muy reales e inevitables. Cambia y distorsiona la realidad, tanto en nuestro interior como en nuestro exterior (a menudo en ambas), aunque estos cambios no siempre son visibles como en nuestra historia de la Torah. Después, cuando las consecuencias de nuestro pecado inevitablemente empiezan a ‘mordernos’, comenzamos a clamar al Señor, pidiendo que nos salve (que elimine las serpientes, que aparte las consecuencias). Sin embargo, incluso el Eterno mismo, no restaura simplemente las cosas como si nuestras elecciones pecaminosas nunca hubiesen acontecido; incluso Él mismo simplemente no borra nuestro pecado o el mal que causó.

Jesús: La Serpiente Mesiánica del Desierto para la Sanación del Mundo.

Por P.A. David Nesher

“…como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él..…

(Juan 3:14-17)

Las palabras que presiden esta bitácora pertenecen a mi Maestro: Yeshúa. Él estaba conversando con un experto en códigos hebreos de la Torah: Nicodemo. Éste había venido a Yeshúa de noche a fin de preguntarle acerca del Reino de Dios y la redención final. Entre las cosas a las que se refirió Yeshúa en esta charla, el Evangelio de Juan nos revela que el Maestro citó el pasaje en el cual Moisés había levantado la serpiente en el desierto:

«Y habló el pueblo contra Dios y contra Moisés:
¿Por qué nos hiciste subir de Egipto para que muramos en este desierto? Pues no hay pan ni agua, y nuestra alma tiene fastidio de este pan tan liviano. Y Yahvéh envió entre el pueblo serpientes ardientes, que mordían al pueblo; y murió mucho pueblo de Israel.
Entonces el pueblo vino a Moisés y dijo:
Hemos pecado por haber hablado contra Yahvéh, y contra ti; ruega a Yahvéh que quite de nosotros estas serpientes.
Y Moisés oró por el pueblo. Y Yahvéh dijo a Moisés:
Hazte una serpiente ardiente, y ponla sobre una asta; y cualquiera que fuere mordido y mirare a ella, vivirá.
Y Moisés hizo una serpiente de bronce, y la puso sobre una asta; y cuando alguna serpiente mordía a alguno, miraba a la serpiente de bronce, y vivía.»

(Números 21:5-9 RV60)

El Maestro enseñó que el poder de la serpiente de bronce anticipaba Su muerte expiatoria, señalando proféticamente que Él sería levantado en una cruz a fin de dar vida a todos los que miran a Él.  Así lo indicó Yeshúa mismo a Nicodemo en ese diálogo que tuvieron según el pasaje del Evangelio de Juan.

¿Por qué y Para qué una Serpiente de Bronce?

La serpiente debía ser de bronce, ya que este material, por efecto del sol, era fulgurante y por lo tanto, dada la altura del mástil, cada individuo del extenso campamento de Israel podría ver su brillo desde el lugar en que estaba.

La serpiente del desierto era una herramienta cósmica que permitía una perfecta conexión entre el Eterno y su pueblo Israel para otorgarles salud redentora.

Los invito a que volvamos al cuarto evangelio, y que leamos lo que dice Yeshúa al respecto:


“…Y como Moshé levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Ben Adam sea levantado, para que todo el que creyendo en él ponga por obra sus dichos, tenga vida eterna.…”

[Juan/Yohanán 3:14-15, – Código Real del NT-].

Para comprender lo que nuestro Dueño y Maestro quería decirle a Nicodemo necesito invitarlos a considerar con mucha atención los siguientes detalles guemátricos.

En hebreo, serpiente se dice נחש (najash), cuya guematría es:

(נ) Nun=50;
(ח) Jet=8, y
(ש) Shin=300,
es decir que su sumatoria da un total de 358.

Es interesante saber que 358 es la misma numeración contiene el vocablo hebreo “Mashiaj” (מָשִׁי חַ ) cuyos signos son:

(מ) Mem=40;
(ש) Shin=300;
(י) Yiud=10; y
(ח) Jet=8.
Total de 358.

¿Qué significa esto?

Que la imagen de una serpiente sobre un mástil que los Benei Israel (Hijos de Israel) vieron, era la imagen misma del Mashiaj alzada en la cruz. Es decir, que el espíritu del Mashiaj fue en realidad el espíritu sanador de los israelitas en el desierto. De ese modo, ayudados por Mashiaj, pudieron entrar a la Tierra Prometida.

En este contexto, el Mashíaj alzado en el monte del Gólgota, otorga salvación a todo aquel que le recibe como emisario (apóstol) de Dios. De las enseñanzas de los sabios Maharal de Praga y el Bnei Yisajar visualizamos otra perspectiva de este mismo punto:

«…Una persona está compuesta de tres elementos: el cuerpo, el Alma y el Intelecto (…) Es importante señalar que Najash y Mashíaj poseen la misma guematría, significando que la victoria del Mashíaj no es evitar el uso del cuerpo, alma e intelecto. Al contrario, cada uno de estos tiene su lugar en el servicio a Dios. Necesitamos servir a HaShem con un cuerpo saludable. Nuestras emociones y nuestros deseos pueden usarse para actos de santidad. Y claro, el intelecto –sobre todo los adelantos de ciencia, tecnología y comunicación–, nos refuerzan como individuos y permiten hacer llegar a las masas el conocimiento espiritual que era hasta ahora inalcanzable. Como estamos frente al advenimiento de Mashíaj, las herramientas del najash: cuerpo, alma e intelecto –cada uno de los cuales podría parecer estar contra la santidad–, deben transformarse en los instrumentos para servir bien a Dios…».

Ahora bien, es muy importante señalar aquí que el Eterno nunca mandó rendir culto a la serpiente ni postrarse ante ella; sólo ordenó mirarla como un acto de obediencia. Está especificado en el TaNaK que, cientos de años después, la figura de la serpiente fue destruida porque el pueblo estaba idolatrándola, corrompiendo su original significado, desencaminándose de su emunáh (fe) en el Eterno. Leamos el siguiente relato histórico.

Y aconteció que en el año tercero de Oseas, hijo de Ela, rey de Israel, comenzó a reinar Ezequías, hijo de Acaz, rey de Judá.  Tenía veinticinco años cuando comenzó a reinar, y reinó veintinueve años en Jerusalén. El nombre de su madre era Abi, hija de Zacarías.  Él hizo lo recto ante los ojos del Eterno, conforme a todo lo que su padre David había hecho.  Quitó los lugares altos, derribó los pilares sagrados y cortó la Asera. También hizo pedazos la serpiente de bronce que Moisés había hecho, porque hasta aquellos días los hijos de Israel le quemaban incienso; y la llamaban Nehustán.  Confió en el Eterno, Dios de Israel; y después de él, no hubo ninguno como él entre todos los reyes de Judá, ni entre los que fueron antes de él,  porque se apegó al Eterno; no se apartó de Él, sino que guardó los mandamientos que el Eterno había ordenado a Moisés.

(2ª Reyes 18:1-6)

Lamentablemente así es, los hijos de Israel habían guardado la serpiente de bronce unos setecientos años hasta el tiempo del rey Jizkiyahu (Ezequías) que finalmente la destruyó por el mal uso que se le había dado. Este texto nos enseña que algo positivo, que fue dado por el Eterno para la bendición del pueblo, puede convertirse en un culto idolátrico y una maldición. De la misma manera en el mundo occidental cristiano, se ha convertido a la imagen de la muerte del Mesías, e incluso la misma cruz, en un objeto de culto, que se adora, se canta y se quema incienso y velas etc. Por ende, comprendemos por qué ese culto idolátrico a los crucifijos y a la cruz es una abominación para el Eterno y serán hechos pedazos cuando venga el Mesías Yeshúa de nuevo a la tierra.

Además, esto nos deja la evidencia de que cuando un redimido pierde su relación con el símbolo, se cae en idolatría, transformando al objeto en un vulgar ídolo, que a la final será destruido. Lamentablemente, el hombre caído puede tomar cualquier buena y gloriosa cosa de Dios y encontrar un uso idolatra para ello.

Por eso, lo que las Sagradas Escrituras quieren hacer ver con todo lo anterior, es que la idolatría, no esta referida solamente templos gigantescos, con grandes imágenes, y sacrificios humanos. Sino a un idolatra común, en el aislamiento de cada varón (o mujer) en la paz de su propio hogar. Con un trabajo, una familia, unos créditos por pagar, y en vez de mostrar fidelidad a Dios, él o ella la manifiestan hacia ídolos, con dos, tres o incluso varias docenas. De ese modo, sólo se acarrea muerte ontológica para sí y su familia, para terminar en una eterna condenación.

Por todo esto, aceptaremos que todo ser humano ha sido dañado por el veneno del pecado y está en el camino a la muerte y la destrucción. La única solución para su supervivencia es que se fije en un milagro y ponga su fe en el Eterno por medio de ese milagro.

Un Asta para Provocar el Milagro Divino.

Continuando con nuestra investigación de este misterio salvífico, resulta interesante saber que la palabra hebrea que ha sido traducida como “asta” o “poste”, es nes (–נס – c.f. Núm. 21: 9) puede también ser traducida como “milagro” y/o “señal”. Así pues, comprendemos mucho mejor el oráculo encerrado en aquella serpiente: la muerte de Yeshúa fue un milagro y una señal divina para la Salvación de todo ser humano.

La vara de Moshé era un símbolo del Mesías. Esta vara era el poder de Dios para lograr la salvación para los israelitas. En muchos lugares de las Sagradas Escritura vemos que la vara es un símbolo del Mesías. Por ejemplo, el profeta Isaías anuncia:

” Y brotará un retoño (vara) del tronco de Isaí, y un vástago de sus raíces dará fruto.”
(Isaías 11:1)

“…sino que juzgará al pobre con justicia, y fallará con equidad por los afligidos de la tierra; herirá la tierra con la vara de su boca, y con el soplo de sus labios matará al impío.”
(Is. 11:4)

La vara es un instrumento de poder. Se nos dice en otro lugar que Mesías gobernará las naciones con vara de hierro. Él es la vara de la boca de Yahvéh, porque Él es llamado la Palabra de Dios, y una Palabra que sale de Su boca.

Por ello, durante su estadía en la Tierra, Yeshúa demostró gran poder durante Su ministerio, resucitó a los muertos, sanó a los enfermos, haciendo que los ciegos vieran, calmando la tormenta con tan solo una Palabra; y muchas otras exhibiciones increíbles de poder ocurrían sólo por Su Palabra. Sin embargo, Su mayor acto, y el que aplastó la cabeza de HaSatán, fue cuando dio Su cuerpo para que fuera crucificado y cargó sobre sí todos los pecados del mundo.

“Al que no conoció pecado, le hizo pecado por nosotros, para que fuéramos hechos justicia de Dios en Él.”
( 2 Corintios 5:21)

Yeshúa se hizo pecado. Se convirtió en (semejante a) la Serpiente. Él nació en semejanza de carne de pecado (Romanos 8:3), pero se hizo pecado para deshacer las obras del HaSat´n y poner a los hombres libres de la maldición. El Mesías estuvo en el lugar del hombre. Se convirtió en una maldición para que los hombres pudieran ser liberados de la maldición. Como está escrito:

Cristo nos redimió de la maldición de la ley, habiéndose hecho maldición por nosotros (porque escrito está: MALDITO TODO EL QUE CUELGA DE UN MADERO).”
( Gálatas 3:13)

Entonces, aceptemos que una serpiente de bronce sí habla del mal; pero el mal habiendo sido ya tratado y juzgado. Es decir que, Yeshúa que no conocía pecado, se volvió pecado por nosotros en la cruz, y nuestro pecado fue tratado y juzgado en Yeshúa.

La serpiente en el poste y la vara que se convirtió en una serpiente, ambas señalaban a que el Mesías tomaría sobre Sí el pecado del mundo. De esta manera el poder del enemigo se haría añicos y los hombres podrían estar libres de la naturaleza de la bestia y convertirse a la imagen y semejanza de Dios.

Los que estaban infectados con el veneno de la serpiente, que es el pecado, podrían ser curados por mirar al Mesías, que se hizo pecado en su nombre. Un gran cambio se produjo en la Cruz, porque Yeshúa tomó sobre sí todos los pecados del hombre, y a cambio dio al hombre Su justicia.

Yeshúa se identifica con la serpiente de bronce. Una serpiente simboliza el carácter delmaligno. El yetzer hará, la “mala inclinación” o “inclinación al mal“, el pecado, de todos los hombres, que hemos recibido desde el huerto de Edén al ser “mordidos” por la serpiente antigua, fue introducido en Yeshúa para que pudiera ser condenado en él por el Juez Supremo y los hombres ser liberados de la ira y el castigo eterno que vino como una consecuencia de esa inclinación al mal, tal como lo enseñaba el apóstol Pablo a los creyentes de Roma:

Pues lo que la ley no pudo hacer, ya que era débil por causa de la carne, Dios lo hizo: enviando a su propio Hijo en semejanza de carne de pecado y como ofrenda por el pecado, condenó al pecado en la carne.
( Romanos 8:3 )

Volviendo a los oráculos del profeta Isaías podemos leer lo siguiente:

Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, nos apartamos cada cual por su camino; pero HaShem hizo que cayera sobre él la iniquidad de todos nosotros… Debido a la angustia de su alma, él lo verá y quedará satisfecho. Por su conocimiento, el Justo, mi Siervo, justificará a muchos, y cargará las iniquidades de ellos. Por tanto, yo le daré parte con los grandes y con los fuertes repartirá despojos, porque derramó su alma hasta la muerte y con los transgresores fue contado, llevando él el pecado de muchos, e intercediendo por los transgresores.”
(Isaías 53:6, 11-12)

Debo aquí aclarar que cuando las Sagradas Escrituras hablan de EL pecado, en singular, se refiere a lo que se llama “yetzer hará”, la inclinación al mal, que es sinónimo a la carne, que es el carácter del maligno. En cambio, cuando las Sagradas Escrituras hablan de LOS pecados, en plural, se refiere a los resultados de esa inclinación, los pensamientos, las palabras y las obras que manan de esa naturaleza.

Entendido así este asunto, debemos aceptar que Yeshúa llevó tanto el pecado como los pecados para liberar a todos los que por fe ponen su mirada y su concentración fija en lo que él hizo cuando murió en la cruz. Así lo dejó bien claro el apóstol Pedro cuando escribió:

“… y él mismo llevó nuestros pecados en su cuerpo sobre la cruz, a fin de que muramos al pecado y vivamos a la justicia, porque por sus heridas fuisteis sanados.”
(1 Pedro 2:24)

El autor de la epístola a los Hebreos enfatizó también esta enseñanza al escibir:

así también el Mesías, habiendo sido ofrecido una vez para llevar los pecados de muchos, aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvación de los que ansiosamente le esperan.
( Hebreos 9:28 )

¡El hijo del Hombre tenía que ser levantado de la misma manera que la serpiente de bronce!

La Torah nos dio a conocer de qué manera el hijo del Hombre tenía que morir para salvar al pueblo de Israel y al mundo del pecado y de la muerte eterna.

Yeshúa es la única solución final para el ser humano, tanto judío como no judío. Sin él nadie se escapa de la muerte eterna. En cambio, aquella persona que fija sus ojos espirituales en su muerte expiatoria será salvo eternamente. Tal como el Eterno lo expresa a través del oráculo de Isaías:

“Mirad a mí, y sed salvos, todos los términos de la tierra, porque yo soy Dios, y no hay más.”
(Isaías 45:22)

Podríamos estar dispuestos a hacer cientos de cosas para ganar nuestra salvación, pero el Eterno nos manda a solo confiar en Él y verlo a Él en Su obra Redentora plena y perfecta a través de Yeshúa HaMashiaj.


Bitácora Relacionada y Recomendada:

Los Saduceos y Su Doctrina de la Razón Incrédula

Por P.A. David Nesher

“Y Jesús les dijo: 
Mirad, guardaos de la levadura de los fariseos y de los saduceos. 
Ellos pensaban dentro de sí, diciendo: Esto dice porque no trajimos pan. 
Y entendiéndolo Jesús, les dijo: ¿Por qué pensáis dentro de vosotros, hombres de poca fe, que no tenéis pan?  ¿No entendéis aún, ni os acordáis de los cinco panes entre cinco mil hombres, y cuántas cestas recogisteis?  ¿Ni de los siete panes entre cuatro mil, y cuántas canastas recogisteis? ¿Cómo es que no entendéis que no fue por el pan que os dije que os guardaseis de la levadura de los fariseos y de los saduceos?  
Entonces entendieron que no les había dicho que se guardasen de la levadura del pan, sino de la doctrina de los fariseos y de los saduceos.

(Mateo 16:6-12)

Cuando leemos los Escritos Mesiánicos y estudiamos acerca de los enemigos de Yeshúa, usualmente nos enfocamos en los escribas y fariseos. Conocemos muy bien la manera arrogante de los fariseos, tanto que logramos asociar “fariseo” e “hipócrita” como términos casi sinónimos.

Pero, por otra parte, debemos reconocer que poco y nada sabemos de los saduceos, ya que notamos en los relatos evangélicos que los mismos mantuvieron su distancia del Maestro, sin realmente confrontar a Yeshúa frecuentemente.

Entonces, comenzaré diciéndoles que los saduceos eran más un grupo político que una secta de estudio de la Torah, aunque eran miembros de familias sacerdotales aristocráticas.

Se les menciona directamente algo de 12 veces en los libros del Pacto Renovado (o Nuevo Testamento según la teología cristiana). Frecuentemente estuvieron incluidos entre los “sumo sacerdotes”.

Para hablar del origen de esta secta, diré que Josefo hace referencia por primera vez a los saduceos en su obra Antigüedades (XIII.x.5-7). Allí, él describe la decisión de Hircano I (rey macabeo de los judíos, 135-105 a.C.) de aliarse con ellos. De esto se logra deducir que esta secta existía antes de dicho reinado. Por eso, en los días de Yeshúa, se pensaba que el nombre se había derivado del Sumo Sacerdote Tzadok, contemporáneo del rey David y su hijo el rey Salomón (2 Sam. 15.27; 19.11; 1 Reyes 1.8), cuyos descendientes eran considerados como la línea pura de la Casa de Aharón ( Ez. 44:15) y los conservadores del sacerdocio hasta la rebelión de los Macabeos.

Sin embargo, varias dificultades filológicas e históricas obligan a buscar otra explicación. T.W. Manson propone que la derivación del nombre debería encontrarse en la palabra griega syndikoi, que significaba “autoridades fiscales” en el estado de Atenas desde el siglo IV a.C. En Israel, los reyes griegos otorgaron a los saduceos la facultad de fiscalizar los impuestos. Por eso, se dice que al principio los saduceos no eran un grupo religioso, pero con el tiempo, para defender sus intereses, apoyaron al Sumo Sacerdote descendiente del linaje de Sadok por lo que fusionaron su nombre griego (syndikoi) con el de sadokite (equivalente a dicho Sumo Sacerdote), y produjeron la expresión: sadokitas o saduceos.

Como podemos notar, este grupo sectario en verdad se convirtió en un partido político prominente que, como dije antes, aparecen por primera vez en el reinado de Juan Hircano (135-105 a.C.). Se caracterizaron por abrazar las tendencias helenizantes de los príncipes asmoneos en las que se oponían fuertemente por los asideos (un partido que evolucionó hasta convertirse en los fariseos, o separatistas), y que aborrecía todas las formas de la cultura griega como perjudicial para los intereses de la fe judía.

Bajo Aristóbulo I y Alejandro Janeo, los sucesores inmediatos de Juan Hircano, el poder de los saduceos se fue empoderando cada vez más, y aunque la facción opuesta de los fariseos fue favorecida durante la regencia de la reina Alexandra Salomé (78-69 a.C.), los saduceos recuperaron su ascenso bajo el rey Aristóbulo II (69-63 a.C.), a quien apoyaban en sus conflictos con Hircano II, Antípatro y los romanos.

Precisamente por esa circunstancia se apegaban mucho a los grupos y poderes extranjeros, de los que llegaban incluso a adoptar ciertas tradiciones o costumbres. Lamentablemente, los saduceos se comprometieron con la cultura greco-latina, adoptando todas sus costumbres.  Se vistieron como los griegos.  Nombraron a sus hijos con nombres griegos.  Los ejercicios en los gimnasios los llevaron desnudos como los griegos y romanos, etc.  Y se olvidaron de aquel mandamiento del Eterno en el que debía ser un pueblo santo (apartado) y no mezclarse con la gente del mundo reptiliano.

La historia cuenta que cuando el romano Pompeyo conquistó a Jerusalén (63 a.C.), ejecutó a muchos líderes saduceos, como lo hizo también el idumeo Herodes  el Grande cuando accedió al poder (37 a.C.).

Sin embargo, los saduceos conservaron sus funciones sacerdotales tradicionales y también una preponderancia variable en el sanedrín, pero incluso en este sentido su influencia disminuyó mucho a través de la política de Herodes y luego de los procuradores romanos de Judea, que designaban y removían a los sumos sacerdotes a su antojo arbitrariamente y sobre todo por razones políticas.

Como lograrán discernir, en esta síntesis de sus orígenes, los saduceos eran naturalmente impopulares entre las masas debido marcada tendencia a estar en estrecha colaboración con el poder dominante, mientras que los exclusivos y patrióticos fariseos se convirtieron cada vez más en los líderes del pueblo. Así mismo, y por esta situación que provocaba el enfado y la repulsa del resto del pueblo, aparecieron los llamados zelotes, que una agrupación celosa de la Torah que su extremismo salía a enfrentar a todo apóstata y extranjero, armados con con sicas o dagas cortas.

Lo cierto es que de esto modo, y hasta la mitad del siglo I de nuestra Era Común, este grupo logró controlar el Sanedrín (Tribunal más alto de la Justicia judía). Después, al serles quitado el poder secular, primero por los Zelotes y después por los romanos, desaparecieron del judaísmo. Aquí creo conveniente comentar que muchos estudiosos sostienen que los karaítas son el remanente de los saduceos más todos los grupos antitalmúdicos (o anti rabinato farisaico) que nacieron en la altísima Edad Media.

Principales Perseguidores de los del Camino.

En su enseñanza y proclamación profética, Juan el Bautista, señalaba que los saduceos eran una generación de víboras, demandándoles de parte de Yahvéh que tenían que producir frutos propios de teshuváh (regreso o arrepentimiento). Eso se debía a que no habían guardado fielmente la Torah de Dios, como tampoco habían hecho los fariseos. (Mt 3:7, 8.) El propio Yeshúa comparó su enseñanza corruptora a la levadura. (Mt 16:6, 11, 12).

Quizás por este mensaje de exhortación profética, los saduceos, después del día de Pentecostés relatado en el libro de los Hechos (cap. 2), estuvieron muy activos en contra de la naciente congregación de hijos primogénitos.

  • Arrestaron a Pedro y a Juan y los pusieron en prisión (Hch. 4:1-22)
  • Un poco después, arrestaron a todos los apóstoles y planificaron matarlos: “Entonces levantándose el sumo sacerdote y todos los que estaban con él, esto es, la secta de los saduceos, se llenaron de celos; y echaron mano a los apóstoles y los pusieron en la cárcel pública.” (Hch. 5:17-18)
  • El apóstol Pablo compareció ante el Sanedrín, constituido por saduceos y fariseos, y usó las diferencias entre ellos acerca de la resurrección para salvar su vida (Hch. 23: 6-10).

No existe registro alguno de saduceos que se haya completado en Yeshúa y haya sido admitido en las comunidades del primer siglo. De acuerdo con Josefo (Antig. 20.9.1), ellos fueron los responsables de la muerte de Santiago, el hermano del Señor.

[Más pasajes para cotejar: Mt. 16:6, Mt. 16:11-12; Mt. 22:23, Mt. 22:34; Mr. 12:18; Lc. 20:27; Hch. 4:1; Hch. 5:17; Hch. 23:6-8]
¿Cuáles eran las Creencias que formaban su Cuerpo Dogmático?

«Porque los saduceos dicen que no hay resurrección, ni ángel, ni espíritu, mas los fariseos creen todo esto.

(Hechos 23:8)

En los Escritos Mesiánicos podemos ver como un grupo de saduceos trató de entrampar a Yeshúa en la cuestión de la resurrección y el matrimonio de levirato. Pero él los hizo callar, apoyándose en los escritos de Moisés, que los saduceos afirmaban aceptar, y así refutó su punto de vista de que no había resurrección. (Mt 22:23-34; Mr 12:18-27; Lu 20:27-40.) Más tarde, cuando el apóstol Pablo estuvo ante el Sanedrín, logró dividir al alto tribunal judío enfrentando a fariseos con saduceos, un enfrentamiento propiciado por las diferencias religiosas que existían entre ellos. (Hch 23:6-10.)

Su actitud hacia los que se conocía como «las tradiciones de los ancianos» era completamente hostil. Para que este rechazo también se lograra en el Pueblo, se centraron en el mantenimiento del culto en el Santo Templo. Su interpretación de la Torah giraba alrededor de los preceptos ritual y el mensaje que en ellos se escondía.

A esta altura del estudio entiendo que comprenderán que la mayoría de los sacerdotes pertenecían a esta secta, otros no, como por ejemplo Zacarías el padre de Juan el Bautista (quien posiblemente era esenio). Así mismo debemos aceptar que no todos los saduceos eran sacerdotes, sino que aquí se sumaban comerciantes y funcionarios públicos que veían conveniente este sector de fe con el fin de mantener su «statu quo«.

Por su ideal mesiánico era un estado teocrático encabezado por el Sumo Sacerdote. Por eso veían con sospecha la esperanza mesiánica que amenazaba con derrotar el orden social y político existente. Por eso, el conflicto de Yeshúa con los saduceos se agudizó mayormente en la última semana de su ministerio, cuando su popularidad entre el pueblo (Marcos 12.12) parecía amenazar la paz y el orden gubernamental de la ciudad de Jerusalén y sus alrededores. En cambio el conflicto entre Yeshúa y los fariseos, debido a la influencia de estos entre el pueblo común, se advierte desde el principio de su ministerio.

Por todo lo hasta aquí expresado, debo señalar que los saduceos tenían un número de creencias distintivas, contrastándolos fuertemente con las de los fariseos:

1. Se atenían únicamente a la Torah escrita y rechazaron las tradiciones de los fariseos. En otras palabras, los saduceos creían que la Palabra de Dios revelada en la Torah (Instrucción) escrita era el único centro de la autoridad espiritual. Los fariseos, por el contrario, creían que tan obligatoria como era la Torah escrita misma lo eran la supuesta Torah oral de las enseñanzas de Moisés y las reglas (halajot) de la Torah hechas por los escribas a través de los años.

2. Negaban la resurrección del cuerpo, la retribución en el Mundo Venidero, afirmando que el alma muere juntamente con el cuerpo, y luego no hay nada más. Su negación de la resurrección se basaba, según ellos, en el hecho de que la Torah de Moisés no contiene textos explícitos acerca de estas doctrinas. Los saduceos no tenían en cuenta la creencia de los patriarcas en el Mundo Venidero después de la resurrección de los muertos tal como Yeshúa se lo reprochará (Mat 22:23; Mar 12:18; Luk 20:27; Hech 23:8; comparar Hech 4:1-2).

3. Negaban la existencia de los ángeles y del Espíritu Santo (Hech 23:8). Un número de factores pudo haber sido responsable de esto: su indiferencia general hacia la trascendencia del alma humana, su disposición racionalista y las extravagancias exageradas de la angelología y demonología de los fariseos.

4. Los saduceos no creían en la predestinación y del libre albedrío de la voluntad humana. Enseñaban que sufrimos las consecuencias directas de nuestros actos, buenos o malos, y que aparte de esto Dios no se ocupa providencialmente de nuestra conducta y de nuestra vida. Ellos desechaban todas las ideas de interposición divina en el gobierno del mundo. Es indudable que empezaron negando lo que no estuviera expresamente revelado en la letra de la Escritura. Después, influenciados por las concepciones helenísticas, acabaron por asumir la filosofía de Aristóteles, descartando toda doctrina que no pudiera ser demostrada racionalmente.

En comparación con los otros grupos judíos de la época, los saduceos son señalados como más liberales y materialistas. Al sostener que el Eterno retribuía a las buenas personas en el mundo terrenal, los saduceos defendían su bondad y valor a partir de sus riquezas materiales. Es más ellos ofrecían su yugo de enseñanzas fundamentando que ellos eran tzadikim (justos) evidenciándose en las posesiones materiales que el Eterno les había dado en compensación a sus rectas decisiones.

Como lo saduceos no veían en la Torah la noción de una vida después de la muerte; su horizonte era sólo esta vida, y en ella procuraban mantener su posición de poder y de privilegio. Su pecado era el materialismo, pues sus objetivos en la vida eran el dinero y el poder, anexos a la posición social que ocupaban.

Solo aceptaban la pervivencia de los hombres en sus hijos que engendraban, y que continuaban su sangre; es decir, era más un pervivir de la especie que un vivir detrás de la muerte de cada varón y mujer en el Mundo Venidero.

Ellos eran depositarios de buena parte de los tesoros del templo, de allí que estaban seguros, con esta vida, la tenían acomodada.

Como era inevitable, el resultado de comprometerse con el error al enseñar algo diferente mientras que ignoraba las Escrituras de Dios.  Este grupo de personas perdió su identidad como parte del pueblo especial.  Le dieron gran importancia a los asuntos seculares de la nación, ocuparon cargos públicos teniendo una gran influencia y así, poco a poco se desviaron del camino dándole mayor importancia a las cosas materiales, pues ellos eran de la filosofía “comamos y bebamos que mañana moriremos” y olvidaron su propósito original.  

Creo que esta es una reflexión importante todo hijo primogénito de Dios.  ¿Por qué?  Porque hay ocasiones en que encontramos hermanos que creen, practican, enseñan y defienden doctrinas que van en contra de las Escrituras.  Aprendamos de esto y luchemos para hacer la voluntad de Dios y así no perder nuestra identidad como discípulos de Yeshúa, por quienes Él derramó Su preciosa y bendita sangre.

Te invito a escuchar esta lección que di en mi Canal de Youtube:

Fuentes:

  • Flavio Josefo. «Antigüedades de los Judíos»
  • Driscoll, James F. «Sadducees.» The Catholic Encyclopedia. Vol. 13. New York: Robert Appleton Company, 1912. 3 Feb. 2012 <http://www.newadvent.org/cathen/13323a.htm>.

¿De qué Levaduras Jesús quiere que nos cuidemos? (Jag HaMatzot)

Autor: Juan José Nesher

A partir del 15 de Nisan o Abib, comienza una fiesta llamada “Fiesta de los Panes Sin Levadura” (Levítico 23:6-8) la cual prácticamente consiste no comer ni tener levadura en nuestras moradas durante siete días. Esta misma la encontramos registrada por primera vez en Éxodo 12:1-20, donde claramente dice:

17 Celebren el Festival de los Panes sin Levadura, porque les recordará que este mismo día yo saqué a sus grandes multitudes de la tierra de Egipto. Ese festival será para ustedes una ley perpetua; celebren este día de generación en generación (…) 20 Durante esos días, no coman nada que tenga levadura. Dondequiera que vivan, coman pan únicamente sin levadura.

Una fiesta tan rara; tan extraña que no podemos no preguntarnos ¿Por qué? Y sobre todo… ¿Para qué? Es importante destacar que el Eterno no ordena nada sin tener un claro propósito en los hombres para que alcancen un alto grado de santificación. Entendiendo que santificación es un estado de separación para Dios. Pero para ello, es necesario “separar” todo elemento que pudra. Justamente la levadura es un hongo utilizado con el fin de fermentar, sobre todo utilizado al momento de la elaboración del pan.

Ahora uniendo un poco de ideas. En concreto, esta fiesta es una proceso de separación (santificación) de lo que fermeta/pudre, de lo que es esencial.

Ahora entendemos con mayor claridad al apóstol Pablo cuando escribía a los creyentes de Corintio diciendo:

«Desháganse de la vieja «levadura» quitando a ese perverso de entre ustedes. Entonces serán como una nueva masa preparada sin levadura, que es lo que realmente son. Cristo, nuestro Cordero Pascual, ha sido sacrificado por nosotros. Por lo tanto, celebremos el festival, no con el viejo pan de perversidad y maldad, sino con el nuevo pan de sinceridad y verdad.«

(1 Corintios 5:7-8)

Por años, para la mente de Israel, la levadura representó aquello que con malicia hacía engrandecer el orgullo de los hombres. Entendían que en todo ser humano cohabitaba una tendencia al mal (Yetzer Hará) que debía diariamente ser combatida.

Lo que nos interesa más saber… ¿De qué levadura hay que cuidarnos? ¿Sólo la que comemos? Nuestro maestro Yeshúa nos enseña en los evangelios:

Mirad, guardaos de la levadura de los fariseos y de los saduceos.
(Mt 16:6)

Y también en el evangelio de Marcos agregó:

Mirad, guardaos de la levadura de los fariseos, y de la levadura de Herodes (Mc 8:15)

Si entiendo bien, y me reconozco como discípulo del mesías, debería cuidarme de estás levaduras. Pero… ¿en qué consisten estás levaduras?

Levadura de los Fariseos

«Se acercaron a Jesús algunos fariseos y maestros de la ley que habían llegado de Jerusalén, y le preguntaron:
— ¿Por qué quebrantan tus discípulos la tradición de los ancianos? ¡Comen sin cumplir primero el rito de lavarse las manos!
Jesús les contestó: — ¿Y por qué ustedes quebrantan el mandamiento de Dios a causa de la tradición?

(Mateo 15:1-3)

Los fariseos fueron unos “revolucionarios mesiánicos” considerados teológicamente inadaptados dentro del concepto que tenían de ellos los sacerdotes. Eran un montón de estudiosos legalistas (“religiosos”) sin afecto natural alguno, eran considerados una secta que se había desarrollado durante la diáspora babilónica, en la ausencia del sacerdocio hebreo, mientras no había adoración en el Templo. (ver: David Nesher – “La Fecha del Pesaj… ¿el 14 o el 15 de Nisán” 2015)

El fariseísmo era la representación propia del legalismo estructural que condicionaba la voluntad del Eterno. Tal como los denunció el maestro:

Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí. En vano me adoran; sus enseñanzas no son más que reglas humanas”
(Mt. 15:8-9)

El maestro los denunciaba constantemente como gente HIPÓCRITA, aquellos que de la boca hacia fuera eran una cosa pero sus actos eran totalmente contrarios.

Esta levadura es la que debemos exiliar de nuestro interior. Quizás estas preguntas te sirvan a modo de guía:

  • ¿En cuántas cosas hemos sido “actores” ante los demás?
  • ¿En qué cosas fuimos “legalistas” sin ni siquiera dejar un poquito de lugar para  el obrar de Dios?
  • ¿En cuántas cosas hemos estado enseñando o juzgando hacia nuestro prójimo sin ni siquiera antes plantear si lo estoy viviendo?

Esta levadura es la más difícil de sacar porque es la que está apegada a las “Tradiciones Humanas”, al obrar rutinario sin tener un poco del espíritu de Dios. A la acumulación del “conocimiento” de la escritura y poca vivencia con el Dios vivo. A la admiración constante de cómo crece la masa en la medida que se adquiere información sin preocuparse de cuán insípido o desabrido puede ser el pan.

Levadura de los Saduceos

En el tiempo del ministerio de nuestro Señor Yeshúa, los saduceos eran aquellos que por ser de la casa de Aarón ocupan las funciones sacerdotales y pudientes a llegar al cargo Sumo Sacerdote (vea Hechos 5:17). Ellos mantuvieron los Santos Días hebreos de acuerdo a lo revelado literalmente en la Torah. (David Nesher – “La Fecha del Pesaj… ¿el 14 o el 15 de Nisán” 2015)

Los saduceos eran personas de la alta sociedad, miembros de familias sacerdotales, cultos, ricos y aristócratas. De entre ellos habían salido desde el inicio de la ocupación romana los sumos sacerdotes que, en ese momento, eran los representantes judíos ante el poder imperial. Hacían una interpretación muy sobria de la Torah, sin caer en las numerosas cuestiones casuísticas de los fariseos, y por tanto subestimando lo que aquellos consideraban Torah oral. Tenían poder religioso y político, por lo que eran muy influyentes. (Teología de la Universidad de Navarra dirigidos por Francisco Varo)

En el tiempo de Yeshúa, una de las prácticas más cotidianas que se encontraba entre los sacerdotes era el cambio de cosas por dinero (Mateo 26:14-16). Ellos eran el símbolo de la racionalidad, la incredulidad y la altanería de creerse “perfectos” a diferencia de los otros judíos.

Esta levadura está presente hoy en nosotros ya que por gracia de nuestro Mesías, somos llamado a ser un reinado de sacerdotes (Ap. 1:6-8). Si analizamos, muchas veces por estar en búsqueda de conocer día a día más los códigos lumínicos de la fe, caemos en la soberbia y el mirar en menos a aquellos que aún siguen atrapado en los estratos babilónicos. Como también, deseamos encontrar explicaciones racionales a cada milagro o señal que el Dios Eterno da en estos tiempos de juicio. Y por último, cuántas veces hemos caído en la venta de nuestro sacerdocio al menospreciar una Santa Convocatoria o una Cena de Comunión con nuestra congregación; y cuánto más al no observar y guardar el Shabat.

Esta levadura está muy arraigada al manejo de nuestro sacerdocio en pos de la Justicia y Rectitud (Sadoq). Cuanto más voy adquiriendo la sabiduría de Dios más debo afligir el EGO (mi tendencia a recibir más placer) para que no sea yo quién “tenga el gran poder” sino que el que tiene todo el poder me siga usando a mi como vasija de su luz.

Levadura de Herodes

Hedores, también conocido como Herodes “El grande”, fue el rey de: Judea, Galilea, Samaria e Idumea. Tenía la fama de matar inocentes durante el período de su reinado.

En el evangelio de Lucas encontramos a este rey queriendo matar a Yeshúa:

«En ese momento se acercaron a Jesús unos fariseos y le dijeron: —Sal de aquí y vete a otro lugar, porque Herodes quiere matarte. Él les contestó: —Vayan y díganle a esa zorra: “Mira, hoy y mañana seguiré expulsando demonios y sanando a la gente, y al tercer día terminaré lo que debo hacer”.
(Lucas 13: 31-32)

El término “zorra” estaba asociado a la personas que eran tiranas e impías, es decir que su obrar estaba lleno de malicia.

Yeshúa toma a Herodes para representar un tipo de levadura ¿Qué habrá querido decir? Evidentemente nada bueno. Lamentablemente, por culpa de la cultura hipócrita en la que vivimos es muy difícil llegar a reconocer que “somos malos”, y sin embargo en muchas ocasiones actuamos de ese modo. La malicia muchas veces se manifiesta de formas escondidas, por ejemplo hacer las cosas de mala voluntad, hacer las cosas teniendo rencores o resentimientos, procurando que le suceda lo peor.

La levadura, recordemos, es un hongo que cuando está unida a la masa ya no se ve pero cuando la dejas reposar se nota que esta. Es decir, cuando dejamos que las heridas del pasado generen rencores y resentimientos, tarde o temprano, eso se va a ver reflejado en los actos que realicemos hacia los demás, los inocentes. El hambre de poder es un ejemplo claro, porque ciega y crece el deseo de tener un cargo que este previo al nombre; sin pensar si al menos soy capaz de ocupar ese lugar que anhelo.

A modo de conclusión, Yeshua les habló a sus discípulos que se cuidaran de cada una de estas levaduras porque sabía que en ellos se escondía la dura y valerosa tarea de que el evangelio se esparciera. El evangelio no puede llegar a las naciones cargadas de hongos y putrefacción, sino que debe llegar al mundo para genera una nueva masa.

En este período de 7 días, nuestra santificación nos debe promover a un ascenso de nivel. No podemos ser los mismos luego de este Pesaj. Hay un mensaje escondido para quien se atreva a buscarlo, pero para ello debe primero sacar la levadura de su casa, que es su propio interior.

También puedes escuchar estas dos Lecciones:

Desenmascarando al Cristo de Hollywood

Por Moisés Franco

Un amigo me comentó que recientemente había tenido un altercado con unos familiares a los cuales él confrontó con su vida de pecado.

Era gente conocedora de la Instrucción del Eterno (en heb. Torah) y que en apariencia tienen su misma fe pero sus acciones no se condicen del todo. Como la discusión se puso acalorada debido a que se habían enquistado en su posición pese a que mi amigo les hablara citando las Escrituras Sagradas, uno de esos familiares le dijo: “Jesús no actuaría así”.

Al contarme la anécdota me hizo pensar en la imagen del Mesías que tiene mucha gente y que confieso en algún tiempo tuve.

Hollywood nos ha vendido a un hombre inhumano, sin ira, que vive tan delicadamente que pareciera no rozar el suelo, un hombre amanerado que habla del amor y las buenas obras, de llevarnos bien con todos y traer paz, que habla siempre con la delicadeza de una maestra de nivel inicial.

Sin embargo, el Yeshúa ( nombre hebreo del verdadero Mesías) que se revela en los Evangelios pareciera ser algo diferente.

A continuación, citaré formas con las que el Hijo de Dios se refirió a personas conocedoras de la torah y con autoridad:

· Serpientes, camada de víboras (Mt. 23:32-33)

· Hijo del infierno (Mt. 23:15)

· Hipócritas (en total aparece 17 veces en los evangelios, sólo pondré algunas citas: Mt.6:2, 6:5, 15:7, 22:18, 23:13, Mc. 7:6, Lc. 13:15)

· Diablo (Jn. 6:70)

· Satanás (a Pedro, Mt.16:23)

· Hijos del diablo (Jn. 8:44)

· Ladrones (a gente que en teoría servía a la adoración en el templo: Mt. 21:13 y Mc. 11:17)

· Asesinos (a supuestos hombres justos: Jn. 7:19, 8:37 y 8:40)

· Zorro (a un gobernante, Lc.13:32)

· Hombres de poca fe (a sus discípulos, Mt. 8:26 y 16:8)

· Torpes (también a sus discípulos, Mt. 15:16 y Lc. 24:25)

· Sinagoga de Satanás (Ap. 2:9)

¿Se contradice la imagen de las películas con la de este Cristo?

Pablo, uno de los mayores edificadores de Israel en las naciones por medio de su doctrina trató de torpes también a los gálatas (Gál. 3:1, 3) y ordenó que se entregara a un fornicario que estaba dentro de la asamblea de Corinto “a Satanás para destrucción de su naturaleza pecaminosa” (1Cor. 5:5).

Usted tal vez esté diciendo, como le dijeron a mi amigo por confrontar pecados, que estoy sacando textos fuera de contexto para manipular. Lo invito con absoluta honestidad y amor a que estudie profundamente los evangelios y demás escritos, analice no sólo el contexto escritural sino el contexto histórico y cultural, revise las traducciones y demás. No se quede con la duda, indague y vea con sus propios ojos que el Jesús cristiano hollywoodense no es más que una farsa inútil, porque nadie puede imitar a ese hombre débil que aparentemente no tiene celo de Dios como Fineas, como Samuel o tantos otros profetas.

Por eso mismo el cristianismo ha gestado gente que no puede vivir lo que cree y los que más lo intentan suelen ser unos manipulables maldecidos por incumplir la torah.

En cambio, el verdadero Yeshúa, el que caminó Jerusalén, el que sanó enfermos también confrontó abiertamente el pecado antes de entregarse en la cruz para luego resucitar.

Hoy, en tiempos del individualismo new age, nadie quiere incomodar a nadie y practican una falsedad. Algún lector dirá, “bueno, pero no es necesario decir las cosas con la vehemencia que seguramente lo dijo su amigo para que el clima se pusiera acalorado”; y en parte tiene razón mi amado lector, pero en parte no.

Así como no se puede exhortar de la misma forma a un niño de dos años por su mala conducta que a un adulto de 30, tampoco considero sabio exhortar de igual manera a un bebé en la fe que a alguien que lleva años y tiene un conocimiento avanzado de las Escrituras sagradas.

Si prestamos atención, Yeshúa a los que más duramente les habló era a aquellos que se creían entendidos en los secretos del Cielo pero que vivían orgullosamente en pecado. No así con muchas otras personas aunque el mensaje fuese el mismo: hagan teshuvah (arrepiéntanse).

No estoy proponiendo que seamos unos “Rambos” que ametrallemos agresivamente a las personas con versículos bíblicos jactándonos de supuesta santidad, porque el Eterno “rechaza a los soberbios” (Jacobo/Santiago 4:6).

Pero necesitamos entender lo que Moisés, los profetas y especialmente Yeshúa predican: arrepiéntanse del pecado.

El mismo apóstol que arrojó a una persona a Satanás dijo: “el amor no es egoísta” (1 Cor. 13:5) sino que busca lo mejor para el otro, y lo mejor es estar reconciliado con YHVH el Dios Verdadero (2 Cor. 5:11-21). Pero para eso debemos renunciar a la vida llena de ego y vivir en obediencia.

Tampoco se trata de ser prefecto para recién ahí exhortar a otros, es buscar día a día la santidad y anhelar fervientemente que otros hagan lo mismo.

Si amas, muere a tu ego y predica el arrepentimiento de pecados a tu prójimo para evitarle los juicios del Cielo. Eso es amar.


“No alimentes odios secretos contra tu hermano, sino reprende con franqueza a tu prójimo para que no sufras las consecuencias de su pecado. No seas vengativo con tu prójimo, ni le guardes rencor. Ama a tu prójimo como a ti mismo. Yo YHVH
(Vayikrá 19:17-18)


«No hay nada que venga de Jesús que no provenga de la Torá», aseguró un Rabino…

«… Porque de Sion saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra de Yahvéh.»

Isaías 2:3

Keith Johnson es el fundador de la Academia de Fundaciones Bíblicas Internacional y miembro de la Iglesia Metodista Unida tomó el verso del profeta Isaías con todo su corazón. En 2002 Johnson buscó un maestro hebreo para acceder plenamente a la revelación y recibir la bendición, fue a la fuente: un rabino nacido en Jerusalén con una poderosa conexión con la lengua hebrea.

El rabino Eliezer Ben Yehuda, que dio una conferencia recibió el nombre de su abuelo, quien trabajó para revivir el hebreo como lengua moderna para el incipiente estado de Israel hace cien años.

El rabino Eliezer Ben Yehuda se convirtió en el rabino de una congregación ortodoxa en 1967, pero muy rápidamente se encontró enseñando Torá tanto a los no judíos como a los judíos. Él cree que este es un imperativo bíblico que es necesario para traer al Mesías, citando los Salmos para probar su punto.

«Nuestras bocas se llenarán de risa, de nuestras lenguas, con cantos de gozo. Entonces dirán entre las naciones: «El Señor ha hecho grandes cosas por ellos«.

(Salmos 126:2)
El rabino Eliezer Ben Yehuda junto a Keith Johnson

Desde la cita de este Salmo, agregoó:

«Dios dio la Torá a los judíos, pero es sólo cuando las naciones lo usan para alabar a Hashem que el Mesías vendrá», dijo el rabino. «No es nada menos que un cumplimiento de la profecía. Todos los rabinos que no enseñan a los no judíos están retrasando el Mesías. En ninguna parte de la Torá se dice que está prohibido enseñar al extraño entre nosotros«.

Cuando se sienta por primera vez para enseñar la Torá a los cristianos, comienza con una breve lección en hebreo.

«La palabra Torá proviene de la misma raíz que las palabras ‘harah’ (embarazada) y ‘horeh’ (padre)«, dijo el Rabino Ben Yehuda a Breaking Israel News. «Dios estaba embarazado de Torá y quería darlo a Israel. Es el fruto de su amor, y quería enseñarnos a amar, así que nos dio la Torá. Eso es lo que aprendí de mi abuelo«, agregó.

El rabino Ben Yehuda explicó lo que esto significa en profundidad las relaciones interreligiosas y el estudio de la Biblia.

«Los cristianos piensan que la Torá significa ‘la ley'», dijo. «[La palabra] Torá significa literalmente enseñar. Es la enseñanza de un padre benevolente, no de un Dios iracundo. Los cristianos piensan que el judaísmo es la religión de la ley y el cristianismo es la religión del amor. Pero Jesús era judío, y no hay nada que venga de Jesús que no provenga de la Torá«

Fuente: Profecía Al Día

Mi Sanación depende de mi Visión… (La Serpiente de Bronce)

Por P.A. David Nesher

«Entonces YVH mandó contra el pueblo serpientes venenosas para morder a la gente. Falleció una gran multitud de IsraelYHVH le dijo a Moshé:
“Hazte una serpiente venenosa de bronce y ponla en un mástil. Cuando la miren los que fueron mordidos, se salvarán”.
Moshé hizo la serpiente de bronce y la puso en un mástil. Y en efecto, cuando una serpiente mordía a alguien, ése miraba a la serpiente de bronce y se salvaba.»

(Números/Bamidbar 21:6, 8-9)

Los rigores del viaje surtieron su efecto, e Israel se quejó sin justificación alguna. La la ira del Eterno fue provocada, y está se manifestó inmediatamente en el campamento, hasta que Moshé los salvó nuevamente.

La protección que antes tenían con la presencia de las llamadas «HaNanei Kavod» (Nubes de Gloria), había desaparecido al fallecer el Sumo Sacerdote Aharón. El miedo paralizante que activa la mente egoica se había encendido. Entonces el ánimo del pueblo se impacientó y hablaron contra el Eterno, el Invisible, y contra Moshé, su líder visible. Ya no se quejaron solamente por causa del camino sino empezaron a criticar la comida que Yahvéh les estaba dando todos los días.

Por ello, las nejashim (נְ חשִַּ֣ים – serpientes) serafim (abrasadoras) pudieron entrar en el campamento de Israel. Los Benei Israel (Hijos de Israel) fueron mordidos por serpientes venenosas que el Eterno había enviado al campamento porque habían hablado mal del maná. El resultado de la queja contra la comida fue mortal. La protección que antes tenían con la presencia de las «Hananei Kavod» (Nubes de Gloria), ya no estaba, y las serpientes pudieron entrar en el campamento, por mandato del Eterno y muchos murieron por causa de ellas.

Esto enseña que la lashón hará (lengua de maldad), manifestada en murmuración, y la falta de gratitud, desata toda clase de peligros en nuestras vidas. La Torah revela aquí que los malos espíritus tienen libre acceso a una persona que habla mal de los regalos que el Eterno da en su bondad. Las serpientes eran un castigo para aquellos quejosos, difamadores y malagradecidos israelitas.

Según los códigos hebreos del relato, la ponzoña en los colmillos de estas hanejoshim haserafim (serpientes ardientes) hacía sentir a sus víctimas un ardor fortísimo como si se estuvieran quemando por dentro. Así que, por causa de este veneno sobrenatural, mucha gente empezó a morir.

Esta plaga demostraba que era un reflejo de lo que había en cada israelita. En las bocas de esa gente solo había mortal veneno. En el libro del Zohar (Jukat 10:71), se registra lo siguiente:

«…Habló el pueblo contra Dios y contra Moshé. Ellos murmuraron calumnias contra HaKadosh Baruj Hu y se pelearon con Moshé. “¿Por qué nos han subido?” Ellos trataron a todo aspecto por igual, pues igualaron a Dios y Moshé, al decirles, “¿Por qué nos han hecho subir?” Es por esta razón que les enviaron serpientes abrasadoras como el fuego. El fuego entró en sus entrañas y cayeron muertos, como está escrito, “Envió entonces el Eterno contra el pueblo serpientes serafines (…) Las serpientes llegaban con la boca silbando y mordiendo, y ellos morían (…) Había un fuego abrasador en sus bocas. Mordían y lanzaban sobre ellos el fuego, quemando sus entrañas y ellos morían…».

¿Por qué serpientes?

En el Midrash existe una alegoría con la que los sabios explican esto. En la misma se le pregunta a una culebra ¿por qué muerde si no tiene ningún placer?, ella simplemente responde: …»¿Y qué placer físico recibe un calumniador…?”.

Los sabios con esto, hacen ver que las culebras no tienen papilas gustativas por lo que toda comida les sabe igual. Es decir que la mordida de la serpiente a diferencia de los demás animales, es sin beneficio para la propia serpiente. Por eso, dicen los sabios, cada serpiente de esta plaga divina es un símbolo de la lengua activa en habladurías, que generalmente es realizada sin ningún beneficio por parte de quien habla

El castigo del principio yahvista denominado «midáh kenegued midáh» (traducido como «medida por medida«), por reclamar a causa del maná (que sabía a lo que cada uno de ellos quisiera), fue el ser mordidos por serpientes; animales para quienes toda comida sabe igual.

Con esto, Israel aprendió que la palabra hebrea najash [(נְ חַּ֣ש) – «serpiente], es también aplicable a la tendencia a actuar negativamente, esa que ser humano carga dentro de sí (y que es parte integral de nuestra personalidad humana). La “serpiente” es un símbolo de las “habladurías, un ícono de “lashón hará” y, en este sentido, Israel pecaba constantemente con su filosa lengua calumniando, difamando, quejándose de Dios y su líder Moshé, etc.

La NEJASH NEJOSHET (Serpiente de Bronce)

Lo cierto es que a causa de este mortal azote, los israelitas se arrepiniteron y Moshé rogó por ellos. Entonces el Creador les proveyó una fuente de salud: una serpiente de bronce. Las víctimas, donde ellos se hallaran, solo tenían que mirar de lejos a la serpiente, invocar al Cielo, y luego esperar sobrevivir.

Desde su altura profética (es decir desde la altura de Bináh), Moshé hace una serpiente en el nivel inanimado de la naturaleza como si de verdad lo fuera y no de la forma en que es representada a una persona.

De este modo, el Eterno quiere que Israel comprenda que la serpiente de bronce es también un símbolo que representa a la persona humana influenciada por su ídolo egoísta (a esto se le llama egolatría: adoración del ego). La Torah parece decirnos “mira, está simplemente hecha de bronce, ¿por qué te inclinas ante ella?” Es por esto que si tú “ves la serpiente” ahora, es decir si la sientes dentro de ti en ese nivel, eso te cura.

Los sabios comentan desde una pregunta: «¿acaso una serpiente puede dar la vida o provocar la muerte?» Inmediatamente contestan, que no, más bien, cuando ellos alzaban la vista y subyugaban su corazón al Av Celestial, se curaban, pero si no, morían. Eso fue exactamente así porque Dios pudo haberlos curado sin la serpiente; pero ellos entonces habrían pensado que se curaron por medios naturales.

La serpiente de Moshé era un mensaje divino de exhortación que le dice a cada israelita que el ego es meramente un ídolo, una estructura síquica construida en el interior del alma humana con el veneno materialista del sistema reptiliano. Por eso era que donde quiera que el israelita moribundo la viera, ya sea como naturaleza inanimada que se encuentra en un palo, inmediatamente se curaría porque se da cuenta que no hay razón para rezarle a un ídolo. Es decir, que los israelitas comprendieron y aceptaron en este castigo que no existe razón alguna de confiar en el ego que ha sido forjado por la influencia del sistema reptiliano que HaSatán controla y desde donde inocula al alma humana distintas tentaciones para lograr su condenación.

El secreto del presente texto radica en que, para mirar la serpiente había que observar hacia “Arriba, esto significaba que debían orientar sus pensamientos hacia el Creador, lo que los inducía a abandonar sus malas conductas y entonces se sanaban. La solución para ser libre de ese veneno destructor que corría en su cuerpo, el ratzón atmutzdeseo de recibir sólo para sí» o el ego), era mirar con fe la figura de bronce y hacer teshuváh desde lo que reflexionaban al comprender el simbolismo de esa serpiente de bronce.

Tomando en cuenta lo dicho hasta aquí, vemos que esta historia nos muestra, de la forma más gráfica posible, uno de los principios básicos de la vida espiritual. El pueblo de Israel, después de haber pecado, se encontró con una nueva y distinta realidad (una realidad donde todos son mordidos y todos necesitan ser salvos).

Aquí está la lección aprendida: cuando pecamos, cuando elegimos alejarnos de Dios, nuestra elección siempre tiene consecuencias muy reales e inevitables. Cambia y distorsiona la realidad, tanto en nuestro interior como en nuestro exterior (a menudo en ambas), aunque estos cambios no siempre son visibles como en nuestra historia de la Torah. Después, cuando las consecuencias de nuestro pecado inevitablemente empiezan a ‘mordernos’, comenzamos a clamar al Señor, pidiendo que nos salve (que elimine las serpientes, que aparte las consecuencias). Sin embargo, incluso el Eterno mismo, no restaura simplemente las cosas como si nuestras elecciones pecaminosas nunca hubiesen acontecido; incluso Él mismo simplemente no borra nuestro pecado o el mal que causó.

Al leer el texto en hebreo, logramos asombrarno por la abundancia de silencios y sonidos silbantes de aquí: Nashaj (morder), Najash (serpiente), Nejoshet (bronce)… como si efectivamente el silbido de las serpientes llenasen estos versículos. No es del todo accidental que hayan serpientes en esta historia: en el principio, el pecado entró por la víbora (la serpiente antigua o HaSatán) y qué más, si no pecado (arrastrándose, silbando y mordiendo) ¿está representado por esas serpientes en nuestra porción de la Torah? Sí, no es suficiente eliminar las serpientes, el veneno ya está haciendo su efecto, y por eso, el Eterno tiene que traer un remedio para que todos los que fueron mordidos, vivan.

El Poder de la Visión sobre el Destino Humano.

Resulta que cuando leí el comentario de Rashí, me sorprendí, ya que este exégeta dice que el texto hebreo usa una palabra que significa que tenían que mirar fijamente con concentración.

Los kabalistas enseñan que el sistema de sanación de Dios dependía totalmente del enfoque de la visión de cada israelita.

Uniendo estas dos perspectivas pedagógicas, aprendemos que nuestros ojos son herramientas de gran alcance que pueden extraer energía específica que afectan nuestra materia. Sin duda alguna, la sanación tiene que ver con la visión. La luz que se reflejaba desde la serpiente de bronce generaba ondas cerebrales que activaban una fuerza sanadora.

Todos nosotros hemos experimentado cómo el mirar algo puede generar un cambio pequeño o grande en el cuerpo. La mayoría de nosotros hasta podría vomitar con solo observar algo repugnante. Por otra parte, nuestra boca se hace “agua” cuando vemos algo que nos gusta; el corazón comienza a latir más rápido ante la vista de algo emocionante. Así pues, el sistema de curación que el Eterno le dio a Moshé era totalmente dependiente de la mirada ontológica. Con esto aprendemos que nuestros ojos son una poderosa herramienta que puede extraer del mundo metafísico una energía específica y puede afectar nuestra fisicalidad.

De este modo tenemos que, incluso lo que a nuestros ojos se presenta como malo o negativo, también tiene un sentido, pues en esencia, ningún mal proviene de Arriba, solo es cuestión de orientar la vista en la dirección adecuada.

Cuando el pueblo de Israel reconoció su pecado, el Eterno mostró a Moshé cómo poder sobrevivir en el momento de ser mordido por una serpiente. ¿Cuál es ese remedio? El secreto para la recuperación era mirar fijamente con atención a una serpiente de bronce colgada sobre una estaca.

Hoy, sabemos que para poder curar la mordedura de serpiente, podemos confiar completamente en un práctico remedio: el suero antiofídico, alguna medicina, tratamiento, acción. Sin embargo, en su lugar, a los hijos de Israel el Eterno les dice que miren a la serpiente de bronce (solo mirarla, para poder vivir). No necesitaban acercarse, tocarla o hacer algo con ella, solo tienen que mirarla, “y cualquiera que fuere mordido y mirare a ella, vivirá” (v.9). ¡Por mirar atentamente recibieron vida. La visión les salvó de la muerte!

Puedo imaginar que alguno de ellos dudó, incluso se volvió a quejar diciendo: «¿Qué bien puede hacerme, si solo miro a la serpiente?» Pero este es exactamente el eje de esta historia: no importa si Su remedio cumple con nuestras expectativas. ¿Recuerdas a Naamán, el comandante del ejército sirio, que era leproso? (leer 2Reyes cap. 5). Él fue a Eliseo para ser sanado, pero se enfureció y casi se marchó después de que Eliseo no llenó sus expectativas. Él dijo: «He aquí, yo pensé…» Y casi pierde su propia sanación, tan solo porque pensó que debía haberse efectuado de forma diferente. Cuan a menudo la gente se pierde algo de lo que Dios está haciendo, solo porque ellos piensan que debería ser hecho de manera diferente: «He aquí, yo pensé…»

Allí en el desierto, el Eterno ofrece su sanación a todos. Por más extraño e inesperado que pudiera parecerles, era su único medio para sobrevivir (para ser salvados). Aquellos que escogieron mirar a la serpiente de bronce, vivieron, todos los demás, perecieron.

Aprendemos de esto que lo que está delante de nuestros ojos tiene una tremenda influencia sobre nuestro futuro. Es sumamente importante lo que miramos. Lo que entra por los ojos físicos y lo que entra por los ojos espirituales tiene el potencial de matarnos o darnos vida.

Cuando Javáh (Eva) vio que el árbol prohibido era bueno, tomó de su fruto y murió. Cuando los israelitas vieron la serpiente de bronce recibieron vida. ¡Qué importante es fijar su mirada en lo que da vida en lugar de lo que da muerte!


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