Shofar

¿Cómo se Celebraba Yom Teruah en los días del Templo y para qué servía?

Por P.A. David Nesher

«Y en el séptimo mes, el primero del mes, tendréis santa convocación; no haréis ningún trabajo servil; es día de sonar el cuerno para vosotros. Y prepararéis holocausto. para olor grato a YHVH: un becerro, un carnero, siete corderos de un año sin defecto; y su ofrenda, flor de harina mezclada con aceite, tres décimas partes para el becerro, dos décimas para el carnero. y una décima parte por cada cordero de los siete corderos; y un macho cabrío como ofrenda por el pecado, para hacer expiación por vosotros; además del holocausto de la luna nueva, y su ofrenda, y la ofrenda continua. holocausto y sus ofrendas, y sus libaciones, según su ordenanza, en olor grato, ofrenda encendida a YHVH»

(Números 29: 1-6)

Los Sabios expertos en la exégesis de los códigos hebreos de la Torah (Instrucción) divina, nos enseñan que Yom Teruah (o Día de Aclamación) marca el sexto día de la Creación, el día en que Adam HaRishon , el primer hombre, fue creado. Lo interesante de esto para nuestra emunáh (Fe) es que el lugar en particular en el que se realizaría dicho evento, no era otro que lo que se conocería como Monte Moriah. Además, aprendemos que fue en este mismo lugar donde Adán pecó y se arrepintió por primera vez. Allí, dicen los Sabios que construyó un altar y presentó una ofrenda. 

Unas veinte generaciones más tarde fue aquí (Monte Moriah) donde el ángel de Yahvéh detuvo la mano de Avraham en la Akedá (atadura) de Itzjak . Fue justamente en este evento y en dicho Monte (Moriah) donde apareció el carnero, proporcionando así a Abraham avinu los medios a través de los cuales expresar su amor por el Eterno, y de ese modo prefigurar la Buena Noticia del Mashiaj en sacrificio por Su Pueblo.

Captando esta explicación, comprendemos entonces que Yom Teruah es el día en el que reconocemos la soberanía de Yahvéh, com el Rey, Creador del universo y Juez de toda la humanidad. Es el día en el que «todos los seres humanos pasan ante Él como tiernas ovejas«; así también discernimos que el mensaje de de esta festividad es verdaderamente universal: incumbe a toda la humanidad aceptar sobre nosotros la soberanía de Yahvéh, como único y verdadero Dios, y tener en cuenta nuestros pensamientos y acciones, a la luz de este asombroso reconocimiento.

La Fiesta de Yom Teruah en los Días del Templo de Jerusalén.

Las trompetas que sonaron antes de la entrada al Kodesh – el Santuario – del Templo Sagrado en Yom Teruah son recordatorios del dominio del Eterno. El sonido del shofar, que también se tocaba en los escalones del Santuario, emana del aliento mismo, el aliento que viene de lo más profundo de nosotros, donde fue colocado, por primera vez, por Yahvéh Elohim en Adán , el sexto día.

Al leer el Salterio, encontramos Tehilim (Salmos) que describen las características principales de esta festividad cuando la Comunidad de Israel subía a Sión a celebrar a Su Dios:

«Dios ha ascendido con un estruendo, HaShem con la voz del shofar«.
(Salmos 47: 6)

«Toquen el shofar en la luna nueva, a la hora señalada para nuestro día festivo».
(Salmos 81: 4-5)

«Alabadle con toque de shofar« 
(Salmos 150: 3)

«Con trompetas y toques de shofar suenan ante el Rey, Dios«. 
(Salmos 98: 6)

De este modo, y por medio del sonido del Shofar, toda Israel era llamada a retornar a Yahvéh como una sola alma, la de una esposa que debía recordar que ya estaba desposada, y que simplemente debía esperar el regreso de Su Amado, para ingresar en las habitaciones que Él le ha preparado a fin de morar junto a Él y co-regentear con Él la existencia toda. Este regreso al Eterno, obligaba al Pueblo de Israel a comprender que la Alianza matrimonial con Dios en Sinaí no era la meta, sino el inicio de todo un proceso matrimonial regio. Dicho matrimonio se había logrado con el sonido de shofares celestiales:

«Y al tercer día, por la mañana, hubo voces y relámpagos, y una densa nube sobre el monte, y la voz del shofar era muy fuerte; y toda la gente en el campamento tembló«. 
(Éxodo 19:16)

«Y cuando la voz del shofar se hizo muy fuerte, Moshe habló, y Dios le respondió con una voz«. 
(Éxodo 19:19)

«Y todo el pueblo vio las voces y las llamas, y la voz del shofar, y la montaña humeaba, y la gente vio, y tembló, y se paró de lejos«. 
(Éxodo 20:15)

Así mismo, y como lo he señalado anteriormente, el shofar, que permanece quieto hasta que la respiración se proyecta a través de él, nos devuelve, a través de nuestra meditación y nuestra memoria, a nuestro propio origen, la respiración de vida de Dios en Adán , el primer hombre, el día en que fue hecho del polvo de la Tierra.

¿Por qué se tocaba shofar este día en el Templo?

El shofar se haría sonar más tarde en ocasiones alegres en el Templo Sagrado, como se ve en las citas anteriores del libro de los Salmos. Fue al comienzo mismo de la revelación Divina en el Monte Sinaí, cuando Yahvéh le presentó a Su pueblo la Torah, que se escuchó el sonido del shofar, que marca el pacto entre Yah y Su pueblo. 

Así también el sonido del shofar en Yom Teruah recuerda a la unión de Itzjak , donde Dios proporcionó un carnero, que fue atrapado en la espesura por su cuerno, el shofar, como una señal de la promesa de Dios a Abraham de que«Estableceré mi pacto con él (Isaac) como pacto eterno para su descendencia después de él«. (Génesis 17:19)

Yom Teruah se conoce también como el «Día del Sondeo«. En el Templo Sagrado, esto fue marcado por el sonido de un shofar bañado en oro y trompetas de plata. Si observamos con detenimiento la imagen de arriba, notaremos que nos muestra a un kohen (sacerdote) parado en los escalones que conducen al Kodesh (el Santuario) del Templo Sagrado, y tocando el shofar. Flanqueándolo a cada lado hay dos kohanim (sacerdotes), cada uno tocando una trompeta de plata. El toque del shofar durará más que el de las trompetas, ya que el mandamiento principal del día festivo es oír el shofar.

Las Costumbres de Yom Teruah en el Segundo Templo.

«Cuando llegó el séptimo mes … toda la gente se reunió como un solo hombre en el lugar abierto que estaba delante de la Puerta de las Aguas«. 
(Nehemías 7: 72-81)

Tras el regreso del exilio en Babilonia, Esdras y Nehemías iniciaron una campaña de un mes de arrepentimiento en Elul para poder llegar a celebrar correctamente Yom Teruah. Así pues, los que retornaron del exilio babilónico se reunieron en el Patio del Templo reconstruido, y allí Ezra (Esdras) leyó en voz alta un rollo de la Torah. Cuando la gente escuchó las palabras de la Torah, se llenaron de remordimiento y comenzaron a lamentarse. Esdras y los levitas detuvieron el clamor, diciendo:

 «¡Este día es sagrado para Yahvéh! ¡Detén tu lamento y deja de llorar!«

Desde entonces, los Sabios concedieron un estatus especial a la ciudad de Jerusalén en Yom Teruah; tal es así, que cuando esta festividad del Eterno caía en Shabat, todavía se permitía tocar el shofar dentro de la Ciudad Santa. Este fallo se aplicó no solo al Templo y al Monte del Templo, sino que incluyó a toda la ciudad de Jerusalén. Incluso a los habitantes que vivían dentro de las aldeas en las afueras de Jerusalén, a poca distancia y desde donde se podía ver el Templo Sagrado , se les permitía tocar el shofar en Shabat.

Después de las ofrendas diarias (tamid) y de la presentación de las ofrendas de Rosh Jodesh que la Torah ordenaba, se llevaban las korbanot (ofrendas o acercamientos) de Yom Teruah. Dichos korbanot (acercamientos) incluían diez animales: un becerro, un carnero, siete ovejas de un año y una cabra (tal como podemos observarlos en la imagen de abajo).

La presentación de las ofrendas comenzaba exactamente en el momento en que el Gran Sanedrín proclamó la Luna Nueva. Las ofrendas de Rosh Jodesh consistían en once animales: dos novillos, un carnero, siete ovejas de un año y una cabra. La entrega del macho cabrío como ofrenda por el pecado fue el punto central del día.

Entonces, necesito invitarte a que entendamos bien cómo funcionaba esta Fiesta. Durante el tiempo del Templo Sagrado, el drama de Yom Teruah comenzaba incluso antes del inicio del día santo. Este drama implicaba sí o sí la santificación de la luna nueva. Ahora bien, Yom Teruah ocurre el primer día del mes de Tishrei (séptimo mes), y por lo tanto, no puede comenzar hasta que se haya establecido la aparición de la luna nueva. El mandamiento de declarar la luna nueva y establecer su aparición para todos los hijos de Israel fue el primer mandamiento recibido por los israelitas, incluso antes de que salieran de su esclavitud en Egipto (Éxodo 12: 2). Al dar este precepto del Rosh Jodesh, esto es, de hecho, lo que Yah, en Su amor por Su pueblo, hizo: confió a los hijos de Israel como «socios» en el mantenimiento y perfeccionamiento de Su creación. 

Para que esto funcionara bien y en perfecta sincronía, se requería que dos testigos que habían visto la aparición de la luna nueva, fueran y testificaran ante el Gran Sanedrín. Éste se reunía en la Cámara de Piedra Tallada, que estaba ubicado en el muro norte del Patio Interior del Templo Sagrado. Allí, estos dos testigos, serían interrogados y vueltos a interrogar, para verificar su idoneidad como testigos y la veracidad de sus palabras. Solo cuando esto se hubiera hecho a satisfacción de los sabios del Gran Sanedrín, comenzaría el servicio de Yom Teruah en el Templo Sagrado. 

Los sabios pusieron gran cuidado y esfuerzo para asegurar la veracidad y eficiencia de todo el procedimiento de proclamación de la Luna Nueva. En última instancia, todo dependía de la voluntad de la gente común de presentarse como testigos. Uno solo puede imaginar el sentido de obligación y privilegio que sintió cada testigo mientras se dirigía a Jerusalén. Solo cuando esto se hubiera hecho a satisfacción de los sabios del Gran Sanedrín, comenzaría el servicio de Yom Teruah en el Templo Sagrado. 

Por este detalle, se construyó un patio especial, llamado Beit Ya’azek, que tenía el propósito de albergar a los testigos que llegaban para presentar su testimonio de la luna nueva. Allí se les proporcionaba una comida abundante y un lugar para descansar mientras esperaban ser llamados a testificar en el Gran Sanedrín. La cálida bienvenida recibida por los testigos tenía como objetivo aliviar la carga de su viaje, así como animar a las personas a dar un paso adelante y viajar a Jerusalén cuando habían presenciado la luna nueva.

La determinación de la aparición de la luna nueva a través del testimonio de los dos testigos presenciales siempre estuvo acompañada de anticipación e incertidumbre. Las ofrendas de luna nueva o de año nuevo no podían comenzar hasta que dos testigos hubieran llegado y testificaran ante el Gran Sanedrín, a satisfacción del Gran Sanedrín. Por esta causa, se fue haciendo costumbre que la gente comenzara a observar la festividad como medida de precaución, incluso antes de que se hubiera ofrecido o aceptado el testimonio. Se cuenta que en una ocasión llegaron testigos al anochecer. En la prisa y la confusión resultante, los levitas se negaron a cantar su salmo diario. Para evitar que esto se repitiera, los sabios dictaminaron que desde ese momento y en adelante el testimonio solo sería aceptado hasta el momento de la ofrenda diaria de la tarde. Si los testigos no llegaban a esta hora, el día siguiente, no obstante, se observaría como Yom Teruah (esta es la razón por la cual los judíos hoy tienen dos días de Rosh HaShaná).

Resulta que, durante la época del Gran Sanedrín, la luna nueva fue santificada a través del testimonio de dos testigos que habían visto la luna nueva. Esto estaba de acuerdo con el mandamiento de la Torah. Para asegurar que la luna nueva, (Rosh Jodesh), las ofrendas se prepararan a tiempo en el Templo Sagrado, (así como las ofrendas de Yom Teruah en el nuevo mes de Tishrei, y se permitía a los testigos violar la restricción de Shabat contra viajar, para acelerar la proclamación de la luna nueva. En la imagen de abajo vemos a a un testigo enfermo que viaja en Shabat hacia Jerusalén, ayudado por escoltas y compañeros armados.

Cuando el Sanedrín estaba satisfecho con la veracidad del testimonio que habían recibido, se levantaban y caminaban hacia la puerta que daba al patio interior del Templo Sagrado. Entonces, y de pie en los escalones de la Cámara de Piedra Tallada, el jefe del Sanedrín proclamaba a la multitud expectante: 

_ «¡El día es santificado!» 

La gente respondía: 

_ «¡El día es santificado! ¡El día es santificado!»

 Entonces, los kohanim comenzarían inmediatamente a atender las ofrendas de Yom Teruah, y los levitas comenzarían a realizar el acompañamiento musical.

Inmediatamente después de proclamar: «¡El día es santificado!», Se activaba un sistema de mensajeros que corrían a llevar la buena noticia de la santificación de la luna nueva a todas las aldeas de Israel y más allá. La rápida transmisión de las noticias era esencial para que todos pudieran observar Yom Teruah en el día adecuado.

Simultáneamente, la proclamación de la luna nueva saldría de Jerusalén a través de antorchas encendidas por «equipos de relevo» especialmente designados que estaban ubicados en lugares estratégicos en las cimas de las colinas. Con este método, la noticia podría transmitirse rápidamente hasta las comunidades judías de Babilonia y Persia. La velocidad fue esencial para que todos pudieran observar Rosh Hashaná y las siguientes festividades en sus momentos apropiados.

El mapa que a continuación les comparto, muestra la ruta precisa a lo largo de la cual se encendieron las antorchas, lo que significa la aparición de la luna nueva. La primera estación a lo largo de la ruta fue Har HaMishcha, (el Monte de la Unción, más tarde conocido como el Monte de los Olivos). La ruta avanzó hacia el noreste para llegar a la ciudad babilónica de Pumbedita, que era un importante centro de la vida judía.

Investigando este interesante tema, me encontré en la Mishná con el siguiente relato:

Surgió una disputa entre Rabban Gamliel y Rabbi Yehoshua sobre los criterios para aceptar testigos que testifiquen sobre la luna nueva. El desacuerdo tuvo implicaciones prácticas muy serias, ya que afectó las fechas aceptadas por cada uno de los sabios con respecto a las vacaciones de ese año en particular. Para evitar la discordia nacional, Rabban Gamliel obligó al rabino Yehoshua a aceptar públicamente su decisión, diciéndole: 

«Ven a mí con tu personal y tu dinero el día en que Yom Kipur cae según tus cálculos».

Llevar un bastón y dinero era una violación de Yom Kipur. Por lo tanto, al llevar a cabo el decreto de Rabban Gamliel, Rabí Yehoshua estaba mostrando públicamente su sumisión a la decisión de Rabban Gamliel sobre la idoneidad de los testigos de la luna nueva. 

La ilustración de arriba muestra a Rabban Gamliel II y Rabbi Yehoshua, (con bastón y billetera), abrazados, terminando así su disputa.

El Toque del Shofar en Yom Teruah servía para recordar acerca de la resurrección de los muertos.

La meta principal de esta festividad es recordarle a Israel a que son un Pueblo escogido para convertirse en un reinado de sacerdotes para Yah (Shemot/Éxodo 19:6) Esto significa que la Alianza que el Eterno hizo con Israel, llevaba la responsabilidad de proclamar que todas las gentes deben saber que el Eterno rige los asuntos terrenales (ver com. Dan. 4: 17, 37). Israel está obligada a dar a conocer que es Dios quien ordena los asuntos de todas las naciones. En 221 forma figurada, es Dios quien levanta bandera (Isa. 5: 26) en la cima de los montes de la Tierra, para indicar a las naciones lo que deben o no deben hacer. Así lo dejó bien estipulado el oráculo del profeta Yeshaiahu:

«Todos los habitantes del mundo y los habitantes de la tierra, como estandarte en alto en los montes veréis, y como toque de shofar oiréis« 
(Yeshaiahu/Isaías 18: 3)

Según este versículo el sonido del shofar cumplía la misión de elevar la inteligencia emocional de cada miembro de Israel al comprender la Victoria final del Eterno sobre el sistema de cosas reptiliano imperante en las naciones. Si leemos el pasuk (versículo) 4 notaremos que al tocar shofar en Yom Teruah, y en cada luna nueva, Israel se elevaba a la consciencia mesiánica de que Yah mira sereno el torbellino de la Tierra, como se mira desde la sombra la tierra ardiente en pleno verano; lo observa y se prepara con calma para recoger la cosecha de las naciones.

Así es como lo podemos ver expresado en la tefiláh que la Casa de Judá eleva durante este día:

«… Dios nuestro y Dios de nuestros padres, toca el gran shofar por nuestra libertad, levanta el estandarte para reunir a nuestros exiliados, acércate a nuestros dispersos de entre las naciones, y reúnenos en nuestras dispersiones desde los confines de la tierra. Llévanos a Sion, tu ciudad, con alegría, ya Jerusalén, tu santo templo, con gozo eterno. Allí realizaremos ante ti nuestras ofrendas obligatorias, como nos ordenó en tu Torá, por medio de tu siervo Moisés, desde la fuente de Tu gloria, como está dicho: Y en el día de tu gozo, y en tus fiestas y lunas nuevas, tocarás las trompetas sobre tus ofrendas, y serán para ti un recuerdo ante tu Dios; ​​Yo soy YHVH tu Dios.» (de la oración de Rosh Hashaná Musaf)

Entonces, al celebrar Yom Teruah, Israel debía entender y aceptar que todos los moradores de la Tierra Prometida deben observar los movimientos de la divina Providencia y esperar las órdenes de la voluntad divina que es buena, agradable y perfecta.

Al ordenar escuchar el sonido del shofar en Yom Teruah, el Eterno da seguridad a su Pueblo de que el Monte de Sion (donde está el Monte Moriah) es su descanso por siempre, y por lo tanto, Él cuidará de ella, preparando siempre para ellos las consolaciones y los refrigerios que serán aceptables por oportunos.

El Eterno tratará a los suyos y sus enemigos; y como el pueblo de Dios es protegido en todas las estaciones del año, así sus enemigos están expuestos a todas las estaciones. De este modo las naciones de la tierra serán convencidas de que Yahvéh es Dios único y verdadero, e Israel es su Pueblo sacerdotal, y se unirán a ofrecer sacrificios espirituales para su gloria.

¡Dichosos los que en Yom Teruah reciben la advertencia de Su juicio, y que se apresuran a unirse a Él y a su Pueblo Israel!

La Importancia de Sonar el Shofar en Yom Teruah (Fiesta de las Trompetas)

Por P.A. David Nesher

Muchas personas quisieran saber ahora mismo, cuál es el significado de sonar dicho instrumento ceremonial, pero la Torah en sí no da una razón específica del por qué resulta ser de vital importancia tocar el shofar durante las reuniones de la Kehiláh (Congregación) y después de nuestras oraciones de la mañana o en el servicio de Shabbath, etc….

Sin embargo como el Rosh Jodesh del 7° mes, en Yom Teruah, se dice que el sonido del shofar está destinado a anunciar dicho gran evento, sirve con el fin de coronar a Yahvéh como el verdadero y único Rey del Mundo.

Otra opinión es que el lamento de este poderoso instrumento ceremonial hebreo está totalmente destinado a despertar las almas complaciente. Por esto es que dicho instrumento suele tener un valor muy importante para el pueblo israelita.

Cabe señalar que también se dice que el sonido del shofar significa y recuerda el sonido de los cuernos que el pueblo de Israel escuchó en aquel momento cuando Elohim descendió del Monte Sinaí para entregarle Su Torah.

Así mismo, no podemos negar el hecho de que hay varias opiniones distintas a estas sobre por qué se toca el shofar durante los dos días de Moedim (celebraciones) santas, si bien es cierto que cada razón es única, todas por igual sirven como un claro recordatorio de que existimos bajo la soberana voluntad de YHVH Elohim, y eso es lo que verdaderamente importa.

Lo interesante, y a la vez misterioso de esta Fiesta del Eterno llamada Yom Teruah, y conocida como Fiesta de las Trompetas, es que el Shofar es la mitzváh (mandamiento) principal de esta celebración.

Es la Torah misma la que nos ordenó tocar el shofar en el día de Yom Teruah, y meditar en nuestros corazones acerca de nuestro obrar, mientras escuchamos sus sonidos reparadores.

Sí, así es, el sonido del shofar rectifica y repara el alma que ha sido redimida por el Eterno, y todo lo que tenemos que hacer es simplemente escucharlo con actitud obediente y meditando en teshuváh delante del Boré Olam (Creador del Mundo), nuestro Abba.

La Tecnología Vibracional del Shofar (101 Sonidos)

En todos estos años de aprendizaje, comprendí que el Shofar es un arma espiritual muy importante para contrarrestar las fuerzas de juicios de las zonas celestiales de rigor. Su uso correcto en el tiempo divinamente señalado permite disipar toda entropía (caos) de nuestras vidas y nuestro entorno o mundo.

A continuación les comparto lo que he aprendido en estos años escuchando a entendidos en el tema, pero elevando dicho conocimiento a nuestro contexto mental: lo mesiánico vibrando en nuestras vidas.

En realidad es una tecnología cósmica aplicada de última generación revelada por los Cielos, que tiene más de 3.500 años de antigüedad.

Los 101 sonidos del Shofar (Cuerno de Carnero) que se acostumbra a tocar y escuchar en la fiesta de Yom Teruah, son la conexión central de esta festividad. Esta es una de las tecnologías místicas más ancestrales que existen para disipar caos de nuestras vidas y del mundo.

Los sonidos durante la mañana de Yom Teruah se dividen en grupos de 30, 30, 30, 10 y 1 (101 en total).

Los primeros 30 sonidos tienen el poder de cancelar todo tipo de juicio que se haya generado por nuestras acciones de idolatría. La Torah, en sus códigos de Sabiduría divina, explica que idolatría no es solo adorar otros dioses si no es el hacer de cosa materiales nuestros dioses.

Si entendemos que la Luz del Creador es la única fuente verdadera de Energía de satisfacción, cuando esperamos recibir satisfacción espiritual de objetos, dinero, personas; o cuando creemos que nuestro sustento proviene de otros seres humanos; o cuando esperamos que una persona nos haga feliz, estamos conectando con idolatría y poniendo en manos de esas personas u objetos nuestra felicidad y plenitud. Otro aspecto de idolatría es la percepción que tenemos de la vida. La Torah dice:

No te voltees a ver otros dioses, no hagas imágenes moldeadas
(Vayikrá/Levítico 26:1)

La palabra que utiliza para decir “voltees” también quiere decir “conviertas” El maestro Ari (se trata del nombre del Rabino Isaac Luria) explica que cuando vemos cosas, situaciones, etc., y las idealizamos “nos convertimos” en eso que vemos y moldeamos nuestra imagen de una forma diferente a como fuimos creados “a imagen de Dios”, creando programaciones corruptas en nuestro sistema de creencias. Estos 30 sonidos limpian esas programaciones.

Los siguientes 30 sonidos destruyen cualquier tipo de obstrucción entre la Luz y nosotros que fue creado por corto circuitos sexuales, incesto o conductas egoístas relacionadas con los deseos sexuales. También limpia todo tipo de bloqueo que se crea por peleas de pareja y los deseos egoístas en general.

Los siguientes 30 sonidos cancelan los juicios relacionados con derramamiento de sangre y la opresión. Seguro inmediatamente pensamos que nosotros no tenemos nada que ver con las guerras y los pueblos oprimidos. En el plano físico y más inmediato, nuestros hábitos de consumo tienen mucho que ver con gente que es oprimida para que nosotros podamos tener ciertos lujos a un módico precio.

En el plano metafísico debemos entender que organizar una guerra o matar a alguien requiere de mucha energía de odio, ego, deseo de poder e insensibilidad. Cada vez que nosotros somos insensibles, o desplegamos odio o deseo de poder sin importarnos los demás, alimentamos la Klipáh (caparazón, concha o velo de negatividad) global del odio, egoísmo y del poder destructivo. Cuando un líder malvado decide iniciar una guerra donde se derramará mucha sangre, recurre y necesita de esa Kilpáh Global para hacerse de la energía que necesita, si esta klipáh estuviera vacía, es decir, si nosotros no la hubiéramos alimentado, ese líder no podría llevar a cabo sus planes bélicos.

Los siguientes 10 sonidos del shofar cancelan la negatividad que hemos creado a través del denominado Lashón HaRá (hablar mal) de otras personas o de nosotros mismos. Según la Sabiduría de la Torah, pocas transgresiones espirituales son tan nocivas como hablar mal de alguien. Respecto a la consecuencia espiritual que tiene el hablar mal de alguien el Talmud dice que “un asesino solo puede matar a alguien una vez; el que habla mal de otra persona lo mata cada vez que alguien repite lo que él dijo”.

El ultimo sonido se denomina “Teruah Guedolah”. Es el mismo sonido que utilizó Yehoshúa (Josué) para derribar los muros de Jericó. Este último sonido extendido tiene el poder de derribar las duras paredes de nuestro corazón. También completa el número total de 101 sonidos que es el mismo valor numérico del nombre del Arcángel Mijael (Miguel), el Arcángel Protector de Israel que nos acompaña a los integrantes de las Dos Casas (Judá y Efraím) hasta que todos sean inscriptos en el Libro de la Vida por medio de los méritos del Mesías.

Por último, de acuerdo al Zohar es tan importante conocer las meditaciones de los 101 sonidos como saber sostener el Shofar si eres quien lo tocará. A tal punto que el rab Ari dice que si te das cuenta que la persona que toca no lo hace correctamente desde lo más básico que es lo físico, seguramente no es cuidadoso de las meditaciones de cada sonido y deberías salir corriendo para no oír ese Shofar.

Por eso, los expertos en los secretos de este instrumento, prescriben los siguientes consejos para tocarlo correctamente y conectar así con el Camino que lleva al Tercer Cielo.

  • El shofar deber ser tocado ubicándolo en el lado derecho de la boca, no en el centro, ni en el lado izquierdo.
  • La mano derecha debe sostener el shofar desde arriba, es decir que los dedos deben apuntar hacia abajo y no hacia arriba.
  • La boca del shofar no debe estar más alta que los ojos y la nariz de la persona que lo toca y,
  • por último, el shofar jamás debe ser tocado como una trompeta apuntando hacia el cielo.

Si se cometen esos errores pueden generar el efecto inverso al buscado.

Si prestas atención a la mayoría de las fotos que muestran a alguien tocar un Shofar verás que no prestan atención a estas indicaciones, lamentablemente, incluso algunos que se autodenominan shofaristas.

Apreciados lector y lectora, si estás hoy gozando de la primogenitura que otorga la fe en la obra redentora de Yeshúa HaMashiaj, debe saber que este Yom Teruah es muy especial, ya que está ocurriendo dentro de un tiempo profético muy específico conectado con los siete shofarot (trompetas) descripta en el Libro de Revelación (Apocalipsis). Por ende, este Yom Teruah te dará la oportunidad gloriosa de experimentar el poder de la vibración de la obra del Mesías en cada una de las distintas frecuencias del Shofar.

¡El poder de derrumbar cualquier muralla interna o externa estará a completa disposición!

Shalom!


Fuente: Javier Wolcoff

La Herramienta Cuántica del Yom Teruah

Por P.A. David Nesher

Lo interesante, y a la vez misterioso de esta Fiesta del Eterno es que el Shofar es la mitzvat principal de esta celebración. Es la Torah misma la que nos ordenó tocar el shofar en el día de Yom Teruah, y meditar en nuestros corazones acerca de nuestro obrar, mientras escuchamos sus sonidos reparadores. Sí, así es, el sonido del shofar rectifica y repara el alma, y todo lo que tenemos que hacer es simplemente escucharlo.

¿Qué es este instrumento?

El shofar es un cuerno que ha sido ahuecado para permitir que salgan los sonidos. En principio, es tradicionalmente conveniente tratar de conseguir un shofar que provenga de un carnero (macho de la oveja) en recuerdo del mérito de la atadura de Itzjak, ya que en aquella oportunidad, Abraham Avinu sacrificó a un carnero cuando Yahvéh finalmente le prohibió sacrificar a su hijo Itzjak.

El shofar es un cuerno de carnero, que fue utilizado en diversas batallas bíblicas, entre ellas podemos mencionar la batalla que tuvo Josué, cuando iba a derribar los muros de Jericó, en donde Yahvéh le pide a su ejército que hagan sonar el shofar, para así derribar los muros de esta ciudad cananea. Lo asombroso del milagro en Jericó, es que efectivamente Yahvéh muestra su poder por medio de la obediencia de Josué, quien tras hacer sonar “las bocinas” pudo experimentar la fidelidad del Eterno y ver como los muros en Jericó fueron derribados. Por este acontecimiento histórico, el shofar se hará símbolo de guerra, ya que su sonido causaba que los guerreros cobraran valor, al escuchar el teruah (sonido principal) llamándolos a la guerra.

Por todo esto, algunas versiones de la Biblia registran el shofar “como un cuerno de carnero”, al que llamaban también “bocina”.

Debo aquí añadir que el listado de la extensa significación que tiene la palabra shofar considerándola en su raíz hebrea (Strong: 8231):

  • «brillo» o «brillar«,
  • «hacer algo hermoso«,
  • «hermosura o belleza«,
  • «hacer a algo aceptable«,
  • «convertir algo en bueno y esplendido»,
  • trompeta,
  • bocina.

Evidentemente, y ante este listado de significaciones, nos damos cuenta que el Shofar no es un instrumento musical. Es más bien una herramienta cuántica que, por medio de nuestra fe (emunah) genera una vibración que impacta en los campos de energía electromagnéticas que puede matar o curar, crear o destruir. Por eso, es un símbolo del poder creador de la Palabra de Yahvéh. El Eterno creo al mundo hablando desde su emunah (fe), es decir, que generó vibraciones (sonidos) y la Creación fue. Ante esto, nosotros tocamos el shofar y nuestros escenarios se van creando.

La Tecnología mística que manipula los destinos de la Creación.

De acuerdo a los descubrimientos de la ciencia de la física cuántica, hoy sabemos que la energía es la fuente esencial de todo lo creado. También se ha descubierto que la energía es vibración, y que la vibración es sonido. Sin embargo, el Eterno, mediante este mitzvá (mandamiento) de tocar shofar en este día específico otorgó a Israel, una tecnología que les permitiría oficiar como un reinado sacerdotal que represente al Eterno y bendiga a las naciones. Por todo esto, sabemos que el sonido del shofar disuelve los bloqueos de energía negativa que los seres humanos hemos creado que son los que provocan los “dinim” (juicios) posteriores, que causan caos en el planeta.

El sonido del Shofar, obliga a que la meditación que hacemos mientras lo escuchamos genere en nosotros una consciencia que produce flujos de suavidad para afrontar las distintas circunstancias que nos tocará vivir en lo que resta del año, marcando un nuevo ritmo para el venidero.

El sonido generado en este día permite que el espíritu de cada redimido entre en el programa de esa especie de «computadora galáctica» que el Eterno creó, y desde donde descienden paquetes de bendiciones en esta fecha especial. Estoy hablando del Gan Eden (Jardín del Edén), esa dimensionalidad especial colocada entre el Cielo y la Tierra, que permite al hombre mesiánico, tomar toda potestad para trazar el curso planetario. 

El sonido del shofar, bien escuchado y meditado, dejará que el portal abierto entre Gan Edén y la Tierra otorgue en forma correcta y organizada los paquetes de energía que el Eterno ha determinado para cambiar el mundo en los tiempos venideros. El shofar es una herramienta que permite manipular todos estos paquetes de energía para cambiar toda esterilidad en fertilidad.

Debemos entender que el sonido de shofar genera primeramente un escudo contra todo bombardeo cósmico, y a la vez permite suavizar todo es bombardeo que está aterrizando en la Tierra como juicios de maldición.

Nuestra conciencia es la llave que en este día permite entrar en el Gan Edén y modificar «el software» de esta gran maquinaria cósmica. Gracias a esta festividad, descubrimos que los mitzvot (mandamientos) tienen en nuestra conciencia un impacto proactivo ya que influyen en nuestra inteligencia emocional para crear nuevas ideas que promocionen nuestras vidas y familias en la nueva era que se avecina.

Adam era consciente de este poder, hasta que lo perdió por el exilio que provocó la desconexión voluntaria de su conciencia respecto al Eterno. Por eso, en este día, y mediante el uso de esta herramienta profética, que todos los hijos primogénitos del Eterno, volvemos nuestras mentes a la posición original que tenía la mente del primer Adam, tal como Yeshúa lo consiguió mientras estuvo aquí en la Tierra. 

Tenemos que mimetizar la conducta de Adán cuando bajó a la Tierra. Él sabía subir por la pasarela, captando la abundancia de bendición que estaba disponible en esa dimensión para bajarla en el tiempo oportuno a la Tierra. Por eso, Aquel que es llamado por el apóstol Pablo, el Segundo Adán (Romanos 5: 12; 1 Corintios 15: 21), fue ascendido como el ser humano  que logró reposicionarse en el diseño original, y junto con Él elevó a muchos hijos a este nivel de Gloria (Hebreos 2: 10). Con esta consciencia podemos entender mejor que nunca aquella promesa que Yeshúa hizo, en el Getsemaní, la noche de su Pasión:

«Les digo la verdad, todo el que crea en mí hará las mismas obras que yo he hecho y aún mayores, porque voy a estar con el Padre.»
(Juan 14: 12 – NTV)

Esta conexión perfecta del hombre original con el Gan Edén definía el estado de bienaventuranza para la humanidad y la creación toda. Mediante este estado de consciencia el ser humano logra actuar en su cotidianidad, de tal modo, que todo lo conduce a la plenitud de la vida: sentirse exageradamente feliz.

Ese influjo que viene del Gan Edén a la Tierra cargado de abundancia y felicidad es lo que se conoce como Shekinah. Es la Presencia Divina que se vierte a la Tierra para acumular gran abundancia a favor de todo lo creado. Por eso, en este día festivo tan especial, a los hijos primogénitos del Eterno, se nos considera como los únicos responsables de todos los acontecimientos que ocurran en todas las dimensionalidades de los mundos existentes. En el momento de escuchar el Shofar lo interdimensional anhela nuestra manifestación.

Una Herramienta Divina que Sacrifica el Falso Yo (EGO).

Una cosa que también  es conveniente tener en cuenta es que el shofar no debe ser recto sino curvo, para recordarnos que debemos ser sumisos al acercarnos a los ámbitos celestiales, doblegando nuestros corazones ante Yahvéh, y sin enaltecernos delante de Él, ni de las dimensiones espirituales que lo rodean y adoran. Por eso, se discierne que esta Fiesta es el remedio divino para comenzar a erradicar el EGO, ya que este es un pensamiento que nos fue implantado, mediante bombardeos negativos, desde el exterior. El mismo intoxica nuestra mente y nos hace creer que nosotros somos los dueños de nuestro destino y que, por lo tanto, no necesitamos recurrir al Eterno y Su Gan Edén para obtener las energías (potestad) de modificación.

Este EGO aporta las malas mitdot o cualidades como el temor, las dudas, los odios, las envidias, etc. que nos desconectan del Gan Edén y hacen que tengamos una naturaleza reactiva. Desde esta falsa naturaleza, nuestras mentes buscan el placer de solucionar las urgencias, sin la alegría de dar respuesta a cada circunstancia negativa que nos desafía a manifestarnos como luz.

El shofar logra romper el EGO, y controla todo pensamiento que nos limita. Al hacer sonar el shofar, recordamos la fe (emunah) de los patriarcas y nuestra capacidad de autosacrificio. Sirve como recordatorio del cuerno del carnero en la “atadura de Itzjak (Isaac)” (Akedat Itzjak), quien ofreció su vida humildemente al Eterno pero en cuyo lugar fue sacrificado el carnero. De la misma manera, todos nosotros debemos estar dispuestos a entregar nuestras vidas en aras de la santificación del Nombre del Eterno, y clamamos a Él, en el Mesías, para que esta actitud sirva para que seamos recordados por los Cielos para bien.

El sonido del shofar despierta en nosotros una sensación de estremecimiento y temor que nos conduce a acercarnos a Yahvéh con humildad, como expresa el profeta:

«¿Acaso es posible hacer sonar el shofar en la ciudad y que el pueblo no se estremezca?»
(Amós 3:8)

El shofar nos llena de maravilla y humildad al contemplar la verdadera infinitud de Yahvéh, cómo Él llena el tiempo y el espacio, y a través de Su Presencia en nosotros se reprograman los campos electromagnéticos universales.

Resumiendo nuestra meditación, diremos que Yom Teruah persigue el acto de grabar abundancia a favor de los seres humanos que han programado su intelecto con los códigos lumínicos de la Torah. Por ende, no es una jornada de carencias, lo que demanda que solamente existan tefilot (oraciones) de gratitud y no de pedidos. Entendiendo esto, esta festividad es una oportunidad que el Eterno nos otorga de escribir en nuestra imaginación aquello que imaginamos para el próximo año. Es un día ideal y muy propicio para comprometer a los Cielos con nuestras palabras de bendición.

En este día todo debe ser Mashiaj. Es decir, es decir que debemos llevar nuestro intelecto a una activad de consciencia de abundancia ilimitada. Es que de lo que se trata Yom Teruah es GRABAR ABUNDANCIA.

Yom Teruah y la Metafísica de las Posibilidades Infinitas

Por David Nesher

 

 

En Yom Teruah (Día de Aclamación) se abre un portal entre la dimensión del Gan Eden y el planeta Tierra, en el que estamos llamados en salir a buscar paquetes de energía divina (kedushá) que están ingresando por dicho portal hacia el planeta. Si no hacemos nada durante este día, dichos paquetes de energía ingresarán en la tierra, y se transformarán en juicios. Entonces el rigor y el dolor se manifiesten en los distintos ámbitos terrenales (hambre, enfermedades, guerras, etc.).

En Yom Teruá se entiende que nuestro ser se conecta en el mundo denominado Gan Edén. En esa dimensionalidad, se goza de una felicidad absoluta, en donde los deseos están cubiertos, hasta el más grande extremo. El primer Adam se movía aquí en la Tierra con acceso directo a esa dimensión Gan Edén, de tal manera que podía, desde una adoración verdadera, rectificar, reparar y transformar la Tierra, promocionándola a mayores niveles de kedushá (santidad).

Recordemos que Adam es creado en el Gan Edén, es decir en una situación ideal. En esa dimensión, el ser humano tiene todo a su disposición sin prácticamente ningún esfuerzo. Allí todo es posibilidad. El único desafío de Adam era “no comer el fruto antes de tiempo”, al realizar la acción justa en el momento justo hubiera adquirido el discernimiento para trascender el tiempo y el espacio alcanzando el estado infinito de Ein Sof.

En Yom Teruah entra una nueva luz intelectual al mundo, abriendo nuestras mentes para que podamos ver lo que vio Adam en el Gan Eden. Es un día en el que podemos evaluar quiénes somos, adónde estamos yendo, y hasta qué punto estamos viviendo nuestras vidas como verdaderos seres humanos.

En este día confesamos que se acerca, cada día más, el momento profético en que ya no necesitaremos funcionar acorde a las leyes físicas. Es decir, que ya no dependeremos de ninguna ley natural.

En Yom Teruah debemos decidir cómo interactuar ante el portal cósmico que se abre ante nosotros, sus sacerdotes. Se nos brinda la posibilidad de bañarnos en estos paquetes de energía y quedamos injertados en el universo como un engranaje de una Gran Máquina que revela el propósito eterno de Yahvéh. En ella estamos llamados a influenciar todo el movimiento de esa maquinaria. De repente la propuesta de Yom Teruah nos hace consciente de que el Todo también depende de nosotros.

En Yom Teruah despertamos a la consciencia de que fuimos creados con poderes extrasensoriales, seamos o no conscientes de ello. Es justamente nuestra capacidad extrasensorial la que capta en este día que dichos paquetes de energía cósmica están bombardeando al planeta, esperando ser redireccionadas para ser de bendición a la humanidad y el planeta todo. Es justamente nuestra capacidad extrasensorial la que capta estos paquetes en forma de pensamientos positivos llenos de convicciones vocacionales. En este día festivo comprendemos que así como extrasensorialmente recibimos ondas de energía celestial, también podemos emitir ondas extrasensorialmente para afectar a la Totalidad, y promocionarla en Su propósito.

Debemos pues utilizar sabiamente esta herramienta llamada Yom Teruah para aportar al planeta los paquetes de energía divina que aseguran acumular gran abundancia de bienes en nuestras vidas, familias y economía.

Yom Teruah es el día que permite esta actividad profética-sacerdotal tan asombrosa.

¡Felicidad o Caos será la opción activa en este día festivo!

El Sonido Científico del Shofar

En cada Yom Teruah comprobamos en nuestro ser que el conmovedor sonido del shofar nos habla con mayor intensidad que las palabras. Es un llamado personal a cada uno de nosotros para que despertemos y utilicemos la oportunidad para cambiar que esta fiesta del Eterno nos brinda.

Encontré un artículo escrito por Yvette Alt Miller en el que nos demuestra como la ciencia moderna ha documentado las respuestas físicas que experimentan los seres humanos al verse expuestos a sonidos fuertes y resonantes como lo es el sonido del Shofar.

Los cambios físicos que experimentamos al enfrentarnos a alarmas urgentes y repentinas —conocidos como la respuesta de “lucha o escapa”— nos ayudan a tratar con las amenazas inmediatas. Durante Yom Teruah, esos cambios nos pueden ayudar a ver el mundo de otra manera, brindándonos una perspectiva diferente y ayudándonos en áreas donde necesitamos crecer.

  1. Nuestros sentidos se agudizan

Cuando nos sobresaltamos, el hipotálamo de nuestro cerebro comienza inmediatamente a producir hormonas, alterando de esta forma nuestro estado fisiológico. Una de las primeras cosas que produce son los Neuropéptidos-S, una pequeña proteína que nos hace estar más alertas. Disminuye nuestra necesidad de sueño, se agudiza nuestro estado de alerta y aumenta nuestra energía.

Nuestro cerebro también envía una señal a nuestras glándulas de adrenalina para que comiencen a liberar adrenalina y noradrenalina, dos hormonas que aumentan nuestro ritmo cardíaco y respiratorio, y agudizan nuestra concentración.

En tan sólo segundos pasamos a un estado de alerta y podemos ver los peligros y los detalles que antes pasábamos por alto.

En Yom Teruah, esos momentos son invaluables. La energía que ganamos al oír los fuertes sonidos del shofar nos da, por un momento, un estado de consciencia renovado y más agudo, así como una forma diferente de ver el mundo.

  1. La emoción se incrementa

Otro efecto del estrés repentino es la simplificación de nuestro proceso de razonamiento. Cuando nos sobresaltamos, nuestro cerebro libera catecolamina, un neurotransmisor que estimula una parte de nuestro cerebro denominada cuerpo amigdalino, un centro que se basa en el pensamiento emocional (en lugar de puramente racional).

Este cambio nos ayuda a no sobrecargarnos de detalles y a no atascarnos cuando tomamos decisiones: es parte de nuestra respuesta “lucha o escapa” que nos ayuda a decidir ¡corre! en los momentos de peligro.

También puede darnos la claridad para analizar nuestro comportamiento sin la racionalización que es parte de nuestro matizado proceso de pensamiento cotidiano.

Pensar con nuestro cuerpo amigdalino en los momentos posteriores a los sonidos del shofar nos ayuda a vernos con mayor honestidad, a percibir nuestro comportamiento como bueno o malo, sin racionalizaciones. Puede darnos el coraje para admitir nuestras falencias y la claridad para saber qué hacer en el futuro.

  1. Se despierta la memoria a largo plazo

No sólo nuestro cuerpo amigdalino es estimulado, sino también el hipocampo, la región del cerebro que almacena la memoria a largo plazo. Esto nos ayuda a asegurar que no desperdiciemos esos momentos, a que aprendamos del estrés que acabamos de vivir.

Esto significa que cualquier cosa que vivamos en este estado de alta sensibilidad hará una impresión duradera en nosotros y permanecerá en nuestra memoria más que los recuerdos normales.

Esto ayuda a asegurar que nuestras resoluciones de Yom Teruah tengan un impacto más duradero. Todos nuestros pensamientos (nuestras emociones y nuestras decisiones para cambiar) se arraigarán profundamente en nuestro ser y serán parte de nuestra memoria a largo plazo.

Cuando oímos los fuertes sonidos del shofar nuestro cerebro se sensibiliza; saber esto puede ayudarnos a utilizar estos preciados momentos para imbuir en nuestra memoria mensajes positivos y decisiones para crecer, recuerdos a los que podremos recurrir durante todo el año.

  1. Nuestro cerebro se vuelve más activo

Con todos estos cambios ocurriendo, durante los momentos de estrés nuestro cerebro se vuelve más activo. Las células nerviosas de nuestro cerebro reciben más mensajes que lo normal y aumenta la actividad cerebral. En este estado somos capaces de procesar mucha más información que durante los momentos menos estresantes.

El período en que escuchamos el llamado del shofar es muy breve. Sin embargo, si se lo permitimos, puede estimularnos a pensar con mayor profundidad y a tomar decisiones que duren más que lo normal.

Las Escrituras del Eterno enseñan que es posible tomar decisiones importantes y cambiar nuestra vida en un instante. La capacidad extra que tenemos durante este período hace que el cambio sea más accesible.

Cuando escuchamos los urgentes y potentes sonidos del shofar, nuestros cuerpos están perfectamente calibrados para reaccionar ante ellos, dándonos más energía y concentración; utilicemos esta dosis extra para analizar nuestras acciones pasadas y para decidir crecer en el año entrante.