Por David Nesher
En Yom Teruah (Día de Aclamación) se abre un portal entre la dimensión del Gan Eden y el planeta Tierra, en el que estamos llamados en salir a buscar paquetes de energía divina (kedushá) que están ingresando por dicho portal hacia el planeta. Si no hacemos nada durante este día, dichos paquetes de energía ingresarán en la tierra, y se transformarán en juicios. Entonces el rigor y el dolor se manifiesten en los distintos ámbitos terrenales (hambre, enfermedades, guerras, etc.).
En Yom Teruá se entiende que nuestro ser se conecta en el mundo denominado Gan Edén. En esa dimensionalidad, se goza de una felicidad absoluta, en donde los deseos están cubiertos, hasta el más grande extremo. El primer Adam se movía aquí en la Tierra con acceso directo a esa dimensión Gan Edén, de tal manera que podía, desde una adoración verdadera, rectificar, reparar y transformar la Tierra, promocionándola a mayores niveles de kedushá (santidad).
Recordemos que Adam es creado en el Gan Edén, es decir en una situación ideal. En esa dimensión, el ser humano tiene todo a su disposición sin prácticamente ningún esfuerzo. Allí todo es posibilidad. El único desafío de Adam era “no comer el fruto antes de tiempo”, al realizar la acción justa en el momento justo hubiera adquirido el discernimiento para trascender el tiempo y el espacio alcanzando el estado infinito de Ein Sof.
En Yom Teruah entra una nueva luz intelectual al mundo, abriendo nuestras mentes para que podamos ver lo que vio Adam en el Gan Eden. Es un día en el que podemos evaluar quiénes somos, adónde estamos yendo, y hasta qué punto estamos viviendo nuestras vidas como verdaderos seres humanos.
En este día confesamos que se acerca, cada día más, el momento profético en que ya no necesitaremos funcionar acorde a las leyes físicas. Es decir, que ya no dependeremos de ninguna ley natural.
En Yom Teruah debemos decidir cómo interactuar ante el portal cósmico que se abre ante nosotros, sus sacerdotes. Se nos brinda la posibilidad de bañarnos en estos paquetes de energía y quedamos injertados en el universo como un engranaje de una Gran Máquina que revela el propósito eterno de Yahvéh. En ella estamos llamados a influenciar todo el movimiento de esa maquinaria. De repente la propuesta de Yom Teruah nos hace consciente de que el Todo también depende de nosotros.
En Yom Teruah despertamos a la consciencia de que fuimos creados con poderes extrasensoriales, seamos o no conscientes de ello. Es justamente nuestra capacidad extrasensorial la que capta en este día que dichos paquetes de energía cósmica están bombardeando al planeta, esperando ser redireccionadas para ser de bendición a la humanidad y el planeta todo. Es justamente nuestra capacidad extrasensorial la que capta estos paquetes en forma de pensamientos positivos llenos de convicciones vocacionales. En este día festivo comprendemos que así como extrasensorialmente recibimos ondas de energía celestial, también podemos emitir ondas extrasensorialmente para afectar a la Totalidad, y promocionarla en Su propósito.
Debemos pues utilizar sabiamente esta herramienta llamada Yom Teruah para aportar al planeta los paquetes de energía divina que aseguran acumular gran abundancia de bienes en nuestras vidas, familias y economía.
Yom Teruah es el día que permite esta actividad profética-sacerdotal tan asombrosa.
¡Felicidad o Caos será la opción activa en este día festivo!