¿Sabías que los primeros restos fueron hallados hace veinte mil años? Aquí te lo cuento.
El arco y la flecha, una invención que revolucionó la historia humana, tiene sus orígenes en la prehistoria. Este relato explora su evolución desde herramientas rudimentarias hasta instrumentos sofisticados de caza y guerra.
La historia del arco y la flecha comienza hace miles de años, en la época del Paleolítico Superior, cuando los primeros humanos empezaron a utilizar herramientas y armas más avanzadas. Las primeras evidencias de arcos y flechas se remontan aproximadamente a 20,000 años atrás. Estos primeros arcos eran simples, hechos de una única pieza de madera y cuerdas de materiales vegetales o tendones de animales.
Las flechas, por otro lado, eran varillas delgadas, a menudo de madera, con una punta afilada hecha de piedra, hueso o metal. Las plumas de ave se añadían a las flechas para estabilizar su vuelo. Este sistema de lanzamiento permitía a los cazadores alcanzar a sus presas a una distancia mayor y con mayor precisión que con lanzas o piedras.
El arco y la flecha no solo mejoraron la caza, sino que también tuvieron un impacto significativo en la guerra. Las sociedades que dominaron su uso obtuvieron una ventaja considerable, pudiendo atacar desde distancias mayores y con mayor fuerza letal. Este avance condujo a una nueva dinámica en los conflictos entre comunidades y naciones.
A lo largo de los siglos, el diseño del arco y la flecha evolucionó. Los arcos compuestos, que aparecieron por primera vez en Asia alrededor del 1000 a.C., representaron un gran salto en la tecnología de arquería. Estos arcos utilizaban una combinación de materiales como madera, hueso y tendón, lo que les otorgaba mayor fuerza y flexibilidad. Los arcos compuestos permitieron disparos más potentes y precisos, y se convirtieron en una herramienta esencial en los ejércitos de varias culturas, incluyendo los mongoles, persas y chinos.
El uso del arco y la flecha alcanzó su apogeo durante la Edad Media, especialmente en Europa y Asia. Los arqueros ingleses, con sus largos arcos de yew, jugaron un papel crucial en batallas como la de Agincourt. Mientras tanto, en Japón, los samuráis perfeccionaron el arte del kyudo, el camino del arco, como una práctica tanto bélica como espiritual.
Con la llegada de las armas de fuego, el arco y la flecha comenzaron a perder su predominio en la guerra. Sin embargo, su influencia persiste en muchas culturas, tanto en la caza como en la práctica deportiva y ceremonial. El tiro con arco, por ejemplo, es un deporte olímpico que atrae a atletas de todo el mundo.
En resumen, el arco y la flecha han jugado un papel fundamental en la historia de la humanidad. Desde herramientas de supervivencia en la prehistoria hasta instrumentos de guerra y símbolos de habilidad y precisión, han dejado una huella indeleble en la cultura y la tecnología humanas. Su historia es un testimonio de la ingeniosidad y adaptabilidad de nuestros antepasados y continúa inspirando a generaciones en la actualidad.
¿Sabías que el Manuscrito Voynich lleva casi seis siglos siendo una de las mayores incógnitas de la historia?
Seguramente estarás diciendo: «¡Espera un poco David!,… ¿De qué cosa se te ha ocurrido hablar ahora?«
Quiero contarte acerca de un manuscrito que nadie ha podido descifrar… En los anales de la historia, pocos misterios han capturado la imaginación colectiva como el enigma del Código Voynich, el que ha sido considerado por algunos como el libro más misterioso del mundo.
En realidad, este documento data del siglo XV, pero el enigma del Manuscrito Voynich (también llamado «Código Voynich» o «Códice Voynich») comenzó recién en el año 1912, cuando fue redescubierto por el comerciante de libros raros Wilfrid Voynich, en honor a quien fue nombrado este misterioso texto. Se cuenta que este varón encontró el libro medieval en la biblioteca de un colegio jesuita ubicado en las afueras de Roma y de inmediato lo compró para exhibirlo en su librería de Londres, cautivado por la extrañeza de la pieza. Voynich, discernía en lo más profundo de su alma que se llevaba de Italia un ejemplar único que encerraba consigo uno de los más grandes misterios que dio la escritura a lo largo de su historia.
Desde el primer momento, el manuscrito se reveló como una obra de arte enigmática, sus páginas estaban repletas de ilustraciones de plantas desconocidas, diagramas celestiales y figuras humanas en extrañas amalgamas con la naturaleza, todo acompañado de un texto escrito en un idioma completamente desconocido y una escritura que, hasta la fecha, nadie ha podido descifrar. Gracias a una prueba de carbono 14 realizada en 2009 por un equipo de la Universidad de Arizona, se determinó que elvolumen fue elaborado entre los años 1404 y 1438.
El Manuscrito en verdad es un pequeño libro, de veintitrés por quince centímetros, con hojas irregulares en su interior, es decir, muchas de ellas están plegadas en dos y tres partes, con lo que equivalen al doble o al triple del tamaño del resto de hojas.
Al día de hoy, el volumen contiene 246 cuartillas, faltando 8 hojas, cuyo paradero se desconoce.
De las 246 páginas, 33 contienen solo texto, el resto de páginas son todo ilustraciones, y todas ellas creadas en tinta y acuarela. Los tonos más comunes en las aguadas son diversos, van entre los verdes, marrones, rojos, amarillos y azules. El contenido de las ilustraciones hace referencias al mundo científico y botánico.
El escrito exhibe una amplia variedad de elaboradas ilustraciones «tan desconcertantes como hermosas» que aún no se pudieron descifrar y un total de 37.919 palabras con 25 letras o caracteres distintos, también desconocidos hasta el día de hoy. Se barajó la posibilidad de que se tratase de alguna lengua oriental, del sánscrito, del tamil e incluso un lenguaje inventado. Sin embargo, ningún estudio logró esclarecer ese misterio.
En cuanto a su tamaño, es de 22 centímetros de alto por 15 de ancho, y cuenta con un grosor de cinco centímetros. Sus hojas están hechas de vitela (una especie de pergamino delgado y durable realizado con la piel de becerros nacidos muertos). Presenta una portada hecha de pergamino de piel de cabra (colocada por alguno de sus dueños posteriores ya que data de los siglos XVIII o XIX) sin ninguna indicación de su origen, es decir, sin mencionar título de la obra, autor o año de creación.Por cierto, la misma fue colocada por alguno de sus dueños posteriores ya que data de los siglos XVIII o XIX.
Sus páginas se encuentran numeradas, aunque se cree que los dígitos también fueron escritos por un propietario posterior del manuscrito y no su autor original. Y en medio, arriba o abajo de las ilustraciones, en cada hoja existe un muy prolijo texto, cuyo alfabeto, código o idioma no ha sido dilucidado aún ni por los más avezados criptógrafos del mundo. Se habló de alguna lengua oriental, del sánscrito, del tamil y hasta de un lenguaje inventado, similar al esperanto. Pero ningún estudio serio condujo a la solución del enigmático jeroglífico. Solo se pudo contabilizar que el texto estaba formado por 37.919 palabras, construidas con 25 letras o caracteres distintos.
Algunos especialistas han asegurado que la codificación, que parece compuesto en un híbrido entre elfo y árabe, y sería la única muestra conocida de este sistema de escritura. Los servicios de inteligencia británicos, el FBI e innumerables investigadores han pasado más de cien años intentando descifrarla, pero hasta ahora nadie lo ha conseguido.
Distintos historiadores cuentan que los astrónomos y alquimistas de antaño suspiraron con anhelo al ver los segmentos astronómicos, con sus ciclos solares y lunares, que parecen retratar una cosmovisión que, aunque antigua, alberga una profundidad asombrosa. Podría ser un reflejo de conocimientos ancestrales que con el tiempo se han esfumado. Estas páginas sugieren una comprensión del cosmos que es al mismo tiempo primitiva y profunda, reflejando posiblemente creencias y conocimientos que se han perdido en la noche de los tiempos.
En otro giro de su enigma, el Código Voynich alberga baños termales llenos de mujeres (ver foto), ilustraciones que son a la vez inocentes y cargadas de un simbolismo que escapa a nuestra comprensión moderna. Estas figuras humanas, interactuando con una naturaleza fluida y casi mística, sugieren rituales, curaciones y una simbiosis con el mundo natural que nos es ajena.
Lo curioso de todo esto es que al día de hoy, no se ha logrado descifrar ni una sola frase, ni una palabra, ya que no existe ninguna referencia comparativa, ningún otro texto de dicha época en el que está catalogado el manuscrito que ayude a desvelar el secreto. Es un código encriptado en el tiempo, que está destinado a no ser descifrado jamás.
En la enumeración de hipótesis sobre el posible contenido del manuscrito Voynich, a través de los años, los voycologistas conjeturaron que podía tratarse de cuaderno de botánica, un libro cabalístico, esotérico, o relacionado con la alquimia. También se adujo que era un tratado de homeopatía, un catálogo de pócimas mágicas, un texto hermético o, incluso, el diario de un extraterrestre. Se consideró también la idea, nada improbable, de que el libro haya sido ni más ni menos que un timo, la obra de algún exquisito falsificador.
La primera noticia de la existencia del Código Voynich data del año 1580, cuando el emperador Rodolfo II de Habsburgo, muy interesado en las ciencias ocultas, la magia y las rarezas de todo tipo, lo adquirió por la elevada suma de 600 ducados a los ingleses John Dee –un mago que decía comunicarse con los ángeles mediante unas piedras– y Edward Kelley, un embaucador.
Esa alta suma pagada por el emperador para obtener el códice fue esgrimida por algunos como una de las supuestas pruebas de que el libro se realizó a modo de estafa con el fin de sacarle dinero al monarca. Por otro lado, hay historiadores que sostienen que Rodolfo II compró el libro porque le aseguraron que había pertenecido, o incluso, que lo había escrito el filósofo y teólogo inglés del sigloXIII, Roger Bacon.
En los siglos XVI y XVII, más eruditos intentaron descifrar el lenguaje encriptado del códice. El alquimista Jacobus Horcicky de Tepenecz, el bibliotecario imperial Georg Barsche y el profesor de la Universidad de Praga, Johannes Marcus Marci,entre otros. Incluso se envió el libro al jesuita Athanasius Kircher, famoso por intentar descifrar los jeroglíficos del antiguo egipcio, pero tampoco pudo dar con una respuesta y donó el volumen a la que hoy es la Universidad Pontificia Gregoriana de Roma.
Durante el siglo XX, los criptógrafos de la unidad militar de los Estados Unidos intentaron también revelar los secretos del libro, pero no pudieron. En 1921, el profesor de filosofía e historia medieval de la Universidad de Pennsylvania, William Newbold señaló que había descubierto la clave para leer el texto de Voynich. Pero luego dijo que la había vuelto a perder. Cinco años después este académico falleció, hundido en la demencia, por lo que la comunidad científica comenzó a desacreditar retroactivamente todas sus afirmaciones.
A fin de hacer este cuento más corto, les comparto este corto de Discovery Channel en el que podrán tener un resumen acerca de lo que hoy se piensa de este manuscrito incógnito.
Por sobre todo lo dicho, diré que es el lenguaje de este texto etéreo y esquivo, el que hace que el Código Voynich sea una maravilla perenne. A lo largo de los años, criptógrafos, lingüistas y decodificadores de códigos, tanto aficionados como profesionales, han intentado desentrañar sus misterios. Se ha especulado que es un engaño, una lengua perdida, un código elaborado que requiere una clave perdida hace mucho tiempo o incluso la obra de un extraterrestre dejada a la humanidad. Cada teoría, tan fascinante como la anterior, solo ha añadido capas a su misterio en lugar de desentrañarlo.
Al recorrer el Código Voynich, uno siente una conexión con una época de descubrimientos y maravillas. Sus ilustraciones botánicas, aunque desconocidas, insinúan un universo alterno donde lo familiar se entremezcla con lo inexplorado.
Y en sus rincones más desconcertantes, el manuscrito revela escenas de mujeres en paisajes acuáticos, evocando rituales o prácticas curativas, un enlace con la naturaleza que quizás ya no comprendemos.
El texto del manuscrito es quizás su rasgo más evasivo. A pesar de los innumerables esfuerzos por descifrarlo, sigue siendo una serie de signos y símbolos incomprensibles. ¿Es acaso un lenguaje perdido, un código intencionado o simplemente la obra de una mente brillante jugando con su audiencia? Las teorías abundan, pero las respuestas escasean.
El Código Voynich es un recordatorio humillante en nuestra era digital. A pesar de tener el mundo al alcance de un clic, hay misterios que permanecen intactos, desafiando nuestra curiosidad y humildad. El manuscrito se mantiene como un testimonio de que el pasado, en ocasiones, guarda secretos que no están destinados a ser revelados.
Este mapa muestra las tierras que eran propiedad de los clanes de los pueblos Selk’nam (alias Ona) y Mane’kenk (alias Haush), habitantes originarios de Tierra del Fuego, en los actuales Chile y Argentina.
Este mapa de los territorios tradicionales de los pueblos fueguinos (conocidos como «Haruwen») está basado en el trabajo de Martín Gusinde y Karl Streit (ca.1925).
Como preparación para la Primera Guerra Mundial, en Fort Riley, Kansas, se llevo a cabo un experimento militar masivo de vacunación que incluía numerosas vacunas desarrolladas con anterioridad, donde se registro el primer caso de “gripe española”.
La incipiente industria farmacéutica, patrocinada por el “Instituto Rockefeller para la Investigación Medica”, tenia algo que nunca antes había tenido: un gran suministro de sujetos humanos de prueba suministrados por el ejercito de USA.
Las autopsias después de la guerra demostraron que la gripe de 1918 NO era una “gripe” en absoluto.
Fue causada por dosis aleatorias de una “vacuna contra la meningitis bacteriana” experimental, que hasta el dia de hoy, imita los síntomas de la gripe.
Generalmente se cree que el calendario Bíblico es igual al calendario Judío de hoy. También, se suele creer que la transición del calendario Bíblico al calendario Judío fue algo espontáneo, introducido por Hillel II en el año 358 o 359 de la E.C.
Ahora bien, al leer la Biblia, en la Torah, Yahvéh Dios nos enseña las características y normas de Su calendario, sin embargo, en los libros históricos y los profetas podemos fácilmente ver que surgieron variaciones de esto, como por ejemplo, nombrar los meses según las deidades de Canaán y Babilonia (Tammuz), o establecer el comienzo del año civil en Tishri, práctica de la cual se desconoce la fecha en que fue adoptada, pero que sí se conoce que era la costumbre de las naciones que rodeaban a Israel. En el Mishná a esto se le da un sentido más espiritual «Divino» y deja de ser algo negativo (santificación de una costumbre), lo cual puede parecer algo menor y no tan importante, no obstante, la Torah nos advierte al respecto en Ex 23:24; Lev 20:23; y Deut 18:9, al instruirnos a no adoptar las prácticas, tradiciones o costumbres de las naciones, y en Deut 4:2, al mandarnos no agregar ni disminuir de los mandamientos de «Esta Torah».
El objetivo de este estudio es, de este modo, exponer textos Talmúdicos que nos permitirán conocer la historia de la evolución del Calendario Bíblico basado en la observancia, hacia un calendario Rabínico Calculado basado en la luna en conjunción, que es el que se suele emplear actualmente. El calendario judío moderno está basado en el Calendario de Tiberias y Hillel II, introducido en el tiempo de la Mishná hasta alrededor del año 420 E.C.
Calendario Bíblico: »Recordatorio y Resumen»
De manera resumida, el calendario Bíblico se guía principalmente por las luminarias de los cielos, como el sol, la luna y las estrellas (Gen 1:15). En él los meses tienen una duración entre 29 a 30 días, basado en la observancia de la Luna Nueva «Jodesh», según Ex 12:2. De igual modo, el año Bíblico comienza con la primera Luna Nueva después que la cebada es hallada en Israel y está «Aviv» (estado de madurez que indica que está lista para ser cosechada y ofrendada en el Templo durante la Fiesta de Los Panes sin Levadura) según Ex 9:31; Lev 23:1; Ex 12:2 y Deut 16:1. Y finalmente, las Fiestas Bíblicas son establecidas por la observancia de la Luna Nueva «Jodesh» de acuerdo a Salmos 104:19.
Estas señales eran fácilmente vistas y conocidas por el antiguo pueblo de Israel, ya que era una sociedad agrícola que dependía de las fases lunares para sus cosechas, y en ella el trabajo mismo los volvía conscientes de su entorno, especialmente en cuanto al estado de sus cosechas.
1 Samuel 20:5 dice: «Y David respondió a Yonatán: he aquí mañana es luna nueva (jodesh) y debo sentarme a comer con el rey (…)»
[1 Samuel 20:18 y 2 Reyes 4:23 comparten historias similares.]
Lo que podemos inferir de estos pasajes bíblicos, es que tanto David, Yonatan y la mujer Sunamita -es decir, un pastor de ovejas y futuro rey, un guerrero e hijo del rey y una mujer en tiempos bíblicos- podían saber cuándo era el comienzo del mes, «la luna nueva», sin necesidad de un calendario calculado, de la declaración del Sanhedrín o de leyes rabínicas, sino que únicamente por las enseñanzas bíblicas respecto a la observancia de la luna creciente. Ahora, ¿Cómo podían saber que el día siguiente era día de Luna Nueva? Como es conocido, el ciclo lunar dura entre 29 a 30 días, si la luna no es vista el día 29, ésta debía ser vista sin falta el día 30, por lo cual debemos entender que cuando David dijo: «Mañana es día de Luna Nueva«, ese día debió haber sido día 29, en el cual la luna no había sido vista, de modo que se daba por entendido que el día siguiente sería el día de luna nueva, el comienzo del mes.
El Calendario por Observación: »Comunicaciones por fuego»
No es conocido con exactitud cuándo el Sanhedrín comenzó a tener autoridad sobre el calendario Bíblico, pero el Calendario por Observación fue establecido por los rabinos en el periodo de la Mishná, antes del segundo siglo.
Éste consistía en el testimonio de testigos que veían la luna nueva y en la declaración de la corte del Sanhedrín. Existe clara evidencia de que Rosh HaShanna (Yom Teruah) y Yom Kippur podían caer en cualquier día de la semana. Cuando la luna era vista y era declarada por el Sanhedrín, «Santificada», fuegos eran encendido sobre los montes para comunicar a los israelitas en la diáspora hasta Babilonia. Así, los judíos que vivían cerca del los caminos podían ver las señales y guardar los días festivos en sus tiempos señalados, pero los que vivían lejos y no tenían acceso a esta información tenían que basarse en un calendario empírico de 29 a 30 días. Por la inseguridad que esto acarreaba, se observaba un día extra por cada festividad, y siempre con la preocupación de estar desfasados por un mes.
Mishna Shabbat XV,3 y 19 Manakhot XI, 7 y 9. Tosefta Arakhim I:8 B. Sanhedrin 11b y Sanhedrin 18d – Tosefta Sanhedrin II:6 Rosh Hashanna 22b-23a y Rosh Hashanna II, 5, 8, 9
Comunicación via mensajeros
En la Mishna Rosh Hashanna II,2 nos dice que los samaritanos encendían fuegos cuando no era apropiado, con el fin de frustrar la comunicación del calendario. Como consecuencia, era necesario un cambio radical en la forma de comunicar a los exiliados la progresión del mismo.
Rabbi Judah, el Patriarca, suprimió las comunicaciones por fuego, lo cual obligó a los dispersos en Babilonia a adoptar el principio de los «dos días festivos», y también con ocasión de esto, se volvió una regla tener Elul, y probablemente Adar, como meses defectivos (de 29 días), para que así los judíos en la diáspora pudieran celebrar las fiestas junto con los que permanecían en la Tierra de Israel.
Mishna Rosh Hashanna IV,a Y Rosh Hashanna II: 1,5 -8a B Rosh Hashanna 19b , Y Sanhedrin I,2, 18d
Transición de un Calendario Empírico al Calendario Calculado
La clasificación cronológica de los siguientes pasajes Talmúdicos a continuación muestran que la transición del calendario empírico a un calendario calculado fue algo más progresivo que el simple establecimiento de una ley espontánea y drástica como suele creerse. Podremos ver que antes de la institución del calendario Hillel en el año 359 E.C. una versión de un calendario pre calculado ya existía, y que éste era comunicado a Babilonia alrededor del año 325 E.C. Es más, incluso antes del 325 E.C., el comité de Tiberias usó cálculos y estableció reglas para establecer el comienzo de cada mes (Neomenia) conforme a la tradición rabínica y observancias empíricas.
Antes del año 210 E.C.
Durante la vida de Rabbi ha-Nasi, el Sanhedrín se tornó más tolerante en examinar los testigos de la luna nueva, y a la vez se volvió más flexible al momento de declarar la luna nueva. Por ejemplo, en Babli Rosh Hashanna 25b, Rabbi envió a Rabbi Hiya a santificar la luna nueva de Tishri, aunque era muy evidente que la luna creciente aún no había sido vista. Los testigos estaban obviamente equivocados, pero rabba Ha-Nasi y Rabbi Hiya lo aceptaron para respetar la regla de Elul y Adar, que indicaba que estos meses debían ser defectivos (29 días). El supuesto propósito de esta regla era ayudar a quienes estaban en la diáspora a observar los días festivos en el mismo día que los habitantes en la tierra de Israel, especialmente el día de Yom kippur, para no tener dos días de ayuno.
B. Rosh Hashanna 25a Elul B Rosh Hashanna 19b, Y Sanhedrin 1:2 18d Adar Sanhedrin.
Desde 210 E.C. hasta (entre) 300-305 E.C.
Hasta el liderazgo de Rabbi Johannan, el calendario era semi empírico, pero principalmente basado en la observancia. Sin embargo, Rab Johannan introdujo una nueva regla para evitar que yom kippur cayera en un día viernes o domingo: El primer día de Tishri no podía caer día miércoles ni viernes.
Babli Rosh Hashanna 20a: Cuando Ulle llegó a Babilonia, él dijo que Elul había sido completo (30 días) Ulle dijo: nuestros colegas de Babilonia saben qué placer les estamos haciendo [por tomar las medidas necesarias para prevenir que yom kippur ocurra cerca de un shabbat].
Antes de este tiempo, cualquier día de la semana podía ser Rosh Hashanna. Ahora miércoles y viernes no podían ser el día de la Luna Nueva, requiriendo por tanto manipulaciones del testimonio de los testigos.
Babli Rosh Hashanna 20a continúa diciendo: Rabbi Judah II envió mensajeros a Rabbi Ami diciendo: deben saber que durante todos estos años de su reinado, Rabbi Yohannan nos enseñó a intimidar a los testigos en el caso de una Luna Nueva que ha sido vista en el tiempo apropiado para testificar que la han visto, incluso si no la hubieran visto.
Mishna Shabbat 15:3 y 19:5. Mishna Menahot 11:7 y 11:9 ver tambien Babli Sukkah 43b. El comentario de Maimonades en Menahot 11:7 Kidush le.Tsorekh
Takanah de agregar un día extra festivo
Otra decisión de Rab Yohannan fue obligar a las áreas más lejanas, a las cuales los mensajeros no podían llegar por los días de viaje, a guardar un día extra en las festividades.
B ta´anit 28b y B Erakhim 10a: Leemos el Hallel compledo por 18 días al año, 8 días en Sukkot, 8 días en Januca, el primer día de Pesah y el día de Shavuot. En la diáspora lo leemos por 21 días, 9 días en Sukkot, 8 días en Januca, los dos primeros días de Pesah y los dos días de Shavuot.
Rabi Yosef en Yerushalami Erubim 3 dice: Aunque te envío la orden de los festivales, no cambies las costumbres de tus ancestros.
Babli Beitzah 4b dice: Y ahora, cuando conocemos el arreglo de la luna ¿Por qué estamos observando dos días festivos? Porque enviaron de la Tierra de Israel la siguiente orden. Ten cuidado en mantener las costumbres de tus antepasados, podría pasar que las autoridades promulguen leyes incorrectas en contra de los judíos y podrías estar equivocado si solo observas un día.
Desde el año 300 hasta 323
Rabbi Simon Yerushalam Sukkah 4:5 dice : Rabbi Simon ordenó a aquellos a cargo de las calculaciones (Demachasvin). Pongan cuidado de no poner Rosh Hashanna en Shabbat o Hoshanna Rabbah en Shabbat. Pero si están apretados entonces pongan Rosh Hashanna en Shabbat, pero no pongan Hoshanna Rabba en Shabbat.
Se estima que esta ordenanza rabínica, o «Takanah», tomó forma entre 300-309 E.C. La palabra «Demachasvin» muestra que el calendario Empírico o semi empírico del momento avanzaba rápidamente a ser un calendario más calculado, tomando prioridad el arreglo de la Neomenia (Comienzo del mes, luna nueva). Incluso si el formalismo de la luna nueva y los testigos y la santificación fueran organizados, el comienzo del mes dependía casi completamente en la decisión de la corte del Sanhedrín.
Entre el año 323-325 E.C.
Bar Hedya en Babli Sukkah 43b encontramos: Cuando Bar Hedya volvió a Babilonia le dijo que Hoshanna Rabbah no ocurriría en Shabbat.
*De Babli Berahot 56b-Sabemos que bar Hadya volvió a Babilonia cuando Rav Yosef seguía con vida, por lo cual sabemos que esto fue alrededor del año 323 E.C.
Era de Rabbah y Rav Yosef. Babli Sukkah 43b continúa: Nosotros, [los de Babilonia] no conocemos el arreglo de las lunas, ellos [los que habitan en Israel] que conocen el arreglo de la luna….
Lo que podemos ver hasta el momento, basado en estos últimos pasajes, es que la información del calendario calculado cada vez se hacía más conocida, siendo transmitida a los que habitaban en Babilonia, sin embargo , aún no existía un calendario pre calculado oficial, pues al decir que no les era conocido el arreglo de la luna, quiere decir que ellos no sabían cuándo iba a ser el comienzo del mes, puesto que cada mes se estimaba una fecha probable de la luna nueva, además de moverla para evitar que Rosh Hashanna (Yom teruah) o Yom kippur cayeran en Yom Shabbat, y al enviar mensajeros , el anuncio llegaba después de 15 días de viaje.
Camino a la institucion del Calendario Hillel II »Persecuciones»
Rava-Babli Sanhedrin 12a dice: Enviaron un mensaje a Rava: Una pareja venía de Requet, pero un águila los capturó. En sus manos habían cosas hechas en «luz» y ¿Qué eran estas? Púrpura. Por el mérito del Misericordioso y por sus propios méritos se escaparon a salvo, y la simiente de los leones de Nashon deseaba establecer una venganza, pero ese Edomita no los permitía, sin embargo, los miembros de la asamblea se congregaban y establecían una venganza en el mes en el cual Aarón el sacerdote murió.
Este texto es claramente un código secreto, nos da la impresión de que habían problemas de comunicación entre Israel y los exiliados en Babilonia, lo cual puede estar conectado a las situaciones de guerra entre el imperio Romano y Persia.
Rava- Babli Hulin 101b dice: Después de una discusión sin tener una conclusión convincente entre Abaye y Rava; Rava concluyó que había una persecución en Israel [El Sanhedrín en la Tierra de Israel] y ellos le enviaron un mensaje codificado de que Yom Kippur de ese año ocurriría en Shabbat, luego cuando Rabin y los que viajaban volvieron a Babilonia, confirmaron la interpretación a Rava.
Babli Arachim 9b dice: Rav Adda Bar Ahava dijo a Rava Aheim [Rav Meir] ¿Querían hacernos saber el conteo del nuevo mes? No, él nos quería enseñar que no es una obligación santificar los meses por observación.
Mishna Rosh Hashanna 3:1 Si todo Israel y la corte vieran la luna y los testigos fueran interrogados, pero la corte no tuvo tiempo (lo tardaron) para declararla «Santificada» antes que oscureciera, ese mes duraría 30 días.
Estas evidencias demuestran las primeras instancias de un calendario calculado establecido por las Leyes rabínicas y comunicado con mucha anticipación a los académicos de Babilonia, como también nos muestra la progresiva y lenta evolución del Calendario Judío Rabínico.
Institucion Calendario Hillel II
El calendario Hillel en conexión con la institución del Calendario Judío solo es conocido a través de una única y lejana fuente rabínica; una respuesta de Rav Hay Gaon mencionado por Rav Avraham Bar Hiya (Sefer ha-ibbur libro 3 cap 7). Como hemos expuesto en este estudio, la evolución de un calendario empírico a un calendario calculado fue un proceso lento y progresivo, comenzando a mediados del tercer siglo hasta el comienzo del cuarto siglo. Esta «Institución Oficial» del calendario judío podría presentar el proceso final del cambio de la Neomenia (arreglo del día de luna nueva), desde el día teórico de la primera visibilidad de la luna, al día de la conjunción (Molad) . El papel exacto de Hillel II en la institución del Calendario Calculado no es clara, podría haber sido limitada y reducida por el hecho de que era el Patriarca en la época de la institución. Lo que sí sabemos desde una perspectiva Rabínica, es que el calendario calculado fue necesario para preservar las Fiestas durante la diáspora, por causa de las persecuciones y de la desaparición del Sanhedrin (Maimonades Hilkhot Kiddush-ha Kadosh V:3)
Cambios post-Talmúdicos
De la carta de el Resh Galuta del año 835/836 E.C. Podemos ver que aún existían diferencias en las reglas del Molad (Luna en Conjución), entre otras. Como también existe evidencia que surgieron cambios en la duración del año, las horas del día, y la fijación de la luna. Los detalles y reglas de cálculo desarrollados en este proceso no serán analizados en este estudio.
Aharon Heyman p.85 parte 3 cap. 4. B Arakhim 9b – Tambien ver Edicion R´Nathan Amram, Salonique 1861 Ver Stern (2001) pg. 277-283 Carta de Resh Galuta Keviya dr 835/836 E.C.
En Sumatoria
Hemos hecho un recordatorio de cómo era el Calendario Bíblico según la observancia de la Luna Nueva.
El Calendario bíblico comenzó a tener variaciones al adoptar costumbres ajenas a Israel y a la instrucción de Dios.
Las señales de fuego fueron suprimidas por causa de la confusión creada por los samaritanos
El calendario del Sanhedrín Empírico era comunicado vía mensajeros a los exiliados en Babilonia.
La transición del calendario rabínico empírico a un calendario calculado fue un proceso lento y progresivo.
La institución oficial del Calendario Hillel fue una medida tomada como consecuencia de las persecuciones y de la desaparición del Sanhedrín, ya que no quedaba nadie para informar el comienzo de cada mes.
Hemos aprendido el origen y las razones de algunos Takanot relacionados a las fiestas y el calendario.
Policarpo fue obispo de Esmirna. Según la tradición histórica, conoció al apóstol Juan, de quien fue discípulo, y también tuvo como discípulo a Ireneo. De sus escritos sólo se conserva la Epístola a los filipenses.
El relato de su martirio es el más antiguo que se conserva. Allí se destaca su diálogo con el procónsul Estacio Quadratus es maravilloso. Cuando ya lo llevan a sacrificar al ver todas las graderías repletas de curiosos le ordena el procónsul que aplauda al César y maldiga a Jesús, el Cristo.
Cuando Policarpo de Esmirna, discípulo del apóstol Juan fue apresado, el gobernador le aconsejó que tuviese piedad de sí mismo por razón de su edad avanzada, y que negase su fe en el el Mesías de una vez por medio de un juramento en el nombre del emperador.
El gobernador le dijo:
«¿Quieres evitar los sufrimientos y la muerte? Solamente di estas palabras: Kaisar Kyrios(que traducido es: «César es Señor»).
Policarpo le contestó:
«— He servido a mi Señor Yeshúa el Ungido durante 86 años y nunca me ha causado daño alguno el mismo. ¿Cómo puedo negar a mi Rey, que me salvó y hasta el momento me ha guardado de todo mal, y además me ha sido fiel en redimirme?«
El gobernador furioso contestó:
» __ ¡Tengo listas las fieras y te echaré entre ellas, a menos que cambies de pensar!«
Policarpo sin temor alguno dijo:
» __ ¡Qué vengan las fieras, porque no cambiaré mi fe. No es razonable cambiarnos del bien al mal por razón de las persecuciones; mejor sería que los hacedores de maldad se convirtiesen del mal al bien!»
El gobernador respondió:
«Está bien, si no quieres negar tu fe y a las fieras no les tienes miedo, te vamos a quemar.»
Una vez más Policarpo le contestó, diciendo:
«¡Usted me amenaza con el fuego que arderá tal vez una hora y luego se apagará; pero usted no sabe de la llama del juicio de Dios que es preparada para el castigo y tormento eterno de los impíos. Pero, ¿por qué demora? Traiga las fieras, traiga el fuego, o traiga lo que sea; ningún tormento me hará negar a Cristo, mi Señor y Salvador!… y agregó: Yesous Kyrios (‘¡Jesús es Señor’!).
El relato dice que fue colocado sobre la hoguera y que pronunció entonces una bellísima plegaria; como las llamas lo respetaran y no lo quemaran, fue muerto con una espada. Se ha discutido mucho sobre el año en que Policarpo sufrió el martirio; la fecha probable parece ser el año 156 de nuestra E.C.
El increíble hallazgo de cientos de artefactos dentro de las ruinas de la antigua Sumeria nos ha dejado más dudas que respuestas acerca de nuestros orígenes. La pieza que más escándalo ha ocasionado a los expertos es una lista de los Reyes sumerios y sus reinados a través de miles de años.
Esta emblemática tablilla enumera los reinados sumerios indicando el tiempo que duraron y sus ubicaciones. Sin embargo, lo que ha sorprendido a los expertos es, que la tabla mezcla a los gobernantes predinásticos con gobernantes que forman parte de la cronología histórica aceptada. Lo que ha ocasionado intensos debates dentro de la comunidad científica ¿Por qué los sumerios registraron a estos Reyes “supuestamente míticos” en la misma tablilla si no eran reales?
La tablilla data de unos 4000 años de antigüedad, fue encontrada gracias al trabajo del alemán Hermann Hilprecht, en la antigua Nippur y se publicó por primera vez en 1906. Desde su descubrimiento se han encontrado al menos 18 ejemplares, la mayoría originarias de la dinastía Isin, las cuales datan de unos 2017 a 1794 años a. C. Todos los textos son diferentes entre sí, a pesar de eso, todas las versiones presentan las suficientes similitudes para concluir que todas parten de un solo ejemplar.
La versión más completa de todas es “el prisma de Weld-Blundell”, el cual forma parte de la colección de escritura cuneiforme del Museo Ashmolean, de Oxford.
Mide 20 centímetros de altura, tiene cuatro lados con dos columnas de escrituras en cada uno. Se dice que en el pasado tenía una especie de rueca o base de madera en su centro para girarlo y de esa forma poder leerlo, este ejemplar enumera a todos los reyes de las dinastías prediluvianas hasta el catorceavo gobernante de la dinastía Isin.
La jerarquía sumeria y su pasado mítico
La antigua Sumeria a partir del tercer milenio a. C., tenía al menos 12 ciudades, cada una de ellas amuralladas y contando con el poder político reposando sobre los ciudadanos. Gracias a la rivalidad que surgió entre ciudades, nacieron los reinos, pero la lista de los Reyes sumerios nombra a 8 gobernantes previos al gran Diluvio Universal, habla del inicio de la monarquía como una ”institución divina”, ya que la realeza descendió de los cielos. También, resalta unos periodos de tiempos increíbles e imposibles para cualquier ser humano. “Después de que la realeza descendió del cielo, la realeza estaba en Eridug. En Eridug, Alulim se convirtió en rey; gobernó durante 28.800 años. Alaljar gobernó durante 36.000 años. Dos Reyes gobernaron durante 64.800 años”. Algunos de los gobernantes que se mencionan en la lista son Etana, Lugal-banda o Gilgamesh, considerados héroes míticos, cuyas leyendas e increíbles hazañas han estado dentro de la leyenda sumeria y babilónica. Estos reyes abarcan un impresionante periodo de tiempo de 241.200 años en total, desde el momento de su llegada hasta el diluvio
Era de esperarse que estos reinados fueran rechazados por los académicos, quienes aseguran que no son reales u oficiales, la mayoría aseguran que son malinterpretaciones de los antiguos historiadores o que solo es mitología.
Gracias a que hay expertos que no se guían por el canon oficial de la historia, afirmaron que el registro de los mismos es una prueba irrefutable de su existencia. Lo que demuestra que seres divinos gobernaron en la antigüedad, de hecho, algunos expertos han demostrado semejanzas que existen entre la lista de los reyes sumerios con el Génesis bíblico. La más clara de todas las similitudes es la aparición del Gran Diluvio Universal.
El periodo de tiempo que gobernó cada uno de estos reyes va desde los 18.600 hasta los 43.200 años. Algo parecido se puede leer en el capítulo 5 del Génesis, donde se mencionan las ocho generaciones desde que Dios creó al mundo hasta la inundación, los próximos monarcas que aparecen después del diluvio gobernaron por períodos de tiempos mucho más cortos.
Esta disminución en el tiempo de vida del hombre también se refleja en la Biblia. Existen muchas interrogantes que nacen con La Lista de los reyes sumerios ¿Quiénes eran estos gobernantes? ¿Por qué duraron tanto tiempo como reyes? ¿Por qué se asemeja tanto con la Biblia? Obviamente el estatus oficial que se le dio en la antigüedad ha querido desprestigiarse en la actualidad, aunque las investigaciones continúan ¿Podremos descubrir quienes fueron estos reyes?
Por: Vidal Mario [22 de Mayo de 2021Historiador y escritor]
¿Fundó Jesús, quien nunca estuvo en Roma, la Iglesia Católica Apostólica Romana?
La fidedigna historia cuenta que en realidad el fundador del catolicismo fue el emperador romano Constantino I, quien por eso es “San Constantino” para las iglesias ortodoxas orientales y también para la iglesia católica bizantina griega.
La Iglesia siempre mantuvo en silencio las circunstancias de su creación, como si se avergonzara de que su fundador haya sido un emperador romano pagano.
Constantino, hijo de una mujer hoy conocida como Santa Elena, nació en el año 274 en Naissus, en la actual Serbia.
La creación de la referida religión fue una de las consecuencias directas del resultado de la batalla del puente Milvio, librada el 28 de octubre del año 312 entre los ejércitos de Constantino y Majencio, por el control de la totalidad del Imperio romano.
El triunfo correspondió a Constantino, devoto de Mitra, un dios que siglos antes los soldados romanos habían traído de Persia.
Su biógrafo personal, Eusebio de Cesárea, autor de los libros Vida de Constantino e Historia de la Iglesia, aseguró que “por revelación divina” él ya sabía que saldría victorioso en aquella batalla.
En el primero de esos libros, señaló que cuando Constantino marchaba a enfrentarse con Majencio en determinado momento miró hacia el cielo y vio sobre el sol una cruz rodeada por la leyenda “In hoc signo vinces” (“Con éste signo vencerás”).
Mitos aparte, la cuestión es que un año después encaró algo espectacular: crear una nueva religión.
En un antiguo escrito elaborado por los jesuitas, la propia Iglesia católica reconoce que su fundador fue Constantino:
“Acaba de triunfar Constantino el Grande de su enemigo Majencio y el emperador devolvió la paz a la Iglesia, la cual pudo salir a la luz del día y dejar la oscuridad de las catacumbas a que se hallaba condenada por las crueldades de los impíos perseguidores de los cristianos. Queriendo el Señor dar paz a su Iglesia, convirtió milagrosamente al emperador Constantino, el cual quedó tan trocado en su corazón que en agradecimiento de tan gran merced no solamente dio licencia para que se edificasen templos por todos los dominios en los cuales Cristo fuese glorificado. El mismo Constantino en su imperial palacio lateranense mandó labrar un templo suntuoso en honor a nuestro Salvador”, dice en ese escrito.
El objetivo del emperador de armar una nueva religión con él a la cabeza fue puramente político porque él siguió siendo devoto de Mitra, el “Dios Sol”. Por eso armó su Iglesia según el modelo del sacerdocio mitraísta, que hasta entonces era la religión oficial de Roma.
La iglesia nunca abandonó ese origen pagano. Hasta el bonete alto y apuntado que en las grandes ceremonias usan las máximas jerarquías eclesiásticas se llama mitra, o “toca persa”.
El Edicto de Milán
El proyecto de creación de la nueva religión empezó a armarse en el año 313, a través del Edicto de Milán:
En uno de sus párrafos de ese documento, Constantino expresaba: “Hemos decidido anular completamente disposiciones respecto al nombre de los cristianos, que nos parecían hostiles y poco propias de nuestra clemencia, y permitir de ahora en adelante a todos los que quieran observar la religión cristiana hacerlo libremente sin que esto les suponga ninguna clase de inquietud, malestar y molestia”.
Luego señalaba: “Hemos otorgado a los cristianos plena y libre facultad de practicar su religión, y hemos decidido que les sean devueltos los locales en donde antes solían reunirse, ya sean propiedad de nuestro fisco o hayan sido comprados por particulares, y que los cristianos no tengan que pagar por ellos ningún dinero de ninguna clase de indemnización. Los que hayan recibido estos locales como donación deben devolverlos inmediatamente a los cristianos. Todos estos locales deben ser entregados inmediatamente, sin ninguna clase de demora, a la comunidad de los cristianos”.
Fusionando creencias de los judíos, de los mitraístas y de los cristianos, Constantino y “los primeros padres de la Iglesia” fueron dando forma a la Iglesia Católica Apostólica Romana.
Adoptaron como símbolo de la nueva religión lo que hoy se conoce como cruz, presentada como una letra T, aunque no hay escritos que especifiquen que dicho instrumento de ejecución haya tenido esa forma o fue un simple madero.
Una leyenda católica indica que en el año 326 “Santa Elena” viajó a Jerusalén y allí Jesús le mostró la cruz en forma de T en la que los romanos lo habían clavado.
Le fueron adjudicando a la flamante religión títulos tales como “esposa de Cristo” y “nuevo Israel de Dios”. También se lanzó la teoría de que “los antiguos privilegios de Israel” habían pasado a la Iglesia debido a que los judíos mataron a Jesús y, consecuentemente, el Viejo Testamento ya no tenía validez.
Dijeron que, consecuentemente, era necesario un nuevo testamento que rigiera la relación entre Dios y éste supuesto nuevo pueblo suyo. Así que se pasaron los siguientes doce años elaborando un “libro de la Nueva Alianza”, que hoy es conocido como “Nuevo Testamento”.
El Concilio Fundacional
Entre los días 20 de mayo al 25 de junio del 325, en el palacio de verano de Constantino en Nicea (hoy Iznik, Turquía) se desarrolló el famoso Concilio de Nicea, convocado por ese emperador. Participaron del mismo casi 320 obispos que representaban a las diversas facciones en que estaba dividido el cristianismo.
En ese cónclave, de trámite por momentos turbulento y hasta escandaloso por las distintas posiciones en pugna, se lanzó una fantasiosa declaración según la cual tras ser muerto y sepultado Jesús bajó a los infiernos, al tercer día resucitó y subió a los cielos, donde se encuentra sentado en un trono, a la derecha de Dios.
En ese mismo encuentro, aunque con votos negativos como el del disidente obispo Arrio, se estableció que Jesús es Dios. Se resolvió que Jesús es “Dios de Dios, luz de luz, Dios verdadero de Dios verdadero”, que el cristianismo en general sigue sosteniendo.
Los cuatro evangelios y todos los dogmas en los cuales hasta hoy creen los católicos (luego copiados por los protestantes y sectas cristianas en general) fueron oficialmente establecidos en aquel renombrado concilio convocado por Constantino.
Éste emperador se dio a sí mismo títulos como “Pontifex Máximus” (Máximo Pontífice), “Episkopos ton Ektos” (Obispo Para Asuntos Exteriores), “Vicarius Christi” (Representante de Cristo) y “Nostrum Númen” (Nuestra Divinidad).
También mandó que su palacio fuese considerado “domus divina” (templo) y dispuso que a su muerte sea enterrado con honores de décimo tercer apóstol.
Además, se referían a él como “obispo de todos, nombrado por todos”, “ejemplo de vida en el temor de Dios”, y “luz que ilumina el mundo”. El haber fundado una religión le dio más títulos y titulares que su propia jerarquía de emperador.
En su carácter de máximo pontífice, estableció como día festivo obligatorio el “dies solis” dedicado al “Señor Resucitado”. Éste obligatorio día semanal de descanso se convirtió después en “dies dominicus”, es decir, nuestro actual día domingo.
De la misma manera, pasó a consagrar el 25 de diciembre de cada año (fecha anual en que se celebraba el “natali” del Rey Sol Mitra) como fecha del nacimiento de Cristo.
Asimismo, cambió la identidad de los responsables de la crucifixión de Jesús. Siempre se había sabido que fueron las autoridades romanas de Judea los autores. Pero ahora que la iglesia era “romana” no podían seguir diciendo que los romanos fueron los culpables. Así que pasaron a acusar a los judíos de haber sido los “matadores de Dios”.
El pagano que murió como santo
En el 330, Constantino trasladó la capital del imperio a Bizancio, que pasó a llamarse Constantinopla en su homenaje. Se trata de la actual ciudad de Estambul, capital de Turquía.
Siete años después, el 22 de mayo del año 337, murió en la ciudad turca de Izmik.
Como quedó señalado, lo extraño de éste personaje fue que siendo fundador de una nueva religión hasta el final le siguió siendo fiel al dios Mitra. Recién se convirtió y se bautizó cuando presintió que sus días ya estaban próximos a terminar.
Respecto de ese tardío bautismo suyo, el filósofo francés Voltaire dijo: “Constantino encontró la fórmula para vivir como un criminal y morir como un santo”.
Muchos años después de estos acontecimientos, en el año 380, los emperadores Teodosio y Valentiniano II firmaron un edicto que ratificaba al cristianismo como religión oficial del Imperio romano.
Rashi es un acrónimo de Rabbi Shlomo ben Yitzchak, también escrito como Rabbi Shlomo Yitzchaki. Nació el 22 de febrero de 1040 y murió el 13 de julio de 1105. Entonces, elrabino Shlomo Yitzchaki,conocido pues por el nombre derivado de sus iniciales: Rashi, es una de las figuras centrales del judaísmo medieval junto con Maimónides. Mientras este último es el gran referente de la Halajáh (códigos de conducta del judaísmo), Rashi lo es en la interpretación del texto bíblico.
Una Familia con Linaje Realy Cobertura Celestial
Natural de Troyes, Champagne, norte de la actual Francia, perteneció a una destacada familia ilustre de rabinos que tienen ascendencia a David Hamelej (el Rey David). Su padre, Rab Itzjak Ben Shlomò, descendía de Rabí Iojanàn Hasandlar, Tanà que a su vez desciende de Rabàn Gambliel, quien a su vez desciende de Hilel Hazaken, quien a su vez desciende de Iehoshafat Ben David Hamelej. Su madre Miriam era hermana de Rabí Shlomo Ben Itzjak (Rab de Maguncia, llamado Rabí Shlomò Hazaken y alumno de Rabenu Guershom) y también proveniente de familia rabínica que se relaciona genealógicamente con la familia de Rabí Iehuda Hajasid. Rashi a su vez seria el origen de una genealogía que incluiría los más grandes Rabanim de Ashkenaz (Rabenu Tam, Rashbam, RI Hazaken, Ravan, Rivan, Rosh, Tur, etc.)
Del padre Rabí Itzjak se cuenta que encontró un diamante de enorme valor, por el que fue perseguido por el clérigo local para que se lo venda para su iglesia, ante las reiteradas negativas el clérigo lo llevó a una embarcación y amenazó con arrojarlo de esta sino le vendía la preciada gema, ante lo cual Rabí Shlomò la lanzó al mar(o hizo que se resbaló con el mismo destino, según otros), al llegar a su casa se le presentó Eliahu Hanabi z”l quien le dijo: “HASHEM decretó que por haberte sacrificado por ÈL con un diamante que su función es brillar serás bendecido con un hijo que brillará para iluminar los ojos de Am Israel” (cabe destacar que Rabí Itzjak y su esposa eran grandes y no podían tener hijos).
También se cuenta de la madre de Rashi que al estar embarazada de él, caminando por las angostas callejuelas de Worms-Alemania (los padres de Rashi eran oriundos de Worms) se le abalanzó una enorme carreta y casi la aplasta de no ser por un milagro que le hizo HASHEM Itbaraj, la pared donde la madre se apretujó se hundió formando un hueco en esta (apreciable hasta el día de hoy en la pared del Ezrat Nashim del Beit Hakneset de Worms atribuible a Rashi).
Debido a este acontecimiento los padres de Rashi tuvieron que huir de Worms para que no la persigan a la madre por bruja. Se asentaron en Troyes-Francia que antiguamente era la capital de la región de la Champaña, región famosa por sus vinos. Antes del parto de Rashi se le presentó Eliahu Hanabi z” (el profeta Elías) al padre y le dijo: “tendrás un varón que llamarás Shlomò porque será dotado de la jojmàh de Shlomò Hamelej para iluminar a Am Israel, pero el día de su Brit Milà debes esperarme para yo sea el Sandak” El día de la Milà llegó pero Eliahu Hanabi no apareció, Rabí Itzjak se decidió esperarlo a pesar de que la gente se iba yendo, hasta que finalmente apareció al final del día, hizo de Sandak, habló un Dvar Torà en la Seudà sobre la Haftarà de Parshat Truma (Melajim 1 5:26- “y HASHEM dio Jojmà a Shlomò..”)
Una Peregrinación por el Camino de la Sabiduría divina.
Diversos tíos y primos suyos eran destacados eruditos, y muchos de ellos estaban al frente de importantes centros de estudio. Rashi fundó el suyo propio en su ciudad natal a los 30 años de edad, y pronto se llenó de alumnos debido al prestigio de erudito que alcanzó desde muy joven. Él fue parte de la última etapa de los llamados Gueonim, sabios judíos que terminaron de organizar el vastísimo conocimiento tradicional derivado del Talmud.
De acuerdo con la tradición, Rashi fue llevado primero a estudiar Torá por su padre el día de Shavuot, a la edad de 5 años. Su padre fue su principal maestro de la Torá hasta su muerte, cuando Rashi era aún muy joven.
Pero la época en la que le tocó vivir fue más que eso: Rashi conoció un momento esplendoroso del judaísmo que estaba próximo a verse profundamente afectado por la primera cruzada (1096) y sus crímenes contra las poblaciones judías. Dichos ataques fueron un duro golpe que reforzó los procesos de migración de las comunidades judías ubicadas entre Francia y Alemania, que poco a poco se trasladaron hacia Europa del Este.
Es decir, Rashi estuvo en la coyuntura cuyo resultado fue la conformación definitiva de lo que hoy conocemos como judaísmo ashkenazí. Era, además, la época en la que estas comunidades hicieron de un dialecto germánico primitivo su modo característico de hablar, con lo cual nació esa maravillosa lengua vernácula que hasta la fecha se conoce como ídish.
La importancia de Rashi como intérprete de la TaNaK ha impactado incluso fuera del judaísmo. Por medio de Nicolás de Lyra, la erudición de Rashi impactó incluso en Martín Lutero, y por medio de este reformador alemán en todo el protestantismo.
Su trabajo es tan básico para el estudio judío, que se dice que cuando estudiamos Torah debemos estudiar Rashi.
A la edad de 17 años se casó y poco después se fue a aprender en la Yeshivá del rabino Yaakov ben Yakar en Worms, volviendo a su esposa 3 veces al año, para los Yamim Noraim, Pésaj y Shavuot. A los 25 años, Rashí regresó a Troyes, para convertirse en rabino.
Cuando el rabino Yaakov murió en 1064, Rashi aprendizaje continuo en Worms para el otro año en la Yeshivá de su pariente, el rabino Isaac ben Eliezer Halevi, que también fue gran rabino de Worms.
Luego se trasladó a Maguncia, donde estudió con otro de sus parientes, el rabino Isaac ben Yehudá, el jefe rabino de Maguncia y uno de los sabios más importantes de la región de Lorena a caballo entre Francia y Alemania. Rabí Yehudà fue para Rashi su gran y principal maestro. Lo llamaba ”Mori Hazaken”, “Rabenu” o “Rabí”. También escribe sobre él: “mi corazón, mi línea de pensamiento y mi comprensión provienen de él” y “era más sabio que todos los demás y aún así, se comportaba con una humildad extrema considerándose a si mismo nulo (limpiaba el Aron Hakodesh con su larga barba).
Profesores de Rashi eran estudiantes de Rabeinu Gershom y el Rabino Eliezer Hagadol. De sus maestros, Rashi absorbió las tradiciones orales relacionadas con el Talmud, ya que había sido transmitido durante siglos, así como una comprensión de la lógica exclusiva del Talmud y la forma de argumento.
Rashi tomó notas concisas y abundantes de lo que aprendió en la Yeshivá, la incorporación de este material en sus comentarios.
Como los rabinos aún no eran funcionarios pagados en este momento, Rashi también trabajó con su familia en los viñedos locales.
En 1070, fundó una yeshiváh donde enseñó a muchos discípulos, algunos de los cuales también se convertirían en destacados eruditos judíos. En 1096, Rashi fue testigo de la masacre de amigos y familiares a manos de los cruzados en camino a Tierra Santa.
Luego de ocho años de trabajo (a los 33 años de edad) termina su comentario a la Guemaràh y decide salir a un exilio voluntario para mostrarlo por Europa y ver su aceptación. Aunque en estos años de exilio Rashi trata de pasar desapercibido a costa de huir y deambular constantemente, el séptimo año es descubierto y agasajado por toda una comunidad, lo llaman “Morenu veRabenu” y le dispensan todo tipo de honores, Rashi ve en esto una señal de que su exilio debía terminar y vuelve finalmente a Troyes.
El comentario de Rashi a la Guemarà esta basado en las enseñanzas de sus maestros que se basan en lo recibido de Rabenu Guershom, pero dedicado a entender el Pshat de la Guemarà en forma concisa de una forma que contesta la mayoría de las preguntas que surgen de esta. Una de las tareas más arduas del comentario de Rashi fue revisar la versión correcta de la Guemarà que si bien ya lo había hecho Rabenu Guershom en su momento, debido a pequeños errores que encontró, tuvo que repetirla. Este comentario no se recopiló en vida de Rashi sino que estaba en muchos Kuntresim, por eso se lo llamaba el Baal Hakuntresim.
Rashi es uno de los Meforshim clásicos del judaísmo (comentaristas de la Biblia y el Talmud). Rashi escribió los primeros comentarios completos sobre el Tanaj y el Talmud. Las principales obras de Rashi son sus comentarios completos sobre la TaNak y el Talmud de Babilonia. Todas las ediciones del Talmud publicadas desde la década de 1520 han incluido los comentarios de Rashi en los márgenes. Se le considera el “padre” de todos los comentarios que siguieron en el Talmud, el Tosafot Baalei y del TaNaK.
Sus comentarios sobre las Sagradas Escrituras se han convertido en un elemento fundamental de la educación judía hasta el día de hoy; a menudo se les enseña al lado de la Torá cuando los estudiantes comienzan a aprender en yeshivot y escuelas judías. Aclamado por su capacidad para presentar el significado básico del texto de una manera concisa y lúcida, las apelaciones de Rashi a ambos eruditos y estudiantes que comienzan, y sus obras siguen siendo un elemento central de estudio judío contemporáneo.
Los comentarios de Rashi sobre la TaNak se basan en el texto masorético, una versión compilada por eruditos entre los siglos VII y X, en la que aclararon la pronunciación al establecer un sistema de notación vocal.
Al preparar la versión masorética, los eruditos también contaron el número de veces que aparecieron palabras particulares, presumiblemente en un esfuerzo por determinar el significado de esas palabras.
Además de sus comentarios, Rashi también produjo responsabilidades en una serie de preguntas legales judías, así como en escribir poesía devocional.
Muerte y entierro
Rashi murió el 13 de julio 1105 a los 65 años. Fue enterrado en Troyes; cinco años antes del nacimiento de ese otro gran sabio medieval, Maimónides. La ubicación aproximada del cementerio en el que fue enterrado se registró en Hadoros Seder, pero con el tiempo la ubicación del cementerio quedó en el olvido.
Un número de años, un profesor de la Sorbona descubierto un antiguo mapa que representa el sitio del cementerio, que ahora yacía en una plaza abierta en la ciudad de Troyes.
Después de este descubrimiento, la comunidad judía francesa erigió un monumento grande en el centro de la plaza, un gran globo, blanco y negro con un prominente letra hebrea, Shin (ש) (presumiblemente por “Shlomo”, el nombre de Rashi). La base de granito del monumento está grabado: el rabino Shlomo Itzjaki, comentarista y guía.
En 2005, Yisrael Meir Gabai erigió una placa adicional en este sitio marcando el cuadrado como un cementerio. La placa dice: “El lugar que tú estás, es el cementerio de la ciudad de Troyes. Muchos Rishonim están enterrados aquí, entre ellos el rabino Shlomo, conocido como Rashi el santo, que su mérito nos proteja”.
Las obras de Rashi
Rashi escribió 2 grandes comentarios sobre los que descansa su fama. Uno se refería a la totalidad del Tanaj y otro a unos treinta tratados del Talmud. Las obras de Rashi son tan respetadas que los judíos a menudo lo citan simplemente como “el comentarista”.
El comentario de Rashi sobre el Tanaj es muy completo y se utiliza para comprender tanto el significado llano del Tanaj como su interpretación. Su comentario se utiliza en estudios bíblicos en todos los niveles, básico, intermedio y avanzado.
Casi todos los comentarios posteriores discutirán sobre Rashi, ya sea usando su punto de vista como evidencia de apoyo o debatiendo en su contra. Los comentarios de Rashi también son de interés para los eruditos seculares, porque tradujo palabras desconocidas al francés hablado de su época. Como tal, sus comentarios ofrecen una visión interesante del vocabulario y la pronunciación del francés antiguo.
El comentario de Rashi sobre la Torah se ha convertido en una parte indispensable del marco del judaísmo. Decenas de miles de hombres y mujeres estudian “Jumash con Rashi” a diario.
El comentario de Rashi está incluido en casi todos los Jumashim producidos dentro de la comunidad judía tradicional.
Los comentarios sobre el trabajo de Rashi incluyen Gur Aryeh del rabino Judah Loew (Maharal), Sefer Hamizrachi del rabino Elijah Mizrachi (Re’em) y Yeri’ot Shlomo del rabino Solomon Luria (Maharshal).
Rashi también escribió el primer comentario completo sobre el Talmud. Su comentario intenta proporcionar una explicación completa de las palabras y de la estructura lógica de cada pasaje talmúdico. A diferencia de otros comentaristas, Rashi no parafrasea ni excluye ninguna parte del texto, pero aclara cuidadosamente todo el texto.
Ejerció una influencia decisiva en el establecimiento del texto correcto del Talmud. Comparó diferentes manuscritos y determinó qué lecturas deberían preferirse. Su trabajo se convirtió en un estándar tal que se incluye en todas las versiones impresas del Talmud.
El comentario del Talmud de Rashi se ubica hacia la mitad del Talmud abierto; es decir, en el lado de la página más cercano a la encuadernación. La fuente semicursiva en la que se imprime el comentario a menudo se denomina “escritura Rashi”.
Esto no significa que el propio Rashi usó un guion de este tipo, solo que los impresores lo emplean para los comentarios.
Daniel Bomberg, un impresor cristiano de Venecia, introdujo la “escritura de Rashi” en su publicación del comentario de Rashi sobre el Tanaj en 1517. El comentario de Rashi, que cubre casi todo el Talmud de Babilonia, se ha impreso en todas las versiones del Talmud desde la primera Impresiones italianas.
Rashi no compuso comentarios para cada tratado del Talmud de Babilonia. Algunos de los comentarios impresos que se le atribuyen fueron compuestos por otros, principalmente sus alumnos. En algunos comentarios, el texto indica que Rashi murió antes de completar el tratado y que fue completado por un estudiante.
Esto es cierto en el tratado Makkot, cuyas partes finales fueron compuestas por su yerno, el rabino Judah ben Nathan; y de Bava Batra, terminado en un estilo más detallado por su nieto, el rabino Samuel ben Meir, también conocido como el Rashbam, uno de los contribuyentes prominentes del Tosafot.
Rashi también produjo varias obras menores, como una edición del Sidur. Hay una pequeña cantidad de comentarios que llevan su nombre que no fueron escritos por él, sino por sus alumnos.
El famoso compositor Johannes Chrysostomus Wolfgangus Theophilus Mozart (Salzburgo, 27 de enero de 1756- Viena, 5 de diciembre de 1791), más conocido como Wolfgang Amadeus Mozart fue masón en los siete últimos años de su vida. Por ello, compuso piezas para varias logias alemanas que acompañaron algunos de sus ritos.
Wolfgang Amadeus Mozart ingresó en la masonería con el grado de aprendiz en 1784, en la logia de Viena conocida con el nombre de “La Caridad”.
Un año después, alcanzó el grado de compañero y, al poco tiempo, se convirtió en maestro.
Pero años antes, en 1772, el compositor había recibido el encargo de la logia masónica de Múnich “La Prudencia” de componer una pieza, aunque se desconocen las circunstancias exactas en que se originó la obra: Lobgesang auf die feierliche Johannisloge (Canto de alabanza a la solemne logia de Juan).
Lo que se sabe es que es una de las más antiguas canciones masónicas y todavía hoy se sigue cantando en ocasiones especiales.
No fue la única contribución de Mozart para solemnizar rituales masónicos: en Maurerische Trauermusik, escrita en 1785 en memoria de dos hermanos masónicos, combinó el sentimiento de la Orden con el ritmo fúnebre.
Sé conoce que durante la visita a Viena en 1785, incluso el padre de Mozart, Leopold, se hizo masón.
Un año más tarde, en 1786, se sabe a través de fuentes documentales que se encontraron textos alusivos a símbolos oscuros como lo llamaba la Iglesia católica que para esa época se entenderían como satánicos. Por esta simbología pagana, sin explicación alguna, Mozart fue eventualmente criminalizado y juzgado por la Iglesia de la época.
Mi BlogHistoria, Japón, MujerComentarios desactivados en La Brutal Historia de las «Mujeres de Consuelo de Japón»
Entre 1932 y 1945, el ejército de Japón obligó a las mujeres de Corea, China, Filipinas y otros países ocupados a convertirse en prostitutas militares.
Estas mujeres fueron convencidas de viajar para tener un trabajo como enfermeras o incluso vendidas por sus padres como sirvientas por contrato hasta que terminan como mujeres de confort o esclavas sexuales. Se estima que el número de mujeres que habían sido esclavizadas es de entre 20.000 y 410.000.
Muchas de ella tenían que soportar horarios y condiciones de “trabajo” realmente agónicas: veinte o treinta hombres por día desde temprana hora de la mañana hasta el anochecer. Las condiciones de higiene eran escasas y muchas de ellas sufrían infecciones o enfermedades. Si alguna se negaba a hacer lo que los soldados le pedían o intentaba escapar era brutalmente castigada (a veces hasta la muerte). La frialdad de los números nos da una idea de la magnitud de este hecho:
Se calcula que hubo un total de 400 burdeles repartidos entre los territorios ocupados por los japoneses. La mayoría ubicados en China (cerca de 300). Un aproximado de 80 mil mujeres murieron en los burdeles a causa de enfermedades contraídas por culpa de los soldados o por la escasa higiene.
Tras el fin de la Segunda Guerra Mundial, el caso fue cobrando cada vez mayor magnitud hasta llegar a los Tribunales de Tokio y años después a organizaciones de Derechos Humanos. No se sabe si los responsables fueron castigados, sin embargo, Japón fue obligado a ofrecer una disculpa pública a las naciones que padecieron este siniestro acontecimiento, entre las cuales se cuentan China y Corea en primer lugar, seguidas por Indonesia, Birmania, Vietnam, Malasia, Singapur, así como el mismo Japón.
La agencia de noticias japonesa Kyodo declaró que el Ejército Imperial Japonés le pidió al gobierno que proporcionara una «mujer de consuelo» por cada 70 soldados.
Durante décadas, la historia de las «mujeres de confort» es indocumentada y desconocida. Cuando este tema se discutió en Japón, desafortunadamente fue rechazado por funcionarios que insistieron en que nunca existieron «mujeres de confort».
Las violaciones masivas y violencia como esta siempre son horribles. Las víctimas nunca olvidaran el dolor y el miedo al que fueron obligadas a vivir.
Japón se anexionó la Península Coreana en 1910, ocupó el norte de China en 1931 y otros países asiáticos durante la Segunda Guerra Mundial, hasta que fue su imperio fue derrotado en 1945 tras la II Guerra Mundial.
Fuente: The Brutal History of Japan’s ‘Comfort Women» History Channel
Muchas veces hemos visto estas siglas ‘SPQR‘, cuyas siglas vienen de la frase en latín ‘Senatus Populus Que Romanus’, que hace referencia al origen republicano de Roma (aunque se creó como una monarquía), y se traduce algo así como “Senado y pueblo romano“, una seña de identidad.
SQRL se comenzaron a usar en la última parte de la república hasta finales del siglo I a.C., pese a que el imperio se había establecido hacía siglos y el papel real del senado era mucho menor. Estas siglas eran la identidad de Roma, y se usaba en monedas, era estandarte de las legiones y también se estampaba en monumentos y otras obras, como la columna de Trajano o el arco de Tito.
El «pueblo romano» o «el pueblo de Roma» hace referencia al gobierno del pueblo. Los romanos consideraban que la monarquía era un estado inferior en la civilización y organización política desde que expulsaron al último rey de Roma, Tarquinio «El Soberbio». A partir de entonces fue el Senado el que asumió el poder del Estado.
En sus comienzos, la soberanía de la República residía en el Senado aristocrático y sus resoluciones eran ejecutadas por el cónsul y el pretor, junto a los comitia centuriāta (asambleas romanas organizadas en función de las diferentes tribus de la Roma primigenia) que representaban al pueblo (la plebe en realidad) para la elección de las magistraturas menores, como el tribunado.
Cuando el rey exiliado volvió para recuperar su lugar, con apoyo del rey etrusco Porsena, el término «SPQR«, fue un símbolo de unidad frente a esa amenaza. Un símbolo con una dualidad clara, por un lado es una forma de llamamiento al sentimiento patrio de los romanos, en todo su espectro, tanto hombres como mujeres, patricios y plebeyos, y así acabar con la amenaza que se cernía en ese momento contra la recién «liberada» ciudad y sus instituciones.
Actualmente estas SPQR siguen estando en el escudo de la ciudad de Roma y se pueden ver en muchas partes de la capital italiana.
Hay una notable falta de datos a este respecto. Como es de suponer , la Historia (así, con mayúsculas) ha sido escrita con ojos masculinos , y por ello los temas «de la esfera de lo femenino» o embarazosos, así que en algunas eras solo tratados superficialmente . De esta «Cosas de mujeres».
Sabemos, que Plinio El Viejo se dedicó a difundir la creencia de que las mujeres con la menstruación tenían el poder de matar cosechas, controlar el clima y volver loco a los perros, las mujeres de la época usaban lana para absorber la sangre de su periodo, la mitología maya veía como un castigo la menstruación, luego de que la diosa Luna (que representaba lo femenino, la sexualidad y la fertilidad) desobedecieron la alianza al dormir con el dios Sol: creían que la sangre menstrual se guardaba en trece frascos y que se transformarían en serpientes, venenos, insectos y enfermedades.
Esto, más o menos, es lo que más se conoce de tiempos más pasados.
Sin embargo, hay indicios de que las mujeres se valieran de telas para contener la sangre, una especie de taparrabos que luego se lavaba. También hay datos sobre el papiro, humedecido y suavizado, que insertarían en la vagina a modo de tampón. Las egipcias lo utilizaban.
Al otro lado del mundo, las mujeres nativas americanas usaban corteza de cedro como toallas sanitarias y como pañales. ¿Horrorizados?, es bueno saber algunas cosas sobre la corteza de cedro es ligera y absorbente, por lo que no resulta descabellado su uso para contener la menstruación.
El sapo medieval.
Las mujeres europeas que sufrían dolores durante el periodo fueron instruidas para incinerar a un sapo y llevar sus cenizas en un bolsillo cercano a sus ovarios, ya que se creía que facilitaba el flujo. También llevaban ramos de flores para enmascarar los posibles olores.
En los primero del siglo XIX .
Los médicos no trataban a las mujeres que sufrían dolores menstruales, sino que recomendaban que fueran a un psiquiatra para discutir su claro rechazo a la feminidad como causa de los dolores.
Antes del siglo XX, las mujeres , morían antes y se quedaban embarazadas a menudo por lo que el periodo no era una gran preocupación .
1900 Lecciones del campo de batalla
Durante la Primera Guerra Mundial las enfermeras notaron que la celulosa era más efectiva absorbiendo sangre que las vendas de tela. Esto inspiró la primera toalla higiénica Kotex de celulosa, hecha con los sobrantes de vendajes de guerra de alta absorción, que salió al mercado por primera vez en 1918.
Para 1921, Kotex se había convertido en la primera toalla sanitaria comercializada con éxito para el consumo masivo .
Además de proporcionar la innovación para un producto que cambiaría drásticamente las opciones que las mujeres tenían a su disposición, la guerra también causó otro giro importante en la vida de las mujeres: ahora debían contribuir a la producción en las fábricas de una manera nunca antes vista. Durante la Segunda Guerra Mundial, los dueños de las fábricas fomentaron el uso de productos menstruales, para “endurecer” a las mujeres, con el fin de que continuarán trabajando durante su sangrado mensual. (Esto a pesar de la puesta en duda generalizada de la “estabilidad emocional” de las mujeres – por ejemplo, se animaba a las mujeres piloto a no volar durante “esos días del mes”).
El inicio de la popularización de los productos menstruales significó que las mujeres tomaran mayor control sobre su autonomía, permitiéndoles trabajar y participar en actividades por fuera de casa, de una manera que antes no les había sido posible .
La historia de la humanidad no se trata del surgimiento y caída de imperios, ni de sus guerras y conquistas. Se trata de un tipo diferente de batalla; la batalla de entender si el Creador de este lugar mora aquí abajo o en algún lugar del cielo arriba.
Los que creen que Él pertenece al cielo destruyen la tierra. Aquellos que creen que Él pertenece a la tierra están construyendo el cielo aquí.
Esa es la batalla que pelea cada uno de nosotros, esa es la historia del viaje de toda la humanidad y lo que realmente importa.
Porque eso es todo lo que hay para cualquier ser humano.
Solo hay dos mundos: nuestro mundo de recibir Sus placeres para sólo disfrutarlos uno mismo, o Su mundo de recibir para dar.
Trabaja en atraer Su Luz para corregir tu interior y para parecerte a Él al dar a los demás, y entonces serás parte de Su mundo.
De eso se trata esta batalla: Aceptar y abrazar a Dios en nuestra vida diaria, creyendo y entendiendo que TODO viene de Él, o simplemente creer que es el hombre quién dirige todo…
En 1845, Austen Henry Layard descubrió en el actual Irak los restos de la gran ciudad fundada por Assurnasirpal II en el siglo IX a.C.
Entre el otoño de 1839 y el invierno de 1840, Layard y un amigo recorrieron Asia Menor y Siria. En este último país contemplaron un paisaje salpicado por extrañas colinas artificiales, llamadas tell por los lugareños. Una de ellas llamó a especialmente la atención de Layard, por su gran tamaño y forma piramidal. Era conocida con el nombre de Nimrud, un personaje bíblico venerado también por los musulmanes y al que se atribuía la fundación de Nínive o Assur. Layard pensó que allí se podría encontrar una importante ciudad asiria.
Tras llegar a Mosul, Layard no reveló a nadie su propósito y marchó a la colina armado con una escopeta y una lanza, como si fuera a cazar jabalíes. Ya en la zona, se ganó el apoyo de un jefe beduino, que le dio protección y le proporcionó seis hombres como mano de obra.
Al día siguiente, nada más empezar a excavar, vio como eran satisfechas sus mejores expectativas. «Por todas partes aparecían cerámica rota y restos de ladrillos cubiertos de inscripciones cuneiformes –escribió más tarde–. Al principio, Layard creyó que el yacimiento era la antigua Nínive. No fue hasta 1850 cuando el hallazgo de una inscripción revelaría que se trataba en realidad de Kalhu, una ciudad fundada en el siglo XIII a.C. y que se convirtió en capital de Asiria bajo Assurnasirpal II, en el año 879 a.C. Al inicio de las excavaciones, Layard había localizado el palacio de este rey, empezando por la primera habitación o Sala A. Enseguida aparecerían los restos de los palacios de Assurnasirpal II, Salmanasar III, Tiglatpileser III y Asarhadón, la ciudadela y la inmensa muralla de adobe que rodeaba la antigua Kalhu.
La guinda de la excavación de Layard fue el hallazgo de trece pares de leones y toros alados con cabeza humana, que custodiaban las puertas del palacio de Assurnasirpal II.
En 1847, los colosos fueron desmontados y llevados en balsa por el Tigris, para finalmente ser embarcados rumbo a Londres, donde quedaron expuestos en el Museo Británico junto con numerosos relieves. Al mismo tiempo que el francés Paul Émile Botta, que había descubierto los restos de Khorsabad, la capital de Sargón II, Layard había contribuido a revelar al mundo una civilización que había permanecido sepultada más de dos milenios.
Pudo haber sido magnífico todo, y de cómo y cuánto debió de idear un hombre para revelar lo que estuvo oculto. Pero la hazaña para todo arqueólogo acaba cuando en lugar de preservar la historia se adueña de ella cual vil botín de mercenario. Mi gran pregunta siempre ha sido: ¿Por qué se tienen que retirar las partes encontradas del lugar a otra nación? Académicamente, el deseo genuino de conservar la historia seria dejar las cosas tal cual son encontradas sin desmontar nada, pues sólo así es capaz de revelar la historia lo descubierto. Pero como sabemos, vale más sermonear la historia y sacar ganancia capital que conservarla en su estado natural. Arqueológicamente es una aberración contra la historia desmontar y trasladar lo que ha sido encontrado de su lugar exacto. Es una gran deuda que tenemos con los antiguos y que forma parte de los intereses económicos y capitalistas que muchas veces va contra lo que ha debido ser hecho para ser verdaderamente académico, arqueológico, sentido de preservar la historia.
Si para contemplarla debo entrar a un museo que las ha tomado y robado prefiero antes privarme de ello. Hasta el día que sean devueltas.
Anda por la web una lista de supuestas coincidencias entre los presidentes de Estados Unidos Abraham Lincoln y John F. Kennedy. Ahora bien, siendo fieles a los datos de la historia debo decirte, apreciado lector, que hay medias verdades, errores y casualidades que no son tan sorprendentes como parece.
La lista de coincidencias es tan famosa que tiene su propia entrada en la Wikipedia y, por supuesto, en Snopes, la página dedicada a recoger (y refutar) leyendas urbanas. Según Snopes, esta lista de coincidencias ya comenzó a difundirse desde el asesinato de Kennedy en 1963 y circula por correo electrónico al menos desde 2003. Esta lista y sus variantes recogen coincidencias como las siguientes:
– Abraham Lincoln fue elegido congresista en 1846. John F. Kennedy fue elegido congresista en 1946. El dato es cierto, pero como recogen en Snopes, deja de lado las diferencias, que son mayores: Lincoln sólo fue congresista una legislatura y perdió las elecciones para senador de 1854 y 1858, y para vicepresidente en 1856. En cambio, Kennedy fue reelegido en 1948 y 1950 como congresista, y en 1952 y 1958 como senador.
– Lincoln fue elegido presidente en 1860 y Kennedy en 1960. La coincidencia no es tan asombrosa si tenemos en cuenta que sólo hay elecciones cada cuatro años.
– Los apellidos Lincoln y Kennedy contienen siete letras. Según Snopes, la media de letras de los apellidos presidenciales es 6,64 letras.
– Los dos estaban especialmente preocupados por los derechos civiles. Es una afirmación vaga y similar a decir que Woodrow Wilson y Franklin Roosevelt estaban preocupados por la guerra. O incluso, por llevarlo al terreno español, como decir que Felipe González y Mariano Rajoy estaban preocupados por la crisis económica. Como dice Snopes, “son eventos con que se vieron obligados a gestionar debido a acontecimientos que estaban teniendo lugar en Estados Unidos más allá de su control”.
– A los dos les dispararon en la cabeza. Si querían matarles, tenían que apuntar al pecho o a la cabeza. Y se dejan de lado las diferencias: Lincoln fue disparado en un teatro con una pistola pequeña y a quemarropa, mientras que Kennedy fue asesinado al aire libre con un rifle y a distancia.
– La secretaria de Lincoln, apellidada Kennedy, le advirtió de que no fuera al teatro Ford. La secretaria de Kennedy, Lincoln, le advirtió de que no fuera a Dallas. Este dato es falso: Lincoln no tenía ninguna secretaria llamada Kennedy y no hay constancia de que la secretaria de Kennedy, Evelyn Lincoln, le aconsejara no hacer el viaje. Por otro lado, Lincoln ya había recibido amenazas e intentos de asesinato: pocas semanas antes le habían agujereado el sombrero de un disparo, por lo que es habitual que se le advirtiera del riesgo de acudir a un acto público. De hecho, ambos habían recibido advertencias previas acerca de otros actos públicos a los que sí fueron (y donde no les dispararon).
Hay más: se puede leer la lista completa en Snopes, incluyendo que ambos asesinos nacieron con cien años de diferencia, dato erróneo, ya que Lee Harvey Oswald nación en 1939 pero John Wilkes Booth nació en 1838 y no en 1839. El caso es que identificamos estas casualidades, obviando el resto de información, porque tenemos tendencia a ver patrones donde nos los hay.
Además y en el caso de las coincidencias entre Kennedy y Lincoln, la lista se deja llevar por el sesgo de confirmación y sólo recoge los datos que favorecen la teoría, no las que muestran que son meras casualidades: Lincoln nació en 1809, Kennedy en 1917; Lincoln murió en 1865 con 56 años, Kennedy en 1963 con 46 años. Ni siquiera murieron el mismo mes, a pesar de que las probabilidades son de una entre doce, que tampoco es tanto. Michael Shermer escribe en The Believing Brain sobre este sesgo y añade: “Una vez alguien ha establecido lo que piensa que es la causa de un evento que acaba de observar (…), continuará recogiendo información que apoye ese vínculo causal por encima de otras posibilidades”.
Es decir, sólo se recogen los datos que interesan, como escribía Bruce Martin en el Washington Post: “Sus edades al morir eran diferentes, igual que los nombres de sus esposas. Por supuesto, si cualquiera de estas características hubiera coincidido para los dos presidentes, se hubiera incluido en la lista de coincidencias ‘misteriosas’”. Esto ha permitido a muchos satirizar sobre las coincidencias, como la web humorística Clickhole, que a la lista añadía datos como «Lincoln nació en domingo y Kennedy en martes, que es sólo dos días después del domingo».
También se olvida que todo esto se dijo después, siguiendo el sesgo de retrospectiva. Nadie le dijo a Kennedy un año antes de morir: “Oye, fíjate en estos datos de Lincoln. ¡Las coincidencias con las fechas y con el número de letras de tu apellido son asombrosas! Creo que te van a asesinar como a él, ten cuidado”.
En definitiva, se trata de la falacia del francotirador (dicho sea sin doble sentido), que consiste en disparar sin apuntar y después dibujar una diana alrededor del balazo. Así cualquiera.
Mañana, martes 7 de Enero, conmemoramos el diez de Tebet, un día de ayuno que nos recuerda tres trágicos acontecimientos en la historia del pueblo de Israel. Uno de los eventos que recordamos en este día es la muerte de Ezrá haSofer.
Setenta años después de la destrucción del Bet haMiqdash, aproximadamente en el año 516 antes de la era común, el emperador persa Ciro permitió a los judíos regresar a Erets Israel. Un total de 42.360 Yehudim volvieron a Israel, guiados por Zerubabel (ver libro de Ezrá 2:64).
Años más tarde, más judíos hicieron Aliá inspirados por Ezrá y Nejemiá. Nejemiá fue el líder político que persuadió al emperador persa, Artajshasta, a que permitiera reconstruir las murallas de Jerusalem con el fin de proteger a la población judía de la ciudad y garantizar la seguridad del Bet haMiqdash (ver Nejemiá, capítulo 1-2). Y Ezrá cargaba con la enorme responsabilidad de reeducar a los judíos que habían llegado a Israel luego de haber vivido durante tres o más generaciones en el exilio en Babilonia, sin escuelas, sin sinagogas, y en medio de la población pagana local. Muchos judíos habían olvidado la Torá, sus leyes e incluso su lenguaje, y habían adoptado los valores de la cultura local.
Una vez en Yerushalayim, Ezrá estableció el Anshé Keneset haGuedolá, el primer Parlamento judío, compuesto por 120 miembros, sabios y profetas. Con ellos, Ezrá fijó un extenso número de resoluciones para revivir el estudio y el cumplimiento de la Torá, y reeducar al pueblo judío. Entre otras cosas, Ezrá incrementó los días de lectura pública de la Torá; compuso el texto de la Amidá (oración principal) porque la gente se había olvidado cómo orar correctamente; adaptó los nombres de los meses hebreos al araméo; modificó el tipo de letra (los «fonts») del texto bíblico (ketab ashurí) para facilitar el estudio de Torá, etc.
Ezrá también tuvo que tomar decisiones muy dramáticas, como la exclusión de los samaritanos, una población mixta semi-pagana que vivía en Israel desde los tiempos del destierro de las 10 tribus (722 b.c.e.) y que pretendía ser aceptada como parte del pueblo judío.
Ezrá también tuvo que hacer frente a la cuestión de los matrimonios mixtos de muchos de los Yehudim que llegaron de Babilonia con sus esposas no judías. Este último dramático evento es narrado en los capítulos 9 y 10 del libro de Ezrá.
Gracias a la sabiduría de Ezrá, a su coraje y a sus principios no negociables, el pueblo judío fue capaz de sobrevivir y restablecerse nuevamente en Israel como la nación de HaShem.
Ezrá fue considerado por nuestros rabinos como el vínculo histórico entre la Torá escrita y la Torá oral. La Torá oral, los rabinos explicaron, fue olvidada en el largo cautiverio de Babilonia, y fue recuperada gracias a los esfuerzos de Ezrá haSofer. Junto con Nejemiá, completaron la construcción del segundo Bet haMiqdash, construyeron los muros de protección alrededor de la ciudad y ayudaron a que los judíos se restablecieran en la tierra de Israel.Ezrá murió en un día como hoy, un 9 de Tebet. Fue considerado por nuestros sabios como un segundo Moshé.
Tres acontecimientos principales sucedieron durante el mes de tevet.
La Traducción de la Torah
Un día ocho de tevet el rey Talmai obligó a setenta ancianos de Israel a traducir la Torá, la Sabiduría de Moisés, al idioma griego. Pero, y como ya explicamos en el Calendario Cabalístico del mes de kislev, la raíz del idioma hebreo en ningún caso puede ser contenida por completo en otro idioma. Por consiguiente, traducir la lengua del Paraíso es tomar lo más superfluo y presentarlo falsamente como lo esencial. O, mejor dicho: es tomar al rey de la selva, al león, y encerrarlo en una estrecha jaula.
La muerte del último profeta.
Un día nueve de tevet murió Esdra, el escriba, el último profeta. Y si entendemos la profecía como la revelación de la voz celestial en el marco limitado del mundo físico, a partir de su muerte se genera la máxima desconexión entre los cielos y la tierra.
El sitio a Jerusalén
Un día diez de tevet Jerusalén fue asediada por el ejército enemigo. No fue destruida -esto sucederá más tarde, en el mes de av- sino sitiada. No se podía entrar en Jerusalén ni tampoco los habitantes de la ciudad podían abandonarla. La ciudad divina había sido desconectada.
Mas en este punto debemos tener sumo cuidado ya que al referirnos a la historia, y principalmente a acontecimientos negativos, solemos asociar al tiempo con lo sucedido. Es decir, un mes es peligroso porque en él sucedió tal o cual suceso. Sin embargo, en realidad sucede exactamente al revés: la esencia del mes no se establece sobre la base de los acontecimientos históricos sino que debido a la naturaleza del mes se originan tragedias de este tipo. E incluso una torre muy alta se tambalea y cae cuando soplan vientos demasiado fuertes. Los vientos provocan el derrumbe. De igual modo, los vientos espirituales de tevet provocaron los acontecimientos antes nombrados.
Comencemos el análisis de los mismos.
Tres modos de un mismo encierro
La traducción de la Torah
De acuerdo con el relato bíblico, la luz fue creada en dos oportunidades. La primera, al comienzo mismo de la historia, cuando el Creador determinó: «Que haya luz». La segunda en el cuarto día, al crearse las luminarias. Los sabios nos enseñan que la naturaleza de estas luces es completamente diferente: la primera, consecuencia de la Palabra divina original, permitía al hombre observar de un extremo al otro del mundo. La segunda, consecuencia de las luminarias, es la luz que conocemos, la luz «física». Sin embargo, continúa la enseñanza mística, cuando el Creador observó que la primera luz maravillosa también sería aprovechada por los malvados, la guardó y la reservó para placer y goce de los justos en el Mundo Venidero. ¿Dónde guardó El Eterno esta luz? En la misma Torá. Esto explica por qué la Sabiduría de Moisés, la Torá, también es denominada «Luz» en el lenguaje de los sabios: «oraita» en idioma arameo.
Tal vez una de las experiencias más extrañas que atraviesa la persona que se inicia en la sabiduría de la Torá, es aceptar y adaptarse al método de estudio. ¿A qué nos referimos? Si tomamos por ejemplo el estudio de la Torá oral, el Talmud, encontramos que el mismo se basa en la repetición. Incluso la raíz hebrea de la palabra Mishná también señala la reiteración en el estudio. Significa: aspiramos a entender el texto hasta los niveles de máxima profundidad, pero aquí no termina la tarea del estudiante. Ahora debe repasar, y preferiblemente en voz alta, el texto aprendido. Y el hombre occidental, racional por naturaleza, se siente extraño ante este método de estudio, y entonces pregunta: si ya he entendido el texto ¿para qué debo repasarlo? Y si ahora ya lo se incluso de memoria y lo puedo repetir aunque me despiertan en mitad de la noche, ¿para qué me indican de todos modos repetirlo y repetirlo?
Rabí Moshé Jaim Luzzatto, el genial cabalista italiano, enseña que la repetición en el estudio de la Torá es similar al acto de una persona que raspa un objeto determinado con la intención de quitarle capas y acceder a su centro, a su núcleo, al sitio de los tesoros escondidos. Al repetir el texto una y otra vez vamos cavando, quitando estratos, liberándolo de cáscaras que encubren precisamente aquella luz original que fue escondida en el interior de la Torá. Y no sorprende entonces que el estudiante dedicado, aquel que ya ha aprendido el arte del estudio y la repetición, logra al hacerlo un nivel de placer proporcional únicamente al contacto con el Mundo Venidero, tiempo en el que la luz primigenia brillará en todo su esplendor.
La dura y penosa tarea de cavar en una tierra dura y seca se ve recompensada al toparse cara a cara con el tesoro más bello que alguna vez haya podido imaginar.
Y es precisamente esta luz de sabiduría la eclipsada durante el mes de tevet ya que al ser traducida al idioma griego, su resplandor queda aprisionado tras las rejas de un idioma extraño. Ahora podremos tal vez entender su mensaje, pero jamás lograremos experimentar el baño de su sagrada Luz.
La muerte del último profeta
Ante todo presentamos algunos pasajes de profunda sabiduría del cabalista Rabí Moshé Jaim Luzzatto extraídos de su obra El camino de Dios, los cuales se refieren específicamente a la profecía:
Este es un grado de inspiración donde un individuo alcanza el nivel donde se acerca a Dios, de tal manera que él siente verdaderamente su apego. Entonces él capta que está apegado a Dios… Esto lo siente con total claridad de forma consciente que no deja lugar a ninguna duda. El individuo está entonces seguro de esto, como si se tratase de un objeto físico percibido por sus sentidos.
El principal concepto de la profecía es, por lo tanto, que una persona viva llegue a una apego y cercanía completa con Dios. Esto en sí mismo es ciertamente un alto grado de perfección y es también a menudo acompañado de cierta información e iluminación; a través de la profecía uno puede ganar conocimiento de muchos aspectos muy elevados entre los misterios escondidos de Dios. Estos son percibidos muy claramente, como todo el conocimiento obtenido a través del proceso de iluminación. Cuando Dios se revela y confiere Su influencia, un profeta se altera enormemente. Su cuerpo y sus extremidades comienzan a temblar inmediatamente y él siente como si fuera volteado.
Esto es la naturaleza de lo físico. No puede tolerar la revelación de lo espiritual, y esto es particularmente cierto cuando se trata de la revelación de la Gloria de Dios. Los sentidos del profeta cesan de operar y sus facultades mentales no pueden funcionar independientemente. Se han convertido en dependientes de Dios y del influjo que está siendo conferido. Como resultado de este apego del alma, se obtiene un grado de iluminación completamente más allá del poder de la razón humana. Esta iluminación no llega por su propia naturaleza, sino como una consecuencia del hecho que las altas Raíces están rodeándola. El alma percibe las cosas de una forma más intensa que en ocasiones normales.
El poder de la profecía entonces es mayor que el del espíritu divino, aún con respecto al conocimiento obtenido. La profecía puede traer la más alta iluminación posible al hombre que se da como resultado de la unión con su Creador.
La revelación de la Gloria de Dios es lo que inicia todo lo que se transmite en una visión profética. Esto es entonces transmitido al poder de imaginación en el alma del profeta – nefesh – la cual a su vez forma imágenes de los conceptos forjados en ella por el poder de la alta revelación. La imaginación, sin embargo, no inicia nada por su propia cuenta.
Estas imágenes, a su vez, conducen hacia las ideas e información del profeta, cuya concepción viene del poder de la Gloria revelada. El asunto queda fijado en la mente del profeta y cuando él retorna a su estado normal, este conocimiento es retenido con perfecta claridad.
En resumen, la profecía implica la máxima cercanía de Dios con los mundos físicos y la posibilidad humana de conectarse con las Raíces superiores y obtener iluminación e información.
Con la muerte del último profeta, la Voz de Dios, la que rompía y se burlaba de toda distancia, es restringida y confinada a los ámbitos celestiales.
El sitio a Jerusalén
Los sabios griegos, en sus albores, investigaron acerca de lo que las cosas son. Tales de Mileto, por ejemplo, señala el agua como el principio de todas las cosas, otros propusieron el aire, la tierra, etc. Los hebreos, por su parte, apoyados en la certeza de que absolutamente todo proviene de Dios, no se interesaron en demasía por el origen de todo, aunque sin embargo se vieron atraídos por otra investigación filosófica, la cual denominaremos la búsqueda del centro: el centro de la persona, el centro del mundo. ¿A qué nos referimos? Muy sencillo: el centro, de acuerdo con el Maharal de Praga, es aquello que permanece intacto e inmutable debido a su importancia fundamental y porque no tiende a los extremos. No se dispersa, no recibe fricción alguna, no entra en contacto con lo circundante. Además, el centro esencial mantiene y nutre a toda la estructura que lo rodea. El corazón es el centro del hombre ya que es la fuente de vida de la cual se nutre el cuerpo.
¿Y el centro del mundo? Muy simple: Jerusalén.
Los mapas antiguos dibujan al mundo como una flor, con sus pétalos extendidos en las cuatro direcciones – los continentes – y Jerusalén en el centro. O para decirlo de un modo más exacto: el centro del mundo es la Tierra Prometida; el centro de ésta, Jerusalén; el centro de Jerusalén, el Templo, y el centro del Templo el Sanctasactorum, el kodesh hakodashím, sitio de tal nivel de santidad que sólo podía ingresar el Gran Sacerdote, una vez al año, el Día del Perdón.
El Talmud también señala que la persona debe dirigir sus plegarias en dirección a Jerusalén, lo cual refiere al lugar de máxima conexión entre los mundos físicos y los mundos espirituales.
Jerusalén es el centro del mundo porque a partir del Templo la espiritualidad llega a los ámbitos terrenales y los ilumina.
El diez de tevet fue sitiada la ciudad de Luz, Jerusalén. La morada de Dios entre los hombres y el sitio elegido por Su gloria quedó herméticamente cerrado por los enemigos.
* * *
Mas no debemos confundirnos: lo verdaderamente grave de todo encierro es su consecuencia directa, la desconexión. Independientemente de si se trata de la traducción de la Torá, la profecía o Jerusalén, la interioridad, el corazón, la luz, aquello que esencialmente fue creado para expresarse e iluminar, ahora queda encerrado, eclipsado y desconectado de su objetivo último.
Cuando la Torá es traducida, y por consiguiente desconectada de su raíz de Luz, el sentido más profundo de la Sabiduría queda encerrado entre palabras y frases que dicen poco o nada. Cuando la profecía es anulada la Presencia Divina y la claridad de su mensaje sólo logran expresarse a través de señales confusas y equívocas. Y cuando Jerusalén es sitiada, la maravillosa Luz de la ciudad del Templo queda oculta y velada entre las callejuelas de una ciudad que ahora se presenta como cualquier otra.
En resumen: la tribu de Dan, esencialmente conectada al mes de tevet, se inclina a la idolatría y en este mismo mes Moisés es ocultado por su madre, la Torá traducida al griego, la profecía anulada y Jerusalén sitiada por lo enemigos.
Extraído de «El Calendario Cabalístico» de Ben Itzjak. Editorial Edaf. Este libro pertenece a la colección del Club Hebreo del Libro.
Algunos arqueólogos franceses e israelíes han encontrado los restos de edificaciones que coinciden con las descripciones, dadas en el Nuevo Testamento, de Emaús, la ciudad en la que Jesús apareció por primera vez después de su resurrección.
¿Es realmente la ciudad de Emaús?
Los expertos han identificado una fortaleza helenística de 2.200 años de antigüedad en la colina de Kiryat Yearim, cerca de Jerusalén, que podría coincidir con la ubicación de la ciudad mencionada en el Nuevo Testamento, según el periódico Haaretz.
Los arqueólogos de la Universidad de Tel Aviv, Israel Finkelstein y Thomas Römer, ambos profesores de estudios bíblicos en el Colegio de Francia, sugieren que los pueblos de Kiriath Yearim Hill y Abu Ghosh, podrían encontrarse donde estaba Emaús.
Si bien los datos encontrados indican fuertemente que este lugar sería Emaús, aun los expertos se encuentran en debate para dar la resolución final.
La Biblia dice: “sesenta estadios de Jerusalén”
Según la Fundación Tierra Santa, no todos los especialistas están de acuerdo en que Emaús está en esta fortificación, pero hay al menos otras dos hipótesis sobre cuál era la posición real de esta ciudad.
“Tradicionalmente, la mayoría de los estudiosos han identificado la época de Jesús Emaús con lo que más tarde se convirtió en la ciudad bizantina llamada Emaús Nicopolis, ubicada en el valle de Ayalon, cerca del moderno cruce de Latrun”, explicó Benjamin Isaac, profesor emérito de historia antigua de la Universidad de Tel Aviv a la revista Haaretz.
Sin embargo, según el Evangelio de San Lucas, Emaús estaba a 60 estadios de Jerusalén, a unos 12 kilómetros de distancia, mientras que Emaús Nicopolis está a 25 kilómetros.
Por lo tanto, Thomas Römer señala que existen tradiciones antiguas, y quizás más confiables, que vinculan a Kiriath Yearim y Abu Ghosh, las ciudades investigadas, con Emaús, que además se ubican a aproximadamente a 12 kilómetros de Jerusalén.
El Coliseo fue construido con el botín del saqueo del Templo de Jerusalén de parte de legiones romanas, sostiene un investigador norteamericano en un artículo publicado ayer en la revista Biblical Archaeology Review.
La teoría habría sido probada a partir del texto de una piedra esculpida colocada justamente en el Coliseo, afirma el estudioso Louis Feldman, de la Yeshiva University de Nueva York.
“El espléndido Templo de Jerusalén, construido por Herodes, fue saqueado por los romanos en el 70 después de Cristo, en la campaña para aplacar una revuelta judía –afirma Feldman–. Documentos de la época atestiguan que el Templo estaba cubierto de placas de oro macizo”.
Al regresar a Roma, Tito recibió honores triunfales por el éxito de la empresa, con un desfile del botín logrado y de los prisioneros capturados.
“Era costumbre usar parte del botín de guerra para obras públicas” –afirma Feldman–, “el rico botín llevado desde Jerusalén sirvió para financiar la construcción del Coliseo”.
El estudioso subraya que uno de los bajorrelieves del Arco de Tito, adyacente al Coliseo, muestra a los soldados romanos mientras llevan el botín: y allí se notan algunos símbolos judíos, como el candelabro de siete brazos.
Feldman sostiene que según algunos testimonios los romanos habrían llevado desde Jerusalén a más de 97.000 prisioneros, usados luego como esclavos (muchos probablemente trabajaron en la construcción del Coliseo).
La confirmación de la teoría parece surgir de una lápida hallada por Feldman en el Coliseo, que describe los trabajos de reparación hechos en la estructura años después de la terminación de la construcción.
Los agujeros de la lápida muestran la existencia de una inscripción precedente, que el investigador pudo descifrar. La leyenda –hallada y traducida por el profesor Geza Alfoedly, de la Universidad de Heidelberg (Alemania)– incluye las palabras latinas “ex manubiis” (del botín).
“A menudo los edificios romanos contenían la descripción de cómo habían sido financiados” –afirma Feldman–, “hay que considerar que en la época de la construcción del Coliseo la única campaña romana que había reportado un sustancioso botín era aquella contra Jerusalén”.
Otros estudiosos norteamericanos definieron como “débiles” las bases de la teoría de Feldman, pero no hallaron ningún elemento que las contradiga.