Shevat

El Salmo 104 es la Clave para Inaugurar cada Mes (en el Rosh Jodesh)

Ha sido siempre una costumbre en Israel que cuando comienza el mes hebreo, recitar el Salmo 104, obra maestra de la poesía. [Aquí cabe decir que vale la pena leer este salmo en el original].

El salmo 104 es una de las celebraciones más notables, en la poesía bíblica, de YHVH como creador, origen y sustentador de la vida. Su capacidad lírica, el aliento con que está escrito y la forma en que resume las líneas dominantes de las creencias hebreas sobre la creación, lo colocan lado a lado con el relato de Bereshit (Génesis) en cuanto a su valor expresivo sobre la doctrina de la creación.

El experto alemán Gerhard von Rad escribió:

El credo cultual primitivo no contenía nada sobre la creación. Israel descubrió la justa relación teológica entre ambas tradiciones [creación e intervenciones de Dios en la historia], cuando aprendió a considerar la creación en el contexto teológico de la historia salvífica”.

Así pues, el alma del rey David, por medio de trazos ágiles expone gráficamente las grandezas de la labor creadora del Eterno; el Salmo celebra la presencia de la vida tal como ha brotado de la mano divina y como ésta se encarga de mantenerla.

Más de 70 versos y ocho secciones componen este formidable cántico al poder creador y sustentador de Elhim que se despliega como un abanico de observaciones minuciosas en diversos ámbitos naturales.

Leyendo al comentarista Haroldo Reimer puedo compartirles el énfasis que él hace de que los varios elementos constitutivos del cosmos son enumerados en este cántico:

  • cielo (v. 2-4),
  • tierra (v. 5-9),
  • dinámica de la vida en la tierra (v. 10-18),
  • luna y sol (v. 19-23),
  • mar (v. 24-26).

Por ello, el tema apoteósico del Salmo es la afirmación detallada de que YHVH es el dador y sostenedor de la vida. El Espíritu (ruaj) de YHVH es entendido como el principio vital de todo el cosmos:

Envías tu Espíritu y ellos son creados y así renuevas la faz de la Tierra
(v. 30).

Esa dimensión primordial de fuerza creadora de YVH es celebrada con toda la carga poética-profética del alma de David. Pero, el rey profeta también tienen conciencia del “elemento terrorífico” de este Dios:

Si escondes la cara, ellos se aterran, si retiras tu espíritu ellos mueren y vuelven a ser polvo
(v. 29 – Cf. v. 32).


El rey David describe en este cántico a la naturaleza de una manera amorosa. Así el rey profeta destaca que en toda faceta de la naturaleza – la lluvia, los vientos, las montañas, los manantiales, los árboles, los lugares de morada de los animales, se ve la mano providencial de YHVH.

«¡La gloria de Dios perdurará por siempre; que Dios se deleite en Sus creaciones!»
(v. 31)

YHVH Elohim en verdad ha creado un hermoso mundo, ¿pero tendrá Él el deleite que deseaba? Eso depende de las acciones de la humanidad, porque el Eterno ha dejado al hombre libre para elegir su conducta moral. Por elo, David nos exhorta a vivir de un modo que no estropee la belleza del mundo, y esto será lo que proveerá a YHVH del deleite que Él buscó en su creación.

Cerrando las ideas, diremos pues que el Espíritu de Dios a través de este Salmo busca reconciliar a la humanidad creyente con su creador y con todas las demás criaturas, todos dominados por la certeza de que Elohim es el origen y sustentador de la vida. En tiempos difíciles en los que la vida debe ser reivindicada de todas las formas posibles, este Salmo aporta una visión gozosa y comprometida con la creación de Elohim, que es la manifestación suprema de su poder y de su amor. Cada ser creado, procedente de la mano del Señor es una muestra firme de su empeño constante en transmitir su vida y compartirla con cada criatura. Afirmemos la vida también, con pasión y ánimo ferviente a fin de que se perciba suficientemente que el Evangelio de Yeshúa HaMashiaj es, sobre todas las cosas, un anuncio de vida que abarca todos los aspectos de la existencia.

Por todo ello, a continuación te invito a abrir tu corazón para desde allí elevar este Salmo en rezo de alabanza a YHVH:

¡Bendice, alma mía, a YHVH!
YHVH, Dios mío, Tú eres grandemente ensalzado;
Te has vestido de majestad y esplendor. Tú [Te] envuelves con luz como con una vestidura; extiendes los cielos como una cortina.
Él techa Sus cielos con agua; hace de las nubes Su carroza, [las] mueve sobre las alas del viento. Hace de los vientos Sus mensajeros, del fuego abrasador Sus servidores.
Estableció la tierra sobre sus fundamentos, para que no vacilara nunca. Los abismos la cubrieron como una vestimenta; sobre las montañas se pararon las aguas. Por Tu exhortación huyeron; al sonido de Tu trueno se fugaron.
Ascendieron las montañas, bajaron a los valles, al lugar que Tú les has asignado.
Estableciste un límite que no pueden cruzar, para que no volvieran a cubrir la tierra.
Él envía los manantiales a los arroyos; ellos fluyen entre las montañas. Abrevan a todas las bestias del campo; los animales salvajes apagan su sed. Las aves de los cielos viven junto a ellos; alzan su voz de entre el follaje. Él riega las montañas desde Sus nubes en lo alto; la tierra se sacia del fruto de Tus obras.
Él hace crecer la hierba para el ganado, y la vegetación, requiriendo la labor del hombre, para extraer el alimento de la tierra, y el vino que alegra el corazón del hombre, el aceite que hace relucir el rostro, y el pan que sustenta al corazón del hombre.
Los árboles de YVH beben hasta hartarse, los cedros del Líbano que Él plantó, donde anidan las aves; la cigüeña tiene su hogar en el ciprés. Las montañas altas son para las cabras monteses; los peñascos son un refugio para los conejos.
Él hizo la luna para calcular las Festividades, el sol sabe su tiempo de ponerse.
Tú traes la oscuridad y es noche, cuando gatean todas las bestias del bosque. Los leoncillos rugen por la presa, y buscan su alimento de Dios. Cuando sale el sol se recogen y se acuestan en sus guaridas.
El hombre sale entonces a su trabajo, a su labor hasta el atardecer.

¡Cuán multiformes son Tus obras, YHVH!
Tú las has hecho a todas ellas con sabiduría; la tierra está llena de Tus posesiones.
Este mar, vasto y ancho, donde hay innumerables criaturas rasantes, seres vivientes grandes y pequeños, allí transitan las naves, allí está el Leviatán que creaste para retozar en él.
Todos ellos miran hacia Ti con esperanza para que les des su alimento en su debido momento. Cuando Tú se lo das, lo recogen; cuando Tú abres Tu mano, se hartan de bien.
Cuando Tú ocultas Tu rostro, se aterrorizan; cuando Tú tomas de vuelta su espíritu, expiran y retornan a su polvo. Cuando Tú enviarás Tú espíritu serán nuevamente creados, y Tú renovarás la faz de la tierra. Sea la gloria de YHVH para siempre; regocíjese Hashem en Sus obras.
Él mira la tierra, y ella tiembla; Él toca las montañas, y humean.
¡Cantaré a YHVH con mi alma; entonaré alabanzas a mi Dios con [todo] mi ser!
¡Sea mi plegaria grata a Él; yo me regocijaré en YHVH!
¡Que se terminen los pecados de la tierra, y que no haya inicuos más¿
¡Bendice a YHVH, alma mía! Alabad a Dios!

JODESH TOV! (¡BUEN MES!)


Sugerencias de lectura
  • Haroldo Reimer, “Espiritualidad ecológica en los Salmos”, en Revista de Interpretación Bíblica Latinoamericana, núm. 45, 2003/2, pp. 106-117, centrobiblicoquito.org/images/ribla/45.pdf.
  • Gerhard von Rad, Teología del Antiguo Testamento. I. Teología de las tradiciones históricas de Israel. 5ª ed. Salamanca, Sígueme, 1982 (Biblioteca de estudios bíblicos, 11).
  • Gianfranco Ravasi, Una comunidad lee los Salmos. Bogotá, San Pablo, 2011.

Oración de Rosh Jodesh para asegurar la seguláh (energía) del Sustento Cotidiano

Shalom!… Jodesh tov! (¡Un buen mes!)

Les comparto aquí una oración maravillosa y conmovedora fue descubierta en la lengua antigua. Al comienzo de la oración, se registró que ésta fue compuesta por el Rambam y él la recitaba tres veces en cada Rosh Jódesh.

Esta oración se considera únicamente para el éxito en ganarse la vida, y muchas personas la recitan cada comienzo de mes.

Sea Tu voluntad, YHVH, Elohim mío y Elohim de mis antepasados, que bendigas indefinidamente toda la obra de mis manos, desde Tus manos llenas. ¡De Tu buen Tesoro llena mi hogar hasta saciarme! ¡Hazme triunfar en mis caminos, cuidando mis pasos y mis sendas, porque de tus manos abreva todo ser viviente!
Sé que mi sustento estará seguro en tus manos, ya que lo prodigas con dulzura, y no estará en manos de los hombres, porque todo lo que. ellos proviene es amargo y duro como el ajenjo, con vergüenza vergonzosa.
Por lo tanto, con Tu abundante misericordia, sé que firmarás mi sustento con Tu mano buena y colmada, y todos mis recurso e ingresos estarán completos.

También sé que me guiarás por el camino correcto delante de Ti, y me otorgarás gracia, bondad y misericordia en Tus ojos y en los ojos de todos quienes Te siguen, porque eres un Dios piadoso y misericordioso.
¡Bendito eres Tú, YHVH Elohim, que escucha la oración de aquellos que buscan y con tremendas cosas les responderás en tu justicia
”.

Como lo mencionó al principio de esta bitácora, esta seguláh se recita tres veces cada Rosh Jodesh.

Tu B`Shvat: Símbolo del Fruto del Trabajo Espiritual.

Por Michael Laitman

Tu BiShvat podría parecer una fiesta trivial. Sus costumbres no van más allá de comer fruta, beber vino y niños plantando semillas de árbol. Sin embargo, es una fiesta muy importante, pues representa el resultado del trabajo espiritual, el fruto de nuestros esfuerzos. En los cuatro niveles de la naturaleza: inanimado, vegetal, animal, hablante, Tu BiShvat representa la corrección del nivel vegetal.

La fiesta de Tu BiShvat nos recuerda el poder positivo de la naturaleza. La semilla que plantamos simboliza el gran potencial que hay en nuestra conexión. La semilla germinará y crecerá como árbol vivificante, que luego dará fruto.

En la primera etapa de nuestro camino espiritual, cambiamos la intención egoísta (Lo Lishmá) en intención altruista (Lishmá), otorgar por otorgar. En la Torah, este grado se llama “cualidad de Binah“ (Entendimiento). Si adquirimos esta cualidad nos convertimos en “árbol del campo”.

Nuestro siguiente hito del progreso espiritual es recibir para otorgar. Aquí, el árbol estéril del campo comienza a dar frutos. Es el resultado de nuestro trabajo y grado.

La sabiduría de la Torah, es el “agua” que nos enseña a atraer la fuerza conexión positiva de la naturaleza a nuestras relaciones. Cuando dejamos que el espíritu de conexión positiva, que el “agua” fluya entre nosotros, lubricará nuestra conexión, la vitalizará con la fuerza positiva de conexión de la naturaleza.

Ahora usamos nuestro “árbol” para cultivar frutos, satisfacer los deseos de los demás y relacionarnos con ellos como la fuente de otorgamiento. Así, nos asemejamos a la cualidad de otorgamiento y completamos nuestra corrección. Tu BiShvat también es el fin de nuestro trabajo espiritual.

Invertir en un suelo rico y fértil puede compararse con la construcción de un entorno que valore la cualidad de amor, otorgamiento y conexión de la naturaleza, por encima de cualquier otro valor. Ese es el mensaje universal de Tu BiShvat. También esa es la razón por la que los sabios siempre consideran que esta fiesta es de mayor importancia. La Torá compara a la humanidad con un “árbol del campo”, Tu BiShvat, también llamada “Año nuevo de los árboles”, es una invitación al inicio del crecimiento, al inicio de una nueva vida.

𝐒𝐢𝐠𝐧𝐢𝐟𝐢𝐜𝐚𝐝𝐨 𝐝𝐞 𝐥𝐚𝐬 𝐜𝐨𝐬𝐭𝐮𝐦𝐛𝐫𝐞𝐬 𝐲 𝐜𝐨𝐧𝐜𝐞𝐩𝐭𝐨𝐬 𝐝𝐞 𝐓𝐮 𝐁𝐢𝐒𝐡𝐯𝐚𝐭

El año nuevo de los árboles marca su despertar a la vida, simboliza el despertar del hombre para que logre el propósito de la vida: equivalencia con la cualidad de amor, otorgamiento y conexión de la naturaleza.

𝐒𝐢𝐠𝐧𝐢𝐟𝐢𝐜𝐚𝐝𝐨 𝐝𝐞 “𝐄𝐥 𝐡𝐨𝐦𝐛𝐫𝐞 𝐞𝐬 𝐜𝐨𝐦𝐨 á𝐫𝐛𝐨𝐥 𝐞𝐧 𝐞𝐥 𝐜𝐚𝐦𝐩𝐨”

El hombre es llamado árbol del campo» y Rosh HaShaná es el momento del juicio del bien y del mal. … Está escrito, “Por siempre es misericordia” (Salmos 89: 3). Así, en Tu BiShvat, que se le llama Año nuevo de los árboles, debemos fortalecernos con la cualidad de la amabilidad, porque así mereceremos la fruta del ‘árbol que da fruto”. (Rabino Baruch Shalom HaLevi Ashlag, Dargot HaSulam, “Año nuevo de los árboles”.)

El árbol tiene una estructura interna especial, se alimenta del suelo y se extiende hacia el sol. La parte más importante del árbol es su fruto. En general, cualquier planta, todo lo que crece de la tierra, nos alimenta y es la base de nuestra vida material. Nuestro desarrollo espiritual funciona de acuerdo con el principio de que funcionamos como un árbol en todo lo que hacemos.

𝐒𝐢𝐠𝐧𝐢𝐟𝐢𝐜𝐚𝐝𝐨 𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐟𝐫𝐮𝐭𝐚

La fruta simboliza alcanzar nuestro propósito en la vida, que es lograr armonía con la cualidad de amor, otorgamiento y conexión de la naturaleza. En principio, todos aspirarían a alcanzar este objetivo, si entendieran lo dulce que es el fruto: existencia eterna y perfecta en logro absoluto, sin restricciones ni problemas.

Sin embargo, lo queramos o no, nos acercamos. La Sabiduría secreta de la Torah puede acelerar nuestro camino si la usamos correctamente. De lo contrario, tendremos que avanzar como lo hemos hecho hasta ahora, con golpes desagradables de la naturaleza que nos empujan.

Hay un hermoso futuro por delante y espero que la misma dulzura que sentimos del buen fruto de la tierra y las plantas, la podamos sentir al alcanzar nuestra alma.

¿Cómo se Celebra Tu B`Shevat?

Por P.A. David Nesher

El hombre es como un árbol del campo…”

(Deuteronomio 20:19)

Los días de los árboles, serán los días de mi pueblo

(Isaías 65:22)

Será como un árbol plantado junto al agua

(Jeremías 17:8)

En Tu B’Shvat (15 de Shevat) conocido como el Rosh Hashanáh o el Año Nuevo de los Árboles actúan como un límite o fecha de corte entre un año y el siguiente, ya que la mayoría de las lluvias del año anterior, en Eretz Israel, ya han caído. Un cierto porcentaje de los frutos han llegado a la etapa donde han comenzado a madurar. Esto se define desde el momento del florecimiento hasta que el fruto ha alcanzado un tercio de su pleno crecimiento. Las frutas que han llegado a esta etapa son atribuidas al año anterior. Cualquier nuevo florecimiento de la fruta después de este día cae en la categoría del Año Nuevo. Como resultado Tu B’Shvat es un factor decisivo en la determinación de las Leyes de Ma’aser y Orlah.

En Israel, el día 15 de Shvat se encuentra a la mitad del invierno boreal y vislumbramos hacia adelante la primavera. La savia de los árboles está comenzando a fluir y también se produce el aumento de las raíces de los árboles, aunque sin ser visto por el hombre y, como resultado de esto los frutos están manifestando su primera etapa de formación.

Además, el Talmud Ierushalmi (Rosh Hashaná 1:2) nos dice que los frutos que crecerán después del 15 de Shevat son considerados producto del nuevo año, pues hasta este día los frutos crecieron gracias a las lluvias del año anterior, pero a partir de esta fecha crecerán por efecto de las lluvias de este año.

Por ello, el Rosh Hashaná de los árboles, es un tiempo de Tefilah (Oración de Alianza). Nosotros jubilosamente celebramos este día para pedir a nuestro Creador que continúe derramando su benevolencia sobre sus hijos, los Benei Israel (HIjos de Israel), así también como con el resto de sus creaciones en el mundo, como decimos en Birkat HaMazón.

Hazan et haolam Kulo Betuvo»
(«Alimenta al mundo entero, en su bondad»).

A pesar de ser llamado Rosh Hashaná, en Tu Bishvat no está prohibida la realización de trabajos, y tampoco existe en él la obligación de comer una comida festiva. Sin embargo, por cuanto que Tu Bishvat es llamado «Rosh Hashaná», rigen en él algunas leyes relacionadas con las leyes de los días de fiesta: en él está prohibido ayunar.

En Tu Bishvat se acostumbra comer frutos de los árboles (si es posible, que crecieron en la tierra de Israel), y especialmente los frutos que fueron recordados en el versículo de la Torá que alaba a la tierra de Israel: «Tierra de trigo y cebada, de viñas, higueras y granadas, tierra de olivos y de miel (de dátiles)» (Devarim 8:8). La idea es reflexionar profundamente en el significado de cada uno de estos frutos.

Esta celebración es muy especial, pues permite un festejo que nos invita a comer frutos de árboles y meditar en los significados simbólicos de cada uno de esos frutos.

Te invito a escuchar esta entrevista que contiene una maravillosa enseñanza por medio de la cual sabrás qué celebramos y cómo hacerlo bien:


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¡Y llegó la Primera Superluna del 2020!… ¿Qué Oráculo traerá?

Por P.A. David Nesher

Desde hoy (viernes 7), y hasta el lunes por la mañana (pleno Tu B`Shevat) podremos experimentar sobre nosotros la vibración de la primera Superluna del año gregoriano 2020. Algunos astrónomos aseguran que esta Superluna de Nieve será muy dominante en el cielo entre el anochecer del sábado 8 y la madrugada del 9 de febrero, y aconsejan estar durante ese lapso preparados para divisarla.

Lo cierto es que para verla en su punto de máximo esplendor no hará falta usar binoculares pero sí será necesario acostarse tarde, por ejemplo, en Ciudad de México lo alcanzará a la 1.33; sino levantarse muy temprano, por ejemplo en Buenos Aires, se la verá bien a las 4.33.

Según el Almanaque de los Agricultores, las tribus de nativos americanos del noreste se referían a la segunda luna llena de invierno como la Luna de Nieve debido a las fuertes nevadas de febrero.

Una superluna es una luna llena que se forma cuando está orbitando en el punto más cercano a la Tierra, es decir, en el perigeo. Según los expertos, las superlunas pueden parecer hasta un 14 por ciento más grandes y hasta un 30 por ciento más brillantes que las lunas llenas normales.

La frase fue acuñada en 1979, dice la NASA. “Cuando aparece una luna llena en el perigeo [su punto más cercano a la Tierra] es un poco más brillante y más grande que una luna llena normal, y ahí es donde obtenemos una superluna«, explica la agencia espacial en su sitio web.

Una Lumbrera hecha para Citas Espirituales.

Símbolo de lo femenino y la fertilidad, desde la antigüedad la luna ha estado en el foco de atención de las diferentes culturas. Es que por su naturaleza y los efectos que provoca, desde siempre ha despertado un gran interés. Y más aún cuando está llena. 

Teniendo en cuenta lo dicho en el párrafo anterior, esta superluna es también la primera luna llena de este Año Nuevo chino, lo que significa el final de las celebraciones de este y el día del festival de los faroles chinos.

También esta superluna coincidirá con un importante festival budista, Magha Puja (el 9 de febrero). Este festival conmemora una reunión espontánea de 1.250 seguidores del Buda para escuchar “El Ovadhapatimokha”, un famoso sermón.

Pero por sobre todo, recordemos que la luna juega un rol importante en el la fe de Avraham, Itzajk y Yaakov. El satélite terrestre es tanto una metáfora como una medida para nuestros días.

El calendario hebreo regula los meses de acuerdo con la luna. Como dice el Talmud: “Las otras naciones cuentan de acuerdo con el sol, pero Israel cuenta por la luna” (Sucá 29a). El calendario hebreo tiene 12 meses, coordinados para coincidir con cada mes lunar (el tiempo que le lleva a la luna realizar una órbita alrededor de la tierra y regresar al mismo punto en el cielo, tal como se la ve desde la tierra). El mes lunar cuenta con 29,5 días, por lo que los meses hebreos tienen 29 o 30 días.

Es superluna será usada por el Eterno para señalar el comienzo de las celebraciones judías de Tu BiShvat, conocido como “Año Nuevo de los Árboles”.

Asimismo, durante el año, el cielo se iluminará con otras tres superlunas. Ocurrirán el 9 de marzo (Super Worm Moon), el 8 de abril (Super Pink Moon) y el 7 de mayo (Super Flower Moon).

Como lo notarán, el cielo nocturno promete numerosos espectáculos cósmicos durante todo el año 2020. No solo aparecerán 13 lunas llenas, sino que dos de ellas serán “superlunas”, y una, por casualidad, que ocurrirá en Halloween, será una “luna azul”.

Los expertos en astronomía anuncian que dos de las lunas llenas de 2020 ocurrirán en octubre, una al principio y otra al final, lo que significa que este año será testigo de un ciclo lunar más que el número de meses del calendario. Es una perspectiva rara y emocionante para los ávidos observadores del cielo, especialmente para aquellos que estamos capacitándonos en ser entendidos en los tiempos.

Mercurio: ¿Será un Mensajero Divino?

Además, este mes de febrero contaremos con eventos astronómicos como Mercurio brillando en el horizonte.

Este lunes 10 de febrero podremos ver Mercurio a simple vista. Tras la puesta de sol, se podrá observar en el horizonte un punto amarillo y ese será el planeta más cercano al Sol.

Es una de las pocas oportunidades que nos brinda el cielo para mirar sin telescopio este planeta, así que lo mejor es que no te pierdas este evento astronómico.

¡Agéndalas!

Con el fin de que puedas tener marcado tu almanaque con las lunas llenas, te dejo lo que el Farmer’s Almanac, ha marcado del cielo nocturno de 2020, especialmente en su extraordinaria actividad lunar. Estas son las fechas en las que caerá cada luna llena.

  • 10 de enero: luna de lobo
  • 9 de febrero: luna de nieve
  • 9 de marzo: luna de gusano (también es una superluna)
  • 7 de abril: luna rosa (también es una superluna)
  • 7 de mayo: luna de flores
  • El 5 de junio: luna de fresa
  • 5 de julio: luna de ciervo
  • 3 de agosto: luna de esturión
  • 2 de septiembre: luna de maíz
  • 1 de octubre: luna de la cosecha
  • 31 de octubre: luna azul
  • 30 de noviembre: luna de castor
  • 29 de diciembre: luna fría

¿Cuál es el Significado de Tu B’Shevat en nuestro Tiempo?

Por P.A. David Nesher

«Cuando ustedes entren en la tierra y planten toda clase de árboles frutales, tendrán por prohibido su fruto. Por tres años les será prohibido; no se comerá.

Levítico 19:23 (NBLH)

En Israel, desde el comienzo de los asentamientos agrícolas en la conquista con Josué, el día 15 del mes 11º del calendario hebreo ha adquirido gran importancia, simbolizando el resurgimiento y la redención de la Tierra.

Por ello Tu B’Shvat (que significa 15 de Shevat) ofrece una oportunidad única para comprender el crecimiento personal en el peregrinar el Camino de la Vida. 

Este día se pensó como el cumpleaños del árbol y se usó para demarcar un nuevo año fiscal para la agricultura de la Tierra Santa. Por eso Tu B’Shvat tiene una gran importancia en las leyes agrícolas que son relevantes en la Tierra de Israel.

Como «año nuevo de los árboles«, el Tu B’Shvat es la fecha límite en el calendario hebreo para calcular la edad de un árbol frutal.

La relevancia práctica de esto es que durante los tres primeros años de un árbol sus frutos están prohibidos bajo el requerimiento bíblico de no comer Orlá (Levítico 19:23).

Más aún, Tu B’Shvat es el año nuevo para determinar los diezmos. En los años 1, 2, 4 y 5 del ciclo de siete años de Shemitáh, el 10 por ciento del producto de Israel es Maaser Shení, que debe ser redimido con una moneda. En los años 3 y 6 del ciclo, ese 10 por ciento es Maaser Aní, que debe ser entregado a los pobres.

Una midrash (explicación) antigua se ha vuelto muy relevante hoy en día para entender la función profética de este día:

«En la hora en que el Santo creó a la primera persona, Dios le mostró a su creación los árboles en el Jardín del Edén, y dijo:

«Vea Mis obras, qué tan buenas son; ahora todo lo que he creado, lo creé para su beneficio. Piensa en esto y no corrompas y destruyas Mi mundo. Porque si lo destruyes, no hay nadie para restaurarlo después de ti

(Eclesiastés Rabá 7:28 -no es el libro de la Biblia)

Recordemos que, a lo largo de los siglos, tanto los sacerdotes, como los profetas, han usado el árbol como una metáfora para entender la relación de Yahvéh con los mundos espiritual y físico, por medio de los tzadikim (justos).

Desde la enseñanza oral de Moshé, se enseña en Israel que los mundos espirituales superiores son raíces invisibles (llenas de misterios divinos) cuyo tronco y ramas se extienden (hacia abajo) hacia nosotros, para finalmente manifiestar su influencia a través de ramas y hojas en los reinos inferiores concentrados todos en el ser humano Ungido (Mashiaj), a quien se denomina Árbol de Vida del Eterno. A través de este Árbol, fluye el río final de la vida universal, tal como lo describe el oráculo apocalíptico de Juan en Patmos:

«En medio de la calle principal de la ciudad y a cada lado del río, crecía el Árbol de la Vida, que da fruto cada mes, es decir, doce veces al año; y las hojas del árbol sirven para sanar a las naciones.«
(Revelación/Apocalipsis 22:2)

El Árbol de la Vida se origina en el inimaginable Ein Sof o el Infinito, y se vuelve progresivamente más en contacto con nuestro mundo, en el que la creación está teniendo lugar continuamente por medio del servicio sacerdotal (hebreo: avodáh) del ser humano redimido en Él.

Otra imagen relacionada con la historia del Jardín del Edén es el Árbol de la Vida. El sabio compara a la Torah con un Árbol de Vida (en hebreo: Etz Jayim) . La aplicación es simple y sencilla: así como tomamos sustento para la vida de un árbol natural, la Torah como nuestra forma de vida cotidiana nos sostiene en fortaleza y belleza.

Tu B’Shevat es considerado como un tiempo sagrado lleno de poder profético para hacer riquezas. Se celebra la conexión que los hebreos tenemos con el Eterno y la Tierra de Israel. Por esto, al decir bendiciones y participar de muchas clases de frutas, tenemos la oportunidad de agradecer a Yahvéh por la maravilla de la vida renovada y de volver a despertar nuestras propias conexiones espirituales. Además, honramos a la Tierra de Israel disfrutando de sus frutos, especialmente los de las siete especies mencionadas en el rollo de Devarim (Deuteronomio): trigo, cebada, uvas, higos, granadas, aceitunas y dátiles:

“…una tierra de trigo, cebada, viñas, higueras y granada, una tierra de olivos y miel [de dátiles]

(Deuteronomio 8:8)

Tu B’Shevat también se ha convertido en un día de compromiso para proteger el medio ambiente. Las Sagradas Escrituras enseñan que la Tierra es de Yahvéh, el Creador, y por lo tanto todos los seres humanos debemos ser socios y colaboradores con el Eterno en la preservación de nuestro planeta y sus recursos.

Por todo esto, en el Israel contemporáneo, Tu B’Shvat es una especie de “Día del Árbol” en el que se aprovecha para tomar conciencia ambiental, por lo que se plantan árboles en celebración. Gracias a esta tradición activa, Israel es uno de los pocos países del mundo que terminó el siglo pasado con más árboles de los que comenzó, ha plantado más de 240 millones de árboles durante casi los últimos 100 años, dándole la rara distinción de tener una ganancia neta de árboles al entrar al siglo 21, una hazaña impresionante teniendo en cuenta que todos estaban plantados a mano. La forestación se toma en serio aquí, como uno de los sueños de David Ben-Gurion era hacer florecer el desierto.

Por último, les contaré que tanto en la Torah (Deuteronomio 20:19), como en las Sagradas Escrituras,  al ish tzadik (hombre justo) se lo ve como una palmera datilera fructífera:

«El justo florecerá como la palmera;…»
(Salmo 92:12)

Esta cosmovisión da a entender que el hombre redimido por el poder del Mesías, es visto en las regiones celestes como un árbol que a través de la Torah, se cuida, endereza sus ramas y se da la posibilidad de dar muchísimo más fruto, para transformar a la humanidad y el mundo.

Por ello, Tu B’Shevat es un día especial para cultivar fuertes raíces espirituales mediante el aumento de las buenas obras. Es un tiempo oportuno que permite contemplar los métodos para llevar una vida más fructífera.


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Shevat: la manifestación de las vasijas llenas de tesoros

El undécimo mes (shevat) está representado por un cántaro (o vasija) de barro lleno de agua. En hebreo la palabra “delí»(cántaro/ vasija) comparte su raíz con “lidelot” que alude al acto de extraer agua de las profundidades.
La “delí” (cántarovasija) es para la mentalidad hebrea el símbolo del servicio a su máxima expresión. Es que justamente, la vasija o cántaro es necesaria para sacar agua del pozo y transportarla hacia un lugar con necesidad.

Si observamos con reflexión el símbolo notaremos que esa agua está siendo contenida por una vasija, lo que nos habla del agua justa y necesaria, ya que todos sabemos que exceso de agua es dañino. De este mismo modo, la fe, poder creativo del Eterno, nos ha sido dada en la medida exacta a nosotros sus vasijas de barro (Romanos 12:3,6; 2 Corintios 4:7).El mes de shevat, de acuerdo a este símbolo, es un tiempo oportuno para traer a la superficie lo que está oculto, tapado y sellado. Son días llenos del poder divino que te permite profundizar y descubrir esos ríos de vida que el Espíritu de YHVH ha colocado en lo más profundo de tu interior por creación y redención mesiánica. Será pues muy oportuno, que practiques ejercicios espirituales que te permitan desde la oración y la meditación de la Torah fluir hacia tu exterior y transformar toda sequedad que someta a tu entorno.

Vive cada día de este mes en la plena conciencia de ser un instrumento de amor en sus manos. Eres la vasija, llena de Su justa medida para servir a Su propósito eterno escondido en el interior de los hombres que aún duermen aturdidos por los susurros de la Gran Babilonia.

Shevat es un tiempo oportuno para renacer en la sabiduría que otorga el servicio. Es el ciclo que permite transformar la potencia en acto. Son días de inspiración y creatividad. Todo trata de la renovación.

Ofrécete humildemente para que Él renueve todo y a todos los que están en tus áreas de amor.

Shevat: El mes del poder creativo que renueva

Desde el 1º de enero, al atardecer, hemos con gozo entrado en el 11º mes lunar llamado por el Israel actual Shevat. Las Escrituras siempre se refieren a éste como el undécimo mes: «Y fue en el cuadragésimo año, en el undécimo mes…» (Deuteronomio 1:3); «en el día veinticuatro del undécimo mes, el mes de Shevat…» (Zac. 1:7).
El nombre de este mes deriva del hebreo shevet, que significa rama, y hace alusión a uno de los componentes de un árbol, cuya principal función será proveer de brotes o renuevos y florecer hasta fructificar.  Las ramas también eran utilizadas en Israel como bastón de los ancianos (sabios) de una ciudad y vara para los pastores, lo que le da el significado simbólico de poder que guía a mejor modo de vida. Por eso este lapso contiene la energía celestial para que el alma redimida logre renacer.

Es justamente el mes del poder creativo del Eterno. Es decir, es el tiempo oportuno para ejercer la fe en servicio renovador de nuestro entorno.

El mes de Shevat es el ciclo lunar oportuno que el Eterno nos otorga para desarrollar la creatividad divina que está contenida dentro de nosotros y que hemos obtenido gracias a la bondad sin límites del Creador.
Es un mes cuyos días están llenos de inmensa energía positiva, determinada por dos elementos fundamentales en nuestra creatividad y desarrollo, como son el agua y el aceite, que según los sabios de Israel están presentes en la raíz de este mes. El agua, simboliza la vida del Tzadik (Justo) es decir, el poder de la fe: “el justo por la fe vivirá” (Romanos 1:17). El aceite o Unción del Eterno es el símbolo de la sabiduría que en nosotros se debe manifestar. Es sólo por ellas dos que el Mesías será manifestado en nosotros (1 Corintios 1:24).