Pareja en dominio

Varón, ¿estás ahí?

Pastor Moisés Franco

Cuando la mujer vio que el árbol era bueno para comer y una tentación para los ojos, y que el árbol era propicio para lograr conciencia, tomó su fruto y comió; y le dio también a su esposo que estaba con ella. Y él también comió.
(Bereshit/Génesis 3:6 | Torat Emet)

¡Alabo al bendito Espíritu de Verdad por haberme hablado esta mañana desde este pasaje!

Desde hace años que me preguntaba dónde estaba Adán cuando la serpiente habló con ella y hoy el Señor me lo mostró con este versículo que tantas veces había leído. Por algo la oración Shajarit dice que Él es el que “da vista a los ciegos”.

Claramente esta traducción judía al español dice: “y le dio también a su esposo que estaba con ella”.

Lo corroboré con otras traducciones cristianas y para mi sorpresa La Biblia de las Américas (LBLA), la Biblia Textual 4ta Edición y la Nueva Traducción Viviente también dicen su esposo estaba con ella”.

¡Adán estaba ahí! Pero, ¿realmente estaba ahí?

Esto me recuerda a la película estadounidense “Click” (2006). En ella el personaje principal protagonizado por Adam Sandler obtiene por medio de un ángel un control remoto que le permite “jugar” con el tiempo de su propia vida.

Esto le da la posibilidad de adelantar los momentos incómodos o aburridos. Cuando el ángel le explica esto, él le pregunta qué ocurre mientras tanto cuando se adelanta y el emisario le responde que el protagonista está “en piloto automático”.

Así, entonces, puede estar en la mesa de familia comiendo, pasando condimentos, hasta respondiendo preguntas rápidas, pero sin estar en plena consciencia.

Pienso en cuántas veces como varón hice lo mismo, con mi mente enfocada en preocupaciones internas o en planes económicos estuve al lado de mis seres queridos, pero en piloto automático. Sin estar verdaderamente consciente.

El primer Adán estaba con su esposa cuando ésta fue engañada, pero evidentemente algo le pasó para no estar totalmente consciente.

¿Vamos a juzgarlo? ¿cuántas veces también hemos dejado que el enemigo engañe a nuestras esposas e hijos por estar enfocados en otra cosa y no en nuestro rol sacerdotal?

No es la mujer quien debe tener la principal responsabilidad espiritual de una casa, no tiene el deber de enseñar la doctrina. Esa tarea el Señor se la dio al varón y en ese sentido es cabeza según Efesios 5:23 (y no en términos de imposición machista).

Según ese mismo capítulo de la carta apostólica el marido es comparado al Mesías y tiene la orden de amar a su esposa y “lavarla” por medio de la palabra (Ef. 5:24-26).

El varón tiene la orden divina de estudiar los mandamientos, internalizarlos y exponerlos -no imponerlos- a su esposa para que ella desde la capacidad administrativa que le ha dado el Eterno pueda bajar eso a cada ámbito de su casa.

Obviamente, esto demanda algo que al feminismo actual le causa crispación: “Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo” (v.24).

Ese “todo” se refiere siempre y cuando la directiva no vaya en contra de la Torah desde el yugo de Yeshúa (aquí se aplica el principio de Hechos 4:19-20). Por eso, claramente ella también debe ser discípula y estudiar la Instrucción.

Sin embargo, el punto es que la doctrina debe ser dada por el varón. En eso evidentemente Ishá (la primera mujer) también falló, dado que debería en tal caso haber seguido lo que su esposo le enseñó en cuanto a lo dicho por el Eterno y no modificarlo agregando que al Árbol del Conocimiento del bien y del mal no se lo podía tocar (Gn.3:3). Esto último no había sido dicho por el Creador.

Volviendo al punto principal de esta reflexión, la responsabilidad principal sigue siendo de Adán, dado que él manejaba bien la enseñanza divina, pero estuvo ahí sin estar.

 En verdad él no fue engañado, como lo deja en claro 1 Timoteo 2:14, sino que voluntariamente se desligó de su responsabilidad espiritual como cabeza y responsable doctrinal.

A modo de conclusión, aliento a cada varón a que reflexiones sobre su rol en el hogar (incluso si es soltero) y que, en caso de hallarse en “piloto automático”, retorne a su posición según el propósito de YHVH.

A las mujeres casadas, exhorto a que trabajen para estimular a sus esposos a tomar con responsabilidad ese rol (y a respetarlo cuando lo haga).

En tanto, a la soltera que piensa algún día casarse, que mire principalmente cuánto el varón que desea está hoy desde su soltería siendo alguien que pueda representar al Mesías en su hogar.

Que sea Aquel que lo llena todo en todo(Ef. 1:23) el que nos guíe a cada cual a ocupar el rol establecido por el Señor.

«¡Te Voy a Hacer el Amor!»

Me dijo:
¡Te voy a hacer el amor!…

Me sirvió una copa de vino, llenó la bañera 3/4, conocía la temperatura exacta de cómo me gustaba el agua, me quitó la ropa y me ayudó a entrar… Me lavó el pelo, la espalda y los pies. Me llevó a la cama y mientras me secaba el pelo humedecía mi alma, me acostó boca abajo y comenzó a masajear mi espalda, no decía nada, pero su suave respiración era lo más bonito que podía oír. No sé en qué momento me dormí… Pero cuando desperté en sus brazos me dijo:

_ «Hay muchas maneras de hacer el amor.«


Respiré profundo y lo besé. Y esta vez lo hicimos como yo sabía, con el cuerpo (ese amor salvaje que nace en la piel).

Él sabe perfectamente cómo hacer el amor cada día y es que para hacer el amor no es necesario el encuentro físico, se puede hacer el amor de muchas maneras; con una dulce caricia, una mirada, con una sonrisa cómplice, con un abrazo fuerte y sin decir nada, con un pecho amigo donde esconder las lágrimas… ¿Con una flor? ¡No,… él nunca me regaló flores!… ¡Sin embargo, fue capaz de traer la primavera a mi corazón!…

Autor: Facundo Cabral

El «Varón-Piedra» y la «Mujer-Víbora»

El varón no sabe que hay una víbora debajo, acechando a la mujer.

La mujer no sabe que hay una piedra aplastando al hombre.

Ella piensa:
_ «¡Me voy a caer! ¡Y no puedo trepar porque la serpiente me va a picar! ¿Por qué no puede este hombre usar un poco más de fuerza y tirarme hacia arriba?«

Él piensa y le dice a la mujer:
_ «¡Siento tanto dolor en mi espalda, y aún así te estoy sosteniendo tanto como puedo! ¿Por qué no intenta trepar un poco más fuerte?«

La moraleja:

No podemos ver la presión que los demás soportan, y ellos no pueden comprender nuestro dolor. Esto es la vida, no importa si es trabajo, familia, afectos o amigos, tenemos que hacer el esfuerzo de comprendernos mas. Aprender a pensar diferente, quizás más claro, y aprender a comunicarnos mejor. Ponernos en el lugar del otro.

¡Un poco de paciencia y reflexión hacen una diferencia enorme!…

Y Tú… ¿Qué puedes aportar al respecto? (Escríbelo en la sección COMENTARIO de abajo)

¿Cómo Reparar (Tikun) la Sexualidad Matrimonial en Sukot?

Por P.A. David Nesher

«A los quince días del séptimo mes, cuando recojáis el producto de la tierra, celebraréis la fiesta del Eterno por siete días. En el primer día habrá descanso solemne, y el día octavo será descanso solemne…En las cabañas habitaréis por siete días; todo nativo de la casa de Israel habitará en las cabañas,Para que vuestras generaciones venideras sepan que en cabañas hice Yo habitar a los hijos de Israel cuando los saqué de la tierra de Egipto; Yo soy el Eterno, vuestro Dios.« 

Vaikra (Levítico) 23:39 y 42-43

En el tiempo que llevamos peregrinando la fe en sus raíces ontológicas, hemos aprendido que Sukot es la festividad divina que no se concreta con pensamientos y palabras, sino en hechos, donde en la construcción física material de la Sukah con nuestras propias manos, nos humanizamos y nos elevamos para llegar hasta las «Nubes de Gloria» (en hebreo «Hananei Kavod«).

La expresión «Hananei Kavod» («Nubes de Gloria«) describe el escudo protector de la espiritualidad que cubría las tiendas donde vivieron los Bnei Israel en sus 40 años en el desierto. Fue esa experiencia espiritual colectiva la que determinó el cambio de su realidad como seres humanos libres, ya no esclavos de Mitzrayim (Egipto).

El Talmud explica que el mandamiento en hebreo de la Sukah, «Taassé veló min Heassui» (que significa: «¡haz tú mismo las cosas y no esperes que otros las hagan por ti!»), esta diciéndole al jefe de familia no te quedes parado a un lado viendo las cosas suceder y asume la responsabilidad para poder cambiar la realidad de tu hogar sometido a las dificultades cotidianas.

Los códigos lumínicos de la Torah revelan que la humanidad, esclava del sistema reptiliano de cosas, utiliza la fuerza de la virilidad y la fuerza de la feminidad con el objetivo de que el placer sexual no se eleve a las zonas celestiales. De ese modo, dicho placer genera la klipá (caparazón) del hedonismo que encierra a todo varón y mujer en pareja dentro de la infra-animalidad. De este modo, el mundo físico se mantiene en su tendencia a la entropía. Esto crea finalmente una distorsión significativa en las diferentes dimensiones del Mundo Superior.

El Rabi Isaac Luria Ashkenazi (conocido como el Arizal), de bendita memoria, recomienda hacer la oración en la Suka:

«Baruj Atá YHVH Eloheinu Melej Haolam, Asher Kideshanu Bemitzvotav, Vetzivanu al netilat Lulav».

En español esta bendición se dice así:

«Bendito seas Tú, Eterno, Soberano del universo, que nos ha santificado con Sus preceptos y nos ha ordenado acerca de sostener el Lulav«.

Ahora bien, conviene meditar en algunos secretos que esta berakáh contiene y que tiene que ver con el tikún (reparación) que un matrimonio espiritual debe hacer al celebrar esta fiesta, para asegurar el tikún de todo aspecto celestial que se haya visto afectado por el incorrecto uso de la sexualidad humana.

Para lograr eficazmente esta misión mesiánica debemos saber que la expresión Netilat quiere decir «súbelo«. Una pregunta surge del significado de esta expresión:

¿Por qué y para qué se tiene que subir?

En primer lugar, debo decirles lo siguiente:

El Lulav: representa al hombre. ?
El Etrog: representa a la mujer. ?

Entonces, para lograr la reparación (tikún) de los cortos circuitos conyugales mal hechos, se une el lulav (varón) y etrog (mujer) y se los eleva hacia arriba, señalando a las esferas celestiales el deseo que ese matrimonio tiene de santificar el Nombre divino, realizando las meditaciones («Nubes de Dios») que no se hizo en su momento. Entonces se capta en el Mundo de Arriba que en esa familia se desea realizar dicha reparación.

Esto significa que cuando el jefe de familia entra a la Sukah y hace el Netilat Sukah esta elevando al binomio varón-mujer en su union (relación conyugal) con los nombres del Eterno, y subsanando los cortocircuitos conyugales, permitiendo la generación de periodos de simjáh (o alegría interior) en esa pareja. Así comenzará un fluir glorioso de dicha alegría hacia el entorno que ese matrimonio ha recibido por heredad de propósito y misión.

Es decir, que un matrimonio que obedece el mitzváh de habitar en sukah, y agitar las cuatro especies al ingresar en dicho habitáculo, esta reparando todo lo que la humanidad ha hecho en el uso hedonista de la sexualidad, y evitando que la Creación sea presa del caos.

Entonces, la fiesta de Sukot tiene sin duda un mensaje universal que nos enseña que a través de nuestras acciones, podemos alcanzar las «Hananei Kavod» (o «Nubes de Gloria«) para hacer frente a las dificultades y desafíos humanos. Sukot permite a cada matrimonio que la practica, elevarse espiritualmente como seres humanos, y dominar así como una unidad desde la que el Eterno se manifiesta soberanamente bendiciendo todo nivel de la fisicalidad.

¡Que el Eterno te permita adquirir este poder mesiánico en tu pareja!

Jag Sameaj!

Recomiendo leer la siguiente bitácora para vivir una Fiesta acorde al Espíritu del Eterno:

Un Varón Verdadero y Maduro

Por P.A. David Nesher.


«Maridos, amad a vuestras esposas, y no seáis amargos para con ellas.»

Colosenses 3:19


Un varón verdadero y maduro te amará de pies a cabeza, y hasta la última estría y arruga que vaya apareciendo en tu cuerpo. 

Jamás se avergonzará por tu estatura o por tus defectos, y por sobre todo, nunca te juzgará por tu pasado. 

Un varón de verdad te querrá todos los días, incluso en aquellos días del mes en los que ni tú misma te aguantas. 

Ese varón de verdad creerá en tu libertad, y la defenderá con su propia vida. Amará tus ocurrencias, tus metas, ambiciones, y cada detalle que hace «perfecta» a una mujer. 

Nunca querrá cambiar nada de ti, simplemente te acompañará para que crezcas íntegra. Te ayudará a que tengas sed de ser mejor que ayer. Porque un varón maduro no cambia; un varón maduro acompaña a crecer y evolucionar. 

Un varón verdadero y maduro te da alas, no te las corta. Te da la mano cuando estás en el suelo. Te coloca el hombro para que llores cuando ya no aguantes más; sus brazos cuando no te sientes segura, y su calor cuando sientas frío.
 
¡Clama al Eterno para que Él permita que un varón verdadero y maduro te escoja por mujer!


El Matrimonio es el Pozo de la Luz

Por P.A. David Nesher

Es muy importante que los varones y las mujeres acepten que muchas cosas que obstaculizan la felicidad de su matrimonio son las influencias negativas que se programaron neurolingüísticamente en sus almas durante los primeros siete años de su infancia.

En esta semana, las Sagradas Escrituras, nos revelaron como lo dogmático de la religión hace perder la esencia de la ingenuidad, la fuerza de la inteligencia emocional, y la sabiduría de la ingenuidad.Te invito a aprender acerca de esta perla de gran precio:

Varón Maduro Frente a Mujer Luz

«Cuando un varón se deja moldear por la Luz que brindan los códigos de la Instrucción divina comienza a madurar, dejando de escoger entre nalgonas, cabello largo, tetonas etc. Todo lo contrario, un varón maduro en su propósito, más bien, despierta su conciencia dándose cuenta que la mujer que ha escogido amar, será por él apreciada como sea, con defectos y virtudes, no por una simple apariencia.»

David Nesher

El Sexualidad Mesiánica frente al Sexo Reptiliano

Por P.A. David Nesher

 

 

 

«No haréis según la práctica de la tierra de Egipto donde morasteis; ni obraréis conforme al uso de la tierra de Canaán, adonde Yo os llevo, ni actuaréis según sus costumbres. Cumpliréis con mis juicios y mis estatutos guardaréis, siguiéndolos; Yo soy el Eterno, vuestro Dios.» 

(Levítico 18:3-4)

En el capítulo anterior hemos estudiado cómo la Torah legisla leyes y promulga mandatos cuya finalidad última era desarraigar las normas y costumbres paganas, en las cuales la humanidad en general, e Israel en particular, estaban inmersos. Pero en este capítulo 18 de Vayikrá (Levítico), la Torah enfrentará a los hebreos con leyes claras y pertinentes todo lo referente a la sexualidad del hombre y de la mujer. Leyes para salvaguardar la moral social e individual, presentadas en un estilo parenético, con la fórmula estereotipada y enfática «Yo Yahvéh» («Yo Soy el Eterno«). Con esta afirmación, el Eterno establecerá una clara separación entre Israel y el resto de las naciones, al declarar este principio: “Me pertenecen, no harán como el mundo hace.”

Este texto muestra que los hijos de Israel han sido llamados a ser diferentes a los demás pueblos del mundo, especialmente cuando los pueblos son tan inmorales como los egipcios y los cananeos.  Los persas, por ejemplo, animaban a los varones a realizar uniones maritales con madres, hijas y hermanas, en base de que dichas relaciones tenían un mérito especial delante de los ojos de los dioses.

Israel está sujeta a una vocación que proviene del Mundo de Arriba. Cada miembro de Israel debía ver en estos paradigmas jurídicos las bases de una cultura verdaderamente humana, que los comprometía a ver en estas leyes una obligación moral estrechamente relacionada con la Alianza de Yahvéh que hacía de ellos un pueblo santo diferente de los demás.

Los hebreos hemos sido llamados a comer de una manera integral y diferente, vestir con estilos diferentes, hablar claramente diferenciados, etc. ¿Podemos entonces mirar las prácticas de los demás pueblos y hacer lo contrario? ¿Es eso lo que Yahvéh quiere enseñarnos con esta palabra? Hasta cierto punto esto está bien, pero si vamos a dejar que las prácticas de los paganos determinen nuestra conducta, es posible que dejemos de hacer algo que Yahvéh aprueba e incluso manda. ¡No vamos a dejar de hacer algo bueno sólo porque los demás lo hacen!

Por lo tanto, sigue el versículo 4 diciendo: “…habréis de cumplir MIS estatutos y guardar MIS leyes para andar en ellos.” Dejando así bien claro que no son los paganos los que determinan nuestra conducta, sino la Torah de Yahvéh. En el camino de restauración hay muchos ex cristianos que rechazan todas las cosas que hacen los cristianos. Pero sólo por el hecho de que se hagan ciertas cosas en el mundo cristiano no es una razón suficientemente fuerte para rechazarlo. Por ejemplo, no podemos dejar de leer las Escrituras porque los satanistas las estén leyendo. Esa actitud no es sana y al final llevará a la persona a desviarse del camino recto.

Cuando Dios creó el mundo, bendijo al varón y a la mujer con la capacidad de procrearse y perpetuar su simiente en esta, nuestra Tierra (Génesis 1:28). Sin embargo, cuando la primera humanidad escuchó la enseñanza de la serpiente, le entregó a esta la potestad de manipular la sexualidad como un instrumento de degradación, que conduzca a la humanidad al caos.

Por ello, más adelante la Torah reflejará la ira divina desatada por la actitud perversa asumida por los, «Bené Elohím» («בני אלהים») , aquellos ángeles que violaron su naturaleza, y se unieron por medio de pactos chamánicos con las hijas de Caín, violando así las más mínimas normas de moral sexual, como leemos en los versículos siguientes:

«Vieron los Bené Elohim a las hijas del hombre que eran bellas y tomaron mujeres para ellos, de todas las que preferían. Dijo Yahvéh: ¡No contenderá eternamente Mi Espíritu por causa del hombre porque es carne! Serán sus días, ciento veinte años». (Génesis 6: 2-3)

El sabio exégeta judío Rambán ha entendido que en los códigos del versículo 2 estamos frente a un caso de perversión sexual donde: «…los hombres, emulando la conducta de ángeles caídos, tomaban a las mujeres en contra de la voluntad de las mismas, amén de posesionarse de mujeres desposadas«. Así, esta perversión sexual irá en aumento hasta que el Eterno traiga el Diluvio sobre la humanidad.

Por eso, en el capítulo 18 de Levítico, la Instrucción (Torah) divina prevendrá a los hebreos, explicándoles por qué los liberó de los riesgos y peligros que involucraba permanecer en la tierra de Egipto. Este imperio, a pesar de ser una nación que había llegado a la cumbre de la civilización, logrando picos en la ciencia y en las artes, habían permitido en su seno el desarrollo de perversiones y aberraciones, en lo que a la sexualidad se refiere, que lo había conducido a alcanzar lo 40 grados de degradación moral a los que puede llegar la humanidad (ya en el grado 50 no hay manera de regresar al diseño original). A tal punto era esta degradación moral que la Torah,  llama Hukót HaTohebot (normas aberrantes) a todos los paradigmas que regían las costumbre egipcias en el área de los sexual.

Lo mismo ocurría en la tierra de Quenahan (Canaán), que el pueblo de Israel se aprestaba a conquistar. El Eterno les revela con estas leyes que ellos corren el peligro de conquistar la tierra, pero a la vez, «ser conquistado» por las costumbres y normas aberrantes de los pueblos que la habitaban. Cosa que en realidad ocurrió (Véase el libro de Jueces 2:11 y subsiguientes).

Entendamos que la misma religión que estos pueblos practicaban, rindiendo culto a dioses de la fecundidad, pretendía santificar los actos sexuales desordenados, fomentando así la inmoralidad entre sus adeptos y seguidores.

Así nuestro capítulo Levítico 18 enunciará todas las uniones prohibidas entre hombre y mujer, ya sea por consanguinidad, o por la perversión que pueden generar las mismas. Por lo tanto, la existencia misma del pueblo de Israel dependerá de la capacidad que demuestre para cortar en forma clara y nítida con un pasado atentatorio contra la idea del ser humano creado por Dios para desarrollarse en nombre de Él, y lograr su bienestar rechazando perversiones y aberraciones. Para ello será necesario constituir una familia sana, que es el núcleo básico de toda sociedad.
En cuanto al futuro del pueblo, dependerá de su capacidad, de desarrollarse de acuerdo con las normas de la Torah.

Los israelitas debían mantenerse puros y apartados para Yahvéh. Él no quería que su pueblo fuera absorbido por la cultura y/o el ambiente que los rodeaba: «… ni actuaréis según sus costumbres«, les ordenó. El término «costumbres«, por supuesto, hace alusión a las perversiones sexuales vigentes en esos pueblos, y que la Torah enuncia en nuestro capítulo.

A nosotros, de igual manera, la sociedad occidental post-moderna puede presionarnos a que nos conformemos a su manera de vivir y de pensar. Sin embargo, si cediéramos ante la presión nos confundiríamos, y no sabríamos a cuál grupo pertenecemos. Además perderíamos nuestra efectividad para servir a Dios, que es al fin y al cabo nuestra vocación esencial.

Tristemente, aquellos que se llaman hoy en día cristianos a menudo toman el estándar de su conducta sexual de parte de los estándares que marca el sistema de cosas imperante, rechazando la Instrucción del Señor. Claramente ellos saben que debieran de ser diferente del mundo en su moralidad sexual, y deberían de seguir el estándar bíblico para la conducta sexual trazada por el Creador. Es paradójico, en las congregaciones primigenias, a cuyos miembros se los señalaba burlonamente como cristianos, un argumento que ellos daba para mostrar la veracidad del Evangelio del Reino era: “Pueden saber que esto es Verdad absoluta al ver a nuestras vidas, especialmente en la conducta sexual.” Hoy, ese mundillo que dice vivir como aquellos, autodenominándose  cristianos dice: “No me mires a mí, mira a Jesús.”

Por eso, es mejor que tú, que has salido de la Gran Babilonia (el cristianismo) obedezcas al Eterno y no permitas que la cultura de este sistema reptiliano afecte tus pensamientos, habla y acciones.


Bitácoras relaciones y recomendadas:

¡Evita hacer lo que ellos hacen!

https://davidnesher.com.ar/herramientas-cosmicas-para-prolongar-la-vida/

Condiciones Celestiales para Casarse

Por P.A. David Nesher

 

«Luego los oficiales le dirán al ejército:
“Si alguno de ustedes ha construido una casa nueva y no la ha estrenado, que vuelva a su casa, no sea que muera en batalla y otro la estrene.
Y si alguno ha plantado una viña y no ha disfrutado de las uvas, que vuelva a su finca, no sea que muera en batalla y sea otro el que disfrute de ellas.
Y si alguno se ha comprometido con una mujer y no se ha casado, que regrese a su pueblo, no sea que muera en batalla y sea otro el que se case con ella.”

(Deuteronomio 20:5-7)

 

 

Sirviendo por tanto años a jóvenes de mentalidad evangélica protestante, he notado la falta de sabiduría que la mayoría de los varones tienen a la hora de pensarse en pareja, y por ende, en familia. La gran mayoría cae en el mismo «error edomita», amando pues primordialmente el guisado, y desechando la potencialidad de la primogenitura que sus almas tienen. Dicho de otro modo, casi todos los varones con mentalidad greco-romana, comienzan este maravilloso camino del amor perfecto por el final: procuran obsesivamente tener su mujer, y luego, quizás piensen en su destino laboral y económico.

Justamente en estos versículos, la Instrucción (Torah) divina señala que los oficiales tienen aquí la función de tratar y supervisar casos de carácter social, como el hecho de un varón que desea constituir un hogar.

Las tres cosas mencionadas, una casa, una viña y una esposa, representan los momentos más felices de la vida natural del varón en edad de guerra, es decir en edad juvenil apropiada para casarse (mayor de 20 años). Para que un soldado israelita no pierda la oportunidad de disfrutar de estos momentos, no podrá hacer cierto servicio militar mientras esté involucrado en uno de ellos.

Estas tres cosas aparecen aquí en el orden natural. Primero el hombre debe tener casa y trabajo, y luego es apto para casarse. Con este bosquejo la Instrucción (Torah) divina enseña en Su Sabiduría la conducta apropiada que un varón redimido debe ejercer para realmente formar un hogar exitoso: el hombre debe primero construir una casa, luego plantar una viña (obtener un trabajo). Solo entonces puede tomar una esposa.

Cuando el hombre fue creado, Yahvéh le dio primero una casa, el huerto, luego un trabajo, la jardinería (melajá y abodá).Luego, cuando el varón se especializó en eso, le otorgó una mujer como recompensa a dicho esfuerzo ministerial. Si vienen maldiciones sobre una persona, primero es tocada la relación con la mujer, luego la casa y finalmente la vida laboral (cf. Deuteronomio 28:30).  El filósofo judío Maimónides dice en su libro «Mishné Torá»:

Es costumbre de personas sensatas que el hombre asegure primero un trabajo que lo alimente, luego construya una casa y finalmente despose a una mujer, como está dicho: “haber plantado una viña, construido una casa y luego desposado a una mujer”.

Entendamos que en la cosmovisión hebrea, la novia es presentada en las Escrituras con estos tres términos, casa, viña y mujer.

El rey Salomón, experto en los códigos de Luz Infinita escondida en estos pasukim (versículos) dijo también:

Prepara primero tus faenas de cultivo (fuera) y ten listos tus campos para la siembra; después de eso, construye después tu casa.

(Proverbios 24:27)

Aquí queda perfectamente señalado el esquema actitudinal que debe seguir un varón que decide amar a una mujer en espíritu y en verdad. Dicho esquema se sujeta a los siguientes tres lineamientos:

  • Prepara tus labores fuera”… es decir construye una casa;
  • “…ten listos tus campos”,… es decir planta una viña; genera una empresa
  • “ y construye después tu casa”; es decir toma una mujer por esposa.

Salomón había aprendido estas pautas proféticas especialmente de la vivencia mesiánica de su padre el rey David:

«Y David prosperaba en todas sus empresas, pues el Señor estaba con él.»

(1 Samuel 18:14)

Por todo esto, cualquier varón soltero que está ahora frente a este estudio, debe aceptar que primordialmente es adecuado elegir una ocupación que le proporcione el justo sustento que le permita adquirir el justo recurso con el que luego podrá acceder a la compra del bien primario que una familia necesita: la casa. Luego, asegurarse que su economía se expandirá por medio de proyectarse en una empresa, para así entender que puede tomar sexualmente a la mujer que ha escogido como esposa.

No es sabio casarse primero y luego buscar trabajo y casa. Sólo los varones insensatos inician el camino al revés. Estos, envueltos en una locura lujuriosa, comienzan casándose, luego, si es que lo logran, se compran una casa, para finalmente intentar en sus fuerzas generar un sustento seguro, si es que no terminan sobreviviendo gracias a la caridad sistémica de los subsidios estatales de turno.

¿Con Quién Debo Casarme?

Cuando un varón se casa con una mujer, es común que esta trate instintivamente de tomar el control; y de asumir la posición de autoridad en la relación de pareja.

Desafortunadamente, esto va en contra del diseño divino original para las relaciones entre varón y mujer en alianza. En dicha ingeniería celestial, la mujer esta llamada a “complementar” a su marido.

Por el otro lado, en este sistema actual de cosas, suele también darse el caso de que el varón que se casa se exceda en su posición; y, en vez de “disciplinar” a su esposa, termine abusando injustamente de ella.

La clave para evitar este conflicto de intereses, es que tanto el varón como la mujer renuncien a su propio ego (a adelantar sus agendas personales), y se comprometan con adelantar solamente la agenda divina. Esto se logra cuando cada uno se compromete con poner la voluntad de Yahvéh, por encima de su propia voluntad. Pero, ¿como evitamos que cada uno de ellos entienda de modo distinto cual es esa voluntad divina para con su vida? Pues asegurándonos de que, tanto el varón como la mujer, sigan la misma cultura de fe. De este modo, ambos cónyuges perseguirán la misma meta, tal y como la interpreta la cultura a la cual ambos pertenecen.

¿Por que es importante que ambos sigan la misma voluntad divina? Pues porque, de otro modo, se encontrarán siempre en desacuerdo, tratando de “mantenerse juntos”, a la misma vez que “caminan hacia direcciones distintas”, a causa de estar transitando caminos diferentes.

Por eso dice las Sagradas Escrituras:

«¿Andarán dos juntos (hacia la misma meta), si no estuvieren de acuerdo (en la dirección en la que esa meta se encuentra)?».

(Amós 3:3)

 

Por eso, es indispensable que cada creyente hebreo se asegure de que su futura pareja comparte la misma fe, a fin de promover la unidad y la armonía matrimonial.

En conclusión, a menos que medien razones de fuerza mayor, no es aconsejable que ningún varón creyente en la Torah (Instrucción) de Yahvéh, según el Yugo de Yeshúa, se case con una mujer incrédula. Esaú cometió este error, al casarse con dos mujeres cananeas. ¿Cual dice la Torah que fue el resultado de esta grave equivocación?:

 

«Y cuando Esaú era de cuarenta años, tomó por mujer a Judit hija de Beeri heteo, y a Basemat hija de Elón heteo; Y FUERON AMARGURA DE ESPÍRITU PARA ISAAC Y PARA REBECA.»

(Génesis 26:34-35)

 

En base a esta triste mancha en la historia patriarcal, para ese pueblo de Israel el hecho de casarse con alguien que no profesa la misma cultura es una pesadilla para los padres y un escándalo enorme dentro de la comunidad misma. La explicación es muy simple: cuando alguien (varón o mujer) es guiado por el corazón, se olvida de la razón. ¿Cómo es posible construir un hogar unificado cuando la pareja tiene visiones tan diferentes? Y, en este caso, no son aquellas “diferencias complementarias”, son diferencias que guían hacia caminos opuestos. ¿Cómo caminar juntos si los caminos no son los mismos? Si la pareja pretende tener hijos, ellos crecerán en una casa dividida. Tendrán dos opciones de fe y, al mismo tiempo, no tendrán ninguna. Es tener que pedirles a ellos que elijan: “¿Quieres seguir al Dios de papá o al de mamá?”

 

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Jóvenes y Necrofilia

¿Qué quiere Dios que yo haga antes de casarme?

Un Cambio de Deseo Originó la Guerra de los Sexos

Por P.A. David Nesher

«A la mujer dijo: En gran manera multiplicaré tu dolor en el parto, con dolor darás a luz los hijos; y con todo, tu deseo será para tu marido, y él tendrá dominio sobre ti.«

(Bereshit(Génesis 3: 16)

Al investigar y sumergirnos en la Instrucción (Torah) del Eterno, poco a poco vamos desintoxicando nuestras mentes del dogmatismo babilónico-reptiliano con el que se nos programó desde el sistema de cosas imperante que la serpiente antigua ha establecido sobre los miles de millones que componemos la humanidad.

Entendemos por lo que Génesis revela en su tercer capítulo que la religión se hizo presente el día en que Adam Harishón (Primera Humanidad) escuchó la propuesta de una enseñanza totalmente anti-Torah. Así aquellos primeros regentes y padres de la humanidad (Adán y Javá) dieron lugar a una serie de paradigmas de tinieblas que comenzarón a tomar potestad destructora sobre el más grande diseño de la Luz: la sexualidad expresada en el binomio sacerdotal varón-mujer.

De este modo la mujer  han sido erróneamente devaluada, ignorada y omitida dentro la historia. Hasta la misma teología tradicional de la mujer en la Iglesia Romana y sus hijas (Ap. 17) ha sido marcada por una aversión a la mujer expresada en la  misoginia de sus prácticas, que ha producido el machismo que ha regido a occidente por siglos.

Ahora bien, ¿cómo comenzó esta degradación sexual?

Según el tercer capítulo de Bereshit, Adán y Javá desconfiaron de la benevolencia, la disciplina y la compasión del Eterno, y voluntariamente se apartaron de Él dependiendo de su propia opinión para encontrar cómo lograr la felicidad extrema. Ellos decidieron unánimemente rechazar Su Instrucción (Torah) y determinaron comer el fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal. Poreesto, el Eterno los llamó a rendir cuentas y les describió la maldición que recaería sobre ellos y la vida humana que desde ellos descendería, a causa del pecado.

En este capítulo logramos ver como el mundo de la mujer, y por ende el de la familia, fue afectado lamentablemente por el pecado de la misma Javá (Eva). El relato de la caída humana revela que a causa del mismo yetser hará (tendencia al mal) de la mujer, las cosas que ya existían en pequeña escala fueron ahora aumentadas para convertirse en algo muy doloroso (el parir y la sujeción marital).

La palabra hebrea teshuqá, traducida en este texto como «deseo«, viene de la raís shuq que significa:

  • «voltearse para ir obsesivamente en pos de algo«,
  • «tener un intenso anhelo u obsesión de una cosa«,

Desde estas dos significaciones, la expresión «deseo» está implicando el uso de la lujuria de parte de la mujer para poder manipular al hombre y conseguir así sus anhelos egoístas de control y dominio. Por eso es que la Septuaginta o «Versión de los Setenta«, traducirá esta palabra en griego como “voltearse”. Visto así, el verdadero significado de teshuqá es de hecho “voltearse” cambiando el blanco del deseo.

Con este acto de desobediencia Javá se esta volteando o alejándose del señorío de Yahvéh y enfocándose hacia el varón, poniéndolo a él entre ella y el Eterno. Dios le advierte a Eva que esta decisión de voltearse hacia el varón para sentir significado de propósito traerá como resultado que ella venga a caer bajo el dominio del hombre. Esta expresión habla de un desafío inherente de querer adoptar el papel del marido como jefe del hogar y la familia.

Esta es una descripción de la maldición. Es una descripción de miseria, no un modelo para el matrimonio. Esta es la historia que se presentará siempre que el pecado prevalezca. Pero, ¿qué es lo que realmente se dice aquí? ¿Cuál es la naturaleza de esta relación que ha quedado en ruinas después del pecado?

El paralelismo clave en Génesis 4:7

La clave para comprender profundamente esta sentencia, está en aprender la conexión que existe entre las últimas palabras de este versículo (3:16b), y las últimas palabras de Génesis cap. 4 vers. 7. Aquí el Eterno está advirtiendo a Caín acerca de su resentimiento y enojo contra Abel, su hermano. Yahvéh le dice que el pecado está a punto de enseñorearse de su vida. Por favor, les solicito que observen con mucho discernimiento el final del versículo 7:

«… el pecado está a la puerta; con todo esto, a ti será su deseo, y tú te enseñorearás de él.

El paralelo entre el cap.  3 vers. 16 y el cap. 4 vers. 7 es extraordinariamente cercano. Las palabras son prácticamente las mismas en hebreo, y también pueden verse en español. En 3:16 vemos que Elohim dice a la mujer: «Tu deseo será para tu marido, y él se enseñoreará de ti«. En el cap. 4 vers. 7 Elohim dice a Caín: «a ti será su deseo, y tú te enseñorearas de él«.

Ahora, la razón por la cual es importante ver esto, es porque nos muestra más claramente lo que se entiende por «deseo«. Cuando el versículo 7 de capítulo 4 dice que el pecado está a la puerta del corazón de Caín (como un león, -Génesis 49:9-) y que a él será su deseo, significa que el pecado quiere enseñorearse de Caín, quiere derrotarlo, someterlo y hacerlo esclavo del pecado.

Ahora, si volvemos al versículo 16 del capítulo 3, probablemente deberíamos ver el mismo significado en el pecaminoso deseo de la mujer. Cuando dice, «Tu deseo será para tu marido«, que significa que cuando el pecado se enseñorea de la mujer, su deseo será el de dominar, someter o explotar hombre. Y cuando el pecado de la mujer se enseñorea del varón, este va a responder de la misma manera y con mayor fuerza la someterá, o se enseñoreara sobre ella.

Entonces, lo que se describe realmente en esta maldición acontecida sobre la condición de ser mujer ( 3:16) es el conflicto de siglos entre varones y mujeres que ha marcado la historia de la humanidad. La masculinidad como el Eterno la creó se ha depravado y corrompido por el pecado. De igual modo la feminidad como Yahvéh la creó se ha depravado y corrompido por el pecado. La esencia del pecado es la autosuficiencia y la auto-exaltación. Primero en la rebelión contra el Eterno y luego, como consecuencia, en la explotación de unos a otros.

Por lo tanto, la esencia de la virilidad corrupta es el esfuerzo que auto-exalta el poder dominar, controlar y explotar a las mujeres para sus propios deseos privados. Y la esencia de la feminidad corrupta es el esfuerzo que auto-exalta el poder dominar, controlar y explotar a los hombres para sus propios deseos privados. La diferencia la establecerán la distinción de debilidades que pueden  explotar el uno del otro.

La mujer con su acto de yetser hará (inclinación al mal) quebrantó su relación con el varón, señalado por los lineamientos del diseño divino original. En vez de ser una «ayuda idónea» (ezer kenegdó) para él, se iría convirtiendo en su seductora enemiga. Por eso Yahvéh advirtió que esto la conduciría a perder su condición de igualdad con el varón; él terminaría siempre «enseñoreándose» de ella como amo y señor. En el pasaje que nos tiene meditando durante todo este estudio, se describe a una esposa como que es «poseída» por su señor. Por eso, vemos que a lo largo de la historia, entre la mayoría de los pueblos, la mujer ha estado sometida, a través de los siglos, a la degradación y a una esclavitud. Sin embargo, entre los hebreos la condición de la mujer era de una clara subordinación aunque no de opresión ni esclavitud.

Por esto será que Yahvéh liberará a Israel de Mitzraim (Egipto). Él quería que Su Pueblo se convirtiera en una nación sacerdotal (Éxodo 19: 6) para que el ser humano (tanto varón como mujer) aprendiera a rectificar, reparar y transformar el diseño de la sexualidad de acuerdo a los código de la Luz Infinita. Por eso, desde Israel aparecerá el yugo de Yeshúa quien colocará a la mujer en la misma plataforma que el varón en todo lo que atañe a las bendiciones del Evangelio del Reino de Elohim:

«Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús.

(Gálatas 3: 28)

Aunque el esposo debe ser la cabeza del hogar, los principios mesiánicos llevarán al varón y a su esposa a experimentar un verdadero compañerismo, donde cada uno está tan consagrado a la felicidad y bienestar del otro, que nunca ocurre que cualquiera de ellos trate de «enseñorearse» del otro:

«Casadas, estad sujetas a vuestros maridos, como conviene en el Señor. Maridos, amad a vuestras mujeres, y no seáis ásperos con ellas.
(Colosenses 3: 18-19)

En conclusión, recordemos que lo que somos como varones y mujeres va al corazón de nuestra identidad personal. Si se confunden aquí, las repercusiones serán muy profundas y afectarán muchos aspectos.

Hoy, el pequeño remanente de los hijos de Sión están llamado a reconstruir a partir de la Instrucción divina, y con la mejor praxis posible, la imagen destruida del varón y la mujer a la imagen que Yahvéh les había asignado antes de la caída.

Hoy, el SEÑOR nos pide recuperemos al diseño matrimonial, invitando a cada pareja a aceptar la invitación mesiánica de recibir el yugo de Yeshúa. Por eso, solicito a los que leen oraciones intercesora a favor de mi vida y los miembros de mi ministerio, para que podamos llevar fiel y rápidamente todos estos misterios a las naciones del mundo. A la vez invito a cada lector a que que considere seriamente estas cosas, y decida sumarse a todos los hijos primogénitos que habitamos el  Monte Santo del Eterno.

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EZER KENEGDÓ: «Una Ayuda que Confronta»

 

Por P.A. David Nesher

«Y dijo Yahvéh Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él»

(Génesis 2: 18)

 

Vayomer YHVH Elohim lo-tov jeyot ha’adam levado e’eseh-lo ezer kenegdo.

  

 

Hasta ahora, las Sagradas Escrituras nos venía narrando la creación de todo cuanto conocemos de una manera maravillosa. Yahvéh, nuestro Dios, por medio de su Palabra creó todas las cosas. Él habló y todo fue hecho conforme a su voluntad perfecta.

 

Leemos como Yahvéh se tomó el trabajo de formarlo con sus manos y soplar aliento de vida sobre él. Dios preparó un lugar hermoso y propicio para el hombre, lo llenó de animales, vegetación, sol, luna y estrellas y vio Dios que todo aquello que había creado era bueno en gran manera, entonces, en su perfección trina decide crear al hombre, no de cualquier manera sino a su imagen y semejanza, creado no solo para que fuese un mayordomo en la tierra sino para que tuviera una relación filial e íntima con Él. Pero ahora con el hombre ocurrió algo diferente. Al llegar a esta porción del texto sagrado nos encontramos con el hecho de que Dios, por primera vez, vio algo que no es bueno: la soledad del hombre.

 

Por eso, a fin de lograr comprender la esencia de esta preocupación divina, comenzaremos realizando un análisis de la declaración del Eterno sobre su decisión nos ayudará a despejar toda duda.  El libro de Bereshit (Génesis) primeramente dice: «heesé lo ezer kenegdó» (Génesis 2:18), y luego: «lo matzá ezer kenegdó» (Génesis 2:20), refiriéndose a los términos utilizados para definir la declaración de Yahvéh.

 

El primer término –Ezer–  significa, ayuda.

 

La palabra hebrea que ha sido traducida como “ayuda” es ezer, cuya raíz es «azar”, que significa “rodear”, “proteger”, “defender”, “ayudar”, “socorrer”. Esta palabra no tiene nada despectivo en sí, sino que refleja lo mejor que pueda recibir una persona cuando hay necesidad.

Distintos estudios sociales demuestran que el varón está menos capacitado para poder vivir solo que la mujer. La Torah enseña que el varón es el que necesita una ayuda, no la mujer.

 

Para entender la dimensionalidad poderosa de la palabra ezer, es importante comentar que esta aparece en la mayoría de los textos en las Sagradas Escrituras como una referencia al Eterno, (cf. Éxodo 18:4; Deuteronomio 33:7).     El uso de la palabra  ezer  en los libros de la Tanak (Antiguo Testamento) muestra que en la mayoría de los casos el Eterno es un ezer a los seres humanos, lo que nos obliga a preguntarnos si la palabra ayuda idónea es una interpretación válida al ezer hebreo en el contexto que se utiliza para referirse a la mujer. La palabra ezer aparece veintitrés veces en el Antiguo Testamento, 2 veces se utiliza para referirse a la mujer, y 14 veces para referirse a Dios. En muchos de los pasajes, se utiliza en paralelismo con palabras que denotan fuerza, poder o energía. Algunos ejemplos son:

 

Lo primero que surge del correcto significado de ezer, es que la ayuda que la mujer, sujeta al diseño divino, brinda al varón desarrolla en él la certeza de que ella es una ayuda que viene del cielo. El varón humilde, sujeto a la Torah, acepta los consejos sabios y la ayuda que el Eterno le esté dando a través de su esposa.

 

 

La palabra ezer hace referencia a un poder o fuerza para salvar (socorro). Por lo tanto, podríamos concluir que Génesis 2:18 bien puede ser traducido como:

“Le haré un poder (fuerza o socorro)  que  sea digna de estar al lado del hombre.”

 

Esta línea de pensamiento es confirmada por la declaración de Génesis 2:23, en donde Adam declara de Ishá:

«Esto es ahora hueso de mis huesos, y carne de mi carne: ésta será llamada Varona (Ishá), porque del varón (Ish) fue tomada.

El sentido idiomático de esta frase «hueso de mis huesos« es similar a la de un pariente muy cercano,  a uno de nosotros,  o mi otro igual.  La mujer nunca significó para Yahvéh un ayudante del varón, tal y como los dogmas religiosos han enseñado por los siglos. La enseñanza tradicional, especialmente de la religión cristiana, ha hecho ver a la mujer como la ayudante idónea, es decir, como una asistente o ayuda subordinada al que está socorriendo. Sin embargo, considerando las raíces hebreas del texto que estamos estudiando, comprendemos que la mujer fue creada para estar en frente del varón como su perfecto otro. Es decir, que en la cosmovisión yahveísta, la mujer sería el Otro igual del varón con quien manejaría adecuadamente los beneficios que Yahvéh estaba próximo a otorgarles.

 El Segundo Término – ke-negdó- significa «en su contra» .

 

Ahora, nos resta nada más entender cómo debemos concebir el otro término hebreo, nos referimos a ke-negdó. Ella aparece en la Tanak (Antiguo Testamento) exclusivamente para definir la ayuda que el Eterno estaba pensando para el hombre, no es posible contrastarlo con otros usos dentro del mismo texto bíblico, por lo que generalmente se traduce como «idónea», pero literalmente es: «frente a él«, «enfrentada a él«, o «en su contra«, o «opuesta a él”. Sucede que ke-negdó, tiene su raíz en negued, que significa “en el frente contrario”.

 

 

Visto desde esta perspectiva, comprendemos que la palabra ke-negdó califica a ezer, y entonces la expresión refleja más que un significado etimológico, un sentido de propósito;  en ese contexto kenegdó refiere qué clase de ayuda es la que tendrá el hombre.  Dado que la palabra tiene dos significados, ambos contrapuestos el uno al otro, no es posible hacer una traducción literal del término porque en español no tenemos una palabra que refiera ambos significados juntos, y no podemos usar un sentido y descartar el otro porque ello dejaría coja la interpretación.

 

La palabra ke-negdó puede ser traducida “que le lleve la contraria”. Esto significa que ke-negdó adopta el sentido que las actitudes y las acciones del esposo le otorgan, así por ejemplo si sus acciones son acordes al propósito declarado en la visión que Yahvéh les ha otorgado como familia, la mujer se convierte en la ayuda que anima, añade confianza y esfuerza a su marido; en cambio, si el hombre pierde esa visión, la mujer se volverá contra él y le recriminará su actitud y acción, y le conminará a adoptar aquellas decisiones que le hagan volver a encontrarse en la ruta correcta. En ambos casos, frente a él o en su contra, ella es un ezer que busca que el hombre cumpla sus propósitos.

Entonces, si el varón se porta de manera correcta, su mujer, que es temerosa del Eterno, le va a tratar bien, pero si él no hace lo que el Eterno le ha llamado a hacer, entonces la mujer se convertirá en su enemiga. La mujer ha sido hecha por el Eterno para ser así. Esa es la mejor ayuda que el varón puede tener, aparte del Eterno mismo. La mujer fue diseñada para ver las cosas de otra manera, para estar en un ángulo diferente y tener otro modo de comprender el entorno. El varón tiene más capacidad para ver las cosas de manera general, pero no tiene la capacidad de ver todos los detalles de dicha cosa o situación. La mujer ha sido capacitada para ver ciertas minucias que el varón no puede ver, y él tiene la obligación de escucharla para poder tener una imagen más completa de las cosas antes de tomar las decisiones finales y dirigir correctamente su familia.

 

Así visto, y siguiendo estas líneas de pensamiento, la traducción de Génesis 2:18, sería:

“Le haré un poder (fuerza o socorro)  que  sea digna de estar al lado del hombre, para que lo esfuerce a continuar con sus propósitos, y que le corrija cuando se salga de estos.”

Por favor, escuchemos atentamente lo que el Eterno dice:

“HAGAMOS QUE ADAM DESCUBRA EL PRINCIPIO DE SU FUERZA EN SU ENCUENTRO TOTAL CONSIGO MISMO”

Bitácora Relacionada:

¿Una Costilla con Forma de Mujer?

 

Una oración por su matrimonio… (para orar juntos)

Padre, en Tu Palabra está escrito que estimemos nuestro matrimonio como digno, precioso, de gran valor, y especialmente apreciado. Estamos de acuerdo con Tu Palabra y actuamos conforme a ella.  

Por nuestra propia voluntad, alejamos la contienda al ser prontos para escuchar, tardos para hablar y lentos para la ira. Confesamos y creemos que no nos ofenderemos el uno al otro ni nos sentiremos ofendidos el uno con el otro.

En Tu Palabra se nos declara que nos has unido con propósito y con poder; por tanto, nos comprometemos a ser el instrumento poderoso que Tú diseñaste que fuéramos en la Tierra. Deseamos ser un ejemplo de Tu amor ante nuestra familia y amigos.

 Padre, ahora, tomamos la decisión de calidad de vivir en armonía. Nos ponemos de acuerdo en no entregarnos al egoísmo que causará división y destrucción. Declaramos que valoramos y honramos nuestro matrimonio, manteniendo nuestro lecho matrimonial puro; y confesamos que éste se vuelve más fuerte cada día, y así también es de incentivo para quienes nos rodean.

Nos comportaremos con honra y decoro —amables, bondadosos, compasivos, comprensivos y amorosos, el uno con el otro—. Siempre estamos listos para creer lo mejor de cada uno, y con libertad nos perdonamos el uno al otro.

Padre, declaramos y establecemos que vivimos en una morada pacífica, y en un lugar de tranquilidad y descanso. Gracias, Padre, por hacernos herederos de la gracia de vida. Hacemos este compromiso ante Tu trono en el nombre de Jesús y con la autoridad de Tu Palabra. Amén.

(Referencias bíblicas para hacer esta oración y estudiar: Hebreos 13:4; 2 Timoteo 2:24-26; Colosenses 1:10; Filipenses 2:2, 4:7; Efesios 4:32, Isaías 32:17-18; Jeremías 1:12; Santiago 1:19, 3:2; 1 Pedro 3:7; Marcos 11:23; Mateo 18:19; Filipenses 2:3)

10 Métodos Claves para hacer Feliz a tu Esposa

Si tú eres un esposo, y te encuentras leyendo esta bitácora, será muy importante que te convenzas que son las cosas simples que haces todos los días las que pueden hacer feliz a tu esposa.

El mostrar amor y respeto a tu esposa le recuerda por qué casarse contigo fue la mejor decisión que ha tomado.

A continuación te comparto 10 consejos básicos para mostrar cada día el amor que le tienes a tu querida esposa. No olvides que: ¡Esposa feliz significa vida feliz!

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• 1. Preséntala con un cumplido. . Decir algo como «Me gustaría que conocieras a mi bella esposa», o «Esta es mi media naranja » vale mucho más de lo que imaginas. Reconocer públicamente a tu esposa como tu adorada compañera de por vida es otra muestra de que la valoras.
• 2. Abrázala cuando se saluden. Después de un largo día de, tú peleando batallas en la oficina y ella de impedir que los niños trepen los muros de la casa, los dos pueden beneficiarse de un tierno abrazo. Asegúrate de demostrarle que la extrañaste y que te alegras de reunirse de nuevo. También ten presente que un largo y cariñoso beso nunca está de más.
• 3. Pregúntale cómo puedes ayudar. Si esto se trata de algo nuevo para ti, tu esposa puede llegar a pensar que te traes algo entre manos. Con sincera voluntad de ayudarla, pregunta cómo puedes aliviar su carga. Este gesto aplica a mucho más que trabajar en el jardín, significa también estar en sintonía con sus necesidades emocionales y espirituales. A veces todo lo que tu esposa necesita es un oído atento.
• 4. Deja que ella escoja la película. O, si están jugando videojuegos o juegos de mesa, déjala elegir. Ella necesita saber que su opinión cuenta en su matrimonio. El tomar turnos con estas simples opciones hace que sea más fácil el llegar a acuerdos en las decisiones más importantes.
• 5. Perdónala. Si tu esposa olvidó prepararte el almuerzo, o accidentalmente rompió el control remoto de la TV: perdónala. Después de todo, ¿no es humana también? Toma en cuenta todo lo que hace bien y deja pasar los pequeños errores. Tú tampoco eres la perfección en persona.
• 6. Dale la mano en público. Algunas mujeres son menos propensas a las demostraciones de afecto públicas, pero mientras sea apropiado, toma y estrecha su mano. Con la certeza de que estás orgulloso de ella, tu esposa caminará más alto, y con una sonrisa un poco más grande.
• 7. Escríbele cartas de amor. No tienes que ser Shakespeare; aquí la intención es lo que cuenta. Concéntrate en las cosas específicas que te gustan de ella, como la arruga que se forma en su nariz cuando se ríe o cómo ella siempre encuentra el lado positivo de toda situación. Puedes esconder tu carta de amor en su bolsa de maquillaje, debajo de la almohada, o en algún otro lugar que ella pueda descubrirlo. Verás como le alegras el día a tu esposa con esta grata sorpresa.
• 8. Sé hombre y abre la puerta. La caballerosidad no ha muerto. Siempre que sea posible, abre la puerta galantemente para cuidar de tu señora. Lo más seguro es que ella creció queriendo ser una princesa, entonces, sé su príncipe.
• 9. Reserva un día a la semana para salir en citas. En un mundo rápido y exigente, es fácil quedar atrapado entre las tantas responsabilidades como son los niños, el trabajo, la comunidad, la familia extendida e incluso responsabilidades en la iglesia. Escoge una noche especial a la semana solo para ustedes dos. No tiene por qué ser una salida costosa o extravagante. Solo tienes que hacer un esfuerzo para consentirla y cortejarla, como lo hiciste cuando eran novios.
• 10. Déjala volar. Como su compañero, estás en la mejor posición para ayudar a tu esposa a alcanzar sus sueños.

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Traducido y adaptado al español por Miriam Aguirre del original en inglés 10 simple ways to make your wife happy de Crystalee Beck

La ONU se colocó a favor del Diseño Original de la Familia

El pasado 1 de julio el Consejo de Derechos Humanos de la ONU aprobó una histórica resolución a favor de la familia. Sin eufemismos ni trampas lingüísticas. Lo nunca visto.

Se trata de un texto propuesto por una coalición de países africanos, Rusia y China con el apoyo de un buen número de ONG profamilia. Sus mayores detractores, Estados Unidos, Reino Unido, Irlanda y otros países ‘desarrollados’ que trataron hasta el último momento de incluir en el texto expresiones como ‘salud sexual y reproductiva’ -eufemismo empleado para referirse al aborto- o ‘familias’ en lugar de familia –para incluir a todo tipo de uniones sentimentales y no solo al matrimonio tradicional-. Cuando vieron que era imposible, decidieron votar en contra. Se abstuvieron cuatro países de los 47 que actualmente tienen representación en el Consejo: Brasil, México, Argentina y Macedonia. “Probablemente, forzados por los países desarrollados. Han ejercido mucha presión a estos países para frenar la resolución o intentar cambiarla, incluso amenazando con retirar la ayuda internacional”, señala Slater, que aplaude la valentía de los países que, a pesar de las presiones, han votado a favor del texto.

Pero, ¿qué tiene esta resolución que tanto asusta a algunos? En realidad, una petición muy sencilla, pero quizá demasiado clara para el lenguaje de la corrección política que impera en la ONU: el texto reclama el reconocimiento de la familia como núcleo fundamental de la sociedad -el lugar donde los niños crecen y son educados- y, por tanto merecedora de una protección especial por parte del Estado. “La familia tiene la responsabilidad principal de educar y cuidar a sus hijos y esos hijos, para un completo y armonioso desarrollo de su personalidad, deben crecer en un ambiente familiar, en una atmósfera de amor, felicidad y entendimiento”. La resolución, de cinco páginas de extensión, apela a la responsabilidad estatal para proteger al “núcleo fundamental y natural de la sociedad”. También recuerda que la familia es “fuente de cohesión social, integración, solidaridad intergeneracional y el mejor escenario para preservar la identidad cultural y los valores y tradiciones sociales”.

Y, en un sencillo pero importantísimo párrafo, reconoce el derecho de los niños a recibir una educación que potencie sus habilidades y talentos, y que le haga crecer en el respeto a los derechos humanos y reconoce también, y aquí viene lo más importante, el derecho de los padres a elegir la educación que desean para sus hijos, pensando siempre en el interés superior de los pequeños. Una afirmación que, de ponerse en marcha, borra de un plumazo las pretensiones de imponer, por vía estatal, una determinada educación alejada, en ocasiones, de los valores o creencias de los padres.


Austin Ruse defensor de los Derechos Humanos y representante de la Organización Centro de Familia publicó: “Sólo un pequeño número de países ha respaldado la agenda LGBT. Los Estados Unidos sin duda alguna estuvo a favor de esta sentencia en la reunión de las Naciones Unidas. El programa de apoyo a la comunidad LGBT es un objetivo primordial de la política exterior de EE.UU. Pero el mundo está con nosotros en esta resolución. Esto es un hecho sin precedentes y de una gran victoria para la familia”.

Esta resolución “sin precedentes” ha sido aprobada a favor de la familia  por el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas en su sesión Nº26 en Ginebra, gracias a una coalición de países africanos y otros países en desarrollo, China y Rusia, y un grupo de apoyo de las organizaciones no gubernamentales socialmente conservadoras.
Es la primera vez en la historia de las Naciones Unidas que una resolución completa se asigna a la protección de la familia como unidad fundamental de la sociedad, reconociendo el derecho previo de los padres a educar a sus hijos y pidiendo a todas las naciones crear políticas sensibles a la familia y reconocer sus obligaciones vinculantes bajo Tratado de protección de la familia”. Manifestó Sharon Slater, jefe de la Organización Family Watch Internacional.
Igualmente afirmó Slater que La votación por la resolución de “Protección a Familia” era 27 a favor y 14 contra. Los que se oponen al movimiento incluyen a los Estados Unidos, el Reino Unido, Irlanda y otros países de la Europa Occidental, mientras que sus patrocinadores incluyeron a Rusia, China, Bielorrusia y más de una docena de países musulmanes y africanos. Los cuatro miembros abstinentes del consejo fueron Brasil, México, Argentina y Macedonia; probablemente fueron obligados a hacer así por los países ricos que se oponen a la decisión.
La aprobación de la resolución como era de esperarse fue condenada por grupos de defensa sexual y feministas. Sin embargo esta victoria marca el impacto creciente del Comité de Derechos de la Familia de las Naciones Unidas, una coalición de ONG  a favor de la familia que apoyan las delegaciones nacionales en Ginebra.

Brandi Walton salió también del Closet… y defiende los derechos de niños de familias homoparentales

La joven que ves en la foto es Brandi Walton, que vivió en el sur de Oklahoma (USA) en un hogar de lesbianas, declara que también ella ha «salido del armario». Su voz -según explica- estuvo cautiva por casi dos décadas y hoy se alza desde el blog “The Lesbians Daughter” (La hija de lesbianas) para testimoniar cómo es la vida para una “descendiente” de lesbianas.
Esta joven representa a muchos otros miembros de toda una generación de niños y niñas criados en las nuevas formas de familia constituidas por dos padres o dos madres del mismo sexo.
El 21 de abril pasado, con una carta titulada “Los niños no están bien”, publicada en The Federalist, Brandi dio nuevo impulso a su activismo, manifestando una verdad que las leyes de muchos países silencian: “Algunos hijos de padres homosexuales -dice Brandi-, al igual que algunas personas homosexuales, no apoyan la paternidad gay o el matrimonio gay. El hombre y la mujer juntos aportan algo que cada niño y niña necesita”.
«Creo que mi mamá tenía derecho a ser feliz y vivir su vida de la mejor forma posible. Y creo que yo tenía también derecho a ser feliz y vivir la vida de la mejor forma posible. Finalmente su decisión fue una auténtica trampa durante 22 años. Alguien iba a salir lastimado de cualquier manera, y da la casualidad de que fui yo…«.
Este 11 de junio, tras la decisión impuesta por la Corte Suprema de Estados Unidos que valida en todo ese país el matrimonio para personas del mismo sexo, Brandi comenta desde su Blog que lo considera como la ola de un “maremoto que hoy está descendiendo hacia la sociedad. La embestida sofocante para imponer la homosexualidad y los estilos de vida alternativos en cada rincón… Desde banderas del orgullo gay en las celebraciones militares a revistas llenas de obscenidades en las tiendas de comestible… Aunque estoy de acuerdo que nadie debe ser tratado mal por su estilo de vida, sobre todo a no sufrir ningún tipo de violencia, ¿es ésta realmente la única manera? ¿No hemos traspasado desde la tolerancia a forzar ahora la aceptación?… ¿Cómo una aceptación forzada podrá cambiar algo?
LOS NIÑOS “NO ESTÁN BIEN” 
Su activismo nació un día del año 2010 cuando vio en la vía pública el anuncio de una nueva película cuyo título era: «The Kids Are Alright» («Los niños están bien»).
Se puso tensa, reconoce, al punto que se le revolvió el estómago pues podía intuir de qué se trataba ese filme. Después de mirar la sinopsis de la película estaba lívida, cuenta en su Blog. “Sentí como si Hollywood estuviera tratando de decirle a la sociedad algo de mí, y de hecho lo hacían, pero decían mentiras. Al menos no ocurría en mi caso. No me sentía «bien» de la forma en que yo crecí… Esta película y su título fueron la chispa que encendió la activista en mí. Supe entonces que en algún momento yo quería hablar acerca de lo que significa crecer en un hogar homosexual, y aquí estoy”. Así comenzó un camino que alcanzó el apogeo con la carta publicada en Abril de este año 2015 donde esta joven se dirige a la comunidad de Lesbianas, Gay, Bisexuales, Transexuales (LGBT)…  que expresaba lo siguiente:
DEAR LGTB:
Nunca llevé una bandera en sus desfiles del orgullo gay. Nunca escribí una carta en vuestro nombre a un miembro del Congreso o cualquier otra persona, y nunca sentí la necesidad de hacer que la gente acepte el hecho de que soy la hija de una lesbiana. Tal vez porque ella nunca sintió la necesidad de obligar a la gente a aceptarla por serlo… No, nunca me alinearía con una comunidad tan intolerante y egoísta como la comunidad LGBT, una comunidad que exige tolerancia con fervor y pasión, sin embargo, no la da a cambio, incluso en ocasiones a sus propios miembros… 
 
Yo soy un producto de la Revolución Lésbica de los años 80. Mi madre siempre sabía que le gustaban las chicas, pero se esforzó por ser una buena, recta, chica bautista del Sur. 
 
Cuando yo tenía un año de edad, dejó a mi padre por otro hombre, con quien vivimos hasta mis cuatro años de edad… entonces lo dejó por otra mujer”. 
 
Luego, Brandi a su modo narra lo que sufría al compartir con sus amigos que tenían una mamá y un papá: “Pasaba todo el tiempo que me era posible con esos amigos. Yo anhelaba el afecto que mis amigos recibían de sus papás. Quería saber cómo era ser celebrada y acariciada como hija por un padre… 
 
En lo que a mí respecta, yo ya tenía una madre; no necesitaba otra…
 
Crecer sin la presencia de un hombre en mi casa me dañó. Todo lo que quería desde niña era una familia normal… 
 
Siempre estuve aterrorizada de que alguien descubriera que mi madre era lesbiana… 
 
Sólo recién cuando conocí a mi marido, todo hizo clic. Por primera vez, me sentí viva y completa. Tener hijos y contemplar a un hombre padre… fue hermoso e imponente. Esto sólo reforzó mi creencia de que un niño necesita un padre y una madre, y que la paternidad del mismo sexo o las familias monoparentales son muy inferiores a una sana paternidad heterosexual”.
EL DERECHO Y DEBER DE TENER VOZ.
Es la lógica del amor, dice Brandi, lo que le llevó al activismo. Así como nadie se escandaliza porque los hijos de padres divorciados manifiesten sus heridas, nadie debería calificar de irrespetuoso, egoísta u homofóbico, dice, el testimonio de los niños y niñas que han sufrido siendo criados por parejas del mismo sexo. Así lo argumenta, en otra de sus publicaciones del Blog:
…Estoy aquí para decir que el hecho de que dos personas se amen no es suficiente. Y a veces, dependiendo de las circunstancias, es perjudicial. Los niños están en una etapa de aprendizaje en sus vidas y cierto «amor» no enseña a los niños todo lo que necesitan saber acerca de cómo navegar en este mundo». 
 
Es interesante que sólo haya dos sexos, masculino y femenino, y que se requieren esos dos sexos para procrear un niño. Por lo tanto ¿no tiene acaso sentido afirmar que los descendientes de esos dos sexos, necesitan que ambos sexos que los procrearon sean parte de la crianza? La gente siente simpatía por los niños que son criados sin padres -ya sea porque tenían papás que de golpe fallecieron o porque uno de los progenitores falleció-, porque es obvio que esos niños perdieron algo importante. Pero cuando se involucra la homosexualidad, no hay simpatía por los niños a quienes se impone el ser huérfano de padre o madre, y eso es trágico. El ataque a la identidad sexual femenina y masculina está en pleno apogeo y, a menos que más personas se levanten para defender los elementos más básicos de nuestra existencia humana, corremos el riesgo de perder nuestra propia identidad humana”, sostiene desde su certera lucha.

Fuente: Protestante Digital

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Consejo a las jóvenes en búsqueda del amor.

Paso ahora por el blog, porque quiero decirle algunas palabras a las jóvenes menores de 18 años que leen este blog. Tal vez no les guste escuchar esto, pero tengan en cuenta que lo digo como un varón que ha trabajado aconsejando a muchos chicos en sus veintes: ¡Aléjate de los chicos mayores durante tus años de adolescente!
He aquí la razón: Las mujeres maduran más rápido que los hombres. (Probablemente estas pensando, “¡Ah, qué sorpresa…!”, pero tenme paciencia). Una mujer adolescente puede estar cansada del nivel de inmadurez de los chicos de su edad. Los hombres más grandes se dan cuenta de esto, y tienen “técnicas seductoras” más sofisticadas para halagar a las chicas. Por ejemplo, les pueden dar un anillo de promesa (una “ilusión”) para que ellas piensen que cualquier actividad sexual que tengan es más especial. Distracciones como estas calman la buena intuición de una chica, que de lo contrario le estaría gritando que se aleje de él.
Los chicos más grandes usan frases como “Nunca he sentido algo así por una mujer… pero está bien si no quieres tener relaciones todavía”. Algunas chicas se derriten al escuchar esto porque creen que el chico realmente quiere lo que es mejor para ellas. En realidad, probablemente él no tiene suficientes habilidades sociales para salir con una chica de su propia edad, y piensa que al salir con una más inocente, ella no tendrá la madurez ni la confianza en sí misma para rechazarlo.
No es el trabajo de la chica ser “policía de la castidad”, pero el hombre se portará tan caballero como se lo exija la mujer. Obviamente, no todos los hombres mayores (o los anillos de promesa) son malos, pero será importante que te plantees lo siguiente: si él es tan bueno como tú crees que es, ¿por qué no ha encontrado a una chica de su propia edad?

El flagelo nihilista de la dependencia emocional… ¿Cómo descubrirlo y combatirlo?

«El amor es paciente y bondadoso; no es envidioso ni jactancioso, no se envanece; no hace nada impropio; no es egoísta ni se irrita; no es rencoroso; no se alegra de la injusticia, sino que se une a la alegría de la verdad. 
Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
 El amor jamás dejará de existir».
(1 Corintios 13: 4-8)

De acuerdo a lo revelado en las Escrituras he enseñado a los hombres que el amor que viene del miedo no es amor, sino que es necesidad (1 Juan 4:18). Es precisamente la vaciedad del alma lo que conduce erróneamente a formas de amor totalmente anti-esenciales. La gran mayoría de las mujeres y los varones de hoy, impulsados desde el nihilismo que los aprisiona mental y emocionalmente, se enredan en un juego de «amores» que los termina convirtiendo en dependientes emocionales.
Algunas personas a las que he servido con mis consejos, llegan a mi escritorio con una forma particular de establecer sus vínculos afectivos. Son varones y mujeres que se caracterizan por tener una imperiosa necesidad de asegurar la relación con la persona elegida y con un intenso temor a ser abandonadas. Tienen una apego excesivo, con actitudes de admiración, sumisión y por lo tanto de una dependencia emocional exagerada. Son personas que necesitan confirmar permanentemente que al otro le importan, que los eligen.
Esa dependencia emocional proviene del vacío interior que se crea cuando alguno de los individuos involucrados en ese juego se abandona y, a continuación, espera que sea su pareja la que llene su vacío y haga que se sienta una persona querida y segura.
He aprendido que lo triste de todas estas historias de «amor» es que una vez que ese integrante hace a su pareja responsable de su felicidad, seguridad y valor, entonces necesita tratar de tener control sobre él o ella para que llegue a amarlo de la manera que quieres ser amado.
A lo largo de mi servicio de consejería a los seres humanos, he notado que no sólo existe la dependencia emocional en las relaciones de pareja, sino que también se puede dar en amistades, familia y distintas personas del entorno.
Ante este planteo con el que he iniciado esta bitácora, tengo algunas preguntas personales para hacer a cualquiera de mis lectores que hasta aquí se ha sentido identificado con la temática que he abordado.
Esta es una lista de preguntas que te pueden arrojar una idea si estás en el grupo de personas que tiene conductas de dependiente emocional, que pueden ser aplicadas tanto en mujeres como en hombres, aunque en mujeres suele ser más vista esta conducta.
1.- ¿Estás tratando de moldear a la persona de la que crees estar enamorad@?
2.- ¿Has descubierto en relaciones pasadas que tienes una tendencia a idealizar a las personas?
3.- ¿Te proyectas en ellos en cómo quieres que sean en lugar de cómo son?
4.- ¿Tu enfoque está principalmente en cómo tu pareja te trata, en vez de cómo él o ella es realmente en su interior?
5.- ¿Estás demasiado impresionad@ por la forma en que esta persona te hace sentir especial?
6.- ¿Haces responsable a tu pareja de tu felicidad, pena y seguridad?
7.- ¿Te sientes ansios@ o en pánico cuando no estás con tu pareja, o cuando él o ella no te llama cuando lo esperas?
8.- ¿Tienes una lista de expectativas que tu pareja tiene que cumplir para sentirte querid@ y segur@?
9.- ¿Sientes que no puedes vivir sin esta persona?
10.- ¿Está aterrorizad@ de perder a esta persona?
11.- ¿Te sientes sol@ y vací@ interiormente a menos que tu pareja esté contigo, dándote la atención y la aprobación que no te estás dando a ti mism@?
12.- ¿Eres celos@ y posesiv@ con tu pareja?
13.- ¿Tratas de tener el control de conseguir que tu pareja haga lo que tu quieras que haga?

 
Después de haberte auto-analizado, a través de esas preguntas, será muy importante que te tomes un tiempo y consideres lo que tengo para decirte en el Nombre de Aquel que te envió a esta Tierra y no te diseñó en la zona de cautividad llamada dependencia emocional.
De acuerdo a lo que el Eterno Dios revela en Sus Escrituras, no hay nada que controle al amor. Por el contrario, es el amor perfecto es lo que soporta tu propio supremo bien y, desde allí, el de tu pareja. Esto significa que el verdadero amor nunca trata de controlar o poseer a la otra persona. El verdadero amor no hace nada indebido, no busca lo suyo,… (1 Cor. 13:5).
En el diseño divino el amor es un camino de dar y compartir. Jamás se trata de conseguir.
El amor no es necesitado. Cuando amas a alguien, valoras profundamente sus cualidades esenciales, es decir las cualidades que no desaparecen con el tiempo. No se trata de las cualidades más superficiales de apariencia, dinero y poder, sino de las cualidades perdurables, más profundas del corazón y el alma.
El desafío del amor perfecto es que no puedes buscar ser amado y ser amoroso al mismo tiempo. Tu enfoque en conseguir el amor siempre dará lugar a un corazón cerrado y comportamiento de control, lo que deja fuera el amor. Tu enfoque en ser amoroso, y en el aprendizaje de amarse a sí mismo ya tu pareja en un momento dado, es lo que abre el corazón. Cuando eliges  ser cariños@ contigo mism@ y con los demás, eso hará que experimentares amor a una escala más respetable.
Si no te amas a ti mism@ entonces no puedes ver ni amar la esencia del otro. Cuando no te valoras a ti mism@, te vuelves dependiente emocionalmente en tu deseo de conseguir el amor.
Cuando te amas a ti mism@, serás mucho menos vulnerable con alguien viniendo fuerte con su atención y aprobación. Cuando te das la atención y la aprobación que necesitas, entonces es mucho más fácil de discernir cuando alguien está tratando de recibir tu aprobación, o cuando son verdaderamente atentos acerca de quién eres en tu esencia.
La vida es maravillosa solo con amor, pero éste llega sanamente cuando uno, primeramente se siente bien consigo mismo. No podemos tener una relación sana si antes no nos hemos desarrollado como personas de unicidad exquisita. Cuando uno mismo se ama y no necesita a los demás, es cuando está preparado para amar a otros de una manera sana. A todos nos gustaría tener una pareja ideal, a personas a quien querer, etc… Pero una cosa es “necesitar”y otra muy diferente es “desear”. Cuando lo necesitas no funciona, porque si uno no se ama a sí mismo, tampoco podrá amar a los demás de una manera madura y sana.
De acuerdo a nuestro Mesías, la clave para amar al prójimo (y este como pareja) y permanecer en el amor es primero aprender a amarte a ti mismo (Mateo 22: 39).
Mi anhelo de oración es que, después de leer estas líneas, tu vida no tenga ya otra motivación, ni otro sentido, ni otra meta que el amarte en los demás, desde tu amor perfecto e incondicional al Eterno Dios.
¡Así serás libre de toda dependencia emocional!
¡Mis deseos de Su Luz y Su Paz sobre tu vida!