Pareja en dominio

Cincuenta Maneras de Amar a Tu Pareja

Autores: Mark y Chrissy Donnelly
 

1. Primero ámese cada uno a sí mismo.

2. Empiecen el día abrazándose.

3. Desayunen en la cama.

4. Díganse te amo cada vez que se separen.

5. Elógiense en forma espontánea y sincera.

6. Reconozcan y festejen sus diferencias.

7. Vivan cada día como si fuera el último.

8. Escríbanse cartas de amor inesperadas.

9. Planten una semilla juntos y cuídenla hasta su madurez.

10. Salgan juntos una vez por semana.

11. Envíe flores sin razón alguna.

12. Acepte y âme a los imagos y la familia del otro.

13. Escríbanse notas que digan te amo y colóquenlas por toda la casa.

14. Deténganse e inhalen el aroma de las rosas.

15. Bésense sorpresivamente.

16. Disfruten hermosas puestas de sol juntos.

17. Sean sinceros al disculparse.

18. Sean indulgentes.

19. Recuerden el día en que se enamoraron, y reconstrúyanlo.

20. Tómense de las manos.

21. Díganse te amo con los ojos.

22. Permita que ella llore en sus brazos.

23. Exprésele que lo comprende.

24. Brinden por su amor y compromiso.

25. Hagan algo que los anime.

26. Permítale que ello lo dirija cuando esté perdido.

27. Ríanse de sus chistes.

28. Aprecien su belleza interior.

29. Hagan las tareas de la otra persona por un día.

30. Alienten sueños maravillosos.

31. Exprésense muestras de afecto en público.

32. Dense masajes amorosos sin restricciones.

33. Escriban un diario de su amor y registren momentos especiales.

34. Tranquilice los temores del otro.

35. Caminen descalzos juntos por la playa.

36. pídale a ella que se case de nuevo con usted.

37. Responda con un sí. 38. Respétense el uno al otro.

39. Sea el mayor admirador de us pareja.

40. Dé el amor que su pareja desea recibir.

41. Dé el amor que usted desea recibir.

42. Muestre interés en el trabajo del otro.

43. Trabajen juntos en un proyecto.

44. Constrúyanse una fortaleza con mantas.

45. Colúmpiense tan alto como puedan en un columpio a la luz de la luna.

46. Hagan un día de campo dentro de casa en un día lluvioso.

47. Nunca se acuesten enojados. 48. Ponga a su pareja primero en sus oraciones.

49. Dense un beso de buenas noches.

50. Duerman muy juntos.  

«El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, o guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor nunca deja de ser.

(1 Corintios 13: 4-8)

La vida sin amor

La inteligencia sin amor, te hace perverso.
La justicia sin amor, te hace implacable.
La diplomacia sin amor, te hace hipócrita.
El éxito sin amor, te hace arrogante.
La riqueza sin amor, te hace avaro.
La docilidad sin amor, te hace servil.
La pobreza sin amor, te hace orgulloso.
La belleza sin amor, te hace ridículo.
La autoridad sin amor, te hace tirano.
El trabajo sin amor, te hace esclavo.
La simplicidad sin amor, te quita valor.
La oración sin amor, te hace introvertido.
La ley sin amor, te esclaviza.
La política sin amor, te hace egoísta.
La fe sin amor, te vuelve fanático.
La cruz sin amor, se convierte en tortura.
La vida sin amor, no tiene sentido

Consejos para hacer del Matrimonio un Arte


Wilferd Peterson, escritor estadounidense escribió «El Arte del Matrimonio» inspirándose en su esposa Ruth. Esta obra ha trascendido las fronteras del tiempo y se ha convertido hoy en toda una  oda al matrimonio. En dicho libro se pueden encontrar las respuestas a dos preguntas existenciales: 

  • ¿Se puede mantener viva la llama del amor en un matrimonio? 
  • ¿Sobrevive el amor a la pasión juvenil? 

 Dichas respuestas pueden sintetizarse en estas ideas paradigmáticas que les comparto a continuación:

  1. «La felicidad en el matrimonio no es algo que simplemente suceda, un buen matrimonio debe crearse. 
  2. En el Arte del Matrimonio las pequeñas cosas son las grandes cosas; nunca sé es tan viejo como para no sostenerse las manos.
  3. Hay que recordar decir «te amo» al menos una vez al día, y nunca irse a dormir enojados. Nunca hay que hablar al otro solo por ser condescendiente; el cortejo no debe terminar con la luna de miel, debe continuar a través de los años.
  4. El Arte del Matrimonio es tener un sentido mutuo de valores y objetivos comunes, es pararse juntos enfrentándose al mundo. 
  5. Es formar un círculo de amor que se alimenta en toda la familia.
  6. Es hacer cosas para el otro, no en la actitud de servicio o sacrificio, sino en el espíritu de gozo. 
  7. Es hablar con palabras de apreciación y demostrar gratitud de manera considerada.
  8. No se busca la perfección en sí, el Arte del Matrimonio es cultivar la flexibilidad, la paciencia, la comprensión y el sentido del humor.
  9. Es tener la capacidad de perdonar y de olvidar.
  10. Es dar al otro una atmósfera en la que cada uno pueda crecer.
  11. Es encontrar espacio para las cosas del espíritu, en una búsqueda común del bien y la belleza.
  12. Es establecer una relación en la cual la independencia sea por igual, la dependencia mutua y las obligaciones recíprocas.
  13.  No es sólo casarse con la pareja perfecta, es ser la pareja perfecta.
  14.  Es descubrir lo que el matrimonio puede ser, en su mejor momento».

Facebook ayudando a destruir el diseño familiar

Una nueva encuesta realizada por un sitio de divorcios del Reino Unido descubrió que el 33% de las peticiones de divorcio en 2011 contenían referencias a Facebook. 
Otra encuesta, realizada por la Academia Norteamericana de Abogados de Familia, descubrió que «Facebook tiene la distinción de ser el líder indiscutido de la evidencia para divorcios con el 66% de los casos citándolo como la fuente principal». Además, más del 80% de los abogados de familia declararon que «han visto un aumento en el número de casos que usan evidencia de redes sociales» durante los últimos años.

Los abogados que llevan casos de divorcio en Estados Unidos reconocen que cada vez tienen más trabajo desde que existen las redes sociales. 

De los abogados consultados, dos tercios dijeron que Facebook es la principal fuente de pruebas en los Juicios y que se lo menciona en el 20% de los casos, seguido por MySpace con el 14% y Twitter con el 5%. Según la firma de encuestas DivorceOnline, una de cada tres demandas de divorcio incluyen la palabra “Facebook” en las declaraciones de alguno de los cónyuges que quieren dejar de serlo.
La pregunta que surge ante esto es: ¿qué es tan malo sobre Facebook, y por qué está teniendo un rol protagonista en la destrucción de tantos matrimonios? Pese a que Facebook tiene muchos beneficios, hay un par de cosas que debes tener en cuenta cuando se interpone entre tú y tu esposa.
1. No ser menos que los demás

Ten en cuenta que hoy en día nuestras vidas son un libro abierto. Entras a tu cuenta de Facebook y puedes enterarte de todos los detalles íntimos de la vida de tus amigos. Incluso si estás muy contento con tu relación, puedes comenzar a descubrir que tu matrimonio no es tan excitante como creías que era. Facebook le ha dado un nuevo significado a la expresión: «No ser menos que los demás«.
Piensa en una esposa que lee sobre las vacaciones familiares de su conocida. Tentada comienza a preguntarse: «¿Por qué mi esposo no lleva a nuestra familia de camping, como lo hace el de ella?» Desde aquí se desata una gran pelea y, a pesar de que él finalmente accede a ir de camping, ellos se dan cuenta después de una mala experiencia que en realidad no hay dos familias iguales, y que los románticos mensajes que publicaba la conocida en Facebook sobre ser “una mamá aventurera” no se  aplicaban a ellos.
Lo primero que necesito que recuerdes es que es fácil ver las vidas de los demás y, desde allí, tentarse a querer lo mismo para nosotros. La trampa de esto es que a menudo se crea una ansiedad latente que lleva a tensión en el hogar y a demandas irracionales de convivencia. Deberías tener en cuenta que esa amiga de Facebook puede parecer estar pasándola increíble viajando y comprando ropas nuevas, pero no te olvides que su marido quizás tiene una empresa de buenos ingresos. 
¡Por favor, no te dejes confundir cuando eres bombardeado por la grandiosidad exterior (y a menudo falsa) de las vidas de los demás!
2. Relaciones con el sexo opuesto.
Debes tener en cuenta que si estás en una relación que te hace sentir poco amada (amado) o descuidada (descuidado), un poco de atención del sexo opuesto puede ser tentador. 
El problema será que la soltura de los comentarios casuales que hagas en Facebook (u otra red social) puede llevar a grandes problemas cuando te vayas apegando cada vez más a alguien que no es tu pareja. Sólo un comentario lindo aquí, un poco de chat allá… y sin que te des cuenta, terminas estando emocionalmente involucrado en una relación prohibida.
Aún si tienes un matrimonio feliz, el pasar suficiente tiempo en privado con alguien que te atrae puede convertir esa química en enamoramiento. Y mucho más aún si tienes un matrimonio insatisfactorio. Se ha comprobado que chatear en Facebook o mandar mensajes instantáneos cuando nadie está mirando puede agregar la emoción de la privacidad a la conversación. Pero, en poco tiempo te podrías encontrar en una situación comprometedora en la que no quieres estar.
3. Poniendo los trapitos al sol.
Si sientes frustración con tu pareja, es natural querer contárselo a un amigo. El problema es que, desafortunadamente, no siempre es una decisión inteligente. Idealmente, uno debería aprender técnicas para mejorar las relaciones interpersonales, con el objetivo de poder comunicarse directamente con la pareja. Esto mantiene la relación en dónde tiene que estar: entre el esposo y la mujer. 
De no ser posible, entonces la segunda mejor opción es una tercera persona, desinteresada y objetiva, que sólo deje que te descargues haciendo catarsis en y con ella. 
Te presente que el problema surge cuando comienzas a hablar sobre tu cónyuge con amigos que pueden influenciar tu relación de manera negativa.
Piensa, por ejemplo, en el caso de una mujer que publicó en Facebook una historia derogatoria sobre su marido. Inmediatamente una amiga comentó: «sólo tu marido es capaz de hacer una cosa así«. Esta afirmación de los defectos de su marido de seguro no fue una contribución positiva y alentadora para su relación. Más aún, puede que muchos de nuestros amigos tengan ellos mismos un mal matrimonio, y les encantaría encontrar a otra persona por la que sentir lástima. 
De acuerdo a las estadísticas, Facebook ha resultado ser un camino fácil para un chat que ofrece consejos gratis y sentimientos desalentadores sobre tu pareja. Por  medio de él, la tentación será, mientras nos hundimos cada vez más en la negatividad, olvidarnos de la posibilidad de hacer que la relación funcione.
Sé que los estudios no siempre son del todo precisos, pero desde mi experiencia de aconsejamiento matrimonial, he visto los efectos negativos que los celos, las relaciones con el sexo opuesto y el discutir sobre el matrimonio con amigos pueden tener en la relación. Pese a que Facebook puede ser un excelente medio para mantenerse en contacto, también puede terminar proveyendo un acceso mucho más fácil para que estas fuerzas externas entren a tu relación y la arruinen.

A partir de ahora pensemos dos veces antes de publicar algo en nuestro muro, porque cada cosa que digamos puede ser usada en nuestra contra.

Implementando pasos para desintoxicar al matrimonio

Primeramente quiero solicitarte que imagines un matrimonio sin negatividad, vergüenza o culpa. Quiero que sepas que más allá de que lo creas o no, es posible. 

Por supuesto que lograr esta realidad tiene que pagarse un precio: el cambio de actitud mental que el evangelio del Reino condiciona como demanda para experimentar su poder transformador.
A continuación los invito a considerar tres pasos que pueden tomar para desintoxicar al matrimonio que el Eterno Dios que la entregado.
1. Detén el abuso verbal
No es necesario recordar que cualquier forma de abuso es inaceptable en una relación. El abuso verbal es justamente un asesino silencioso de toda relación. Lamentablemente, son muchas las personas que no se dan cuenta que están siendo abusivos en este tema. 
Este mal no siempre es fácil de medir dado que no hay pruebas visibles. Pero quiero guiarte a reflexionar que arremeter en contra de tu pareja con quejas daña la confianza en la relación, al punto que muchas parejas se separan porque consideran que su matrimonio ya no es seguro. Puede que te sientas mejor temporalmente exteriorizando tus sentimientos de una forma explosiva, pero anhelo que te des cuenta que es esto demandará un gran costo para tu matrimonio.
Mientras que es posible que estés consciente de los casos más obvios de abuso verbal como gritar e insultar, hay formas más sutiles que hacen la misma cantidad de daño, como culpar o avergonzar. Los comentarios sarcásticos, rebajar al otro, fastidiar y quejarse, extraen la calidez y el amor de un matrimonio, causando desconexión y ciclos de negatividad. Para que una relación prospere, estos comentarios tóxicos deben ser eliminados. 
«La blanda respuesta quita la ira; más la palabra áspera hace subir el furor»
(Proverbios 15:1)
2. Actúa por el bien de la relación.
En este paso quiero aconsejarte que cuando estés a punto de hacer un comentario, tómate un momento y piensa en el efecto que tendrá el mismo en tu relación. Pregúntate interiormente: ¿aumentará mi conexión o no? Si la respuesta es no, te pido que te atrevas a ejercitar la restricción.
Recuerda que en cualquier relación, ya sea con Dios, con tus amigos, pero especialmente con tu pareja, la meta máxima es la conexión (lazo) de espíritu. Por lo tanto cada pensamiento, palabra o acción debe ser previamente evaluada en tu mente y corazón para ver si promoverá una conexión profunda o todo lo contrario. Pregúntate:  «¿acaso este pensamiento, palabra o acción será de ayuda para nuestra relación de pareja?»; «¿Nutrirá la relación o la dañará?» Incluso si te sientes enojado o herido, es importante poseer la sabiduría de aquel que puede prever el resultado a largo plazo de sus elecciones.

«Refrena tu enojo, abandona la ira; no te irrites, pues esto conduce al mal» (Salmo 37.8).

 «El iracundo comete locuras, pero el prudente sabe aguantar» (Proverbios 14:17).

3. Pide lo que necesitas.
Si te sientes disgustado o frustrado en tu relación, una forma más productiva de expresar esos sentimientos es articulando la petición o la necesidad insatisfecha que está detrás de ellos. La pregunta clave aquí es: ¿qué necesito de mi pareja?
Es fácil enredarse tanto en el conflicto que puedes olvidar por qué estabas peleando. Detente un momento, toma conciencia de lo que estás haciendo y descubre qué es lo que realmente quieres.

«El buen juicio hace al hombre paciente; su gloria es pasar por alto la ofensa»

(Proverbios  19:11)

La conclusión es que si estás enojado porque hay algo de tu pareja que no estás recibiendo, el fastidiar, culpar y criticar no conducen a nada excepto a alejar a la otra persona. Pedir directamente lo que quieres es una forma mucho más productiva de recibir lo que necesitas.

Hay una regla importante para pedir lo que quieres. Ten cuidado de no agregar una amenaza en tu petición. Por ejemplo, si le pides a tu pareja que pase más tiempo contigo y agregas que te irás a otro lado si la petición no se cumple, es poco probable que recibas los resultados que quieres ya que estarás creando un ambiente inseguro. Lo principal es poder pedir lo que quieres en un contexto de seguridad.

Para logra esto te aconsejo que tomes responsabilidad por tus sentimientos y los expreses de forma madura. Una manera en la que esto puede ser logrado es simplemente diciendo frases de «Yo«. En vez de criticar, culpar o avergonzar cuando nos sentimos heridos, prueba: «Yo me siento triste o menospreciado cuando me hablas de esa forma«. Cuando pones el foco en ti mismo estás disminuyendo el potencial de reacción de tu pareja. Mientras que uno puede discutir los hechos, uno no puede discutir sobre un sentimiento. Al decir frases «Yo«, has quitado esa amenaza, y al mismo tiempo has creado seguridad.
Si has sido herido por mucho tiempo, entiendo que puede parecer una tarea insuperable desintoxicar tu matrimonio. ¿Cómo puedes no insistir en faltas pasadas? Sin embargo para seguir adelante debes eliminar la culpa, la vergüenza y la critica lo máximo que puedas, ya que son conductas tóxicas que envenenan tu matrimonio. Al implementar cambios positivos en tu relación podrás desintoxicar tu matrimonio y redescubrir la alegría y la bendición que el matrimonio tiene para ofrecer.

Noviazgo con violencia… ¡un camino a la muerte!

”Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia. Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos… como Dios…”
(Efesios 4:31-32)

 

La relación de pareja en un noviazgo es maravillosa, pero no siempre es fácil. No es suficiente, para construirla, con lindos sentimientos. Hacen falta otras cosas: madurez, salud emocional, respeto, solidaridad, generosidad, comunicación, proyectos de vida comunes, acuerdo en los principios básicos, flexibilidad…Los novios, quienes se proponen un proyecto común de vida, generalmente no se detienen a pensar y a intercambiar cuáles son sus creencias. Comienza la relación y se van activando mecanismos donde «se sobreentiende» que el hombre debe hacer algunas cosas y la mujer algunas otras. Cuando se forma una nueva pareja, se entrelazan dos historias diferentes. Cada uno trae consigo su manera de ver la vida, sus proyectos y la educación recibida, repleta de creencias acerca de lo que es el amor, la pareja, la familia… Por ello, el tiempo de noviazgo exige caracterizarse como un época de diálogo reflexivo en el que se pueda descubrir si esas cosmovisiones son compatibles para forjar un destino en común.

Al no tener la posibilidad de reflexionar acerca de estas creencias, generalmente se copia el modelo familiar de origen, se construye uno totalmente opuesto o la relación se convierte en una especie de «collage» entre lo que él y ella creen adecuado para ambos.

Por eso, todo joven debe ser consciente de que no basta amar a una persona para formar una pareja con ella y ser feliz toda la vida. Aunque íntimamente ligados, son dos asuntos diferentes. Podemos amar intensa y profundamente a una persona, y al mismo tiempo darnos cuenta de que no podemos formar una buena pareja con ella. Esta situación se acrecenta al momento de considerar noviazgos marcados por el espíritu de la violencia.

Cuando hay violencia en un noviazgo, sea verbal, emocional o física, aunque parezca leve, esa relación debe terminar de inmediato. Las esposas de hombres golpeadores relatan casi siempre que de novios ya habían experimentado la presencia de gritos e insultos, y hasta golpes. Todas coinciden en asegurar que nunca pensaron que eso empeoraría. La mayoría también coincide en que crearon la falta expectativa que con el tiempo él cambiaría. Por ello, es necesario entender que la violencia nunca construye una relación. Por el contrario, es una profunda falta de respeto.

Según la Organización Mundial de la Salud, 3 de cada 10 adolescentes denuncian que sufren violencia en el noviazgo. Por otro lado muchas de las mujeres que son maltratadas durante el matrimonio vivieron violencia en el noviazgo.

Los estudios realizados por especialistas indican:
  • La edad en que son más vulnerables a la violencia es en la adolescencia.
  • Es una situación que se mantiene en silencio porque la gran mayoría considera que son conductas normales, que no aumentarán y no se atreven a denunciar.
  • Es más común que la ejerzan los hombre, sin embargo las mujeres también utilizan formas de control como la manipulación y el chantaje.
  • Puede darse al poco tiempo de iniciar el noviazgo, después de algunos meses o años y seguramente continuará en caso de que lleguen a casarse.
  • Esta situación se da en todos los estratos sociales aunque es mayor en las áreas urbanas.
  • Una pareja violenta es muy probable que tenga antecedentes de violencia en su familia y su conducta no cambiará espontáneamente.
  • Inicia con la violencia psicológica después se pasa a la física y luego a la sexual.

 

Siempre tenlo en cuenta: ¡No te insulta o te golpea porque te ama!

Por favor, antes de continuar leyendo esta bitácora, necesito que leas y te respondas estas preguntas:

Es muy importante que entendamos que la violencia en una relación de pareja se refiere a toda acción u omisión que daña tanto física, emocional como sexualmente, con el fin de dominar y mantener el control sobre la otra persona. Los infectados de este mal demoníaco utilizan distintas estrategias que van desde el ataque a la autoestima del otro miembro de la pareja, utilizando para ello distintos recursos de agresión como los insultos, el chantaje, la manipulación sutil y/o los golpes.

Al principio, todo pasa desapercibido bajo el falso manto del enamoramiento. Algún comentario incómodo, un jaloneo o una bofetada se convierten aparentemente en parte del juego del amor que está naciendo entre los dos (Proverbios 26:19). Luego las dimensiones se hacen tan grandes e incontrolables que incluso se llega a la hospitalización o la muerte.

La pareja no se da cuenta de la situación que esta viviendo porque hay factores a su alrededor que les impiden ver el rumbo que esta tomando la relación; el estar enamorados no les permite pensar objetivamente por lo que no se dan cuenta que están ejerciendo violencia sobre su pareja o son víctimas de esta.

En mis años de trabajo con el alma humana he comprobado que cuando dos jóvenes se enamoran idealizan a su pareja y se creen capaces de superar toda «mala racha» que aparece con los juegos violentos. Los jóvenes, especialmente ellas, construyen la idealización del amor romántico, que todo lo perdona, que todo lo entiende. Ese «amor» que disfrazado de «amor para toda la vida» es, en realidad, el comienzo de una relación de violencia. Muchas chicas creen que las celan porque las quieren, o quieren saber todo de ellas todo el tiempo porque las cuidan. Los noviazgos violentos están llenos de estos mitos. En verdad, están arraigados en la sociedad entera, y las adolescentes toman como natural actitudes que, en realidad, demuestran una relación de control, aislamiento y posesión.

Es así como, especialmente las mujeres, toleran e incluso perdonan «sus arrebatos«, porque después de todo piensan que todo es parte de ese amor que supuestamente está naciendo y algún día madurará más acorde al ideal que imaginan. Sin embargo es ultra necesario tener en cuenta que los novios no deben jamás confundir maltrato y ofensas con amor e interés por la pareja.


Cómo se manifiesta la violencia en el noviazgo.

Se debe entender y asumir en nuestras conciencias que el hombre que golpea a una mujer es porque desde su niñez no pudo controlar su furia al ser él víctima de la violencia familiar. Los primeros años de vida son sensibles a la formación de la personalidad y el modelo familiar que se tendrá. Si en esa etapa se aprende que la relación familiar es con violencia, el vínculo con el otro sexo será violento. Por ello es que él, ya crecido pero sin madurez, considera que su pareja es su «propiedad» y debe ejercer todos sus derechos de propietario sobre ella cueste lo que cueste.

Lo terrorífico de esto es que ella vivirá acostumbrada a esa forma de vivir ya que lo verá normal. Primero él se va a mostrar enamorador, luego ante una pelea, saldrá su agresividad: insultos y golpes. Para corregir este acto, él se arrepentirá y le pedirá perdón hasta que ella lo acepte y así comenzará este ciclo.

Para saber si tu relación es violenta simplemente debes analizar como te sientes cuando estas a su lado; es decir te sientes libre de comentar o hacer cualquier cosa, o tienes que cuidarte de tus comentarios y comportamientos porque temes que en cualquier momento se enoje y se ponga agresivo(a).

Otra forma es analizar si en tu relación se encuentran ciertos comportamientos que normalmente se repiten, por ejemplo:
1ª etapa: Tu pareja se tensa constantemente, su tensión se acumula y crece tanto que insulta y reprocha.
2ª etapa: Te agrede física y/o emocionalmente sin poder controlarse.
3ª etapa: Busca la reconciliación, dice arrepentirse, promete que va a cambiar y te llena de obsequios y se muestra muy complaciente.
Cuando este ciclo sucede más de una vez en la relación o la pareja tiene episodios de agresión que aparecen de la nada, se esta ante un caso de violencia que debe ser detenido y atendido.

Actitudes violentas

 
Físicas
  • Empujones.
  • Arañazos.
  • Puntapiés.
  • Bofetadas.
  • Puñetazos.
  • Mordeduras.
  • Estrangulamiento.
  • Agresiones con armas.
  • Violencia emocional
Verbales.
  • Gritos
  • Amenazas.
  • Intimidaciones.
  • Castigos.
  • Sometimiento.
  • Chantajes.
  • Violencia sexual
  • Insultos
El tipo más frecuente de esta agresión es la llamada violación por confianza, sucede cuando la pareja es presionada a tener actividad sexual; luego de insinuaciones, chantajes y amenazas, finalmente la pareja logra que acepte sostener relaciones sexuales con ella, aún en contra de sus deseos.
 Otros comportamientos que son signo de que tu pareja esta siendo violenta son:
  • Controla todo lo que haces y exige explicaciones. Quiere saber con lujo de detalles a dónde vas, dónde estuviste, con quiénes te encontraste o a quiénes vas a ver, los horarios y el tiempo que permaneciste en cada lugar, cuánto tiempo estarás fuera, el horario de regreso, etc. Y para comprobar que dices la verdad te llama constantemente.
  • Revisa tus pertenencias, tu diario, celular o correo electrónico para conocer «la verdad».
  • Vigila, critica o pretende que cambies tu manera de vestir, de peinarte, de maquillarse (para la mujer), de hablar o de comportarte.
  • Presiona para que hagas dietas o ejercicio.
  • Te hace sentir menos al compararte con otras personas.
  • Te prohíbe, amenaza o manipula con respecto a los estudios, el trabajo, las costumbres, las actividades o las relaciones que desarrollas.
  • Limita y trata de acabar la relación que tienes con los parientes, los amigos, los vecinos, los compañeros de estudio o trabajo; ya que no confía en que puedan ser una buena influencia para tí.
  • Tu pareja decide cuando verse, a que hora, donde, tipos de salidas, etc.; todo de acuerdo a su conveniencia.
  • Si le preguntas o le pides alguna explicación, se exalta, culpa a los demás por estar en contra de su relación, pero jamás responde a su conducta.
  • Se niega a conversar o a discutir con franqueza acerca de los conflictos o los desacuerdos de la pareja.
  • Coquetea con otras personas delante de tí o en secreto.
  • Es una persona agradable, simpática y respetuosa con los demás pero totalmente diferente contigo.
  • Tiende a hacer escándalos en público o en privado por cualquier causa.
  • Se enoja y te hace la ley del hielo (no te habla) por mucho tiempo.
  • Te provoca miedo por sus reacciones.
  • Ha habido agresión física: Jalón de pelo, empujones, cachetadas, etc.
  • Te ha tocado, besado o acariciado sin consentimiento.
  • Te ha presión para tener relaciones sexuales.

Consecuencias
  • Depresión que te puede llevar e pensar en el suicidio.
  • Aislamiento.
  • Fracaso escolar o deficiente rendimiento laboral.
  • Trastornos en la alimentación.
  • Trastorno en el sueño.
  • Adicción.
  • Embarazos no deseados.
  • Infecciones de transmisión sexual.
  • Agresiones físicas que pueden atentar contra tú salud física y emocional.

¿Qué hacer?

Si estas ante un caso de violencia en tu relación de pareja, debes saber que el problema es estrictamente de la persona violenta, tiene que ver con su historia y no con lo que hagas o dejes de hacer.Es imprescindible que reconozcas y puedas detectar las señales que indican que estás viviendo un vínculo de violencia. Que comprendas que en una relación de violencia no eres el/la culpable. Y hagas lo que hagas no servirá para calmar los ataques, ya que el objetivo del integrante agresor es controlar y dominar, razón por la cual siempre tendrá la excusa o el argumento para violentar.

En el noviazgo la violencia es muy sutil y va creciendo poco a poco con el tiempo, de hecho las personas sin darse cuenta y al vivir en un entorno violento, frecuentemente aprenden a relacionarse de esta manera.Siempre estás a tiempo, haz un alto y busca entender lo que está pasando. Toma las decisiones necesarias como alejarte, pedir ayuda a un profesional especializado y denunciar.

Que no se te olvide que las conductas que son violentas para nada enriquecen ni estimulan tu relación, al contrario la enferman. No es válido pensar «sólo estamos jugando», «me cela porque me quiere», «me dice cómo vestirme porque se preocupa por mí», «Me vigila todo el tiempo, porque no quiere que me pase nada» o «Me golpeó porque yo lo provoqué».Quiero animarte diciéndote que siempre estás a tiempo. Realiza un alto en el camino y busca entender lo que está pasando. Atrévete a tomar las decisiones necesarias como alejarte, finalizar, pedir ayuda a tus padres, mentores espirituales, profesionales. Pero, por sobre todo, atrévete a denunciar.

Y recuerda
– Da pero también exige respeto.
– El noviazgo es para conocerse y disfrutarse no para temer, manipular ni lastimar.
– Tú tienes el poder para decidir sobre tu felicidad, sobre a quien debes amar y sobre tu sexualidad, nadie debe obligarte ni someterte.

El Eterno Dios te ama, por ello dio a Jesús para que muriera por tu vida. Él no se ofreció en la cruz y luego resucitó para que tú sufras violencias sexuales, por el contrario Él vino para que tengas vida y la tengas en abundancia.

Notas relacionadas:

Violencia en el noviazgo from FEIM on Vimeo.

El Amor: ¿una Química que se agota o una Alianza que Dura para Siempre?

 P.A . David Nesher
Lo escuché en un reportaje hecho a un psicólogo y me sorprendí. Dijo que estar enamorado es equipararse a un psicótico.  Investigando me enteré que muchos especialistas en las áreas que estudian la conducta humana, particularmente la psiquiatría, la psicología, el psicoanálisis y las psicoterapias en sus distintas modalidades, coinciden en asegurar que el enamoramiento es un estado psicótico transitorio. ¡Es una especie de “locura” afortunadamente pasajera!
Se ha logrado observar y coincidir en que la persona que ha caído en estado de enamoramiento se sale de la realidad compartida para entrar en un mundo propio. Parece que vive en otro planeta, se siente ingrávida como una pompa de jabón.
Dentro, en el pecho, “vuelan mariposas”. Hay un estado de inquietud, de zozobra cuando no se está con la persona amada. Mientras que todo es completitud y nada falta si los enamorados están juntos.

El enamoramiento, así observado, sería, entonces, un delirio casi invisible, aceptado por la cultura y la sociedad en la medida en que su ardor, limitado a la intimidad de los amantes, no sea una amenaza para el equilibrio social.

Pero el enamoramiento no es real, es sólo virtual. Cada ser humano involucrado en esta situación almática se enamora de alguien a quien aún no conoce y pone en ese alguien todo tipo de virtudes y perfecciones. Generalmente montan la película que más les gusta.
Los mecanismos psicológicos que se ponen aquí en juego se llaman ‘Proyección‘ e ‘Idealización‘. De una fácil de entender, el enamoramiento es como el cine, la persona amada es la pantalla sobre la que el otro proyecta todos sus ideales. Se enamora de su ideal, de algo de él, de algo que sigue siendo su ‘yo‘ pero proyectado en el otro.
Así pues, nos encontramos frente a otra actividad engañosa del ego, esa falsa identidad, ese pequeño veneno que la serpiente antigua logró inyectar en la mente de los humanos primigenios.
Puesto que la pasión no acarrea la locura irremediable, llegará un momento en el que alguno de los enamorados implicados se enfrentará a la realidad del desencanto. El sentimiento de desengaño corresponde al descubrimiento de que la relación amorosa, está compuesta por dos seres distintos, que nunca han sido, ni serán jamás, UNO, como establece el diseño original implantado por el Eterno en el espíritu humano al momento de su creación (concepción). Asumiendo así el carácter ilusorio de la fusión, los amantes no tienen otra que aceptar la separación irreductible de su identidad con la persona deseada.
El enamoramiento está más cercano a los deseos de la carne (gr. Sarx). Es decir, que surge más de una actividad sensorial que activando los afectos y emociones logra generar pensamientos que llevarán al sistema nervioso central a ocasionar una serie de reacciones electroquímicas que involucrarán al sistema endócrino y desde a él agitaran a todo el organismo humano. Desde esta perspectiva el enamorarse se relega a una situación psíquico-fisiológica (psico-física) que no logra trascender al plano del Espíritu que es dónde reside la Fuente de todo Amor: El Eterno y Verdadero Dios que es Amor.
A continuación comparto los síntomas y la química que destacan al proceso del enamoramiento. Con estos planteamientos científicos podremos llegar al final a la sabia conclusión que enamorarse nada tiene que ver con la decisión de amar y formar un proyecto de vida con el otro, opuesto en género,  pero a la vez complementario: la ayuda idónea que el Eterno diseñó.
Síntomas del Enamoramiento
Pérdida de sueño y apetito; hiperactividad; subida de la presión arterial; aumento de la capacidad muscular, al liberarse grasas y azúcares; y de la cantidad de glóbulos rojos, para mejorar el transporte de oxígeno por la corriente sanguínea, son algunos de los síntomas que sufren los enamorados. La atracción sexual descansa primordialmente en las diferencias sexuales y, aunque no se sabe con certeza, podría tratarse de alguna preferencia inconsciente que se va configurando en los primeros meses de vida: preferencias de temperamento, figura, rostro, etc. de las personas que nos rodean.
La “química del amor eros” está mediada por una serie de sustancias que nos hacen sucumbir a la pasión amorosa.

 

A través del sistema nervioso, el hipotálamo envía mensajes a las diferentes glándulas del cuerpo ordenando a las glándulas suprarrenales que aumenten inmediatamente la producción de adrenalina y noradrenalina (neurotransmisores que comunican entre sí a las células nerviosas).
Química del Amor: Bombardeo Hormonal
El enamoramiento parece ser que sobreviene cuando se produce en el cerebro la feniletilamina, compuesto orgánico de la familia de las anfetaminasAl inundarse el cerebro de esta sustancia, éste responde mediante la secreción de dopamina(neurotransmisor responsable de los mecanismos de refuerzo del cerebro, es decir, de la capacidad de desear algo y de repetir un comportamiento que proporciona placer).
También segrega norepinefrina y oxitocina (además de estimular las contracciones uterinas para el parto y hacer brotar la leche, parece ser además un mensajero químico del deseo sexual), y comienza el trabajo de los neurotransmisores que dan lugar a los arrebatos sentimentales, en síntesis: se está enamorado. Estos compuestos combinados hacen que los enamorados puedan permanecer horas haciendo el amor y noches enteras conversando, sin sensación alguna de cansancio o sueño.
Feniletilamina, adrenalina, noradrenalina, norepinefrina yoxitocina son los ingredientes básicos del enamoramiento
Es tan fuerte este impulso que en el momento del enamoramiento somos monógamos, pero al terminar éste, la razón entra en juego ya que biológicamente estamos condenados no sólo a buscar pareja sino también a sentir los incentivos de alrededor. En un estudio demostrado científicamente con estudios de ADN, se comprobó que un 16% de los hijos estudiados en hospitales no eran de los padres legales.
Lujuria, Atracción, Unión.
Un estudio presentado por la antropóloga Helen Fisher, profesora de investigación de la Rutgers University de New Jersey, identifica en el cerebro humano los tres aspectos del amor eros: lujuria, atracción y unión.
La lujuria, o deseo sexual, es producto de la testosterona, que es la causante del impulso inicial que nos hace buscar pareja. De ahí que los hombres parecen ser más susceptibles a la acción de esta química; ellos se enamoran más rápida y fácilmente que las mujeres. Como anécdota, el 50% de las mujeres entrevistadas para el libro “Por qué necesitan las mujeres del chocolate” confesó que elegiría el chocolate antes que el sexo.
Después viene la atracción, que se atribuye en parte a los bajos niveles de serotonina y a la dopamina, un neurotransmisor cerebral que se relaciona con la sensación de bienestar. Se trata de un sentimiento de seguridad, comodidad y paz. En este caso son las endorfinas -compuestos químicos naturales de estructura similar a la de la morfina y otros opiáceos- los que confieren la sensación común de seguridad comenzando una nueva etapa, la del apego. Por ello se sufre tanto al perder al ser querido, dejamos de recibir la dosis diaria de narcóticos. Su actividad perdura de 2 a 3 años, incluso a veces más, pero al final la atracción bioquímica decae. De hecho, el momento en que una pareja tiene mayores probabilidades de divorciarse se ubica en el cuarto año de relación, que es el plazo más habitual del divorcio, tras el matrimonio. Cuando el amor erótico se consolida, el vínculo y la atracción que evolucionan hacia una relación calmada, duradera y segura tienen que ver con la oxitocina y la vasopresina. Varias investigaciones han descubierto que la hormona, que es producida en grandes cantidades por el cerebro durante el parto, la lactancia y cuando hay actividad sexual, es importante para incitar el comportamiento maternal en los animales.
La unión es el sentimiento más duradero, mucho más que la lujuria o el enamoramiento, pero también puede menguar o quedar relegado por otros sentimientos. Para mantenerlo es necesario buscar mecanismos socioculturales (vida espiritual, comunicación fluida y eficaz, grata convivencia, costumbre, intereses mutuos, etc.) que sustituyan al bombardeo químico.
Un estudio alemán ha analizado las consecuencias del beso matutino, ése que se dan los cónyuges al despedirse cuando se van a trabajar. Los hombres que besan a sus esposas por la mañana pierden menos días de trabajo por enfermedad, tienen menos accidentes de tráfico, ganan de un 20% a un 30% más y viven unos ¡cinco años más.
En el enamoramiento también influyen otros factores como el olor. Los humanos desprendemos feromonas que resultan atractivas para los demás. Hay pruebas científicas de que la atracción de feromonas existe en todo el reino animal y en los insectos. Hacia el año l997, los estudios de Wedekind mostraron que la axila es un sitio importante para la selección sexual, ya que la selección de individuos según el olor implicaba las variaciones genéticas más amplias entre los individuos, lo que promovía variaciones genéticas en el sistema inmune de la descendencia…
El enamoramiento acaba con el tiempo. El amor dura para siempre.
El tiempo es el factor que acaba con el enamoramiento si los enamorados están juntos y se van conociendo. Cada uno de los implicados en una relación de pareja descubre que puede idealizar a quien no conoce apenas, pero a quien ya conoce puede admirarlo, quererlo, valorarlo; o por el contrario despreciarlo, rechazarlo e incluso odiarlo. De una u otra manera, el conocimiento destruye el espejismo. Lo que parecía eterno se descubre como efímero.
El problema del enamoramiento es que da paso en la mayoría de las ocasiones al desamor, que puede tomar muchas formas.
Afortunadamente, en algunas ocasiones, cuando acaba el enamoramiento comienza el amor. Solo se puede amar aquello que se conoce y se quiere. En el amor hay menos emoción y menos pasión que en el enamoramiento, pero es más estable, más real, más verdad.
Nuestra sociedad actual, sujeta a un sistema de cosas reptiliano, va camino de cometer un error de trágicas consecuencias al reducir e identificar el amor con enamoramiento. Y lo que es aun peor, reducir el enamoramiento a un mero estado de «excitación» que no suele durar más allá de 3 o 4 años. Esta es una influencia sutil y perversa del hedonismo, controlado por Baal y Astarté, que está en la raíz de muchos divorcios y separaciones. «Como ya no siento nada por él/ella, esto significa que el amor se ha apagado y, por tanto, es legítimo que lo dejemos.»
Es urgente entender que el amor se asemeja a un edificio que tiene cuatro columnas: la amistad, el sentimiento de cariño y ternura, la entrega mutua y el proyecto de vida. El enamoramiento, que incluye la atracción física y el romanticismo emocional, será simplemente una añadidura instrumental para la edificación de ese edificio. Una relación de pareja será estable y duradera en la medida en que tenga estas cuatro columnas desarrolladas de forma equilibrada. Cualquier desnivel va a ladear el edificio peligrosamente. Según palabras del Señor mismo, «nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos» (Jn. 15:13). El amor verdadero se revela en grandeza mientras más aprende a darse. La entrega mutua es el meollo del amor verdadero en una pareja. Es su médula, porque nos acerca al tipo de amor que Dios tiene con nosotros. Es el ágape, columna vertebral de cualquier relación madura y estable.
En definitiva, y aunque te parezca paradójico, ¡nunca te cases enamorado!

MUJER CRIADA POR HOMOSEXUAL PIDE A GOBIERNOS PROTEJER EL VERDADERO MATRIMONIO

IMPACTANTE TESTIMONIO:

Una mujer canadiense que fue criada en un hogar homosexual se dedica ahora a asistir a otras personas que atraviesan por la misma situación y a pedir a los gobiernos del mundo que protejan el matrimonio entre hombre y mujer.
Según informa ForumLibertas. org, Dawn Stefanowicz vive en Ontario, Canadá, con su esposo de toda la vida y sus dos hijos, a los que ha educado en casa. Actualmente prepara su autobiografía y desarrolla un ministerio especial desde el sitio web (en inglés) http://www.dawnstef/ anowicz.com/. Brinda ayuda a otras personas que como ella crecieron a cargo de un padre homosexual y fueron expuestos a este estilo de vida.
Stefanowicz explica en el sitio web «cómo en su infancia estuvo expuesta a intercambios de parejas gays, playas nudistas y la falta de afirmación en su feminidad, cómo le hirió el estilo de vida en el que creció, y ofrece ayuda, consejo e información para otras personas que han crecido heridas en un entorno de ‘familia’ gay, un estilo de ‘familia’ que ella no desea para nadie y que cree que las leyes no deberían apoyar».
Su testimonio:
En su relato, Stefanowicz explica que debido a una enfermedad grave de su madre debió quedar al cuidado de su padre homosexual cuando aún era una niña. «Estuve expuesta a un alto riesgo de enfermedades de transmisión sexual debido al abuso sexual, a los comportamientos de alto riesgo de mi padre y a numerosas parejas», relata.
«Incluso cuando mi padre estaba en lo que parecían relaciones monógamas, continuaba haciendo ‘cruising’ buscando sexo anónimo. Llegué a preocuparme profundamente, a amar y entender con compasión a mi padre. Compartía conmigo lo que lamentaba de la vida. Desgraciadamente, siendo niño unos adultos abusaron sexual y físicamente de él. Debido a esto, vivió con depresión, problemas de control, estallidos de rabia, tendencias suicidas y compulsión sexual. Intentaba satisfacer su necesidad por el afecto de su padre, por su afirmación y atención, con relaciones promiscuas y transitorias. Las (ex) parejas de mi padre, con los que traté y llegué a apreciar con sentimientos profundos, vieron sus vidas drásticamente acortadas por el SIDA y el suicidio. Tristemente, mi padre murió de SIDA en 1991», recuerda.
Según Stefanowicz las «experiencias personales, profesionales y sociales con mi padre no me enseñaron el respeto por la moralidad, la autoridad, el matrimonio o el amor paterno. Me sentía temerosamente acallada porque mi padre no me permitía hablar de él, sus compañeros de casa, su estilo de vida y sus encuentros en esa subcultura. Mientras viví en casa, tuve que vivir según sus reglas».
«Sí, amaba a mi padre. Pero me sentía abandonada y despreciada porque mi padre me dejaba a menudo para estar varios días con sus compañeros. Sus parejas realmente no se interesaban por mí. Fui dañada por el maltrato doméstico homosexual, las tentativas sexuales con menores y la pérdida de parejas sexuales como si las personas fueran sólo cosas para usar. Busqué consuelo, busqué el amor de mi padre en diversos novios a partir de los 12 años», sostiene.
Stefanowicz recuerda que «desde corta edad, se me expuso a charlas sexualmente explícitas, estilos de vida hedonistas, subculturas GLBT y lugares de vacaciones gay. El sexo me parecía gratuito cuando era niña. Se me expuso a manifestaciones de sexualidad de todo tipo incluyendo sexo en casas de baño, travestismo, sodomía, pornografía, nudismo gay, lesbianismo, bisexualidad, voyeurismo y exhibicionismo. Se aludía al sadomasoquismo y se mostraban algunos aspectos. Las drogas y el alcohol a menudo contribuían a bajar las inhibiciones en las relaciones de mi padre».
«Mi padre apreciaba el vestir unisex, los aspectos de género-neutro, y el intercambio de ropas cuando yo tenía 8 años. Yo no veía el valor de las diferencias biológicamente complementarias entre hombre y mujer. Ni pensaba acerca del matrimonio. Hice votos de no tener nunca hijos, porque no crecí en un ambiente de hogar seguro, sacrificial, centrado en los niños», señala.
Las consecuencias
«Más de dos décadas de exposición directa a estas experiencias estresantes me causaron inseguridad, depresión, pensamientos suicidas, miedo, ansiedad, baja autoestima, insomnio y confusión sexual. Mi conciencia y mi inocencia fueron seriamente dañadas. Fui testigo de que todos los otros miembros de la familia también sufrían», sostiene Stefanowicz.
Ella asegura que sólo después de haber tomado las decisiones más importantes de su vida, empezó a darse cuenta de cómo la había afectado crecer en ese ambiente.
«Mi sanación implicó mirar de frente la realidad, aceptar las consecuencias a largo plazo y ofrecer perdón. ¿Podéis imaginar ser forzados a aceptar relaciones inestables y prácticas sexuales diversas desde corta edad y cómo afectó a mi desarrollo?. Desgraciadamente, hasta que mi padre, sus parejas sexuales y mi madre murieron, no pude hablar públicamente de mis experiencias» , explica.
«Al final, los niños serán las víctimas reales y los perdedores del matrimonio legal del mismo sexo. ¿Qué esperanza puedo ofrecer a niños inocentes sin voz? Gobiernos y jueces deben defender el matrimonio entre hombre y mujer y excluir todos los otros, por el bien de nuestros niños», concluye.

A continuación pueden escucharla en persona respondiendo en un reportaje: