El pánico comenzó en China. En las primeras horas de este lunes se inició en esta nación el mayor desplome de las bolsas desde 2007. Pese a las medidas adoptadas por el Gobierno de Pekín, las bolsas chinas y de Hong Kong sufrieron hoy un grave desplome. Así surgió una ola gigante, de gran velocidad, que provocó caídas en los mercados de todo el mundo. Países asiáticos, europeos y de Oriente Medios experimentaron las mayores caídas de los últimos años. A la misma vez, el precio de petróleo volvió a marcar su cota mínima.
Todas las alarmas han saltado en los mercados mundiales tras el hundimiento cercano al 9% en la bolsa china, que ha venido acompañado también de una fuerte caída del dólar y de una huida de las materias primas por parte de unos inversores que se mueven cercanos al pánico. El principal indicador accionario de Shanghái se desplomó al 8.49%, su peor caída desde 2007, en medio de una masiva ola de ventas de pánico, por la decepción de los inversionistas a la ausencia de medidas monetarias de Beijing para reanimar a la economía y estimular al mercado.
El desplome chino se ha dejado notar también en otras plazas asiáticas. Así, la bolsa de Tokio se desplomó hoy casi 900 puntos, más del 4,5%, su mayor caída desde mayo de 2013. Con la de hoy, la bolsa nipona acumula ya cinco jornadas consecutivas en rojo debido a la inquietud sobre China, segunda economía mundial y principal socio comercial de Japón.
Los mercados bursátiles europeos se mueven con pérdidas de alrededor del 3%, mientras que sus homólogos asiáticos han caído entre un 4 y un 5% contagiados por lo que ya es un desplome de tres meses en China que amenaza con estar fuera de todo control.
Mientras la renta variable se desploma, refugios como los bonos gubernamentales europeos y divisas como el yen y el euro suben, mientras el miedo a que el gigante asiático provoque una crisis económica global y se desate una guerra de divisas crece.
La Bolsa de París fue la más afectada: perdía más del 7,5 % a dos horas del cierre de la sesión, ante las informaciones sobre el agravamiento del descenso del petróleo después del catastrófico día en los mercados asiáticos.
El precio del crudo cayó a menos de 39 dólares este lunes por primera vez desde 2009. La desaceleración económica mundial está bajando la demanda de petróleo en un momento en el que hay mucha oferta.
La caída del precio del petróleo a nivel internacional, debido al elevado nivel de oferta y al temor a que la economía mundial se ralentice, ha alimentado a su vez la espiral descendente en las acciones de las empresas petroleras y del sector energético chino.
Más de 5 billones de dólares estadounidenses han sido borrados del valor de los mercados globales de renta variable desde la devaluación del yuan del pasado 11 de agosto.
«No hay que ser economista para entender que ocurren algunas cosas muy extrañas en la economía china«, sostiene el corresponsal de Al Jazeera, Adrian Brown, desde Pekín, añadiendo que todas las medidas adoptadas por el Gobierno chino, incluyendo los miles de millones de gasto en la recompra de acciones y el anuncio del pasado domingo referido a que invertiría en pensiones estatales en el mercado para compensar los descensos, no están funcionando.
«China estaba siendo vista como el motor del crecimiento mundial, pero ahora el mundo está comenzando a entender que se está desacelerando«, afirma Brown, apuntando que el malestar en los mercados podría continuar mientras los inversores esperan las cifras del PIB estadounidense cuya difusión está prevista para comienzos de esta semana, así como la decisión sobre si la Reserva Federal de EE.UU. podría elevar las tasas de interés.
Asimismo, el desplome del mercado chino y la incertidumbre sobre su crecimiento económico es una de las causas de la caída del precio del petróleo. Las cotizaciones de crudo ligero en el mercado de Nueva York cayeron el viernes 21 de agosto a sus niveles más bajos desde marzo de 2009 hasta situarse en los 40 dólares por barril.
NOTA PROFÉTICA:
Considerando esta noticia y desde lo que el Eterno Dios me ha ordenado profetizar desde ya tres lunas, debo decirles que la actual crisis económica seguirá empeorando, ya que la economía global en realidad no se ha recuperado desde la crisis de 2008. Los mercados han oficiados como herramientas de engaño de la élite reptiliana con el objeto de adormecer a las masas de inversionistas en el sopor de sus baales y aserá, hasta doblegar todo parámetro financiero a los protocolos trazados desde el siglo pasado.
Todos los hechos históricos vividos en este planeta desde el 2008 encajan perfectamente con el objetivo final del diagrama trazado en la agenda esta crisis: generar en la opinión pública mundial un consenso generalizado para que se acepte una unificación económica y política global para afrontar los problemas económicos globales de forma más eficiente.
Dicho en otras palabras: estas crisis, sentarán las bases para crear el embrión de un gobierno mundial centralizado.
Y no solo serán las crisis económicas las que nos llevarán en esa dirección; las crecientes tensiones militares y el creciente estado de pre-guerra mundial en el que estamos, también generará una necesidad de unión planetaria, para que todos aceptemos convencidos la necesidad de un gobierno único centralizado.
El viejo proyecto de las élites globalistas, cada día se está haciendo realidad: el poder mundial definitivamente concentrado en unas pocas manos, sin oposición de ningún tipo. Todos los acontecimientos persiguen la rápida formación de un Nuevo Orden Mundial desde el liderazgo del Anti-Mesías.
Por todo esto estoy convencido que el colapso planificado por la élite aún no ha empezado, aunque hayamos visto lo que ha sucedido en las bolsas este lunes. Las burbujas infladas por los banqueros en estos últimos seis años no pueden estallar espontáneamente. He visto en lo espiritual cómo dichas burbujas económicas, se unirán en el momento exactamente digitado, conformando una sola y gigantesca. Entonces, los banqueros, merced a las órdenes de sus amos, la implosionarán guiados por lo lineamientos que se les bajó en la última reunión del Club Bilderberg. Sin embargo, y dado el hecho de que las burbujas son altamente inestables, lo que esos banqueros no pueden evitar es que a medida que se hagan más grandes, “se tambaleen” y experimenten sacudidas como la que hoy hemos sido testigos.
Estoy seguro que alguien estará preguntándome: ¿Por qué Ud. está tan seguros de que la próxima gran crisis aún no ha comenzado?
La razón es más obvia que profética. Sucede que todavía no hemos visto aparecer el evento que ejercerá de “chivo expiatorio”, al que los banqueros, instruidos por la élite, podrán echar todas las culpas “del sorprendente derrumbe económico”.
Tengan muy en cuenta que desde el 2008, los miembros del Club reptiliano, nos han vendido a todos que estamos en una “recuperación” tras la última crisis, y que los primeros síntomas de mejora ya estaban ahí. Por lo tanto, antes de que se produzca un colapso, en los niveles que ellos lo han planeado, necesitarán un evento o a alguien a quien culpar por “detener la recuperación que estábamos experimentando” y por provocar el colapso económico.
¿Y por qué no podría ser el estallido de la burbuja bursátil de China ese evento que ejerza de “chivo expiatorio”?, cuestionará alguno de Uds. Pues a mí me parece improbable. Más bien creo que va a producirse alguna nueva “guerra” y / o algún importante evento “terrorista” de falsa bandera falsa, que ejercerá de detonante del colapso económico.
Así pues, según mi discernimiento espiritual aún hace falta un evento, un acontecimiento, un hecho concreto, al que culpar del colapso económico venidero. Cuando aparezca ese evento, empezará todo.
Por otro lado, considerando la señal de las lunas de sangre que el Eterno nos ha dado, he sentido la convicción profética de que el gran colapso se iniciará recién en el otoño boreal (del hemisferio norte) cuando las Altas Fiestas (Yom Teruah, Yom Kippur, y Sukkot) hayan finalizado, los libros hayan sido una vez más cerrados delante del Trono de Abba. Entonces millones de ángeles se abalanzarán sobre las naciones y harán tambalear todas sus columnas anti-Mesías.