Una nueva encuesta realizada por un sitio de divorcios del Reino Unido descubrió que el 33% de las peticiones de divorcio en 2011 contenían referencias a Facebook.
Otra encuesta, realizada por la Academia Norteamericana de Abogados de Familia, descubrió que «Facebook tiene la distinción de ser el líder indiscutido de la evidencia para divorcios con el 66% de los casos citándolo como la fuente principal». Además, más del 80% de los abogados de familia declararon que «han visto un aumento en el número de casos que usan evidencia de redes sociales» durante los últimos años.
Los abogados que llevan casos de divorcio en Estados Unidos reconocen que cada vez tienen más trabajo desde que existen las redes sociales.
De los abogados consultados, dos tercios dijeron que Facebook es la principal fuente de pruebas en los Juicios y que se lo menciona en el 20% de los casos, seguido por MySpace con el 14% y Twitter con el 5%. Según la firma de encuestas DivorceOnline, una de cada tres demandas de divorcio incluyen la palabra “Facebook” en las declaraciones de alguno de los cónyuges que quieren dejar de serlo.
La pregunta que surge ante esto es: ¿qué es tan malo sobre Facebook, y por qué está teniendo un rol protagonista en la destrucción de tantos matrimonios? Pese a que Facebook tiene muchos beneficios, hay un par de cosas que debes tener en cuenta cuando se interpone entre tú y tu esposa.
1. No ser menos que los demás
Ten en cuenta que hoy en día nuestras vidas son un libro abierto. Entras a tu cuenta de Facebook y puedes enterarte de todos los detalles íntimos de la vida de tus amigos. Incluso si estás muy contento con tu relación, puedes comenzar a descubrir que tu matrimonio no es tan excitante como creías que era. Facebook le ha dado un nuevo significado a la expresión: «No ser menos que los demás«.
Piensa en una esposa que lee sobre las vacaciones familiares de su conocida. Tentada comienza a preguntarse: «¿Por qué mi esposo no lleva a nuestra familia de camping, como lo hace el de ella?» Desde aquí se desata una gran pelea y, a pesar de que él finalmente accede a ir de camping, ellos se dan cuenta después de una mala experiencia que en realidad no hay dos familias iguales, y que los románticos mensajes que publicaba la conocida en Facebook sobre ser “una mamá aventurera” no se aplicaban a ellos.
Lo primero que necesito que recuerdes es que es fácil ver las vidas de los demás y, desde allí, tentarse a querer lo mismo para nosotros. La trampa de esto es que a menudo se crea una ansiedad latente que lleva a tensión en el hogar y a demandas irracionales de convivencia. Deberías tener en cuenta que esa amiga de Facebook puede parecer estar pasándola increíble viajando y comprando ropas nuevas, pero no te olvides que su marido quizás tiene una empresa de buenos ingresos.
¡Por favor, no te dejes confundir cuando eres bombardeado por la grandiosidad exterior (y a menudo falsa) de las vidas de los demás!
2. Relaciones con el sexo opuesto.
Debes tener en cuenta que si estás en una relación que te hace sentir poco amada (amado) o descuidada (descuidado), un poco de atención del sexo opuesto puede ser tentador.
El problema será que la soltura de los comentarios casuales que hagas en Facebook (u otra red social) puede llevar a grandes problemas cuando te vayas apegando cada vez más a alguien que no es tu pareja. Sólo un comentario lindo aquí, un poco de chat allá… y sin que te des cuenta, terminas estando emocionalmente involucrado en una relación prohibida.
Aún si tienes un matrimonio feliz, el pasar suficiente tiempo en privado con alguien que te atrae puede convertir esa química en enamoramiento. Y mucho más aún si tienes un matrimonio insatisfactorio. Se ha comprobado que chatear en Facebook o mandar mensajes instantáneos cuando nadie está mirando puede agregar la emoción de la privacidad a la conversación. Pero, en poco tiempo te podrías encontrar en una situación comprometedora en la que no quieres estar.
3. Poniendo los trapitos al sol.
Si sientes frustración con tu pareja, es natural querer contárselo a un amigo. El problema es que, desafortunadamente, no siempre es una decisión inteligente. Idealmente, uno debería aprender técnicas para mejorar las relaciones interpersonales, con el objetivo de poder comunicarse directamente con la pareja. Esto mantiene la relación en dónde tiene que estar: entre el esposo y la mujer.
De no ser posible, entonces la segunda mejor opción es una tercera persona, desinteresada y objetiva, que sólo deje que te descargues haciendo catarsis en y con ella.
Te presente que el problema surge cuando comienzas a hablar sobre tu cónyuge con amigos que pueden influenciar tu relación de manera negativa.
Piensa, por ejemplo, en el caso de una mujer que publicó en Facebook una historia derogatoria sobre su marido. Inmediatamente una amiga comentó: «sólo tu marido es capaz de hacer una cosa así«. Esta afirmación de los defectos de su marido de seguro no fue una contribución positiva y alentadora para su relación. Más aún, puede que muchos de nuestros amigos tengan ellos mismos un mal matrimonio, y les encantaría encontrar a otra persona por la que sentir lástima.
De acuerdo a las estadísticas, Facebook ha resultado ser un camino fácil para un chat que ofrece consejos gratis y sentimientos desalentadores sobre tu pareja. Por medio de él, la tentación será, mientras nos hundimos cada vez más en la negatividad, olvidarnos de la posibilidad de hacer que la relación funcione.
Sé que los estudios no siempre son del todo precisos, pero desde mi experiencia de aconsejamiento matrimonial, he visto los efectos negativos que los celos, las relaciones con el sexo opuesto y el discutir sobre el matrimonio con amigos pueden tener en la relación. Pese a que Facebook puede ser un excelente medio para mantenerse en contacto, también puede terminar proveyendo un acceso mucho más fácil para que estas fuerzas externas entren a tu relación y la arruinen.
A partir de ahora pensemos dos veces antes de publicar algo en nuestro muro, porque cada cosa que digamos puede ser usada en nuestra contra.