Coaching

La Fisiología del Dolor en los Hijos de Dios

La fisiología del propósito divino es así: un día sentimos que el dolor nos desgarra, y es inevitable, cómo es inevitable el miedo que nos invadió en el momento de prueba. Es entonces, cuando comprendemos que la aflicción es una página más en el Libro de la Vida; y nos queda claro que una página en dicho libro no hace lo que somos, simplemente nos complementa.

David Nesher

¿Ser Inteligente en la Escuela… Es Serlo También en la Vida?

Siempre, en mis conferencias insisto en lo mismo: Triunfar académicamente no garantiza éxito en la vida.

Justamente me edificó leer a Robert Kiyosaki, y grabar en mí su consejo cuando escribía: «usted debe tener dos profesiones: Una para usted y una para su dinero.«

¿POR QUÉ FALLAN MUCHAS PERSONAS INTELIGENTES?

He descubierto a lo largo de mi profesión que muchas personas tienen la opinión de que cuanto más inteligente sea, mayores serán sus posibilidades de éxito en la vida, especialmente si se sabe que es inteligente en la escuela o en la universidad.

El planteo ante esta creencia es si dichas personas inteligentes tienen mayores posibilidades de éxito que las personas menos inteligentes. La respuesta a esta cuestión la he obtenido al reflexionar sobre distintas vivencias que he escuchado, y muchos testimonios de vida que he conocido.

MUCHAS PERSONAS INTELIGENTES FALLAN

Encontré una historia que sé aclarará el planteo realizado en esta bitácora. Durante la Primera Guerra Mundial, el doctor en psicología Lewis Terman trató de responder ese planteo al realizar un experimento que terminó abarcando cuarenta años.

Es la investigación más larga que se haya llevado a cabo en el campo de la psicología y trata de responder la mismas pregunta: si las personas inteligentes tienen una mayor probabilidad de éxito que las personas comunes.

El dr. Terman comenzó su investigación buscando a niños brillantes en todos los rincones de los Estados Unidos. Los estándares de inteligencia establecidos por Terman eran niños con un CI de al menos 140. [A nivel información, diré aquí que el puntaje IQ promedio de las personas está en los números 90-109. Si tiene un puntaje de CI por encima de ese número, entonces se lo considera muy inteligente y si tiene un puntaje de CI por encima de 140, se le considera un genio].

Para ampliar mejor la idea de lo planteado, debemos saber que el fenomenal científico Albert Einstein tenía un IQ (coeficiente intelectual) de 160. En otras palabras, los 1.487 niños estudiados por el Dr. Terman eran obviamente tan inteligentes como Einstein, o incluso más inteligentes. Desde aquí, Terman dedicó su vida a seguir y estudiar a estos 1,487 niños.

Después de varios años siguiéndolos, el Dr. Terman se dio cuenta de que eran los niños que siempre obtenían las mejores calificaciones en la escuela, ganaban varios tipos de concursos escolares, y así sucesivamente esto llevó al Dr. Terman a concluir que estos niños serían los futuros líderes. Serán multi millonarios, políticos famosos, e incluso algunos, en el futuro, alcanzarán la presidencia de los Estados Unidos, se llegó a convencer el psicólogo. 

De hecho, esta expectativa del investigador terminó lejos de la realidad. Cuando estos niños geniales crecieron, muy pocos lograron grandes cosas en la vida. Ni siquiera uno de ellos ganó el Premio Nobel como nivel mínimo que Terman esperaba.

Sin embargo, la sorpresa de Terman fue mayor, cuando descubrió que, dos de los que una vez fueron rechazados como candidatos para este experimento con niños genios, niños a quienes él y su colaboradores consideraban en menos, de hecho ganaron el Premio Noble en Física.

Después de pasar tanto tiempo investigando, el Dr. Terman concluyó su experimento con la cita Hemos visto que los intelectuales y los logros no están relacionados en absoluto”.

LA INTELIGENCIA “INTELECTUAL” NO ASEGURA EL ÉXITO

Así pues, la psicología actual asume que ser una persona inteligente es algo por lo que se debe estar agradecido y tener una historia diferente. El hecho de que alguien sea un poco más inteligente que otro no significa que tendrá más éxito en su vida.

Entonces, la cultura formada, tanto en los Estados Unidos como en muchas partes del mundo, de que la inteligencia, es la única herramienta importante para lograr el éxito, en realidad está bien lejos de lo cierto.

Así que no deje que otras personas lo engañen solo porque no es tan inteligente como sus amigos o no tiene tanto valor como sus amigos en la escuela al decir que no tendrá éxito o que no podrá convertirse en un líder en el futuro.

Puede que no sea tan inteligente en la escuela, pero podría tener un gran talento en otros campos que no todos tienen.

UN CASO REALMENTE EXTRAORDINARIO

Tomemos un ejemplo simple. Cristiano Ronaldo, un futbolista portugués, no se graduó de la escuela e incluso sus amigos dijeron que era estúpido. Sin embargo, tiene un talento extraordinario en términos de fútbol que descubrió desde la infancia y la elección recayó en asistir a una escuela de fútbol en lugar de a una escuela pública.

Su talento y trabajo duro lo llevaron a convertirse en uno de los mejores jugadores de fútbol en la historia del fútbol. Con solo 33 años, ha logrado muchas cosas tanto en el campo como fuera de él.

El famoso jugador de fútbol Cristiano Ronaldo es una prueba de que la inteligencia no lo es todo. Por lo tanto, se puede concluir que la intelectualidad se considera demasiado excesiva, pero el trabajo duro ciertamente puede garantizarle el éxito.

Los 11 Consejos de Bill Gates que No Aprenderás en Ninguna Escuela.

Cuenta la anécdota que Bill Gates fue invitado por una escuela secundaria para una conferencia.

Llegó en helicóptero, tomó el papel del bolsillo donde había escrito once artículos. Leyó todo en menos de 5 minutos, fue aplaudido por más de 10 minutos sin parar, dio las gracias y se retiró a su helicóptero.

Lo que estaba escrito es muy interesante y de gran importancia para asegurarse el verdadero éxito de la vida. Aquí se los comparto para que mediten y los practiquen:

1. La vida no es fácil acostúmbrese a ello.

2. El mundo no está preocupado en tu autoestima. El mundo espera que hagas algo útil por él antes de que te sientas bien contigo mismo.

3. Tú no ganarás 3.000 dólares por mes al salir de la escuela o universidad. No serás vicepresidente de una empresa con auto y teléfono a tu disposición. Debes ganártelo con tu propio esfuerzo

4. Si crees que tu profesor es duro, espera hasta tener un jefe. Él no tendrá pena de ti.

5. Si crees que vender periódicos o trabajar durante las vacaciones no están de acuerdo a tus expectativas o lo rechazas. Créeme, tus abuelos tienen una palabra distinta para esto y lo llaman “oportunidad”.

6. Si fracasas, no es culpa de tus padres. No te arrepientas de tus errores aprende de ellos.

7. Antes de nacer, tus padres no eran tan críticos como ahora. Mira ellos pagan tus cuentas, lavan tu ropa y tienen que escucharte decir que son «ridículos» o “anticuados”. Entonces, antes de salvar al planeta para la próxima generación primero intenta ordenar tu propio cuarto.

8. En tu escuela pueden haber eliminado perder el año dándote muchas oportunidades para que apruebes, pero la vida no es así. Esto no se parece a absolutamente nada en la vida real. Si cometes un error en la empresa, estas despedido…¡¡¡estás en la calle!!! ¡¡¡No tendrás más oportunidad!!

9. La vida no se divide en semestres. No tendrás siempre vacaciones más de un mes y es poco probable que otros empleados o compañeros de trabajo te ayuden a cumplir tus tareas al final de cada periodo.

10. La televisión no es la vida real. En la vida real, las personas tienen que dejar la comodidad e ir a trabajar.

11. Sé legal, no copies ni critiques a tus compañeros que se esfuerzan. Hay una gran probabilidad de que tú estarás trabajando para uno de ellos.

«El Discurso Más Corto»

A continuación les transcribo literalmente el discurso, que como su nombre indica, es verdaderamente corto y debiera servir de reflexión para que todo aquel que está al frente de una empresa comprenda y acepte que las mejores prácticas de responsabilidad social para con sus colaboradores, irónicamente son aquellas que tienen que ver con la vida y no con el empleo.

El discurso más corto que Bryan Dyson al dejar el cargo de Presidente de Coca Cola vibra plenamente de sabiduría:

«Imagina la vida como un juego en el que estás malabareando cinco pelotas en el aire. Estas son: tu trabajo, tu familia, tu salud, tus amigos y tu vida espiritual; y las mantienes todas en el aire.

Pronto te darás cuenta qu el trabajo es como una pelota de goma, si la dejas caer, rebotará y regresará. Pero las otras cuatro pelotas: familia, salud, amigos y espíritu son frágiles, como de cristal. Si dejas caer una de éstas, irrevocablemente saldrá astillada, marcada, mellada, dañada e incluso rota. Nunca volverá a ser lo mismo. Debes entender esto: apreciar y esforzarte por conseguir y cuidar lo más valioso.

Trabaja eficientemente en el horario regular de oficina y deja el trabajo a tiempo.

Dale el tiempo requerido a tu familia y a tus amigos.

Haz ejercicio, come y descansa adecuadamente. Y sobre todo, crece en vida interior, en lo espiritual, que es lo más trascendental, porque es eterno.

William Shakespeare decía: Siempre me siento feliz, ¿sabes por qué? Porque no espero nada de nadie, esperar siempre duele.

Los problemas no son eternos, siempre tienen solución. Lo único que no se resuelve es la muerte.
La vida es corta, ¡por eso, ámala!

Vive intensamente y recuerda:

Antes de hablar… ¡Escucha!
Antes de escribir… ¡Piensa!
Antes de criticar… ¡Examínate! Antes de herir… ¡Siente!
Antes de orar… ¡Perdona!
Antes de gastar… ¡Gana!
Antes de rendirte… ¡Intenta!
Antes de morir… ¡VIVE!

Interesante será que e cuente que Bryan Dyson trabajó por 35 años para Coca-Cola. Su historia con la compañía inicia en 1959 al unirse a Coca Cola Co. en Venezuela y trabajar durante muchos años en América del Sur, el Caribe y México. En 1978, fue nombrado el presidente de Coca-Cola EE.UU.. En 1983 fue nombrado presidente de Coca-Cola North America, con la responsabilidad de dirigir toda la Compañía en América del Norte. En 1986, fue nombrado presidente y director general (CEO) de Coca-Cola Enterprises (CCE).

Se desempeñó como consultor senior de The Coca-Cola entre enero de 1992 y octubre de 1993. Se retiró de Coca-Cola en 1994, pero se mantuvo activo como consultor de la Compañía. En agosto de 2001 salió de su retiro y aceptó el cargo de Vicepresidente y Director General de Operaciones (COO) de The Coca-Cola Company.

Por el momento, nadie sabe cuándo nació ni se sabe si todavía vive o no.

Los Dientes del Sultán… (y las Formas de Decir las Cosas)

Un Sultán soñó que había perdido todos los dientes. Por esto, al despertar, ordenó llamar a un sabio para que interpretase su sueño.

«¡Qué desgracia Mi Señor!» -exclamó el Sabio- «Cada diente caído representa la pérdida de un pariente de vuestra Majestad.»

– «¡Qué insolencia!» – gritó el Sultán enfurecido. «¿Cómo te atreves a decirme semejante cosa? ¡Fuera de aquí!»

Llamó a su guardia y encargó que le dieran cien latigazos.

Más tarde mandó que le trajesen a Nasrudín, el otro sabio de la corte, y le contó lo que había soñado. Este, después de escuchar al sultán con atención, le dijo:

– «¡Excelso Señor! Gran felicidad le ha sido reservada. El sueño significa que sobrevivirás a todos vuestros parientes.»

Ell semblante del Sultán se iluminó con una gran sonrisa y ordenó que le dieran a Nasrudín cien monedas de oro.

Cuando el mullá salía del Palacio, uno de los cortesanos le dijo admirado:

– «¡No es posible! La interpretación que habéis hecho de los sueños es la misma que el primer sabio. No entiendo porque al primero le pagó con cien latigazos y a ti con cien monedas de oro.»

«Recuerda bien amigo mío«, respondió Nasrudín, «…todo depende de la forma como se dicen las cosas.»

 

Para concluir solamente diré que la verdad puede ser comparada con una piedra preciosa. Si la lanzamos contra el rostro de alguien, puede herir, pero si la envolvemos en un delicado embalaje y la ofrecemos con ternura ciertamente será aceptada con agrado.

 

Ahora los invito a reflexionar lo que dice el sabio rey Salomón en el libro de los Proverbios:

 

«Las palabras del hombre son aguas profundas,

río que corre, pozo de sabiduría…

Con sus labios, el necio se mete en líos;

con sus palabras precipitadas se busca buenos azotes…

Cada uno comerá hasta el cansancio del fruto de sus palabras.

La vida y la muerte dependen de la lengua;

los que hablan mucho sufrirán las consecuencias».

Proverbios 18: 4,20-21

 

Sin duda alguna, uno de los grandes desafíos de la humanidad es aprender a comunicarse.

 

El Eterno ha diseñado y establecido que de la comunicación depende, muchas veces, la felicidad o la desgracia, la paz o la guerra. Así mismo, Él ha determinado en este propósito ontológico que la verdad debe ser dicha en cualquier situación, de esto no tenemos la menor duda; mas, la forma con que debe ser comunicada es lo que provoca, en algunos casos, grandes problemas.

 

Cuantos matrimonios entran en crisis y conflicto por el simple hecho de no saber decir con tino las cosas. En mi experiencia como sacerdote, que trabaja en pastoral matrimonial, he constatado que muchas peleas y discusiones se pudieron haber evitado con tan solo expresar mejor sus diferencias. Todo cónyuge que se sienta atacado se defenderá contra-atacando con más virulencia. En cambio, todo cónyuge que escucha como sus actitudes afectan a su pareja, se sentirá interpelado y tomará medidas para corregirlas.

 

«El que mucho habla, mucho yerra;

callar a tiempo es de sabios»

Proverbios 10: 19

Por todo esto, elevo una plegaria pidiendo que tus palabras sean más valiosas que el silencio que rompen.

Los Tres Picapedreros y la Gran Obra de la Vida.

En un día de mucho calor tres picapedreros se encuentran rompiendo piedras en una cantera. Los tres están ensimismados en la misma tarea, pero descargan con diferentes intensidades el peso de la maza y el punzón sobre las rocas. Las expresiones de sus rostros manifiestan distintos grados de concentración en su trabajo.

 

Entonces, un caminante que por allí pasaba atento de la situación, supuso que todos eran empleados y que poseían una misma finalidad. Pero la diferente actitud de cada uno lo confundía. Pensó que tal diferencia se debe a las distintas reacciones ante el calor. Decide, entonces, romper su curiosidad abandonando su supuesto, acercarse y preguntarle a cada picapedrero para qué o por qué pica las piedras.

 

Preguntó al primer obrero y este le respondió muy malhumorado: “¿No ves? Es evidente. Pico piedras”.

 

No conforme con la respuesta, interrogó al segundo albañil y este dijo con sinceridad: “Me gano el pan. Necesito ganar dinero y alimentar a mi familia y cuantas más horas trabajo, más dinero llevaré a mi casa ”.

 

Por último, decidió preguntar al tercer trabajador y este dijo con una gran sonrisa: “Construyo una catedral”.

 

(Autor Anónimo)

 

 

Conclusión:

 

Así, de forma simple, con una respuesta diáfana, evidenció como un sencillo y humilde trabajo puede proyectarse e integrarse dentro de una gran obra. Muchos de nosotros estamos llamados, cada día durante muchos años, a ser como este último picapedrero.

 

La vida de los seres humanos está hecha para pequeños momentos tejidos en el Gran Tapiz divino de la vida cotidiana. Por ello, debemos aceptar que para vivir plenamente feliz no hacen falta grandes momentos llenos de anécdotas heroicas. Debemos procurar ser felices en la fugacidad del instante, único e irrepetible, que se nos presenta como sucesión de hechos encadenados a lo largo de un día,. No hay que esperar grandes acontecimientos para ser nosotros mismos y mostrar la fuerza interior que da sentido a la vida. Todos nosotros nos encontramos cada día ante acontecimientos sencillos, de aquellos que no salen en las crónicas, pero que son esenciales para explicar la propia existencia anexándola al propósito eterno de Dios. Cada uno de nosotros, como seres humanos, somos los protagonistas silenciosos de las pequeñas historias que sumadas hacen la Gran Historia que revelará finalmente al Mesías sobre las naciones.

 

Asumir que desde la pequeñez se pueden conseguir grandes transformaciones en la existencia humana es la gran proclamación sobre el sentido de sencillez. Creo que este es el sentido de la alabanza que se desprende del Salterio:

«… la piedra que rechazaban los constructores, ahora corona el edificio»

(Salmo 118: 2)

 

 

 

En amistad y amor en servicio: P.A. David Nesher

 

 

¡Comprobado: La Queja Hace Mal a tu Cerebro!

Tomado de: INC (ver enlace abajo)

¿Odias cuando la gente se queja? Resulta que hay una buena razón: escuchar demasiadas quejas es malo para tu cerebro de muchas maneras

Si eres de los que detesta a las personas que viven quejándose, se debe a que existe una buena razón para ello: escuchar demasiadas quejas es malo para tu cerebro en varias formas, de acuerdo con lo que Trevor Blake, un emprendedor, dice en su libro ‘Tres Simples Pasos» (“Three Simple Steps: A Map to Success in Business and Life en inglés). En sus líneas Blake demuestra cómo los neurocientíficos han aprendido a mesurar la actividad cerebral cuando se encuentra con varios estímulos, incluyendo una larga sesión de quejas.

El cerebro trabaja más como un músculo de lo que pensábamos”, dice Blake. “Por lo que si estás clavado en un rincón por mucho tiempo escuchando a alguien siendo negativo, es probable que actúes de esa misma forma”, escribe este autor, y estoy seguro que tú, al igual que yo, estás en este momento asintiendo con tu alma esta expresión. Porque eso es lo que hacemos muchas veces en nuestro diario vivir. Es como estar en automático, sin darnos cuenta.

Según la investigación que ha realizado Trevor Blake, estar expuesto a quejas por 30 minutos puede volverte TONTO, sí, así como lo lees. Esto porque las neuronas se despegan en el hipocampo cerebral -una parte del cuerpo que necesitas para resolver problemas.

Hay una gran diferencia entre llevar tu atención a algo que está mal y a una queja”, dice Blake. “Típicamente, las personas que se están quejando no quieren una solución; ellos sólo quieren que te unas a la indignidad del asunto. Casi puedes escuchar cerebros chocar cuando seis personas se juntan y empiezan a decir ‘¿No es eso terrible?’. Esto dañará a tu cerebro incluso si estás escuchando pasivamente. Y si tratas de cambiar el comportamiento de aquellas personas, tú pasarás a ser el blanco de las quejas”.

Entonces, ¿Cómo te defiendes a ti y a tu cerebro de toda la negatividad?. Trevor Blake recomienda las siguientes tácticas:

1. Toma distancia

Mi padre era un fumador empedernido” Blake confiesa. “Yo traté de cambiar su hábito, pero no es fácil hacerlo”. Blake sabía que el humo emanado por el cigarro podía dañar sus pulmones también. “Mi única salida era distanciarme.”

Deberías ver las quejas y reclamos de la misma forma, explica. El enfoque que siempre he tenido con ellas es pensar en ello igual como lo es el fumar pasivamente.”Tu cerebro te agradecerá si es que te alejas de los quejumbrosos, si es que puedes».

2. Pídele al que se queja que arregle el problema

A veces, tomar distancia no es una opción. Si no puedes alejarte fácilmente, una segunda estrategia es pedirle a la persona que arregle el problema.

«Trata de hacer que la persona que se está quejando tome responsabilidad y busque una solución«, dice Blake. «Yo típicamente respondo a una queja con un: ‘¿qué harás al respecto?. Muchos quejumbrosos se van mal humorados en ese punto, pero puede que haya algunos que van a tratar de resolver el problema«.

3. ¡Escudo encendido!

«Cuando estás atrapado escuchando una queja, puedes usar técnicas mentales para bloquearlas y así salvar tus neuronas«. Blake favorece una usada por el fallecido golfista español Seve Ballesteros durante un partido contra Jack Nicklaus—un partido que el público quería a Ballesteros como perdedor. «Él estaba teniendo dificultades para manejar la hostilidad de la multitud«, dice Blake. «Por lo que imaginó una campana de vidrio, que nadie más podía ver, descendiendo del cielo para protegerlo«.

«Los lanzadores de la Major League Baseball a veces se les puede ver diciendo ¡Escudo encendido!, mientras se dirigen a la loma». Él agrega que su propia defensa imaginaria es más como una capa de invisibilidad de Harry Potter.

«Una estrategia relacionada es retirarte mentalmente a tu lugar favorito, algún lugar al que irías si tuvieras una varita mágica. Para mí, era una cinta de hermosa arena blanca como el azúcar que se extendía de forma de herradura desde una isla privada, dice Blake. Yo me llevaría a mi refugio privado mientras la gente estuviese despotricando. Yo podía sonreírles y asentir en todas las ocasiones, mientras que me iba por un paseo a mi playa privada«.

La primera vez que Blake vio la foto de la isla fue en una revista, y la imagen se quedó con él. Eventualmente, él tuvo una oportunidad para probarla enserio. Resultó que la isla estaba en renta, y era la misma que había visto, él dice: Entonces la arrendé por una semana. Y pude dar aquella caminata.

Fuente Original: Inc. com


Notas Relacionadas y Recomendadas:

Los Peligros de Quejarse


Jetro y Su Consejo de Gestión Celestial: El Tribunal de Elohim

Por P.A. David Nesher

«Aconteció que al día siguiente se sentó Moisés a juzgar al pueblo; y el pueblo estuvo delante de Moisés desde la mañana hasta la tarde.
Viendo el suegro de Moisés todo lo que él hacía con el pueblo, dijo:
¿Qué es esto que haces tú con el pueblo? ¿Por qué te sientas tú solo, y todo el pueblo está delante de ti desde la mañana hasta la tarde?
Y Moisés respondió a su suegro:
Porque el pueblo viene a mí para consultar a Dios. Cuando tienen asuntos, vienen a mí; y yo juzgo entre el uno y el otro, y declaro las ordenanzas de Dios y sus leyes.
Entonces el suegro de Moisés le dijo:
No está bien lo que haces. Desfallecerás del todo, tú, y también este pueblo que está contigo; porque el trabajo es demasiado pesado para ti; no podrás hacerlo tú solo».

(Shemot/Éxodo 18: 13-16)

Los hombres llamados por Dios para liderar siempre están en peligro de abarcar más de lo que ellos son capaces.”
(Morgan)

Hemos estudiado que Moshé, en virtud de los acontecimientos pasados, había quedado constituido en jefe de la nación y, por tanto, en juez. Ese papel le había sido negado por uno de sus compatriotas (Ex. 2:14) y ahora lo está ejerciendo con todo derecho.

Moshé es el juez de todos los pleitos que entre los israelitas se suscitaban. Estos eran muchos, y sobre todo largos; pues, aparte de que todos los seres humanos sabemos ser elocuentes cuando se trata de defender los propios derechos, resulta que los orientales poseen en esto una elocuencia inacabable. Por esto, toda esta situación se convertía para Moshé en una carga muy grave.

Ahora bien, entendemos que la gratuidad, la solidaridad y la subsidiariedad son las tres claves de la convivencia en una comunidad, y las tres provienen de la vida familiar. Desde el deber ser mismo, en las familias, todos deben contribuir al proyecto común, todos deben trabajar por el bien común, sin anular al individuo; sino más bien sosteniéndolo y promoviéndolo. Esto enmarcara la conciencia virtuosa de la justicia, que permitirá a cada varón y cada mujer surgir de su entorno como miembros que aportan respuestas para construir la gran comunidad que los contiene: la nación.

También sabemos, de acuerdo a la revelación escritural, que el alma humana tiene una inclinación a lo bueno y una inclinación a lo malo dentro de sí. Yetzer Hará es el término hebreo utilizado en las Sagradas Escrituras para describir a la inclinación mala. Esta tendencia a lo malo  es egoísta y sólo busca sus propios beneficios. El yetzer hará es una fuerza negativa programada en nuestra mente y corazón, conocida como «deseo de recibir sólo para sí» (en hebreo «ratzon atmutz» o «ego» en griego). Por causa del Yetzer Hará surgen conflictos y guerras entre los hombres. Mientras haya una inclinación mala en el ser humano surgirán conflictos entre las personas, y la justicia será reclamada para asegurar el orden social.

Teniendo en cuenta esta fuerza negativa de nuestra alma que se opone a cada esfuerzo que hacemos por cambiar, el sabio Salomón expresó:

El corazón del hombre piensa su camino;
más Yahvéh endereza sus pasos.

(Proverbios 16:9)

Aquellos de ustedes que son padres y tienen más de un hijo pronto se dan cuenta de qué es lo que estoy exponiendo. Innumerables son las veces que han tenido que actuar como jueces cada vez que sus hijos tenían algún conflicto entre ellos que no podían resolver solos. En una familia es normal que los padres tengan que juzgar a sus hijos todos los días para poner orden, paz y justicia entre ellos. Es importante que los padres conozcan la Torah para poder aplicarla en la relación entre sus hijos. No se puede permitir el abuso, la violencia, el hurto, el lenguaje feo y demás comportamientos malignos en los niños. Los padres tienen la responsabilidad de corregir todo comportamiento que no esté de acuerdo con la Torá en sus hijos. Por eso no es bueno dejar a los hijos en manos de otros hasta que los niños hayan pasado varios años en un ambiente de casa dirigida por la Instrucción del Eterno y donde hay una atención personal para cada hijo mucho mejor que en una guardería.  La Torah rige y donde hay una atención personal para cada hijo.

EL SISTEMA DE TRIBUNAL DE JUECES ES UN DISEÑO DE GESTIÓN INSPIRADO POR ELOKIM.

Teniendo en cuenta al ejemplo doméstico que expuse en el párrafo anterior, entendemos que el sistema de jueces es un diseño divino necesario tanto en la familia, como en la sociedad. Los conflictos surgen entre las personas que componen una comunidad y generalmente ellas no saben, ni pueden darles por sí solas algún tipo de resolución. Por ello, hace falta un juez que juzgue con justo juicio, y dicte así una sentencia justa.

El derecho y la justicia constituyen el fundamento indispensable de la vida comunitaria del Pueblo de Dios. Este derecho y esta justicia echan sus raíces tanto en la rectitud natural exigida por la conciencia humana sana como en las costumbres recibidas y aprobadas ente los hombres. Lo más fuerte de esto es que en el Pueblo de Dios, es el Eterno quien dirige y juzga. Por lo tanto, las relaciones de los miembros de la comunidad no son solamente naturales. Sin que se orientan también, y por cierto de manera primordial, hacia Yahvéh. Las palabras y las acciones de los hombres son, ante todo, relaciones con Yahvéh y han de enfocarse con la voluntad del Eterno.

Yitró se maravilla de la tarea  de Moshé, pero no entiende por qué debe hacerla él solo. La respuesta de Moshé da una clave a este asunto: el pueblo viene a mí para consultar a Dios. Para conocer el pensamiento, la voluntad y el juicio de Yahvéh, hay que «consultarlo» (hebreo «derash«) y escuchar Su Palabra. 

La expresión «derash» significa también buscar e investigar, y deja bien claro, desde la boca de Moshé, que la justicia en Israel se entendía no como una disputa secular, sino como un pleito que debía resolver Yahvéh, desde su paternidad, para lo que se requería de una persona que pudiera establecer ese contacto con lo divino.

Evidentemente la revelación aquí nos enseña que el Eterno habla por medio de los hombres a quienes ha escogido, por un orden, una jerarquía, que es, al mismo tiempo, la jerarquía de la autoridad, de la responsabilidad y del servicio. Dios no se desinteresa, ni mucho menos, de los asuntos de «este mundo». El Eterno está cerca de todos. Está cerca de las personas modestas. A todos los tiene en sus manos. Y, por medio de las personas constituidas en autoridad, resuelve las causas más insignificantes. Pero siempre conforme a un orden de valores.

El juez está puesto sobre los ciudadanos en lugar del Todopoderoso. Lo que el juez dicte tiene que ser respetado como si hubiera venido directo del cielo. La única ocasión cuando no se puede obedecer la sentencia de un juez es cuando no sigue las normas de la Torá. Por eso es muy importante que un juez entienda su responsabilidad para juzgar según la justicia y no según sus propios criterios personales.

Dado el gran número de personas que conformaban la población de las doce tribus de Israel, salidas de Mitzraim (Egipto) es lógico asumir la existencia cotidiana de asuntos y preguntas sobre interpretaciones de la convivencia las cuales debían de resolverse. Aparentemente Moisés era el único juez reconocido de la nación. El trabajo de escuchar cada caso lo tenía ocupado desde la mañana hasta el crepúsculo. La expresión “se sentó Moisés a juzgar…el pueblo estuvo delante de Moisés” es totalmente descriptiva de un proceso judicial de entonces. El sentarse… estar de pie son términos técnicos de la ley semítica, el cual denota al ‘juez’ y al ‘litigante’ respectivamente. Debido a que Moisés conocía al Eterno y a Sus leyes, él era capaz de resolver justamente las disputas entre los hijos de Israel. Pero el llevar toda la responsabilidad sobre sí mismo era una carga masiva.

Yitró  (Jetro) observó esto y cuestionó a Moisés sobre el asunto diciéndole: “¡No está bien lo que haces!”. No era que Moisés era incapaz de escuchar los asuntos; no era que a él no le importara los asuntos; no era que el trabajo se pusiera en medio de él, y tampoco era que el pueblo no quería que Moisés escuchara sus asuntos. El problema era simple, era mucho trabajo para que Moisés lo pudiera hacer. Sus energías se gastaban de una manera imprudente, y la justicia era retrasada para muchos en Israel.

Moshé necesitaba delegar. De una manera similar, y seguramente considerando este pasaje de la Torah, los apóstoles insistieron que ellos debían de delegar autoridad de servicio (diakonal) para que ellos no tuvieran que abandonar su vocación magisterial de la palabra del Eterno y la oración por el servir a las mesas (Hechos 6:2-4). Esta actitud apostólica fue tomada del ejemplo sacado de Moisés escuchando humildemente el consejo de su suegro.

Según Yitró lo correcto que Moshé debía hacer primordialmente era ejercer su vocación celestial: orar y enseñar:

  • “Está tú por el pueblo delante de Dios” (oración intercesora): Este era el primer paso esencial para que Moisés delegara efectivamente. Él debía de orar por el pueblo; Moisés debía de someter los asuntos a Dios. La oración era un aspecto esencial del liderazgo de Moisés en el pueblo.
  • Enseña a ellos las ordenanzas y las leyes(magisterio): Para que Moisés pudiera dirigir y delegar efectivamente, él debía de enseñar la Instrucción de Dios no solamente a aquellos que escucharan los asuntos, sino a aquellos que pudieran tener nuevos asuntos después.

Así Yitró le deja bien en claro a Moshé que la organización que está a punto de construir no significa que delegará en otros la función de mediador con Dios, ni dejará en manos de ayudantes la tarea fundamental de educar en las leyes y de orientar en las decisiones centrales de la vida. Esa tarea le ha sido encomendada por el Eterno a Moshé y permanecerá bajo su responsabilidad.

Si el pueblo conociera la Instrucción de Dios, entonces muchos asuntos pudieran ser resueltos inmediatamente. Pero también, si el pueblo conociera la Torah, ellos no serían desalentados si no pudieran traer el asunto delante de Moshé mismo. Por el contrario, ellos sabrían que las personas que Moisés delegó podrían darles consejo de la sabiduría de Dios.

El anciano Yitró conocía el error mortal presente en el liderazgo: los hombres llamados por Dios para liderar siempre están en peligro de abarcar más de lo que ellos son capaces.

Reuel, el nombre original del suegro de Moshé llamado también Jetro, era un hombre experimentado que aconsejó sabiamente a Moshé, sobre el establecimiento de una estructura gubernamental autóctona que no dependiera  únicamente de una persona, pero sí de un aprendizaje de las leyes y la distribución de las mimas entre los diferencias líderes.

Es importante señalar que cuando Moshé fue aconsejado por su suegro Yitró a constituir jueces sobre el pueblo, no era suficiente que los jueces fueran “capaces”, lo que implica tener cualidades de liderazgo y de administración, sino que fueran “temerosos del Todopoderoso”. La cualidad de temor del cielo es sumamente importante a la hora de juzgar de acuerdo a la cosmovisión bíblica. Un juez que no teme al cielo se vuelve corrupto y caprichoso. Además tenían que ser “hombres veraces”, aborrecedores de la mentira. La última cualidad de un juez es que tenga aborrecimiento a las ganancias deshonestas, a la corrupción (Proverbios 10: 2). De esto Moshé aprendió que la delegación falla si el trabajo no es puesto en manos capaces, en hombres piadosos.

Todo este consejo de administración dejaba bien sentado que Moisés debía de cumplir una función esencial como líder: el de desarrollar e implementar nuevos líderes que impartieran justicia y garantizaran la equidad de las relaciones en la nación. Cabe aquí la cita: “No hay mejor arte en el mundo que el de desarrollar la latente capacidad de aquellos que nos rodean al unirlos a un servicio útil.” (Meyer)

El apóstol Pablo, influenciado por este pasaje, le dio el mismo consejo a Timoteo:

Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros
(2 Timoteo 2:2)

La delegación de autoridad es uno de los instrumentos clave y esenciales en el desarrollo de cualquier modelo de gestión. Para que Moisés pudiera efectivamente delegar, él debía aún de supervisar y liderar a aquellos debajo de él. El delegar es el ejercicio de liderazgo, no el abandonarlo.

Yitró le aseguró a Moshé que este sistema judicial sería muy beneficiosos para todos y fortalecería el proyecto celestial de liberación. Primero para Moisés mismo al decirle: “…tú podrás sostenerte”: Esta era la primera recompensa de una delegación efectiva. Moisés podría disfrutar más la vida y sería capaz de hacer su trabajo mejor que antes, evitando el cansancio de resolver cada asunto. Pero también aseveró: “… y también todo este pueblo irá en paz a su lugar”: La segunda recompensa era de que el pueblo podría ser servido efectivamente. Se dice que la justicia retrasada es una justicia negada, y los asuntos en Israel podrían ser prevenidos o resueltos por los mismos individuos (al enseñar la ley de Dios), o resolverse por los líderes puestos por Moisés.

Este método también tenía la ventaja de resolver los asuntos rápidamente debido a que el pueblo no necesitaba esperar en la fila por Moisés. Entre más dura la controversia peor se vuelve el enredo, las palabras son más ásperas, y más espectadores se envuelven en el asunto. Si la gente siente que no se hace justicia a sus reclamaciones y que sus pleitos se postergan indefinidamente, comienzan a dudar de la solidez de la nueva sociedad que están construyendo. Por ello Yeshúa enseñó que apenas aparece un conflicto de convivencia comunitaria debemos de ponernos de acuerdo con nuestro adversario rápidamente (Mateo 5:25).

El relato destaca que Yitró condujo a Moshé a darse cuenta de que la justicia es el punto central del sistema que propone Yahvéh, y de que sino funciona de acuerdo a lo que el Eterno manda (v. 23), el tejido social se derrumba hacia dentro y todo el proyecto social mesiánico queda sin fundamento.

Considerando este consejo, no hay duda que D.L. Moody tenía razón al afirmar: “Es mejor el poner a cien hombre a trabajar que hacer el trabajo de cien hombres.”

Con sinceridad, amistad y servicio de amor: P.A. David Nesher


Bitácora Relacionada:

La «Trágica» Historia de la Vaca

(Este cuento está extraído del libro Atrévete a decir no y refuerza tu autoestima, de Xavier Guix, Ed. La esfera de los libros.)

Un maestro oriental de sabiduría deseaba enseñarle a uno de sus discípulos los secretos para vivir una vida bienaventurada, y llena de prosperidad.

El maestro, sabiendo los muchos obstáculos que enfrentan los seres humanos en esa búsqueda, pensó que la primera lección debía conducir al discípulo a entender la razón por la que muchas personas viven atadas a una vida de conformismo y mediocridad, que les impide alcanzar el éxito de su propósito y terminan viviendo vidas apenas tolerables.

El maestro sabía que para que el joven discípulo pudiera entender claramente esta lección debía ver por sí mismo qué sucede cuando permitimos que la mediocridad gobierne nuestra vida.

Un día paseaban por un bosque con su fiel discípulo, cuando vio a lo lejos un sitio de apariencia pobre, y decidió hacer una breve visita al lugar. Durante la caminata le comentó al aprendiz sobre la importancia de realizar visitas, conocer personas y las oportunidades de aprendizaje que obtenemos de estas experiencias. Llegando al lugar constató la pobreza del sitio: los habitantes, una pareja y tres hijos, vestidos con ropas sucias, rasgadas y sin calzado; la casa, poco más que un cobertizo de madera…

Se aproximó al señor, aparentemente el padre de familia y le preguntó:

En este lugar donde no existen posibilidades de trabajo ni tampoco puntos de comercio, ¿cómo hacen para sobrevivir?

El señor respondió:

Amigo mío, nosotros tenemos una vaquita que da varios litros de leche todos los días. Una parte del producto la vendemos o lo cambiamos por otros géneros alimenticios en la ciudad vecina y con la otra parte producimos queso, cuajada, etc., para nuestro consumo. Así es como vamos sobreviviendo.

El sabio agradeció la información, contempló el lugar por un momento, se despidió y se fue. A mitad de camino, se volvió hacia su discípulo y le ordenó:
Busca la vaca, llévala al precipicio que hay allá enfrente y empújala por el barranco.

El joven, espantado, miró al maestro y le respondió que la vaquita era el único medio de subsistencia de aquella familia. El maestro permaneció en silencio y el discípulo cabizbajo fue a cumplir la orden.

Empujó la vaca por el precipicio y la vio morir. Aquella escena quedó grabada en la memoria de aquel joven durante muchos años.

Un bello día, el joven agobiado por la culpa decidió abandonar todo lo que había aprendido y regresar a aquel lugar. Quería confesar a la familia lo que había sucedido, pedirles perdón y ayudarlos.

Así lo hizo. A medida que se aproximaba al lugar, veía todo muy bonito, árboles floridos, una bonita casa con un auto en la puerta y algunos niños jugando en el jardín. El joven se sintió triste y desesperado imaginando que aquella humilde familia hubiese tenido que vender el terreno para sobrevivir.
Aceleró el paso y fue recibido por un hombre muy simpático.

El joven preguntó por la familia que vivía allí hacia unos cuatro años. El señor le respondió que seguían viviendo allí. Espantado, el joven entró corriendo en la casa y confirmó que era la misma familia que visitó hacia algunos años con el maestro.

Elogió el lugar y le preguntó al señor (el dueño de la vaquita):
¿Cómo hizo para mejorar este lugar y cambiar de vida?

El señor entusiasmado le respondió:

_ Resulta que después que ustedes estuvieron por aquí sucedió algo inesperado: la vaquita se escapó y cayó por el precipicio. Nos quedamos sin ella y sin sustento. Después del susto inicial no nos desanimamos y entre toda la familia buscamos la manera de seguir adelante. Nos vimos en la necesidad de hacer otras cosas y desarrollar otras habilidades que no sabíamos que teníamos. Se nos ocurrió hacer unas cestas y venderlas en el mercado del pueblo. Tuvimos mucho éxito y desde entonces no paramos, y además hemos diversificado el negocio y también plantamos flores y hortalizas. Aunque parezca mentira, suerte tuvimos de que la vaca desapareciera. De no ser así, aún estaríamos viviendo sólo de la leche de la vaca. Aprendimos una buena lección.  Así alcanzamos el éxito que puedes ver ahora.

Sin duda alguna, todos tenemos «alguna vaquita» que nos da alguna cosa básica para nuestra supervivencia, pero que nos lleva a la rutina y nos hace dependientes de ella. Nuestro mundo se limita a lo que «la vaquita» nos brinda.

Muchas veces nos conformamos con tener algo seguro, aunque sea limitado y no nos produzca satisfacción.

Todos tenemos un talento oculto por descubrir, expresar y compartir. Si lo encontramos y nos atrevemos a llevarlo a la ACCIÓN, entonces encontraremos nuestra prosperidad.

Debemos ser valientes y tener confianza en nosotros mismos.

No te autolimites. No permitas que nadie te limite.

Tu no naciste para estar derrotado, tu estas aquí por un propósito. El Eterno tiene algo grande para tu vida. Entonces no creas que puedes. Aférrate a la certeza que puedes.

 

Preguntas para ti mism@:

•¿Cuál es «tu vaquita»
•¿Qué te imaginas que ocurriría si te deshaces de «tu vaquita»?
•¿Qué tan dispuesto estás a sacar a «tu vaquita» de tu vida?
•¿Qué te impide deshacerte de «tu vaquita»?

¿Sabes conectarte eficazmente con los demás?

Por P.A. David Nesher

Cada uno de ustedes, tanto como yo, sabe que la vida humana se sostiene sobre las relaciones interpersonales que desarrollamos. La razón  de esto es que el Eterno, nuestra Fuente, nos diseñó como seres gregarios y. por ende colocó en nuestras almas la tendencia de necesitarnos unos de otros.

Desde que nos levantamos hasta que nos vamos a dormir, nos relacionamos con los demás. Todo hemos notada que a aquella persona que sabe relacionarse de manera sana con los demás, seguramente triunfará en la vida. Muy por el contrario, aquellos que viven en guerra con quienes los rodean, verán seguramente la gran mayoría de sus proyectos en el piso, donde se muerde el polvo del fracaso. Llevarse bien con las demás personas es ciertamente un prerrequisito para la felicidad y la seguridad, ya que toda la humanidad es interdependiente.

Las Sagradas Escrituras dejan bien claro que para avanzar precisamos contar con una extensa red de conexiones. Por eso, es tan importante llevarnos bien con los demás.

Todos, en nuestros diario vivir, conocemos a un ser humano conflictivo. Es ese alguien que allí donde va solo lleva problemas. Pero, seguramente, también conocemos a alguien con quien nos agrada pasar tiempo porque sabe cómo relacionarse exitosamente. Pero no solo es importante llevarnos bien con los demás, también es necesario llevarnos bien con nosotros mismos, es decir ser capaces de manejar nuestro mundo emocional privado. ¿Cómo te llevas con tus propias emociones?

Comparto cuatro actitudes que podemos poner en práctica para mejorar nuestras relaciones interpersonales:

 

• Elogiar a los demás

¿Cómo nos sentimos cuando nos critican? Mal. ¿Cómo nos sentimos cuando nos elogian? Bien. Dar una palabra de validación hace que empaticemos y conectemos con los demás. Por supuesto el elogio tiene que ser sincero. No tiene sentido elogiar a alguien solo para caerle bien o para conseguir algo de esa persona.

El Eterno, nuestro Dios, no anda a la caza de nuestros errores; si así fuera, ninguno podría “estar de pie” delante de él» (Salmo 130:3). Por el contrario, en su trato para con nosotros, Él es como el minero que remueve pacientemente montones de rocas en busca de piedras preciosas y, cuando encuentra una, se llena de felicidad. Claro, el valor de la piedra en bruto puede parecer insignificante; pero el minero sabe cuánto puede llegar a valer. Del mismo modo, cuando Dios ahonda en nuestro corazón, lo hace con el fin de buscar cualidades preciosas, no errores; y cuando las halla, se siente muy feliz. Él sabe que una vez talladas y pulidas pueden producir algo muy valioso: un fiel y devoto siervo suyo.

Aprendamos del ejemplo de nuestro Abba. Cuando miremos a los demás, en vez de centrarnos en sus defectos (como es la tendencia natural de los seres humanos de hoy), veámoslos como los ve Yahvéh y busquemos sus virtudes (Salmo 103:8-11, 17, 18). Y, una vez que las hallemos, elogiémoslos. ¿Cuál será el resultado? Nuestras palabras ciertamente los reanimarán y los motivarán a esforzarse aún más por hacer lo que es bueno. Nosotros, por nuestra parte, experimentaremos la dicha que produce el dar (Hechos 20:35).
Formarse el hábito de expresar una virtud ajena nos permite construir “conexiones de oro”. Tristemente muchos están acostumbrados a escuchar solamente sus puntos débiles, ya sea en el ámbito familiar, escolar o laboral. Por eso, resulta tan poderoso destacar los puntos fuertes que todos tenemos.

 

En este mundo ingrato en que vivimos, todos necesitamos sentirnos amados y apreciados. Cuando prodigamos elogios francos, fortalecemos a nuestros semejantes y les elevamos el ánimo. Las alabanzas sinceras les darán motivo para seguir dando lo mejor de sí (Proverbios 31:28, 29).

Las Sagradas Escrituras exhortan a los discípulos de Yeshúa:

… y consideremos cómo estimularnos unos a otros al amor y a las buenas obras,…” (Hebreos 10:24).

El mundo sería distinto si toda la gente se interesara en los demás, buscara sus buenas cualidades y alabara sus buenas acciones. No cabe duda de que los elogios tienen un gran poder.

 

• Ser optimista

El famoso primer ministro británico Wiston Churchill dijo alguna vez:

«Un optimista ve una oportunidad en toda calamidad, un pesimista ve una calamidad en toda oportunidad» 

El optimista no niega la realidad que ve pero sabe que el lugar donde se encuentra hoy no es su destino; cree en un mañana mejor. ¿Por qué? Porque se conoce a sí mismo y es consciente de que en su interior hay un potencial ilimitado que lo conducirá al cumplimiento de sus sueños.

El sabio rey Salomón, conociendo el poder que tiene una mente optimista, nos legó un proverbio dice:

“No hay mejor medicina que tener pensamientos alegres. Cuando se pierde el ánimo, todo el cuerpo se enferma.”

(Proverbios 17:22, Traducción en lenguaje actual [TLA]).

Es decir, la clave está en la actitud mental positiva. Puede ser la diferencia entre alcanzar una meta o rendirse; también determinará si un problema grave saca a relucir lo mejor o lo peor de uno.

Seguramente que te encontrarás diariamente con gente que no estará jamás de acuerdo con esta forma de ver la vida. Tal vez ellos te tiente con pensamientos como:

  • ¿Para qué voy a fingir que todo está bien?”.
  • Por muy optimista que sea, mis problemas seguirán ahí”.
  • Prefiero ser realista”.

Seguramente estos pensamientos pueden parecer muy razonables, por lo que muchos individuos los sostendrán y defenderán, pero les puedo asegurar que ser positivo tiene muchas (por no decir todas) las ventajas.

Actualmente estamos rodeados de mucho pesimismo, razón por la cual ser optimistas puede abrirnos puertas, permitirnos conectar eficazmente y, sobre todo, transformar cualquier ambiente negativo. Todos necesitamos palabras de aliento que nos impulsen a no tirar la toalla y seguir adelante; y los optimistas poseen esos dichos tan deseados por las masas.

«Si en el día de la aflicción te desanimas,
muy limitada es tu fortaleza».

(Proverbios 24: 10)

¿Qué significa? Que el pesimismo siempre robará la energía que todo ser humano necesita para mejorar su situación.

Aquellos que somos verdaderos creyentes en Yahvéh, debes aceptar que nuestra posición como hijos de Dios en El Mesías, nos hace merecedores de un optimismo insuperable. Para cada hijo del Eterno no hay opción en el pesimismo. La Santa Escritura dice: «A los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien» (Romanos 8:28). Y es que en Mashiaj cada uno de nosotros es «una nueva criatura» (2 Corintios 5:17), e «hijo de Dios» (Juan 1:12). «Estamos sentado en lugares celestiales con él» (Efesios 2:6), somos «luz del mundo» (Mateo 5:14), «embajadores de Cristo» (2 Corintios 5:20),  y «nada puede separarnos del amor de Dios que es en Cristo Jesús, Señor nuestro» (Romanos 8:39).

¿Cómo podríamos ser pesimistas si recordáramos esto siempre?

• Escuchar a los otros

Todos los seres humanos necesitamos que alguien nos escuche con atención. Muchas veces nos olvidamos de esto y, cuando nos encontramos con alguien, en lugar de llevar a cabo una escucha activa, solo estamos a la espera de un mínimo espacio para introducir una palabra, una opinión o un consejo. Necesitamos hablar menos y estar abiertos y dispuestos a escucharnos más.

Recordamos que el Eterno nos diseñó seres gregario, que necesitan para convivir en unidad un instrumento divino poderosísimo: el diálogo.

El diálogo derriba los muros de las divisiones y de las incomprensiones, crea puentes de comunicación y no consiente que nadie se aísle, cerrándose en su pequeño mundo. Pero es necesario que aceptemos que no dialogamos cuando no escuchamos suficiente o tendemos a interrumpir al otro para demostrar tener razón. El verdadero diálogo necesita de momentos de silencio en los damos entender a nuestro prójimo que lo acogemos como un don extraordinario de la presencia de Dios, que se llama «herman@».

Escuchar con sabiduría es construir puentes de humanidad para quien sufre el aislamiento, el abandono y la soledad. Saber escuchar pacientemente puede significar una obra de las misericordia de Dios en el corazón del otro. Hará que las personas sean mejores, más humanas, y que se aproximen más a la verdad. Saber escuchar es una manera humilde y simple de amar.

 

• Ser expresivo

Aquí necesito preguntarle a cada uno: ¿Eres una persona expresiva?

Los expertos aseguran que un discurso, solamente el 7 % es el contenido del mensaje, y el resto del mismo quedará distribuido entre los gestos corporales y la voz.  Por esto, debemos asumir que tanto nuestro cuerpo, el tono de tu voz, nuestros gestos y aún lo que callamos puede emitir un mensaje. Todos ellos están interrelacionados ya que interactúan unos con otros, no se pueden separar sin graves consecuencias.

Para conectar con otros, ese mensaje tiene que ser de aprobación y no de condena.

Nuestra forma de expresarnos puede ser una fuente de optimismo o de desánimo.

¡El Gran Desafío: Combatir el Chisme!

No andes difundiendo calumnias (otra versión: no chismorrearas) entre tu pueblo, ni expongas la vida de tu prójimo con falsos testimonios.

Yo soy Yahvéh.” 

 (Levítico 19:16)

 

“El que anda en chismes descubre el secreto;  Mas el de espíritu fiel lo guarda todo”.

(Proverbios 11: 13)

 

Primeramente, se oirán las típicas frases: «Por ahí me dijeron«, «…me contó un pajarito…», «…me dijeron que no contara pero voy a confiar en ti porque sé que tú guardas el secreto…», «… si supieras la última…», «… qué ha pasado últimamente, ¿alguna novedad?…» 

Luego, desde alguna de ellas, la epidemia se inicia y sus víctimas comienzan a morir lenta e inconscientemente. El hábito, entonces se hace endémico, y crece; y se propaga arruinando las relaciones de millones.

El mal es de centurias. Algunos aseguran que bajo del arca con Noé y su familia, sobreviviendo también al Diluvio.

Sí. Lo dedujeron bien. Se trata del rumor. El chisme que hablando del otro a sus espaldas se convierte en el arma que gatilla la peor de las formas del homicidio: el perjurio o difamación.

Lo real es que, para muchos, hablar de alguien a sus espaldas, especialmente cuando esa persona es el objeto de rumores que se han extendido mucho, puede ser algo muy jugoso. Pero, infortunadamente, esto siempre termina hiriendo en serio los sentimientos de alguien. El chisme también es un arma de doble filo: puede ser divertido mientras el chisme se basa en otras personas, pero cuando lo hacemos, permitimos también que se hagan chismes sobre nosotros, lo que casi nunca es divertido. Hazles un gran favor a tus amigos (y a ti): deja tu hábito de chismear antes de herir a alguien.

Lo cierto es que los chismes abundan y destruyen. Popularmente se asegura que hay chismes para todos los colores, sabores y olores. Cada chisme tiene su público y su mercado.

Estudios de los últimos años han demostrado que el estrés causado por el chisme puede provocar que los seres humanos bajen su rendimiento académico y laboral.

A tal punto llega el peso de este mal, que existen empresas dedicadas a hacer correr rumores para destruir a la competencia.

Todos sabemos que los chismes viajan a gran velocidad y algo que fue tan diminuto y sin trascendencia termina siendo un gran monstruo depredador. Por eso, el rey Salomón, sabiendo que el chisme puede acabar hasta con una nación, lo describió de esta manera:

«¡Qué sabrosos son los chismes, pero cuánto daño causan

(Proverbios 18: 8 – TLA)

La palabra hebrea traducida en las Sagradas Escrituras como “chismoso” es raquíl que, en su significado más profundo, significa lo que viaja de un lugar a otro sin sentido o propósito . En los libros del Antiguo Pacto esta expresión es definida como alguien que revela secretos que suceden a su alrededor. Este es alguien que le saca secretos a la gente, acerca de ellos mismos y de sus familias, y luego va repitiéndolos de casa en casa, ocasionando gran perjuicio para aquellos cuyos secretos le fueron confiados, así como para aquellos a quienes se los cuenta, y también para sí mismo.

El chisme se distingue de compartir información por su intención. El traficante de rumores tiene como meta edificarse a sí mismo por medio de hacer ver mal a los demás y así quedar exaltado por la admiración que cree que causará su gran conocimiento de los demás.

El chisme tiene la característica que va aumentando el contenido de la información a medida que pasa de boca a boca. Estudios psicológicos del tema han logrado calcular que el 70 % del tiempo que hablamos en cualquier conversación es de otra gente. Estas mismas estadísticas aseguran que a la quinta persona que le contamos algo de alguien, ese relato ya se distorsionó un 70 % del original. Por ello es que el chisme destruye todo a su paso dejando víctimas con daño que casi siempre es irreparable.

Lo mismo pasa con la lengua; es una parte muy pequeña del cuerpo, pero es capaz hablar con arrogancia cosas que irritan. ¡Qué bosque tan grande puede quemarse por causa de un pequeño fuego! Y la lengua es un fuego. Es un mundo de maldad puesto en nuestro cuerpo, que contamina a toda la persona. Está encendida por el infierno mismo, y a su vez hace arder todo el curso de la vida”. 

(Santiago 3:5-6 _ DHH)

Logramos ver aquí como el apóstol, hermano de nuestro Mesías, asegura en su carta que la lengua es un miembro tan pequeño pero tan dañino que puede encender contienda, puede irritar a las personas, puede dañar más que los golpes secos a mano limpia. Por eso, él continúa diciendo:

“pero ningún hombre puede domar la lengua, que es un mal que no puede ser refrenado, llena de veneno mortal. Con ella bendecimos al Dios y Padre, y con ella maldecimos a los hombres, que están hechos a la semejanza de Dios. De una misma boca proceden bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así.” 

(Santiago 3:8-10)


De acuerdo a esta enseñanza, es evidente que nuestra lengua, a causa de la programación reptiliana, está cargada de veneno y nadie la puede domar, este miembro daña con una facilidad y es uno de los factores por los cuales muchos discípulos de Yeshúa pierden su testimonio ante los incrédulos.

 

Cualquiera puede involucrarse en el acto del chisme, simplemente con repetir algo que escuchó en confianza. El rey Salomón, al escribir el libro de Proverbios, nos legó una larga lista que permite que sepamos como cubrirnos de los peligros del chisme y la potencial herida que resulta cuando no se toma el cuidado de pensar en los demás y en cómo pueden ellos reaccionar si es revelado algo que hayan querido mantener en privado. En esta discursar he elegido los siguientes:

El que carece de entendimiento menosprecia a su prójimo; mas el hombre prudente calla.”

(Proverbios 11:12-13)

La persona necia, debido a sus complejos, se esforzará día a día en el entrometerse en la vida de los demás, como truco psicológico para no aceptar sus problemas psicológicos. Su falta de entendimiento acerca de quien es ella y para qué está en esta tierra la presionará a hurgar en la vida de los demás, menospreciándolos y juzgándolos. En cambio, el silencio es el mejor regalo que otorgan los seres humanos sabios en demostración práctica de que aman a su prójimo.

También les dejaré este proverbio salomónico:

El que guarda su boca y su lengua, su alma guarda de angustias.

(Proverbios 21:23)

Evidentemente gran poder se desarrollará en nosotros si practicamos la disciplina de guardar nuestras lenguas y refrenarnos del acto pecaminoso del chisme. Si rendimos nuestros deseos naturales al Señor, Él nos ayudará a mantenernos rectos. El Eterno recompensa al justo y al recto, así que todos debemos luchar para permanecer como tales.

Vigila todo el tiempo lo que hablas con los demás. Nunca comiences los rumores. Sé que esto parece demasiado obvio o fácil, pero, todos sabemos que es muy fácil comenzar los rumores por casualidad. Cada vez que dices algo malo sobre alguien en la presencia de otras personas, no puedes confiar en que guarden el secreto, estás creando la posibilidad de que alguien difunda rápidamente lo que has dicho. ¡Por favor, sé confiable!

Por último te aconsejo, que cierres tus oídos al chisme y clames día a día al Señor que guarde tu boca y tus labios de hablar cosas vanas. Reza todo el tiempo posible este pedido del salmista:

SEÑOR, ponle un guardia a mi boca
    y un vigilante a la puerta de mis labios.”

(Salmos 141:3 PDT)

En verdad te insisto, si quieres ver lo bueno de la vida, desecha el chisme de tu manera de vivir:

 “Porque: el que quiere amar la vida, y ver los días buenos, refrene su lengua de mal, y sus labios no hablen engaño…

(1 Pedro 3:10).

 

Ya no seamos instrumentos de muerte para otros hermanos, dejemos de juzgar a la otra gente:

Así que, ya no nos juzguemos más los unos a los otros, sino más bien decidid no poner tropiezo u ocasión de caer al hermano.”

(Romanos 14:13)

NOTA:

Me ha parecido muy oportuno aconsejarte que, más allá de evitar los chismes, de detestarlos, de identificar a personas chismosas, te realices estas preguntas:

  • ¿De qué forma actúo cuando llega a mis oídos un comentario de gran tamaño?
  • ¿De qué forma puedo frenarlo?
  • ¿Cómo hacer si no es un solo chisme sino dos, tres o más?
  • Si ya he identificado a la persona que hace tanto daño y acaba con la dignidad de los demás, ¿cómo la abordaré y le daré freno a un ambiente lleno de chismes que lastima y estropea la tranquilidad de todos?

¡Tu Valor sigue siendo el mismo!

Un profesor saca en plena clase, de su bolsillo, un billete de cien dólares. Con total seriedad pregunta a sus alumnos: «¿A quien le gustaría tener este billete?»
Todos los alumnos, sin dudarlo y llenos de expectativa, levantan la mano.
El profesor entonces arruga el billete y vuelve a interrogarlos: «¿Siguen queriéndolo?»
Las manos de sus educandos suben de nuevo.
El hombre entonces lanza el billete arrugado al suelo, salta encima y comienza a pisotearlo con mucha violencia y reiteradamente hasta asegurarse dejarlo bien sucio. Entonces, toma el billete del piso y con mucho asco por la suciedad de este les dice a sus alumnos: «¿Aún lo quieren?«
Todos los alumnos no dejan de levantar la mano.
Fue entonces que les dijo:
Amados alumnos míos, ustedes han aprendido una lección muy importante hoy.
Aunque he arrugado el billete, lo he lanzado al piso y pisoteado, todos ustedes quieren todavía tener la posesión del mismo. Eso se debe al hecho de que su valor no ha cambiado y sigue siendo el mismo. 
Con vuestras vidas también pasa igual. Muchas veces, a cada uno de ustedes lo ofenden, lo rechazan y los acontecimientos lo sacuden hasta hacerlos caer y experimentar el «pisoteo» del sistema. Algunos de ustedes han sentido que ya no vale nada.

Pero, sin embargo, la verdad es que tu VALOR no cambiará NUNCA para la gente que realmente te quiere. Incluso en los días en que estés en tu peor momento. ¡TU VALOR SIGUE SIENDO EL MISMO!

Por lo tanto, jamás dudes de tu valor. Tú vales siempre igual o más. ¡Nunca pero nunca valdrás menos!

Moviéndonos en la Dirección y la Visión correctas

«Es, pues, la fe, la sustancia de las cosas que se esperan, la demostración de lo que no se ve».
Hebreos 11:1

Ante el hecho de estar entrando en la última luna del año shemitá (Adar bet), y estar a pocos días del Año de Jubileo (Yobel) según el calendario del Eterno Abba, tenemos que identificar si nos estamos moviendo en la dirección correcta, si estamos tomando la acción correcta y si nuestra visión está concentrada en lo que realmente queremos alcanzar.
Es vital reconocer que cuando tenemos unos objetivos bien definidos y escritos en un proyecto, esto nos inspira y nos produce la energía para generar la motivación necesaria que nos permitirá conseguir los resultados deseados.
Los redimidos en el Mesías pueden lograr y desarrollar cualquier cosa en la vida si se capacitan en las asambleas para hacerlo. La fe para creer que se puede hacer es vital porque tomamos acción de acuerdo a los resultados que queremos conseguir, y la fe es la convicción de ver lo que aún no se ve, y certeza de aquello que esperamos.
Mientras intercedía hoy, discerní algo muy importante. Hay escogidos que leen esta página que son muy competentes pero que no están consiguiendo los objetivos que quieren porque se ha convertido en personas impotentes, ya que están enfocadas en objetivos impotentes.
El mayor problema de la gente que aún está bajo la opresión del sistema reptiliano es que no se concentran en los recursos que tienen, sino en lo que no tienen. Muchos de los creyentes aún permanecen cautivos en los paradigmas de esa cautividad babilónica.
En esta meditación, me veo instado en Su Espíritu a recordarles que uno de los combustibles vitales para obtener los resultados es la fe heredada en Su Gracia bendita. Ella es el elemento más importante que se puede tener en la vida mesiánica que se nos ha otorgado en Yeshúa. En las Sagradas Escrituras, la fe se define como la convicción de ver lo que aún no se ve. Cuando tú crees que puedes hacerlo y tienes fe en lo que va hacer, inmediatamente se desata la energía, el entusiasmo y la convicción.
¡Por todo ello es importante que defina quién es, hacia dónde va y cuáles son los resultados que desea alcanzar!
«Porque en esperanza hemos sido salvos, pero la esperanza que se ve no es esperanza, pues, ¿por qué esperar lo que uno ve?» (Romanos 8:24)

«al no poner nuestra vista en las cosas que se ven, sino en las que no se ven; porque las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas«. (2 Corintios 4:18)

 

«… porque por fe andamos, no por vista«; (2 Corintios 5:7)

Murió la Persona que Te Bloqueaba

Cuando los empleados llegaron a trabajar, encontraron en la recepción un enorme letrero en el que estaba escrito:

«Ayer falleció la persona que impedía el crecimiento de usted en ésta empresa. 
«Está invitado al velorio, en el área de deportes».

Al comienzo, todos se entristecieron por la muerte de uno de sus compañeros, pero después comenzaron a sentir curiosidad por saber quién era el que estaba impidiendo el crecimiento de sus compañeros y la empresa.

La agitación en el área deportiva era tan grande que fue necesario llamar a los de seguridad para organizar la fila en el velorio.

Conforme las personas iban acercándose al ataúd, la excitación aumentaba ¿Quién será que estaba impidiendo mi progreso? ¡Qué bueno que el infeliz murió!

Uno a uno, los empleados agitados se aproximaban al ataúd, miraban al difunto y tragaban seco.

Se quedaban unos minutos en el más absoluto silencio, como si les hubieran tocado lo más profundo del alma.

Pues bien, en el fondo del ataúd había un espejo.

Cada uno se veía a sí mismo, con el siguiente letrero: «Sólo existe una persona capaz de limitar tu crecimiento: ¡TU MISMO«! Tú eres la única persona que puede hacer una revolución en tu vida.

Tú eres la única persona que puede perjudicar tu vida, y tú eres la única persona que se puede ayudar a si mismo.

Tu vida no cambia cuando cambia tu jefe, cuando tus amigos cambian, cuando tus padres cambian, cuando tu pareja cambia.

Tu vida cambia, cuando tú cambias, eres el único (la única) responsable por ella.

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«El mundo es como un espejo, que devuelve a cada persona, el reflejo de sus propios pensamientos…La manera como tu encaras la vida es lo que hace la diferencia«.

10 Métodos Claves para hacer Feliz a tu Esposa

Si tú eres un esposo, y te encuentras leyendo esta bitácora, será muy importante que te convenzas que son las cosas simples que haces todos los días las que pueden hacer feliz a tu esposa.

El mostrar amor y respeto a tu esposa le recuerda por qué casarse contigo fue la mejor decisión que ha tomado.

A continuación te comparto 10 consejos básicos para mostrar cada día el amor que le tienes a tu querida esposa. No olvides que: ¡Esposa feliz significa vida feliz!

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• 1. Preséntala con un cumplido. . Decir algo como «Me gustaría que conocieras a mi bella esposa», o «Esta es mi media naranja » vale mucho más de lo que imaginas. Reconocer públicamente a tu esposa como tu adorada compañera de por vida es otra muestra de que la valoras.
• 2. Abrázala cuando se saluden. Después de un largo día de, tú peleando batallas en la oficina y ella de impedir que los niños trepen los muros de la casa, los dos pueden beneficiarse de un tierno abrazo. Asegúrate de demostrarle que la extrañaste y que te alegras de reunirse de nuevo. También ten presente que un largo y cariñoso beso nunca está de más.
• 3. Pregúntale cómo puedes ayudar. Si esto se trata de algo nuevo para ti, tu esposa puede llegar a pensar que te traes algo entre manos. Con sincera voluntad de ayudarla, pregunta cómo puedes aliviar su carga. Este gesto aplica a mucho más que trabajar en el jardín, significa también estar en sintonía con sus necesidades emocionales y espirituales. A veces todo lo que tu esposa necesita es un oído atento.
• 4. Deja que ella escoja la película. O, si están jugando videojuegos o juegos de mesa, déjala elegir. Ella necesita saber que su opinión cuenta en su matrimonio. El tomar turnos con estas simples opciones hace que sea más fácil el llegar a acuerdos en las decisiones más importantes.
• 5. Perdónala. Si tu esposa olvidó prepararte el almuerzo, o accidentalmente rompió el control remoto de la TV: perdónala. Después de todo, ¿no es humana también? Toma en cuenta todo lo que hace bien y deja pasar los pequeños errores. Tú tampoco eres la perfección en persona.
• 6. Dale la mano en público. Algunas mujeres son menos propensas a las demostraciones de afecto públicas, pero mientras sea apropiado, toma y estrecha su mano. Con la certeza de que estás orgulloso de ella, tu esposa caminará más alto, y con una sonrisa un poco más grande.
• 7. Escríbele cartas de amor. No tienes que ser Shakespeare; aquí la intención es lo que cuenta. Concéntrate en las cosas específicas que te gustan de ella, como la arruga que se forma en su nariz cuando se ríe o cómo ella siempre encuentra el lado positivo de toda situación. Puedes esconder tu carta de amor en su bolsa de maquillaje, debajo de la almohada, o en algún otro lugar que ella pueda descubrirlo. Verás como le alegras el día a tu esposa con esta grata sorpresa.
• 8. Sé hombre y abre la puerta. La caballerosidad no ha muerto. Siempre que sea posible, abre la puerta galantemente para cuidar de tu señora. Lo más seguro es que ella creció queriendo ser una princesa, entonces, sé su príncipe.
• 9. Reserva un día a la semana para salir en citas. En un mundo rápido y exigente, es fácil quedar atrapado entre las tantas responsabilidades como son los niños, el trabajo, la comunidad, la familia extendida e incluso responsabilidades en la iglesia. Escoge una noche especial a la semana solo para ustedes dos. No tiene por qué ser una salida costosa o extravagante. Solo tienes que hacer un esfuerzo para consentirla y cortejarla, como lo hiciste cuando eran novios.
• 10. Déjala volar. Como su compañero, estás en la mejor posición para ayudar a tu esposa a alcanzar sus sueños.

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Traducido y adaptado al español por Miriam Aguirre del original en inglés 10 simple ways to make your wife happy de Crystalee Beck

¡Nunca Te Detengas!

Siempre ten presente que: la piel se arruga, el pelo se vuelve blanco,

los días se convierten en años;

pero lo importante no cambia, tu fuerza y tu convicción no tienen edad.

Tu espíritu es el plumero de cualquier tela de araña.

 
Detrás de cada línea de llegada, hay una de partida.
 
Detrás de cada logro, hay otro desafío.
 
Mientras estés vivo, siéntete vivo.
 
Si extrañas lo que hacías vuelve a hacerlo.
 
No vivas de fotos amarillas.
 
Sigue aunque todos esperen que abandones.
 
No dejes que se oxide el hierro que hay en ti.
 
Haz que en vez de lástima, te tengan respeto.
 
Cuando por los años no puedas correr, trota.
 
Cuando no puedas trotar, camina.
 
Cuando no puedas caminar, usa el bastón…
 
¡Pero NUNCA te detengas!
 Teresa de Calcuta

¿Cuánto cuesta un Milagro?

Micaela, una niña de ocho años oyó a sus padres decir que su hermanito Andrés estaba muy enfermo y que ellos no tenían el dinero necesario para pagar la operación que podría salvar su vida. «Sólo un milagro puede salvarlo», les oyó decir.

Micaela, fue a su habitación y sacó de un frasco todos sus ahorros. Vació el contenido y con todas las monedas que tenía fue a la farmacia. Esperó con paciencia al farmacéutico que estaba muy ocupado hablando con otro hombre.

Por fin, molesto, le preguntó:

¿Qué necesitas? Estoy conversando con mi hermano que vino de Chicago y al que no he visto en mucho tiempo – añadió, sin esperar que la niña respondiera su pregunta.

Es por mi hermano, – dijo la niña – está muy enfermo y quiero comprarle un milagro.

¿Cómo? – preguntó el boticario.

Se llama Andrés y tiene algo muy malo que le está creciendo dentro de la cabeza. Dice mi papá que sólo un milagro le puede salvar. ¿Cuánto cuesta un milagro?

Aquí no vendemos milagros, lo siento, pero no puedo ayudarte – contestó éste, con un nudo en la garganta.

Mire, tengo dinero para pagarlo. Si no es suficiente, conseguiré lo que falte. Dígame cuánto cuesta.

El hermano del farmacéutico era un hombre muy elegante. Se inclinó, y preguntó a la niña:

¿Qué clase de milagro necesita tu hermano?

No sé– respondió Micaela, mientras sus ojos se llenaban de lágrimas. Lo que sé, es que está muy enfermo y dice mamá que necesita una operación, pero como mi papá no puede pagarla, quiero hacerlo yo con mi dinero.

¿Cuánto tienes?  – preguntó el señor que venía de Chicago.

Un dólar y once centavos – respondió Micaela con voz apenas audible. Es todo lo que tengo, pero si hace falta, puedo conseguir más.

¡Qué casualidad! – dijo sonriendo, un dólar y once centavos es justo lo que cuesta un milagro para tu hermanito.

Seguidamente, el hombre recogió el dinero en una mano y con la otra tomó la mano de la niña y le dijo:

Llévame a tu casa. Quiero ver a tu hermano y conocer a tus padres, para ver si tengo la clase de milagro que necesitas.

Aquel hombre bien vestido era el Dr. Armstrong, especialista en neurocirugía, quien realizó la delicada operación. Al poco tiempo, Andrés se había restablecido totalmente.

La madre emocionada comentó: Esta operación fue un milagro. ¿Cuánto habrá costado? Micaela sonrió. Sabía exactamente cuánto costaba un milagro: un dólar y once centavos…

Micaela es un gran ejemplo, ella salió de su casa convencida de conseguir el milagro para su hermano, sólo porque en su Fe e inocencia estaba el verdadero amor de Dios.

¡Sal día a día de tu casa convencido de encontrar tu Milagro!

“Ahora bien, la fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve”.

(Hebreos 11:1)

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“Y todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo recibiréis”.

(Mateo 21:22)

Liderazgo: Los secretos para lograr que las cosas se hagan

El mayor desafío con el que me he encontrado a lo largo de mi liderazgo es lograr que las cosas se hagan, en el tiempo y lugar oportunos.  También he notado en estos años que no fue solamente mi desafío sino el de muchos que de una u otra manera están día a día en la tarea de encabezar distintos tipos de empresas y negocios.

Me encontré con una nota de la BBC  que se basa en entrevistas realizadas por el experto en liderazgo Steve Tappin, para la serie»CEO Gurú«, producida por Neil Koenig. En ella el periodista le preguntó a algunos de los líderes de las compañías más importantes del mundo cuáles son su secretos para no empantanarse con los detalles.

A continuación les comparto resumidamente lo que ellos respondieron:

Jeff Immelt, presidente de General Electric

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«Usted tiene realmente que evolucionar hacia un esquema mental en el que tenga asumido que sólo se hará responsable de las cosas que usted puede controlar. Si uno se echa al hombro todos los problemas del mundo, tendrá una muerte joven como CEO».

«Si usted se va a plantear algo como ‘oh, Dios mío, ¿qué voy a hacer con la terrible economía francesa del momento?’, usted va a quedar entrampado. Usted no puede hacer ni una maldita cosa al respecto, así que se preocupe por eso. Sólo hay que hacerse responsable de las cosas sobre las cuales usted puede tener impacto personalmente y olvidarse del resto».
Martin Gilbert, presidente de Aberdeen Asset Management

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«Yo creo que o usted puede delegar o no puede, y todo mi modus operandi es conseguir que lo tengo en mi escritorio vaya a parar al escritorio de alguien más lo más rápido posible».

«Es una muy buena política. Se lo recomiendo a cualquier jefe ejecutivo. Simplemente deshágase del email pasándoselo a otra persona si puede«.
Frits van Paasschen, presidente de Starwood Hotels.

Frits van Paasschen

«Se trata de administrar el tiempo y asegurarse de que tiene energía de sobra. Es muy difícil viajar por medio mundo, aterrizar, visitar 10 hoteles, y luego sentarse en la mesa de negociaciones estando al máximo de sus capacidades. Cuidarse a sí mismo y controlar el propio ritmo es realmente importante.

«No soy particularmente bueno diciendo que no. Si alguien siente que puedo ayudarlo en cualquier parte, mi primer impulso es tratar de llegar hasta allá, pero hay puntos en los que si trato de hacer demasiado, no voy a ser tan bueno en lo que realmente tengo que hacer».
John Mackey, presidente de Whole Foods

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«Sólo podemos funcionar en un nivel óptimo durante 90 minutos. Es decir, podemos hacer un trabajo intenso durante unos 90 minutos y luego tenemos que hacer algo más.

«Y si usted trata de mantener la concentración se dará cuenta de que hay algunas reuniones largas, en las que la gente comienza a divagar, su atención no funciona y usted llega a ese punto real en el que el rendimiento decrece»

«Usted encontrará que puede hacer mejor su trabajo en este tipo de explosiones cortas en las que aparecen epifanías en las que usted dice ‘Oh, Dios mío’, y se le ocurren las ideas. Pero luego tiene que parar para renovarse.»
Allan Zeman, fundador del Grupo Lan Kwai Fong

Allan Zeman

«Lo más importante en la vida es tener equilibrio. Sólo ser gerente y sólo estar constantemente bajo presión y trabajando no le hace bien a nadie a fin de cuentas. Se quemará y se agotará rápidamente.

«Los chinos tienen un dicho. Dicen ‘yin yang’. Es equilibrio. Todo en la vida es equilibrio. Así que hay que equilibrar la vida. Lo hará más fuerte en las cosas que hace, lo va a hacer mejor en lo que usted hace.

«Siempre he creído que el ejercicio ayuda a limpiar el cuerpo, ayuda a despejar la mente. Entre más abusa de su cuerpo, más tensión le pone a su cuerpo. Eso le impedirá hacer buenos negocios o ser una buena persona. Así que trato de balancear las cosas que hago».
Paul Walsh, presidente de Compass y expresidente ejecutivo de Diageo.

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«Todo el mundo quiere cambiarle su agenda. Todo el mundo quiere un pedazo de su tiempo, tratar de persuadirlo de que lo que esa persona tiene que decirle es más importante que lo que usted está trabajando.

«Y lo que yo creo es que hay que ser increíblemente centrado. Hay que ser muy fiel a algunos puntos básicos que perseguirá sin descanso. Ahora bien, no se trata ponerse una camisa de fuerza que lo lleve a ignorar cuestiones que requieran su atención, pero tampoco puede permitirse el lujo de perder la cabeza por trivialidades».