educación

«La Escuela es un centro de adoctrinamiento que impide la difusión de la Verdad»

«Si no se sabe lo que se está buscando, si no se tiene idea de lo que es relevante, dispuestos a cuestionarse esta idea, si no se tiene eso, explorar en internet es sólo tomar al azar hechos no verificables que no significan nada.» 

– Noam Chomsky

Entrevista al filósofo y Lingüista Noam Chomsky,  realizada por el teórico critico y lingüista  Donaldo Malcedo y publicada en el libro  «Chomsky on MisEducation» . 


DONALDO MACEDO: Hace algunos años, me sentí intrigado por el caso de David Spritzier, un estudiante de la Escuela Latina de Boston, de tan solo doce años, quien tuvo que afrontar un expediente disciplinario por haberse negado a pronunciar el Juramento de Fidelidad . A Spritzier le parecía «una exhortación hipócrita al patriotismo», puesto que no hay «libertad y justicia para todos». Quería preguntarte por qué crees que un niño de doce años pudo detectar la evidente hipocresía del Juramento y, en cambio, no lo hicieron sus maestros y administradores. Me deja pasmado que los maestros, que —por la misma naturaleza de su trabajo— deberían considerarse a sí mismos intelectuales, sean incapaces de ver lo que le resulta evidente a un niño, o incluso se nieguen a aceptarlo.

NOAM CHOMSKY: No es difícil de entender. Lo que acabas de mencionar demuestra la profundidad del adoctrinamiento tendencioso que se lleva a cabo en nuestras escuelas, e incapacita a las personas instruidas para comprender siquiera las ideas más elementales, al alcance de cualquier niño de doce años.

De acuerdo, pero me sorprende que un maestro —que ha recibido una formación superior— o un director de escuela sacrifiquen el mensaje del Juramento de Fidelidad a la imposición de la obediencia, y exijan a sus estudiantes que lo pronuncien.

A mí no me extraña, en absoluto. De hecho, lo que le sucedió a David Spritzler es lo que se espera de las escuelas, que son centros de adoctrinamiento y obediencia impuesta. Lejos de favorecer el pensamiento independiente, la escuela, a lo largo de la historia, no ha dejado de interpretar un papel institucional dentro de un sistema de control y coerción. Una vez que se te ha educado, se te ha socializado ya de una manera que respalda las estructuras de poder que, a su vez, te recompensan generosamente. Pensemos en Harvard, por ejemplo. En Harvard no aprendes solo matemáticas; aprendes, además, qué se espera de ti por ser un graduado de Harvard, qué conducta has de seguir y qué preguntas no tienes que hacer jamás. Aprendes las gollerías propias de un cóctel, cómo debes vestirle, cómo se imposta el acento de Harvard.

Y también cómo relacionarte con una determinada estructura de clase, y cómo conocer las metas, los objetivos y los intereses de esta clase, la clase dominante.

Así es. En este caso, hay una diferencia abrumadora entre Harvard y el MIT [Instituto de Tecnología de Massachusetts]. Aunque sería razonable definir el MIT como una institución más de derechas, es, en cambio, mucho más abierto que Harvard. En Cambridge tienen un dicho que refleja bien esta diferencia: Harvard forma a la gente que gobierna el mundo; el MIT forma a los que lo hacen funcionar. Como consecuencia, en el MIT hay mucha menos preocupación por el control ideológico y mucho más espacio para el pensamiento independiente. Mi situación aquí es una buena muestra de ello, pues nadie ha puesto obstáculos a mi acción política ni mi activismo. Ahora bien, no pretendo decir con eso que el MIT sea un foco de activismo político. No ha dejado de desarrollar la función institucional que le corresponde: ocultar la mayor parte de la verdad sobre nuestro mundo y nuestra sociedad. De no haber sido así, si se hubiera dedicado a enseñar la verdad, tampoco habría podido sobrevivir demasiado.
Y precisamente porque no enseñan la verdad sobre el mundo, las escuelas estadounidenses no tienen más recurso que el bombardeo propagandístico constante a favor de la democracia. Si la escuela fuera en verdad democrática, no sería necesario machacar a los estudiantes con tópicos sobre la democracia. Simplemente, la acción y la conducta serían democráticas; pero sabemos que no es así. En principio, cuanto más necesario resulte hablar sobre los ideales de la democracia, menos democrático será el sistema.

Esto es bien conocido por los que se dedican a la política y, a veces, ni siquiera se molestan en ocultarlo. La Comisión Trilateral se refería a las escuelas como las «instituciones» responsables del «adoctrinamiento de los jóvenes». Este adoctrinamiento tendencioso es imprescindible, porque las escuelas fueron diseñadas —hablando a grandes rasgos— para apoyar los intereses del sector social dominante, la gente de mayor riqueza y bienestar. Desde muy temprano, en la educación se nos socializa para que comprendamos la necesidad de prestar respaldo a las estructuras del poder, sobre todo a las grandes empresas, a los hombres de negocios. La lección que uno saca de esta educación socializadora es que, como no apoyes los intereses de los más ricos y poderosos, lo tendrás crudo: sencillamente, se te expulsa del sistema o se te marginaliza. Y la escuela cumple con éxito este programa de «adoctrinamiento de los jóvenes» —por decirlo con las mismas palabras de la Trilateral— gracias a que opera dentro de un marco de propaganda cuyo efecto es deformar o suprimir las ideas y la información no deseadas.

¿Cómo es posible que estos intelectuales, que propagan falsedades al servicio de los intereses de los más poderosos, sin atreverse a salir de dentro del marco propagandístico, salgan impunes de su complicidad?

Lo cierto es que no salen impunes de nada. De hecho, están prestando el servicio que se espera de ellos; lo esperan así las instituciones para las que trabajan, y ellos cumplen los requerimientos del sistema doctrinal, ya sea voluntaria o quizá inconscientemente. Es como si contrataras a un carpintero y, una vez realizado el trabajo para el que lo contrataste, te preguntaras cómo ha podido hacerlo. Bueno, ha hecho lo que se esperaba de él; y los intelectuales ofrecen un servicio muy parecido. Se comportan tal como se espera de ellos en la medida en que presentan una descripción de la realidad mínimamente ajustada, pero sobre todo adecuada a los intereses de los que tienen más poder y más riqueza, es decir, de la gente que posee esas instituciones que solemos llamar escuelas y que, en el fondo, vienen a poseer la sociedad entera.

Está claro que, históricamente, los intelectuales han interpretado un papel vergonzoso con su apoyo al sistema doctrinal. Vista esta postura —no demasiado honrosa—, ¿crees que pueden ser tenidos por intelectuales, en el sentido más genuino del término? En varias ocasiones te has referido a algunos profesores de la universidad de Harvard como «comisarios», al estilo soviético. Personalmente, creo que ese término los describe mejor que el de «intelectuales», pues son cómplices de la estructura del poder; además, desarrollan un rol funcionarial, puesto que defienden los supuestos «valores de la civilización», aun cuando estos, en muchos casos, han generado justamente el efecto contrario: miseria, genocidio, esclavitud y explotación en gran escala de la masa de trabajadores.

A lo largo de la historia, efectivamente, esa es una imagen casi exacta de lo que ha sucedido. Si te retrotraes al tiempo de la Biblia, verás que los intelectuales que más tarde fueron denominados «falsos profetas» trabajaban en pro de los intereses de los poderosos. Sabemos que había intelectuales disidentes con una concepción alternativa del mundo: los que después fueron llamados «profetas» (que es una traducción dudosa de un término confuso). Pues bien, estos fueron preteridos, torturados u obligados a exiliarse. Y las cosas no son muy diferentes en nuestros días: la mayoría de las sociedades marginan a los intelectuales disidentes y, en lugares como El Salvador, se los quitan de en medio brutalmente. Eso es lo que les pasó al arzobispo Romero y los seis jesuitas: fueron asesinados por tropas de élite, entrenadas y armadas por nosotros |los Estados Unidos] y costeadas con nuestros impuestos. Un jesuita salvadoreño observó acertadamente en su diario que, en su país, un Václav Havel, por poner un ejemplo (el antiguo prisionero político que terminó siendo presidente de Checoslovaquia) no habría ido a la prisión, sino que lo hubieran destazado y abandonado en la vereda. Pero a Václav Havel, que se convirtió en el ojito derecho de Occidente, no se le puede acusar de cicatero, sino que agradeció cumplidamente este apoyo, dirigiéndose al congreso de los Estados Unidos —muy pocas semanas después del asesinato de los seis jesuitas en El Salvador— sin mostrar ninguna solidaridad con sus compañeros de la disidencia salvadoreña; antes al contrario, elogió y bendijo al congreso como «el defensor de la libertad». El escándalo es tan mayúsculo que sobran los comentarios.

Pero bastará una simple prueba para demostrar su magnitud. Imagina, por ejemplo, lo siguiente: Un comunista estadounidense y de color se presenta en lo que entonces era la Unión Soviética, poco después de que seis destacados intelectuales checos hayan sido asesinados por fuerzas entrenadas y armadas por los rusos. Se dirige a la Duma y la ensalza como «la defensora de la libertad». ¿Qué reacción se hubiera producido en los Estados Unidos, entre los políticos e intelectuales? Sin duda, habría sido rápida y predecible: se le denunciaría por apoyar a un régimen criminal. Los intelectuales estadounidenses deberían preguntarse por qué se sintieron arrobados por la espléndida actuación de Havel, que es equiparable a esta historia imaginaria.

¿Cuántos intelectuales de nuestro país han leído algo —siquiera una página— de lo escrito por los intelectuales centroamericanos asesinados por los varios ejércitos que actúan como delegados nuestros? ¿Cuántos saben de la existencia de Dom Helder Cámara, el obispo brasileño que se distinguió en la defensa de los pobres de Brasil? La mayoría tendrían problemas incluso para dar el nombre de algún disidente de las brutales tiranías latinoamericanas —o de otras zonas— a las que apoyamos, además de entrenar a sus ejércitos; creo que solo eso ya basta para describir el estado de nuestra cultura intelectual. Los hechos que no convienen al sistema doctrinal se despachan con rapidez, como si no existieran; simplemente, se eliminan.

Esta construcción intelectual del «no ver» caracteriza a algunos intelectuales, descritos por Paulo Freire como educadores que afirman adoptar un enfoque científico y «pueden estar intentando esconderse en lo que consideran la neutralidad de los objetivos científicos, sin atender al modo en que se vayan a usar sus descubrimientos, sin molestarse a pensar siquiera para quién o para qué intereses están trabajando» . En el nombre de la objetividad, según Freire, estos intelectuales «parecen analizar la sociedad que estudian como si no participaran en ella. En su celebrada imparcialidad, [parecen] acercarse al mundo como si llevaran guantes y mascarilla, para no contaminarlo ni resultar contaminados» . Personalmente, añadiría que no solo llevan «guantes y mascarilla», sino anteojeras, que les impiden ver lo evidente. 

Creo que no estoy demasiado de acuerdo con esa crítica posmoderna en contra de la objetividad. No debemos desdeñar la objetividad; al contrario, en nuestra persecución de la verdad tenemos que esforzarnos por ser objetivos.

Me parece razonable. Con mi crítica no pretendía rechazar la objetividad. Lo que sí resulta imprescindible es analizar la cobertura de objetividad que utilizan numerosos intelectuales para no incorporar en sus análisis una serie de factores poco convenientes, y que probablemente revela su complicidad con la eliminación de la verdad al servicio de la ideología dominante.
Así es. Hay que condenar sin tapujos la pretensión de objetividad, cuando funciona como un medio de distorsión y. desinformación al servicio del sistema doctrinal. Esa postura es mucho más frecuente en las ciencias sociales, debido a que, en ellas, el mundo exterior impone unas constricciones especialmente débiles sobre los investigadores; la capacidad de comprensión es más reducida, y los problemas que se afrontan son mucho más oscuros y complejos. Como consecuencia, resulta mucho más sencillo ignorar todo lo que no interesa oír. Hay, por tanto, una diferencia muy marcada entre las ciencias naturales y las ciencias sociales. En el primer caso, los hechos se atestiguan en la naturaleza de una forma verificable, lo que dificulta que un investigador pueda ignorar los datos que contradicen sus hipótesis favoritas; es por ello que los errores no suelen perpetuarse. Como en las ciencias naturales pueden repetirse los experimentos, los posibles errores se descubren sin mayores problemas. Además, hay una disciplina interna que rige esa tarea intelectual. Aun así, está claro que ninguna investigación, por seria que sea, nos conducirá forzosamente a la verdad.

Pero volvamos al punto inicial: la escuela impide la difusión de verdades esenciales. Es la responsabilidad intelectual de los maestros —o de cualquier otra persona que se mueva en ese ámbito— intentar decir la verdad. Eso me parece indiscutible. Es un imperativo moral: averiguar la verdad sobre las cuestiones más importantes, y difundirla lo mejor que uno pueda, y siempre al auditorio más adecuado. Porque ponerse a decirle la verdad al poderes malgastar el tiempo, literalmente, y ese intento puede ser, con frecuencia, una forma de cubrirse las espaldas. A mi modo de ver, desde luego, es una pérdida de tiempo irle con la verdad a Henry Kissinger o al director general de AT&T, o a otros que ejercen el poder en instituciones coercitivas: en la mayoría de los casos, ya la conocen, la verdad. Permíteme precisar lo que acabo de decir: cuando los que están en el poder se apartan de sus circunstancias institucionales —si es que lo hacen— y se convierten en seres humanos, en agentes morales, en ese caso podemos dirigirnos a ellos como al resto de las personas. Pero en su función como dirigentes, prácticamente no vale la pena, es una pérdida de tiempo. No es más útil comunicarle la verdad al poder que a los peores tiranos o criminales, que no dejan de ser personas, independientemente de lo terrible de sus actos. Así que decirle la verdad al poder no es ninguna tarea honrosa.

Lo que debemos procurarnos es un auditorio que importe. En el caso de la enseñanza, se trata de los estudiantes; no hay que verlos como un simple auditorio, sino como elemento integrante de una comunidad con preocupaciones compartidas, en la que uno espera poder participar constructivamente. Es-decir, no debemos hablar a, sino hablar con. Eso es ya instintivo en los buenos maestros, y debería serlo en cualquier escritor o intelectual. Los estudiantes no aprenden por una mera trasferencia de conocimientos, que se engulla con el aprendizaje memorístico y después se vomite. El aprendizaje verdadero, en efecto, tiene que ver con descubrir la verdad, no con la imposición de una verdad oficial; esta última opción no conduce al desarrollo de un pensamiento crítico e independiente. La obligación de cualquier maestro es ayudar a sus estudiantes a descubrir la verdad por sí mismos, sin eliminar, por tanto, la información y las ideas que puedan resultar embarazosas para los más ricos y poderosos: los que crean, diseñan e imponen la política escolar.

Consideremos con más detalle qué significa enseñar la verdad y que todo el mundo aprenda a distinguir las verdades de las mentiras. Me parece que no requiere más que sentido común, el mismo sentido común que nos hace adoptar una postura crítica hacia los sistemas propagandísticos de las naciones que consideramos como enemigas. Antes sugerí que los más señeros intelectuales de nuestro país serían incapaces de nombrar ni uno solo de los bien conocidos disidentes de las tiranías controladas por los Estados Unidos, como por ejemplo la de El Salvador. Sin embargo, estos mismos intelectuales sabrían proporcionarte una larga lista de disidentes de la antigua Unión Soviética. Y tampoco les supondría ningún problema el distinguir las mentiras, deformaciones e incongruencias que sirven para evitar que la población de los regímenes enemigos conozca la verdad. Pero esa capacidad crítica que utilizan para desenmascarar las falsedades difundidas en los estados «delincuentes» se esfuma cuando se trata de criticar a nuestro propio gobierno o a las tiranías que apoyamos. En el trascurso de la historia, las clases mejor formadas han respaldado mayoritariamente a los aparatos propagandísticos y, cuando se minimizan o se eliminan las desviaciones de la pureza doctrinal, la máquina de la propaganda suele lograr éxitos apabullantes. Hitler y Stalin lo sabían muy bien y, hasta el día de hoy, tanto las sociedades abiertas como las cerradas han procurado y recompensado la complicidad de la clase instruida.
Esta clase instruida ha sido considerada una «clase especializada», ya que es un grupo reducido de personas que analizan, ejecutan, toman las decisiones y mueven los hilos en el sistema político, económico e ideológico. Esta clase especializada suele representar un porcentaje ínfimo de la población, que tiene que recibir protección frente a la gran masa a la que Walter Lippmann dio el nombre de «rebaño desconcertado». Es una clase que desarrolla las «funciones ejecutivas», lo que significa que realizan la función de examinar, planear y establecer el «interés común» (ahora bien, con esta fórmula se refieren a los intereses de la clase de los hombres de negocios). A la gran mayoría de la población, esto es, al «rebaño desconcertado», le corresponde en nuestra democracia el rol de «espectadores», no el de «participantes en la acción», según el credo democrático liberal que Lippmann supo articular perfectamente. En nuestra democracia, cada cierto tiempo los miembros del «rebaño» tienen la posibilidad de participar en la aprobación de uno u otro líder, mediante un proceso conocido como «elecciones». Una vez han aprobado a este o a aquel miembro de la clase especializada, deben retirarse y convertirse de nuevo en espectadores.

Cuando el «rebaño desconcertado» intenta ampliar su papel como mero espectador, cuando la gente intenta participar en la acción democrática, la clase especializada reacciona en contra de lo que se pasa a denominar una «crisis de la democracia». Esa es la razón de que nuestras élites sientan tanto odio hacia los años sesenta, cuando varios grupos de personas históricamente marginadas empezaron a organizarse y cuestionar la política de la clase de los especialistas, sobre todo la relativa a la guerra de Vietnam, pero también, en el ámbito interior, la política social. 

Una de las posibles maneras de mantener el control sobre el «rebaño desconcertado» es adoptar la concepción de escuela que hemos visto antes, la que propuso la Comisión Trilateral: las escuelas son las instituciones responsables del adoctrinamiento de los jóvenes. Los miembros del «rebaño» tienen que ser rigurosamente adoctrinados en los valores e intereses de tipo privado y estatal-corporativo. Los que asimilen mejor esta educación en los valores de la ideología dominante y demuestren su lealtad al sistema doctrinal podrán, a la postre, entrar a formar parte de la clase especializada. El resto del «rebaño desconcertado», por el contrario, ha de ser mantenido a raya, de forma que no creen problemas, sean simples espectadores del desarrollo de la acción y no reflexionen sobre aquellos aspectos de la realidad que son de veras importantes. La clase instruida considera que es imprescindible para el «rebaño», porque este es demasiado estúpido como para gobernar sus asuntos por sí mismo y lo haría mal, actuaría de acuerdo con sus «concepciones erróneas». Cerca del 70 por 100 de los estadounidenses cree que la guerra de Vietnam no era correcta desde un punto de vista moral, pero, según la clase dominante, es necesario protegerlos de sus «concepciones erróneas», que los han llevado a oponerse a la guerra; tienen que acabar creyendo en la versión oficial, que indica que la guerra fue, sencillamente, un error. 

Con miras a proteger al «rebaño desconcertado» de sí mismo y de sus «concepciones erróneas», las clases especializadas de las sociedades abiertas deben girar la vista sobre todo hacia las técnicas de propaganda, denominadas eufemísticamente «relaciones públicas». En los estados totalitarios, en cambio, controlas al «rebaño» colgando un martillo sobre sus cabezas: al que se mueva de su lugar, le chafas la cabeza. Pero en las sociedades democráticas no se puede confiar en la fuerza bruta para mantener la población a raya, así que, para controlar la opinión pública, hay que optar principalmente por la propaganda. En esta tarea de control de la opinión, la clase instruida resulta indispensable, y la escuela desarrolla una función crucial.

Tus afirmaciones sugieren —y, por mi parte, estoy de acuerdo— que en las sociedades abiertas la censura es un componente esencial de la estructura de soporte de la propaganda, como intento de «controlar la opinión pública». Desde mi ¡yunto de vista, no obstante, la censura de las sociedades abiertas difiere sustancialmente de la que se ejerce en las sociedades totalitarias. Y lo que he observado en los Estados Unidos es que la censura no solo se manifiesta bajo una forma diferente, sino que también depende, en cierta medida, de una especie de autocensura. ¿Qué papel desempeñan la educación y los medios de comunicación en este proceso?

Eso que has denominado «autocensura» empieza, en realidad, a una edad muy temprana, mediante un proceso de socialización que es, a su vez, una forma de adoctrinamiento; el objetivo es promover la obediencia en sustitución del pensamiento independiente. La escuela funciona como un mecanismo más de esta socialización, y su meta es evitar que la gente haga preguntas importantes sobre las cuestiones importantes que les afectan directamente a ellos o bien a los demás. Es decir, en la escuela no se aprenden solo contenidos. Como te decía antes, si quieres convertirte en un profesor de matemáticas, no te limitas a aprender un montón de nociones matemáticas, sino que, además, aprendes cómo has de comportarte, cómo vestirte adecuadamente, qué tipo de preguntas puedes hacer, cómo encajar (en el sentido de amoldarte), etc. A la que seas demasiado independiente, o cuestiones demasiado a menudo el código de tu profesión, lo más probable es que te expulsen del orden de los privilegiados. De modo que uno se da cuenta muy rápido de que, para triunfar, hay que servir a los intereses del sistema doctrinal. Hay que estarse callado e instilar en los alumnos las creencias y los dogmas más útiles para los intereses de los que están de verdad en el poder. La clase de los hombres de negocios y sus intereses privados tienen un representante en las redes del estado corporativo. Y es que la escuela no es el único de tales sistemas de adoctrinamiento; hay otras instituciones que colaboran para reforzar el proceso. Piensa en los programas que nos echan por la televisión, por ejemplo: se nos propone que contemplemos una retahíla de shows que no nos exigen el esfuerzo de pensar, que deberían distraernos; pero su función, en realidad, es impedir que los espectadores comprendan sus verdaderos problemas o identifiquen sus verdaderas causas. Una de las maneras de afrontar una vida poco plena es comprar sin parar; pues bien, estos programas se dedican a explotar las necesidades emocionales de los espectadores y los mantienen desconectados de las necesidades de los demás. A medida que se van desmantelando los espacios públicos, las escuelas y los relativamente pocos espacios públicos que quedan trabajan para convertirnos en buenos consumidores.

Ocho Consejos para Criar Hijos Mentalmente Fuertes

Por Eva María Rodríguez

El mundo está lleno de desafíos. Ser mentalmente fuerte es fundamental para enfrentarse a ellos. Criar un niño mentalmente fuerte que sea capaz de afrontar los desafíos a los que tiene que enfrentarse para salir adelantes es de vital importancia.

Un niño mentalmente fuerte está preparado para los desafíos del mundo. Estos niños son capaces de abordar los problemas de forma productiva, recuperarse de los fallos con eficacia y hacer frente a las dificultades de manera competente.

Claves del desarrollo de la fuerza mental

El desarrollo de la fuerza mental se realiza sobre la construcción de la resiliencia, la autoestima, la confianza y la autoeficacia. Ayudar a los niños a desarrollar su fuerza mental requiere un enfoque que integre:

  • La sustitución de los pensamientos negativos por pensamientos más realistas.
  • El control de las emociones.
  • El comportamiento productivo, incluso en circunstancias poco favorables.
Estrategias para el desarrollo de un niño mentalmente fuerte.
Niño vestido de superhéroe

Hay varias estrategias y herramientas educativas útiles, que pueden ayudar a los niños a crecer más fuertes mentalmente y a desarrollar la fuerza mental. Entre ellas, destacan las siguientes.

Enseñar habilidades específicas para corregir el mal comportamiento

Cuando un niño se porta mal tenemos una excelente oportunidad para enseñarle habilidades específicas, como la capacidad de resolver problemas, el control de los impulsos y diversas habilidades de auto-disciplina.

habilidades le ayudarán a aprender a comportarse de manera productiva. Así, un niño mentalmente fuerte sabrá afrontar las circunstancias y contratiempos difíciles y a resolver sus problemas.

Dejar que los niños cometan errores

Tu hijo aprenderá lecciones muy valiosas de la vida si le permites que cometa sus propios errores. La labor de un padre no es proteger a sus hijos del error, sino estar ahí para enseñarle que los errores son parte del proceso de aprendizaje, de modo que no debe sentirse avergonzado o incómodo por ello.

Además, hay que permitir que sucedan las consecuencias naturales, siempre y cuando sea seguro hacerlo, y hablar con los niños sobre cómo evitar que se repita el mismo error la próxima vez. Muchos padres, pensando que hacen un bien al niño, tienden a sobreprotegerlo para que no le ocurra nada malo. Sin embargo, lo que en realidad están haciendo es evitar que desarrollen su capacidad de corregir sus fallos.

Como señala la psicóloga infantojuvenil Nuria García: “los padres necesitan que todo vaya bien, gestionan ellos mismos cualquier imprevisto, envuelven a sus hijos en burbujas y los elevan en un pedestal dentro del núcleo familiar, aunque no tiene por qué ser el centro”. Sin embargo, la psicóloga apunta que esta forma de crianza concurre en un error evidente, ya que “a la larga conseguirán niños miedosos e inseguros, con pocos recursos para sacarse ellos mismos las castañas del fuego”.

Cuidar la negatividad hacia ellos

Es difícil para los niños que se sientan mentalmente fuertes cuando ellos mismos son humillados o cuando están prediciendo pesimismo y malos resultados. Solo así podrás enseñar a un niño a no ser negativo y a pensar de manera más realista.

Ayudar al niño a enfrentarse al miedo

Si un niño evita la cosas que dan miedo nunca tendrá la oportunidad de ganar confianza en su capacidad para lidiar con el estrés que provoca esa situación. Además, cada niño tiene sus propios temores.

La solución pasa por acompañarlos y ayudarles a ganar confianza en sí mismos para afrontar sus miedos. Cuando los niños se enfrentan con éxito a sus miedos ganan confianza, aprenden a salir de su zona de confort y descubren la satisfacción de haber conseguido algo por ellos mismos.

Permitir que el niño se sienta incómodo

Aunque puede ser tentador ayudar a un niño cuando él está luchando contra sentimientos incómodos, rescatarlo de toda angustia solo le reforzará en su incapacidad. Si el niño se siente frustrado, aburrido o enojado hay que darle la oportunidad de resolver el problema de forma independiente.

Afirmar la responsabilidad personal del niño

Ganar fuerza mental implica aceptar la responsabilidad personal. Para eso es necesario permitir al niño que explique sus actos, pero sin poner excusas ni culpar a otros de lo que ha hecho.

Enseñar habilidades de control emocional

Para construir la fortaleza mental de los niños es necesario que tengan conciencia de sus emociones. No se trata de suprimir sus sentimientos, sino de enseñarles a elegir formas saludables para lidiar con esos sentimientos.

Nicole Perry, investigadora de la Universidad de Minnesota, señala que es importante que los padres permitan que los niños experimenten todas sus emociones y les dejen su espacio. De esta forma, asegura Perry, desarrollarán de forma más efectiva sus capacidades sensitivas y de comportamiento.

Ser un modelo de fuerza mental

No hay mejor maestro que el ejemplo. No solo hay que hablarle a un niño sobre lo que tiene que hacer, sino mostrárselo. El aprendizaje por imitación es fundamental para la crianza de los hijos. Sus primeros referentes son los padres, por lo que repetirán todo aquello que hagan. De esta forma, dar ejemplo con una buena conducta es una de las mejores formas de enseñar a nuestros más pequeños.

Además, es muy conveniente que le hables al niño sobre tus metas personales y que le expliques que estás haciendo para conseguir mejorar. Hacer de la superación una prioridad en tu propia vida es la mejor manera de enseñarle a un niño a ser fuerte.


Acerca de la Autora:

Eva María Rodríguez es Diplomada en Magisterio por la Universidad de Salamanca. Profesora Superior de Música por el antiguo Conservatorio Superior de Santiago de Compostela. Instructora de fitness y yoga. Escritora, redactora y creadora de contenidos digitales.

¿Ser Inteligente en la Escuela… Es Serlo También en la Vida?

Siempre, en mis conferencias insisto en lo mismo: Triunfar académicamente no garantiza éxito en la vida.

Justamente me edificó leer a Robert Kiyosaki, y grabar en mí su consejo cuando escribía: «usted debe tener dos profesiones: Una para usted y una para su dinero.«

¿POR QUÉ FALLAN MUCHAS PERSONAS INTELIGENTES?

He descubierto a lo largo de mi profesión que muchas personas tienen la opinión de que cuanto más inteligente sea, mayores serán sus posibilidades de éxito en la vida, especialmente si se sabe que es inteligente en la escuela o en la universidad.

El planteo ante esta creencia es si dichas personas inteligentes tienen mayores posibilidades de éxito que las personas menos inteligentes. La respuesta a esta cuestión la he obtenido al reflexionar sobre distintas vivencias que he escuchado, y muchos testimonios de vida que he conocido.

MUCHAS PERSONAS INTELIGENTES FALLAN

Encontré una historia que sé aclarará el planteo realizado en esta bitácora. Durante la Primera Guerra Mundial, el doctor en psicología Lewis Terman trató de responder ese planteo al realizar un experimento que terminó abarcando cuarenta años.

Es la investigación más larga que se haya llevado a cabo en el campo de la psicología y trata de responder la mismas pregunta: si las personas inteligentes tienen una mayor probabilidad de éxito que las personas comunes.

El dr. Terman comenzó su investigación buscando a niños brillantes en todos los rincones de los Estados Unidos. Los estándares de inteligencia establecidos por Terman eran niños con un CI de al menos 140. [A nivel información, diré aquí que el puntaje IQ promedio de las personas está en los números 90-109. Si tiene un puntaje de CI por encima de ese número, entonces se lo considera muy inteligente y si tiene un puntaje de CI por encima de 140, se le considera un genio].

Para ampliar mejor la idea de lo planteado, debemos saber que el fenomenal científico Albert Einstein tenía un IQ (coeficiente intelectual) de 160. En otras palabras, los 1.487 niños estudiados por el Dr. Terman eran obviamente tan inteligentes como Einstein, o incluso más inteligentes. Desde aquí, Terman dedicó su vida a seguir y estudiar a estos 1,487 niños.

Después de varios años siguiéndolos, el Dr. Terman se dio cuenta de que eran los niños que siempre obtenían las mejores calificaciones en la escuela, ganaban varios tipos de concursos escolares, y así sucesivamente esto llevó al Dr. Terman a concluir que estos niños serían los futuros líderes. Serán multi millonarios, políticos famosos, e incluso algunos, en el futuro, alcanzarán la presidencia de los Estados Unidos, se llegó a convencer el psicólogo. 

De hecho, esta expectativa del investigador terminó lejos de la realidad. Cuando estos niños geniales crecieron, muy pocos lograron grandes cosas en la vida. Ni siquiera uno de ellos ganó el Premio Nobel como nivel mínimo que Terman esperaba.

Sin embargo, la sorpresa de Terman fue mayor, cuando descubrió que, dos de los que una vez fueron rechazados como candidatos para este experimento con niños genios, niños a quienes él y su colaboradores consideraban en menos, de hecho ganaron el Premio Noble en Física.

Después de pasar tanto tiempo investigando, el Dr. Terman concluyó su experimento con la cita Hemos visto que los intelectuales y los logros no están relacionados en absoluto”.

LA INTELIGENCIA “INTELECTUAL” NO ASEGURA EL ÉXITO

Así pues, la psicología actual asume que ser una persona inteligente es algo por lo que se debe estar agradecido y tener una historia diferente. El hecho de que alguien sea un poco más inteligente que otro no significa que tendrá más éxito en su vida.

Entonces, la cultura formada, tanto en los Estados Unidos como en muchas partes del mundo, de que la inteligencia, es la única herramienta importante para lograr el éxito, en realidad está bien lejos de lo cierto.

Así que no deje que otras personas lo engañen solo porque no es tan inteligente como sus amigos o no tiene tanto valor como sus amigos en la escuela al decir que no tendrá éxito o que no podrá convertirse en un líder en el futuro.

Puede que no sea tan inteligente en la escuela, pero podría tener un gran talento en otros campos que no todos tienen.

UN CASO REALMENTE EXTRAORDINARIO

Tomemos un ejemplo simple. Cristiano Ronaldo, un futbolista portugués, no se graduó de la escuela e incluso sus amigos dijeron que era estúpido. Sin embargo, tiene un talento extraordinario en términos de fútbol que descubrió desde la infancia y la elección recayó en asistir a una escuela de fútbol en lugar de a una escuela pública.

Su talento y trabajo duro lo llevaron a convertirse en uno de los mejores jugadores de fútbol en la historia del fútbol. Con solo 33 años, ha logrado muchas cosas tanto en el campo como fuera de él.

El famoso jugador de fútbol Cristiano Ronaldo es una prueba de que la inteligencia no lo es todo. Por lo tanto, se puede concluir que la intelectualidad se considera demasiado excesiva, pero el trabajo duro ciertamente puede garantizarle el éxito.

Los Cinco Hábitos que Impiden a Nuestros Hijos Crear Relaciones Sanas

Autora: Slovie Jungreis-Wolff

Muchos jóvenes me dicen que se sienten frustrados por la calidad de las relaciones que tuvieron. Problemas tales como falta de compromiso, falta de responsabilidad y la incapacidad de brindar sinceramente el propio tiempo forman parte de la experiencia de las citas.

Eso me llevó a preguntarme si los padres sin darse cuenta no hacen cosas que entorpecen la capacidad de sus hijos de formar relaciones fuertes en otras etapas de sus vidas. ¿Qué pueden hacer los padres para ayudar a los niños a crear fuertes compromisos cuando crezcan?

1. Paternidad “Drone”

Esta es una “paternidad en helicóptero y con esteroides”. Son padres que protegen a sus hijos de la presión, los sobreprotegen y dirigen todos los detalles de las vidas de sus hijos. Utilizando la tecnología para monitorearlos remotamente, los padres logran observar y registrar lo que sus hijos hacen a la distancia. Los niños se acostumbran a que los padres sean una presencia constante y silenciosa que controla sus vidas y quita los obstáculos que crean estrés. Los padres pueden hacer los deberes escolares de sus hijos o dirigir sus proyectos escolares para que obtengan la mejor calificación posible. Hubo incidentes en los que los padres acompañaron a sus hijos adultos a entrevistas de trabajo, llamaron a profesores universitarios por malas calificaciones y acompañaron a sus hijos a orientaciones universitarias destinadas a los estudiantes.

Los niños precisan la capacidad de actuar por sí mismos, de tomar decisiones reales y enfrentar la vida de forma independiente. ¿Cómo pueden los adultos jóvenes seguir adelante con su vida cuando los padres todo el tiempo revolotean a su alrededor? Aprender a navegar las relaciones requiere un sentido de fortaleza que surge al superar obstáculos. A veces hace falta traspirar y trabajar duro. Si un niño no enfrenta circunstancias difíciles, no será capaz de manejar los altibajos que implica toda relación.

2. La maestra nunca tiene razón

Demasiados padres desmerecen automáticamente a los maestros, las escuelas y las figuras de autoridad. Si bien es crucial escuchar a tu hijo, la forma en que hablas de sus maestros impactará sobre la manera en que aprenda a tratar a los demás. Vivimos en una cultura donde la mayoría de las veces el maestro/la escuela/el director están equivocados. Se volvió normal que los niños vean a sus padres discutir, faltarles el respeto o incluso gritarles. Los niños sienten que siempre tienen la razón. Algunos maestros me dijeron que encontraron alumnos que simplemente les decían: “¡Espera a que mi padre hable sobre ti con la junta directiva!”.

El matrimonio requiere respeto. El marido y la mujer deben honrarse mutuamente. Nadie tiene siempre la razón. En una relación es necesario pedir perdón. Si un niño crece creyendo que nunca está equivocado, es fácil entender cómo pueden destruirse sus relaciones. Este comportamiento genera arrogancia y puede destruir a cualquier matrimonio.

3. Falta de responsabilidad

¿Cuántos niños tienen verdaderas responsabilidades en estos días? Hemos creado una generación mimada en exceso. Como no desean enfrentarse con las quejas, los padres optan por hacer todo ellos mismos. O predican y gritan las mismas frases una y otra vez. Las semillas del egoísmo florecen y dan como resultado adultos que sienten que tienen derecho a todo lo que desean.

Las relaciones funcionan cuando nos sentimos responsables de nuestros actos y de nuestras palabras. Mientras más invertimos, más amamos. Brindar tiempo, energía y ser sensibles a las necesidades de los otros son ingredientes cruciales para forjar relaciones duraderas. Las relaciones no pueden florecer sin entrega; sin una dedicación y devoción más allá de uno mismo. En vez de preguntar: “¿Qué es lo que él hace por mí?”, debemos enseñarles a nuestros hijos a preguntar: “¿Qué puedo hacer por él?” y “¿Cómo hago que se sienta?”.

Necesitamos dar a nuestros hijos responsabilidades que expandan su capacidad para contribuir y mirar más allá de sí mismos.

4. Dar excusas

Para que un hogar perdure debe fundarse sobre las cualidades de lealtad, verdad y fidelidad. Yo debo cumplir mi palabra y tú debes saber que siempre puedes contar conmigo. Cuando falta la verdad, la relación se desmorona.

Los padres están obligados a enseñarles a sus hijos que cuando dicen algo, su palabra debe tomarse con seriedad. Damos demasiadas excusas a las traiciones de los niños. En vez de confrontar las palabras y los actos dolorosos, decimos: “está cansado”, “está estresada” o “tuvo un mal día”. Cerramos los ojos ante la falta de sensibilidad. Culpamos a otros. No enseñamos a los niños a pedir disculpas o nosotros pedimos disculpas por ellos.

Si queremos ayudar a nuestros hijos, tenemos que dejar de excusar sus faltas y en cambio confrontar sus límites y enseñarles cómo crecer como hombres y mujeres que defienden la verdad y la integridad.

5. Educar “receptores”

El mundo está conformado por dadores y receptores. ¿A cuál grupo pertenece tu hijo?

Los dadores son personas felices. Tienen más dicha en la vida. Viven con un sentido de propósito y una misión.

Los receptores nunca están satisfechos. No importa lo que les des, nunca es suficiente. Siempre quieren más y lo quieren ahora mismo.

Cuando los niños se quedan sentados y los padres hacen constantemente todo por ellos, nunca tienen la oportunidad de sentir la vitalidad que viene al ser un dador. También creen que las relaciones tienen que ver más con recibir que con dar.

El matrimonio exige sacrificio. A veces debemos dejar de lado nuestras propias necesidades y deseos y pensar en los deseos del otro. Hay momentos en los que no tenemos ganas de hacer lo que desea nuestra pareja, pero lo hacemos de todas formas con una sonrisa. ¿Por qué? Porque sabemos que le estamos dando a la persona que amamos y eso nos da felicidad.

Pero esto sólo ocurrirá si practicamos una vida de entrega con nuestros hijos cuando están debajo de nuestro techo. Una vez que salieron de casa, es demasiado tarde para transmitirles esta lección de vida.

Si nos tomamos el tiempo para pensar sobre nuestra paternidad, podemos ayudar a nuestros hijos a tener éxito cuando estén preparados para construir sus propios hogares con alegría.

Tomado de: Aish Latino


Sobre la Autora

Slovie Jungreis-Wolff es una escritora independiente e instructora en relaciones personales y educación. Ella es la hija de la Rebetzin Esther Jungreis, fundadora de Hineni Internacional. Slovie ha enseñado clases en Hineni para parejas jóvenes sobre educación durante más de quince años. Su libro, «Raising A Child With Soul» (Criando a un Niño con Alma), ha salido recientemente al mercado por la editorial St. Martin Press.

La Educación Sexual de Género es Abuso Infantil (Agustin Laje)

Cambios que terminarán de aniquilar la libertad educativa para sumir a todos los niños de Argentina a un adoctrinamiento uniformizante.

Los Niños que asisten a una Congregación son Más Felices y tienen Mejor Salud.

Los niños y adolescentes criados con prácticas espirituales, son más felices y tienden a tener una mejor salud física y mental a medida que envejecen, según nuevo estudio de la escuela de salud pública de la Universidad de Harvard.

La investigación fue publicada en la revista American Journal of Epidemiology, revela que las personas que oran o meditan obtuvieron beneficios similares, incluido un menor riesgo de abuso de sustancias y depresión.

Los investigadores analizaron datos de 7.458 personas. Sus datos fueron parte de estudios previos y fueron acompañados durante 14 años.

Según el estudio, el objetivo era identificar la «participación religiosa en la adolescencia(incluida la asistencia a la iglesia, la oración o la meditación) con datos sobre el bienestar psicológico, la salud mental, el comportamiento, la salud física y la formación del carácter como resultado en la adultez«.

La conclusión es que los niños que asistieron a reuniones de la iglesia, al menos una vez a la semana, tenían un 18% más de probabilidades de considerarse «felices» a los 20 años, en comparación con aquellos que no tenían esa costumbre. Los mismos niños también estaban aproximadamente un 30% más dispuestos a hacer trabajo voluntario y un 33% menos propensos a consumir drogas durante la adultez.

El equipo no sólo analizó la participación en los servicios religiosos, sino que también midió cuánto tiempo pasaron orando o meditando. El resultado final indica que aquellos que oraron o meditaron cada día sintieron más satisfacción con la vida, procesaban mejor las emociones y eran más bueno y amable que aquellos que no pasaron tiempo orando. Los participantes enmarcados en esta categoría también tienen menos probabilidades de tener relaciones sexuales a una edad temprana o de contraer enfermedades de transmisión sexual.

«Estos descubrimientos son importantes para nuestra comprensión de la salud y las prácticas de los padres», dijo el autor del estudio, Ying Chen. «Muchos niños son criados con métodos y hábitos espirituales y nuestro estudio muestra que esto puede afectar muy positivamente en su salud física y mental, más allá de la percepción de la felicidad y el sentido del bienestar«.

Fuente: Acontecer Cristiano

Como prueba de esto los invito a ver y valorar el siguiente Video:

Escuelas de Francia: Ya no se dirá “Mamá y Papá” para no ofender a niños con padres del mismo sexo

Por Leonardo Granadillo

Para algunos es una ley demasiado mente abierta, para otros es tal como se deben referir a los padres de cada niño, ya que hay algunos exactamente no son mamá y papá. Lo cierto es que en Francia de ahora en adelante se usarán las palabras ‘padre 1’ y ‘padre 2’.

Al menos ya el gobierno ha iniciado el proceso legal para ‘dejar de ofender’ a los padres de niños del mismo sexo, a quienes no les gusta mucho que se enseñe en el colegio que solamente existe una ‘mamá’ y un ‘papá’. Sin duda debe ser algo que genera confusión en los pequeños.

Pero a pesar de lo bien intencionada que puede llegar a ser la iniciativa que plantea se cambie ‘mamá’ y ‘papá’ por ‘Padre 1’ y ‘Padre 2’, en algunos sectores no ha sido nada bien recibida, incluso muy rechazada.

La medida ya pasó la primera lectura viendo como personajes políticos Valerie Petit diputada de la Asamblea Nacional Francesa la defendían, diciendo que es importante “anclar la diversidad de familias con niños en la ley”.

A pesar de que la ley va muy bien encaminada y se espera que sea aprobada, surgen algunas dudas y no es tanto por el hecho de quitar las palabras tradicionales con las que crecimos, sino porque podrían surgir diferencias entre los padres por quien sería el número 1.

Esta semana se espera se haga la segunda lectura sobre el tema, pero aparentemente solo falta algunos papeleos para que la medida, se empiece a aplicar. ¿Te parece buena esta idea?

Fuente: UPSOCL

¿Qué Esperas para Estudiar la Mejor Carrera?

Por Lic. Moisés Franco

“No acumulen tesoros en la tierra, donde la polilla y la herrumbre echan a perder las cosas y donde los ladrones roban. ¡Háganse tesoros en el cielo, donde no hay polilla ni herrumbre que puedan corromper, ni ladrones que les roben!, pues donde esté tu tesoro, allí también estará tu corazón”

(Mateo 6:19-21 | NBV)

 

Para comenzar esta meditación quisiera compartirles una secuencia común.

Llega el momento de presentar la tesis, es tu momento, lo que has esperado por años, lo que te ha costado tanto esfuerzo, noches de desvelo y hasta lágrimas…¡Aprobaste!, te tiran huevos, te celebran, fotos, muchas fotos, festejo, trasnochar…8 am del siguiente día: no sabes qué hacer con tu vida, angustia, estás más perdido que San Martín en la Guerra de las Galaxias.

Este relato se repite una y otra vez con quienes egresan de una carrera terciaria/universitaria, ¿por qué? Porque este sistema nos inculca desde mucho antes que podamos tomar consciencia de ello que nuestro fin, nuestra máxima meta es acumular tesoros en la Tierra y a menudo las carreras son un perfecto lazo para creer esa mentira.

No estoy diciendo que estudiar “sea del diablo”, como lastimosamente se decía en la religión en otras generaciones. Tampoco lo digo desde un prejuicio sino desde la vivencia, ya que tengo (después entenderán por qué destaco este verbo) un título de grado y otro de posgrado y lo he vivido.

Existe una mentalidad propia de la lógica empirista griega que implanta, sin que lo percibamos racionalmente, algunas ideas como las siguientes:

  • Necesitas un título para ser alguien
  • Tu carrera es el propósito de tu vida
  • La carrera que elegiste es la mejor
  • Un título te garantiza el éxito, o al menos la supervivencia segura

Si miramos estos paradigmas al reverso diríamos: sin título no soy nadie, no tengo propósito en la vida, me pierdo lo mejor y estoy destinado al fracaso.

¿Crees que exagero? Imaginemos una mesa de café donde hay tres amigos con título y llega un amigo de uno de ellos, el cual no tiene formación superior. Uno se presenta diciendo “soy abogado”, otro “soy docente” y se sabe que el que lo introdujo en la mesa “es” ingeniero. Más allá de que no se lo pregunten, el recién llegado estará posiblemente tentado a pensar “y yo soy…nadie”.

Seguramente muchos dirán, “ya sé que una carrera no me hace más que nadie”, pero por algo este sistema hace que la gente diga “yo soy” al hablar de su profesión u oficio.

La primera carta de Pedro, capítulo 2 versículo 9 dice:

Pero ustedes son linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo que pertenece a Dios, para que proclamen las obras maravillosas de aquel que los llamó de las tinieblas a su luz admirable” (NVI)

Ese es justamente el propósito de todo aquel que haya nacido de nuevo en el verdadero Mesías, en Yeshúa, ejercer un sacerdocio santo que reconcilia y promueva toda la creación (empezando por la humanidad) a fin de unirla al Eterno para que sea plena.

Ese es tu propósito si estás en la Luz admirable: reconciliar al mundo con YHVH.

En ese inmenso y maravilloso propósito necesitaremos de todos nuestros recursos al servicio del Señor, por eso dice Devarim (Deuteronomio) 6:5 nos indica que debemos amarlo con todo lo que somos y tenemos (a eso se refiere con “fuerzas”).

Vuelvo a destacar el verbo tener, porque eso es un oficio o una formación académica, una herramienta, un recurso que tenemos, no que somos, uno de tantos para servir al propósito eterno de nuestro Dios.

¿Es valioso? Sí, por supuesto, porque al estudiar se amplía el conocimiento y se piensan cosas nuevas. Es sumamente importante si y sólo si las herramientas que nos brindó una carrera las disponemos al servicio del amor perfecto; en cambio, si sólo sirven a nuestros fines individualistas, no son nada. Porque de hecho en el mundo venidero sólo quedarán las obras que hayamos realizado aquí, y conforme a ellas será la recompensa que tengamos.

Por eso, como dice el profeta Tony González en base a Devarim 32, “nuestra herencia es la Torah” (1). Porque sólo viviéndola en plenitud gracias a la obra de Yeshúa el Mesías, la Torah encarnada, podremos acumular los “tesoros en los cielos” que nos anunció Él como maestro.

Los bendigo en Su nombre y espero que estas palabras puedan servirte para darle la justa importancia a tu estudio o trabajo, ni el extremo de la dejadez o mediocridad, ni la idolatría del becerro de oro.

En amor Moisés Franco, hijo de YHVH.

Con una licenciatura en Comunicación Social

Nota:

(1) El Aleteo del Nesher

El Colegio Americano de Pediatras y la Ideología de Género

El Colegio Americano de Pediatras, encabezado por su presidenta, Michelle A. Cretella; su vicepresidente, Quentin Van Meter y con el apoyo de Paul McHugh, antiguo jefe de Psiquiatría del Hospital Clínico John Hopkins, ha realizado un estudio en el que se abordan los peligros de la transexualidad y de la ideología de género, haciendo especial hincapié en la transexualidad infantil.

 

El estudio final será publicado a finales de verano, sin embargo, los doctores han adelantado 8 de los puntos fundamentales en los que se basa el estudio. Bajo el título “La ideología de género perjudica a los niños”, el Colegio Americano de Pediatras desmonta, paso a paso, la transexualidad infantil, condenando la normalización de la transexualidad en los colegios y en política como si fuera algo bueno y saludable.

 

Este estudio se basa puramente en datos científicos y biológicos, dejando claro desde el principio del informe que las ideologías no caben en un documento científico. En este documento, se insta a los educadores y a los políticos a rechazar las políticas de adoctrinamiento que pretenden que los niños abracen de forma natural y saludable el cambio de sexo químico y quirúrgico.

 

A continuación, reproducimos la traducción íntegra del documento y los ocho puntos fundamentales que trata este estudio titulado ‘La Ideología de Género perjudica a los ninos‘:

 

La ideología de género perjudica a los niños.

1. La sexualidad humana es un rasgo binario, biológico y objetivo. Los genes ‘XY’ y XX son marcadores genéticos de la salud, no marcadores genéticos de un trastorno. Lo normal en el diseño genético humano es ser concebido macho o hembra. La sexualidad humana está diseñada de manera binaria con la intención evidente de la reproducción y multiplicidad de nuestra especie. Este principio es evidente por sí solo.

 

Los trastornos del desarrollo de la sexualidad (DSD) y su desviaciones, incluyendo la feminización testicular y la hiperplasia suprarrenal congénita, son médicamente identificables en la norma binaria sexual y es por ello por lo que se reconocen como trastornos del diseño humano.

 

2. Nadie nace con género. Todo ser humano nace con sexo biológico. El de género (la toma de conciencia y el sentirse masculino o femenino) es un concepto sociológico y psicológico, no una objetividad biológica. Nadie nace con la conciencia de sí mismo como hombre o mujer. Esta toma de conciencia se desarrolla con el tiempo y, como todos los procesos del desarrollo, puede ser descarrilado por las percepciones subjetivas de la infancia; las relaciones; y las experiencias negativas ocurridas desde la infancia. Las personas que se identifican con “la sensación de pertenecer al sexo opuesto” o “en algún punto intermedio”, no forman un tercer grupo sexual, siguen siendo hombres o mujeres biológicos.

 

3. La creencia de una persona de pertenecer o no a un determinado sexo es, en el mejor de los casos, un pensamiento confuso. Cuando un niño y una niña, biológicamente sanos, creen que son lo contrario a su sexo biológico, se produce un problema psicológico, no físico y, por tanto, debe ser tratado como tal. Estos niños sufren disforia de género. La disforia de género (GD) está reconocida como un trastorno mental en la reciente edición del Manual de Diagnósticos y Estadísticas de la Asociación Americana de Psiquiatría (DSM-V).

 

4. La pubertad no es una enfermedad, pero el bloqueo de las hormonas de la pubescencia puede ser muy peligroso. Bloquear este tipo de hormonas durante la pubertad induce un estado de enfermedad, es decir, provoca la ausencia de pubertad, inhibiendo el crecimiento y la fertilidad de un nino que, antes del proceso, era biológicamente sano.

5. Según el DSM-V, mencionado previamente, el 98% de los varones y el 86% de las mujeres que durante la infancia confunden su género, finalmente aceptan su sexo biológico tras pasar por la pubertad.

 

6. Los niños que utilizan bloqueadores de la pubertad para realizar un cambio de sexo, necesitarán hormonas del sexo opuesto durante una adolescencia tardía. La utilización de las hormonas sexuales como la testosterona  y los estrógenos del sexo opuesto conllevan riesgos peligrosos para la salud. La ingesta de hormonas puede provocar presión arterial disparada; coágulos de sangre; accidentes cerebrovasculares y cáncer.

 

7. Las tasas de suicidio son veinte veces mayores en los adultos que usan hormonas del sexo opuesto y/o se someten a una cirugía de cambio de sexo. Incluso en Suecia, que es uno de los países más a favor de la inclusión y normalización de la ideología de género, los suicidios se disparan. ¿Qué persona, compasiva y razonable, desearía condenar a niños pequeños a semejante destino, sabiendo que después de la pubertad, hasta el 88% de las niñas y el 98% de los niños con dudas sobre su género aceptan su realidad física y consigue un estado de bienestar físico y mental?

 

8. Condicionar la educación de los niños haciéndoles creer que la suplantación del sexo biológico mediante cirugías y productos químicos es algo normal y saludable es abuso infantil. Endosar la ideología de género de forma generalizada y a través de la educación pública y de los políticos confundirá tanto a niños como a padres, lo que provoca que cada vez más niños acudan a las “clínicas de género” para recibir medicamentos químicos que bloquean las hormonas pubescentes.

 

Muchos niños elegirán una vida llena de hormonas cancerígenas y de productos químicos tóxicos nada recomendables para la saluda y muchos de ellos elegirán la mutilación quirúrgica, innecesaria, de partes de su cuerpo perfectamente sanas en su juventud.

 

 

 

Bitácoras Relacionadas:

La Familia frente a la Multiparentalidad Gay

Invertir en Conocimiento garantiza la Prosperidad de una Nación

«Nuestro capital intelectual es la herramienta que más debemos cuidar, estimular y potenciar en cada persona y de manera colectiva.

Las sociedades que invierten en conocimiento son más prósperas y presentan menores niveles de tolerancia con la corrupción.

Sobre lo primero, la Unesco informa que, en promedio, un año de educación se traduce en un salario un 10% superior.

Sobre lo segundo, las personas que entienden que los logros se consiguen con esfuerzo y reglas de juego no aceptan la trampa.

La inversión en educación, en nuevas ideas y en investigación científica y tecnológica otorga capacidades y crea trabajos genuinos, lo que, a su vez, forja una economía sólida y sustentable que promueve la equidad. Sería contradictorio si esto no fuera así«.

Facundo Manes [Neurólogo y neurocientífico, es rector de la Universidad Favaloro y dirige el Instituto de Neurología Cognitiva (Ineco)]

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Las 8 características que indican que tu hijo está malcriado

Criar y educar a un niño es probablemente uno de los mayores desafíos a los que nos podemos enfrentar. Nos equivocaremos muchas veces, pero el primer paso para aprender y rectificar es darnos cuenta de que no lo estamos haciendo bien. El segundo paso será detectar qué es lo que hacemos mal.

Aquí tienes 8 señales que indican que tu hijo está malcriado por causa de haberte adormecido en tu misión paterna:

  1. No ayuda en casa. A ningún niño le gusta limpiar, pero una vez que han pasado los primeros años de vida, debería estar dispuesto a ayudar con tareas pequeñas, como recogiendo sus juguetes y guardando sus zapatos.
  2. Los berrinches son frecuentes. Las rabietas, tanto en público como en casa, son la señal más segura de que un niño está mimado.
  3. Te avergüenza de forma frecuente en público. Que tu hijo se equivoque de vez en cuando es normal, pero la situación va más allá de un hecho aislado cuando te avergüenza a propósito en público para llamar la atención.
  4. Tienes que rogarle. Los padres o tutores son figuras de autoridad y los niños deberían obedecer cuando realizan una solicitud. Como padres no tendríamos que rogar a nuestros hijos para que terminen de realizar una tarea.
  5. Tienes que sobornarlo. No deberíamos tener que sobornar a nuestros hijos con dinero, golosinas o juguetes para que hagan las tareas diarias.
  6. Nunca está satisfecho con nada. Los niños consentidos a menudo no pueden expresar su satisfacción con lo que tienen. Si ven a alguien más con algo, ellos van a querer eso en lugar de lo que ya tienen.
  7. Intenta controlar a los adultos. Los niños mimados no diferencian entre sus iguales y los adultos, y esperan de ambos que les escuchen en todo momento.
  8. Te ignora. A ningún niño le gusta escuchar la palabra “no”, pero no debería ignorarte cuando hablas con él.No juega solo. Sobre los 4 años, un niño debe poder y estar dispuesto a jugar por su cuenta durante un tiempo. Que necesite a un padre o un compañero de juegos para jugar demuestra su necesidad de atención.

¿Qué aconseja el Eterno Dios para evitar que tu hijo llegue a este antidiseño de vida?

«Corrige a tu hijo en tanto que hay esperanza«; ( Proverbios 19:18)     

«La vara y la reprensión dan sabiduría, pero el niño consentido avergüenza a su madre». (Proverbios 29:15)

«La necedad está ligada en el corazón del muchacho; Mas la vara de la corrección la alejará de él«. (Pr. 22:15)

«No rehúses corregir al muchacho; Porque si lo castigas con vara, no morirá. Lo castigarás con vara, Y librarás su alma del Seol«. (Pr. 23:13-14)

«La vara y la corrección dan sabiduría; más el muchacho consentido avergonzará a su madre«. (Pr. 29:15)

Como padre usted tiene toda la responsabilidad de educar a sus hijos , Dios le ha llamado a ser autoridad en la vida de ellos. Por tanto tiene la autoridad de actuar como representante de Dios sobre sus vidas. Mi consejo para usted es que siempre que corrija a su hijo hágalo con vara, no con las manos, pues su mano no la ven con autoridad, sin embargo a una vara le temen más que a su mano, pueden verlo en la reacción de ellos cuando les dice que van a buscar la correa por ejemplo, además no es bueno que con la mano que lo acaricia también lo discipline. La Biblia nos enseña que se debe corregir con vara.

El Amor es el eje central de la disciplina

Tenga siempre en cuenta que corrige a su hijo porque le ama, por lo tanto debe hacerlo siempre con amor por sobre todas las cosas, si está muy enojado espere unos momentos a que se le pase el enojo antes de corregirlo porque de lo contrario lo hará con ira y el mensaje que le enviara es otro, el niño lo verá como una descarga de su enojo y no como una disciplina porque lo ama. Recuerde siempre explicarle al niño antes de castigarle el motivo de su corrección.

Un buen termómetro para saber si nuestra disciplina esta surtiendo el efecto correcto, es pedirles después de corregirlo que le de un abrazo, si lo hace y no se niega has ganado la batalla, porque el niño entendió que lo sigues amando aunque lo disciplines.

¿Sabes que le están enseñando a tus Hijos acerca del Sexo en el Colegio?

La sexualidad es el mayor regalo que el Eterno Dios ha entregado a la humanidad para que se manifieste en Luz hacia todas las criaturas. Por eso, hoy, las huestes de las tinieblas trabajan desde las regiones celestes contra el propósito del Eterno en los hombres respecto a este tema. 
El sistema de cosas imperante, por medio de leyes que supuestamente defienden los derechos humanos, está invadiendo por medio de leyes educativas, el derecho de ser familias de acuerdo al diseño original del Creador.
Es necesario que levantes tu voz y protejas la integridad de tus hijos, mañana puede ser demasiado tarde. 
¡No permitas que manipulen la mente de tus hijos!
¡Por favor, mira estos VIDEOS y difunde esta bitácora!

¡Dejen a las niñas ser mujeres!… ¡Dejen a los niños ser varones!

¿Cómo saber que tu hijo está bien en la escuela?

Seguramente habrás notado que cuando le preguntas a tu hijo “¿y cómo te va en la escuela?“ lo más probable es que te diga simplemente «bien», pero si en realidad quieres saber cómo ha pasado su día entonces ayúdale: pregúntale algo que pueda responder más detalladamente.
Aquí te dejo 25 formas interrogativas por medio de las que podrás obtener un panorama más exacto de cómo le está yendo a tus hijos en su ámbito escolar:
  1. ¿Qué fue lo mejor que te pasó hoy en la escuela? ¿Qué fue lo peor?
  2. Cuéntame algo gracioso ¿qué te ha causado gracia hoy?
  3. Si pudieras elegir al lado de quién sentarte en clase ¿quién sería? ¿al lado de quién no querrías hacerlo?
  4. Cuéntame acerca de tu lugar favorito en la escuela.
  5. ¿Cuál fue la palabra más rara que escuchaste hoy? ¿Puede ser que alguien te haya dicho algo extraño?
  6. ¿Si hoy invitaramos a tu profesor de visita qué crees que nos diría de ti?
  7. ¿A quién ayudaste hoy?
  8. ¿Alguien te ayudó hoy?
  9. Cuéntame ¿qué cosa nueva aprendiste hoy?
  10. ¿Hubo un momento en el que te sintieras muy feliz hoy?
  11. ¿Te sentiste muy aburrido hoy?
  12. Si un extraterrestre viniera a tu clase y se llevara a algunos de tus compañeros ¿a quién te gustaría que se llevara?
  13. ¿Con quién te gustaría jugar durante el descanso? Piensa en alguien con quien no hayas jugado nunca
  14. Cuéntame algo bueno que te haya ocurrido hoy
  15. ¿Qué palabra repitió más tu profesor hoy?
  16. ¿Acerca de qué te gustaría saber más en la escuela?
  17. ¿Qué te gustaría dejar de hacer en la escuela?
  18. ¿Con quién de tu clase podrías comportarte mejor?
  19. ¿Generalmente dónde juegas cuando estás en descanso?
  20. ¿Quién es el chico más gracioso de tu clase? ¿qué tiene que lo hace tan gracioso?
  21. ¿Te ha gustado el almuerzo de hoy? ¿qué es lo que más te ha gustado?
  22. Si mañana fueras tú el profesor ¿qué harias?
  23. ¿Qué piensas, hay alguien de tu clase que debería salirse de la escuela?
  24. Si pudieras cambiar de lugar con alguien de tu clase ¿con quién sería? ¿por qué?
  25. Cuéntame de tres momentos en los que hayas usado un lápiz hoy.

Escuelas de Chicago enseñan sexo anal a alumnos de 5 Grado

Los padres en una escuela primaria de élite, en Chicago, quedaron “horrorizados” cuando vieron los materiales educativos sexuales que sus hijos, alumnos de quinto y sexto grado, estarían aprendiendo. 

Un plan gráfico de estudios de educación sexual dirigido a estudiantes de Escuelas Públicas de Chicago (CPS) ha conmocionado a padres durante una presentación realizada en la Academia de Idiomas Andrew Jackson.

Los padres recibieron una carpeta que incluye los materiales y temas que se debatirán, entre ellos los beneficios de los condones femeninos para extender y aumentar el placer sexual, el uso de la lubricación y cómo insertar los condones en el ano para el sexo anal.

Los padres fueron notificados de la presentación el miércoles pasado, en una carta del director de la escuela Mathew Ditto. La carta, dijo un representante de CPS estaría en la reunión en la que “vamos a compartir las lecciones y la información que se les enseña a su hijo”. CPS ha dicho que  algunas de las lecciones incluso están destinados a niños de jardín de infantes

Mientras que el portavoz de CPS, Bill McCaffrey, dijo en un comunicado que el «material discutible presentado en la Academia de Idiomas Andrew Jackson de esta semana no es y nunca fue parte del currículo estudiantil de educación sexual«, como informó en la filial local de la cadena NBC, las diapositivas que se muestran a los padres son también publicadas en Waters Elementary School como parte del plan de estudios de «Educación para la Salud sexual» para «Grado 6».
En quinto y sexto grado también se enseña de que la «píldora del día después» «NO es una píldora de aborto«, y que «la juventud de 12 años de edad o más puede recibir servicios de salud sexual y reproductiva sin el consentimiento de los padres«.
El condón femenino parece ser particularmente relevante en la presentación, ya que hay un número considerable de diapositivas dedicadas a esta forma particular de control de la natalidad.

Una de las Diapositivas del Currículo de la Escuela Primaria Water Educación para la Salud para 5º
Los temas propuestos en este programa de educación sexual incluyen la seguridad personal, la reproducción humana y el parto, la pubertad, la abstinencia y relaciones saludables. Cuarto grado y por encima también aprenderían información sobre el VIH / SIDA y las infecciones de transmisión sexual. Los estudiantes de quinto grado en adelante también deben  aprender acerca de la anticoncepción y la prevención del embarazo y las lecciones se incluirá una demostración del condón
Algunos de los elogios prodigados en los condones femeninos es que se puede insertar «horas antes de las relaciones sexuales vaginales, por lo que no tiene que interrumpir el juego previo para estar a salvo» El condón femenino, según la presentación, es ideal para «Mujeres, hombres, gente transgénero, «y se puede utilizar si usted es» gay «o “heterosexual», según decía la presentación.

En el video que verán a continuación, además de las imágenes que se pueden ver, aparecen opiniones de algunas de las madres de los niños afectados.

¡Si quieres aprender otro idioma, ponte a cantar!

Según un estudio dirigido por la psicolingüista portuguesa Fernanda Ferreira y difundido hoy por la Universidad de Carolina del Sur, cantar ayuda a aprender.
La familia de Ferreira emigró de Portugal a Canadá cuando ella era muy joven y allá, al igual que muchos niños canadienses, aprendió francés en la escuela.
En un proyecto reciente, Ferreira ayudó a la estudiante de doctorado Karen Ludke a verificar la noción común de que el cantar en un idioma extranjero ayuda a que la persona aprenda y hable ese idioma.
El estudio ofrece las primeras pruebas experimentales de que el cantar puede facilitar el aprendizaje de frases asociadas de corta duración en un idioma desconocido para la persona, y en este caso fue el húngaro.
«Ésta es una conclusión importante«, señaló Ferreira a EFE. «Aprender un idioma puede ser difícil y, sin embargo, con la creciente internacionalización y globalización es cada vez más y más importante que las personas puedan comunicarse en más de un idioma, todo lo que podamos encontrar que facilite el aprendizaje de un idioma puede ser muy útil«, agregó.
A los 66 participantes del experimento, todos ellos adultos, se les asignó, al azar, una de tres condiciones de aprendizaje que consisten en escuchar y repetir: hablar, el hablar en ritmo o el canto.
Los que cantaron mostraron un desempeño general superior en una colección de exámenes de húngaro después de un período de aprendizaje de 15 minutos, comparados con los participantes que hablaron y los que hablaron con ritmo.
Las diferencias en el desempeño no se explicaron por factores como la edad, el género, el estado de ánimo, la capacidad de memoria fonológica o el talento e instrucción musicales.
Los resultados indican que un método de «escuchar y cantar» puede facilitar la memoria verbal para frases en un idioma extranjero.
El artículo señala que se eligió el húngaro debido a que es un lenguaje desconocido para los participantes y debido a sus diferencias muy claras con idiomas romances más conocidos (como el español o el francés) o los de raíz germana (alemán y holandés).
«Como psicóloga experimental, yo vi los resultados con un poco de escepticismo«, comentó Ferreira, quien añadió al experimento el habla rítmica, para diferenciar entre el canto y el ritmo, una característica que no es única de la música. «Nuestra comprobación de que la condición de canto resulta en un desempeño superior en el aprendizaje de un idioma, aún comparada con el habla rítmica, claramente ratifica que el canto tiene beneficios únicos», señaló la investigadora a EFE.

¿Es bueno decir NO a los hijos?

En muchas ocasiones los padres deben decir no a los hijos, cuando piden un dulce o juguete, pero después ceden ante las suplicas, sin importar que la decisión inicial se tomó por el bien de los pequeños. Es necesario tener en cuenta que un no, en lugar de perjudicar a los  niños o hacerlos infelices, ocasiona que se desarrolle su carácter.
Las personas en ocasiones piensan que dándole a sus hijos todo lo que desean les están haciendo un bien, pero esto no es verdad, ya que cuando los niños crecen se enfrentan a que todo en la vida no lo pueden tener y que en algunas ocasiones es necesario resignarse a no tener lo deseado. 
A continuación algunas razones por las que los padres deben decir no a los hijos.
  1. Es necesario que los niños sepan que no todo lo deben tener y que las cosas no se consiguen por medio de pataletas, para que así cuando sean grandes y no puedan obtener algo su mundo no se desmorone.
  2. Es necesario que los niños entiendan que las cosas tienen un precio, que si quieren tener determinados favores o regalos que no son tan necesario deben tener determinadas actitudes o tener un desempeño sobresaliente en diferentes ambientes como el escolar.
  3. Cuando los niños no quieren cumplir con sus responsabilidades y quieren que los padres las realicen es importante decirles que no, de esta forma los niños aprenden a ser útiles, valerse por sí mismos y construir una autoestima apropiada.
  4. Decir no a los hijos es apropiado porque adquieren determinación y seguridad, esto quiere decir que cuando alguien les diga algo con lo que no estén de acuerdo tengan la fuerza para decir que no.
  5. Es necesario que los niños adquieran una buena disciplina, ya que esta se encarga de potencializar la inteligencia. Cuando los niños pidan permiso para realizar otras actividades sin haber hecho las tareas, es importante decirles que no, de esta manera serán personas responsables que desarrollen su potencial.
  6. Para que el no proporcione el resultado deseado, es importante que se le explique a los pequeños el porqué del mismo, no es necesario que los niños estén de acuerdo, sino que ellos vean que se tienen argumentos para esta decisión.
  7. Es apropiado decirle a los niños que no, cuando están lastimando a otras personas, ya que por medio de esto, ellos sabrán que no es correcto y podrán relacionarse de forma apropiada.
  8. Los padres deben decir no a los hijos para establecer límites, de esta manera los niños sabrán que pueden y que no pueden hacer.
  9. Se puede decir no a los niños cuando se le va a explicar que algo es incorrecto o cuando ya se le ha dicho y vuelve a caer en la falta.
  10. Es correcto decir no a los hijos cuando quieren realizar alguna actividad que va contra su seguridad, cuando se están volviendo caprichosos y todo lo quieren o cuando su conducta lastima a otras personas.

Artículo publicado por la Revista Vive

10 razones para que comiences a leer libros regularmente

Todos sabemos bien que la comida alimenta el cuerpo, el ejercicio también, pero la lectura, ese amplio mar de universos posibles, nutre la mente. 
Leer puede resultar aburrido o tedioso para algunas personas, ya que implica dedicar gran parte de su pensamiento al libro que se está leyendo. Leemos muchas cosas durante el día, pero es muy diferente sentarse y relajarse a leer un buen libro enfocado en un tema. Esta actividad tiene muchos beneficios para tu cerebro y para tu salud mental.
A continuación, te comparto 10 razones para que comiences a leer libros regularmente.
Leer puede resultar aburrido o tedioso para algunas personas, ya que implica dedicar gran parte de su pensamiento al libro que se está leyendo. Leemos muchas cosas durante el día, pero es muy diferente sentarse y relajarse a leer un buen libro enfocado en un tema. Esta actividad tiene muchos beneficios para tu cerebro y para tu salud mental.

10. Estimula tu mente

Estimular tu mente es muy saludable y posiblemente ayude a prevenir enfermedades degenerativas como el Alzheimer, ya que al mantener al cerebro activo evitas la pérdida de su potencial. Así, leer resulta algo extremadamente útil, ya que provoca pensamientos diferentes y estimula la imaginación.
9. Mejora tu memoria
Cuando leemos un libro debemos memorizar nombres de personajes, de lugares, actividades que se realizan para que la historia tenga sentido, el pasado de un personaje o incluso recordar pistas que serán útiles en el desarrollo de la historia en un futuro. Gracias a esto, la lectura contribuye a mejorar la memoria.
8. Mejora tus habilidades de escritura
Al leer podemos aprender palabras que no conocíamos o que no sabíamos su forma correcta de ser escritas, por lo que un buen libro nos ayuda a mejorar la forma en la que escribimos al expandir nuestro lenguaje cotidiano y mejorar la ortografía.
7. Expande tu vocabulario
Pero no sólo beneficia la expresión escrita, sino que nuestra forma de expresarnos en voz alta también comenzará a mejorar, al ir expandiendo nuestro conocimiento de palabras rebuscadas, aunque no hay que abusar de ellas y sonar como un sabelotodo.
6. ¡Te hace más sabio!
Mientras más sepas de cualquier tema, mejor. Nunca sabes en qué momento puedes aplicar algo que aprendiste en un libro. Incluso si el libro es de fantasía, poemas o temas inexistentes en el mundo real, siempre se aprende mucho de un solo libro; además, esta sabiduría nadie te la puede quitar.
5. Te ayuda a reducir de estrés
Para olvidarte por completo del estrés de la vida diaria, nada como meterse en una relajante o complicada historia que te haga olvidar todos esos temas que te rodean. No estoy diciendo que los abandones por completo, pero hay que relajarse de vez en cuando, y los libros son una gran fuente de relajación.
4. Mejora tu concentración
Aquí es donde muchas personas desisten de la lectura, al tener poco nivel de concentración y distraerse con la primera mosca que pasa delante de ellos. Pero precisamente leer ayuda a mejorar esta capacidad, ya que al poner atención a los textos estamos practicando para olvidarnos de las cosas sin importancia que nos rodean, mejorando la concentración en otras situaciones.
3. Mejora tu pensamiento analítico
Las novelas de misterio y crimen son las mejores para ayudarnos con esto, ya que a lo largo de la historia estás pensando en cuál será el resultado final y armas todas las pistas para descubrir al asesino. Criticar y analizar la historia también ayuda a mejorar estas habilidades, y, ya que los libros suelen contar con una historia compleja y desarrollada, son perfectos para practicar nuestra capacidad analítica.
2. Entretenimiento gratis
Sí, los libros cuestan. Pero para eso existen bibliotecas que puedes visitar y en donde pedir prestados todos los libros que quieras. Recuerda que existe una infinidad de libros, así que puedes continuar pidiendo y pidiendo, y tendrás para leer una vida entera.
1. Te brinda tranquilidad
El tema de un libro puede ser tranquilo y relajante. Los libros de auto-ayuda y de temas espirituales han ayudado a mucha gente a encontrar no sólo tranquilidad temporal, sino también en su vida diaria.
Si se te dificulta comenzar a leer un libro o comienzas bien pero nunca logras terminarlo, lo más probable es que sea porque trata un tema que no te interesa. Cuando se intenta crear un hábito de lectura, siempre empieza por temas sencillos y de tu agrado, verás que no es tan difícil concentrarse y pronto se irá subiendo de nivel hasta hacerse algo natural. Después de un tiempo empezarás a notar estos beneficios.

Fuente: Curiosidades.batanga.com

10 Actitudes para acumular AMIGOS

Por P.A. David Nesher

«El hombre de muchos amigos se arruina, pero hay amigo más unido que un hermano».
Proverbios 18:24

Debo reconocer que este proverbio de Salomón identifica mi vida en esta área. A lo largo de mis años no he cosechado muchos amigos como tantos otros gozan en jactarse, pero, a decir verdad, no me arrepiento ya que he sido testigo de como muchos seres humanos arruinaron sus proyectos de vidas por ufanarse de contar con innumerables «amigos» que a la hora de ser necesarios brillaron por sus ausencias.

No viene mal compartirles la siguiente frase acerca de este pasatiempo maravilloso que la vida ofrece:

“En la vida, un amigo es mucho; dos,
muchísimo, y tres, casi imposible.”

—Henry Brooks Adams.
Este pensamiento indica que escasean los amigos de verdad. Mucha gente se siente sola y anhela conseguir tales compañeros, por lo que hace comentarios como: “No tengo a quién acudir”, “No puedo confiar en nadie” o “mi perro es mi mejor amigo”.
Reconozco a esta altura de mis años que nuestra calidad de vida depende a buen grado de la calidad de las amistades que obtengamos en nuestra existencia. Puedo asegurarles que los egocéntricos no son felices, pues no tienen amigos con quienes compartir lo que poseen o lo que piensan. Esta actitud es la que bien dijo Jesucristo que debe existir en el ser humano: “hay más felicidad en dar que en recibir” (Hechos 20:35). De forma análoga, el poeta inglés George Byron escribió: “Quien quiera acrecentar su gozo, compártalo”.
Las Escrituras exhortan al hombre mesiánico a ‘ensanchar’ sus afectos (2 Corintios 6:13). Sí, es sabio, y convenientemente saludable, brindarnos a los demás. En Eclesiastés 11:1, 2 leemos: “Dale de comer al hambriento, y un día serás recompensado. Comparte lo que tienes con siete y hasta ocho amigos, pues no sabes si mañana el país estará en problemas”. ¿Qué tiene que ver este principio con las amistades? Respuesta sencilla: si entablamos muchos amigos, alguno habrá que nos ayude en tiempos difíciles.
Además, los amigos de verdad nos protegen de otro modo. Como señala Proverbios 27:6, “Más se puede confiar en el amigo que hiere que en el enemigo que besa.”. Así, aunque cualquiera puede colmarnos de elogios, solo estos compañeros nos tienen la estima necesaria para señalarnos las faltas graves y aconsejarnos de forma constructiva y cariñosa (Proverbios 28:23).
Ahora bien, ante todo lo hasta ahora compartido, hay algo que sí estoy convencido puedo aportarles a todos ustedes, y tiene que ver con las actitudes que aprendí a practicar en mi propia vida para ganar los amigos que el Eterno, en Su Providencia, me tenía señalados para edificar mi propósito mesiánico.
Si deseamos que otra persona ingrese por amor a nuestra vida, es necesario que estemos dispuestos a abandonar ciertas características destructivas de toda empatía humana. Las mismas las resumiré en diez puntos:
  1. La necesidad de tener siempre razón.
  2. La necesidad de ser el primero en todo.
  3. La necesidad de ejercer constantemente el control.
  4. La necesidad de ser perfecto.
  5. La necesidad de ser amado por todos.
  6. La necesidad de poseer.
  7. La necesidad de no tener conflictos ni frustraciones.
  8. La necesidad de cambiar a otros según nuestras necesidades.
  9. La necesidad de culpar.
  10. La necesidad de dominar.

 

Anhelo que estas pautas les ayuden a obtener una gran cosecha de amigos. Ahora, me despido de cada uno de Uds. recordándoles que la amistad genuina es una gran dádiva que da el Dios Eterno. Refleja la forma de ser del Dios-Amor que nos creó, quien, por amor y generosidad, llenó la Tierra de criaturas inteligentes de las que podemos ser amigos. Imitaremos a Yahvéh y a su Hijo Jesucristo si nos relacionamos con nuestros hermanos les damos ánimo, los acompañamos en el ministerio y oramos habitualmente con ellos y por ellos.
Esfuércense ahora por ser buenos compañeros y hacerse amigos de quienes aman a Abba nuestro.

 

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Argentina: ¡que no saqueen tus valores!

Cuatro imágenes causando el mismo efecto en mi corazón profético. Primero las fotos, subidas a Facebook, de aquel jovencito que orgulloso por haber saqueado el supermercado de su barrio mostraba airosamente su botín. Ésta fue una de las más llamativas. Una de las que provocaron en mí una santa ira profética.

La segunda es aquella del robo a cara descubierta por parte del mismo vecino que el día anterior había intercambiado con el comerciante de la esquina saludos para su familia.

La tercera imagen del terror es la de quienes intentaron quemar viviendas de sus vecinos porque sospechaban que fueron sus delatores ante la policía.

Pero la peor de todas, la que más eleva los grados de indignación humana, es la aceptación, resignada y general, de que un policía puede, en reclamo de un salario mejor, dejar un barrio desprotegido, una ciudad liberada y una provincia entera a la buena de Dios. Y es que en mi interior vibra enojada la justa idea de que no hay necesidad que justifique semejante decisión. Es la misma sensación de indignidad que surge cuando vemos que, en las líneas de la sanidad y salud, se abandona a un paciente, en medio de una operación a corazón abierto, para sumarse a una reivindicación salarial y laboral, por más justa y legítima que parezca. No queda duda alguna, a Argentina la saquearon, no de sus bienes materiales, sino de sus valores integrales. ¡Argentina fue saqueada de tal modo que hoy se ha quedado sin principios! ¡El país carece en sus “escaparates” principales (familia, escuela, gobierno, etc.) de basamentos para una moral íntegra y solidaria!

Hace ya un tiempo atrás, leí y me impactó lo que un cura párroco de una villa de emergencia contó acerca de los principios que albergaban en sus pensamientos los niños y jóvenes de aquel lugar. Tomaré aquello para ilustrar mi denuncia profética. Ese varón relató que cuando se les preguntaba a los chicos de esa villa qué les gustaría ser cuando fueran grandes, muchos respondían que querían ser «piqueteros». Hoy, estoy convencido, de que es muy probable que alguno que otro conteste, ante la misma pregunta, que le anhela ser «dealer» o «narcotraficante». Y es que en los últimos años ha sido tan grande la inserción del narcotráfico en distintos poblados pobres de buena parte del país, que el fenómeno está modificando los principios de vida y los hábitos de conducta de todos sus habitantes.

Para ejemplo de esto, mencionaré lo que un informe señala acerca de la existencia de unos 2.500 puntos de venta de droga sólo en la capital de la provincia de Córdoba. Esto equivale a 2.500 familias que viven de la venta de drogas ilegales. De repente, y ante este dato, me di cuenta que sólo con esas 2.500 familias organizadas y lanzadas a la calle se puede generar un caos en tan solo una noche.

Todo nos pasó en el transcurso de una semana, desde que estallaron la rebelión de Córdoba y el apogeo de los saqueos en esa provincia. Día tras día el efecto dominó, fue armando un diseño de un arte repugnante.  Se habla ya de siete muertos y decenas de heridos por los asaltos a los comercios. Una situación de tensión extrema se advierte hoy fácilmente en el rostro de casi todos los funcionarios con responsabilidades ejecutivas a lo largo del país. No queda duda alguna que el gobierno nacional fue un imprudente espectador en las primeras horas del drama cordobés.  Un solo pensamiento surge al observar todo esto: el poder está miope y soberbio.

El rencor social serpentea entre muchos argentinos. Los lazos sociales están rotos y la responsabilidad del ciudadano es hoy, en nuestra nación, una obligación arqueológica. Existen, desde hace mucho tiempo, sectores numerosos de la sociedad que viven en la miseria. Seres humanos que han perdido cualquier esperanza de ascenso social y que han sido programados por el sistema imperante a creer que acceder a un televisor LED sería la única revolución posible en sus vidas. Son incontables vidas humanas que cargan con la frustración de comprobar que aunque muchos trabajen todo el día, al final del año no les termina alcanzando ni para lo mínimo.

Los encargados de pensar políticas y modelos de transformación deberán primero aceptar que en nuestra nación aún hay deudas democráticas. Es verdad que hemos sido testigos de fuertes avances en estos últimos treinta años de democracia, pero, sin embargo, los sectores que no tenían trabajo siguen igual porque continúan repitiéndose aquellas situaciones que le impiden a la gente dignificarse como seres humanos.

Se necesita comprender que la política tiene siempre resultados en la subjetividad, en lo que llevamos como bagaje de ideas, sentimientos y miradas. Desde esto será urgente aceptar que un modelo de rapiña que autoriza los saqueos de recursos naturales y que privilegia a las corporaciones multinacionales, genera siempre una subjetividad de rapiña, saqueo y privilegios. Desde dicha subjetividad todo el mundo cree que puede tomar lo del otro o hacer cualquier cosa para obtener lo que el otro legítimamente ha alcanzado en su esfuerzo previsor.

Para males se suma a todo esto el hecho real de que los medios son parte del problema y no de la solución porque son los hacedores de esa subjetividad. Ellos exacerban el consumo, y la violencia. Ellos hablan todo el tiempo de inseguridad generando así situaciones de miedo. Así, el espíritu de temor liberado desde los medios guía a muchas personas a encerrarse y apartarse de todos aquellos que, a su cosmovisión, son no confiables. Pero, a la misma vez, los medios empujan a otros humanos a no quedarse afuera de la rapiña, y a salvarse de cualquier modo. De esta forma, todo y todos pasan a formar parte de la misma mugre superestructural. La situación de fondo es idéntica y de descomposición en todos y cada uno de los sustratos sociales de la nación.

Ante todo esto observamos día a día impávidos el desarrollo de una etapa de fuerte descomposición de las relaciones sociales argentinas. Miramos atónitos e impotentes la descomposición de la convivencia en cada uno de las entidades fundamentales del país (familia, escuela, gobierno, policía, etc.). Desde el discurso presidencial se nos ha instado una y otra vez a entender que la democracia es el otro, pero eso en la práctica cotidiana no existe. Por el contrario solamente existe el sálvese quien pueda.

¿Y a quién le atribuiremos todo esto? Pues bien, primeramente a la política del gobierno. Porque ella misma fomenta el mismo tipo de vida en supervivencia: el plan social, la bolsa de comida de la provincia, el reparto de droga, o trabajar para la policía. Y muchas veces todo esto ocurre junto. El común denominador es que la vida ha pasado a no tener valor. Cualquiera se vende, se compra, se corrompe. Toda medida política solamente busca el efectismo. El tema central, y dónde el error radica, no es mejorar, ni mucho menos transformar, sino contener. La gestión errónea es solamente contener, armonizar, todo pegado con moco, pero que sí o sí continúe para adelante. Nadie piensa a gran escala. No se valora el considerar nuestras generaciones futuras. Nadie quiere visualizar lo que va a pasar de aquí a veinte años.

En segundo lugar, la responsabilidad cae sobre la voluntaria actitud de cada argentino de tender a la descomposición moral de sus generaciones. Es que lo único que se percibe a dónde quiera que la mirada apunte es una descomposición globalizada de lo humano. Justamente esta es la forma vil de sostener lo que hacen los gobiernos y corporaciones del mundo puestas al servicio de la élite luciferina gobernante.

Todos podemos caer en la descomposición, o elegir vivir y respirar un aire distinto. Un aire digno. Un aire no contaminado por estas cuestiones.  Aquellos que queramos hacer esto, seguiremos peregrinando en la misión de realizar actos llenos del amor perfecto. Lo otro es la pudrición, en el sentido más llano. Lo otro surge cuando se pudren los sentimientos, los sentidos, las virtudes y los principios de lo humano y de la vida. Es en este punto dónde hay que decidir si seguimos con la corriente o nos largamos unánimes a remar en contra de la corriente de descomposición que el Leviatán ha creado en el mundo.

Yo creo  firmemente en aquello que el Eterno me ha revelado. Él me mostró en Su Espíritu que los cambios se avecinan. Y ocurrirán desde ese mar de luces que nacen fuera de la superestructura que conforman hoy el Estado y el mercado. Son las luces que reman contra la corriente. Luces, encendidas en el Mesías, que  revelarán cómo salir de la descomposición y la decadencia que carcome hoy a la Argentina. Un mar de luces que producirán cantidades de situaciones diferentes, de construcción social, de cuidado ambiental y comunitario, de realización productiva, de defensa y ampliación de derechos.

Les dejo pensando en estos lineamientos, y para que el sello de su reflexión se efectivo les comparto este fragmento surgido del ingenio de un uruguayo maravilloso:

«Un hombre del pueblo de Neguá, en la costa de Colombia, pudo subir al cielo. A la vuelta, contó. Dijo que había contemplado, desde allá arriba, la vida humana. Y dijo que somos un mar de fueguitos.- El mundo es eso – reveló- un montón de gente, un mar de fueguitos. Cada persona brilla con la luz propia entre todas las demás. No hay dos fuegos iguales. Hay gente de fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco, que llena el aire de chispas; algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman, pero otros arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca se enciende. «

Eduardo Galeano; El Libro de los abrazos (fragmento)