Comunicación

Diez Propuestas para que Lo Positivo sea Lo Principal en las Redes Sociales

Por
© Gonzalo Aragon

«El Manifiesto de la comunicación no hostil” es una iniciativa surgida en el contexto de un simposio celebrado en Trieste (Italia) los días 17 y 18 de febrero de 2017 auspiciada por el colectivo Parole/Stili.  Con la idea de que el poder de las palabras es importante, y que en las redes sociales predomina el mal uso de éstas, incluso el insulto y la denigración, este colectivo ha preparado este manifiesto para propagar, viralmente, “un estilo positivo” en la red, mediante el uso cuidadoso del lenguaje, de las propias palabras.

Se trata de un decálogo de sentido común, que todos pueden entender y que vale la pena difundir, por lo que Aleteia lo reproduce íntegro:

  1. Virtual es real – Digo y escribo en la red sólo las cosas que tengo la valentía de decir en persona.
  2. Se es lo que se comunica – Las palabras que elijo relatan la persona que soy: me representan.
  3. Las palabras dan forma al pensamiento – Me tomo todo el tiempo necesario para expresar lo mejor posible mi pensamiento.
  4. Antes de hablar hace falta escuchar – Nadie tiene siempre razón, tampoco yo. Escucho con honradez y apertura.
  5. Las palabras son un puente – Elijo las palabras para comprender, hacerme entender, acercarme a los demás.
  6. Las palabras tienen consecuencias – Sé que cada una de mis palabras puede tener consecuencias, grandes o pequeñas.
  7. Compartir es una responsabilidad – Comparto textos e imágenes sólo después de haberlos leído, valorado, comprendido.
  8. Las ideas se pueden discutir. Las personas se deben respetar – No convierto a quien sostiene ideas que no comparto en un enemigo al que hay que eliminar.
  9. Los insultos no son argumentos – No acepto insultos ni agresividad, ni tan siquiera a favor de mi tesis.
  10. También el silencio comunica – Cuando la mejor elección es callar, callo.

Es un decálogo que relanza las antiguas virtudes de la comunicación interpersonal, avasalladas por el estilo nervioso, rápido, desligado de reglas y de normas y, a menudo, brutalmente agresivo en que se han convertido las redes sociales en el mundo.

Y es de enhorabuena que este colectivo italiano haya lanzado esta iniciativa para el mundo digital: finalmente, los esfuerzos que se hagan por humanizar las redes sociales, son loables donde quiera que se presenten.

Los Dientes del Sultán… (y las Formas de Decir las Cosas)

Un Sultán soñó que había perdido todos los dientes. Por esto, al despertar, ordenó llamar a un sabio para que interpretase su sueño.

«¡Qué desgracia Mi Señor!» -exclamó el Sabio- «Cada diente caído representa la pérdida de un pariente de vuestra Majestad.»

– «¡Qué insolencia!» – gritó el Sultán enfurecido. «¿Cómo te atreves a decirme semejante cosa? ¡Fuera de aquí!»

Llamó a su guardia y encargó que le dieran cien latigazos.

Más tarde mandó que le trajesen a Nasrudín, el otro sabio de la corte, y le contó lo que había soñado. Este, después de escuchar al sultán con atención, le dijo:

– «¡Excelso Señor! Gran felicidad le ha sido reservada. El sueño significa que sobrevivirás a todos vuestros parientes.»

Ell semblante del Sultán se iluminó con una gran sonrisa y ordenó que le dieran a Nasrudín cien monedas de oro.

Cuando el mullá salía del Palacio, uno de los cortesanos le dijo admirado:

– «¡No es posible! La interpretación que habéis hecho de los sueños es la misma que el primer sabio. No entiendo porque al primero le pagó con cien latigazos y a ti con cien monedas de oro.»

«Recuerda bien amigo mío«, respondió Nasrudín, «…todo depende de la forma como se dicen las cosas.»

 

Para concluir solamente diré que la verdad puede ser comparada con una piedra preciosa. Si la lanzamos contra el rostro de alguien, puede herir, pero si la envolvemos en un delicado embalaje y la ofrecemos con ternura ciertamente será aceptada con agrado.

 

Ahora los invito a reflexionar lo que dice el sabio rey Salomón en el libro de los Proverbios:

 

«Las palabras del hombre son aguas profundas,

río que corre, pozo de sabiduría…

Con sus labios, el necio se mete en líos;

con sus palabras precipitadas se busca buenos azotes…

Cada uno comerá hasta el cansancio del fruto de sus palabras.

La vida y la muerte dependen de la lengua;

los que hablan mucho sufrirán las consecuencias».

Proverbios 18: 4,20-21

 

Sin duda alguna, uno de los grandes desafíos de la humanidad es aprender a comunicarse.

 

El Eterno ha diseñado y establecido que de la comunicación depende, muchas veces, la felicidad o la desgracia, la paz o la guerra. Así mismo, Él ha determinado en este propósito ontológico que la verdad debe ser dicha en cualquier situación, de esto no tenemos la menor duda; mas, la forma con que debe ser comunicada es lo que provoca, en algunos casos, grandes problemas.

 

Cuantos matrimonios entran en crisis y conflicto por el simple hecho de no saber decir con tino las cosas. En mi experiencia como sacerdote, que trabaja en pastoral matrimonial, he constatado que muchas peleas y discusiones se pudieron haber evitado con tan solo expresar mejor sus diferencias. Todo cónyuge que se sienta atacado se defenderá contra-atacando con más virulencia. En cambio, todo cónyuge que escucha como sus actitudes afectan a su pareja, se sentirá interpelado y tomará medidas para corregirlas.

 

«El que mucho habla, mucho yerra;

callar a tiempo es de sabios»

Proverbios 10: 19

Por todo esto, elevo una plegaria pidiendo que tus palabras sean más valiosas que el silencio que rompen.