«Es, pues, la fe, la sustancia de las cosas que se esperan, la demostración de lo que no se ve».
Hebreos 11:1
Ante el hecho de estar entrando en la última luna del año shemitá (Adar bet), y estar a pocos días del Año de Jubileo (Yobel) según el calendario del Eterno Abba, tenemos que identificar si nos estamos moviendo en la dirección correcta, si estamos tomando la acción correcta y si nuestra visión está concentrada en lo que realmente queremos alcanzar.
Es vital reconocer que cuando tenemos unos objetivos bien definidos y escritos en un proyecto, esto nos inspira y nos produce la energía para generar la motivación necesaria que nos permitirá conseguir los resultados deseados.
Los redimidos en el Mesías pueden lograr y desarrollar cualquier cosa en la vida si se capacitan en las asambleas para hacerlo. La fe para creer que se puede hacer es vital porque tomamos acción de acuerdo a los resultados que queremos conseguir, y la fe es la convicción de ver lo que aún no se ve, y certeza de aquello que esperamos.
Mientras intercedía hoy, discerní algo muy importante. Hay escogidos que leen esta página que son muy competentes pero que no están consiguiendo los objetivos que quieren porque se ha convertido en personas impotentes, ya que están enfocadas en objetivos impotentes.
El mayor problema de la gente que aún está bajo la opresión del sistema reptiliano es que no se concentran en los recursos que tienen, sino en lo que no tienen. Muchos de los creyentes aún permanecen cautivos en los paradigmas de esa cautividad babilónica.
En esta meditación, me veo instado en Su Espíritu a recordarles que uno de los combustibles vitales para obtener los resultados es la fe heredada en Su Gracia bendita. Ella es el elemento más importante que se puede tener en la vida mesiánica que se nos ha otorgado en Yeshúa. En las Sagradas Escrituras, la fe se define como la convicción de ver lo que aún no se ve. Cuando tú crees que puedes hacerlo y tienes fe en lo que va hacer, inmediatamente se desata la energía, el entusiasmo y la convicción.
¡Por todo ello es importante que defina quién es, hacia dónde va y cuáles son los resultados que desea alcanzar!
«Porque en esperanza hemos sido salvos, pero la esperanza que se ve no es esperanza, pues, ¿por qué esperar lo que uno ve?» (Romanos 8:24)
«al no poner nuestra vista en las cosas que se ven, sino en las que no se ven; porque las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas«. (2 Corintios 4:18)
«al no poner nuestra vista en las cosas que se ven, sino en las que no se ven; porque las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas«. (2 Corintios 4:18)
«… porque por fe andamos, no por vista«; (2 Corintios 5:7)