Mujer

Ideologías Asesinas: Cuando los Lobos se disfrazan de Corderos

Autor: Moisés Franko

 

En los últimos tiempos me he topado con algunos jóvenes (varones y mujeres) del ministerio al que pertenezco que se autodefinen como “feministas”.

Esto me llamó bastante la atención. En un primer momento uno pensaría en qué tiene de malo, con los abundantes casos de femicidio (palabra propia de la ideología de género) es muy necesario que los jóvenes, y sobre todo varones se sensibilicen.

En eso estamos de acuerdo, pero había algo me hacía ruido, hasta que la Luz de las Sagradas Escrituras me alumbró y por eso escribí este artículo.

El feminismo podría definirse de modo sintético como la “ideología que promueve la igualdad de derechos entre el varón y la mujer”. Parece justo y lindo, pero veamos más a fondo.

Muchas veces hay que pasar de las palabras bonitas a las prácticas, porque si bien la palabra es lo que transforma el mundo, las acciones son las que a la larga comunican más fuerte y eso quiero que analicemos juntos.

Si el discurso feminista busca la justicia en el trato entre varones y mujeres, entonces por qué:

  • Jamás hemos oídos a una referente feminista cuestionar los privilegios judiciales que tienen las mujeres por sobre los varones en el sistema judicial argentino. Si una mujer denuncia violencia por parte de un varón, suele creérsele en primera instancia y tomar medidas represivas contra el acusado violando el principio de inocencia que marca el derecho, sólo en base al testimonio de la denunciante. Sin embargo, si es un varón el que denuncia maltrato físico por parte de una mujer, en más de una ocasión recibe burlas en cuento a su falta de masculinidad por parte del personal judicial y/policial y se le obstaculiza la justicia.

Un ejemplo excelente de esta discriminación, pero abocada a la tenencia de los hijos en un proceso de divorcio, lo muestra el documental “Borrando a papá” (compartido abajo de esta bitácora). Una película que llegó a estar prohibida en democracia por un fallo judicial ilegal que luego fue revocado y que demuestra cómo el Estado presupone que una madre es mejor custodia que un padre para los niños sólo por el hecho de ser mujer. Silencio del feminismo.

  • Una vez vi un graffiti que me pareció muy creativo: “Existen muy pocos trabajos en los que se necesite un pene”, y es verdad. Gracias a las constantes luchas populares ya no existen casi trabajos “de hombres”, lo cual considero positivo.
    Sin embargo, la discriminación laboral no parece preocuparle al discurso feminista cuando es a la inversa. Jamás se ha escuchado al feminismo cuestionar, por ejemplo, por qué ser docente de nivel inicial es un trabajo primordialmente femenino y el varón que quiera ejercerlo le será muy difícil justamente porque muchos padres lo considerarán como inadecuado (cuando no un pedófilo encubierto) por el simple hecho de ser varón. Más silencio.
  • Este ejemplo es uno de los más irónicos: una de las banderas del feminismo es el derecho que tienen las mujeres a expresar su opinión. Lo que no dicen es que ese será un derecho en tanto no cuestione al feminismo. Si una mujer defiende públicamente los principios de la Torah (instrucción del Eterno), por los cuales la esposa debe someterse en amor a su esposo como al Señor, le dirán que es una retrógrada defensora de la opresión patriarcal, sin permitirles explicarles el sentido de esto y cómo en ese mismo capítulo el varón es exhortado a amar y respetar a su cónyuge. O sea, dan por sentado que las mujeres que no acepten sus principios, no son reflexivas sino que están manipuladas por lo que ellas llaman “el patriarcado”, en otras palabras, si no sos feminista, sos estúpida y merecés ser violentada, como sugirió una vez Malena Pichot.
    Cuando en realidad, los artículos 18 y 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos garantizan la libertad de creencias y de expresión respectivamente. Les dije, es irónico.

Con estos pocos ejemplos queda claro que el feminismo no defiende la dignidad humana, porque para ello debería contemplar los derechos del ser humano integralmente (varón/mujer).

Lo que en realidad hace es buscar revancha de la opresión machista que el cristianismo difundió durante siglos en nuestras sociedades. Si bien era esperable, no deja de ser venganza en vez de justicia.

Ahora bien, quisiera salir de la crítica al feminismo y citar el pasaje que usó el Espíritu Santo para inspirar este artículo:

“No imiten las conductas ni las costumbres de este mundo, más bien dejen que Dios los transforme en personas nuevas al cambiarles la manera de pensar. Entonces aprenderán a conocer la voluntad de Dios para ustedes, la cual es buena, agradable y perfecta”

Romanos 12:2 (NTV).

Aquí el Espíritu del Señor nos llama a no dejarnos influenciar por las conductas del sistema sino permitirle cambiar nuestra forma de pensar acorde a lo que YAHVÉH quiere para nosotros.

Existen muchas ideologías que a nuestros ojos son buenas, como le pareció a la mujer con el fruto prohibido. Pero que son incompletas porque no se fundamentan en la Torah (Instrucción), por eso, podemos compartir algunos de sus preceptos pero no autodefinirnos por ellas. Si es que hemos nacido de nuevo en el Mesías.

¿Eso significa ser ajeno a las injusticias? Por supuesto que no, debemos apuntar a ser justos. Es decir, no defender los derechos humanos de varones o mujeres, o sólo niños. Debemos defender la dignidad humana en general, acorde con la manera de entender el mundo del Eterno revelada en su instrucción. Sólo así habremos cumplido nuestro propósito en felicidad.

“El que busca la justicia y el amor inagotable encontrará vida, justicia y honor”

Proverbios 21:21 (NTV)

 

 

Mujer: Una Construcción Divina desde la Esencia del Hombre

“Hizo caer El Eterno un profundo sueño sobre el hombre y este se durmió. Tomó una de sus costillas y cerro la carne por debajo”

(Génesis 2:21)

Una vez que la Torah explica porque la mujer tuvo la necesidad de ser creada. Procede a contar como esto fue llevado a cabo.

 

El TodoPoderoso creó a la mujer dividiendo al primer hombre en dos partes: una parte femenina y la otra parte viril. Al separar a Adam en dos facetas, ambas no totalmente autosufientes, El dio al hombre la oportunidad de colmar el vacío que la mujer pudiera tener y viceversa. Obrando así. El Eterno formó un “ayudante frente a él”. Esto significa que la mujer fue creada con el mismo potencial que el hombre para ayudar (Génesis 2:20).

“Y el Eterno Dios hizo de la costilla que tomó del hombre, una mujer, y la trajo al hombre”

(Génesis 2;22).

La Toráh dice que el Eterno creó a la mujerconstruyéndolade la costilla de Adam (Vayiven). Algunos lo interpretan diciendo que el Eterno dotó a la mujer de un mayor entendimiento y comprensión (Binah) de las emociones y relaciones humanas, de lo que Él dio al hombre (Nida 45b). Ambas palabras ”Binah” y “Vayiven” tienen una misma raíz que significa “dentro”. Por lo tanto, construir es el acto de tomar algo de adentro y expandirlo. La compresión es el logro de entender algo desde lo profundo.

El hecho de que la mujer fue “construida” de una parte interna del hombre la predispone a entender a comprender cualquier situación, íntegramente desde el fondo. Esto significa que la mujer es capaz, generalmente de divisar un bosque sin necesidad de haber visto antes un árbol.

Y dijo el hombre esta vez, esto es hueso de mis huesos y carne de mi carne; ella se debe llamar Varona (Isha) porque fue tomada del varón (ish) . Por esto, dejara el varón a padre y a su madre, se unirá a su mujer y serán una sola carne.

(Génesis 2:23-24).

En conclusión la mujer fue creada para ser compañera en igualdad de condiciones que el hombre (Génesis 2:22) . La mujer posee una santidad intrínseca, de la que se supone debe hacer uso para ayudar al varón a reconocer su fortaleza, así como a vencer sus limitaciones en lo espiritual, ejerciendo el poder y el control.

 

 

Tomado y Condensado de libro Mesilot Hatora de Lisa Aiken.

 

Las Matriarcas y Su Ejemplo Generacional

Interesante será darnos cuenta que la primera mujer, Javá (Eva), fue llamada la “madre de todos los vivientes”, en tanto que jamás se hizo referencia a Adán como el padre de todos los seres vivientes. Se trata de un hecho significativo que, desde el comienzo mismo, establece las cualidades esenciales de la mujer como “madre”, dadora y perpetuadora de la vida.

La historia de la fe hebrea comienza con Abraham y Sará, unos dos mil anos después de la Creación. Al estudiar la vida de nuestros antepasados, tal como se relata en la Torah, vemos no sólo su grandeza, sino también el modo en que transmitieron esta grandeza a sus hijos. Son nuestros padres y madres quienes sentaron un precedente para nosotros. Es gracias a este precedente que pudimos, en generaciones pasadas, y presentes, hacer gala de gran fuerza espiritual, ya sea en nuestra fe bondad, justicia, o cualquier otra característica hebrea.

La sabiduría de la Torah siempre condujo a un hecho significativo en relación con la palabra Israel (nombre dado a Yaacov y por el que se conoce a todos los escogidos de mentalidad hebrea).

Cada letra del nombre “Israel” corresponde a uno de nuestros Patriarcas y Matriarcas. Veamos esto atentamente:

  • la iud corresponde a Itzjak: y Yaakov,
  • la shin corresponde a Sará,
  • la reish a Rivká y Rajel,
  • la alef a Abraham y
  • la lamed a Leá.

Este detalle de codificación, significa que todo hebreo, es decir todo Israel, lleva dentro de sí las características y el potencial de grandeza de nuestros padres y madres. Por lo tanto, en el interior de cada hebreo vibra el potencial de ser tan grandes como fueron éstos en sus acciones mesiánicas.

Sará, la primera de nuestras madres, junto con Abraham, trabajaron para educar a las mujeres y los varones de su generación, ayudándolos a comprender la existencia del Solo y Único Dios. Cuán grandes fueron los logros de Sará dentro de la comunidad en general. Mayor aún fue su repercusión en el hogar. Sará estableció un hogar consagrado a los valores de la Torah. Un hogar en el que imperaban la paz, la bondad y la honestidad. En este hogar crió a su hijo Itzjak.

Sará se esmeró por educar a su hijo y luchó denodadamente por impedir que toda mala influencia penetrara en su hogar. Por esta razón Sará pidió a Abraham que echara a Hagar, su sirvienta, y a Ishmael, el hijo de ésta (un joven de hábitos salvajes y malos). El Eterno instruyó a Abraham en el sentido de que “todo lo que Sará te diga – has de escuchar su voz” (Génesis 21:12). Entonces Abraham echó a Hagar e Ishmael.

La Torah nos enseña que mientras Sará vivió, su hogar fue bendecido de varias formas. De acuerdo a los códigos hebreos del relato en el rollo de Bereshit (Génesis), siempre había una nube de gloria (la Presencia Divina) sobre su tienda (correspondiente al mitzvá de la Pureza de la Familia). Dicha nube se desvaneció cuando Sará murió. Pero volvió a aparecer cuando llegó Rivká, la esposa de Itzjak. Las Sagradas Escrituras dan a entender que en su tienda siempre brillaba una luz, desde erev Shabat. Cuando murió Sará, la luz se extinguió y volvió a brillar una vez más cuando Rivká entró en la tienda. Del mismo modo, la masa que preparaba estaba bendita.

Al elegir una esposa, Itzjak buscó una mujer realmente piadosa y recta que continuase la labor de Sará y contribuyese a sentar raíces firmes para el pueblo hebreo que de ellos surgiría. Halló esto en Rivká, nuestra segunda matriarca. Pese al medio ambiente maligno de Jarán, en el que ella se crió.

Rivká resultó ser una mujer virtuosa capaz de transmitir la Torah a sus hijos. Por eso es que era suficientemente sensible y perspicaz como para comprender la diferencia que mediaba entre sus dos hijos: Yaakov y Esav (Génesis 25:28). Era suficientemente valiente como para actuar conforme a esta diferencia y alentar a Yaakov a fin de que desarrollara su potencial pleno.

Yaakov, a su vez, contrajo matrimonio con Rajel y Leá (nuestras tercera y cuarta matriarcas), madres de las doce tribus de Israel. Ambas hermanas se dejaron procesar por el Eterno hasta alcanzar el nivel espiritual de Sará y Rivká. Por ello, los doce hijos que tuvieron fueron rectos y de ellos surgieron las seiscientas mil almas originales (Éxodo 12:37), el núcleo de nuestro pueblo, que saldrá de Mitzraim para entrar en Alianza Matrimonial con Yahvéh mismo, al pie del Monte Sinaí.

Un Mes de Prueba para el Amor (Ley de la Iefat Toar)

Por P.A. David Nesher

 

“Cuando salieres a la guerra contra tus enemigos, y Yahvéh tu Dios los entregare en tu mano, y tomares de ellos cautivos, y vieres entre los cautivos a alguna mujer hermosa, y la codiciares, y la tomares para ti por mujer, la meterás en tu casa; y ella rapará su cabeza, y cortará sus uñas, y se quitará el vestido de su cautiverio, y se quedará en tu casa; y llorará a su padre y a su madre un mes entero; y después podrás llegarte a ella, y tú serás su marido, y ella será tu mujer. Y si no te agradare, la dejarás en libertad; no la venderás por dinero, ni la tratarás como esclava, por cuanto la humillaste.”

(Devarim/Deuteronomio 21:10 – 14)

 

Si hay algo que caracteriza a los niños párvulos es el hecho de no entender el significado de la palabra “después”. Ellos lo quieren todo ahora mismo, en el aquí y ahora de su antojo. Pero, lamentablemente deberé decir que la misma actitud la he encontrado a lo largo de mi carrera  en personas adultas, que no han madurado de su experiencia de vida, y pretenden salir victoriosos con su «aquí y ahora» llenos de caprichos egotistas. Así he aprendido, que hoy en día aumenta el número de los seres humanos inmaduros que no saben esperar ante las circunstancias negativas. Menos ante un sistema imperante que presiona a vivir lo instantáneo y exprés.

 

Entendemos que el Eterno entregó la Torah (Instrucción) para forjar el carácter mesiánico del pueblo Israelita. Su objetivo es que cada hebreo alcanzara madurez en su vida. En los códigos de la Instrucción divina queda claramente expresado que una cosa importante, en cuanto a un carácter aprobado, es el ejercicio del dominio propio. Es nada más y nada menos que el fruto del Espíritu Santo promovido por la Torah.

 

Es claro también que los lineamientos de la Instrucción (Torah) divina revelan que si los niños reciben todo lo que en sus caprichos egoístas desean, sin aprender a esperar, tendrán muchos problemas en el futuro porque en la vida existen muchas cosas que no son accesibles a corto plazo sino que demandan mucho tiempo, y hasta gran esfuerzo. Por esto, la Instrucción insiste en sus pautas que todo niño debe ser enseñado en el hecho de que tener que esperar y no disfrutar de los placeres de manera inmediata es bueno para el desarrollo de la madurez. El mismo aprendizaje requiere el Eterno de sus hijos primogénitos. Aquel que sabe esperar y soporta la presión de los deseos inmediatos, es una persona madura que puede llegar muy alto en la escala de responsabilidad y espiritualidad.

 

En este texto, el Eterno quiere que sus hijos primogénitos se pregunten: ¿quién es el verdadero enemigo? Por ello, con estos lineamientos Yahvéh, guiará al alma hebrea a darse cuenta de que el verdadero y único enemigo es el denominado Yetzer Hará (tendencia al mal o inclinación a lo malo). ¿Cómo acecha esta tendencia en el interior del alma humana? ¿Cómo logra HaSatán activar esto dentro del ser humano? Aquí se revela que el yetzer hará se manifiesta después de una victoria. Cada vez, que un hijo del Eterno siente éxito en su camino espiritual, pensando que la batalla ganada le asegura la victoria final, HaSatán (el adversario) activa desde el yetzer hará y conduce a dicho redimido a la caída, mediante sus propias pasiones. Entonces la arrogancia se eleva desde el corazón hasta la mente de dicho hijo del Eterno, alimentándole la idea de que todo está bajo control, y que a todo error se le puede encontrar rápida solución. Finalmente esta actitud equivocada terminará conduciendo a un futuro con serias consecuencias.

 

Para implantar esta enseñanza, la parashá de esta semana comienza hablando acerca de las leyes de la cautiva hermosa (Iefat Toar).

 

En el mundo antiguo, era común para un varón guerrero tomar a una esposa de entre los cautivos, especialmente si era una mujer hermosa. Sin embargo, obviamente, esta costumbre hedonista habilitaba los abusos contra la dignidad de una mujer. El yetser hará brotaba en los corazones de los hombres produciendo destinos caóticos. Por ello, el Eterno dio señalamientos específicos para gobernar sobre esta práctica de las naciones entre los miembros de Israel, a fin de asegurar que las generaciones recibieran solamente bendición.

 

Cuando un hebreo iba a la guerra y encontraba entre los cautivos una mujer hermosa, antes de poseerla debía permitirle que durante treinta días guardara luto por su familia perdida, dejándose crecer las uñas, con el cabello cubierto de cenizas y vestida con ropas de duelo. Luego de ese período el captor debía desposarla, y si no quería hacerlo debía liberarla, no teniendo permitido venderla, pues ya la había afligido.

 

El soldado que se enamora de una prisionera de guerra no tiene el derecho a entrar en una relación íntima con ella sin haber pasado por un tiempo de prueba de un mes. La Torah no le permite seguir sus impulsos inmediatos (yetser hará) porque podrán crear problemas importantes más adelante.

 

El impulso perverso (yetser hará) del soldado tiene que ser sometido a las normas de la Torah. Él tiene que dejar que la mujer que ha elegido llore durante un mes en su casa para que la vea de cerca y la conozca bien antes de casarse con ella. Tendrá que aprender a no ser dirigido por sus impulsos sensoriales y esperar todo un mes hasta poder allegarse a ella por medio de una alianza matrimonial fundada en la inteligencia emocional. El varón tenía prohibido tocarla antes del casamiento. Para ello, debía asegurarse funcionar como un maestro de la Torah conduciendo a la mujer escogida en los siguientes pasos discipulares:

✔ “Ella rapará su cabeza, y cortará sus uñas.” Primero, la mujer cautiva tenía que ser enseñada en la idea de la santidad por medio de la purificación y el aprendizaje de la humildad. Esto denotaba una separación de su pasado, y la voluntad de comenzar de nuevo, humildemente, con una actitud de niño.
✔ “Se quitará el vestido de su cautiverio, y se quedará en tu casa.” Segundo, la mujer cautiva debía de demostrar un cambio de alianza. Esto demostraba que la mujer cautiva ya no consideraba su antigua nación ni su familia; ahora era una ciudadana de Israel que amaba la cultura hebrea.
✔ “Llorará a su padre y a su madre un mes entero.” Tercero, la mujer cautiva tenía, que llorar por sus asociaciones pasadas. Este tiempo seria cuando ella arreglaría los asuntos de su corazón con respecto a su familia, y su futuro esposo viviría con ella por un mes entero sin relaciones íntimas. De este modo, él podía corroborar en su corazón maduramente si realmente quería tomar a esta mujer como esposa. Así, el Eterno permitía que el varón se asegurase de no estar tomando una decisión basada en apariencia física o por su atractivo.
✔ “No la venderás por dinero, ni la tratarás como esclava.” Después de este mes de luto, el futuro esposo tenía la libertad de casarse con la mujer cautiva. No obstante, no tenía que hacerlo. Sin embargo, si decidía hacerlo, tenía que dejarla en libertad con dignidad. Esta era una protección extraordinaria para los derechos de las mujeres cautivas.

 

El propósito de este trato con esta mujer es que no sea agradable para el varón simplemente porque su apariencia hermosa lo ha seducido. No es una situación ideal que él se case con ella guiado por el simple deseo sexual, porque puede traer consecuencias negativas en el futuro. Es por esto que Yahvéh establece estas reglas para que finalmente el varón se dé cuenta que no le conviene casarse con ella. La Torah no prohíbe este tipo de matrimonio, más bien lo desanima con estas medidas. Si el hombre se quiere casar a pesar de esto, puede hacerlo.

 

También, por medio de estas pautas, el Eterno se aseguraba que el varón tomara consciencia de que es determinante sentir que la mujer que ha escogido es lo más importante para él. Así también, enseñaba al varón a expresarle a esa mujer que ella fue elegida no por su apariencia, sino por ser valorizada en su esencia como la compañía más importante en el destino de dicho varón.

 

Con esto cada varón de Israel aprendía que aquel que da rienda suelta a su deseo sexual es una bestia y no un varón verdadero. Los varones fuertes son los que saben dominar su mente y sus emociones y los canalizan dentro de los parámetros del amor establecidos por la Torah.

 

Una persona esclava de sus impulsos es inconstante, infiel y peligrosa. Una persona que sobrepone los principios divinos sobre sus emociones será constante, fiel y amorosa.

 

Una sociedad cuyos ciudadanos no han aprendido el dominio propio de sus padres se vuelve pobre, corrupta y violenta. Una sociedad dirigida por los principios de la Torah se vuelve rica, libre y segura.

 

Amado discípulo de Yeshúa, estudia la Torah todos los días y aprende a dominar tu yetse hará (tendencia al mal) Así no terminará esclavo de tus deseos, y vencerás a tu verdadero enemigo: tu ego. No te dejes vencer por lo que tus ojos ven. No sigas detrás de tus ojos ni detrás de las emociones que ellos despiertan. Sé constante y fiel con tu compromiso de peregrinar con el Yugo de Yeshúa. Cumple con tus deberes ante el Eterno y ante los hombres. Piensa bien antes de tomar la decisión de casarte. El matrimonio es para toda la vida.

Mujer Pura… Instrumento Divino de Salvación…

«Habló Yahvéh a Moisés, diciendo:
Habla a los hijos de Israel y diles:
La mujer cuando conciba y dé a luz varón, será inmunda siete días; conforme a los días de su menstruación será inmunda.
Y al octavo día se circuncidará al niño.»

(Vayikrá/Levítico 12: 1-3)

 

La Torah comienza aquí la pedagogía de las leyes del parto y, especialmente, los detalles que incluyen las leyes de «pureza e impureza» (tumáh y taharáh), importantísimas para la excelente comunicación en una familia, con el Eterno y con los componentes de la misma.

Antes de sumergirnos en esta magnífica enseñanza del Eterno, debemos aceptar que la traducción de la Torah a los distintos idiomas ha sido una de las grandes dificultades que enfrentamos cotidianamente. Ello impide entender a cabalidad conceptos fundamentales de nuestra fe. Muchas de las palabras no tienen definición precisa al español porque expresan ideas espirituales que no tienen paralelo en nuestra cultura latina; ejemplo de ellos son los vocablos «Taharáh» y «Tumáh«, sistemas que recibirán un tratamiento prominente en este capítulo. Los grandes exégetas de Israel coinciden en que los vocablos «Taharáh» (puro), y «Tumáh» (impureza), generalmente traducidos como pureza e impurificación, no son criterios médicos, sino conceptos de carácter moral y en relación con lo sagrado. Los invito entonces a considerar la significaciones hebreas de estos términos, y sus implicancias en el alma creyente.

¿Qué es Puro dentro de los parámetros de la Revelación de la Torah?
  • Puro es todo aquello que favorece o promueve la vida (hbr. Tahor).
  • Impuro es lo relativo a la cesación de vida (hbr. Tamhé).

Recordemos que, por medio de la codificación del libro de Vayikrá, los israelitas recibieron el secreto de la reverencia. Ésta es la actitud que permite valorar el propósito de la vida humana, y estimula a cada individuo a buscar el perfeccionamiento y la plenitud de la misma. La reverencia se convierte en un instrumento psíquico-emocional que permite un acercamiento correcto al Creador, y establece una comunión que promueve de esclavos del Eterno a amigos de Dios.

Teniendo en cuenta lo expresado hasta aquí, es importante entonces aceptar que las expresiones hebreas “Tahor” (puro) y “Tamhé” (impuro) son conceptos que refieren a un estado espiritual y no a aspectos físicos, emocionales, sociales o mentales, tal como los parámetros errados de la religión lo ha expresado en sus dogmas. Puede resultar difícil de comprenderlos, pues muy frecuentemente han sido traducidos como “limpio” y “sucio” respectivamente, o ideas similares que llevan a asociar la impureza con algo manchado, echado a perder, mugriento o inmundo.

Por ello, la más acertada definición de “puro” que podemos ofrecer sería “lo que está conectado con la Fuente de la Vida”. En tanto que “impuro” es lo que en algún grado está desconectado de la Fuente de Vida, y ha comenzado a errar su blanco. Éste precisamente es su desequilibrio, que repito, no es un pecado, ni una enfermedad ni una suciedad. Es una situación o posición espiritual. “Tahor” (puro) y “Tamhé” (impuro) son conceptos que refieren a un estado espiritual y no a aspectos físicos, emocionales, sociales o mentales. Insisto: puede resultar difícil de comprenderlos, pues muy frecuentemente han sido traducidos como “limpio” y “sucio” respectivamente, o ideas similares que llevan a asociar la impureza con algo manchado, echado a perder, mugriento o inmundo, que merece exclusión condenatoria. Debes entenderlo perfectamente: puro no significa bueno, como impuro no significa malo. Eso debe estar claro en tu mente. Tampoco puro es algo limpio, ni impuro es algo sucio. Tenlo presente.

Impuro (Tamhé) es lo que arremete contra los designios del Eterno. Es decir, que algo en el sistema espiritual del impuro está en desbalance a causa de la influencia de la serpiente y su sistema de cosas. En cambio, puro es aquel que está en sintonía excelente con la Divina Voluntad.

En el capítulo anterior (Vayikrá 11:47) se nos enseña que por impuro se debe entender aquello que hace creer (la ilusión de) que no hay un plano espiritual que rige sobre el plano físico. Como cuando se ve un cadáver, que es algo inerte, frío, vacío de sentido. Como cuando se ve en el ciclo menstrual un mero proceso físico, que no tiene relación con la vida.

Cuando se hace «algo» a un «alguien» se está en estado de impureza.

Para entenderlo mejor, vamos a considerar a cómo los sabios lo han comprendido a lo largo de los tiempos. Ellos dicen que en un principio todo fue creado en pureza a través de dos sistema o polaridad de la Luz (lo masculino y lo femenino). Uno de esos sistemas tiende a conectarse con la limitación y el caos, mientras que el otro está en conexión con lo infinito, y debe esforzarse a tender hacia esas alturas.

Expliquemos esto aplicándolo a nuestra vida personal: cuando deseamos algo solo para nosotros mismos nos convertimos en finitos, o en especies de “agujeros negros” que atraen todo hacia sí; esto significa que estamos conectados con la impureza. El sistema de la pureza es lo contrario, es una conexión con el Creador; con lo infinito; este tipo de “deseo” (o sistema), crea continuidad y un vínculo con la luz del Eterno.

Visto así, descubrimos que la pureza y la impureza no son una cuestión religiosa, sino un asunto de conciencia que se manifestará en pensamientos y acciones. Por causa de la caída de Adam HaRashon y  su esposa Javáh, los dos sistemas se han mezclado con los demás en nuestro mundo pero tenemos libre albedrío para decidir qué camino queremos recorrer, el de la pureza o el opuesto y cada camino que elijamos tendrán su propia historia.

La Mujer: Vasija conectora con el Pecado e Instrumento Profético de la Salvación.

Entonces, comprendiendo las definiciones de qué es puro y qué impuro. Procederemos a analizar y meditar en este texto.

La Instrucción divina deja en claro que después del parto de un hijo varón, la mujer queda en un estado de impureza ritual (en hebreo tamhé), tal como en el tiempo de su menstruación. La palabra hebrea que ha sido traducida como “menstruación» es nidá, que significa “impureza”, “menstruación”, y viene de la raíz nadad, que significa “vagar”, “errar”, “huir”, “alejarse”, “mover”. La idea es que el tiempo de la nidá es un tiempo ideal en el que la mujer debe alejarse de su marido para sanarse de su herida interna (físico-emocional). Según la Torah, este periodo es de siete días (cf. Levítico 15:19). Después del periodo de nidá, ella se sumerge en aguas purificadoras para poder unirse de nuevo a su marido.

En el caso del nacimiento de un varón, la madre se queda en un estado de nidá durante los primeros siete días después del parto. El día del parto es contado como el primer día, aunque sólo quedara una hora o menos hasta la caída del sol. Al final del séptimo día se sumerge en una mikvé (bautismo) para purificarse. Según la enseñanza farisea, luego podrá unirse con su marido. Los saduceos y los karaítas no están de acuerdo con la interpretación farisea, y enseñan que la mujer no podrá unirse a su marido hasta después de los restantes 33 días. En verdad, esta última interpretación parecería estar más cerca de lo que la Torah establece en los preceptos respectivos.

La expresión hebrea «qui tazríah» ha sido traducida aquí como «conciba y dé a luz» o «engendrare». Pero en el rigor mismo de la significación literal, la palabra deriva de «zerah«, que quiere decir «semilla«. Los exégetas concluyen de aquí, que esta expresión (qui tazríah) hace referencia no solamente a un nacimiento normal, sino que afecta también a aquella mujer que no hubiera concluido felizmente su embarazo.

Considerando pues todos estos detalles rituales, se descubre que en este pasaje, el Eterno quiere conducir a cada familia hebrea a reconocer que tanto la concepción, como el nacimiento de un ser humano, es un proceso que califica como verdadero milagro de Yahvéh, que se conecta con una realidad impura: la humanidad caída en pecado. El Eterno envía vida humana al mundo para que se mantenga en sintonía con Él, pero la madre le produce estado de impureza desde el vientre (Salmo 51: 5).

Una mujer que desea engendrar un hijo, primeramente se purifica y después se unirá a su marido. Entonces se asociará un óvulo por ella producido a un espermatozoide emitido por su marido. A través de ello comenzará a gestarse su hijo.

Antes bien, después de purificarse y gestar al embrión, la madre deberá esperar que sucedan numerosos milagros con el fruto de su vientre hasta que se produzca el gran milagro: el nacimiento.

Con este precepto, cada israelita podía meditar en la gran bondad del Eterno especialmente con aquellos que aún no han nacido. El espíritu que se obtenía al cumplir con este precepto, permitía valorar la vida intrauterina, llenando el alma hebrea de gratitud al Creador por proteger la vida humana, incluso desde esos momentos.

Además, los padres del recién nacido reflexionaban en la verdad de que en un mundo perfecto e ideal, no hay dolor, no hay duelo.  Así sería la vida humana en el Edén primordial. Sin embargo, en este mundo caído, cada parto nos recuerda el pecado y el castigo de Adam y Javá.  Vivimos en un mundo limitado por la mortalidad, y somos forzados a darnos cuenta que el niño que nació está destinado a morir.  Esto explica la separación que sigue al parto, la cual es comparada a un duelo. Los padres hebreos, especialmente la mujer-madre, aceptaban que la separación después del parto es duelo, entonces sometían sus almas a una teshuvá por la necesidad del proceso de parto y por la mortalidad del niño nacido en este proceso.  La lógica al requerir un sacrificio por el pecado ahora se hace visible: el parto está tan relacionado con el pecado de Javá, que se identifica totalmente con él, y resulta de él que un sacrificio por el pecado a la culminación de este proceso parece completamente natural.

Una razón por la cual la madre es “Tamhé” es porque cuando da a luz, en ese mismo instante, en su estructura psíquica, se genera un cierto grado de vacío espiritual por la partida de la vida adicional que llevaba dentro, es decir, su bebé. Entonces, el Eterno la llama a “purificarse” a fin de superar esa sensación negativa, y no quedar esclava de ella de por vida, ocasionándole la ilusión de creerse la dueña del destino de ese hijo, y generando obsesiones manipuladoras sobre el mismo.

En realidad, el propósito de esto es hacer que las mujeres, especialmente, se ocupen de estar más interesadas en conocer y respetar las leyes de la «Pureza de la Familia» (Tahorat HaMishpajá). Éstas incluyen códigos de vida como el digno trato entre los cónyuges, la educación en valores de los hijos, el recato en la conducta y vestimenta, el esfuerzo por sostener una familia unida bajo las alas protectoras del Eterno. Eso es lo que el apóstol Pablo recordará al decir:

Pero la mujer se salvará si cumple sus deberes como madre, y si con buen juicio se mantiene en la fe, el amor y la santidad.

(1Timoteo 2: 15)

También te invito a LEER estás BITÁCORAS RELACIONADAS con este Tema:

Cortinas (Mujeres) que Causan Unidad

«Cinco cortinas estarán unidas una con la otra; también las otras cinco cortinas estarán unidas una con la otra«.

(Éxodo 26:3)

 

En el día de hoy nos concentraremos en el principio celestial revelado en este versículo que permite comprender un secreto maravilloso para lograr la perfecta unidad de una congregación.

El tabernáculo (hebreo mishkán) era unta tienda con un marco y una serie de cubiertas elaboradas. Esta sección describe la primera cubierta, la que quedaba a la vista en el interior del tabernáculo. Interesante es resaltar que los planos para el tabernáculo fueron revelados a Moisés del interior hacia el exterior, comenzando con los muebles del interior y dicha construcción. Nos aproximamos al santuario de afuera hacia adentro, pero Yahvéh construye el santuario de adentro hacia afuera. Él trabaja en Su pueblo de acuerdo al mismo patrón. En el caso de las cortinas para la cobertura interior debemos decir que eran de lino torcido, y eran unidas al ser tejidas cinco cortinas una a otra, cada una de 42 pies (14 metros) de longitud y 6 pies (2 metros) de ancho. Primero fueron unidas en sets de cinco, y luego todas fueron unidas para cubrir 42 pies (14 metros) por 60 pies (20 metros).

El texto hebreo las cortinas que se utilizarían para el techo del mishkán (la morada) son llamadas mujeres y hermanas. El texto hebreo que se tradujo como “una con la otra” en ishá el-ajotáh, (– אשה אל-אחתה  –) significa literalmente “una mujer con (o hacia) su hermana”.

Interesante es que cada cortina es comparada con una mujer y todas las cortinas son hermanas. ¿Por qué las cortinas son llamadas mujeres? Porque el Eterno quería dejar una fuerte enseñanza en la congregación de Israel. Para el Eterno las mujeres son hermanas y deben ser unidas de manera muy fuerte para que nunca más puedan ser separadas.

Esta unidad es una de las condiciones para que la congregación pueda ser una morada para el Eterno. Donde no hay unidad no puede haber una casa para el Eterno. Cuando las mujeres se unen una con la otra con corazones unidos podrán ser una parte muy importante en la morada del Todopoderoso.

Esta revelación fue perfectamente entendida por los discípulos de Yeshúa de las primeras comunidades. Las mujeres hicieron un gran papel en la introducción del yugo del Mesías en el mundo pagano. Por eso Pablo, desde el comienzo de sus cartas a sus últimas palabras de despedida, nos da nombres de mujeres que tenían gran influencia en la vida de la Iglesia, y particularmente en la unidad de la misma.

La epístola a los Filipenses menciona dos mujeres de influencia; Evodia y Síntique, de las cuales Pablo dice que “han combatido conmigo juntamente en el evangelio, con Clemente y otros colaboradores”. La preocupación del apóstol al escribir esta carta es saber que estas dos mujeres se han dividido provocando una grieta en la congregación:

«Ruego a Evodia y ruego a Síntique, que sean de un mismo sentir en el Señor…»

(Filipenses 4:2)

Desde la cosmovisión occidental, que dos mujeres no puedan llegar a un acuerdo no parece ser un problema serio; sin embargo, en la cosmovisión hebrea estas dos mujeres eran prominentes en la iglesia y estaban haciendo que otros tomaran parte su desacuerdo, así que era de suficiente importancia para que Pablo las identifique por nombre.

Aparentemente estas dos mujeres eran la fuente de algún tipo de pleito en la iglesia. No tenemos idea de la causa de la disensión entre Evodia y Síntique. Lo que sí sabemos, es que los efectos de la misma tenían que ser destructores para la iglesia. No sabemos si había diferencias doctrinales entre las dos o celos de carácter personal. Otra vez vemos al maligno azuzando a una hermana contra otra, como en el pasado. Todo ello era en deterioro de la obra y el crecimiento de la iglesia.

En lugar de tomar un bando o tratar de resolver sus problemas, Pablo simplemente les dijo que sean de un mismo sentir en el Señor. Pablo entendía que esta situación deshonraba el nombre del Señor y era un escándalo en la congregación. Esto estorbaba también la obra de la gracia en el área femenina de la asamblea.

El apóstol Pablo, además de hablar de las extraordinarias cualidades de estas dos mujeres, entre las que destaca el ser colaboradoras, dice que sus nombres estaban en el «libro de la vida»; el registro celestial de los fieles. Esto era suficiente razón para que estas hermanas superaran sus diferencias. Por otro lado, en vista de que las dos estaban destinadas a participar del Gobierno Milenial, donde solo la armonía será notoria ¿no deberían llevarse bien sobre la Tierra en este tiempo?

Por último, entendemos que la mujer es el símbolo del alma humana. Por ende, todo lo que aquí se ha dicho también aplica a los varones que forman parte de una congregación, y especialmente que tienen influencia en ella.

Todo esto nos lleva a la maravillosa conclusión de que cuando hay reyertas entre personas influyentes se forman facciones en la congregación, pues los unos se ponen en favor de uno y de otro y estas rencillas habrían terminado con la congregación.

Todos sabemos que debido a nuestra imperfección, tenemos la tendencia de distanciarnos de quienes nos han ofendido y de aislarnos. Pero eso no es lo mejor:

“La gente poco amistosa solo se preocupa de sí misma; se opone al sentido común.”

(Prov. 18:1 – NTV).

En vista de que somos un pueblo que invoca unidamente el nombre de Yahvéh a través de Yeshúa, debemos estar decididos a “servirle hombro a hombro” con nuestros hermanos (Sof. 3:9).

¿Cómo reaccionaremos si sentimos que uno de nuestros hermanos nos ha tratado mal o de forma injusta? ¿Dejaremos por ello de servir a Yahvéh con toda el alma? ¿O, más bien, nos armaremos de valor y resolveremos el problema para no perturbar la inestimable paz de la congregación?

 

“Hagan todo lo posible por vivir en paz con todos.

(Rom. 12:18.)

Resolvámonos a poner en práctica dicho consejo, y así podremos seguir andando en el camino que lleva a la vida.

¡Que el Eterno quite de nosotros todo lo que impide que seamos unidos totalmente para que su gloria pueda ser manifestada dentro de y entre nosotros!

El Velo y la Cobertura Profética de la Mujer

«Pero quiero que sepáis que Cristo es la cabeza de todo varón, y el varón es la cabeza de la mujer, y Dios la cabeza de Cristo.
Todo varón que ora o profetiza con la cabeza cubierta, afrenta su cabeza.
Pero toda mujer que ora o profetiza con la cabeza descubierta, afrenta su cabeza; porque lo mismo es que si se hubiese rapado.
Porque si la mujer no se cubre, que se corte también el cabello; y si le es vergonzoso a la mujer cortarse el cabello o raparse, que se cubra»
…Por el contrario, a la mujer dejarse crecer el cabello le es honroso; porque en lugar de velo le es dado el cabello.
Con todo eso, si alguno quiere ser contencioso, nosotros no tenemos tal costumbre, ni las iglesias de Dios.

(1 Corintios 11:3-6; 15)

En el sistema de la Gracia divina todos somos iguales.

En el sistema de Gobierno sí existe jerarquía de potestad.

La Gracia jamás puede desplazar al Reino del que proviene. Por el contrario, la Gracia permite que el Gobierno del Eterno se manifieste sobre la Tierra igual como se hace en los Cielos.

Por eso, es importante acercarnos a las Escrituras del Nuevo Pacto con una visión de águila que nos permita entender que todo lo que está en los libros de la Antigua Alianza apunta a que el Hijo del Eterno se manifestara como la revelación última de todo el diseño redentor de nuestro Abba kadosh.

Este video es la Segunda Parte del que encabeza esta bitácora: 

Rebeca y su Ministerio para Camellos… (Características de la Excelencia)

«Entonces el criado corrió hacia ella y dijo:
Te ruego que me des a beber un poco de agua de tu cántaro.
Ella respondió:
Bebe, señor mío; y se dio prisa a bajar su cántaro sobre su mano y le dio a beber.
Y cuando acabó de darle de beber dijo:
También para tus camellos sacaré agua. hasta que acaben de beber. Y se dio prisa y vació su cántaro en la pila, y corrió otra vez al pozo para sacar agua, y sacó para todos sus camellos.»

(Bereshit / Génesis 24: 17-20)

Había nacido y vivía en Mesopotamia (Aram-naharaim en hebreo), en la ciudad de Harán o cerca de ella. Su familia no era como la gente de Harán, que adoraban a Sin, el dios-luna. Su Dios era Yahvéh (Génesis 24:50). Por algo, los sabios de Israel siempre le adjudicaron el versículo del “Cantar de los Cantares” que dice: “Como una rosa entre las espinas, así es mi querida entre las hijas” (Cantares 2: 2).

Su nombre Rebeca, (o Rivká en hebreo). Mientras transcurría en su cotidianeidad, ella no imaginaba que un gran cambio en su vida llegaría de forma inesperada, en un día normal como cualquier otro.

Rivká era una muchacha muy atractiva. Pero no se trataba solo de una cara bonita, estaba llena de vida y se había mantenido moralmente pura. Aunque su familia era adinerada y tenían sirvientes, ella no era una niña mimada ni la trataban como a una princesa; había recibió la enseñanza del esfuerzo. Sabía que trabajar duro era el secreto para un destino exitoso. Al igual que muchas mujeres de su época, se encargaba de algunas tareas pesadas en el hogar. Por ejemplo, al caer la tarde, iba al pozo cargada con un cántaro sobre los hombros a buscar agua para la familia (Génesis 24:11, 15, 16).

En una de estas ocasiones, después de llenar su recipiente, se le acercó corriendo un hombre mayor que le dijo: “Dame, por favor, un sorbito de agua de tu jarro”. ¡Era un favor tan pequeño y se lo había pedido con tanta amabilidad! Como se notaba que el hombre venía de lejos, enseguida bajó el cántaro para darle, no un sorbito, sino un buen trago de agua fresca. Rebeca vio que el hombre había llegado con una manada de 10 camellos y que no había agua en el bebedero. Se dio cuenta de que la observaba atentamente y quiso ser generosa con él. Le dijo: “También para tus camellos sacaré agua hasta que acaben de beber” (Génesis 24:17-19).

Fíjese que no solo se ofreció a darles un poco de agua a los camellos, sino a darles de beber hasta que saciaran su sed. Un camello sediento puede beber unos 135 litros de agua en apenas 13 minutos. En este caso tenemos 10 camellos, así que necesitaría más o menos 1.350 litros de agua para saciar su sed. Digamos que el cántaro de Rebeca es de barro y que le caben 10 litros de agua. Vale la pena mencionar que 10 litros de agua pesan aproximadamente 9 kg. Esto quiere decir que Rebeca tiene que hacer más de 100 viajes al pozo para sacar el agua y acarrear más de 10 kilogramos a donde están los camellos. Así que a Rebeca le podían esperar varias horas de duro trabajo.

Sin embargo, estaba dispuesta a hacer lo que fuera para mostrarle hospitalidad a aquel forastero, quien aceptó su ayuda.

Rebeca iba y venía bajo la atenta mirada del anciano, llenando una y otra vez su cántaro para llevar agua al bebedero (Génesis 24:20, 21). Mientras Rebeca realizaba la tarea de dar agua a todos los camellos, el siervo en ningún momento la detuvo. Él quería saber si ella de verdad daría agua a todos los camellos, o si solamente lo había dicho. Evidentemente Eliezer conocía gente a la que le es más fácil hablar como un servidor que servir. Él necesitaba saber si esta joven tenía el corazón de una servidora, o solo el hablar de una.

La mirada de asombro del anciano forastero delataba el agradecimiento que de su corazón se elevaba hacia el mismo Trono de nuestro Abba. Horas antes, al caer la tarde, Eliezer había clamado en en oración pidiendo:

«Oh Señor, Dios de mi amo, Abraham.

Te ruego que hoy me des éxito y muestres amor inagotable a mi amo, Abraham.

Aquí me encuentro junto a este manantial, y las jóvenes de la ciudad vienen a sacar agua.

Mi petición es la siguiente:

yo le diré a una de ellas:

“Por favor, deme de beber de su cántaro”; si ella dice:

“Sí, beba usted, ¡y también daré de beber a sus camellos!”, que sea ella la que has elegido como esposa para Isaac.

De esa forma sabré que has mostrado amor inagotable a mi amo».

(Génesis 24:11-14)

Este varón fue muy sabio en lo que pidió al Eterno. Él quería volver a su amo Abrahán exitoso en su misión, y sabía que sin el respaldo del Eterno, todo esto sería imposible. Él estaba seguro, que toda mujer del lugar sabía que un camello sediento puede beber mucha agua. Así pues, la que se ofreciese a abrevar diez camellos tenía que estar dispuesta a realizar un gran esfuerzo. El hecho de que desempeñara esta tarea ante la pasiva mirada de otras personas constituiría una prueba incuestionable de su energía, paciencia y humildad, así como de su bondad con las personas y los animales.

Eliezer al ver la benevolencia servicial de esta joven le da un pendiente y dos brazaletes y adoró a Yavhéh. Él es bien consciente que no está buscando una criada para Isaac sino que una joven con un corazón bondadoso, fuerte y determinado a terminar los trabajos difíciles que se propone. Una doncella creyente en el Eterno, dispuesta a aceptar la voluntad y el llamado divino para convertirse en la esposa de un joven varón que aún no conoce, pero que sabe la espera anhelante en fe como la ayuda idónea (ezer kenegdó) que Yahvéh le ha diseñado para bendecir a las generaciones venideras.

Hoy, cuatro mil años después, no podemos más que sentir admiración por esta matriarca de nuestra fe por su valentía, sus ganas de servir, hospedar y darse humildemente a sus semejantes. Todos nosotros, seamos jóvenes o mayores, varones o mujeres, estemos casados o solteros, podemos imitar la fe de esta extraordinaria mujer. Por ello, para cerrar la meditación de este estudio, lo que rescataremos de esta historia, será la actitud de Rivká. Este mujer ejemplifica lo que debiera ser la actitud de nuestra alma redimida a la hora de servir al propósito eterno de Dios en nuestro prójimo. El Eterno anhela que la Esposa del Mesías sea sin mancha ni arruga, por ello hallo conveniente destacar las características que debe tener el servicio que tú y yo demos a nuestros semejantes en la tarea que nos demanda la Gran Comisión:

  • Un Servicio Gustoso: Al momento en que Eliezer le pidió agua, ella respondió sin queja alguna, sin murmullo o murmuración en su interior. Respondió con amor y una actitud servicial. «Bebe señor mío; y se dio prisa…» La expresión hebrea da a entender que ella no esperó otra oportunidad, ni otro momento. Hizo al instante lo que le demandaban.
  • Un Servicio Dispuesto: No se conformó con cumplir con lo que debía hacer de acuerdo a lo pautado en la petición de Eliezer, ella se determinó a hacer más. Ofreció más de lo que le pidieron. ¡Tampoco tardó en hacerlo! Muchas veces esperamos a que nos pidan lo que sabemos qué hace falta hacer, no nos comprometemos sino hasta que no nos queda otra. Y cuantas veces ni aun cuando nos piden, hacemos «más de lo que nos corresponde».
  • Un Servicio Responsable: Una vez que ofreció, se dio prisa a cumplir con lo que prometió. Ella lo terminó con calidad total. Dio de beber a los 10 camellos que Eliezer traía consigo. Ella fue responsable y esforzada. Cumplió con su trabajo, por más difícil que haya sido. ¿Cuántas veces no te animas a tomar el trabajo difícil? ¿Cuántas veces eliges lo más fácil para hacer, lo que lleve menos tiempo, menos esfuerzo? ¿Cuántas veces has comenzado una tarea que luego has abandonado a la mitad?
  • Un Servicio Desinteresado: Rebeca no sabía que Eliezer buscaba mujer para Isaac. Ella actuó de ese modo sin buscar un premio, una paga o un beneficio propio. Lo hizo de corazón, demostrando su pureza y bondad. Sin que nadie más que Eliezer la viera, no buscando su aprobación ni la de nadie más.

 

Hoy día, vivimos en una época en la que nadie piensa en el prójimo. Como ya fue anunciado proféticamente, las personas son egoístas y no están dispuestas a sacrificarse por los demás (2 Timoteo 3:1-5). Los discípulos de Yeshúa, que anhelamos combatir esa tendencia en los hombres, debemos imitar el ejemplo de esta joven del pasado, una de nuestras madres de fe, que se desvivió por ayudar a un extraño.

¡Qué maravilloso sería de nuestro alrededor si demostráramos siempre en cada ámbito de nuestras vidas estas características de servicio que todos los hijos de Yahvéh debemos tener!

¡Mujer, tu cuerpo es sagrado y único!

(UNA REFLEXIÓN SÓLO PARA MUJERES)

Cuatro mujeres llegaron en una reunión usando ropas muy indecentes que mostraban exageradamente bien sus cuerpos, especialmente en sus áreas más contorneables.

El líder del lugar las observó con sano y justo juicio. Entonces les pidió que se sentaran. Luego mirándolas fijamente a los ojos les relato con gran veracidad algo que nunca olvidarían en sus vidas:

«Señoras, deben saber y ser diariamente conscientes que todo lo que Dios ha hecho valioso en este mundo está bien cubierto y es difícil de ver, encontrar y/o conseguir. Les daré los siguientes ejemplos:

  1. ¿Dónde puedes encontrar los diamantes? En el fondo de una cueva, cubierto y protegido.
  2. ¿Dónde se encuentran las perlas? En el fondo del océano, cubierto y protegido en una hermosa concha.
  3. ¿Dónde puedes encontrar oro? Abajo de la tierra, cubierto con capas de roca y para conseguirlo hay que trabajar duro y cavar profundo.»

Habiendo dicho estas cosas, volvió a mirarlas fijamente y dijo a cada una con total sinceridad:

«Tu cuerpo es sagrado y único. Eres mucho más preciosa que el oro, los diamantes y las perlas, por lo tanto debes estar cubierta tú también. Si mantienes tus minerales preciosos como el oro, los diamantes y las perlas profundamente cubierto, una organización minera de renombre con la maquinaria necesaria celebrará años de amplia exploración.

Primero se pondrán en contacto con tu gobierno (la familia), firmará contratos profesionales (matrimonio) y lo extraerá profesionalmente (matrimonio civil). Pero si dejas que tus minerales preciosos se encuentren en la superficie de la tierra, siempre atraerás a un gran número de mineros ilegales para venir y explorar de forma ilegal…

¡Vístete bonito, pero decente! Tu cuerpo es hermoso, tu cuerpo es un tesoro y algún día un buen varón, merecedor de descubrirlo se sentirá dichoso de hacerlo.»

Autor Anónimo (Me lo compartieron por Whatsapp)

Bitácora Relacionada: Recomiendo ingresar aquí para conocer los por qué metafísicos de la vestimenta humana.

AUTOESTIMA: Tu Espejo y el Espejo de los Otros

«Tus manos me hicieron y me formaron; dame entendimiento para que aprenda tus mandamientos».
Salmo 119:73

Hablaba con una especialista en salud psíquica y me comentaba que uno de los problemas sicológicos más importantes en el mundo es la gran cantidad de personas con baja autoestima, situación que provoca padecer inseguridad, nerviosismo, torpeza o preocupaciones exageradas. Entonces me agregó el dato que las estadísticas de esto la engrosan las mujeres y su autoestima.

En mis servicio de coaching a los largo de estos últimos veinte años he comprendido que para una mujer, vivir una etapa de baja autoestima no es nada sencillo. Por ello es que siempre le recomiendo a mis discípulas que deben fomentar la actitud positiva llenas de promesas divinas, para poder salir de sus problemas y cumplir sus metas plenamente.
En medio de mis reflexiones respecto a este tema me encontré con el VIDEO que comparto aquí y considero oportuno para despertar conciencia en cada una de las mujeres que se acerca diariamente a esta región de la web.
En el VIDEO verán a un hombre que dibuja   a algunas mujeres a partir de las descripciones que ellas mismas le dan sobre su cuerpo. Luego, él vuelve a dibujar pero con las descripciones que le da otra persona que conversó con alguna de ellas mientras esperaba.
Notarán que cuando  se describen a sí mismas son muy duras y críticas, pero cuando las describen las personas con las que estuvieron conversando por un rato todo cambia.

De todo esto solamente me queda decirte que cuando aprendas a aceptarte, valorarte y respetarte como te lo mereces, vas a empezar a amarte.

La Entrevista para el Trabajo Más Difícil del Mundo

Todos alguna vez hemos pensado lo cansado, difícil y estresante que es nuestro trabajo. Pues bien, ¿qué pensarías si fueras a una entrevista para un nuevo trabajo, en el que se te exigiera trabajar veinticuatro horas al día, los siete días de la semana durante todo el año, sin descansos, sin festivos y sin remuneración? Está claro: nos negaríamos en redondo.
Esto es precisamente lo que sucede en este video.

Este experimento social fue crear un trabajo ficticio, publicar la oferta en diarios e internet y hacer entrevistas reales para ofrecer el empleo con características especiales como tiempo completo y ausencia de sueldo.

Si has pensado que tu trabajo es muy cansador y difícil, mira estas entrevistas para el trabajo más difícil del mundo.

 

Entrevista para el Trabajo Más Difícil del MundoTodos alguna vez hemos pensado lo cansado, difícil y estresante que es nuestro trabajo. Pues bien, ¿qué pensarías si fueras a una entrevista para un nuevo trabajo, en el que se te exigiera trabajar veinticuatro horas al día, los siete días de la semana durante todo el año, sin descansos, sin festivos y sin remuneración? Está claro: nos negaríamos en redondo.Esto es precisamente lo que sucede en este #vídeo.El experimento fue crear un trabajo ficticio, publicar la oferta en diarios e internet y hacer entrevistas reales para ofrecer el empleo con características especiales como tiempo completo y ausencia de sueldo.Si has pensado que tu trabajo es muy cansador y difícil, mira estas entrevistas para el trabajo más difícil del mundo.#FelizDíaDeLaMadre

Posted by Mcms Web on Domingo, 18 de octubre de 2015

Anorexia: una cadena directa de Satanás… (Mira el Video completo aquí)

Conozcamos la historia de Valeria, la triste historia de una bella niña que termino en las garras de la anorexia, esa maldita enfermedad que hace estragos en todo el mundo, principalmente en los mas desarrollados como Estados Unidos, Noruega, Bélgica y la mayoría de países europeos la padecen. Casualmente dejó de ser una enfermedad de pobres.

Valeria llegó a ser modelo a los 23 años. Participó y gano concursos de los mas importantes tanto amateurs como profesionales medio. 20 años después, su enfermedad casi la destruye por completo. Ella es víctima de la anorexia, uno de los trastornos alimenticios junto con la bulimia, mas temibles de la historia.

 

 

Consejo a las jóvenes en búsqueda del amor.

Paso ahora por el blog, porque quiero decirle algunas palabras a las jóvenes menores de 18 años que leen este blog. Tal vez no les guste escuchar esto, pero tengan en cuenta que lo digo como un varón que ha trabajado aconsejando a muchos chicos en sus veintes: ¡Aléjate de los chicos mayores durante tus años de adolescente!
He aquí la razón: Las mujeres maduran más rápido que los hombres. (Probablemente estas pensando, “¡Ah, qué sorpresa…!”, pero tenme paciencia). Una mujer adolescente puede estar cansada del nivel de inmadurez de los chicos de su edad. Los hombres más grandes se dan cuenta de esto, y tienen “técnicas seductoras” más sofisticadas para halagar a las chicas. Por ejemplo, les pueden dar un anillo de promesa (una “ilusión”) para que ellas piensen que cualquier actividad sexual que tengan es más especial. Distracciones como estas calman la buena intuición de una chica, que de lo contrario le estaría gritando que se aleje de él.
Los chicos más grandes usan frases como “Nunca he sentido algo así por una mujer… pero está bien si no quieres tener relaciones todavía”. Algunas chicas se derriten al escuchar esto porque creen que el chico realmente quiere lo que es mejor para ellas. En realidad, probablemente él no tiene suficientes habilidades sociales para salir con una chica de su propia edad, y piensa que al salir con una más inocente, ella no tendrá la madurez ni la confianza en sí misma para rechazarlo.
No es el trabajo de la chica ser “policía de la castidad”, pero el hombre se portará tan caballero como se lo exija la mujer. Obviamente, no todos los hombres mayores (o los anillos de promesa) son malos, pero será importante que te plantees lo siguiente: si él es tan bueno como tú crees que es, ¿por qué no ha encontrado a una chica de su propia edad?

El flagelo nihilista de la dependencia emocional… ¿Cómo descubrirlo y combatirlo?

«El amor es paciente y bondadoso; no es envidioso ni jactancioso, no se envanece; no hace nada impropio; no es egoísta ni se irrita; no es rencoroso; no se alegra de la injusticia, sino que se une a la alegría de la verdad. 
Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
 El amor jamás dejará de existir».
(1 Corintios 13: 4-8)

De acuerdo a lo revelado en las Escrituras he enseñado a los hombres que el amor que viene del miedo no es amor, sino que es necesidad (1 Juan 4:18). Es precisamente la vaciedad del alma lo que conduce erróneamente a formas de amor totalmente anti-esenciales. La gran mayoría de las mujeres y los varones de hoy, impulsados desde el nihilismo que los aprisiona mental y emocionalmente, se enredan en un juego de «amores» que los termina convirtiendo en dependientes emocionales.
Algunas personas a las que he servido con mis consejos, llegan a mi escritorio con una forma particular de establecer sus vínculos afectivos. Son varones y mujeres que se caracterizan por tener una imperiosa necesidad de asegurar la relación con la persona elegida y con un intenso temor a ser abandonadas. Tienen una apego excesivo, con actitudes de admiración, sumisión y por lo tanto de una dependencia emocional exagerada. Son personas que necesitan confirmar permanentemente que al otro le importan, que los eligen.
Esa dependencia emocional proviene del vacío interior que se crea cuando alguno de los individuos involucrados en ese juego se abandona y, a continuación, espera que sea su pareja la que llene su vacío y haga que se sienta una persona querida y segura.
He aprendido que lo triste de todas estas historias de «amor» es que una vez que ese integrante hace a su pareja responsable de su felicidad, seguridad y valor, entonces necesita tratar de tener control sobre él o ella para que llegue a amarlo de la manera que quieres ser amado.
A lo largo de mi servicio de consejería a los seres humanos, he notado que no sólo existe la dependencia emocional en las relaciones de pareja, sino que también se puede dar en amistades, familia y distintas personas del entorno.
Ante este planteo con el que he iniciado esta bitácora, tengo algunas preguntas personales para hacer a cualquiera de mis lectores que hasta aquí se ha sentido identificado con la temática que he abordado.
Esta es una lista de preguntas que te pueden arrojar una idea si estás en el grupo de personas que tiene conductas de dependiente emocional, que pueden ser aplicadas tanto en mujeres como en hombres, aunque en mujeres suele ser más vista esta conducta.
1.- ¿Estás tratando de moldear a la persona de la que crees estar enamorad@?
2.- ¿Has descubierto en relaciones pasadas que tienes una tendencia a idealizar a las personas?
3.- ¿Te proyectas en ellos en cómo quieres que sean en lugar de cómo son?
4.- ¿Tu enfoque está principalmente en cómo tu pareja te trata, en vez de cómo él o ella es realmente en su interior?
5.- ¿Estás demasiado impresionad@ por la forma en que esta persona te hace sentir especial?
6.- ¿Haces responsable a tu pareja de tu felicidad, pena y seguridad?
7.- ¿Te sientes ansios@ o en pánico cuando no estás con tu pareja, o cuando él o ella no te llama cuando lo esperas?
8.- ¿Tienes una lista de expectativas que tu pareja tiene que cumplir para sentirte querid@ y segur@?
9.- ¿Sientes que no puedes vivir sin esta persona?
10.- ¿Está aterrorizad@ de perder a esta persona?
11.- ¿Te sientes sol@ y vací@ interiormente a menos que tu pareja esté contigo, dándote la atención y la aprobación que no te estás dando a ti mism@?
12.- ¿Eres celos@ y posesiv@ con tu pareja?
13.- ¿Tratas de tener el control de conseguir que tu pareja haga lo que tu quieras que haga?

 
Después de haberte auto-analizado, a través de esas preguntas, será muy importante que te tomes un tiempo y consideres lo que tengo para decirte en el Nombre de Aquel que te envió a esta Tierra y no te diseñó en la zona de cautividad llamada dependencia emocional.
De acuerdo a lo que el Eterno Dios revela en Sus Escrituras, no hay nada que controle al amor. Por el contrario, es el amor perfecto es lo que soporta tu propio supremo bien y, desde allí, el de tu pareja. Esto significa que el verdadero amor nunca trata de controlar o poseer a la otra persona. El verdadero amor no hace nada indebido, no busca lo suyo,… (1 Cor. 13:5).
En el diseño divino el amor es un camino de dar y compartir. Jamás se trata de conseguir.
El amor no es necesitado. Cuando amas a alguien, valoras profundamente sus cualidades esenciales, es decir las cualidades que no desaparecen con el tiempo. No se trata de las cualidades más superficiales de apariencia, dinero y poder, sino de las cualidades perdurables, más profundas del corazón y el alma.
El desafío del amor perfecto es que no puedes buscar ser amado y ser amoroso al mismo tiempo. Tu enfoque en conseguir el amor siempre dará lugar a un corazón cerrado y comportamiento de control, lo que deja fuera el amor. Tu enfoque en ser amoroso, y en el aprendizaje de amarse a sí mismo ya tu pareja en un momento dado, es lo que abre el corazón. Cuando eliges  ser cariños@ contigo mism@ y con los demás, eso hará que experimentares amor a una escala más respetable.
Si no te amas a ti mism@ entonces no puedes ver ni amar la esencia del otro. Cuando no te valoras a ti mism@, te vuelves dependiente emocionalmente en tu deseo de conseguir el amor.
Cuando te amas a ti mism@, serás mucho menos vulnerable con alguien viniendo fuerte con su atención y aprobación. Cuando te das la atención y la aprobación que necesitas, entonces es mucho más fácil de discernir cuando alguien está tratando de recibir tu aprobación, o cuando son verdaderamente atentos acerca de quién eres en tu esencia.
La vida es maravillosa solo con amor, pero éste llega sanamente cuando uno, primeramente se siente bien consigo mismo. No podemos tener una relación sana si antes no nos hemos desarrollado como personas de unicidad exquisita. Cuando uno mismo se ama y no necesita a los demás, es cuando está preparado para amar a otros de una manera sana. A todos nos gustaría tener una pareja ideal, a personas a quien querer, etc… Pero una cosa es “necesitar”y otra muy diferente es “desear”. Cuando lo necesitas no funciona, porque si uno no se ama a sí mismo, tampoco podrá amar a los demás de una manera madura y sana.
De acuerdo a nuestro Mesías, la clave para amar al prójimo (y este como pareja) y permanecer en el amor es primero aprender a amarte a ti mismo (Mateo 22: 39).
Mi anhelo de oración es que, después de leer estas líneas, tu vida no tenga ya otra motivación, ni otro sentido, ni otra meta que el amarte en los demás, desde tu amor perfecto e incondicional al Eterno Dios.
¡Así serás libre de toda dependencia emocional!
¡Mis deseos de Su Luz y Su Paz sobre tu vida!

Características de los Novios Violentos.

  • El novio o acompañante de una muchacha controla todo lo que ella hace, exige explicaciones por todo y pretende conocer hasta su pensamiento más recóndito pues no quiere que tenga “secretos con él”.
  • Quiere saber con lujo de detalles adónde va, dónde estuvo, con quiénes se encontró o a quiénes va a ver, los horarios y el tiempo que permaneció en cada lugar, cuánto tiempo estará afuera y el horario de regreso, lo cual comprobará con sucesivos llamados telefónicos o“pasadas” por la casa de ella.
  • De manera permanente vigila, critica o pretende que ella cambie su manera de vestir, de peinarse, de maquillarse, de hablar o de comportarse.
  • Formula prohibiciones o amenazas respecto de los estudios, el trabajo, las costumbres, las actividades o las relaciones que desarrolla la joven.
  • Fiscaliza a los parientes, los amigos, los vecinos, los compañeros de estudio o trabajo, sospechando, desconfiando o criticándolos luego de querer conocerlos a todos para ver cómo son.
  • Hace escándalos en público o en privado por lo que ella u otros dijeron o hicieron.
  • Deja plantada a la novia en salidas o reuniones, sin explicar ni aclarar los motivos de su reacción.
  • No expresa ni habla acerca de lo que piensa, lo que siente o lo que desea, pero pretende que ella adivine todo lo que le sucede y actúe de manera satisfactoria, sin que él deba molestarse en comunicar nada.
  • A veces da órdenes y otras “mata” con el silencio, con las actitudes hurañas, con la hosquedad o el mutismo, que no abandona aunque obtenga lo que esperaba o le hagan el gusto.
  • Demuestra frustración y enojo por todo lo que no resulta como él quiere, sin distinguir lo importante de lo superfluo.
  • Culpa a la novia de todo lo que sucede y la convence de que es culpable, dando vuelta las cosas hasta confundirla o dejarla cansada e impotente.
  • No reconoce ninguna responsabilidad sobre la relación ni sobre lo que les sucede a ambos.
  • No pide disculpas para nada.
  • Compara a la muchacha con otras personas, dejándola incómoda y humillada. “Si te parecieras a fulana yo no tendría que…”; “Por lo menos mengana hace las cosas bien y no como vos que…”
  • Impone reglas sobre la relación (días, horarios, tipos de salidas, etcétera) de acuerdo con su exclusiva conveniencia.
  • Ejerce la doble moral “haz lo que yo digo pero no lo que yo hago”, reservándose el derecho de realizar cosas que le impide hacer a la novia.
  • Obliga a la muchacha a formar una alianza con él para aislarse o enfrentar a los demás. (Puede llegar a proponer pactos suicidas).
  • Ante cualquier pregunta o cuestionamiento de ella, declara que los parientes o amigos “le llenan la cabeza” contra él, que no lo quieren y que están “envenenando” el afecto entre ellos, que los otros “sienten celos” o envidia de su relación. Así desvía la cuestión y nunca responde por su conducta.
  • Amenaza a su novia con abandonarla si no hace todo lo que él desea.
  • Induce sentimientos de lástima, al justificarse o insistir con su vida desdichada o su infancia infeliz.
  • No acepta formular o discutir planes para el futuro. No se compromete ni busca acuerdos para mejorar la relación.
  • Recibe cariños, mimos y atenciones, pero nunca los retribuye.
  • Pretende que lo acepten tal cual es y acusa de “castradora” o posesiva a la novia si hace alguna observación sobre sus actitudes.
  • Nunca aprueba ni estimula de manera auténtica los actos o cualidades de la muchacha.
  • Es poco sociable, se aísla y es desconsiderado con la familia y los amigos de ella.
  • Es susceptible y está pendiente de lo que se diga o se comente sobre él. Se ofende rápido y cree que los demás andan atrás de lo que hace.
  • Pone a prueba, con subterfugios y engaños, el amor de su novia, le pone trampas para ver si lo engaña, para averiguar si miente, si lo quiere, etcétera.
  • Es caprichoso, cambiante y contradictorio, Dice que no se va a dejar dominar.
  • Se niega a conversar o a discutir con franqueza acerca de los conflictos o los desacuerdos de la pareja.
  • Mantiene en vilo a la novia en fiestas y reuniones, coqueteando con otras de manera abierta o solapada.
  • Es seductor y simpático con todos, pero a ella la trata con crueldad.
  • Decide por su cuenta, sin consultar ni pedir opinión a la novia, ni siquiera en cosas que le atañen a ella sola.
  • Promete cambios y mejoras de sus defectos o de sus adicciones. Nunca cumple, pero siempre renueva sus ofrecimientos de modificarse.
  • Piensa que las mujeres son inferiores y deben obedecer a los hombres. O no lo dice, pero actúa de acuerdo con este principio.
  • Para obligarla a mantener relaciones sexuales, pone en práctica toda clase de artimañas: la acusa de anticuada, pone en duda sus sentimientos o su amor por él, la acusa de frígida, la avergüenza haciéndola sentir como un bicho raro, como si fuera la única en el mundo que no se acuesta con el novio, le reprocha que a ella no le interesa que él “se caliente y no pueda desahogarse”, amenaza con que se va a buscar a otras para acostarse con ellas, pone en duda su salud o su espontaneidad, dice que tiene “miedo de convertirse en mujer”, le critica su atadura a los principios de los padres o de una religión o por sostener —según él— una moral “inservible”.
  • Se burla, habla groseramente o en términos agraviantes acerca de las mujeres en general. Es una amenaza velada, para que la novia no se parezca al resto de las mujeres y sea sólo como a él le gusta.
  • Es bueno y cumplidor en el trabajo, pero con la novia siempre llega tarde, no cumple lo prometido y se muestra irresponsable por sus olvidos o descuidos.
  • Transforma todo en bromas o utiliza el humor para cubrir sus actos de irresponsabilidad, restándole importancia a sus incumplimientos.
  • Utiliza algún dato del pasado de la novia, o lo que conoce de sus otras relaciones, para efectuarle reproches o acusaciones o para probar su desconfianza en ella y en su amor.
  • Exagera defectos de la chica haciéndola sentir culpable y descalificada.
  • Deja de hablar o desaparece por varios días, sin dar explicaciones, como manera de demostrar sus enojos.
  • Se muestra condescendiente y magnánimo, como si fuera un ser superior tratando con una nenita.
  • No le presta atención a ella y con prepotencia asegura saber más o tener más experiencia.
  • Se muestra protector y paternal. “Yo sé lo que es bueno para vos, quiero lo mejor para vos, hago lo mejor para vos”. (Acá hay que reemplazar el “para vos” por el “para mí” y se captarán las verdaderas intenciones.)
  • Se irrita y tiene estallidos de violencia. Luego actúa como si no hubiera pasado nada y deja a todos desorientados y confusos.
  • Se burla de los enojos de ella.
  • Acusa injustamente a su novia de coquetear, salir o verse con otros hombres. La cela y acusa de “acostarse con otros”.
  • Mezcla el afecto con las discusiones haciendo notar que, si ella no piensa como él, no podrá seguir queriéndola.
  • Siempre da más importancia a lo que le pasó a él que a lo que le sucedió a ella.
  • Utiliza nombres, diminutivos o términos que a ella no le agradan, porque siente que la disminuyen o ridiculizan.
  • Tiene antecedentes policiales o se ha visto envuelto en asuntos un poco turbios o nunca aclarados del todo.
  • Está convencido de que sus negocios, sus estudios o sus obligaciones son lo más importante del mundo y lo fundamental de su vida. Exige que la novia se adapte a eso.
  • Su forma de expresarse es grosera; constantemente utiliza palabras vulgares y habla en términos de acciones violentas: “los reventamos; a esos los vamos a matar; si viene le rompo la cara; a esa habría que darle una paliza; éste se está buscando una piña; los jodimos, los cogimos, les rompimos el culo, le voy a cagar la vida, etcétera. Es fundamental recordar que un alto índice de violencia verbal pronostica actos de violencia física a corto o mediano plazo.
  • Expresa prejuicios religiosos, raciales o sexuales y los fundamenta de manera colérica y encendida. Tiene rasgos de fanatismo.
  • Es desconsiderado y violento al mantener relaciones sexuales. Se enoja si ella en algún momento no lo desea.
  • Es impulsivo e intolerante. Impone su voluntad en el terreno sexual, sin tener en cuenta las necesidades femeninas.
  • Aunque sea una vez, le pegó una bofetada a la novia, le dio empujones, le retorció un brazo, le apretó el cuello o la tomó fuertemente de los cabellos.
Fuente:  «Hombres Violentos – Mujeres Maltratadas» – Aportes a la Investigación y Tratamiento de un Problema Social. (Capítulo 4 «Novias Maltratadas». Por Graciela Ferreira. Editorial Sudamericana.

Mujer de 99 años y confecciona un vestido nuevo por día para niñas del África.

¿A quién están agradeciendo con tanta alegría estas niñas tan bien vestidas? ¿Quién se esconde como motivo detrás de ese cartel de agradecimiento?
Es una gran mujer. Su nombre es Lillian Weber y ha tomado una gran misión sobre sus hombros. Su tarea consiste en realizar un vestido a partir de cero cada día para que una niña necesitada del África tenga algo hermoso con que vestirse.
A lo largo de los últimos años, Weber ha hecho más de 840 vestidos trabajando junto con la organización “Little dresses para África”. Una fundación que distribuye vestidos para las niñas pobres de África y otros lugares del mundo.
Todo esto ya es lo suficientemente extraordinario, pero hay algo más particularmente sorprendente: ella tiene 99 años.

A pesar que es bastante rápida (dice que podría hacer dos incluso), Lillian se toma el tiempo necesario para hacer cada vestido una pieza muy especial.El siguiente video les presentará a esta mujer digna de ser imitada por las generaciones más jóvenes.

LAS 11 DIFERENCIAS ENTRE LAS MUJERES INMADURAS Y LAS MUJERES MADURAS:

 Estoy convencido que leyendo estas once diferencias entre las mujeres inmaduras y maduras, muchos varones abrirán sus ojos y clamarán al Eterno Dios Viviente por la ayuda al respecto.
1. Las mujeres inmaduras quieren controlar al hombre en sus vidas. Las mujeres maduras, saben que si el hombre es realmente suyo, no hay necesidad de control.
2. Las mujeres inmaduras te gritan porque no las llamas. Las mujeres maduras están demasiado ocupadas y sólo se limitan a decirles con poemas y mensajes dulces que la recuerdes.
3. Las mujeres inmaduras monopolizan el tiempo de su hombre. Las mujeres maduras se dan cuenta de que un poco de espacio, hace del tiempo juntos algo más especial.
4. Las mujeres inmaduras no perdonan y se castigan y castigan por el rencor, en cambio, las mujeres maduras perdonan, ofrecen su hombro y un pañuelo.
5. Las mujeres inmaduras tienen miedo de estar solas. Las mujeres maduras lo utilizan como tiempo para su crecimiento personal.
6. Las mujeres inmaduras ignoran a los buenos hombres. Las mujeres maduras ignoran a los malos.
7. Las mujeres inmaduras lastimadas por un hombre, hacen que todos los hombres paguen por eso. Las mujeres maduras saben que fue sólo un hombre y nada más.
8. Las mujeres inmaduras se enamoran y persiguen sin descanso. Las mujeres maduras saben que algunas veces el que tu amas, te amará y si no, continúan su camino sin rencor.
9. Las mujeres inmaduras te hacen que vuelvas a casa. Las mujeres maduras hacen que quieras siempre volver a casa.
10. Las mujeres inmaduras dejan su agenda abierta y esperan a que su hombre hable para hacer planes. Las mujeres maduras hacen sus planes y cariñosamente notifican a los hombres para que ellos se integren como mejor les convenga.
11. Las mujeres inmaduras leerán esto y harán una mueca. Las mujeres maduras lo compartirán.

MI MADRE TENÍA MUCHOS PROBLEMAS.

Había estado adelgazando peligrosamente y estaba deprimiéndose.
Era irritable, gruñona y amargada.
Hasta que un día, de pronto, ella cambió. La situación estaba igual, pero ella era distinta.

«Viejita -dijo mi padre- llevo tres meses buscando trabajo y no he encontrado nada, voy a tomarme unas cervezas con los amigos
Ah, okey. -Contestaba mi madre. –Ya encontrarás.
«Mamá -dijo mi hermano- reprobé todas las materias en la facultad
Ah, okey. -Respondió mi madre. –Ya te recuperarás y si no pues repites el semestre. Pero te lo pagas tú.
«Mamá– dijo mi hermana- Choqué el carro
Ah, okey. -Suspiró mi madre. –llévalo al taller, busca como pagar y por lo pronto muévete en transporte público.
«Nuera -llegó diciendo su suegra, que siempre la fustigaba y encaraba-, vengo a pasar unos meses con ustedes
Ah, okey. -dijo mi madre. –Acomódese en el sillón y agarre unas cobijas del clóset.
 
Todos se reunieron preocupados al ver estas «no reacciones» de mi madre. Sospechaban que hubiera ido al médico para que le recetara unas pastillas de Alpinchimadrina de 1000 mgs.
Seguramente estaría ingiriendo una sobredosis.
Propusimos hacer una «intervención» a mi madre para alejarla de cualquier posible adicción que tuviera hacia algún medicamento anti-encabritamiento. Pero cual fue nuestra sorpresa que, cuando nos reunimos en torno a ella, explicó:

Me tomó mucho tiempo darme cuenta de que cada quien es responsable de su vida. Me tomó años descubrir que mi angustia, mi mortificación, mi depresión, mi enojo, mi insomnio y mi estrés, no sólo NO resolvían sus problemas sino que agravaban los míos.

Yo no soy responsable de las acciones de los demás, pero sí soy responsable de las reacciones que exprese ante eso.

Por lo tanto, llegué a la conclusión de que mi deber para conmigo misma es mantener la calma y dejar que cada quien resuelva lo que le corresponde. He meditado en mi corazón todo esto y reflexionando con la guía de la Torah (Instrucción) de Yahvéh y la oración que ella me otorgaba para gemir en mi espíritu llegué a la siguiente conclusión: yo sólo puedo tener injerencia sobre mí misma, ustedes tienen todos los recursos necesarios para resolver su propia vida.
Yo sólo podré darles mi consejo si acaso me lo pidieran y de ustedes depende seguirlo o no. Así que de hoy en adelante, yo dejo de ser el receptáculo de sus responsabilidades, el costal de sus culpas, la lavandera de sus remordimientos, la abogada de sus faltas, la depositaria sus deberes o su llanta de refacción para cumplir sus responsabilidades.


Los declaro a todos adultos independientes y autosuficientes.
«

Todos se quedaron mudos.

Ese día la familia comenzó a funcionar mejor…

Porque cuando mamá está bien, todos en la casa sabrán lo que les toca hacer.

(Nota: desconozco el autor. Me llegó en un e-mail con autor anónimo y me pareció bueno e interesante compartírselos)

 

Humor de Madre

Seis cosas que no deberías meter en el microondas

Aunque salieron al mercado en la década de los 50’s, los hornos
microondas, dado el alto costo de los primeros modelos, no se hicieron
populares sino hasta los 70’s. Son la herramienta perfecta de cualquier
ama de casa, ya que le permite, por ejemplo, preparar la comida con
antelación y recalentarla cuando todos lleguen. Y a más de un flojo por
allí ha salvado, permitiéndole calentar las sobras que quedaron en el
refrigerador.

Dada su grandiosa utilidad, en la actualidad es casi imposible
encontrar un hogar donde no posean uno de estos aparatos. Sin embargo,
como funciona a través de la radiación y trabaja con altas potencias,
existen muchas cosas que no se deben poner en un microondas. Aquí mencionamos seis de ellas:

1. Frutas:exceptuando unos pocos casos, como las
manzanas o las peras, no es recomendable poner frutas en el microondas.
Por ejemplo, las uvas y las pasas pueden explotar si se calientan
demasiado. No será nada grave que haga correr a los bomberos, pero
probablemente se arruinará la fruta y se ensuciará todo el microondas.
2. Chiles picantes:la capsaicina, ingrediente
responsable del picor de los chiles, se evaporará mientras se calienten
los chiles, lo cual puede derivar en una experiencia bastante
desagradable si se inhala un poco de este vapor.
3. Metal:esto la mayoría lo sabe, pero nunca está de
más recordarlo. A menos que quieras un espectáculo similar al de los
fuegos artificiales dentro de tu propia cocina, no emplees recipientes
de metal ni papel aluminio cuando calientes algún platillo en el
microondas.
4. Pan:si es por unos pocos segundos, por supuesto que
puedes calentar el pan en el microondas porque no existe ninguna
contraindicación. Ahora, si lo que deseas es derretir el queso del
sándwich, mejor emplea una parrilla o tostadora. Si lo calientas por un
tiempo demasiado largo, acabarás con un pan chicloso.
5. Plástico:no sólo no se recomienda no utilizar
plástico por el hecho de que se pueda derretir y dejar un desastre casi
imposible de limpiar. Aunque algunos envases de este material resistan
la potencia del microondas, ciertos estudios han determinado que durante
el proceso de calentamiento dentro de este aparato el plástico libera
ciertos componentes químicos que  pueden resultar nocivos para el
organismo.

6. Esponjas:ciertamente, calentar las esponjas de
limpieza durante unos treinta segundos acabará con todas las bacterias
que ha acumulado. Pero esto sólo funciona con ciertos niveles de mugre.
Si la esponja está demasiado sucia, probablemente la cocina entera
quedará oliendo espantoso después de calentarla.