Catequesis Bíblica

El Orden (Seder) que yo hago en la Cena de Shabat con mi Familia

Durante lo que va de este año solar (2015) la festividad de Shabat se ha convertido para mi familia y yo en esa isla paradisíaca en la que se halla la más sublime tranquilidad en la tormenta de trabajo, ansiedad, lucha y tribulación que caracteriza nuestro diario vivir durante los otros seis días de la semana. Apenas comenzamos la fiesta del sábado y por aproximadamente 25 horas, mi casa y yo experimentamos como el mundo literalmente se frena.  toda actividad y esfuerzo quedan inactivos y/o apagados. Las presiones y preocupaciones de la vida material se desvanecen detrás de una cortina de una paz que sobrepasa todo entendimiento (Fil. 4:7) Al cesar toda comunicación con el mundo físico, nuestro foco mental se centra en el interior. Allí, justamente descubrimos ese espacio maravilloso otorgado por herencia por el mismo Eterno, quien, a través de Su Hijo Yeshúa, nos brinda la oportunidad de entrenar a todas nuestras capacidades mentales para solamente considerar al apóstol y Sumo Sacerdote de nuestra fe (Heb. 3:1). Es en esa posición en la que logramos conectarnos tranquilamente con los códigos y lineamientos proféticos con los que nuestro Abba creo los cielos. Es desde esa posición, donde renovamos nuestra manera de pensar y logramos cambiar nuestra manera de vivir.

Por ello, he sentido en esta hora, compartir con todo varón que se asoma por mis bitácoras el Seder (Orden) mediante yo y mi casa servimos a YHVH cada atardecer del sexto día. En un tiempo cuando la vida moderna ha sido usada estratégicamente por HaSatán (el adversario) para separar y destruir la familia.  En días dónde las huestes de maldad han logrado separar a los padres de los hijos, a los esposos y esposas entre sí, he sentido prioritario compartir este Orden de Comunión con la Luz (Malaquías 4:6).

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Para ello, he clamado al Eterno sírvase usar este material, en el poder del Espíritu Santo para traernos de vuelta al hogar a los hijos alejados y de esa manera veamos el cumplimiento de los tiempos mesiánicos permitiéndole a Él la reedificación de las virtudes y los valores encerrados en el contenido de esta fiesta. He elevado una oración para que este estudio pueda traer luz espiritual y consecuentemente bendición del Eterno a la vida de todo varón que lo lea. He pedido Su Nombre Bendito sea enaltecido sobre todos aquellos que al usar este Seder, no tengan otra motivación en el corazón que hacer la buena voluntad de Abba que es buena, agradable y perfecta (Rom. 12:3).

El Seder (orden) de la Noche del Shabat – Guía paso a paso

Para comenzar debemos tener siempre en cuenta que la clave para un Shabat significativo es que no se debe sentir como «cualquier otro día«. Más bien, queremos crear un ambiente especial. Esto significa vestirse con nuestras ropas más lindas (o las favoritas), comprar o preparar nuestra comida preferida, y dejar un tiempo sin interrupciones para reflexionar y apreciar el verdadero significado de nuestras vidas.

¿Cómo nos liberamos del ajetreo de la semana y pasamos a una «mentalidad de Shabat«? La clave es deshacerse de las distracciones externas. Si está empezando a celebrarlo, trate de pasar toda la noche del viernes sin entretenimiento enlatado: sin televisión, sin radio, sin películas. Si Ud. es realmente valiente, ¡también sin teléfono! Esto nos ayuda a salir del ciclo semanal normal, y nos dirige hacia «la Dimensión del Shabat«.

Primero, usted puede invitar amigos para regocijarse también en el Shabat. Esto especialmente es una opción que le permite invitar a personas que están necesitadas, o quienes por alguna razón se encuentran solos para celebrarlo, o tal vez a aquellos que no acostumbran a guardar el día, de esa manera ellos pueden verse motivados a hacerlo, y ser beneficiados de las bendiciones que hay para los que lo hacen, según Isaías 56.

Luego, planee su comida de Shabat. Esto a veces incluye hacer algunas compras desde varios días antes, hay que recordarse que se debe pensar en la comida de los dos días.

No debemos olvidar que la comida de Shabat es un tiempo en el cual amigos y familiares dan la bienvenida al Shabat, comparten bendiciones y cantan canciones que exaltan a Yahvéh.

Está prohibido buscar el alimento en el día de Shabat, por eso como parte de la preparación anterior al día de Shabat, nosotros cocinamos el día viernes para los dos días, para el viernes y para el Shabat, de esa manera no tenemos necesidad ni de buscar el alimento ni cocinarlo en el día de Shabat, al igual que en el desierto, el pueblo no buscaba el maná en Shabat, porque caía doble ración en el día sexto. Lo que sí se puede hacer es calentarlo para no comer frío.

La casa debe estar perfectamente limpia, o por lo menos bien ordenada. Cada miembro de la familia debe ayudar en las tareas mas urgentes antes de la llegada del huésped.

Asegúrese también de leer con anticipación la porción de la Torah preparada para el Shabat, para así poder comentarla durante o después de la cena de recepción del Shabat.

Por último, entienda que es dudoso que pueda captarse o hacerse significativo el espíritu del Shabat, incluso cuando se sirve una comida festiva, si se permite a los niños sentarse a la mesa con su ropa diaria de juegos, si los adultos asisten con sus ropas de trabajo diario, o si se omiten los necesarios preparativos personales y del hogar.

Preparando la Mesa del Shabbat

La mesa de Shabat normalmente incluye las siguientes cosas:

► Una caja para dar tzedaká (ofrede de Justicia)

► Candelero para las velas de Shabat.

► Un mantel limpio.

► Flores frescas u otras decoraciones.

► Copas Kidush

► Vino (jugo de uva para niños y enfermos).

► Pan Hala (2 panes) con un cobertor

► Un cuchillo.

► Sal (para dejar caer sobre el pan Hala antes de comer)

► Un recipiente con miel.

► Una base para lavado de manos con una toalla decorativa (no indispensable)

► Un libro de canciones de Shabat

► Una vela trenzada

► Caja con especies arómaticas

La mesa de Shabat debe

A continuación están los pasos básicos para convertir la noche del viernes en Shabat.

1) Encendido de Velas.

El encendido de las velas es una de las ceremonias más impresionantes, ya que simbolizan las características esenciales del Shabat, la luz, el gozo y la alegría de toda la familia. Dieciocho minutos antes de la puesta de sol, prendemos las velas, invitando la paz y la armonía de Yahvéh al hogar, infundiendo el ambiente con luz física y espiritual.

Pero por sobretodo, en este ritual, las luminarias de Shabat son para nosotros, sus primogénitos, un recordatorio visual de la vida del Mashíaj, pues Yeshúa fue llamado a ser «HaOr Olám» (La Luz del mundo).

La madre es la que tiene el privilegio de encender siempre las velas. Lo hace como anticipación profética de la redención y del perdón de la mujer ante Yahvéh, debido al hecho de que la primera mujer, en desobediencia, apagó la luz de la vida eterna que le había sido entregada en el Jardín del Edén.

En la versión del decálogo de Deuteronomio 5:12-15 la palabra «acuérdate» (zajor) es sustituida por «cuida» (shamor). De aquí se aprenden los dos principales elementos de la observancia del Shabat: Recordarlo y honrarlo por medio de rituales y cosas placenteras. Según la tradición se deben encender 2 velas en alusión  a Shamor (que significa “cuidaras el Shabat”) y a Zajor (que significa “recordaras el Shabat”) en cumplimiento del cuarto mandamiento.

Antes de encenderlas, mandará a que todos los presentes estén de pie. Después del encendido de velas, la mujer mueve sus manos haciendo tres círculos hacia adentro sobre la llama (cómo atrayendo sobre sí, la luz del Shabat). Luego cubriéndose sus ojos con sus manos para no ver las velas encendidas (porque representan la presencia Divina) dice:

 “Bendito eres Tu Yahwéh nuestro Dios, Rey del Universo, que nos santificaste con Tus mandamientos y nos has concedido encender las luces del Shabat para anunciar que Yeshúa es la Luz del Mundo y que pronto volverá para juzgarlo en esa Luz y al fin no habrá más noche ni tinieblas.

¡Shabat Shalom!”

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Aquí todos realizarán una oración espontánea al Eterno, agradeciendo su bondad por permitirnos guardar el mandamiento del Shabat y a través de él guardarnos y protegernos por la obra mesiánica de Yeshúa.

Los tres círculos que hace la mujer, y todos los miembros de la familia, sobre las velas, simbolizan los tres días del deceso de Yeshúa. El cubrirse los ojos con las manos simboliza el hecho de que en Shabat, Él desapareció por un poco de tiempo, para luego reaparecer, a través de Su victoria sobre la muerte. «Un poco mas y no me veréis; y de nuevo un poco y me veréis» (Jn. 16:16). Por un poco de tiempo, aquella Luz desapareció de nuestra vista, para luego reaparecer, revelando el poder de Su Resurrección.

El hecho que la mujer, luego de ver nuevamente las luminarias, haga extensivo sus deseos de Shalom a todos, responde a que: a partir de ese momento, comienza formalmente el descanso para ella. Simboliza tambien la Paz que nos trajo aquella Luz, al reaparecer ante nuestros ojos.

2) Servicio de la Noche.

Damos la bienvenida al Shabat con profunda reverencia y con alegría todos juntos en la asamblea de nuestra Comunidad. Con frecuencia se baila como parte del espíritu de cercanía con nuestros prójimos en un día de descanso, santidad, buena comida y canciones.

Luego nos dirigimos en familia a nuestros hogares para allí continuar el orden en nuestra intimidad alrededor de nuestra mesa.

3) La Bendición Familiar.

Es una costumbre bendecir a nuestra familia en Shabat.

Justo antes del Kidush, muchos padres bendicen a cada uno de sus hijos para que sigan con salud y fortaleza el camino de nuestros venerables ancestros. Se impone las manos sobre la cabeza de cada uno y se dice: «Que Elohim te haga como Efraím y como Manasés» (si se trata de un hijo) y «Que Elohim te haga como Sara, Rebeca, Raquel y Lea» (si se trata de una hija).

Los padres pueden usar este momento intimo como una opción de decir en sus propias palabras una bendición y ofrecer expresiones de amor y aprecio a sus hijos.

Usted debe bendecir a cada uno de sus hijos individualmente, iniciando por el varón mayor y finalizando con la mujer más pequeña.

Es necesario recordar que bendecir no es orar a Yahvéh por la persona. Es su boca, llena de Su paternidad, la que les expresa proféticamente lo que viene para los próximos días.

Si tiene amigos invitados, aquí sí es bueno elevar una oración a YHWH para que los bendiga a ellos.

Luego, el esposo realiza la bendición sobre su esposa colocando las manos sobre la cabeza de ella. Se declara todo lo que está en «Eshet Jail» (Mujer ejemplar) que es un cántico de alabanza a la mujer y madre artífice de la casa que se ocupó de la preparación de la misma para Shabbat (Prov. 31:10-31).

4) Kidush.

La comida del Shabat comienza con la santificación del Shabat por medio de una copa de vino, que como el encendido de las luces, simboliza el gozo y la alegría.

Todos se ponen de pie mientras el conductor (el padre o varón mayor) sostiene una copa llena de vino o jugo de uva, para santificar el Shabat, recordando que «en seis días, Dios creó el cielo y la tierra y en Shabat Él descansó«.

Nuestra semana está llena de trabajo y creación, pero Shabat es el día de descanso y reflexión. «Kidush» literalmente significa “santificación” “hacer una distinción”, “elevar algo material y hacerlo espiritual”. Por eso, al recitar el Kidush, no elevamos solamente la copa de vino, sino que al día de Shabat en sí mismo.

Estando aún todos de pie el padre de familia toma la copa de vino en la mano y recita:

“Y se concluyó la creación del cielo y de la tierra y todo lo que contienen. Habiendo concluido Su obra, Yahwéh cesó en Su creación, y reposó. Y bendijo Yahwéh al día séptimo y lo santificó, ya que El concluyó Su obra y Su creación.

(Gén.1:31-2:3)

ORACIÓN DE KIDUSH:

«Bendito eres Tú, Yahwéh, nuestro Dios, Rey del universo, creador del fruto de la vid.
Bendito eres Tú, Yahwéh, nuestro Dios, Rey del universo, que nos santificaste con Tus preceptos, con Tú amor y Tu bondad paternal, nos concediste el Shabat y su santidad, en memoria de la obra de Tú creación.

Primero entre nuestras festividades, nos recuerda la liberación de Egipto. Porque a nosotros nos elegiste entre los pueblos, nos revelaste Tú sagrada Torah, y nos concediste con amor el reposo sabático.

¡Bendito eres Tú, Yahwéh, que santificas el Shabat!”


El padre de familia le pasa la copa a su esposa que está a su derecha, ella toma un sorbo y se la pasa a quien está a su derecha y así sucesivamente todos toman hasta que la copa vuelve a manos del padre, quien toma el resto.

Antes de tomar de la copa todos los asistentes, con la copa en alto, gritan:

“¡Le Jaim Sof!” (“¡Por la vida eterna!”).

5) Shalom aleijem.

Cuando ya estamos sentados a la mesa de Shabat, cantamos (o escuchamos la grabación de) «Shalom Aleijem«. Ésta canción le da la bienvenida a los ángeles que escoltan, guardan y sirven a los que temen a Yahvéh y se han reunido en esa casa desde la congregación, mientras buscamos su «bendición» para un buen Shabat.

La canción dice:

“Sea la paz con vosotros, ángeles servidores, mensajeros del Altísimo, Rey de los reyes. El Santo, Bendito Él.
Sea vuestra venida acompañada por la paz, mensajeros de la paz, ángeles del Altísimo, Bendito sea Él.”

5) Lavado de Manos (Netilat Iadaim).

Lavamos nuestras manos para purificarnos antes de comer pan. No sólo es una medida higiénica, sino también una purificación espiritual para comer, concientizándonos que todos nuestros actos deben tener un fin espiritual. Esta costumbre fue impuesta por el Rey Salomón para comer los Korbanot -sacrificios- en el Bet HaMikdash -Gran Templo-. Hoy, nosotros en Yeshúa, entendemos que cada redimido es un sacerdote en el Templo del Eterno, es decir su corazón y su casa.

Lo que este lavado simboliza es la limpieza espiritual con que debemos entrar al Shabat , o sea limpios de todo pecado, para lo cual primero los que estamos sentados a la mesa nos pedimos perdón unos a otros , limando así toda aspereza que se hubiera presentado entre nosotros durante la semana.

Cada uno lava sus manos, de manera de preparar la bendición del pan. Por costumbre, después de recitar la bendición y mientras hacemos la netilat no se habla hasta que se come el pan Jalá, en ese tiempo todos reflexionan sobre la santidad del día.

Se toma un recipiente con agua y se vierte tres veces en la mano derecha, y tres veces en la izquierda, se levantan ambas manos y se dice la siguiente bendición.

«Bendición para el lavado de manos:

Bendito eres tú Yahvéh Dios nuestro, Rey del Universo,

Que nos santificas con tus mandamientos,

limpio mis manos con pureza porque tu bondad está hoy, y cada día, delante de mis ojos,

gracias a la intercesión de Yeshúa mi Sumo Sacerdote».

¿Cómo hacer el Lavado de Manos?

Llene un recipiente con agua que pueda ser manipulado por los presentes, el cual tenga agarrador (si es posible) de ambos lados, comience a lavar la mano derecha empuñada. Se vierte tres veces una mano y luego se hace a la mano izquierda empuñada. No debe tenerse ningún objeto en las muñecas ni en las manos (anillos, reloj, pulsera, etc.). Al finalizar con la mano izquierda se colocan las manos frente al rostro (sin secar ni quitar el exceso de agua) y se recita la bendición escrita arriba. Luego se quita el exceso del agua y se secan las manos, luego se permanece en silencio hasta que se hace la bendición por el pan.

El ritual de Netilá, es para nosotros un “ceremonial” en donde manifestamos haber limpiado nuestras obras imitando a Yeshúa, para andar en Su Justicia y de esa manera nuestra observancia del Shabat sea del agrado de YHWH (Sal 24:3-4). Como Yeshúa nos enseñó que antes de presentar una ofrenda nos pongamos a cuenta.

IMPORTANTE: No se debe hablar desde el lavado de manos hasta que se come el pan.

 8) Bendición del Pan (jalá)

Dos Jalot son puestas en una tabla o un plato, cubiertas con un paño decorativo en la mesa. Los dos panes conmemoran la doble porción de maná que caía del cielo cada viernes mientras el pueblo de Israel estaban en el desierto. En aquel entonces los hebreos comíamos el Maná que recogíamos todas las mañanas y del cual no debíamos dejar nada para el día siguiente. Y en caso de que así fuera, este se descomponía, agusanaba y hedía. Como en Shabat está prohibido cargar, YHVH ordenó a Israel recoger el viernes por la mañana dos porciones, una para el viernes y otra para Shabat, porción esta que no se descomponía. Es en recuerdo a la doble porción (primogenitura) recogida el viernes y al milagro ocurrido (de conservarse de un día para el otro) que se acostumbra a poner dos Jalot en la mesa de Shabat.

Para quien haya seguido atentamente esta reseña, no le será difícil darse cuenta del significado profético de esto, Pues Yeshúa es el Maná que descendió del Cielo, quien estuvo ausente en Shabat, para reaparecer luego, el primer día de la semana (atardecer del sábado) con el milagro de haber sido preservado de la corrupción.

El pan también representa a la humanidad entera, por eso es con levadura, ya que la levadura es símbolo de pecado, oramos por la salvación de toda la humanidad, dividida entre judíos y gentiles.
Por eso partimos el pan por la mitad, una parte representa a los judíos y la otra a los gentiles.

Después del lavado de manos, el padre de familia toma los dos panes, los levanta y dice la bendición del pan diciendo:

“Bendito eres tú Señor Dios nuestro, Rey del Universo, que nos das el pan de la tierra y el pan de vida, tu hijo amado nuestro Señor Jesús el Cristo.”

El padre de familia rocía sal sobre el pan y dice:

“Los pactos que YHWH hizo con la humanidad y nuestros padres están vigentes y activos en nuestras vidas gracias a la vida y sacrificio de nuestro Señor Yeshúa.

Bendito eres Tú YHVH Adonay, que nos preservas dentro de ese Pacto Renovado a nosotros, por Tu amor (ahavá)”.

Le ponemos sal al pan porque es un persevante, simbolizando que esta comida no es simplemente una experiencia transitoria, sino que un momento que durará por la eternidad. Después de la bendición, el conductor corta el pan (jalá) para todos y la sirve.

Untamos el pedazo de pan que cada uno come en miel, ya que está escrito: «Dulce es Tu Torah oh Elohim y más dulce que la miel» (Salmos 19:10; Proverbios 24:13-14).

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9) Comida Festiva.

La cena no solo debe prepararse con anticipación, sino que el menú debe ser un poco de mas categoría que el que se sirve en las comidas cotidianas. En un hogar pobre, la carne y el pescado deben reservarse para las comidas del Shabat.

Una comida tradicional de viernes en la noche usualmente incluye varios platos: pescado, sopa, plato principal y postre. Todo debe ser hecho con excelencia y abundancia. Este es un momento para disfrutar de la buena compañía mientras se toma parte de la deliciosa comida de Shabat.

Es un momento especial para compartir en familia y con amigos, dado el trabajo semanal, así que durante la comida no se habla de negocios, dinero, política, etc. Se habla sobre el Eterno, la Torá la familia, o situaciones que pueden resolverse mediante la sabiduría que nos da la Torá. Se pone énfasis en los niños, ya que no se pude alejar a ellos de la conversación, de lo contrario crecerían sin amor al Shabat al ver que no son tomados en cuenta.

Es necesario recordar que no es conveniente hablar tampoco sobre lo que se hará o se puede hacer en otro día, debido a que el Shabat es el más santo de los días de la semana, otro día no debe ser servido del Shabat, si aprovechamos a hablar o hacer cosas en Shabat para que otro día se beneficie de esto, estamos teniendo en menos la santidad de Shabat, por eso también es que se lavan platos solo si se usan en el mismo día de Shabat y no para ser usados el siguiente día.

 

10) Devar Torá.

Literalmente significa «una palabra de Torá«. El Devar Torá es lo que realmente separa a la mesa de Shabat de cualquier otra «cena entretenida«.

Te sugiero que para realizar este paso elijas un tema que sea profundo y apropiado. Luego permite que se un debate familiar que los conduzca a la Luz de Su Jojmá (sabiduría).

11) Canciones.

Los sabios dicen que «el cantar es la expresión de un alma emocionada». El canto te relajará y te acercará a la experiencia de Shabat. Además, si hay niños, les encantará. Y no te preocupes si no puedes seguir la letra – la melodía y el ritmo son los que te elevarán.

12) La Bendición Después de la Comida.

Después de la exquisita comida de Shabat agradecemos a Abba recitando la Bendición Después de la Comida. Los israelitas damos gracias al Eterno al finalizar, ya que la Torah nos ordena “Comerás y te saciarás y bendecirás a YHWH” (Deut. 8:10-11).

ORACIÓN PARA DESPUÉS DE LA COMIDA FESTIVA

«Bendito eres Tú, Eterno, Dios nuestro, soberano del universo,

el Dios por cuya bondad nos alimenta, tanto a nosotros como a todo el mundo, con gracia, benevolencia, holgura y misericordia.

Tú proporcionas el pan a todas las criaturas porque tu benevolencia es eterna.

Y por tu inmensa bondad nunca nos falto ni nos faltara jamás el sustento.

Pues Tú alimenta y sustenta a todos, tu mesa esta preparada para todo.,

Tú preparas alimento y sustento para todas las criaturas que creo con su misericordia y su inmensa bondad, tal como esta escrito;

Abres tu mano y satisfaces el deseo de todo ser vivo

Bendito eres Tú, Eterno, que sustenta a todos. 

En el Nombre Bendito de Yeshúa, el Mesías.

Amén».

CONSEJO IMPORTANTE:

Cada padre y madre debe pedir al Eterno sabiduría para enriquecer el ceremonial y variarlo en cada ocasión a fin de evitar la rutina que podría venir si no se depende del Espíritu Santo para que cada ocasión sea preciosa, ungida y fresca.

Los padres no deben perder de vista que cada Shabat es una oportunidad para enseñar a los hijos.

Pidan al Eterno que les revele siempre algo nuevo y fresco en cada ocasión, sin quitar las bases bíblicas y culturales encerradas en este Ceremonial de recibimiento del Shabat.

Varones recuerden como padres, que al dirigir esta ceremonia estas mostrando vuestra autoridad espiritual sobre la familia, por lo tanto, el rol como sacerdote del hogar  que Mesías le ha delegado es claramente manifestado en este día tan especial.

Shalom!

Llamados a ejercer Humilde Compasión

Y viendo las multitudes, tuvo compasión de ellas, porque estaban angustiadas y abatidas como ovejas que no tienen pastor».

(Mateo 9:36)

«Entonces Jesús, movido a compasión, tocó los ojos de ellos, y al instante recobraron la vista, y le siguieron».

(Mateo 20:34)

Cuando recurrimos al diccionario de nuestra lengua para encontrar el significado de la palabra compasión, notamos que la define de la siguiente manera: «Sentimiento de ternura y lástima por las desgracias de los demás«.  Este concepto es lo que moviliza a los seres humanos a sentir pena por alguien (sentir lástima), diciendo: «¡Ay, pobrecito!«, y… seguir caminando. Esta la compasión que alimenta el ego. Es un sentimiento en contra del diseño mesiánico ya que evita la movilización espiritual que permite socorrer al afligido y sacarlo de esa zona o nivel de cautividad. ¡Compasión no es lástima pasajera!

Sin embargo, cuando vemos a nuestro Mesías, según el relato del evangelio, sintiendo compasión por las multitudes entendemos que se trata de la verdadera. Es decir, la compasión que hace humilde. La que nace de un profundo entendimiento del orden de las cosas: cuando comprendes que tu prójimo está sufriendo para que tú seas el privilegiado de ayudarlo, entonces realmente te vuelves humilde, empatizas con él, y desde su lugar lo ayudas a elevarse y continuar derecho, adelante y hacia arriba.

La verdadera compasión nos lleva a identificarnos con el dolor del prójimo, de tal manera que hacemos nuestra su condición o situación; nos colocamos en su lugar. Eso nos motiva y nos provoca a actuar y a hacer lo que nos corresponde.

Los apóstoles supervisaban constantemente a que las comunidades de discípulos practicaran la compasión humilde. Así leemos el consejo del hermano del Señor, Jacobo, diciéndoles a sus destinatarios:

«Si un hermano o una hermana están desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento de cada día, y alguno de vosotros les  dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero ne les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de qué aprovecha?»

(Stg..2:15-17).

Del mismo modo el discípulo amado Juan, enseñaba que la movilización de este tipo de compasión garantizaba una equidad material en las comunidades que él presidía con su servicio pedagógico:

«El que tiene bienes de este mundo y ve a su hermano tener necesidad, y cierra contra él su corazón, ¿cómo mora el amor de Dios en él? … No amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad»

(Jn 3:17-18)

Charlando con mi esposa, licenciada en Letras, aprendía que la palabra compasión deriva de los términos, en latín, pati y cum, que unidos significan «sufrir con».  Esto sumó a lo que conozco del texto bíblico. En griego, el verbo tener/sentir compasión, que leemos en el evangelio refiriéndose a Yeshúa, literalmente significa «conmoverse las entrañas». Este verbo, en griego, viene del sustantivo entrañas, vísceras, lo íntimo, oculto; la raíz hebrea, también significa, en plural, entrañas (paternas o maternas). Significa compadecerse, tener compasión íntima, profunda, entrañable, tal y como lo hace una madre y/o un padre.

En las Escrituras (Bibli), se revela que para la mentalidad hebrea las entrañas son la sede de la misericordia. Entrañas, en plural, traduce el plural hebreo rajamim; pero el singular hebreo rajem designa el útero, la matriz, seno materno. (Jer 1.5; 20.17; Job 3.11; 1 Re 3.26; Gen 43.30). Así, el significado del plural rajamim fue evolucionando, bajo la influencia del significado materno, hasta llegar a significar  la matiz característico de las madres. Este verbo, aplicado al Abba-YHVH, adquiere una riqueza de significado teológico, presentando al Eterno con sentimientos maternos (Lc. 15:20). Es un verbo con gran densidad emotiva. Un Dios con entrañas de amor, misericordia y ternura, que brotan de lo hondo del vientre fecundo de una mujer. Es amor gratuito, incondicional, apasionado, constante, irremediable e invencible. Todo eso, en praxis divina, es la compasión que hace humilde.

Entonces, entendieno el origen etimológico de la palabra compasión, y profundizando la idea hebraica de esta actitud, comprendo que la compasión que nos hace humilde nos pide que vayamos a los lugares donde existe dolor, que entremos a los espacios donde se sufre, para participar de la sensación de quebranto, temor, confusión y agonía de otro. Nos llama a llorar con los que han quedado olvidados, a padecer con aquellos que sufren soledad, a agonizar por los que han perdido la esperanza. En última instancia, la compasión significa la disposición de sumergirse en pleno en la condición humana, lo que representa mucho más que simplemente ser amable o bueno.

La compasión que alimenta el ego nos coloca como meta nuestro confort. Por ello, mantiene nuestra mente en la inercia tempestuosa por un buen pasar; en avanzar, en alcanzar la distinción en lo nuestro. Nuestras almas se orientan así hacia la competencia con nuestros pares, y el mejor consejo que podemos darle a los que nos acompañan en este proceso es que tratemos, por el camino, de herirnos lo menos posible los unos a los otros. Nuestro ideal es alcanzar la máxima satisfacción personal sin causarle demasiados problemas a los que nos rodean.

Sin embargo, al estudiar el yugo que nos ofrece nuestro Mesías, entendemos que la meta que Él propone es otra: «sean compasivos como su Padre es compasivo» (Lc 6.36 – NVI). Yeshúa tenía la perspectiva divina, la de Su Padre celestial. Él sabía que YHWH respetaba y valoraba la dignidad humana de cada quien en toda su integralidad. Miraba lo que era su corazón, lo que cada cual era realmente. Veía más allá del dinero, posición social, o lo que la gente creyera. Para Yeshúa, las personas tenían un valor intrínseco, por haber sido creadas a la imagen y semejanza del Eterno.

La compasión, correctamente entendida, es la puerta por la que accedemos a la expresión más plena de nuestra humanidad, embebida en Su divinidad.

Consejos Bíblicos para Celebrar correctamente el Shabat

«Acuérdate del día del sábado para santificarlo.  Seis días trabajarás, y harás toda tu obra,   mas el séptimo día es reposo para Yahwéh tu Elohim;  no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas.  Porque en seis días hizo Yahwéh los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, Yahwéh bendijo el día de reposo y lo santificó.»

(Éxodo 20:12)

Tan pronto cae el sol el sexto día de la semana comienza el Shabat semanal que el Eterno nos ha ordenado en Su Torah guardar y santificar. Desde ese momento, y por 25 horas,  suspendemos todas nuestras actividades normales del resto de la semana, y entramos  aseados,  cómodamente vestidos y relajados  en el santo reposo de Yahwéh quien una vez más nos dará de Su Shalom (Paz).

Al partir de ese momento no regocijamos de que no tenemos que trabajar durante las siguientes 25 horas.  Tanto nuestro corazón, como también nuestra boca, se llenan de gratitud a Yahwéh por el Shabat,  pues de otra forma seríamos esclavos de este mundo los 365 días del año romano, o los 355 días del año hebreo,  sin descanso  como le  pasa a los hombres cautivos del sistema del gran dragón y su bestia.

En el transcurso de esta jornada tenemos que estar felices de que estamos ante la Presencia de Nuestro Abba,  el Amo y Creador del Universo. Es bueno ya estar alegres en el atardecer del inicio (viernes a la tarde) y así continuar todo el día del Shabat propiamente dicho a fin de permitir que el Espíritu de YHVH haga Su obra eficazmente en nosotros, nuestra familia y nuestra asamblea de hermanos.  Hay una alegría correcta y es justamente esa que surge de la voluntad humana que determina esta actitud en su mente y no necesita esperar los efectos de algún estímulo químico exterior (vino, bebidas alcohólicas, tabaco, drogas, etc.).

Además de en este día nos obligamos a conscientizarnos que no estamos solos en este arte de gobierno espiritual, sino que formamos parte de un  compañia de santo (los kodeshim) que son nuestros hermanos mesiánicos redimidos en la sangre bendita del Cordero de Gloria.   De esa forma, a través de las oraciones,  logramos mantenemos unidos con todos ellos por el espíritu, sin importar la distancia. Esa es la actitud correcta para recibir el Shabat.

El mandato divino es a que nadie en la casa quebrante el Shabat.  Recordemos que Shabat significa REPOSO,  y por lo tanto la esencia misma de la palabra nos demanda reposar de nuestras actividades cotidianas,  trabajos y aún recreos normales.  Meditando en esto, y para que podamos colocar una praxis correcta a nuestros actos del día sábado les comparto el siguiente listado de cosas que no podemos hacer durante este bendito día:

  • No llevar cargas pesadas (Jeremías 17:21-22).
  • No comprar ni vender (Nehemías 13:15-21).
  • No encender fuego (Éxodo 35:3).
  • No hablar asuntos personales, ni buscar la voluntad propia (Isaías 58: 13-14). Evitar el habla de temas mundanos y polémicos, lo que las Escrituras llaman vanidades.

Lo que debes procurar hacer sí o sí se resume en estos dos puntos:

  • Permanecer en tu lugar de reposo (Éxodo 16:29). Esto se refiere a no salir de la ciudad donde se vive (a no ser que surja una emergencia de imprevisto, naturalmente).
  • Adorar a YHVH en Espíritu y Verdad (Isaías 66:23; Juan 4:22-23).

Después de leer esto, necesitamos mantener despierto en nuestra conciencia el paradigma de que la Torah prohíbe «hacer nuestro propio deleite» en el Shabat.  En un Shabat debe hacerse todo lo que corresponde a lo espiritual, a la comunión y al bien a otras personas. Pero no deben hacerse como una carga sino como un disfrute que nos llena de gran gozo. Por lo tanto, en este día tenemos que estar deseosos solamente de trabajar a favor del Reino Milenario de Yeshúa,  pues eso es lo que representa el Shabat  semanal a nivel terrenal.   Por eso Nuestro Amo dijo «Yo soy el Amo del Shabat,»  y es este paradigma el que debe gobernar todos los pensamientos que desarrollemos durante esas horas de comunión espiritual. Así entenderemos que con aquellas palabras Él realmente estaba diciendo mucho mas«Yo soy el Rey del Shabat Milenario.»  Ese es el Shabat más grande que existe, aunque todavía no ha llegado.  Nuestro rol es edificarnos y edificar a otros para estar preparados antes de que venga el verdadero Shabat de nuestro Eterno Dios… de lo contrario no podremos entrar allí.

A esta altura de mi bitácora quiero aconsejarles que entiendan que nuestro amado Mesías Yeshúa nos dejó un legado de interpretación de la Torah (Yugo) que es digno de atesorar por todos los verdaderos adoradores. Sugiero estudiar el relato del evangelista Mateo para ver cómo Yeshúa enseñó que hacer el bien y sanar enfermos en sábado está en armonía con el principio del reposo sabático. Sin embargo él no se pasaba buscando enfermos en sábado para sanarlos. Los sanaba porque ellos venían a él y le pedían sanidad. Él no los rechazaba pero tampoco los buscaba.

Para realizar con éxito el trabajo espiritual que en este día el Eterno desea que hagamos, conviene recordar que en el Shabat semanal se lee la Palabra de Yahwéh,  se puede escuchar un mensaje en CD o DVD,  se pueden hacer preguntas y respuestas,  y se puede poner música apropiada para el Shabat y/o tocar instrumentos con cantos.

Con toda esta praxis lograremos que nuestra vida encarne la revelación de que el sábado es un día muy especial, porque viene desde el mismo principio del origen de nuestro planeta Tierra, porque en la primera semana el Eterno terminó su creación del cielo, la tierra y todas las cosas que en ellos hay, descansó el séptimo día y dio una bendición especial y santificándolo como día de descanso desde el mismo principio de la creación de nuestro planeta Tierra.

YHVH ha separado este día para nosotros. Este tiempo es verdaderamente especial. Debemos entender que el Creador, nuestro Abba, ha reservado este día para estar “especialmente” con nosotros a través del Espíritu de Su Hijo. Debemos sentirnos privilegiados que YHVH deseara estar en íntima comunión con nosotros, por lo tanto no debemos pasar un Shabat distraídamente o indolentemente.

Anhelo que nuestro Abba guarde a todos y cada uno de Uds. y los ayude cada día a servirlo con perfección y en excelencia de vida..

¡Nos gozamos en Shabat y estoy convencido que poco a poco iremos aprendiendo a guardarlo mucho mejor!

 

CONSEJO: Seguramente podrá servirte en tu Shabat escuchar esta enseñanzaEl Poder del Reposo

Origen y Significado de la Expresión Torah (Instrucción)

Por P.A. David Nesher

 

 

Muchos de aquellos escogidos que leen mis bitácoras o escuchan mis catequesis se asustan cuando me escuchan mencionar la expresión hebrea Torah. Uno de ellos, muy deseoso de conocer más de la voluntad de Abba para nosotros, me solicitó si podría explicarle mejor el significado y la etimología de esa palabra a fin de lograr romper todos los paradigmas antisemitas que el sistema ha programado en su mente y por los que entendía que se le hace difícil acceder al conocimiento de la Verdad. Pues bien, entendiendo su pedido, y discerniendo que este debe ser el sentir de muchos vuelvo aquí a aportar lo que esta bendita palabra significa desde su orden etimológico.

 

Torah [תּוֹרָה] es una palabra hebrea que deriva de la raíz י.ר.ה Y.R.H (iará) que significa «lanzar una flecha» «acometer«, «dar un tiro certero» y que en Hif’il הורה Horáh significa «dirigir el tiro para no errar«, de ahí que el significado de Torah es: «la guía para dar en el blanco» y de ahí, se ha entendido como «enseñanza«, también más correctamente «instrucción«, o mal traducida como «ley» en el mundo occidental.

 

A decir verdad, se dice Torah por un mandamiento del Decálogo, o en su sentido más amplio, se llama así a los 5 primeros libros bíblicos (Pentateuco) escritos para explicar la totalidad de la revelación y enseñanza divina al pueblo de Israel encerrada en esos 10 mandamientos de la Torah.

 

Estos cinco libros son:

  • Génesis (Bereshit [בְּרֵאשִׁית]: lit. «En el comienzo»).
  • Éxodo (Shemot [שְׁמוֹת]: lit. «Nombres»).
  • Levítico (Vayikrá [וַיִּקְרָא]: lit. «Y llamó»).
  • Números (Bemidbar [בְּמִדְבַּר]: lit. «En el desierto»).
  • Deuteronomio (Devarim [דְּבָרִים]: lit. «Palabras»).

 

 

Sugiero para un mayor entendimiento y profundización de este tema estudiar la bitácora: ¿Qué es la Toráh?… ¿Ley o Doctrina?

Sukah: La Cobertura del Infinito

Sukot es la Fiesta que el Eterno Dios ha otorgando a sus hijos para celebrarlo en Su Majestad y Gracia.

Aquí encontrarás la exposición de los códigos sagrados que esconden el símbolo de la sukah (enramada o cabaña) que se arma en esta fiesta y debajo de la que estamos obligados a compartir en familia momentos con la eternidad. Una explicación clara y práctica acerca de la mentalidad que se necesita desarrollar en esta Fiesta Santa.

De YOM KIPPUR a SUKKOT

No es mera coincidencia que este mismo período marque el inicio de la construcción de la sukkah de Yahvéh, nuestro Dios, el mishkan, el santuario en el desierto (Éxodo [Shemot] 25:8-9). En Éxodo 25:9, la palabra tabernáculo en hebreo es la palabra MISHKÁN.

De acuerdo a la tradición, Moisés (Moshe) ascendió de nuevo al Monte Sinaí durante 40 días y sus noches para recibir las segundas tablas de la ley y descendió el día de Yom Kippur, llevando las tablas como señal del perdón de Dios a Israel por el pecado del becerro de oro y como símbolo del pacto eterno entre Dios e Israel (Shemot 24:12-18; 34:1-2; 27-28). Al día siguiente, Moshe delegó las instrucciones de Dios para construir el mishkan –una morada.

El material necesario para construir esta estructura portátil fue recolectado durante los días que precedían a Sukkot y en esa fecha se comenzó la construcción del mishkan o tabernáculo (Shemot 35; 36:1-7).

¿Por qué se construyó el mishkan? La Torá dice:

«Y harán un santuario para mí y habitaré en medio de ellos»

(Shemot 25:8).

El Eterno prometió que habitaría en medio de su pueblo para establecer una relación marital con Israel. Por lo tanto, Dios determinó que se construyera el mishkan, el tabernáculo en el desierto, para poder habitar en medio de su pueblo.

LA SUKKAH Y LA NUBE DE GLORIA.

La Sukkah nos trae a la memoria las nubes de gloria que cubrían a Israel cuando atravesaba el desierto en camino a la Tierra Prometida. Todos estaban conscientes de la protección divina que Di-s le otorgó a Israel durante esos años tan difíciles. Como está escrito en Shemot 13:21: «Y YHWH iba delante de ellos de día en una columna de nube para guiarlos por el camino y de noche en una columna de fuego para alumbrarles, a fin de que anduviesen de día y de noche«.

APLICACIÓN ESPIRITUAL  (Halajá).

Dios deseaba que se construyera el tabernáculo en el desierto, ya que quería habitar en medio de Su pueblo (Shemot 29:44-45). En un sentido espiritual, este tabernáculo físico fue dado por Dios para mostrarnos y que entendamos que Él desea habitar en Su pueblo, a través del Espíritu Santo (1 Corintios 6:19; 2 Corintios 6:1).

Las nubes representan a los creyentes en Yeshúa (Hebreos 12:1; Apocalipsis 1:7).

Los gemidos indecibles del Shofar… (sus secretos explicados)

En los últimos doce años, el Espíritu de la profecía, que es el testimonio de Yeshúa (Ap. 19:10) nos ha entrenado en Sus sabios diseños a través de las Fiestas que Abba nuestro nos ha ordenado para entender perfectamente la misión de nuestro Mesías Yeshúa.

Un paradigma muy importante que hemos aprendido es que las fiestas de Yahvéh no son sólo recordatorios de eventos históricos. Son también celebraciones de la energía especial que estos días representan y tienen para los primogénitos de Su Monte Santo. Por ejemplo, sabemos que Pesaj no es sólo el recordatorio de nuestro éxodo de la esclavitud, también es un recordatorio de que esos días fueron creados para la redención, ¡para toda la eternidad! Nuestro ser sabe que esa celebración es un tiempo especial de liberación de toda forma de esclavitud y adicción, ya sea en lo material, espiritual o emocional. Sólo necesitamos desearlo y también podemos liberarnos a nosotros mismos.

Así mismo, ha ocurrido con el entrenamiento pedagógico que el Espíritu de Yahvéh nos ha dado desde hace dos años en la fiesta denominada Yom Teruah (Lev. 23:23-25). Hemos comprendido así, que a través del toque del Shofar, nuestra alma despierta de todo letargo babilónico y se reposiciona en su conciencia de que estamos puestos en la Casa del Rey Eterno, YHVH es Su Nombre, y que por lo tanto somos herederos de Su primogenitura, tal y cómo Yeshúa la disfruta. Para ello, Abba ha ordenado escuchar el sonido del shofar que nos permite entender el llamado interior que Él nos hace en esta fiesta para corregir y desarrollar cualidades del carácter del Mesías que nos permitirán actuaciones correctas en todos los campos del cosmos que está bajo nuestra jurisdicción.

El conmovedor sonido del Shofar nos habla con mayor intensidad que las palabras. Es un llamado personal a cada uno de nosotros para que despertemos y utilicemos la oportunidad de la fiesta de Yom Teruah para cambiar.

El Shofar inyecta en nuestra mente un poder de re-programación de pensamientos. Así nuestra conciencia se vuelve una llave poderosa que nos permite influenciar en todo nuestro entorno físico, evitando así el exilio babilónico en el que se influencia y manipula la conciencia de la masa humana para servir los caprichos del gran dragón escarlata.

El Shofar viene a decirnos que podemos reinventarnos a nosotros mismos gracias a la unción del Santo Espíritu del Eterno. Por medio de su poder, podemos deshacer nuestro pasado, convertir nuestros errores en experiencias de aprendizaje y empezar de nuevo. Pero, seguramente a esta altura te preguntaras: ¿Cómo el shofar transmite esto?

Durante el toque del shofar en Rosh Hashaná, advierte que hay tres sonidos distintos:

  1. Tekiá – un sonido liso, directo y largo.
  2. Shvarim – 3 sonidos medianos, como lamentos.
  3. Teruá – 9 sonidos entrecortados cortos en sucesión.

Los tres sonidos colocan todo poder en alineamiento de circuito celestial. Este equilibrio permite que todo nuestro ser esté libre de la influencia del caos que produce el «cortocircuito» de las tinieblas.

Para comprender mejor todo esto, los invito a examinar, unánimes en un mismo espíritu, cada uno de estos sonidos del shofar, y veamos como se relacionan a los diferentes temas que propone esta Fiesta del Eterno.

El Sonido de Tekiá (Explosión o Toque)

Yom Teruah es el día en que apreciamos quién es el Eterno Dios.

Nosotros interiorizamos ese entendimiento hasta que llega a ser una parte práctica y viva de nuestra realidad cotidiana. Dios es Todopoderoso. Dios es el Creador. Dios es el Sostenedor. Dios es el Supervisor. En síntesis, Dios es el Rey del Universo.

Pero para muchos de nosotros, la idea de un «rey» evoca imágenes de un déspota avaro y hambriento de poder que quiere subyugar a las masas para sus objetivos egoístas.

En la mentalidad hebrea de Israel, un rey es prioritariamente un servidor del pueblo. Su única preocupación es que la gente viva en felicidad y armonía. Sus decretos y leyes son sólo para el bien de la gente, no para sí mismo, tal y como lo hiciera el rey David a su generación (Hch. 13:36).

Lo reitero: el objetivo de la fiesta de Yom Teruah es coronar al Eterno Dios como nuestro Rey. En este día proclamamos que el Eterno Dios es el Rey y nosotros lo invitamos a que nos gobierne. No como un tirano que nos amenaza con castigos si no obedecemos todos sus caprichos y deseos; esto significa que nosotros le invitamos a reinar sobre nosotros, porque sabemos que Él nos ama y quiere todo lo mejor para nosotros.

Tekiá significa la explosión o el toque – es el sonido directo y largo del shofar – es el sonido de la coronación del Rey. En el Jardín del Edén, el primer acto de Adán fue proclamar a Elohim (Dios) como el Rey. Y ahora, en nuestras fiestas, el Shofar proclama para nosotros y para el mundo: Yahvéh es nuestro Rey. Fijamos nuestros valores rectos y retornamos a la realidad del Eterno como El Único que dirige el mundo… guiando la historia, moviendo montañas, y preocupándose individual y personalmente de cada ser humano.

La propuesta divina al oír este sonido es: «¡Coróname como tu Rey y te daré tu corona

En este sonido, hay un paradigma importante que necesitamos despertar: NO es suficiente que Yavhéh sea sólo Mi Rey. Si TODA la humanidad no reconoce al Eterno como el Rey, entonces hay algo que falta en mi propia relación con Él. En Yom Teruah me hago consciente y responsable de que parte de mi amor por el Todopoderoso es ayudar a guiar a toda la gente hacia Su reconocimiento. Por supuesto esto es ampliamente una expresión de mi profunda preocupación por el prójimo. Pero también afecta mi propio sentido el proclamar el Reinado del Dios que todo lo circunda.

El Sonido de Shvarim

Los sacerdotes de la casa de Aarón enseñaban al Pueblo del Antiguo Pacto que Shvarim (El Quebrantamiento – tres sonidos medianos en suspiro suave, como lamentos -) es el grito del corazón hebreo que solloza – ansioso por conectarse, crecer y lograr el potencial del propósito eterno de Dios.  Significa ser doblegado o roto frente a Dios, así suena.

El sonido del Shofar es similar al sonido del gemido del corazón de la persona; es sólo sonido sin consonantes ni vocales; es más profundo que cualquier otro sonido en el mundo. Es el sonido que representa al obrar del Espíritu de Yahvéh en el corazón de los redimidos cuando estos claman al Eterno (Rom. 8:26).

En esta fiesta, el Espíritu Santo nos recuerda que cada ser humano tiene la capacidad de cambiar y ser grandioso. Esto se puede lograr mucho más rápido de lo que uno ha soñado. La clave está en clamar en oración desde el fondo del corazón y pedirle al Eterno Dios la capacidad de llegar a ser grandioso.

En el momento en que suena el shofar, imploramos a Dios desde la profundidad de nuestra alma. Este es el momento – cuando nuestras almas están frente al Todopoderoso sin ninguna barrera – en que realmente podemos soltarnos.

Por eso, exactamente en ese momento, al oír este sonido, escucharás Su Voz diciéndote: «¡No te quedes encerrado en el pasado! ¡Tú sabes que tienes un potencial enorme. Hay mucho para conquistar todavía!«

El Sonido de Teruá

El sonido de Teruá – 9 sonidos cortos en sucesión, más en staccato en una rápida sucesión  – simbolizan un reloj de alarma, despertándonos de nuestro sueño espiritual. En ese momento el shofar trae claridad, conciencia, y enfoque. Su significado es el de un pedido por piedad a Dios.

En Yom Teruá, nuestro Abba quiere que despertemos y seamos honestos y objetivos acerca de nuestras vidas: quiénes somos, dónde hemos estado, y hacia dónde nos dirigimos, son los planteos que Su Espíritu nos invita a realizarnos.

La llamada del shofar nos recuerda que el Rey del universo nos ama, que piensa en nosotros y que se interesa en nuestra vida. Nos está juzgando porque nos ama, tal como una madre juzga a sus hijos para asegurar que estén en el buen camino y tengan una vida de calidad.

Las Escrituras enseñan que cuando nos juzgamos con justo juicio, a la Luz del espíritu de Su Instrucción (Torah), el juicio que elaboramos evita algún juicio desde arriba. Lo que esto significa es que si nos damos el tiempo de construir un modelo sincero y realista de cómo hemos fallado en el pasado, y que esperamos cambiar en el futuro, entonces el Eterno Dios no necesita «despertarnos» para lo que ya sabemos. Esa es la verdadera praxis de Su justificación en Cristo, nuestro Señor.

En esta fiesta Yahvéh quiere que hagamos un esfuerzo honesto para maximizar los talentos y dones que Él nos dio. No se espera que seas nada que no seas capaz de ser. Pero tampoco se puede engañar a Dios (Gálatas 6:7).

La razón por la que perdemos contacto y cometemos errores es porque no nos tomamos el tiempo diario necesario para conectarnos con nuestros deseos profundos y nuestra esencia. La solución es invertir tiempo diariamente a solas preguntándonos: ¿Estoy en camino? ¿Estoy enfocado? ¿Estoy en busca de metas que harán la gran diferencia en mi vida y en el mundo?

¡Hazte el hábito de mantenerte en contacto contigo, y cuando llegue Yom Teruá, la alarma del Shofar no será más que un sonido estridente!

El mensaje esencial de Yom Teruá es que Dios quiere una relación con nosotros. El shofar es una técnica que Él usa para que meditemos en Su llamado de amor.

Este es el momento de examinar honestamente su relación con Dios. ¿Qué tanto quieres una relación con él? ¿Qué se puede hacer para mejorarlo?

La intimidad requiere honestidad emocional. Si no soy capaz de decirle como verdaderamente me siento entonces nunca podremos estar cerca de El.

Si yo pretendo que todo está bien cuando no lo es, entonces yo mismo me estoy robando la oportunidad de estar en intimidad con Él. Para mejorar nuestra relación con Yavhéh debemos ser vulnerable y decirle como verdaderamente nos sentimos. Y eso requiere que seamos honestos con nosotros mismos.

¿Qué es lo que me impide sentirme más cerca de El Rey?

¡El Eterno, nuestro Rey y Abba, quiere saber la verdad acerca de cómo nos sentimos realmente acerca de Él!

Este es el orden de cómo deben ser tocados:

Tekiá – Shevarim – Teruá – Tekiá
Tekiá – Shevarim – Tekiá
Tekiá – Teruá – Tekiá

(Aquí puedes escuchar el toque del Shofar en Yom Teruah)

 

(más…)

Acéptalo: ¡Las Fiestas de Dios no son Judías!… ¡Son Citas Divinas para tu Alma!

Por P.A. David Nesher

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Las Fiestas del Eterno… ¿qué decir de ellas?… Muchos son los creyentes evangélicos de esta tierra mendocina que nos critican por ellas. Muchos son los seguidores que el ministerio tiene en Argentina, que nos miran de reojo ante esta actitud festiva. Ahora, incluso en las naciones, se multiplican el número de críticos que desde las apariencias, que estimulan su ignorancia, aseguran que somos judaizantes que pretendemos convertir a muchos al judaísmo tradicional con la excusa de sus fiestas. Pues bien, debo insistir que todo esto no es más que el prejuicio saliente de la temerosa ignorancia que sostiene los infundados argumentos de aquellos que así juzgan.

Nosotros, los primogénitos del Monte Santo, no somos judíos, por lo tanto no hacemos fiestas judías tales como Purim o Januká.

Lo que sí somos es hijos del Abba Kadosh (Papá Santo) de Israel. Hemos recibido Su Nueva Alianza a través de Su Hijo Yeshúa, Su Mesías y nuestro Dueño, por lo que obedecemos todos sus designios especialmente en aquello que Él nos ordena hacer: celebrar Su Nombre adorándolo en Espíritu y en Verdad. Por lo tanto guardamos Fiesta para Él, bendito sea Su Nombre, tal y como lo indicara en Su Instrucción (Torah).

Cuando leemos en la Torah los tiempos establecidos de Levíticos 23, descubrimos que no son días señalados de los judíos, sino más bien días especiales señalados por Yahvéh, a fin de celebrar el obrar de Su Presencia en medio de la historia de Su Pueblo Israel. Incluso descubrimos que el Shabat (viernes al caer el sol hasta sábado al caer el sol), es uno de esos días de fiesta. Es decir que TODOS son días festivos inspirados por el Eterno y que por lo tanto pertenecen a Él.

En los libros que conforman el mal llamado Nuevo Testamento (en verdad es el Pacto Renovado) no se establece en ninguna parte fiesta alguna que no sean los días que se encuentran en el capítulo 23 de Levítico. Pero hay festividades y días santos establecidos por la antigua Roma que se celebran hoy día. Algunas de estas fiestas paganas de Roma son estas: Domingo, Navidad, San Valentín, Viernes Santo, Easter, Cuaresma, Adviento, entre otras.

Es mucha la evidencia de que todos los discípulos de los primeros dos siglos celebraron las Fiestas de Yahvéh.

Jesús (Yeshúa) – Lucas 2:41,42; 22:7,8; Mateo 26:17; Juan 2:23; 7:2,10

Los seguidores de Yeshúa – Marcos 16:1; Hechos 2:1; 20:6

Pablo – Hechos 18:21; 20:6,16; 21:24; 1 Corintios 16:8. Pablo instó a las comunidades sujetas a su enseñanza a observar las fiestas (1 Corintios 5:8).

Las Escrituras proféticas aseguran que estas fiestas se celebrarán en el Milenio – Zacarías 14:16,18; Ezequiel 45:21; Isaías 66:21

Las Sagradas Escrituras nos presenta en su revelación varias razones de peso para estudiar y llegar a entender las Siete Fiestas de YHVH.

  • Están en la Biblia, y toda la Biblia es inspirada por Dios. (2 Timoteo 3:16-17).
  • Las fiestas son una sombra de las cosas por venir que nos enseñan acerca del Mesías (Colosenses 2:16-17; Hebreos 10:1).
  • Las fiestas son símbolos y ejemplos proféticos que nos muestran los acontecimientos venideros en el plan de redención divino (1 Corintios 10:1-6, 11).
  • Las fiestas, como parte de la Torá (que significa “instrucción”), nos sirven como tutores que nos guían al Mesías (Gálatas 3:24).
  • Yeshúa vino a cumplir TODO lo que está escrito en el Antiguo Testamento (Lucas 24:26-27, 44-45; Juan 5:46-47).
  • Las fiestas establecen el patrón de los eventos divinos aquí en la tierra (Hebreos 8:1-2,5; 9:8-9,23; Éxodo 25:8-9,40; 26:30; Números 8:4; Ezequiel 43:1-6, 10-12).
  • Dios da lo natural para explicar lo espiritual. (1 Corintios 15:46-47).
  • Al estudiar lo natural, podemos entender lo espiritual (1 Corintios 2:9-13; 2 Corintios 4:18).

Entonces, si somos realmente sinceros y veraces, debemos reconocer que es el Eterno quien reveló a los hijos de Israel cuáles eran sus fiestas señaladas.

Justamente, la palabra hebrea que ha sido traducida como “fiestas señaladas” es moadim (– מועדים), en singular moed (– מועד). Esta palabra tiene el doble significado de tiempo y lugar fijado. La idea principal con el término es tener un encuentro en un tiempo específico y en un lugar específico, es decir, tener una cita con alguien especial.

Estas son las fiestas del Eterno en primer lugar, no de Israel. El Eterno reveló a Israel cuáles son Sus fiestas y dio a los hijos de Israel el derecho y la responsabilidad de proclamarlas en sus tiempos marcados por la Torah en el capítulo 23 de Vayikrá y tener santas convocaciones que en hebreo se dice: mikraei kodesh, (מקראי קדש), en cada una de ellas.

Estas citas divinas o fiestas, son santas convocaciones que conectan al pueblo del Eterno Dios con su pasado, presente y futuro. Además de encerrar los misterios del plan de redención y salvación de sólo Dios revelará a aquellos que tengan hambre de sus caminos.

Con Amor y siempre a tu servicio: David Nesher


Bitácora Relacionada:

¿Por qué orar en Binomio Matrimonial?

Soy un convencido que para tener siempre la recompensa del Eterno Dios, desde sus bendiciones, todo matrimonio necesita desarrollar una vida de oración.

Jesús insistió en la necesidad de la oración, pues las dificultades de un hogar no son solamente de orden natural, sino también espiritual.

Yahvéh creó el matrimonio con propósito. Ese propósito fue el de reflejar Su Gloria en la Tierra. El enemigo de la familia no quiere que se refleje esa gloria. Por lo tanto, no te engañes, el demonio, nuestro adversario, detesta a la familia, y en forma muy particular, el matrimonio, porque son diseños claves de Dios para bendecir a la Creación toda. Así que, nuestro matrimonio necesita estar armado de la gracia de Dios para vencer sus emboscadas y maldades. Pues contra Dios y su gracia él nada puede. Nuestro Señor Jesús aseguró que “era necesario orar siempre sin desanimarse” (Lc 18:1); “Velad y orad, para que no caigáis en tentación; que el espíritu está pronto, pero la carne es débil” (Mt 26:41); “Pedid y se os dará” (Mt 7:7).

La oración es para la familia lo que un techo es para la casa; protege a los que están adentro, de los enemigos y las adversidades de la vida. Aún cuando orar juntos como pareja para muchos es una experiencia desafiante e incomoda, experimentaremos mucha bendición al hacer de ésta una práctica en nuestro matrimonio (Mateo 18:19).

Es por eso que cuando detectamos que algo está sucediendo con nuestro cónyuge, cuando algo amenaza la unidad matrimonial, cuando la rutina nos acecha, o las finanzas no andan bien, cuando no hay intimidad placentera o el egoísmo prima, cuando hay asomos de violencia, una queja, altibajos emocionales o simplemente sentimos que algo pasa pero que no identificamos: es necesario orar.

Sin oración, ninguno de nosotros queda de pie espiritualmente y nadie logra hacer la voluntad del Eterno Dios. La razón es muy clara: “porque separados de mí no podéis hacer nada” (Jn 15:5). Jesús dejó claro: este “nada” indica que, por nosotros mismos, no conseguiremos hacer el bien y, peor aún, evitar el mal. San Pablo insistió: “pero es el mismo Dios que obra en todos” (1 Co 12:6).

Cuando el Señor manda: “Pedid y se os dará; buscad y hallaréis” (Mt 7:7), en el fondo, Él desea que reconozcamos que sólo Él es el autor de nuestros bienes y que, por lo tanto, debemos sólo recurrir a Él.

El amado apóstol Pablo expresó todo eso en pocas palabras: “Estad siempre alegres. Orad constantemente. En todo dad gracias, pues esto es lo que Dios, en Cristo Jesús, quiere de vosotros” (1Ts 5:16-18).

La oración es el reconocimiento de nuestros límites y de nuestra dependencia: venimos de Dios, somos de Dios y retornamos a Dios. Por ello cuando oramos, y más aún cuando lo hacemos en pareja, nuestra unión matrimonial se fortalece y nuestra fe se acrecienta cuando tienes al Todopoderoso como centro de tu vida y le expresas tus alegrías, tristezas, triunfos, fracasos, ideales y realidades.

La oración es uno de los dones más misteriosos y maravillosos que el Eterno Dios, nuestro Abba, nos ha dado. Es nuestra línea vital de comunicación con el cielo, nuestra oportunidad para expresar directamente nuestras alabanzas y deseos al Creador del universo. Hay un poder en ese hecho que no se puede explicar cabalmente, sin embargo no se puede negar jamás: “La oración del justo es poderosa y eficaz” (Santiago 5:16).

¡Que bendición es para un matrimonio, cuando ambos se ponen de acuerdo para postrarse delante de Dios y presentar sus peticiones, cuando claman para que Dios les renueve el amor conyugal día tras día!
¡Cuánto crecerá espiritualmente una pareja que se une en un mismo sentir y con fe le piden a Dios sabiduría y fortaleza para solucionar sus diferencias y dificultades!
“Si mi pueblo, que lleva mi nombre, se humilla y ora, y me busca y abandona su mala conducta, yo lo escucharé desde el cielo, perdonaré su pecado y restauraré su tierra. Mantendré abiertos mis ojos, y atentos mis oídos a las oraciones que se eleven en este lugar”.
(2 Crónicas 7:14-15)
Por todo ello tengan en cuenta que cuando la velocidad del diario vivir los haga actuar como seres mecánicos y programados, la oración es la mejor alternativa para aliviar todos los inconvenientes que surgen de la convivencia o de las circunstancias de cada jornada. Seguramente Yahvéh, nuestro Dios, resolverá lo que le han pedido de la manera que considere mejor en su sabiduría.

 

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El Papa Francisco autoriza perdonar a las mujeres que hayan abortado

Según la fe católica, el aborto es un pecado tan grave que quienes lo facilitan o lo realizan incurren en la excomunión automática de esa institución religiosa. Sin embargo, Jorge Bergoglio, el argentino devenido en falso profeta bajo el título de Papa Francisco, ha encontrado la manera de que este pecado sea debilitado y sacado de la conciencia de las masas como tal ya que permitirá a todos los sacerdotes perdonar formalmente a las mujeres que hayan abortado y pidan su absolución durante el próximo Año Santo católico. Muchos aseguran que este es el último de los pasos del pontífice argentino hacia una iglesia más abierta e integradora. Yo, como profeta del Eterno, les aseguro que este varón llegó con esto a sus últimos pasos por este planeta.

La medida se aplicará durante el Año Jubileo, que comenzará desde el próximo 8 de diciembre y se extenderá hasta el 20 de noviembre de 2016. El pontífice señaló en una carta que los sacerdotes se deben preparar para esta gran tarea, ya que el perdón,  solamente podrá ser concedido durante el Jubileo de la Misericordia o Año Santo, es decir entre los días comprendidas en las fechas señaladas.

El Año Santo es una celebración católica en la que se celebra la remisión de los pecados cada año en el que el 25 de julio cae en domingo. En este caso, se trata de un Año Santo Extraordinario, convocado por Francisco y llamado Jubileo de la Misericordia. La apertura del próximo Jubileo tendrá lugar en el 50º aniversario de la clausura del Concilio Vaticano II, ocurrida en 1965. Evidentemente se trata de una celebración que vaticina nuevos cambios dogmáticos en la sede romana de Babilonia. Además, el rito inicial del jubileo es la apertura de la Puerta Santa. Se trata de una puerta que se abre solamente durante el Año Santo, mientas el resto de años permanece sellada. Tienen una Puerta Santa las cuatro basílicas mayores de Roma: San Pedro, San Juan de Letrán, San Pablo Extramuros y Santa María Mayor. Las cuatro serán abierta este próximo 8 de diciembre como un acto mágico que profetizará la abertura de los portales de los cuatro puntos cardinales a fin de que todas las naciones den la bienvenida al Nuevo Orden Mundial que Vaticano propondrá.

La carta fue publicada por el Vaticano este martes. En ella Francisco describió la «dura prueba existencial y moral» que afrontan las mujeres que han interrumpido su embarazo y dijo que había «conocido a muchas mujeres que cargan en su corazón con la herida de esta dolorosa y angustiosa decisión«.

Considerando lo que asegura la doctrina católica, el aborto es un pecado grave que comporta excomunión y un sacerdote sólo lo puede absolver por orden de un obispo o del pontífice. El portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, explicó que la decisión del papa «no es una atenuación de la gravedad del pecado (del aborto)», así como «no quiere de ninguna manera minimizar la gravedad de ello». Sin embargo, muchos de aquellos que tenemos el don de discernimiento de espíritus, intuimos que esto último no es verdad, sino todo lo contrario, ya que se pretende minimizar a tal punto la gravedad de esto que permitirá un movimiento demoníaco que acelerará la legalización de esta práctica en innumerables naciones. El dios Moloc de los cananeos será llevado a sus altares tal y como la élite reptiliana lo había trazado.

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Ante esta noticia que demuestra que el espíritu del anticristo está sutilmente propagándose por nuestro planeta desde este falso profeta, necesitamos decir algunas cosas que están claramente reveladas por las Sagradas Escrituras.

Primeramente, es importante proclamar que en ninguna parte de la Biblia se asegura como doctrina el concepto de la confesión de pecados a un sacerdote. Todos los libros neotestamentarios enseñan que no debe haber una división de sacerdotes y laicos en el Nuevo Pacto. En su lugar, las Escrituras del Nuevo Pacto enseñan que todos los creyentes son sacerdotes. El apóstol Pedro (supuesto primer papa del catolicismo romano) describe a los creyentes como “real sacerdocio” y “nación santa” (1 Pedro 2:5-9) . Luego notamos que en los finales del primer siglos las comunidades joaninas (supervisadas por el apóstol Juan) describen a los creyentes como “reyes y sacerdotes” (Apocalipsis 1:6 y 5:10) .

La mayoría de nosotros sabemos que en el Antiguo Pacto, los fieles tenían que aproximarse a Dios a través de los sacerdotes. Éstos eran los mediadores entre el Eterno y el pueblo. Los sacerdotes ofrecían sacrificios a Dios en nombre de la gente. Todo esto era sombra y figura de Aquel que habría de venir. Por eso esto, bajo la Nueva Alianza, ya no es necesario porque por el sacrificio de Jesucristo, podemos aproximarnos al trono de Dios confiadamente (Hebreos 4:16). Con la muerte de Yeshúa, el velo del templo se rasgó por la mitad, destruyendo así el símbolo de la pared divisoria que había entre Dios y la humanidad. Hoy, podemos acercarnos al Eterno directamente por nosotros mismos, sin el uso de un mediador humano. ¿Por qué? Porque Jesucristo es nuestro Sumo Sacerdote (Hebreos 4:14-15; 10:21), y el único mediador entre Dios y nosotros (1 Timoteo 2:15).

¿Pero qué se puede hacer ante el aborto? ¿Puede Dios perdonar tal pecado?

Para los hijos primogénitos del Eterno, el aborto es un pecado grave que atenta contra el quinto mandamiento de la Torah. Es equivalente al homicidio directo y voluntario. Por eso, los médicos y otras personas involucradas en este crimen son ‘cooperadores’ de un asesinato que conduce a la condenación eterna. Es irónico y hasta paradójico que hasta el mismo catecismo católico asegura que el aborto directo, es un pecado grave porque “el ser humano hasta su concebimiento, debe ser respetado y protegido” en su integridad.

Por lo tanto, para comenzar a responder estas preguntas primeramente citaré este oráculo del Señor:

«Yo, yo soy el que borro tus transgresiones por amor a mí mismo, y no recordaré tus pecados«.

(Isaías 43:25)

Según la Biblia, la CONFESIÓN DE LOS PECADOS es a DIOS solamente. Cuando el rey David se arrepintió de su adulterio confesó su pecado directamente a Dios. Sin sacerdote. Sin ritual. Sin sacramento. Sólo un hombre traspasado de dolor confesando su pecado ante su Hacedor.

» Pero te confesé sin reserva mi pecado y mi maldad; decidí confesarte mis pecados, y tú, Señor, los perdonaste».

( Salmo 32:5).

La confesión directamente al Eterno Dios fue también la experiencia de Nehemías ( Neh. 1:4-11), de Daniel ( Dan. 9:3-19), y Esdras ( Esd. 9:5-10). A pesar de que Esdras mismo era un sacerdote levítico, él dijo al pueblo de Dios que se confesara «ante el Señor y Dios de sus padres» ( Esdras 10: 11).

Los verdaderos hijos de Dios, no vamos a un ser humano, sino al Padre con Jesús, nuestro Sumo Sacerdote, al lado nuestro: «Hijitos míos, les escribo estas cosas para que no cometan pecado. Aunque si alguno comete pecado, tenemos ante el Padre un defensor, que es Jesucristo, y él es justo » ( 1 Juan 2,1). Acudimos al Eterno Abba confiados en que él nos oirá: «Acerquémonos, pues, con confianza al trono de nuestro Dios amoroso, para que él tenga misericordia de nosotros y en su bondad nos ayude en la hora de la necesidad» (Hebreos 4,16). Nos acercamos confiadamente con la promesa de Dios de que él nos perdonará: «pero si confesamos nuestros pecados, podemos confiar en que Dios, que es justo, nos perdonará nuestros pecados y nos limpiará de toda maldad» (1 Juan 1,9 ).

Independientemente de que se esté consciente o no que el aborto se trata de dar muerte a una vida humana; Dios por su misericordia, sí lo perdona. La buena noticia es que nuestro Abba, el Eterno, te ama y desea perdonarte por tu aborto, hayas sabido o no lo que estabas haciendo. Pero antes de poder apreciar la buena noticia, hay que conocer la mala noticia. La mala noticia es que hay una culpa moral real y todos somos culpables de muchos delitos morales en contra de Dios, de los que el aborto es solo uno. “...por cuanto todos pecaron y no alcanzan la gloria de Dios” (Romanos 3:23).  El aborto es solo una de las tantas formas en que la humanidad demuestra su lejanía de la Torah (Instrucción) de Dios.

Pecar es no estar a la altura de los estándares santos de Dios. Nos separa de una relación con Dios (Isaías 59:2). El pecado nos engaña, haciéndonos creer que lo malo es bueno y lo bueno es malo (Proverbios 14:12). “Porque la paga del pecado es muerte, pero la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro” (Romanos 6:23).

¡La solución, entonces es acercarse a Jesucristo, el Hijo de Dios, como nuestro Dueño y Salvador!

Pablo lo afirma claramente «Porque la paga del pecado es muerte, pero la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús señor nuestro» (Romanos 6: 23). Y tambien Juan en una de sus cartas dice «Si confesamos nuestro pecado, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de nuestra maldad» (1 Juan 1: 9).

Muchas mujeres han experimentado este perdón y este cambio. Sus vidas han sido cambiadas a tal grado que hoy muchas de ellas son grandes agentes de cambios que aconsejan a otras mujeres en pro de la vida. Estos testimonio son poderosos y cautivantes y han salvado muchas vidas tanto de mujeres como de niños. Jesús vino a buscar a los perdidos de este mundo, ocultar nuestras culpas no resuelve nada, solo reconociendo nuestros pecados delante del Hijo de Dios podemos obtener perdón y restauración.

Jesucristo, el Hijo de Dios, nos amó tanto que se convirtió en un miembro de la raza humana para liberarnos de nuestro problema del pecado (Juan 3:16). Se identificó con nosotros en nuestra debilidad, sin ser contaminado por nuestro pecado (Hebreos 2:17-18; 4:15-16). Jesús murió en la cruz como el único digno de pagar el castigo por nuestros pecados que demanda la santidad de Dios (2 Corintios 5:21). Y se levantó de la tumba, venciendo el pecado y conquistando de la muerte (1 Corintios 15:3-4, 54-57).

Cuando Cristo murió en la cruz por nosotros, dijo: “Consumado es” (Juan 19:30). La palabra griega traducida como “consumado es” es la misma escrita en certificados de deuda cuando eran canceladas. Significaba “pagado en su totalidad”. Cristo murió para pagar en totalidad nuestra deuda.

La salvación es un regalo: “Porque por gracia ustedes han sido salvados mediante la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios, no por obras, para que nadie se gloríe” (Efesios 2: 8-9). No se puede trabajar para ganar ni alcanzar este regalo. No depende de nuestros méritos o esfuerzo; depende únicamente del sacrificio de Cristo por nosotros.

El aborto es un pecado contra Dios y contra ti misma. Reconoce tu pecado ante Dios, tu Padre. Él te ha perdonado. Él envió a su Hijo amado a cargar con tu pecado y tu culpa. Jesús pagó el precio por tus pecados al ser el inocente Cordero de Dios, al ser sacrificado para no tomar en cuenta tu pecado.

“Ciertamente él cargó con nuestras enfermedades y soportó nuestros dolores, pero nosotros lo consideramos herido, golpeado por Dios, humillado. Él fue traspasado por nuestras rebeliones, y molido por nuestras iniquidades; sobre él recayó el castigo, precio de nuestra paz, y gracias a sus heridas fuimos sanados. Todos andábamos perdidos, como ovejas, cada uno seguía su propio camino, pero el Señor hizo recaer sobre él la iniquidad de todos nosotros”.

(Isaías 53:4-6)

Enfoca tu atención hacia la cruz de tu Salvador y contempla lo maravilloso que son el amor y la misericordia de Dios hacia TI. Cree en su promesa preciosa de perdón.

Aborto

Oración para sanar el dolor del aborto.

«Oh Dios, reconozco mis pecados.

Lloro mucho mi pena.

Sé cuánto Te he ofendido y cuánto mi pecado ha herido también a otros hijos tuyos.

Perdóname.

Te pido fortaleza para seguir.

Te pido que me ayudes a perdonarme.

Oh Señor mío y Dios mío, no permitas que me aparte de Ti, no dejes que el dolor y la desesperación obstaculicen mis pasos hacia Tu camino.

Dame la fuerza que necesito para cambiar.

Ayúdame a confiar en Ti.

Quiero confiar en Tu misericordia, oh Dios.

Quiero confiar todo mi ser a Ti.

Sin Ti no soy nada.

Enséñame a conocerme.

Desde ahora en adelante me comprometo a dar lo mejor de mí, a ofrecerte mis sufrimientos, mi trabajo, mis logros para la protección de toda vida humana.

Te pido por otras mujeres y hombres que al igual que yo están en la oscuridad de este sufrimiento.

Haz que todos los que sufren las consecuencias del aborto provocado se acerquen a Ti y Te pidan perdón para que así salgan renovados en Tu amor y misericordia.

Te lo pido, mi amado Dios, mi única esperanza y fortaleza.

Haz de mí una mejor persona y ayúdame a remediar el daño que he causado.

Quiero hacer desde ahora lo que esté a mi alcance por la defensa de la vida humana.

Guárdame de todo mal y dame discernimiento, sabiduría y AMOR para poder llegar a a Ti«.

Amén

Cómo lidiar contra las pesadillas

Por P.A. David Nesher

Si Ud. o alguien de sus contactos está teniendo dificultades con sueños hostigadores que probablemente están produciendo frutos de temor, ansiedad y terror, es probable que esos sueños no sean del Eterno Dios, sino más bien estén inspirados por el cuerpo o por demonios.
Primeramente, debemos definir ¿qué son los sueños? Los especialistas explican que se trata de una combinación de información que tenemos en el cerebro y emociones, y al configurarse, esta información se mezcla de forma errónea.
Cuando estamos despiertos el cerebro capta información y emociones por nuestros cinco sentidos y la va guardando hasta que la necesita, ya que llegado el momento, la recopila, junta adecuadamente y explica.
Sin embargo, mientras dormimos, la información que se ha guardado corre una suerte distinta a cuando estamos en vigilia. Al configurarse el sueño, esta se combina de forma aleatoria y aúna cosas del pasado, del presente y del futuro, pensadas, imaginadas y vividas sin coherencia ni explicación.
Normalmente, durante la noche, entramos en dos estados distintos de sueño. El primer estado es conocido como «SWS» (sueño con ondas lentas) y, después de unos 90 minutos, normalmente entramos en la segunda fase llamada REM (sueño con movimientos rápidos de los ojos). Durante el resto de la noche, alternamos entre estos dos estados
Los episodios de pesadillas aparecen en la segunda mitad de la noche. Entre sus principales características, destaca que el niño se despierta y siente miedo porque puede recordar el contenido del sueño, mientras se producen no suele haber “movimientos ni verbalizaciones.

¿Cómo se producen las pesadillas y los terrores nocturnos?

 
Se suelen definir las pesadillas como cualquier sueño molesto que lleva directamente a despertarse. Suelen estar asociadas a fuertes emociones, que desearíamos evitar. Solo un 4% de pesadillas ocurren durante la fase SWS y son conocidas como «terrores nocturnos».
Las pesadillas son un fenómeno frecuente en los niños, calculándose una prevalencia entre el 10% y el 50% en edades comprendidas entre los 3 y los 6 años. A pesar de ser más frecuentes en la infancia también pueden presentarse en la edad adulta. Las situaciones de estrés y los episodios traumáticos, aumentan su frecuencia y severidad.
Las pesadillas son descritas como sueños de contenido terrorífico, que ocurren generalmente durante el sueño REM, en la segunda mitad de la noche principalmente, y que acaban por despertar al paciente. El despertar se produce con rapidez, no presentándose el estado de confusión mental típico de los terrores nocturnos. La agitación (palpitaciones, aumento de la frecuencia respiratoria, sudoración, etc.) es menos marcada en las pesadillas.
Tener una pesadilla de vez en cuando puede ser bastante corriente. Los estudios que se han hecho indican que entre un 4% y un 8% de la población en general tienen un problema cotidiano con las pesadillas.
Las personas no suelen recordar el contenido de estas pesadillas. Tal vez se despiertan sudando o gritando, y sin embargo son incapaces de saber qué es lo que han soñado.
Si las pesadillas son intensas y se repiten con frecuencia pueden llegar a tener un efecto negativo en el día a día del paciente.
Se ha comprobado que los intentos de evitar las pesadillas provocan conductas que alejan a la persona de la higiene del sueño necesaria para dormir adecuadamente, lo que puede llevar a causar un problema a la persona que es necesario tratar.
Las pesadillas, sobre todo las que son recurrentes, pueden generar una gran molestia porque distorsionan nuestro descanso y nos generan ansiedad sin que tengamos mucho control sobre ellas.
Aspectos escondidos de nuestro subconsciente, cosas que leemos, vemos u oímos, estados de ansiedad o temor pueden producir sueños aterradores. Muchas pesadillas pueden tener una llave que abrirá aspectos que necesitan liberación emocional o sanidad interior, por lo cual hay que examinarlos a la Luz del Espíritu Sanador de Dios. Otras pesadillas son producidas por ataques de espíritus diabólicos que hostigan, atormentan y arrebatan a las personas su paz y gozo interno, este tipo de pesadillas pueden causar confusión emocional donde las personas pueden llegar a tener miedo de dormirse por las noches.

¿Cuáles son las fuentes de las pesadillas?

Al considerar el origen de este mal del sueño humano tenemos que tener en cuenta los siguientes puntos:
a)La atmósfera espiritual que rodea el lugar, la casa o la habitación.  Esto influye de una manera muy fuerte en la mente de las personas mientras duermen, provocando perturbaciones, ansiedad, dolores de cabeza, opresión, el no poder dormir o cuando se duerme tener pesadillas o sueños perturbadores, cuando una persona duerme, el espíritu maligno es libre de entrar y salir del cuerpo de la persona a su antojo (Mateo 12:43). Algunas veces se siente una presencia inquietante en la habitación. Un ejemplo bíblico fue cuando el rey Saúl era atormentado por un espíritu maligno y David tocaba el arpa y este espíritu salía de Saúl (1ª Samuel 16:23 y 18:10-11).

b)Los espíritus que gobiernan un territorio o región.  Muchas veces uno se siente inquieto sin conciliar el sueño, con sueños perturbadores y la gente se despierta cansada debido a espíritus ocultos en el área, se puede relacionar la atmósfera en las grandes ciudades con el tipo de pecados, iniquidades y placeres carnales que dominan o controlan aquellos quienes viven en esas zonas en particular. El pecado tiene que ver con pensamientos carnales que llevan acciones que alteran la personalidad y a la vez alteran la atmósfera espiritual. Cuando muchos creyentes influyen en la moral y las leyes de una comunidad, se sentirá un espíritu de paz y tranquilidad a lo largo de la región (Leer Proverbios 29:2).

c)Señales y sonidos atrapados en la mente. Esta tercera razón tiene que ver con lo que la persona ve y escucha antes de ir a dormir. Es bueno no permitir ninguna actividad visual o verbal relacionada con el ocultismo, lo demoníaco o lo sexual, ya que se plantan semillas en la mente, y tal semilla puede abrir puerta a un espíritu atormentador u opresivo. El miedo por lo que se ve nos puede volver vulnerables a un ataque físico. Muchas veces el ver pornografía ya sea por internet o por otro medio, las personas se van a la cama con su mente enraizada con una aventura emocional con imágenes de mujeres extrañas, dando lugar a un sueño sucio. Debemos cuidar que dejamos entrar a nuestras mentes o corazones por lo que captan nuestros cinco sentidos fisicos por eso la Biblia dice en Proverbios 4:23: «Sobre  toda cosa guardada, Guarda el corazón, porque de él mana la vida.»

d)Los problemas con las preocupaciones o ansiedades. La Biblia nos menciona en Eclesiastes 5:3 » Quien mucho se preocupa tiene pesadillas, y quien mucho habla dice tonterías«. Según los expertos tienen pesadillas las personas con una personalidad caracterizada por ansiedad, inseguridad o nerviosismo. La investigación ha demostrado que la mayoría de la gente que tiene pesadillas regulares ha tenido una historia familiar con problemas psiquiátricos, experiencias con drogas, personas que han contemplado el suicidio, y/o han pasado relaciones tormentosas. Las pesadillas son un indicio de temores que deben ser reconocidos y confrontados. Es una manera en que nuestro subconsciente da un aviso. «¡Presta atención!»

¿Cómo podemos detener tales pesadillas o sueños sucios?

Si Ud. percibe que se le está revelando algún aspecto de su alma, debe anotar con mucho cuidado estos sueños y pedir la dirección y guía del Espíritu Santo respecto a la interpretación y aplicación de estos sueños. Si es necesario, su mentor espiritual mesiánico tal vez sea capaz de ayudarlo a determinar la mejor manera de lidiar con lo que descubra.
Al lidiar con pensamientos producidos por un espíritu de temor o algún otro espíritu demoníaco, Ud. debe saber que la Instrucción (Torah) del Eterno le ha dado autoridad espiritual sobre tales cosas:
«… porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo,…»
(2 Corintios 10: 4-5)
Conviene que Ud. practique estos tres consejos para evitar este tipo de ataque nocturno:
  1. Establezca una atmósfera positiva en su habitación: Es bueno orar al despertarse y antes de dormir, se puede tocar música de alabaza para purgar la atmósfera, también es bueno declarar la Palabra de Dios y ungir con aceite las paredes de la habitación, si no tiene alabanza cristiana alabe personalmente al Señor antes de dormir.
  2. Limpie su mente mediante la renovación del espíritu: En 2ª Corintios 4:16 y Colosenses 3:10 la palabra griega “renovar” que se utiliza en estos pasajes  significa hacer diferente de nuevo. Es un proceso de continua renovación y de ayudarse a pensar diferente. La renovación de la mente es un proceso diario, debemos limpiar nuestra mente mediante el “lavamiento de agua por la Palabra” (Efesios 5:26) después de leer y meditar en las escrituras su mente se limpiará  y su espíritu se inspirará.
  3. Declare palabras de descanso: Antes de dormir declare en voz alta la palabra de Dios, puede declarar las promesas del Salmo 4:8 y Proverbios 3:24. Es bueno que los padres que están criando a sus hijos aprovechen el momento en la noche antes que sus hijos se vayan a dormir de imponerles manos y pidan al Padre Celestial que tengan un sueño grato, puede declarar la promesa de Isaías 26:3 ya que la palabra paz en hebreo es “Shalom” que significa estar completo y lleno de bienestar y paz.

 

Sepa que si Ud. realiza estos tres pasos y se somete por completo a la buena, agradable y perfecta voluntad de Dios, el diablo huirá de toda área de su vida:

«Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros».
(Santiago 4:7)
 
Tenga bien en cuenta que la oración diligente y el uso de la espada del Espíritu, la Palabra de Dios (Efesios 6:17), le asegurará libertad del tormento. Busque también respaldo en oración de otros que puedan luchar junto a Ud. contra tales ataques.
Recuerde que los discípulos del Mesías no tienen por qué sufrir tormento innecesario de su propia alma o a manos del adversario (HaSatán).
Yeshúa proveyó nuestra sanidad y liberación de tal hostigamiento cuando derramó su sangre en la cruz del Gólgota y nos dio poder sobre todas las obras de las tinieblas (Lucas 10:19). Por lo tanto, debemos apropiarnos de la plena provisión que Él hizo para nuestra libertad espiritual y andar libres de temor, ¡incluso cuando dormimos!

Tisha b’Av: el Ayuno del Quinto Mes y nuestra Victoria sobre toda angustia

 
 
 

Tisha b’Av o Tish’ah b’Av (en hebreo תשעה באב, tish‘āh bə-āḇ) es el principal día de ayuno y abstinencia de la Casa de Judá (judaísmo) y es regida por costumbres de origen rabínico. Justamente por ser una ordenanza rabínica, es optativa para los que no son de la Casa de Judá (judíos). Por una cuestión de unidad (NO de obligación) yo recomiendo hacerlo.      

Tisha b’Av es la culminación de las tres semanas de duelo en las que los judíos lamentan la pérdida, por dos veces, de su Templo, la pérdida de Jerusalén y el consiguiente exilio. En Jerusalén, muchos pasarán la noche y el día junto al Kotel, el único vestigio del Templo que sigue en pie, que hoy, más que nunca, es el Muro de los Lamentos.        

Su nombre hace referencia al noveno día (Tisha) del mes hebreo de Av. Ha sido llamado el día de la calamidad para Israel y posteriormente para el pueblo judío.    

Según la tradición judía estos son los acontecimientos de dicha fecha:    

1. Fue en este día cuando los doce espías que habían sido enviados a reconocer la Tierra Prometida, trajeron un mal reporte acerca de la tierra que causó que los israelitas sintieran pánico, lloraran, y no quisieran ir, por lo cual YHVH ordenó que esta generación no entraría a la Tierra. (Números caps. 13 y 14).      
2. Fue en un 9 de AV cuando el Templo de Salomón fue destruido, y cuando en el año 586 A.C. el Reino de Judá fue destruido por los Babilonios liderados por Nabucodonosor, y los judíos fueron enviados al exilio Babilónico.
3. El Segundo Templo fue destruido en el año 70 D.C. por el Imperio Romano, y el pueblo judío fue esparcido por el mundo para un exilio de 2.000 años.      
4. La rebelión de los Bar Kojba falló. Bar Kojba fue asesinado, al igual que el rabino Akiva y muchos otros sabios importantes de la Mishná. (132 D.C.).    
5. El Monte del Templo fue socavado y Jerusalem fue reconstruida como una ciudad pagana.      
6. La declaración de las Cruzadas por el Papa Urbano II en 1095.      
7. La quema del Talmud en el año 1242.      
8. En 1290, se firmo el Edicto del Rey Eduardo I expulsando los judíos de Inglaterra.      
9. El Decreto de la Alambra que lidero la expulsión de los Judíos de España en 1492.        
10. Comenzó la Primera Guerra Mundial en 1914.      
11. Los primeros asesinados en Treblinka en 1942.      
12. La AMIA (Asociación Mutua Israelita Argentina) fue atacada por terroristas Árabes hecho que ocurrió el 18 de Julio de 1994 en Buenos Aires Argentina. 86 muertos y mas de 120 heridos…      

Por todos estos, y otros, hechos, el día 9 de Av ha sido tradicionalmente un día de ayuno del pueblo judío. Es un día de aflicción muy especial al que se llega después de 21 días de ayuno parcial.      

Esas «Tres Semanas» que van desde el 17 de Tamuz y Tishá B’Av han sido, históricamente, días de desgracia y calamidad para el pueblo judío. Entre otras tragedias, durante este tiempo fueron destruidos tanto el primero como el segundo Templo, como ya señalé.      

Las «Tres Semanas» que sirven en la historia judía como preludio a Tishá B’Av representan un período de duelo por la caída de esas murallas que protegían el Templo y la fuente de la santidad espiritual del mundo.      

Por todo eso, estos días son aludidos como el período “entre las estrechuras” o “entre los días de angustia” (bein hametzarim), de acuerdo al versículo: «Todos sus perseguidores la alcanzaron entre las estrechuras» (Lamentaciones 1:3).        

Durante este período toda la Casa de Judá observa varios aspectos de duelo: Minimiza la alegría y la celebración – no se hacen bodas, no se escucha música, no se cortan el pelo ni la barba. Las expresiones de duelo se intensifican a medida que se acercamos a Tishá B’Av.        

Hacia el final de la tarde previa a Tishá B’Av se acostumbra comer la Seudat Hamafseket – una comida que consiste de pan, agua y huevo duro. La comida se unta en cenizas, un simbolismo de duelo, y los judíos se sientan en el piso para comerla (Las reglas son un poquito diferentes cuando Tishá B’Av cae en Shabat o en domingo).       La puesta de sol marca el comienzo de Tishá B’Av. En ese momento comienza el ayuno y no se permite comer ni beber hasta el anochecer del día siguiente. Tampoco está permitido bañarse o lavarse, utilizar zapatos de cuero y tener relaciones maritales. Tampoco estudiamos Torá, a excepción de textos relevantes a Tishá B’Av y a duelo – por ejemplo el libro de Lamentaciones y Job, y algunas secciones del Talmud (incluyendo la historia de Kamtza y Bar Kamtza).    

El Libro de Eija (Lamentaciones) – el lamento poético de Jeremías por la destrucción de Jerusalem y el Primer Templo – se lee en la sinagoga como parte del servicio de la noche. Se leen «kinot» (elegías) especiales, tanto a la noche como a la mañana.Para nosotros, los primogénitos de Su Monte, este ayuno no solo es quebrar el cuerpo sin probar alimentos; es alimentar el alma con un juicio de amor hacia uno mismo, reconociendo nuestras fallas, la falta de amor al prójimo; haciendo volver a nuestra alma y cuerpo a La Fuente de Luz, con arrepentimiento sincero y gratitud, ya que un ayuno sin meditación en la Torah es como un cuerpo sin alma.  

Por ello, en Tishá BeAv, los primogénitos de Sión, tenemos que reflexionar sobre nosotros mismos. ¿Estamos agradecidos por todo lo que Abba ha hecho por nosotros? ¿Confiamos en Él? ¿Estamos dolidos por el sufrimiento de nuestros hermanos? ¿Creemos que el Eterno nos ayudará si salimos a ayudar a nuestros hermanos judíos?           ¡Por supuesto! ¡Dios quiere que Sus hijos retornen a Él!    


Bitácora Relacionada para leer:

Las Llamas que Consumieron al Segundo Templo

21 Días dexintoxicándonos del Sistema de Pecado… y manifestando nuestra Victoria

«Así ha dicho el Señor de los ejércitos: Los ayunos del cuarto mes, y de los meses quinto, séptimo y décimo, serán para la casa de Judá motivo de gozo y alegría, y de gran celebración. Así que amen la verdad y la paz».
(Zacarías 8:19)

En dos días más estaremos en el día 17 del cuarto mes del calendario hebreo que el Eterno le revelara a Israel que debía guardar.

En este día, la casa de Judá ha establecido desde la destrucción del primer Templo, un ayuno que inicia un tiempo de consternación en la que obligan a sus almas a conpungirse en la evaluación de toda deficiencia espiritual que conlleve juicios del Eterno sobre Jerusalén y la tierra santa. El objetivo será conquistar las mismas y evitar así toda actividad destructora del sistema enemigo.

Ayer, estuve impartiendo a los santos del Monte los lineamientos necesarios para que entremos juntos y unánimes en un proceso de Spa Celestial, en el que el Eterno Abba nos hermoseará por medio de Su Victoria redentiva (Salmo 149:4).

A continuación los invito a disponer sus mentes y corazones y escuchar lo que el Espíritu Santo de Dios tiene para Sus santos en estos días dónde la abundancia del pecado, obliga a que la Gracia de Abba se manifieste en sobreabundancia sobre las naciones.

Parte 1

Parte 2

 

Parte3

 

El Bosquejo de este Ayuno de 21 Días sería el siguiente:
PROPÓSITO:
Despertar en la mente y corazón del redimido el sentimiento de pérdida que se sufre cuando la Comunión con el Eterno Dios se pierde.
OBJETIVO:
Ayudar a cada redimido a conquistar las deficiencias espirituales que provocan los trágicos eventos de la caída de Jerusalén, símbolo de nuestra zona de propósito en donde tenemos identidad de hijos primogénitos en Cristo Jesús, y la destrucción del Templo, símbolo de nuestra posición de autoridad como adoradores en Espíritu y en Verdad.
PROCESO:
 Realizar Teshuvá. Es decir la instrospección y compromiso a cambiar de mentalidad y estilo de vida.
RESULTADO:
Aquirir la Unción y el Poder para transformar tragedias en alegría.

En cuanto a cómo llevar la DIETA PROFÉTICA de estos días recomiendo leer:
Consejos para realizar el Ayuno de Daniel (haz click sobre el título)

La Fecha del Pesaj… ¿el 14 o el 15 de Nisán?

 
Por P.A. David Nesher

 

 
En estos años he notado que, bajo la dirección de los denominados judíos ortodoxos, muchos de los hebreos «culturales», que hoy se hacen llamar «mesiánicos«, insisten en anexar el único día singular de La Pascua  (en hebreo Pesaj) dentro de los siete largos días de la Fiesta de los Panes sin Levadura (Jag HaMatzot), tal y como la Casa de Judá lo practica en nuestros tiempos. Lo que ellos olvidan, es que estos «detalles halájicos» están influenciados por el yugo (teología) de los fariseo que tanto nuestro Mesías atacó cuando estuvo en la carne. Bajo esta falsa creencia, y siempre sujeta a la dirección de los judíos farisaicos, los buscadores de las raíces hebreas de la fe de hoy insisten en que la Pascua (Pesaj) debe ser celebrada el día 15 de Nisán, es decir en el primer día de la fiesta de Los Panes sin Levadura.
 
 
Hoy, muchos judíos declaran obstinadamente:
 
   «La Pascua Hebrea (Pesaj) es una celebración del octavo día comenzando el día 15 de Nisán.» 
 
 
Y, ellos insisten en esto al decir:
 
   «La fiesta de la primera Pascua hebrea (Pesaj) comenzó en el día 14, después de la puesta del sol, lo cual hace la fecha, oficialmente, el 15 de Nisán.»
 
 
Leyendo estas dos afirmaciones podemos preguntarnos: ¿están ellos diciendo que hay más de una celebración de Pesaj? Y, ¿están ellos afirmando que el día 14 puedes ser cambiado «mágicamente» al día 15?
 
 
Esto es bastante complejo, y entendemos que absolutamente no tiene ningún sentido en cuanto nos sometemos a una perspectiva bíblica.
 
Todo ser humano que tiene claro en su mente el concepto de cómo funcionan los calendarios sabe muy bien que los días del calendario duran 24 horas, y que cualquier día llamado «el 15º» no comenzará hasta que el día de tamaño normal llamado «el 14º» oficialmente termine. Este criterio no solamente es lógico, sino que también es mentalmente necesario. Pero, asombrosamente no es así para los rabinos judíos (o los fariseos de hoy día), porque allí donde Yahvéh, nuestro Dios especifica «El 14º» día, los judíos, en su supuesta ortodoxia, insisten que debe entenderse el «15º«.
 
La propia Torah (Instrucción) divina claramente declara el Pesaj comienza en el mismo principio del día 14, a la puesta del sol, es decir al atardecer o crepúsculo (Éxodo 12:6 y subsiguientes). Esta deducción es confirmada por el libro de Números 33:3 que relata:
 
“El mes primero partieron de Ramasés el día quince del mes primero; el día después de Pesaj [sacrificio], los Hijos de Israel marcharon con mano poderosa a la vista de todos los Egipcios”. 
 
 
El pasaje anterior describe el día del éxodo (salida) de Egipto tanto como el 15 del primer mes como el día siguiente después del sacrificio de Pesaj. ¡Este versículo nos muestra de modo concluyente que el “Día siguiente después de Pesaj [sacrificio]” es equivalente a la mañana del 15 de Nisan!
 
En Egipto, todos los eventos de la Pascua Hebrea (Pesaj) originalmente ocurrieron durante las primeras doce (12) horas después que la puesta del sol (crepúsculo) del día 14 comenzó. Desde allí, el pueblo de Israel solamente se preparó para su día de santificación que daría inicio a su peregrinación hacia el Reino del Eterno Dios.
 
 
Los hebreos comenzaron a salir de Goshén, en Egipto, en algún tiempo cerca del comienzo de la parte del día 15 o antes de la salida del sol (el amanecer) del mismo.
 
 
 
 
El mandamiento para la Pascua (Pesaj) hebrea fue dado por el Eterno ANTES que el Éxodo comenzara.
 
 
Toda mención bíblica de la fecha del Pesaj declara que la Pascua Hebrea dura por un (1) día (vea Lev. 23:5-6).
 
Desde estas consideraciones escriturales queda demostrado que en Egipto, antes que el día 15 finalizara, Israel había partido de la Tierra de Gosén, comenzando la marcha que les guiaría completamente fuera de Egipto.
 
En el día 15 (el día DESPUÉS del Pesaj), Israel ya estaba en la marcha diseñada por el Eterno Dios.
 
 
Trasfondo De Los Fariseos

 

A través de la vida y los tiempos del Mesías Yeshúa, notamos que siempre hubo una fuerte y frontal controversia entre dos grupos sectarios del judaísmo: los fariseos y los saduceos. Dicha discordia y confrontación se fundamentaba en su forma de guardar los días importantes de las fiestas (o festivales) ordenadas por el Eterno Dios.

 
En el tiempo del ministerio de nuestro Señor Jesús, los saduceos eran aquellos que podían ocupar el cargo de Sumo Sacerdote en Jerusalén (vea Hechos 5:17).
 
Ellos mantuvieron los Santos Días hebreos de acuerdo a lo revelado literalmente en la Torah.
 
 
 
En cambio, los fariseos fueron unos «revolucionarios mesiánicos» considerados teológicamente inadaptados dentro del concepto que tenían de ellos los sacerdotes.
 
 
 
Los fariseos , un montón de estudiosos legalistas («religiosos») sin afecto natural alguno, eran considerados una secta que se había desarrollado durante la Diáspora Babilónica, en la ausencia del sacerdocio hebreo, mientras no había adoración en el Templo.
 
 

Su teología había evolucionado grandemente en los 500 años desde su formación, fortaleciéndose particularmente en la época de los Macabeos, desde dónde tomarían forma y cuerpo sus creencias en una interpretación nueva para consolidar el judaísmo como religión verdadera.

 
 
 
Es interesante destacar que los fariseos fueron responsables del desarrollo, compilación y redacción del Talmud (comentarios rabínicos) después de que Jerusalén, y el Templo, fueran destruidas en el año 70 de nuestra era común. [Este trabajo talmúdico comenzó en el siglo II de nuestra Era Común y se extendió hasta el siglo XII.]
 
 
 
Debo aquí comentarte que este trabajo de recopilación de tradiciones y mandamientos de hombres fue el resultado de un esfuerzo que los fariseos hicieron para emprender la adopción del Ministerio Pedagógico del Espíritu Santo, esforzándose así en vano en explicar la Ley y los Profetas, desde las opiniones y tradiciones humanas,  en lugar de la revelación mesiánica del Eterno Dios. ¡Todo para negar a Yeshúa como Mashiaj!
 
 
 
Por esto, entenderás que fueron los fariseos los que bogaron, dentro de las costumbres judías, para trasladar el Pesaj hacia el día 15 de Nisán. De esa manera, cuando ya el Templo con el altar no estaban en funciones, lograron colocar la Pascua Hebrea en un Día de Sabático supremo Anual (Un Día Supremo Santo), y uno de los días ordenados por el Eterno Dios como Sabático de «Peregrinaje».
 
Naturalmente, estas opiniones descaminadas de meros hombres invaden el correcto peregrinar de la fe judía colocando al Talmud, en reemplazo de la clara Instrucción divina misma. Para un redimido, o hijo primogénito de Dios, es claro que el Eterno revela y explica exactamente Sus pensamientos e intenciones sin la ayuda exterior de una secta judía y sus tradiciones. Sin embargo para los judíos actuales es más importante la opinión humana acumulada durante siglos, que lo que el Rey de los siglos ha revelado para el cumplimiento de Su propósito.
 
 
Por lo tanto, esos fariseos antiguos son los antepasados «religiosos» y culturales de los judíos ortodoxos hoy en día. Como un resultado, estos fariseos contemporáneos dan precedencia indebida a los comentarios rabínicos (Talmud, por ejemplo) mientras ignoran la Torah y sus Santas Escrituras (TaNaK).
 
 
Hoy, las reglas de los fariseos modernos han suplantado la oportunidad del momento de los Santos Días del Eterno como ellos originalmente fueron tomados del Éxodo hasta el tiempo de Yeshúa, nuestro Señor. Es una lástima notar que los hebreos de hoy tienen información precisa disponible en el Torah (desde Génesis a Deuteronomio), y sin embargo, ellos, escogieron conformar su calendario de «días santos» según las interpretaciones del Talmud (comentarios rabínicos). De ese modo la mayoría de los que se autodenominan mesiánicos no estudian el Torah, sino que más bien escuchan a los estudiantes «talmúdicos» del judaísmo, y tratan de imitarlo en todo lo que ellos «dicen y hacen».
 
 
Porque Pesaj ha sido erróneamente re-ubicada al día 15 de Nisán, esos que se autodenominan hebreos modernos «culturales» están siguiendo los dictámenes de los judíos ortodoxos (los actuales fariseos) y tratan la Pascua (Pesaj) como si fuera un Día Sabático Solemne, pero Pesaj, según el Eterno, NO es un día Sabático.
 
 
Sin duda alguna, notamos con este tipo de errores que los judíos poseen los «oráculos de Dios» y, sin embargo, no puede encontrar ningún sentido fuera de ellas en absoluto, ni realizarse en el propósito eterno en ellas revelado. Aquí remarcaré lo siguiente: los judíos realmente sí leen las Santas Escrituras, pero es obvio que ellos no entienden lo que están leyendo (2 Corintios 3:14-16).
 
 
Pero, más allá de toda invasión humana, sabemos que el Eterno Dios originalmente no hizo del Pesaj un día de Sabático, y aún el Nuevo Testamento o Pacto Renovado declara que la Pascua Hebrea (Pesaj) es un día de «Preparación«, es decir, el día ANTES de un día de Sabático Supremo Anual. (Vea: Juan 19:31, 42; Mateo 27:62; Marcos 15:42; Lucas 23:54).
 
El Eterno claramente había dado a los hebreos, por medio de Moisés, un calendario de Su propia creación, concerniente a los acontecimientos sobre los cuales Él gobernó. Así se aseguró de dejar en claro que Él definitivamente seguiría su calendario en forma igual y precisa.
 
 
Encontramos al Eterno Dios diciendo lo siguiente a través de Su Palabra, demostrando que podemos contar con esto como siendo un hecho absoluto sobre el cual no habría ningún cambio. Muchas son las Escrituras que enseñan que Yahvéh (El Dios de Abraham) no cambia. Dos ejemplos de ellas nos bastarán para nuestro objetivo de bitácora:
 
   «Porque Yo, YHVH, no cambio… » 
(Malaquías 3:6)
 
«No violaré mi pacto, 
ni mudare lo que ha salido de mis labios.»
(Salmo 89:34)
 
 
También las Sagradas Escrituras dicen que no deberíamos tener comunión con aquellos que son propensos a proponer cambios en la doctrina.
 
 
 «Hijo mío, teme YHVH y al rey;
No te juntes con aquellos que son dados al cambio (veleidosos)»
( Proverbios 24:21)
 
 
Ante esto, y escuchando lo que el Espíritu de Yahvéh dice a nuestro espíritu, recomiendo considerar estos pasajes tomados de Éxodo, capitulo 12 y 13 (énfasis añadido):
 
 
  • 12:6 – «…. el día CATORCE… en el crepúsculo de la puesta del sol.»
  • 12:11 – «…. es la Pascua (Pesaj) del SEÑOR.»
  • 12:12 – «Pues Yo pasaré por la tierra de Egipto ESA NOCHE, y heriré a todo primogénito en la tierra de Egipto, así de los hombres como de las bestias; y contra todos los dioses de Egipto ejecutaré mis juicios. Yo soy el SEÑOR.»
  • 12:13 – «…. veré la sangre y PASAR POR ALTO vosotros (IRÉ POR vosotros)… cuando hiera la tierra de Egipto.»
  • 12:14 – «Ahora ESTE DÍA os será un memorial, y lo CELEBRAREIS como una banquete para el SEÑOR; EN TODO VUESTRAS GENERACIONES ustedes deben CELEBRARLO como un ESTATUTO PERPETUO.»
  • 12:24 – «Y ustedes deben GUARDAR este evento como UN ESTATUTO para vosotros y para vuestros hijos PARA SIEMPRE (PARA ETERNIDAD).»
  • 12:25 – «Y cuando entréis en la tierra que el SEÑOR les dará, como El ha prometido, deben GUARDAR ESTE RITO.»
  • 12:27 – «…. Este es el sacrificio de LA PASCUA (Pesaj) del SEÑOR… «
  • 12:29 – «Y aconteció que a la MEDIA NOCHE que el SEÑOR hirió a todo primogénito en la tierra de Egipto… «
  • 12:42 – «Es NOCHE de GUARDAR para el SEÑOR por haberlos sacado de la tierra de Egipto; ESTA NOCHE es para el SEÑOR, para ser GUARDADA por todos los hijos de Israel POR TODAS SUS GENERACIONES.»
  • 12:47 – «TODA LA CONGREGACIÓN DE ISRAEL debe CELEBRAR esto.»
  • 12:51 – «Y, EN AQUEL MISMO DÍA el SEÑOR sacó a los hijos de Israel de la tierra de Egipto por sus huestes.»
  • 13:3 – «Recuerden ESTE DÍA en el cual habéis salido de Egipto.»
  • 13:4 – «En ESTE DÍA en el mes de Abib (hoy, Nisán)… «
  • 13:5 – «…. cuando el SEÑOR te haya traído a la tierra… la cual juró a tus padres que te daría… tu debes CELEBRAR ESTE RITO en este mes.»
  • 13:10 – «Por tanto, tu debes GUARDAR ESTE RITO EN SU TIEMPO de año en año.»
 
Es importante destacar que cuando Yeshúa, el Mesías, fue crucificado en un miércoles 14 de abib (Pesaj), los que emprendieron su entierro en ese mismo día tuvieron que apresurarse por terminar el entierro antes de la puesta del sol se acercaba porque un Sabático de «peregrinaje» Altísimo (Día Santo Sabático Altísimo Anual) estaba por comenzar el jueves día siguiente, rápidamente se acercaba (Juan 19:31).
 
 
Ante tantas evidencias bíblicas, no hay ningún camino para que los hebreos «culturales» de hoy vayan alrededor del hecho que los Judíos Ortodoxos niegan el requisito específico de observar La Pascua (Pesaj) en el comienzo del día 14 de Abib o Nisán. Habiendo sido ordenado por el Dios de Abraham, el Pesaj es una fiesta para ser guardada, fielmente, en el día 14, por todos aquellos que reclaman ser creyentes redimidos en la simiente mesiánica de Abraham, Yeshúa nuestro Señor.
 
 
El Pésaj es en 14 de Nisán (Éxodo 12:6) y es un monumento conmemorativo creado por el Eterno (no por mero de rabinos), y Pesaj está al mando como un Fiesta / Festival en honor al Eterno Dios en 14 de Nisán, entre las dos tardes de ese día (Lev. 23:5).
 
 
Entonces, no hay excusa hoy para confundir el día 14 la Fiesta de La Pascua Hebrea (Pesaj) con el día 15 que es el inicio de la Fiesta de los Panes sin Levadura. No hay ninguna justa razón bíblica para sostener una ceremonia de la Pascua Hebrea (Pesaj) o cualquier parte de la celebración de misma, en el día 15 de Nisán.
 
 
Pero, para que las tradiciones humanas no nos confundan, recuerde esto: NO hay «Días Santos Judíos«,  sino que hay solamente Días Santos de Yahvéh (llamadas también Fiestas del Eterno), nuestro Dios verdadero. Estos tiempos señalados perfectamente por la Instrucción del Eterno han sido mandatos perpetuos para los hijos de Israel, en el linaje de Abraham,  que observan, y observarán, fielmente en su forma de adoración correcta al Dios de sus padres.

En resumen podemos ver esta info y comprender la secuencia de estos acontecimientos mesiánicos:

El Poder Redentor del Pesaj contra el Faraón de Egipto

El relato histórico de nuestra redención tiene como tipo mesiánico a los hijos de Israel exiliados en Egipto por 430 años (Éxodo 12:40). La festividad de la Pascua hebrea (Pesaj) celebra la libertad de sus más recientes 200 años de sometimiento en servicio forzado a una sucesión de varios Faraones.
En los diseños divinos, la Pascua o Pesaj era simplemente el principio de un proceso de promoción celestial. Es el comienzo de un viaje de iniciación que eventualmente condujo a los israelitas a la libertad genuina, eternal, legal y física. Una libertad de la esclavitud egipcia, la cual fue completamente realizada en el cruce del Mar Rojo varios días después del final de la Pascua (Pesaj) y culminada, cincuenta días después, con el Pacto matrimonial de Yahvéh con ellos en el monte Sinaí. Esta alianza confirió a Israel la legalidad para ser promocionados por el Eterno y convertirse, bajo Su Torah (Instrucción) en un reino de sacerdotes para Él (Éxodo 19: 6).
Cuando leemos el libro de Éxodo, encontramos que el Faraón recibió órdenes proféticas por parte de Yahvéh de dejar ir al pueblo de Israel. Sin embargo, él se rehusó de una manera terca, y trató de negociar alternativas inferiores para una partida completa de Israel que la mantuviera bajo el control y dominio egipcio.
El proceso judicial divino tomó diez plagas para convencerlo, y al final Faraón incondicionalmente dejó al Pueblo de Israel abandonar a Egipto. Pero ya que Yahvéh a propósito había endurecido el corazón, naturalmente terco, de Faraón. Realmente solo tomó una plaga – la última – para convencer a este gobernante del sistema reptiliano que debía permitir que los hebreos dejaron a Egipto completamente.
Luego, cuando Faraón meditó más fríamente el asunto, tuvo remordimientos sobre la pérdida de un número tan grande de obreros esclavos, y consideró el inmenso valor de todos los bienes, manadas y otro botín con el cual los hebreos habían escapado, entonces Faraón tuvo un cambio del corazón y personalmente dirigió su ejercito tras los hebreos para hacerles retornar por la fuerza.
Rodeados (atrapado) entre las montañas y el mar, con ninguna forma de escapar Faraón y su próspero ejército. Entonces, Yahvéh dividió el agua del mar y el Pueblo de Israel caminó a través del lecho marino seco, escapando a la seguridad y a la libertad.
El mismo Faraón, con su ejército, fue destruido al ahogarse cuando el Eterno causó que las aguas divididas se cerraran sobre ellos.
«Porque el caballo de Faraón entró con sus carrozas y con sus jinetes dentro del mar, y el Señor volvió a traer las aguas del mar sobre ellos; pero los hijos de Israel entraron por tierra seca en el medio del mar. » 
(Éxodo 15:19 -Versión de Rey Santiago – KJV en Español)
[NOTA: Es interesante destacar que la palabra «caballo» es singular en el texto del lenguaje-hebreo de Éxodo 15:19].
La muerte temprana del hijo de Faraón (único heredero masculino para el Imperio egipcio y sus leyes) durante la décima plaga, combinado con la muerte del ejército de Faraón mismo, resultó en ruptura (o anulación) del «título de propiedad» que la dinastía del Faraón una vez había considerado como propietario legal de los hijos de Israel como sujetos o esclavos.
Los hebreos estaban ahora verdaderamente salvos de Faraón y auténticamente libres de la esclavitud. Por la salida ocurrida al cruzar el Mar Rojo, no sólo estaban ellos completamente apartados de todas las tierras dentro del dominio y control de los egipcios, sino que no hubo más algún humano que quedara vivo que pudiera legalmente reclamar la propiedad de los Hijos de Israel.

Del mismo modo, nosotros, los redimidos en la sangre del Cordero de Dios (cf. Juan 1:29-34), estamos libres. Hemos aceptado, y así lo creemos, que el Mesías avergonzó públicamente al gran dragón, el Faraón del mundo espiritual y sus huestes (Colosenses 2;14-15). Por lo tanto, debemos en esta fiesta de Pesaj animarnos a tomar el desafío divino de peregrinar en un viaje redentor que nos promocionará de la esclavitud de nuestro Egipto interior, el exilio mental que nos aleja del propósito divino, hacia un nivel sacerdotal dónde lo que Él ha heredado del Padre Eterno como primogénito, nos será entregado como coherederos con Él (Romanos 8:16-17), guiándonos a recepcionar la eterno Instrucción que ilumina la existencia toda.

Para ampliar el entendimiento de esto recomiendo leer: Las 10 Plagas: Golpes de YHVH contra la idolatría

¿Quién es Rabino en el diseño mesiánico del Eterno?

“Pero vosotros no dejéis que os llamen RABÍ; porque uno es vuestro RABÍ y todos vosotros sois hermanos.”
Mateo 23:8

¡Estamos siendo testigos de días proféticos maravillosos! Uno de los detalles más gloriosos que estos tiempos tienen es el asombroso movimiento del Espíritu del Eterno aleteando sobre las aguas (millones de vidas humanas) y conduciéndolos hacia una reforma que les está revelando los diseños mesiánicos de la Luz Infinita (Or EinSof).
En medio de todo ese movimiento espiritual de la Verdad divina está manifestándose también la obra misma de la iniquidad reptiliana llamada falsificación. Así pues, mientras el Espíritu del Señor va conduciendo todo para que la Iglesia del Mesías se manifieste en su nombre verdadero, Israel, muchos hombres (y mujeres también) están apareciendo con apariencia de piedad y están enredando a los santos escogidos del Señor en el bosque de la confusión causado por tantos vientos de doctrinas judaizantes. Hoy, y tal como le aconteciera al apóstol Pablo, debemos estar vigilantes ante aquellos que se presentan con tantos títulos sacados de la letra muerta y no activados por el espíritu vivificador que se encuentra en las Sagradas Escrituras.
De ese modo, no solamente nos encontramos con falsos apóstoles y falsos profetas en esa pandemia babilónica llamada «apostolitis», sino que también desde el movimiento judaizante-kabbalístico abundan cada día más los falsos maestros que se hacen llamar «rabinos».
Pues bien, la bitácora de hoy apuntara a aclarar qué significa el término rabino desde su origen etimológico como funcional.
Primeramente dejaremos en claro que los rabinos son los líderes de la colectividad judía presente en cada nación del mundo. Se trata de maestros que, gracias a sus estudios, se encargan de la interpretación de los textos considerados sagrados por esta comunidad. El conocimiento profundo de los textos sagrados judíos es imprescindible no sólo para la enseñanza y difusión desde lo literal: el rabino debe estar en condiciones de aplicar aquellos textos milenarios en el día de hoy, encontrando en las palabras de la Torá la solución de problemas.
Reconoceré que una característica especial del judaísmo es el trabajo de exposición y de interpretación de la Torah escrita, es decir de la revelación divina hecha a Moisés en el Monte Sinaí y transcrita en el Pentateuco (y en sentido más amplio, presente en toda la Biblia hebrea). Este trabajo de de investigación (en hebreo midras, del verbo daras «buscar») comenzó de forma sistemática durante el destierro en Babilonia (586-536 a.C.), cuando el pueblo judío había perdido la Tierra y el Templo. Fue justamente en esos 70 años de exilio que comprendieron que sólo una amorosa fidelidad a la Torah podía garantizar su identidad y su continuidad. El sacerdote Esdras será quien dará cuerpo a esta comprensión leyéndole la Torah de Moisés al pueblo que habría regresado del destierro, y esforzándose especialmente en explicarle su sentido (Neh. 8:8). Los que prosiguieron históricamente esta obra, a los largo de 500 años, fueron primero los escribas, y luego los fariseos hasta concluir en los rabinos.
Es importante señalar aquí que el continuo cambio de situaciones en que llegaban a encontrarse los judíos planteaba de forma muy problemática la tensión entre la inmutabilidad sagrada de la Torah escrita y la necesidad de continuas adaptaciones en la praxis a los diversos ambientes y circunstancias. A diferencia de los sacerdotes y de los saduceos, que quedaron más ligados al culto del templo y al carácter literal de lo expresado en la Torah escrita, los fariseos se emplearon en una laboriosa obra dirigida a acercar la Torá al pueblo, haciendo posible en concreto vivir de la misma.
Los comentarios interpretativos (midrasim) de los fariseos fueron adquiriendo a lo largo del tiempo fuerza y autoridad. Los mismos se movían en dos direcciones:
  • una narrativa (haggadá),
  • la otra moral-jurídica (halaká).

A finales del siglo II d.C., estos comentarios se recogieron y transcribieron en la obra que se conoció como Mishná («repetición«, «enseñanza por repeticiones«), que fue considerada como el corpus de las tradiciones orales de la Torah. Por causa de esta última razón también ellas fueron atribuidas a Moisés -lo mismo que la Torah escrita- dado que consideraban que eran su desarrollo y su explicitación, capaces de ofrecer las indicaciones útiles para los siglos venideros. Será interesante que sepan que también la Mishná fue estudiada y comentada sistemáticamente en Palestina y en Babilonia, hasta finales del siglo V d.C.; así es como se originó la obra conocida con el nombre de Talmudestudio«), cuyo equivalente arameo, en Babilonia, era la Gemará.

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Cuando las tensiones sociales, económicas, políticas y religiosas condujeron a las crisis del 70 y del 135 d.C., la represión de las sublevaciones por parte de los romanos llevó al ocaso y a la desaparición de los saduceos, que eran considerados -cual autoridad- como los responsables de las rebeliones, y de la clase sacerdotal, ligada funcional y económicamente al templo, destruido el año 70 d.C. Fueron entonces los fariseos, y ante todo los maestros fariseos llamados rabinos, quienes asumieron la función de reorganizar la vida del judaísmo, que no podía contar ya con el Templo ni con la autonomía territorial. Como solución esta secta determinó que el eje de la religión judía sería entonces la oración, el estudio y la práctica de la Torah (escrita y oral), junto con las obras de misericordia.
Como vemos, el título  de rabino comenzó a ser utilizado por la cátedra apóstata que usurpó la jefatura del Templo de Jerusalén. Fue esta la que forjó nuevos lineamientos dogmáticos que comenzaron a regir la fe de los judíos en el primer siglo.
La línea farisaico-rabínica, fortalecida por estos hechos históricos, impregnó y organizó el judaísmo en Israel, conduciendo con sus dogmas a la Casa de Judá en la Diáspora de estos dos milenios. La única desviación a esto se produjo en el siglo VIII en Mesopotamia, con los karaítas (del verbo kará, «leer«), que rechazaban la Torah oral y todas las tradiciones exegéticas; consideraban normativa sólo la Torah escrita, sosteniendo su estudio filológico y la libre interpretación personal.
Durante el siglo I d.C. y comienzos del II, los rabinos eran «ordenados» mediante la imposición de manos, después de un largo período de formación junto a un maestro reconocido (la edad canónica para la ordenación eran los 40 años). Después de que, en el 135 d.C., los romanos prohibieron las ordenaciones bajo pena de muerte, los candidatos eran simplemente «proclamados» rabinos: de esta manera se les confería la autoridad de juzgar en el terreno civil y en el religioso.
 En el judaísmo de la diáspora, el rabino es el responsable de la vida religiosa de una comunidad judía, que tiene su punto de referencia en la sinagoga: cuida del culto y de la instrucción religiosa, organiza la enseñanza escolar y juzga, según los lugares, en materia matrimonial. A partir del siglo XIX se instituyeron seminarios rabínicos, en los que los candidatos se forman en la Escritura, en la Misná, en el Talmud, en la codificación y en las respuestas; una vez completado el ciclo de estudios (que actualmente dura de ocho a diez años), reciben el título de rabino.
La palabra רַבִּי (rabino) que usualmente solemos entender como «mi maestro» significa literalmente persona de gran autoridad, gran importancia, abundancia, e incluso con grandeza indescriptible. En otras palabras, רַבִּי (rabino) es una persona que tiene mucho que dar y puede aportar a otros desde su grandeza.
רַבִּי (rabino) proviene de la palabra hebrea de רַב (rav) que significa «mucho, gran cantidad, numerosos, o grande» y la letra yod (י) al final indica un sufijo de posesión «mi«. Así que literalmente los judíos de hoy dicen que se puede traducir רַבִּי (rabino) como «mi gran maestro«.
Pero quiero invitarlos a que realicemos juntos una mirada más profunda en la historia bíblica misma y comprenderán que la significación de esta palabra es más amplia y peligrosa. En las Escrituras, frecuentemente רַב (rav) es una medida de cantidad numérica o longitud. En la Torah, la nube del Señor descansó sobre el tabernáculo durante יָמִים רַבִּים (yamim rabim) «muchos días» (Nm. 9:19). En otras oportunidades la palabra רַב (rav) significo autoridad. En el hebreo antiguo, רַב בַּיִת (rav bayit) indicaba mayordomo y רַב הַחֹבֵל (rav haJovel) el capitán de barco. El rey Nabucodonosor otorgo a Daniel el título de רַבִּי (rabino) que en arameo significa el «gran gobernador, gran oficial o gran jefe, el gran señor» (Dn. 2:48).
En los tiempos de Yeshúa, la palabra «rav» era utilizado, desde ese matiz babilónico, y por lo tanto se refería al amo de un esclavo, o al amo de un discípulo. Por lo que el término rabí literalmente significa «mi amo» y era un término de respeto usado ya sea por un esclavo para dirigirse a su amo, o por un discípulo para referirse a su maestro. Teniendo en cuenta lo antes dicho, la palabra rabino en realidad significa «mi gran amo» y era un término de respeto usado ya sea por un esclavo para dirigirse a su amo, o por un discípulo para referirse a su maestro. Cuando Yeshúa empieza su ministerio, vemos que era reconocido por todos, o mejor dicho toda clase de personas se dirigían a él como rabí. Veamos algunos ejemplos:
  • Mateo 19:16, un hombre rico lo llamaba rabí,
  • Mateo 22:35-36, un abogado (experto en la Torá) lo llamaba rabí,
  • Lucas 12:13, una persona común lo llamaba rabí,
  • Lucas 19:39, un Fariseo lo llamaba rabí,
  • Lucas 20:27-28, un Saduceo lo llamaba rabí.

Algo típico de los rabinos del primer siglo era que viajaban de un lugar a otro enseñando, y dependían de la hospitalidad de las personas. Ellos enseñaban en las afueras o campos, en los pueblos, en las casas, en las Sinagogas y hasta en el Templo. Cientos y hasta miles de rabinos circulaban en la tierra de Israel en el primer siglo. La mayoría de las veces enseñaban en las plazas de los pueblos, o bajo un árbol, y otras veces en las casas. Aunque Yeshúa la mayoría de las veces enseñó en las casas (Lucas 10:38-42), en las sinagogas (Mateo 4:23) y hasta en el Templo (Mateo 21:23), también lo vemos enseñar en las afueras o campos (Mateo 14:13; 15:29).


Otra práctica de los rabinos era el hacer discípulos, ellos estaban interesados en cambiar la vida de sus discípulos, de enseñarles como ellos decían «a tomar el yugo de la Torá» que en términos rabínicos quería decir «aceptar el reinado del Eterno en la vida de uno«. Vemos que Yeshúa también utilizó éste término (Mateo 11:29-30). «Hacer muchos discípulos» es uno de los tres dichos más antiguos que encontramos en el Talmud (Avot 1:1). Ellos escogían y seleccionaban a un número de discípulos para entrenarlos en el estudio de la Torá. Se dice que el maestro de Pablo, Gamaliel, tenía hasta 1.000 discípulos que estudiaban con él. Un rabino podía tener diferente tipos de discípulos, los que estudiaban con el rabino por un corto tiempo y los que estudiaban por largo tiempo con el rabino, para estos últimos significaba viajar constantemente por caminos polvorientos. Por eso encontramos en el Talmud un comentario que dice:

«Que tu casa sea un lugar de reunión para los sabios,
cúbrete con el polvo de sus pies y bebe de sus palabras sedientemente«. (Avot 1:4)

«Cúbrete con el polvo de sus pies«, se decía no sólo porque el discípulo al caminar junto con su rabino prácticamente se llenaba del polvo que el rabino levantaba al caminar, pero también porque era costumbre sentarse a estudiar a los pies del rabino. Una persona sentada a los pies de un rabino significaba que era un discípulo del rabino, por ello vemos que Yeshúa le dice a Marta que María había elegido lo mejor, es decir de ser una discípula de Yeshúa (Lucas 9:38-42). De allí surgió la práctica de invitar a alguien a tu casa y lavarle los pies.

¿Cuál es el orden pedagógico en la Nueva Alianza según el mismo Mesías?

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Según la enseñanza apostólica paulina, nuestro Señor Jesús entregó «domas» (hombres-dones) a la Iglesia que ejercitan el servicio desde el diseño del «corazón pastoral» de Yahvéh (Jer. 3:15). Estos hombres regalos se manifiestas en cuatro oficios de dicho corazón: apóstol, profeta, evangelista, pastor-maestro (Efesios 4:11). Éstas órdenes sagradas de nuestro amado Mesías tienen una clara respuesta ante esta oleada de «rabinos» que pululan por todos lados con la pretensión de enseñar los códigos de la Torah a los escogidos.  Por mucho que traten de tergiversar y torcer las Escrituras, estas son las palabras divinas que deberán ser pronunciadas tal como allí están escritas. Por lo tanto, el término neotestamentario para maestro es el griego «didáskalos» que tiene su equivalente hebreo en «moreh«, así es como (Concordancia Strongs: 04176) Por lo tanto moreh significa maestro, y éste es el término que se debe utilizar para aquellos que pretenden enseñar la Torah.

 Podemos ver claramente la razón por la cual Yeshúa prohibió este título. El mismo, por su misma definición de poder y grandeza, crea una gran arrogancia en los seres humanos. Hoy, día vemos una oleada de ex-pastores cristianos evangélicos viniendo al mesianismo que enseguida se cambian su título de pastor, que es el correcto y escritural, al de «rabino» que es el título prohibido por nuestro Señor. Pero ellos son gente que necesitan este bastón para sentirse importantes, para poder actuar como dictadores de la fe que obnubilan las consciencias de los hombres.
Hoy vivimos en tiempos muy peligrosos. Son los días de rampante apostasía. En ellos HaSatán está utilizando muy efectivamente a miles de falsos maestros,  a quienes tiene estratégica- y sigilosamente colocados a lo largo de todo el Camino que el Mesías le ha trazado a Su Pueblo para que peregrine al cumplimiento pleno del propósito eterno. El adversario, como buen cazador, ha colocado lazos para engañar aún a los escogidos.  Lo hace con la intención expresa de destruirlos, desviarlos, detenerlos o cuando menos retardarles la llegada a la meta,  seduciéndolos con doctrinas basadas en la Torah de Yhwh pero no obstante «hechas a la medida» del gusto individual de cada uno de los oyentes con comezón de oír. Por esto, estoy convencido que el judaísmo mesiánico pertenece a parte de esta artimaña de la Gran Ramera.

El judaísmo mesiánico no cumple lo que promete.   Por su nombre, el «Judaísmo Mesiánico«, a simple vista,  pareciera indicar que se basa fundamentalmente en la Verdad original del Mesías Yeshúa, quien lógicamente era judío de estirpe, por nacimiento y por crianza.  Pero esta religión «de última moda» para tantos, no se adhiere ni enseña el Camino de Yeshúa que tanto proclama.  Por el contrario, enseña el judaísmo rabínico que usurpó los diseños sacerdotales establecidos por Yahvéh en la Antigua Alianza.

 El judaísmo mesiánico es una religión que basa su doctrina en las mismas enseñanzas rabínicas que nuestro amado Mesías, y sus fieles discípulos, tanto lucharan y sufrieran por erradicarla de la vida Su Pueblo. El judaísmo mesiánico no va tras las «raíces hebreas» de la Verdad de forma fiel y consistente, tal y como asegura, sino que va en pos de las raíces judío-rabínicas y lo suele hacer de forma bastante descarada— a través de hombres desobedientes que se apropian para sí el título de rabino que el Eterno solamente autoriza aplicar a Su Hijo.

La Mentalidad de La Biblia…

Por P.A. David Nesher

«Entonces, ¿cuál es la ventaja de ser judío? ¿Tiene algún valor la ceremonia de la circuncisión? Claro que sí, ¡tiene muchos beneficios! En primer lugar, a los judíos se les confió toda la
revelación de Dios
. Es cierto, algunos de ellos fueron infieles; ¿pero acaso eso significa que, porque ellos fueron infieles, Dios también será infiel?
¡Por supuesto que no! Aun cuando todos los demás sean mentirosos, Dios es veraz. Como dicen las Escrituras acerca de él: “Quedará demostrado que tienes razón en lo que dices, y ganarás tu caso en los tribunales”».
(Romanos 3:1-4 NTV)

Quizás usted es americano o europeo y está marcado por la cultura occidental. Sin embargo, debemos admitir que La Biblia fue escrita por israelitas y para israelitas. Decir que la Biblia fue escrita por israelitas es decir que fue producida por la pluma de orientales para orientales. La mentalidad oriental es muy similar a la latinoamericana original, es decir a la indígena, pero nuestros indígenas fueron occidentalizados, pues fueron forzosamente hispanizados al ser, lamentablemente, cristianizados.

Por todo esto, deberá coincidir conmigo en que no basta traducir literalmente la Palabra de Dios, sino más bien tenemos que saber qué quería decir eso que estamos traduciendo en la mentalidad con la que fue escrito. Incluso el Nuevo Testamento, aunque está escrito en griego, refleja la mentalidad hebrea para sus oyentes.

Desde esta planteo debemos quedar de acuerdo en un hecho innegable: la traducción de un Texto Bíblico es la “interpretación” que el traductor hace del mismo. No se puede evitar que la creencia del traductor influya en la manera como el texto será traducido. Obviamente el riesgo que se corre es que cualquiera que use esa traducción estará viendo el texto bíblico a través de los ojos del traductor en vez del autor original. Por eso es necesario estudiar el lenguaje Bíblico, para poder captar el texto en su estado original, ya que la mayoría de nosotros al leer la Biblia nos olvidamos que las Sagradas Escrituras son un Texto Antiguo escrito en su mayoría en idioma hebreo.

Sí, así es, el 78% de toda la Biblia fue escrita en hebreo y solamente tenemos 22% de ella en manuscritos griegos. Por otro lado, todos los evangelios que contienen aproximadamente el 50% de la escritura del Nuevo Testamento hasta Hechos 15, y al menos tres cartas, la 1ª Pedro, Santiago y Hebreos fueron escritos por judíos y para judíos, lo cual eleva a un 90% el trasfondo hebraico que tiene el “Nuevo Testamento” o mejor llamado Nuevo Pacto. El resto lo constituyen las epístolas de Pablo, cuyas copias en griego nos han llegado por más de 5.000 manuscritos diferentes, pero en dichas cartas, tenemos no menos de 167 citas del “Antiguo Testamento” o Antiguo Pacto, lo cual, si fuese retirado, elevaría a un 95% el total hebraico del “Nuevo Testamento”, dejando solamente
un 5% con características griegas.

Pero si además de todo esto recordamos que ese 5%  escrito en griego estaba traduciendo y expresando en griego conceptos hebreos, pues tiene como intención mostrar la verdad judía de la redención y de la salvación a una audiencia no judía; entonces el mensaje mismo, aunque vestido de griego, tiene un trasfondo hebraico que no debemos ignorar si queremos ser fieles al mensaje de la Biblia, pues como dijera el Mesías: «La salvación (Restauración/Liberación) viene de los judíos» (Juan 4:22).

Lamentablemente, en muchos círculos religiosos y teológicos, los hombres, se han pasado muchos años estudiando la Biblia, y sobre todo el documento conocido en Occidente como “Nuevo Testamento” con lentes de cosmovisión griegos, romanos, cristianos e incluso humanistas, y mirando con soslayo el trasfondo y el pensamiento hebreo que estos documentos tienen como cosmovisión y conforma la esencia de su mensaje.

De acuerdo con lo hasta aquí expuesto: ¿quiénes escribieron el “Nuevo Testamento”? ¿No fueron judíos?  Toda la Biblia es un documento judío, escrito por judíos y en el idioma de los judíos, y cuando encontremos que el documento conocido como “Nuevo Testamento” nos llegó en griego, no podemos olvidar que debajo de él subyace la mente, la cultura y la idiosincrasia judía como
expresión de la mentalidad hebrea.

Uno de los teólogos cristianos suizos más influyentes del siglo veinte, el Dr. Karl Barth dijo:
La Biblia es un libro judío. Es imposible entenderla bien excepto que nos acerquemos a ella apropiadamente. La Biblia no da sentido a nadie que no sea al menos espiritualmente, un semita.” (Barth, Karl, “Church Dogmatics”)

De acuerdo con este consejo, debemos aceptar como paradigma hermenéutico que las Sagradas Escrituras demanda per se un acercamiento correcto para desde esa actitud captar con excelencia el sentido de los códigos que allí expresan ideas divinas. “Felizmente, si usamos las herramientas correctas, podemos hoy volver a escuchar a Jesús como sus contemporáneos judíos del primer siglo le escucharon(Jesus, Rabi & Lord, Center for Judaic Studies, 1987).

¿Quiénes fueron los hebreos?
 
El primer ser humano a quien se llamó “hebreo” en las Sagradas Escrituras (Biblia) fue el patriarca Abraham:
Uno de los que habían escapado le informó todo esto a Abram el hebreo….”
(Génesis 14:13)
La palabra bíblica para “hebreo” es ivriy que viene de la raíz hebrea  avar que significa “cruzar”, “ir al otro lado”, es decir, un hebreo es uno que “cruzó al otro lado”. El patriarca Abraham, obediente al llamado divino, dejó la tierra de los caldeos y se dirigió a Canaán. Los habitantes de esta última región (cananitas) lo apodaron con esta expresión, por el hecho de que este varón había cruzado la región de los dos grandes ríos del Asia, Éufrates y Tigris, para habitar entre ellos como extranjero, esperando algo mejor (Hb. 11:8-10). Leyendo la genealogía del patriarca, descubrimos que uno de los ancestros de Abraham era Heber (Gn. 11:14,17) y este nombre viene también de la raíz hebrea “avar” haciendo posible que su ascendiente Heber  fuera también la razón por la que a Abraham se le llamara “hebreo.”
Toda la Escritura bíblica es el relato de la historia que realiza el Eterno Dios manteniendo relación de pacto con una línea ancestral de humanos con el fin de revelar Su propósito eterno. Es el detalle histórico de cómo Yahvéh trató el linaje genealógico humano a fin de que se manifestara el código sagrado por Él mismo anunciado en Edén: el Mesías Yeshúa (Gn. 3:15). Comenzando desde Adán y sus descendientes hasta Noé, continuando desde este último hasta Abraham, notamos como el Eterno toma las generaciones humanas y las conduce al cumplimiento perfecto de su oráculo. De ese modo desde la historia de Abraham vemos cómo su hijo Isaac, y luego Jacob y su descendencia se convirtieron en la nación de Israel, conocidos también como los “hebreos.” Desde esta nación, y por los detalles históricos de su redención, la expresión hebreo hará referencia a “uno que ha cruzado al otro lado” para tener una relación de pacto con el Eterno.

Eso último está señalando el apóstol Pablo cuando escribe lo señalado en los primeros versos del capítulo 3 de la epístola a los romanos. Israel, y por ese entonces, los judíos, eran la nación que guardaba el privilegio de custodiar la pedagogía de la Instrucción (Torah): “…a los judíos se les confió toda la revelación de Dios…”. Los judíos, tenían la autoridad divina de establecer el canon sagrado de lo escritural y debían custodiar la sana interpretación de la esencia de Su mensaje mesiánico para el mundo. Veamos  también lo dicho por Pablo:
«Ellos son el pueblo de Israel, elegidos para ser los hijos adoptivos de Dios. Él les reveló su gloria, hizo pactos con ellos y les entregó su Ley. Les dio el privilegio de adorarlo y de recibir sus promesas maravillosas». 
(Romanos 9:4 NTV)

No hay duda alguna, que es solamente Israel la poseedora de los privilegios escriturales que otorga la revelación divina. Y esto es verdad hasta el día de hoy, y no es cuestión de superioridad ni nada parecido, sino de llamado divino.  Israel es la responsable de instruir a los demás pueblos, es la nación sacerdotal que fue comisionada para ser luz a las naciones  (Is. 49:6),  pues ellos son los portadores y custodios de las Sagradas Escrituras. No olvidemos lo que también nos dicen las Escrituras: «Pues los dones de Dios y su llamado son irrevocables». (Romanos 11:29 NTV).

Con todo lo expuesto, necesitamos recapacitar para entender que la Biblia es un documento hebreo, escrito por hebreos y en el idioma hebreo para ser entendida por una mentalidad hebrea.

Debemos abrir nuestros corazones y liberamos de todos los prejuicios anti-semitas que el sistema babilónico programó en nosotros y que nos impiden conocer la verdad que nos hará libres.  Sin duda alguna, estudiar las Sagradas Escrituras desde una cosmovisión hebraica nos traerá mucha luz y bendición en todas las áreas de nuestras vidas.
Por último, considero muy importante agregar que conocer la teología, la cultura, la historia, y la filosofía hebrea que vibra en las Sagradas Escrituras, son aspectos importantes de la Fe que hemos recibido por medio de  Yeshúa. Pero, ninguna de estas cosas definen al creyente verdadero; lo que lo define, es que antes de hacer nada importante, el creyente se pregunta a si mismo: ¿Cual es la voluntad de Yah en este asunto? ¿Que esta escrito en su Torah (Su Instrucción)?

No perdamos la oportunidad de lanzarnos sin temor a descubrir los tesoros que el Eterno Dios está poniendo a nuestro alcance.

Solamente desde esta mentalidad lograremos experimentar lo que el sabio rey Salomón habla de la sabiduría del Eterno expresada en las Escrituras cuando dice:
«Sus caminos son caminos agradables y todas sus sendas, paz. Es árbol de vida para los que de ella echan mano, y felices son los que la abrazan».
(Proverbios 3:17-18).