En los últimos doce años, el Espíritu de la profecía, que es el testimonio de Yeshúa (Ap. 19:10) nos ha entrenado en Sus sabios diseños a través de las Fiestas que Abba nuestro nos ha ordenado para entender perfectamente la misión de nuestro Mesías Yeshúa.
Un paradigma muy importante que hemos aprendido es que las fiestas de Yahvéh no son sólo recordatorios de eventos históricos. Son también celebraciones de la energía especial que estos días representan y tienen para los primogénitos de Su Monte Santo. Por ejemplo, sabemos que Pesaj no es sólo el recordatorio de nuestro éxodo de la esclavitud, también es un recordatorio de que esos días fueron creados para la redención, ¡para toda la eternidad! Nuestro ser sabe que esa celebración es un tiempo especial de liberación de toda forma de esclavitud y adicción, ya sea en lo material, espiritual o emocional. Sólo necesitamos desearlo y también podemos liberarnos a nosotros mismos.
Así mismo, ha ocurrido con el entrenamiento pedagógico que el Espíritu de Yahvéh nos ha dado desde hace dos años en la fiesta denominada Yom Teruah (Lev. 23:23-25). Hemos comprendido así, que a través del toque del Shofar, nuestra alma despierta de todo letargo babilónico y se reposiciona en su conciencia de que estamos puestos en la Casa del Rey Eterno, YHVH es Su Nombre, y que por lo tanto somos herederos de Su primogenitura, tal y cómo Yeshúa la disfruta. Para ello, Abba ha ordenado escuchar el sonido del shofar que nos permite entender el llamado interior que Él nos hace en esta fiesta para corregir y desarrollar cualidades del carácter del Mesías que nos permitirán actuaciones correctas en todos los campos del cosmos que está bajo nuestra jurisdicción.
El conmovedor sonido del Shofar nos habla con mayor intensidad que las palabras. Es un llamado personal a cada uno de nosotros para que despertemos y utilicemos la oportunidad de la fiesta de Yom Teruah para cambiar.
El Shofar inyecta en nuestra mente un poder de re-programación de pensamientos. Así nuestra conciencia se vuelve una llave poderosa que nos permite influenciar en todo nuestro entorno físico, evitando así el exilio babilónico en el que se influencia y manipula la conciencia de la masa humana para servir los caprichos del gran dragón escarlata.
El Shofar viene a decirnos que podemos reinventarnos a nosotros mismos gracias a la unción del Santo Espíritu del Eterno. Por medio de su poder, podemos deshacer nuestro pasado, convertir nuestros errores en experiencias de aprendizaje y empezar de nuevo. Pero, seguramente a esta altura te preguntaras: ¿Cómo el shofar transmite esto?
Durante el toque del shofar en Rosh Hashaná, advierte que hay tres sonidos distintos:
- Tekiá – un sonido liso, directo y largo.
- Shvarim – 3 sonidos medianos, como lamentos.
- Teruá – 9 sonidos entrecortados cortos en sucesión.
Los tres sonidos colocan todo poder en alineamiento de circuito celestial. Este equilibrio permite que todo nuestro ser esté libre de la influencia del caos que produce el «cortocircuito» de las tinieblas.
Para comprender mejor todo esto, los invito a examinar, unánimes en un mismo espíritu, cada uno de estos sonidos del shofar, y veamos como se relacionan a los diferentes temas que propone esta Fiesta del Eterno.
El Sonido de Tekiá (Explosión o Toque)
Yom Teruah es el día en que apreciamos quién es el Eterno Dios.
Nosotros interiorizamos ese entendimiento hasta que llega a ser una parte práctica y viva de nuestra realidad cotidiana. Dios es Todopoderoso. Dios es el Creador. Dios es el Sostenedor. Dios es el Supervisor. En síntesis, Dios es el Rey del Universo.
Pero para muchos de nosotros, la idea de un «rey» evoca imágenes de un déspota avaro y hambriento de poder que quiere subyugar a las masas para sus objetivos egoístas.
En la mentalidad hebrea de Israel, un rey es prioritariamente un servidor del pueblo. Su única preocupación es que la gente viva en felicidad y armonía. Sus decretos y leyes son sólo para el bien de la gente, no para sí mismo, tal y como lo hiciera el rey David a su generación (Hch. 13:36).
Lo reitero: el objetivo de la fiesta de Yom Teruah es coronar al Eterno Dios como nuestro Rey. En este día proclamamos que el Eterno Dios es el Rey y nosotros lo invitamos a que nos gobierne. No como un tirano que nos amenaza con castigos si no obedecemos todos sus caprichos y deseos; esto significa que nosotros le invitamos a reinar sobre nosotros, porque sabemos que Él nos ama y quiere todo lo mejor para nosotros.
Tekiá significa la explosión o el toque – es el sonido directo y largo del shofar – es el sonido de la coronación del Rey. En el Jardín del Edén, el primer acto de Adán fue proclamar a Elohim (Dios) como el Rey. Y ahora, en nuestras fiestas, el Shofar proclama para nosotros y para el mundo: Yahvéh es nuestro Rey. Fijamos nuestros valores rectos y retornamos a la realidad del Eterno como El Único que dirige el mundo… guiando la historia, moviendo montañas, y preocupándose individual y personalmente de cada ser humano.
La propuesta divina al oír este sonido es: «¡Coróname como tu Rey y te daré tu corona!»
En este sonido, hay un paradigma importante que necesitamos despertar: NO es suficiente que Yavhéh sea sólo Mi Rey. Si TODA la humanidad no reconoce al Eterno como el Rey, entonces hay algo que falta en mi propia relación con Él. En Yom Teruah me hago consciente y responsable de que parte de mi amor por el Todopoderoso es ayudar a guiar a toda la gente hacia Su reconocimiento. Por supuesto esto es ampliamente una expresión de mi profunda preocupación por el prójimo. Pero también afecta mi propio sentido el proclamar el Reinado del Dios que todo lo circunda.
El Sonido de Shvarim
Los sacerdotes de la casa de Aarón enseñaban al Pueblo del Antiguo Pacto que Shvarim (El Quebrantamiento – tres sonidos medianos en suspiro suave, como lamentos -) es el grito del corazón hebreo que solloza – ansioso por conectarse, crecer y lograr el potencial del propósito eterno de Dios. Significa ser doblegado o roto frente a Dios, así suena.
El sonido del Shofar es similar al sonido del gemido del corazón de la persona; es sólo sonido sin consonantes ni vocales; es más profundo que cualquier otro sonido en el mundo. Es el sonido que representa al obrar del Espíritu de Yahvéh en el corazón de los redimidos cuando estos claman al Eterno (Rom. 8:26).
En esta fiesta, el Espíritu Santo nos recuerda que cada ser humano tiene la capacidad de cambiar y ser grandioso. Esto se puede lograr mucho más rápido de lo que uno ha soñado. La clave está en clamar en oración desde el fondo del corazón y pedirle al Eterno Dios la capacidad de llegar a ser grandioso.
En el momento en que suena el shofar, imploramos a Dios desde la profundidad de nuestra alma. Este es el momento – cuando nuestras almas están frente al Todopoderoso sin ninguna barrera – en que realmente podemos soltarnos.
Por eso, exactamente en ese momento, al oír este sonido, escucharás Su Voz diciéndote: «¡No te quedes encerrado en el pasado! ¡Tú sabes que tienes un potencial enorme. Hay mucho para conquistar todavía!«
El Sonido de Teruá
El sonido de Teruá – 9 sonidos cortos en sucesión, más en staccato en una rápida sucesión – simbolizan un reloj de alarma, despertándonos de nuestro sueño espiritual. En ese momento el shofar trae claridad, conciencia, y enfoque. Su significado es el de un pedido por piedad a Dios.
En Yom Teruá, nuestro Abba quiere que despertemos y seamos honestos y objetivos acerca de nuestras vidas: quiénes somos, dónde hemos estado, y hacia dónde nos dirigimos, son los planteos que Su Espíritu nos invita a realizarnos.
La llamada del shofar nos recuerda que el Rey del universo nos ama, que piensa en nosotros y que se interesa en nuestra vida. Nos está juzgando porque nos ama, tal como una madre juzga a sus hijos para asegurar que estén en el buen camino y tengan una vida de calidad.
Las Escrituras enseñan que cuando nos juzgamos con justo juicio, a la Luz del espíritu de Su Instrucción (Torah), el juicio que elaboramos evita algún juicio desde arriba. Lo que esto significa es que si nos damos el tiempo de construir un modelo sincero y realista de cómo hemos fallado en el pasado, y que esperamos cambiar en el futuro, entonces el Eterno Dios no necesita «despertarnos» para lo que ya sabemos. Esa es la verdadera praxis de Su justificación en Cristo, nuestro Señor.
En esta fiesta Yahvéh quiere que hagamos un esfuerzo honesto para maximizar los talentos y dones que Él nos dio. No se espera que seas nada que no seas capaz de ser. Pero tampoco se puede engañar a Dios (Gálatas 6:7).
La razón por la que perdemos contacto y cometemos errores es porque no nos tomamos el tiempo diario necesario para conectarnos con nuestros deseos profundos y nuestra esencia. La solución es invertir tiempo diariamente a solas preguntándonos: ¿Estoy en camino? ¿Estoy enfocado? ¿Estoy en busca de metas que harán la gran diferencia en mi vida y en el mundo?
¡Hazte el hábito de mantenerte en contacto contigo, y cuando llegue Yom Teruá, la alarma del Shofar no será más que un sonido estridente!
El mensaje esencial de Yom Teruá es que Dios quiere una relación con nosotros. El shofar es una técnica que Él usa para que meditemos en Su llamado de amor.
Este es el momento de examinar honestamente su relación con Dios. ¿Qué tanto quieres una relación con él? ¿Qué se puede hacer para mejorarlo?
La intimidad requiere honestidad emocional. Si no soy capaz de decirle como verdaderamente me siento entonces nunca podremos estar cerca de El.
Si yo pretendo que todo está bien cuando no lo es, entonces yo mismo me estoy robando la oportunidad de estar en intimidad con Él. Para mejorar nuestra relación con Yavhéh debemos ser vulnerable y decirle como verdaderamente nos sentimos. Y eso requiere que seamos honestos con nosotros mismos.
¿Qué es lo que me impide sentirme más cerca de El Rey?
¡El Eterno, nuestro Rey y Abba, quiere saber la verdad acerca de cómo nos sentimos realmente acerca de Él!
Este es el orden de cómo deben ser tocados:
Tekiá – Shevarim – Teruá – Tekiá
Tekiá – Shevarim – Tekiá
Tekiá – Teruá – Tekiá
(Aquí puedes escuchar el toque del Shofar en Yom Teruah)