La semana que se fue, ha dejado a los miembros de la cristiandad sumida en una mentalidad compungida bajo la programación religiosa de la culpabilidad. El miércoles último, después de unos días donde cada cristiano dio rienda suelta a la carne y sus deseos por medio del Carnaval, sonó en las dimensiones celeste el llamado inframundano (infernal) de entregarse a la penitencia. El rito supuestamente apostólico marcó la mente de millones de fieles para, una vez más, dejarse guiar a la rueda interminable de culpabilidad que permite a la Gran Ramera sentada sobre muchas aguas.
Antes de continuar con esta denuncia profética, necesito invitarlos a considerar esta explicación, con vestimenta de piedad, que la misma institución romana publicó desde una de sus redes apologéticas:
Después de ver esta explicación católica, y para continuar, debo decir que la temporada de la Cuaresma es un período de cuarenta días de abstinencia que comienza en el denominado “Miércoles de Ceniza”.
Ahora bien, ¿sabe usted cuál es el significado de la “Cuaresma”? Para responder esto, encuentro oportuno comenzar citando a Alexander Hislop, quien en su libro “Las dos babilonias” detalla que la cuaresma es de origen caldeo, afirmando lo siguiente:
«El festival, de la cual leemos en la historia de la iglesia, bajo el nombre de «Easter», en el tercer o cuarto siglo, era un festival muy diferente a lo que se observa hoy en la Iglesia Romana [y Protestante], y en ese tiempo no se le conocía como el nombre de «Easter». Era llamado Pascha, o Pascua, y…fue observado por muchos que profesaban ser cristianos… Ese festival acordaba originalmente con el tiempo de la Pascua judía, cuando Cristo fue crucificado… Ese festival no era idólatra, ni venia antes de ella la cuaresma
(Las Dos Babilonias, p. 104)
Para ampliar el mito que condujo a esta práctica pagana en todas las religiones, me parece apropiado citar lo que el pastor David L. Brown, Ph.D. de Logos Resource Pages, escribe:
”Conforme a la antigua leyenda, Nimrod murió, y vino a ser el dios sol. Su mujer Semiramis fue impregnada por un rayo del sol, y dio a luz a Tammuz (un falso nacimiento virginal). Más tarde Tammuz fue muerto por un jabalí. No obstante, después del clamor de Semiramis por 40 días, Tammuz vuelve a la vida, lo cual es una falsificación de la resurrección. De hecho, este fue el origen del falso sistema religioso que envuelve la adoración a la madre y al hijo. De hecho, durante la cautividad de Babilonia, en Jeremías vemos que esa fue la adoración de Israel, la abocada a Semiramis como “Reina del Cielo” (Jer. 7; 18, 19; 44: 15-30). En el templo de Jerusalén, adoraban a Tammuz, el hijo de Semiramis (Ez. 8: 14, 15) Esa diabólica adoración se extendió a lo largo del mundo”
Tamuz fue muerto y su cuerpo cortado en pedazos enviados a distintos lugares. Por ello, y para poder resucitarlo, su madre ordena buscar y recoger las partes de su cuerpo y, una vez encontrados, cocerlos. Pero la parte vital para la procreación (el pene de Tamuz) no era encontrada. Ésta había sido lanzada al río Éufrates en donde, después de sacar a los peces con grande redes, pudieron encontrar el miembro de Tamuz, dentro del vientre de un pez.
Al encontrar el órgano viril de su dios en un pez, esa se convirtió en la razón por la cual los babilónicos en cuaresma (40 días de luto por su dios), comen carne de pescado. Si querías saber el motivo de no comer otro tipo de carne sino solo pescado, ya tienes tu respuesta.
De acuerdo a leyenda, Tamuz tenía cuarenta años cuando fue muerto por un cerdo salvaje. Así que cuarenta días, uno por cada año que vivió en la tierra, fueron designados para “llorar por Tammuz”.
Regresando a lo que Alexander Hislop relata en su obra, notamos lo siguiente:
«Los cuarenta días de abstinencia de la Cuaresma fue directamente copiada de los adoradores de la diosa Babilónica. Tal Cuaresma de cuarenta días, en la primavera del año, todavía se observa por los Yezidis o los adoradores paganos del diablo de Kurdistan, quien lo heredaron de sus maestros antiguos, los babilónicos. Tal Cuaresma de cuarenta días fue celebrada en la primavera por los Mexicanos paganos… Tal Cuaresma de cuarenta días fue observada in Egipto…»
(Las Dos Babilonias, pp. 104, 105).
De hecho, esta práctica de ayunar cuarenta días endechando a una divinidad mesiánica, ya se realizaba en Egipto (Mizraim) mientras los hijos de Israel permanecían en servidumbre. Esta Cuaresma egipcia se observada expresamente en honor al dios Osiris. (Sabaean Researches, por John Landseer, pp. 111, 112).
Estudiosos aseguran que el culto al dios solar se extendió desde Babilonia y se estableció en todo el mundo, permaneciendo hasta la actualidad en todas las religiones de la tierra, bajo diferentes nombres y disfraces. Aquí los invito a realizar una pausa y conocer algunos de los diferentes nombres con que cada cultura ha adorado a Tamuz, dios solar.
Egipto: Osiris o Ra
Grecia: Helios
Israel: Moloch
Siria y Fenicia: Adonis
Roma: Apolos
Persia: Mitra
Chibchas: Xue
Incas: wiracocha
Hindúes: Surya
… y un sinnúmero de religiones más que tienen a este anticristo o falso mesías en su centro de fe.
Al establecer la adoración a Tammuz, todas las civilizaciones del mundo a través de la historia, adoptaron la cruz como su máximo símbolo religioso representativo del dios solar.
El símbolo de la cruz, en su forma original, proviene de Babilonia. De modo que la Cruz en realidad vendría a ser la imagen del Sol. Esto evidencia que originalmente no fue un símbolo cristiano, sino el símbolo místico Tau de los caldeos. La “T” mayúscula o “tau”, conocida como la cruz, representa la inicial del nombre de Tamuz; la cruz tiene la forma de la letra y asimismo las dos últimas letras de la palabra cruz también se derivan del nombre de Tamuz, para que de esta manera no se dejare de mencionar su nombre divino.
Según la mitología asirio-babilónica, cuando el fuerte sol del verano secaba las plantas, este dios bajaba al mundo subterráneo y se celebraba su muerte con ritos especiales y el llanto de las mujeres que menciona el libro de Ezequiel en su capítulo 8 versos 6 al 18. Esta Cuaresma por Tamuz se mantenía 40 días antes de la fiesta, “celebrados con la mezcla de llantos y regocijos.” El profeta Ezequiel denuncia a la antigua Judá por haber caído en la adoración a este falso Mesías: “Y me llevó a la entrada de la puerta de la casa del Eterno, que está al norte; y he aquí mujeres que estaban allí sentadas llorando por Tamuz” (Eze. 8: 4). ¡Evidencia de que la Cuaresma fue y será una gran abominación en los ojos del Eterno!
Estos ritos por la muerte de dicho ídolo, se realizaban el el cuarto mes del año (junio-julio), que todavía lleva el nombre de Tamuz en los calendarios siriaco, árabe y hebreo. Es evidente que la iglesia Católica Apostólica y Romana, lo que hizo fue adaptar la fecha a su calendario y hacerla coincidir con los hechos de la pasión y muerte de Cristo para de esta forma honrar secretamente a este ídolo pagano.
Esto significa que cuando el Mesías Yeshúa nació, esta costumbre babilónica todavía estaba siendo observada; y también durante su ministerio, y en los días de los apóstoles. Sin embargo, el Mesías no la instituyó y jamás la observó. Los apóstoles, siguiendo sus enseñanzas, nunca la practicaron ni proclamaron hacerlo. Las comunidades de los primeros dos siglo tampoco celebraban dicha costumbre babilónica.
Recién en el siglo V de nuestra era encontramos referencias a este rito esotérico del paganismo, como recientemente incrustado en la vida de la fe cristiana. El monje y asceta Johannes Cassianu, que murió en el año 435, con el título de Padre de la Iglesia afirmó lo siguiente:
«Sin embargo, debes saber,» (escribió a Johannes Cassianus), «que mientras la iglesia primitiva retenía su perfección sin quebrar las festividades del Señor, la observancia de la Cuaresma no existía» (Primera Conferencia Abbot Theonas, capitulo 30).
Entonces, ¿Cómo se introdujo esta celebración de la Cuaresma dentro de las congregaciones del Mesías?
Primeramente, peregrinemos por los anales del tiempo hasta llegar al cierre del segundo siglo. Esto fue cien años después de la muerte del último de los doce apóstoles. Es en esta lapso cuando la Cuaresma comienza a surgir como una sutil costumbre disfrazada de piedad. He aquí lo que escribe Ireneo al Obispo de Roma tocante a la Cuaresma en ese entonces:
“Porque la controversia no es solamente en relación con el día [había una controversia sobre la fecha de la celebración del Domingo de Resurrección], sino también en lo concerniente al asunto del ayuno [el ayuno de la temporada de Cuaresma]. Porque algunos piensan que ellos deberían ayunar un día, otros dos o más, y algunos quieren meter el ayuno pagano de cuarenta días” (Ireneo, Obispo de Lyon, Francia).
Ireneo denuncia que había una serie de controversias en las filas de las congregaciones del Mesías, debido a toxinas paganas que se habían infiltrado ¿Cómo se originó toda esta confusión? ¡Dios no es autor de confusión! ¿Quién, entonces, originó esta confusión acerca de la Cuaresma?
“Y esta diversidad en su observancia” continúa Ireneo, “no se ha originado en nuestro tiempo, sino mucho antes, desde nuestros ancestros. Es muy probable que ellos no se apegaran estrictamente a la exactitud, y en consecuencia establecieron una costumbre para su posteridad según su fantasía privada ” [no un mandamiento apostólico o de Cristo]. (Tomado de la Historia de la Iglesia por Eusebio, Libro 5, capítulo 24.)
Como podemos apreciar, a través de estos testimonios históricos, la Cuaresma se introdujo en la Iglesia de Cristo por COSTUMBRE o mediante «FANTASÍA PRIVADA» como lo expresó Ireneo. De esto se infiere que las iglesias que dependen de Roma observan la Cuaresma, no porque las Sagradas Escrituras lo revelen, sino porque los cristianos profesantes adoptaron la costumbre de sus vecinos paganos. “Mientras que la perfección de la iglesia primitiva [la Iglesia inspirada en la Torah] permaneció inviolada,” escribió Casiano, el prelado católico del siglo V, “no hubo observancia de Cuaresma, pero cuando los hombres empezaron a descender del apostólico fervor de la devoción… entonces los sacerdotes en general convinieron en retirarlos de los cuidados seculares mediante una convocación canónica de ayuno…» (Antigüedades de la Iglesia Cristiana, Libro 21, capítulo 1.)
En el año 384 d.C., la Cuaresma adquirió un sentido penitencial para todos los cristianos y desde el siglo XI, la Iglesia de Roma solía poner las cenizas al iniciar los 40 días de penitencia y conversión.
Pero, aún surge otra pregunta: ¿por qué la iglesia en Roma instituyó una fiesta pagana como esta?
Considero que la respuesta la encontramos en la siguiente cita de Alexander Hislop:
“Para conciliar a los paganos al cristianismo nominal, Roma, buscando su póliza de costumbre, tomó las medidas de amalgamar los festivales cristianos y paganos, y, por medio de un ajuste complicado pero hábil en el calendario, no fue encontrado como un caso dificultoso, por lo general, unir al paganismo y el cristianismo—ahora mas profundizados en la idolatría—en esto como en muchas otras cosas, a darse las manos.” (Las Dos Babilonias).
Claro esta explicación difiere diametralmente al considerar la justificación que la iglesia de Roma da la podemos leer en el Directorio sobre la piedad popular y la liturgia, 125 que dice así:
«El comienzo de los cuarenta días de penitencia, en el Rito romano, se caracteriza por el austero símbolo de las Cenizas, que distingue la Liturgia del Miércoles de Ceniza. Propio de los antiguos ritos con los que los pecadores convertidos se sometían a la penitencia canónica, el gesto de cubrirse con ceniza tiene el sentido de reconocer la propia fragilidad y mortalidad, que necesita ser redimida por la misericordia de Dios. Lejos de ser un gesto puramente exterior, la Iglesia lo ha conservado como signo de la actitud del corazón penitente que cada bautizado está llamado a asumir en el itinerario cuaresmal. Se debe ayudar a los fieles, que acuden en gran número a recibir la Ceniza, a que capten el significado interior que tiene este gesto, que abre a la conversión y al esfuerzo de la renovación pascual.»
El ayuno de Cuaresma es obligatorio para todo católico, al igual que el Viernes Santo, mayor de 18 años y menores de 60. Fuera de los límites también se puede. Consiste en hacer solo una comida fuerte al día.
La abstinencia de comer carne es obligada desde los 14 años. Todos los viernes de Cuaresma también lo son de abstinencia obligatoria. Los demás viernes del año también, aunque según el país puede sustituirse por otro tipo de sacrificio/mortificación.
La iglesia Romana reemplazó la Pascua con el Domingo de Resurrección (Easter), moviendo la Fiesta pagana de Tamuz al principio de la primavera, “cristianizandola.” La Cuaresma también la movieron junto con esta.
“Este cambio en el calendario con respecto al Domingo de Resurrección (Easter) fue atendido con consecuencias trascendentales. Esto trajo a la Iglesia una corrupción total y una exagerada superstición en conexión con la obstinación en la Cuaresma” (Las Dos Babilonias).
Lo cierto es que la religión romana, después de adoptar el festival pagano de primavera de Semiramis, Istar o Easter (Pascua), le fue fácil y natural adoptar también la antigua costumbre del “ayuno” que precede al festival de primavera. Este periodo de cuarenta días antes de la Pascua, se le dio el nombre de Cuaresma.
Notemos que la Cuaresma precede inmediatamente a la celebración del festival babilónico denominado Domingo de Resurrección (supuestamente la de Cristo). Pero, sabemos que el verdadero Cristo no resucitó en un domingo.
Es notable que en los libros del Nuevo Pacto (Nuevo Testamento), ni uno solo de sus pasajes, nos manda observar la resurrección de Cristo. Lo que se nos manda observar es la conmemoración de su muerte. “HACED ESTO EN MEMORIA DE MI” ordenó Yeshúa. Por eso, notamos que la inspirada Iglesia del Nuevo Pacto observó ese conmemorativo, pero jamás celebró el Domingo de Resurrección, ni la Cuaresma. El Eterno nunca mandó la celebración de ese Domingo en honor de la resurrección. Todo ello es en honor del falso mesías, Tamuz.
El Domingo de Resurrección y la Cuaresma celebran la resurrección del Cristo falso. Pablo advirtió sobre la propagación de esta costumbre: “Porque si viene alguno predicando a otro Jesús que el que os hemos predicado .. .” (2Cor. 11:4). Y eso es exactamente lo que ha sucedido. La Cuaresma celebra a otro Jesús, al mesías falso de Babilonia.
La celebración de un festival en domingo, para honrar la resurrección, viene directamente del paganismo. Las naciones sin Torah celebraban la resurrección de Tamuz, el falso mesías, inmediatamente después de la Cuaresma. Este festival se propagó entre el mundo que profesaba ser cristiano después de la muerte de los apóstoles. Los cristianos empezaron a descuidar la conmemoración anual de la muerte de Cristo, y la sustituyeron por el Domingo de Resurrección.
Recordemos que en Jerusalén, inmediatamente después de la observancia de la Cuaresma, el profeta Ezequiel ve que la gente celebra un culto matutino de resurrección. “Y me dijo: ¿No ves . . . ? [el ayuno de la Cuaresma]. Vuélvete aún, verás ABOMINACIONES MAYORES QUE ESTAS. ¿Qué ve el profeta? ¡Hombres postrándose hacia el oriente, y adorando al sol! Servicios matutinos de domingo de resurrección, es decir la culminación de los cuarenta días de la Cuaresma por Tamuz (Ezequiel 8:15-16).