Nutrición y Ayuno

El Significado Ético del Ayuno

Autor: ANÓNIMO

La persona que esta económicamente solvente, por lo general tiene un exceso de alimentos, y rara vez experimenta lo que es padecer hambre o necesidad.

Cuando ayunamos, sentimos en carne propia el dolor de billones de seres humanos que no tienen nada que comer. Esto nos permite entender su sufrimiento, y nos lleva a identificarnos con ellos, motivándonos así a cumplir con el mandamiento de proveer para aquellos que sufren y están necesitados.

Esto agrada grandemente al Creador, quien ha prometido bendecir a quienes así actúan:

¿No es más bien el ayuno que yo escogí…. QUE PARTAS TU PAN CON EL HAMBRIENTO, y a los pobres errantes albergues en casa; que cuando veas al desnudo, lo cubras, y no te escondas de tu hermano?
Entonces nacerá tu luz como el alba, y tu salvación se dejará ver pronto; e irá tu justicia delante de ti, y la gloria del Señor será tu retaguardia
– Isaías 58:6-8.

Así, quien ayuna, no solamente quema (sacrifica) grasa de su cuerpo (tipificada en la grasa de animales ofrecidos en el Templo), sino que quema también grasa de su alma (negándose a engordar su propio ego). Y esto ultimo, nos da la salud espiritual que necesitamos para hacer la jornada al Olam HaVá.

Anónimo.

Leyes de los Ayunos Públicos

Tomado de: JudaismoHoy


Cualquier ayuno público que cae en Shabat debe ser pospuesto para el día siguiente, con excepción de Yom Kipur, el cual es ordenado por la Torá y debe ser observado incluso en Shabat.  Pero si un ayuno público cae en viernes, debemos ayunar en ese día, a pesar de que entremos al día de Shabat cuando todavía estamos ayunando.  Sin embargo, de acuerdo a nuestro calendario, el único ayuno que puede caer un viernes es el ayuno del 10 de Tevet.

Comienzo del Ayuno: A diferencia de Iom Kipur y el 9 de Av, estos días de ayuno público no son días de ayuno completo, es decir que no se debe comenzar a ayunar desde la puesta del sol de la víspera, sino que está permitido comer y beber durante toda la noche anterior al día del ayuno, y sólo debemos comenzar a ayunar desde el amanecer de ese mismo día.  Para saber a que hora comienza el amanecer en cada lugar del mundo, se debe consultar un calendario judío de la comunidad de esa ciudad.

Otra diferencia entre estos días de ayuno público y los días de Iom Kipur y el 9 de Av, es que en estos días de ayuno público está permitido lavarse, untarse con aceites y cremas, usar calzado de cuero y mantener relaciones matrimoniales.

Personas Exentas de Ayunar: En estos días de ayuno público, las personas enfermas están totalmente exentas del ayuno, aún si su enfermedad no conlleva peligro alguno.  Asimismo, las mujeres embarazadas o que están en el período posterior al parto – por ejemplo, que amamantan – por cuanto que el ayunar puede ser peligroso para el bebé o les puede producir gran sufrimiento a ellas, en estas generaciones donde por varias razones la debilidad corporal prevalece sobre las personas, ellas están exentas de la obligación de ayunar.

Sin embargo, debemos notar que incluso aquellas personas que no tienen la obligación de ayunar no deben comer comidas festivas o manjares, sino que deben comer sólo lo necesario para mantenerse sanos y fuertes.  

Niños: Niños menores de bar mitzvá (13 años), así como niñas menores de bat mitzvá (12 años), también están exentos de la obligación de ayunar.  De todas formas, si ellos son lo suficientemente maduros como para entender el concepto del duelo, no se les debe acostumbrar a comer golosinas o manjares, sino solamente comidas nutritivas pero simples, como para que se mantengan saludables solamente.  Todos aquellos que están exentos de ayunar deben abstenerse de comer en público.

Comer Después de Dormir: Si alguien se fue a dormir con la intención de levantarse antes del amanecer para comer y beber – por ejemplo: una hora antes del comienzo del ayuno – él puede comer y beber hasta el amanecer.  Sin embargo, si la persona se fue a dormir pensando que no se despertaría antes del amanecer para comer y beber, pero se despertó de casualidad antes del amanecer, ella tiene prohibido comer.  Por tal razón, es aconsejable que la persona piense que si ocurriera que él se despertare de casualidad antes del amanecer, a él le estará permitido comer y beber hasta algunos minutos antes de la hora del comienzo del ayuno.

Medicamentos: Personas sanas que necesiten tomar cualquier clase de medicamentos en los días de ayuno – como ser, pastillas, cápsulas, jarabes, etc., pueden hacerlo.  Como explicamos anteriormente, las personas enfermas están exentas de ayunar.

«Dios destruirá a la muerte para siempre, borrará las lágrimas de todos los rostros y hará que Su pueblo no sea avergonzado nuevamente…»
(Ieshaiahu – Isaías – 25:8)

Los Excesos de Comida como Fuente de Inmoralidad

Por P.A. David Nesher

 

La multitud mezclada que había entre ellos empezó a sentir un antojo y los Hijos de Israel lloraron una vez más, diciendo: ¿Quién nos dará de comer carne? Recordamos el pescado que comimos en Egipto sin pagar nada, y los pepinos, melones, puerros, cebollas y ajo, pero ahora nuestra vida está reseca, no hay nada; no tenemos nada por delante salvo el maná.»

(Números/Bamidbar 11: 4)

Lo normal del mecanismo psíquico de defensa de un ser humano es olvidarse de las emociones negativas, para sólo quedarse con las positivas conformando sus recuerdos. En este episodio los hijos de Israel ya no se acordaban de la esclavitud. Por eso, el planteo lógico-racional que surge de la literalidad del texto es: si habían estado trabajando duramente como esclavos, ¿cómo ahora dicen que comían gratis? El intérprete del hebreo Rashí asegura que aquí se refieren a que pudieron comer gratis en Egipto en cuanto a no tener que cumplir ningún mandamiento divino.

Por eso, los expertos en decodificar la Torah explican que con dicha queja, queriendo comer carne, en verdad pretendían sacarse el yugo de los mitzvot (preceptos), pretendiendo permitir, desde esta actitud negativa, las relaciones prohibidas. Como esclavos, los israelitas crecieron acostumbrados a vivir de la generosidad de Mitzraim (Egipto). Por ello, a un año de su liberación, hicieron escuchar su voz de protesta, porque a partir del momento en que ingresaran a la Tierra Prometida debían trabajar arduamente para obtener la bendición de lo Alto.

Así pues, descubrimos el secreto ontológico que este texto revela: detrás de cada queja prepotente que el ser humano realiza al Eterno, se esconden cuestiones de índole moral, ya que la persona plena está contenta con lo que tiene, no codiciando lo que tiene el prójimo.

El ser humano necesita variar el gusto de la comida para no fastidiarse. Ahora, los hijos de Israel estaban en una situación de tránsito y, por influencia de los extranjeros, consideraron que la Providencia divina les estaba dando una comida de emergencia, para que sobrevivieran durante el paso por el desierto que no debería durar tanto tiempo.

El Midrash explica que el maná cambiaba de sabor, según el deseo de cada uno de los israelitas. Esto lo hace combinando las dos enseñanzas que la Torah tiene al describir cómo era el sabor del maná, según lo que está escrito en Éxodo 16:31b: “su sabor era como de hojuelas con miel”; uniéndolo con lo que se expresa en Números 11:8: “tenía el sabor de tortas cocidas con aceite”.

Así notamos que el maná era un alimento muy refinado, de origen sobrenatural (cf. Salmo 78: 25), el maná adoptaba el gusto que cada uno quería, y verdaderamente podía asumir el gusto de la carne también. Pero el pueblo tenía un “antojo” en su naturaleza pecadora (Yetzer HaRá). Dicho antojo los llevó a exigir prepotentemente el querer comer carne, para caer en definitiva en adulterio espiritual y físico. Esto lo entendemos desde la expresión «empezó a sentir un antojo» o «tuvo un vivo deseo, se traduce de la palabra hebrea ta’avah; (es también usada en pasajes como Génesis 3:6, 1 Samuel 2:16, Job 33:20, Salmos 10:3) y hace referencia al fuerte deseo egoísta de algo placentero, pero quizás pecaminoso.

Esencialmente, sus quejas en contra del maná eran, “No es lo suficientemente emocionante. Es aburrido.” Esta espantosa falta de gratitud no era nada menos que haber menospreciado al Señor mismo (Números 11:20). Yahvéh es nuestro proveedor; el despreciar lo que Él provee es despreciarlo a Él. No es el trabajo del Eterno entretenernos, y nosotros deberíamos ser más que hijos que demandan ser entretenidos y entusiasmados.

Pedir es algo muy bueno, y de hecho es un precepto pedir por las necesidades (Mateo 7:7-11). Pero esta acción debe ser realizada siempre con humildad, y no de manera prepotente, ya que de está manera la persona demuestra faltante y carencia, no percibiendo de buena manera lo que uno ya tiene.

Exigir de mala manera opaca el alma, comenzando la persona a querer comer de más (en este caso carne), y engordar, conllevando a las bajezas más grandes de índole moral.

Cuando uno come de más, no es la cuestión la comida en sí, sino que con este comer de más la persona está manifestando insuficiencia, debiendo la persona trabajar sobre las satisfacción real y verdadera de estar en el camino correcto, sin tener luego que lamentarse por los excesos.

Cuando una persona no muestra agradecimiento por la comida que recibe, desata maldiciones sobre su vida. Por medio de las bendiciones que damos a Yahvéh antes y después de comer, estamos dándole culto por medio de las cosas materiales y somos liberados de todo tipo de codicia.

“Porque no quiero que ignoréis, hermanos, que nuestros padres todos estuvieron bajo la nube y todos pasaron por el mar; y en Moisés todos fueron sumergidos en la nube y en el mar; y todos comieron el mismo alimento espiritual; y todos bebieron la misma bebida espiritual, porque bebían de una roca espiritual que los seguía; y la roca era el Mesías. Sin embargo, Dios no se agradó de la mayor parte de ellos, pues quedaron tendidos en el desierto. Estas cosas sucedieron como ejemplo para nosotros, a fin de que no codiciemos lo malo, como ellos lo codiciaron.”
(1 Corintios 10:1-6)

En este texto se habla de un “alimento espiritual”, una “bebida espiritual” y una “roca espiritual”. Así que el maná y el agua que fueron dados en el desierto eran alimento y bebida espirituales. ¿Cómo es que la Sagrada Escritura llama estas cosas materiales “espirituales”?

Según la filosofía griega que domina a la cosmovisión occidental, algo espiritual no puede ser algo físico. Sin embargo, el maná sí era físico, el agua sí era física, así como la roca era física. Así que la expresión “espiritual” no puede ser entendida desde el punto de vista filosófico, sino tiene que ser entendido desde una mentalidad hebrea. Según el punto de vista de la cosmovisión yahvista, algo espiritual es algo que viene del mundo espiritual, o que tiene la aprobación del Cielo, y que tiene una relación y un punto de contacto con el mundo espiritual. Considerado así, una comida espiritual es una comida avalada, bendecida, entregada y santificada por el Eterno mismo. Nuestra misión sacerdotal mesiánica tiene, entre otras cosas, la función de elevar los elementos meramente naturales a un nivel espiritual para que así puedan rendir culto al Eterno. La comida se convierte en algo espiritual cuando es recibida con una bendición basada en la Palabra de Dios, como está escrito en

“Porque todo lo creado por Dios es bueno y nada se debe rechazar si se recibe con acción de gracias; porque es santificado mediante la palabra de Dios y la oración.”
(1 Timoteo 4:4-5)

En todo elemento de la creación, y por ende, en todo alimento que ingiere el ser humano, se halla presente un resplandor de la energía vital de Or EinSof (la Luz Infinita), que es en definitiva la que le da la que da existencia física a ese elemento en particular; incluso una mera roca inherente también tiene esa fuerza dentro de sí. De hecho, si Yahvéh quisiera hacer desaparecer algún elemento físico de la Tierra, no tendría más que quitarle la Energía divina que lo impregna y sustenta, y entonces aquel desaparecería como si jamás antes hubiera existido. Ahora bien, cuando tú, que perteneces al reino humano, ingieres elementos de los tres reinos inferiores de la naturaleza (mineral, vegetal y animal), lo haces parte de tu sangre y de tu carne, y así los elevas a un plano superior. En definitiva, ese es el objetivo de la existencia del ser humano: sublimar la materia. Y por eso los israelitas reclamaron ante Moshé por la falta de alimento acorde a sus deseos egoístas.

Israel tenía que rendirse a esta ansia intensa; no sería cumplida a menos que cooperaran con ello. Teniendo en cuenta esta tendencia hedonista en el alma humana, el apóstol Jacobo, hermano de nuestro Señor Yeshúa, enseñaba a las comunidades hebreas a su cargo, lo siguiente:

«…sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido»
(Santiago 1:14)

Por todo lo expresado, debemos pues aceptar que la atracción al pecado está constantemente presente entre nosotros, sin embargo debemos evitar ceder a ella en eligiendo en humildad servir a Yahvéh y su propósito eterno en nosotros.



Estudio Relacionado que recomiendo LEER:

Días de Dificultades = Tiempo de Oportunidades (Yemei Bein HaMetzarim)

Por P.A. David Nesher

«Todos sus perseguidores la alcanzaron entre las estrechuras»

(Lamentaciones 1:3).

En verdad, el verdadero nombre de este tiempo de veintiún días es: Yemei bein Hametzarim (en hebreo: בין המצרים), que significa «Días entre las dificultades«, o «Días entre los lugares estrechos«, de acuerdo a la descripción que da de los mismo el profeta Jeremías (Lamentaciones 1: 3).

Este periodo comienza el día 17 del Cuarto Mes, y se extiende hasta Tishá BeAv o Noveno de Av.

La historia relata que durante este período, muchas calamidades sobrevinieron sobre el pueblo del Eterno, especialmente la Casa de Judá, a través de las generaciones. Justamente fue durante este período de Ben Hametzarim que ambos Templos fueron destruidos. Por eso estos días fueron establecidos como un tiempo de duelo por la destrucción de los Santuarios de Jerusalén.

El objetivo de sufrir por estos eventos es ayudarnos a superar las deficiencias espirituales que los causaron. Durante todo el proceso de «teshuvá» – introspección y compromiso a mejorar – tenemos el poder de transformar la tragedia en alegría.

Al reflexionar en estos eventos históricos, debemos considerar que ésta es una época en la que nuestra naturaleza egoísta tiende a despertarse. Se hace más difícil que nunca para nosotros el no reaccionar de manera negativa. Algunos de nosotros enfrentaremos desafíos; nuestra certeza será probada y muchos descubriremos más negatividad dentro de nosotros mismos de lo que jamás hayamos querido ver.

Desde el exilio babilónico, los judíos aprendieron que, de hecho, durante estas tres semanas existe más Luz Infinita disponible de lo usual y que durante los momentos más difíciles en la vida se nos conceden raras oportunidades para cambiar y crecer espiritualmente. Por lo tanto, esta es una época en la que podemos limpiarnos a nosotros mismos de negatividad y de enfermedades. Son semanas propicias para participar de una guerra espiritual en la que la Victoria nos está asegurada. Por ella, y desde ella, nuestra vida de ayuno y oración permitirá el obrar de ángeles de Luz luchando a favor de nuestras vidas, contra principados, potestades y gobernadores de tinieblas que se oponen a nuestro ascenso y promoción mesiánica.

Por eso, nosotros, lo primogénitos del Eterno, a los días Bein HaMetzarim, no lo veremos como un período de negatividad, sino como un tiempo para hacer milagros. Tomaremos conciencia día a día, que pocos momentos en el año pueden darnos acceso a tal abundancia de bendiciones en el Mesías. Al enfocarnos en la transformación durante estas tres semanas, cuando es más difícil hacerlo, podemos eliminar la negatividad de nuestro pasado, presente y futuro.

Cuando lo vemos desde esta perspectiva, estas tres semanas no son para nada atemorizantes. El temor es lo que nos mantiene atascados en nuestros patrones y evita que revelemos grandes bendiciones. Dar la bienvenida a los desafíos de Ben HaMetzarim puede llevarnos al siguiente nivel al mostrarnos las cosas que más necesitamos cambiar.

Dado que el atributo de Juicio Divino (din) se siente con mucha intensidad, evitaremos riesgos potenciales y actividades riesgosas.

Por ello, los exhorto a tomar conciencia de que estos pueden ser 21 días poderosos si decidimos conectar con la consciencia de amor perfecto e incondicional, que nos permite compartir sin restricción. Si decidimos sacar provecho de este periodo al confrontar nuestras cualidades negativas, entonces podremos acercarnos más a la mejor versión de nosotros mismos y así, crear una vida mejor para nosotros y, desde ella, un mundo mejor para todos.

Los Hijos Primogénitos y el Ayuno del 4º Mes

Desde que la piedra angular, Yeshúa HaMashiaj, fue establecida por nuestro Abba kadosh (Papá Santo), mediante su obra redentora en el Gólgota, un nuevo Templo comenzó a se levantado en las dimensiones celestiales. Dicho Templo, de características puramente espirituales, lo constituyen aquellos hijos primogénitos que desde la Sión celestial se dejan edificar como piedras vivas por el perfecto Arquitecto que es el Eterno, nuestro Abba y Dios.

Desde esas dimensionalidades se nos propone en estos días específicos, realizar un trabajo espiritual que asegure en nosotros que el ego, está día a día crucificado con el Mesías.

LAS OPORTUNIDADES QUE DA UN AYUNO DE 21 DÍAS.

En estos tres meses lunares que estamos transcurriendo (4º, 5º y 6º), Yahvéh nos ha revelado que es una temporada de oportunidades, cambios y compromiso.

Sabemos muy bien que una oportunidad es una circunstancia favorable que se da en un momento adecuado para hacer algo que no se podía hacer. Definitivamente eso nos lleva a hacer cambios. Los cambios son inevitables en la vida para poder avanzar. Así que es mejor saberlo para poder planear nuestro cambio. El cambio nos lleva a adquirir compromisos y estos nos llevan a cambiar nuestros hábitos.

Debemos entender que los hábitos son comportamientos que hacemos repetidamente, prácticamente de forma inconsciente. Muchos expertos dicen que 21 días es el tiempo suficiente para establecer un hábito.

El profeta Daniel practicó un ayuno por 21 días e indudablemente él experimentó una respuesta del Eterno a su desafío de una manera sobrenatural. Según algunos expertos en guematría bíblica, afirman que el número 21 al igual que el número 7 representan perfección. Así que tomaremos esta palabra y la revelación del Espíritu para entender que estos 21 días de ayuno serán de gran bendición a nuestras vidas.

Ahora te pido que me permitas hacerte algunas preguntas:

  • ¿En algunos momentos de tu vida has decidido que debes hacer algunos cambios?
  • ¿Quieres tener una vida mejor, más llena, más satisfactoria?
  • ¿Cuántas veces has pensado que deberías hacer más ejercicio, comer de forma saludable o dejar algunas cosas que son nocivas para tu vida?

El asunto no es cuantas veces lo has pensado, sino cual ha sido el resultado de ese buen pensamiento. Los cementerios están llenos de seres que un día tuvieron buenos pensamientos, pero que sin embargo nunca tomaron la decisión de dejar sus malos hábitos y adquirir nuevos. Estos 21 días de ayuno representan una oportunidad para tu vida. No permitas que esa oportunidad te pase de largo.

En la epístola de Pablo a los Efesios podemos leer:

En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente”.

(Efesios 4:22-23)

Esta escritura es clave no solamente para descubrir hábitos que tienen que ver con nuestra vida espiritual, sino también con aquellos hábitos personales que tenemos en torno a nuestra salud, nuestra buena alimentación. El no tener buenos hábitos alimenticios nos están llevando a deteriorar nuestro organismo y porque no decirlo, nos afecta en nuestra relación con el Eterno ya que con un mal hábito alimenticio deterioramos el templo del Espíritu Santo.

La palabra “despojarse”, usada en el texto por el apóstol, básicamente se refiere a cambiar hábitos, eliminar uno malo y desarrollar uno nuevo que consideras positivo para tu vida. Para realizar un cambio de hábitos tienes que sustituir cosas a las que estás habituado y con las que te sientes muy cómodo, por otras nuevas que no encajan muy bien con tu “rutina” actual.

La oración y el ayuno juntos, están diseñados para cambiar nuestro estilo de vida de aquí de la tierra y adoptar el estilo y cultura del cielo.

El profeta Daniel experimentó ese nivel de vida. Él decidió santificarse, entendiendo que esto representa el despojarse de todo en sus tres aspectos de vida: espíritu, alma y cuerpo (1 Tesalonicenses 5:23). El ayuno y la oración logran santificar todo tu ser. Santificar se define como purificar y el diccionario dice que purificar es el acto de desintoxicar. De manera que la santificación es un proceso de desintoxicación o purificación plena e integral.

Para terminar, necesito recordarles que el 4º y el 5º mes, son una temporada oportunidad para ayunar y orar y así purificar o desintoxicar todo nuestro ser. Esto eventualmente nos habilita para entrar a vivir un estilo de vida como el del cielo.

Preparémonos para estas jornadas de purificación.

¡Únete a toda la congregación que ha decidido aceptar este reto de parte del Eterno Dios!

¡Preparémonos y preparemos a nuestras familias para estas Jornadas Espirituales que cambiará totalmente nuestras vida para un mejor futuro en lo personal, espiritual y familiar.

¡Shalom!

 

 

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8 RAZONES MÉDICAS POR LAS QUE YO NO COMO CERDO.

«No comas abominación alguna. He aquí los animales que comeréis:
el buey, la oveja y la cabra; el ciervo, la gacela y el corzo; cabra montés, el antílope, el búfalo; la gamuza; todo animal que tenga la pezuña dividida y el pie hendido y rumie; pero no comeréis… el PUERCO, QUE TIENE LA PEZUÑA HENDIDA, PERO NO RUMIA, ES INMUNDO PARA VOSOTROS. NO COMERÉIS SUS CARNES NI TOCARÉIS SUS CADÁVERES…«

(Deuteronomio 14:3-8)

¿Te gusta comer carne de cerdo y sus derivados? Después de que leas estos 8 puntos cambiarás tu preferencia al respecto.

 

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La carne del cerdo posee una dotación genética muy similar a la nuestra, por lo cual se ha utilizado mucho en trasplantes de órganos a humanos. Pero ahora se está observando que no es recomendable. Esa similitud genética hace que numerosos virus y tipos de cáncer pasen directamente al cuerpo humano. El doctor Jonathan Stoye y sus colegas, del Instituto Nacional para la Investigación Médica, en Londres, han publicado en la conocida revista científica Nature (16-10-1997), que hay dos clases diferentes de provirus en el cerdo que son capaces de infectar a las células humanas. Aseguran que pueden representar un peligro para la salud humana y que ya se había comprobado en anteriores estudios. Los virus se han descubierto en varias razas de cerdo, incluyendo algunas de las que se han criado selectivamente para trasplantes en humanos. Stoye y sus colegas han dicho, tras estudiar la magnitud del problema: «El número de provirus que está presente sugiere que la posibilidad de obtener cerdos sin virus va a ser una tarea muy difícil, quizá imposible«.

 

Por otro lado, el Dr. Hassan Mustafa, un miembro de la Unión Mundial para la Salud en Canadá, ha enumerado, mediante su investigación, las enfermedades transmitidas al hombre por la carne de cerdo. Aquí les comparto las 8 razones que este médico compartió:

  1. El cerdo no puede deshacerse de toda la cantidad de ácido úrico que se forma en su cuerpo, dado que es el elemento principal de la orina. Solo elimina el 2%, y el 98% permanece en su carne. Eso simplemente significa que la carne de cerdo está saturada con el principal elemento de la orina, del cual los cuerpos de todos los seres vivos sobre la faz de la tierra intentan deshacerse por medio del sistema urinario, debido a las sustancias venenosas que contiene. Es por eso que quienes comen carne de cerdo tienen un alto índice de artritis, debido al elevado nivel de ácido úrico en su sangre.
  2. La carne de cerdo es difícil de digerir. Lleva 4 horas completas para poder ser digerida, y la cantidad de proteína digerida que es absorbida después de ese proceso no sobrepasa el 14%. Por esta razón, la carne de cerdo es mala nutricionalmente hablando, por lo que no compensa el dinero que se paga por ella, ya que la carne de cerdo, en muchos países, es más cara que la carne de otros animales cuya carne es comestible y no tiene esta clase de problemas.
  3. La carne de cerdo contiene niveles elevados de la hormona del crecimiento, la cual acelera la proliferación de células cancerígenas si es que existen.
  4. La grasa del cerdo es difícil de digerir y emulsionar en el sistema digestivo. La mayor parte de ella está formada por grasas saturadas dañinas. Es absorbida desde los intestinos por la sangre en forma de moléculas enormes, que posiblemente se sedimenten en las paredes de los vasos sanguíneos y los obstruya, causando coágulos de sangre, esclerosis y elevados niveles de colesterol y grasas saturadas (triglicéridos) en la sangre.
  5. La grasa de cerdo se sedimenta en el cuerpo humano en el mismo lugar de donde viene del cerdo, ¡y esto es realmente extraño! Si la grasa viene de la barriga del cerdo, se establecerá en la barriga de la persona que la coma. De esta forma, la grasa de cerdo ayuda a distorsionar el cuerpo humano.
  6. Comer la carne de cerdo allana el camino para muchas enfermedades y problemas de piel, como granos, úlceras, bolsas de grasa y prurito, ya que contiene un elevado nivel de histamina.
  7. Los cerdos y su carne son fuente de más de 75 enfermedades causadas por parásitos, gérmenes y virus que son transmitidas al hombre, entre las que se puede mencionar la triquinosis, de la que la carne de cerdo difícilmente puede librarse. Los parásitos de la triquinosis permanecen en los músculos del hombre, causando severos dolores, que posiblemente puedan paralizar sus movimientos. También, pueden permanecer en el diafragma causando obstrucción de la respiración y consecuentemente la muerte. Además, esos parásitos pueden permanecer por más 30 años en los músculos luego de encerrarse a sí mismos en sacos cálcicos.
    Es muy interesante saber que un investigador norteamericano publicó en la página web de los Archivos de Medicina Interna, el 11 de junio de 2001, que el renombrado músico austríaco, Mozart, posiblemente murió por haber comido carne cruda de cerdo 44 días antes de su enfermedad mortal que duró 15 días. Él fue infectado por triquinosis, la cual no era aun conocida por ese entonces.
  8. El mismo cuerpo del cerdo es considerado como una fábrica biológica que tiene el potencial para producir enfermedades causadas por virus y epidemias que puedan afectar al hombre debido a la semejanza genética de las células de cerdo con las del ser humano. La pandemia mundial llamada “gripe porcina” que estamos presenciando en la actualidad es el resultado de la metamorfosis y la fusión de los virus de la gripe aviar, la gripe humana y la gripe porcina en el interior del cuerpo del cerdo. Todos ellos se transformaron en un nuevo virus mortal que se transmite de los cerdos a las personas y de hombre a hombre. Un caso fue registrado recientemente en Canadá, en el que esta enfermedad se transmitió de una persona infectada a una piara de cerdos, haciendo así que la pandemia entre en un ciclo integrado muy peligroso.

Además, cabe aquí acotar que comer carne de cerdo produce la cistisercosis, una enfermedad que se da en países como México, Guatemala,Honduras y casi toda América central.

Para entender el por qué el Eterno tiene leyes de alimentación te recomiendoLa Alimentación que Conecta con el Eterno

¿Qué ocurre en nuestro organismo cuando ayunamos?

Hemos comprobado, cada vez que participamos de los «21 días de Aflicción» (Yemei bein Hametzarim) que el ayuno es la disciplina espiritual más poderosa de las tres que Yeshúa nos ha enseñado (Mateo 6:1-18).

En el plano físico son múltiples los beneficios que desprenden después de estar en un ayuno, sea parcial o total.

 

Al ayunar le damos la oportunidad para que descanse verdaderamente el aparato digestivo con lo que puede “poner al día” sus funciones y recargar sus energías.

El cuerpo se alimenta de las reservas menos vitales y ocurre con frecuencia una desintegración de quistes, abscesos, bultos, tumores benignos. Incluso tiene un gran efecto sobre los tumores malignos.

Durante el ayuno, el organismo primero degrada y quema las sustancias no esenciales para obtener energía.

Una fuente de material no esencial es el tejido enfermo, como los tumores benignos. Cuando el organismo físico no tiene comida, los tejidos se utilizan en orden inverso a la importancia que tienen para el organismo. Primero se utilizan los menos vitales. La grasa es el primer tejido en desaparecer. Para suministrar nutrientes a los tejidos más vitales, como el cerebro, los nervios, el corazón y los pulmones, las reservas almacenadas se utilizan antes de utilizar cualquier tejido funcional del organismo.

Durante el ayuno, la capacidad del organismo para disolver los coágulos aumenta considerablemente. Este proceso, denominado fibrinolisis, no permite que se produzcan problemas tales como trombosis o embolias.

Aumenta la capacidad inmunitaria del organismo.

Beneficios Físicos del Ayuno:
  • Degrada las grasas del organismo, lo que ocasiona una rápida pérdida de peso.
  • Se reabsorben, y este es un hecho muy comprobado, los depósitos de colesterol en las arterias.
  • Aumenta la cantidad de orina eliminada o diuresis. Esto explica la gran cantidad de peso perdida por algunas personas durante los primeros días de ayuno.
  • Desvía la energía utilizada en el proceso digestivo hacia la eliminación de sustancias de desecho, poniendo al día el retraso crónico en la eliminación que tiene lugar por nuestra alimentación excesiva y no adecuada, que hace que los órganos de eliminación (especialmente hígado, riñones, pulmones y piel) se ven sobrecargados de trabajo y no cumplen de forma muy efectiva su trabajo. El ritmo de vida, los factores psico-emocional y el estrés, agotan al cuerpo y a sus órganos de eliminación también.
  • Desvía la energía utilizada en el proceso digestivo hacia los tejidos y órganos que necesitan ser reparados, regenerados y revitalizados.
  • Ayuda al organismo a vencer las infecciones.
  • Limpia el cuerpo.
  • Clarifica y fortifica la mente y los sentidos.
  • Saca los venenos del organismo por años de alimentación inadecuada.
  • Quema la basura que estorba el flujo de la sangre.
  • Normaliza y purifica al sangre.
  • Revitaliza el cuerpo por el ahorro de energía que se hace.
  • Se experimenta modificaciones hormonales que estimulan los mecanismos de desintoxicación hepática.
  • Las variaciones en el nivel de acetona que se producen actúan sobre el cerebro, produciendo sustancias que estimulan la capacidad curativa del cuerpo.
  • Activa eliminaciones en general y en especial las de las materias morbosas del organismo.
  • Da un reposo completo a los órganos vitales.
  • Para la absorción de alimentos que se descomponen en los intestinos e intoxican después el cuerpo.
  • Vacía las vías digestivas y elimina las bacterias de putrefacción.
  • Da a los órganos de eliminación la oportunidad de poner al día su trabajo y facilitar la eliminación.
  • Restablece la química fisiológica normal y las secreciones normales.
  • Rejuvenece las células y tejidos y regenera el cuerpo.
  • Permite la conservación de la energía y la canaliza de una forma mas adecuada.
  • Aumenta los poderes de digestión y asimilación.
  • Mejora le funcionamiento general del cuerpo.

Beneficios Espirituales del Ayuno :
  • Limpia el Templo interior del Espíritu Santo (1 Corintios 6: 19)
  • Aumenta la fuerza de voluntad.
  • Por la fuerza de voluntad necesaria para resistir los embates del apetito aumenta la estabilidad psicológica y la auto confianza.
  • Puesto que las cadenas que atan al espíritu con el cuerpo son mas frágiles es mas fácil conseguir el éxtasis y gozo espiritual.
  • Se consigue una visión interior mas aguda y profunda.
  • Aumenta la devoción personal y la fe.
  • Se establece una comunicación mas directa con el Eterno, puesto se puede oír mas fácil Su Voz.
  • Nos hace más humildes.
  • Clarifica la visión interior.
  • Se aumenta la capacidad de oír con mas claridad nuestra voz interior.
  • Es un tiempo propicio para entregarse mas a la Meditación de la Torah y la Tefilá (Oración de Alianza).
  • Hace del hambre una virtud.
  • Ayuda al despertar de la Conciencia Cósmica o Mesiánica.
  • Se canaliza la energía mas fácil, puesto que es una época propicia para la sanación.
  • Puesto que se esta mas limpio interiormente se puede realizar ejercicios de Perdón mas fáciles y efectivos.
  • El Ayuno es algo sobrenatural, por que aplastamos lo carnal (el ego), para entrar en lo sobrenatural de Yahvéh.
  • Ayuda al desarrollo del domino propio.
  • Nos pone en lugar de sensibilidad al Espíritu.

 

El ayuno es un acto físico-psíquico que permite la pérdida de la necesidad de comida. Esta disciplina se realiza voluntariamente, permitiendo la abstención de probar alimentos por un determinado lapso de tiempo. De este modo facilita que el organismo descanse de la función de digestión y actúe en las funciones de eliminación y desintoxicación. Con este proceso se activan las capacidades de regeneración y renovación de todo el organismo. Por eso el ayuno es el método divino de purificación más natural y efectivo que se conoce. Los animales lo realizan cuando se sienten enfermos. Ellos se abstienen de comer hasta que se mejoren y la Fuerza Vital de la naturaleza les devuelve la salud; al ayunar se le permite a la naturaleza obrar en el cuerpo físico, y la energía de la misma se encarga de restablecer la armonía y el equilibrio orgánico.

 

Debido a que el ayuno activa los mecanismos internos naturales de curación, prácticamente cualquier dolencia es susceptible de mostrar mejorías tras su práctica adecuada.

 

El ayuno es un antídoto maravilloso para esos hábitos cotidianos con que progresivamente vamos perjudicando a nuestro cuerpo. No hay nada malo en disfrutar de la comida, pero su consumo en exceso y continuado acaba suponiendo una carga nada positiva para el cuerpo. Cuando introducimos más nutrientes de lo que realmente necesitamos (lo más común en nuestra sociedad moderna) lo que para nuestro paladar puede ser un placer, para los órganos internos supone una sobrecarga con la que debe enfrentarse.

 

 

Durante el ayuno, nuestro sistema se libera de esa carga y puede descansar en cuanto a procesos de digestión, asimilación y metabolismo se refiere. Estas son actividades que requieren una gran cantidad de energía. Se estima que alrededor del 65% de la energía corporal se destina a los órganos relacionados con la digestión tras una comida copiosa.

 

Al igual una madre que, aun cuando dispone de tiempo libre, no sabe estar parada y constantemente encuentra rincones del hogar por limpiar; el cuerpo en ayunas, eximido de su esfuerzo cotidiano, se entrega a labores de «autolimpieza». Es momento de liberar todas esas toxinas acumuladas en los tejidos, a las que hasta ese momento no había podido acceder. Esta liberación de las funciones digestivas y la consecuente capacidad de restitución orgánica, o “puesta al día”, del organismo es, sin duda, uno de los grandes beneficios del ayuno para la salud.

 

 

Por último, quiero dejar en claro que el ayuno en sí mismo no es un «medicamento» para cualquier dolencia. Lo que en realidad hace es crear un entorno propicio para que se pongan en marcha los mecanismos naturales de curación, sin la intervención de agentes externos. Y, dado que el cuerpo sabe cómo curarse a sí mismo a cualquier nivel, la conclusión es que el ayuno ayuda a reequilibrar el sistema a nivel general.

Tisha b’Av: el Ayuno del Quinto Mes y nuestra Victoria sobre toda angustia

 
 
 

Tisha b’Av o Tish’ah b’Av (en hebreo תשעה באב, tish‘āh bə-āḇ) es el principal día de ayuno y abstinencia de la Casa de Judá (judaísmo) y es regida por costumbres de origen rabínico. Justamente por ser una ordenanza rabínica, es optativa para los que no son de la Casa de Judá (judíos). Por una cuestión de unidad (NO de obligación) yo recomiendo hacerlo.      

Tisha b’Av es la culminación de las tres semanas de duelo en las que los judíos lamentan la pérdida, por dos veces, de su Templo, la pérdida de Jerusalén y el consiguiente exilio. En Jerusalén, muchos pasarán la noche y el día junto al Kotel, el único vestigio del Templo que sigue en pie, que hoy, más que nunca, es el Muro de los Lamentos.        

Su nombre hace referencia al noveno día (Tisha) del mes hebreo de Av. Ha sido llamado el día de la calamidad para Israel y posteriormente para el pueblo judío.    

Según la tradición judía estos son los acontecimientos de dicha fecha:    

1. Fue en este día cuando los doce espías que habían sido enviados a reconocer la Tierra Prometida, trajeron un mal reporte acerca de la tierra que causó que los israelitas sintieran pánico, lloraran, y no quisieran ir, por lo cual YHVH ordenó que esta generación no entraría a la Tierra. (Números caps. 13 y 14).      
2. Fue en un 9 de AV cuando el Templo de Salomón fue destruido, y cuando en el año 586 A.C. el Reino de Judá fue destruido por los Babilonios liderados por Nabucodonosor, y los judíos fueron enviados al exilio Babilónico.
3. El Segundo Templo fue destruido en el año 70 D.C. por el Imperio Romano, y el pueblo judío fue esparcido por el mundo para un exilio de 2.000 años.      
4. La rebelión de los Bar Kojba falló. Bar Kojba fue asesinado, al igual que el rabino Akiva y muchos otros sabios importantes de la Mishná. (132 D.C.).    
5. El Monte del Templo fue socavado y Jerusalem fue reconstruida como una ciudad pagana.      
6. La declaración de las Cruzadas por el Papa Urbano II en 1095.      
7. La quema del Talmud en el año 1242.      
8. En 1290, se firmo el Edicto del Rey Eduardo I expulsando los judíos de Inglaterra.      
9. El Decreto de la Alambra que lidero la expulsión de los Judíos de España en 1492.        
10. Comenzó la Primera Guerra Mundial en 1914.      
11. Los primeros asesinados en Treblinka en 1942.      
12. La AMIA (Asociación Mutua Israelita Argentina) fue atacada por terroristas Árabes hecho que ocurrió el 18 de Julio de 1994 en Buenos Aires Argentina. 86 muertos y mas de 120 heridos…      

Por todos estos, y otros, hechos, el día 9 de Av ha sido tradicionalmente un día de ayuno del pueblo judío. Es un día de aflicción muy especial al que se llega después de 21 días de ayuno parcial.      

Esas «Tres Semanas» que van desde el 17 de Tamuz y Tishá B’Av han sido, históricamente, días de desgracia y calamidad para el pueblo judío. Entre otras tragedias, durante este tiempo fueron destruidos tanto el primero como el segundo Templo, como ya señalé.      

Las «Tres Semanas» que sirven en la historia judía como preludio a Tishá B’Av representan un período de duelo por la caída de esas murallas que protegían el Templo y la fuente de la santidad espiritual del mundo.      

Por todo eso, estos días son aludidos como el período “entre las estrechuras” o “entre los días de angustia” (bein hametzarim), de acuerdo al versículo: «Todos sus perseguidores la alcanzaron entre las estrechuras» (Lamentaciones 1:3).        

Durante este período toda la Casa de Judá observa varios aspectos de duelo: Minimiza la alegría y la celebración – no se hacen bodas, no se escucha música, no se cortan el pelo ni la barba. Las expresiones de duelo se intensifican a medida que se acercamos a Tishá B’Av.        

Hacia el final de la tarde previa a Tishá B’Av se acostumbra comer la Seudat Hamafseket – una comida que consiste de pan, agua y huevo duro. La comida se unta en cenizas, un simbolismo de duelo, y los judíos se sientan en el piso para comerla (Las reglas son un poquito diferentes cuando Tishá B’Av cae en Shabat o en domingo).       La puesta de sol marca el comienzo de Tishá B’Av. En ese momento comienza el ayuno y no se permite comer ni beber hasta el anochecer del día siguiente. Tampoco está permitido bañarse o lavarse, utilizar zapatos de cuero y tener relaciones maritales. Tampoco estudiamos Torá, a excepción de textos relevantes a Tishá B’Av y a duelo – por ejemplo el libro de Lamentaciones y Job, y algunas secciones del Talmud (incluyendo la historia de Kamtza y Bar Kamtza).    

El Libro de Eija (Lamentaciones) – el lamento poético de Jeremías por la destrucción de Jerusalem y el Primer Templo – se lee en la sinagoga como parte del servicio de la noche. Se leen «kinot» (elegías) especiales, tanto a la noche como a la mañana.Para nosotros, los primogénitos de Su Monte, este ayuno no solo es quebrar el cuerpo sin probar alimentos; es alimentar el alma con un juicio de amor hacia uno mismo, reconociendo nuestras fallas, la falta de amor al prójimo; haciendo volver a nuestra alma y cuerpo a La Fuente de Luz, con arrepentimiento sincero y gratitud, ya que un ayuno sin meditación en la Torah es como un cuerpo sin alma.  

Por ello, en Tishá BeAv, los primogénitos de Sión, tenemos que reflexionar sobre nosotros mismos. ¿Estamos agradecidos por todo lo que Abba ha hecho por nosotros? ¿Confiamos en Él? ¿Estamos dolidos por el sufrimiento de nuestros hermanos? ¿Creemos que el Eterno nos ayudará si salimos a ayudar a nuestros hermanos judíos?           ¡Por supuesto! ¡Dios quiere que Sus hijos retornen a Él!    


Bitácora Relacionada para leer:

Las Llamas que Consumieron al Segundo Templo

Los Motivos para ayunar 21 Días.

Ya comienza nuestra nueva y mejor temporada: 21 Días de plena Comunión con el Eterno Abba.
Ninguno de Uds. puede privarse del privilegio que este llamado profético ofrece: manifestarnos como el Templo de Yahvéh aquí en la Tierra.

Escuchen atentamente las pautas que hay que tener en cuenta para vivir en propósito y plenitud este tiempo de búsqueda.

 

 

¡Participen en Espíritu y Verdad!

(Haz CLICK en la IMAGEN y podrás verla más grande)

21 Días dexintoxicándonos del Sistema de Pecado… y manifestando nuestra Victoria

«Así ha dicho el Señor de los ejércitos: Los ayunos del cuarto mes, y de los meses quinto, séptimo y décimo, serán para la casa de Judá motivo de gozo y alegría, y de gran celebración. Así que amen la verdad y la paz».
(Zacarías 8:19)

En dos días más estaremos en el día 17 del cuarto mes del calendario hebreo que el Eterno le revelara a Israel que debía guardar.

En este día, la casa de Judá ha establecido desde la destrucción del primer Templo, un ayuno que inicia un tiempo de consternación en la que obligan a sus almas a conpungirse en la evaluación de toda deficiencia espiritual que conlleve juicios del Eterno sobre Jerusalén y la tierra santa. El objetivo será conquistar las mismas y evitar así toda actividad destructora del sistema enemigo.

Ayer, estuve impartiendo a los santos del Monte los lineamientos necesarios para que entremos juntos y unánimes en un proceso de Spa Celestial, en el que el Eterno Abba nos hermoseará por medio de Su Victoria redentiva (Salmo 149:4).

A continuación los invito a disponer sus mentes y corazones y escuchar lo que el Espíritu Santo de Dios tiene para Sus santos en estos días dónde la abundancia del pecado, obliga a que la Gracia de Abba se manifieste en sobreabundancia sobre las naciones.

Parte 1

Parte 2

 

Parte3

 

El Bosquejo de este Ayuno de 21 Días sería el siguiente:
PROPÓSITO:
Despertar en la mente y corazón del redimido el sentimiento de pérdida que se sufre cuando la Comunión con el Eterno Dios se pierde.
OBJETIVO:
Ayudar a cada redimido a conquistar las deficiencias espirituales que provocan los trágicos eventos de la caída de Jerusalén, símbolo de nuestra zona de propósito en donde tenemos identidad de hijos primogénitos en Cristo Jesús, y la destrucción del Templo, símbolo de nuestra posición de autoridad como adoradores en Espíritu y en Verdad.
PROCESO:
 Realizar Teshuvá. Es decir la instrospección y compromiso a cambiar de mentalidad y estilo de vida.
RESULTADO:
Aquirir la Unción y el Poder para transformar tragedias en alegría.

En cuanto a cómo llevar la DIETA PROFÉTICA de estos días recomiendo leer:
Consejos para realizar el Ayuno de Daniel (haz click sobre el título)

¿Para qué sirve el Ayuno?

 Cuando ayunamos, negarnos la comida y la bebida nos ayuda a quitarnos las capas exteriores de nuestra personalidad, y a reconocer por fin qué cosas son realmente importantes para nosotros. Durante el resto del año es fácil engañarnos a nosotros mismos. ¿Para qué vivimos? ¿Acaso ese delicioso almuerzo es lo que le trae verdadera felicidad a mi vida?

Pero cuando vivimos sin esas comodidades, podemos hacer una introspección más profunda. ¿Qué es lo que realmente le da significado a mi vida? ¿Qué es realmente importante para mí? Cuando disfrutamos lo superficial podemos distraernos con ello; cuando tenemos que dejar lo superficial de lado, podemos ver más allá y reconocer qué es lo que realmente nos importa. Este ejercicio psíquico-pneumático se denomina teshuvá (arrepentimiento o regreso).

Entonces, el primer paso hacia el arrepentimiento es el ayuno. Minimizamos nuestros placeres físicos, las cosas que generalmente creemos que nos hacen disfrutar de la vida. En cierto sentido esto es hacer duelo por la pérdida, pero también nos ayuda a reordenar nuestras prioridades: a quitar lo secundario y a entender la esencia de la vida. Al negar lo físico reconocemos que, en esencia, somos personas espirituales. Las comodidades mundanas son sólo un medio hacia la felicidad, no el objetivo.

Después, cuando ya hemos absorbido este mensaje básico, podemos hacer el duro trabajo del arrepentimiento. Podemos analizar con cuidado nuestro comportamiento y encontrar lo que hicimos bien y lo que necesita ser mejorado. El primer paso es conocerse a uno mismo, observar más allá de las comodidades y las superficialidades en las que tan a menudo nos encontramos sumergidos y darnos cuenta de quiénes somos en realidad.

Sentir hambre en un nivel físico nos ayuda a acceder al concepto de “deseo” y “necesidad” en un nivel espiritual. La exigencia del ayuno en los días en que se necesita arrepentimiento nos ayuda a activar el anhelo que tenemos de andar por una senda que conduce a un mundo mejor. Cuando esta herramienta es utilizada, en lugar de ignorada, puede estimular nuestra teshuvá  (regreso).

Ayunar es difícil, pero es esta dificultad la que nos da la oportunidad de conectarnos con el Eterno de un modo más poderoso. La sublimación de nuestro deseo de comer en favor de la orden de ayunar es una ofrenda en sí misma. Además, aprovechar el vacío que crea el ayuno para llegar a un nivel más profundo de arrepentimiento, junto con el sacrificio que podemos “ofrecerle” a Dios, convierte al ayuno en una oportunidad preciosa para conectarnos con la voluntad de Dios que es buena, agradable y perfecta (Romanos 1:3).

Consejos para el Ayuno de Yemei bein Hametsarim («Días entre Dificultades»)

Debemos tener en cuenta que esta disciplina es un ayuno espiritual de veintiún días. Aquellos que se embarcan en él siguen un ayuno similar al que el profeta Daniel realizó durante su exilio en Babilonia.
La esencia de éste es llevar a los seguidores de Yeshúa a una relación más cercana con Dios.
Durante estos días, se debe consumir solamente vegetales y agua como alimento único. En el transcurso de los veintiún días, está escrito que Daniel se abstuvo de consumir vino, carnes y otros alimentos, que eran servidos en cualquier mesa de Babilonia. Los adherentes que siguen el ayuno estrictamente sólo se permiten consumir frutas, vegetales y agua. Otros escogen un camino que permite ingerir alimentos que se cosechan como los granos y legumbres.
 
Los alimentos permitidos.
 
A diferencia del concepto tradicional de ayuno, que lo que permite en la dieta es sólo agua, el ayuno de Daniel te permite comer toda la comida que quieras, siempre y cuando te mantengas dentro de los límites.
Mientras que estés siguiendo el ayuno de Daniel, puedes comer frutas, frutos secos, semillas, verduras y legumbres. Esos son los únicos alimentos que Daniel comió durante su ayuno. También se puede comer cereales integrales, como avena y cebada, así como pescados.

Las directrices de Daniel no te permiten comer alimentos «valiosos», como el alimento azucarado, comida condimentada o alimentos procesados, aunque algunas pautas permiten los alimentos sazonados con hierbas frescas.

Recuerda que debes beber abundante agua. La pureza del cuerpo es uno de los aspectos fundamentales de este ayuno, y el agua potable, en lugar de bebidas azucaradas, té o café, ayudará a lograr la pureza. Esto puede ser la parte más difícil para algunas personas debido a la adicción a la cafeína o el azúcar. Los dolores de cabeza son un síntoma típico tanto de la abstinencia de cafeína como de la deshidratación, y beber más agua ayuda con ambas razones.

Bebidas.
 
Repito lo dicho en el párrafo anterior, si estás siguiendo el ayuno tal y como se describe en el libro de Daniel, la única bebida que puedes tener durante tu ayuno es el agua.
Justamente es muy importante aclarar que la hidratación es esencial en cualquier dieta. Cuando tomas parte de un ayuno parcial, el agua es un factor crítico. Ten en cuenta que la deshidratación frecuentemente se presenta en forma de hambre. Esto toma sentido, dado que muchos alimentos, especialmente las frutas y vegetales, están compuestos en su mayoría de agua. Bebe al menos dos litros de agua diariamente.

Si no acostumbras a beber suficiente agua, tu cuerpo podría desarrollar un patrón de almacenar agua. Esta retención de agua implica que tendrás un peso adicional no deseado.

Al incrementar el consumo de líquidos durante el ayuno de Daniel, estarás eliminando toxinas y enseñándole a tu cuerpo que no necesita retener el exceso de agua. Si bebes agua caliente con rodajas de limón durante tu día, en especial antes de comer, esto te ayudará a retener menos líquidos. Asegúrese de consumir agua filtrada y libre de químicos.

Algunas pautas permiten jugos de frutas y jugos de verduras siempre y cuando todo sea natural sin adición de sal, edulcorantes, conservantes u otros ingredientes artificiales.

El té de hierbas o té común, bebidas con cafeína o componentes similares (como el mate) y las bebidas azucaradas también están en contra de las directrices.

La leche está también fuera de los límites, ya que es un producto lácteo.

Preparación.

 
Los alimentos que consumas mientras estés en ayuno se deben cocinar lo menos posible. Frutas, verduras, frutos secos y semillas, por ejemplo, se pueden comer crudas o ligeramente cocidas al vapor.

Los alimentos no pueden ser fritos o rebozados. Nada de lo que comas debe ser cocinadas con grasa en absoluto, esto incluye la margarina, la manteca y la mantequilla, sin embargo, los aceites naturales, como el aceite de oliva, son permisibles.

Qué no puedes comer.
Las principales prohibiciones son carne y los productos lácteos, ya que proceden de animales.

También hay una prohibición de vino o bebidas alcohólicas fermentadas. La idea es comer sólo cosas que crecen de la tierra y que no se cambien de su estado original por el hombre. Sin embargo, no son las únicas restricciones.

También debes evitar el pan que se elabora con levadura. La razón de esto es a la vez espiritual y metafórico. Como parte del sacrificio rápido original, Daniel dijo que no iba a comer nada «alimentos agradable», porque estaba de luto. El pan es generalmente un alimento deseable, especialmente en las mesas argentinas.
Recordemos que en las Sagradas Escrituras, la levadura también se utiliza como una metáfora de pecado, así también cuando se rechaza la levadura, simbólicamente se rechaza el pecado.

Por último, se debe evitar cualquier alimento procesado. Algunos alimentos enlatados podrían estar bien, pero debes comprobar la etiqueta de los aditivos sintéticos o conservantes. En el corazón del ayuno de Daniel está la noción de comer sólo cosas que crecen de forma natural, por lo que cualquier comida creada en un laboratorio en vez de el campo estaría fuera de los límites.

Este ayuno te enseña a valorar los dolores de hambre.

Usualmente, cuando tenemos dolores de hambre, corremos a comernos un aperitivo o cualquier cosa que haga desaparecer estos dolores. Sabemos que un poco de información sobre estos dolores, le hará tomar en el futuro otras opciones.

Los dolores de hambre realmente significan que el cuerpo está utilizando sus reservas de grasa. Así que si quieres perder peso durante el ayuno de Daniel, entonces alégrate con estos dolores de hambre.

La deshidratación usualmente también envía unos mensajes al cerebro que son interpretados como dolores de hambre. La próxima vez, en vez de comer algo inmediatamente, ¡beba un gran vaso de agua y el dolor se irá rápidamente!

Además aproveche esos dolores como una alarma natural en el que el Espíritu Santo lo llama a orar. Retírese a un lugar solitario en el que pueda entrar en comunión con el Eterno Abba.

Considera tdo el tiempo por qué y para qué estás ayunando.
 
Debido a que está permitido comer, el ayuno de Daniel es atractivo para muchos que se sienten incómodos con una ruptura total de los alimentos. Sin embargo, existe el tiempo de compensación.

El ayuno de Daniel tiene una duración de 21 días, que puede ser una eternidad para alguien que está acostumbrado a beber café. Cuando el ayuno se pone difícil, recuerda que estás haciendo este sacrificio por una razón, y mantén esa razón cerca a tu corazón.

Si, como Daniel, estás ayunando porque estás de luto, debes orar acerca de tu situación.

Si estás buscando respuestas a un dilema difícil, debes meditar en la Torah (Instrucción) en busca de esas respuestas. Aprovecha este tiempo para volver a un compromiso profundo con las parashot (porciones) semanales de la Torah. Recuerda que el ayuno conlleva la idea celestial de que el alma humana ascienda en su conciencia mesiánica, por lo tanto, meditar las aliyá (ascensiones) cotidianas de las parashot permitirá que tu mente y corazón experimenten correctamente un mayor acercamiento al Eterno.

Si estás buscando la curación de tu cuerpo, toma consuelo en el hecho de que te estás purificando a través del ayuno.

El punto de un ayuno es reemplazar lo que estás ayunando con algo espiritual lo que te llevará más cerca de Dios.

Precauciones.

 
Debido a que es probable que estés alterando drásticamente tu dieta, puedes experimentar dolores de cabeza y otros síntomas leves.

Si no estás seguro acerca de los síntomas que tienes, consulta a tu médico.

Mientras hagas el ayuno de Daniel, considera tomar un suplemento vitamínico o mineral para asegurarte de recibir toda la nutrición que necesitas.

Como con cualquier ayuno, si tienes problemas de salud o preocupaciones, deberías consultar con un médico antes de comenzar.

El Ayuno del 4º Mes y el Poder de la Teshuvá (Arrepentimiento o Regreso)

Por P.A. David Nesher
 
 
 
 

Existen determinados días en el calendario del Eterno en los cuales todo integrante de la Casa de Judá se abstiene de comer, en señal de duelo por las catástrofes y tribulaciones ocurridas en el pasado.  Esos días son llamados los días de taanit tzibur (ayuno público).        

Nosotros, como hijos primogénitos en Yeshúa, con conciencia de pertenecer a la Casa de Israel, nos desafiamos ante esta hajalah para sumarnos en el espíritu que dicho lapso ofrece para un alma que goza de la Alianza con Yahvéh. Por ello, debemos aceptar que el propósito de estos días de ayuno es despertarnos de nuestro letargo, al conmover nuestros corazones hacia el arrepentimiento o regreso (heb. teshuvá), recordando nuestros propios pecados así como también los de nuestros ancestros – que fueron similares a los nuestros.  

De esa manera, al recordar estos pecados somos motivados a retornar al camino correcto de la vida, como dice la Torah:        

«Y ellos confesarán sus pecados y los pecados de sus ancestros…»
(Vayikrá / Levítico – 26:40)  

Cada uno de nosotros deberá aprovechar estos días de ayuno y reflexión para hacer un profundo auto-examen de nuestras acciones, puesto que el propósito esencial de un día de ayuno no es el detalle de no comer en sí, sino motivar al penitente que lo realiza a arrepentirse, es decir ejercitarse en la herramienta profética de la teshuvá (regreso).  

Uno de esos días especiales, y uno de esos ayunos específicos, ocurre el día 17 del cuarto mes (llamado 17 de tamuz por la Casa de Judá).  

El Ayuno del 17 del Cuarto Mes es el primero de los días de ayuno en listados en las Sagradas Escrituras:  

«Así ha dicho Yahvéh de los ejércitos:  El ayuno del cuarto mes,  el ayuno del quinto,  el ayuno del séptimo,  y el ayuno del décimo,  se convertirán para la casa de Judá en gozo y alegría,  y en festivas solemnidades.  Amad,  pues,  la verdad y la paz».
(Zacarías 8:19)  

Este ayuno del cuarto mes conmemora la primera brecha hecha en las murallas de Jerusalén, antes de que el Primer Templo fue destruido por el ejército babilónico (año 586 a. E.C.). Cabe aquí señalar que en esta misma fecha también las legiones romanas, al mando del general Tito, también derribaron el muro jerosolimitano, veintiún días antes de destruir el Segundo Templo del Señor.  

Aplicando esto a nuestras vidas, debo decir que para nosotros, los primogénitos del Pacto Renovado, estos eventos trágicos de la historia, nos sirve para meditar cómo está nuestra muralla de salvación. Por medio de este ayuno total, y los días de restricción (ayuno parcial) intermedios, evaluamos si nuestras actitudes idóltras han conducido las circunstancias para provocar causales al enemigo que le permitan realizar vallados en nuestra muralla protectora otorgada por los méritos de la obra redentora del Mesías.  

Por causa de este lapso de máxima oscuridad, en el día 17 del cuarto mes comienzan las «tres semanas de duelo», llamadas también «días de la angostura» (Yemei bein Hametsarim, יְמֵי בֵּין הַמְּצָרִים). Este término hebreo que significa “entre ambos lados del estrecho” o “lugares estrechos”. Esta expresión surge de lo anunciado por el profeta Jeremías en el libro de Lamentaciones:

«Judá está desterrada, en postración y en extrema servidumbre. Sentada entre las naciones, no encuentra sosiego. La alcanzan todos sus perseguidores entre las angosturas«.
(Lamentaciones 1:3)

Como verán este nombre ha sido dado al periodo de duelo de tres semanas que comienza con el ayuno del 17 de Tamuz, y culmina en el 9º día del mes de Av, día declarado de duelo nacional por la destrucción de ambos templos.

Si prestamos atención a los textos proféticos, notaremos que el profeta Daniel estaba guardando estos días en su famoso ayuno:

«En aquel tiempo, yo, Daniel, hice penitencia durante tres semanas: no comí alimento sabroso; ni carne ni vino entraron en mi boca, ni me ungí, hasta el término de estas tres semanas»
(Daniel 10:2-3)

Para nosotros este período de días nos permite clamar con el poder que da el gozo de Su salvación a fin de que el Eterno nos liberé de toda estrechez y/o angostura que el enemigo ha tramado contra nuestras vidas.  

La historia de la Salvación nos refleja un evento terrible que marco también este día 17 del mes cuarto. Evento que no es sólo lo que sucedió con Jerusalén ante la invasión babilónica, sino que nos remonta a los tiempos del desierto, apenas Israel había sido liberado por Yahvéh de Mitzraim (Egipto). Por datos aportados por los sabios, se acepta que, si La Torah fue entregada entre el 6 y el 7 de Siván, y Moisés ascendió por orden del Eterno para recibir las tablas, él permaneció en el Monte Sinaí durante cuarenta días. Su demora desesperó al pueblo hebreo, dándolo así por muerto el 17 de Tammuz. Ese mismo día Moisés descendió, y cuando vio que los israelitas habían hecho el becerro de oro, rompió las tablas, y declaró juicios sobre la nación.  

Este evento de apostasía de Israel en el desierto, fue también el sello doloroso de este ayuno. Por eso el Señor quiere que hagamos memoria de nuestras rebeldías e impaciencias y convirtamos este tiempo para afligirnos y meditar en Su Palabra para que seamos hombres piadosos, temerosos y obedientes. Estas semanas de ayuno guían a que recordemos aquel acto de desobediencia, desesperanza y falta de paciencia de nuestros ancestros, pero repetido en nuestras vidas.  

Es por eso que aquellos creyentes que cuidan el ayuno en la cuestión de alimentos, pero no meditan sobre los cambios internos que su realidad exige, están desperdiciando el día 17 del Cuarto Mes, y las semanas intermedias hasta Tishá BeAv (el 9 de Av).  

Ellos sólo enfatizan lo que es secundario (el ayuno), y desprecian lo que es esencial (el arrepentimiento).  Sin embargo, tomar el arrepentimiento solamente, sin ayunar, es insuficiente, porque el ayunar es una orden establecida por los profetas, y todo el pueblo de Israel ha cumplido estos días de ayuno, a través de todas las generaciones.  

La sabiduría de lo alto que hay en la prescripción de este ayuno es que por medio de él adquirimos control del ego, aniquilándolo en sus «necesidades» y necedades. Así lograremos debilitar aquellas cosas que llevan a fortalecer las pasiones egotistas, e incrementando todo lo que alimenta al espíritu humano y lo fortalece, de modo que el cuerpo siga al espíritu y se comporte en él a fin de provocar la complacencia de Yahvéh, como nuestro Abba.   El hecho de meditar profundamente en estos trágicos eventos tiene como objetivo ayudarnos a conquistar las deficiencias espirituales que los provocaron, y así aplicar toda conclusión a la realidad de nuestra cotidianidad. A través del proceso de “Teshuváh” (introspección y compromiso a cambiar) adquirimos el poder del Espíritu Santo de transformar tragedias en alegrías.    

¡Únase a este tiempo de ayuno lleno del gozo que nos ha otorgado la Fe en el Mesías Yeshúa!

¿Cuál es tu petición?

Profeta Tony González

El ayuno que hemos decidido hacer, demanda arrepentimiento,  es  el cambio necesario en nuestra manera de pensar, que hace  que el Aquel que tiene todo el control (Yavheh) y que ya ha  escrito las cosas contempladas desde la eternidad a nuestro favor (Salmos 139:16), provoque que aún las estrellas colaboren para el cambio de nuestro destino (Jueces 5:20). 
Los secretos que hasta ahora han sido prácticamente un misterio, comenzarán a revelarse en sueños y visiones, (Joel 2:28/Hechos 2:17) que se concretarán en cosas tangibles y mensurables. 
El cambio de actitud de todos nosotros, conmociona los cielos.  Hoy muchos saldrán de la manera de ayunar religiosa, que prácticamente fueron huelgas de hambre, con la intensión de impresionar al Eterno Dios o torcerle el brazo pidiendo caprichosamente cosas ridículas (trabajo, dinero, noviazgos, etc.).
Es imperante que, aquellos que estamos en este ayuno, comprendamos que lo hacemos en medio de un ambiente hostil y de un mundo (sistema) que solo quiere nuestra aniquilación, tal como lo relata la historia de la reina Ester, . El decreto ya ha sido publicado, este sistema viene por nuestras vidas, y como le dijo Mardoqueo a su sobrina Ester, si seguimos anónimos e indiferente en medio de esta sociedad, corremos el riesgo de dejar nuestro destino y nuestras generaciones en manos de hombres que solo quieren nuestra aniquilación. (Ester 4:13-14)
Los que entramos en este ayuno, debemos arrepentirnos de los vestigios de una mente cauterizada por el misticismo religioso, y permitir que la luz de la revelación de la verdad, a través del Espíritu Santo y desde la Escritura, disipe las tinieblas que han entenebrecido nuestro conocimiento.
El ayuno de este día es un hecho bisagra, que cambiará nuestra suerte (heredad y destino) de una buena vez. Luego de este ayuno profético comprenderemos cuando la Escritura dice “… diga el débil fuerte soy..” (Joel 3:10), porque todo lo que nos parecía imposible, comenzará a verse de otra manera, o sea posible. El cambio es inminente, veremos como el tiempo es el testigo y la tierra escenario de esta conmoción celestial. Este tiempo es principio de cumplimiento de lo que Jesús le revela a sus discípulos en Lucas 21:11 “…SEÑALES DEL CIELO…” ¡La única manera para que las señales del cielo se produzcan, es que los que tenemos incidencia en dicha dimensión, comencemos a creer concretamente en ello!
Cuando la Reina Ester ayunó también lo hicieron su doncellas (Ester 4:16), esto significa, que debemos esforzarnos a cambiar nuestra manera de pensar (arrepentimiento), las doncellas representan nuestras actitudes almática, que han producido pensamientos idealistas, pero sin incidencia trascendental en nuestra vida. En pocas palabras es como cuando en un concurso de belleza las candidatas dicen: “quiero la paz mundial”. Esto es más del pensamiento mágico y místico de las mentes religiosas. Placebos mentales que, aunque sabemos que son quimeras inalcanzables, igualmente nos gusta usarlos para adormecernos en ellos. Esto principalmente dejará de ser en nuestras vidas. Sometamos pues  a nuestras doncellas a ayunar.
El Rey estará como siempre esperándonos en Su Trono, dispuesto a extender Su cetro y nos preguntará cuál es nuestra petición. Deberemos ser sabios y saber preparar el ambiente adecuado para pronunciar nuestros deseos (Ester 5). Preparémonos para hacer un banquete. No olvidemos ningún detalle, porque el que quiere nuestra destrucción está invitado también  (Revelaciones 12:10), pero esta vez  tal cual Amán, no tendrá su victoria.
Así como la actividad de Mardoqueo, representa la acción del Espíritu Santo en nosotros, Amán también expone como piensa el hombre  fuera de la voluntad del Padre. Amán es la manera destructiva de pensar (mente religiosa) que llama el juicio del Rey sobre la tierra.
Con este ayuno, tal cual Ester, tenemos, como la Amada del Eterno Rey, la posibilidad histórica de cambiar nuestro destino para siempre. Eso si decidimos seguir el consejo del Espíritu Santo (representado en la historia por Mardoqueo) o también podemos ser víctimas de los caprichos destructivos de un Amán (Satanás) implacable.
Desde hoy el botín de nuestros perseguidores puede quedar en nuestras manos, el decreto a nuestro favor también se ha publicado en las esferas celestiales. Los mensajeros saldrán a toda prisa  con lo que nosotros publiquemos (Ester 8) ¿Qué decidiremos publicar en dichos decretos?. En aquel momento todos los judíos se defendieron, de sus perseguidores, hoy por nuestra petición ante el Rey, podremos salvar no solo nuestras casas, sino las casas de muchos.
¿Qué haremos desde hoy? . 
Enriquece esta publicación con tu comentario.
Sean bendecidos
 (Tony Gonzalez– Hijo de Abba y profeta)

El Ayuno de Ester: Instrumento Poderoso que Asegura el Futuro

Por P.A. David Nesher

“Entonces Ester envió esta respuesta a Mardoqueo: «Ve y reúne a todos los judíos de Susa, para que ayunen por mí. Que no coman ni beban nada durante tres días y tres noches. Mis criadas y yo haremos también lo mismo, y después iré a ver al rey, aunque eso vaya contra la ley. Y si me matan, que me maten.

(Ester 4: 15-16)    

 

Lo primero que necesitamos remarcar es que el ayuno es una práctica espiritual que ayuda a bajar el volumen en nuestras búsquedas físicas para enfocarnos con más precisión en nuestra estructura psíquico-espiritual conocida como Neshamáhalma altruista» o «alma elevada«).

Debemos entender que en la mentalidad de Israel esta disciplina facilita el proceso llamado en hebreo «teshuváh» (literalmente «regreso«, «retorno» o «giro«) traducido en los textos bíblicos como “arrepentimiento” (en griego metanoia). Es que en la práctica del ayuno nosotros retornamos a nuestro estado esencial de pureza. Nuestra mente se pone a disposición del Mesías, y Él la llena de Sus pensamientos a fin de volver al mundo material y transmutarlo por medio de la fe.  

Desde este entendimiento espiritual despojaremos al ayuno de todo misticismo pagano con el que las religiones babilónicas lo practican y lo convertiremos en un instrumento apropiado para que el espíritu domine y sature con emunáh (convicción) al alma y está no sea fuente de pasiones e ilusiones.  

Leemos que Ester pidió un ayuno porque sabía que a través de un análisis de conciencia los judíos lograrían la conexión espiritual necesaria para que su misión liberadora de transmutación de destino fuera exitosa.  

Por eso, el propósito de este ayuno es la elevación y la inspiración del espíritu redimido por el Pacto del Eterno. Todo hijo del Eterno sabe que Dios ha provisto un Camino para cambiar ciertas derrotas en victoria y transformar las fortalezas egoicas en autopistas de Su poder y Su gracia.

¡Cuando la derrota mira de frente al rostro de un escogido, la potencia oculta del ayuno y la oración le otorga el poder para lograr descubrir al Espíritu Santo obrando dentro de él!  

Los judíos ayunaron y clamaron en oración el 13 de Adar en preparación para su defensa en contra del decreto de Hamán. Ellos conocían el secreto develado por las Sagradas Escrituras que enseñaban al ejército de Israel a practicar el ayuno cuando iba a la guerra. Los soldados debían meterse a ayunar el día anterior al inicio del tiempo bélico. Esto se contrastaba con los ejércitos seculares paganos, que pasaban el día anterior preparando provisiones y armamentos. Todo israelita conocía que la mejor arma de un hebreo es el reconocimiento de que la fuerza y la victoria vienen solamente a través del Eterno Dios (Jueces 20:26; 1 Samuel 7:6).

Así lo había confirmado el profeta Zacarías desde Jerusalén, cuando recibió el oráculo divino que decía:

 Esta es la palabra del SEÑOR para Zorobabel:
“No con ejército ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho el SEÑOR de los Ejércitos.
«
(Zacarías 4: 6 – RVA)

Ante este edicto imperial proveniente de Hamán el agagueo, los judíos sabían que el ayuno era la clave para el giro del destino, ya que conocían que Moshé ayuno antes de entrar en guerra con Amalek, antepasado patriarcal de Hamán (Éxodo 17:10).  

Para el pueblo de Dios la razón del  ayuno es mostrar que el hombre no prevalece debido a su gran fortaleza física o habilidad, sino sólo gracias a que eleva sus ojos en súplica al Cielo (dimensiones del Reino) y Dios, desde Su Trono, le concede su misericordia para triunfar en la batalla. Además, el hecho mismo de que estamos debilitados físicamente cuando la batalla comienza, nos asegura que ninguna victoria puede ser atribuida a nuestras proezas físicas.  

En la historia de Ester vemos que ella ayunó durante tres días y tres noches y oró por su pueblo, cubriendo la cabeza con polvo y pidiendo también al pueblo que ayunase. Al tercer día vemos a Ester transformada, pasando de su monótona vida palaciega a la acción. En esta actitud se presenta al rey, «aun en contra de su orden y si he de morir, moriré» (4,16).

La heroína renuncia a su vida de lujo y esplendor para compartir la suerte de su pueblo calumniado y perseguido.

El ayuno ayudó a Ester a vencer el miedo al hombre, y hasta el miedo a la muerte, y de ese modo recibió una unción de denuedo que la condujo a manifestarse valientemente delante del rey de Persia.

Ella aprendió en esos tres días de ayuno a dejar en las manos de Dios absolutamente todo, incluso su futuro y hasta sus enemigos.  

El relato de Ester muestra cómo el Eterno oyó las súplicas y atendió el ayuno de Su pueblo y el mismo día en que los persas tramaban exterminar al pueblo, lo israelitas fueron quienes enfrentaron y derrotaron a sus enemigos y eliminaron en todo el reino setenta y cinco mil adversarios, a parte de los que eliminaron en Susa, la capital del imperio Persa. Y ningún israelita murió, ya que no fue la fuerza o la destreza bélica lo que imperó, sino el Espíritu de Dios que los acompañó.  

Al participar en este ayuno en particular nuestros corazones se sujetarán al correcto paradigma bíblico de que los mortales tienen límites, pero Dios  puede conseguir lo imposible.  

En el libro de Ester se nos revela que el ayuno es un asunto serio con Dios. ¡El ayuno lo cambia todo! 

Amados discípulos de Yeshúa, los exhorto a practicar este ayuno junto a todos los primogénitos del Monte Santo ya que sé que lo inspirará y fortalecerá para pelear la buena batalla porque sabemos que Dios ya nos ha dado la solución.  

¡Anímense y traigan la gloria de Dios a su vida, a su asamblea, a su ciudad y a su nación a través del poder secreto de las tefilot (oraciones) elevadas en el Ayuno de Purim.

Shalom Alejem!

Yom Kippur: un ayuno de alegría que echa a Azazel al desierto

Por P.A. David Nesher

En el Evangelio de San Marcos 9: 14-29 se nos relata que los discípulos de Yeshúa no pudieron echar fuera un demonio de un niño epiléptico. Entonces el Mesías apareció en la escena, y de una forma sencillísima, reprendió al espíritu inmundo, y el demonio tuvo que abandonar aquel cuerpo joven, quedando el muchacho integralmente sano.
Los discípulos le preguntaron al Señor: ¿ Por qué no pudimos nosotros expulsarlo? Les dijo: Ese género no puede ser expulsado sino con oración y ayuno. En esta sentencia, el Maestro, dejará bien claro que cierto género de demonios , de ninguna manera salen de un alma humana, si no es con oración y ayuno. (versículo 29).
La oración con ayuno nos da la autoridad y poder para reprender demonios. Nos es muy necesario recordar que el Cristo Resucitado dijo: «En mi nombre echarán fuera demonios»(Marcos 16:17). Esas palabras se refieren a una promesa específica que tiene que ver con las señales que seguirán a los que creen en el Evangelio del Reinado de Yahvéh. Por lo tanto, y como se trata de una autoridad que el Señor dio a los creyentes, para que se manifieste plenamente es necesario ayunar sujetos al Propósito Eterno de Dios.
Si algo necesitamos en estos días finales y decisivos es poder contra el diablo para así liberar a los oprimidos.
 Al preguntarle los discípulos porque no habían podido echar fuera al demonio, él dijo: «POR VUESTRA FALTA DE FE» y añadió: «Pues estos no salen sino con oración y ayuno«. Ahora, Yeshúa revela una cosa más: para tener el don carismático de FE había que orar y ayunar.
Si analizamos la proclamación del profeta Isaías citada en el cap. 58, vers. 6 vemos que dice: «¿No es más bien el ayuno que yo escogí, desatar las ligaduras de impiedad, soltar las cargas de opresión, y dejar libres a los quebrantados, y que rompáis todo yugo?«. Cuando Yavhéh, por medio del profeta, habla del «ayuno que yo escogí», lo hace refiriéndose al ayuno ordenado por Él mismo en la Torah para celebrar el Yom Kippur (Día de la Expiación), ya que ese es el único ayuno escogido por Abba Padre. Bien, si prestamos atención a Sus palabras notaremos que se nos revela que dicho ayuno más que una parte de un ritual anual, perseguía la vivencia de la Verdad espiritual. Es decir, que según Yahvéh, el ayuno del Día de la Expiación, implica romper las ataduras satánicas establecidas sobre los seres humanos.
Por todo ello, creemos que a través de este Ayuno del DÍA DE EXPIACIÓN (Yom Kippur), muchas almas oprimidas por Satanás serán liberadas. Este es el ayuno que el Eterno ama pues trae salvación a todos los perdidos. Con este ayuno, escogido por Yahvéh, se rompen las ligaduras del diablo que atan a tus seres queridos y estos vienen al Mesías, son salvados en su poder redentor e incorporados a Su Cuerpo Mesiánico en la Tierra. Entonces, comprendemos que con el ayuno de esta fiesta se obtienen grandes victorias que glorifican al Eterno Dios y llenan de gozo nuestros corazones. En este día especial el eterno nos activa el don de la fe y lo hace un arma poderosa para presentar la más clara señal de lo mesiánico en este planeta: el poder de echar demonios.
¡No dejemos pues de celebrar esta fiesta como Él mismo lo estableció! ¡Veremos una avivamiento en nuestras vidas que transformará nuestro exterior!
Una bitácora que recomiendo leer y meditar para completar estas ideas es:
¿Cómo Debo Festejar Yom Kippur?

El Ayuno: Herramienta para Avivar el Fuego Interior

«Pero yo, cuando ellos enfermaron, me vestí de cilicio; afligí con ayuno mi alma, y mi oración se volvía a mi seno«
(Salmo 35:13) 

Es asombroso ver aquí cómo el rey David quería identificarse con el dolor por gente que él conocía y estaba enferma. Para lograrlo, cuenta que se vistió de cilicio, que es una forma profética de humillarse. A este acto, el rey-profeta le sumó el ayuno como instrumento propicio del espíritu humano que está en comunión con el Espíritu Santo del Eterno Dios.

 

Por todo esto, es importante decir que el Dios Verdadero instituyó el ayuno por primera vez en el día de la Expiación, el décimo día del séptimo mes. Esté día, los israelitas tenían el mandamiento de «afligir el alma» o hacer morir de hambre el alma (centro de residencia del ego, la falsa identidad del hombre).

Ayunar, según la revelación del Eterno, significa empobrecer el alma. Hacer que el alma no sea un instrumento de poder para el caos del sistema de cosas que gobierna la serpiente. Esto se logra a través de la concentración que se hace rehusándose a la subsistencia de las obras de la carne, por medio de abstenerse de alimento.

El ayuno en las sagradas escrituras descansa sobre la verdadera auto-humillación y penitencia. Entendemos por penitencia al  acto o acción que el hijo arrepentido realiza para manifestar exteriormente el poder del arrepentimiento que ha provocado el deseo de reparar todo daño efectuado contra el Propósito Eterno de Yahvéh.

El ayuno es el método de Dios para subyugar el alma carnal bajo la soberanía de Su Santo Espíritu.
El ayuno es un acto que permite expresar y demostrar pena por el pecado., Es justamente una manifestación externa de la pena y dolor interno por el pecado. Es de este modo como el Eterno nos ayuda a humillar nuestra naturaleza carnal debajo de su mano sublime y poderosa.
El ayuno aclara y libera nuestras mentes para entender lo que Dios está diciendo a nuestros espíritus. Esto condiciona nuestros cuerpos para llevar a cabo su perfecta voluntad. Al perseverar a través de las molestias físicas iniciales y mentales, experimentaremos una calma de alma para concentrarnos en las cosas de Dios sin que ni siquiera los apetitos legítimos del cuerpo interrumpan la dulce comunión con el Señor.
Esto fue lo que pasó con el Señor Jesucristo cuando ayunó cuarenta días y cuarenta noches, y lo mismo con Moisés y con Elías. Ellos alcanzaron ese grado mental en el que el ingerir alimento dejó de ser atractivo en comparación de la delicia de la comunión con el Señor.
En estas circunstancias, la persona que ayuna se hará más dócil a la guía del Espíritu Santo.¡Lo milagroso comienza a fluir sin obstáculo alguno!
Lo más interesante es que después de que el Señor Jesucristo terminó de ayunar, dice el Nuevo Pacto en Lucas 4: 14 que Jesús volvió en el poder del Espíritu a Galilea, y se difundió su fama por toda la tierra de alrededor.
De todo esto, se nos revela que el ayuno trae avivamiento personal y agrega poder a nuestras oraciones. Esto último tiene su explicación en el hecho que ayunando nos ponemos más sensibles a la guía del Espíritu Santo y podemos discernir mejor la voluntad de Dios en determinado asunto y en consecuencia podemos orar pidiéndole conforme a su perfecta y agradable voluntad y no de acuerdo a la nuestra.
La palabra de Dios garantiza que todas las oraciones hechas en Su voluntad serán respondidas favorablemente por Dios Su Gracia y Poder.
En esto quisiera ser enfático, el ayuno no es la forma de torcer el brazo del Eterno para obligarlo a que haga lo que nosotros queremos. El ayuno no es un método para chantajear a Dios. Debe quedar bien claro, en nuestro entendimiento, que el ayuno no hace que automáticamente cualquier oración nuestra va a ser respondida por Yahvéh favorablemente. Lo que sí hace es crear la oportunidad de adorar en espíritu y verdad, de auto examinarnos delante del Eterno, confesar cualquier cosa que esté mal en nuestras vidas, pedir perdón por ello y discernir la voluntad perfecta del Padre para nuestras vidas a fin de pedirle conforme a esa voluntad.
En este escenario de cosas, el Eterno siempre hará algo especial para usted, bien sea interna o externamente, o ambas cosas. Lo cierto es que cuando usted se niega a sí mismo y enfoca su amor, fe, y obediencia solamente en Él, las circunstancias serán invadidas por la intervención de Su benevolencia, generando eventos milagrosos en su historia.

Diez tips para adelgazar sin enfermar

Por:  Dr. Máximo Ravenna
1) Respetar las cuatro comidas. No compensar alguna de ellas bajo el argumento de que se comerá más durante la cena.
2) Elegir verduras y frutas frescas. Incluirlas en todas sus variedades. Nos aportan una gran variedad de vitaminas, minerales, fibra y agua.
3) Tomar 3 litros diarios de líquidos. Esa es la cantidad mínima que debemos ingerir. Puede ser a través de infusiones frías, bebidas light sin calorías, agua, caldo, gelatina light, etc.
4) Seleccionar alimentos de bajo índice glucémico. Son beneficiosos para el manejo de la diabetes y la obesidad. Algunos ejemplos son las cerezas, ciruelas, pomelos, duraznos, peras, lentejas, leche, yogur, tomate y verduras de hoja verdes.
5) Limitar al máximo las harinas refinadas. Las encontramos en los productos de panadería, galletitas, fideos, etc.
6) Cuidar la medida. En especial en aquellos alimentos que resultan adictivos como las nueces, las almendras, el turrón, el pan dulce, etc.
7) Seleccionar alimentos frescos. Elegir los de baja densidad calórica.
8) Agregar legumbres en las ensaladas. Como las habas, los garbanzos, los porotos y las lentejas.
9) Incluir proteínas en las ensaladas. Puede ser a través de la pechuga de pollo, el atún al natural, el huevo o la clara de huevos, el queso magro pavita y las carnes rojas magras.
10) Reducir el alcohol. Se debe tomar de forma moderada.
FuenteEntre mujeres

El ayuno: Consejos prácticos a tener en cuenta

 «Por eso pues, ahora, dice Yahvéh, convertíos a mí de todo vuestro corazón, con ayuno y lloro y lamento. 

Rasgad vuestro corazón, y no vuestros vestidos, y convertíos a  Yahvéh vuestro Dios; porque misericordioso es y clemente, tardo para la ira y grande en misericordia, y que se duele del castigo. 

¿Quién sabe si volverá y se arrepentirá y dejará la bendición tras de él, esto es, ofrenda y libación para Yahvéh vuestro Dios? 

Tocad trompeta en Sión, proclamad ayuno, convocad asamblea. 

Reunid al pueblo, santificad la reunión, juntad a los ancianos, congregad a los niños y a los que maman, salga de su cámara el novio y de su tálamo la novia. 

Entre la entrada y el altar lloren los sacerdotes ministros de  Yahvéh, y digan: Perdona, oh  Yahvéh, a tu pueblo, y no entregues al oprobio tu heredad, para que las naciones se enseñoreen de ella. ¿Porqué han de decir entre los pueblos: Dónde está su Dios?. 

Y  Yahvéh, solícito por su tierra, perdonará a su pueblo.«

Joel 2:12-18

 

En esta porción de la Escritura se nos habla acerca del ayuno. Dice que debemos:

  • proclamarlo,
  • convocar asamblea,
  • reunir al pueblo
  • y clamar a nuestro Dios de todo corazón.

Es decir, que debemos clamar a nuestro Dios con un corazón sincero y abrirle las puertas de nuestra interioridad, para que él entre hasta lo más profundo y saque del mismo todo aquello que no sea de su agrado. De este modo todo obstáculo o barrera que impida una perfecta comunión con Dios sea derribado y el ayuno sea agradable a Yahvéh. Toda fortaleza mental del sistema anti-Dios caerá, toda ligadura será desatada, toda cadena será rota, nuestra alma será sanada, también nuestra salud será beneficiada y todo esto redundará en un avivamiento de reforma personal, familiar, de nuestra iglesia y nuestro país. ¡Pidamos ese avivamiento de reforma apostólica!

DEFINICIÓN DE AYUNO:

Abstinencia voluntaria de comer, por un período de tiempo. Un ayuno consiste en abstenerse de ingerir alimentos en forma total o parcial, con la finalidad de lograr un propósito determinado y durante un tiempo definido.

 

Etimológicamente la palabra ayuno viene de la combinación de dos palabras griegas: NESTEU= No. ESTHIO= Comer.

Antecedentes del ayuno en la historia de la Medicina:

Hipócrates, padre de la medicina, en su tiempo conocía el ayuno, sus etapas y efectos.

Avicena, famoso médico del antiguo Egipto, le indicaba a sus pacientes más críticos el ayuno.

Otros médicos del siglo XVI y XIX como Paraselso y Hooker Dewer, también indicaron el ayuno a sus pacientes con excelentes resultados.

A mediados del siglo XIX fue declinando su uso, pero luego se reactivó y comenzaron a realizarse investigaciones acerca del mismo, cuyos resultados arrojaban rejuvenecimiento y prolongación de la vida.

En el siglo XX se continuó utilizando el ayuno hasta nuestros días en los que se ha comprobado que el ayuno permite al organismo concentrarse en la eliminación de las moléculas viejas, por eso es un poderoso y eficaz desintoxicante profundo, ofrece al aparato digestivo un descanso, mejora la absorción y la asimilación de nutrientes, mejora la coordinación de los diversos órganos y sistemas, rejuvenecimiento y prolongación de la vida.

Entre los efectos terapeúticos más destacados podemos señalar la mejoría en problemas de salud como: obesidad, hipertensión, litiasis renal, problemas vesiculares, venas varicosas, artritis, ateroesclerosis, etc.

Antecedente del ayuno en las Escrituras:

 A lo largo de toda la Biblia observamos la práctica del ayuno por hombres de Dios como Moisés, David, Daniel, Pablo, Cornelio, la iglesia, los discípulos de Juan el Bautista y el mejor ejemplo lo encontramos en nuestro Señor Jesucristo, quien ayunó cuarenta días con sus noches después de ser bautizado.

La Palabra de Dios, no nos señala el porque se debe de ayunar por cierto tiempo, lo que sí se nos dice es que se ayunaba en ocasiones especiales como las que señale al principio, pero si podemos observar que se menciona que se ayunaba por ciertos períodos de tiempo específicos.

Encontramos en las Escrituras ayunos de:

  • 1 día Nehemías(Neh. 9:1,3); Fariseos (Lucas 18:12); Pueblo (1Samuel 7:6)
  • 3 días Ester (Ester 4:16); Pablo (Hechos 9:9)
  • 21 días Daniel (10:3-4)
  • 40 días Moisés (Éxodo 34:28); Cristo (Mateo 4:2); Elías- (1 Reyes 19:8).

PROPÓSITO O FINALIDAD DEL AYUNO

 Cuando alguien proponga en sui corazón hacer un ayuno, deberá establecer claramente la finalidad o finalidades del mismo, es decir que el ayuno puede ser por un problema espiritual, de salud, o consagración, etc.

LO QUE NO ES EL AYUNO

El ayuno según las Escrituras no es:

  • Una penitencia en forma de castigo, para enmendar errores cometidos.
  • Un sacrificio para aplacar la ira de Dios.
  • Un rito mágico para obtener favores especiales de Dios.
  • Una dieta piadosa para rebajar de peso.Aguantar hambre. Recuerde el objetivo del ayuno es para ser saturados de la Gracia divina.

El ayuno debe de tener como punto de partida la invitación que el Señor nos hace para que le busquemos de una manera más íntima, las demandas de esta invitación se aceptan gustosamente y voluntariamente para crecer en la vida espiritual.

Con la abstención de los alimentos estamos indicando que todo lo material y personal queda relegado a un segundo lugar y que lo más importante es la comunión con Dios y además se procura eliminar toda preocupación y distracción para estar con Él.

TIPOS DE AYUNO

1º Ayuno Completo:

  • Ayuno absoluto: no se ingiere absolutamente nada, ni sólidos, ni líquidos. Lo máximo que debe durar son tres días, porque puede ocasionar problemas para la salud. Lo más usual son uno a dos días.
  • Ayuno Hídrico: es aquel donde solo se ingiere agua y puede durar de uno a cuarenta días. Cuando pasa de tres días debe ser vigilado por el médico.

2º Ayuno Parcial:

  • En contenido: es aquel donde la persona se abstiene de ingerir algunos alimentos. Se ingieren jugos de frutas, las frutas como tales, vegetales crudos o cocidos, té de plantas medicinales (no consumir té negro, ni café), agua.
  • En tiempo:me indica los días de duración del ayuno, va de uno a cuarenta días y puede ser: ultracorto, corto, mediano, largo y ultra largo.

DIETA DEL AYUNO PARCIAL

 Mañana: De tres a cinco vasos de agua apenas te levantes. Luego jugos de frutas, infusiones de plantas medicinales.

 

Mediodía:  Frutas o sus jugos, jugos de hortalizas, sopas de vegetales, ensalada de vegetales crudos o cocidos, agua.

 

Tarde:  Agua, jugos de frutas, infusiones de plantas medicinales (té verde, manzanilla, malojillo, toronjil, boldo b etc.).

 

Noche:  Caldo de vegetales, ensalada de vegetales, agua, frutas.

 

Nota: La última comida del día debe ingerirse entre 6 p.m. y las 8 p.m.

Durante el ayuno se puede ingerir hasta 10 vasos de agua al día. No debe tomarse fría, sino a temperatura ambiente. Debe ser agua mineral o hervida. Si el agua es hervida debe pasarla varias veces de un envase a otro.

Es preferible no endulzar los jugos, pero si los prefiere más dulces usar miel de abejas o edulcorante.

Durante una ayuno NO se comerá pan, ni margarina, ni mantequilla, ni mayonesa.

Las frutas y las hortalizas no deben combinarse en la misma comida y deben ser naturales y frescas, no deben ser enlatados, ni pasteurizados.

No ingeriera leche, ni productos lácteos.

Aderezar las ensaladas con aceite de oliva, limón o vinagre de manzana y poca sal.

QUE PODEMOS HACER MIENTRAS SE AYUNA.

 En lo personal, considero que existe una variedad de cosas que se pueden hacer mientras se ayuna, entre ellas yo recomiendo las siguientes:

  1. Oración [especialmente en los tiempos de comida].
  2. Estudio de la Palabra de Dios.
  3. Lectura de literatura espiritual referida al Espíritu Santo y lo sobrenatural del Reinado de Yahvéh.
  4. Escuchar música de alabanza y adoración.
  5. No dedique el tiempo para ver la TV y las redes sociales (mantenerse desconectado de estos medios).
  6. No dedique el tiempo para leer periódicos u otro tipo de lectura que no le va a edificar.
  7. En ayunos largos puede tomar algunas siestas cortas.
  8. Medite todo el tiempo que pueda en el Señor.
  9. Tenga a mano una lista de cosas por las cuales esta ayunando y orando.
  10. Tenga a mano lápiz y papel para hacer anotaciones de toda palabra que el Eterno coloque en su interior por medio de la Voz de su Santo Espíritu.
  11. Los casados deben evitar las relaciones sexuales.

CONTRATIEMPOS DEL AYUNO 

Durante el ayuno se pueden presentar una serie de dificultades, entre ellas tenemos:

Hambre: generalmente aparece durante el primer día del ayuno, pudiendo persistir hasta el segundo a tercer día. Cuando aparezca hambre fuera del horario de las comidas, debe tomar agua.

Mal aliento o alitosis: aparece desde el primer día. Para combatirlo se requiere de cepillado de los dientes, pasarse hilo dental entre los dientes, gargarismos, masticar clavitos de olor. La alitosis durante el ayuno solo dura los tres primeros días y es una buena señal de la puerificación que el organismo está teniendo en este proceso.

Dolores: el dolor de cabeza puede aparecer desde el primer día. También pueden ocurrir dolores abdominales, lumbares, o en otras zonas. Estos dolores pueden mejorar con la aplicación externa de aceite de ajonjolí, o de maní, o aceite de ricino, si el dolor es muy intenso y no cede debe consultar al médico.

Mareos: pueden aparecer antes del séptimo día en forma espontánea, también durante esfuerzos intensos, si esto ocurre se recomienda disminuir la intensidad de la actividad. Los cambios bruscos de posición pueden originar mareos, se recomienda realizar estos cambios sin prisa. Si los mareos son frecuentes se recomienda el reposo, si no cede consultar al médico.

Malos olores: mal aliento, mal olor del sudor, secreciones respiratorias, orina de olor fuerte. Para combatir los malos olores debe asearse frecuentemente. Recuerde que todo estos olores son producto de la desintoxicación que el ayuno está provocando en el organismo.

Abstenia: es la pérdida de las fuerzas, si es muy persistente y no cede debe suspenderse el ayuno.

Adelgazamiento: durante el ayuno parcial se pierde peso, dependiendo de la ingesta de cada persona. Esto no es nada malo.

Familiares y amigos: ellos ignorando las ventajas y beneficios del ayuno, criticarán a la persona que está ayunando e insistirán en que debe suspender tal práctica.

PASOS BÁSICOS PARA LOGRAR UN AYUNO EFICAZ:

 

– Establezca su objetivo o finalidad.

– Haga su compromiso con Dios.

– Planifique su tiempo con Dios.

– Prepárese física y psicológicamente.

– Prepárese espiritualmente (oración y meditación en la Palabra).

– Evitar situaciones que distraigan.

– Entre y salga del ayuno en forma adecuada acción de gracias, alabanza y peticiones.

– Espere con fe y alabanza por los resultados.