«Acuérdate del día del sábado para santificarlo. Seis días trabajarás, y harás toda tu obra, mas el séptimo día es reposo para Yahwéh tu Elohim; no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas. Porque en seis días hizo Yahwéh los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, Yahwéh bendijo el día de reposo y lo santificó.»
(Éxodo 20:12)
Tan pronto cae el sol el sexto día de la semana comienza el Shabat semanal que el Eterno nos ha ordenado en Su Torah guardar y santificar. Desde ese momento, y por 25 horas, suspendemos todas nuestras actividades normales del resto de la semana, y entramos aseados, cómodamente vestidos y relajados en el santo reposo de Yahwéh quien una vez más nos dará de Su Shalom (Paz).
Al partir de ese momento no regocijamos de que no tenemos que trabajar durante las siguientes 25 horas. Tanto nuestro corazón, como también nuestra boca, se llenan de gratitud a Yahwéh por el Shabat, pues de otra forma seríamos esclavos de este mundo los 365 días del año romano, o los 355 días del año hebreo, sin descanso como le pasa a los hombres cautivos del sistema del gran dragón y su bestia.
En el transcurso de esta jornada tenemos que estar felices de que estamos ante la Presencia de Nuestro Abba, el Amo y Creador del Universo. Es bueno ya estar alegres en el atardecer del inicio (viernes a la tarde) y así continuar todo el día del Shabat propiamente dicho a fin de permitir que el Espíritu de YHVH haga Su obra eficazmente en nosotros, nuestra familia y nuestra asamblea de hermanos. Hay una alegría correcta y es justamente esa que surge de la voluntad humana que determina esta actitud en su mente y no necesita esperar los efectos de algún estímulo químico exterior (vino, bebidas alcohólicas, tabaco, drogas, etc.).
Además de en este día nos obligamos a conscientizarnos que no estamos solos en este arte de gobierno espiritual, sino que formamos parte de un compañia de santo (los kodeshim) que son nuestros hermanos mesiánicos redimidos en la sangre bendita del Cordero de Gloria. De esa forma, a través de las oraciones, logramos mantenemos unidos con todos ellos por el espíritu, sin importar la distancia. Esa es la actitud correcta para recibir el Shabat.
El mandato divino es a que nadie en la casa quebrante el Shabat. Recordemos que Shabat significa REPOSO, y por lo tanto la esencia misma de la palabra nos demanda reposar de nuestras actividades cotidianas, trabajos y aún recreos normales. Meditando en esto, y para que podamos colocar una praxis correcta a nuestros actos del día sábado les comparto el siguiente listado de cosas que no podemos hacer durante este bendito día:
- No llevar cargas pesadas (Jeremías 17:21-22).
- No comprar ni vender (Nehemías 13:15-21).
- No encender fuego (Éxodo 35:3).
- No hablar asuntos personales, ni buscar la voluntad propia (Isaías 58: 13-14). Evitar el habla de temas mundanos y polémicos, lo que las Escrituras llaman vanidades.
Lo que debes procurar hacer sí o sí se resume en estos dos puntos:
- Permanecer en tu lugar de reposo (Éxodo 16:29). Esto se refiere a no salir de la ciudad donde se vive (a no ser que surja una emergencia de imprevisto, naturalmente).
- Adorar a YHVH en Espíritu y Verdad (Isaías 66:23; Juan 4:22-23).
Después de leer esto, necesitamos mantener despierto en nuestra conciencia el paradigma de que la Torah prohíbe «hacer nuestro propio deleite» en el Shabat. En un Shabat debe hacerse todo lo que corresponde a lo espiritual, a la comunión y al bien a otras personas. Pero no deben hacerse como una carga sino como un disfrute que nos llena de gran gozo. Por lo tanto, en este día tenemos que estar deseosos solamente de trabajar a favor del Reino Milenario de Yeshúa, pues eso es lo que representa el Shabat semanal a nivel terrenal. Por eso Nuestro Amo dijo «Yo soy el Amo del Shabat,» y es este paradigma el que debe gobernar todos los pensamientos que desarrollemos durante esas horas de comunión espiritual. Así entenderemos que con aquellas palabras Él realmente estaba diciendo mucho mas«Yo soy el Rey del Shabat Milenario.» Ese es el Shabat más grande que existe, aunque todavía no ha llegado. Nuestro rol es edificarnos y edificar a otros para estar preparados antes de que venga el verdadero Shabat de nuestro Eterno Dios… de lo contrario no podremos entrar allí.
A esta altura de mi bitácora quiero aconsejarles que entiendan que nuestro amado Mesías Yeshúa nos dejó un legado de interpretación de la Torah (Yugo) que es digno de atesorar por todos los verdaderos adoradores. Sugiero estudiar el relato del evangelista Mateo para ver cómo Yeshúa enseñó que hacer el bien y sanar enfermos en sábado está en armonía con el principio del reposo sabático. Sin embargo él no se pasaba buscando enfermos en sábado para sanarlos. Los sanaba porque ellos venían a él y le pedían sanidad. Él no los rechazaba pero tampoco los buscaba.
Para realizar con éxito el trabajo espiritual que en este día el Eterno desea que hagamos, conviene recordar que en el Shabat semanal se lee la Palabra de Yahwéh, se puede escuchar un mensaje en CD o DVD, se pueden hacer preguntas y respuestas, y se puede poner música apropiada para el Shabat y/o tocar instrumentos con cantos.
Con toda esta praxis lograremos que nuestra vida encarne la revelación de que el sábado es un día muy especial, porque viene desde el mismo principio del origen de nuestro planeta Tierra, porque en la primera semana el Eterno terminó su creación del cielo, la tierra y todas las cosas que en ellos hay, descansó el séptimo día y dio una bendición especial y santificándolo como día de descanso desde el mismo principio de la creación de nuestro planeta Tierra.
YHVH ha separado este día para nosotros. Este tiempo es verdaderamente especial. Debemos entender que el Creador, nuestro Abba, ha reservado este día para estar “especialmente” con nosotros a través del Espíritu de Su Hijo. Debemos sentirnos privilegiados que YHVH deseara estar en íntima comunión con nosotros, por lo tanto no debemos pasar un Shabat distraídamente o indolentemente.
Anhelo que nuestro Abba guarde a todos y cada uno de Uds. y los ayude cada día a servirlo con perfección y en excelencia de vida..
¡Nos gozamos en Shabat y estoy convencido que poco a poco iremos aprendiendo a guardarlo mucho mejor!
CONSEJO: Seguramente podrá servirte en tu Shabat escuchar esta enseñanza: El Poder del Reposo
Muchas gracias por esta enseñanza, muy apreciada y valorada en mi familia. Shalom.
Gracias por la impartición de sabiduría para cada semana anhelar este día. Shabat shalom.
En verdad agradezco cada pauta y enseñanza acerca de esta instrucción en la cual no fuimos preparados…De los «10 mandamientos» éste y pocos más como el que va contra la idolatría, es como si hubieran sido suprimidos de los sermones dominicales y como que estaban ahí para rellenar los «mandamientos». Reconozco que poco a poco voy incorporando cada rito sin perder de vista el pasaje de Isaías 58:13 que marca los lineamientos «espirituales» de guardar el sábado y en verdad, me permite ir ajustándome a obedecer esta instrucción e ir sacando en cada shabat lo que Babilonia por muchos años se encargo de engañarme. Una vez más agradecida por su servicio y también por su testimonio diario. Shalom!!!