Secretos Develados

Mujer Pura… Instrumento Divino de Salvación…

«Habló Yahvéh a Moisés, diciendo:
Habla a los hijos de Israel y diles:
La mujer cuando conciba y dé a luz varón, será inmunda siete días; conforme a los días de su menstruación será inmunda.
Y al octavo día se circuncidará al niño.»

(Vayikrá/Levítico 12: 1-3)

 

La Torah comienza aquí la pedagogía de las leyes del parto y, especialmente, los detalles que incluyen las leyes de «pureza e impureza» (tumáh y taharáh), importantísimas para la excelente comunicación en una familia, con el Eterno y con los componentes de la misma.

Antes de sumergirnos en esta magnífica enseñanza del Eterno, debemos aceptar que la traducción de la Torah a los distintos idiomas ha sido una de las grandes dificultades que enfrentamos cotidianamente. Ello impide entender a cabalidad conceptos fundamentales de nuestra fe. Muchas de las palabras no tienen definición precisa al español porque expresan ideas espirituales que no tienen paralelo en nuestra cultura latina; ejemplo de ellos son los vocablos «Taharáh» y «Tumáh«, sistemas que recibirán un tratamiento prominente en este capítulo. Los grandes exégetas de Israel coinciden en que los vocablos «Taharáh» (puro), y «Tumáh» (impureza), generalmente traducidos como pureza e impurificación, no son criterios médicos, sino conceptos de carácter moral y en relación con lo sagrado. Los invito entonces a considerar la significaciones hebreas de estos términos, y sus implicancias en el alma creyente.

¿Qué es Puro dentro de los parámetros de la Revelación de la Torah?
  • Puro es todo aquello que favorece o promueve la vida (hbr. Tahor).
  • Impuro es lo relativo a la cesación de vida (hbr. Tamhé).

Recordemos que, por medio de la codificación del libro de Vayikrá, los israelitas recibieron el secreto de la reverencia. Ésta es la actitud que permite valorar el propósito de la vida humana, y estimula a cada individuo a buscar el perfeccionamiento y la plenitud de la misma. La reverencia se convierte en un instrumento psíquico-emocional que permite un acercamiento correcto al Creador, y establece una comunión que promueve de esclavos del Eterno a amigos de Dios.

Teniendo en cuenta lo expresado hasta aquí, es importante entonces aceptar que las expresiones hebreas “Tahor” (puro) y “Tamhé” (impuro) son conceptos que refieren a un estado espiritual y no a aspectos físicos, emocionales, sociales o mentales, tal como los parámetros errados de la religión lo ha expresado en sus dogmas. Puede resultar difícil de comprenderlos, pues muy frecuentemente han sido traducidos como “limpio” y “sucio” respectivamente, o ideas similares que llevan a asociar la impureza con algo manchado, echado a perder, mugriento o inmundo.

Por ello, la más acertada definición de “puro” que podemos ofrecer sería “lo que está conectado con la Fuente de la Vida”. En tanto que “impuro” es lo que en algún grado está desconectado de la Fuente de Vida, y ha comenzado a errar su blanco. Éste precisamente es su desequilibrio, que repito, no es un pecado, ni una enfermedad ni una suciedad. Es una situación o posición espiritual. “Tahor” (puro) y “Tamhé” (impuro) son conceptos que refieren a un estado espiritual y no a aspectos físicos, emocionales, sociales o mentales. Insisto: puede resultar difícil de comprenderlos, pues muy frecuentemente han sido traducidos como “limpio” y “sucio” respectivamente, o ideas similares que llevan a asociar la impureza con algo manchado, echado a perder, mugriento o inmundo, que merece exclusión condenatoria. Debes entenderlo perfectamente: puro no significa bueno, como impuro no significa malo. Eso debe estar claro en tu mente. Tampoco puro es algo limpio, ni impuro es algo sucio. Tenlo presente.

Impuro (Tamhé) es lo que arremete contra los designios del Eterno. Es decir, que algo en el sistema espiritual del impuro está en desbalance a causa de la influencia de la serpiente y su sistema de cosas. En cambio, puro es aquel que está en sintonía excelente con la Divina Voluntad.

En el capítulo anterior (Vayikrá 11:47) se nos enseña que por impuro se debe entender aquello que hace creer (la ilusión de) que no hay un plano espiritual que rige sobre el plano físico. Como cuando se ve un cadáver, que es algo inerte, frío, vacío de sentido. Como cuando se ve en el ciclo menstrual un mero proceso físico, que no tiene relación con la vida.

Cuando se hace «algo» a un «alguien» se está en estado de impureza.

Para entenderlo mejor, vamos a considerar a cómo los sabios lo han comprendido a lo largo de los tiempos. Ellos dicen que en un principio todo fue creado en pureza a través de dos sistema o polaridad de la Luz (lo masculino y lo femenino). Uno de esos sistemas tiende a conectarse con la limitación y el caos, mientras que el otro está en conexión con lo infinito, y debe esforzarse a tender hacia esas alturas.

Expliquemos esto aplicándolo a nuestra vida personal: cuando deseamos algo solo para nosotros mismos nos convertimos en finitos, o en especies de “agujeros negros” que atraen todo hacia sí; esto significa que estamos conectados con la impureza. El sistema de la pureza es lo contrario, es una conexión con el Creador; con lo infinito; este tipo de “deseo” (o sistema), crea continuidad y un vínculo con la luz del Eterno.

Visto así, descubrimos que la pureza y la impureza no son una cuestión religiosa, sino un asunto de conciencia que se manifestará en pensamientos y acciones. Por causa de la caída de Adam HaRashon y  su esposa Javáh, los dos sistemas se han mezclado con los demás en nuestro mundo pero tenemos libre albedrío para decidir qué camino queremos recorrer, el de la pureza o el opuesto y cada camino que elijamos tendrán su propia historia.

La Mujer: Vasija conectora con el Pecado e Instrumento Profético de la Salvación.

Entonces, comprendiendo las definiciones de qué es puro y qué impuro. Procederemos a analizar y meditar en este texto.

La Instrucción divina deja en claro que después del parto de un hijo varón, la mujer queda en un estado de impureza ritual (en hebreo tamhé), tal como en el tiempo de su menstruación. La palabra hebrea que ha sido traducida como “menstruación» es nidá, que significa “impureza”, “menstruación”, y viene de la raíz nadad, que significa “vagar”, “errar”, “huir”, “alejarse”, “mover”. La idea es que el tiempo de la nidá es un tiempo ideal en el que la mujer debe alejarse de su marido para sanarse de su herida interna (físico-emocional). Según la Torah, este periodo es de siete días (cf. Levítico 15:19). Después del periodo de nidá, ella se sumerge en aguas purificadoras para poder unirse de nuevo a su marido.

En el caso del nacimiento de un varón, la madre se queda en un estado de nidá durante los primeros siete días después del parto. El día del parto es contado como el primer día, aunque sólo quedara una hora o menos hasta la caída del sol. Al final del séptimo día se sumerge en una mikvé (bautismo) para purificarse. Según la enseñanza farisea, luego podrá unirse con su marido. Los saduceos y los karaítas no están de acuerdo con la interpretación farisea, y enseñan que la mujer no podrá unirse a su marido hasta después de los restantes 33 días. En verdad, esta última interpretación parecería estar más cerca de lo que la Torah establece en los preceptos respectivos.

La expresión hebrea «qui tazríah» ha sido traducida aquí como «conciba y dé a luz» o «engendrare». Pero en el rigor mismo de la significación literal, la palabra deriva de «zerah«, que quiere decir «semilla«. Los exégetas concluyen de aquí, que esta expresión (qui tazríah) hace referencia no solamente a un nacimiento normal, sino que afecta también a aquella mujer que no hubiera concluido felizmente su embarazo.

Considerando pues todos estos detalles rituales, se descubre que en este pasaje, el Eterno quiere conducir a cada familia hebrea a reconocer que tanto la concepción, como el nacimiento de un ser humano, es un proceso que califica como verdadero milagro de Yahvéh, que se conecta con una realidad impura: la humanidad caída en pecado. El Eterno envía vida humana al mundo para que se mantenga en sintonía con Él, pero la madre le produce estado de impureza desde el vientre (Salmo 51: 5).

Una mujer que desea engendrar un hijo, primeramente se purifica y después se unirá a su marido. Entonces se asociará un óvulo por ella producido a un espermatozoide emitido por su marido. A través de ello comenzará a gestarse su hijo.

Antes bien, después de purificarse y gestar al embrión, la madre deberá esperar que sucedan numerosos milagros con el fruto de su vientre hasta que se produzca el gran milagro: el nacimiento.

Con este precepto, cada israelita podía meditar en la gran bondad del Eterno especialmente con aquellos que aún no han nacido. El espíritu que se obtenía al cumplir con este precepto, permitía valorar la vida intrauterina, llenando el alma hebrea de gratitud al Creador por proteger la vida humana, incluso desde esos momentos.

Además, los padres del recién nacido reflexionaban en la verdad de que en un mundo perfecto e ideal, no hay dolor, no hay duelo.  Así sería la vida humana en el Edén primordial. Sin embargo, en este mundo caído, cada parto nos recuerda el pecado y el castigo de Adam y Javá.  Vivimos en un mundo limitado por la mortalidad, y somos forzados a darnos cuenta que el niño que nació está destinado a morir.  Esto explica la separación que sigue al parto, la cual es comparada a un duelo. Los padres hebreos, especialmente la mujer-madre, aceptaban que la separación después del parto es duelo, entonces sometían sus almas a una teshuvá por la necesidad del proceso de parto y por la mortalidad del niño nacido en este proceso.  La lógica al requerir un sacrificio por el pecado ahora se hace visible: el parto está tan relacionado con el pecado de Javá, que se identifica totalmente con él, y resulta de él que un sacrificio por el pecado a la culminación de este proceso parece completamente natural.

Una razón por la cual la madre es “Tamhé” es porque cuando da a luz, en ese mismo instante, en su estructura psíquica, se genera un cierto grado de vacío espiritual por la partida de la vida adicional que llevaba dentro, es decir, su bebé. Entonces, el Eterno la llama a “purificarse” a fin de superar esa sensación negativa, y no quedar esclava de ella de por vida, ocasionándole la ilusión de creerse la dueña del destino de ese hijo, y generando obsesiones manipuladoras sobre el mismo.

En realidad, el propósito de esto es hacer que las mujeres, especialmente, se ocupen de estar más interesadas en conocer y respetar las leyes de la «Pureza de la Familia» (Tahorat HaMishpajá). Éstas incluyen códigos de vida como el digno trato entre los cónyuges, la educación en valores de los hijos, el recato en la conducta y vestimenta, el esfuerzo por sostener una familia unida bajo las alas protectoras del Eterno. Eso es lo que el apóstol Pablo recordará al decir:

Pero la mujer se salvará si cumple sus deberes como madre, y si con buen juicio se mantiene en la fe, el amor y la santidad.

(1Timoteo 2: 15)

También te invito a LEER estás BITÁCORAS RELACIONADAS con este Tema:

¡Tres Días Son Tres Días… no Un Día y Medio!… (El Misterio de la Señal de Jonás)

Por P.A. David Nesher

“La generación mala y adúltera busque a un signo; y no se le dará ninguna señal a la misma, sino la señal del profeta Jonás:
Porque así como Jonás estuvo tres días y tres noches en el vientre de la ballena; así estará el Hijo del Hombre tres días y tres noches en el corazón de la tierra. Los hombres de Nínive se levantarán en el juicio con esta generación, y la condenarán, porque ellos se arrepintieron a la predicación de Jonás; y he aquí más que Jonás en este lugar

(Mateo 12:40)

Es natural que aquellos varones y mujeres que no están familiarizadas con la secuencia de las Fiestas Primaverales del Eterno, determinaron un error de conteo al considerar la frase dada en su relato por el apóstol Juan al escribir:

«Entonces los judíos, por cuanto era la preparación de la Pascua, a fin de que los cuerpos no quedaran en la cruz el sábado (pues aquel sábado era de gran solemnidad), rogaron a Pilato que se les quebraran las piernas y fueran quitados de allí»
(Juan 19:31)

Ellos identificaron el día después de la crucifixión como un Sabbath semanal, en ves de uno especial o anual. Esto quiere decir para ellos que Yeshúa fue crucificado en un día viernes, porque toda la gente sabe que el Sabbath judío es el día sábado. Y casi todo el mundo está de acuerdo en que Él resucitó en un día domingo. Pero, a la vez, todos coinciden en que no hay manera alguna en que se pueda contar tres días y tres noches entre un viernes y el domingo siguiente. He allí la controversia.

Por favor, reflexionen conmigo La única señal directa que Yeshúa dio de ser el Mesías fue que estaría 72 horas en el sepulcro, lo mismo que el profeta Jonás, que estuvo prácticamente muerto en el vientre del gran pez ¡y salió de allí únicamente porque Yahvéh lo sacó! Los líderes religiosos que retaron a nuestro Señor sabían muy bien la historia de Jonás, pero al parecer, nunca entendieron su significado.

En la actualidad, la mayoría de las personas que se declaran cristianas siguen la tradición del viernes santo y domingo de resurrección, ¡lo cual es una burla a las palabras de la señal de Cristo! No hay manera de hacer caber 72 horas dentro del lapso de un viernes para la crucifixión y un domingo para la resurrección. La historia de la Pascua florida es fruto de las tradiciones paganas previas al cristianismo ¡y no figura para nada en las Sagradas Escrituras!

A continuación comparto los dos videos de mi Canal de Youtube en los que podrán comprender esto:

PRIMERA PARTE:

SEGUNDA PARTE:


Seis Características de la Comunicación Mesiánica

Por: P.A. David Nesher

 

“Y Él llamó a Moshé y Dios le habló desde la Tienda de Reunión, diciendo…”

Levítico/Vayikrá 1: 1

 

 

Estudiando el Libro de Bereshit (Génesis) hemos aprendido que el Eterno nos creo a su imagen a fin de que llegáramos a ser semejantes a Él en Su plenitud. Este proceso mesiánico se lograría, de acuerdo con el diseño divino, por medio del ejercicio de la comunión con Yahvéh. La praxis misma de dicha comunión es una relación íntima con Él caracterizada por una excelente comunicación que le garantice al ser humano eficacia en todo lo que hace. Esta comunión con el Eterno, considerada desde esta perspectiva, se torna esencial en la adoración en Espíritu y en Verdad que Yahvéh, como Padre, busca en sus hijos. Se hace entonces fundamental en la vida humana, pues se vuelve el centro de toda área de la misma. De aquí es clara la deducción de que cuando la comunión con el Eterno se rompe, estamos incompletos y necesitamos ser restaurados.

Por tales motivos, el Eterno otorgó a Moshé la revelación de un rollo (libro) completo dedicado a la esencia misma de la adoración que permite la manifestación de Su propósito eterno en la humanidad.

Después de la dramática, y a la vez milagrosa, salida de Israel de Mitzraim (Egipto), la nación acampó al pie del monte Sinaí durante dos años con un solo fin: entrenarse en el don de escuchar a Yahvéh (Éxodo 19 a Números 10). Fue un tiempo especial de descanso de la servidumbre egipcia, que Yahvéh aprovechó como plataforma pedagógica con el objetivo de enseñar y edificar a Su pueblo en la práctica de encontrarse con Él cara a cara. De este modo, la redención que Él logra en Egipto será el fundamento en sí para la limpieza, la adoración y el servicio del oficio sacerdotal que el Eterno otorgaría a Israel como vocación y misión.

¿Cómo podría un pueblo programado por siglos en un sistema de pecado acercarse a un Dios santo?

La respuesta la encontraremos en los distintos códigos de un libro tan lleno de misterios como es Vayikrá. En sus líneas vibrará todo el tiempo la clara propuesta de Yahvéh para acercarse a Él: la santidad. Esta característica de sus virtudes solamente Israel la puede lograr, permitiendo que la Instrucción (Torah) de Yahvéh vaya realizando una sanidad integral en cada uno de sus integrantes, desde adentro hacia afuera.

Por ello, Vayikrá dejará en seis lecciones las seis características claves del obrar comunicacional del Eterno sobre su primogénito: Israel. A continuación les comparto las mismas:

LLAMAMIENTO.

El libro comienza con la expresión hebrea Vayikrá: «Él llamó...». Una frase que revela lo esencial de la intención divina. El Mishkán ya está terminado, el Eterno ya está en él, pero aún la pasión divina por comulgar con el ser humano sigue encendida. Está más ardiente que nunca.

«Y Él llamó a Moshé«: Hemos notado que cada vez que el Eterno se comunicó con Moshé, ya sea mediante la expresión «Y Él habló«, o «Y Él dijo», o «Y Él ordenó«, siempre estuvo precedido por (Dios) dirigiéndose a Moshé por su nombre, pero a la vez marcando una clara distancia entre su divinidad y la humanidad del caudillo. Aquí la expresión «llamar» es utilizada de manera afectuosa. Será la primera vez que aparece describiendo la relación del Eterno con un ser humano. Es la misma expresión utilizada por el profeta para describir como se comunican los ángeles cuando dicen «Y se llamaron unos a otros…» (Isa. 6:3). Vayikrá, significa ser llamado con amor a participar de una unidad para una tarea o misión especial. Este es el origen de una de las ideas claves del pensamiento occidental, el concepto de vocación o llamado, que es la elección de una carrera o una forma de vida, no sólo porque es lo que quieres hacer o porque te da ciertos beneficios, sino porque has sido convocado a hacerlo. Tienes la sensación de que este es tu sentido y tu misión en la vida. Es para esto que has sido puesto en la tierra para hacer.

«Él llamó...» implica que Yahvéh le habló a Moshé con afecto muy particular, extendiéndole una invitación especial a vivir mayores niveles de comunión de las que ya había vivenciado; y Moshé fue.

Con esto, quedó registrado el llamamiento divino para todos los hijos primogénitos. Israel comprendía el mensaje de Su Amado: «¡Estoy disponible…, totalmente a tu servicio! Si vienes a mí, y escuchas mi Voz en intimidad, todo estará bien, todo se pondrá bien, discerniendo así que yo estaré contigo para siempre«.

Esta lección enseña que en la voluntad buena del Abba Kadosh el libre acceso comunicacional es un deseo constante en Él, y una vocación esencial en el ser humano.

 

ACERCAMIENTO

El libro de Vayikrá trata sobre sacrificios (korbanot). Es que la vocación es de sacrificio.  Estamos dispuestos a hacer sacrificios cuando sentimos que son parte de la misión que hemos sido llamados a hacer. Esta actitud permite siempre el verdadero acercamiento a Dios y al prójimo.

Destacaré aquí que en castellano no existe una palabra que pueda expresar el significado de los korbanot (plural de korban) que se ofrecían en el Mishkán. Lamentablemente, la palabra «sacrificio» implica que renuncio a algo que para mí tiene mucho valor, para que pueda beneficiarse otra persona. Es obvio que el Eterno no puede beneficiarse con los «sacrificios», pues a Él nada le falta. La palabra «ofrenda» tampoco es adecuada, pues la «ofrenda» sirve para apaciguar o aplacar a la persona a quien se la trae. Es como «comprar a alguien«. Una especie de soborno espiritual. El motivo por el cual nos es tan difícil traducir la palabra «korbán» al castellano es que nuestras ideas de «sacrificio» y «ofrenda» derivan de culturas paganas. En efecto, en esas culturas, las expresiones «sacrificio» y «ofrenda» resultaban adecuadas y hasta aptas para los tratos rituales con sus múltiples y temibles divinidades.

En hebreo, el término «korbán« posee la misma raíz que la palabra «cercano«. Y es una palabra que se emplea en forma exclusiva para la relación del ser humano con Yahvéh. Por lo tanto korban, puede traducirse como «acercamiento«. Es la idea de alguien que se acerca a otro para escucharlo y así generar confianza en la conexión. Este es el sentido práctico de la fe generada por el escuchar la Instrucción divina (Heb. 11: 4; Rom. 10: 17)

Según Vayikrá existen tres formas para lograr el acercamiento divino:

  • Gritando: Rogándole a gran voz para que dé pasión.
  • Llamando: Para procurar su socorro.
  • Invocando: Para que Su Presencia descienda y presida la marcha de la misión.
PERFECCIONAMIENTO

Por medio de la codificación del libro de Vayikrá, los israelitas recibieron el secreto de la reverencia, actitud que permite valorar el propósito de la vida humana, y estimula a cada individuo a buscar el perfeccionamiento y la plenitud de la misma.

Esta lección se aprendería por medio de los distintos preceptos que enseñan a separar lo puro de lo impuro. Solamente personas en estado de pureza estaban habilitadas para el ingreso y participación en los distintos ritos y cultos festivos del Mishkán. Para ello, todo se resumía en lo dicho por el Eterno: «tendréis en reverencia Mi santuario. Yo soy el Eterno» (Vayikrá / Levítico 19:30) y que las personas no tomaran como algo corriente y banal el hecho de entrar al Mishkán (más tarde al Templo) y ser parte de las tareas que allí se cumplían. Por ello cada redimido tenía que tomar conciencia de su estado, de su motivo para presentarse ante Dios. Cada miembro de Israel debía entender que existía con un sentido de vida: ser perfeccionado día a día a través de sus actos. Es así que está dicho acerca del impuro:

«No tocará ninguna cosa santa, ni vendrá al santuario»

(Vaikrá / Levítico 12:4)

Debido a que no siempre la persona estaba alerta a su estado de pureza, o adrede concurría al Mishkán sabiendo que no debía, es que se instituyó en la Torah sacrificios públicos de animales para corregir por estas infracciones:

«…y purificará (al Santuario) y lo santificará de las impurezas de los Hijos de Israel«

(Vaikrá / Levítico 16:19)

 

Debo decir que “Tahor” (puro) y “Tamhé” (impuro) son conceptos que refieren a un estado espiritual y no a aspectos físicos, emocionales, sociales o mentales. Puede resultar difícil de comprenderlos, pues muy frecuentemente han sido traducidos como “limpio” y “sucio” respectivamente, o ideas similares que llevan a asociar la impureza con algo manchado, echado a perder, mugriento o inmundo.

Para poder entender esto, es necesario saber que en el contexto de la Torah puro e impuro no guardan relación con higiene corporal, ni limpieza, ni cosas aborrecibles, ni nada que podamos calificar como “limpio” o “sucio”. Tampoco tiene relación con pecar o no hacerlo. Según la cosmovisión divina revelada en este libro, una persona llega al estado de impureza (tumhá) a causa de:

  • algún cambio en su cuerpo (ciertos flujos corporales, menstruación, la mujer luego de dar a luz, una enfermedad llamada tzaraat -lepra-) o,
  • al entrar en contacto con algún objeto o cuerpo que trasmite la impureza.

Es decir, algo en el sistema espiritual del impuro está en desbalance a causa de la influencia de la serpiente y su sistema de cosas.Es decir, algo en el sistema espiritual del impuro está en desbalance a causa de la influencia de la serpiente y su sistema de cosas.

Por ello, la más acertada definición de “puro” que podemos ofrecer sería “lo que está conectado con la Fuente de la Vida”. En tanto que “impuro” es lo que en algún grado está desconectado de la Fuente de Vida, y ha comenzado a errar su blanco. Éste precisamente es su desequilibrio, que repito, no es un pecado, ni una enfermedad ni una suciedad. Es una situación o posición espiritual.

Por medio del simbolismo de cada acción estipulada en Vayikrá un israelita tenía la oportunidad de discernir que cosas hacer para promover la vida y vigorizar el sentido de su propósito en su persona. Esto lo hacía y mantenía puro, con una sola fuerza en su interior continuar la carrera hacia adelante, hacia el premio del supremo llamamiento del Eterno en el Mesías.

 

ACCESIBILIDAD

El punto clave de Vayikrá es que el redimido entienda que el Eterno puede estar para siempre con nosotros por medio del ejercicio de un oficio especial: el sacerdocio.

Por medio del oficio sacerdotal, el alma humana se hace consciente de que Yahvéh es alguien amable, que está siempre disponible y con quien resulta fácil hablar. Normalmente se percibe que es accesible escuchándolo en Su Instrucción (Torah) y discerniendo su lenguaje profético en medio de la Historia de la Salvación.

Con el ejercicio diario de el sacerdocio se adquiría la certeza que aunque es el Creador del inmenso universo, nos asegura que no solo está dispuesto a escuchar y contestar nuestras oraciones, sino que lo está deseando (lea Salmo 145:18 e Isaías 30:18, 19). Podemos hablarle con calma en todo momento y lugar, y acercarnos a él con franqueza sabiendo que nunca nos lo echará en cara (Sal. 65:2; Sant. 1:5). Su Instrucción lo describe con términos humanos para indicar que desea que acudamos a él.

Ante la revelación de un Dios tan accesible, cada hebreo se veía en la obligación de preguntarse: «¿cómo puedo imitarlo en este aspecto?»

 

REPARACIÓN 

El libro de Vayikrá sugiere en todas sus líneas la responsabilidad compartida de cada integrante de Israel para curar, reparar y transformar el mundo (Tikún).  A través de la codificación de su pedagogía este libro indica que una práctica debería ser seguida no porque es exigida por la Torah, sino porque ayuda a evitar la falta de armonía social.

Vayikrá indica que le corresponde al Pueblo de Israel alabar al Eterno y enuncia la esperanza de que algún día el mundo entero abandone la idolatría, reconozca a Yahvéh como único y verdadero Dios y acepte Su soberanía sobre toda la humanidad. Cuando todos los seres humanos abandonen los falsos dioses e ideologías y reconozcan al Eterno, el Dios de Abraham, de Yitzhak y Yaacob, el como único Dios, el mundo estará perfeccionado.

 

PASIÓN

El énfasis final de Vayikrá (Levítico) es la idea de celebrar. Este rollo se especializará en los detalles de las distintas festividades yahvistas, especialmente el Yom Kippur. Dichos eventos serían ocasiones especiales que la comunidad celebraría con regularidad para recordar los actos de Dios, darle gracias y renovar su compromiso de vida con el estilo que Él propone en la Torah (Instrucción).

Los festivales mesiánicos serán la herramienta divina que el Eterno usará para que Israel se mantenga vibrante en la consciencia de vivir con pasión. Justamente el libro de Vayikrá asegura que la Comunicación Eficaz con el Eterno garantiza el combustible diario de la pasión por vivir.

En todo el rollo encontramos que los ritos sacerdotales y sus holocaustos se realizan en el altar. El altar representa a la vida misma.

La vida misma es un altar que nosotros tenemos que aprovechar para elevarnos, contribuir a elevar a nuestros semejantes, santificando a través de ello su Santo Nombre.

Y la manera de hacer esto, no es viviendo una vida «light», fría (o «templada») y vacía, sino poniendo todas nuestras ganas, fuerza y pasión en todas las cosas -buenas- que hacemos.

Y cuando vivimos la vida de esta manera, disfrutamos y nos llena mucho más cada cosa que hacemos, iluminando y trayendo calidez a nuestras vidas, irradiando de dicha luz para beneficio de todos los demás.

Y como el grado de disfrute en la vida es directamente proporcional al grado de ganas que ponemos en las cosas que hacemos, cuando ponemos todo nuestro ser en algo, es proporcionalmente también cuando más disfrutamos …

Y como se popularmente «mientras hay vida, hay esperanza«, no debemos permitir que las circunstancias de la realidad nos hagan debilitarnos y flaquear. Para  esto es imprescindible que alimentemos nuestras almas con el «oxígeno del Reino» que la oración y la meditación profunda de la Torah tienen el poder de proporcionarnos, avivándose así constantemente el fuego y la pasión de nuestra luz interior; haciendo que permanezca encendida con fuerza e intensidad hasta los 120 años; pasando luego a seguir iluminando, pero ya desde otra dimensión …

Cortinas (Mujeres) que Causan Unidad

«Cinco cortinas estarán unidas una con la otra; también las otras cinco cortinas estarán unidas una con la otra«.

(Éxodo 26:3)

 

En el día de hoy nos concentraremos en el principio celestial revelado en este versículo que permite comprender un secreto maravilloso para lograr la perfecta unidad de una congregación.

El tabernáculo (hebreo mishkán) era unta tienda con un marco y una serie de cubiertas elaboradas. Esta sección describe la primera cubierta, la que quedaba a la vista en el interior del tabernáculo. Interesante es resaltar que los planos para el tabernáculo fueron revelados a Moisés del interior hacia el exterior, comenzando con los muebles del interior y dicha construcción. Nos aproximamos al santuario de afuera hacia adentro, pero Yahvéh construye el santuario de adentro hacia afuera. Él trabaja en Su pueblo de acuerdo al mismo patrón. En el caso de las cortinas para la cobertura interior debemos decir que eran de lino torcido, y eran unidas al ser tejidas cinco cortinas una a otra, cada una de 42 pies (14 metros) de longitud y 6 pies (2 metros) de ancho. Primero fueron unidas en sets de cinco, y luego todas fueron unidas para cubrir 42 pies (14 metros) por 60 pies (20 metros).

El texto hebreo las cortinas que se utilizarían para el techo del mishkán (la morada) son llamadas mujeres y hermanas. El texto hebreo que se tradujo como “una con la otra” en ishá el-ajotáh, (– אשה אל-אחתה  –) significa literalmente “una mujer con (o hacia) su hermana”.

Interesante es que cada cortina es comparada con una mujer y todas las cortinas son hermanas. ¿Por qué las cortinas son llamadas mujeres? Porque el Eterno quería dejar una fuerte enseñanza en la congregación de Israel. Para el Eterno las mujeres son hermanas y deben ser unidas de manera muy fuerte para que nunca más puedan ser separadas.

Esta unidad es una de las condiciones para que la congregación pueda ser una morada para el Eterno. Donde no hay unidad no puede haber una casa para el Eterno. Cuando las mujeres se unen una con la otra con corazones unidos podrán ser una parte muy importante en la morada del Todopoderoso.

Esta revelación fue perfectamente entendida por los discípulos de Yeshúa de las primeras comunidades. Las mujeres hicieron un gran papel en la introducción del yugo del Mesías en el mundo pagano. Por eso Pablo, desde el comienzo de sus cartas a sus últimas palabras de despedida, nos da nombres de mujeres que tenían gran influencia en la vida de la Iglesia, y particularmente en la unidad de la misma.

La epístola a los Filipenses menciona dos mujeres de influencia; Evodia y Síntique, de las cuales Pablo dice que “han combatido conmigo juntamente en el evangelio, con Clemente y otros colaboradores”. La preocupación del apóstol al escribir esta carta es saber que estas dos mujeres se han dividido provocando una grieta en la congregación:

«Ruego a Evodia y ruego a Síntique, que sean de un mismo sentir en el Señor…»

(Filipenses 4:2)

Desde la cosmovisión occidental, que dos mujeres no puedan llegar a un acuerdo no parece ser un problema serio; sin embargo, en la cosmovisión hebrea estas dos mujeres eran prominentes en la iglesia y estaban haciendo que otros tomaran parte su desacuerdo, así que era de suficiente importancia para que Pablo las identifique por nombre.

Aparentemente estas dos mujeres eran la fuente de algún tipo de pleito en la iglesia. No tenemos idea de la causa de la disensión entre Evodia y Síntique. Lo que sí sabemos, es que los efectos de la misma tenían que ser destructores para la iglesia. No sabemos si había diferencias doctrinales entre las dos o celos de carácter personal. Otra vez vemos al maligno azuzando a una hermana contra otra, como en el pasado. Todo ello era en deterioro de la obra y el crecimiento de la iglesia.

En lugar de tomar un bando o tratar de resolver sus problemas, Pablo simplemente les dijo que sean de un mismo sentir en el Señor. Pablo entendía que esta situación deshonraba el nombre del Señor y era un escándalo en la congregación. Esto estorbaba también la obra de la gracia en el área femenina de la asamblea.

El apóstol Pablo, además de hablar de las extraordinarias cualidades de estas dos mujeres, entre las que destaca el ser colaboradoras, dice que sus nombres estaban en el «libro de la vida»; el registro celestial de los fieles. Esto era suficiente razón para que estas hermanas superaran sus diferencias. Por otro lado, en vista de que las dos estaban destinadas a participar del Gobierno Milenial, donde solo la armonía será notoria ¿no deberían llevarse bien sobre la Tierra en este tiempo?

Por último, entendemos que la mujer es el símbolo del alma humana. Por ende, todo lo que aquí se ha dicho también aplica a los varones que forman parte de una congregación, y especialmente que tienen influencia en ella.

Todo esto nos lleva a la maravillosa conclusión de que cuando hay reyertas entre personas influyentes se forman facciones en la congregación, pues los unos se ponen en favor de uno y de otro y estas rencillas habrían terminado con la congregación.

Todos sabemos que debido a nuestra imperfección, tenemos la tendencia de distanciarnos de quienes nos han ofendido y de aislarnos. Pero eso no es lo mejor:

“La gente poco amistosa solo se preocupa de sí misma; se opone al sentido común.”

(Prov. 18:1 – NTV).

En vista de que somos un pueblo que invoca unidamente el nombre de Yahvéh a través de Yeshúa, debemos estar decididos a “servirle hombro a hombro” con nuestros hermanos (Sof. 3:9).

¿Cómo reaccionaremos si sentimos que uno de nuestros hermanos nos ha tratado mal o de forma injusta? ¿Dejaremos por ello de servir a Yahvéh con toda el alma? ¿O, más bien, nos armaremos de valor y resolveremos el problema para no perturbar la inestimable paz de la congregación?

 

“Hagan todo lo posible por vivir en paz con todos.

(Rom. 12:18.)

Resolvámonos a poner en práctica dicho consejo, y así podremos seguir andando en el camino que lleva a la vida.

¡Que el Eterno quite de nosotros todo lo que impide que seamos unidos totalmente para que su gloria pueda ser manifestada dentro de y entre nosotros!

Caín y… ¿su Esposa?

Por P.A. David Nesher

Todo escéptico y agnóstico tiene la costumbre malintencionada de abordar a los creyentes con el siguiente planteo: si Adán y Eva fueron los únicos seres humanos que Dios creó milagrosamente, ¿de dónde vino toda la gente que fue de gran preocupación para Caín?

Al leer el relato del cuarto capítulo de Bereshit (Génesis) vemos que después que el Eterno sentenció al homicida Caín para ser un “errante y extranjero” en la Tierra (Génesis 4:12), él le dijo al Señor:

Grande es mi castigo para ser soportado
(v. 13)

Luego añadió:

He aquí me echas hoy de la tierra, y de tu presencia me esconderé, y seré errante y extranjero en la tierra; y sucederá que cualquiera que me hallare, me matará

(vs. 14)

Entonces Yahvéh le respondió a Caín, diciendo:

Ciertamente cualquiera que matare a Caín, siete veces será castigado”. Entonces Yahvéh puso señal en Caín, para que no lo matase cualquiera que le hallara
(v. 15)

¿Sugieren las referencias a “cualquiera” en estos versículos que el Eterno creó a otros seres humanos aparte de Adán y Eva?

“Y salió Caín de la presencia de YHVH y se estableció en el país de Nod, al oriente de Edén”
(Génesis 4: 16)


La expresión hebrea «Vayetze Kayin” que aparece en las mayorías de las versiones traducida:Y salió Caín, en realidad debería ser traducida “Caín se retiró». Esto se debe a que la expresión hebrea “se retiró” da a entender que  Caín fingió sumisión a la disciplina dada por el Eterno, como uno que pretende engañar la Mente Suprema.

En verdad la frase «Vayetze Kayin» traducida literalmente «Caín salió  de la presencia del Eterno» es poco adecuada para indicar que se retiró una actitud hipócrita y engañosa, ya que sabemos que el Eterno es Omnipresente y no es posible «salirse» de Su Presencia. ¡Él no puede ser burlado! (Gálatas 6: 7) Lo cierto es que el texto original da la clara idea del carácter perverso que había adquirido este varón, y la actitud rebelde con la que decidió continuar viviendo sobre la Tierra.

Efectivamente, después de que Caín asesinó a su hermano, se retiró de la presencia del Señor y de sus padres y vivió un tiempo errante hasta que conoció a su esposa y formó su familia.

Y conoció Caín a su mujer, la cual concibió y dio a luz a Enoc. Y edificó una ciudad, y llamó el nombre de la ciudad, del nombre de su hijo Enoc.”
(Génesis 4:17)

Ante esta parte del relato, la pregunta clásica que a lo largo de los siglos los hombres han hecho es:

¿Cómo consiguió Caín Su Esposa? ¿De dónde salió esta mujer? ¿Quién fue ella?

Como lo expresé al empezar esta bitácora, los escépticos de la Biblia han usado a la esposa de Caín una y otra vez para desacreditar el libro de Génesis como un registro fidedigno de la historia. Lamentablemente, la mayoría de los teólogos cristianos no han respondido adecuadamente a esta pregunta. Como resultado, el mundo los ve como incapaces para defender la autoridad de las Escrituras y por consiguiente de la fe que dicen profesar en Cristo.

Sin embargo, este cuestionamiento no es tan difícil de responder considerando muchos detalles del mismo texto que contiene dicho relato.

La respuesta clásica a esta pregunta trata de apoyarse en el texto mismo diciendo que Adán y Eva tuvieron muchos hijos e hijas y de entre ellas Caín escogió a su esposa. Esto significa que a Adán y Eva tuvo que haberles nacido una hija entre Caín y Abel, o después de Abel, para que unida a Caín, surgiera en el camino de Caín, un hijo o de su descendencia, que quisiera matarlo.

Diré que dicha solución es bien lógica e inteligente y se condice con el relato en cuestión. Pero, también diré que no deja de ser una especulación humana que por lo tanto ronda el relativismo racional que hay que evitar a la hora de defender la autoridad celestial de la Torah. Por lo tanto, nos conviene hacer una relectura del texto a fin de lograr captar secretos que los dogmas cegaron, y que, sin embargo subyacen vibrando debajo de las letras de la Escritura Sagrada.

Si analizamos detenidamente el Libro de Bereshit (Génesis),  notaremos que relata que Caín fue el primer ser humano nacido fuera del Gan Edén. Según la Biblia, Adán y Eva concibieron a Caín y su hermano Abel (¿gemelos?, v. 4) después de ser desterrados del Jardín por el Eterno, debido a que habían desobedecido su orden de no comer del árbol del conocimiento del bien y del mal. Tanto Caín, como su hermano gemelo Abel, nacieron en el ámbito de una humanidad caída. Fueron los primeros hijos nacidos fuera del Jardín, más no significa esto que hayan sido los primeros que aquella pareja hubiera tenido. En ningún renglón del capítulo cuatro se asegura que Caín haya sido el primogénito.

En el relato del tercer capítulo tenemos algunos indicios del idioma hebreo que nos dan un panorama en cuanto a que la primera pareja no eran los únicos humanos que habitan el huerto. Entiendo que a esta altura de la bitácora sus cabezas deben tener la sensación de estallar. Antes de continuar mi argumentación, iremos a escuchar la enseñanza apostólica de Pablo quien dice lo siguiente:

No obstante, reinó la muerte desde Adán hasta Moisés, aun en los que no pecaron a la manera de la transgresión de Adán, el cual es figura del que había de venir”.
(Romanos 5:14)

La expresión “… aun en los que no pecaron a la manera de la transgresión de Adán…”, aseguran los eruditos bíblicos que debería traducirse de esta manera:

“… los que no desobedecieron el mandamiento explícito de Dios como lo hizo Adán…”

Ante esto surge la pregunta: ¿Había entonces en el Huerto otros que no desobedecieron el mandamiento explícito del Eterno, pero que por ser hijos de Adán e Ishá tuvieron que salir excomulgados del Edén? Desde lo que aparentemente este texto dice, la respuesta sería sí.

Estoy convencido que la expresión: “Y llamó el hombre el nombre de su mujer, Eva; por cuanto ella era madre de todos lo vivientes” (Génesis 3:20), nos permite dilucidar más claramente la respuesta al planteo hecho. Adán le cambió el nombre a su mujer de Ishá (Varona por ser la representación de su esencia) por el de Java (Eva) porque era la madre de todos los vivientes. Entiéndalo bien, de acuerdo al tiempo verbal utilizado, Adán no le cambió el nombre a Eva porque sería la madre de todos los vivientes, sino que ya era madre de todos los vivientes que hasta allí con ellos estaban.

Desde este planteo conviene entender lo que Yahvéh le dijo a la mujer:

“… Multiplicaré en gran manera tus dolores y tus preñeces; con dolor darás a luz los hijos; y a tu marido será tu deseo, y él se enseñoreará de ti”.

(Génesis 3:16)

¿Multiplicaré?… Es decir que el Eterno le anuncia a Eva que aumentaría en una forma que ella no podría imaginar “…dolores y…preñeces”, términos de maternidad que evidentemente aquella mujer ya interpretaba por experiencia propia.

Pero lo que terminará confirmando lo acertado de esta interpretación será analizar la raíz hebrea de: “Y dio también a su marido” en el verso 6 del tercer capítulo de Bereshit:

«Vatiten gam le’ishah» –-

La expresión «Gam» que aquí se traduce por también, encierra la idea de incluir a muchos, después del primero.

la-familia-adan-eva

La frase «… dio también a su marido junto con ella…» implica que ella le dio del fruto inmediatamente después de haber comido de él. El término hebreo «Gam» (–también-) expresa la idea de incluir, agregar a muchos en una acción después de que uno la comience. O sea que el relato aquí implica que además de dar del fruto a su marido, Eva también procedió a dárselo a alguien más (¿los vivientes de los que ya era madre?).

Como lo he dicho más arriba, Caín fue el primer hijo de Adán y Eva nacido fuera del Edén que registra las Escrituras (Génesis 4:1). Él y sus hermanos, Abel y Set (Génesis 4,2, 25), fueron parte de la primera generación de hijos nacidos en la Tierra en condición de humanidad caída. Pero lo que también entendemos es que, aunque no se mencionan los nombres, Adán y Eva tuvieron un gran número de hijos e hijas (Génesis 5:4). Esta expresión abarca tanto a los que les nacieron en el huerto, como a los que fueron contemporáneos de Caín. Claramente, es difícil que alcancemos a comprender cómo era el mundo en un principio y el tamaño que pudo llegar a tener la primera familia, ¡pero debemos recordar que Adán vivió, después de ser expulsado del Gan Edén 930 años! (Génesis 5:5).

Vemos que Caín cambia su oficio de labrador de metales, por el de constructor de metrópolis, ya que edificó una ciudad y le puso el nombre de su hijo, la cual vino a ser la primera ciudad del mundo. Según esto, Caín no quería someterse a lo dicho por Dios, de que sería errante; construyendo una ciudad, para radicarse en ella.

El escritor de Bereshit no habla más de la vida de Caín, sino solo para hacer referencia de pecado; y no se sabe ni como vivió de ahí en adelante, ni como murió.

Es indudable que la intención del autor del libro (Yahvéh es Su Bendito Nombre) quiere revelar a Su Pueblo por medio de este relata cuál es el antidiseño por medio del cual las tinieblas se aseguraron siempre su injerencia en las naciones. Este antidiseño, denominado «hombre rebelde» ha contaminando la Tierra en todos y cada uno de sus estratos, a lo largo de toda la Historia Universal.

El Eterno, nuestro Abba, se aseguró en este relato mostrar cómo la creación gime cada día delante de Su Trono desde el día que la humanidad cayó en los ámbitos infrahumanos de las tinieblas, conocido como pecado. La creación clama y reclama al Eterno la manifestación de sus hijos, como un reinado de sacerdotes (Éxodo 19: 5-6). La Creación sabe que ellos y sólo ellos serán los que pueden colocarle el punto final a todo este sistema violento que atenta día a día contra el Propósito Eterno de Dios: una Nueva Humanidad llegando a la estatura plena del Varón Perfecto que por ella intercede día y noche a mi derecha. Un ser humano a la estatura y  plenitud de Yeshúa, el Mesías.

Con amor y en amistad:

P.A. David Nesher

Bitácora Relacionada:

Nota Profética recomendada:

CONTRA EL HOMBRE REBELDE

Siván: La Unificación de los Gemelos Celestiales

El mes de Siván es considerado como un lapso pleno de energía celestial. Es el tercer mes del calendario hebreo comenzando nuestra cuenta desde nisán, el mes de nuestra liberación de Egipto, que es la forma en que son contados los meses en las Sagradas Escrituras.

 

 

La misma Torah nos relata que en el primer día del tercer mes, los hijos de Israel llegaron a su destino:

 “Los israelitas llegaron al desierto del Sinaí a los tres meses de haber salido de Egipto.

Después de partir de Refidín, se internaron en el desierto de Sinaí,

Y allí en el desierto acamparon frente al monte.”

Éxodo 19:1-2

Allí, el Eterno le pidió al pueblo de Israel que cuiden su Pacto, asegurándoles que se convertirían en el pueblo elegido:

 “Si ahora ustedes me son del todo obedientes, y cumplen mi Pacto,

serán mi propiedad exclusiva entre todas las naciones.

Aunque toda la tierra me pertenece, ustedes serán para mí un reino de sacerdotes y una nación santa.”

Éxodo 19:5-6

En este mes, YHVH, el Dios de Israel, descendió sobre el monte Sinaí, para encontrase con Su pueblo y entregarle Sus leyes, mandamientos y ordenanzas.  Él bendijo a Su pueblo con la revelación de Su Palabra, como ninguna otra nación en la tierra (Éxodo 19:1). Ellos de ser Pueblo, se transformarían en Reino de Sacerdotes según la orden de Melquisedec.

 

 

Por eso, este es el mes que marca la experiencia del Sinaí, en la festividad de Shavuot (Semanas). Ésta fiesta divina es la revelación de Luz Infinita que se relaciona históricamente con la entrega de la Torah o los 10 Enunciados (erróneamente conocidos como mandamientos) y es la culminación de la cuenta del Omer. Por eso, Siván es el tiempo que presenta una oportunidad única para acceder al poder espiritual sin igual de la Torah de fuego, que el Eterno quiere colocar en la mente y el corazón de Israel, y con él transformar todo nuestro entorno en un paraíso.

 

 

frase shavuot torah

Por causa de esta fiesta y de este evento, el mes de Siván, es un mes lleno de potencial para la unificación, particularmente para la fusión de los mundos metafísicos (segundo y tercer cielo) y el mundo físico. Se escapa rápidamente a las percepciones humanas el hecho de que lo que sucedió en el Monte Sinaí, durante este mes, en Shevuot, fue una unión entre la presencia del Eterno (la Luz Infinita) y el mundo físico. Esta unión creó, aquí en la Tierra, un ambiente de perfección total, como el que se manifestaba en Edén cuando YHVH visitaba a la humanidad en cada atardecer. La Luz en el Sinaí irradió con tal intensidad que borró las fuerzas oscuras de la muerte y la decadencia, y los Israelitas experimentaron verdadera inmortalidad. ¡Pero solo por unos momentos! Días más tarde, cuando los Israelitas perdieron la certeza de que Moisés regresaría, construyeron el becerro de oro, permitiendo a la conciencia de mortalidad reafirmarse, nuevamente en sus mentes y corazones.  Y ésta permanece con nosotros hasta la actualidad.

 

 

Por todo esto, siempre Israel comprendió que la entrega de la Torah es conocida como una «boda» entre YHVH e Israel. Leemos en el Cantar de los Cantares (5:2), que el máximo nivel de matrimonio es cuando la novia y el novio se convierten, por medio de sus almas activas en el amor, en mellizos idénticos (tamati). Los mellizos simbolizan las dos «tablas del testimonio» idénticas entregadas a Moisés. Estos mellizos simbolizan las dos manifestaciones del amor gemelo derramado en el corazón de los redimidos (Romanos 5:5) y que permiten encarnar el Gran Mandamiento que Yeshúa estableció para sus discípulos (Mateo 22: 37-39). Israel tenía a su disposición un documento legal de desposorio escrito por Su mismo Amado, el Eterno. Dicho documento les permitiría a toda esta nación manifestarse como la Esposa mesiánica del Todopoderoso.

 

 

 

Ante estas maravillas, debo finalizar instándote a que entiendas que Siván representa un tiempo oportuno de YHVH para Su Pueblo. Es el mes para persistir y proseguir en la vocación que nos ha dado y así llegar al cumplimiento perfecto de Su destino de propósito mesiánico. Es un mes especial para recibir por fe los nuevos límites, los nuevos territorios que Él  ha preparado para ti y quiere entregarte en tiempo oportuno.

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¿Por qué Yahvéh cotiza al alma humana con dinero?

«YHWH le ordenó a Moisés que les dijera a los israelitas: «Cuando alguien quiera hacerle a YHWH un voto especial equivalente al valor de una persona, se aplicará el siguiente cálculo: »Por los varones de veinte a sesenta años de edad se pagarán cincuenta monedas de plata, según la tasación oficial del santuario. »Por las mujeres se pagarán treinta monedas de plata».

(Levítico 27:1-4 NVI revisada)

En cierta oportunidad el filósofo Nietszche aseguró que los seres humanos son seres que hacen promesas, y esto en verdad es así ya que las promesas  son constitutivas de la esencia misma del hombre y de la dinámica exitencial de su historia. Debido a esta capacidad de hacer promesas podemos incrementar nuestra capacidad de acción reparadora y transformadora, podemos lograr cosas que no nos hubieran sido posibles sin la habilidad de coordinar nuestra acción con la del Perfecto Otro (o la de los otros). Basta mirar alrededor y observar todo cuanto nos rodea para discernir que gran parte de lo que vemos descansa en la capacidad del ser humano de hacer promesas. De esto, deducimos que nuestro trabajo, nuestra familia, nuestra educación, nuestra cultura, se generaron de vínculos fortalecidos en promesas que realizaron unas personas con otras.

Ante este tema tan importante, los invito a considerar un pasaje lleno de códigos mesiánicos que el Eterno reveló a Israel cuando estaba siendo capacitado por Él en el desierto, a fin de convertirse en una nación sacerdotal que manifestara el poder redentor de Yahvéh a las naciones y determinara el destino de propósito eterno de toda la humanidad.

 

Comenzaré explicándoles que en todos los tiempos, tanto en la alegría como en el sufrimiento, el ser humano sintió la necesidad de extender su corazón hacia las dimensiones espirituales y extender su felicidad o infelicidad por medio de votos, promesas y consagraciones. La finalidad de los votos o promesas es ganarse la benevolencia divina para evitar un mal o conseguir un bien. Por eso este fragmento de la Torah, hasta el versículo 8 incluido,  trata acerca de lo que se conoce como votos (hebreo néder) que hace la persona redimida, prometiendo pagar el valor de un ser humano, de un animal o de una cosa, y cuya cuantía era utilizada para los gastos de conservación del Templo. Esta promesa debía referirse a algo particularmente valioso para el individuo. Trata acerca de las promesas que una persona puede hacer para entregar su alma para el mantenimiento y la conservación del Templo del Señor.

Cuando una persona se dedicaba al Eterno por medio de una promesa, sabía que no podía servir en la tienda de reunión, pues esto era el servicio peculiar y exclusivo de los levitas. Entonces, es establecía la dinámica de este estatuto que permitía la paga de un precio de rescate a la persona que le relevaría de ese servicio. Si alguien pronunciaba las palabras: «donaré el valor de tal y tal», ellas constituían una promesa solemne que dejaba lazada el alma en compromiso con todas las dimensiones celestiales. Esto era llamado el precio de la conmutación de una persona. Justamente como no se puede entregar el alma, que es inmaterial, la Torah simbolizaba dicho acto en la entrega de un dinero en su lugar. El mismo representaba el valor de esa alma humana bajo voto de servicio. Con esta dinámica el Eterno se aseguraba que cada integrante de Israel analizara antes de hacer una promesa, si podría o no cumplirla. Esto guiaba a la conciencia que toda promesa debe pronunciarse con claridad y palabras inequívocas o bien podían surgir problemas serios en diversas áreas de su vida. Así la conciencia hebrea tomaba el paradigma sacerdotal de que cuando hacemos una promesa tiene que ir acompañada de honestidad y compromiso, ya que cuando no se cumple con las promesas (votos), los vínculos con las dimensiones celestes establecen descreimiento a la imagen divina que hay en el que promete y no cumple. Entonces se escribe en el libro de las obras contra esa vida humana, y los ángeles servidores de dichas áreas se activan negativamente. Así lo entendía el sabio rey Salomón por lo que escribió:

«Cuando le hagas una promesa a Dios, no tardes en cumplirla, porque a Dios no le agradan los necios. Cumple todas las promesas que le hagas.

Es mejor no decir nada que hacer promesas y no cumplirlas.

No dejes que tu boca te haga pecar, y no te defiendas ante el mensajero del templo al decir que la promesa que hiciste fue un error. Esa actitud enojaría a Dios y quizá destruya todo lo que has logrado.»

(Eclesiastés 5: 4-6)

Cada integrante de Israel comprendía desde este estatuto que cuando se realiza una promesa, en realidad hay dos procesos diferentes involucrados: el proceso de hacer la promesa y el proceso de cumplirla. La promesa como un todo en plenitud, requiere de ambos. El primer proceso, el de hacer una promesa, es estrictamente comunicativo y, por lo tanto, lingüístico. El segundo proceso, el de cumplir la promesa, puede ser comunicativo o no serlo. Ambos procesos sin embargo, tienen sus respectivos puntos de cierre. Lo cierto es que la promesa como un todo se termina cuando cierra el proceso de su cumplimiento. Por eso es que en los ámbitos celestiales un alma humana tiene tanta prioridad en su manifestación lingüística.

Integridad y confiabilidad. Ambas son las competencias que se demuestran en las dimensiones celestiales cuando un hijo primogénito del Eterno (o una congregación) hace lo que dice, lo que promete. Yahvéh enseña con esto que el poder que tiene una promesa puede ser enormemente potenciador o totalmente devastador, y ello sólo depende de las acciones que lleva a cabo quien promete algo justo después de hacerlo.

La belleza de estos mandamientos es que hace a aquel que realiza el voto de consagración algo definido por hacer; el voto de consagración era por lo tanto mucho más que simples palabras, tenía una acción definida asociada con ello – y prevenía a las personas de realizar votos vacíos hacia el Eterno para no quedar impuro y ser visitado por mensajeros celestiales encargados de disciplinar los necios.

El Ser Humano valorado como Ser Lingüístico.

 

Este capítulo que trata de los votos referentes a personas, estipulando sus respectivos valores, enseña que Yahvéh no desea sacrificios humanos. Los pueblos paganos de la antigüedad, como los que habitaban el Canaán que habría de conquistar, ignorando el respeto a la vida, llegaban a donar seres humanos y a ofrecerlos en sacrificio a sus divinidades. Es por esto por lo que la Torah ordenó: «Cuando alguno hiciere un voto al Eterno, si fuere de persona, será para el Eterno según su avalúo; tu avalúo para el hombre de edad de veinte años hasta la edad de sesenta años, será de cincuenta siclos de plata» (Vayikrá 27: 2-3). Esto quiere decir: Si llegareis a hacer una promesa para ofrendar una persona a Yahvéh, lo haréis por su valor en plata y no con almas.

 

Desde esta explicación podemos decodificar que este pasaje dejaba, en primer lugar, claramente establecido que el valor del alma humana es demasiado alto para lograr ser redimida y así nunca ver la muerte (Salmo 49:7-8). Por lo tanto, aquí se trata de un precio simbólico que la Torah pone sobre el alma de una persona. Si alguien quiere donar su vida al templo, podrá hacerlo representativamente en forma de dinero. El midrash (exégesis) Tanjumá explica esto diciendo: “Si donaras el valor de una persona, lo consideraré como si la hubieras sacrificado”.

 

Teniendo en cuenta lo que venimos considerando, este mandamiento establece que para que una persona pueda dar dinero en representación de su alma, tendrá que hacerlo según su capacidad para producir bienes materiales. Los que tienen más fuerzas físicas tienen más posibilidad de producir riquezas por medio de su trabajo físico. Así que el varón que tiene entre 20 y 60 años tiene que pagar más que cualquier otro, porque en esa edad tiene su máxima capacidad para producir dinero mediante su trabajo físico. Una mujer con la misma edad normalmente no tiene la misma capacidad física, y por lo tanto la Torá no exige tanto de ella, para que no se sienta inferior al hombre si no puede llegar al mismo nivel de producción. La Torah acepta las ofrendas según la capacidad de cada uno. Esto es lo que el apóstol Pablo tenía en su mente al escribir: “Porque si hay buena voluntad, se acepta según lo que se tiene, no según lo que no se tiene” (2 Corintios 8:12 _ LBLA).

El valor de un varón de edad de veinte hasta sesenta años, se calculaba en cincuenta siclos de plata, y el de una mujer, en treinta siclos (vers. 3-8). Un hombre entre los 20 y 60 años de edad tenía un valor mayor por la cantidad de trabajo que podía realizar. El valor del trabajo parecía ser la norma de valoración. Un hombre en la flor de la vida podía efectuar el servicio más efectivo. Por la frase «tu valoración» quería expresarse el valor vigente entre la gente. El valor laboral de una mujer sería más bajo, pero lo importante de estas líneas divinas era establecer que una mujer podía ser consagrada al Eterno. Este estatuto, nos permite explicar, por ejemplo que la hija del juez Jefté no fue ofrecida como un sacrificio humano, sino que permaneció sin casarse porque fue prometida al servicio del Tabernáculo de YHVH (Jueces cap. 11). También en este contexto de la Torah podremos entender mejor el caso de Ana que ofreció el hijo que había tenido a Yahvéh para servir en el santuario y lo cumplió (1Sm. caps. 1 y 2).

Leamos a continuación los versículos 5 al 8:

«Si es una persona de cinco hasta veinte años, entonces tu valoración será de veinte monedas para un varón y de diez monedas para una mujer. Pero si son de un mes hasta cinco años, entonces tu valoración será de cinco monedas de plata para el varón, y para la mujer tu valoración será de tres monedas de plata. Y si son de sesenta años o más, si es varón, tu valoración será de quince monedas, y para la mujer, de diez monedas. Pero si es más pobre que tu valoración, entonces será llevado delante del sacerdote, y éste lo valorará; según los recursos del que hizo la promesa, el sacerdote lo valorará.» 

Podemos ver que la escala de valoración estaba determinada por la edad y no por la posición social, las riquezas o el prestigio. Estaba basada en la capacidad de trabajo.

Este pasaje nos enseña que en cuanto a la evaluación del alma, el pobre no es visto como inferior al rico, sino todos los que tienen cierta edad y sexo están evaluados por igual. Observemos la forma en que Yahvéh hizo previsiones para que los más necesitados también pudiesen participar en este servicio voluntario. Si alguien es pobre y desea entregar un dinero conforme a la evaluación de su alma, puede hacerlo con menos dinero, según el sacerdote lo estipule, y en ese caso le es contado delante de Yahvéh como si hubiera puesto todo el precio (v. 8).  Cada quien puede dar su vida al Señor; no hay nadie que sea muy pequeño, o muy insignificante, o sin utilidad. Yahvéh quiere usar a cada quien. Por ello, un precio justo y equitativo sería fijado por el sacerdote de acuerdo con su capacidad de pago. Tal como veremos en el ministerio sacerdotal-mesiánico de Yeshúa, la humilde ofrenda de una viuda tiene más valor en el cielo que los regalos más valiosos de las personas más adineradas (Mateo 12: 41-44).

Lo interesante de este texto es que establece que al envejecer, el valor del varón disminuye más en proporción que el de la mujer, pues los antiguos decían: «Un viejo en la casa es una bendición, pero una vieja es un tesoro» (Talmud Erajín 19). Y si fuese pobre quien hizo el voto, lo pagaba según le permitiese su situación económica, pero dejando para sí la alimentación para un mes, ropa para un año, cama para dormir y demás necesidades primordiales.

Una característica notable de las promesas que los hombres hacían era su carácter voluntario. Seguían a los mandamientos, ceremonias, y ritos. Eran la respuesta de un corazón agradecido al misericordioso YHVH . Sin embargo, es importante destacar lo que este pasaje enfatiza, una vez que se había hecho una promesa al Eterno Dios, ésta debía ser cumplida. Es decir que una vez que se prometía algo, se convertía en obligatorio. Dice Proverbios 20:25: «Es peligroso que el hombre prometa algo a Dios y que después reconsidere su promesa«. Y también leemos en Eclesiastés 5:4-6: «Cuando hagas una promesa a Dios, no tardes en cumplirla, porque a él no le agradan los necios. Cumple lo que prometes,  pues vale más no prometer, que prometer y no cumplir. No permitas que tus labios te hagan pecar, ni luego digas ante el enviado de Dios que lo hiciste por error. ¿Por qué hacer que Dios se enoje por lo que dices y destruya lo que has hecho? Por lo tanto, en medio de tantas pesadillas y de tantas palabras y cosas sin sentido, tú debes mostrar reverencia a Dios«.

Hay otra característica notable sobre las promesas de personas. En los asuntos humanos, ordinariamente un hombre paga por el servicio de otro. En la ley de las promesas, el orden se invertía y una persona pagaba por servir a Dios. Es que servir a Dios constituye un privilegio.

Por todo ello, estoy convencido que si prometes algo al Eterno, Él te considerará responsable de que lo cumplas. Muchos denominados cristianos hoy no están cumpliendo lo que prometen. Tú en cambio, como primogénito en Yeshúa si no tienes intención de cumplir una promesa hecha o si tomas a la ligera tus relaciones con nuestro Dios, sería mejor que no hagas promesas apresuradas. Recuerda que Yahvéh no te está pidiendo que hagas una promesa, pues esto es algo voluntario. Pero si así lo haces, asegúrate de cumplirlo. Dice Su Instrucción:  «Cuando hagáis una promesa al Señor vuestro Dios, no tardéis en cumplirla, pues tened por seguro que el Señor vuestro Dios os pedirá cuentas de ello, y seréis culpables de pecado.  Si no hacéis ninguna promesa, no cometeréis ningún pecado;  pero si de una manera voluntaria hacéis una promesa al Señor vuestro Dios, entonces deberéis cumplirla» (Deuteronomio 23:21-23).

Por último, entendemos que aquel varón o aquella mujer que ha entregado su alma para el servicio en la obra del Reino del Eterno automáticamente dará dinero a la obra que hace que su casa sea edificada, tanto en el cielo como en la tierra. Así pues, es totalmente natural y común que dichos hijos estén siempre solícitos en disponer sus recursos, fuerzas y talentos para mejorar la calidad de su casa apostólica de entrenamiento.

INRI y el Nombre Oculto del Eterno (YHVH)

Por: P.A. David Nesher

 

«Escribió también Pilato un título, que puso sobre la cruz, el cual decía: JESÚS NAZARENO, REY DE LOS JUDÍOS.
 Y muchos de los judíos leyeron este título; porque el lugar donde Jesús fue crucificado estaba cerca de la ciudad, y el título estaba escrito en hebreo, en griego y en latín.
Dijeron a Pilato los principales sacerdotes de los judíos:
No escribas: Rey de los judíos; sino, que él dijo: Soy Rey de los judíos.
Respondió Pilato: Lo que he escrito, he escrito».

(Juan 19:19-22)

 

 

La anécdota con la que comenzaré puede resultar graciosa, pero también develará el espíritu de ignorancia que hoy gobierna en las mentes cristianas. Cierta vez, me encontré con un católico nominal que estaba convencido que el cartel que él leía en la parte superior de los crucifijos (INRI) ostentaba el nombre de la fábrica de procedencia del mismo. Sorprendido quedó cuando le leí esta porción del evangelio en la que queda bien en claro que esas cuatro letras son el acrónimo (palabra formada por las iniciales de otras palabras) de un paradigma de condenación redactado por Poncio Pilato. Estas iniciales eran de las palabras que informaban de la causa de la sentencia del crucificado.

El famoso título en latín que todos conocemos era INRI, pero dice el Evangelio que primeramente estaba escrito en hebreo y luego en griego y latín. Por lo tanto, lo que se leía como acrónimo era en este orden: YHVHINBI, INRI. El uso de estas tres lenguas son por el siguiente motivo: el hebreo era la lengua oficial del templo, el griego era la lengua cultural y comercial; y el latín era la lengua oficial del imperio romano.

El letrero era este:

inri_1cartel

Sus inscripciones se espesaban en sus correspondientes idiomas así:

ישוע הנצרי ומלך היהודים (hebreo)
ΙΗΣΟΥΣ Ο ΝΑΖΩΡΑΙΟΣ Ο ΒΑΣΙΛΙΑΣ ΤΩΝ ΙΟΥΔΑΙΩΝ (griego)
Iesus Nazarenus Rex Iudaeorum (latín)
¿Qué era lo escrito en la cruz que ofendía la mente hebrea de los sacerdotes?

Debemos entender que los sacerdotes estaban enteramente capacitados para discernir los mensajes ocultos detrás de cada letra hebrea. Ellos conocías y manejaban perfectamente la herramienta de la gematría. Por lo tanto el ojo agudo y místico de los sacerdotes, les permitió observar una peculiar «anomalía» en el burlezco título en hebreo, griego (koiné) y latín que se encontraba en la cruz. Protestaron en gran manera a Poncio Pilato (Juan 19: 19-22), porque en el letrero le había puesto un título en hebreo que significaba que Yeshúa era rey de los Judíos. Lo inquirieron para que modificase de la cruz ese título en hebreo. Ellos querían que se pusiera que fue el propio Yeshúa el que decía que era rey de los Judíos, sin embargo ésta no era la única razón para modificar el título, sino que al estar la cruz cerca de la ciudad y al estar en el paso por donde todos subían a Jerusalén para Pesaj (Pascua), cuando se veía ese madero de tormento con la inscripción, lo que se leía de lejos era YHVH, el nombre de Elohim clavado en la cruz.  Imagínense el impacto que esto significó en aquél 14 de Abib comienzo de Pésaj (Pascua) día de gran solemnidad, que en una Cruz romana estuviera clavado un hombre que se llamaba Yahvéh y que había sido crucificado a petición de ellos mismos.

Para entender mejor esto que les estoy planteando los invito a que veamos detenidamente ciertos detalles que contienen los secretos de esta tesis.

En el título puesto por Pilato sobre la cruz, encontramos que Jesús (Yeshúa) era y es primeramente Rey de los Judíos. El famoso título en latín que todos conocemos era INRI, pero dice el Evangelio que primeramenteestaba escrito en hebreo y luego en griego y latín. Comenzamos por el ultimo el latín.

INRI= Acrónimo esotérico en Latín:

 

 

INRI hemos dicho que  son las siglas de la frase latina IESVS NAZARENVS REX IVDAEORVM, la cual se traduce al español como: «Jesús de Nazaret, Rey de los Judíos».

Algunas sociedades esotéricas como los masones y los rosacruces atribuyen a este acrónimo orígenes paganos, es decir, anteriores a la cristianización. Lo interpretan como IGNE NATVRA RENOVATVR INTEGRA, que significa «Por el fuego se renueva completamente la naturaleza», era una manera de adoración al sol. Y esto Poncio Pilato lo conocía muy bien, por lo cual diseñó esta escritura con la intención de continuar burlándose de nuestro Señor y también de los judíos que gobernaba.

INBI= Acrónimo Griego:

Algunas Iglesias Ortodoxas de Oriente usan las letras INBI del texto griego de la inscripción en la cruz,Ἰησοῦς ὁ Ναζωραῖος ὁ Bασιλεὺς τῶν Ἰουδαίων. Su sacerdocio cambia el título por ὁ Bασιλεὺς τοῦ κόσμου ( que signfica «El Rey del Mundo«), no implicando que esto es en realidad lo que estaba escrito, sino que eso es lo que debió haberse escrito. También otras Iglesias Ortodoxas de oriente (como la de Rumania), utilizan la abreviación INRI.

YHVH= Acrónimo Hebreo que revela al Eterno.

Pero la perla mística revelada a nuestra fe es la inscripción en hebreo cuya abreviación es el propio Tetragrama o nombre de Elohim (Dios):

ישוע הנצרי ומלך היהודים

 “Yeshúa HaNotzri VeMelej HaYehudim” (YHVH), que significa lo mismo que INBI y que INRI, Yeshúa es Jesús, HaNotzri es de Nazaret,  V’Melej con V , es Rey, y HaYehudim, de los Judíos.

INRI

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Es decir que lo que se leía al principio de cada palabra eran la siglas  YHVH, el nombre de nuestro Dios como título encima de la cabeza de Jesús clavado en el madero. Esto causó un fuerte impacto en la mente de los sacerdotes y fariseo. Significaba claramente y a simple vista que en el comienzo de la Pascua,  en una cruz romana, estuva clavado un hombre que en el título o cartel sobre su cabeza tenía codificado el nombre sagrado Yahvéh. Esta situación coincidía con el cartel que se colocaba en el cuello de los corderos consagrados que cada padre de familia llevaba ese mismo día al Templo para sacrificarlo y luego disfrutarlo en familia durante la Cena de esta gran solemnidad. Cada cartel destacaba el nombre del padre que había apartado dicho cordero para la redención de su hogar. Los especialistas en códigos sagrados, discernían que cualquier judío que por allí pasara camino al Templo para adorar, vería claramente que aquel hombre verdaderamente era el Cordero de Elohim que quita el pecado del mundo, tal y como lo anunciara Su profeta Juan, el bautizante tres años antes en el Jordán (Juan 1:29).

Los sacerdotes también discernían que de esta manera se cumplía en Jesús la Escritura del libro de Éxodo donde el Cohen Gadol (Sumo Sacerdote) debía llevar el nombre de Elohim sobre su frente para cargar sobre sí las faltas cometidas por los hijos de Israel y a fin de que ellos reciban gracia delante de YHVH.

«Harás un ornamento de oro puro y graba en él como en un sello: ‘Apartado para YHVH.’
 Átalo al turbante con un cordón azul, en la parte delantera del turbante,
sobre la frente de Aarón. Porque Aarón lleva la culpa de los errores cometidos por los hijos de Israel en dedicar sus ofrendas santas, este ornamento estará siempre sobre su frente, para que las ofrendas para YHVH sean aceptadas por ÉL.»
(Éxodo 28:36-38)
 Los sacerdotes temían que cualquier varón judío, entendido en la Torah, al pasar cerca del Gólgota y ver de lejos las siglas de este cartel, se preguntara: «¿Cómo llevara el Kohen Gadol sobre su frente el Nombre de YHVH después de haberlo condenado a muerte?«. Usted, amado lector, ¿logra darse cuenta de este gran secreto mesiánico?

 Entonces, como comprendemos hasta aquí las siglas de los acrónimos INRI o INBI no nos dicen nada. Solamente cumplen su rol de texto informativo. Pero, el acrónimo, en hebreo (el idioma original que fueron escritas las Escrituras, la lengua santa y el idioma con el que Dios creó el mundo), nos hacer ver que Yeshúa (Jesús) está sellado con el Nombre del Dios verdadero: YHVH. ¿Casualidad? ¿Coincidencia?… Seguros estamos que no. Poncio Pilatos, en su ignorancia escarnecedora, puso esas letras, pero fue el Santo Espíritu del Eterno quien permitió que así se revelara el nombre de Dios.

 Para colmo de todo, la ira de estos líderes religiosos se aumentó exponencialmente al oír del procurador romano lo siguiente:

Pilato respondió: Lo que he escrito, he escrito.

(Juan 19:22)

Con todo esto, aquellos líderes religiosos, los testigos de esta Pasión maravillosa de nuestro Mesías, los discípulos que captaron esta señal,… lograron discernir el cumplimiento del salmo cantado por tantos años en Israel, especialmente en lo coronación de sus reyes:

(Salmo 2)

1 «¿Por qué se amotinan las gentes,
    Y los pueblos piensan cosas vanas?

Se levantarán los reyes de la tierra,
Y príncipes consultarán unidos
Contra YHVH y contra su ungido, diciendo:

Rompamos sus ligaduras,
Y echemos de nosotros sus cuerdas.

El que mora en los cielos se reirá;
El Señor se burlará de ellos.

Luego hablará a ellos en su furor,
Y los turbará con su ira.

Pero yo he puesto mi rey
Sobre Sion, mi santo monte.

Yo publicaré el decreto;
YHVH me ha dicho: Mi hijo eres tú;
Yo te engendré hoy.

Pídeme, y te daré por herencia las naciones,
Y como posesión tuya los confines de la tierra.

Los quebrantarás con vara de hierro;
Como vasija de alfarero los desmenuzarás.

10 Ahora, pues, oh reyes, sed prudentes;
Admitid amonestación, jueces de la tierra.

11 Servid aYHVH con temor,
Y alegraos con temblor.

12 Honrad al Hijo, para que no se enoje, y perezcáis en el camino;
Pues se inflama de pronto su ira.
Bienaventurados todos los que en él confían».

 

Este fue el anuncio final del Eterno a Su Pueblo. Él se manifestaría corporalmente en Su Mesías. Evidentemente este mensaje resalta y sella que Yeshúa  (Jesús) es YHVH.  Así, y solamente así, se comprende el kerigma apostólico de las primeras comunidades: ¡Jesús es El Señor! Habiendo sido traducida  las Sagradas Escrituras al latín,  hoy los seres humanos solamente ven en las iglesias el termino (INRI).   Con esto entendemos lo que sostengo al afirmar que las traducciones le roban el significado a la idea original de las Escrituras. ¡Toda versión es una traición!

¡Mas hoy debemos alegrarnos porque Espíritu Santo ha comenzado a restaurar la lengua que fue confundida en Babel, para traernos a todos a su conocimiento antes de que El regrese!

«Santificado sea Tu Nombre»… ¿Cuál?

Por P.A. David Nesher

 

«Y dijo Moshé a Elohim; He aquí que llego yo a los hijos de Israel, y les digo, El Elohim de sus padres me ha enviado a ustedes; si ellos me preguntaren; ¿Cuál es su nombre? ¿qué les responderé?«

(Shemot/Éxodo 3:13)

 

Verónica, una mujer nueva en la fe verdadera, y por consiguiente muy hambrienta por el conocimiento de la Gloria de Abba, me preguntó, vía Whatsapp, lo siguiente: ¿Cuál es el nombre real de Dios? ¿YHWH, Jehová, Yahvéh, Yahwéh?

La noche antes de su muerte, Yeshúa estuvo orando a Dios al alcance del oído de sus discípulos, y una vez más éstos le oyeron dar énfasis a la importancia del nombre de Dios. Dijo él: “He manifestado tu Nombre a los que me has dado sacándolos del mundo”. Más tarde, repitió: “Yo les he dado a conocer tu Nombre y se lo seguiré dando a conocer”. (Juan 17:6, 26, Biblia de Jerusalén.) Ellos mismos había sido entrenados por el Maestro a orar así: “Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre”. (Mateo 6:9, Versión Popular).

Ante esto, debemos preguntarnos: ¿Por qué tenía tanta importancia para el Mesías el nombre de Dios? ¿Cuál era este Nombre que Jesús dio a conocer a sus seguidores?

¿Cuál Nombre?

Si se le pregunta a la mayoría de los creyentes en la Biblia, especialmente evangélicos, cuál es el nombre del Padre Celestial, ellos probablemente responderán, con rapidez y apresurada «certeza»: Jehová. Si se les pide algunas pruebas de esto, ellos señalarán el uso tradicional o le referirán a usted al Antiguo Testamento de alguna versión de la Biblia en español.

Pues bien, ante esto debo decirles que el nombre del Padre Celestial no es Jehová, y nunca lo fue. La historia de la palabra “Jehová”, que algunas enciclopedias llaman errónea y que muchos eruditos de la Biblia concuerdan en que no es exacta, es completamente evidente en nuestros días gracias a los manuscritos antiguos encontrados en Qunram.

En el versículo citado en el encabezamiento de esta bitácora, vemos que el Eterno dijo: «Eheie asher Eheie«, que es traducido como «Soy el que Soy«, y quizás mejor: «Seré el que seré«, pero indudablemente se lo puede reducir a «Yo Soy«, como expresa la misma Torah.

Es decir, el Eterno asegura que Su nombre es sinónimo de Existente, de Ser. También se traduce como «El Eterno» porque describe Su eternidad y autoexistencia.De aquí es sencillo derivar que la Única Realidad es Él. ¡Él es el único que ES!

Entonces, vemos que cuando el Eterno Dios dijo “YO SOY”, estaba mencionando Su nombre. En el idioma hebreo en el cual este versículo fue escrito, las letras son: yod, hei, vav, hei, de donde obtenemos YHVH, conocido como Tetragrámaton . Pero, ¿cuál es su correcta pronunciación?

Para responder a esta pregunta, deberé antes decir que YHVH es el nombre con el que Dios quiso que se lo conociera cuando ejercía Su Voluntad Misericordiosa y Justiciera con Su Pueblo. YHVH es Su Nombre para ser conocido a perpetuidad.

Sin embargo, la dicción apropiada y correcta del TetragrámatonYHVH, se perdió hace siglos. El problema en la pronunciación del nombre de Dios radica en que el hebreo antiguo no usó designaciones vocales cuando se escribieron las Escrituras; solo se usaron consonantes. Es decir, al descifrar lo escrito, en este idioma sólo se cuenta con la ayuda de consonantes y del fondo de conocimiento lexical que cada individuo hebreo maneja. Para que esto se entienda bien, y a modo de ejemplo, supongamos que escribiéramos en el idioma español, sin usar vocales, la frase: “El nombre de Dios es YHVH”, seguro lo haríamos así: “l nmbr d Ds s yhwh”. Esto no presentaría ningún problema a los hebreos porque sabían cuáles eran las palabras y cómo pronunciarlas. No fue sino después de cientos de años, que los judíos empezaron a incluir lo que se llamó “puntos vocales” en los textos copiados del hebreo del Antiguo Testamento.

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Al regresar los judíos del exilio babilónico, durante el liderazgo de Nehemías y Esdras, algunos expertos en la Torah decidieron ocultar la pronunciación de este Nombre, influenciados por la superstición pagana, para que no pudiera ser tomado en vano o blasfemado. Desde entonces, la premisa básica del judaísmo tradicional rabínico contra la pronunciación del nombre de Yahvéh, está basado en el retuerzo y en la perversión de los versículos de Vayicra (Levítico) 24:10-16. La prohibición religiosa y rabínica de usar el nombre correcto surge del malentendido de los eventos cuando Yahvéh le hablo a Moshe diciendo que apedreé al hijo de una mujer israelita que blasfemó Su Nombre. Desde ese pasaje, los rabinos han concluido, que el blasfemar el Nombre es igual que pronunciarlo, o mencionarlo, o llevarlo en los labios de uno.

Pero analizando con cuidado los textos de Vayicra/Levítico 24:11 y 15 notamos que ellos revelan el significado plano y literal (pashat) de los textos. La explicación correcta es la siguiente: blasfemia es sinónima con MALDECIR el Nombre o usar el Nombre para maldecir a otros. En ningún lugar estos versículos siquiera sugieren que el pronunciar el Nombre Yahvéh es un acto de blasfemia. Eso es pura tradición religiosa, surgida, lo expresé antes de una superstición temerosa, que en su credo mas básico, es tanto peligrosa como anti Torah, tanto que sofoca el poder transformador del verdadero evangelio.

Con la aparición de esta hermenéutica errada, los judíos en general al llegar a la lectura del tetragrámaton o tetragrama («las cuatro letras»), decían Adonay, que significa «mi Señor».  Por esta causa, cuando las cuatro letras del Tetragrámaton aparecían en el texto, los escribas “lo marcaron” con las vocales cambiadas para la palabra hebrea Adonay para que se leyera como “Señor” en lugar de el Sagrado Nombre “Yahvéh”. Los únicos que tenían el derecho de conocer la correcta pronunciación eran aquellos que pertenecían a la casa del Sumo Sacerdote, quien pronunciaba estas cuatro letras en su forma correcta una vez al año, en el Día de la Expiación (Yom Kipur). Y así, con el transcurso de los siglos el olvidó de la débil memoria humana incluso devoró el Nombre Excelso.

¿Qué hicieron los escribas judíos medievales cuando inventaron un sistema de puntuación para marcar las vocales?

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Los masoretas, judíos eruditos bíblicos durante la edad media, reemplazaron los signos vocales que tenían que aparecer encima o debajo de las consonantes YHVH con los signos vocales de Adonay. Ellos insertaron las marcas vocales de aDoNaI entre las consonantes de YHVH. (La «I» de Adonai en realidad corresponde a la media vocal Yud, «Y»).

La palabra quedaba así: «YaHoVaH«.

Por una regla gramatical que ahora no explicaremos, la primera «A» de Adonay, se transforma en una «E» breve. Así pues, escrito aparecía: «YeHovaH».

De esta manera, en los libros escritos con la novedosa notación, al llegar a YHVH uno la encontraba punteada con las vocales de aDoNaI. ¿Para qué? Pues, para que el lector recordara que esa palabra se pronunciaba Adonai, y no de otra forma.

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Hebreo no comprendido. Espíritu olvidado.

Sabemos muy bien que los primeros convertidos al Salvador y Mesías Yeshúa fueron judíos, incluyendo a los supervisores y líderes de las primigenias asambleas. Pero, a medida que más gentiles convertidos eran aceptados, la asamblea tomó un matiz de gentilidad aún en sus costumbres y prácticas. Estos gentiles generalmente no entendían el hebreo.

De tal modo ocurrió este alejamiento de las raíces hebreas de la fe, que en el siglo V, tiempo de Constantino, hubo una influencia decididamente mayor contra los judíos y la mayor parte de estos gentiles convertidos buscaban no tener nada que ver con lo hebreo, a fin de no ser confundido con los judíos.

Cuando el Antiguo Testamento fue traducido al griego (conocido como la Septuaginta) éste llegó a ser el texto estándar para las primeras asambleas.

Al principio, en todo el texto griego de la Septuaginta, estaba el Nombre Sagrado del Tetragrámaton. Siendo ignorantes del hebreo, los lectores del texto griego pronunciaban equivocadamente el Tetragrámaton hebreo como “Pipi” ya que la pi griega “π”, se parece a la hebrea hei (ה). Las traducciones llegaron a ser el estándar para la iglesia romana y así aparecieron las letras latinas YHVH en lugar del Tetragrámaton hebreo. En aquellos tiempos la vocal i era equivalente de la ye. La V tenia el sonido de W, “u.”

A la i mayúscula pronto se le añadió una cola, una modificación popularizada por los impresores holandeses, así que el Tetragrámaton empezó a aparecer como JHVH. Aunque se veía semejante a nuestra J, la letra latina J se pronunciaba como la letra i. Fue así como alrededor del siglo XV de la era común, entre los cristianos se comenzó a leer erróneamente «Jehová». Digo erróneamente pues se mezclaba en la dicción lo que era para leer y lo que era para decir…

Para que quede un poco más claro, supongamos que la palabra «libertad» por ley estatal no se debe pronunciar. Y supongamos que es un su lugar la gente dice «zapallo». Y sigamos suponiendo que a alguien se le antojo mezclar las consonantes de la palabra prohibida con las vocales de la palabra usada. En los escritos aparecería: «LaBaRToD».

¿En realidad dice labartod?

¿Es eso lo que se quiere pronunciar?

¿Es que alguien sabe en efecto que es un labartod?

Simplemente, lo que debería leerse zapallo, al estar escrito libertad, al final se pronuncia: labartod.

En conclusión labartod, no existe, es un error.

Así mismo, Jehová NO EXISTE, es un error, basado en profunda ignorancia, o en alguna otra cosa que sustente el error.

Las razones por las que no eres aún millonario

«Hay quienes pretenden ser ricos, y no tienen nada; y hay quienes pretenden ser pobres, y tienen muchas riquezas. El rescate de la vida del hombre está en sus riquezas; pero el pobre no oye censuras».
(Proverbios 13:7-8)
Conozco a un sinnúmero de personas que quisieran, en algún momento de sus vidas, ser parte de la élite conformada por empresarios millonarios como el mexicano Carlos Slim o el magnate Richard Branson. Sin embargo, se parte de este club no es gratuito, y es que muchos tuvieron que pasar por una vida de esfuerzos y por tener sus objetivos claros a la hora de ejecutar cualquier cambios en sus vidas.
Encontré que el sitio entrepreneur.com publicó un artículo sobre las razones por las que aún  tú y yo no somos millonarios. Aquí te comparto un extracto del mismo:
1. No tienes a nadie que te guié en la dirección correcta: Necesitas encontrar al alguien de confianza que le sirva de guía.
2. No estás dispuesto a realizar sacrificios: Si no puedes sacrificar cosas como salir con amigos con el fin de centrarte en tu carrera, entonces nunca conseguirás el éxito financiero.
3. Tienes miedo al fracaso: Fallarás, cometerás errores y necesitas aprender a superarlo.
4. Tus objetivos no son claros: Toma el tiempo para planificar y hazlo bien.
5. Piensas que otras personas pueden ser exitosa menos tú: Cree en que puedes alcanzar el éxito.
6. Piensas que tu conocimiento o locación impide el éxito: Nada puede frenar tu éxito.
7. No estás usando internet: Si no lo utilizas, no estás tomando ventaja de una de las herramientas más poderosa para hacer dinero.
8. Sigues pensando que el dinero no puede comprar la felicidad y la libertad: El dinero es un instrumento que permite manifestar a la libertad que tienes en las distintas áreas de tu vida y eso es lo que guía hacía la felicidad.
9. Estás reuniéndote con la gente equivocada: Debes juntarte con persona que te empujen y te mantengan enfocado y con un pensamiento positivo.
10. No estás enfocado en mejorar tus habilidades: La construcción de habilidades y el conocimiento es esencial para usted en el largo plazo.

Sacerdote exorcista denuncia que Satanás está escondido y gobierna desde el Vaticano

Me asombré. Esa es la descripción exacta de lo que me pasó cuando leí lo expresado por el exorcista oficial de la Iglesia Católica, el padre Gabriele Amorth, diciendo en un articulo publicado por la revista Veja que el diablo está instalado en la Iglesia Católica Romana. Y esa sensación de asombro no se debe a que yo ignorara lo dicho, sino más bien al hecho de que quién lo expresa no solamente es un varón con votos de compromiso con el Vaticano, sino que además es alguien de años de lealtad a todo lo que allí se dice y decide.

Antes de continuar con lo expresado por este sacerdote, permítanme contar algunas cosas de él. El padre Amorth, lleva realizando su trabajo de exorcista desde hace 25 años después de haber sido nombrado oficialmente por el fallecido Juan Pablo II. Este religioso paulino, escribió hace unos años el libro «Habla un exorcista» que fue un best-seller en todo el mundo. Ha sido el gran renovador de la figura del exorcista y polemista. Ahora denuncia la existencia de sectas satánicas dentro de los muros del Vaticano. Él asevera que «hay indicios de que el anti-Cristo está ganando la batalla contra la Santa Sede» y también dice que «existen cardenales que no creen en Jesús y obispos que están relacionados con el demonio» a través de pactos y contrataciones.


El sacerdote sostuvo en sus declaraciones que «tenemos muchísimos sacerdotes y obispos que ya no creen en Satanás. Son muchos prelados no creen en el demonio e incluso llegan a decir en público que el infierno y el demonio no existen. ¡Y sin embargo, Jesús, en el Evangelio, habla de ello abundantemente, por lo cual cabría preguntarse si no han leído el Evangelio o no creen en él en absoluto!»

Entre una serie de declaraciones, afirmo que «Pablo VI levantó un velo de silencio y censura cuando dijo aquello de que “el humo de Satanás ha entrado en la Iglesia”, pero no tuvo consecuencias prácticas. Y creo que es necesario dar la señal de alarma»

El experto exorcista se atrevió a garantizar en sus declaraciones que «en el Vaticano hay miembros de sectas satánicas… Ellos son sacerdotes, monseñores e inclusive cardenales”. Ante la pregunta del periodista acerca de la fuente de esto, el anciano respondió: “lo sé por las propias personas que me lo han podido referir porque han tenido modo de saberlo directamente. Y es algo “confesado” por muchas veces por el propio demonio bajo obediencia durante los exorcismos.

Las afirmaciones se vieron selladas y completadas por esta expresión: “…en el Vaticano, hay sectas satánicas. No se ven. Pero están allí. El diablo está en Fátima, actúa en Lourdes, en todas partes. Y ciertamente en el Vaticano, el centro de la Cristiandad”.

El sacerdote italiano, que cuenta hoy 85 años, aseguró que los casos de pedofilia cometidos por líderes católicos es obra específica del diablo y agregó en sus declaraciones que «el diablo vive en el Vaticano, y hoy se pueden ver las consecuencias de su presencia en este monte de Roma«.

Secretos de longevidad en los diez países con mayor esperanza de vida

«Los días de nuestra vida llegan a setenta años; Y en caso de mayor vigor, a ochenta años. Con todo, su orgullo es sólo trabajo y pesar, Porque pronto pasa, y volamos».

(Salmo 90:10)
Los hábitos saludables de sus habitantes, los avances médicos de cada nación, así como las causas de muerte más frecuentes brindan la información para la estadística, que asegura que el promedio en el mundo es de 67,59 años.
Los ciudadanos de la República del Chad, en África central, sólo tienen una esperanza de vida de hasta 40 años, debido a las dificultades tanto para la alimentación como para la asistencia médica. 
En contraste, la Argentina tiene un promedio de vida que llega a los 77,14 años (hombres hasta los 74 y mujeres 80,54), por encima del promedio mundial, aunque sólo se acerca al puesto 68 del total del planeta, lejos de los países que en teoría parecen haber encontrado la fuente de la juventud.
10. Italia. Esperanza de vida: 81,86 años 
La dieta mediterránea es la base de la alimentación de los italianos y el factor más influyente al momento de determinar la calidad de vida. Los antioxidantes que se encuentran en el aceite de oliva y en el vino tinto -dos elementos principales de la comida italiana- pueden mejorar el colesterol, prevenir los coágulos de sangre y evitar las enfermedades del corazón, según la Asociación Americana del Corazón. Los italianos también utilizan especias como la albahaca, el orégano y el ajo para dar sabor a su cocina, con un bajo consumo de sal. Por lo tanto, los italianos mejoran sus probabilidades con respecto a tener la presión arterial alta y accidentes cerebrovasculares.
9. Australia. Esperanza de vida: 81,90 años 
Las bajas tasas de tabaquismo y obesidad, además del estilo de vida activo que llevan sus ciudadanos, son los factores fundamentales para que tengan tan alta esperanza de vida. Además, la «asistencia sanitaria universal» de la que gozan todos los ciudadanos, independientemente de su condición social, es una de las calves más importantes.
8. Hong Kong. Esperanza de vida: 82,12 años 
Al igual que los italianos, la gente de Hong Kong tiene en su dieta diaria uno de los factores fundamentales de su alta expectativa de vida -el arroz, las verduras y el queso de soja son alimentos básicos-, junto con el estilo de vida activo. Además, el país reporta un nivel bajo de obesidad y diabetes entre sus habitantes.

7. Guernesey. Esperanza de vida: 82,24 años 
Esta pequeña isla en el Canal Inglés no es miembro del Reino Unido ni de la Unión Europea, a pesar de ser una dependencia de la corona británica. La buena nutrición es la base de su alta expectativa, además de la teoría de que, al ser ricos la mayoría de los habitantes de esa isla, eso les permite acceder a una calidad de atención sanitaria superior. El hecho de que la mayoría sean adinerados se debe a que los impuestos son muy bajos y los empleos, bien remunerados.
6. Andorra. Esperanza de vida: 82,50 años 
Varios factores pueden explicar que Andorra ocupe esta posición. En primer lugar, esta pequeña nación, situada entre Francia y España, en los Pirineos, promueve un estilo de vida activo, al aire libre. Los residentes tienen fácil acceso a estaciones de esquí, mientras que los parques limpios y en buen estado se utilizan a menudo para los amistosos de fútbol y rugby. Sus ciudadanos pasan mucho tiempo al aire libre, una cuestión que los expertos dicen que ayuda a bajar los niveles de estrés y, en consecuencia, los problemas cardiovasculares como la hipertensión arterial. La tasa de desempleo de Andorra es extremadamente baja. Esto significa que la mayoría de los andorranos pueden darse el lujo de tener una alta calidad nutricional y salud.
5. San Marino. Esperanza de vida: 83,07 años 
El tercer Estado más pequeño de Europa -detrás de la Ciudad del Vaticano y Mónaco- y la república más antigua del mundo tiene una alta esperanza de vida, en la que el dinero desempeña un papel importante. Las industrias primarias de San Marino son la banca y el turismo y teniendo en cuenta que la mayoría de los trabajos se realizan en entornos de oficina, esto reduce drásticamente el número de muertes relacionadas con el trabajo, un gran problema en otros lugares. Además, el sedentarismo se evita con la mentalidad de vida al aire libre y de deportes de sus habitantes.
4. Singapur. Esperanza de vida: 83,75 años 
Una dieta sana y un medioambiente limpio contribuyen a la longevidad que presenta la población de esta trepidante ciudad-estado, situada en el extremo sur de la península de Malaca. Al igual que en Hong Kong, Singapur también es centro de cocina de arroz y de hortalizas, que son ricos en nutrientes que ayudan a mantener a los residentes saludables y activos. El Gobierno también impone un estricto código de limpieza -con muy restringidas zonas de fumadores- para asegurar que todos los residentes vivan en un ambiente sano. Curiosamente, ya en la década de 1980, el Gobierno reconoció que la población del país estaba envejeciendo de manera constante, y con una planificación cuidadosa, ahora cuenta con excelentes instalaciones de salud y programas para los ancianos.
3. Japón. Esperanza de vida: 83,91 años 
El país tiene una tasa de obesidad que impresiona: apenas 3,1% en comparación con el 33,9% en los Estados Unidos. Gran parte del mérito se debe a la dieta japonesa, que gira en torno a las verduras frescas, arroz y, lo más importante, peces. El pescado fresco es una fuente rica de ácidos grasos omega-3, que promueven niveles saludables de presión arterial y reducen el riesgo de accidentes cerebrovasculares y ataques cardíacos. Además, favorecen la función saludable del cerebro, ayudando a prevenir enfermedades como el Alzheimer. Los japoneses también toman decisiones más saludables de estilo de vida: ellos tienden a caminar más y comer menos en exceso.
2. Macao. Esperanza de vida: 84,43 años 
Al igual que varios otros países en esta lista, se puede atribuir su alta esperanza de vida, al menos en cierta medida, a su economía fructífera. ¿Pero por qué esta pequeña nación en el Mar Meridional de China es tan próspera? El juego es su principal fuente de ingresos y el 70% del dinero generado en los casinos es invertido en la asistencia sanitaria pública. La isla cuenta con una gran variedad de casinos, muchos de los cuales son propiedad de los mismos «peces gordos» que dieron a Las Vegas su reputación de «Sin City».
1. Mónaco. Esperanza de vida: 89,68 años 
Los residentes de Mónaco viven, en promedio, 5,25 años más que el segundo país más longevo, Macao. Este país comparte varios aspectos con otras naciones de larga vida, incluyendo una abundancia de la riqueza y la asistencia sanitaria financiada por el Estado. Los residentes también tienen la cultura de la dieta mediterránea, que se asocia con un menor riesgo para una variedad de problemas de salud, incluyendo enfermedades cardiovasculares y la hipertensión arterial. Pero muchos dicen que es la atmósfera relajante de Mónaco lo que mantiene a los residentes con una buena calidad de vida hasta una edad avanzada. Su ubicación a lo largo del Mar Mediterráneo y el medioambiente limpio ayudan a reducir el estrés, lo que contribuye a evitar las enfermedades cardiovasculares.

Observando estos datos estadísticos mi corazón descansa en algo mayor, que garantiza mi longevidad pero en plenitud. Me estoy refiriendo a la promesa del Eterno Dios que garantiza:

«Aun hasta vuestra vejez, yo seré el mismo, y hasta vuestros años avanzados, yo os sostendré. Yo lo he hecho, y yo os cargaré; yo os sostendré, y yo os libraré».
(Isaías 46:4)

Hitler y su campaña contra personas con discapacidad mental

En diversas partes de Europa, 75.000 personas fueron asesinadas antes o durante la Segunda Guerra Mundial por tener discapacidades mentales o físicas, que no encajaban con los ideales arios nazis. Los asesinatos eran parte de una campaña ordenada por Adolf Hitler.

Cientos de esqueletos han sido exhumados de un cementerio de la era nazi que se presume contiene restos de personas discapacitadas mental o físicamente que fueron víctimas de asesinatos en masa. Muchos de los huesos al parecer fueron fracturados por personal médico, afirmó un antropólogo.
George McGlynn dijo que cerca de un tercio de los 221 esqueletos han sido examinados, y que la mitad de ellos (unos 35) tenían costillas rotas. Otros tenían narices o clavículas fracturadas.
Desde hace tiempo se sospechaba que los restos, exhumados en los últimos siete meses del cementerio de un hospital en desuso en la ciudad de Hall, en el este de Innsbruck, eran de personas asesinadas por los nazis debido a sus discapacidades físicas o mentales.
McGlynn afirmó que aún no podía confirmar si fueron asesinados, aunque las fracturas probablemente eran resultado de agresiones que sufrieron en el hospital. «Dudo que resultaran directamente en fallecimiento», sostuvo.
De acuerdo con la agencia de noticias Austrian Press Agency, el antropólogo dijo que ninguna de las fracturas se enlistó en los historiales médicos de los fallecidos, un fuerte indicio de que tales lesiones ocurrieron después de que fueron internados en el hospital.
McGlynn dijo previamente este año que los exámenes iniciales habían mostrado que los restos eran de personas que tenían discapacidad física o mental. Funcionarios indicaron que sus edades iban desde los 14 años hasta más de 90, con una proporción pareja de géneros.
Agregaron que se hacen intentos para establecer contacto con los descendientes y con personal del hospital que aún vive.

Las razones del asesinato de los discapacitados.
La guerra, según Adolf Hitler, «era el mejor momento para eliminar a los enfermos incurables«. Muchos alemanes no querían recordar que había individuos que no cuadraban con su concepto de una «raza superior«. Las personas con discapacidades físicas y mentales eran vistas como «inútiles» para la sociedad, una amenaza para la pureza genética aria y, en última instancia, no merecían la vida. Al comienzo de la Segunda Guerra Mundial, las personas que sufrían retrasos mentales, discapacidades físicas o enfermedades mentales eran perseguidas para asesinarlas en el marco de lo que los nazis llamaban programa «T-4» o de «eutanasia».
El programa de «eutanasia» requería la cooperación de muchos médicos alemanes que revisaban los expedientes médicos de los pacientes de instituciones para determinar qué personas con discapacidades o enfermedades mentales debían ser asesinadas. Los médicos también supervisaban los asesinatos reales. Los pacientes condenados eran transferidos a seis instituciones de Alemania y Austria, donde eran asesinados en cámaras de gas construidas especialmente para ese fin. Los bebés y los niños pequeños que tenían discapacidades también eran asesinados mediante una dosis letal de drogas o por inanición. Los cuerpos de las víctimas eran quemados en grandes hornos a los que se llamaba crematorios.
Pese a las protestas públicas de 1941, la dirigencia nazi continuó en secreto con este programa durante toda la guerra. Unas 200.000 personas discapacitadas fueron asesinadas entre 1940 y 1945.
El programa T-4 se convirtió en el modelo para el asesinato en masa de judíos, romaníes (gitanos) y otros grupos en campos equipados con cámaras de gas que los Nazis abrirían en 1941 y 1942. El programa también sirvió como capacitación para los miembros de las SS que se hacían cargo de estos campos.
Fechas claves de esta política satánica.
OCTUBRE DE 1939
HITLER AUTORIZA EL EXTERMINIO DE LOS DISCAPACITADOS.
 
Adolf Hitler autoriza el comienzo del programa de «eutanasia»: el exterminio sistemático de aquellos alemanes a quienes los nazis consideraban «no merecedores de la vida». La orden data del comienzo de la guerra (1 de septiembre de 1939). Al principio se les recomienda a los médicos y al personal de los hospitales que descuiden a los pacientes. Entonces, los pacientes mueren por inanición y por enfermedades. Más tarde, hay grupos de «asesores» que visitan los hospitales y deciden quién va a morir. Esos pacientes son enviados a varios centros de exterminio donde se aplica la «eutanasia» ubicados en la Gran Alemania y son asesinados con inyecciones letales o en cámaras de gas.
3 DE AGOSTO DE 1941
UN OBISPO CATÓLICO DENUNCIA LA EUTANASIA.
En 1941, el programa supuestamente secreto de «eutanasia» llega al conocimiento público en Alemania. El obispo Clemens August Graf von Galen de Muenster denuncia los asesinatos en un sermón público el 3 de agosto de 1941. Otras figuras públicas y clérigos también plantearán objeciones a los asesinatos.
24 DE AGOSTO DE 1941
HITLER ORDENA OFICIALMENTE TERMINAR CON LOS ASESINATOS MEDIANTE «EUTANASIA».
Las crecientes críticas del público respecto al programa de «eutanasia» empujan a que Adolf Hitler ordene ponerle fin al programa. Las cámaras de gas de los diversos centros de exterminio donde se aplica la «eutanasia» son desmanteladas. Para entonces, unos 70.000 pacientes con discapacidades físicas o mentales de origen alemán y austríaco habían sido asesinados. Si bien el programa de «eutanasia» queda oficialmente terminado, el asesinato de personas con discapacidades físicas o mentales continúa en secreto en casos individuales.

Goldman Sachs: la bestia escondida detrás de la crisis de Europa

La reciente elección de Mario Monti como primer ministro italiano
(además de otros líderes europeos) pone en evidencia al que quizá sea el
verdadero poder detrás de las ilusorias soberanías nacionales: Goldman
Sachs, el «calamar vampiro».

 Europa atraviesa por una de las mayores
crisis financieras de su historia y sin duda la más severa de las
últimas décadas, situación que ha llevado a la renovación de algunos de
los líderes económicos y políticos protagonistas de este problema.
 
Entre estos destacan las más recientes
sustituciones de los primeros ministros de Grecia e Italia y del
presidente del Banco Central Europeo, puestos que ahora ocupan Lucas
Papademos, Mario Monti y Mario Draghi, respectivamente. Sin embargo, más
allá de que su elección sea noticia por haberse dado en estos últimos
días, lo más notable es que los tres tienen un pasado laboral común:
todos trabajaron para el gigante financiero Goldman Sachs. Draghi fue
vicepresidente para Europa de la firma entre 2002 y 2005, Monti es
consejero internacional desde 2005 y Papademos operó cuando fue
presidente del Banco Central Helénico (1994-2002) un fraude que terminó
beneficiando a Goldman Sachs.
Asimismo, una parte de responsabilidad
de la debacle griega le corresponde a Draghi, quien como encargado de
“empresas y países soberanos” dentro de Goldman Sachs vendió los
llamados “swap” al gobierno griego, productos financieros con los que la
firma facilitó el préstamo de mil millones de euros al país sin que
estos se consideraran dentro de su deuda pública. Aunque gracias a un
seguro contratado, Goldman Sachs no perdió nada en la transacción y al
final vendió los swap al Banco Nacional de Grecia.
Pero eso son apenas tres nombres en una
lista de varios otros personajes no menos importantes de la escena
económica europea actual que también, de una u otra forma, tienen o
tuvieron algún tipo de relación con Goldman Sachs, corporación que ha
sabido infiltrarse —no por azar— en las altas esferas de la política
económica de los distintos países que integran la Union Europea y
también de sus organismos financieros supranacionales, creando una
delicada zona en la que sus intereses entran en conflicto con los que
supuestamente deberían considerar primero los gobiernos elegidos por los
ciudadanos. Al respecto Stephen Foley apunta:
Ese es el Proyecto
Goldman Sachs. En pocas palabras, mantener a los gobiernos cerca. Todo
negocio quiere promover sus intereses con los reguladores que pudieran
obstaculizarlos y con los políticos que pudieran hacerles una rebaja en
los impuestos, pero esto no es un mero esfuerzo de cabildeo. Goldman
está ahí para proporcionar consejo a los gobiernos y proporcionar
financiamiento, para enviar a su gente al servicio público y para tentar
con trabajos lucrativos a la gente que sale del gobierno. El proyecto
es crear un intercambio tan profundo entre personas e ideas y dinero que
sea imposible distinguir la diferencia entre los intereses públicos y
los intereses de Goldman Sachs.
Por si esto fuera poco Goldman Sachs, el
banco que  el analista financiero Matt Taibbi llamara “un calamar
vampiro asfixiando a la humanidad”, ha logrado ocupar una posición de
privilegio dentro de los gabinetes financieros de Estados Unidos,
prácticamente dictando la política económica de este país y borrando las
fronteras entre gobierno y corporaciones, algo que Benito Mussolini
definiera como “fascismo”.

Estados Unidos: Nazis refugiados después de la guerra…¡que cosa extraña!

EE.UU. dio refugio a nazis tras la guerra

Estados Unidos le habría ofrecido voluntariamente refugio a nazis alemanes después de la Segunda Guerra Mundialsegún lo establece un documento secreto del Departamento de Justicia norteamericano, informó el diario The New York Times.

El informe de unas 600 páginas, que las autoridades trataron de ocultar durante cuatro años, da nuevas pistas sobre estos hechos y establece, por ejemplo, que la CIA cooperó a sabiendas con colaboradores del régimen deAdolf Hitler en los años posteriores a la guerra para beneficiarse de sus conocimientos.
Según el informe, a Estados Unidos habrían ingresado desde Alemania mucho menos de los 10.000 nazis informados por las autoridades norteamericanas y que todo apunta a una “colaboración del gobierno con los perpetradores”, según citó el diario.
“Estados Unidos, que se había declarado como puerto seguro para los perseguidos, se convirtió, en menor medida, también en puerto seguro para los perpetradores”, agregó el rotativo. El informe también expone los logros y errores de una unidad de investigación especial del Departamento de Justicia para la persecución de nazis en Estados Unidos.
La unidad, integrada por abogados, expertos en historia y en criminalística, fue creada en 1979 para hallar a los secuaces de Hitler y expulsarlos del país. Unos 300 nazis fueron deportados desde su creación. En tanto, el grupo se fusionó con otra sección del Departamento de Justicia.
Vea aquí una versión completa del informe citado por The New York Times.

¡OTRA MÁSCARA QUE CAE: HITLER NO ERA NADA PURO!

Hitler habría tenido sangre judía y africana, razas que él consideraba inferiores y por lo cual intentó exterminar durante el Holocausto.

El líder nazi Adolf Hitler habría tenido sangre judía y africana, razas que él consideraba inferiores y por lo cual intentó exterminar durante el Holocausto.

Así lo reveló un estudio de ADN que se le realizó a 39 familiares del Führer, realizado por el periodista belga Jean-Paul Mulders y el historiador Marc Vermeeren, informó el diario británico The Daily Telegraph. 

En su investigación, Mulders y Vermeeren encontraron a familiares del líder nacionalsocialista, incluyendo a uno de sus primos, un campesino austríaco, cuyos análisis de ADN demuestran que tienen un cromosoma (llamado Halplogrupo E1b1b1) muy poco frecuente en Europa Occidental y que, sin embargo, sí se encuentra mucho más fácilmente en los habitantes originarios de Marruecos, Argelia y Túnez, así como en los judíos.

En efecto, el Haplogrupo E1b1b1 se encuentra en aproximadamente el 18 a 20 por ciento de los Ashkenazis y entre 8,6 y 30 por ciento de los Sefardíes, por lo que resulta ser el más común entre todos los linajes judíos.

«A partir de este supuesto se puede concluir que Hitler estaba relacionado con personas a las que él despreciaba», escribió Mulders en la revista belga Knack, que también publicó los resultados de esta investigación.

Por su parte, el especialista en genética de la Universidad de Lovaina Ronny Decorte reconoció que los resultados obtenidos en los familiares de Hitler son «sorprendentes». «Los resultados son increíbles, si se tiene en cuenta la concepción del mundo de los nazis, en los que la raza y la sangre tenían un papel fundamental», destacó el especialista. Y agregó: «La preocupación de Hitler por sus orígenes estaba justificada. Los análisis demuestran que él tampoco era un ario puro».

No es la primera vez que los historiadores sugieren que Hitler tenía ascendencia judía. Se cree que su padre, Alois, era hijo ilegítimo de una relación entre María Schickelgruber y Frankenberger, un muchacho judío de 19 años.

Fuente: Perfil.com