Toralogía

¿Qué es y en qué consiste una Parashá?

Por P.A. David Nesher

«Al cabo de siete años, en la época del año de remisión, durante la fiesta de Sucot, cuando todo Israel viene a presentarse ante El Eterno, tu Dios, en el lugar que Él ha de elegir, leerás esta Torah ante los oídos de todo Israel. Reúne al pueblo, a los hombres, las mujeres, los niños pequeños y al extranjero que está en tus ciudades, para que oigan y para que aprendan, y teman a Yahvéh, tu Dios, y sean precavidos de cumplir con todas las palabras de esta Torah. 

(Deuteronomio/Devarím  31:10-12)

«Porque Moshé desde tiempos antiguos tiene en cada ciudad quien lo predique en las sinagogas, donde es leído cada día de Shabat. 

Hechos 15: 21

Según la historia que surge de la tradición judía fue Moshé quien ordenó las lecturas públicas anuales de la Torah en Shabat,. Siglos más tarde, los Sabios se guiaron por el contenido y aspectos formales para dividir de esta manera las secciones, no dejando librado al azar o al antojo nada de lo referido a lo consagrado. Se dice que fue en Babilonia durante la cautividad de la Casa de Judá, cuando los sabios dividieron los cinco libros de Moisés en 54 “porciones” (en hebreo Parashot, del singular Parashá que significa “Porción”)

En la Eretz Israel primitiva, la lectura completa de la Torah tomaba tres años y medio; fue el rey Josías quien estaba tan preocupado de que la nación escuchara la Torah de Dios para no irse detrás de la idolatría, que realizó una reforma comprometiéndose con todo el pueblo a mantenerse firme en el estudio semanal de la Torah (2 Reyes 23: 1-3). Pero, durante el exilio en Babilonia, el tiempo de duración de cada parashá se redujo a un año, y esta costumbre continúa siendo seguida.

Es el Talmud el que relata que fue Ezra (Esdras) el Escriba quien luego del regreso del exilio babilónico estableció la práctica de leer la Torah los lunes y jueves de mañana y en Shabat por la mañana y por tarde (Talmud Yerushalmi, Meguilá 4:1).

¿Por qué en estos días? Porque los lunes y jueves eran los días de mercado, en que los campesinos llegaban a las ciudades para vender sus productos y hacer sus compras (Bava Batra 22a). Así pues estos días brindaban una excelente oportunidad para reunir a todo el pueblo por unas horas con el fin de enseñarles los códigos y las segulot (tesoros de energía mesiánica) de la Torah. Y dado que los comerciantes urbanos estaban ocupados estos días y no podían asistir a las reuniones de estudio de la Torah, se estableció para beneficio de ellos la lectura adicional de la Torah los sábados por la tarde. Los Sabios se guiaron por el contenido y aspectos formales para dividir de esta manera las secciones, no dejando librado al azar o al antojo nada de lo referido a lo consagrado.

Asimismo el Talmud brinda también una razón espiritual para las dos lecturas de los días laborables, e incluso sugiere que esta práctica es anterior a las disposiciones de Ezra, quien tal vez haya formalizado la costumbre de leer la Torah los días lunes y jueves, pero no habría sido el autor de la misma. Los Sabios han considerado siempre el agua como símbolo de la Torah. Lo que el agua es para el cuerpo: fuente de vida, manantial refrescante, lo es la Torah para el alma. Tanto es así que al describir el paso de los israelitas por el desierto, se dice que se pusieron impacientes porque “anduvieron tres días por el desierto sin hallar agua:

Moshé hizo que Israel marchara del Mar Rojo y salieron hacia el Desierto de Shur; anduvieron durante tres días en el desierto, mas no hallaron agua. Llegaron a Mará, pero no pudieron beber las aguas de Mará, pues eran amargas; por eso lo llamaron Mará. El pueblo se quejó ante Moshé, diciendo: « ¿Qué beberemos?»
(Éxodo 15:22-23)

Los Sabios consideran este pasaje como una lección práctica para ser Talmidim (discípulos) que estudian la Torah. Según ellos, el malestar se produjo a raíz de haber andado tres días sin el sustento espiritual de la Torah. Esta es, según los Sabios, la razón por la cual ya mucho antes de Ezra, los Profetas habían establecido que la Torah debe leerse los días lunes y jueves además del Shabat. Esta disposición asegura que no transcurran tres días sin que el pueblo reciba el sustento espiritual que brinda la lectura de la Torah en público.

Para ser más veraces y certeros en la historia, diré que la división de parashot que se encuentra en los rollos de la Torah de hoy en día, de todas las comunidades judías, se basa en la lista sistemática proporcionada por Maimónides en su obra Mishneh Torah ( sección «Leyes de Tefilín, Mezuzá y Rollos de la Torah«, capítulo 8). A su vez, esta Sidráh (u «Orden») de división de la Torah, Maimónides la estableció basándose el Códice de Alepo escrito en la ciudad de Tiberíades en el siglo X d.C., y que perseguía el propósito de preservar la tradicional forma de estudiar las parashot que los judíos traían desde los tiempos de Ezra.

La Torah se suele dividir en 54 porciones o parashot. Cada porción (parashá) es leída públicamente durante la semana en la sinagoga (los lunes y jueves por la mañana, así como los sábados por la mañana y por la tarde), por eso también se conoce por Parashat Hashavua (la Porción de la Semana).

Cada una de las “parasháh” era leída y explicada cada sábado en la mañana en las diferentes sinagogas, costumbre que se sigue hasta nuestros días; además, a dicha “porción” se le agregan otros textos tomados de “los profetas” (Nevím) (Josué hasta Reyes e Isaías hasta Malaquías) que también se le conoce en la cultura hebreas como “ Haftarah” (traduciada como: «conexión» o «conclusión«).


Esta es la subdivisión de cada libro según sus “Parashot” (“secciones”):

Libro “Bereshit” (En principio):
1 – sección semanal “Bereshit” (En principio)
2 – sección semanal “Noaj” (Noé)
3 – sección semanal “Lej lejá” (Ve para ti”
4 – sección semanal “Vaierá” (Se mostró)
5 – sección semanal “Jaie Sará” (Vida de Sará)
6 – sección semanal “Toldot” (Genealogía)
7 – sección semanal “Vaietzé” (Salió)
8 – sección semanal “Vaishlaj” (Envió)
9 – sección semanal “Vaieshev” (Residió)
10 – sección semanal “Miketz” (Al cabo)
11 – sección semanal “Vaigash” (Se acercó)
12 – sección semanal “Vaieji” (Vivió)

Total parashot libro Bereshit: 12

Libro “Shemot” (Nombres):
1 – sección semanal “Shemot” (Nombres)
2 – sección semanal “Vaerá” (Me mostré)
3 – sección semanal “Bo” (Ven)
4 – sección semanal “Beshalaj” (Envió)
5 – sección semanal “Itró” (Itró)
6 – sección semanal “Mishpatim (Sentencias)
7 – sección semanal “Terumá” (Ofrenda)
8 – sección semanal “Tetzavé” (Ordena)
9 – sección semanal “Ki tisá” (Cuando cuentes)
10 – sección semanal “Vaiakehel” (Congregó)
11 – sección semanal “Pecudei” (Recuento)

Total parashiot libro Shemot: 11

Libro “Vayikrá” (Levítico):
1 – sección semanal “Llamó” (Llamó)
2 – sección semanal “Tzav” (Ordena)
3 – sección semanal “Sheminí” (Octavo)
4 – sección semanal “ki tazría” (Cuando concibiere)
5 – sección semanal “Metzorá” (Leproso)
6 – sección semanal “Ajarei mot” (Tras el deceso)
7 – sección semanal “Kedoshim” (Santos)
8 – sección semanal “Emor” (Habla)
9 – sección semanal “Behar” (En el monte)
10 – sección semanal “Im bejucotai” (Si en mis decretos)

Total parashiot libro Vayikrá: 10

Libro “Bamidbar” (Números):
1 – sección semanal “Bamidbar” (En el desierto)
2 – sección semanal “Nasó” (Cuenta)
3 – sección semanal “Bealotjá” (Cuando enciendas)
4 – sección semanal “Shelaj lejá” (Envía para ti)
5 – sección semanal “Coraj” (Coraj)
6 – sección semanal “Jucat” (Decreto)
7 – sección semanal “Balac” (Balac)
8 – sección semanal “Pinjas” (Pinjas)
9 – sección semanal “Matot” (Tribus)
10 – sección semanal “Masaei” (Viajes)

Total parashiot libro Bamidbar: 10

Libro “Devarim” (Deuteronomio):
1 – sección semanal “Devarim” (Palabras)
2 – sección semanal “Vaetjanán” (Oró)
3 – sección semanal “Ekev” (Por cuanto)
4 – sección semanal “Reé” (Mira)
5 – sección semanal “Shoftim” (Jueces)
6 – sección semanal “Ki tetzé” (Cuando salgas)
7 – sección semanal “Ki tabó” (Cuando vengas)
8 – sección semanal “Nitzavim” (Ustedes están presentes)
9 – sección semanal “Vaielej” (Fue)
10 – sección semanal “Azinu” (Escuchad)
11 – sección semanal “VeZot haberajá” ( Esta es la bendición)

Total parashot libro Devarim: 11

Como hay 52 semanas en un año, se lee una parashá cada misma semana, este ciclo de lectura de la Torá – Keriat Hatorá – comienza en Shabat Bereshit (primer Shabat después de Sucot) y finaliza en la Festividad de Simjat Torá.

Seraj: una mujer anciana, pieza clave del éxodo.

Por P.A. David Nesher

Y el nombre de la hija de Aser era Seraj”.
(Bemidbar 26:46).

Seré sincero, (no sé si también te pasa esto), pero cuando leo en la Torah las genealogías, tiendo a colocar poca atención a los nombres que aparecen en las mismas y muchas veces tiendo a saltearlos por parecerme poco interesantes.  Pero, en la lectura que hoy he estado realizando (segunda aliyah), ha vuelto a llamarme la atención el nombre de Seraj, la única mujer que aparece mencionada en el censo realizado por Moshé en el desierto en las estepas de Moab.

Pero, ¿quién era esta mujer para tener el privilegio de ser la única mujer mencionada en estas genealogías? Por lo que hasta ahora hemos aprendido, sabemos que la mención de un personaje femenino en un listado genealógico que incluye solo nombres masculinos sugiere que dicha mujer tenía cierto nivel de relevancia en la historia de su familia, clan, tribu y nación.

Seraj, la hija de Asher, ya había sido mencionada entre los setenta miembros de la familia del patriarca Yaakov que emigraron de Kenaán a Egipto:

«Los hijos de Aser: Imná, Isvá, Isví, Beriá, y su hermana que se llamaba Seraj. Los hijos de Beriá: Héber y Malquiel.»
(Bereshit  46:17)

Para lograr comprender quién es este personaje femenino, y ante la falta de mayor información o comentarios en la Torah, deberemos suplir nuestra investigación considerando varios midrashim de los Sabios, quienes llenan el aparente silencio de las Sagradas Escrituras, permitiéndonos revisar este personaje aparentemente secundario, que sin embargo adquiere dimensiones proféticas muy importantes en la Historia de la Salvación.

Seraj, según «El libro de Jasher» y la exégesis de “Midrash Avot”, en verdad no era la hija, sino la hijastra del patriarca Asher.

De acuerdo a dichos libros, Asher se casó primeramente con Adon bat (hija) de Aflal, ben (hijo) Hadad, ben Ishmael. Dicha mujer murió antes de tener hijos. Entonces, Asher se casó en segundas nupcias con Hadurah bat Abimael (ben Heber, ben Shem), la viuda de Malkiel (hijo de Elam, hijo de Shem). Hadurah le había dado una hija a Malkiel, a quien llamó Seraj. Después de la muerte de Malkiel, madre e hija regresaron a la casa de Abimael. Tras el matrimonio de Asher con Hadurah, él decidió adoptar a Seraj y los llevó a Kenaán (Canaán) para que vivieran en la casa de Yaakov. [Esta es una de las fuentes que usa el Talmud (Meguilá) para mostrar que un niño adoptado se considera hijo del padre adoptivo, a diferencia del padre genético, en la ley de la Torah.] La tradición dice que tenía tres años cuando Asher se casó con su madre, y desde entonces se crió en la casa de Yaakov, cuyo afecto se ganó con su notable piedad y virtud. Fue la persona que anunció a su abuelo Yaacov que su hijo Yosef todavía vivía; y por esta razón el patriarca la bendijo con vida eterna.

Según el relato, después de 22 años, Yaakov avinu  sigue viviendo el duelo por su hijo Yosef; sin embargo este aparece repentinamente. Los hijos de Yaakov no saben como darle tremenda noticia a su padre, para que no sea demasiado impactante. Ahora bien, resulta que la pequeña hija de Asher tenía un nivel espiritual muy alto, además de contar con el talento para tañer el arpa proféticamente de una manera asombrosa. Por eso le piden que se ella quien lo haga. Entonces, Seraj entra cuidadosamente al ohel (tienda) de Yaacov y empieza a entonar una bella melodía con el arpa mencionando que “Yosef aún vive” dentro de su canto. Cuando la pequeña Seraj cantó estas palabras, y Yaakov comprendió su significado, casi colapsó. Sin embargo, la dulzura de su canto alivianó el impacto, y él fue capaz de calmarse. Entonces, Yaakov en gratitud bendijo a Seraj por darle tal noticia, diciéndole: “seas bendecida Seraj, me has revivido mi espíritu, que vivas para siempre”. Así fue como nuestro patriarca le concedió a Seraj una bendición de longevidad, ¡y ella fue la única que bajó a Egipto con Yaakov y que salió 210 años después con Moshé!

También en el “Midrash Avot” se relata que Moshé se dirigió a Seraj cuando quiso saber dónde estaban enterrados los restos de Yosef (ver Soṭá 13a; Devarim Rabá 11). Según el Midrash (Qohelet Rabá. 7: 11), Seraj fue “la mujer sabia” que causó la muerte de Sheba ben Bijri (II Samuel 20).

Según el relato tradicional (Mejilta Derabí Ismael, Maseta Vayehi Beshalaj, Petijta; Sotá 13a), cuando los israelitas estaban listos para salir de Egipto, estaban ocupados en tomar el botín;Moshé era el único que estaba preocupado en hallar los huesos de Yosef. Buscó su ataúd en toda la tierra de Egipto, pero no pudo encontrarlo. Seraj era la única de esa generación que aún estaba viva.

Moshé se dirigió a ella y le preguntó:
_ “¿Sabes dónde está enterrado Yosef?
Ella respondió:
_ “Lo colocaron aquí. Los egipcios le hicieron un ataúd de metal y lo hundieron en el Nilo, para que sus aguas fueran bendecidas”.

Gracias a esta información, Moshé fue al Nilo, se paró en la orilla y gritó:

¡Yosef, Yosef, ha llegado el momento del juramento que Dios juró a nuestro padre Abraham, que redimirá a sus hijos. Honra al Señor, el Dios de Israel, y no retrases su redención, porque estamos atrasados. Si te muestras, estará bien; y si no, entonces estamos libres de su juramento si no levanta su ataúd, saldremos de Egipto y lo dejaremos aquí!”.

El ataúd de Yosef salió inmediatamente a la superficie y Moshé lo recogió

Esto llevó a los rabinos a afirmar que Seraj entregó “el fiel al fiel”, ya que ella entregó a Yosef a Moshé cuando partieron de Egipto (Bereshit Rabá 94: 9).

Según los sabios, Seraj no solo estaba entre los que vinieron a Egipto y uno de los que lo dejaron, sino que también ingresó a Eretz Israel; esa sería la razón que aparece en Bemidbar 26:46, incluyendo a Seraj entre los nombres de los que ingresan a la tierra (Seder Olam Rabá 9).

Finalmente en esta parashá vemos que aparecen también mencionadas las cinco hijas de Tzlofhad. Pues entonces, teniendo en cuenta esto notamos la existencia de un nexo entre estos dos pasajes.

Las hijas de Tzelofhad se hacen merecedoras de una heredad en la Tierra de Israel al igual que lo es Seraj. El sabio Najmánides, conocido como el Rambán, al comentar Bamidbar 26:46 dice:

Porque todavía estaba viva cuando terminó la esclavitud del pueblo de Israel en Egipto, y luego de los cuarenta años en el desierto, y es una de las setenta personas mencionadas en Génesis 46 que fueron a Egipto con Jacob, las Sagradas Escrituras la mencionan aquí

Onkelos traduce (el versículo 46): “y el nombre de la hija del primer esposo de la esposa de Asher era Seraj”, lo cual quería decir que era una hija que tenía herencia de la Tierra y por derecho propio (Bamidbar 36:8), y por tanto las Sagradas Escrituras la mencionan aquí al igual que menciona a las hijas de Tzelofhad, porque Seraj se incluye entre ellos cuando dice: ‘A ellos, será dividida la tierra’ (26:53).

Explico aquí algo importante para este estudio. Seraj, de haber sido hija de Asher, no hubiera heredado una parte de la Tierra, ya que él tenía hijos varones (como dice el versículo 44). Pero Seraj era hija de la esposa (de Asher) en un primer matrimonio por lo que la herencia de la Tierra pasó a Seraj. En este caso, la razón de que las Sagradas Escrituras incluya la frase ‘y Seraj su hermana’ (Barmidbar/Números 46:17) es porque ella era medio hermana de los hijos de Asher, pero no su hija. Y por tanto está escrito: «el nombre de la hija de Asher era Seraj«, y no dice “y la hija de Asher era Seraj”, porque la intención del versículo es decir que su nombre era conocida como “la hija de Asher”, pero se llamaba en realidad Seraj. Rashi explica que al estar viva al final de la travesía de Israel por el desierto, entonces sería como las hijas de Zelofehad en cuanto a recibir una herencia de la Tierra por derecho propio.

Hasta aquí Najmánides que al mencionar a Onkelos establece una clara relación entre las hijas de Tzlofhad y el episodio de la herencia de la Tierra y Seraj, también ella, según esta interpretación, contada entre los herederos de la tierra.

Ahora bien, independientemente de la tradición de los sabios, creo que hay una enseñanza interesante en la historia de Seraj bat Asher para nosotros y es la que tiene que ver con el lugar de los adultos mayores en nuestras comunidades. Es saber que en esas personas que ya caminan con dificultad, que a veces les cuesta hablar, y que muchas veces relegamos en pos de escuchar voces más jóvenes, en ellos está una sabiduría irremplazable. Cada historia, cada testimonio, cada relato es una oportunidad más de construir nuestra memoria colectiva y asegurarnos de que las jóvenes generaciones sepan lo que sucedió en aquellos tiempos pasados de nuestra historia.

Seraj era la única que había vivido en carne propia la llegada a Egipto, los años de bonanza y también los de esclavitud. Seraj era depositaria de un pedazo de la memoria del pueblo que muchos ya habían olvidado, que los jóvenes líderes desconocían. Si Moshé hubiese confiado en su propio saber y en el de quienes lo rodeaban, quizá todavía estuviera buscando a Yosef. Pero tuvo la nobleza y la sabiduría de preguntarle a la más anciana de la tribu, en la esperanza de que ella aún recordara la historia. Moshé sabía que hay cosas que por más formación, capacidades y habilidades que él tuviera, sólo podían descubrirse oyendo el testimonio de aquellos que lo precedían. Y así transformó a Seraj en una pieza clave del éxodo.

¿Qué es un buen lugar para vivir?

Por Rab Aliana Suskin

Mah tovu ohalecha Ya’acov, mishkenotecha Yisrael  

— «Cuán buenas son tus tiendas, Jacob, tus moradas, Israel.” 
(Numeros 24:5)


Esta famosa línea de Parashat Balak, pronunciada por un profeta no israelita sobre el Pueblo de Israel, parece bastante simple. El gran comentarista medieval Rashi , sin embargo, ve otro nivel de significado en ello. Nos dice que Balaam pronunció estas palabras porque las entradas de las casas del pueblo no estaban alineadas unas con otras.

Parece extraño que de todas las cosas que un profeta podría alabar sobre Israel, especialmente porque los está alabando en contra de su voluntad, Balaam decidió alabar el hecho de que no pueden ver dentro de las casas de los demás. Pero quizás no sea tan extraño que lo que hace que una vivienda sea “buena” es la capacidad de tener privacidad dentro de ella.

De hecho, esta idea es tan importante para Rashi que aparece dos veces en su comentario sobre esta porción: Solo unas pocas líneas antes, en el capítulo 24, versículo 2, Rashi explica que las palabras, “Balaam alzó los ojos y vio a Israel habitando de acuerdo con sus tribus”, en realidad quiere decir que vio que sus entradas no estaban alineadas entre sí, de modo que uno no podía asomarse a la tienda de su amigo.

Sabemos que las condiciones en el desierto deben haber sido muy difíciles. Sin embargo, Israel pudo asegurar que cada familia tuviera un espacio propio, un lugar que fuera suyo.

Es esclarecedor contrastar esto con las condiciones modernas de pobreza en los Estados Unidos. El gobierno de los Estados Unidos, pretendiendo responder a las demandas de la gente, ha hecho cada vez más difícil que los pobres tengan un lugar digno para vivir.

El ex-alcalde de Nueva York, Rudy Giuliani, nos brindó una vez un excelente ejemplo de cómo funciona este tipo de política: si una persona se niega a ir a un refugio para personas sin hogar, puede ser enviada a la cárcel. Si una persona va a un refugio para personas sin hogar cuando la policía la envía allí, pero una vez que está allí se niega a hacer cualquier cosa que le pida el refugio, puede ser arrojada de nuevo a la calle, donde, presumiblemente, el problema será atendido por un arresto poco después.

Es curioso que una ciudad moderna, con una enorme cantidad de recursos -ciertamente muchos más que un pueblo tribal deambulando por el desierto- sea, sin embargo, mucho menos capaz de proporcionar un lugar digno para vivir a toda su comunidad. Curiosamente, ni siquiera es una cuestión de dinero: caso tras caso ha demostrado que con programas que fomentan la propiedad de la vivienda, las condiciones de vida de las personas mejoran materialmente, junto con la seguridad de su vecindario, y por mucho menos dinero que administrar una operación encubierta contra la falta de vivienda. (Habitat for Humanity es solo un ejemplo de cuán exitoso puede ser un programa como ese).

Sin embargo, en lugar de intentar proporcionar viviendas dignas a los pobres, el poco dinero que se gasta se destina a crear refugios para personas sin hogar, que son, además de lugares físicamente peligrosos a veces, extremadamente desmoralizadores para las personas y, a menudo, inhumanos para las familias que intentan sobrevivir. Permanecer juntos.

¿Por qué es esto? Parece que necesitamos castigar a la gente por ser pobre. La ideología detrás de tales leyes entiende la pobreza como el resultado obvio de la pereza y la codicia. Insiste en que nadie puede ser pobre por accidente, que los que son pobres son de color, son “reinas del bienestar” o tal vez son uno de los “locos” que fueron abandonados durante la desinstitucionalización de los hospitales psiquiátricos.

Incluso esta última noción es algo así como una concesión para quien sostiene esta ideología, quien a menudo cree que estas son personas que probablemente prefieren vivir en la calle de todos modos, y además, lo que realmente necesitamos hacer, por su propio bien, es «¡enciérralos, donde no podamos verlos!».

Incluso cuando a las personas se les proporcionan hogares para vivir que no son refugios, las viviendas sociales modernas son una vergüenza. Las empresas privadas no hacen reparaciones en sus propiedades para crear un espacio mínimamente habitable: la plomería deja de funcionar, las alimañas se mudan, las paredes y las puertas a veces tienen agujeros. No es de extrañar que las personas que viven en estos lugares desesperen por una vida mejor.

El comentario de Rashi toca profundamente el corazón de lo que significa tener “un buen lugar para vivir”. El pueblo de Israel avanzaba hacia su propia tierra, y aunque todavía no estaba allí, formaron, como comunidad, hogares que crearon una atmósfera de respeto mutuo.

Como en cualquier otra comunidad, indudablemente había quienes eran más ricos y quienes eran más pobres; sin embargo, cada familia en Israel tenía un espacio en el cual vivir, un lugar que era respetable y respetado. Desde estos hogares, pudieron vislumbrar un futuro más brillante, uno en su propia tierra, que podrían trabajar para construir con sus propias manos y mejorar tanto a ella como a ellos mismos. La decencia de sus hogares fue la base sobre la que construyeron nuestro futuro.

La naturaleza de la profecía de Balaam… ¿Cómo aprender de las imágenes bíblicas de la naturaleza?

Por Ileana Stein

En la porción de Balac, el profeta Balaam , contratado por el rey Balac de Moab, se dispuso a maldecir a los hijos de Israel, solo para encontrarse proclamando cuatro bendiciones en su lugar. Cada bendición se basa en la anterior, volviéndose más sofisticada y exaltada.

Balaam comienza introduciendo su tema y misión en el primero, responde a la ira de Balac por no maldecir al pueblo como prometió en el segundo, y en el tercero se lanza a un canto de alabanza a Israel que se considera “ni vindicación ni denuncia sino pura profecía” (Nehama Leibowitz , Estudios en Bamidbar). Aquí el lenguaje mismo se vuelve declamatorio y se llena de más simbolismo; específicamente más imágenes tomadas del mundo natural. En la primera profecía, solo se mencionan colinas y rocas, en la segunda, un buey y un león, pero en la tercera, tanto las plantas como los animales se usan con gran efecto. Examinemos uno de los versículos aquí.

La tercera bendición comienza con la declaración más famosa de Balaam:

 “Cuán hermosas son tus tiendas, oh Jacob, y tus tabernáculos, oh Israel”. 
(Números 24:5)

El versículo que sigue a esto es menos conocido:

“Como arroyos serpenteantes, como jardines junto al río, como áloes que plantó el Señor, y cedros junto a las aguas.” (v. 6)

Convenciones de la poesía bíblica

A primera vista, esta es una descripción adicional del campamento físico de Israel, y podemos verlo en nuestra mente, extendiéndose en la distancia en largas filas como arroyos o tiendas de campaña sobre el suelo plano, como cedros altos que sobresalen hacia el cielo. .

Sin embargo, si observamos más de cerca las imágenes del versículo, no parece seguir ninguno de los patrones utilizados en la poesía bíblica , por ejemplo, ABAC (paralelismo de escalera) o ABBA (estructura quiástica), ni siquiera el estilo del versículo anterior. , donde la primera parte del verso es paralela en tema a la segunda. En nuestro verso tenemos un cuerpo de agua (arroyos serpenteantes) seguido de una lista de tres tipos de flora (jardines, áloes, cedros), una planta del desierto (áloes) y dos de las cuales ‘suceden’ estar al lado del agua ( jardines junto al río, cedros junto al agua). Ninguno de los patrones de estructura habituales mencionados anteriormente parece encajar.

Varios comentaristas ofrecen diferentes explicaciones. Ibn Ezra ve árboles implicados en la primera imagen del río, ya que los árboles suelen crecer junto a ríos o arroyos sinuosos. El comentario de Da’at Mikra lleva esto un paso más allá: la palabra ‘nahal’ con mayor frecuencia se refiere al lecho de un río, a diferencia de un río que fluye real, generalmente dentro de un ecosistema árido o desértico.

Dichos cauces son arenosos y secos, no hay agua superficial durante la mayor parte del año, pero se pueden ver desde lejos, ya que a su lado crece vegetación e incluso grandes árboles, marcándolos claramente dentro de la vasta extensión de tierra árida. En el sur de África, los elefantes se dirigen a estas franjas verdes en la estación seca, y aquí cavan en la arena seca con sus patas delanteras hasta que el agua salobre brota de las profundidades y pueden beber.

Si nos fijamos entonces en los ecosistemas generales en los que se encuentran estas plantas o ríos, en lugar de las plantas mismas, encontramos que el verso de hecho tiene una estructura ABAB:

A– nahal –cauce de un río en un entorno desértico

B– nahar –vegetación al lado de un ancho río

A– ahalim -áloes; plantas que suelen vivir en zonas semiáridas o áridas

B– arazim alei mayim –cedros que están junto al agua

Regiones desérticas y zonas templadas

Así que este verso contiene una imagen repetida de dos tipos de biomas o ecozonas: desierto con áloes y un río que fluye raramente, y una zona más templada con un río perenne y cedros.

Este arreglo sigue un recurso estilístico típico de la poesía bíblica que, en la época de Balaam, el pueblo de Israel habría adoptado casi instintivamente. Conocían íntimamente el ambiente desértico, así como el poder del río Nilo para crear ‘jardines’ en sus orillas. Las generaciones posteriores vivieron en Israel, donde ambos biomas estaban bien representados. Pero para nosotros hoy, no es tan fácil.

En las profecías de Bilaam, como en la mayoría de las demás a lo largo de la Biblia, la naturaleza se usa constantemente en metáforas y simbolismos. Su audiencia lo entendería, sin necesidad de ayuda para captar las ideas que el profeta estaba proclamando. La gente vivía una vida que estaba tan ligada a la naturaleza, con una conexión tan fuerte con su entorno natural, que las conexiones necesarias incluso podrían haberse hecho inconscientemente. La belleza y las enseñanzas de la naturaleza habrían impregnado sus seres.

Hoy, debemos mirar más allá del significado específico del versículo si queremos aprender del uso de imágenes de la naturaleza en la Biblia en general. Necesitamos preguntarnos: ¿Hasta qué punto la naturaleza es parte de nuestra conciencia? La respuesta para muchos de nosotros es: no mucho.

De vuelta a la naturaleza

Antes de la Revolución Industrial, la mayoría de los humanos vivían un estilo de vida agrario, dependiente o cercano a la tierra. Incluso en el Londres urbano del siglo XVI, su audiencia habría entendido las imágenes de la naturaleza de Shakespeare. Pero, en el siglo XXI, con la mitad de la población mundial viviendo en ciudades, parece que necesitamos botánicos o ecólogos que nos ayuden a entender nuestra Biblia.

Necesitamos considerar nuestra exposición a la naturaleza: ¿Cuándo fue la última vez que vi un río o escuché el susurro de los árboles en sus orillas? ¿Caminar sobre la hierba y oler una flor silvestre? Nuestro lenguaje y metáforas reflejan la realidad que experimentamos, que consiste en el zumbido de la maquinaria y el zumbido de las computadoras, no los animales y las plantas que viven con nosotros en la Tierra. “Poco vemos en la naturaleza que es nuestra”–Wordsworth vio esta separación ya en el siglo XIX; cuánto más hoy.

Pero la Torah es relevante para todos los tiempos y todos los lugares, y por lo tanto, la imagen de la naturaleza en él se convierte en un grito para que nos reconectamos con el mundo en el que Dios nos colocó. Tanto a nivel poético como filosófico, la Torah nos enseña a apreciar la naturaleza y a reaccionar con alabanza a su Creador.

Dios no creó un mundo tan espectacular simplemente para proporcionar alimento e industria. Si uno realmente ve toda la Naturaleza en su complejidad, belleza y armonía, la reacción de uno debería ser el mismo estallido espontáneo del salmista:

¡Cuán diversas son tus obras, oh Señor! Tú los haces a todos con sabiduría, el mundo está lleno de Tus posesiones”.
(Salmos 104:24)

Elementos de acción sugeridos:

1) Dé un paseo por un parque, o en lugar de sacar tiempo de su rutina, tome la ruta escénica a casa una vez a la semana, pase un hermoso jardín o un árbol alto y venerable. Visite un parque o reserva nacional; incluso hoy en día, la mayoría de las ciudades tienen una reserva natural a 2 o 3 horas en coche.

2) Si tiene un pequeño terreno, plante vegetales o hierbas; comer algo que has visto crecer a partir de una semilla puede reconectarte con la tierra (esto es especialmente asombroso para hacer con niños). Disfrute de la lluvia, recordando que si bien es posible que usted no crezca con ella, las flores y el pasto lo harán.

3) Aprende las bendiciones que se dicen después de los truenos y relámpagos, y las que se dicen sobre todos los fenómenos naturales.

¿Qué es el «Bautismo por los Muertos» según la cosmovisión paulina?

P.A. David Nesher

De no ser así, ¿qué harán los que se bautizan por los muertos? Si de ninguna manera los muertos resucitan, ¿por qué, entonces, se bautizan por ellos?

(1 Corintios 15: 29)

Ciudad de Corinto (Grecia, siglo I E.C.)… Una creciente comunidad de discípulos del yugo de Yeshúa crecía en forma sorprendente en esa ciudad. Entre los miembros de la Kehilah (Asamblea) de Corinto se estaban manifestando algunos miembros que negaban la doctrina de la resurrección de los muertos, por eso el apóstol Pablo les escribe una epístola con el objetivo de afirmar la certeza de que sí habrá resurrección:

Pero si se predica de Cristo que resucitó de los muertos, ¿cómo dicen algunos entre vosotros que no hay resurrección de muertos?
(1 Corintios 15:12)

Ahora bien, en medio de una larga y detallada exposición acerca de la resurrección de los muertos (ver 1 Corintios cap. 15), el apóstol Pablo hace una declaración que hoy deja confundidos a muchos investigadores:

«De no ser así, ¿qué harán los que se bautizan por los muertos? Si de ninguna manera los muertos resucitan, ¿por qué, entonces, se bautizan por ellos?

¿Qué?… ¿Cómo?… En medio de un capítulo lleno de buenos y claros argumentos, salta este versículo a la vista del estudiante que comienza a hacerse muchas preguntas. Convengamos que es cierto que la asamblea de Corinto habían algunas prácticas desagradables, pero bautizarse por los muertos es ya un hecho muy extraño, incluso para ellos. Pablo lo menciona de pasada, dejándonos perplejos y sin seguridad de lo que está pasando en Corinto. ¿Es esta una práctica que debería realizarse hoy día en la iglesia? Pablo no la condena. ¿Qué deberíamos pensar entonces?

Bien, primeramente vamos a convenir en que la abrupta mención del apóstol del bautismo por los muertos no nos da mucha información. Por ello, no es de maravillarse que los académicos del cristianismo estimen que se han propuesto más de 200 teorías diferentes. Pero ¿realmente el apóstol Pablo tocaría un tema que las comunidades no entenderían, dejando por lo tanto una puerta abierta para la libre interpretación y el error de la herejía? Pues claramente la respuesta a esto es un rotundo NO; Pablo (como cualquiera de los otros apóstoles) jamás causarían una oportunidad para apostatar. Por el contrario, el hecho de que no se deje explicación alguna en el discurso de dicha epístola, se debe a que las comunidades del primer siglo estudiaban la Torah sujetos a la Sabiduría de las distintas midrashim (enseñanzas) que desde Moshé (Moisés) se venían dando de generación en generación. Por eso, para comprender el planteo de Pablo sobre el «bautismo de los muertos», debemos indagar desde la sana doctrina que ellos recibían al estudiar el ciclo de parashot (porciones) de la Torah; y justamente la porción que contiene la explicación exacta es Jukat.

¿Qué significa el estatuto (juk) de la Pará Adumá (Vaca Roja)?

Seguramente, al estudiar la parashá (sección) Jukat, te habrás dado cuenta que es una de las más enigmáticas de todas las que encontramos en el Ciclo de estudios de la Torah. En ella leemos de algunas cosas que no parecen tan entendibles cuando consideramos la narración con lentes superficiales. ¿Por qué una serpiente de bronce? ¿Por qué el castigo contra Moshé y Aarón es tan severo? ¿Qué significa el estatuto de la vaca roja? ¿Es esto alguna “fórmula mágica” para hacer desaparecer la impureza? ¿En qué sentido el contacto con cadáveres impurificaba a los creyentes? ¿Es pecado estar impuro? ¿Por qué una vaca roja? Todas estas preguntas fluyen en la mente de cualquier investigador sincero cuando llega a esta sección (parashá) y en su mesa de estudios comienza a meditar profundamente en estos temas.

En su inmensa mayoría (y algunos eruditos dirán que en su totalidad) los conceptos de impureza ritual están relacionados con contacto literal o simbólico con muerte o abandono de vida. Ya hemos estudiado en parashot anteriores como el contacto con salida de vida o con muerte, incluso simbólicamente, causaba impureza ritual. En ese mismo contexto, debemos entender el estatuto de la Pará Adumá (vaca roja): dentro de la esfera de la impureza ceremonial relevante cuando hay un Templo en pie y que conlleva la presencia manifiesta del Eterno en dicho lugar.

La impureza causada por un cadáver es llamada por los jajamim (Sabios) “Padre de padres de impureza”. Eso significa que es la mayor fuente de impureza por su cantidad de días, transmisión y por el proceso necesario para eliminarla. Como ya lo hemos visto, la presencia de Yah que habitaba en el Templo tenía una intensidad muy grande. La muerte y sus rastros no tienen lugar en la Presencia del Dios vivo redentor de Israel; lo inmortal, puro y trascendente no puede morar con lo mortal o impuro. Si el Mishkán (o más tarde el Beit Hamikdash) no era expiado siguiendo los procesos de purificación, la presencia de YHVH terminaría por irse.

Para el caso especifico de la impurificación por muerto, podemos descubrir que los componentes de la vaca alazana aluden a vida, incorruptibilidad y preservación. Es decir, la “cura” para la impureza ritual causada por la muerte es precisamente formada por aspectos llenos de vida, literal y simbólicamente.

Leemos por ejemplo en la Torah mismsa:

Di a los hijos de Israel que te traigan una vaca alazana, perfecta, en la cual no haya falta, sobre la cual no se haya puesto yugo;”
(Números 19:2)

La primer pregunta lógica es: ¿Por qué una vaca roja? La respuesta más plausible es que el color de la vaca alude a la sangre. La sangre es donde el nefesh (es decir: la vida, el alma animal, la fuerza de vida que habita tanto en hombres como animales), reside y fluya, tal como está escrito:

«Porque la vida de la carne en la sangre está, y yo os la he dado para hacer expiación sobre el altar por vuestras almas; y la misma sangre hará expiación de la persona.»
(Levítico 17:11).

A parte de su color, la vaca tenía que tener dos características adicionales:

  • No tener falta, y
  • no haber recibido yugo.

No tener falta alude a no tener defecto, la muerte es el peor de los males y el principal defecto de nuestro mundo actual. La vida por otro lado es el mejor don. La muerte puede ser asimilada a un yugo que todos debemos de cargar, desde el primer pecado cometido en el mundo. Todos heredamos este yugo y cargamos con nuestra naturaleza mortal, tal como está escrito:

«Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron
(Romanos 5:12).

«Y así como hemos traído la imagen del terrenal, traeremos también la imagen del celestial.»
(1 Corintios 15:49)

El color, su falta de yugo, y su falta de tacha, alude a vida e incorrupción. Como podemos notar, las tres características de la vaca alazana aluden a vida, algo que debemos de esperar pues las impurezas tienen que ver con muerte y la purificación tiene que ver con vida.

Si seguimos considerando los detalles del ritual, encontraremos más alusiones a vida e incorruptibilidad. Leemos en la Torah:

«Luego tomará el sacerdote madera de cedro, e hisopo, y escarlata, y lo echará en medio del fuego en que arde la vaca.» (19:6).

Los tres elementos que se mencionan tienen que ver con vida y purificación.

  • La madera de cedro es un elemento que se preserva mucho en el tiempo, dicha madera es considerada como muy duradera y como tal, es una alusión a lo imperecedero.
  • El hisopo es símbolo de purificación, limpieza y conlleva la connotación de preservación de salud y vida.
  • El escarlata tiene el color rojo que alude a la sangre, donde se encuentra la vida (Nefesh).

Vemos como nuevamente, encontramos poderosas alusiones a la vida en los detalles de las aguas de la vaca roja. Si añadimos que la vaca roja es el único caso en el que la sangre no se derrama o se esparce, sino que es incluida en la quema del animal, la alusión a contenido de vida, es inequívoca.

Jukat contra el postrer enemigo: la muerte.

Con todo este contenido simbólico, debemos aceptar que el Eterno estaba dando un gran mensaje en todo lo que tenía que ver con las impurezas: la muerte no es ideal y Yahvéh está en el proceso de terminar con ella; la muerte es el “último enemigo” a ser vencido por el Eterno a través de Su Mashiaj (Ungido). En otras palabras, nuestro mundo mortal en el que vivimos no es el ideal, el pecado y la muerte son nuestros verdaderos y máximos enemigos. El Eterno finalmente vencerá a la muerte, Él lo hará pues es el Elohim de la vida, no de los muertos, tal como lo afirmara en Su enseñanza nuestro Maestro y Dueño (Marcos 12:27).

Este mundo era perfecto en un inicio pero el pecado, y su fruto la muerte, estropearon el diseño original de la Intención divina. Sin embargo, todo el sistema ritual y simbólico de las impurezas y expiaciones del Mishkán (Tabernáculo) y el Beit Hamikdash (Templo) donde el contacto con muerte o abandono de vida, es visto como un problema a ser cubierto, habla poderosamente sobre la intención de Yahvéh de acabar con la muerte y el pecado para siempre, tal como lo dejó escrito en el oráculo del profeta Isaías:

«Destruirá a la muerte para siempre; y enjugará El Eterno el Señor toda lágrima de todos los rostros; y quitará la afrenta de su pueblo de toda la tierra; porque El Eterno lo ha dicho. Y se dirá en aquel día: He aquí, éste es nuestro Dios, le hemos esperado, y nos salvará; éste es El Eterno a quien hemos esperado, nos gozaremos y nos alegraremos en su salvación.»
(Isaías 25:8-9)

Así también lo afirmaba el apóstol Pablo:

«Y cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción, y esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: Sorbida es la muerte en victoria. ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria?»
(1 Corintios 15:54-55).

Ahora bien, podemos entender que antes que los profetas y los apóstoles enseñaran la doctrina de la resurrección de la carne, la victoria final sobre el pecado y la muerte y todo lo relacionado con ello, el Eterno lo había enseñado en su bendita Torah (Instrucción) por medio del sistema de purificación del Mishkan, y particularmente con el estatuto de la Pará Adumá.

¡Que Elohim más poderoso y sabio! ¡El finalmente triunfará sobre la muerte y nosotros estaremos ahí para disfrutar de su reino!

Jukat y la Resurrección como pilar de la Fe.

Estudiando de este modo la Torah logramos comprender que la resurrección es uno de los pilares de la emunáh (fe o certeza) de Avraham. El gran Maimónides la calificó como uno de los trece principios de fe enumerados puesto que es el que da sentido a toda la existencia actual del Pueblo del Eterno.

El escritor de Hebreos consideró la resurrección de los muertos, una de las doctrinas básicas de la fe que se estudiaba en las casas de las comunidades del primer siglo:

«Por tanto, dejando ya los rudimentos de la doctrina de Cristo, vamos adelante a la perfección; no echando otra vez el fundamento del arrepentimiento de obras muertas, de la fe en Dios, de la doctrina de bautismos, de la imposición de manos, de la resurrección de los muertos y del juicio eterno.» (Hebreos 6:1-2).

Así es este asunto, para los discípulos de Yeshúa, en el primer siglo de nuestra Era Común, la realidad de la resurrección era aún más clara y certera que para nuestros ancestros. ¡Ellos sabían que el Eterno no solamente derrotará a la muerte sino que la manifestación de dicha promesa profética ha comenzado ya a través de la Victoria de Yeshúa El Mesías, el primogénito de entre los muertos, quien fue levantado de la tumba al tercer día sin ver corrupción (Salmo 16:10). Él fue elevado desde el Sheol como primicias de la resurrección final, tal como se nos dice:

«Más ahora El Mesías ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho.»
(1 Corintios 15:20).

Si recorremos el proceso ceremonial de la vaca roja, vemos que la purificación de la muerte ocurría con rociamientos en dos etapas: la primera al tercer día, y la segunda, al séptimo (Números 19:12).

Entonces aprendemos que la purificación ritual por causa de muerto no era obtenida con una sola aspersión sino en dos etapas. De ese mismo modo, la purificación total de la muerte, esto es la resurrección de la humanidad, ha seguido un orden de etapas y no ha sido realizada en un solo evento.

Sabemos que el Mashiaj Yeshúa resucitó de los muertos, al tercer día de su muerte, como primogénito de entre los muertos. Entonces, también aceptamos por fe en dicha victoria mesiánica que la humanidad tendrá una resurrección al séptimo milenio desde que el Adam HaRishón (primer Adán), padre de todos, pecó y murió, tal como se nos dice:

«Pero cada uno en su debido orden: El Mesías, las primicias; luego los que son del Mesías, en su venida.«
(1 Corintios 15:23)

Captando dicho sentido escatológico, notamos que hay una alusión a estas etapas de resurrección en el proceso de aspersión de la vaca roja.

El Eterno ya comenzó Su victoria sobre la muerte, realizando la resurrección de los muertos, que ha irrumpido en nuestro mundo primeramente con Yeshua HaMashiaj, nuestro Dueño y Maestro. Pero aún queda la segunda etapa: la resurrección de toda la humanidad.

Jukat y el Bautismo por los Muertos.

Entonces, en Israel, la creencia en la resurrección de los muertos es un axioma. Por ello, es reflejada en el cuidado y en la honra que se le da un cadáver. En el judaísmo existe un profundo respeto por un cadáver y se considera un gran mandamiento dar honra a un ser querido que nos deja; todo lo que se hace, se ejecuta para dar honra al difunto. El cuerpo, es tratado con mucho valor pues será unido nuevamente al alma en la resurrección.

Es por causa de esto que una de las costumbres más emblemáticas consiste en la formación de lo que se denomina «Jevra Kadisha«, que significa «la hermandad santa» (o también «La sociedad santa«). Esta era un conjunto de personas voluntarias que se encargan de todos los asuntos que tienen que ver con el cuerpo: cuidar de él, encargarse que nunca esté solo, leer salmos cerca del féretro, etc.

Con esta tradición ancestral en nuestra mente, atrevámonos a mirar pues este asunto colocándonos los lentes de la cosmovisión judía que los discípulos del primer siglo sostenían.

Según la costumbre funeraria judía, un cadáver se preparaba para su entierro con un lavado ceremonial del cuerpo; como ejemplo de esto, en el libro de los Hechos de los apóstoles leemos que cuando Tabita murió, la comunidad de creyentes lavó su cuerpo (Hechos 9:37). La mentalidad judía, en la fe de Avraham, consideraba (y considera aún) un gran honor estar entre los que cuidan a los muertos de esta manera. El lavado ritual del cuerpo expresaba la fe que se enfoca en la resurrección de los muertos en la Era Mesiánica. Es decir, que es una preparación para la resurrección.

Ahora bien, conviene aquí agregar que quienes realizan el lavado ritual del difunto («Jevra Kadisha«) también se sumergen, una vez antes de atender al difunto y luego nuevamente después de completar la ceremonia. Cada uno de los oficiantes de esta ceremonia sabe que el contacto con el muerto provoca la impureza por causa de la contaminación del cadáver, por eso, al final, los que terminan de cuidar del cuerpo vuelven a hacer Tevilah de purificación simbólica por haber tenido el placer de haber cuidado a alguien y cubrirlo para su resurrección.

Así es como nos encontramos con que la Torah revela que tocar un cadáver hace que una persona sea ritualmente impura. Para ser limpiado, dicha alma humana necesitaba ser rociada con cenizas de la Padá Adumah (vaca roja). Después de completar el proceso de purificación de siete días, la persona contaminada se sumergía en una mikveh de agua viva, realizando pues una tevilah (un bautismo) de purificación. En tiempos del Templo, las cenizas de la vaca roja eran rociadas sobre ellos cuando asistían a las temporadas de fiesta, puesto que al tener contacto con un muerto, se adquiere impureza ritual.

Las cenizas de la vaca roja no habrían sido aplicadas a las personas que vivían fuera de la tierra de Israel, pero los creyentes de Corinto aún habrían pasado por la inmersión prescrita en una mikvé antes y después de atender a un cadáver. Todos estos rituales únicamente tienen sentido, si y solo si, habrá un resurrección. Si no hay resurrección, y el cuerpo es simplemente el remanente de algo que nunca más será, el ritual es completamente vano.

Este contexto litúrgico de Israel es lo que ayuda a explicar el tan difícil pasaje de la carta de Pablo a los Corintios, en la que mientras defendía la esperanza en una resurrección literal de entre los muertos, Pablo escribió: “[Si los muertos no resucitan] ¿qué harán los que se bautizan por los muertos? Si los muertos no resucitan en absoluto, ¿por qué, pues, se bautizan por ellos? (1 Corintios 15:29). Este extraño versículo ha molestado a lectores y estudiantes de la Biblia durante mucho tiempo simplemente por desconocer el contexto mental de los que leían la epístola paulina.

El apóstol Pablo, al escribir su epístola a los creyentes de Corinto, está teniendo en su mente toda esta ceremonia y es así como pregunta retóricamente: «Si los muertos no resucitan en absoluto, ¿por qué, pues, se bautizan por ellos?» (1 Corintios 15:29). En otras palabras, si los muertos no resucitan, ¿por qué practicar el lavado ritual del cuerpo, que requiere que la persona que realiza el lavado se sumerja? ¿Por qué preocuparse de dar honor ceremonial al cadáver si los muertos no resucitan?

Lamentablemente, el versículo ha sido malinterpretado por los teólogos cristianos debido a su obstinada desconexión con el judaísmo a la que la comunidad gentil creyente en Yeshúa fue sometida históricamente. En otras palabras, el apóstol Pablo no está haciendo referencia a personas haciendo Tevilah (bautismo) de conversión y fe en Yeshúa, prestándoles sus cuerpos al espíritu de personas ya fallecidas. Todo lo contrario, el apóstol está enseñando sobre la resurrección tomando como referencia a la purificación ritual que realizaban las personas que entraban en contacto con un cadáver luego de cuidarlo y lavarlo para su funeral. En los días de Pablo, el Templo de Jerusalén aún estaba en pleno propósito de avodá (adoración), por lo tanto, dichas personas también debían de ser rociadas con las cenizas de la vaca roja para poder acceder nuevamente al Templo, sin impureza ceremonial, apenas tuvieran la ocasión de peregrinar a la ciudad de David.

Entonces, y para que quede bien claro, el apóstol no está hablando de inmersiones en representación de un muerto, sino en inmersiones por causa de contacto con un muerto cuya memoria se guarda en la certeza de volverlo a ver en la resurrección en el día postrero. Parafraseando lo que Pablo está enseñando aquí, podríamos llevarlo a algo así: «Si los muertos no resucitan,… ¿entonces cuál es el sentido de cuidar a los cuerpos tanto y llegar a impurificarse ritualmente por ellos? ¿Qué necesidad hay de hacer inmersión por causa de ellos? Si los muertos no resucitan ¿para qué tanta molestia? Si los muertos no resucitan ¿Por qué está prescrita en la Torah una purificación por contacto? Si la muerte es un estado normal y seguirá siendo así ¿Por qué purificarse de ella? ¿No es esto muestra de que la muerte dejará de ser un día? ¿No es esto muestra de la resurrección de los muertos?«.

El apóstol, fiel a su llamado, está exhortando a los creyentes más débiles a reflexionar. Si no hay resurrección, entonces la vida debería vivirse buscando los placeres pasajeros y no del servicio al Eterno por medio del Mesías. Sin embargo, como Pablo ya argumentó, el Mesías fue resucitado, y los creyentes pueden confiar en que ellos también resucitarán. Si dudamos de la resurrección, si vivimos inconsistentemente con respecto a ella, si vivimos como si esta vida fuera todo lo que tenemos, entonces Pablo exhorta a los corintios, y a nosotros, a no dejarnos engañar 

Los muertos resucitarán, y los rituales de limpieza de la contaminación de los cadáveres dan testimonio de esa resurrección venidera. En ese día, seremos limpiados de la impureza ritual de nuestros cuerpos mortales moribundos. Seremos resucitados incorruptibles y puros como nuestro justo Mesías:

Aún no se ha manifestado lo que seremos. sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él
(1 Juan 3:2)

Con todas estas consideraciones, debemos aceptar que cuando restauramos el contexto de los Escritos Mesiánicos (Nuevo Testamento), el significado se hace obvio para nuestras mentes y cobra bastante sentido para el propósito de nuestra misión apostólica. El Eterno nos ha otorgado todas las pistas en su Palabra. Él ha dado suficiente evidencia para que estemos seguros de nuestra victoria final sobre la muerte. Dicha victoria se ha logrado ya, por medio de nuestro Señor y Maestro. ¡La tumba no pudo contenerlo y la corrupción vencerlo, y tampoco nos vencerá eternamente a nosotros!… ¡Aleluyah!



Claves para dividir una Congregación de santos (la rebelión de Coré)

Por P.A. David Nesher

Coré hijo de Izhar, hijo de Coat, hijo de Leví; y Datán, y Abiram hijos de Eliab, y On hijo de Pelet, de los hijos de Rubén, tomaron gente y se levantaron contra Moisés con doscientos cincuenta varones de los hijos de Israel, príncipes de la congregación, de los del consejo, varones de hombre. Y se juntaron contra Moisés y Aarón y les dijeron: ¡Basta ya de vosotros! Porque toda la congregación, todos ellos son santos, y en medio de ellos está Jehová; ¿por qué pues os levantáis vosotros sobre la congregación de Jehová? Cuando oyó esto Moisés se postró sobre su rostro.”

Bamidbar/Números 16: 1-4


Si estás buscando una forma eficiente de dividir una congregación (esa en la que el Eterno te colocó para capacitarte en el servicio) y deseas de este modo dañar el Reino de los Cielos, generando cortocircuitos para que el Sitrá Ajrá (el Lado Oscuro) tenga autoridad para obrar en el mundo, te aconsejo que prestes mucha atención a las claves que otorga la historia de Coré (hebreo: Koraj).

A diferencia de ocasiones anteriores en las que el pueblo de Israel se quejó de problemas específicos, como falta de alimento o de agua, o de la necesidad un ‘dios’ que tomara el lugar de Moshé como intermediario entre el Eterno e Israel, en esta parasháh (porción) denominada Koraj, nos encontramos con una rebelión abierta, un intento de desplazar a Moshé y Aharón como líderes nación.

De acuerdo al relato de lo que estudiamos esta semana, Koraj tenía una queja contra Moshé y Aharón. Vale decir que así como Moshé y Aharón, era de la tribu de Leví, Koraj era también levita, por lo que también estaban emparentados.

De acuerdo a las Sagradas Escrituras Koraj se molestó con Moshé por nombrar a Aharón y a sus hijos al sacerdocio, haciendo del resto de los levitas simplemente sus sirvientes. Este varón, lleno de envidia y odio, sintió que Moshé estaba abusando de su posición de liderazgo cayendo en el nepotismo al favorecer a su hermano Aharón. Koraj había visto las ventajas del sacerdocio en el modelo social de Mitzrayim (Egipto). Allí, los sacerdotes llegaban a la acumulación de grandes riquezas e influencia política, algo que Koraj traía en su corazón como un deseo obsesivo.

Por causa de esta percepción egotista y errónea, Koraj asumió que Moshé, Aharón y sus hijos, estaban tratando de convertir la kehunah (sacerdocio) que el Eterno había otorgado a Israel en una maquinaria política similar a los egipcios, y a él lo estaban dejando afuera.

Koraj insistió en que todos los levitas deberían disfrutar de los privilegios y recompensas del sacerdocio, y que toda la asamblea de Israel era lo suficientemente santa para servir en el Mishkán (Tabernáculo). Tanto él, como sus compañeros sediciosos, no comprendieron que la ambición principal de Moshé y Aharón era solamente la avodáh (servicio) al Nombre de YHVH.

Lo cierto es que la actitud de Koraj es muy común entre los creyentes cristianos protestantes (evangélicos) de hoy que sienten en sus falsas certezas que solo deben rendir cuentas ante Dios. Por ello, es muy común encontrar en estos sustratos religiosos que muchos creyentes ven a las autoridades eclesiásticas con recelo y desconfianza, a tal punto que se niegan a someterse a los líderes de la congregación.

Este texto nos enseña que el Eterno es el que pone líderes espirituales SOBRE otros. No es lo mismo levantarse a sí mismo que ser levantado por YHVH. Moshé no había escogido la posición que tenía por encima del pueblo. El Eterno lo había puesto allí, al igual que Aharón. Así que, al criticar esas posiciones, no estaban criticando a los hombres, sino a Yahvéh que los había puesto allí.

Leyendo el relato del libro de Bamidbar (Números) vemos que Koraj difundió su espíritu de disidencia entre los compañeros de tribu. Así mismo, logró que 250 varones de renombre de las otras tribus también se contagiaran de este perversa manera de pensar y decidieran seguirlo también en esta sedición. Así también, a Koraj también se le unieron tres nobles improbables: Datán, Aviram y On de la tribu de Rubén. Ahora bien, ¿por qué los rubenitas se unirían a Koraj? ¿Qué tenía que ver la disputa levítica con ellos?

Sabemos por el estudio de la porción Bamidbar que Koraj y los rubenitas eran vecinos pues los campamentos de sus clanes y tribus eran colindantes. Koraj pertenecía a la familia levítica de Keat (Coat). Según los arreglos para los campamentos tribales, tanto los keatitas como los rubenitas acamparon en el lado sur del Tabernáculo (ver Números 2:10; 3:29).

Los Sabios explican que esta relación de vecino de al lado llevó a los rubenitas a participar en la insurrección. Los agravios iniciales de Koraj contra Moisés y Aarón no tenían nada que ver con los rubenitas, pero a través de conversaciones frecuentes y la manipulación sutil de ideas, Koraj pudo convencer a sus vecinos de sus argumentos y así logró atraerlos a su plan.

Existe proverbio oriental que dice: «Ay del impío, y ay de su prójimo«. Esta expresión se aplica perfectamente a Datán y Aviram, los vecinos de Koraj. Datán y Aviram no percibieron que eran vecinos de un hombre contencioso. Por eso fueron castigados con él y fueron barridos del mundo.

La historia de esta rebelión nos deja la enseñanza que toda contienda contra el liderazgo es contagiosa, y las personas contenciosas trabajan duro y obstinadamente para convencer a sus compañeros de que se unan a su causa. En la historia del cristianismo el denominador común siempre es el mismo; las rebeliones congregacionales a menudo comienzan en pequeños grupos de estudio, comités de proyectos especiales, o equipos de voluntarios donde un solo laico descontento puede publicar su queja contra el liderazgo, y conseguir simpatizantes.

Entonces, como discípulos de Yeshúa, debemos determinarnos a estar atentos, y tener mucho cuidado de no caer en la trampa de la sedición que siempre tiende la boca de los egotistas que pululan con sus complejos de inferioridad y envidia. El Espíritu Santo, desde la pluma del apóstol Pablo, nos advierte que ni siquiera escuchemos las acusaciones contra los líderes de la congregación «excepto sobre la base de dos o tres testigos» (1 Timoteo 5:19). Así mismo, el apóstol Pedro les dice a los jóvenes en las congregaciones que «estén sujetos a sus mayores» (1 Pedro 5:5). También el escritor del libro de Hebreos dice:

«Obedeced a vuestros pastores y sométanse a ellos, porque ellos velan por vuestras almas como quienes han de dar cuenta. Que hagan esto con alegría y no con tristeza, porque esto sería inútil para vosotros«
(Hebreos 13:17).

Generalmente, la insurrección congregacional comienza con una o dos personas privadas de sus derechos que tienen un agravio (real o imaginario) contra el liderazgo. Estas comienzan a compartir su queja con otros que intuyen, desde su corazón cainita, que los escucharán.

Por todo esto, apreciado hermano y/o hermana en el SEÑOR, le aconsejo que tenga cuidado al conceder un oído atento para que no se encuentre haciendo algo más que escuchar. Es necesario que esté perseverantemente capacitándote en la Instrucción divina para que puedas discernir y saber más cómo el diablo actúa a través de aquellos que se dicen creyentes (hasta con oficios ministeriales) pero que, en definitiva, son dirigidos por un espíritu de división que podemos denominar «el espíritu de Koraj».

Del SEÑOR es la unidad del Espíritu en la Kehilah (Efesios 4:3), la cual debemos con solicitud guardar, lo cual significa estar batallando constantemente en nuestra misión de ajim y ajot (hermanos y hermanas), cuidándonos y protegiéndonos unos a otros para elevarnos más en el servicio de unificar el Santo Nombre de Avinu (nuestro Padre).

Por el contrario, la labor del maligno es la contraria. Por eso, HaSatán, muchas veces, aprovechando una unidad aparente, basada en lo natural solamente (sentirse entre «amigos»), pretende a través de las personas que se prestan a sus maquinaciones llegar a conseguir el objetivo contrario al del Espíritu Santo: la destrucción del Cuerpo Sacerdotal llamado Israel. Lamentablemente, muchos llamados cristianos, a causa de su falta de rectitud de corazón, son usados por el diablo sin darse cuenta realmente de que eso es así.

Recuerda siempre la advertencia profética del Santo Espíritu:

«En el postrer tiempo habrá burladores, que andarán según sus malvados deseos. Estos son los que causan divisiones; los sensuales, que no tienen al Espíritu Santo» 
(Judas 18-19)

 «…que Satanás no saque ventaja alguna sobre nosotros, pues no ignoramos sus maquinaciones» 
(2 Corintios 2:11)

Amados discípulos de Yeshúa, para ayudarnos en nuestra labor de ser guardadores de la unidad del Espíritu, el Eterno concede a sus hijos el don de discernimiento (1 Corintios 12:10). Discernir significa básicamente separar una cosa de otra para entender lo que es verdad de lo que no lo es, aunque lo parezca. En este sentido la Palabra mesiánica dice:

 «…el espiritual juzga todas las cosas… nosotros tenemos la mente del Mesías» 
(1 Corintios 2:15-16).

Discernir en el Espíritu, es siempre la obra de Luz o declaración del Espíritu Santo al creyente verdadero. Es el entendimiento de parte de lo Alto que el creyente recibe para hacer algo al respecto. No obstante, además del discernimiento en sí, el creyente redimido necesitará ser cada más lleno de Jokmah (Sabiduría), ya que ella es la puesta en marcha del conocimiento según la voluntad de Dios que es buena, agradable y perfecta (Rom. 12:2).

Alguien de ustedes se estará preguntando: ¿por qué nos es tan necesario discernir?, porque dados los tiempos, cuando más nos acercamos al final de esta dispensación, el enemigo trabaja más con el fin de «engañar si fuere posible aun a los escogidos« (Mateo 24:24), tal como lo advirtiera nuestro Maestro y Dueño.

Esto concuerda con la enseñanza paulina que dice: 

«Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios» 
(1 Timoteo 4:1)

También el apóstol añade a esta escritura: 

«También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos. Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios, que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita»
 (2 Timoteo 3:1-5)

Descritos en esas escrituras, vemos que se trata de creyentes profesantes, pero que por sus frutos llegan a mostrar que no lo son de verdad. Muchos de ellos solamente gustaron del don celestial (Hebreos 6:4), pero en ningún momento experimentaron el nuevo nacimiento que el Maestro vino a provocar (Jn. 3:3). En pocas palabras, son almas pervertidas que se hicieron objeto fácil del maligno para su uso contra el Cuerpo del Mesías… ¡Por todo ello, nos es imprescindible discernir!

Elevo mi plegaria al Eterno para que aquel que tenga el Espíritu de Dios entienda lo que esta enseñanza está implantando en su alma. Si a ti mi hermano (o hermana) en este momento, alguien te quiere seducir y te quiere arrastrar, para que tú dejes el ministerio en donde sirves, la asamblea donde te congregas (dando contra tu liderazgo pastoral), y le sigas… ¡cuidado!…. Dije: ¡Cuidado! No te dejes engañar, porque siempre, al igual que Koraj, se usan tantas sutilezas para arrastrar al Sheol.

¡Sé que ha llegado a tiempo esta advertencia profética de Yahvéh! ¡No digas, luego, que el SEÑOR no te lo dijo!

En amor y a tu servicio: David Nesher

¿En qué consiste nuestro trabajo?

Por P.A. David Nesher

¿Hablas como un ateo? Fíjate que el Talmud comenta sobre los diez espías y su informe maligno diciendo: “El que difunde informes malignos casi niega la existencia de Dios”.

Los espías regresaron de Canaán con un racimo gigante de uvas. Las uvas deberían haber animado a los israelitas. La tierra era de hecho una buena tierra llena de generosidad, tal como el Eterno lo había prometido. Los diez espías, sin embargo, interpretaron las uvas gigantes de manera diferente. Los usaron como evidencia de que la tierra estaba habitada por gigantes invencibles. «¿Qué esperarías de los viñedos de los gigantes?» ¿No es extraño cómo dos personas pueden mirar lo mismo, como un racimo de uvas, y llegar a conclusiones opuestas? Para Josué y Caleb, las uvas gigantes eran algo bueno. Para los otros espías, las uvas gigantes eran un signo de desesperación.

El Eterno se reveló con su ira diciendo que escuchó las murmuraciones y las quejas de los hijos de Israel. Él también escucha nuestras quejas. El pecado de murmurar está relacionado con el pecado de chismear. Ambos son formas de malas palabras; ambos resultan de un espíritu crítico.

La Torah enseña que el Eterno escucha todas nuestras quejas y negatividad. Por eso los sabios enseñan que el quejumbroso equivale a un ateo. Sus quejas niegan la existencia de Yahvéh como si no hubiera Dios para escuchar sus amargas palabras.

Te invito a escuchar esta webinar:

¿Cuál es el propósito de nuestro Trabajo Espiritual?… Respuesta: ¡Disminuir el poder del Mal!

Por P.A. David Nesher

En esta semana, nos tocó nuevamente ser sumergidos por el Espíritu de la profecía en la porción Shelaj Lejá y estudiar los códigos lumínicos escondidos en la historia de los doce espías. Una vez más, nuestras almas estudiaron acerca de la incapacidad espiritual de los diez espías para ver sólo el bien y la Luz. Justamente por esto, todos los miembros de aquella generación sólo se enfocaron en ver muerte, destrucción y caos, provocándose así un gran daño en su propósito y destino. Debido a que no lograron mantener esa conciencia, la Luz del Eterno no pudo ser revelada, y aquellos israelitas no pudieron entrar en la Tierra de Israel.

Hemos estudiado como aquellos diez espías caminaron por 40 días, y durante ese lapso no lograron ver más allá de la ilusión de la fisicalidad. En consecuencia, el trabajo que YHVH les entregó para corregir ese fracaso se manifestó en 40 años más de peregrinación en el desierto. Desde este castigo divino surge un cuestionamiento: ¿qué relación existe entre los 40 días y los 40 años?

Buscando respuesta a esto, me encontré con una obra titulada Kinat HaShem Tsevaot, polémica obra escrita por El Ramjal, un sabio kabbalista que revela en este escrito el secreto de los espías.

El Ramjal sostiene que primero que nada, debemos entender que el número que se corresponde con la totalidad de niveles de Tumá (impureza) o también llamados «los niveles de negatividad«, es 400. Es decir que existe un total de 400 fuerzas negativasobrando desde el Sitrá Ajrá (el «Otro Lado» o «Lado Negativo«) contra la humanidad. Esta es la razón por la que el Eterno permitió que los israelitas estuvieran bajo servidumbre en Egipto por 400 años con el propósito que aprendieran los métodos para librarse del control que el Lado Negativo tenía sobre ellos y el mundo. Así fue que cuando los israelitas abandonaron Egipto hace miles de años en Pésaj, lograron romper con la fuerza mayor del Lado Negativo, que es revelado con el número 400, de modo que nunca fuese reparado. Así es, tal como lo estás leyendo, partir de ese momento, el Lado Negativo, la Sitra Ajra, nunca más recuperó su fuerza original de 400; más bien, su poder fue disminuido a una fuerza menor llamada los 40 años.

Así pues, la reducción del Lado Negativo provocada por la salida de los israelitas de Egipto en Pesaj, convirtió a la fuerza destructiva de 400 años, en una fuerza menor que sólo podía atacar y oprimir 40 años. Por eso el trabajo de los espías era entrar en Kenaán por 40 días y si en cada uno de esos días hubiesen logrado ver sólo la Luz escondida en todas las tinieblas de la ilusión materialista que vibraba en ese último reducto del Mal, habrían logrado que la fuerza del Lado Negativo de 40 años se redujera ahora a una mucho más débil de apenas 40 días; esa disminución de las fuerzas negativas sería finalmente destruida cuando todo el Pueblo habitara Eretz Israel y guardara el Shabat.

Sin embargo, como sabemos, diez de aquellos doce espías cayeron. Caer, en la mentalidad hebrea, se refiere a una imposibilidad en la conciencia de los redimidos para ver más allá de la ilusión materialista de este mundo. Pero El Ramjal escribe su obra con la intención de explicar en modo aun más profundo cómo cayeron los espías. Este Sabio nos dice que el origen de su fracaso fue su pensamiento racional y las palabras que salieron de su boca. Él dice que cuando los espías regresaron con el reporte, dijeron: “Amalek, la fuerza de muerte y destrucción, es real. La Sitra Ajrá existe”. Y justamente esas palabras le dieron fuerza a la Sitra Ajrá para ir contra el avance de la nación de Israel . Es decir que si aquellos diez espías no hubiesen pensado, percibido las cosas, ni hablado de este modo, habrían logrado debilitar (y por ende, disminuir) la fuerza del Lado Negativo del nivel de 40 años al nivel de 40 días, y El Ramjal nos dice que, en ese caso, el Eterno habría hecho el resto a través de la manifestación del Mashiaj.

Por medio de esta explicación, sé que ahora lograremos discernir con mayor entendimiento la correlación entre los 40 días y los 40 años, aquellos 40 días de trabajo espiritual de los espías fueron concebidos en el propósito eterno de Dios para terminar con los 40 años de fuerza del Lado Negativo que se regían desde Kenaán. Pero como estos espías, en lugar de mantener la conciencia elevada al principio de Dios la perdieron, ellos mismos, como príncipes de Israel, le regresaron la fuerza de 40 años al Lado Negativo.

Por lo que hasta aquí estamos considerando, es importante que entendamos y aceptemos que cada vez que caemos en la ilusión materialista de este mundo y nos enfocamos sólo en la oscuridad, el dolor y el sufrimiento, pensando que es lo único real, y que tiene una esencia que podría durar para siempre, no sólo no nos elevamos ni nos conectamos en ese momento, en realidad le estamos concediendo fuerza al Lado Negativo, y lo autorizamos a continuar obrando contra el propósito eterno de Dios para cada ser humano.

Entonces, y para concluir, haré otra pregunta: ¿cuál es el propósito de todo nuestro trabajo espiritual? Debilitar a Amalek, debilitar el Lado Negativo, debilitar a las fuerzas de caos, muerte y destrucción en este mundo. Lo hacemos del mismo modo en el que les damos fuerza. Por eso necesitamos comprender que en la medida en la que veamos el dolor y el sufrimiento en el mundo o en nosotros y digamos que es real e imposible de cambiar, en esa misma medida fortalecemos a las fuerzas negativas. Esto no significa que no seamos conscientes de la realidad con respecto a lo que vemos, pero sí significa que nos dispongamos a ver más allá de lo evidente y digamos con certeza: “Sí, veo terrible oscuridad a mi alrededor; sin embargo, no es real y no permanecerá. No creo en ella. No la acepto. No le doy poder”. Ese es nuestro trabajo: debilitar la Sitra Ajra en el poder de nuestro Dueño y Maestro, Yeshúa HaMashiaj. Lo único que es real es la Luz del Eterno, y cuando activamos ese pensamiento, conciencia y manera de percibir las cosas, disminuimos la fuerza del Lado Negativo.

¿Qué significa borrar el Nombre del Eterno dentro de un matrimonio?

En la parasha Nasó vemos que el esposo de la mujer sospechosa de adulterio era llevado junto con ella al Mishkán (Tabernáculo) [o más tarde el Beit HaMikdash (Templo)]. Allí el sacerdote que oficiaba su turno ritual prepara un cóctel de agua y polvo del suelo del Tabernáculo. Hacía que la mujer pronunciara un juramento que traería una imprecación sobre ella si era culpable.

Entonces el sacerdote escribía las palabras del juramento en un rollo, lavaba la tinta del rollo en el agua y le daba el agua a la mujer para que la bebiera.

Una vez realizado este acto, el sacerdote escribía estas maldiciones en un rollo, y las lavaba en el agua de amargura. (Números 5:23).

La mujer bebía el agua, simbolizando la ingestión de la maldición para probar su culpabilidad o inocencia. Si era culpable, el agua la dañaría. Si fuera inocente, el agua no tendría ningún efecto maligno sobre ella. En cambio, aumentaría su fertilidad.

Sin embargo, al leer esto, notamos que el procedimiento planteaba una dificultad. Ordinariamente en el judaísmo está prohibido borrar el santo Nombre del Eterno. Por ejemplo, cuando un escriba está copiando las Sagradas Escrituras en hebreo, puede borrar cualquier error que cometa a menos que contenga el Nombre de Dios. Si se equivoca al escribir una línea de texto con el Nombre de YHVH, puede borrar el resto de la línea, pero no el Nombre de Elokim.

Por esta razón, los judíos practicantes no escriben el Nombre de YHVH en hebreo en una pizarra o pizarra blanca que pueda borrarse. Los documentos que contienen el Nombre del Eterno escrito en hebreo adquieren un estatus más preciado. No se tiran ni se destruyen por descuido, ni se tiran irreverentemente a la basura. Los libros sagrados que contienen el Nombre de YHVH ni siquiera se dejan boca abajo sobre una mesa o se colocan debajo de otros libros menos sagrados. Los libros sagrados nunca se llevan a los baños. Incluso las fotocopias que contienen el Nombre de YHVH adquieren un estatus sagrado. Cuando un pergamino, un libro o una hoja de papel que contiene el Nombre de D’s está listo para desecharse, se le otorga una especie de «entierro» apropiado en un depósito para escritos sagrados. Estas tradiciones nos enseñan a respetar y reverenciar el Nombre de YHVH.

Dado el respeto otorgado al Nombre del Eterno y la fuerte tradición en contra de borrar el Nombre de YHVH, ¿por qué la Torah le ordena al sacerdote que borre la maldición del rollo en el agua? El santo Nombre de YHVH aparece dos veces en la maldición. Los sabios enseñan que el Eterno está tan preocupado por la paz entre marido y mujer que incluso está dispuesto a que Su propio Nombre sea borrado para lograrlo ( Sifre 17).

En el judaísmo, la paz entre marido y mujer se conoce como shalom bayit, un término que literalmente significa «paz de la casa«. La paz entre marido y mujer tiene prioridad incluso sobre la santidad del Nombre de YHVH. Si ese es el caso, debemos tener cuidado de no permitir que la religión interrumpa el matrimonio. El Eterno está más interesado en el éxito de su matrimonio que en sus elecciones religiosas particulares. Él está tan comprometido con la santidad del matrimonio que incluso está dispuesto a que su Nombre sea borrado para preservar la paz en el hogar. Cuánto más debemos esforzarnos por llevar la paz a nuestros hogares.

El Talmud dice: «Uno siempre debe tener cuidado de no hacer daño a su esposa, porque sus lágrimas son frecuentes y se lastima rápidamente«. El pasaje talmúdico continúa diciendo que el Eterno responde rápidamente a las lágrimas de una esposa y que sus lágrimas son más eficaces que sus oraciones. YHVH toma muy en serio las lágrimas de una mujer. El pasaje concluye diciendo: «Uno siempre debe ser respetuoso con su esposa porque las bendiciones descansan en el hogar de un hombre solo por el bien de su esposa«. (n. Baba Metzia 59a)

¿Cuál es la Verdadera Iglesia?

P.A. David Nesher

La porción de la Instrucción divina llamada Vayakhel permite que los que estamos investigando la Verdad de acuerdo a los códigos espirituales que enseñó Yeshúa.

El verbo hebreo kahal significa «congregar«, «reunir«, y como todo verbo permite el origen al sustantivo kehilá que significa «asamblea» o «congregación«…

Te invito a desarrollar estos conceptos desde tu disposición a escuchar esta enseñanza:


Bitácora Relacionada:

Te invito también a estudiar esto:

El Shabat: La Herramienta Divina para que te conectes con tu Luz Interior

Por P.A. David Nesher

«Shabat es nuestra caja de herramientas que cada semana se renueva… Lo queramos o no, lo sepamos o no, Shabat es un estado que no podremos evitar porque aun cuando no lo guardemos, este el estado en el que YHVH se asienta sobre nuestras emociones. Si haces el trabajo de los seis días, la luz te llegara fácil y armoniosamente, pero si no lo haces, la luz desplazará las fuerzas del caos de cualquier manera
(Rafi Ben Eli)

«Shabat es cuando nos recordamos que somos seres espirituales con un propósito espiritual, y lo alcanzamos en Shabat.»
(Rabbi Dovid Green)

El Shabat también fue creado para que el hombre descanse y renueve sus fuerzas para la siguiente semana. Esto es lo que significa la expresión «Shabatot» («dos sábados«) que vibra dentro de un mismo día (cada shabat). Esto es la doble porción que el alma alcanza en cada séptimo día: descanso y renuevo. Estas son las aptitudes mesiánicas que permiten la liberación, expiación y transformación del mundo, por medio de la melajá que el alma redimida ejerce durante los seis días laborables de la semana.

¿Qué conexión hay entre los Panes de la Presencia, con los que Yeshúa alimentó a las multitudes y el Pan del Shabat?


Por P.A. David Nesher

Sabemos ya que los doce panes de la presencia simbolizaban las doce tribus de Israel. De acuerdo a lo ordenado por el Eterno, los sacerdotes horneaban doce panes frescos cada Shabat y los ponían delante de YHVH. Los sacerdotes quitaban el pan viejo y lo comían en Shabat. En este sentido, el pan simbolizaba una comida compartida entre los sacerdotes (que representaban a las doce tribus) y el Eterno, era un memorial de la comida del Pacto en la que participaron los sacerdotes y los jefes de las doce tribus en el Monte Sinaí. El ritual de la jalá fresca el pan en nuestras mesas del Shabat nos recuerda este aspecto del servicio del Templo.

Ahora bien, sabemos también que en los días de Yeshúa y los apóstoles, el sacerdocio había crecido tanto que los doce panes no eran suficientes para alimentar a todos los sacerdotes de turno en un Shabat determinado. Cada sacerdote recibió sólo un pequeño bocado de los panes. Cuando el favor de Dios descansó sobre la nación, sucedió un milagro y el bocado satisfizo por completo al sacerdote, aunque apenas había comido más que una miga. Una vez que todos los sacerdotes hubieron comido de los doce panes y se hubieron saciado, encontraron que aún les quedaban sobras. El Talmud dice:

Cada sacerdote que recibía un trozo de pan del tamaño de una aceituna lo comía y quedaba satisfecho, y algunos lo comían y sobraban”.

Fue por este milagro que los rabinos asociaron los doce panes de la presencia con la prosperidad de la nación. Ramban explica que el Eterno bendijo a la nación con prosperidad a través del pan de la presencia. Desde que creó el universo, el Eterno no introduce algo ex nihilo, sino que cuando quiere producir algún tipo de aumento, lo hace brotar de algo que ya existe. Por ejemplo, el profeta Eliseo realizó un milagro de multiplicación cuando hizo que una sola jarra de aceite llenara numerosas jarras más grandes.

Ramban dice que el Señor usó la mesa de la presencia para realizar un milagro de multiplicación similar en nombre de la prosperidad de la nación. Mientras los sacerdotes colocaban el pan sobre la mesa, la prosperidad fluía para toda la nación.

Por todo ello, la alimentación milagrosa de nuestro Maestro con los cinco panes a las multitudes alude al Pan de la Presencia. La primera vez, partió cinco panes y alimentó a miles, y los discípulos juntaron las sobras. La segunda vez, partió siete panes y alimentó a miles. Nuevamente los discípulos juntaron las sobras. En total, partió doce panes. El milagro indica que el Mesías marcará el comienzo de una era dorada de prosperidad espiritual y material: el Reino de los Cielos manifestándose en medio de los hombres.


¿Qué Significó el Rasgado del Velo?

P.A. David Nesher


Los maestros de la Biblia suelen interpretar el rasgado del velo del Templo como una señal del descontento de Dios con el pueblo de Israel y el Templo, pero la tradición judía apunta a otro significado.

«Colgarás el velo debajo de las hebillas, y meterás el arca del testimonio allí dentro del velo; y el velo os servirá de separación entre el lugar santo y el Lugar Santísimo.

(Éxodo 26:33)

El Eterno mandó que se hiciera un velo para separar el «Kodesh HaKodashim» (Santo Sanctórum o Lugar Santísimo) del Lugar Santo. Según los Evangelios, el velo se rasgó en dos pedazos cuando Yeshua expiró sobre la cruz:

Y el velo del Templo se rasgó en dos, de arriba abajo
(Marcos 15:38).

Los maestros de la Biblia suelen interpretar el rasgado del velo del Templo como una señal del descontento de Dios con el pueblo y el Templo, pero según el libro de Hebreos (leer 10:19-20), el velo simboliza el cuerpo del Mesías. ¡Él es el velo! Como la vida fue arrancada de Su cuerpo, la cortina fue rasgada con el resultado de que pudiéramos tener acceso al trono de gloria en el Templo Supremo a través de Él. Esto no es lo mismo que abrogar o anular el sistema de adoración del Templo; más bien, la rasgadura del velo dramatizó vívidamente lo que la muerte del Mesías logró para nosotros: el acceso a Dios a través del sufrimiento del Mesías.

Sobre el velo estaban bordados dos querubines. Los querubines invocan la imagen del Jardín del Edén y el camino hacia el Árbol de la Vida, como dice el relato de Bereshit (Génesis):

Y al oriente del jardín del Edén colocó los querubines y la espada encendida que giraba en todas direcciones. para guardar el camino al árbol de la vida.”
(Génesis 3:24)

Los querubines sobre el velo estaban de centinela frente al Lugar Santísimo como los dos querubines que guardan el camino al árbol de la vida (la inmortalidad) y el Jardín del Edén (el Paraíso). Cuando la cortina se rasgó en dos pedazos, la rasgadura creó un camino entre los dos querubines, simbolizando el camino de regreso al Edén.

El biblista David Daube interpreta el rasgado del velo como una expresión del dolor de Dios. Rasgar las vestiduras es un rito de luto judío. Cuando Eliseo vio partir a su maestro Elías, “tomó sus propios vestidos y los rasgó en dos partes” (2 Reyes 2:12). Por esto, algunos manuscritos de Marcos 15:38 hacen una alusión explícita a 2 Reyes 2:12 al leer: “el velo del templo se rasgó en dos partes”.

Los sabios comentaron la historia de Eliseo rasgando sus vestiduras y enumeraron varias tragedias por las cuales uno debe rasgar sus vestiduras en dos partes y dejarlas para siempre sin remendar. Incluyen la muerte del padre o la madre, la muerte del maestro, la quema de un rollo de la Torah y la destrucción del Templo o la misma ciudad de Jerusalén.

El Talmud también establece que si uno es testigo de que alguien “exhala por última vez”, debe rasgar sus vestiduras:

Rabí Shimon ben Eleazar dice:

Aquel que está cerca del moribundo, en el momento en que respira por última vez, tiene el deber de rasgar sus vestiduras”.

(n. Bava Meitzá 25a)

El Evangelio de Marcos presenta la misma secuencia en el mismo tipo de lenguaje:

Expiró, y el velo del Templo se rasgó en dos, de arriba abajo
(Marcos 15:37-38).

La cortina del Templo se puede comparar con el manto de Dios:

Si no estuviera escrito en la Escritura [Lamentaciones 2:17], nadie se atrevería a pronunciarlo:

YHVH ha hecho lo que se propuso, lo que mandó desde tiempos antiguos; Él ha rasgado Su vestido de púrpura.
(Pesikta Rabbati 27:2)

¿Qué Significa ser Dador Alegre? (Terumah)

El verdadero dador no piensa que su dinero y sus recursos le pertenecen. Considera todo lo que tiene como perteneciente al Eterno.


Un verdadero dador no está motivado para dar simplemente porque anticipa cosechar un retorno próspero de su inversión. Una persona generosa da para la obra del Reino de Dios porque su corazón desea dar. Él ama a YHVH y quiere hacer todo lo posible para promover la obra de Elohim en la Tierra.

Leemos en el libro de Shemot (Éxodo), que el Eterno le pidió a Moisés que recolectara donaciones sólo de aquellos donantes que deseaban dar:

«De todo hombre cuyo corazón lo mueva, levantarás Mi ofrenda»
(Éxodo 25:2).

La colecta debía ser una contribución voluntaria, no un impuesto o incluso un diezmo. Los diezmos son importantes, pero se supone que la terumá se da simplemente desde el corazón.

Esto se puede comparar con un esposo y una esposa que amaban a su hijo y querían verlo triunfar en la vida. Aunque agotaron sus ahorros para enviar a su hijo a la universidad, no se arrepintieron en absoluto de la pérdida. En cambio, deseaban ayudar a su hijo a tener un buen comienzo en la vida y se regocijaban de poder hacerlo. De la misma manera, una persona que ama a Yahvéh debe estar deseosa y anhelanta

e por hacer todo lo que pueda para que la obra de Elohim tenga éxito pleno. Cuando invierte en el Reino, no se arrepiente de la pérdida. Lo ve como una oportunidad para cumplir sus esperanzas.

Un verdadero dador quiere honrar a Su Padre devolviéndole los recursos que se le otorgan. El verdadero dador no piensa que su dinero y sus recursos le pertenecen. Considera todo lo que tiene como perteneciente al SEÑOR. Por eso, cuando da para la obra del Reino de Elohim, no se arrepiente.

Esto se puede comparar con un hombre rico que se iba de viaje. Antes de irse, le confió a su vecino un saco de dinero para que lo guardara. Al regresar del viaje, pidió que le devolvieran el saco de dinero. El vecino no sintió rencor por devolver el dinero porque solo fue su custodio por un corto tiempo. De la misma manera, debemos considerar todo lo que tenemos como perteneciente a Yahvéh.

Una persona que da para la obra del Reino debe hacerlo de buena gana y con gusto. El apóstol Pablo dice:

«Cada uno haga tal como se propuso en su corazón, no de mala gana ni por obligación, porque Dios ama al dador alegre»
(2 Corintios 9:7).


ADAPTADO DE: Torah Commentary Set

Pregunta: ¿Lo que estaba dentro del Arca de la Alianza, está hoy dentro de tu Corazón?


Es fácil verse bien por fuera, pero ¿cómo purificamos nuestros corazones y los mantenemos puros? ¿Es un corazón puro siquiera una posibilidad?

El Arca del Pacto estaba en el corazón del Mishkán (Tabernáculo); como tal, corresponde al corazón del hombre. Esto significa que así como el Arca era el Trono de Elohim en el Tabernáculo, necesitamos hacer de nuestros corazones un trono adecuado para Él en nuestras vidas.

«Pondréis en el arca el testimonio que yo os daré.»
(Éxodo 25:16)


En el pensamiento hebreo, el corazón no es considerado como el asiento de las emociones. En cambio, representa los pensamientos, el intelecto y la voluntad de una persona. Las Sagradas Escrituras hebreas usan la palabra corazón de la misma manera que usamos la palabra mente en español.

La Torah dice:

«Todo intento de los pensamientos del corazón [del hombre] fue de continuo solamente el mal» (Génesis 6:5) y «El intento del corazón del hombre es malo desde su juventud
(Génesis 8:21).

El profeta Jeremías dice:

«El corazón es más engañoso que todo lo demás y está desesperadamente enfermo; ¿quién podrá entenderlo?»
(Jeremías 17:9).

Si este es el estado de la mente humana, ¿cómo podemos esperar cambiar? ¿Cómo podemos tener corazones puros?


«¿Quién puede decir:
‘He limpiado mi corazón, estoy limpio de mi pecado’?»
(Proverbios 20:9).

El Eterno promete que cambiará nuestros corazones desde adentro. Esta es la promesa de Su Pacto Renovado. En el libro del profeta Jeremías (31:33), encontramos que Él dijo que haría un Pacto Renovado con Su pueblo Israel, y como parte del Pacto Renovado, Él promete que cambiaría sus corazones al escribir Su Torah sobre ellos:

«Pero este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días –declara el SEÑOR– Pondré mi Torá dentro de ellos y la escribiré en su corazón; y seré su Dios, y ellos será mi pueblo«.
(Jeremías 31:33)


Entonces, teniendo en cuenta lo que hasta aquí he dicho, aceptamos que el Arca del Pacto ilustra el concepto de colocar la Torah en nuestros corazones. El arca fue hecha para albergar las dos tablas del pacto. Así también la Torah debe ser puesta en nuestros corazones. El profeta Ezequiel promete que en la redención mesiánica el Eterno nos dará corazones nuevos:

«Además, os daré un corazón nuevo y pondré un espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne.»
(Ezequiel 36:26)

Cuando nos comprometemos a ser seguidores de Yeshúa y recipientes de Su limpieza, el Espíritu de Dios comienza el proceso de recrear nuestros corazones. Debemos orar hacia este fin con las palabras del rey David, quien dijo:

«Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio»
(Salmo 51:10)

Entonces podemos declarar junto con él:

«Me deleito en hacer Tu voluntad, oh Dios mío; Tu Torá está dentro de mi corazón
(Salmo 40:8)

La Torah puede compararse con un contrato de matrimonio (ketubah). En la tradición judía, la ketubah se coloca en algún lugar dentro del hogar familiar como un recordatorio continuo de las obligaciones del matrimonio. En los días de Moisés, el Tabernáculo estaba en el centro del campamento de las tribus de Israel. El punto focal del Tabernáculo era una cámara interior llamada el Lugar Santísimo, en la cual estaba el arca del pacto. Las dos tablas de los Aseret HaDibrot (Decálogo o Diez Enunciados) estaban dentro del Arca. En ese sentido, la Torah la ketubah de Dios con Israel, estaba en el centro del hogar.


ADAPTADO DE: Torah Commentary Set

¿Qué significa ser Jesurún para Dios? (Video)

Por P.A. David Nesher


AULA VIRTUAL DE LA SECCIÓN VEZOT HABERAJÁ

Hemos ya estudiado que existen tres nombres en las Sagradas Escrituras para referirse al pueblo del Eterno:

  • _ Yaakov (Jacob),
  • _ Yisrael (Israel) y
  • _ Yeshurún (cf. 33:26, 28).

Como creo que ustedes estarán ya discerniendo, éstos tres nombres, representan tres niveles de espiritualidad, en los que Yaakov es el más bajo y Yeshurún es el más alto.

Para comprender esto te invito a escuchar esta LECCIÓN (en dos partes) que hoy consideré con los discípulos de Yeshúa:

PRIMERA PARTE:

SEGUNDA PARTE:

La Akedah (Atadura) de Isaac y Su Conexión Mesiánica.

Publicado por Ben Burton

«¡La voz de mi amado!
He aquí que viene saltando sobre los montes,
saltando sobre las colinas».

(Cantar de los Cantares 2:8)

En la Parashá Vayerá (Génesis 18: 1–22: 24), leemos sobre el Akedah Yitzhak («la unión«, «la vinculación«, o «la atadura de Isaac«). Muchos Sabios aseguran que este puede ser el corazón mismo del mensaje de la Torah, ya que sus ecos reverberan a lo largo de la liturgia de Israel. 

El rabino portugués Abarbanel (1437-1508 CE) escribe:

En la Atadura de Isaac yace toda la gloria de Israel y su mérito ante su Padre Celestial. Y es por eso que impregna nuestras oraciones todos los días

R ‘Isaac ben Yehudah Abarbanel, citado en Chabad.org [1]

La Akedah (Vinculación) fue el plan de Yah desde el principio, ya que según los Sabios, el Carnero que tomó su lugar fue creado en el crepúsculo del primer sábado (Pesajim 54a).

El comentaristas Rashi dice:

והנה איל: מוכן היה לכך מששת ימי בראשית

«Había un carnero: para esto fue preparado desde los seis días de la Creación«.

Rashi sobre Génesis 22:13, citado en Chabad.org [2]

¿Cuál es el secreto de este misterioso Carnero, preparado desde la fundación del mundo para el sacrificio? ¿Qué nos enseña esto y cómo se relaciona con el plan de redención?

Nacimiento milagroso

Aunque el Carnero fue desde el principio, según la enseñanza del Midrash, Avram miró las estrellas y vio que él y Sarai no tendrían un hijo. Entonces el Eterno tomó la letra Hei de Su Santo Nombre y la añadió (la letra “Hei”) al nombre de Avram avinu, trascendiendo así el orden natural de la Creación. Para Avram no habría hijo, pero para Avraham lo habría. 

El nacimiento de Isaac fue un milagro increíble, una hazaña tan imposible que ni siquiera Sara lo creyó cuando lo escuchó. El libro de Génesis dice:

“Sarai era estéril. Ella no tuvo hijos».
Génesis 11:30

Con este milagro del nacimiento, un patrón emerge como la urdimbre y la trama de un hilo oculto que se eleva y se teje a lo largo de un hermoso tapiz,

  • Sarai – Madre de Isaac – Génesis 11:30
  • Rivka – Madre de Jacob – Génesis 25:21
  • Raquel – Madre de José – Génesis 29:31
  • Esposa de Manoaj – Madre de Sansón – Jueces 13: 2
  • Ana – Madre de Samuel – 1 Samuel 1: 5
  • Mujer sunamita – Madre de Jonás – 2 Reyes 4:14

Sara concibió y dio a Abraham un hijo en su vejez, en el tiempo que Dios le había dicho. Abraham llamó a su hijo que le nació, que le dio a luz Sara, Isaac”.
(Génesis 21: 2-3)

Las circunstancias milagrosas que rodearon el nacimiento de Isaac hicieron que los escépticos y los burladores cuestionaran su paternidad. Esto también sucedió en el caso del rey David , cuya madre Nitzevet, fue acusada de infidelidad. Este es un patrón para la redención futura, ya que los prototipos del Mashiaj nacen a través de lo que parecen ser circunstancias cuestionables en el exterior. Rav Levi dijo:

«El día que Abraham destetó a su hijo Isaac, hizo un gran banquete, y todos los pueblos del mundo se burlaron de él, diciendo:» ¿Has visto a ese anciano y a esa anciana que trajeron a un expósito de la calle y ahora reclaman él como su hijo! Y lo que es más, ¡hacen un gran banquete para afirmar su reclamo! … Todavía se burlaban, diciendo: ‘Concedido que Sara pudiera dar a luz a la edad de noventa, ¿podría Abraham engendrar un hijo a la edad de cien?’ Inmediatamente los rasgos del rostro de Isaac cambiaron y se volvieron como el de Abraham, después de lo cual todos clamaron: Abraham engendró a Isaac.”

[Bava Metzia 87a, Edición de prensa de Soncino]

La Enciclopedia Judía resume los milagros que rodearon el nacimiento de Yitzhak,

A esa hora los enfermos recuperaron la salud, los ciegos recobraron la vista y los sordos el oído; se intensificó el brillo del sol y de la luna (Tan., Gén. 37); un espíritu de justicia comenzó a prevalecer en el mundo. . . No obstante, hubo calumniadores que sostenían que Abraham y Sara habían recogido a un expósito o, según otra hagadá, habían tomado a un hijo de Agar y pretendían que era su hijo. Para silenciar a estos calumniadores, Abraham preparó una gran fiesta con motivo del destete de Isaac, donde, por milagro, Sara pudo amamantar a todos los lactantes que habían traído las mujeres invitadas a la fiesta. Como ya no había ninguna duda sobre la maternidad de Sara, los calumniadores cuestionaron la paternidad de Abraham. Entonces Dios imprimió en el rostro de Isaac los rasgos de Abraham

[JewishEncyclopedia.com, Isaac (3)]

El único hijo

Después de dejar su patria ancestral y salir victorioso de una guerra mundial, Avraham experimentó la prueba más grande de todas. 

La Torah dice:

 קַח־נא אֶת־בִּנְךָ אֶת־יְחִידְךָ אֲשֶׁר־אָהַבְתָּ אֶת־יִצְחָק

Ahora toma a tu hijo, tu único hijo, a quien amas, Isaac, y vete a la tierra de Moriah.
Ofrécelo allí en holocausto en uno de los montes que te contaré

(Génesis 22: 2)

Es interesante el dato curioso de que esta es la primera vez que aparece la palabra amor en la Torah. 

La guematría de la palabra hebrea para amor (ahavá) es 13, que se vincula con los 13 Middot o Atributos de la Misericordias del Eterno. Por otro lado, la guematría de Ejad (que es Uno) también es 13,

אהבה = אחד = 13

Este sacrificio del Ben Yajid (el Hijo Unigénito) de Avraham, se repite en quizás el versículo bíblico más famoso de todos los tiempos,

Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él. El que cree en él, no es condenado. El que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del único Hijo de Dios”.
(Juan 3: 16-17)

Montando el burro

Abraham no perdió tiempo en realizar la tarea que el Eterno le encomendó. Leemos en Bereshit:

“Abraham se levantó muy de mañana, ensilló su asno y se llevó consigo a dos de sus jóvenes y a Isaac su hijo. Partió la leña para el holocausto, se levantó y fue al lugar que Dios le había dicho”.
Génesis 22: 3

Un patrón que sigue resurgiendo en el ciclo de la Redención es el del burro. En hebreo, jamor (burro) se relaciona con la palabra jomer, es decir fisicalidad o materialismo. También el burro se menciona en Génesis 49 como conectado con el Mesías conocido como «Siloh», leemos la profecía de Yaakov:

Atando su potro a la vid, el pollino de su asno a la vid escogida; ha lavado sus vestidos en vino, sus ropas en sangre de uvas”.
(Génesis 49:11)

Sansón peleó las batallas de Yahvéh con la quijada de un burro (Jueces 15:15), y el rey David fue a enfrentar a Goliat de Gat con un burro,

«Isaí tomó un asno cargado de pan, un odre de vino y un cabrito, y los envió a Saúl por medio de David su hijo.«
(1 Samuel 16:20)

El regreso de Moshé a Israel está relacionado con un burro:

“Moisés tomó a su mujer y a sus hijos, los puso sobre el asno y volvió a la tierra de Egipto…”
(Éxodo 4:20)

Curiosamente, el hebreo de Éxodo cap. 4 no dice «un burro» sino más bien «EL burro«. Rashi comenta sobre este detalle, y dice:

על החמר: חמור המיוחד, הוא החמור שחבש אברהם לעקידת יצחק והוא שעתיד מלך המשיח להגלות עליו, שנאמר (זכריה ט כב י ל)

Sobre el burro. El burro particular. Es el burro que Abraham ensilló para atar a Isaac, y es sobre el que el Mesías, el Rey, está destinado a ser revelado, como dice, “un hombre humilde, montado en un burro”.

[Rashi a Éxodo 4:20, Volumen 2, Mesorah Publishing Ltd. pág. 37, cf. Pirkei de-Rebbi Eliezer 31]

Rashi está citando en este comentario al oráculo del profeta Zacarías que dice:

¡Alégrate mucho, hija de Sion! ¡Grita, hija de Jerusalén! ¡He aquí, tu Rey viene a ti! Él es justo y tiene salvación; humilde, y montado en un burro, incluso en un potrillo, el potro de un burro
(Zacarías 9: 9)

El Talmud comenta:

“Rav Alexandri dijo: Rav Joshua b. Levi señaló una contradicción. “Está escrito ‘en su tiempo‘ [vendrá el Mesías], mientras que también está escrito, ‘¡Lo apresuraré!’ Si son dignos, lo apresuraré. Si no, vendrá a su debido tiempo «. R. Alexandri dijo: “R. Josué se opuso a dos versículos: “Está escrito, ‘Y he aquí, con las nubes del cielo vino uno como el hijo del hombre’, mientras que en otra parte está escrito: ‘¡He aquí, tu rey viene a ti, humilde y montado en un asno! ‘ Si son meritorios, vendrá con las nubes del cielo. Si no, humilde y montado en un burro.»

[Sanhedrin 98a, Soncino Press Edition]

Kol HaTor comenta:

«Una persona humilde, montada en un burro» – Mashiach ben Yosef es una persona humilde … «Fui abatido y él me salvó«. Su humildad lo protege de la muerte
[Kol HaTor 2.114, traducido por R ‘Yechiel Bar Lev y K. Skaist]

El Maharal de Praga, R ‘Judah Loew ben Betzalel (1520 CE – 1609 CE), comenta sobre este pasaje en relación con el burro (jamor):

Es razonable preguntarse en qué se diferencia este burro de los demás: ¿por qué la Torá destaca a este? ¡Un burro es un burro! El midrash señala que este burro fue creado en el crepúsculo; es el burro que montó Moshe, y es el que finalmente será montado por el hijo de David. . . los rabinos querían yuxtaponer a Avraham, Moshe y Mashiach, quienes tenían lo que ninguna otra creación tenía: un estatus exaltado especial. . . En cuanto al Mashíaj, el profeta dice: “He aquí, mi siervo triunfará, será exaltado y se hará exaltado y muy sublime” [Isaías 52:13]. El midrash interpreta: «exaltado» – más que Avraham; ‘alto’ – incluso más que Moshe; y ‘sumamente sublime’ – más que los ángeles ministradores [Tanchuma, Toldot 14]. Solo estos tres son más elevados que el tiempo, el espacio y el universo … El burro es el único animal no kosher especificado para la ejecución de un mandamiento: su primogénito debe ser redimido. Jamor [burro] recibe su nombre de Jomri [físico, material]… Los reyes reinan sobre el mundo material, que está representado simbólicamente por la imagen de un hombre montado en un animal. Estos tres reyes espirituales, Avraham, Moshe y Mashiach, que ascienden a los niveles más altos de espiritualidad, montan simbólicamente el burro, que representa el mundo material. Un caballo sería, por regla general, más apropiado para un rey, pero estos son reyes espirituales … «

[Maharal de Praga, Gur Arye, sobre Éxodo y Levítico, traducido por Moshe David Kuhr, Gefen Publishers, págs. 34-35 ]

Los Evangelios describen a Yeshúa como el Cordero de Dios, cabalgando sobre un asno hacia Jerusalén,

Cuando se acercaron a Jerusalén, a Betfagé y Betania, en el monte de los Olivos, envió a dos de sus discípulos y les dijo:
‘Id a la aldea que está frente a vosotros. Inmediatamente al entrar en él, encontrará un burrito atado, en el que nadie se ha sentado. Desátenlo y tráiganlo. 
Si alguien te pregunta, ‘¿Por qué estás haciendo esto?’ Di: ‘El Señor lo necesita’. e inmediatamente lo enviará de regreso aquí ‘. 
Se fueron y encontraron un burrito atado a la puerta afuera en la calle abierta, y lo desataron. 
Algunos de los que estaban allí les preguntaron: «¿Qué están haciendo desatando al burrito?» Les dijeron tal como Yeshúa les había dicho, y los dejaron ir. 
Llevaron el burrito a Yeshúa, y arrojaron sus mantos sobre él, y Yeshúa se sentó sobre él. 
Muchos extendieron sus mantos por el camino, y otros fueron cortando ramas de los árboles y extendiéndolas por el camino. Los que iban al frente y los que seguían gritaban:
‘¡Hoshia’na! ¡Bendito el que viene en nombre del Señor! ¡Bendito el reino de nuestro padre David que viene en el nombre del Señor! ¡Hoshia’na en las alturas!«

(San Marcos 11: 1-10)

La Unión o Atadura

En el relato de la Akedah Yitzhak (Atadura de Isaac) el texto hace que se incluya un detalle inusual de que Yitzhak avinu llevó la madera al lugar del sacrificio,

Abraham tomó la leña del holocausto y la puso sobre Isaac su hijo. Tomó en su mano el fuego y el cuchillo. Ambos fueron juntos.«
(Génesis 22: 6)

Resulta que el Midrash Rabbah hace un comentario sorprendente sobre este pasaje:

Y puso Abraham la leña del holocausto sobre Isaac su hijo” (Gen 22: 5). Como un hombre que lleva su cruz (tzaluv) en su hombro

[Génesis Rabá 56: 3, Edición de prensa de Soncino]

Isaac, el único hijo, lleva la madera como una cruz y será sacrificado «como un cordero«. Si bien la mayoría de las ilustraciones y representaciones retratan a Isaac como un niño, los rabinos enseñan que tenía treinta y tantos años. 

Éxodo Rabá dice:

Abraham engendró a Isaac (25:19), para enseñarte que era como su padre en todo: en belleza, sabiduría, riquezas y buenas obras. Debes saber que Isaac tenía treinta y siete años cuando su padre estaba a punto de sacrificarlo, sin embargo, aunque dice: Y Abraham era viejo y avanzado en años, lo ató como a un cordero y no lo refrenó.”

Éxodo Rabá 1 : 1, Edición de prensa de Soncino*

La frase «como un cordero» se vincula a Isaías 53 ,

Estaba oprimido, pero cuando fue afligido no abrió la boca. Como cordero que es llevado al matadero, y como oveja que ante sus trasquiladores está muda, así no abrió la boca
(Isaías 53: 7)

Isaac le hizo a su padre una pregunta desgarradora mientras viajaban hacia el destino, y la respuesta de Abraham es increíblemente profética. Leemos en Bereshit:

«Isaac habló con su padre Abraham, y dijo:» ¿Mi padre? » Él dijo: «Aquí estoy, hijo mío». Él dijo: «Aquí está el fuego y la leña, pero ¿dónde está el cordero para el holocausto?» Abraham dijo: «Dios se proveerá de cordero para el holocausto, hijo mío». Así que ambos fueron juntos.«
(Génesis 22: 7-8)

El relato de Génesis dice que Isaac fue puesto sobre la madera:

Llegaron al lugar que Dios le había dicho. Abraham edificó allí el altar, puso la leña en orden, ató a su hijo Isaac y lo puso sobre el altar, sobre la leña.
(Génesis 22: 9)

El nombre de este lugar se llama Monte Moriah. Rashi cita al sabio Onkelos explicando el vínculo entre «mirra» y Moriah, el sitio de la Akedah de Itzjak:

ואונקלוס תרגמו על שם עבודת הקטורת שיש בו מור נרד ושאר בשמים

Onkelos lo tradujo [“la tierra del servicio”] como aludiendo al servicio del incienso ,que contenía mirra [“mor ”es fonéticamente similar a Menoriah] otras especias.» 

[Rashi sobre Génesis 22, citado en Chabad.org (4)]

Rashi comenta:

Y ató: sus manos y sus pies detrás de él. “Las manos y los pies atados juntos se conoce como עִקֵידָהAkedáh (Shab. 54a). Y ese es el significado de עִקֻדִים , que sus tobillos eran blancos; el lugar donde están encadenados era discernible

[Rashi en Génesis 22, citado en Chabad.org (5)]

Curiosa y coincidentemente, Yeshúa estaba atado de manera similar,

Inmediatamente por la mañana, los principales sacerdotes, los ancianos y los escribas, y todo el concilio, celebraron una consulta y ataron a Yeshúa, se lo llevaron y lo entregaron a Pilato”.

[Marcos 15: 1, cf. Juan 18: 12,24, Mateo 27: 2]

Por otra parte, la obra Kol HaTor escrito por el sabio R ‘Hillel Shklover conecta a Yitzhak con el Mashiaj ben Yosef diciendo:

«Nuestro antepasado Isaac estaba en la línea del Mashiaj ben Yosef desde el momento en que fue atado como sacrificio«.

[Kol HaTor 1.23, traducido por R ‘Yechiel Bar Lev y K. Skaist]

La sangre de la redención

El Rav ‘Ari Kahn dice:

Nos dicen que Isaac es un participante entusiasta y dispuesto a participar en esta excursión. Se acuesta en el altar, estira el cuello hacia atrás y luego le dice a su padre: “Padre, el alma está dispuesta, pero la carne es débil. Átame para sujetarme, para evitar que me estremezca al ver la hoja

[R ‘Ari Kahn, M’oray HaAish, Vayeira (Génesis 18-22), The Binding, Aish.com (6)]

Yeshúa de Nazaret dijo algo increíblemente similar antes de su muerte:

Velad y orad para no caer en la tentación. El espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil.«
(Mateo 26:41)

En la Pascua , los israelitas debían poner la sangre de un cordero en el poste de su puerta, para que Yahvéh viera la sangre y “pasara” la casa y perdonara al Primogénito. La Mekhilta comenta la frase, ‘Veré la sangre‘, y la vincula con la Akedah,

Y cuando ve la sangre. Ve la sangre del sacrificio de Isaac, como se dice: “Y llamó Abraham el nombre de ese lugar YHVH-Yireh” (el Señor lo verá), etc. (Gén. 22:14). Y también está escrito: “Y estaba a punto de destruir, el Señor lo vio y se arrepintió” (1 Crónicas 21:15). ¿Qué contempló? Contempló la sangre del sacrificio de Isaac, como se dice: «Verá Dios mismo el cordero para el holocausto«. (Génesis 22: 8)».

[Mekhilta de-Rabbi Ishmael, Tractate Pischa, Capítulo 11, Traducido por Jacob Z. Lauterbach, Jewish Publication Society, pág. 61]

La excelente obra de colección de midrashim Pesikta Rabbati vincula el cordero con Isaac:

¿Por qué no fue destruido el templo en el primer mes del año, ni en el segundo mes ni en el tercero, ni en el cuarto, por qué en el quinto? El hecho es que Dios quiso destruir el Templo en el primer mes, [Nisan, cuyo signo zodiacal es el Cordero]. Pero el mérito de Isaac se adelantó para suplicar: “Maestro de los universos, recuerda el sacrificio por el que me dejé atar delante de Ti: me ofrecí como cordero para el sacrificio en lugar del cordero del sacrificio…”.

[Pesikta Rabbati, Piska 27/28, traducido por William Braude, Yale University Press, pág. 547-548]

El Rav ‘Ari Kahn hace un punto increíble, mostrando el estado de Kedusháh (Santidad) de Yitzhak:

Después de Akedah, Yitzjak alcanzó el estatus de Kodshim, una ofrenda dedicada al Templo”.

[R ‘Ari Kahn, M’oray HaAish, Elkana y Chana, Aish.com (7)]

Rashi comenta sobre la Akedah y el concepto de expiación, y dice:

ומדרש אגדה ה ‘יראה עקידה זו לסלוח לישראל בכל שנה ולהצילם מן הפורענות, כדי שיאמר היום הזה בכל הדוש ל הבו

El Midrash Aggadah (ver Gen. Rabbah 56: 9) explica: El Señor verá esta obligación de perdonar a Israel cada año y salvarlos de la retribución, a fin de que se diga“ en este día ”en todas las generaciones futuras: «En el monte del Señor, las cenizas de Isaac serán vistas amontonadas y en pie para expiación«.

[Rashi sobre Génesis 22:14, citado en Chabad.org (8)]

El Targum habla del zejut, o mérito, de la Akedah,

Y Abraham oró en el nombre de la Palabra del Señor, y dijo: ‘Tú eres el Señor que ve y no eres visto. Rezo por misericordia delante de ti, oh Señor. Es totalmente manifiesto y conocido ante Ti que en mi corazón no hubo división, en el tiempo en que Tú me ordenaste que ofreciera a mi hijo Itzjak y lo convirtiera en polvo y ceniza ante Ti; pero que en seguida me levanté por la mañana y cumplí tu palabra con gozo, y he cumplido tu palabra. Y ahora oro por misericordia ante Ti, Oh Señor Dios, para que cuando los hijos de Itzjak ofrezcan en la hora de necesidad, atar a Itzjak, su padre, Tú recuerdes en su nombre, y perdones y perdones sus pecados, y entregues ellos por toda necesidad. . . . «

[Targum de Jerusalén en Génesis 22 (9)]

El Midrash dice que la vinculación de Yitzhak expía a todos, judíos y no judíos (!), Esclavos y libres,

Los Sabios dijeron:
Cuando Abraham, nuestro padre, ató a Isaac su hijo, el Santo, bendito sea, instituyó el sacrificio de dos corderos, uno por la mañana y otro por la tarde. ¿Por qué hizo esto? Cuando Israel ofrece los sacrificios diarios sobre el altar… el Santo, bendito sea, recuerda la atadura de Isaac. [Elías dice]: “Llamo al cielo ya la tierra para que sean testigos de que ya sea un pagano o un israelita, un hombre o una mujer, un sirviente o una sirvienta, lee este versículo, a saber. ‘Zafonah (hacia el norte) ante el Señor’, el Santo, bendito sea, recuerda la atadura de Isaac… ”

[Levítico Rabá 2:11, Edición de prensa de Soncino]

El teólogo Avrum Ehrlich escribe:

Es sorprendente que el retrato rabínico de Isaac sea paralelo a varios aspectos de la comprensión cristiana de Jesús. Como Jesús, Isaac estaba dispuesto a entregar su vida (Lamentaciones Rabá Proemio 24). Como Jesús, Isaac no se vio obligado a ofrecerse a sí mismo como sacrificio, sino que se entregó voluntariamente a su padre (Targum fragmentario 22:10). . . la Akedah se describe como expiación para todos, judíos y no judíos (Levítico Rabá 2:11). Quizás lo más notable es que se describe a Isaac como muerto y resucitado (Pirke de Rabbi Eliezer 31)”.
Enciclopedia de la diáspora judía: orígenes, experiencias y cultura, vol. Yo, M. Avrum Ehrlich, pág. 128 [10]

El Targum dice:

“Y todos los pueblos de la tierra serán bendecidos por la justicia de tu hijo, porque has obedecido mi palabra”.

[Targum Pseudo-Jonathan en Génesis 22 (11)]

De hecho, el Talmud enseña que Yitzhak intercede por Israel:

«En el futuro por venir, el Santo, bendito sea, dirá a Abraham y a Jacob:» Tus hijos han pecado contra mí «. [Ellos] le responderán: “¡Soberano del Universo! Que sean exterminados para la santificación de tu nombre”… 
Él responderá: «¡No hay razón en los ancianos ni consejo en los niños!» 
Entonces dirá a Isaac: «Tus hijos han pecado contra mí». 
Pero él (Isaac) le responderá: “¡Soberano del Universo! ¿Son mis hijos y no tus hijos? Cuando le dieron prioridad a «haremos» sobre «escucharemos» ante Ti, Tú los llamaste, «Israel mi hijo, mi primogénito» ¡¿Ahora son mis hijos, no Tus hijos ?! Además, ¿cuánto han pecado? ¿Cuántos son los años del hombre? Setenta. Resta veinte, por lo que no castigas, y quedan cincuenta. Resta veinticinco que componen las noches, y quedan veinticinco. Reste doce y medio de oración, comida y llamadas de la naturaleza, [y] quedan doce y medio. Si lo soportas todo, está bien; si no, la mitad será sobre mí y la otra mitad sobre ti. Y si dijeras, todos deben estar sobre mí, ¡he aquí! ¡Me ofrecí ante Ti (como sacrificio)! 
Entonces comenzarán y dirán: “Porque tú [es decir, Isaac] eres nuestro padre. 
Entonces Isaac les dirá: “En lugar de alabarme, alaben al Santo, bendito sea, e Isaac les mostrará al Santo, bendito sea, con sus propios ojos.»

[Shabat 89b, Edición de prensa de Soncino]

El Pesikta Rabbati habla de la asombrosa tarea del Mashiaj, que se hace eco de la atadura de Yitzhak:

En el mes de Nisán, los Patriarcas se levantarán y le dirán al Mesías: ‘Efraín, nuestro verdadero Mesías, eres más grande que nosotros porque sufriste por las iniquidades de nuestros hijos, y te sobrevinieron pruebas terribles, pruebas como las no les ocurre a las generaciones anteriores ni a las posteriores. Por amor de Israel, te convertiste en hazmerreír y en burla entre las naciones de la tierra, y te sentabas en tinieblas, en tinieblas espesas, y tus ojos no veían luz. Y tu piel se pegó a tus huesos, y tu cuerpo estaba tan seco como un trozo de madera. Y tus ojos se oscurecieron por el ayuno, y ‘tu fuerza se secó como un tiesto- Todas estas aflicciones a causa de las iniquidades de nuestros hijos … el Santo, Bendito sea, elevará al Mesías al cielo de los cielos y lo
cubrirá
con algo del esplendor de Su propia gloria … ” 

[Pesikta Rabbati, Piska 37, traducido por William Braude, Yale University Press, págs. 685-686]

Resurrección

Entonces Abraham volvió a sus jóvenes, y ellos se levantaron y fueron juntos a Beerseba. Abraham vivió en Beerseba«.
(Génesis 22:19)

¿Dónde está Isaac? Parece haber desaparecido del texto. La Torah solo dice que Avraham regresó, y se desconoce el destino y el paradero de Yitzhak. El Pirkei d’Rebbi Eliezer hace una declaración impresionante al respecto:

Rabí Yehudah dice: Cuando el cuchillo tocó la garganta de Itzjak, su alma lo abandonó, pero cuando la Voz de Dios emergió de entre los dos keruvim, diciendo: No lastimes al joven, no le hagas nada (Bereshis 22:12), su alma regresó a su cuerpo. Fue desatado y se puso de pie, experimentando el avivamiento de los muertos. Inmediatamente se dio cuenta de que los muertos serán revividos en el tiempo venidero y recitó [la berajá]: «Bendito eres Tú, YHVH, que resucita a los muertos«.

[Pirkei D’Rebbi Eliezer, Capítulo 31, traducido por Avraham Yaakov Finkel, Yeshivath Beth Moshe, pág. 22]

¡¿Yitzhak resucitó ?! La mayoría de los que leen el Midrash sobre este pasaje se apresurarán a notar que Yitzhak no fue sacrificado ni asesinado. Sin embargo, los midrashim son figurativos, no literales. El Libro de Hebreos ilustra este punto.

Por la fe Abraham, siendo probado, ofreció a Isaac. Sí, el que había recibido con alegría las promesas estaba ofreciendo a su único hijo; incluso aquel a quien se le dijo: En Isaac será llamada tu descendencia, concluyendo que Dios puede levantar aun de los muertos. Hablando en sentido figurado, también lo recibió de entre los muertos.«
(Hebreos 11: 17-19)

Todos estos eventos tuvieron lugar «al tercer día«. Como dice el Génesis:

«Al tercer día Abraham alzó los ojos y vio el lugar a lo lejos«.
(Génesis 22: 4)

Esto puede sonar extrañamente familiar. La vida de Yitzhak forma un prototipo profético de Yeshua de Nazaret. Este es el significado de ma’aseh avot siman l’banimlas acciones de los padres sirven como un presagio para los hijos«).

  • Su nacimiento fue profetizado.
  • Nació milagrosamente.
  • Su paternidad fue cuestionada por burladores.
  • Él era el Amado «Único» Hijo de Su Padre.
  • El era la imagen de su padre.
  • Llevó la madera como una cruz a la montaña.
  • El burro iba con él hacia el lugar del sacrificio.
  • Estaba atado.
  • Él estaba en sus 30.
  • Él voluntariamente participó y obedeció a su padre.
  • Su sacrificio expiado por los pecados del mundo.
  • Ofreció su vida en el monte Moriah.
  • Fue puesto sobre la madera.
  • Su sangre está ligada a la Pascua.
  • Su sacrificio da mérito a los sacrificios de la Torah.
  • Así como el carnero fue atrapado en espinas, así fue la cabeza de Yeshúa envuelta en espinas.
  • Resucitó al tercer día.
  • El intercede por Israel

Aparentemente, el único aspecto de Yitzhak que queda para ser paralelo a Yeshua es un regreso de Gan Eden para encontrarse con su novia …

El regreso del hijo.

En la obra literaria «Leyendas de los judíos» de Louis Ginzberg, [una recopilación masiva de la Hagadáh (las tradiciones que han crecido alrededor de lanarrativa bíblica)] se lee lo siguiente:

Después del sacrificio en el monte Moriah, Abraham regresó a Beer-sheba, escenario de muchos de sus gozos. Isaac fue llevado al paraíso por los ángeles, y allí residió durante tres años«.

[Leyendas de los judíos, Volumen 1: V, Louis Ginzberg (12)]

Cuando regresó, la Torah dice:

Isaac vino del camino de Be’er Lahai Roi, porque vivía en la tierra del sur. Isaac salió a meditar en el campo por la noche. Levantó los ojos y vio, y he aquí, venían camellos. Rebeca alzó los ojos y, cuando vio a Isaac, se cayó del camello.«
(Génesis 24: 62-64)

La pregunta clave es: ¿Dónde está Be’er Lachai Roi? El nombre de la palabra significa literalmente, «El pozo del Viviente que me ve«. En un nivel de peshat (literal), este es el lugar donde el ángel de Yahvéh se apareció a Agar. El Targum dice:

Y Yitzhak ascendió viniendo del pozo sobre el cual había aparecido el Ángel de la Vida (malak qayama, “el Ángel Eterno”).

[Targum Onkelos en Génesis 24 (13)]

 En un nivel más profundo (Sod = Secreto), esto se refiere al Gan Edén (Jardín del Edén). Los Midrashim nos dicen que Yitzhak pasó tres años en el nivel dimensional de Gan Eden, aprendiendo la Torah, y que cuando Rivká lo vio, fue glorificado, un ser diferente.

La Hagadá de Nuremberg dice:

«Isaac regresó glorificado del jardín (del Edén) que Dios plantó para nuestra protección … cuando Rebecca montó en este camello, vio desde la distancia a este hombre glorificado

[Hagadá de Nuremberg, folio 31 (14)]

Rashi (Rav ‘Shlomo Yitzhaki), comenta:

ותרא את יצחק: ראתה אותו הדור ותוהא מפניו

«Y vio a Isaac: Ella vio su apariencia majestuosa, y se asombró de él (Gén. Rabá 60:14)».

[Rashi sobre Génesis 24:64, citado en Chabad.org (15)]

Rav ‘Moshe Moshe Alshich comenta:

El rostro de Yitzhak, que irradiaba algo de su santidad, podría haber asustado a Rivkah para que se cayera del camello. . . ella preguntó: «¿Quién es este hombre?» Ella indicó que esta debe ser una persona notable.«

[R ‘Moshe Alshich sobre Génesis 24:64, traducido por R’ Eliyahu Munk, Volumen 1, Lambda Publishers, pág. 160]

Rav ‘Yeshayahu Horowitz, conocido como el Santo Selah, hace un comentario asombroso,

Isaac era el equivalente espiritual de Adán antes de su pecado, ya que él fue la primera persona que fue concebida y nacida por padres que se habían santificado a sí mismos. La remoción del prepucio de Abraham reparó el daño que Adán había hecho al pecar y adquirir una קליפה, cáscara … Esto bien puede explicar el hecho de que no se le permitió dejar la tierra santa de eretz Israel (Génesis 27: 2) … Cuando Abraham fue a punto de matar a Isaac, el alma de este último voló para ser reemplazada más tarde por un espíritu santo de las Regiones Celestiales. De ello se deduce entonces que la vida de Isaac después de la akedah, fue la vida de un ser humano que no se había originado a partir de una gota de semen. Debemos ver a Isaac como alguien renacido como consecuencia de esa experiencia: una criatura totalmente nueva. Dios le había aplicado la vara de medir más estricta al dejarlo morir y, posteriormente, infundirle una nueva alma. También había santificado su cuerpo; a partir de ese momento, el cuerpo de Isaac se parecía al de Adam HaRishon, y tampoco el producto de una gota de semen. Ahora entendemos por qué el carnero que Abraham sacrificó en lugar de Isaac no fue producto de la procreación natural, es decir, a través del semen, sino que fue creado durante el período del anochecer en el sexto día de la Creación, como se informa en Avot 5: 6

[Shney Luchot HaBrit, Vayera, Volumen 1, traducido por Eliyahu Munk, pág. 111]

El escritor e investigador del hebreo D. Thomas Lancaster escribe:

Y Isaac vino del camino de Beer-le-hai-roi… Y Isaac salió…” ¿De dónde salió? Del paraíso. No es de extrañar que Rebeca perdiera el equilibrio cuando dice «y se cayó del camello», porque lo que percibió era que Isaac bajaba del Paraíso … «Hasta aquí la lectura judía de la historia. Al menos en la versión de la Akedah presentada por esta colección de parábolas, la lectura judía suena más cristiana que la lectura cristiana de la historia. ¿Cómo es eso posible? ¿Es posible que la Torá esté tratando de sugerirle algo a su pueblo?

[Akedat Yeshua: Génesis 22 en Midrash, Beth Emmanuel (16)]

Avraham luego vio el Ram (Carnero) especial creado a partir del crepúsculo de ese primer Shabat,

Abraham alzó los ojos y miró, y vio que detrás de él había un carnero atrapado en la espesura por sus cuernos. Abraham fue, tomó el carnero y lo ofreció en holocausto en lugar de su hijo.”
(Génesis 22:13)

Según el Midrash, este Carnero especial esperó en el Jardín del Edén hasta momentos antes de la Akedah. El siguiente es un resumen del Midrash narrado por Mordicai Gerstein, en su maravilloso libro «The White Ram» («El Carnero Blanco»):

“Después de pasar siglos en el Huerto, Dios le dijo al Carnero: «Es el momento «. 
El Carnero luego salió disparado del Jardín del Edén, pero la serpiente malvada estaba cerca de la puerta, y dijo: “¡No salgas de este jardín! ¡Significará tu muerte!«
El Carnero respondió: «¡Debo salvar al niño!«
Corrió lo más rápido que pudo, sobre colinas, valles y montañas. El tentador trató de frenarlo, ofreciéndole agua fresca o pasto para pastar, «Detente aquí y descansa un momento«.
El Carnero respondió: «¡Debo salvar al niño!«
El tentador apareció como un gran león amenazador y bloqueó el camino del Carnero. El Carnero saltó sobre el león y comenzó a correr más rápido que nunca, al ver la montaña en la distancia. 
«¡Estoy aquí! ¡Estoy aquí! ¡Llévame a mí en su lugar!» gritó el Carnero.
El hombre en la cima de la colina, cuchillo en mano, no podía oír los gritos del Carnero, que seguía subiendo la montaña. 
¡De repente, el maligno atrapó al Carnero, envolviendo una espina alrededor de sus cuernos!
En ese momento, la Voz de un Ángel habló desde el cielo: «No toques al niño«.
Avraham miró hacia atrás y vio al Carnero Blanco. Avraham liberó al Carnero, quien saltó sobre el Altar y dio su vida para salvar a Itzjak.
De uno de los cuernos de este Carnero salió el shofar que se tocó en Shavuot. 
Y su otro cuerno se utilizará para el shofar de la redención. 

Así como este Carnero especial tenía espinas envueltas alrededor de su cabeza, también Yeshúa de Nazaret. Por ello, es que Yeshúa es el Carnero de Gan Eden. Así logramos entender el texto profético de Cantares cap. 2, vers. 8 con el que se encabezó este artículo. Es Él (Yeshúa) quien viene de arriba, saltando sobre las colinas, saltando sobre las montañas. Su voz pide a todo Israel que se arrepienta. 

La unión o atadura de Isaac es la sombra terrenal del Mashiaj ben Yosef, el Hijo Único, que murió por los pecados de Israel y por el mundo entero.


Referencias
  1. Rabino Don Isaac Abarbanel citado en The Ultimate Test of Abraham , R ‘Tzvi Freeman, Chabad.org
  2. Rashi sobre Génesis 22 citado en Chabad.org
  3. JewishEncyclopedia.com, Isaac
  4. Rashi sobre Génesis 22 , citado en Chabad.org
  5. Rashi sobre Génesis 22 , citado en Chabad.org
  6. R ‘Ari Kahn, M’oray HaAish, Vayeira, The Binding , Aish.com
  7. R ‘Ari Kahn, M’oray HaAish, Elkana y Chana , Aish.com
  8. Rashi sobre Génesis 22 , citado en Chabad.org
  9. Targum de Jerusalén en Génesis 22
  10. Enciclopedia de la diáspora judía: orígenes, experiencias y cultura , vol. Yo, M. Avrum Ehrlich, pág. 128
  11. Targum Pseudo-Jonathan en Génesis 22
  12. Leyendas de los judíos, Volumen I: V , Louis Ginzberg
  13. Targum Onkelos en Génesis 24
  14. Hagadá de Nuremberg, folio 31
  15. Rashi sobre Génesis 24:64 , citado en Chabad.org
  16. Akeidat Yeshua: Génesis 22 en Midrash, Beth Emmanuel

Te invito a ver esta aula virtual en la que se explica y reflexiona esta bitácora:

«Saber Callar para Aprender a Escuchar»

Por P.A. David Nesher

¿Qué es la Verdad y cómo se relaciona con el ser hebreo?

«Hashket Ushmah Israel Hayom!» (traducido es: «¡Cállate y escucha Israel, Hoy!«)

Aprender a callar garantiza evitar males. El mes de #Av es un tiempo especial para aprender a hacer silencio, escuchar atentamente con el corazón y hablar si es necesario. Si estás en Paz con Dios, seguramente serás un pacificador, es decir, un generador de paz.

La parashá Devarim nos inspira a valorar la capacidad de cambio que nuestras acciones ejercen en nuestro entorno.

Te invito a escuchar esta mistagogia:

La Responsabilidad e Implicaciones de nuestras Acciones

Por P.A. David Nesher

«Dijo Elohim a Moshé y Aharón: “Dado que no han tenido suficiente fe en Mí… 

(Números 20:12)

Nuestro amado Elohim ordenó a Moshé restaurar el manantial, que se había secado después del fallecimiento de Myriam, hablándole a la roca de la cual anteriormente fluía el agua. Los Sabios hacen notar que la Torah no registra que la congregación haya llorado por la muerte de Myriam, como lo hizo por las muertes de Moshé (Devarim 34:8) y Aharón (Bamidbar 20:29). Por cierto, el maestro Alshij dice que fue precisamente debido a que no derramaron lágrimas por la desaparición de Myriam que la fuente de su agua se agotó: fue como si el mérito de Miriam no les hubiera importado.

Enfocándonos en el versículo que nos preside, les diré que el sabio Rashí comenta que el Eterno quería que todo mundo supiese que Moshé y Aharón no estuvieron involucrados en el pecado de los espías y habrían entrado a Éretz Israel si no hubiese sido por su error con la roca.

Parece que Moshé y Aharón pensaron que quizás Elohim pretendía que le pegaran a la roca como hicieron la primera vez que Elohim proveyó agua al pueblo. Actuaron bajo esa conjetura sin consultar al Eterno. Por Providencia divina, Moshé golpeó la roca original y esta dio agua.

El sentido del versículo da a entender que, si hubieran tenido suficiente fe y seguido hablando, habría salido agua de la piedra indicada y el Nombre de Dios Se hubiese santificado, porque toda la congregación habría sacado la acertada conclusión del concepto de obediencia a Dios. El Eterno pretendía que el pueblo israelita aprendiera a reverenciarlo al ver a Moshé hablar a la roca: “Si una roca sin discernimiento obedece la voluntad del Eterno, cuánto más debemos hacer nosotros, que podemos entender por qué debemos obedecer a Elohim y necesitamos Su asistencia.” Pero como Moshé acabó pegando a la roca, esa lección ya no era evidente. En consecuencia, El Eterno tuvo que enseñar al pueblo israelita la misma lección y castigar a Moshé y Aharón por su desobediencia: decretó que ambos habrían de morir en el desierto, sin poder entrar nunca a la Tierra de Israel.

Empero, según Rambán, la frase debe ser traducida como: «Porque no han hecho que ellos creyeran en Mí«, debido a que, si Moshé hubiera realizado su cometido correctamente, habría imbuido mayor fe en Dios en quienes observaron este fenómeno.

Más allá de las justificaciones que puedan hallar para su conducta, la enseñanza es para todos los líderes israelitas que deben decidir cómo actuar basados en si sus acciones habrán de inspirar al pueblo a una mayor devoción a la Torah y sus caminos.

De manera análoga, todos los que somos hijos primogénitos de Dios, cuando interactuamos con los demás siempre debemos considerar el impacto potencial que nuestras palabras o acciones puedan tener en sus actitudes hacia el pueblo israelita en general y hacia el mensaje de la Torah en particular.

Shalom a todos!

RESUMEN DE LO QUE HEMOS CONSIDERADO EN ESTA SEMANA A TRAVÉS DE LA PARASHÁH BEHAALOTJÁ

Autor: Juan José Nesher


La parasha de esta semana a explicado en gran manera el mover espiritual de nuestra función sacerdotal. La porción llamada «Behaalotjá» significa cuando «cuando hagas subir», haciendo referencia sobre la Menorah. Es curioso ver como la porción nos invita a analizar el modo en que transformamos la semana. 

El candelabro de 7 brazos es el símbolo más visible de la vida del hombre en su correcta función. El fuego que asciende es la vida del hombre encontrado en su día a día la chispa divina.

La pregunta es si esta semana he podido darle la luz, el propósito correcto a mi andar. Es por eso que más adelante, la porción nos narra eventos que son parte de nuestra cotidianidad. 

1) El caminar o Peregrinar la Fe

(Nm 9:17-18) 

«Cada vez que la nube se elevaba de la carpa sagrada, el pueblo de Israel levantaba el campamento y la seguía; donde la nube se detenía, el pueblo de Israel armaba el campamento. De esta manera los israelitas viajaban y acampaban por orden del SEÑOR, donde él les indicaba que fueran. Permanecían en el campamento todo el tiempo que la nube se quedaba encima del tabernáculo.»

Es importante destacar que la brújula y guía era la Shekina, la nube de Gloria. Es decir, los pasos de ese pueblo estaban dirigidos por el mover sobrenatural de su Dios, nuestro Dios. Mi lugar de citas, mi desierto debe tener al mismo guía que condujo a ese pueblo. La nube de Gloria está aún en nuestras vida, diciendo dónde ir, dónde acampar, con quién ir con quién no. Si no seguimos la presencia, nos quedamos fuera de su cobertura.

2) La Queja

(Nm 11:1)

«Poco después el pueblo comenzó a quejarse de las privaciones que enfrentaba, y el SEÑOR oyó todo lo que decían. Entonces el enojo del SEÑOR se encendió contra ellos y envió un fuego que ardió entre ellos y destruyó a algunos en las afueras del campamento.»

La boca es una herramienta tan poderosa que si las palabras que salen de ella no son de vida, pueden traer muerte. Es por ello que el mover del espíritu está ligado al uso correcto de las palabras. La queja no enciende fuego que eleva sino que destruye.

3) El Espíritu o Unción de Moshe

(Nm 11:25)

«Después el SEÑOR descendió en la nube y le habló a Moisés. Entonces les dio a los setenta ancianos del mismo Espíritu que estaba sobre Moisés; y cuando el Espíritu se posó sobre ellos, los ancianos profetizaron; pero esto nunca volvió a suceder.»

La presencia misma del cielo en nosotros, nos da capacidad profética. El modo en que busquemos que nunca falte aceite y por consiguiente, no se apague el fuego, nos promueve a poder declarar con nuestras bocas el año agradable del Eterno.


Recomiendo escuchar la meditación de todo esto en esta PRIMERA PARTE de un aula virtual:

Aquí está la SEGUNDA PARTE: