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Pérez y Zerah: Dos Momentos del Mesías

PARASHA VAYESHEV

Por P.A. David Nesher

Cuando llegó el tiempo de su parto, había gemelos en su vientre. Y cuando ella estaba de parto, alguien extendió una mano, y la partera tomó y le ató un hilo escarlata en la mano, diciendo: Ésta salió primero. Pero cuando él retiró la mano, he aquí salió su hermano. Y ella dijo: «¡Qué brecha has cometido contigo misma!». Por eso se llamó su nombre Pérez. Después salió su hermano con el hilo escarlata en la mano, y se llamó Zera.

Génesis 38:20-30 NVI

Quiero comenzar esta lección mostrándote algo que estoy convencido no has visto. Cuando leemos el primer capítulo de Mateo, nos encontramos con la genealogía de Yeshúa, nuestro Maestro y Dueño (Mat. 1: 1-16). Ahora quiero que prestes mucha atención a los primeros tres versos:

Registro genealógico de Jesús el Cristo, hijo de David y de Abraham:
Abraham fue el padre de Isaac;
Isaac, padre de Jacob;
Jacob, padre de Judá y de sus hermanos;
Judá, padre de Fares y de Zera, cuya madre fue Tamar;…»

(Mateo 1: 1-3)

¡Seguramente te ha surgido una pregunta!… ¿Verdad?: ¿Por qué hay dos hijos de Judá mencionados aquí? ¿Por qué no dice: «Abraham fue el padre de Isaac e Ismael e Isaac fue el padre de Jacob y Esaú? Y,siguiendo esta lógica: ¿por qué no dice que Jacob fue el padre de Rubén, Simeón, Leví y Judá?

Primero debemos reconocer que estudiar el sefer Bereshit (libro del Génesis) nos recuerda que los caminos del Eterno son incomparables y, a veces, inconcebibles. Hay momentos en los que Él cumple Su divina voluntad de las maneras más extraordinarias y a través de las personas más improbables. Justamente en este capítulo, vemos evidencia adicional de los caminos de Dios, a veces extraños y difíciles de entender. Y al leer esta historia, debemos recordar las palabras del apóstol Pablo:

¡Cuán imposible nos es entender sus decisiones y sus caminos! 
(Romanos 11:33 NTV). 

Y el Eterno mismo nos recuerda a través de un oráculo de Isaías:

“…mis caminos van mucho más allá de lo que puedas imaginar
(Isaías 55:8 NTV).

Tamar dio a luz a hijos gemelos: Pérez y Zerah . Y la naturaleza de sus nacimientos fue similar a la de Jacob y Esaú. Cuando Zerah intentó salir primero del útero, una partera le ató un hilo escarlata a la muñeca. Pero cuando finalmente nacieron los bebés, fue Pérez quien salió primero, para sorpresa de la partera. Para todos los que miraban, Zerah debería haber sido la primogénita. Como su mano salió primero, debió estar más cerca del canal de parto. Pero dentro del útero, los dos bebés cambiaron de posición en el último segundo y Pérez salió primero. Se convirtió en el inesperado e improbable primogénito. Y sería a través de este hijo que el Eterno cumpliría su compromiso con Abraham.

“ Haré de ti una gran nación, y te bendeciré y engrandeceré tu nombre, para que seas una bendición. Bendeciré a los que te bendigan, y a los que te deshonren lo maldeciré, y en ti serán benditas todas las familias de la tierra”.
 – Génesis 12:2-3 NVI

Si vamos a la carta a los creyentes en Galacia, notaremos que el apóstol Pablo desentraña esta promesa divina y aclara la naturaleza de su significado:

«Sepan, pues, que son los de la fe los hijos de Abraham. Y la Escritura, previendo que Dios justificaría por la fe a los gentiles, predicó de antemano el evangelio a Abraham, diciendo: En ti serán benditas todas las naciones. Así pues, los que son de fe son benditos junto con Abraham, el hombre de fe.«
– Gálatas 3:7-9 NVI

Según el apóstol Pablo, cuando el Eterno le hizo esa promesa a Abraham, estaba prediciendo la venida del Mesías. Sería a través de la descendencia de Abraham que vendría “la bendición” de las naciones. Y Pablo revela que esta bendición vendría en la forma de Yeshúa, el Mesías de Israel.

Ahora las promesas fueron hechas a Abraham y a su descendencia. No dice “Y a tu descendencia”, refiriéndose a muchos, sino refiriéndose a uno, “Y a tu descendencia”, que es Cristo. 
– Gálatas 3:16 NVI

Este hecho sorprendente está en consonancia con la forma en que el Eterno continuó reiterando la promesa a Abraham y sus descendientes.

He aquí mi pacto es contigo, y serás padre de multitud de naciones. Ya no se llamará tu nombre Abram, sino que tu nombre será Abraham, porque te he puesto por padre de multitud de naciones. Os haré fructíferos en gran manera, y os convertiré en naciones, y reyes saldrán de vosotros .  Y estableceré mi pacto entre mí y tú y tu descendencia después de ti, por sus generaciones, por pacto perpetuo, para ser Dios para ti y para tu descendencia después de ti.” 
– Génesis 17:4-7 NVI

Abraham no solo engendraría una gran nación, sino que de su descendencia surgirían grandes reyes, incluido el rey David. Y el libro de Rut revela que Dios usaría a un candidato improbable llamado Pérez (Fares) como el conducto a través del cual vendría el gran rey David:

«Estas son las generaciones de Fares: Fares engendró a Hezrón, Hezrón engendró a Ram, Ram engendró a Aminadab, Aminadab engendró a Naasón, Naasón engendró a Salmón, Salmón engendró a Booz, Booz engendró a Obed, Obed engendró a Isaí, e Isaí engendró a David.» 
– Rut 4:18-22 NVI

Desde estas consideraciones podemos captar por qué comencé haciéndote leer el evangelio de Mateo, donde vemos que Yeshúa también vendría a través del linaje de Pérez. Por eso se le conoce como el Hijo de David. Pero, queda por responder la pregunta: ¿Por qué hay dos hijos de Judá mencionados aquí? 

Pues entonces comenzaré diciendo que los gemelos de Tamar, Pérez y Zerah, tenían el potencial de ser antepasados ​​del Mesías. Como Yaakov y Esav (Esaú) luchando en el útero, competían por el privilegio.

Cierta enseñanza (midrash) cuenta que cuando el embarazo de Tamar avanzaba hasta el punto en que ya no podía ocultarlo, “se golpeaba el estómago y se jactaba: ‘¡Soy grande con reyes y redentores!‘” (Midrash Rabbah ). Por lo menos, era grande con gemelos.

El relato escritural nos dice que mientras Tamar luchaba en el parto, el primero de sus dos hijos extendió la mano. La partera ató una cuerda escarlata alrededor de su muñeca para identificar al primogénito, pero luego retiró la mano y aparentemente retrocedió por el canal del parto, una maniobra que no parece biológicamente probable. Tamar dio a luz a su hermano antes que él en un parto traumático. Ella lo llamó Pérez (Peretz), que significa “brecha”, diciendo: “Qué brecha te has abierto” (Génesis 38:29).

Que Pérez siguiera adelante era parte del plan Divino. Zerah deseaba emerger primero pero otro midrash cuenta que el Eterno declaró: “El Mesías está destinado a descender de Pérez; ¿Es correcto, entonces, que Zerah emerja primero? ¡Que Zera regrese al vientre de su madre, y Pérez nacerá primero! » (Aggadat Bereshit )

Desde tiempos antiguos, los rabinos identificaron de cerca a Pérez, el hijo de Yehudá y Tamar, con el Rey Mesías. Pérez encabeza la genealogía de David en el libro de Rut (ver Rut 4:18). Los sabios a veces llaman al Mesías por el nombre de Hijo de Pérez. Los gemelos en el vientre de Tamar presagian los dos mesías: el Mesías hijo de Iosef y el Mesías hijo de David. Es decir que el nacimiento de Pérez y Zera tipificaban las dos manifestaciones del paradigma divino Mashiaj: Ben Yosef y Ben David. Esto para nuestra emunáh nos habla de la primera y segunda venida de Yeshúa HaMashiaj.

Pérez, cuyo nombre también significa «rompedor«, representa al Mesías en Su primera venida. Abrió el camino al reino de los cielos. Tamar lo nombró Pérez para indicar que el Rey Mesías, «el Rompedor«, algún día saldría de él.

En el Talmud se comenta que Tamar quiso decir: “Este es mayor que todos los que abren brechas, porque de ti surgirá el Rey Mesías [de quien está escrito en Miqueas 2:13], ‘El que abre brechas sube delante de ellos; se escapan, atraviesan la puerta y salen por ella. Y su rey va delante de ellos, y el SEÑOR a la cabeza de ellos” (Génesis Rabá 85:14).

Zerah ( Zeraj), cuyo nombre significa «amanecer«, representa al Mesías hijo de David, es decir, Yeshúa en Su segunda venida. El profeta Isaías habló de la gran redención de la Era Mesiánica como el amanecer:

«Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz, y la gloria del SEÑOR ha nacido (zaraj) sobre ti. Porque he aquí, tinieblas cubrirán la tierra y densa oscuridad los pueblos; pero el SEÑOR se levantará sobre ti y su gloria aparecerá sobre ti. Las naciones vendrán a tu luz y los reyes al resplandor de tu amanecer (zaraj)».
(Isaías 60: 1-3)

Así como Tamar y su partera esperaban que Zerah naciera primero, anticipamos que la redención final ocurriría con la primera venida del Mesías. Por un breve momento, el reino de los cielos estuvo cerca, y si la nación se hubiera arrepentido, Yeshúa podría habernos llevado a la redención final. Como un hilo escarlata, recibimos una señal de la redención venidera, pero antes de que la redención final pudiera amanecer, el Mesías necesitaba cumplir Sus propósitos en el madero y en la tumba.

Cuando Pérez desafió las expectativas de Tamar al adelantarse a Zerah, ella exclamó: «¡Qué brecha te has abierto!» (Génesis 38:29). De manera similar, la primera venida de Yeshúa desafió todas las expectativas nacionalistas y populares de su tiempo. En lugar de desempeñar el papel triunfante del Mesías hijo de David, soportó el sufrimiento del Mesías hijo de Yosef. Así pues, cuando salió inesperadamente de la tumba, venciendo a la muerte misma, se podría imaginar que Israel exclamara: «¡Qué brecha te has abierto!«

En amor y a tu servicio: P.A. David Nesher

Abraham, el extraño de Canaán.

Para lograr que reflexionemos en un tema profundo y mesiánico que encontramos en la porción de esta semana, necesito hacerte una pregunta: ¿Alguna vez te has sentido extraño, o como si no encajaras del todo en el entorno en que vives?… ¿Me has dicho que sí?,… entonces: ¡Bienvenido al Club de los peregrinos!… Sí, ¡estás en buena compañía! Digo esto, porque aquellos que pertenecemos al linaje de Avraham debemos saber y aceptar que él se describió a sí mismo como un forastero en una tierra extraña. ¡Vivió como nómada y forastero en una tierra que no le pertenecía!

Hemos estudiado como el Eterno le prometió a Avraham toda la tierra de Kenaán, pero al llegar a la parashá de esta semana (Jayei Sará) notamos que en realidad nuestro padre Avraham ni siquiera poseía suficiente tierra para enterrar a su esposa. Y es que Avraham a esas altura era un forastero en Kenaán sin ninguna propiedad propia. Él no contaba con una tumba familiar. Por eso, tuvo que comprar una propiedad a los lugareños.

Ante este problema, Avraham se acercó a los hititas que vivían en Hebrón y les dijo:

«Soy un forastero y un peregrino entre ustedes«.

Por eso, al estudiar el libro a los Hebreos, de los Escritos Mesiánicos, notamos que el autor parafraseó esa declaración sobre la estadía de Abraham en Canaán al comentar:

«Por la fe vivió como extranjero en la tierra prometida, como en tierra extranjera , habitando en tiendas con Isaac y Jacob, coherederos de la misma promesa; porque buscaba la ciudad que tiene cimientos, cuyo arquitecto y constructor es Dios
(Hebreos 11: 9-10)

«Conforme a la fe murieron todos estos sin haber recibido lo prometido, sino mirándolo de lejos, y creyéndolo, y saludándolo, y confesando que eran extranjeros y peregrinos sobre la tierra. 1Porque los que esto dicen, claramente dan a entender que buscan una patria; pues si hubiesen estado pensando en aquella de donde salieron, ciertamente tenían tiempo de volver. 1Pero anhelaban una mejor, esto es, celestial; por lo cual Dios no se avergüenza de llamarse Dios de ellos; porque les ha preparado una ciudad.«
(Hebreos 11: 13-16)

El autor del libro de Hebreos infirió esta revelación de la declaración que nuestro padre Avraham hicera: “Soy un forastero y un peregrino entre vosotros” que él estaba buscando la Jerusalén mesiánica y el establecimiento del Malkut Elohim (Reino de los Cielos) en la Tierra. Él buscó “la ciudad que tiene cimientos, cuyo arquitecto y constructor es Dios” y “un país mejor, es decir, celestial”. Si simplemente hubiera estado buscando una patria para llamar suya, podría haber regresado a Aram en Mesopotamia, donde su familia todavía tenía propiedades.

En verdad, Avraham tuvo todas las oportunidades para regresar a Aram, es más, notamos como más tarde (en esta misma parashá), envía a su sirviente Eliezer de regreso allí. Siendo ese el caso, ¿por qué Avraham y Sarah eligieron vivir como nómadas y extraños en un pedacito de tierra prometida que ellos mismos no iban a heredar? El autor de la epístola a los Hebreos dice:

Estos murieron en la fe, sin recibir las promesas, pero habiéndolas visto y acogido desde lejos, y habiendo confesado que eran extranjeros y desterrados en la tierra” (Hebreos 11: 13).

Nuestros padres en la fe vivieron como extranjeros y exiliados en la tierra de Kenaán, pero lo hicieron con tanta confianza en la herencia futura. Buscaron la tierra prometida de la era mesiánica. Anticiparon la trascendente, “ciudad santa, la nueva Jerusalén, que descendía del cielo de Dios

En el Olam HaVá (Mundo venidero), la Jerusalén de arriba descenderá para unirse con la Jerusalén física de abajo. Entonces las aguas superiores se unirán con las aguas inferiores.

Aunque Avraham y Sarah solo pudieron vislumbrarlo como desde la distancia, e incluso entonces, solo a través de los ojos de la fe, ese vislumbre de la Era Mesiánica y la Nueva Jerusalén del mundo por venir hizo este mundo actual y todo lo que tenía para ofrecer. pálido en comparación. Avraham se identificó a sí mismo como ciudadano del futuro reino y ciudad. En cuanto a este mundo actual y todo lo que tenía para ofrecer, dijo: «Soy un extranjero y un peregrino entre ustedes«. Por tanto, el Eterno, no se avergonzó de ser llamado Dios de Avraham (Hb. 11: 16).

De esta declaración de Avraham avinu viene la imagen del pueblo de Dios como peregrino incluye también un componente para los últimos días. Por lo tanto, entendemos que el peregrinaje de la fe no es un viaje al azar; está orientado hacia un objetivo. Abram salió «porque esperaba la ciudad de cimientos sólidos, de la cual Dios es arquitecto y constructor» (Heb. 11:10, NIV). Así mismo, el destino final de los peregrinos es el lugar por encima de cualquier otro lugar: la Ciudad de Dios.

Los peregrinos anticipan el momento en que se hallarán en el centro cósmico de adoración, para inclinarse en adoración y gratitud ante su Creador y Redentor. Esto se producirá al momento de la Segunda venida, cuando Yeshúa HaMashiaj cumplirá la promesa hecha a sus discípulos de llevarlos a la casa de su Padre (Juan 14: 1-3). Por ahora, los peregrinos avanzan hacia la ciudad celestial, ese país mejor (Heb. 11:16), poseyendo ese objetivo específico por fe en las promesas divinas. Respecto de otras travesías, se dice que «las reconocieron a lo lejos, y confesaron que eran extranjeros y peregrinos sobre la tierra» (vers. 13, NVI).

Desde todo esto, debemos aceptar que nosotros, los peregrinos nos aferramos a las promesas del Eterno con absoluta confianza en el viaje a la morada de Yah, en el centro del cosmos.

¿Sabías del Código Voynich, el manuscrito que más raro del mundo?

Por David Nesher

¿Sabías que el Manuscrito Voynich lleva casi seis siglos siendo una de las mayores incógnitas de la historia?

Seguramente estarás diciendo: «¡Espera un poco David!,… ¿De qué cosa se te ha ocurrido hablar ahora?«

Quiero contarte acerca de un manuscrito que nadie ha podido descifrar… En los anales de la historia, pocos misterios han capturado la imaginación colectiva como el enigma del Código Voynich, el que ha sido considerado por algunos como el libro más misterioso del mundo.

En realidad, este documento data del siglo XV, pero el enigma del Manuscrito Voynich (también llamado «Código Voynich» o «Códice Voynich») comenzó recién en el año 1912, cuando fue redescubierto por el comerciante de libros raros Wilfrid Voynich, en honor a quien fue nombrado este misterioso texto. Se cuenta que este varón encontró el libro medieval en la biblioteca de un colegio jesuita ubicado en las afueras de Roma y de inmediato lo compró para exhibirlo en su librería de Londres, cautivado por la extrañeza de la pieza. Voynich, discernía en lo más profundo de su alma que se llevaba de Italia un ejemplar único que encerraba consigo uno de los más grandes misterios que dio la escritura a lo largo de su historia.

Desde el primer momento, el manuscrito se reveló como una obra de arte enigmática, sus páginas estaban repletas de ilustraciones de plantas desconocidas, diagramas celestiales y figuras humanas en extrañas amalgamas con la naturaleza, todo acompañado de un texto escrito en un idioma completamente desconocido y una escritura que, hasta la fecha, nadie ha podido descifrar. Gracias a una prueba de carbono 14 realizada en 2009 por un equipo de la Universidad de Arizona, se determinó que el volumen fue elaborado entre los años 1404 y 1438.

El Manuscrito en verdad es un pequeño libro, de veintitrés por quince centímetros, con hojas irregulares en su interior, es decir, muchas de ellas están plegadas en dos y tres partes, con lo que equivalen al doble o al triple del tamaño del resto de hojas.

Al día de hoy, el volumen contiene 246 cuartillas, faltando 8 hojas, cuyo paradero se desconoce.

De las 246 páginas, 33 contienen solo texto, el resto de páginas son todo ilustraciones, y todas ellas creadas en tinta y acuarela. Los tonos más comunes en las aguadas son diversos, van entre los verdes, marrones, rojos, amarillos y azules. El contenido de las ilustraciones hace referencias al mundo científico y botánico.

El escrito exhibe una amplia variedad de elaboradas ilustraciones «tan desconcertantes como hermosas» que aún no se pudieron descifrar y un total de 37.919 palabras con 25 letras o caracteres distintos, también desconocidos hasta el día de hoy. Se barajó la posibilidad de que se tratase de alguna lengua oriental, del sánscrito, del tamil e incluso un lenguaje inventado. Sin embargo, ningún estudio logró esclarecer ese misterio.

En cuanto a su tamaño, es de 22 centímetros de alto por 15 de ancho, y cuenta con un grosor de cinco centímetros. Sus hojas están hechas de vitela (una especie de pergamino delgado y durable realizado con la piel de becerros nacidos muertos). Presenta una portada hecha de pergamino de piel de cabra (colocada por alguno de sus dueños posteriores ya que data de los siglos XVIII o XIX) sin ninguna indicación de su origen, es decir, sin mencionar título de la obra, autor o año de creación.Por cierto, la misma fue colocada por alguno de sus dueños posteriores ya que data de los siglos XVIII o XIX.

Sus páginas se encuentran numeradas, aunque se cree que los dígitos también fueron escritos por un propietario posterior del manuscrito y no su autor original. Y en medio, arriba o abajo de las ilustraciones, en cada hoja existe un muy prolijo texto, cuyo alfabeto, código o idioma no ha sido dilucidado aún ni por los más avezados criptógrafos del mundo. Se habló de alguna lengua oriental, del sánscrito, del tamil y hasta de un lenguaje inventado, similar al esperanto. Pero ningún estudio serio condujo a la solución del enigmático jeroglífico. Solo se pudo contabilizar que el texto estaba formado por 37.919 palabras, construidas con 25 letras o caracteres distintos.

Algunos especialistas han asegurado que la codificación, que parece compuesto en un híbrido entre elfo y árabe, y sería la única muestra conocida de este sistema de escritura. Los servicios de inteligencia británicos, el FBI e innumerables investigadores han pasado más de cien años intentando descifrarla, pero hasta ahora nadie lo ha conseguido.

Distintos historiadores cuentan que los astrónomos y alquimistas de antaño suspiraron con anhelo al ver los segmentos astronómicos, con sus ciclos solares y lunares, que parecen retratar una cosmovisión que, aunque antigua, alberga una profundidad asombrosa. Podría ser un reflejo de conocimientos ancestrales que con el tiempo se han esfumado. Estas páginas sugieren una comprensión del cosmos que es al mismo tiempo primitiva y profunda, reflejando posiblemente creencias y conocimientos que se han perdido en la noche de los tiempos.

En otro giro de su enigma, el Código Voynich alberga baños termales llenos de mujeres (ver foto), ilustraciones que son a la vez inocentes y cargadas de un simbolismo que escapa a nuestra comprensión moderna. Estas figuras humanas, interactuando con una naturaleza fluida y casi mística, sugieren rituales, curaciones y una simbiosis con el mundo natural que nos es ajena.

Lo curioso de todo esto es que al día de hoy, no se ha logrado descifrar ni una sola frase, ni una palabra, ya que no existe ninguna referencia comparativa, ningún otro texto de dicha época en el que está catalogado el manuscrito que ayude a desvelar el secreto. Es un código encriptado en el tiempo, que está destinado a no ser descifrado jamás.

En la enumeración de hipótesis sobre el posible contenido del manuscrito Voynich, a través de los años, los voycologistas conjeturaron que podía tratarse de cuaderno de botánica, un libro cabalístico, esotérico, o relacionado con la alquimia. También se adujo que era un tratado de homeopatía, un catálogo de pócimas mágicas, un texto hermético o, incluso, el diario de un extraterrestre. Se consideró también la idea, nada improbable, de que el libro haya sido ni más ni menos que un timo, la obra de algún exquisito falsificador.

La primera noticia de la existencia del Código Voynich data del año 1580, cuando el emperador Rodolfo II de Habsburgo, muy interesado en las ciencias ocultas, la magia y las rarezas de todo tipo, lo adquirió por la elevada suma de 600 ducados a los ingleses John Dee –un mago que decía comunicarse con los ángeles mediante unas piedras– y Edward Kelley, un embaucador.

Esa alta suma pagada por el emperador para obtener el códice fue esgrimida por algunos como una de las supuestas pruebas de que el libro se realizó a modo de estafa con el fin de sacarle dinero al monarca. Por otro lado, hay historiadores que sostienen que Rodolfo II compró el libro porque le aseguraron que había pertenecido, o incluso, que lo había escrito el filósofo y teólogo inglés del siglo XIII, Roger Bacon.

En los siglos XVI y XVII, más eruditos intentaron descifrar el lenguaje encriptado del códice. El alquimista Jacobus Horcicky de Tepenecz, el bibliotecario imperial Georg Barsche y el profesor de la Universidad de Praga, Johannes Marcus Marci, entre otros. Incluso se envió el libro al jesuita Athanasius Kircher, famoso por intentar descifrar los jeroglíficos del antiguo egipcio, pero tampoco pudo dar con una respuesta y donó el volumen a la que hoy es la Universidad Pontificia Gregoriana de Roma.

Durante el siglo XX, los criptógrafos de la unidad militar de los Estados Unidos intentaron también revelar los secretos del libro, pero no pudieron. En 1921, el profesor de filosofía e historia medieval de la Universidad de Pennsylvania, William Newbold señaló que había descubierto la clave para leer el texto de Voynich. Pero luego dijo que la había vuelto a perder. Cinco años después este académico falleció, hundido en la demencia, por lo que la comunidad científica comenzó a desacreditar retroactivamente todas sus afirmaciones.

A fin de hacer este cuento más corto, les comparto este corto de Discovery Channel en el que podrán tener un resumen acerca de lo que hoy se piensa de este manuscrito incógnito.

Por sobre todo lo dicho, diré que es el lenguaje de este texto etéreo y esquivo, el que hace que el Código Voynich sea una maravilla perenne. A lo largo de los años, criptógrafos, lingüistas y decodificadores de códigos, tanto aficionados como profesionales, han intentado desentrañar sus misterios. Se ha especulado que es un engaño, una lengua perdida, un código elaborado que requiere una clave perdida hace mucho tiempo o incluso la obra de un extraterrestre dejada a la humanidad. Cada teoría, tan fascinante como la anterior, solo ha añadido capas a su misterio en lugar de desentrañarlo.

Al recorrer el Código Voynich, uno siente una conexión con una época de descubrimientos y maravillas. Sus ilustraciones botánicas, aunque desconocidas, insinúan un universo alterno donde lo familiar se entremezcla con lo inexplorado.

Y en sus rincones más desconcertantes, el manuscrito revela escenas de mujeres en paisajes acuáticos, evocando rituales o prácticas curativas, un enlace con la naturaleza que quizás ya no comprendemos.

El texto del manuscrito es quizás su rasgo más evasivo. A pesar de los innumerables esfuerzos por descifrarlo, sigue siendo una serie de signos y símbolos incomprensibles. ¿Es acaso un lenguaje perdido, un código intencionado o simplemente la obra de una mente brillante jugando con su audiencia? Las teorías abundan, pero las respuestas escasean.

El Código Voynich es un recordatorio humillante en nuestra era digital. A pesar de tener el mundo al alcance de un clic, hay misterios que permanecen intactos, desafiando nuestra curiosidad y humildad. El manuscrito se mantiene como un testimonio de que el pasado, en ocasiones, guarda secretos que no están destinados a ser revelados.

¿Entiendes cuál es la imagen del Dios invisible?

En esta semana volvemos a reiniciar nuestra investigación de los códigos yahvistas escondidos en la Torah (Instrucción) divina. Comenzamos una vez más con el primer libro conocido en hebreo como Sefer Bereshit y en lo profano como el libro de Génesis.

En el primer capítulo leemos que Elohim (Dios) hizo al hombre «a su imagen«; inmediatamente nuestra mente no puede evitar cuestionar: ¿cuál es la imagen del Dios invisible?, o mejor formulada la pregunta: ¿Qué o quién es la imagen de Dios?

Serán los Sabios místicos los que lograrán dar la respuesta al comentar que Dios hizo a Adán a imagen del Adán Celestial, conocido como el Primogénito de toda la creación, la imagen espiritual de Elohim. De este modo la doctrina del Adán celestial intenta reconciliar el conflicto entre la idea de que Dios es incorpóreo, es decir, sin imagen ni forma, y la idea de que el hombre es creado a imagen de Dios.

Con esto en sus mentes (desde las enseñanza que recibían desde su niñez) los apóstoles proclamaron y enseñaron a las comunidades del primer siglo la identidad de este Adán celestial:

«Yeshúa es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación»
(Colosenses 1:15).

Él es el resplandor de su gloria y la representación exacta de su naturaleza”
(Hebreos 1:3).

Será el apóstol Pablo quien aludirá a las mismas ideas místicas cuando declara:

“Así como nosotros trajimos la imagen del terrenal [es decir, Adán], también llevaremos la imagen del celestial [es decir, Yeshua]
(1 Corintios 15:49). ).

Pablo llama a Adán “el primer Adán” y al Mesías “el segundo Adán”, y según esta enseñanza paulina:

El primer Adán es de la tierra, terrenal; el segundo Adán es del cielo
(1 Corintios 15:47),

“… una impresión del que había de venir
(Romanos 5:14).

Es decir que Adán (la humanidad) fue hecho a la imagen del Mesías.

La obra judía Tz’nah Ur’enah (guía de estudios de la Torah para las mujeres) dice:

Así como Adán fue creado a la imagen de Dios, así el Mesías es ungido por Dios, y el Espíritu de Dios estará sobre él”.

¡Esta revelación es maravillosa!… ¡Dios creó a Adán a Su imagen, y el Mesías es la imagen de Dios!… “Él es la imagen del Dios invisible” (Colosenses 1:15); “Él es el resplandor de Su gloria y la representación exacta de Su naturaleza” (Hebreos 1:3).

Lucas escribió su evangelio desde esta revelación por ello se refiere a Adán como “el hijo de Dios” (Lucas 3:38).

Con todo esto en nuestra mente, nuestro corazón se eleva en la conciencia de que el Mesías, como el segundo Adán, proporciona a la humanidad un nuevo comienzo. En otras palabras, en el Mesías, la raza humana puede volver al Gan Edén, por así decirlo, y comenzar de nuevo en perfecta inocencia y rectitud.

El nombre de Adán (hebreo Adam) significa «hombre«, «ser humano«, «humanidad«. El pecado y la muerte llegaron a la humanidad como resultado del pecado de un hombre. A través de un solo acto de desobediencia, Adán perdió su derecho al Árbol de la Vida (y de ese modo su poder de ser co-creador con Elohim de los otros mundos). Por ello es que la muerte vino a través de Adán y afectó a toda la humanidad. Pablo afirma que la muerte vino “aun sobre los que no pecaron a la manera de la transgresión de Adán” (Romanos 5:14), lo que quiere decir que todos mueren.

Parece terriblemente injusto que la transgresión de un solo hombre condene a toda la humanidad a la muerte, pero es igualmente injusto que la justicia de un hombre también ofrezca a toda la humanidad la recompensa de la justicia:

«El derecho al árbol de la vida»
(Apocalipsis 22:14)

Por eso toda alma humana que se une al “último Adán”, el Espíritu vivificante, recibe esa recompensa celestial por lo cual todo le es posible.

El Mesías es un segundo Adán, pero a diferencia del primer Adán, no transgredió. Si el pecado del primer Adán fue suficiente para merecer la muerte de toda la humanidad, la justicia del Mesías —el postrer Adán— es suficiente para merecer la vida para todos nosotros:

Porque así como en Adán todos mueren, también en el Mesías todos serán vivificados”.
(1 Corintios 15:22).

Esta es la esperanza de la vida eterna por la resurrección de los muertos. Esta es la fuerza de nuestra fe en el destino de propósito que nos espera. ¡Recordémoslo la resurrección revierte la perdición de Adán!

«Yo soy el Pan de vida», dijo Jesús… ¿Y?

Por P.A. David Nesher

La sinagoga de la ciudad de Capernaum estaba llena de gente, en medio de tantos feligreses, Yeshúa se comparó con el maná, el pan del cielo, diciéndole al pueblo lo siguiente:

En verdad, en verdad os digo: no es Moisés quien os ha dado el pan del cielo, sino que es mi Padre quien os da el verdadero pan del cielo
(Juan 6:32)

Así es, Yeshúa ofreció a la gente de ese momento «el pan de vida», pero ¿qué significa eso en términos prácticos desde la cultura judía que sus oyentes tenían?

Lo primero que debo dejar claro es que este dicho de nuestro Maestro no niega que el maná en el desierto vino del cielo o incluso que el maná vino por obra de Moisés. Recordemos que el Eterno hizo que los israelitas pasaran hambre en el desierto y luego los alimentó con maná para enseñarles que no sólo de pan vive el hombre sino de toda palabra que sale de la boca de Jehová (Devarim/ Deuteronomio 8:3). El sexto día les proporcionó una doble ración para que pudieran descansar en la presencia de Yah el séptimo día (cf. Éxodo 16:21-30). 

Cuando Yeshúa realizó el gran milagro de alimentar a las multitudes, les estaba recordando este mismo principio que habían aprendido nuestros ancestros: Él es el Pan de Vida que sostiene a su pueblo con su misma palabra. Si nos alimentamos de su palabra para nuestro sustento espiritual él también nos dará nuestro pan de cada día. Yeshúa le dijo a la gente:

Les aseguro que me buscan, no porque hayan visto señales, sino porque comieron los panes y se saciaron. No trabajéis por comida que se echa a perder, sino por comida que a vida eterna perdura, que os dará el Hijo del Hombre. Sobre él Dios Padre ha puesto su sello de aprobación”
Entonces le preguntaron: “¿Qué debemos hacer para hacer las obras que Dios requiere?” 
Jesús respondió:

La obra de Dios es esta: creer en el que ha enviado
(Juan 6:25-29).

Ahora, en segundo lugar, y volviendo al versículo (de Juan 6: 32) les comentaré que la sintaxis griega del texto evangélico pone el énfasis en la verdadera naturaleza del pan mesiánico del cielo. En otras palabras, el maná que vino en los días de Moisés era, en verdad, pan del cielo, pero no “verdadero pan del cielo”. Yeshúa está enseñando a sus oyentes que a diferencia del maná que llegó mediante el ministerio de Moisés, el verdadero pan del cielo “da vida al mundo” (Juan 6:33).

Es decir, que el Maestro ofreció al pueblo en la sinagoga de Cafarnaúm el verdadero pan del cielo. Él les reveló que si comieran de él, nunca más tendrían hambre ni sed de Dios. El verdadero pan del cielo da vida al mundo.

Recordemos que en un capítulo previo (capítulo 4), el evangelista relata como Yeshúa le hizo una oferta similar a la mujer samaritana, junto al pozo de Yaakov. Él le ofreció agua viva, diciendo:

El que beba del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; pero el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna
(Juan 4:13-14).

La mujer samaritana no entendió bien. Ella pensó que Yeshúa le ofreció agua mágica y literal. Por eso ella dijo:

Maestro, dame de esta agua, para que no tenga sed ni venga hasta aquí a sacarla
(Juan 4:15).

La gente en la sinagoga de Capernaum también tomó literalmente la oferta del pan celestial del Maestro. Le dijeron:

Maestro, danos siempre este pan
(6:34)

Ante esta falta de discernimiento, Yeshúa respondió:

Yo soy el pan de vida, el que a mí viene, nunca pasará hambre, y el que cree en mí, nunca tendrá sed.
(Juan 6:35)

Es obvio que Yeshúa no se llama a sí mismo una barra de pan literal. ¡Eso sería extraño! Más bien, nuestro Dueño y Maestro está usando el pan como analogía para enseñar a sus oyentes acerca de la única manera de recibir una verdadera renovación espiritual de Dios. En resumen, así como el pan físico nutre nuestro cuerpo, Yeshúa, como pan de vida, alimentará y sustentará nuestro espíritu. Además, el pan físico perece y sólo frena el hambre durante un corto tiempo. Sin embargo, Yeshúa es el pan espiritual del Cielo, dado por el Padre, que durará por la eternidad, dándonos vida para siempre.

Justamente a eso vino el Mesías: a ofrecer comida y agua imperecederas, es decir vida eterna (la calidad de vida que el Eterno tiene y da). Yeshúa, oficiando como un anfitrión de un banquete, invitó al pueblo a venir, beber y comer.

Debemos saber que el “agua viva” (de Juan 4) y el “pan de vida” (de Juan 6) aluden a un importante pasaje mesiánico de Isaías que revelaba en su lenguaje críptico cómo el pueblo de Israel debía reconocer al Mesías:

«Todo el que tenga sed, venga a las aguas; y vosotros que no tenéis dinero venid, comprad y comed. Venid, comprad vino y leche sin dinero y sin coste. ¿Por qué gastáis dinero en lo que no es pan, y vuestro salario en lo que no sacia? Escúchame atentamente, come lo bueno y deléitate en abundancia. Inclinad vuestro oído y venid a Mí. Escucha, para que vivas
(Isaías 55: 1–3)

En los oráculos de Isaías, el que viene a las aguas y el que viene a comprar alimentos incorruptibles es el mismo que escucha atentamente: “Escúchame atentamente… Inclina tu oído y ven a Mí. Escuchen, para que vivan…” Esto aclara las cosas. Venir a Yeshúa y participar del pan de vida ciertamente requiere creer en Aquel que Dios ha enviado (6: 29, 36), pero creer en Yeshúa incluye escucharlo, prestarle atención, creer en Sus palabras y someterse a Su autoridad para lograr alcanzar la plenitud de vida justa que Él logró mientras caminó entre los hombres.

Por lo tanto, cuando Yeshúa se revela como el Pan de Vida, está queriendo decir que Él representa claramente ese maná que descendió del Cielo para impedir que el pueblo de Israel pereciera en medio del desierto. Él es el alimento básico del que se nutrieron sus antepasados, pero de igual forma es la mayor expresión de vida que conoce cualquiera que está escondido en Él en nuestra actualidad.

Es en Su Palabra donde podemos encontrar ese alimento diario para nuestras almas. Pero también a su vez, es esta misma Palabra la que también posibilita nuestro crecimiento espiritual.

Cuando Yeshúa le dijo a la gente que Él era el pan de vida, no estaba diciendo que llenaría sus estómagos. Estaba refiriéndose a que cualquiera que le siguiera, y viviera su palabra como alimento diario, tendría vida. Y en este caso no estaba hablando de vida terrenal, sino de vida eterna.

Él estaba enseñando lo que significaba la verdad mayor: cualquier necesidad emocional, espiritual o física que podamos tener, Él es el único que puede satisfacerla. La mayor necesidad de tu corazón debe ser el amor de Dios.

Fíjate bien, Yeshúa no dijo “yo soy un pan de vida”, sino que dijo “yo soy el pan de vida”, lo que quiere decir que es el único alimento espiritual que nos puede ayudar a vivir bajo la presencia de Dios y obtener la salvación. Yeshúa HaMashiaj es el único camino, la única verdad, y la vida verdadera; Él es “la vida eterna”.

¿Qué quiso decir Yeshúa con: «… pero el día y la hora nadie sabe.» (Mat 24:36)?

Autor: Ekkehardt Mueller

La declaración de Yeshúa en Mateo 24:36 de que Él no sabe el día ni la hora de su segunda venida ha desconcertado durante mucho tiempo a los estudiantes de las Escrituras. Académicos como R. T. France hablan de “la notable paradoja de que ‘el Hijo’, que desempeñará el papel central en ese ‘día’, ignora cuándo será«. 1 Y Grant Osborne lo llama una “declaración increíble”. 2 Otros también se han preguntado acerca de la intención del Maestro aquí.

¿Cómo podemos entender lo que Yeshúa estaba diciendo y por qué lo dijo?

ANÁLISIS DEL CONTEXTO

Este difícil versículo es parte del Discurso del Monte de los Olivos, en el que Yeshúa habla de la destrucción de Jerusalén y Su Segunda Venida. 

En los versículos 29–31, Él se centra en las señales celestiales que preceden a Su parusía y a Su Segunda Venida. Con la parábola de la higuera y la siguiente amonestación (Mateo 24:32-33), Yeshúa vuelve al tema de la destrucción de Jerusalén y anima a sus discípulos a observar las señales de los tiempos y a comprender la cercanía de esta terrible evento. La generación que no pasará hasta que todas estas cosas hayan sucedido (Mateo 24:34) sería la generación del primer siglo que conoció a Jesús y experimentaría la caída de Jerusalén. 3

El pasaje, que comienza con el versículo 36, regresa a la Segunda Venida. Claramente se mencionan la parusía (Mat. 24:39) y la venida (griego: erchomai) del Señor/el Hijo del Hombre (Mat. 24:42 ,44). El versículo 36, una especie de introducción a los versículos 37–51, se centra en el hecho de que no se puede saber una fecha para la Segunda Venida. 4 Este pasaje trata de la ignorancia escatológica y la necesidad de estar listos y preparados debido a esta fecha desconocida. 

Ahora encontrará un resumen del pasaje:

 _ Verso 36

Declaración : La ignorancia de los humanos, los ángeles y Jesús (día y hora)

_ Versículos 37–39

Ejemplo : Noé, el Diluvio y la Segunda Venida (días, día)

_ Versículos 40–41

Ejemplos : Hombres en el campo y mujeres moliendo en un molino.

_ Verso 42

Imperativo : Velad por la venida del Señor (día)

_ Verso 43

Ejemplo : El jefe de casa y el ladrón.

_ Verso 44

Imperativo : Estad preparados para la venida del Hijo del Hombre (hora)

_Versículos 45–51

Ejemplo : El siervo fiel o infiel (día y hora —v. 50)

A lo largo del párrafo se encuentra el tema del conocimiento . 

Según los versículos 32 y 33 del pasaje anterior, los discípulos deben saber (ginōskō) acerca de la cercanía del evento predicho. En nuestro pasaje (Mateo 24:36-51), el énfasis está en no saber . 5 

Los versículos 36–51 enfatizan claramente que, aunque las señales pueden indicar la cercanía de la Segunda Venida, este evento no se puede calcular. Si ni siquiera los ángeles y el mismo Yeshúa saben la fecha exacta, ¿cuánto menos la sabrían los discípulos? En lugar de calcular la Parusía , siempre deberían estar preparados. Por lo tanto, la atención se centra no tanto en la naturaleza de Cristo sino en la preparación de los humanos para el evento más culminante de la historia mundial.

Mateo 25 —con las parábolas de las diez vírgenes, los talentos, las ovejas y los cabritos— continúa con este pensamiento. 6 Debemos reconocer la importancia de estar preparados, cuando Yeshúa venga, para disfrutar del banquete de bodas. En estas parábolas, Yeshúa también indica que habrá una demora, 7 un período intermedio entre Su primera y segunda venida. Además, las dos últimas parábolas muestran que no basta con esperar pasivamente. Los que realmente esperan participan activamente 8 en algún trabajo para el Maestro y sirven a los demás.

ANÁLISIS DEL TEXTO

«Pero de aquel día y hora nadie sabe, ni siquiera los ángeles del cielo, ni el Hijo, sino sólo el Padre.» 

(Mateo 24:36 , LBLA)

Los manuscritos griegos contienen varias lecturas de Mateo 24:36. El más importante parece ser la omisión de la frase ni el Hijo en el Texto Mayoritario y en algunos otros manuscritos y versiones, aunque está bien atestiguado en algunos manuscritos anteriores. Nos parece muy probable que, en algunos manuscritos, la frase ni el Hijo haya sido eliminada debido a consideraciones teológicas, es decir, la cuestión de cómo encajaría el concepto de la Unidad con el Eterno con una declaración tan sorprendente. 9 Sin embargo, no importa qué lectura se prefiera, en cada caso “sólo el Padre” conoce la fecha de la segunda venida de Yeshúa. Si se incluye o no la frase “ni el Hijo” no hace mucha diferencia, pero está automáticamente implícita.

Como ha demostrado el análisis del contexto, ese día y hora sin duda se refiere a la segunda venida de Cristo. 10 Según el versículo 36, la fecha de esta venida sigue siendo desconocida. El día y la hora “atan un tiempo . . . : juntos el día y la hora identifican el tiempo.” 11 Los términos día y hora se repiten en los siguientes versículos. Están los días de Noé (vv. 37, 38) y el día en que Noé entró en el arca (v. 38). En el verso 42 aparece el día de la venida del Señor y en el verso 44 la hora de la venida del Hijo del Hombre. Obviamente, los términos se usan aquí casi como sinónimos, y se unen nuevamente en el versículo 50 para describir la Segunda Venida. 12 Aunque no mencion a día y hora , el versículo 48 contiene el problema de una demora. Se subraya así la importancia de la Parusía y la disposición de los discípulos, y se rechaza cualquier intento de calcular el acontecimiento.

Tres grupos no conocen la hora:

  • (1) todos los humanos,
  • (2) los ángeles en el cielo, que están cerca de Dios y del concilio celestial, y
  • (3) el Hijo. 13 

Sólo Dios Padre sabe la fecha de la Parusía. Aunque la mayoría de los intérpretes modernos toman el texto al pie de la letra y están dispuestos a hablar sobre las limitaciones de Jesús, 14 intérpretes antiguos presentaron una variedad de sugerencias acerca de la ignorancia de Yeshúa: “Origen, ad loc ., se preguntó si Yeshúa se estaba refiriendo al iglesia de la cual es cabeza.

Filoxeno, ad loc ., afirmó que Yeshúa se hizo uno con el Padre en sabiduría y autoridad sólo después de su ascensión. Ambrose, de fid . 5, 16, atribuyó «ni el Hijo» a una interpolación arriana. Atanasio, C. Ar. 3.42–50, sugirió que Yeshúa sólo fingió ignorancia. Los capadocios pensaban que el Hijo no sabía la fecha por sí solo sino sólo a través del Padre. . . . Crisóstomo, Hom. en el monte 77,2 ,. . . Simplemente negó que Yeshúa ignorara algo”. 15 Otros sugieren que Yeshúa no usó el término hijo como autodesignación. 16 Sin embargo, el texto es bastante claro y muestra que Yeshúa admite abierta y francamente que tiene un conocimiento limitado en esta situación. Esto también indica sumisión al Padre. 17 Sin embargo, la secuencia de grupos desde humanos hasta ángeles y Yeshúa puede indicar una progresión. Yeshúa es el que vive más cerca del Padre, 18 aunque en el momento en que pronunció estas palabras no sabía el momento exacto de su segunda venida.

CONSIDERACIONES TEOLÓGICAS

La pregunta es: ¿el conocimiento limitado de Jesús va en contra de su divinidad y de su lugar dentro de la Unidad divina? No lo creemos.

1. El conocimiento de Mateo y Yeshúa. Aunque el Maestro no sabía la hora exacta de su venida, conocía muchos otros detalles. 19 Mateo 24–25 revela que alrededor del año 31 d.C., Yeshúa conoció la futura destrucción de Jerusalén y su propia venida. Él sabía que pasaría algún tiempo entre la caída de Jerusalén y la consumación final, y entre Su primera y segunda venida, brindándonos muchos detalles sobre señales terrenales y celestiales y confrontaciones religiosas. Por ejemplo, en Mateo 25:19 menciona mucho tiempo . Estos capítulos son fundamentales para la escatología del Nuevo Testamento. Además, Jesús sabía acerca de la futura persecución de Su pueblo (Mateo 10:18), Su propio sufrimiento (Mateo 16:21; 17:12 ; 20:19) y la traición ( Mat. 26:34 ), el juicio final (Mat. 10:15 ; 11:22 ; 12:36), la recompensa (Mat. 19:29) y Su gloria futura (Mat. 16). :27). Pero su conocimiento no se limitó al futuro. Él conoció al Padre y le reveló a quien quería (Mateo 11:27). También conocía los pensamientos de Su audiencia (Mat. 9:4). Este conocimiento superó al de todos los demás seres humanos y obviamente tenía que ver con Su divinidad. Sin embargo, hubo algunos elementos que fueron excluidos de Su omnisciencia. Mateo 24:36. «Es la declaración más clara en el Nuevo Testamento de una limitación del conocimiento de Jesús». 20 Sin embargo, hay que tener presente que Yeshúa conocía a Dios, a la humanidad y al futuro de manera muy detallada, aunque no lo supiera todo.

2. Mateo y la divinidad de Jesús . Mientras que el Evangelio de Juan enfatiza con más fuerza la divinidad de Yeshúa y contiene declaraciones notables a este respecto, el Evangelio de Mateo no está exento de declaraciones que apuntan a la divinidad de Yeshúa. Él es el Señor/Yahvéh (Mat. 3:3 ; Isa. 40:3). El Hijo del Hombre puede perdonar pecados, y ese es un privilegio de la Deidad (Mat. 9:6). Envía profetas, una actividad divina (Mateo 23:34–36).21 Yeshúa es el hijo de David y, sin embargo, también su Señor (Mateo 22:45). Toda autoridad es dada a Yeshúa; entonces Él es omnipotente (Mat. 28:18) y también omnipresente (Mat. 28:20). También es parte de la Unidad divina, que comparte un nombre común (Mateo 28:19). Entonces, en Mateo, Jesús es Dios y Aquel cuyo conocimiento es algo limitado. Por lo tanto, cuando se habla del conocimiento limitado de Jesús, no se debe negar que Él es Dios. No se puede ni se debe renunciar a una verdad por otra. La Biblia conoce varias paradojas, 22 y aquí parece que tenemos otra. Ambas afirmaciones paradójicas son ciertas y deben mantenerse.

3. Mateo y Yeshúa como ser humano real. Jesús se diferencia de Dios Padre y del Espíritu Santo, a pesar de ser parte del Ejad, por el hecho de que es plenamente humano y plenamente Dios y que ha conservado estas dos naturalezas después de su encarnación. Claro, Su naturaleza humana es ahora una naturaleza de resurrección glorificada. Mateo deja claro que Yeshúa es un ser humano real, aunque concebido por el Espíritu Santo. Él logra esta revelación integrando a Yeshúa en la genealogía de Mateo 1 y mencionando Su nacimiento. Debido a que Yeshúa era completamente humano, tuvo hambre como nosotros (Mateo 4:2). Necesitaba beber (Mateo 27:48), descansar (Mateo 8:20), dormir (Mateo 8:24) y tener algún tipo de hogar (Mate. 13:36 ). También fue tentado por Satanás (Mateo 4:1-11 ). Como ser social, tenía comunión con los demás (Mat. 9:10 , 11). Sintió compasión por su pueblo (Mat. 9:36 ; 20:34).
Oró a Dios (Mateo 14:23) y cantó (Mateo 26:30). Se sintió decepcionado (Mateo 17:17 ), profundamente afligido hasta el punto de morir ( Mateo 26:38 ), sin apoyo emocional de sus discípulos ( Mateo 26:42 , 45 ), agotado y abandonado por Dios (Mateo 26:42, 45). Mateo 27:46 ). Finalmente, murió ( Mat. 17:23 ;27:50 ). Como ser humano, sujeto a necesidades físicas, emocionales y mentales y participando de la fragilidad de la humanidad, Jesús se había despojado temporalmente de ciertas prerrogativas divinas ( Filipenses 2:6–8 ; Mateo 20:23 ) 23 y se volvió subordinado. al Padre que lo había enviado ( Mat. 10:40 ; 15:24 ).

4. Las limitaciones de Mateo y Jesús. Entonces, como ser humano, Jesús estaba limitado de varias maneras. 24 Nuestro texto, Mateo 24:36 , sugiere que la omnisciencia de Jesús era limitada. Al leer el Evangelio, también notamos que la omnipresencia de Jesús fue limitada pero afirmada al final del Evangelio, es decir, después de Su resurrección ( Mateo 28:20 ). Lo mismo parece ser cierto para Su omnipotencia ( Mat. 26:53 ). Osborne escribe: “Jesús es el Dios-hombre y como tal es plenamente Dios y plenamente humano. Esto implica limitaciones cuando está en Su estado encarnado. Al caminar por el planeta Tierra Él no fue omnipresente y se limitó en Su omnipotencia y Su omnisciencia”. 25 Robert Mounce señala que “así como la omnipotencia del Hijo no entró en juego en la escena de la tentación (4:1–11), ahora su omnisciencia está velada en un área específica”. 26 Los comentaristas explican que la ignorancia de Yeshúa durante Su encarnación debe verse positivamente, es decir, como evidencia de Su humanidad genuina. 27

CONCLUSIÓN

Mateo 24:36 , un versículo difícil que menciona la ignorancia de Jesús con respecto a la fecha de su venida, fue dicho durante su encarnación como ser humano, y esto debe entenderse desde esta perspectiva. El Evangelio de Mateo enfatiza tanto la divinidad como la humanidad de Jesús, incluso durante el tiempo en que vivió en la Tierra, pero muestra que, debido a la encarnación, existieron ciertas limitaciones en la vida de Jesús que fueron eliminadas después de Su resurrección (Mat. 28 :18 , 19). Por lo tanto, el texto no puede usarse ni para negar la divinidad de Jesús ni para excluirlo de la Trinidad.

Sin embargo, esta observación no parece ser el punto principal del argumento. El enfoque de Mateo 24:36–51 está en la fecha desconocida de la Segunda Venida y en nuestra reacción ante ella. Si Jesús no conocía esta fecha, no deberíamos intentar calcularla. 28 Más bien, debemos vivir constantemente en un estado de preparación, esperando con gran anticipación y gozo la segunda venida de Cristo.


Notas:

1 RT Francia, El evangelio de Mateo, El nuevo comentario internacional sobre el Nuevo Testamento (NICNT) (Grand Rapids, MI: Wm B. Eerdmans Pub. Co., 2007), 939.

2 Grant R. Osborne, Matthew , Comentario exegético de Zondervan sobre el Nuevo Testamento (Grand Rapids: Zondervan, 2010), 903.

3 Véase Richard M. Davidson, “¿Qué quiso decir Jesús con ‘esta generación’?” en Interpretación de las Escrituras: preguntas y respuestas bíblicas , Estudios del Instituto de Investigación Bíblica, vol. 2, ed. Gerhard Pfandl (Silver Spring, MD: Biblical Research Institute, 2010), 289–292, versus Daniel Patte, El evangelio según Mateo: un comentario estructural sobre la fe de Mateo (Filadelfia: Fortress Press, 1987), 341.

4 Véase John Nolland, El evangelio de Mateo: un comentario sobre el texto griego, Comentario del Nuevo Testamento Griego Internacional (Grand Rapids: Wm B. Eerdmans Pub. Co., 2005), 990. 

5 Versículo 36: Los ángeles y Jesús no saben el día ni la hora (oida). Versículo 39: La mayoría de los antediluvianos no sabían ( ginōskō ). Versículo 42: La fecha de la Segunda
Venida no se puede saber ( oida ). Versículo 43: Sepan que la venida del ladrón no se puede calcular ( ginōskō ). Verso 50: El siervo no sabe el día y la hora en que llega su amo ( ginōskō ).

6 Véase David Hill, El evangelio de Mateo , Comentario bíblico del nuevo siglo (Grand Rapids, MI: Wm. B. Eerdmans Pub. Co., 1990), 326, 327.

7 Véase RT France, Matthew , Tyndale New Testament Commentaries, rev. ed. (Grand Rapids, MI: Wm B. Eerdmans Pub. Co., 1990), 351.

8 Véase ibíd ., 352.

9 Véase Alexander Sand, Das Evangelium nach Matthäus , Regensburger Neues Testament (Leipzig: St. BennoVerlag, 1986), 498. Francia, Matthew , Tyndale New Testament Commentaries, 347; David L. Turner, Matthew , Comentario exegético de Baker sobre el Nuevo Testamento (Grand Rapids: Baker Academic, 2008), 589.

10 Véase Nolland, El evangelio de Mateo , 991.

11 Nolland, El evangelio de Mateo , 990.

12 Véase también Mateo 25:13 , donde los dos términos aparecen nuevamente. Son inclusivos. Por tanto, el argumento de que se permite el cálculo de meses o años o de unidades inferiores a las horas es erróneo.

13 Algunos sugieren que Hijo significa “Hijo de Dios” (Francia, Mateo , NICNT, 940), mientras que otros proponen que significa “Hijo del Hombre”, que en realidad aparece en el mismo párrafo, concretamente en el versículo 44. Donald A. Hagner , Mateo 14–28 , Comentario bíblico de Word 33B (Dallas: Word Books, Publisher, 1995), 716.

14 Por ejemplo, Hill, The Gospel of Matthew , 323, 324; Turner, Mateo , 589; Heinrich August Wilhelm Meyer, Manual crítico y exegético del Evangelio de Mateo , Comentario de Meyer sobre el Nuevo Testamento 1 (Peabody: Hendrickson Publishers, 1983), 427.

15 WD Davies y Dale C. Allison, Un comentario crítico y exegético sobre el evangelio según San Mateo XIX-XXVIII , Comentario crítico internacional sobre las Sagradas Escrituras del Antiguo y Nuevo Testamento, vol. 3 (Edimburgo: T. y T. Clark, 1997), 379.

16 Véase Hill, El evangelio de Mateo , 324.

17 Véase Davies y Allison, Comentario crítico y exegético sobre el evangelio según San Mateo , 378, citando a PW Schmiedl.

18 Véase Francia, Mateo , NICNT, 940: “La estructura de este dicho coloca a ‘el Hijo’ en un nivel superior a los ángeles, sólo superado por el Padre”.

19 Véase, Osborne, Mateo , 903.

20 Francia, Mateo , Tyndale New Testament Commentaries, 347.

21 Thomas R. Schreiner, Teología del Nuevo Testamento: magnificando a Dios en Cristo (Grand Rapids: Baker Academic, 2008), 193.

22 Es decir, un solo Dios en tres Personas, siendo ya salvo y aún no completamente salvo, y lavando los vestidos en la sangre del Cordero.

23 Esto se llama kénosis . Véase France, Matthew, NICNT, 940. “Acepta la plena divinidad del Hijo pero sostiene que durante el período de su encarnación ciertos atributos divinos (en esta omnisciencia) fueron voluntariamente puestos a un lado”. Véase también Hagner, 716. Stanley J. Grenz menciona “limitaciones temporales”, limitaciones de ubicación y limitaciones de fuerza. Teología para la comunidad de Dios (Grand Rapids: Wm B. Eerdmans Pub. Co., 2000), 277

24 Cfr. Gerald O’Collins, Christology: A Biblical, Historical, and Systematic Study of Jesus (Oxford: Oxford University Press, 1995), 121. Thomas C. Oden advierte contra posiciones extremas como la de argumentar “que Jesús no sabía más que el promedio”. Judío de su tiempo”. La Palabra de Vida, Teología Sistemática, vol. 2 (Peabody: Prince Press, 1998), 89.

25 Osborne, Mateo , 903, 904.

26 Robert H. Mounce, Matthew , Nuevo comentario bíblico internacional (Peabody: Hendrickson Publishers, 1991), 229.

27 Véase Turner, Mateo , 589; Mounce, Mateo , 229; Agustín Stock, El método y mensaje de Mateo (Collegeville: The Liturgical Press, 1994), 374.

28 Véase Elena de White, Evangelismo (Washington, DC: Review and Herald Pub. Assn., 1970), 221.

El sonido místico del Shofar y su poder limpiador psíquico.

«Digna de alabanza es la nación que conoce el sonido del júbilo”

Salmo 89: 15

Cuando los israelitas entraron a la tierra de Israel y quisieron tomar la ciudad de Jericó, hicieron sonar el Shofar y los muros de la ciudad se derrumbaron.

Sabemos que el shofar (en hebreo: שופר‎) es un instrumento musical de viento ceremonial metafísico.

Este instrumento de viento de origen animal es uno de los más antiguos conocidos por el hombre, usado por los hebreos desde hace más de 3.500 años.

Los sonidos son repeticiones de tres sonidos básicos conocidos como:

*Tekiá (un solo soplo largo), significa la explosión o el toque; es un sonido claro extendido como de trompeta. Significa: Reconocer que Yah es el Rey por medio de Su Mashiaj.

*Shevarim (El quebrantamiento) Tres soplos o notas cortas en suspiro (suave). Significa ser doblegado o roto frente a la Majestad de Dios.

*Teru’ah: (La alarma) son nueve soplos cortos, o notas pequeñas en staccato, en una rápida sucesión. Su significado es el de un pedido por piedad a Dios.

*Tekia Gedolah: (El gran soplido, o la Gran Tekiah): Esta es una nota aguda sin corte y alargada mantenida al máximo, según el aguante del trompetista. Este sonido del shofar es colectivamente entendido como señal de Dios, llamando a su gente para venir a Él; ello tiene su raíz en Éxodo 19:13.

El Zóhar establece que el toque del Shofar no tiene que ver con el sonido simplemente, también está relacionado con la purificación y elevación de la conciencia redimida.

La conexión está en el saber, esto es lo que activa la energía.

El sonido que emana del Shofar opera como un láser espiritual que disuelve todos los bloqueos de energía negativa que hemos creado durante el año.

Así como el ultrasonido disuelve esas molestas piedras renales que causan un dolor agudísimo a las personas, éstos bloqueos que hemos insertado en nosotros mismos son los que atraen el juicio. Así pues, el sonido místico del Shofar actúa como un agente limpiador; una vibración de ultrasonido mística que permea cada rendija y escondite de nuestro ser, removiendo los residuos negativos y purificando nuestra alma. Una vez que éstos bloqueos son removidos, los juicios pierden sus blancos.

La actividad de la inclusividad: ¡todos los hijos de Dios deben ser traídos y bienvenidos a Su Reino!

Por el rabino Yitzchak Zweig

Esta semana leí una historia sobre un tenso intercambio de palabras que se dio entre David Ben-Gurion, Primer Ministro de Israel, y John Foster Dulles, Secretario de Estado de Estados Unidos. Esta anécdota ocurrió en el año 1954, cuando Ben-Gurion viajó a Estados Unidos para reunirse con el presidente Eisenhower y solicitarle asistencia y apoyo en los peligrosos primeros días del Estado judío. Según relata la historia a la que me refiero, el secretario Dulles confrontó a Ben-Gurion y lo desafió de la siguiente manera:

«Dígame, señor Primer Ministro, usted dice que representa al Estado judío, pero en realidad, ¿a quién representa realmente su país? ¿Representa realmente a los judíos de Polonia, Yemen, Rumania, Marruecos, Irak, Rusia o incluso Brasil? ¿Cómo se puede hablar honestamente de una sola nación o incluso de una sola cultura después de 2000 años de exilio? ¿Cómo se puede concebir una única herencia unificada después de todos estos años?«

Entonces Ben-Gurion le respondió:

Sr. Secretario, hace aproximadamente trescientos años el Mayflower zarpó de Inglaterra y en él se encontraban los primeros pobladores del Nuevo Mundo. Este resistente grupo eventualmente establecería una nación muy poderosa conocida como los Estados Unidos de América. Ahora, hazme un favor, sal a la calle y busca a diez niños americanos y pregúntales lo siguiente:

¿Cómo se llamaba el Capitán del Mayflower? ¿Cuánto duró el viaje? ¿Qué comieron las personas que estaban en el barco? ¿Cuáles fueron las condiciones de navegación durante el viaje? Estoy seguro de que estará de acuerdo conmigo en que es muy probable que no encuentre ningún niño estadounidense que pueda responder a la mayoría de estas preguntas.

En contraste, el pueblo de Israel salió de Egipto no hace trescientos años, sino hace más de 3200 años. Le pediría amablemente, señor Secretario, que en cualquiera de sus viajes alrededor del mundo intente conocer a diez niños judíos en todos los diferentes países que usted mencionó y les pregunte: ‘¿Cómo se llamaba el líder que se llevó a los israelitas fuera de Egipto? ¿Qué pasó en el mar cuando se marchaban? ¿Cuánto tiempo les tomó llegar a la tierra de Israel? ¿Qué comieron durante el período en que vagaban por el desierto? Una vez que obtenga las respuestas a estas preguntas, ¡reconsidere cuidadosamente la pregunta que acaba de hacerme!Incluso hoy en día, es evidente que los judíos de todo el mundo sienten palpablemente esta herencia compartida y, sí, incluso un destino compartido. De hecho, yo diría que no es tan sorprendente que esta herencia compartida sobreviviera a más de tres mil años de expulsiones judías y vagabundeos interminables. Más bien, es específicamente gracias a esta herencia e identidad compartidas que el pueblo judío ha sobrevivido como nación cuando casi todas las demás naciones del mundo antiguo perecieron hace mucho tiempo.«

Al considerar esta historia, mi reflexión me condujo a reconocer que la fuente de esta identidad y unidad continua es la Torah misma, y ​​específicamente vemos su origen en la porción de la Torah de esta semana. Moisés reúne a toda la nación y los une en un nuevo pacto con el Todopoderoso y dice:

Hoy todos estáis delante de Dios vuestro Señor […] Estáis siendo introducidos en este pacto con Dios vuestro Señor […] Él os está estableciendo como Su nación y será un Dios para vosotros tal como os prometió y juró. vuestros antepasados ​​[…] lo hago tanto con los que hoy están aquí como con los que aún no están” 
(Devarim / Deuteronomio 29: 9 – 14).

Leyendo al famoso comentarista bíblico medieval Rashi, me encontré que él comenta que este pacto también era vinculante para todas las generaciones futuras. En otras palabras, el pueblo de Israel que está escuchando a Moisés, entiende desde ese momento que ya no será simplemente una colección de afiliaciones tribales relacionadas por un mismo patriarca, sino que gracias al Eterno y Su pacto, se está fusionado en un todo unificado. 

El mensaje para el pueblo de Israel al ingresar a la Tierra Prometida es que no estarán unidos por una geografía compartida sino por un conjunto de creencias y un destino compartido que los hará siempre ser uno en donde sea que se encuentre. Esta visión unificada eleva a la nación de Israel al estatus de una entidad única. Ya no es simplemente una hermandad de doce tribus, sino que es un Cuerpo místico unificado formado por muchos millones de células, cada uno de los Benei Israel.

Esta es también la razón por la cual el pacto era vinculante para las generaciones futuras, aquellas que no estaban presentes físicamente en el momento en que se firmó el pacto. La membresía en una entidad unificada significa que mientras exista la misma, todos los convenios celebrados por esa entidad permanecerán en vigor. Por lo tanto, todas las iteraciones futuras de esa entidad están sujetas a esos convenios. Esta es también la razón por la que el Eterno está obligado a cumplir Su parte del pacto, porque el pacto está en vigor mientras la entidad exista.

Pero hay un aspecto aún más sorprendente en este concepto que tal vez no sea evidente. La Torah escribe: 

Las cosas ocultas pueden pertenecer a Dios nuestro Señor, pero lo revelado se aplica a nosotros y a nuestros hijos para siempre.”
 (Deuteronomio 29:28 ).

Rashi comenta que aquí el pueblo de Israel se hace responsable unos de los otros por los pecados y las malas acciones. Según los sabios, el Eterno se ocupará de aquellos que cometen pecados de forma privada u oculta, pero cuando se trata de fechorías manifiestas (es decir, las cometidas en público), el pueblo israelita tiene la obligación de velar por que sus hermanos se mantengan en el camino recto. y estrecho. Rashi continúa diciendo que una vez que el pueblo entró en la Tierra de Israel se hizo responsables unos de otros.

Le explicaré esto de otra manera. Debido a que el pueblo de Israel es ahora una entidad mesiánica unificada en YHVH, cada persona debería verse a sí misma como una entidad fusionada con los demás. Leí que en una ocasión, el famoso rabino Aryeh Levin, conocido como el tzadik (justo) de Jerusalén, llevó al médico a su esposa, que padecía una dolorosa enfermedad en la pierna. Cuando se le preguntó por qué estaban allí, respondió: «Nos duele mucho la pierna«. Esta respuesta surgió del hecho que el Tzadik entendió que el matrimonio no era una sociedad, sino que era una nueva entidad fusionada, un todo unificado en el amor del Eterno.

Al igual que un cuerpo físico, en el que una enfermedad en cualquiera de sus muchas partes afectará a toda la entidad, así también el pueblo de Israel debe ayudarse unos a otros a mantenerse en el camino correcto para el bienestar de toda la entidad. En una ceremonia que tuvo lugar en la Tierra de Israel, cuando toda la nación se paró entre el monte Gerizim y el monte Eival y escuchó los criterios para ser considerado bendito o maldito, la categoría final de malditos dijo: 

Maldito el que no guarde toda esta Torah”.

El sabio medieval del siglo XIII conocido como Najmánides hace algunos comentarios extraordinarios sobre esta última maldición. Él señala que la Torah no dice que maldito sea aquel que no cumple toda la Torah, sino que dice aquel que no la cumple. Por lo tanto, dice Najmánides, se refiere a alguien que se niega a confirmar la veracidad de toda la Torah, una persona que niega cualquier parte de ella.

Por el contrario, continúa Najmánides, una persona que viola un mandamiento porque no puede controlarse (por ejemplo, comiendo carne de cerdo) o porque simplemente es perezosa (por ejemplo, no se molesta en agitar el lulav (las cuatro especies simbólicas) en la festividad de Sucot ),no entra en la categoría de los malditos. Esto se debe a que la persona no está rechazando al Eterno ni a Su Torah y sus principios, sino que está sucumbiendo a una debilidad humana: una falta de autocontrol y disciplina. No es un acto abierto contra Dios.

Najmánides luego dice algo realmente sorprendente:

«Incluso si una persona es totalmente recta y cumple fielmente todos los mandamientos de la Torah y ha estudiado y guardado la Torah, si tiene la oportunidad de influir en otros que aún no la guardan. (ya sea permitiéndoles estudiarla o fortaleciendo a los no iniciados en el cumplimiento de la Torah) y no ayuda a otros a defender la Torah, entonces él también está en la categoría de los malditos. Es decir, una persona que es justa todavía se encontrará en la categoría de aquellos que están malditos si no ayuda a otros en el cumplimiento de la Torah. Todos tenemos la responsabilidad de velar por que otros tengan las mismas oportunidades de conectarse con el Todopoderoso.«

Generalmente, cuando pensamos en seguir las leyes del Eterno sólo consideramos lo que debemos hacer o no debemos hacer. Aquí encontramos una tercera categoría: se nos hace responsables de no actuar cuando se supone que debemos hacerlo. Debemos internalizar que descuidar a los demás no es sólo una oportunidad perdida de crecer: es un fracaso épico y pone en duda nuestro propio estatus dentro del pueblo escogió. Mientras nos preparamos para Yom Teruah y para establecer al Todopoderoso como nuestro Rey, no hay mensaje más relevante que ese; todos los hijos de Dios deben ser traídos y bienvenidos a Su reino.

Más allá del Tiempo y el Espacio

Publicado por Ben Burton el 15 de septiembre de 2017

Parashat Nitzavim (Deuteronomio 29:9–30:20) y Parashat Vayelej (Deuteronomio 31:1–30) generalmente se leen juntas, y siempre en la época del año en la que el arrepentimiento está en primer plano, debido a la proximidad de los Grandes Días Santos, Yom Teruah y Yom Kipur . El Baal Shem Tov comenta:

Hoy estáis todos firmes delante de Yahvéh vuestro Dios” (29:9) “Este díaes una referencia a Yom Teruah, el día en el que todos compareceremos ante Dios (la lectura de la Torah de Nitzavim siempre se lee en Shabat antes de Yom Teruah)”.

Rabino Israel Baal Shem Tov, citado en Chabad.org [1]

Según el Talmud, el arrepentimiento es una de las siete cosas creadas antes del universo:

Seguramente fue enseñado: Siete cosas fueron creadas antes de que el mundo fuera creado, y estas son: La Torá , teshuváh (el arrepentimiento), el Jardín del Edén , la Gehena, el Trono de Gloria, el Templo y el nombre del Mesías”.

Pesajim 54a, Edición de prensa de Soncino

El Midrash Tehillim (Salmos) dice:

Esto será escrito para la generación venidera; y un pueblo que será creado alabará al Señor”. (Sal. 102:19)…Estas palabras se refieren a aquellas generaciones que son culpables a causa de sus malas obras, pero que vienen y se arrepienten y oran delante de ti en el día de Año Nuevo y en el Día de la Expiación, y con ello borran sus obras, para que el Santo, bendito sea, cree entonces de nuevo, por así decirlo”.

Midrash Tehilim sobre el Salmo 102, traducido por el rabino William Braude, Yale University Press, volumen 2, página 155

El Eterno siempre nos ofrece la oportunidad de ser creados de nuevo, de convertirnos en una beriah jadasha, una Nueva Creación o Nueva criatura. ¿Cómo se logra esto?

Hakhel

En nuestra porción de la Torá, hay un mandamiento de reunir a Israel al final de cada siete años, durante Sucot, para escuchar la lectura de la Torah:

Al final de cada siete años, en el tiempo establecido del año de Shemitta , en la fiesta de Sucot, cuando todo Israel haya venido a presentarse ante Yahvéh tu Dios en el lugar que él elija, leerás esta ley ante todo Israel delante de ellos. Reúne al pueblo, a los hombres y a las mujeres y a los pequeños, y a tu extranjero que está dentro de tus ciudades, para que escuchen y aprendan, y teman a Yahvéh tu Dios, y guarden en cumplir todas las palabras de esta ley …”
Deuteronomio 31:10-13

Al Aderet , R’ Eliyahu David Rabinowitz-Teomim (1843-1905 d.C.), se le atribuye la idea de revivir la observancia del Hakhel en los tiempos modernos. Durante Sucot en 1945, se realizó la primera ceremonia oficial de celebración del Hakhel. Reunir y unir a Israel es un milagro en sí mismo, e incluso hay una bendición especial por ver una “multitud” de 600.000 judíos juntos. El Talmud dice,

Nuestros rabinos enseñaron: Si uno ve una multitud de israelitas, dice: ‘Bendito el que discierne los secretos, porque la mente de cada uno es diferente de la del otro, así como el rostro de cada uno es diferente del del otro.”

Berajot 58a, Edición de prensa de Soncino

¿Por qué el número 600.000? 

Siempre que se contaba a Israel en la Torah, eran 600.000 (Números 1:46, 26:51). Rabí Ari Kahn dice:

El Zohar lleva este paralelo numérico aún más lejos, afirmando que hay 600.000 letras en la Torah que deben ser paralelas a las 600.000 almas. (Ver Zohar Hadash Shir HaShirim 74d.)… Cada uno de Israel tiene para su alma una letra de las 600.000 letras de la Torah… De hecho, Israel es un acrónimo de y esh s hishim r ibo o tiyot l atorah , “hay 600.000 letras de la Torá”. (Migaleh Amukot, artículo 186)”.

R’ Ari Kahn, M’oray HaAish: Bamidbar, La Nación de Israel, Aish.com [2]

Como el número de almas en Israel, hay 600.000 letras en la Torá. El marroquí Mekubal R’ Yaakov Abuchatzeira (1807-1880 EC) comenta de manera similar que el nombre “Israel” es un notarikon (acróstico),

ישראלֹ

La palabra “Israel” puede leerse como un acrónimo de “ Y esh Shishim R ibo O tiot L atorah”, que significa: “ Hay seiscientas mil letras en la Torá

[600.000 almas, 600.000 letras, Rabeinu Yaakov Abuchatzeira, Petuchei Jotem, parashat Ki Tisa, antologado en Peninei Avir Ya’akov, p. 213; Traducido por M. Steinberger y E. Linas, Chabad.org] [3]

La tradición de que la Torah contiene 600.000 letras se repite en múltiples fuentes, sin embargo, si se cuentan las letras el número será 304.805. Los Rollos de la Torah no pueden tener una letra más ni una letra menos. Entonces, ¿cómo se puede resolver esta contradicción? 

ElJabad.org explica:

Hay más de 304.805 letras en la Torah, pero como usted notó, a menudo escuchamos acerca de las 600.000 letras en la Torá… [Una] vista explica que el recuento de 304.805 letras incluye solo aquellas que vemos, tinta negra contra pergamino blanco. Pero también están las letras en blanco sobre negro. La versión celestial, no física, de la Torah se describe como fuego negro sobre fuego blanco, y tanto el blanco como el negro son igualmente significativos. Las negras son las letras que vemos, mientras que las blancas, el espacio inverso entre las negras, son las letras que no vemos. La cuenta de 600.000 incluye tanto las letras blancas como las negras”.

¿Dónde están 600.000 letras de la Torá?, Malkie Janowski, Chabad.org [4]

Hay 304.805 letras negras en la Torah y 295.195 letras blancas en la Torah. Las letras blancas se esconden entre las letras negras. Cada letra equivale a un alma. Curiosamente, el Talmud dice:

אין בן דוד בא עד שיכלו כל נשמות שבגוף

El hijo de David no vendrá hasta que todas las almas del cuerpo estén completas”.

Yevamot 63b, Edición de prensa de Soncino

R’ Ari Kahn ilustra una visión increíble:

Ahora podemos concluir que hay 600.000 almas, aunque haya más de 600.000 personas: más de una persona puede compartir la misma “raíz del alma”. . . .Cada vez que se cuenta a la gente, el resultado es 600.000, más o menos; de hecho, el número 600.000 se ha convertido en un término descriptivo para la totalidad del pueblo judío. A nivel místico, el número 600.000 se identifica con el número de almas que componen la Nación de Israel. El Talmud enseña que la llegada del Mesías ocurrirá cuando todas estas almas estén “completas”.

R’ Ari Kahn, M’oray HaAish: Bamidbar, La Nación de Israel, Aish.com [5]

Nuestra porción de la Torá dice que Moshé completó la escritura de las letras de la Torá:

וַיְהִי כְּכַלֹּות מֹשֶׁה לִכְתֹּב אֶת־דִּבְרֵי הַתֹּורָה־הַזֹּ את עַל־סֵפֶר עַד תֻּמָּם
“Sucedió que cuando Moisés terminó de escribir las palabras de esta ley en un libro, hasta que se terminaron”.
(Deuteronomio 31:24)

R’ Ari Kahn hace una idea impactante:

Es fascinante observar que en 1948 había aproximadamente 600.000 judíos en el país, y no fue hasta cerca de 1967 que había 600.000 varones en edad de luchar. De acuerdo con una enseñanza en el Zohar de que Jerusalén sólo estará unida cuando haya 600.000 hombres en la tierra”.

R’ Ari Kahn, M’oray HaAish: Bamidbar,

La Nación de Israel, Aish.com [6]

Israel es como un Árbol de las Almas formado por 600.000 ramas. Como hay más de 600.000 judíos en el mundo, esto significa que algunos comparten una “raíz del alma” o que algunas almas están en la misma rama. Los no judíos que están conectados con Israel, son “injertados” en este árbol, compartiendo el alimento de la Vida del Universo. Si las almas de Israel forman las “ramas”, ¿quién es la Raíz?

Yejidá

Rashi comenta sobre Éxodo 19 y dice:

למשה ולישראל: שקול משה כנגד כל ישראל

Para Moisés y para Israel: Moisés era igual a todo Israel”.

Rashi citando la Mejilta, citado en Chabad.org [7]

Él está citando la Mekhilta de-Rabbi Ismael que dice:

 שקל משה כישראל וישראל כמשה, שקל רב כתלמיד ותלמיד כרב

Moisés se equipara con Israel, e Israel con Moisés; el maestro, con el discípulo, y el discípulo con el maestro. “que YHVH había sacado a Israel de Egipto”: Por la presente se nos informa que el éxodo de Egipto va por encima y en contra de todos los milagros y actos de poder que el Santo, Bendito sea, obró por Israel”.

Mekhilta de-Rabino Ismael 18:1, Sefaria.org [7]

Moshé Rabeinu, y por extensión Mashíaj, es la yejidá, el alma universal y que todo lo abarca, de Israel. Si bien está más allá del alcance de este artículo, existen cinco niveles del alma:

Nefesh > Jaya > Neshamá > Ruaj > Yejida

El nivel más alto es la Yejida. Daily Zohar comenta sobre Isaías 52:

«El alma de esta ‘nueva vida’ proviene del nivel más alto de Keter«.

“הִנֵּה יַשְׂכִּיל, עַבְדִּי; יָרוּם וְנִשָּׂא וְגָבַהּ, מְאֹד”

He aquí, Mi siervo prosperará, será exaltado y exaltado, y será muy alto” “Sólo cuando los cuatro lados conectados en unidad el alma del Mashíaj podría ser ‘liberada’ en Maljut. Los cinco niveles del alma: Nefesh, Ruach, Neshamah, Chaya y Yejida. El primer nivel de Nefesh existe en todos los seres vivientes. Ruaj y Neshamá pueden ser alcanzados por personas justas. El nivel de Chaya fue dado a Moisés y a otras almas de alto nivel en el nivel espiritual. Sólo un alma puede tener el nivel de Yejida y es el Mashíaj al que se le llama ‘Rey’. Su nivel de alma es uno con la luz infinita en el nivel de Keter”.

DailyZohar.com #1325 [8]

 Basta decir que el nivel del Mashíaj es extremadamente exaltado. Rebeco Yitzhak Ginsburgh dice:

Las dos palabras que forman el nombre Adam Kadmon aluden a su naturaleza paradójica del ser, por un lado un ser creado –Adán– y por otro lado una manifestación de la Divinidad primordial –Kadmon. Por esta razón, a menudo se considera que Adam Kadmon representa el alma arquetípica del Mashíaj, la yejidá general de todas las almas de Israel, la “corona” suprema de toda la Creación de Dios, el “intermedio” Divino que revela el Infinito primordial a lo finito creado. realidad

Rebeco Itzjak Ginsburgh, Adam Kadmon, Hombre Primordial, Inner.org

Cuando Adam HaRishon (el Primer Hombre) pecó, todas las almas quedaron atadas a la suya como una colcha de retazos. Adán tenía el nivel de yejidá, que contenía todas las almas dentro de sí mismo. Cuando pecó, todas las almas quedaron manchadas por el consejo de la serpiente. Asimismo, el Alma del Mashíaj es un alma que lo abarca todo. Cuando uno hace teshuvá, arrepentimiento, su alma es tomada del Alma de Adam HaRishon y entretejida en el Alma de Adam Ilaya (el Adán Celestial) también llamado Adam Kadmom (Adán Primordial). El apóstol Pablo habla de este concepto en su primera epístola a los Corintios:

El primer hombre ( אדם הראשון ), Adán, se convirtió en alma viviente.’ El último Adán ( אדם האחרון ) se convirtió en espíritu vivificante… El primer hombre es de la tierra, hecho de polvo. El segundo hombre es el Señor del cielo”.

1 Corintios 15:45-47

El Baal Shem Tov, R’ Israel ben Eliezer (1698 – 1760 d. C.) comenta:

Cada judío debe perfeccionar y preparar la parte del Mesías (Komat HaMashiach) que se relaciona con su propia alma. Como es sabido, la palabra “Adán” es un acrónimo de “Adán, David, Mesías”. El tamaño de Adán abarcaba desde un extremo de la tierra hasta el otro, e incluía en ella todas las almas de Israel (Chagiga 12a). Sin embargo, después del pecado su estatura disminuyó. Asimismo, el alma del Mesías estará compuesta por las 600.000 almas de Israel, como lo era antes del pecado de Adán. Por lo tanto, cada judío debe preparar aquella porción del Mesías que le corresponde, hasta que toda la estructura esté fijada y establecida. Entonces habrá Unificación universal, sin fin. ¡Que sea pronto en nuestros días!


Baal Shem Tov, Me’or Einayim,

Pinjás, Ki Savo, Levítico, Números, Deuteronomio, traducido por R’ Eliezer Shore,

BST Publishing, pág. 164-165

El comentario dice:

Comentario: Komat HaMashiaj – literalmente, la “estructura del Mesías”. El alma del Mesías, como la de Adán, incorpora todas las almas del pueblo judío, desde los antepasados ​​hasta la última generación. Cada judío tiene su lugar en el alma del Mesías. Trabajando para refinar la propia alma, se construye el alma colectiva del Mesías y la redención se acerca”.

El Nuevo Testamento explica el mismo concepto:

A algunos les dio para que fueran emisarios; y algunos, profetas; y algunos, evangelistas; y algunos, pastores y maestros; para el perfeccionamiento de los santos, para la obra de servicio, para la edificación del cuerpo del Mesías; hasta que todos alcancemos la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un hombre adulto (ha’adam hashalem), a la medida de la estatura de la plenitud del Mesías (shiur komat m’lo HaMashíaj); para que ya no seamos niños, sacudidos de un lado a otro y llevados de un lado a otro de todo viento de doctrina, por engaño de los hombres, con astucia, tras las artimañas del error; pero hablando verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, el Mesías; de quien todo el cuerpo, unido y unido por lo que cada coyuntura suministra, según la medida de cada miembro
(Efesios 4:11-16)

Teshuvá del Tzadik

Los Evangelios registran el siguiente relato:

“Entonces Yeshua vino de Galilea al Jordán, a Yojanán, para ser sumergido por él. Pero Yojanán se lo habría impedido, diciendo:
“Necesito ser sumergido por ti, ¿y tú vienes a mí? 
Pero Yeshúa, respondiendo, le dijo:
Déjalo ahora, porque este es el camino adecuado para que cumplamos toda justicia”. 
Luego se lo permitió”.

(Mateo 3:13-15)

Yojanán el Inmersor está confundido porque está ofreciendo la inmersión de teshuváh (arrepentimiento). ¿De qué necesita arrepentirse el Mesías? ¡Él no tiene pecado! Para descubrir el secreto, debemos acudir a los Sabios. El Talmud dice sobre el poder de la teshuváh (arrepentimiento):

«R’ Meir solía decir:
Grande es el arrepentimiento, porque por el bien de una sola persona que se arrepiente, el mundo entero es perdonado«.

Yoma 86b, Edición de prensa de Soncino

R’ Tzadok HaKohen de Lublin comenta:

Esto sucede porque el penitente despierta los pensamientos de teshuvá en los corazones de los demás. Pero no todos tienen la capacidad de ser esta única persona [cuyo arrepentimiento puede ocasionar el perdón para el mundo entero]. Tal persona aún no ha existido, porque esa única persona sólo será el Mesías, hijo de David. [Para realizar esta tarea] su alma debe comprender todas las demás almas…”

R’ Tzadok HaKohen de Lublin,

Zidkat HaZaddik, 159, citado en The Religion Thought of Hasidism, Normal Lamm, pág. 575

Él también dice:

Será el Mesías, a causa de su arrepentimiento, el mundo entero será perdonado”.

Pri Tzaddik, Shlach Lecha 12, La luz oculta, Dr. Tsvi Sadan, Vine of David, pág. 32

Rebe Najman dice:

El tzadik se arrepiente en nombre de Israel. Por lo tanto, cuanto más cerca estén las personas de él, más fácil les resultará arrepentirse y volver a Dios. Porque el tzadik se arrepiente por ellos”.

Likutey Etzot, Tzaddik, 105, traducido por R’ Avraham Greenbaum, Instituto de Investigación Breslov, pág. 251-252

R’ Dresner explica en su asombroso libro Zaddik, cómo el Justo se identifica con la gente y se conecta con ella.

La culpa del tzadik, por otra parte, puede ser una culpa de completa ficción. . . Es una culpa que en realidad no existe en absoluto. Pero hay ocasiones en las que el Tzadik debe ir más allá de lo que es justo y aceptar con amor la situación del pueblo como propia, aunque no sea culpa suya”.

R ‘Samuel Dresner, El Zaddik, La doctrina del Zaddik según los escritos del rabino Yaakov Yosef de Polnoy, Schocken Books, pág. 201

Rebe Najman dice de los verdaderos tzadikim:

Los verdaderos Tzadikim expían los pecados, como está escrito, “pero el hombre sabio traerá expiación”. 
(Proverbios 16:14)

Likutey Etzot, Tzaddik, 14, traducido por R’ Avraham Greenbaum,
Instituto de Investigación Breslov, pág. 227

Nacido de nuevo

En un pasaje famoso, aunque poco comprendido, de los Evangelios (Juan 3:1-10) leemos sobre la siguiente interacción entre Yeshúa de Nazaret y el famoso fariseo Nicodemo. Examinemos el texto,

Había entonces un hombre de los fariseos llamado Nicodemo, gobernante de los judíos”.

Nicodemo” traduce el hebreo Nakdimon . Muchos eruditos señalan que en el Talmud se le conoce como נקדימון בן גוריון Nakdimon ben Gurion. Taanit 19b-20a cuenta la historia de cómo adquirió el apodo de ‘Nakdimon’, a través de un milagro en el que el sol se detuvo para él (como lo hizo para Moshe y Yehoshúa ) y que su nombre original era Buni [9]. El texto dice,

Éste vino a él de noche y le dijo: Rabí, sabemos que tú eres un maestro venido de Dios, porque nadie puede hacer estas señales que tú haces, si Dios no está con él”.

Note cómo Nakdimon dice que SABEMOS que eres un maestro de Dios. Nosotros (los fariseos) sabemos esto. Yeshúa respondió:

En verdad, os digo que el que no nace de nuevo no puede ver el Reino de Dios”.
Nicodemo le dijo:

“¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede entrar por segunda vez en el vientre de su madre y nacer?
“Yeshua respondió:

De cierto os digo, que el que no nace de agua y de espíritu, no puede entrar en el Reino de Dios. Lo que nace de la carne, carne es. Lo que nace del Espíritu es espíritu. No os maravilléis de que os haya dicho: “Os es necesario nacer de nuevo… ¿Eres tú maestro de Israel y no entiendes estas cosas?

(Juan 3:1-10)

Basado en la respuesta de Yeshúa, esta debería ser una enseñanza bien conocida dentro del judaísmo. De hecho, el Talmud dice:

גר שנתגייר ־ כקטן שנולד דמי

“…el que se ha hecho prosélito es como un niño recién nacido”.

Yevamot 22a, Edición de prensa de Soncino

Se cuenta una historia jasídica sobre el rabino de Lublin:

Le preguntaron al rabino de Lublin: “¿Por qué en el Libro sagrado del Esplendor, la vuelta a Dios que corresponde a la emanación ‘comprensión’ se llama ‘Madre’?
 Explicó: “cuando un hombre confiesa y se arrepiente, cuando su corazón acepta el Entendimiento y se convierte a él, se vuelve como un niño recién nacido, y su propia vuelta a Dios es su madre”.

Cuentos de los jasidim, primeros maestros, Martin Buber, Schocken Books, pág. 314

Note que Yeshúa dice: “lo que es nacido de carne, carne es, lo que es nacido del Espíritu, espíritu es”. 

La que da a luz abajo es la madre. Basándonos en el concepto de “como es arriba, es abajo”, podemos comparar el Espíritu con la “madre”. Es importante señalar que esto no es literal, sólo que, como seres finitos, podemos relacionarnos con los Atributos del Eterno de maneras que podamos entender. Rebe Najman se hace eco de este concepto:

Ha-EiM (la madre) alude a Binah – que corresponde a IMma (madre) – y a las Sefirot Superiores”.

Torá de Rebe Najman: Números-Deuteronomio Volumen III, Instituto de Investigación Breslov, Ubicación 8313, edición Kindle

Si bien está más allá del alcance de este artículo, esta declaración vincula el Ruaj HaKodesh, el Espíritu Santo, con el Partzuf de la ‘Madre Superior‘ (hebreo: Imma Ila’ah ) de quien las almas nacen desde arriba, convirtiéndose en nuevas creaciones. Respecto al Partzuf de la ‘Madre/Hija Inferior’ (Imma HaTata’ah). Esto se menciona en el libro de Apocalipsis (12:1-6, 21:2). Hay un texto titulado Evangelio de los Hebreos en el que Yeshúa identifica al Espíritu como “su madre”:

Así también mi madre, el Espíritu Santo, me tomó de uno de mis cabellos y me llevó al gran monte Tabor”.

Orígenes citando el Evangelio de los Hebreos, Comentario a Juan 2:12

Si bien esta explicación es insuficiente, los sabios lo entenderán. En este punto, es importante centrarse en el concepto de convertirse en una nueva creación, un beriah jadasha, también traducido «nueva criatura» como dice la segunda carta a los Corintios:

De modo que si alguno está en el Mesías, nueva creación es ( בריה חדשה ). Las cosas viejas han pasado. He aquí que todas las cosas son hechas nuevas”.
(2  Corintios 5:17)

Más allá del tiempo.

Rabí Jaim Kramer describe la maravilla del Mashíaj así:

“…Atik incluye todo el tiempo y el espacio – pero lo trasciende todo. 
El alma del Mashíaj “reside” dentro de Atik, y es de este nivel de donde se extraerán todos sus poderes. Y, dado que él trasciende el tiempo y el espacio, Mashíaj puede trascender cada transgresión jamás cometida y rectificarla, porque dado que puede trascender todo lo que se haya hecho, puede llevar a cada persona a un estado anterior a haber pecado. . . Con el poder inherente a este nivel exaltado, Mashíaj podrá llevar al mundo a un estado de perfección”.

Mashíaj, Quién, Qué, Por qué, Cómo, Dónde, Cuándo, por Chaim Kramer, Instituto de Investigación Breslov, pág. 209

R ‘Noson escribe:

Hay personas cuyas almas están gravemente dañadas. Incluso cuando llegan al Tzadik todavía están hundidos en todos sus deseos corporales…
Podría parecer una tarea imposible elevar estas almas y renovarlas como un niño no nacido en el útero. Pero hay un Tzadik que ha alcanzado el más asombroso de los niveles y que tiene el poder de elevar incluso almas que están tan gravemente dañadas como éstas. Él puede renovarlos como un niño recién formado que crece en el útero”.

Likutey Etzot, Tzadik, 25, traducido por R’ Avraham Greenbaum,
Instituto de Investigación Breslov, pág. 230

Cuando falleció su amigo Michele Besso, Albert Einstein dijo:

«La gente como nosotros, que creemos en la física, sabemos que la distinción entre pasado, presente y futuro es sólo una ilusión obstinadamente persistente».

Rebe Najman escribió 100 años antes que Einstein:

En realidad, el tiempo no existe. El tiempo es sólo una ilusión… Nuestras nociones del tiempo son pura ilusión. Alguien que reflexione sobre esto detenidamente seguramente pondrá todas sus fuerzas en abandonar las vanidades de esta existencia limitada en el tiempo y pondrá toda su esperanza en aquello que está más allá del tiempo. Debes tener fe en Aquel que está más allá del tiempo. Entonces nada en este mundo podrá derribarte. Dondequiera que estés, siempre podrás recordar: “Hoy te he parido” (Sal. 2:7). Estas palabras se refieren al Mashíaj que está en un reino más allá del tiempo. Allí todo encuentra curación. El tiempo pasado se anula por completo.. . Sólo existe el hoy. Hoy naciste. ¡Literalmente! Todo lo que está mal en el mundo es parte de la “obra malvada que se hace bajo el sol” en el mundo limitado en el tiempo. . . ¿Qué remedio hay para todos los días y años? ¿Todo el tiempo que [uno] desperdicia en malas acciones? Su única esperanza está en el reino más allá del tiempo. De ahí proviene toda curación. Será como si hoy volviera a nacer. Mientras tengas fe –en Dios, en el Mundo Venidero y en el Mesías que está más allá del tiempo– tendrás esperanza eterna”.

Rebe Najman de Breslov, Meshivat Nefesh, Restaura mi alma,
Traducido por Avraham Greenbaum, Instituto de Investigación de Breslov, pág. 88-89


Referencias

  1. Rabino Israel Baal Shem Tov, citado en Chabad.org
  2. R’ Ari Kahn, M’oray HaAish: Bamidbar, La Nación de Israel , Aish.com
  3. 600.000 almas, 600.000 letras, Rabeinu Yaakov Abuchatzeira , Petuchei Jotem, parashat Ki Tisa, antologizado en Peninei Avir Ya’akov, p. 213; Traducido por M. Steinberger y E. Linas, Chabad.org
  4. ¿Dónde están las 600.000 letras de la Torá?, Malkie Janowski , Chabad.org
  5. R’ Ari Kahn, M’oray HaAish: Bamidbar, La Nación de Israel , Aish.com
  6. Rashi citando la Mejilta, citado en Chabad.org
  7. Mekhilta de Rabí Ismael 18:1 , Sefaria.org
  8. DailyZohar.com #1325
  9. Nakdimon ben Gurion se menciona en Taanit 19b-20a, Ketubot 65a-66b, Gittin 56a, Avodah Zarah 25a, Sifre hasta Deuteronomio 305, Mekhilta Bachodesh 1, Pirkei de-Rebbi Eliezer 2, Lamentaciones Rabbah 1:16, Kohelet Rabbah 7:11. , Avot de-Rabino Natan 6:3, y posiblemente Sanedrín 43a. Ver entradas en la Enciclopedia Judía , Encyclopedia Judaica

¿QUÉ SIGNIFICA SABER DISCERNIR EL CUERPO DEL SEÑOR?

Por David Nesher

1 Corintios 11
27 De manera que cualquiera que comiere este pan o bebiere esta copa del Señor indignamente, será culpado del cuerpo y de la sangre del Señor.
28 Por tanto, pruébese cada uno a sí mismo, y coma así del pan, y beba de la copa.
29 Porque el que come y bebe indignamente, sin discernir el cuerpo del Señor, juicio come y bebe para sí.
30 Por lo cual hay muchos enfermos y debilitados entre vosotros, y muchos duermen.


Para entender esta expresión es necesario, en primer lugar, conocer que quería decir Pablo cuando emplea la palabra “cuerpo” y cuáles son las actividades y actitudes que afectan a éste.

El «Nido De Pájaro» (Qan HaTzippor) y el «Palacio del Mesías»

por Ben Burton

La Parashá Ki Tetzé (Devarim / Deuteronomio 21:10 al 25:19) contiene lo que se dice que es la mitzvá o mandamiento menos importante de toda la Torah.

“Si se te presenta en el camino un nido de pájaro (קַן־צִפֹּור – Qan HaTzippor), en cualquier árbol o en el suelo, con crías o huevos, y la madre sentada sobre las crías o sobre los huevos, no tomarás la madre con las crías: ciertamente dejarás ir a la madre, pero a las crías podrás tomarlas para ti, para que te vaya bien y prolongues tus días”.

(Deuteronomio 22:6-7)

El Midrash Tanjumá afirma:

No hay mitzvá [de cumplir] más fácil que expulsar a la madre pájaro del nido. ¿Y cuál es su recompensa? «Para que te beneficies y vivas mucho tiempo«.

Midrash Tanchuma, Ki Tetze, Rosenwald Edition, traducido por Avrohom Davis, Volumen 8, Eastern Book Press, pág. 218

Esta es una de las pocas mitzvot cuya recompensa está especificada, que es el equivalente a honrar a los padres. El Pirkei Avot dice:

Tenga cuidado tanto con una mitzvá leve como con una grave, ya que no conoce la recompensa asignada de las mitzvot”.

Pirkei Avot 2:1

Yeshúa enfatiza que todos los mandamientos de la Torah son de importancia crítica, incluso los «menores» o «pequeños«.

Por tanto, cualquiera que quebrante uno de estos mandamientos más pequeños, y enseñe a otros a hacerlo, muy pequeño será llamado en el Reino de los Cielos; pero el que las haga y las enseñe, será llamado grande en el Reino de los Cielos”.
(Mateo 5:19)

El sabio Maharal , R’ Yehudah Lowe ben Bezalel de Praga (1512 – 1609 d. C.), comenta:

Cuando se despide a la madre pájaro, se preserva el asentamiento del mundo, porque el nido no se destruye y la madre puede empezar de nuevo. Al contribuir a la eternidad de la existencia, un individuo se adhiere al bien, que es una larga vida [en el Mundo Venidero]. Lo mismo se aplica al honor de los padres…” Maharal, Cachorro de León de Praga, Gur.

Arye, traducido por Moshe David Kuhr , Editorial Gefen, Volumen III, pág. 152

El sabio Sforno, R’ Ovadya ben Yaakov Sforno (1475-1550 d.C.) escribe:

He aquí, al alejar (a la madre pájaro) del nido, uno realiza un acto de bondad en beneficio de las masas, (es decir) la preservación de las aves del campo que son propiedad sin dueño”.

Sforno, Devarim 22, Mesorah Publishing, Ltd., pág. 937

Rabí Moshe Alshich también destaca el hecho de que el pájaro y sus polluelos “no tienen dueño”. Por tanto, estaríamos en nuestro derecho de llevarnos tanto a la madre como a los polluelos. Sin embargo, la Torah exige que uno se contenga en este asunto, por el bien de toda la creación. 

El Ramban, Rabí Moshe ben Najman, comenta que la razón de esta mitzvá es “que no debemos tener un corazón cruel ni ser despiadados”. Explica que quien se lleva tanto a la madre como a los polluelos equivale a quien destruye una especie. 

Rabí Bachya ben Asher está de acuerdo y destaca la conexión con el mandamiento de no sacrificar a una madre animal y a su descendencia el mismo día (Levítico 22:25). 

El Rambam, R’ Moshe ben Maimon, comenta que la madre pájaro sufriría si viera que le quitan a sus polluelos.

La preocupación de la Torah por “los más pequeños” es notable. Según el argumento de kal v’ jomer, si uno debe ser compasivo con un pájaro, ¡cuánto más debe ser compasivo con su prójimo! Si uno es fiel en pequeña escala, será fiel en mayor escala. 

Desde esta mitzváh, el Maestro Yeshúa enfatiza la compasión del Eterno por los humanos, al resaltar su cuidado por los pequeños gorriones:

¿No se venden dos gorriones por una moneda de assarion? Ninguno de ellos cae a tierra sin la voluntad de vuestro Padre, sino que hasta los cabellos de vuestra cabeza están todos contados. Por tanto, no tengas miedo. Vosotros valéis más que muchos gorriones”.
(Mateo 10:29-31)

Este mandamiento de compasión incluso se explica como relacionado con traer a Eliyahu HaNavi (Elías el Profeta) y al Mesías mismo. El Midrash Rabá comenta:

SOLTARÁS AL PÁJARO. Los rabinos dijeron: Si has cumplido el precepto de dejar ir al pájaro, merecerás también cumplir el precepto de dejar ir en libertad al esclavo hebreo. ¿De dónde esto? Porque está dicho: “Y cuando lo dejes ir libre de ti” (Deuteronomio 15:13). Otra explicación… Si cumples este precepto, acelerarás la venida del Rey Mesías, de quien las Escrituras usan la expresión shiluaj (envío gratuito), como está dicho: “Que envíen gratuitamente las patas del buey y del asno” (Isaías 32:20). Otro comentario: R. Tanhuma dijo: Si cumples este precepto, acelerarás la venida del profeta Elías, de bendita memoria, de quien las Escrituras usan la expresión ‘shiluaj’, como está dicho: “He aquí, enviaré ( sholeach) al, Elías el profeta” (Mal. 3:23); y él vendrá y os consolará. ¿De dónde se deriva esto? Porque está dicho: «Y él hará volver el corazón de los padres hacia los hijos (ib. 24)».

Deuteronomio Rabá 6:7, Edición de prensa de Soncino

R’ Levi Yitzhak de Berditchev (1740 – 1809 CE) vuelve a contar una hermosa alegoría de nuestro paso,

Turey Zahavescribe que depende de nosotros “despertar la mañana y no esperar a que la mañana nos despierte”. Se alude a este pensamiento en nuestro versículo anterior cuando la Torá habla de “mañana”, es decir, la palabra צפור en arameo es צפרא “brillo, mañana”. Si tuviéramos que traducir este versículo alegóricamente, sería algo como esto: “cuando experimentas un despertar espiritual, brillo, indicando que Dios ha allanado el camino para que adquieras conocimientos, conocimientos que te revelan algo acerca de un mundo más allá. nuestro mundo físico, realizarás buenas obras y estudiarás Torá para calificar para eventualmente ser miembro de la sociedad que habita ese mundo”.

R’ Levi Yitzhak de Berditchev, Kedushat Levi, Ki Teytze, traducido por R’ Eliyahu Munk, pág. 764 

El Palacio del Mesías

Basado en este pasaje, en el Zohar se teje una narrativa increíble sobre el “Nido del Pájaro”, que es un término para el Palacio Celestial del Mesías. El Zohar pinta este cuadro increíble,

בְגּוֹ גִּנְתָּא דְּעֵדֶן, מֵהַהוּא אֲתָר דְּאִתְקְרֵי קַ”ן צִפּוֹ”ר, וְיִ תְּעָר בְּאַרְעָא דְּגָלִיל
זוהר, שמות

Entonces el Mesías surgirá del Jardín del Edén, de ese lugar que se llama ‘El Nido de Pájaro’. Se levantará en la tierra de Galilea, y en aquel día el mundo entero será estremecido y todos los hijos de los hombres buscarán refugio en cuevas y lugares pedregosos. Respecto a ese tiempo está escrito: ‘Y entrarán en las cavernas de las peñas y en las cuevas de la tierra, por temor de Jehová y por la gloria de su majestad, cuando se levante para hacer temblar terriblemente la tierra’ (Isa .2:19). ‘La gloria de su majestad’ se refiere al Mesías cuando se revelará en la tierra de Galilea .; porque en esta parte de Tierra Santa comenzó primero la desolación, y por eso allí se manifestará primero, y desde allí comenzará a guerrear contra el mundo. Después de los cuarenta días, durante los cuales la columna estará entre el cielo y la tierra ante los ojos del mundo entero, y el Mesías se habrá manifestado, saldrá del Oriente una estrella abigarrada y resplandeciente, y otras siete las estrellas la rodearán y harán guerra contra ella por todos lados, tres veces al día, durante setenta días, ante los ojos de todo el mundo. . . el Mesías estará escondido durante doce meses en la columna de fuego, que volverá otra vez, aunque no será visible. Después de los doce meses, el Mesías será llevado al cielo en esa columna de fuego y recibirá allí poder, dominio y la corona real. Cuando descienda, la columna de fuego volverá a ser visible a los ojos del mundo, y el Mesías se revelará, y naciones poderosas se reunirán a su alrededor, y él declarará la guerra a todo el mundo. En aquel tiempo el Santo mostrará su poder ante todas las naciones de la tierra, y el Mesías se manifestará en todo el universo, y todos los reyes se unirán para luchar contra él, y aun en Israel se encontrarán algunos. malvados que se unirán a ellos en la lucha contra el Mesías”.

Zohar 2:8a-b, Edición de prensa de Soncino

El Rabí Jaim Vital, discípulo de Rabí Yitzhak Luria, comenta:

Así como encontramos que Moshé Rabeinu ascendió al cielo, en cuerpo y alma, y ​​permaneció allí durante cuarenta días… de manera similar, Mashíaj, con la ayuda del Todopoderoso, tendrá el mérito de alcanzar esa alma elevada. Entonces se dará cuenta de que en realidad es el Mashíaj, aunque nadie más se dará cuenta de ello. Este es el secreto al que alude el Zohar: ‘Mashíaj será revelado, pero nadie lo percibirá’. Poco después, el Mashíaj será escondido, en cuerpo y alma, en ese pilar Divino [la incubación espiritual de esta alma sublime]… Entonces el Mashíaj se elevará al cielo tal como Moshé ascendió al firmamento, y posteriormente [regresará] y será revelado completamente para que todos lo vean. Todo el pueblo judío lo percibirá y acudirá en masa a Él”.

R’ Jaim Vital, Arba Mei’os Shekel Kesef, pág. 68, citado en Y Él nos redimirá, Mendelsohn Press pág. 134, cf. Sha’ar Hagilgulim capítulo 13

Volviendo al Zohar, continúa su hermoso recorrido:

Este pasaje”, dijo, “lo interpretamos como un mandamiento esotérico de la Torah, que contiene misterios de doctrina, senderos y caminos conocidos por la Comunidad y que pertenecen a los treinta y dos senderos de la Torá”. 
Luego, volviéndose hacia R. Eleazar, su hijo, dijo: ‘En el momento en que se levante el Mesías, habrá grandes maravillas en el mundo. Mira ahora, en el Paraíso inferior hay un lugar secreto y desconocido, bordado de muchos colores, en el que se esconden mil palacios de anhelo. Nadie puede entrar en él, excepto el Mesías, cuya morada está en el Paraíso. El Jardín está rodeado de multitudes de santos que consideran al Mesías como su líder, junto con muchas huestes y grupos de almas de los justos que se encuentran allí. 
En lunas nuevas, festivales y sábados, entra en ese lugar para encontrar gozoso deleite en esos palacios secretos. Detrás de esos palacios hay otro lugar, enteramente escondido e indescubrible. Se llama «Edén» y nadie puede entrar para contemplarlo. 
Ahora el Mesías se esconde en sus afueras hasta que se le revela un lugar que se llama ‘el Nido del Pájaro’. Este es el lugar proclamado por ese Pájaro (la Shekinah) que vuela sobre el Jardín del Edén todos los días… El Mesías entra en esa morada, levanta sus ojos y contempla a los Padres (Patriarcas) visitando las ruinas del Santuario de Dios. el percibe levanta sus ojos y contempla a los Padres (Patriarcas) visitando las ruinas del Santuario de Dios. el percibe levanta sus ojos y contempla a los Padres (Patriarcas) visitando las ruinas del Santuario de Dios. el percibe madre Raquel, con lágrimas en el rostro; el Santo, bendito sea, trata de consolarla, pero ella se niega a ser consolada (Jer. 31:14). 
Entonces el Mesías alza su voz y llora, y todo el Jardín del Edén tiembla, y todos los justos y santos que allí están prorrumpen en llanto y lamentación con él. Cuando el llanto y el llanto resuenan por segunda vez, todo el firmamento sobre el Jardín comienza a temblar, y el grito resuena desde quinientas miríadas de huestes celestiales, hasta llegar al Trono más alto. Entonces el Santo, bendito sea, llama a ese ‘Pájaro’, que luego entra en su nido y viene hacia el Mesías, y revolotea, lanzando extraños gritos. Luego, desde el Trono santo, el Nido de Pájaro y el Mesías son convocados tres veces, y ambos ascienden a los lugares celestiales, y el Santo les jura destruir el reino malvado (Roma ) de mano del Mesías, para vengar a Israel y darle todos los bienes que le ha prometido. Entonces el Pájaro regresa a su lugar. El Mesías, sin embargo, vuelve a estar escondido en el mismo lugar que antes”.

Zohar 2:8a-b, Edición de prensa de Soncino

Recapitulando algunos de estos asombrosos pasajes del Zohar y comentarios de R’Vital, aprendemos que:

  • Una estrella en Oriente brilla ante el mundo anunciando al Mesías
  • Cuando el Mesías venga por primera vez, nadie, ni siquiera su propia familia, lo reconocerá. 
  • El Mesías se revela en la tierra de Galilea
  • El Mesías estará oculto
  • El Mesías ascenderá al cielo para recibir poder, gloria y la corona de YHVH.
  • El Mesías desciende y regresa
  • Todos los reyes de la tierra vienen a pelear contra él.

Para quienes no están familiarizados con el Nuevo Testamento (Escritos Mesiánicos), todos estos elementos están presentes en sus páginas. Como dijo una vez R’ Yitzhak Lichtenstein cuando comenzó a leer el Nuevo Testamento:

Busqué espinas y recogí rosas”.

Rebeco Yitzhak Lichtenstein

Reuniendo a los polluelos

El Tikkuney Zohar 12b dice que el “nido de pájaro” se refiere al exilio de la Shekhinah (o Presencia Divina). 

El R’ Bachya ben Asher, conocido como Rabbeinu Bachaye (1255-1340 CE) describe que la palabra «madre» como:

“…una referencia a la emanación Binah, la fuente de la cual las siete emanaciones inferiores derivan su aporte espiritual en cada ciclo de shemittah de siete años para renovar la faz de la tierra. La tierra es el Qan HaOlam (el Nido del Mundo). Se la conoce como Im HaOlam, “Madre del Mundo”, como la “madre pájaro”, ya que eclosiona a todas las criaturas”.

R’ Bachya ben Asher sobre Deuteronomio, traducido por R’ Eliyahu Munk, Lambda Publishers, Volumen 7, pág. 2631 – 2632

El Rebe Najman se hace eco de este concepto:

Ha-EiM (la madre) alude a Binah – que corresponde a IMma (madre) – y a las Sefirot Superiores”.
Torá de Rebe Najman, Volumen III,
Instituto de Investigación Breslov.

Hay una historia jasídica que se cuenta sobre el rabino de Lublin:

Le preguntaron al rabino de Lublin: “¿Por qué en el Libro sagrado del Esplendor (Zohar), la vuelta a Dios que corresponde a la emanación ‘comprensión’ se llama ‘Madre’? Explicó: “cuando un hombre confiesa y se arrepiente, cuando su corazón acepta el Entendimiento divino y se convierte a él, se vuelve como un niño recién nacido, y su propia vuelta a Dios es su madre”.

Cuentos de los jasidim, primeros maestros,
Martin Buber, Schocken Books, pág. 314

Nuestro Maestro Yeshúa explicó en el Evangelio de Juan:

¡Es verdad, os digo que el que no nace del agua y del espíritu no puede entrar en el Reino de Dios! 
Lo que nace de la carne, carne es. Lo que nace del Espíritu es espíritu. 
No os maravilléis de que os haya dicho:
‘Os es necesario nacer de nuevo!»
(Juan 3:5-7)

Si bien está más allá del alcance de este artículo, esta declaración vincula al RuaJ HaKodesh (el Espíritu Santo), con el Partzuf de la ‘Madre Superior‘ (Imma Ila’a) de quien las almas nacen desde arriba, convirtiéndose en nuevas creaciones. Respecto al Partzuf de la ‘Madre/ Hija Inferior ‘ (Imma HaTata’ah). Esto se menciona en Apocalipsis 12:1-6, 21:2. Si bien esta explicación es insuficiente, los sabios lo entenderán. El Ben Ish Jai comenta sobre el pasaje:

“ בדרך ba-derekh (en el camino) significa que esto dependerá de hacer teshuvá (arrepentimiento) que también se llama “ דרך derekh”, como explicaron nuestros Rabinos de bendita memoria en Midrash Yalkut Shimoni con respecto a Tehilim 25:8 (Él instruye pecadores en el camino) y sabemos que la teshuvá acelerará la geulah. בכל עץ (en todos los árboles) como un remez de la Torá, que puede provocar la geulah. . . También sabemos que la Torá se llama “ עץ ” (árbol) como vimos en Mishli 3:18 (es árbol de vida para quienes se aferran a él).  האם רבצת (y la madre está sentada) significa que no debemos subestimar el valor de estos dos tikunim, ya que la madre es un remez de la Shejiná que es “ רבצת” sentado en galut (exilio). . .”

Ben Ish Jai, Aderet Eliyahu,
traducido por Rav Eliyahu Nissim Atias, Volumen 2, págs. 737 – 738

En una declaración asombrosa, Yeshúa, con el corazón roto, le habla a Jerusalén:

¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que a ella son enviados! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina junta a sus polluelos debajo de las alas, y no quisiste!» (Mateo 23:37)

El Rebe Najman comenta:

Los “pollitos y huevos” representan almas que son débiles y requieren la protección y cuidado de “la madre pájaro”, es decir, el tzadik”.

Torá de Rebe Najman, Volumen III,
Instituto de Investigación Breslov, pág. 310

En este nivel, Rebe Najman explica que ‘guardar a los polluelos‘ se refiere a ‘elevar a las almas perdidas‘ que son débiles y que han «descendido a las degradaciones y humillaciones de este largo exilio» y requieren la crianza del Tzadik (término que señala al Mesías). El Tzadik está escondido en el Qan Tzippor (el Nido del Pájaro), esperando que Israel esté listo. Increíblemente, la palabra pájaro “Tzippor” escrita en su forma completa equivale al valor de YESHÚA:

ציפור = ישוע = 386

Hay una hermosa historia del Baal Shem Tov, contada por Howard Schwartz, que es la siguiente:

El Baal Shem Tov estaba una vez orando con sus jasidim. Ese día oró con gran concentración, no sólo palabra por palabra, sino letra por letra, para que los demás terminaran mucho antes que él. Al principio lo esperaron, pero al poco tiempo perdieron la paciencia y uno a uno se fueron”.

 Más tarde, el Baal Shem Tov se acercó a ellos y les dijo:

Mientras oraba, subí la escalera de vuestras oraciones hasta el Paraíso. Mientras ascendía, escuché una canción de indescriptible belleza. Por fin llegué al palacio del Mesías, en lo más alto de los cielos, conocido como el Nido del Pájaro. El Mesías estaba parado junto a su ventana mirando hacia un árbol de gran belleza. “… Seguí su mirada y vi que sus ojos estaban fijos en una paloma dorada, cuyo nido estaba en las ramas más altas de aquel árbol. Fue entonces cuando me di cuenta de que la canción que impregna todo el Paraíso provenía de esa paloma dorada. Y entendí que el Mesías no podía soportar estar sin esa paloma y su canto ni por un momento. Entonces se me ocurrió que si podía capturar la paloma y traerla de regreso a este mundo, el Mesías seguramente me seguiría. Así que ascendí más alto, hasta que estuve al alcance de la paloma dorada. Pero justo cuando lo alcancé, la escalera de oraciones se derrumbó”.

[Árbol de las almas, «La escalera de las oraciones», Howard Schwartz, Oxford University Press, pág. 490]

En otras palabras, la redención depende de Israel, si ‘escuchan su voz‘. El libro Tomer Devorah of the Ramak , R’ Moshe Cordevero (1522-1570 d.C.), dice:

כצִיפר נודדת מִן קנה ־ שהִיא השכינה , כן אִיש נודד מִמקוֹמוֹ, ונטיר לה, ואומי דלא יתיב לאתריה עד דיחזיר לה לאתרה (זוה”ק תצא דף רעה). הנה גם הוא מחֹלל מפשעינו מדכא לרצונו מעונותינו ורפואת שניהם בידינ ו
רבי משה קורדובירו, תומר דבורה, פרק ה

Como un pájaro que se aleja de su nido” – [el “pájaro”] refiriéndose a la Shejiná, “así es un hombre (refiriéndose a YHVH) que se aleja de su lugar” (Mishlei 27:8). 
Él (YHVH) la espera (a la Shejináh) y jura que no regresará a Su lugar hasta que La devuelva a Su lugar (Zohar Saitzei 278a). 
Así, también Él está enfermo a causa de nuestras transgresiones , aplastado voluntariamente a causa de nuestras iniquidades. La curación de ambos está en nuestras manos”.

Tomer Devorah, Capítulo 5, 21 del mes, Publicaciones Tomer, pág. 54


Publicado por Ben Burton el 29 de agosto de 2017 – Traducción y adaptación anónima

¿Qué significa «discernir el Cuerpo (de las almas) del Señor?

Autor: Jeremy Chance Springfield


Las cartas del sheliaj (apóstol) Pablo abordan muchos temas, pero uno en particular se repite. En cuatro de las siete congregaciones diferentes a las que escribió, Pablo habló del concepto de que los creyentes son el «cuerpo» del Mesías. En esas referencias dispersas pero frecuentes, menciona este concepto en diversos contextos y detalles, pero la noción central es la misma en todo momento: ¡los creyentes constituyen de alguna manera espiritual el cuerpo del Mesías en esta Tierra!

La interpretación más común de esto es que los creyentes son un «grupo» o «congregación» que trabajan juntos, unidos en espíritu y enfoque para cumplir los objetivos mesiánicos en este mundo.

Aunque esto no es falso, no da cuenta de las nociones hebraicas que hay detrás de lo que Pablo estaba transmitiendo. Hay que recordar que fue educado no sólo en el judaísmo, sino también en la secta rabínica de los fariseos, educado por un fariseo para ser fariseo (véase: Hechos 23:6). Su aprendizaje también fue supervisado por Gamaliel (ver: Hechos 22:3), un erudito maestro de la Torá venerado no sólo por su mención en el libro de Hechos 5:34, sino también en los textos históricos talmúdicos del judaísmo.

Cuando leemos a Pablo a la luz de su aprendizaje, y con la percepción de que estaba relatando profundas verdades espirituales por medio del formato limitado de una carta, podemos apreciar que lo escrito es la punta del iceberg de lo que sabía y lo que informaba su proceso de pensamiento. Con el valioso material que tenía a mano de pergamino y tinta, no podía incluir mucho en cada carta, por lo que el trasfondo hebraico de ciertas ideas que transmitía no siempre podía acompañar a una afirmación. Además, sus lectores sabían que estaban tratando con la religión judía y la Deidad hebrea, por lo que no habrían esperado que sus afirmaciones se hicieran en un vacío contextual. Más bien, sus afirmaciones existían con el contexto del pensamiento judío detrás de ellas, aunque no se compartieran debido a las limitaciones de material y espacio para explicarlas.

Al estar tan alejados del contexto antiguo adecuado, nos corresponde ahora volver a familiarizarnos con la perspectiva original en la que se hizo su referencia a formar parte del «cuerpo» del Mesías. Veamos las palabras de Pablo que se conservan en la epístola a los Efesios sobre este tema:

«le dio [para ser] la cabeza de la asamblea, es decir, su cuerpo, y la plenitud de aquel que lo completa todo en todo.»

(Efesios 1:22-23)

«Porque nadie aborreció jamás su cuerpo, sino que lo alimentó y lo cuidó, como el Mesías a la asamblea, porque somos miembros de su Cuerpo, de su carne y de sus huesos.»
(Efesios 5:29-30)

Estas afirmaciones nos revelan dos conceptos principales: la asamblea de los creyentes constituye el «cuerpo» del Mesías, y cada creyente individual tiene un lugar en ese cuerpo espiritual, como miembro, carne o hueso, hablando del papel único que desempeña cada creyente trabajando juntos en la unidad.

El concepto presentado por Pablo proviene de una interpretación judía profundamente arraigada de las Escrituras. Para apreciar lo que Pablo está diciendo a los creyentes en las diversas asambleas, veamos primero un texto judío llamado Shemot Rabbah, y luego se abordará la explicación del pensamiento.

El texto Shemot Rabá hace una breve cita inicial de Eclesiastés 6:10, que he puesto en negrita en la traducción al español. La elaboración resultante de lo que significa puede no ser inmediatamente clara para el lector en cuanto a por qué ese pasaje fue presentado como la base de las nociones presentadas, pero cuando el texto hebreo se considera cuidadosamente, el pensamiento tendrá sentido.

La palabra utilizada para «hombre» en el pasaje bíblico no es el término genérico ISH, sino el término de significado más pesado ADAM; por lo que el midrash es: ¡no leer «hombre«, sino leer adám! La idea es que se sabe lo que le sucede a adám ¡pues se le deben haber mostrado todos los que formaban parte de él! Esas almas humanas unidas a él se describen como vinculadas a las distintas partes de su cuerpo.

Esta visión judía única sobre el estado original de adám es, por tanto, en lo que pablo se basaba para afirmar que los creyentes son el cuerpo del mesías, ya que vemos un lenguaje muy similar utilizado por el apóstol Pablo al escribirle a los discípulos de Yeshúa residentes en la ciudad de Corinto las siguientes palabras mistagógicas:

porque así como el cuerpo es uno, y tiene en él muchos miembros, pero todos los miembros del cuerpo -aunque son muchos- son un solo cuerpo, así también es el mesías. Porque también nosotros -todos- por un solo espíritu fuimos sumergidos en un solo cuerpo, ya sea judíos, ya sea gentiles, ya sea esclavo, ya sea hijo de la libertad; y todos bebimos de un solo espíritu. Porque incluso el cuerpo no es un solo miembro, sino muchos. Porque si el pie dijera: «porque no soy la mano, no soy del cuerpo mismo», ¿acaso no es del cuerpo?, y si la oreja dijera: «como no soy el ojo, no soy del cuerpo mismo», ¿acaso no es del cuerpo? porque si todo el cuerpo fuera ojos, ¿dónde estaría el oído? y si todo el cuerpo fuera el oído, ¿dónde estaría el olfato? Sin embargo, ahora alaha ha colocado cada uno de los miembros en el cuerpo como él ha querido. sin embargo, si todos fueran un solo miembro, ¿dónde estaría el cuerpo? Sin embargo, ahora los miembros son muchos, pero el cuerpo es uno.

«De hecho, aunque el cuerpo es uno solo, tiene muchos miembros y todos los miembros, no obstante ser muchos, forman un solo cuerpo. Así sucede con Cristo. Todos fuimos bautizados por un solo Espíritu para constituir un solo cuerpo —ya seamos judíos o no, esclavos o libres—, y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu.

Ahora bien, el cuerpo no consta de un solo miembro, sino de muchos. Si el pie dijera: «Como no soy mano, no soy del cuerpo», no por eso dejaría de ser parte del cuerpo. Y si la oreja dijera: «Como no soy ojo, no soy del cuerpo», no por eso dejaría de ser parte del cuerpo. Si todo el cuerpo fuera ojo, ¿qué sería del oído? Si todo el cuerpo fuera oído, ¿qué sería del olfato? En realidad, Dios colocó cada miembro del cuerpo como mejor le pareció. Si todos ellos fueran un solo miembro, ¿qué sería del cuerpo? Lo cierto es que hay muchos miembros, pero el cuerpo es uno solo.«

(1ª Corintios 12:12-20)

Esta noción se ve también interpretada de manera similar a la palabra adam que se encuentra en el oráculo del profeta Ezequiel:

Y sabrán que Yo, Yahvéh su Elokim, estoy con ellos, y ellos son Mi pueblo, la Casa de Yisra’el, dice el Maestro Yahvéh.
Y tú, rebaño mío, el rebaño de mi prado, eres Adam, y yo soy tu Elokim,
dice el Maestro Yahvéh.«
(Ezequiel 34:30-31)

Al igual que con Eclesiastés 6:10, este pasaje vincula a la asamblea de Israel con Adam, expresándolo de la manera más clara posible: ¡Israel es Adam!,  es decir, ¡las almas de las personas se originaron en el cuerpo de Adam en el comienzo de los tiempos!

El concepto de almas conectadas a un cuerpo espiritual también se conserva en el texto judío del Zohar Jadash, donde se comparte un poco más de información:

El texto se refiere a esta naturaleza espiritual como GUF HANESHAMOT, traducido como «El Cuerpo de las Almas«. Desde este lugar en la naturaleza espiritual original de Adám, todas las almas vienen a este mundo. Por tanto, vemos un vínculo único entre Adam, en cuyo cuerpo se originaron todas las almas, y el Mesías, en quien todas las almas redimidas se denominan Su «cuerpo».

Este lugar conocido como «El Cuerpo de las Almas» también se menciona en el Talmud y lo conecta con la venida del Mesías.

Citando Isaías 57:16, vemos que el Talmud promueve la noción de que todas las almas son inherentemente parte de Adam y deben manifestarse según lo determinado antes de que el Mesías pueda venir. Por eso Pablo habla del cuerpo del Mesías: lo que se perdió en el cuerpo de Adam está siendo recuperado en el cuerpo del Mesías, reformado y restaurado a la gloria originalmente prevista.

Pablo también se refirió a este enlace en el pasaje de la primera carta a los Corintios:

«Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados
(1 Corintios 15: 22)

Otra versión dice:

«Porque así como en Adam muere todo hijo del hombre, así también en el Mesías viven todos«

¡Así como todas las almas fueron encontradas en el cuerpo de Adam, así también en el cuerpo del Mesías se encuentran las almas de Su pueblo!

El rabino Menajem Najum escribió sobre esta verdad transmitida por Pablo en su obra, Me’or Enayim:

Podemos apreciar lo que significa ser parte del cuerpo del Mesías, porque es el proceso de restauración el que sana a Adam por las grandes misericordias del Santo Bendito Sea. Apegados a Yeshúa, podemos ser incluidos en la Asamblea de una manera pura y santa. Por lo tanto, Pablo habla finalmente de esta inclusión en el cuerpo en su epístola a los Efesios:

«Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia y se dio a sí mismo por ella, para santificarla, habiéndola purificado por el lavamiento del agua con la palabra, a fin de presentársela a sí mismo, una asamblea en toda su gloria, sin que tenga mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuera santa e inmaculada.»
(Efesios 5:25-27)

La justicia de Yeshúa permite que los creyentes se unan a Él y sean restaurados ante HaKadosh Baruj Hu («el Santo Bendito Sea») de una manera que no sería posible simplemente confiando en su propia bondad inadecuada.  Las almas estropeadas por la insurrección de Adam contra la santidad y el propósito eterno divino pueden volver a acercarse a esa antigua intención para el hombre uniéndose al Mesías en Su acto de curar lo que ha sido herido en la humanidad.

La bendición de la gracia de estar incluidos en el «cuerpo» del Mesías significa que todos los creyentes están incluidos en la justicia de Su propio mérito incomparable ante el Creador, purificados de nuestras propias carencias y defectos y ubicados exactamente donde se supone que debemos estar en la asamblea.  de los fieles.

Por lo tanto, se considera que la explicación de Israel en relación con Adám informa las propias afirmaciones de Pablo a lo largo de sus cartas.  Los creyentes consisten en el Cuerpo del Mesías, el GUF HANESHAMOT: ¡un cuerpo de almas restauradas a la armonía y unidad con el Santo a través del Segundo Adám!


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¿Cómo solucionó el apóstol Pablo el asunto del esclavo fugitivo Onésimo? (Epístola de Filemón)

«No entregarás a su amo un esclavo que se haya escapado de su amo a ti. Él habitará con vosotros en medio de vosotros, en el lugar que él escogiere en una de vuestras ciudades donde le plazca; no lo maltratarás

(Deuteronomio 23:15-16)

«Pablo, preso del Mesías Yeshúa, y Timoteo nuestro hermano, a Filemón nuestro amado hermano y colaborador, a Apia nuestra hermana, a Arquipo nuestro compañero de milicia, ya la [congregación] en tu casa: Gracia a vosotros y paz a vosotros. de Dios nuestro Padre y del Señor Yeshua Mesías…»

(Filemón 1-3)

La Torah prohíbe devolver un esclavo fugitivo a su dueño, a su vez la ley de Roma prohibía albergar a un esclavo fugitivo. Ese conflicto legal dejó a Pablo en una posición difícil. Veamos como la Sabiduría de lo alto lo condujo a dar solución a esta causa.

Hemos leído y estudiado que el mandamiento de la Torah de “no devolver un esclavo fugitivo a su amo” se refiere a los esclavos que han huido a la tierra de Israel en busca de asilo. Así pues, y aunque la Torah habla específicamente solo de un esclavo fugitivo que se refugia en la tierra Santa, el principio más amplio enseña que debemos otorgar asilo a cualquier esclavo fugitivo.

Esta ley yahvista tiene una relación significativa con el trasfondo de la epístola de Filemón.

Filemón, el creyente gentil temeroso de Dios, tenía esclavos. Uno de sus esclavos (un joven llamado Onésimo), escapó y huyó a Roma donde se encontró con los amigos de Filemón, Pablo y Epafras. Fuen bajo la tutela de Pablo que Onésimo conoció al Maestro Yeshúa y se hizo creyente naciendo de nuevo del agua y del Espíritu.

Pablo y Epafras se dieron cuenta de que la situación con Onésimo requería cierta delicadeza. Aunque el principio de la Torah les prohibía devolver a Onésimo a Filemón, la ley romana les obligaba a hacerlo. Filemón sin duda se enteraría de que su esclavo se había presentado en su compañía, y podría exigir que se lo devolvieran, una demanda que no podían cumplir porque la Torah les prohibía hacerlo.

Debido a dicha legislación divina el apóstol Pablo no devolvió a Onésimo en contra de su voluntad, sino que más bien convenció a Onésimo para que regresara voluntariamente y entregara una epístola a Filemón. En la carta, Pablo le suplicaba a Filemón que perdonara a Onésimo y le concediera su libertad. Puso la solicitud de tal manera que Filemón no podía, en buena conciencia, rechazar.


Traducido y adaptado de: «El Club de la Torah«

El deber de la muchacha virgen

Por: Moisés Franco

Si hubiere una muchacha virgen desposada con alguno, y alguno la hallare en la ciudad, y se acostare con ella; entonces los sacaréis a ambos a la puerta de la ciudad, y los apedrearéis, y morirán; la joven porque no dio voces en la ciudad, y el hombre porque humilló a la mujer de su prójimo; así quitarás el mal de en medio de ti”.

(Devarim/Deuteronomio 22:23-24 | RV-60)

Sin lugar a duda uno de los pasajes en todas las Sagradas Escrituras que más conflicto interior me ha causado (y entiendo que no debo haber sido al único que le ocurrió).  Dentro mío me parecía un acto injusto culpar en cierto modo a la chica por haber sufrido una violación. Porque, si bien está en medio de una ciudad, sabido es (como tristemente aún ocurre) que puede ser raptada al pasar por algún sitio oscuro o recóndito sin posibilidad de pedir auxilio.  Sin embargo, hoy el bendito Espíritu Santo me trajo luz sobre el tema, tal como Yeshúa dijo que lo haría (Juan 16:13).  

La clave está en un comentario que hace Rashi sobre el tema de por qué aclara el versículo que el hecho ocurre en una ciudad. La versión Torat Emet lo cita así: que el hombre se haya acostado con ella es la consecuencia directa de que la chica estaba en medio de la ciudad. Y lo ilustra con un ejemplo: una brecha en la pared de una construcción es una invitación al ladrón”. 

A simple vista, desde una mirada superficial boba, pareciera ser que estuviera reforzando un paradigma machista, pero no es así.  

En primer lugar, tenemos que alejarnos un poco de nuestra mirada occidental del siglo XXI y mirar más en contexto.

Difícilmente el versículo podría ser un mero enunciado opresivo contra la mujer porque habla de pena de muerte también para el varón. Pero hay algo más: históricamente no eran las mujeres quienes estudiaban de forma directa la Torah, sino los varones.  Por lo que esto no fue escrito primordialmente para ellas (aunque claro está que no las excluye), sino pensando fundamentalmente en el género masculino y con objetivos pedagógicos espirituales.  

Siendo así, ¿cuál sería esa enseñanza trascendental? Cabe destacar previo a responder eso, que la distribución en porciones y ascensiones del estudio de la Torah no es fruto de las ediciones impresas desde el siglo XVIII hasta ahora, sino que fueron guiadas por el Espíritu Santo ya desde los tiempos de Moisés y habrían sido formalizadas por al sacerdote Esdras para terminar ese proceso ya con Maimónides quien se basó en documentación del siglo X de nuestra era “sin dejar nada al azar”, como dice el P.A. David Nesher.  

Entendiendo esto, el Señor me llevó a ver que la tercera ascensión o aliyáh -que es donde se halla el pasaje que estamos analizando- no inicia con una regulación de la actividad sexual, ni siquiera con una sobre cuestiones de comportamiento masculino o femenino. No, empieza así:

cuando edifiques una casa nueva, construye una baranda alrededor de la azotea, no sea que alguien se caiga de allí y sobre tu familia recaiga la culpa de su muerte

(Devarim/Deuteronomio 22:8| NVI)  

Los comentaristas judíos afirman: “en sentido figurado, “casa” alude a la persona, de modo que el versículo debe verse como una indicación en el sentido de que hacerse una protección espiritual alrededor de su ser para protegerse de los peligros que desde el mundo material acechan por doquier, y de los que uno podría ser presa si no toma los debidos recaudos”.

Por un lado, esto nos revela que tenemos el mandato divino de la autopreservación. Es decir, estamos obligados a proteger nuestra integridad física evitando tomar riesgos innecesarios para el propósito del Eterno.  

Por eso, cuando el adversario tentó a nuestro amado Maestro para que saltara de la parte más alta del templo, Él le contestó: “no tentarás al Señor tu Dios”, citando Devarim 6:16.

Pero, yendo más profundo, el Amado me permitía ver que la joven desposada es nuestra alma, comprometida en alianza con Él.  

Entendiéndolo así, el diablo nos está asechando para hacernos pecar, para denigrar nuestra dignidad de ser parte de la Amada Novia del Ungido (1 Pedro 5:8).  

Ante esto no podemos argumentar que “no pudimos hacer nada frente al pecado, caímos”. Sino que tenemos que resistirlo con todas nuestras fuerzas, porque incluso cuando estas se acaben, es Su poder el que se revela en nuestra debilidad (2 Corintios 12:7-9).  

Quisiera cerrar con esto que nos dice el Espíritu en la carta del apóstol Jacobo: “…sométanse a Dios; opongan resistencia al diablo, y él huirá de ustedes” (Jac.4:7) y en el libro a los Hebreos: “…consideren a aquel que sufrió tanta contradicción de parte de los pecadores, para que no se cansen ni se desanimen. En la lucha que ustedes libran contra el pecado, todavía no han tenido que resistir hasta derramar su sangre(Heb. 12:3-4|RVC).

En conclusión, el deber de la mujer virgen comprometida es preservarse para su amado, de la misma manera nosotros debemos luchar con el poder del Espíritu Santo contra el pecado a fin de preservar nuestra alma y todo nuestro ser para nuestro esposo, quien nos aguarda en las “bodas del Cordero”.  

El Último Día de Moshé

Por Rav Avi Geller

“Y Moshé fue”

(Deuteronomio 31:1)

Pregunta: ¿A dónde fue?

Respuesta: La tienda de Moshé estaba fuera del campamento de los israelitas. Cuando Moshé deseaba reunir a su pueblo, hacía sonar las trompetas (ver Números 10:7). Sin embargo en este día, su último día en la tierra, no sería apropiada tanta pomposidad, por esta razón Moshé fue hacia el campamento para dirigirse a su pueblo.

Otros explican que Moshé expuso a propósito su fuerza física al caminar energéticamente frente al pueblo. Al demostrar que era físicamente capaz a los 120 años de edad, sus siguiente palabras, «Soy incapaz de salir y entrar», inevitablemente se refirieron a la Torah. Cuando las puertas de la Torah se cerraron, Moshé no tenía deseo de vivir.

El gran rabino Baruj Ber Lebowitz de Kaminetz (en Lituania) escuchó que alguien proclamó, «¡Sin Torah no podemos vivir!». A lo que el rabino respondió: «E incluso si pudiéramos, ¡¿quién querría vivir así?!».

* * *

¿De Quién es la Culpa?

«Dios le dijo a Moshé: Cuando mueras, esta nación seguirá a dioses extraños. Ellos me abandonarán y violarán el pacto que hemos hecho. Entonces me enojaré con ellos y esconderé Mi rostro de ellos – y serán consumidos por el enemigo.

«Acosados por maldad y problemas (como resultado de sus acciones), ellos dirán: “Es porque Dios no está conmigo que estos males me ocurren”. Y yo esconderé Mi rostro de ellos por todo el mal que han cometido.

«Y ahora, escribe esta canción (refiriéndose al poema de Haazinu, que insinúa la mitzvá de escribir un Sefer Torah), y enséñala al pueblo. Esta canción será testigo. Cuando Yo los lleve a la tierra que prometí a sus ancestros, de la cual mana leche y miel, comerán y se saciarán y vivirán con lujos. Y entonces buscarán otros dioses y Me enojarán y romperán Mi pacto. Cuando sean acosados por males y por problemas, este poema va a testificar, porque nunca será olvidado de sus descendientes”. 
(Deuteronomio 31:16-21)

Una analogía nos va a ayudar a entender estos versos: Un viudo con 10 hijos decidió volver a casarse y la madrastra tenía la tarea de criar a los niños. Un día la madrastra y los niños fueron donde el rabino para mediar sus diferencias.

“¡Ella no nos alimenta!”, reclamaron los niños.

“¡Cierto!” replicó la madrastra, “pero ellos se niegan a obedecerme”.

“¡Cierto!” replicaron los niños, “¡pero ella no nos alimenta!”.

¿Quién tiene la culpa? Los niños no le obedecen porque ella no los alimenta. Ella no los alimenta porque ellos no la obedecen.

El rabino pidió reunirse con los vecinos que recordaban a la madre biológica. Ella definitivamente los alimentaba. Si ellos eran buenos niños en ese entonces, eso probaba que la que estaba equivocada era la madrastra. Sin embargo, si ellos tampoco no obedecían a su verdadera madre, eso probaba que los niños estaban equivocados.

Esta es la analogía del pueblo de Israel. Nos encontramos en exilio y Dios aleja Su rostro de nosotros (no sentimos Su presencia). El resultado es que nos deterioramos, vivimos vidas sin Torah y pagamos el precio en sufrimiento. El pueblo reclama que la asimilación es causada por el duro exilio: «Porque Dios no está entre nosotros, estos problemas nos aquejan« (Deuteronomio 31:17).

Dios responde que el exilio es el resultado del alejamiento del pueblo: «Y yo esconderé Mi rostro de ustedes por todos los males que han cometido« (Deuteronomio 31:18).

¿Cómo determina esto quién está equivocado? Dios nos está advirtiendo con anticipación: estás a punto de entrar a la Tierra Santa (la madre patria, por así decir) donde tendrás todo lo bueno (mana leche y miel), ¡e incluso así olvidarás Mi pacto y adorarás ídolos! Esto atestiguará que ustedes están equivocados y que no pueden utilizar al “exilio” como una excusa. Por el contrario, cuando el pueblo de Israel vuelva a la Torah, el exilio se habrá terminado. (Kehilat Itzjak).

* * *

La Renuncia de Moshé

La parashá termina con la renuncia de Moshé:

Reconozco su rebeldía y terquedad. Si incluso mientras estoy vivo entre ustedes hoy, se rebelan contra Dios, ¡ciertamente lo harán después de mi muerte!
Reúnan a los sabios y yo hablaré estas palabras y llamaré al cielo y a la tierra para que testifiquen. Porque sé que después de mi muerte el pueblo se irá fuera del camino por el cual los he guiado, y enojarán a Dios 
(Deuteronomio 31:27 – 29)

El rabino S.R. Hirsch comenta (parafraseado):

Nada puede probar el origen divino de la misión de Moshé tanto como estos versos. Si la “Ley de Moshé” fuera sólo un conjunto de leyes escritas por Moshé, ¡el mundo no podría tener un tonto más grande que Moshé! Qué insensatez más grande que dar leyes que son tan completamente opuestas a las ideas e inclinaciones de la gente a la cual están orientadas. Incluso el legislador mismo está completamente consciente de que en los siglos venideros el pueblo no aceptaría la Ley, ni la Ley aceptaría a la gente.

Y como estrategia final para alcanzar el objetivo propuesto, designar como garante “al cielo y a la tierra” y no dejar otro medio más que el Libro de la Ley y sus enseñanzas – que a pesar de todo ¡no se perderá de sus hijos y de los hijos de sus hijos!

Y si ahora observamos los miles de años de este pueblo y este “Libro de Moshé” y consideramos cómo finalmente y en tiempos de los peores sufrimientos, este pueblo se ha pegado tan profundamente a la Torah, que por ella han soportado martirios históricos sin paralelo, y esta Torah se ha convertido en las “alas de águila” en las cuales la ley de Dios ha llevado al pueblo judío sobre todas las pruebas en el mundo que sólo han ofrecido discordia y desprecio, malos entendidos y amargura y las ha transformado en poderes frescos de espíritu y vida. Y no sólo eso, sino que se ha convertido en la fuente de Vida y de Verdad de todas las naciones. Es el Árbol de Vida, sus semillas acarreadas a toda la humanidad por sus hijos esparcidos…

Qué ser pensante, cuando lee la declaración final de Moshé – y luego permite que su mente pase por la historia de este pueblo y de este libro – puede negarse a aceptar que esta Torah no es el trabajo de Moshé, sino la «Ley de Dios» de la cual somos mensajeros, para que el pueblo de Israel y la Torah sigan siendo el dedo de Dios que guía a la humanidad”.

¿Qué es y en qué consiste una Parashá?

Por P.A. David Nesher

«Al cabo de siete años, en la época del año de remisión, durante la fiesta de Sucot, cuando todo Israel viene a presentarse ante El Eterno, tu Dios, en el lugar que Él ha de elegir, leerás esta Torah ante los oídos de todo Israel. Reúne al pueblo, a los hombres, las mujeres, los niños pequeños y al extranjero que está en tus ciudades, para que oigan y para que aprendan, y teman a Yahvéh, tu Dios, y sean precavidos de cumplir con todas las palabras de esta Torah. 

(Deuteronomio/Devarím  31:10-12)

«Porque Moshé desde tiempos antiguos tiene en cada ciudad quien lo predique en las sinagogas, donde es leído cada día de Shabat. 

Hechos 15: 21

Según la historia que surge de la tradición judía fue Moshé quien ordenó las lecturas públicas anuales de la Torah en Shabat,. Siglos más tarde, los Sabios se guiaron por el contenido y aspectos formales para dividir de esta manera las secciones, no dejando librado al azar o al antojo nada de lo referido a lo consagrado. Se dice que fue en Babilonia durante la cautividad de la Casa de Judá, cuando los sabios dividieron los cinco libros de Moisés en 54 “porciones” (en hebreo Parashot, del singular Parashá que significa “Porción”)

En la Eretz Israel primitiva, la lectura completa de la Torah tomaba tres años y medio; fue el rey Josías quien estaba tan preocupado de que la nación escuchara la Torah de Dios para no irse detrás de la idolatría, que realizó una reforma comprometiéndose con todo el pueblo a mantenerse firme en el estudio semanal de la Torah (2 Reyes 23: 1-3). Pero, durante el exilio en Babilonia, el tiempo de duración de cada parashá se redujo a un año, y esta costumbre continúa siendo seguida.

Es el Talmud el que relata que fue Ezra (Esdras) el Escriba quien luego del regreso del exilio babilónico estableció la práctica de leer la Torah los lunes y jueves de mañana y en Shabat por la mañana y por tarde (Talmud Yerushalmi, Meguilá 4:1).

¿Por qué en estos días? Porque los lunes y jueves eran los días de mercado, en que los campesinos llegaban a las ciudades para vender sus productos y hacer sus compras (Bava Batra 22a). Así pues estos días brindaban una excelente oportunidad para reunir a todo el pueblo por unas horas con el fin de enseñarles los códigos y las segulot (tesoros de energía mesiánica) de la Torah. Y dado que los comerciantes urbanos estaban ocupados estos días y no podían asistir a las reuniones de estudio de la Torah, se estableció para beneficio de ellos la lectura adicional de la Torah los sábados por la tarde. Los Sabios se guiaron por el contenido y aspectos formales para dividir de esta manera las secciones, no dejando librado al azar o al antojo nada de lo referido a lo consagrado.

Asimismo el Talmud brinda también una razón espiritual para las dos lecturas de los días laborables, e incluso sugiere que esta práctica es anterior a las disposiciones de Ezra, quien tal vez haya formalizado la costumbre de leer la Torah los días lunes y jueves, pero no habría sido el autor de la misma. Los Sabios han considerado siempre el agua como símbolo de la Torah. Lo que el agua es para el cuerpo: fuente de vida, manantial refrescante, lo es la Torah para el alma. Tanto es así que al describir el paso de los israelitas por el desierto, se dice que se pusieron impacientes porque “anduvieron tres días por el desierto sin hallar agua:

Moshé hizo que Israel marchara del Mar Rojo y salieron hacia el Desierto de Shur; anduvieron durante tres días en el desierto, mas no hallaron agua. Llegaron a Mará, pero no pudieron beber las aguas de Mará, pues eran amargas; por eso lo llamaron Mará. El pueblo se quejó ante Moshé, diciendo: « ¿Qué beberemos?»
(Éxodo 15:22-23)

Los Sabios consideran este pasaje como una lección práctica para ser Talmidim (discípulos) que estudian la Torah. Según ellos, el malestar se produjo a raíz de haber andado tres días sin el sustento espiritual de la Torah. Esta es, según los Sabios, la razón por la cual ya mucho antes de Ezra, los Profetas habían establecido que la Torah debe leerse los días lunes y jueves además del Shabat. Esta disposición asegura que no transcurran tres días sin que el pueblo reciba el sustento espiritual que brinda la lectura de la Torah en público.

Para ser más veraces y certeros en la historia, diré que la división de parashot que se encuentra en los rollos de la Torah de hoy en día, de todas las comunidades judías, se basa en la lista sistemática proporcionada por Maimónides en su obra Mishneh Torah ( sección «Leyes de Tefilín, Mezuzá y Rollos de la Torah«, capítulo 8). A su vez, esta Sidráh (u «Orden») de división de la Torah, Maimónides la estableció basándose el Códice de Alepo escrito en la ciudad de Tiberíades en el siglo X d.C., y que perseguía el propósito de preservar la tradicional forma de estudiar las parashot que los judíos traían desde los tiempos de Ezra.

La Torah se suele dividir en 54 porciones o parashot. Cada porción (parashá) es leída públicamente durante la semana en la sinagoga (los lunes y jueves por la mañana, así como los sábados por la mañana y por la tarde), por eso también se conoce por Parashat Hashavua (la Porción de la Semana).

Cada una de las “parasháh” era leída y explicada cada sábado en la mañana en las diferentes sinagogas, costumbre que se sigue hasta nuestros días; además, a dicha “porción” se le agregan otros textos tomados de “los profetas” (Nevím) (Josué hasta Reyes e Isaías hasta Malaquías) que también se le conoce en la cultura hebreas como “ Haftarah” (traduciada como: «conexión» o «conclusión«).


Esta es la subdivisión de cada libro según sus “Parashot” (“secciones”):

Libro “Bereshit” (En principio):
1 – sección semanal “Bereshit” (En principio)
2 – sección semanal “Noaj” (Noé)
3 – sección semanal “Lej lejá” (Ve para ti”
4 – sección semanal “Vaierá” (Se mostró)
5 – sección semanal “Jaie Sará” (Vida de Sará)
6 – sección semanal “Toldot” (Genealogía)
7 – sección semanal “Vaietzé” (Salió)
8 – sección semanal “Vaishlaj” (Envió)
9 – sección semanal “Vaieshev” (Residió)
10 – sección semanal “Miketz” (Al cabo)
11 – sección semanal “Vaigash” (Se acercó)
12 – sección semanal “Vaieji” (Vivió)

Total parashot libro Bereshit: 12

Libro “Shemot” (Nombres):
1 – sección semanal “Shemot” (Nombres)
2 – sección semanal “Vaerá” (Me mostré)
3 – sección semanal “Bo” (Ven)
4 – sección semanal “Beshalaj” (Envió)
5 – sección semanal “Itró” (Itró)
6 – sección semanal “Mishpatim (Sentencias)
7 – sección semanal “Terumá” (Ofrenda)
8 – sección semanal “Tetzavé” (Ordena)
9 – sección semanal “Ki tisá” (Cuando cuentes)
10 – sección semanal “Vaiakehel” (Congregó)
11 – sección semanal “Pecudei” (Recuento)

Total parashiot libro Shemot: 11

Libro “Vayikrá” (Levítico):
1 – sección semanal “Llamó” (Llamó)
2 – sección semanal “Tzav” (Ordena)
3 – sección semanal “Sheminí” (Octavo)
4 – sección semanal “ki tazría” (Cuando concibiere)
5 – sección semanal “Metzorá” (Leproso)
6 – sección semanal “Ajarei mot” (Tras el deceso)
7 – sección semanal “Kedoshim” (Santos)
8 – sección semanal “Emor” (Habla)
9 – sección semanal “Behar” (En el monte)
10 – sección semanal “Im bejucotai” (Si en mis decretos)

Total parashiot libro Vayikrá: 10

Libro “Bamidbar” (Números):
1 – sección semanal “Bamidbar” (En el desierto)
2 – sección semanal “Nasó” (Cuenta)
3 – sección semanal “Bealotjá” (Cuando enciendas)
4 – sección semanal “Shelaj lejá” (Envía para ti)
5 – sección semanal “Coraj” (Coraj)
6 – sección semanal “Jucat” (Decreto)
7 – sección semanal “Balac” (Balac)
8 – sección semanal “Pinjas” (Pinjas)
9 – sección semanal “Matot” (Tribus)
10 – sección semanal “Masaei” (Viajes)

Total parashiot libro Bamidbar: 10

Libro “Devarim” (Deuteronomio):
1 – sección semanal “Devarim” (Palabras)
2 – sección semanal “Vaetjanán” (Oró)
3 – sección semanal “Ekev” (Por cuanto)
4 – sección semanal “Reé” (Mira)
5 – sección semanal “Shoftim” (Jueces)
6 – sección semanal “Ki tetzé” (Cuando salgas)
7 – sección semanal “Ki tabó” (Cuando vengas)
8 – sección semanal “Nitzavim” (Ustedes están presentes)
9 – sección semanal “Vaielej” (Fue)
10 – sección semanal “Azinu” (Escuchad)
11 – sección semanal “VeZot haberajá” ( Esta es la bendición)

Total parashot libro Devarim: 11

Como hay 52 semanas en un año, se lee una parashá cada misma semana, este ciclo de lectura de la Torá – Keriat Hatorá – comienza en Shabat Bereshit (primer Shabat después de Sucot) y finaliza en la Festividad de Simjat Torá.

Josué: Un Líder con Boca de Serpiente (Pinjás)

Por P.A. David Nesher

¿Por qué Moisés oró, «Dios de todos los espíritus de toda carne» al pedir un nuevo líder para Israel? Rashi explica que Moisés le dijo al SEÑOR: «¡Señor del universo! La personalidad de cada ser humano se revela ante ti, y sabes que no hay dos exactamente iguales. Designa un líder sobre ellos que se encargue de cada uno de acuerdo con su personalidad

El SEÑOR respondió a la oración de Moisés por un sucesor al nombrar a Yehoshúa/Josué, el siervo de Moisés, como el próximo líder de Israel. Yehoshua/Josué era un hombre en quien residía el Espíritu de Dios.

¿Cómo llegó a ser Yehoshúa/Josué un líder tan grande y digno? Aprendió el arte del liderazgo siendo un discípulo cuidadoso y un fiel servidor de Moisés.

Si una persona desea desarrollarse en sabiduría, debe pasar tiempo con los sabios. Si una persona desea desarrollarse en rectitud, debe pasar tiempo con personas justas. Si una persona desea convertirse en un buen líder, debe permanecer cerca de los buenos líderes. Asimismo, a medida que seamos mejores discípulos de nuestro maestro Yeshua de Nazaret, seremos cada vez más como Él. El Evangelio de Lucas dice: «Un discípulo no es superior a su maestro; pero cada uno, después de haber sido formado, será como su maestro» (Lucas 6:40).

Te invito a escuchar esta Webinar para desarrollar esta idea en forma más clara:

https://youtu.be/jIWU7VLi1J8

Seraj: una mujer anciana, pieza clave del éxodo.

Por P.A. David Nesher

Y el nombre de la hija de Aser era Seraj”.
(Bemidbar 26:46).

Seré sincero, (no sé si también te pasa esto), pero cuando leo en la Torah las genealogías, tiendo a colocar poca atención a los nombres que aparecen en las mismas y muchas veces tiendo a saltearlos por parecerme poco interesantes.  Pero, en la lectura que hoy he estado realizando (segunda aliyah), ha vuelto a llamarme la atención el nombre de Seraj, la única mujer que aparece mencionada en el censo realizado por Moshé en el desierto en las estepas de Moab.

¡Calma, sé que la pregunta no se hace esperar!: ¿quién era esta mujer para tener el privilegio de ser la única fémina mencionada por su nombre en estas genealogías? Antes de sumergirnos en la búsqueda de la respuesta, debemos recordar algo muy importante. Por lo que hasta ahora hemos aprendido, sabemos que en la cultura hebrea, la mención de un personaje femenino en un listado genealógico que incluye solo nombres masculinos sugiere que dicha mujer tenía cierto nivel de relevancia en la historia de su familia, de su clan, su tribu y también su nación.

Seraj bat Asher es un personaje entrañable. La primera vez que aparece en el texto bíblico la encontramos en la nómina de los hijos de Israel que bajaron a Egipto. En una genealogía básicamente masculina (como todas en la Torá) llama la atención que, al enumerar a los hijos y nietos de Jacob, se nos informa que Asher tenía una hija:

«Los hijos de Aser: Imná, Isvá, Isví, Beriá, y su hermana que se llamaba Seraj. Los hijos de Beriá: Héber y Malquiel.»
(Bereshit/Génesis  46:17)

Ahora bien, lo más notable es que, al leer los nombres de quienes salieron de Egipto tras el largo proceso de esclavitud, notamos que entre los descendientes de Asher censados en esta sección (Pinjás) vuelve a aparecer su hija, Séraj (Bemidvar/Números 26:46 – citado en el encabezado). ¡Y nuevamente más cuestionamientos!: **¿cómo se explica que un ser humano haya entrado a Egipto y salido de allí después de más de 400 años?**

Para lograr comprender quién es este personaje femenino, y ante la falta de mayor información o comentarios en la Torah, deberemos suplir nuestra investigación considerando varios midrashim de los Sabios, quienes llenan el aparente silencio de las Sagradas Escrituras, permitiéndonos revisar este personaje aparentemente secundario, que sin embargo adquiere dimensiones proféticas muy importantes en la Historia de la Salvación.

Seraj, según el Séfer HaYasharEl libro de Jasher») y la exégesis de “Midrash Avot”, pareciera ser que no era la hija biológica del patriarca Asher, sino su hijastra.

De acuerdo a dichos libros, Asher se casó primeramente con Adon bat (hija) de Aflal, ben (hijo) Hadad, ben Ishmael. Dicha mujer murió antes de tener hijos. Entonces, Asher se casó en segundas nupcias con Hadurah bat Abimael (ben Heber, ben Shem), la viuda de Malkiel (hijo de Elam, hijo de Shem). Hadurah le había dado una hija a Malkiel, a quien llamó Seraj. Después de la muerte de Malkiel, madre e hija regresaron a la casa de Abimael. Tras el matrimonio de Asher con Hadurah, él decidió adoptar a Seraj y los llevó a Kenaán (Canaán) para que vivieran en la casa de Yaakov. [Esta es una de las fuentes que usa el Talmud (Meguilá) para mostrar que un niño adoptado se considera hijo del padre adoptivo, a diferencia del padre genético, en la ley de la Torah.] La tradición dice que tenía tres años cuando Asher se casó con su madre, y desde entonces se crió en la casa de Yaakov, cuyo afecto se ganó con su notable piedad y virtud. Fue la persona que anunció a su abuelo Yaacov que su hijo Yosef todavía vivía; y por esta razón el patriarca la bendijo con vida eterna.

Según el relato del midrash de Séfer Hayashar, después de 22 años, Yaakov avinu  sigue viviendo el duelo por su hijo Yosef; sin embargo este aparece repentinamente. Los hijos de Yaakov no saben como darle tremenda noticia a su padre, para que no sea demasiado impactante. Ahora bien, resulta que la pequeña hija de Asher tenía un nivel espiritual muy alto, además de contar con el talento para tañer el arpa proféticamente de una manera asombrosa. Por eso le piden que se ella quien lo haga. Entonces, Seraj entra cuidadosamente al ohel (tienda) de Yaacov y empieza a entonar una bella melodía con el arpa mencionando que “mi tío Yosef aún vive” dentro de su canto. Cuando la pequeña Seraj cantó estas palabras, y Yaakov comprendió su significado, casi colapsó. Sin embargo, la dulzura de su canto alivianó el impacto, y él fue capaz de calmarse. Entonces, Yaakov en gratitud bendijo a Seraj por darle tal noticia, diciéndole: “Hija mía, que la muerte nunca tenga poder sobre ti hasta el final de los tiempos, puesto que has revivido mi espíritu. Así fue como nuestro patriarca le concedió a Seraj una bendición de longevidad, ¡y ella fue la única que bajó a Egipto con Yaakov y que salió 210 años después con Moshé!

También en el “Midrash Avot” se relata que Moshé se dirigió a Seraj cuando quiso saber dónde estaban enterrados los restos de Yosef (ver Soṭá 13a; Devarim Rabá 11). Según el Midrash (Qohelet Rabá. 7: 11), Seraj fue “la mujer sabia” que causó la muerte de Sheba ben Bijri (II Samuel 20).

Según el relato tradicional (Mejilta Derabí Ismael, Maseta Vayehi Beshalaj, Petijta; Sotá 13a), cuando los israelitas estaban listos para salir de Egipto, estaban ocupados en tomar el botín;Moshé era el único que estaba preocupado en hallar los huesos de Yosef. Buscó su ataúd en toda la tierra de Egipto, pero no pudo encontrarlo. Seraj era la única de esa generación que aún estaba viva.

Moshé se dirigió a ella y le preguntó:
_ “¿Sabes dónde está enterrado Yosef?
Ella respondió:
_ “Lo colocaron aquí. Los egipcios le hicieron un ataúd de metal y lo hundieron en el Nilo, para que sus aguas fueran bendecidas”.

Gracias a esta información, Moshé fue al Nilo, se paró en la orilla y gritó:

¡Yosef, Yosef, ha llegado el momento del juramento que Dios juró a nuestro padre Abraham, que redimirá a sus hijos. Honra al Señor, el Dios de Israel, y no retrases su redención, porque estamos atrasados. Si te muestras, estará bien; y si no, entonces estamos libres de su juramento si no levanta su ataúd, saldremos de Egipto y lo dejaremos aquí!”.

El ataúd de Yosef salió inmediatamente a la superficie y Moshé lo recogió

Esto llevó a los rabinos a afirmar que Seraj entregó “el fiel al fiel”, ya que ella entregó a Yosef a Moshé cuando partieron de Egipto (Bereshit Rabá 94: 9).

Según los sabios, Seraj no solo estaba entre los que vinieron a Egipto y uno de los que lo dejaron, sino que también ingresó a Eretz Israel; esa sería la razón que aparece en Bemidbar 26:46, incluyendo a Seraj entre los nombres de los que ingresan a la tierra (Seder Olam Rabá 9).

Finalmente en esta parashá vemos que aparecen también mencionadas las cinco hijas de Tzlofhad. Pues entonces, teniendo en cuenta esto notamos la existencia de un nexo entre estos dos pasajes.

Las hijas de Tzelofhad se hacen merecedoras de una heredad en la Tierra de Israel al igual que lo es Seraj. El sabio Najmánides, conocido como el Rambán, al comentar Bamidbar 26:46 dice:

Porque todavía estaba viva cuando terminó la esclavitud del pueblo de Israel en Egipto, y luego de los cuarenta años en el desierto, y es una de las setenta personas mencionadas en Génesis 46 que fueron a Egipto con Jacob, las Sagradas Escrituras la mencionan aquí

Onkelos traduce (el versículo 46): “y el nombre de la hija del primer esposo de la esposa de Asher era Seraj”, lo cual quería decir que era una hija que tenía herencia de la Tierra y por derecho propio (Bamidbar 36:8), y por tanto las Sagradas Escrituras la mencionan aquí al igual que menciona a las hijas de Tzelofhad, porque Seraj se incluye entre ellos cuando dice: ‘A ellos, será dividida la tierra’ (26:53).

Explico aquí algo importante para este estudio. Seraj, de haber sido hija de Asher, no hubiera heredado una parte de la Tierra, ya que él tenía hijos varones (como dice el versículo 44). Pero Seraj era hija de la esposa (de Asher) en un primer matrimonio por lo que la herencia de la Tierra pasó a Seraj. En este caso, la razón de que las Sagradas Escrituras incluya la frase ‘y Seraj su hermana’ (Barmidbar/Números 46:17) es porque ella era medio hermana de los hijos de Asher, pero no su hija. Y por tanto está escrito: «el nombre de la hija de Asher era Seraj«, y no dice “y la hija de Asher era Seraj”, porque la intención del versículo es decir que su nombre era conocida como “la hija de Asher”, pero se llamaba en realidad Seraj. Rashi explica que al estar viva al final de la travesía de Israel por el desierto, entonces sería como las hijas de Zelofehad en cuanto a recibir una herencia de la Tierra por derecho propio.

Hasta aquí Najmánides que al mencionar a Onkelos establece una clara relación entre las hijas de Tzlofhad y el episodio de la herencia de la Tierra y Seraj, también ella, según esta interpretación, contada entre los herederos de la tierra.

Ahora bien, independientemente de la tradición de los sabios, creo que hay una enseñanza interesante en la historia de Seraj bat Asher para nosotros y es la que tiene que ver con el lugar de los adultos mayores en nuestras comunidades. Es saber que en esas personas que ya caminan con dificultad, que a veces les cuesta hablar, y que muchas veces relegamos en pos de escuchar voces más jóvenes, en ellos está una sabiduría irremplazable. Cada historia, cada testimonio, cada relato es una oportunidad más de construir nuestra memoria colectiva y asegurarnos de que las jóvenes generaciones sepan lo que sucedió en aquellos tiempos pasados de nuestra historia.

Seraj era la única que había vivido en carne propia la llegada a Egipto, los años de bonanza y también los de esclavitud. Seraj era depositaria de un pedazo de la memoria del pueblo que muchos ya habían olvidado, que los jóvenes líderes desconocían. Si Moshé hubiese confiado en su propio saber y en el de quienes lo rodeaban, quizá todavía estuviera buscando a Yosef. Pero tuvo la nobleza y la sabiduría de preguntarle a la más anciana de la tribu, en la esperanza de que ella aún recordara la historia. Moshé sabía que hay cosas que por más formación, capacidades y habilidades que él tuviera, sólo podían descubrirse oyendo el testimonio de aquellos que lo precedían. Y así transformó a Seraj en una pieza clave del éxodo.