profetas

El Mesías Yeshúa revelado en la Parashá y Haftará Nitzavim

Por P.A. David Nesher

«Y sucederá que cuando hubieren venido sobre ti todas estas cosas, la bendición y la maldición que puse delante de ti, y te acordares de ellas en tu corazón, estando entre todas las naciones adonde te hubiere arrojado el Eterno, tu Dios, y te volvieres al Eterno, tu Dios, y obedecieres su voz conforme a todo lo que yo te ordeno hoy, tú y tus hijos, con todo tu corazón y con toda tu alma, entonces te traerá el Eterno, tu Dios, con El de tu cautiverio, y se compadecerá de ti y te hará volver juntándote de entre todas las naciones adonde te hubiere esparcido el Eterno, tu Dios. Aunque tu destierro estuviere en el extremo del cielo, de allí te recogerá el Eterno, tu Dios, y de allí te tomará,

Devarim/Deuteronomio 30: 1-4

La verdad es que leer estos pasukim (versículos), y especialmente en versículo cuatro, nos conduce a darnos cuenta que esta porción de las Sagradas Escr itura revela un acontecimiento que ocurrirá en los momentos finales de los últimos días.

Debo primeramente decir que como con muchas otras profecías, este pasaje tiene más de un nivel de cumplimiento. También me es necesario solicitarte que recuerdes que toda las Sagradas Escritura son inspiradas por el Espíritu de la profecía que es el testimonio de Yeshúa (Revelación/Apocalipsis 19: 10). Por lo tanto, un pasaje bíblico:

  • puede tener un cumplimiento histórico literal,
  • puede tener un cumplimiento midráshico,
  • puede tener un cumplimiento histórico-profético y
  • puede tener un cumplimiento Mesiánico.

Lamentablemente en nuestros días, la mayoría de creyentes del sustrato protestante evangélico son apenas capaces de mostrar referencias específicas al Mesías Yeshúa y Su obra de redención de la Torah. Esto se debe principalmente porque ellos no han sido enseñados a estudiar las Sagradas Escrituras temáticamente, y por lo tanto se encuentran en un estado de analfabetismo profético que es la razón principal de la crisis del cristianismo post-moderno.

El Análisis Temático de un texto de la TaNaK (o mal llamado Antiguo Testamento) es la llave para que cualquier creyente logre ver figuras del Mesías Yeshúa y Su obra de redención en la Torah, los Profetas (Neviim) y los Escritos (Ketuvim).

Entonces, y comenzando con nuestro análisis temático de Devarim cap. 30, vers. 4, hagámonos la siguiente pregunta: ¿Este pasaje de hecho se refiere a la doctrina de la Segunda venida de Yeshúa? Bien, para lograr una respuesta veraz, comencemos a ver y analizar los distintos detalles del texto.

¿Cuál palabra describe la acción que el Eterno ejecutará a favor de Am Yisrael en Devarim 30:4?

Recoger.

¿De dónde los recogerá Él?

Le advierto de antemano que esta es una pregunta sutil. Seguramente, ante una lectura rápida del versículos, usted inmediatamente asumirá «de las naciones donde Él los ha esparcido.”

Sin embargo, necesito pedirle que sólo base su respuesta en Devarim 30:4.

Otra vez: ¿De dónde los recogerá Él?

Del extremo de los cielos.

¿Qué? ¿Del extremo de los Cielos?

Sí, el hebreo usa la palabra Cielos, no Tierra. Veamos este pasuk (versículo) en su idioma oriiginal:

Im-yiheyeh nidajaja biktseh hashamayim misham yekabetsja Adonay Eloheyja umisham yikajeja.

El problema que tenemos es que algunas traducciones reemplazan la palabra hebrea HaShamayim (Cielos) por Tierra. (Las traducciones que hacen esto incluyen la New American Standard Bible, la New Living Translation, la Versión Contemporánea en Inglés, y la Nueva Versión Internacional, donde declara, “la tierra más distante debajo de los cielos”). La explicación es que en las mentes de los traductores, los paradigmas dogmáticos de los mismos no encuentran sentido que el Eterno diga que Él recogerá al disperso Am Yisrael (Pueblo de Israel) desde los Cielos. Entonces, ellos encontraron conveniente de arreglar la traducción adaptándola a su criterio religioso. Sin embargo, el único problema es que Moisés quería decir lo que dijo y, por lo tanto, dijo lo que quería decir.

Como verás más abajo, tenemos el problema que si se sustituye la palabra Tierra por Cielos, cada uno de los investigadores de la Instrucción divina nos estamos perdiendo la enseñanza de Moisés sobre una de las más asombrosas y deseadas doctrinas del Brit Hadasháh (Pacto Renovado) del Eterno a través de Su Mashiaj Yeshúa.

¿Qué estaría haciendo la gente de Israel en los Cielos?

A esta altura de mi bitácora, sé que algunos de ustedes ya sabrán a dónde estoy yendo. Pero para aquellos de ustedes que aún no lo ven… ¿se dan cuenta que esta es una profecía de la segunda venida del Mesías cuando los muertos en Mesías serán levantados y nosotros los que quedemos seremos transformados?

¿Cómo sé yo que esta es la interpretación correcta?

Apreciado lector, te invito a leer el Evangelio según San Mateo 24:29-31, especialmente el versículo treinta y uno:

E inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, y las estrellas caerán del cielo, y las potencias de los cielos serán conmovidas.

30 Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria.
31 Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos, de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro.

¿Cuál palabra describe la acción que los ángeles ejecutarán a favor de los justos?

¡Ellos JUNTARÁN a los escogidos!

¿De dónde los juntarán los ángeles?

¡De los “cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro”!

Sabes que, en Devarim cap. 30, vers. 4,… ¡Moisés profetizó de la Segunda Venida del Mesías! Justamente, es el análisis temático le ayuda a verlo.

Ahora sabemos por qué Moisés declara que el Eterno recogería a Am Ysrael de los Cielos.

¿Por qué? Porque si usted al leer en el texto en su forma original piensa que es porque Moisés estaba profetizando concerniente a la Segunda Venida cuando los muertos en Mesías serían levantados y aquellos que queden serían transformados, después, ambos grupos serán recogidos en el cielo (juntados, si usted quiere), entonces. ¡Usted Lo Entendió!

Pero si no ha logrado verlo, pues tiene en este momento en sus manos una traducción bíblica que da otra idea, lo invito a profundizar mirando este este asunto de traducción un poco más cerca.

Primero, permítame darle citas directivas de las versiones judías Torat Emete y Biblia Tanaj, comparadas con la versión protestante Reina Valera 1960 (RV1960) de las Sagradas Escrituras en obsequio de la comparación.

Devarim 30:4 (según Torat Emet)dice:

— «Aun si tu exilio estuviere en el extremo del Cielo, también desde allí te reunirá el Eterno, tu Dios, y también desde allí te tomará,«

Devarim 30:4 (NKJV) (RV1960) dice:

— «Aun cuando tus desterrados estuvieren en las partes más lejanas que hay debajo del cielo, de allí te recogerá el SEÑOR tu Dios, y de allá te tomará«.

Ya dije más arriba que la mayorías de las traducciones españolas (tanto como las inglesas) tratan de componer el hebreo, el cual para ellos no tiene sentido, pues dice que el Eterno recogerá a Su Pueblo Israel desde los Cielos en lugar de la Tierra. Es por eso que muchas traducciones reemplazan la palabra hebrea, Cielos por Tierra.

(Las traducciones que hacen esto incluyen la New American Standard Bible, la New Living Translation, la Versión Contemporánea en Inglés, y la Nueva Versión Internacional (donde declara, “la tierra más distante debajo de los cielos”).

Entendamos pues, y aceptemos que en las mentes de los traductores, no tiene sentido que el Eterno diga que Él recogerá a los dispersos de Am Yisrael de los Cielos ya que el contexto de Devarim 30:4 es que ellos están esparcidos en las naciones. Fue por esto que ellos trataron de arreglar las cosas en la traducción. Pero, me es necesario reiterar que el único problema es este: ¡Moisés quería decir lo que dijo y dijo lo que quería decir!

Aquí está la revelación. Cuando yo leí Devarim 30:4 en la RV1960, noté que era diferente de la Torat Emet. Me di cuenta que la RV1960 usa la frase «debajo del cielo«, mientras la Jumash usa la frase en «los extremos del cielo«. Esto hace una gran diferencia. Si la traducción es debajo de los cielos, entonces mis argumentos no tendrían ningún sentido porque debajo del cielo ESTÁ la Tierra. Sin embargo, el argumento de que Moisés estaba profetizando de la Segunda Venida y la resurrección tiene sentido si en efecto dice en los extremos del cielo.

Bien, si miramos juntos en el hebreo de la Jumash, notamos que esa frase preposicional es así…

בקצה השמים (HaShamayim)

Es claro que la palabra hebrea, ~ השמים, es literalmente los Cielos. La palabra hebrea para בקצה (biktseh), es literalmente «en«, «sobre el extremo«, «en la orilla fronteriza». La palabra hebrea para extremo u orilla קצה tiene la letra ב en frente es la preposición en. Por tanto, esa frase preposicional es literalmente: «¡en (sobre) el extremo (orilla fronteriza) de los Cielos!«

Entonces, ¿qué significa esto?

Significa que incluso si los traductores de la RV1960 mantuvieron la palabra cielos, como está en el hebreo, ellos todavía pensaron que no tenía sentido, así que cambiaron la frase preposicional en/sobre el extremo/orilla, a «debajo del cielo». En cambio la versión judía Torat Emete lo hizo correctamente.

Ahora, por favor te invito a volver conmigo a considerar el Evangelio de Mateo (24:31) otra vez:

«Y enviará Sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a Sus escogidos de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro.»
Mateo 24:29-31 (RV1960)

Ahora hagamos conexiones temáticas entre Devarim 30:4 y Mateo 24:31.

Ambos pasajes usan la palabra «recoger» y/o «juntar«.

Ambos pasajes usan la misma frase preposicional que significa desde un extremo de los cielos hasta el otro.

Entonces, ahí lo tenemos.

Moisés definitivamente profetizó de la Segunda Venida del Mesías y la Primera Resurrección (lo que la iglesia cristiana evangélica llama «el rapto») todo en un instante. Como usted puede ver, un poco de hebreo permite sumergirnos en grandes profundidades de nuestra emunáh, y logramos llegar muy lejos en nuestro peregrinar en por este mundo hacia el Olam HaVá (Mundo Venidero):

Sólo como algo aparte, ahora sabemos que el hebreo literal declara en/sobre el extremo/orilla de los Cielos. Miremos unas pocas versiones de Deuteronomio 30:4 y veamos cómo los traductores lucharon con la traducción del versículo. Recuerde, por qué están luchando. Ellos no entienden cómo el Eterno recogería al pueblo esparcido de Israel desde el cielo.

  • – NIV— debajo de los cielos. [erróneo]
  • – NASB— en los extremos de la tierra [erróneo]
  • – El Mensaje— Sin importar que tan lejos ustedes hayan acabado [erróneo]
  • – Traducción Nueva Vida— en los extremos de la tierra. [erróneo]
  • – Versión Contemporánea en Inglés—a los países más lejanos en la tierra [erróneo]
  • – NKJV— «a las partes más lejanas debajo del cielo.» [erróneo]
  • – NIV Versión UK — «a la tierra más distante debajo de los cielos» [erróneo]
  • – Versión Standard en Inglés— en las partes más extremas del cielo [Ellos lo hicieron correctamente]
  • – Amplificada— en las partes extremas de los cielos [ello lo hicieron correctamente]
  • – NKJV del Siglo 21— «fuera a las más lejanas partes del cielo» [Ellos lo hicieron correctamente]
  • – ASV— «en las partes más extremas del cielo» [Ellos lo hicieron correctamente]
  • – Darby— «fuera a los extremos de los cielos» [Ellos lo hicieron correctamente]
  • – Cantera Iglesias _ «en el extremo de los cielos.» [Ellos lo hicieron correctamente]

Una de las razones principales de que la doctrina del rapto es falsa es porque no tiene base en la Torah. Usted ve, el Tanak entero habla claramente de la reunión de Am Israel. El énfasis en todas las Escrituras de reuniones claramente concerniente a la reunión de la dispersa Am Israel a la nación de Israel. Ahora sabemos que la reunión es sinónimo de la segunda venida del Mesías (junto con la resurrección y transformación en un abrir y cerrar de ojos).

Por tanto, la reunión (erróneamente llamada el rapto) no tiene nada que ver con el rapto de la “Iglesia”, mientras los «Judíos» sufren en medio de la tribulación.

La Toráh NO enseña sobre el rapto de la «Iglesia». Sin embargo, si la Torah enseña sobre la reunión del Pueblo de Israel disperso en las naciones en los cielos; entonces ¿sabe qué? ¡Tú puedes confiar en eso!

Por favor, te invito a leer Devarim 31:10-11. Como lo declaré antes, tradicionalmente, el Rey leía la Torah.

¿Sabes cuál será el primer Día Santo para ser celebrado cuando Yeshúa regrese?

Sukot.

Cuando Yeshúa regrese, ¿cuál misión estará cumpliendo?

La Misión de Rey.

Entonces, fundamentados en Devarim 30:10-11, nuestra fe descansa en:

1) el hecho de que Yeshúa estará regresando como Rey y,
2) en el hecho de que Sukot será el primer Día Santo que celebraremos en el Reino por venir,

¿Qué estará haciendo el Mesías Yeshúa en ese Sukot?

Enseñándonos la Toráh. ¡Porque la Torah del Señor saldrá de Sion!, tal como está escrito en el Libro del profeta Miqueas:

«Muchas naciones vendrán, y dirán: «¡Vengan, subamos al monte del Señor, a la casa del Dios de Jacob! Él nos guiará por sus caminos, y nosotros iremos por sus sendas.» Porque la Torah saldrá de Sión; de Jerusalén saldrá la palabra del Señor.»
Miqueas 4:2 – RVC

¡Ahora veamos a Yeshúa en la Haftarah!

En lo que hemos considerado hasta ahora, nos damos cuenta que la porción de la Torah contiene una de las más asombrosas profecías concernientes a la Segunda Venida del Mesías Yeshúa. Por tanto, no debería sorprender que la porción de Haftarah también contenga Escrituras proféticas de significado Mesiánico.

Te invito a leer Isaías capítulo 61, versículo 10.

«En gran manera me gozaré en el ETERNO,
Mi alma se regocijará en mi Dios.
Porque Él me ha vestido de ropas de salvación,
Me ha envuelto en manto de justicia
Como el novio se engalana con una corona,
Como la novia se adorna con sus joyas.
«

¿Cómo será vestida Am Israel?

En manto de justicia.

¿Cómo retrata Isaías a Am Yisrael?

Como una novia.

¿Puedes relacionar temáticamente estos dos conceptos a la Segunda Venida de Yeshúa?

Los mantos de justicia son las vestiduras dadas a los santos (Apocalipsis 6:11, 7:9,13,14; y 19:7-8. Efesios 5:22-33) y nos enseña que Yeshúa regresará por una novia ataviada con tales vestiduras, sin mancha, ni arruga alguna.

Bien, entonces ahora te invito a que leas Isaías capítulo 62, versículo 5:

«Porque como el joven se desposa con la doncella,
se desposarán contigo tus hijos;
y como se regocija el esposo por la esposa,
tu Dios se regocijará por ti.
» (LBLA)

¿Cómo se regocijará el Eterno sobre Am Yisrael?

Como el novio se regocija con la novia.

El punto importante aquí es que las doctrinas del Brit HaDashá (Pacto Renovado) concernientes a nuestros mantos de justicia y la Novia del Mesías, tienen su fundamento en el TaNaK. Además, evidentemente estas dos doctrinas están asociadas a la Segunda Venida del Mesías.

Ahora, te solicito que leas Isaías capítulo 62, versículos 10 al 11.

«¡Pasen por las puertas de la ciudad!, ¡pasen por ellas! ¡Ábranle paso al pueblo! ¡Allanen el camino y quítenle las piedras! ¡Levanten la bandera sobre los pueblos! ¡Oigan lo que el Señor ha dado a conocer hasta los extremos de la tierra! Digan a la hija de Sión: «¡Aquí viene tu Salvador! ¡Su recompensa lo acompaña! ¡Sus obras le anteceden!«

¿Puede usted pensar en un versículo del Brit HaDashá relacionado temáticamente a este pasaje?

Sí, Apocalipsis 22:12, donde Yeshúa declara que Su recompensa está con Él:

«¡Miren! ¡Ya pronto vengo! Y traigo conmigo mi galardón, para recompensar a cada uno conforme a sus acciones.«

¿Logras ver la conexión?

Sigamos esforzándonos por más Luz, te invito a leer Apocalipsis cap.11, versículo 18:

Las naciones se han enfurecido,
pero ha llegado tu ira,
el tiempo de juzgar a los muertos
y de recompensar a tus siervos los profetas,
a los santos y a los que temen tu nombre,
lo mismo grandes que pequeños,
y de destruir a los que destruyen la tierra.

¿Cómo crees que está este versículo relacionado temáticamente a Isaías 62:10-11?

Ambos pasajes hablan de Dios enfrentándose con recompensas y castigo.

Hemos leído que el profeta Isaías declara, «tu salvación viene.» (62:11)

Recordemos que el nombre de Yeshúa en hebreo es ישוע. Las palabras, «tu salvación,» en la frase «tu salvación viene,» son derivadas de la palabra hebrea para salvación, y el sufijo mostrando posesión; así este versículo está declarando literalmente: «¡Tu salvación (Yeshúa) viene

Vamos juntos a leer al profeta Isaías en el capítulo 63:

¿Quién es éste que viene de Edom? ¿Quién viene de Bosra, vestido de rojo? ¿Quién es el que marcha con gran poder, envuelto en tan hermoso vestido?
«Soy yo, el que habla con justicia; el que es grande para salvar.»
 ¿Y cómo es que tu vestido es rojo? A juzgar por tus ropas, ¡pareciera que estuviste pisando uvas en un lagar!
 «Yo solo he pisado la uvas del lagar. De los pueblos, ninguno estaba conmigo. En mi enojo, aplasté esas uvas; en mi furor las pisoteé, y su sangre me salpicó la ropa y me manché mis vestiduras. Y es que sólo pienso en el día de la venganza; ¡ha llegado el año de mi redención! Miré, y no había quien me ayudara. Me sorprendió no contar con ningún apoyo. ¡Fue mi brazo el que me dio la victoria! ¡Fue mi enojo lo que me sostuvo! En mi enojo aplasté a los pueblos; ¡los embriagué con mi furor, y derramé su sangre por el suelo!»

(63:1-6 – RVC)

Por favor, permíteme compartir contigo el comentario de la versión judía Artscroll Jumash concerniente a estos versículos:

Su pasaje de cierre describe a Adonai metafóricamente como un Guerrero viniendo de una batalla, sus vestiduras salpicadas con la sangre de Edom la descendencia de Esau, ancestro del Imperio Romano, el cual ocasionó el exilio actual de toda la nación de Israel”.

Como habrás notado, este pasaje habla de YHVH como si Él fuera un ser humano.

¿Puedes pensar en un pasaje del Brit HaDashá temáticamente relacionado a este?

Sí, Apocalipsis 19:7-21 que habla del regreso de Yeshúa:

¡Regocijémonos y alegrémonos y démosle gloria! ¡Ha llegado el momento de las bodas del Cordero! Ya su esposa se ha preparado, y se le ha concedido vestirse de lino fino, limpio y refulgente.» Y es que el lino fino simboliza las acciones justas de los santos.

La cena de las bodas del Cordero

Entonces el ángel me dijo: «Escribe: “Bienaventurados los que han sido invitados a la cena de las bodas del Cordero.”» Y también me dijo: «Éstas son palabras verdaderas de Dios.» 10 Yo me postré a sus pies para adorarlo, pero él me dijo: «¡No hagas eso! Yo soy consiervo tuyo, y de tus hermanos que retienen el testimonio de Jesús. Adora a Dios. Pues el testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía.

El jinete del caballo blanco

11Entonces vi que el cielo se había abierto, y que allí aparecía un caballo blanco. El nombre del que lo montaba es Fiel y Verdadero, el que juzga y pelea con justicia. 12 Sus ojos parecían dos llamas de fuego, y en su cabeza había muchas diademas, y tenía inscrito un nombre que sólo él conocía. 13 La ropa que vestía estaba teñida de sangre, y su nombre es: «El verbo de Dios.» 14 Iba seguido de los ejércitos celestiales, que montaban caballos blancos y vestían lino finísimo, blanco y limpio. 15 De su boca salía una espada afilada, para herir con ella a las naciones. Él las gobernará con cetro de hierro; y pisará el lagar del ardiente vino de la ira del Dios Todopoderoso. 16 En su manto y en su muslo lleva inscrito este nombre: «Rey de reyes y Señor de señores.»

17 Vi entonces que un ángel estaba de pie en el sol, y que con voz potente les decía a todas las aves que surcan los cielos: «Vengan ya; júntense para la gran cena de Dios, 18 para que devoren los cadáveres de reyes, capitanes y poderosos; los cadáveres de caballos y de jinetes, ¡los cadáveres de todos, libres y esclavos, pequeños y grandes!» 19 Vi entonces que la bestia y los reyes de la tierra y sus ejércitos se reunían para luchar contra el que montaba el caballo, y contra su ejército. 20 Pero la bestia fue apresada, y también el falso profeta que había hecho señales milagrosas delante de ella, con las que había engañado a los que recibieron la marca de la bestia y habían adorado su imagen. Estos dos fueron lanzados vivos a un lago de fuego que arde con azufre. 21 Los demás fueron muertos con la espada que salía de la boca del que montaba el caballo, y todas las aves se saciaron devorando sus cadáveres.

Como podemos ver este pasaje escrito por el apóstol Juan usa el mismo lenguaje como el expresado en la profecía de Isaías 63, una vestidura bañada en sangre, guerra en contra de los enemigos de Ysrael y pisando el lagar del la ira del Elokim Todopoderoso. ¡Cuán asombroso es conocer lo revelado por el Espíritu de la Profecía!

Como puedes ver, esto es claramente una profecía Mesiánica. Note que los comentadores de la versión Artscroll Jumash están muy cerca de la verdad cuando ellos interpretan que Adonai está hablando de esto como un hombre. En efecto, ¡YHVH regresa como un hombre, Yeshúa HaMashiaj! Note las conexiones temáticas.

En Isaías 63:2-6, YHVH es descrito como regresando en una vestidura manchada de sangre. En Apocalipsis 19:13, Yeshua regresa con una vestidura teñida en sangre.

En Isaías 63:2-6, YHVH está descrito como el que pisa el lagar en ira. En Apocalipsis 19:15-17, Yeshua pisa el lagar de la ira del Elokim Todopoderoso.

Isaías 63:8 declara que YHVH se convirtió en su Salvador. La palabra hebrea traducida Salvador es: מושיע, la cual es muy similar a la palabra para Mashiaj (Mesías). La palabra Mashiaj significa el Ungido. ¡Nosotros todos sabemos que Yeshúa es el Salvador del mundo porque es el Ungido de Dios!

Te pido que notes que Isaías cap. 63, vers. 17, es una oración para que YHVH regrese. Este pasaje entero es una profecía Mesiánica del regreso de Yeshúa.

Por último, comentaré que los pasajes citados arriba también enseñan la Divinidad de Yeshúa. Muchas de las profecías del TaNaK concernientes a YHVH encuentran su cumplimiento en Yeshúa porque Él es uno (Ejad) con el Padre. ¡Él NO es el Padre! ¡Él es Ejad con EL PADRE! Esto es un misterio.

Antes vimos cómo la segunda venida de Yeshua en Apocalipsis estaba temáticamente conectada a Isaías 63 mediante la vestidura bañada en sangre. Hay dos figuras en la Torah que son las figuras más vivas del Mesías Yeshúa (José y Moisés). Las conexiones temáticas y alusiones entre José y el Mesías Yeshúa son tan abundantes que son un tema en y de sí mismas. Por ejemplo, note cómo la Torah usa la túnica de José dos veces como un objeto para identificarlo. La primera vez es en Génesis 37:29-35 cuando, después de teñir la túnica de José en la sangre de cabra, sus hermanos presentaron la túnica manchada de sangre a Jacob preguntándole, «reconoce si es la túnica de tu hijo o no.» Jacob inmediatamente reconoce que la túnica pertenece a su hijo José. La segunda vez es en Génesis 39:7-18 cuando la esposa de Potifar usa la túnica/vestiduras de José para identificarlo falsamente como alguien que trató de forzarla.

¿Por qué la Torah lleva nuestra atención a las vestiduras de José al usarlas continuamente como un medio para identificarlo? Yo pienso que es para ayudarnos a hacer la conexión entre José y el Mesías. Porque leemos en Apocalipsis 19:13 que cuando el Mesías Yeshua regrese, Él estará vestido «con una ropa teñida en sangre.» En otras palabras, eso que identificó a José ante su padre será lo que identificará a Yeshúa ante nosotros—una vestidura teñida de sangre.

Note cómo Devarim 30:3 declara que YHVH regresará y nos recogerá. Ahora sabemos que esta es una profecía de la segunda venida de Yeshúa, cuando Él regresará. Recuerde, YHVH y Yeshúa son Ejad. De esta manera, vemos que muchas de las profecías de YHVH de la Torah encuentran su cumplimiento a través de Yeshúa.

Conexiones Diversas

I. Lea Apocalipsis 11:15-19, especialmente los versículos 18-19. Note que Apocalipsis 11:18 declara que es tiempo para el Eterno de recompensar a Sus santos y de juzgar aquellos que destruyen la Tierra. El siguiente versículo declara que el arca del testimonio podía ser vista. ¿Por qué están estos versículos colocados uno continuo al otro—pista, ¿qué está en el arca? Los temas de Apocalipsis 11:18 están colocados junto a Apocalipsis 11:19 porque la Torah (la cual estaba en el arca) es la base para el Juicio y la recompensa. Recuerde, la Torah no ha sido abolida y ella será la base de recompensa y castigo. Esto está conectado temáticamente a Mateo 5:17-21 donde Yeshúa declara llanamente que nuestra futura posición en el Reino dependería de si obedecemos y enseñamos la Torah o no.

II. Antes vimos que la fuerte correlación entre la Torah y el árbol de la vida fue hecha en Devarim 30:15, el final de los discursos de Moisés. Asombroso que la Torah comenzara con una historia concerniente al árbol de la vida y terminara en la misma manera. Igualmente, Apocalipsis 22:2 (el final de las Escrituras) vuelve a tomar la imagen del Árbol de la Vida, llevándonos de regreso a Génesis.

III. Finalmente, note el paralelo temático entre Moisés y Yeshúa, en esas dos profecías dadas concernientes a la segunda venida del Mesías justo antes de sus muertes.

Un Asna Profética y Un Profeta Burro.

Por P.A. David Nesher

«Elokim se enojó porque él fue [o sea, a pesar de que Bilam vio que YHVH no quería que fuera, él siguió insistiendo]. Entonces el ángel de YHVH se interpuso en el camino para impedírselo. Él iba montado en su asna, acompañado por dos asistentes. Cuando la asna vio al ángel de YHVH parado en el camino con su espada desenvainada en su mano, se apartó del camino hacia el campo. [La asna vio el ángel, pero Bilam no]. Entonces Bilam empezó a pegarle a la asna para hacerla volver al camino.

Bamidbar/Números 22: 22-23

Leer este pasuk (versículo) nos tienta a creer que existe una contradicción en el relato escritural. Primero el Eterno le dice a Bilam que vaya con ellos, y luego se aíra con él cuando va. ¿Cómo vamos a entender esto?

En otra bitácora expliqué que cuando un malvado se obstina en querer algo en contra de la voluntad del Eterno, Él se lo permite. Por eso, hemos visto que en el versículo 12 Dios le dijo a Bilam que no fuera, pero luego, en el versículo 20 le permite ir, y luego se enfada con él por haber ido, según el versículo 22. Algunos podrían pensar que esto era injusto, viendo que Dios fue quien dijo a Bilam que fuera y después se enojó porque fue. Pero Bilam sólo fue porque él primero había rechazado la voz del Eterno, tanto en conciencia y en mandato claro.

Pues bien, la ira del Eterno contra Bilam fue por causa del motivo por el cual se fue. Su deseo era ser pagado y honrado ante las autoridades por su profecía. Era una locura. La mente de este varón vibraba en la codicia de todo lo que otorga el dinero cuando se usan los poderes extrasensoriales del espíritu. ¡Pobre las almas humanas que procuran sacar beneficio económico personal de los dones espirituales que ha recibido del Eterno! Para el Eterno, lo más importante no es lo que estás haciendo sino el por qué y el para qué de lo que estás haciendo.

Entonces, Bilam sube a su asna y sale con el permiso de Dios, sumido en la esperanza e intención de burlar Su voluntad.

Una de las principales imágenes de la parashá Balak es la de Dos abriendo la boca de la asna de Bilam, para que pueda hablarle después que le pegara tres veces. Vale aquí aportar que la asna y el hechicero habían creado entre ellos lazos de “intimidad” interesantes y extraños, explican los sabios del judaísmo.

El brujo cargó su asna con todos los encantamientos y adivinaciones que conocía para maldecir a Israel. Tenía ansias por encontrarse con sus “clientes” pensando sacar el mayor beneficio de esta oportunidad. Él encontraría un flanco débil en los israelitas para justificar el lanzamiento de una maldición y de ese modo obtener una jugosa ganancia del rey. Estos pensamientos irritaron al Altísimo, por ello es que, en el camino eventos curiosos suceden.

En este pasuk (22) aparece una expresión hebrea bastante interesante en su traducción. La misma es: “BADEREJ LE-SATÁN”, en donde se ha traducido a la palabra “satán” como “obstáculo” o «adversario«, pero esto no significa que fue un ángel enviado por el adversario, sino un ángel que se oponía contra Bilam. Así lo explica el comentario de Sahadiáh Gaón y SR. Hirsh: “empero se encendió el furor de Elokim, ya que él estaba yendo, y se apostó el Emisario de Adonai en el camino, como obstáculo ante él. Empero él estaba montado sobre su asna y sus dos mozos estaban con él…” Esto nos enseña que la palabra satán significa adversario, alguien que se opone y trabaja en contra de otra persona.

El asna detiene su marcha.

Resulta imposible entender que este animal vio al emisario del Cielo, un ángel, el cual al no poseer un cuerpo material, no puede ser captado por el sentido de la vista, ni siquiera por seres humanos. El animal, pues, percibió de alguna forma al ángel. Este malak (ángel o mensajero) estaba obstaculizando el camino logrando desviar la dirección del asna.

Lo triste de esto es que el asna era más perceptiva espiritualmente que el profeta que la montaba. El asna no tenía dones espirituales, pero por lo menos reconocía a su Creador. El profeta tenía maravillosos dones espirituales, pero también un corazón y un caminar desobediente.

El asna, respondiendo al ángel de YHVH, se movió a un lado, luego al otro, después finalmente se sentó para evitar el juicio. Evidentemente, el profeta desobediente sufrió en el camino, y también hizo sufrir al asna. Los juicios no solo son para el malvado sino para todo su entorno.

El asna es una imagen perfecta del alma de un manso y humilde; nada espectacular, sin embargo obediente seguidor de Dios. Sensible a la dirección divina. Una espina al desobediente, y a la vez, una víctima de la ira del desobediente.

Lo cierto de todo esto es que las inusuales y difíciles circunstancias de este viaje deberían haberle sugerido a Bilam que esta empresa no era de Dios. Sin embargo Bilam probablemente usó su racionalidad para explicar todo, y tomó todo esto como ataques del enemigo. Así usó las circunstancias para justificarse a sí mismo y fortalecer la egoica esperanza de que Dios lo quería trabajando como un profeta de alquiler.

Esto muestra la gran dificultad que tenemos los redimidos de juzgar la voluntad de Dios discerniendo las circunstancias. Debemos entender y aceptar que muchas circunstancias pueden ser interpretadas de dos maneras: Dios quiere, o Dios no quiere.

¿Y tú lector amado cómo eres delante del Mensajero de Dios?… ¿Sensible o Burro?… ¿Estás aprendiendo a discernir con justo juicio el mensaje divino escondido en cada circunstancia de tu vida?


Bitácoras Relacionadas:

“Judá se Acercó a José” (Parasháh Vayigash)

Por P.A. David Nesher

Vayigash elav Yehudah vayomer bi adoni yedaber-na avdeja davar be’ozney adoni ve’al-yijar apja be’avdeja ki kamoja keFar’oh.

«Entonces Yehudá se acercó a él [a Yoséf] y le dijo:
“Por favor, mi amo, permítame que yo, su servidor, le diga algo [sea receptivo a mi mensaje]; no se enoje contra mí, pues usted es como Parhó.»

(Bereshit/Génesis 44:18)

Sobre este pasuk (versículo), dicen los sabios del judaísmo que, al aproximarse a Yoséf, Yehudáh estaba dispuesto a todo, incluso a guerrear. Al igual que la sección «Miketz», esta lectura también está empapada del espíritu del Mashiaj y de la redención final del pueblo de Israel. Los invito a abrir vuestras mentes a fin de permitir al Espíritu del Eterno implantar en ella todos las segulot (energías mesiánicas) que nos permitirán cumplir con nuestra misión mesiánica: unir el Mundo de Arriba con el Mundo de Abajo.

¿Por qué se interpuso Yehudáh con tanta firmeza para interceder por Binyamín?

Las palabras del propio Yehudáh a Yoséf lo responden:

“…Porque tu servidor se constituyó en garante del muchacho…”.

Es decir, Yehudá había garantizado a su padre, Yaakov, que retornaría de Egipto, cueste lo que cueste, trayendo consigo a su hermano Binyamín. Al respecto, Itzjak Abarbanel comenta:

«…De acuerdo a la opinión de nuestros sabios, la intención de Yehudáh, con este discurso es poner en evidencia las falsas acusaciones que Yoséf ha armado contra él y sus hermanos. Sin embargo, yo pienso que, de acuerdo al sentido literal del texto, la intención ha sido despertar la misericordia de Yoséf, ofreciéndose Yehudáh como esclavo para que Binyamín quede libre, vuelva a su padre y no muera éste de pena y tristeza. Es para convencer a Yosef de la veracidad de sus argumentos que Yehudáh relata minuciosamente detalles acerca de la vida de su familia. Yehudáh cuenta con la benevolencia del Gobernador de la tierra, que ya había dicho: “A Elokim yo venero” y, por lo tanto, no podía endurecer su corazón ante la pena de un anciano ausente y en tierra lejana. Iehudáh se acerca e inicia una conversación privada, casi íntima….».

La defensa de Yehudáh se apoya en dos fuertes argumentos que, a la postre harán que Yoséf no resista más:

  1. Siendo consecuente con sus actitudes anteriores para con los hermanos, Yoséf no puede retener a Binyamín.
  2. Yehudáh no puede volver a casa de su padre sin Binyamín, el hijo menor. El estilo y las palabras empleadas por Yehudáh salen del corazón y llegan al corazón.

Como lo dije ya en un estudio anterior, en el libro de El Zohar los sabios se preguntan en un debate por qué en la Torah se emplea el vocablo וַיִּגַַּ֨שׁ (“Vayigash”), siendo que existen otras expresiones para indicar un “acercamiento”. La respuesta es que la raíz hebraica de “vayigash” es “nagsh” (Nun נ, Guimel ג , Shin ש), que es igualmente la raíz de la palabra “hitnagshut”, que significa “colisión”, o choque. Por eso es que vemos que un nudo dramático se forma aquí y un intenso debate surge entre dos grandes potencias.

Cuando en los Tehilim-Salmos (48:4) leemos: «Pues he aquí que los reyes se reunieron…”, es una alusión a Yehudáh y Yosef, que ambos fueron reyes y se juntaron en una disputa. Sigue diciendo El Zohar que la “proximidad” de los dos hermanos es un choque entre “dos mundos”, porque por un lado Yehudáh es un rey (es la tribu de los futuros reyes judíos), y Yosef HaTzadik en ese momento era el rey –ejecutivo- de Egipto. En medio de esta pelea se encuentra el menor de los doce hermanos, Binyamin. Ambos reyes lo disputan con todo su vigor.

Como lo dije en la bitácora anterior,  Yehudáh representa el “Mundo físico” y así mismo también simboliza al Brit Miláh (Pacto de Circuncisión), que no es simplemente una circuncisión o el corte de piel, sino el Pacto de la procreación biológica. En tanto que Yoséf representa el “Mundo de las visiones proféticas” (revelaciones). La expresión “Yehudáh se acercó a Yosef”, habla de dos mundos que colisionan pero que a la vez se unen; el “Mundo de Arriba” (que es Yoséf), con el “Mundo de Abajo” (Yehudáh).

Pero la motivación fundamental de Yehudáh estaba en su anciano padre, por lo que procuraba evitarle más tristezas de las que había ya sufrido; no quería que su padre muriera por el hecho de que Binyamín no volviera a casa. Cuando Rajel (Raquel) murió, fue Yoséf quien le dio consuelo a su padre. Después que Yoséf fue vendido, Yaakov aún tenía a Binyamín. Ahora sin Binyamín, sería como si los tres se fueran al mismo tiempo.

No obstante, la confrontación entre estos dos gigantes tuvo, en definitiva, resultados positivos. Pues lo que condiciona el establecimiento de relaciones armoniosas en el seno de la familia y de la sociedad es la unión del poder temporal representado por Yehudáh, fundador de la tribu real y, del poder espiritual representado por Yoséf Ha-Tzadik (José el Justo). En efecto, ninguna fuente de bendiciones es más generosa para los hombres que la que brota de la alianza entre la monarquía y los ideales religiosos.

ÓPTICA PROFÉTICA

“Yehudáh se acercó a Yoséf”, una expresión con profundos y múltiples códigos proféticos.

En relación al reencuentro de estos dos personajes, cabe precisar que, algo semejante ocurre en nuestros días: Yehudáh (pueblo judío moderno) se está “acercando” a Yoséf, está buscándolo, ya que se encuentra asimilado en “Egipto” (las naciones idólatras). En la actualidad podemos percatarnos que de poco en poquito, miembros de la Casa de Efrayím (descendiente de Yoséf), están volviendo a la unidad familiar y a sus raíces espirituales, tal como Yoséf volvió a sus costumbres hebreas al convivir nuevamente con su padre y hermanos.

La lucha que está desarrollándose aquí, solo cesará en los días de Mashiaj, como lo anuncia el profeta Ishayahu cuando evoca la venida del Redentor:

“…Entonces cesará el afán de rivalidad de Efrayím el representante de los descendientes de Yoséf y los odios de Yehudah desaparecerán; Efrayím dejará de envidiar a Yehudah y Yehudah dejará de ser enemigo de Efrayím
(Isaías 11: 13)

En efecto, si enfocamos los hechos desde una perspectiva histórica, observamos que la reconciliación entre los dos hermanos no sobrevivió al pasar el tiempo: cuando, tras la muerte del rey Shelomó, el reino de Israel se escondió en dos partes antagónicas, una se llamó Yehudáh y la otra Efrayím. En cuanto a Binyamín, permaneció siempre junto a Yehudáh, su gran protector, y nunca se alió con Efrayím y Menashéh, hijos de Yoséf, cosa que éste presintió dolorosamente desde el principio.

LA VARA DE YEHUDÁH Y LA VARA DE YOSEF SE VUELVEN UNA SOLA.

Cuando se consideran los acontecimientos de la historia de Yoséf que provocaron el “acercamiento” entre éste y sus hermanos, podemos comprender la naturaleza monumental de las expectativas del profeta Yejezkel (Ezequiel) para la restauración definitiva del pueblo judío.

El libro de El Zohar enseña que, el hecho de que Yoséf se manifestara ante sus hermanos, es una descripción del nuevo tiempo cuando HaKadosh Baruj Hu (El Santo Bendito Sea) levante a todo Israel del polvo de la tierra “resucitándolos”, para fusionarse Él directamente con ellos. Y así como en el palacio de Yoséf retiraron a todos los extraños a fin de que solo estuviesen los 12 hijos de Yaakov desahogándose juntos, tampoco habrá naciones idólatras cuando Yahvéh habite en medio de Sus doce tribus (dos Casas) de Israel.

Por este motivo el profeta enseña sobre la resurrección de los muertos mediante la ilustración de unos “huesos secos” (Ezequiel 37), pero específicamente la «Haftaráh Vayigash» (Yejezkel/Ezequiel 37:15-28), nos habla de “dos varas” (o palos); uno representa al reino de Yehudáh y el otro al reino de Yoséf (o Casa de Efrayim).

Esta hermosa Haftará del profeta Ezequiel trata de lo que sucederá en los tiempos del Mashíaj.

El profeta anteriormente había tenido una visión de ensayo de resurrección de muertos. Inmediatamente después empezó a profetizar lo que sucederá después de esa resurrección, cuando llegue el Mashíaj. Uno de los efectos fundamentales del Mashíaj es la Unión Total del Pueblo de Israel que por causa de su dispersión, se dividieron en muchísimos grupos con diferentes costumbres y leyes.

La relación de la Haftaráh con la Parasháh es evidente, ya que en esta parashá se menciona la unión de los hermanos con Yoséf. Probablemente también se explica en esta parasháh porque Binyamím se unió al reinado de Yehudáh; quizá por el hecho que Yehudáh entregó su vida por Binyamím, como lo vemos en esta Parashá Vayigash.

La fusión de los dos palos representa la unidad de los reinos que transpirarán durante la Era Mesiánica, con Mashiaj, un descendiente del rey David al frente de este imperio unificado. Hasta el día de hoy, la re-patriación de las tribus perdidas de Israel sigue siendo un componente del sueño de la redención final. “Que ocurra pronto y en nuestros días”; reza el pueblo judío. Yo a esta declaración digo ¡Amén!

¿Dos Naciones?… ¿Qué Naciones?… (Edom (Roma), Yaakov (Israel)

Por P.A. David Nesher

«Cuando le llegó el momento de dar a luz, resultó que en su seno había mellizos.
El primero en nacer era pelirrojo y tenía todo el cuerpo cubierto de vello.
A este lo llamaron Esaú.
Luego nació su hermano, agarrado con una mano del talón de Esaú. A este le llamaron Jacob.»

(Bereshit/Génesis 25: 24-26)

Al ir al libro de Hoshea (Oseas), el profeta, nos encontramos que en su oráculo él recuerda este nacimiento al decir:

“…Tomó por el talón a su hermano en el vientre…”

(Hoshea cap 12:4. Por favor, leer hasta el vers. 13).

En otras bitácoras he enseñado que Jacob (hebr Yaakov) la palabra hebrea para «talón» es akev. Por otro lado, la palabra hebrea para «mano» es yad y es representada por la letra hebrea yod y que está simbolizada en el paleo-hebreo por una «mano.» Es decir que el nombre Yaakov no significa ni «suplantador», ni «engañador», sino simplemente «mano en el talón.» De hecho su nombre en el hebreo Yaakov se deriva de la raiz hebrea que significa «proteger» por lo que su nombre también significa «que Dios proteja por medio de su mano» o «Dios ha protegido con su mano«

Los sabios intérpretes del hebreo bíblico explican por qué Yaakov cogió el talón (ekev) de su hermano. Ahora bien, el talón “akev” (‘עקב ‘), representa el fin de algo o su conclusión, así como “Rosh” (“cabeza”) significa el principio de algo.

Sin embargo, el talón, hay que señalar, es la característica anatómica que permite a un ser humano a ponerse de pie con la espalda recta. Al final, Yaakov (pueblo de Israel), resultará vencedor absoluto. Yaakov estaba frenando el avance de su hermano aferrándose de su pie; este es un signo profético de que Esav (o sus sanguinarios descendientes), no logrará completar su malvada misión en el mundo porque Yaakov lo tendrá sujetado del talón restándole dominio.

Al ser frenado por Yaakov, Esav es arrastrado hacia abajo hacia los niveles inferiores donde no podrá hacer más daño. Yaakov, es Israel. En el idioma hebreo, Israel (יִשְׂרָ אֵ֑ל ) se lee intercambiando el orden de las letras como “RoshLi”, que significa “tengo cabeza”. Israel sería cabeza y no cola (Deut. 28:13).

Esav puede compararse con la serpiente del Paraíso que el Eterno había maldecido en los siguientes términos:

“… El té apuntará a la cabeza y tú le herirás el talón (veatá teshupenú akev)…” (Gén. 3:15)

La expresión alude a la serpiente; al igual que ella, Esav actúa con malicia y doblez, y sus caminos son tortuosos, [llamado por los sabios «Proyecto Jai«]. Es Yaakov el “hijo primogénito” de Dios (Ex. 4:22), el bendito de Yahvéh; un alma elevada, que había sido predestinada para alejar del mundo las maldiciones que la “serpiente”, bajo engaños, introdujo a la humanidad.

A nivel geográfico, la mejor ilustración de la sentencia bíblica es la situación de la tierra de Israel que, desde los confines del Mediterráneo, pareciera estar extendiendo su mano en dirección al tacón de la “bota italiana” (Península itálica), feudo de Esaú (Gen 27: 39, Rashí) [Consultar un mapa].

En la parashah de esta semana (Toldot) hemos visto que la Torah registra a Esav con el apodo de Edom:

“…Y estos son los descendientes de Esav, él es Edom”

(Gén 36:1)

Es muy importante destacar que la identidad de Esav como Edom es repetida hasta cuatro veces en este mismo capítulo, (36:1, 8, 9, 19, 43).

El color rojo (Edom), significa que Esav y su descendencia serían derramadores de sangre. No es frecuente que el TaNaK (mal llamado Antiguo Testamento) describa los rasgos específicos de las personas, y menos aún, los de un niño que acaba de nacer; es por ello que estos detalles acerca de este niño nacido… “rojizo, todo él cual manto de vello…”; han servido de base para una amplia exégesis descriptiva de Esav. En los nombres de este niño nacido, los exégetas encuentran rasgos de su carácter, áspero y rudo.

Mucho más tarde en la historia, durante la ocupación romana de la tierra de Israel, los sabios del Talmud descubrirán en esta sección de la Torah (Toldot) a los sanguinarios romanos asociados con los códigos del nombre de Esav/Edom. Así encontraremos numerosas alusiones despectivas para Esav/Edom en el Midrash, que por supuesto, no pueden hacer alusión a la persona de Esav, individuo, sino a la salvaje Roma imperial.

La Torah registra que Esav es sinónimo de Edom:

“…Y estos son los descendientes de Esav, él es Edom

(Gén 36:1)

Yaakov dará origen al pueblo de Israel, en tanto que Esav/Edom da origen a Roma (la Roma imperial y la “Roma religiosa”), como enseguida les explicaré.

Fue un israelita, el rey Shelomó, quien construyó el Gran Templo de Elokim, y fue un romano (Tito) el que lo destruyó en el año 70 d. E. C. Según explican los sabios de la Torah, la destrucción del Segundo Templo coincidirá con el nacimiento, la sistematización dogmática y la ascensión del cristianismo, que vendrá a ser la piedra angular de la moralidad y pensamiento filosófico occidental. Los ejércitos de Roma asesinaron millones de judíos entre los años 67 y 135 d. E. C, durante las guerras entre Roma y el Reino judío.

De acuerdo a la tradición judía, nos encontramos actualmente en el denominado “exilio de Edom”, el último de los cuatro exilios, el cual viene inmediatamente antes de la llegada del Mesías.
En el tiempo de Asuero, rey de Persia, Hamán, su primer ministro, descendiente de Esav, hizo decretar el exterminio de todos los judíos de su imperio. Ellos profirieron la misma grande amenaza dicha por Esav contra su hermano Yaakov.

Esav/Edom tiene, en los tiempos modernos, “hijos espirituales” que también han teñido de sangre inocente el mundo. Son las naciones cristianas que han causado el asesinato de millones de judíos a lo largo de la historia. Sólo hay que recordar, por ejemplo, aquello que se llamó la “Santa Inquisición”. El resto de las denominaciones cristianas existentes están igualmente asociadas con Roma, en su sentido teológico, ya que mantienen vínculos con su idolatría porque han surgido de ahí, por lo que comparten conceptos, vocabulario, ideario y no se interesan en las Leyes de la Torah.

REGISTROS HISTÓRICOS

Los sabios judíos nos enseñan que cuando la Roma imperial adoptó el cristianismo, Edom pasó a ser la denominación del mundo cristiano.

El historiador judío Flavio Josefo cuenta que Tsefo, nieto de Esav (Génesis 36: 11), fue el fundador de Roma, ciudad que más adelante se convertiría en la sede de la cristiandad (Véase Najmánides XLIX, 31). Desde entonces, la tradición judía considera a los cristianos en general, como descendientes de Esav y a los judíos como descendientes de Yaakov.

El antagonismo entre Yaakov y Esav simboliza, hoy, la lucha entre Roma (cristianismo) y Jerusalén (judaísmo). La rivalidad secular entre Roma y Jerusalén se manifestó pues desde antes del nacimiento de los niños gemelos.

Los profetas de la antigüedad sentencian la ruina total de Edom. Esto marca el fin de la idolatría, de la lengua falaz de las religiones ajenas a Israel y de los perseguidores del pueblo santo, su verdugo será el Mashiaj:

“… ¿Quién es éste que viene desde Edom teñido [de sangre] las ropas desde Bosra.
Este viene con espléndido vestido moviendo con su mucha fuerza?
Yo soy, quien habla con rectitud aumentando la salvación.
¿Por qué causa está roja tu vestimenta y tus vestidos como el que pisa el lagar?
Un lagar he hollado Yo solo, y de los pueblos no hay nadie conmigo.
Los pisaré con Mi furia y los hollaré con Mi ira, entonces salpicará su sangre sobre mis vestimentas, y todos mis vestidos ensuciaré…”

(Yeshayahu/Isaías 63:1-4)

La pelea entre estas dos naciones continuará hasta los días del Mashiaj. En los últimos tiempos Israel quitará el dominio de Edom/Roma/Cristianismo, que tiene en toda la Tierra. Sobre esta lectura, comenta la Tanaj Katz:

«…La metáfora del espléndido vestido se refiere a la grandeza del Creador que de pronto se mancha con sangre, queriendo decir que, no obstante la cualidad de la misericordia, Hashem castiga a los malvados. Edom fue un pueblo sanguinario con Benei Israel, y no se refiere únicamente a los descendientes de Esav, sino a todo aquel gentil que repite su proceder…», Pág 154.

EL PROFETA EDOMITA, OBADYAH (Abdías)

Ovadiah era un converso a la fe de Avraham; era un edomita (descendiente de Esaú). El libro del profeta Obadyah, que es el libro más corto del Tanak, dicta durísimos juicios contra Edom, contra las naciones que surgieron de él y contra sus “hijos ideológicos –religiosos”.

Obadyah, era un descendiente de Esaú y a la vez, un oficial de los ejércitos del rey israelita Ajab.

No obstante que todo el libro de Obadyah condena a Esaú, seleccionaremos aquí solo algunos pasukim (versículos):

“…Todos los hombres de tu pacto te incitaron y luego prevalecieron contra ti, los que comen tu alimento pusieron para dolencia debajo de ti. No tienes entendimiento (…)

¿Acaso no será aquel día que haré perecer los sabios [enseñadores] de Edom (…)

Para que sea cortado todo el monte de Esav… por el despojo tu hermano Yaakov te cubrirás de vergüenza y serás y serás cortado para siempre (…)

Pero en el monte de Tziyón habrá salvación y será sagrado; y tomará posesión la Casa de Yaakov de sus heredades. Será la Casa de Yaakov como un fuego y la Casa de Yosef como una llama, y la Casa de Esav como paja, que la encenderán y la consumirán. No quedará sobreviviente de la Casa de Esav, porque la boca del Eterno ha hablado…”,

Obadyah 1:7-10; 17-18. [Tanaj Katz].

Para la época mesiánica dice nuevamente Obadyah:

“…Y subirán al monte de Tziyón para juzgar al monte de Esav, y será reconocido el reinado del Eterno…”, (vers 21).

Numerosos pasajes proféticos de juicio contra Esaú/Edom contemplados para un futuro no muy lejano se hallan en Yeshayah 34, Irmiyah/Jeremías 49:7-22, Yejezkel/Ezequiel 25:12-14; 35:1-15, 36:5; Yoel 3:19; Amós 1:11; y Lam 4:21-22, entre otros pasukim.

El profeta Yejezkel/Ezequiel profetiza también contra Esaú:

“…Tus ciudades en ruinas dejaré y tú desolado estarás. Entonces sabrás que Yo Soy el Eterno, por cuanto has tenido un odio continuo sin motivo y arrojaste a los hijos de Israel a manos de la espada, en el momento de su tragedia, en el momento que la iniquidad se completó…”,

Yejezkel/Ezequiel 35:4-5 [Tanaj Katz]

Entonces, y conectándonos con lo expresado al inicio de este estudio, como la cabeza simboliza el principio de algo, el talón significa su final. El hecho de que Yaakov estaba agarrando el talón de Esav significa que finalmente él tomará el dominio en el mundo. Cuando el dominio del imperio romano sea destruido con la venida del Mesías, el Imperio Hebreo dominará el mundo entero:

Estuviste mirando hasta que una piedra fue cortada sin ayuda de manos, y golpeó la estatua en sus pies de hierro y de barro, y los desmenuzó. Entonces fueron desmenuzados, todos a la vez, el hierro, el barro, el bronce, la plata y el oro; quedaron como el tamo de las eras en verano, y el viento se los llevó sin que quedara rastro alguno de ellos. Y lapiedra que había golpeado la estatua se convirtió en un gran monte que llenó toda la tierra.

(Daniel 2:34-35)

Las piernas y los pies de la estatua simbolizan el Imperio Romano. Ese imperio será golpeado en los pies, el mismo lugar que Yaakov agarró de su hermano, y así se establecerá el Imperio judeomesiánico en toda la tierra:

En los días de estos reyes, el Dios del cielo levantará un reino que jamás será destruido, y este reino no será entregado a otro pueblo; desmenuzará y pondrá fin a todos aquellos reinos, y él permanecerá para siempre, tal como viste que una piedra fue cortada del monte sin ayuda de manos y que desmenuzó el hierro, el bronce, el barro, la plata y el oro. El gran Dios ha hecho saber al rey lo que sucederá en el futuro. Así, pues, el sueño es verdadero y la interpretación fiel.”

(Daniel 2:44-45)

Más adelante en el mismo libro de Daniel se presenta la influencia romana como una bestia terrible. El final de su influencia será cuando venga el hijo del Hombre con las nubes del cielo, como está escrito en :

“Seguí mirando en las visiones nocturnas, y he aquí, con las nubes del cielo venía uno como un Hijo de Hombre, que se dirigió al Anciano de Días y fue presentado ante Él. Y le fue dado dominio, gloria y reino, para que todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieran. Su dominio es un dominio eterno que nunca pasará, y su reino uno que no será destruido…

«Pero los santos del Altísimo recibirán el reino y poseerán el reino para siempre, por los siglos de los siglos.»…

«Pero el tribunal se sentará para juzgar, y su dominio le será quitado, aniquilado y destruido para siempre.

«Y la soberanía, el dominio y la grandeza de todos los reinos debajo de todo el cielo serán entregados al pueblo de los santos del Altísimo. Su reino será un reino eterno, y todos los dominios le servirán y le obedecerán.»

(Daniel 7:13-14, 18, 26-27)

En el rollo del profeta Abdías versículo 21 leemos lo siguiente:

Y subirán libertadores al monte Tzión para juzgar al monte de Esav, y el reino será del Eterno.” 

Así que el nombre de Yaakov también puede ser entendido como “el que vencerá al final” y “el que suplantará al final”. No existe ninguna profecía que hable de la restauración de Edom después de su destrucción en la historia y en los últimos tiempos.

Por el Espíritu de la profecía que es el testimonio de Yeshúa (Rev.  19:10) sabemos que el Eterno escogió a Yaakov, pues a través de uno de sus hijos (Yeudah), vendría el Mesías. Por ello, el enemigo desde el principio de todo ha tratado de evitar y destruir a los hijos de Israel (Yaakov), con el objetivo que no se manifieste el Mesías y el Proyecto Emanuel. Esto fue revelado por el mismo Yahvéh cuando de Su Espíritu dejó el oráculo conocido como Proto-Evangelio, cuando se produjo la caída de Adam HaRishón en el Edén:

«Pondré enemistad entre ti (la serpiente) y la mujer, y entre tu simiente y la de ella;

ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar (talón).»

Bereshit (Génesis) 3:15

Es decir que Israel, por medio de su simiente (un hijo primogénito) aplastaría la cabeza de la serpiente, pero ésta le perseguiría los talones a la simiente de Israel.  Por eso no es ninguna casualidad que el rey Herodes el Grande, quien mandó matar a los niños de Belén para matar al Mesías, era un Idumeo (expresión griega para decir Edomita), es decir un descendiente de Esav.

Sabiendo esto, la serpiente desde el principio, quiso revertir el oráculo divino. Entonces, surge un cuestionamiento trascendental: ¿Por qué Yaakov (Israel) le estaba sujetando el talón a Esav en el momento de nacer? ¿Sería porque Esav estaba tratando de aplastar la cabeza de Yaakov en el vientre de su madre? ¡Con todo lo dicho hasta aquí dejo que cada uno de ustedes exprese la respuesta!

El Ayuno de Guedaliah: La Relación de la Muerte de un Justo y la Destrucción del Santo Templo

Por P.A. David Nesher

En las Sagradas Escrituras encontramos que el profeta Zacarías hace referencia a un día de ayuno conocido como «el ayuno del séptimo«, ya que es observado en Tishrei, el séptimo mes contando a partir de Nisán (Zacarías 7:5; 8:19).

Este ayuno conocido como Tzom Guedaliah (Ayuno de Gedaliah)  fue decretado por los sabios para conmemorar el asesinato de Guedaliah, el hijo de Ajikám, a manos de Ishmael, hijo de Netaniáh, instigado por el rey de Amón. Sucede que con la muerte de Guedaliah se extinguió la última llama de esperanza para mantener la autonomía de Judá luego de la destrucción del primer Beit HaMíkdash. Miles de personas fueron masacradas, y aquellas que sobrevivieron fueron conducidas al exilio.

Esto realmente no tiene nada que ver con los días del temor o expiación, salvo que se produce en medio de ellos. No es una ordenanza divina, sino más bien resulta de la tradición de la Casa de Judá. Este ayuno comienza temprano en la mañana, con el alba, y termina al anochecer.

La Historia que dio origen a este Ayuno.

Cuando Nebujadnetsar (Nabucodonosor) destruyó el Templo del Eterno (año 586 antes de la era común), asesinó a una gran parte de la población del Reino de Yehudáh (Judá), cuya capital era Jerusalem. También llevó como cautivos de Babilonia a decenas de miles de judíos. Y permitió que una parte de la población vencida, campesinos muy pobres, permanecieran en Israel trabajando la tierra y pagando exorbitantes tributos a Babilonia.

Flight of the Prisioners luego de la destrucción de Jerusalén

Nebujadnetsar nombró como gobernador de estos judíos a Guedaliah ben Ajiqam, que pertenecía a la familia Shafán, que vivían en Babilonia desde el exilio de Yejoniá (597 A.E.C.) y se consideraban leales al rey. Fue un gesto positivo inesperado. ¡Era todo un milagro!, que un judío fuera nombrado para cuidar de Judea.

Muchos de los judíos exiliados en Babel esperaban que Guedaliah, siguiendo las directivas del profeta Yirmiyahu (Jeremías) lograría  ganarse nuevamente la confianza del rey de Babilonia hasta que el rey, o su sucesor, accedieran a permitir que todos los judíos regresaran a Israel y eventualmente pudieran reconstruir el Bet haMiqdash (Templo Santo). Por esta razón, y llenos de esperanza, muchos judíos que habían huido a Moab, Amón, Edom, y otros países vecinos regresaron a la tierra de Judá, atendía a los viñedos que se les eran dados por el rey de Babilonia, y disfrutar de un descanso después de la opresión vivida. Así, gradualmente, más y más judíos que habían escapado de los horrores de la guerra y se habían refugiado en países vecinos, comenzaron a volver a sus hogares en Israel.

Así con Guedaliáh a cargo, la esperanza de volver a una vida normal y reconstruir el Beit HaMíkdash era ahora más real que nunca

Por toda esta situación, Ba’alis, el rey de Amón, (hoy Jordania), un reino que se alió con Egipto, hostil y envidioso de los restos de Judá envió un judío leal a sus asuntos, Ishmael Ben Netaniah, para asesinar a Gedalías. El rey Ba’alis sabía que si Guedaliah continuaba como gobernador de Judá eso significaría que le sería más fácil a Babilonia conquistar a Amón. Por ello, este malvado amonita animó a Yishhma’el Ben Netaniá a asesinar a Guedaliáh y le ofreció su ayuda.

Yishma’el era un hombre muy violento que descendía del rey David (cf. 2 Samuel 5:16). Aprovechándose de su linaje davídico se opuso a la designación de Guedaliah, justificando su oposición con el argumento que este último no pertenecía a la dinastía de David, y por eso no podía ostentar el cargo de gobernador de Judá.

Así, al comenzar el séptimo mes hebreo (Tishrí) Yishma’el y un grupo de hombres tan violentos como él, llegaron a la ciudad de Mitzpá, donde fueron cordialmente recibidos por Guedaliah con los honores debidos a un descendiente de la dinastía de David.

Guedaliah había sido advertido de la posibilidad de un atentado contra su vida, pero se negó a dar crédito a sus informantes, convencido de que un yehudí nunca mataría a otro yehudí, y además, ¿por qué alguien con un mínimo de sentido común pondría en peligro las renovadas esperanzas de la redención de Israel que se estaban cristalizando?… ¿Por qué pondría en peligro las esperanzas de redención de todo el pueblo de Israel?

Sin embargo, Yishma’el y diez de sus hombres asesinaron a Guedaliah y a los otros hombres que estaban con él en Mitzpá (ver Jeremías capítulos 41, 42, 43 y 44). Todo acerca de Yishma’el era una desgracia para el nombre de David su ancestro, quien se había soportado todo impulso ‘de asesinar para obtener el trono’ y había esperado por el tiempo de Dios y la voluntad de su pueblo. Este no era un David sino un Jehú.

Después del asesinato de Guedaliah, los judíos temieron represalias del rey de Babilonia. Pensaron en huir a Egipto para salvarse, pero dado que Egipto era una sociedad moralmente corrupta, se encontraron frente a un gran dilema – debían sopesar la amenaza física de quedarse en Babilonia versus el peligro espiritual de ir a Egipto. Por esta razón fueron donde el profeta Jeremías, quien estaba recluido haciendo duelo, para pedirle consejo.

Durante toda una semana Yirmiyahu (Jeremías) le rogó al Eterno por una respuesta, hasta que finalmente la obtuvo en Yom Kipur.

Jeremías llamó a los judíos y les dijo que debían quedarse en Israel y que todo estaría bien. Dios estaba planeando hacer que los babilonios actuasen con misericordia hacia ellos y, poco tiempo después, todos los judíos exiliados tendrían permitido volver a su propio suelo. Pero, les dijo Jeremías, si deciden ir a Egipto la espada de la que están huyendo los mataría allí.

Por desgracia las palabras del profeta no penetraron en los oídos del pueblo, y ellos se rehusaron a creer en ellas. Todos los judíos que quedaban en Israel empacaron sus maletas y se fueron a Egipto. ¡Incluso secuestraron a Jeremías y lo llevaron con ellos! Ahora la destrucción estaba completa; la Tierra de Israel estaba completamente desolada.

Puedes adivinar lo que ocurrió a continuación. Unos pocos años después, Babilonia conquistó Egipto y miles de judíos exiliados fueron asesinados. El único sobreviviente de esta masacre fue Jeremías; su profecía se había convertido dolorosamente en verdad.

La tierra de Israel permaneció por muchos años con poquísimos yehudim, y así el exilio del pueblo de Israel de su tierra alcanzó su pico más alto, y las esperanzas de volver a Yerushalayim se desvanecieron (2 Melakim/Reyes, 25:23-26).

Y así, la tierra de Israel permaneció virtualmente sin población judía durante 52 años. Y las esperanzas de regresar a Yerushalayim y reconstruir el Bet HaMiKdash prontamente se desvanecieron. Fue como revivir una vez más el exilio que tuvo lugar unos años atrás. Era como si el Primer Templo hubiese sido destruido por segunda vez… O peor, porque esta vez, el exilio fue causado por el Pueblo de Dios, al no valorar a su hermanos como piedras vivas de la Casa espiritual de YHVH …

El evento inicial (el asesinato de Guedaliah) ha sido comparado a la destrucción del Templo Sagrado; causó la pérdida de miles de vidas judías y desencadenó el fin del asentamiento judío en Israel por muchos años. Por ende, los profetas declararon que el aniversario de esta tragedia fuese un día de ayuno. Este día es el tres de Tishrei, dos días inmediatamente posterior a Yom Teruah.

Los Sabios estudiosos de la TaNaK (Antiguo Testamento) señalan respecto de este ayuno lo siguiente:

«Esto nos enseña que la muerte de un justo equivale al incendio de la Casa de Dios, ya que así como se decrete un ayuno en conmemoración de la destrucción del Beit HaMíkdash, así también se decrete un ayuno en conmemoración de la muerte de Guedaliá«.
(Rosh HaShaná 18b)

¿Cuál es el significado de este ayuno y por qué ocurre entre Yom Teruah y Yom Kippur?

La respuesta a esta cuestión la podemos encontrar en la Guemarah (parte del Talmud que contiene comentarios rabínicos y análisis de la Mishnah) que afirma que el ayuno en este día nos enseña que la muerte de un justo es comparable con la destrucción del Gran Templo. Sabemos que la muerte de un hombre justo es comparable con la tragedia de la destrucción del Templo, porque el versículo de Zacarías menciona al ayuno de Guedaliah junto con los otros ayunos que conmemoran la destrucción del Templo.

Desde este concepto, podemos considerar la historia de este tzadik (justo) y desglosarla en tres lecciones…

Tres Lecciones para el Ayuno de Guedaliah 

Lección nº 1:

El pueblo judío se había hundido hasta uno de sus niveles más bajos de la historia. El Templo había sido destruido, la mayoría de los judíos estaban exiliados y la situación parecía desesperanzadora. Pero Dios cambió las desesperadas circunstancias del pueblo e hizo que el recto Guedaliah fuese designado como líder. Sin embargo, Guedaliah fue asesinado y toda la esperanza desapareció.

Pero fue precisamente en ese momento que Jeremías le rezó a Dios para obtener algo de claridad y convicción. Esto fue durante los 10 días entre Yom Teruah y Yom Kippur. Esta historia es conmemorada para enseñarnos un importante mensaje para estos días: no importa cuán lejos estés, siempre puedes regresar y Dios te perdonará.

Lección nº 2:

Los judíos que fueron a aconsejarse con Jeremías estaban, subconscientemente, seguros de que Dios daría la respuesta que querían escuchar. Entonces, cuando Dios les respondió de una forma diferente, se rebelaron.

Pero ellos no eran personas malvadas. ¿Qué pasó?

A pesar de que estos judíos eran, en un sentido, dependientes de la voluntad de los babilonios, no estaban dispuestos a depender de la voluntad de Dios. La lección es que apegarse a Dios significa seguirlo siempre, no sólo cuando coincide con lo que buscas.

Una buena regla para la vida: cuando te enfrentes a un complicado problema moral, pregúntate: «¿Qué diría Dios? ¿Qué es lo que Dios quiere que yo haga?».

Lección nº 3:

Cuando un israelita asesina a otro es una tragedia terrible que puede tener enormes repercusiones históricas. Tal violencia es inexcusable. ¿Tenemos diferencias políticas y filosóficas? Debemos solucionarlas con calma y tolerancia; ésta es la única manera aceptable.

Después de dos días en que la nación entera de Israel había clamado con esperanza por un buen destino, y larga vida, sufrió una gran caída. Por ello, nosotros debemos atrevernos a usar este día para pensar y preocuparnos por nuestra devoción hacia Yahvéh. Debemos enfocar nuestras plegarias a pedirle compasión al Eterno, no sentirnos tan seguros de las plegarias que hicimos el día de Yom Teruah y pedirle a Yahvéh que nos levante del abismo al que hemos caído tras nuestros errores y que nos dé la certeza de estar construyendo un año de vida bueno para la nación.

El propósito de este, como los demás días de ayuno, es despertarnos de nuestro letargo, al conmover nuestros corazones hacia el arrepentimiento (teshuvah), recordando nuestros propios pecados así como también los de nuestros ancestros, que fueron similares a los nuestros.  Al recordar estos pecados, los cuales continuamos cometiendo, y siguen provocando calamidades similares a aquellas que nuestro pueblo ya sufrió en el pasado – somos motivados a retornar al camino correcto de la vida, como dice la Torah: «Y ellos confesarán sus pecados y los pecados de sus ancestros…» (Vayikrá/Levítico 26:40).

Cada persona debe aprovechar estos días de ayuno y reflexión para hacer un profundo auto-examen de sus acciones, puesto que el propósito esencial de un día de ayuno no es el ayuno en sí, sino motivar a la persona a arrepentirse, es decir regresar a la Fuente, y apegarse en amor a ella, sentido perfecto de teshuvah.

Es por eso que aquellos que cuidan el ayuno pero no meditan sobre los cambios internos que su realidad exige están desperdiciando el día. Ellos sólo enfatizan lo que es secundario (el ayuno) y desprecian lo que es esencial (el arrepentimiento). Sin embargo, tomar el arrepentimiento solamente, sin ayunar, es insuficiente, porque el ayunar es una orden establecida por los profetas, y todo el pueblo de Israel ha cumplido estos días de ayuno, a través de todas las generaciones.

¿Quienes están exentos de este ayuno?
  1. Es un ayuno obligatorio para todos, a partir de la edad de la Bar Mitsvá (13 años cumplidos) para los hombres y de 12 años cumplidos para las mujeres.
  2. Si el 3 de Tishrí cae en Shabat, se aplaza el ayuno al Domingo, pues, a excepción de Yom Kipur, ningún ayuno puede tener lugar en Shabat.
  3. Una persona enferma, aun si gravedad, esta exenta de ayunar en Tsom Guedaliáh. (Ver las leyes concernientes al ayuno del 17 de Tamuz).
  4. Las madres embarazadas y las que están en periodo de lactancia.
  5. Los ancianos deben consultar a su médico para hacer este ayuno.

Fuente utilizada para esta bitácora: Estudio del Tzom Guedaliah hecho por por los rabinos Arie Leiv Nivin y Shraga Simmons


Betzalel: Bajo la Sombra de lo Profético

“Habló Yahvéh a Moisés, diciendo:
Mira, yo he llamado a Betzaleel… y lo he llenado del Espíritu de Dios, en sabiduría, inteligencia, ciencia y todo arte, para inventar diseños y trabajar en oro, plata y bronce… y he puesto con él a Aholiab, para que hagan todo lo que te he mandado… 
Entonces Moisés dijo a los hijos de Israel:
«Mirad, el Señor ha nombrado a Betzaleel hijo de Uri hijo de Hur, de la tribu de Judá.
Y lo ha llenado del Espíritu de Dios, en sabiduría, en inteligencia, en ciencia y en todo arte, para proyectar diseños, para trabajar en oro, en plata y en bronce, en la talla de piedras de engaste y en obra de madera, para trabajar en toda labor ingeniosa. Ha puesto en su corazón el don de enseñar, tanto a él como a Aholiab hijo de Ahisamac, de la tribu de Dan, y los ha llenado de habilidades para que hagan toda obra de arte y de invención, de bordado en azul, en púrpura, en carmesí, en lino fino y en telar, para que hagan toda labor e inventen todo diseño.”

(Éxodo  31:1-6; 35:30-35)

 

Un personaje destacado que aparece en la parashá de esta semana (Pekudei) es Betzalel hijo de Uri, hijo de Jur. Según el Talmud (Sanhedrín13 b), Betzalel sólo tenía 13 años cuando construyó el tabernáculo. ¿De dónde sacó tanta sabiduría?

Yahvéh, nuestro Dios y Abba, dio inteligencia a Betzalel, capacitándolo para investigar materiales en su esencia simbólica, y estudiar sus beneficios proféticos para realizar las obras ordenadas del Mishkán, el templo itinerante de la fe. Betzalel recibió así de lo alto la habilidad para usar piedras, metales, tintas, tejidos y maderas para tan importante trabajo, para “crear invenciones”, como lo dice en el versículo bíblico.

Por ese motivo, Betzalel, puede ser considerado un maestro en varias especialidades: diseñador, científico, arquitecto, ingeniero, artesano, orfebre y decorador. Y otra función muy importante: la del profesor, pues el Señor le encargó, así como a su Aoliabe, enseñar el conocimiento adquirido de ahí en adelante.

Destacando dos de las funciones más importantes citadas, Betzalel es uno de los primeros arquitectos e ingenieros registrados en la historia. Obviamente, ya existían esos profesionales en otras culturas, aunque no se los conociera con esos nombres -pirámides erguidas en Egipto y otras construcciones no habrían sido erguidas sin ellos y sus proyectos.

Estos dos varones fueron grandes profetas para el pueblo de Israel mientras peregrinaba la pedagogía del Eterno en el desierto. Bajo la dirección de Moisés, quien tuvo una clara imagen del Reino Celestial y escuchó las descripciones detalladas del diseño que el Eterno deseaba para el Mishkán (Tabernáculo) representación física del Proyecto Emanuel. Estos artistas recibieron de Moisés la visión y el diseño, pero en verdad, ellos fueron los responsables de traer ese diseño espiritual al plano terrenal. Ellos dependían del Espíritu Santo para hacer evidente y visible la experiencia de Moisés para el resto de Israel y las naciones de la Tierra.

Según el Talmud (Berajoth 55 a), Betzalel hijo de Uri, hijo de Jur era nada más y nada menos que un experto en guematría, un sistema alfanumérico de código/cifra que asigna valor numérico a una palabra / nombre / frase en la certeza de que las palabras o frases con valores numéricos idénticos llevan alguna relación entre sí o tienen alguna relación con el número mismo. En pocas palabras, la guematría es el cálculo de la equivalencia numérica de las letras, palabras o frases hebreas, y sobre esta base lograr un aumento de la comprensión de la interrelación entre los diferentes conceptos y explorar la relación entre palabras e ideas. En la cosmovisión hebrea se asume que de momento que el mundo fue creado a través del «habla» de Yahvéh Elohim, cada letra representa una fuerza creativa diferente.

Betzalel conocía la sabiduría de unir las letras con la que se creó los Cielos y la Tierra. Debido a esta sabiduría, él construyó el Mishkán (Tabernáculo) y él fue elegido entre todo el pueblo de Israel. Y así como fue elegido en lo alto, el Creador quiso que fuese elegido abajo. En lo alto está escrito que el Creador dijo a Moisés, “Mira que he designado a Betzalel”, y abajo está escrito que Moisés dijo a Israel, “Miren, el Señor ha designado a Betzalel”. Su nombre fue designado por el superior, Betzalel, que deriva de dos palabras: Betzel El; por lo que su nombre significa «a la sombra de Dios«. Es decir, que este varón es un justo, que se sienta a la sombra de Dios. Es decir, que practicaba, con su corta edad, una comunión con ese Dios que ilumina en lo alto con el objetivo de, a través de un justo, iluminar abajo con los diseños de Su Malkut (Reino).

Ese significado del nombre Betzalel, ha orientado a los comentaristas ha descubrir diversas guematrías muy interesantes. En primer lugar la del nombre mismo Betzalel que es 153, porque es el número secreto de Tov (טוב), “bien”. De ello se deduce que Betzalel (בצלאל) representa al bien llevado a su máxima expresión.
ב = 2
צ = 90
ל = 30
א = 1
ל = 30
Total: 153

El siguiente secreto se encuentra en la guematría de la expresión: “Betzalel, hijo de Uri, hijo de Jur”. “Ben Uri”, significa el hijo de la primera luz que el Creador creó en la obra de la creación. “El hijo de Jur”, quiere decir el hijo de Jerut (libertad) de todo. Este es Betzalel, a quien por medio de este nombramiento divino, se le designó el bastón de Judá, para comprender los fundamentos mesiánicos del Reino Celestial, y así exponerlos físicamente a través de la estructura del Mishkán.

Cuando calculamos la guematria de Betzalel ben Uri, ben Jur (בצלאל בן-אורי בן-חור) vemos que es 688:
בצלאל = 153
בן-אורי = 269
בן-חור = 266
————-
Total: 688

בסוד = 72
התורה = 616
————–
Total: 688

Se trata de la misma guematría que la de la expresión BeSod Torah (בסוד התורה), “en el Secreto de la Torah”. ¿De qué secreto nos están hablando? Sin duda de la ciencia de la guematría, ya que según el Talmud, Berajoth (55 a) «Betsalel sabía cómo combinar las letras con las que fueron creados los Cielos y la Tierra», pero de algo más: de sus profecías mesiánicas ocultas.

Por otra parte, el sabio Baal haTurim nos explica que el nombre de Betzalel aparece en tres ocasiones en la Torah, en Éxodo (31:1), Éxodo (35: 30) y Éxodo (38: 22), concretamente al principio de esta parashá. Esto corresponde según este gran sabio a tres atributos de Betzalel: sabiduría, inteligencia y conocimiento.

Betzalel, como artesano ungido tenía la habilidad sobrenatural de traer en su arte una obra de la realidad espiritual de Yahvéh a nuestra realidad visible para así poder experimentar las verdades que la revelación contiene en lo referente al Código Sagrado, es decir el Mesías prometido para fundar el Proyecto Emanuel («Dios con nosotros») perfectamente develado en el diseño del Mishkán.

Betzalel era un gaón (erudito) en las ciencias proféticas. No sólo era un experto artesano y artista, sino un varón que entendía cómo diseñar los nombres que representan los atributos de Dios en su obra. Él heredó un sentido del celo y de la misión de ambos sus abuelos. A los trece años de edad se adelantó y fue ordenado desde arriba como «en la Sombra de Dios». Diseñó y construyó la estructura más sagrada y más bella de la historia, y luego desapareció. A lo largo del resto de Tanak nunca se lo menciona de nuevo. Evidentemente es un tipo perfecto de Yeshúa HaMashiaj, el León de la Tribu de Judá. Al igual que lo haría nuestro amado Mesías, Betzalel, el jefe de la obra del Tabernáculo dio total espacio al Espíritu de Dios para que Él actuase en su vida. Habilidad, conocimiento, inteligencia, eficiencia y respeto fueron solamente algunos de los muchos frutos de la sumisión correcta y saludable.

Betzalel tenía su único propósito en el mundo, y humildemente lo encontró aceptando con mansedumbre la tarea que se le encomendaba. El Pirkei Avot («Tratado de los Padres») dice: «No existe persona que no tenga un momento«. Esto significa que en el mundo del Eterno hay una razón por la que cada uno de nosotros nació. Cada uno tiene sus «quince minutos (al menos) de fama«.

La lección que da la vida de Betzalel,  es que la próxima vez que se te pida que hagas una tarea, por incómoda que sea, para tu familia, tus amigos o tu gente, hazlo como un héroe. ¿Quién sabe? Tal vez fue para ese mismo momento que naciste en el mundo.

La Plenitud de los Gentiles y la Verdadera Misión de Yeshúa.

Por P.A. David Nesher

 

Cuando Yosef vio que su padre había puesto su mano derecha sobre la cabeza de Efraim, esto le desagradó; y asió la mano de su padre para cambiarla de la cabeza de Efraim a la cabeza de Menashé. Mas su padre rehusó y dijo: Lo sé, hijo mío, lo sé; él también llegará a ser un pueblo, y él también será grande. Sin embargo, su hermano menor será más grande que él, y su descendencia llegará a ser plenitud de naciones.

(Bereshit/Génesis 48:17 – 19 _ LBLA)

Comenzaré esta bitácora solicitando un favor: ten presente en todo momento que en las dimensiones celestes, el orden profético siempre tiene preferencia sobre el orden natural.

El hijo mayor de Yosef (José), llamado Menashéh (Manasés), llegó a convertirse en una tribu grande dentro de Israel. Su territorio inmenso se distribuyó a los dos lados del río Yardén (Jordán).

Cuando leemos los datos  del censo que registra el libro de Badmibar (Números cap. 1), notamos que Menashéh era la tribu más pequeña de la nación que recién salía de Mitzraim (Egipto). Pero, según Números capítulo 26 vers. 34, ocurrió un aumento milagroso del 64 % de su población durante los 38 años en el desierto. De este modo, vemos que fue la tribu que más creció durante ese tiempo de proceso divino en el desierto. Sabemos que luego, instalada en Canaán, también llegó a ser una tribu grande debido a la influencia del juez Guidón (Gedeón) que surgió de Menashé (cf. Jueces 7-8) para liberar al pueblo escogido de la opresión madianita.

Sin embargo, vemos que fue Efraim quien recibió una bendición superior a la de Menashéh. La profecía que Yaakov avinu liberó en su bendición, aseguró que Efraim sería mayor. Justamente de esta tribu salió Yehoshúa, el sucesor de Moshé. La tribu de Efraim fue puesta como la principal de la nación norteña, la casa de Israel, y cuando los profetas hablan de Efraim están incluidas todas las diez tribus del norte.

Efraim recibe como palabra profética la promesa de que llegaría a ser una plenitud de naciones, en hebreo se dice meló ha-goyim, y puede ser entendida de varias maneras. La palabra ha-goyim –הגוים – es plural definido de goy ­–גוי – cuyo significado principal es nación. Esta palabra se usa tanto para la nación de Israel como las otras naciones. En la forma plural normalmente significa las naciones gentiles en el sentido de los no israelitas. De esa manera el término en su forma singular goy ­–גוי – llegó a significar gentil, en el sentido no hebreo/israelita/judío.

Yehoshúa (Josué), el sucesor de Moshé, era descendiente de Efraim. Por eso mismo, el sabio intérprete Rashí, basándose en los midrashim, asegura que la expresión plenitud de naciones (hbre. meló ha-goyim) significa que la descendencia de Efraim llenará los pueblos, en el sentido de que la fama de Yehoshúa (Josué) produciría un impacto entre las naciones por haber detenido el sol en Guivón (Gabaón) y la luna en el valle de Ayalón, (cf. Josué 10:12).

No obstante, la expresión meló ha-goyim (–מלא הגוים –) va mucho más allá de la fama de Yehoshúa, puesto que el texto hebreo dice que la simiente de Efraim sería la llenura de las naciones, o plenitud de los gentiles. Esto significa en primer lugar que por el rechazo del Eterno de las diez tribus los gentiles serían llenados de estos descendientes de manera que ya no se podrán contar por su gran cantidad (Os. 1:10). Las diez tribus, con Efraim a la cabeza, están hoy en día mezcladas entre todas las naciones de la tierra y son gentiles.

Por eso, la manera más simple de entender el texto de Bereshit (Génesis) que estamos analizando es que Efraim se convertiría en mucha gente. Sin embargo, la elección de términos que hay en el hebreo nos da a entender que aquí no se trata sólo de que Efraim se convertiría en mucha gente, sino de algo proféticamente más profundo.

Necesitamos tener en cuenta que la palabra hebrea meló –מלא – no significa simplemente multitud, montón o cantidad, sino más bien llenura, o plenitud. Viene de la raíz malé –מלא – que significa llenar. La expresión que usa nuestro padre Yaakov se traduce literalmente como “su descendencia será llenura de las naciones (gentiles)” lo que parece indicar que se dispersarían entre los pueblos gentiles, lo cual no es una bendición de acuerdo a lo revelado por la Torah misma.

Por todo lo dicho, debemos entender que el texto hebreo invita a una consideración mayor de lo que se lee a simple vista. Literalmente dice “y su descendencia será plenitud de las naciones (gentiles)”. Hay un lugar más en las Escrituras donde aparece la misma expresión. Se trata de la epístola a los romanos, en la que el apóstol Pablo expresó:

Porque no quiero, hermanos, que ignoréis este misterio, para que no seáis sabios en vuestra propia opinión: que a Israel le ha acontecido un endurecimiento parcial hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles; y así, todo Israel será salvo; tal como está escrito: EL LIBERTADOR VENDRÁ DE TZIÓN; APARTARA LA IMPIEDAD DE YAAKOV.

(Romanos 11:25-26)

De este texto paulino podemos sacar varias conclusiones importantes:

  • Sólo una parte de Israel ha sido endurecida durante un tiempo limitado. No se trata de todo Israel ni para siempre.
  • Esto es un misterio, es decir, es parte del plan divino para la salvación del mundo que es difícil de entender.
  • La plenitud de los gentiles tiene que entrar en esa salvación que pertenece a Israel.
  • La salvación de todo Israel depende de la entrada de la plenitud de los gentiles.
  • Todo Israel incluye no solamente el pueblo judío, sino también la plenitud de los gentiles.
  • La impiedad será quitada de Yaakov, que son las doce tribus, no solamente los judíos que representan dos tribus de Israel, Yehudá y Binyamín y posiblemente Leví.

Este lineamiento perfecto de salvación del Eterno es uno de los misterios más maravillosos a los que un hijo primogénito de Dios puede acceder. Es tan profundo lo codificado en esta medida de fe, que es imposible explicarlo en un espacio como este. Intentaré trazarlo con pocas palabras, esperando en el Señor poder ser claro en la explicación, anhelando que Su Santo Espíritu lleve a cada lector a una mayor investigación de este asunto profético o escatológico.

En el capítulo 12 del primer libro de Reyes, se relata como el reino de Israel se dividió en dos naciones, posterior a la muerte del rey Salomón. Esto ocurrió por causa de una rebelión que se originó en el territorio de Efraim, en la ciudad de Shejem (Siquem), que fue entregado a Yosef (Génesis 48:22).

A partir de esta revuelta tribal, Efraim llegó a ser la tribu principal para el territorio que se conocería como «el Reino del Norte» o «Casa de Israel».  El primer rey de las diez tribus del norte fue Yeravam (Jeroboam), de la tribu de Efraim, (1 Reyes 11:26, 28). Desde ese día, y en adelante sólo hubo división entre las Dos Casas de Israel (1 Reyes 12:19; 2 Crónicas 10:19). Este desencuentro vino siempre controlado por la Providencia del Eterno (1 Reyes 12:24; 2 Crónicas 10:15). Este es uno de los misterios del proyecto divino de salvación para todo el mundo gentil.

El Reino del Norte se paganizó rápidamente con la introducción de una religión sincretista (1 Reyes 12:28-33). Por causa de esta abominación, los profetas Amós y Hoshea fueron enviados por Yahvéh al Reino del Norte para anunciar su pronta destrucción, sino no procedían a una teshuvá corporativa. El oráculo divino fue siempre bien claro: la Casa de Israel iba a ser enviada a las naciones y para mezclarse entre ellas. Así lo dejó documentado en su rollo profético el profeta Oseas:

“Efraim se mezcla con las naciones”
(Oseas 7:8a)

Esto ya había sido anunciado por Moshé en pleno proceso de entrenamiento, durante los treinta y ocho años en el desierto:

“A vosotros, sin embargo, os esparciré entre las naciones”
(Levítico 26:33)

Pero existe un hecho escatológico muy interesante en el mensaje del profeta Hoshea que permite entender mejor todo el movimiento profético que estamos protagonizando en estos días:

“Y el Eterno dijo a Hoshea: Ponle por nombre Yizreel, porque dentro de poco castigaré a la casa de Yehú por la sangre derramada en Yizreel, y pondré fin al reino de la casa de Israel. Y sucederá que en aquel día quebraré el arco de Israel en el valle de Yizreel.”
(Oseas 1:4-5 )

Este Yizreel aquí mencionado fue el primer hijo del profeta con su mujer, quien se había dedicado a ser lo que se conocía como «prostituta sagrada», involucrada en cultos sexuales en honor a Baal y Aserá.

Por eso, el matrimonio entre el profeta y esta mujer refleja el pacto entre la casa de Israel, es decir, las diez tribus del norte, y el Eterno. El primer hijo fue llamado Yizreel que significa “Dios sembrará”.  Así que los hijos de la casa de Efraim eran las semillas para la siembra que Yahvéh esparciría entre las naciones.  Teniendo en cuenta esto, podemos profundizar la interpretación de la parábola del Sembrador que Yeshúa dio a sus discípulos:

“He aquí, el sembrador salió a sembrar.”
(Mateo 13:3)

Esta siembra que nuestro Mesías describe dará un fruto en los últimos tiempos, tal cual Él mismo lo explica:

“…la siega es el fin del mundo, y los segadores son los ángeles.”
(Mateo 13:39)

Con esta cosmovisión profética en nuestra mente, podemos volver al oráculo del profeta Hoshea, y enfocarnos en el siguiente mensaje:

“Ella concibió otra vez y dio a luz una hija.
Y el Señor le dijo: Ponle por nombre Lo-Rujamá (ninguna compasión), porque ya no me compadeceré de la casa de Israel, pues no los perdonaré jamás. Pero me compadeceré de la casa de Yehudá (el pueblo judío) y los salvaré por el Eterno su Dios; y no los salvaré con arco, ni con espada, ni con batalla, ni con caballos ni jinetes.Después de haber destetado a Lo-Rujamá, ella concibió y dio a luz un hijo. Y el Señor dijo:
Ponle por nombre Lo-Amí, porque vosotros no sois mi pueblo y yo no soy vuestro Dios. Y el número de los hijos de Israel será como la arena del mar, que no se puede medir ni contar; y sucederá que en el lugar donde se les dice: No sois mi pueblo, se les dirá: Sois hijos del Dios viviente.
Y los hijos de Yehudá y los hijos de Israel se reunirán, y nombrarán para sí un solo jefe, y subirán de la tierra, porque grande será el día de Yizreel.”
(Oseas 1:6-11)

El profeta dibuja en su oráculo el desarrollo escatológico del Proyecto del Eterno para la Casa de Israel con unos pocos brochazos, que podemos describir así:

  • Primero, la casa de Israel será rechazada.
  • Segundo, se convertirá en una cantidad tan grande que no se puede contar, como la arena del mar, lo cual indica que están dentro de las naciones del mundo.
  • Tercero, se habla de una restauración de la identidad israelita en el mismo lugar donde fueron rechazados, en la tierra de Israel. Esto será el resultado de una unificación entre los hijos de Yehudá, los judíos, que nunca perdieron su identidad, y los hijos de Israel que hayan dejado su identidad gentil en los últimos tiempos. Juntos reconocerán a Yeshúa como el Mesías.
  • Por último, dice que subirán de la tierra lo cual es una alusión al arrebatamiento de todos los que son del Mesías. Como el día de Yizreel, el día de la siembra de Dios, era grande, los hijos de Israel están entre todas las naciones gentiles, y desde allí serán arrebatados para encontrarse con el Mesías cuando vuelva a la tierra.

En su oráculo el profeta también describe con líneas llenas de romanticismo el proceso mesiánico que la Casa de Israel viviría desde la deportación a Asiria hasta el regreso a la Tierra Prometida bajo el Mesías, según está escrito:

Por tanto, he aquí, la seduciré, la llevaré al desierto ( es decir, a las naciones gentiles), y le hablaré al corazón.
Le daré sus viñas desde allí, y el valle de Ajor por puerta de esperanza. Y allí cantará como en los días de su juventud, como en el día en que subió de la tierra de Egipto. 
Sucederá en aquel día–declara el Eterno– que me llamarás Ishí y no me llamarás más Baalí. Porque quitaré de su boca los nombres de los Baales, y nunca más serán mencionados por sus nombres.
En aquel día haré también un pacto por ellos con las bestias del campo, con las aves del cielo y con los reptiles de la tierra; quitaré de la tierra el arco, la espada y la guerra, y haré que ellos duerman seguros.
Te desposaré conmigo para siempre; sí, te desposaré conmigo en justicia y en derecho, en misericordia y en compasión; te desposaré conmigo en fidelidad, y tú conocerás al Eterno.  
Y sucederá que en aquel día yo responderé–declara el Eterno–, responderé a los cielos, y ellos responderán a la tierra, y la tierra responderá al trigo, al mosto y al aceite, y ellos responderán a Yizreel.
La sembraré para mí en la tierra, y tendré compasión de la que no recibió compasión, y diré al que no era mi pueblo: Tú eres mi pueblo, y él dirá: Tú eres mi Dios.
(Oseas 2:14-23)

Ahora bien, convengamos que para que todo este proceso sea una bendición, tiene que existir un proyecto divino con lineamientos perfectos que permitan la restauración de la simiente de estas diez tribus que ha sido sembrada entre las naciones gentiles. Todos entendemos bien que cuando hay una siembra, los granos mueren para luego dar fruto abundante. Ese es el Proyecto Emanuel con el que el Eterno tiene pensado dar salvación aún a los gentiles. Una semilla plantada esta escondida en el suelo con el propósito de salir para traer mucho fruto. El profeta Amós aseguró que Yahvéh zarandeará estas tribus entre todas las naciones, y aun así Él no perderá ningún grano en la tierra (Amós 9:9). ¡“José” algún día será reunido con Judá! (Ezeq. 37:15 y ss.)

Entonces, Efraim fue sembrado entre todas las naciones con el fin de producir un fruto para el Reino de los Cielos. Por lo tanto, los gentiles que van entrando en el reino representan algo de la vuelta de Efraim a casa. Para expresarlo de otra manera, cuando un gentil nace de nuevo y recibe la salvación, es injertado en Israel y de esa manera se cumple en parte las profecías que hablan de la vuelta de Efraim a su casa para ser llamado pueblo de nuevo (Os. 1:10; 2:1, 23; Rom. 9:24-26). El apóstol Pablo utiliza exactamente la misma expresión meló hagoyim en su epístola a los discípulos de Roma  (Romanos 11:25) que nuestro padre Yaakov en utilizó al bendecir al segundo hijo de Yosef (Génesis 48:19).

Sin embargo, todos los profetas hablan de algo aún más grande todavía. El oráculo completo asegura que será el Mesías quien tendrá como prioridad la misión de restaurar las doce tribus de Israel (Isa 49:6). Entiéndase bien, el Mesías fue enviado a las ovejas perdidas de la Casa de Israel (Mateo 15: 24) que se encuentran diseminados entre las naciones gentiles. Esto tira a tierra todo dogma que habla que el Mesías murió por todo el mundo. Evidentemente muchos cristianos, que incluso aseguran ser nacidos de nuevo, no han entendido la Misión de Yeshúa del mismo modo que sus primeros seguidores. Por lo tanto, debemos aceptar que entre todos los gentiles (el mundo) hay innumerables descendientes de Efraim que serán restaurados por completo dentro del pacto renovado de Yeshúa y todo lo que este implica, para luego ser unidos con el pueblo judío como un solo palo (Ezequiel 37:15-28).

El Eterno aseguró por su profeta:

«…hacedlo saber en las costas que están lejos, y decid; El que espació a Israel, lo reunirá y guardará, como el pastor a su rebaño.»
(Jeremías 31:10)

Este es el contexto escritural que permite entender a  Yeshúa cuando se identifica así mismo como el «Buen Pastor» (Juan 10:11, 14). Con esta cosmovisión profética logramos entonces comprender cuando Él dijo que tenía otras ovejas que «no eran de este redil» (Judá). Yeshúa se estaba haciendo cargo de ser el cumplimiento de la profecía de Jeremías y Ezequiel que anunciaron que llegaría un pastor para ambos reino, Judá e Israel (34:23). Por esto, tenemos que leer los libros del Pacto Renovado (mal llamado «Nuevo Testamento») a la luz de estas promesas escatológico-proféticas de recoger a Efraim. De no hacer esta re-lectura, perderemos una porción maravillosa de nuestra herencia en el Mundo Venidero, porqué Yeshúa vino a recoger las tribus de Israel esparcidas por las naciones en innumerables descendientes.

Ahora bien, no debemos confundir, ni mezclar, la entrada de los gentiles con la restauración de las diez tribus norteñas. Los gentiles que reciben la salvación no son la restauración de Efraim, ni son todos Efraim en su restauración total. La restauración de Efraim implicará la total vuelta al pacto de Avraham y el pacto de Sinaí junto con la renovación del pacto por la sangre del Mesías Yeshúa (Jer. 31:31, 33). Dicho en otras palabras, para que haya una restauración total, los restaurados efraimitas de entre las naciones tendrán que hacerse hebreos, en el sentido jurídico de la palabra. Por eso, esto no es para todos los gentiles que hoy aseguran haber nacido de nuevo.

En la profecía de Ezequiel del cap. 37 verso 19 se puede entender el texto hebreo de manera que Yahvéh dará al palo de Yehudá el papel de estar sobre el palo de Efraim y así se unirán los dos palos. El trabajo del Mesías Yeshúa es unir los dos pueblos. Entonces, un movimiento que los separe no puede jamás venir de Él. Y, como venimos dándonos cuenta, será la persona proveniente de la gentilidad la que tendrá que adaptar su estilo de vida con la mentalidad hebrea de la Torah, para así estar unido al judío. Nunca puede pretenderse que sea  al revés.

Clamemos día y noche para que  el Eterno cumpla su Proyecto de Salvación con todas las naciones y que podamos ver la restauración de las doce tribus de Israel pronto y en nuestros días. ¡Amén!

¡Navidad!… ¿¿Es cierto??

La hipocrecía navideña es lo que más surge en este día por parte de aquellos que dicen estar hambrientos y sedientos de la Justicia que el Eterno le reveló y dio a nuestro padre en la fe Abraham.

Les pido solamente 50 minutos de su tiempo. Con ellos, les aseguro que podré expresarles algunas ideas surgidas de la Torah y que en mi mente activaron la «ira santa» que el Eterno comparte con sus profetas.

Sé que vuestros corazones se conectarán con la tarea más noble y celestial que tiene el ser humano: hacer teshuvá. Permitir que sus almas se sometan al análisis correcto que permite la Verdad (Torah de YHVH)  con sus cánones celestiales que permiten al ser humano resurgir elaborando pensamientos en la Luz Infinita que es Yeshúa, y así, desde ellos y con ellos, transicionar hacia su entorno y transformarlo en el poder del Reino del Eterno.

Por favor, escuchen con el corazón este mensaje; mediten en él y hagan que corra por la red…

GRACIAS!

Hay profetas y… ¡Ay, profetas! (Por Laura Arco)

Por: Lic. Laura Arco

Días atrás al llegar al colegio donde doy clases, me sorprendió un comité de bienvenida que me salió al encuentro. Tanta gentileza, en estos tiempos es más que sorprendente; es más bien sospechoso.

El misterio se develó cuando una joven me preguntó si podríamos ver el partido de fútbol de Argentina-Bolivia que se transmitiría precisamente en el horario de nuestra clase.

La respuesta fue contundente. “¡No!

Varios argumentos poco sólidos surgieron por uno y otro ángulo del aula. Cerré el bombardeo con la pregunta “¿Quieren saber quién gana?” (Silencio). Yo se lo digo y nos ponemos a trabajar. (Más silencio)

Gana Bolivia– martillé.

Brotaron algunos reclamos y quejas, pero débiles como llanto de muñeco Yolibel.

La clase terminó antes que el partido,

Dos días después nos volvimos a encontrar y mis jóvenes discípulos me interrogaron “¿Cómo sabía que Argentina perdía?” Sonriente les dije:” Tal vez soy profeta”. Y muchos rieron. (Yo también).

Lo demás de la conversación no viene al cuento, es un asunto meramente áulico.

En mis soledades he seguido sonriendo al recordar el episodio. ¡“Tal vez soy profeta”!

Me dije “sí hay profetas… pero también ¡Ay, profetas!”.

Así como  por todos lados  ha brotado la Apostolitis, también ha brotado una epidemia de Profetrosis aguda. Hoy cualquiera que predice un acontecimiento tiene la aspiración de Profeta del Altísimo. Ruego a Dios que los meteorólogos no entren en este síndrome porque como dice el refrán ¡“éramos pocos y parió la abuela”!.

Si tomamos las cosas en serio, como debe ser, cualquiera, es decir todo hijo de Dios está habilitado para profetizar, pues sólo debe decir lo que el Padre dice y ya está. Ese bendito libro al que llamamos Biblia no es otra cosa que la palabra de Dios, por lo tanto, decir lo que dice la Biblia es hablar en nombre de Dios, es profetizar.

Ahora bien, hay apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y maestros.

No nos debe sorprender que cualquiera que no ha profetizado nunca, en un “de repente”, diga algo de parte de Dios, pues si es voluntad de Él, así será,  como ya lo anunció por boca de profeta justamente.

         “Y después de esto derramaré mi espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros ancianos soñarán sueños y vuestros jóvenes verán visiones”.

“Y también sobre los siervos y sobre las siervas derramaré mi Espíritu en aquellos días.

(Jl. 2:28-29)

   Dios es el Padre del ser humano; si alguno cree tener un perfil simiesco, lamento desilusionarlo y decirle que el útero donde se gestó el diseño de la humanidad se llama mente de Dios, y es El quien nos parió, desde luego, a su manera, a la manera de Dios. Lo que ocurre es que no todos los humanos quieren ser hijos suyos, y han optado y adoptado otra paternidad. Pero eso es harina de otro costal. No nos alejemos del asunto de hoy.

Dios prometió la democratización del Espíritu Santo. En tiempos antiguos éste se concedía a personas especiales en tiempos especiales, para cumplir tareas especiales. Pero en Pentecostés ya vimos que esa promesa tuvo su primer cumplimiento (Hch. 2) ¿Qué nos hace pensar que aquello no volvería a producirse?¿No se nos anunció que manifestaciones aún mayores veríamos?

Que no nos asombre que se levanten voces profetizando por doquier. Eso es lo que debe ocurrir. El problema está en discernir quién es profeta (don profeta),  quién tiene un don profético y quién, por derramamiento del Espíritu Santo, en determinado ocasión, habla lo que Dios le manda  hablar.

No todo el que profetiza es profeta.

Como hija de Dios, cada vez que digo lo que está en las Sagradas Escrituras, profetizo.

Si anuncio que “los que sembraron con lágrimas cosecharán con regocijo”, no hago otra cosa que profetizar lo que Él ha dicho que ocurría. (Salmo 126:5). Mi boca habla su palabra que es fiel y verdadera y que permanece para siempre y por lo tanto sigue siendo poderosa y efectiva.

Yo les anticipé a mis alumnos el final del partido. Eso no me hace profeta, aunque el resultado fue acorde a mis palabras. Fue una simple deducción dado que los jugadores argentinos están acostumbrados a la presión atmosférica a nivel del mar y luego jugarían sin haberse aclimatado, y menos adaptado, a la altitud boliviana.

He recibido profecías y profecías. Algunas advierten acerca de los tiempos que se avecinan y dan instrucciones para vencer la adversidad, y explican el qué, el cómo, el dónde, el porqué y el para qué. Estas son como maquetas de las próximas batallas que nos permiten conocer para no perecer. Es el mismo Dios que nos muestra lo oculto porque Él pelea la batalla y todo aquél que en El confíe estará seguro bajo su abrigo y protección (2 Cr.20:20). Cuando  el profeta habla y dice que hay que matar un cordero y ungir el dintel de la puerta, está diciendo  viene una catástrofe, Dios quiere salvarte una vez más. Da evidencia de que aceptas el amor de Dios pintado con sangre, es decir, haz una señal profética.

Las profecías de Ezequiel no son como las de Amós, ni profetizó Jeremías como Habacuc. Jonás no es comparable con Isaías, pero, ¿podríamos decir que alguno no fuera como Daniel, profeta del Señor?

A cada uno, conforme le ha placido al Dueño de la Viña, le ha encomendado hacer su tarea.

No se profetiza al modo judío o no judío, se profetiza desde quién se es, desde la individualidad de cada escogido.

Para un neófito no hay distinción entre cuchilla o cuchillo, basta con una hoja de metal bien afilada y un mango en su extremo. Pero un especialista sabría distinguir y llamar por su nombre a cada variedad y no sólo eso, también sabría seleccionar y escoger conforme a la necesidad y ocasión.        ¡Cuánto más sabe nuestro Creador qué hombre le es instrumento útil para cada mensaje que quiere dar a los hombres de cada tiempo!

Hay profecías de entrecasa, hay profecías para ciudades, para naciones y para los siglos.

Hay profecías que se construyen con las promesas espirituales y hablan de justicia para los que confían en el Señor y castigo para los impíos, de riqueza para los justos y escasez para los avaros.

¿No será de Dios? Claro que sí, pero no hace falta ser profeta para profetizarlas. Por el amor de Dios, ninguno diga de sí lo que Dios no dijo antes, no sea cosa que por sus palabras sea juzgado.

¿Hay profetas? Sí, los hay. ¿Hay falsos profetas? Sí, los hay.

¿Cómo los discernimos? Por el mensaje que dan: no hablan de lo suyo, sino lo de Él; no contradicen las Escrituras sino que se sostienen por ellas; revelan acontecimientos próximos que serán señal; son como espada de doble filo para separar lo santo de lo inmundo; arriesgan su reputación por obedecer a Dios.

Es bueno que unos y otros nos alentemos con las promesas divinas pues “las promesas de Dios son en El sí, y en Él Amén” (2 Co. 1:20), pero no nos autodenominemos profetas, sin su consentimiento. Es peligroso tomar su nombre en vano, así como jugar con el fuego.