“Habló Yahvéh a Moisés, diciendo:
Mira, yo he llamado a Betzaleel… y lo he llenado del Espíritu de Dios, en sabiduría, inteligencia, ciencia y todo arte, para inventar diseños y trabajar en oro, plata y bronce… y he puesto con él a Aholiab, para que hagan todo lo que te he mandado…
Entonces Moisés dijo a los hijos de Israel:
«Mirad, el Señor ha nombrado a Betzaleel hijo de Uri hijo de Hur, de la tribu de Judá.
Y lo ha llenado del Espíritu de Dios, en sabiduría, en inteligencia, en ciencia y en todo arte, para proyectar diseños, para trabajar en oro, en plata y en bronce, en la talla de piedras de engaste y en obra de madera, para trabajar en toda labor ingeniosa. Ha puesto en su corazón el don de enseñar, tanto a él como a Aholiab hijo de Ahisamac, de la tribu de Dan, y los ha llenado de habilidades para que hagan toda obra de arte y de invención, de bordado en azul, en púrpura, en carmesí, en lino fino y en telar, para que hagan toda labor e inventen todo diseño.”
(Éxodo 31:1-6; 35:30-35)
Un personaje destacado que aparece en la parashá de esta semana (Pekudei) es Betzalel hijo de Uri, hijo de Jur. Según el Talmud (Sanhedrín13 b), Betzalel sólo tenía 13 años cuando construyó el tabernáculo. ¿De dónde sacó tanta sabiduría?
Yahvéh, nuestro Dios y Abba, dio inteligencia a Betzalel, capacitándolo para investigar materiales en su esencia simbólica, y estudiar sus beneficios proféticos para realizar las obras ordenadas del Mishkán, el templo itinerante de la fe. Betzalel recibió así de lo alto la habilidad para usar piedras, metales, tintas, tejidos y maderas para tan importante trabajo, para “crear invenciones”, como lo dice en el versículo bíblico.
Por ese motivo, Betzalel, puede ser considerado un maestro en varias especialidades: diseñador, científico, arquitecto, ingeniero, artesano, orfebre y decorador. Y otra función muy importante: la del profesor, pues el Señor le encargó, así como a su Aoliabe, enseñar el conocimiento adquirido de ahí en adelante.
Destacando dos de las funciones más importantes citadas, Betzalel es uno de los primeros arquitectos e ingenieros registrados en la historia. Obviamente, ya existían esos profesionales en otras culturas, aunque no se los conociera con esos nombres -pirámides erguidas en Egipto y otras construcciones no habrían sido erguidas sin ellos y sus proyectos.
Estos dos varones fueron grandes profetas para el pueblo de Israel mientras peregrinaba la pedagogía del Eterno en el desierto. Bajo la dirección de Moisés, quien tuvo una clara imagen del Reino Celestial y escuchó las descripciones detalladas del diseño que el Eterno deseaba para el Mishkán (Tabernáculo) representación física del Proyecto Emanuel. Estos artistas recibieron de Moisés la visión y el diseño, pero en verdad, ellos fueron los responsables de traer ese diseño espiritual al plano terrenal. Ellos dependían del Espíritu Santo para hacer evidente y visible la experiencia de Moisés para el resto de Israel y las naciones de la Tierra.
Según el Talmud (Berajoth 55 a), Betzalel hijo de Uri, hijo de Jur era nada más y nada menos que un experto en guematría, un sistema alfanumérico de código/cifra que asigna valor numérico a una palabra / nombre / frase en la certeza de que las palabras o frases con valores numéricos idénticos llevan alguna relación entre sí o tienen alguna relación con el número mismo. En pocas palabras, la guematría es el cálculo de la equivalencia numérica de las letras, palabras o frases hebreas, y sobre esta base lograr un aumento de la comprensión de la interrelación entre los diferentes conceptos y explorar la relación entre palabras e ideas. En la cosmovisión hebrea se asume que de momento que el mundo fue creado a través del «habla» de Yahvéh Elohim, cada letra representa una fuerza creativa diferente.
Betzalel conocía la sabiduría de unir las letras con la que se creó los Cielos y la Tierra. Debido a esta sabiduría, él construyó el Mishkán (Tabernáculo) y él fue elegido entre todo el pueblo de Israel. Y así como fue elegido en lo alto, el Creador quiso que fuese elegido abajo. En lo alto está escrito que el Creador dijo a Moisés, “Mira que he designado a Betzalel”, y abajo está escrito que Moisés dijo a Israel, “Miren, el Señor ha designado a Betzalel”. Su nombre fue designado por el superior, Betzalel, que deriva de dos palabras: Betzel El; por lo que su nombre significa «a la sombra de Dios«. Es decir, que este varón es un justo, que se sienta a la sombra de Dios. Es decir, que practicaba, con su corta edad, una comunión con ese Dios que ilumina en lo alto con el objetivo de, a través de un justo, iluminar abajo con los diseños de Su Malkut (Reino).
Ese significado del nombre Betzalel, ha orientado a los comentaristas ha descubrir diversas guematrías muy interesantes. En primer lugar la del nombre mismo Betzalel que es 153, porque es el número secreto de Tov (טוב), “bien”. De ello se deduce que Betzalel (בצלאל) representa al bien llevado a su máxima expresión.
ב = 2
צ = 90
ל = 30
א = 1
ל = 30
Total: 153
El siguiente secreto se encuentra en la guematría de la expresión: “Betzalel, hijo de Uri, hijo de Jur”. “Ben Uri”, significa el hijo de la primera luz que el Creador creó en la obra de la creación. “El hijo de Jur”, quiere decir el hijo de Jerut (libertad) de todo. Este es Betzalel, a quien por medio de este nombramiento divino, se le designó el bastón de Judá, para comprender los fundamentos mesiánicos del Reino Celestial, y así exponerlos físicamente a través de la estructura del Mishkán.
Cuando calculamos la guematria de Betzalel ben Uri, ben Jur (בצלאל בן-אורי בן-חור) vemos que es 688:
בצלאל = 153
בן-אורי = 269
בן-חור = 266
————-
Total: 688
בסוד = 72
התורה = 616
————–
Total: 688
Se trata de la misma guematría que la de la expresión BeSod Torah (בסוד התורה), “en el Secreto de la Torah”. ¿De qué secreto nos están hablando? Sin duda de la ciencia de la guematría, ya que según el Talmud, Berajoth (55 a) «Betsalel sabía cómo combinar las letras con las que fueron creados los Cielos y la Tierra», pero de algo más: de sus profecías mesiánicas ocultas.
Por otra parte, el sabio Baal haTurim nos explica que el nombre de Betzalel aparece en tres ocasiones en la Torah, en Éxodo (31:1), Éxodo (35: 30) y Éxodo (38: 22), concretamente al principio de esta parashá. Esto corresponde según este gran sabio a tres atributos de Betzalel: sabiduría, inteligencia y conocimiento.
Betzalel, como artesano ungido tenía la habilidad sobrenatural de traer en su arte una obra de la realidad espiritual de Yahvéh a nuestra realidad visible para así poder experimentar las verdades que la revelación contiene en lo referente al Código Sagrado, es decir el Mesías prometido para fundar el Proyecto Emanuel («Dios con nosotros») perfectamente develado en el diseño del Mishkán.
Betzalel era un gaón (erudito) en las ciencias proféticas. No sólo era un experto artesano y artista, sino un varón que entendía cómo diseñar los nombres que representan los atributos de Dios en su obra. Él heredó un sentido del celo y de la misión de ambos sus abuelos. A los trece años de edad se adelantó y fue ordenado desde arriba como «en la Sombra de Dios». Diseñó y construyó la estructura más sagrada y más bella de la historia, y luego desapareció. A lo largo del resto de Tanak nunca se lo menciona de nuevo. Evidentemente es un tipo perfecto de Yeshúa HaMashiaj, el León de la Tribu de Judá. Al igual que lo haría nuestro amado Mesías, Betzalel, el jefe de la obra del Tabernáculo dio total espacio al Espíritu de Dios para que Él actuase en su vida. Habilidad, conocimiento, inteligencia, eficiencia y respeto fueron solamente algunos de los muchos frutos de la sumisión correcta y saludable.
Betzalel tenía su único propósito en el mundo, y humildemente lo encontró aceptando con mansedumbre la tarea que se le encomendaba. El Pirkei Avot («Tratado de los Padres») dice: «No existe persona que no tenga un momento«. Esto significa que en el mundo del Eterno hay una razón por la que cada uno de nosotros nació. Cada uno tiene sus «quince minutos (al menos) de fama«.
La lección que da la vida de Betzalel, es que la próxima vez que se te pida que hagas una tarea, por incómoda que sea, para tu familia, tus amigos o tu gente, hazlo como un héroe. ¿Quién sabe? Tal vez fue para ese mismo momento que naciste en el mundo.