“ Y como consecuencia de que escuchéis estos decretos (mishpatim) y los guardéis y los cumpláis, YHVH tu Dios guardará su pacto contigo y su misericordia que juró a tus padres. Y te amará, te bendecirá y te multiplicará; también bendecirá el fruto de tu vientre y el fruto de tu tierra, tu cereal, tu mosto, tu aceite, el aumento de tu ganado y las crías de tu rebaño en la tierra que Él juró a tus padres que te daría. Bendito serás más que todos los pueblos; no habrá varón ni hembra estéril en ti, ni en tu ganado. Y YHVH apartará de ti toda enfermedad; y no pondrá sobre ti ninguna de las enfermedades malignas de Egipto que has conocido, sino que las pondrá sobre los que te odian. Y destruirás a todos los pueblos que YHVH tu Dios te entregue.”
(Devarim/Deuteronomiio 7:12-16)
Al recorrer los versículos que sistematizan los códigos de la Torah (Instrucción), nuestra conciencia inmediatamente comprende que existen condiciones para que Yahvéh guarde (cumpla) el pacto que juró a los padres (Abrahán, Isaac, y Jacob), con los hijos primogénitos de Israel,. De este modo queda bien claro, que desde la cosmovisión divina existen consecuencias que se obtienen por la fidelidad de cada creyente al pacto del Eterno
Entonces, comprendemos según esta revelación que hay unas condiciones y unas consecuencias en la dinámica de la Alianza con el Eterno.
Las condiciones para la verdadera prosperidad, según la cosmovisión divina, son las siguientes:
✍? Oír y obedecer (shamá) los mishpatim (leyes sociales).
✍? Guardar (shamar) los mishpatim.
✍? Cumplir (asá) los mishpatim.
Ahora bien, si has tomado nota en tu mente y corazón de de esta triada condicional, notarás que las consecuencias que Israel (y cada uno de sus integrantes) reciben son infinitamente asombrosas, y pueden sintetizarse en estas trece líneas:
❣ YHVH guardará su pacto con Israel.
❣ YHVH guardará su misericordia con Israel.
❣ YHVH amará a Israel.
❣ YHVH bendecirá a Israel.
❣ YHVH multiplicará a Israel.
❣ YHVH bendecirá los hijos de los israelitas.
❣ YHVH bendecirá los productos agrícolas de los israelitas.
❣ YHVH bendecirá la producción de los animales de los israelitas.
❣ YHVH permitirá que cada integrante de Israel tenga más bienestar que otros pueblos.
❣ YHVH no permitirá esterilidad en los hombres o en los animales israelitas.
❣ YHVH no permitirá enfermedades entre los israelitas.
❣ YHVH hará que las enfermedades alcanzarán los enemigos de Israel.
❣ YHVH dará a Israel el poder para exterminar a las siete naciones.
Ahora bien, notamos en esta ascensión (aliyá) que la Torah permite a nuestra conciencia, que las condiciones para obtener los beneficios del pacto en primer lugar tienen que ver con la fidelidad a las leyes relacionadas con el amor al prójimo. La obediencia a los mishpatim, que son las leyes sociales, es una condición incondicional para poder recibir el amor de Yahvéh y sus recompensas. Esto nos enseña que el amor que el Eterno nos muestre cotidianamente, siempre estará relacionado con el amor que mostremos a nuestro prójimo. El mismo principio se encuentra en los Escritos Mesiánicos, donde vemos que el amor que mostramos hacia el prójimo es un reflejo del amor que tenemos hacia el Padre:
“Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a vida porque amamos a los hermanos. El que no ama permanece en muerte… Y este es su mandamiento: que creamos en el nombre de su Hijo Jesús, el Cristo, y nos amemos unos a otros como Él nos ha mandado… El que no ama no conoce a Dios, porque Dios es amor… Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es un mentiroso; porque el que no ama a su hermano, a quien ha visto, no puede amar a Dios a quien no ha visto.”
(1 Juan 3:14, 23; 4:8, 12, 20).
Por lo tanto, el Señor anhela que aceptemos humildemente ante Él que la relación entre nosotros y el prójimo determina nuestra relación con el Padre. Es imposible servir al Eterno sin amar a los hermanos. Es imposible recibir los beneficios del pacto sin estar bien con los demás.