Oración y Ayuno

Los Hijos Primogénitos y el Ayuno del 4º Mes

Desde que la piedra angular, Yeshúa HaMashiaj, fue establecida por nuestro Abba kadosh (Papá Santo), mediante su obra redentora en el Gólgota, un nuevo Templo comenzó a se levantado en las dimensiones celestiales. Dicho Templo, de características puramente espirituales, lo constituyen aquellos hijos primogénitos que desde la Sión celestial se dejan edificar como piedras vivas por el perfecto Arquitecto que es el Eterno, nuestro Abba y Dios.

Desde esas dimensionalidades se nos propone en estos días específicos, realizar un trabajo espiritual que asegure en nosotros que el ego, está día a día crucificado con el Mesías.

Sacrificio por la Culpa: El Poder de Practicar la Confesión

Asimismo esta es la ley del sacrificio por la culpa; es cosa muy santa.
En el lugar donde degüellan el holocausto, degollarán la víctima por la culpa; y rociará su sangre alrededor sobre el altar. Y de ella ofrecerá toda su grosura, la cola, y la grosura que cubre los intestinos, los dos riñones, la grosura que está sobre ellos, y la que está sobre los ijares; y con los riñones quitará la grosura de sobre el hígado. Y el sacerdote lo hará arder sobre el altar, ofrenda encendida a Jehová; es expiación de la culpa. Todo varón de entre los sacerdotes la comerá; será comida en lugar santo; es cosa muy santa. Como el sacrificio por el pecado, así es el sacrificio por la culpa; una misma ley tendrán; será del sacerdote que hiciere la expiación con ella. Y el sacerdote que ofreciere holocausto de alguno, la piel del holocausto que ofreciere será para él. Asimismo toda ofrenda que se cociere en horno, y todo lo que fuere preparado en sartén o en cazuela, será del sacerdote que lo ofreciere. Y toda ofrenda amasada con aceite, o seca, será de todos los hijos de Aarón, tanto de uno como de otro.

(Levítico/ Vayikrá 7: 1-10)

Lo maravilloso de investigar la Instrucción (Torah) es que al describir lo que se debía de hacer con los sacrificios, ella nos transmite mensajes y enseñanzas claramente aplicables para nuestra vida cotidiana hoy.

Todos hemos pecado, y una de las consecuencias del pecado es la culpa. El Eterno nos creó con una conciencia moral que nos permite discernir internamente entre el bien y el mal. Todos tenemos una naturaleza pecadora:

«Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos y la verdad no está en nosotros»

(I Juan 1:8).

En el pasaje de Vayikrá notamos que la cosmovisión divina primeramente nos llama a estar agradecidos por los sentimientos de culpa que aparecen después del pecar, porque éstos nos conducen a buscar el perdón y la restauración celestial.

Al establecer este korban (ofrenda o acercamiento) el Eterno desea que comprendamos que los sentimientos de culpa deben de ser elevados y ofrendados. Luego, y a través de ello, corregidos para generar una reparación transformadora (tikún).

Ante esto la pregunta práctica es: ¿cómo hacemos para elevar un sentimiento de culpa, ofrendarlo al Eterno y por ende corregirlo desde Su fuerza?

Primeramente, tomando consciencia de que lo elevamos a través de comprender y aceptar que ese sentimiento de culpa es algo que nos envió el mismo Yahvéh para que recapacitemos y corrijamos nuestras conductas.

Luego, una vez que recapacitamos, se produce en nosotros el arrepentimiento (teshuvá). Así corregimos nuestra conducta y hacemos aquello que está en nuestras manos poder hacer a fin de reparar los daños causado por el error (tikún). Por ello, debemos de «ofrendar» a Yahvéh dicho sentimiento de culpa, para que éste no nos impida vivir con alegría, mejorarnos y servir a Su Nombre, logrando por medio de ello, exactamente lo opuesto que el Eterno en realidad quiere cuando sentimos esta clase de sentimientos.

Y esto es así, sencillamente porque Yahvéh nos creó para que seamos exageradamente felices (bienaventurados), y así cumplir fielmente con nuestra misión de propósito en la vida, a fin de que realmente sintamos que con nuestro accionar estamos marcando una diferencia.

Sin embargo, los sentimientos de culpa, sino se elevan al Eterno, pueden ser una carga aplastante. El rey David se sintió muy abrumado por sus errores, por eso escribió: “Mi culpa pesa sobre mi cabeza como una enorme carga. Me estoy hundiendo.” (Salmo 38:4 – PDT). Algunos hermanos han llegado a deprimirse pensando que YHVH nunca los perdonará (2 Corintios 2:7).

La persona que se siente culpable tiende a practicar el autocastigo de diferentes maneras: negándose las bendiciones, induciendo enfermedades y dolencias (sin causa física) en su cuerpo. Por esta actitud errada, se obsesiona hasta caer en angustia, ansiedad, depresión y sobre todo no se siente en comunión con Dios pues teme a su juicio.

En los siguientes versículos bíblicos puedes ver como el pecador siente dolencias físicas a causa del sentimiento de culpa provocado por el pecado y el temor al juicio de Dios.

«Enmudecí y callé; guardé silencio aun acerca de lo bueno, y se agravó mi dolor«

(Salmo 39:2).

«Mira oh Señor, que estoy angustiado, hierven mis entrañas, mi corazón se revuelve dentro de mí, porque he sido muy rebelde. En la calle la espada mata, en la casa es como la muerte«

(Lamentaciones 1: 20).

Y si los sentimientos de culpa nos debilitan o nos paralizan y hacen que vivamos con tristeza constantemente flagelándonos, entonces sin lugar a dudas que dichos sentimientos se transformaron en algo detestable e impuro, que va en contra de la voluntad del Eterno.

El Eterno quiere que tú disfrutes de una conciencia limpia. Desea que cuando hables de él y de sus promesas a otras personas, lo hagas con gozo, buena conciencia y un corazón sincero (Salmo 65:1-4). Por eso YHVH nos invita de este modo:

“Por tanto, arrepentíos y convertíos, para que vuestros pecados sean borrados, a fin de que tiempos de refrigerio vengan de la presencia del Señor”

(Hechos 3:19).

El olá (holocausto) de culpa nos recuerda que siempre debemos acudir al arrepentimiento (teshuvá) y confesión ante el Eterno para reconciliarnos con Él y estar en comunión con Su Presencia en medio de nosotros. Debe hacerse en oración directamente con el Señor o en unión con hermanos maduros espiritualmente.

El holocausto de culpa implantaba en cada hebreo la enseñanza de que la confesión es la forma de liberación del sentimiento de culpa. La misma tiene dos dimensiones: confesión ante Yavhéh y también ante los hombres que Él ha habilitado para ello por medio de su vocación pastoral.

«La oración de fe restaurará al enfermo, y el Señor lo levantará, y si ha cometido pecados le serán perdonados. Por tanto confesaos vuestros pecados unos a otros, y orad unos por otros para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede lograr mucho»

(Santiago 5: 15,16).

 

Este pasaje nos da la certeza de que la confesión del pecado en oración, da salud, paz interior y restaura la comunión con Dios. En una manifestación de la sabiduría vivencia, el rey Salomón escribió:

«El que encubre sus pecados no prosperará, más el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia»

(Proverbios 28:13).

Estamos hablando de confesión y arrepentimiento verdadero y no un autoengaño como «permiso para seguir en el pecado«, porque al Eterno nadie le engaña (Gálatas 6:7).

Por consiguiente, lo que debemos de hacer cuando sentimos sentimientos de culpa que eventualmente nos paralizan y nos impiden cumplir nuestro propósito, es aconsejarnos con personas sabias que tienen experiencia en cómo corregir dicha clase de sentimientos, de modo tal que podamos continuar nuestro camino por la vida, con firmeza, alegría, vitalidad y plenitud. Y como está escrito que el preso no se libera a sí mismo de la cárcel, es sumamente importante consultar con una persona sabia que nos ayude a salir del terrible «calabozo» que representa el vivir con «sentimientos de culpa», para que podamos continuar «celebrando la vida» como idealmente deseamos; aprendiendo además de esto, para posteriormente poder ayudar a los demás.

Confesarle al Eterno los pecados y hablar con los presbíteros (ancianos pastorales)  puede parecer muy difícil, pero ayuda mucho a reconectarse con la fuente de la Vida. De hecho, a David también le costó. Las Sagradas Escrituras indican que durante un tiempo no le contó a nadie los pecados que había cometido (Salmo 32:3). Pero luego vio los beneficios de confesarlos y de corregir sus errores.

Uno de los beneficios más grandes fue que David volvió a ser exageradamente feliz (bienaventurado). Él escribió: “¡Bienaventurado el que ha sido absuelto de su pecado y liberado de su falta!” (Salmo 32:1, El libro del Pueblo de Dios). También le pidió a Dios: “Abre mis labios, oh Señor, para que mi boca anuncie tu alabanza.” (Salmo 51:15). David se sintió muy aliviado y agradecido al Eterno, y eso lo impulsó a alabarlo delante de otras personas.

¿Por qué debía de degollarse el sacrificio de elevación, en el mismo lugar donde era degollado el sacrificio de culpa, y por que una vez que esto había sido hecho, la sangre debía de tirarse alrededor del altar?

Y la respuesta es, que lo que la Torah nos quiere enseñar, es que si realmente queremos crecer y elevarnos, debemos de eliminar previamente todos aquellos sentimientos de culpa que negativamente nos paralizan, impidiéndonos hacer aquellas cosas buenas que podríamos llegar a realizar. Y la eliminación de esta clase de sentimientos para poder servir al Señor con amor y alegría, dedicándonos a amar y beneficiar de ahora en más a nuestros semejantes, es la corrección más elevada y positiva que puede haber para dicha clase de sentimientos, siendo considerado esto, ¡santo entre lo santo!

 

En este holocausto la sangre debía ser rociada alrededor del altar codificando así un mensaje maravilloso y práctico.  Esa sangre, que como sabemos representa a nuestra energía vital, no debía de ser destruida ni quemada, sino que por el contrario, debía de ser tirada «alrededor del altar», para que, cuando llegue el momento indicado, podamos volver metafóricamente a utilizar nuevamente dicha energía, encausándola de la manera correcta para así podernos superar, en todo desafío que la vida presenta. Es decir que la corrección de nuestras malas cualidades no pasa por destrozarlas y destruirlas, sino por tomar la energía que antes utilizábamos negativamente en ellas, canalizándolas en la dirección correcta, otorgándoles un propósito que contribuya con nuestra elevación y nuestro crecimiento, en todos los ámbitos, y especialmente en el de nuestro lugar celestial (o espiritual) que tenemos en el Mesías.

Finalmente, si el pecado ha sido confesado, ha habido arrepentimiento genuino, y ha sido perdonado; entonces es tiempo de dejarlo atrás. Recuerda que nosotros que hemos venido a Yeshúa como nuestro Gran Sumo Sacerdote, hemos sido hechos nuevas criaturas en Él. “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.” (2 Corintios 5:17). Parte de las cosas “viejas” que “pasaron” es el recuerdo de pecados pasados.

Al meditar en este pasaje del libro Vayikrá nuestras conciencias se elevan en el regocijo de entender que nuestro Abba Celestial en su dinámica de salvación para cada uno de nosotros, hizo que Yeshúa, su Hijo, la Luz Primordial, pagara el precio por nuestras culpas.

Apreciado lector/a si verdaderamente has creído y aceptado que Yeshúa HaMashiaj pagó el precio por tus pecados debes asumir el derecho de sentirte limpio y sin mancha por su sangre en la cruz. Limpio de todo sentimiento de culpa, real o falso.

¿Por qué Clamas a Mí?… ¡Deja la Oración y comienza la Acción!

Entonces YHVH dijo a Moisés:
¿Por qué clamas a mí?
Di a los hijos de Israel que marchen.
Y tú alza tu vara, y extiende tu mano sobre el mar, y divídelo, y entren los hijos de Israel por en medio del mar, en seco.
Y he aquí, yo endureceré el corazón de los egipcios para que los sigan; y yo me glorificaré en Faraón y en todo su ejército, en sus carros y en su caballería; y sabrán los egipcios que yo soy Yahvéh, cuando me glorifique en Faraón, en sus carros y en su gente de a caballo.

(Éxodo 14: 15-18)

Pocos días después de haber decretado la liberación a los hijos de Israel, faraón, arrepentido por esta acción, resolvió en su corazón hacer volver a Israel para recuperar la mano de obra que había dejado ir. Entonces mandó a su ejército para que persiguieran a los hebreos y los retornaran cautivos.

 

Cuando el pueblo del Eterno se percató de esto, se encontraba justo al frente del Mar Rojo. Tenían solamente dos opciones: volver hacia atrás y que sus enemigos los hagan pedazos o continuar hacia adelante y morir ahogados. No tenían salida. Se encontraron en una encrucijada y temieron. Dudaron en su corazón, y entonces fueron a Moisés con quejas.

 

No había por donde escapar, no había por donde huir. Los hebreos estaban sin salida, por un lado el Mar Rojo enfurecido, y por otro, los carros de faraón, con todo un ejército de valientes. Los israelitas veían la muerte por todos lados. Los hebreos estaban asustados, estaban acabados desde su percepción.

 

En ese camino de aprendizaje, llamado desierto, el Eterno tenía que utilizar métodos para capacitar a Su Pueblo, uno de ellos fue el de las dificultades. Hasta ahora ellos, testigos de los milagros divinos en medio de cada plaga, habían pensado que todo era color de rosa. (Cómo también a muchos de nosotros nos gustaría que fuera así). Ahora, ellos estaban comenzando a entender la lección que en el propósito eterno de YHVH, todas las circunstancias ayudan a bien (Romanos 8:28).

 

Leemos que en este momento el pueblo de Israel comenzó a reclamarle a Moisés y a decirle que hubiera sido mejor seguir sirviendo en Egipto que morir en el desierto. Y Moisés siendo el líder muestra ante el pueblo una gran determinación, y entonces dice:

 

“… No temáis; estad firmes, y ved la salvación que YHVH hará hoy con vosotros; porque los egipcios que hoy habéis visto, nunca más para siempre los veréis. YHVH peleará por vosotros, y vosotros estaréis tranquilos.”

(Éxodo 14:13, 14)

 

Moisés, en otras palabras, está animando al pueblo diciéndoles: «¡no teman!, pueden perseguirnos los egipcios y confundirnos, pero YHVH está de nuestro lado! ¡Dejemos nuestros malos pensamientos a un costado! ¡No hace falta entender lo que sucederá, sino creer en la salvación de YHVH!«. Era necesario recordarles a los israelitas que, aunque «salieron de Egipto en formación de combate» (Éx. 13:18) y «marchaban con aire triunfal» (Éx. 14:8), sería el Eterno quien les otorgaría la victoria.

 

Ante el pueblo, Moisés estaba llenos de fe; pero ante el Eterno, vemos que él clamó en desesperada oración. Esto era bueno porque Moisés debía de mostrar confianza ante la nación para incitar su fe, pero delante del Eterno, él debía mantenerse humilde y totalmente dependiente.

 

 

¿Por qué clamas a mí?”, preguntó el Eterno a Moshé. Con este cuestionamiento la revelación sanó el alma del profeta. Es claro que existe un tiempo para orar, pero también hay tiempo para actuar. Podría bien estar en contra de la voluntad de Dios el detenerse de hacer para orar solamente en una situación en particular. Este era un momento para acción, y Moisés podría orar a lo largo del camino.

 

«Y tú alza tu vara, y extiende tu mano«. Estas eran instrucciones sencillas las cuales se conectarían con un poderoso milagro. De la misma manera, el más grande milagro de salvación ocurre con estos sencillos actos de nuestra parte. El Eterno le dice a Moshé que es el momento de entrar en acción. No hay nada que esperar. De alguna manera el Eterno dice a Moshé: «¡Antes que el ejercito egipcio se acerque más, levanta tus manos y dile al pueblo que comiese a marchar!«

«La Voz Divina dice siempre a Israel: ¡Marchad! Ya sea que se encuentre ante vosotros el mar Rojo, las persecuciones antiguas o la intolerancia moderna, marchad, proseguid, avanzad siempre hacia adelante. No miréis hacia atrás, donde yacen en ruinas los pueblos que os persiguieron, sino mirad hacia adelante, donde se abren en toda su grandeza los magníficos horizontes del futuro de la humanidad. ¡Marchad! Las olas del mar no apagarán el vigor de vuestra existencia; los ríos de vuestra sangre derramada por los tiranos no destruirán vuestro nombre y vuestra gloria. ¡Marchad! Estáis por encima de los elementos, del tiempo y del espacio.

Avanzad siempre y no retrocedáis« (autor anónimo).

 

Suena asombroso, pero el Eterno le dijo a Moshé ¡que dejara de orar y se moviera! La oración debe tener un lugar vital en nuestra vida, pero también hay que tomar acción. Debemos reconocer que existen ocasiones en nuestras vidas en que sabemos exactamente lo que debemos hacer, pero en vez de actuar, nos ponemos a orar buscando mayor dirección al respecto. La realidad es que estamos buscando una excusa para no tomar acción.

 

Para concluir, cabe aquí citar lo que el famoso predicador Charles Spurgeon sostenía:

Hay tiempo para orar, pero también hay tiempo para una actividad santa. La oración se adapta para casi cualquier ocasión, pero no solamente la oración, pues viene, en ocasiones como esa y hoy, un momento en que la oración debe tomar un lugar secundario.”

 

Este es un aspecto de la vida espiritual de la cual es raramente reflejada, pero el apóstol Pablo (en Efesios 3:10-11) nos dice que Dios usa a Su gente para enseñar a seres angelicales. Cuando YHVH nos libra de la tentación o la crisis, es tanto un testimonio para nuestros enemigos invisibles como lo es para nosotros. Él usa cada victoria en nuestra vida para decir a nuestros enemigos invisibles acerca de Su poder y habilidad para obrar en y a través de nuestra frágil humanidad redimida en Yeshúa.

 

Entendemos pues, por las palabras expresadas por el mismo Eterno, que siempre hay algo más por hacer que solamente orar. No solamente debemos de rogar a YHVH, nuestro Dios, por ayuda, también debemos tener visión para hacer camino a la ayuda de Dios. ¡Hay momentos en los que no tenemos que clamar a Dios, sino, actuar!

 

Si sabemos lo que tenemos que hacer, ¡es hora de ponernos en marcha!

 

Con amor y en servicio: P.A. David Nesher

Plegaria de Protección para Israel.

«Él, que bendijo a nuestros patriarcas Abraham, Itzjak y Iaacov, que bendiga a los combatientes de las Fuerzas de Defensa de Israel, quienes defienden nuestra tierra y las ciudades de nuestro Dios, desde la frontera con el Líbano hasta el desierto de Egipto, y desde el Gran Mar hasta llegar a la Aravá, por tierra, por aire, y por mar.

Que el Todopoderoso haga que los enemigos que se levantan en nuestra contra sean fulminados delante de nuestros soldados.

Que El Santo, Bendito es, proteja y libere a nuestros luchadores de todo problema y peligro, y de toda plaga y enfermedad, y que Él mande bendiciones y éxito en cada obra de sus manos.

Que Él disponga que nuestros soldados derroten a nuestros enemigos y que les garantice la salvación y los corone con la victoria. Y que se cumpla para ellos el versículo:

«Porque es el Señor, tu Dios, quien va contigo a la batalla contra tus enemigos para que te salves».

Y ahora respondamos: Amén.

 

LAS OPORTUNIDADES QUE DA UN AYUNO DE 21 DÍAS.

En estos tres meses lunares que estamos transcurriendo (4º, 5º y 6º), Yahvéh nos ha revelado que es una temporada de oportunidades, cambios y compromiso.

Sabemos muy bien que una oportunidad es una circunstancia favorable que se da en un momento adecuado para hacer algo que no se podía hacer. Definitivamente eso nos lleva a hacer cambios. Los cambios son inevitables en la vida para poder avanzar. Así que es mejor saberlo para poder planear nuestro cambio. El cambio nos lleva a adquirir compromisos y estos nos llevan a cambiar nuestros hábitos.

Debemos entender que los hábitos son comportamientos que hacemos repetidamente, prácticamente de forma inconsciente. Muchos expertos dicen que 21 días es el tiempo suficiente para establecer un hábito.

El profeta Daniel practicó un ayuno por 21 días e indudablemente él experimentó una respuesta del Eterno a su desafío de una manera sobrenatural. Según algunos expertos en guematría bíblica, afirman que el número 21 al igual que el número 7 representan perfección. Así que tomaremos esta palabra y la revelación del Espíritu para entender que estos 21 días de ayuno serán de gran bendición a nuestras vidas.

Ahora te pido que me permitas hacerte algunas preguntas:

  • ¿En algunos momentos de tu vida has decidido que debes hacer algunos cambios?
  • ¿Quieres tener una vida mejor, más llena, más satisfactoria?
  • ¿Cuántas veces has pensado que deberías hacer más ejercicio, comer de forma saludable o dejar algunas cosas que son nocivas para tu vida?

El asunto no es cuantas veces lo has pensado, sino cual ha sido el resultado de ese buen pensamiento. Los cementerios están llenos de seres que un día tuvieron buenos pensamientos, pero que sin embargo nunca tomaron la decisión de dejar sus malos hábitos y adquirir nuevos. Estos 21 días de ayuno representan una oportunidad para tu vida. No permitas que esa oportunidad te pase de largo.

En la epístola de Pablo a los Efesios podemos leer:

En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente”.

(Efesios 4:22-23)

Esta escritura es clave no solamente para descubrir hábitos que tienen que ver con nuestra vida espiritual, sino también con aquellos hábitos personales que tenemos en torno a nuestra salud, nuestra buena alimentación. El no tener buenos hábitos alimenticios nos están llevando a deteriorar nuestro organismo y porque no decirlo, nos afecta en nuestra relación con el Eterno ya que con un mal hábito alimenticio deterioramos el templo del Espíritu Santo.

La palabra “despojarse”, usada en el texto por el apóstol, básicamente se refiere a cambiar hábitos, eliminar uno malo y desarrollar uno nuevo que consideras positivo para tu vida. Para realizar un cambio de hábitos tienes que sustituir cosas a las que estás habituado y con las que te sientes muy cómodo, por otras nuevas que no encajan muy bien con tu “rutina” actual.

La oración y el ayuno juntos, están diseñados para cambiar nuestro estilo de vida de aquí de la tierra y adoptar el estilo y cultura del cielo.

El profeta Daniel experimentó ese nivel de vida. Él decidió santificarse, entendiendo que esto representa el despojarse de todo en sus tres aspectos de vida: espíritu, alma y cuerpo (1 Tesalonicenses 5:23). El ayuno y la oración logran santificar todo tu ser. Santificar se define como purificar y el diccionario dice que purificar es el acto de desintoxicar. De manera que la santificación es un proceso de desintoxicación o purificación plena e integral.

Para terminar, necesito recordarles que el 4º y el 5º mes, son una temporada oportunidad para ayunar y orar y así purificar o desintoxicar todo nuestro ser. Esto eventualmente nos habilita para entrar a vivir un estilo de vida como el del cielo.

Preparémonos para estas jornadas de purificación.

¡Únete a toda la congregación que ha decidido aceptar este reto de parte del Eterno Dios!

¡Preparémonos y preparemos a nuestras familias para estas Jornadas Espirituales que cambiará totalmente nuestras vida para un mejor futuro en lo personal, espiritual y familiar.

¡Shalom!

 

 

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Los Trece Atributos de la Misericordia Divina

Por P.A. David Nesher

 

 

 

 «Entonces pasó el SEÑOR por delante de él y proclamó: 
«YHVH, YHVH, Dios compasivo y clemente, lento para la ira y abundante en misericordia y verdad; que guarda misericordia a millares, el que perdona la iniquidad, la transgresión y el pecado, y que no tendrá por inocente al culpable…»

(Éxodo. 34:6-7)

 

 

Mientras nuestras almas se someten a la decisión de entrar en 21 días de ayuno parcial, hallo conveniente compartir con todos ustedes uno de los más grandes secretos que el Eterno reveló y transfirió a su Pueblo Israel, para lograr transformar toda tragedia en alegría. Me estoy refiriendo a lo que el Señor proclamó acerca de Él, en cuanto a Su naturaleza benevolente, durante un episodio decisivo en la historia de nuestra salvación.

 

Después de su gran pecado con el ídolo de oro (Éxodo 32), Israel a los pies del Sinaí se había arrepentido, y por intercesión de Moisés, el Eterno los había restaurado otorgándoles una segunda oportunidad. Esta nueva temporada de la gracias del Eterno produjo en las generaciones venideras una conciencia que les permitió siempre mantenerse firmes en los momentos duros de la historia certeros de que el Misericordioso Dios sería propicio de ellos.

 

Desde los sacerdotes y hasta cada sabio de Israel se concuerda que estos dos versos contienen una lista de 13 atributos de la misericordia de Dios, por esta razón se lo denomina «las 13 misericordias del Señor«. Es tan poderoso el conocimiento divino que se recepciona en esta revelación que en Israel, desde los tiempos davídicos, y durante cada fiesta bíblica, los peregrinos recitan los 13 atributos de Dios en su peregrina hacia el Monte Santo.

 

Me gustaría conducirlos a sumergirse en el poder maravilloso que esta revelación divina nos entrega.

 

En los países occidentales, el número 13 a menudo se relaciona con la mala suerte. De hecho, muchos edificios multi-pisos no tienen un piso número 13 debido a las supersticiones.

Antes de hablar sobre el número 13, es necesario que se entiendan dos conceptos:

  • Primero, que cada letra en el abecedario hebreo, que se compone de 22 consonantes, posee un equivalente numérico.
  • Segundo, que tanto los sacerdotes, tanto como los profetas practicaban la «guematría». Ésta es la disciplina dedicada a encontrar significado más profundo o escondido en las Escrituras basado en el valor numérico de sus palabras. Eso produce resultados muy interesantes. Uno de los ejemplos más comunes es la palabra hebrea de jai (חי), o «vida,» que tiene un valor numérico de 18; leyendo de derecha a izquierda, la letra ח = 8 y la letra י = 10. Dado que esta palabra es tan importante, muchos donativos judíos monetarios vienen en múltiplos de 18.

Ahora bien es importante para nosotros notar que, desde la mentalidad hebrea, el número 13 no representa la mala suerte de acuerdo a la guematría profético-sacerdotal. Normalmente escrito como yod-guímel [יג], el 13 tiene el valor numérico de la palabra ahavá («amor,» con las letras alef-hei-bet-hei) [אהבה] y de ejad («uno,» como en la declaración diaria de que Dios es Uno, con las letras alef-jet-dalet) [אחד]. Trece es la edad de la responsabilidad, cuando un niño se convierte en «hijo del pacto» o bar-mitzvá. Clamamos por la misericordia del Eterno Dios al recitar lo que la Tradición Rabínica denomina como «shlosh Hesreh middot» (שלוש עשרה מדות), que traducimos como los Trece Atributos de la Misericordia de Dios según Éxodo lo revelado en el libro de Éxodo (Shemot) cap. 34, vv. 6-7.  Estos Atributos son los caminos de Bondad, Misericordia y Juicio, con los cuales Elohim conduce al mundo y a la humanidad.

 

La Torah nos relata que Moisés había pedido ver la gloriosa Presencia del Eterno (Ex. 33:18), así que aquí, Dios continúa respondiendo a su petición. La pregunta que se contesta aquí, tanto a Moisés, como a nosotros es: ¿Qué es la Gloria de Dios? Y la respuesta que el Señor da, rompe los paradigmas equivocados de toda religión. La Gloria de Dios es más que una visión y/o manifestación de poder y majestad divina. La Gloria de Dios incluye conocer su naturaleza, carácter y manera de relacionarse con todas sus criaturas. Por ello, debemos entender que la Gloria de Dios se revela por medio de Su Misericordia y Justicia, extendidas con gracia (favor inmerecido) sobre todos los hombres, llenándonos de beneficios diariamente.

 

El Eterno al atravesar a Moisés en la nube lo bendijo compartiendo una visión profética en la que Él mismo estaba envuelto en un manto (tal como el talit cubre a un líder de una plegaria pública) mientras recitaba estos trece Atributos de Misericordia. Haciendo esto Dios le dijo que cada vez que Israel errara debían decir estas palabras y Dios perdonaría. Desde entonces todos los hijos del Eterno contamos con una de las armas mas poderosas que tenemos: clamar con las trece cualidades de misericordia de Dios en las cuales mencionamos Su gran bondad y piedad, rogándole que se conduzca con nosotros con tolerancia y benevolencia. Así que si alguna vez están realmente en un caso de extrema urgencia y necesitan una salvación urgente ¡les recomiendo que se aprendan esta lista de memoria!

 

  1. YHVH – yud-hei-vav-hei (Esta mención al Tetragrámaton refiere en primer término a que el Nombre Inefable de Dios trasciende a la razón humana).
  2. YHVH – yud-hei-vav-hei. (Esta segunda mención del  Nombre YHVH da a entender que Él es quien origina todo lo existente y que implica «middat harahamim» (מדת הרחמים), es decir que la Misericordia de Dios es para con toda la creación.
  3. DiosEl. El Atributo  «El» (אל), significa en hebreo bíblico fuerza. Por lo tanto el Atributo Elohim (que incluye «El«) denota la plenitud; la fuerza y la idea de Dios Omnipotente, o la el que tiene la totalidad del poder para conducir todo lo creado por El.
  4. MisericordiosoRajúm (רחום): esto indica que el Eterno sólo hizo bondades con todo ser humano durante su estado embrionario mientras permanecía en el seno materno, en su desarrollo y crecimiento. El mismo término רחמים («Rajamim«) traducido como Misericordia, deriva de la palabra hebrea רחםRejem«, que quiere decir seno materno.
  5. Y Clemente – v’Janún (חנון): Indica la Bondad del Creador al dotar al ser humano con inteligencia y raciocinio.
  6. Tardo de ira – Erej Apayim: este Atributo divino, es el que acompaña al ser humano especialmente desde su nacimiento hasta su pubertad señalando que la persona humana no podría crecer ni desarrollarse si fuera juzgado únicamente con el atributo del rigor.
  7. Y grande en benevolencia – v’Rav Jesed
  8. Y Fidelidad – v’Emet
  9. Quien prodiga misericordia por miles de generaciones – Notzer Jesed l’Alafim
  10. Perdona la iniquidad – Nose Avon
  11. Y el pecado intencional – v’Fesha
  12. Y el error – v’Jataah
  13. Y purifica – v’Nakeh

 

Cuando terminamos de proclamar los 13 Atributos entonces declaramos audiblemente y desde nuestro corazón:

«Misericordioso y lleno de gracia, hemos pecado delante de Ti; ten misericordia de nosotros y sálvanos«.

Desde esta consideración de los Trece Atributos de la Misericordia, los invito a porofundizar el poder que se esconde en esta revelación:

Al meditar profundamente en los 13 atributos de la misericordia divina, descubrimos con asombros que son la forma en la cual el Creador se comunica con nosotros diariamente manifestándose como Abba (Papi). Esto significa que si el creador se comunica así con nosotros, cada uno de nosotros está obligado a comunicarse del mismo modo con su prójimo. Si así lo hacemos estos atributos nos protegerán como si fueran trece flechas (vectores) apostadas a nuestro favor, simplemente porque estamos siendo, en nuestro actuar, semejantes al Eterno.

Entonces analicemos cómo deberá ser nuestro carácter mesiánico una vez que Yeshúa nos penetra revelándonos al Padre en Su misericordia (Nota: al leer estos puntos compárelos paralelamente con lo puntuado en la descripción anterior):

 

  1. Todos nos equivocamos pero la Luz Infinita (Yeshúa) es misericordiosa y tiene la paciencia para que nosotros volvamos al camino, así debemos ser con los demás.
  2. Paciencia y tolerancia con los demás, nos obliga a no elaborar un juicio inmediato con nuestro prójimo.
  3. La Luz Infinita (Yeshúa) se olvida y deja pasar las cosas malas que hacemos. Esta es la esencia propia del perdonar.
  4. La Luz Infinita siente nuestro dolor. Así nosotros debemos sentir el dolor de los demás. Esto nos conduce diariamente a buscar el bien en los demás y para los demás.
  5. No guardar enojo ni rencor, ni a nosotros ni a los demás. La ira se hace positiva y constructiva.
  6. La Luz Infinita siempre busca lo bueno en nosotros, y nosotros debemos siempre encontrar lo positivo en las demás personas. Gracias a esto, realizamos solamente actos de bondad.
  7. Nosotros cambiamos y la Luz Infinita se olvida de nuestro pasado, así debemos ser. Esto significa que amamos y buscamos el bien para alguien que ha dañado y desea rectificar.
  8. La Luz Infinita con nuestra negatividad trata de ocultarla y no exponerla hasta que nos transformamos.  Nosotros debemos darle el tiempo al prójimo olvidando sus malas acciones.
  9. Cuando vemos que la gente hace cosas negativas nosotros queremos que sufran las consecuencias pero debemos inyectar misericordia y no desearle el mal. Debemos practicar la compasión.
  10. Actuar con honestidad. A veces tenemos que hacer juicio de otra persona, pero siempre debemos hacerlo con misericordia y mencionando en que.
  11. Actuar con bondad e indulgencia hacia los demás. La Luz Infinita da sin cálculos. Debemos tener la conciencia de dar y compartir. Estar en ese nivel de conciencia que YHVH anhela que tengamos.
  12. La luz siempre encuentra algo positivo en mi para darme misericordia. Nosotros siempre debemos buscar lo positivo en los demás. Debemos ayudarlos a llegar a hacer teshuvá (retorno) y no guardar rencor.
  13. Buscar maneras de mostrar misericordia y compasión a los demás. Recordar el pasado, nunca olvidarse de lo que hicieron por ti. Aunque ahora te hagan algo que no te guste, siempre recordar lo que alguna vez hicieron por ti o como te ayudaron a crecer. Desde allí obrar con ellos hacia hoy y hacia el mañana.

El pueblo de Israel, al recibir por medio de Moisés, este conocimiento, después de haber sido perdonado por el pecado del becerro de oro, captó la idea clara del propósito: así como el ser humano se comporta aquí abajo para el Eterno y su prójimo, igual será digno de abrir la calidad de esos atributos supremos desde arriba. Es decir que tal como él se comporta, así será la influencia de arriba y hará que esa calidad brille sobre su entorno. Esto conlleva el compromiso sabio de entender que no se trata simplemente de repetir oralmente estos trece atributos sino de representarlos fielmente en cuerpo y alma aquí en la Tierra.

 

Como podemos ver entonces, estos trece atributos no son tan solo ideas abstractas. Las mismas afectan los planos celestiales y los terrenales, fusionando, fusionándose y afectándose tanto desde «aquí abajo hacia arriba» como desde «allá arriba hacia aquí abajo».

 

Al considerar esta revelación no hay duda alguna que todos deberíamos alabar a Dios por esos maravillosos atributos, y pedirle que nos ayude a tratar a los demás con misericordia de la misma manera en que Abba nos trata a nosotros. Entonces, por favor, te pido que pienses en cada una de los atributos de la misericordia divina antes mencionadas y reflexiona en como poder imitarlos en cada uno de tus actos cotidianos.

 

 

¡Tzome Khal!Espero que tengas un ayuno llevadero y fácil!)

 

 

A continuación les comparto una canción que podrán utilizar como fondo cada vez que clamen al Eterno invocando Su Misericordia.

 


Nota:

Seguramente varios de ustedes vienen considerando hacer contribuciones a este ministerio de enseñanza que el Eterno me ha encomendado. Para aquellas personas que deseen hacer donaciones para la expansión de nuestra pag web y para la ejecución de nuevos proyectos de ayuda social, aquí les dejo el link que les permitirá hacerlo.

¡Desde ya muchas gracias y que el Eterno recompense esta consciencia de Terumáh!

17 de Tamuz: El Inicio de un Proceso Victorioso

El 17 del cuarto mes (llamado por la Casa de Judá tamuz) es un día de ayuno que conmemora la caída de Jerusalén, previa a la destrucción del Templo Sagrado. Esto marca también el comienzo de un período de duelo nacional de tres semanas, que termina en Tishá B’Av (el 9 de Av o quinto mes del calendario lunar de YHVH).

También, de acuerdo a los relatos del Talmud, se registra que la primera tragedia ocurrida el 17 de tamuz fue el rompimiento de las primeras tablas de la Torah (Instrucción) en el Monte Sinaí.

El Ayuno del 17 de Tamuz es el primero de los días de ayuno enlistados en la Biblia, llamado allí «el ayuno del cuarto mes» (Zacarias 8:19). Fue instituido en recuerdo a la ruptura de la murallas de Jerusalén durante ambos sitios impuestos a la ciudad en la antigüedad: el primero de ellos por Nabucodonosor de Babilonia, el 9 de Tamuz de 586 a. C., y por segunda vez por el comandante de las legiones romanas, Tito, el día 17 de Tamuz del año 70, que devino tres semanas más adelante en la caída de la ciudad y destrucción del segundo Templo de Jerusalén, el día 9 de Av del mismo año.

Este día es el primero de los cuatro días de ayuno mencionados en los profetas. El propósito de este día de ayuno es despertar nuestro sentimiento de pérdida por el Templo destruido y la consecuente travesía de la Casa de Judá hacia el exilio.

El hecho de atormentarnos por estos trágicos eventos tiene como objetivo ayudarnos a conquistar las deficiencias espirituales que los provocaron. A través del proceso de “Teshuvá” —introspección y compromiso a cambiar— tenemos el poder de transformar tragedias en alegrías. De hecho, el Talmud dice que después de la redención futura de Israel y de la reconstrucción del Templo, esos días de ayuno serán re-dedicados como días de regocijo y festividad. Porque como dijo el profeta Zacarías: el 17 de tamuz se convertirá en un día de “regocijo para la casa de Yehudá, de felicidad y de alegres banquetes”.

El periodo de veintiún días entre el diecisiete de tamuz y el nueve de Av es denominado bein ha-metzarim –“días de la angostura«, basado en el versículo (Eijah -Lamentaciones- 1:3) que señala: todos sus perseguidores la alcanzaron entre las angosturas. Los sabios de la escuela del sacerdote Esdras explicaron que «entre las angosturas»  se refiere a los días de aflicción que ocurrieron en el período entre el 17 de Tamuz y el 9 de Av. En éste período, muchas calamidades le sucedieron al pueblo judío a través de las generaciones. Fue durante éste período que tanto el Primero como el Segundo Templo fueron destruidos. Este período fue por consiguiente, establecido como un tiempo de luto por la destrucción de los Santuarios.

El Ayuno de 17 de Tamuz es considerado día de ayuno menor, observado desde el amanecer hasta la caída de la noche y salida de las estrellas, excluyendo las horas nocturnas. Si cae en sábado, será trasladado al domingo subsiguiente, ya que según los preceptos, no se conmemora duelo en Shabat.

Hoy, para nosotros, los redimidos en Yeshúa, el león de la tribu de Judá, este ayuno tiene un propósito mesiánico: despertar el sentimiento de pérdida por el Templo destruido de Yeshúa: Su Cuerpo, la Iglesia. El objetivo de este ayuno será ayudarnos a conquistar las deficiencias psíquico-espirituales que provocan paralelamente en nuestras vidas únicas e individuales, los trágicos eventos de la caída de Jerusalén y la destrucción del Templo. Estas deficiencias son provocadas por la excesiva vida que le otorgamos a nuestro ego, quien orgullosamente nos conduce a crear un «Dios» a nuestra manera de acuerdo a los diferentes cánones que el materialismo práctico del sistema reptiliano nos ofrece.

El proceso que permite este ayuno es el conocido como Teshuvá, es decir nuestra capacidad de introspección para desarrollar un compromiso inteligente y emocional que nos conduzca a generar cambios en nuestro carácter al estilo de nuestro Mesías, Su majestad Yeshúa.

El resultado celestial será la adquisición de el poder que nos permite transformar tragedias en alegrías que contribuyan y permitan la transformación de nuestro entorno (Tikun).

frase el ayuno

 

BITÁCORA RELACIONADA: El Ayuno del 4º Mes y el poder de Teshuvá (arrepentimiento)

 

Oración por Nuestra Nación

Jesucristo, Señor de la historia, te necesitamos.

Nos sentimos heridos y agobiados.

Precisamos tu alivio y fortaleza.

Queremos ser nación,

una nación cuya identidad

sea la pasión por la verdad

y el compromiso por el bien común.

Danos la valentía de la libertad

de los hijos del Eterno Dios

para amar a todos sin excluir a nadie,

privilegiando a los pobres

y perdonando a los que nos ofenden,

aborreciendo el odio y construyendo la paz.

Concédenos la sabiduría del diálogo

y la alegría de la esperanza que no defrauda.

Tú nos convocas. Aquí estamos, Señor,

escuchando lo que tu Voz nos dice:

«Acepten el yugo que les pongo, y aprendan de mí, que soy paciente y de corazón humilde;

así encontrarán descanso» (Mateo 11:29).

Jesucristo,  te reconocemos como Señor de la historia,

por eso declaramos que te necesitamos.

Amén.

¿Cómo debo festejar Yom Kippur?

Por P.A. David Nesher

En estos años de transicionar hacia la perfecta voluntad de Abba en lo referente a valorar la Vida como una Fiesta, hemos comprendido que Yom Kipur es un día festivo especial de introspección y de profundo examen personal. Un día en el que se nos ha dado la posibilidad de acercarnos al verdadero propósito de nuestra vida, el sacerdocio de la Luz Infinita (Or Einsof) y por ese hecho, es considerado una festividad bendita y de suma importancia. Yom Kipur es la fiesta del Eterno que abre ante nosotros un mundo entero de discernimientos espirituales, refinados y maravillosos.

Yom Kipur es la forma hebrea de nombrar al Día de la Expiación. Fiesta especial del Eterno en la que el perdón y del arrepentimiento de corazón (teshuvá) se manifiestan con un poder transformador de circunstancias. Es considerado el día más santo y más solemne del año.

Yom Kipur es el ayuno más solemne del Pueblo de Dios. Durante el mismo, ningún alimento puede ser consumido en forma alguna (en todo el día), y está prohibido todo tipo de trabajo servil.  La Instrucción (Torah) dice:

 “A los diez días de este mes séptimo será el día de expiación; tendréis santa convocación, y afligiréis vuestras almas, y ofreceréis ofrenda encendida a Yahvéh. Ningún trabajo haréis en este día; porque es día de expiación, para reconciliaros delante de Yahvéh vuestro Dios. Porque toda persona que no se afligiere en este mismo día, será cortada de su pueblo. Y cualquiera persona que hiciere trabajo alguno en este día, yo destruiré a la tal persona de entre su pueblo. Ningún trabajo haréis; estatuto perpetuo es por vuestras generaciones en dondequiera que habitéis. Día de reposo será a vosotros, y afligiréis vuestras almas, comenzando a los nueve días del mes en la tarde; de tarde a tarde guardaréis vuestro reposo.”

(Levítico/Vayikrá 23:27-32)

«Porque en este día se hará expiación por vosotros, y seréis limpios de todos vuestros pecados delante de YHWH. Día de reposo es para vosotros, y afligiréis vuestras almas; es estatuto perpetuo»

(Levítico/Vayikrá 16:30-31)

En el calendario hebreo, y como se lee en las Escrituras, Yom Kipur comienza con un servicio de adoración en el anochecer del noveno día del mes séptimo (Tishri), y continúa hasta el anochecer del siguiente día. Al terminar el día de Yom Kipur, se celebra un servicio más que marca el cierre de las fiesta. Esta culminación debe realizarse con el sonar del shofar, marcando con ella la conclusión del ayuno ofrecido a Abba.

El ayuno de Yom Kipur obedece al mandato bíblico de “afligiréis vuestras almas” (Lv. 23:32). La expresión aflicción debe ser interpretada como un ayuno completo: un alejarse, por espacio de un día, de las necesidades materiales del cuerpo humano, para poder dedicarse con más concentración a las oraciones y al contenido espiritual de la fecha.

Al decir esto, creo que primero debo aclarar el espíritu de este día a fin de ser mal interpretado en mi enseñanza. Nosotros, los primogénitos de Su Santo Monte, no ayunamos para que seamos absueltos de nuestros pecados, ni para que nuestros nombres sean inscriptos en el ‘Séfer ha’Jaim’ (Libro de la Vida).  Sabemos y tenemos la certeza que ya hemos sido redimidos, y nuestros pecados han sido perdonados, por lo que nuestros nombres ya se escribieron en el Libro de la Vida, gracias a la sangre bendita de Yeshúa, que habla más fuerte que la de Abel.

«Ustedes han llegado a Jesús, el mediador del nuevo pacto entre Dios y la gente, y también a la sangre rociada, que habla de perdón en lugar de clamar por venganza como la sangre de Abel«.

(Hebreos 12:24 -NTV)

Necesito que esto quede bien claro en la conciencias de todos y cada uno de nosotros.  Yeshúa nuestro Mesías y amado Dueño, ha hecho un Buen y Eficiente Trabajo; ha cumplido Su misión expiando perfectamente nuestros pecados; cumplió todos los tipos y figuras de los sacrificios realizados en el Tabernáculo de Moisés y en el Templo de Jerusalén del Antiguo Pacto.

La epístola a los Hebreos es el mejor comentario que nos habla del cumplimiento de los sacrificios típicos del Día de Expiación. Nos demuestra que el sacrificio de Cristo por los pecados de la gente, cuando murió en la cruz, no fue un día anual de ayuno y expiación para ser repetido cada año, sino que único para un completo y final sacrificio por el pecado (Heb. 9:11-12, 24-26; 10:12). La lectura de esta carta apostólica no guía a entender que Yom Kipur es un Festival día de alegría por el alivio que  otorga saber que nuestros pecados han sido confesado al Eterno Dios, a través de nuestro Sumo Sacerdote Jesucristo, y el arrepentimiento (teshuvá) que hacemos durante ese día es para testificar que nuestros pecados fueron expiados, una vez y para siempre, y que además nunca serán repetidos.

Para nosotros, los primogénitos del Nuevo Pacto (Hb. 12:23) la Fiesta de Yom Kipur es una inmersión que puede eliminar completamente toda negatividad (carnalidad) que tengamos adherida en nuestra alma. Pero la negatividad sólo puede ser liberada si estamos completamente inmersos en el poder de nuestro Sumo Sacerdote y apóstol de nuestra Fe: Yeshúa HaMashiah (Heb. 3:1).  Para disfrutar de la energía que esta fiesta propone nos conviene mucho recordar y deshacernos de cada uno de los aspectos de nosotros mismos que queremos cambiar.

Yom Kipur representa también dos momentos escatológicos de la profecía:

  • el Juicio de los redimidos frente al Tribunal de Cristo, con el posterior establecimiento del Milenio;
  • y  el Día del Juicio Final cuando el Eterno juzgará a la humanidad frente a Su Gran Trono Blanco.
¿Qué se debe o puede hacer en Yom Kipur?

Es sumamente sencillo, solo debemos tener en cuenta que Yom Kipur es un día de oración y ayuno. Así que comenzamos el ayuno al anochecer del comienzo del 10 de Thisrei.

  • Tomamos una buena cena antes de la puesta del sol.
  • Si tenemos la bendición de contar con una asamblea local asistimos a un servicio especial de Kippur en la Casa de Asamblea esa noche; así que se debe asistir a la congregación, en caso de tener un lugar al cual asistir. Sino se tiene un lugar para congregarse, se debe convocar a la familia para que se reúna, para una reunión o servicio propio de este día. O asistir a una congregación virtual, en Internet,  como puede ser nuestro caso. Se pueden reunir por la noche para un servicio simple, con lecturas dirigidas a estimular la revisión, y el arrepentimiento. Y luego ir a descansar, para tener energías para el día siguiente, que es cuando se realizan mayor cantidad de actividades, aprovechando el día libre, pero tratando de no cansar el cuerpo, debido esto al ayuno. Es importante esto pues el apoyo de otros te ayudará a pasar el desafío de este día. También es más fácil concentrarse y meditar en un ambiente como el que produce una asamblea de magistrado en un santuario.  Y recuerda siempre: ¡El “sacrificio” no sirve la “misericordia” sí, y recordemos que este es un día para “ayunar” no para “morir”!
  • Luego, por la mañana, uno se puede reunir, para un servicio especial de Kipur que puede durar todo el día, o hasta el medio día, según las fuerzas y la disposición de la congregación, donde se estudie las escrituras, se ore, se cante alabanzas, se presentan testimonios, reflexiones… por parte de los miembros; y se presenta uno o varios temas escriturales por parte de los líderes de la asamblea. Luego se debe descansar un poco, se puede haber un receso al medio día para descansar y para que tomen sus alimentos los que no estén ayunando (los niños, los muy ancianos, los que padecen de alguna condición que les impide ayunar, y las mujeres embarazadas).
  • Por la tarde todos pueden reunirse nuevamente para un estudio final más, al que se le puede añadir también algunas oraciones y meditaciones que lleven a una profunda reflexión.
  • Kippur es el día especial para hacer reconciliaciones, restaurar amistades, pedir perdón y dar perdón; esa es la esencia de este Día Sagrado. Es un Día muy solemne en el que buscamos de manera especial el perdón de Yahvéh y también de aquéllos a quienes quizás hemos ofendido inadvertidamente; es un Día de Reconciliación.
  • En este Día también damos gracias por la expiación lograda en nuestro favor por el Mesías Yeshúa mediante su vida perfecta y su muerte cruenta en el Gólgota. Es muy importante, incentivar sobre todo, la toma de conciencia, respecto a que este es un día para pedir perdón al Altísimo, en actitud de meditación y arrepentimiento que involucra la “teshuváh” es decir volverse hacia Yahvéh, no solo por el arrepentirse para nuestro propio bien, sino también volverse a Yahvéh por amarlo y no poder estar alejado de el debiéndole, al tener cuentas sin saldar. Es por tanto fundamental, aprovechar este día y esta Moed, para que se adquiera una real conciencia de la magnitud del sacrificio expiatorio del Mesías Yahoshúa por nosotros. Uno se abstiene de alimentos, baile, sexo, juegos, diversiones, etc.
  • En este Día también estudiamos sobre el significado profético de esta ocasión, que representa el Día de juicio y expiación para Israel en el Reino Mesiánico venidero.
  • Kipur es el Día más sagrado del año bíblico; y es la antesala del gran Día de las Cabañas, en el que se representa el comienzo del Reino Milenial Mesiánico sobre las naciones de la Tierra.
  • Y por último, después de la caída del sol se acaba con el ayuno, ingiriendo una comida  muy liviana, evitando toda comida que pudiere ser pesada y afectara al aparato digestivo. Además hay que estar organizados, ya que los menores de edad y los enfermos, los cuales están exentos de ayunar, deben comer a las horas regulares y acostumbradas del día.

Ahora veamos unas cortas preguntas que muchos de ustedes aún realizan al acercarse este precioso día…

¿Yom Kipur es solo ayunar?

No, Yom Kipur es reposo y ayuno, ambas cosas. Como bien el Eterno nos lo dice (ver Números 29:7; Levítico 16:29 o 23:32).

¿Se puede hacer el reposo, sin ayuno?

Si se puede. Ya que una persona grave o enferma no puede ayunar, pero puede estar en reposo. Pero si se tiene salud se deben hacer ambas cosas. Una cosa no quita la otra.

Y lo contrario… ¿Se puede ayunar sin hacer reposo?

No se puede. Ya que no se debe ir a trabajar y ayunar a la vez. Debido a que el ayuno de Kipur implica ambas cosas, negación propia y reposo. Solo los enfermos pueden hacer una de las dos (es decir solo estar en reposo), lo cual es una excepción, aunque aun así sería un cumplimiento incompleto, o bien un memorial. Ayunar en kipur, pero trabajar, es quebrar kipur.

Entonces… ¿Sino se pueden cumplir con esas condiciones?

Pues sencillamente no se hace Kippur, sino más bien se realiza el “memorial”. O sea, se participa en las reuniones, haciendo “recuerdo” de esta fiesta santa (Moed Kadosh) que se debe hacer en el Templo de Jerusalén, a manera de respeto. Y teniendo en mente pedir a Abba nuestro que nos ayude el año próximo a poder hacerlo como Él ordena, en Su Palabra.

¿Qué pasa al no cumplir con Yom Kipur?

Pues, sea por una u otra razón, tenemos abogado en el Mesías. Lo cual nos da alivio, aunque no permiso para hacer lo que nos parezca. El Altísimo pasa por alto la ignorancia, pero no la negligencia, y debemos reconocer que muchos de Uds. hace ya tiempo que vienen mirando de lejos la Fiestas del Eterno, pero no se deciden a llevarla a la práctica.

Por último, solamente me queda asegurarles que la verdadera transformación es posible para cada alma humana que se comprometa a una contemplación y limpieza en Yom Kipur.

¡Envío un abrazo fuerte y fraternal para todos y cada uno de los amables compañeros de ruta que se tomaron el tiempo y el esfuerzo por leer y compartir estas líneas!

Anhelo que vuestros estén (o sean) inscritos y sellados en el Libro de la Vida, con bien, bondad, salud, prosperidad, paz, alegría, buenas nuevas y deleite de la bendición que gozamos mediante la fe en el Mesías que hemos heredados.

«Dar lo imposible es lo que más ama Él»… ¡Pidamos cosas imposibles!

Podemos todo por la oración.

Si no recibimos nada es porque o nos falta fe o no hemos orado bastante, o porque no sería conveniente para nosotros lo que solicitamos nos sea concedido, o porque Dios nos quiera conceder otra cosa mejor que lo que pedimos.

Pero jamás no recibiremos lo que pedimos porque sea demasiado difícil de obtener; nada es imposible de obtener… No vacilemos en pedir a Dios aun las cosas más difíciles, tales como la conversión de los grandes pecadores, de naciones enteras; pidámosle más que todas, aquellas que son las más difíciles, con la confianza de que Dios nos ama apasionadamente…

Pero pidamos con fe, con insistencia, con constancia, con amor, con buena voluntad…, y estemos seguros de que si pedimos así y con suficiente confianza, seremos escuchados, recibiendo la gracia solicitada o una mejor.

Pidamos, pues, ardientemente a Nuestro Señor las cosas más imposibles de obtener, si ellas son para su gloria, y estemos convencidos que su Corazón nos las concederá, tanto más cuanto más imposibles parezcan humanamente, pues dar lo imposible es lo que más ama Él y le es más agradable a su Corazón, ¿y cómo nos ama Él?

Por  Carlos de Foucauld

Nada es imposible para Dios frase inglés

¿Qué ocurre en nuestro organismo cuando ayunamos?

Hemos comprobado, cada vez que participamos de los «21 días de Aflicción» (Yemei bein Hametzarim) que el ayuno es la disciplina espiritual más poderosa de las tres que Yeshúa nos ha enseñado (Mateo 6:1-18).

En el plano físico son múltiples los beneficios que desprenden después de estar en un ayuno, sea parcial o total.

 

Al ayunar le damos la oportunidad para que descanse verdaderamente el aparato digestivo con lo que puede “poner al día” sus funciones y recargar sus energías.

El cuerpo se alimenta de las reservas menos vitales y ocurre con frecuencia una desintegración de quistes, abscesos, bultos, tumores benignos. Incluso tiene un gran efecto sobre los tumores malignos.

Durante el ayuno, el organismo primero degrada y quema las sustancias no esenciales para obtener energía.

Una fuente de material no esencial es el tejido enfermo, como los tumores benignos. Cuando el organismo físico no tiene comida, los tejidos se utilizan en orden inverso a la importancia que tienen para el organismo. Primero se utilizan los menos vitales. La grasa es el primer tejido en desaparecer. Para suministrar nutrientes a los tejidos más vitales, como el cerebro, los nervios, el corazón y los pulmones, las reservas almacenadas se utilizan antes de utilizar cualquier tejido funcional del organismo.

Durante el ayuno, la capacidad del organismo para disolver los coágulos aumenta considerablemente. Este proceso, denominado fibrinolisis, no permite que se produzcan problemas tales como trombosis o embolias.

Aumenta la capacidad inmunitaria del organismo.

Beneficios Físicos del Ayuno:
  • Degrada las grasas del organismo, lo que ocasiona una rápida pérdida de peso.
  • Se reabsorben, y este es un hecho muy comprobado, los depósitos de colesterol en las arterias.
  • Aumenta la cantidad de orina eliminada o diuresis. Esto explica la gran cantidad de peso perdida por algunas personas durante los primeros días de ayuno.
  • Desvía la energía utilizada en el proceso digestivo hacia la eliminación de sustancias de desecho, poniendo al día el retraso crónico en la eliminación que tiene lugar por nuestra alimentación excesiva y no adecuada, que hace que los órganos de eliminación (especialmente hígado, riñones, pulmones y piel) se ven sobrecargados de trabajo y no cumplen de forma muy efectiva su trabajo. El ritmo de vida, los factores psico-emocional y el estrés, agotan al cuerpo y a sus órganos de eliminación también.
  • Desvía la energía utilizada en el proceso digestivo hacia los tejidos y órganos que necesitan ser reparados, regenerados y revitalizados.
  • Ayuda al organismo a vencer las infecciones.
  • Limpia el cuerpo.
  • Clarifica y fortifica la mente y los sentidos.
  • Saca los venenos del organismo por años de alimentación inadecuada.
  • Quema la basura que estorba el flujo de la sangre.
  • Normaliza y purifica al sangre.
  • Revitaliza el cuerpo por el ahorro de energía que se hace.
  • Se experimenta modificaciones hormonales que estimulan los mecanismos de desintoxicación hepática.
  • Las variaciones en el nivel de acetona que se producen actúan sobre el cerebro, produciendo sustancias que estimulan la capacidad curativa del cuerpo.
  • Activa eliminaciones en general y en especial las de las materias morbosas del organismo.
  • Da un reposo completo a los órganos vitales.
  • Para la absorción de alimentos que se descomponen en los intestinos e intoxican después el cuerpo.
  • Vacía las vías digestivas y elimina las bacterias de putrefacción.
  • Da a los órganos de eliminación la oportunidad de poner al día su trabajo y facilitar la eliminación.
  • Restablece la química fisiológica normal y las secreciones normales.
  • Rejuvenece las células y tejidos y regenera el cuerpo.
  • Permite la conservación de la energía y la canaliza de una forma mas adecuada.
  • Aumenta los poderes de digestión y asimilación.
  • Mejora le funcionamiento general del cuerpo.

Beneficios Espirituales del Ayuno :
  • Limpia el Templo interior del Espíritu Santo (1 Corintios 6: 19)
  • Aumenta la fuerza de voluntad.
  • Por la fuerza de voluntad necesaria para resistir los embates del apetito aumenta la estabilidad psicológica y la auto confianza.
  • Puesto que las cadenas que atan al espíritu con el cuerpo son mas frágiles es mas fácil conseguir el éxtasis y gozo espiritual.
  • Se consigue una visión interior mas aguda y profunda.
  • Aumenta la devoción personal y la fe.
  • Se establece una comunicación mas directa con el Eterno, puesto se puede oír mas fácil Su Voz.
  • Nos hace más humildes.
  • Clarifica la visión interior.
  • Se aumenta la capacidad de oír con mas claridad nuestra voz interior.
  • Es un tiempo propicio para entregarse mas a la Meditación de la Torah y la Tefilá (Oración de Alianza).
  • Hace del hambre una virtud.
  • Ayuda al despertar de la Conciencia Cósmica o Mesiánica.
  • Se canaliza la energía mas fácil, puesto que es una época propicia para la sanación.
  • Puesto que se esta mas limpio interiormente se puede realizar ejercicios de Perdón mas fáciles y efectivos.
  • El Ayuno es algo sobrenatural, por que aplastamos lo carnal (el ego), para entrar en lo sobrenatural de Yahvéh.
  • Ayuda al desarrollo del domino propio.
  • Nos pone en lugar de sensibilidad al Espíritu.

 

El ayuno es un acto físico-psíquico que permite la pérdida de la necesidad de comida. Esta disciplina se realiza voluntariamente, permitiendo la abstención de probar alimentos por un determinado lapso de tiempo. De este modo facilita que el organismo descanse de la función de digestión y actúe en las funciones de eliminación y desintoxicación. Con este proceso se activan las capacidades de regeneración y renovación de todo el organismo. Por eso el ayuno es el método divino de purificación más natural y efectivo que se conoce. Los animales lo realizan cuando se sienten enfermos. Ellos se abstienen de comer hasta que se mejoren y la Fuerza Vital de la naturaleza les devuelve la salud; al ayunar se le permite a la naturaleza obrar en el cuerpo físico, y la energía de la misma se encarga de restablecer la armonía y el equilibrio orgánico.

 

Debido a que el ayuno activa los mecanismos internos naturales de curación, prácticamente cualquier dolencia es susceptible de mostrar mejorías tras su práctica adecuada.

 

El ayuno es un antídoto maravilloso para esos hábitos cotidianos con que progresivamente vamos perjudicando a nuestro cuerpo. No hay nada malo en disfrutar de la comida, pero su consumo en exceso y continuado acaba suponiendo una carga nada positiva para el cuerpo. Cuando introducimos más nutrientes de lo que realmente necesitamos (lo más común en nuestra sociedad moderna) lo que para nuestro paladar puede ser un placer, para los órganos internos supone una sobrecarga con la que debe enfrentarse.

 

 

Durante el ayuno, nuestro sistema se libera de esa carga y puede descansar en cuanto a procesos de digestión, asimilación y metabolismo se refiere. Estas son actividades que requieren una gran cantidad de energía. Se estima que alrededor del 65% de la energía corporal se destina a los órganos relacionados con la digestión tras una comida copiosa.

 

Al igual una madre que, aun cuando dispone de tiempo libre, no sabe estar parada y constantemente encuentra rincones del hogar por limpiar; el cuerpo en ayunas, eximido de su esfuerzo cotidiano, se entrega a labores de «autolimpieza». Es momento de liberar todas esas toxinas acumuladas en los tejidos, a las que hasta ese momento no había podido acceder. Esta liberación de las funciones digestivas y la consecuente capacidad de restitución orgánica, o “puesta al día”, del organismo es, sin duda, uno de los grandes beneficios del ayuno para la salud.

 

 

Por último, quiero dejar en claro que el ayuno en sí mismo no es un «medicamento» para cualquier dolencia. Lo que en realidad hace es crear un entorno propicio para que se pongan en marcha los mecanismos naturales de curación, sin la intervención de agentes externos. Y, dado que el cuerpo sabe cómo curarse a sí mismo a cualquier nivel, la conclusión es que el ayuno ayuda a reequilibrar el sistema a nivel general.

Oración para comenzar a estudiar

Bendito y Eterno Dios,
mi Creador,
Tú eres el Altísimo, 
el principio y fuente verdadera de Luz y Sabiduría.Te pido  que infundas el rayo de tu claridad sobre las tinieblas de mi inteligencia,
removiendo la doble oscuridad con la que nací: 
la del pecado y la ignorancia.

¡Tú, que haces elocuentes las lenguas de los pequeños, instruye la mía, e infunde en mis labios la gracia de tu bendición!

Dame penetración para entender,
memoria para retener, 
método y facilidad para atender, 
sutileza para interpretar
y gracia abundante para hablar.

Dame acierto al empezar,
dirección al progresar
y perfección al acabar.

¡Oh Señor! Eterno Dios que vives y reinas por los siglos de los siglos!

 Amén

Autor: Tomas de Aquino

Consejos para el Ayuno de Yemei bein Hametsarim («Días entre Dificultades»)

Debemos tener en cuenta que esta disciplina es un ayuno espiritual de veintiún días. Aquellos que se embarcan en él siguen un ayuno similar al que el profeta Daniel realizó durante su exilio en Babilonia.
La esencia de éste es llevar a los seguidores de Yeshúa a una relación más cercana con Dios.
Durante estos días, se debe consumir solamente vegetales y agua como alimento único. En el transcurso de los veintiún días, está escrito que Daniel se abstuvo de consumir vino, carnes y otros alimentos, que eran servidos en cualquier mesa de Babilonia. Los adherentes que siguen el ayuno estrictamente sólo se permiten consumir frutas, vegetales y agua. Otros escogen un camino que permite ingerir alimentos que se cosechan como los granos y legumbres.
 
Los alimentos permitidos.
 
A diferencia del concepto tradicional de ayuno, que lo que permite en la dieta es sólo agua, el ayuno de Daniel te permite comer toda la comida que quieras, siempre y cuando te mantengas dentro de los límites.
Mientras que estés siguiendo el ayuno de Daniel, puedes comer frutas, frutos secos, semillas, verduras y legumbres. Esos son los únicos alimentos que Daniel comió durante su ayuno. También se puede comer cereales integrales, como avena y cebada, así como pescados.

Las directrices de Daniel no te permiten comer alimentos «valiosos», como el alimento azucarado, comida condimentada o alimentos procesados, aunque algunas pautas permiten los alimentos sazonados con hierbas frescas.

Recuerda que debes beber abundante agua. La pureza del cuerpo es uno de los aspectos fundamentales de este ayuno, y el agua potable, en lugar de bebidas azucaradas, té o café, ayudará a lograr la pureza. Esto puede ser la parte más difícil para algunas personas debido a la adicción a la cafeína o el azúcar. Los dolores de cabeza son un síntoma típico tanto de la abstinencia de cafeína como de la deshidratación, y beber más agua ayuda con ambas razones.

Bebidas.
 
Repito lo dicho en el párrafo anterior, si estás siguiendo el ayuno tal y como se describe en el libro de Daniel, la única bebida que puedes tener durante tu ayuno es el agua.
Justamente es muy importante aclarar que la hidratación es esencial en cualquier dieta. Cuando tomas parte de un ayuno parcial, el agua es un factor crítico. Ten en cuenta que la deshidratación frecuentemente se presenta en forma de hambre. Esto toma sentido, dado que muchos alimentos, especialmente las frutas y vegetales, están compuestos en su mayoría de agua. Bebe al menos dos litros de agua diariamente.

Si no acostumbras a beber suficiente agua, tu cuerpo podría desarrollar un patrón de almacenar agua. Esta retención de agua implica que tendrás un peso adicional no deseado.

Al incrementar el consumo de líquidos durante el ayuno de Daniel, estarás eliminando toxinas y enseñándole a tu cuerpo que no necesita retener el exceso de agua. Si bebes agua caliente con rodajas de limón durante tu día, en especial antes de comer, esto te ayudará a retener menos líquidos. Asegúrese de consumir agua filtrada y libre de químicos.

Algunas pautas permiten jugos de frutas y jugos de verduras siempre y cuando todo sea natural sin adición de sal, edulcorantes, conservantes u otros ingredientes artificiales.

El té de hierbas o té común, bebidas con cafeína o componentes similares (como el mate) y las bebidas azucaradas también están en contra de las directrices.

La leche está también fuera de los límites, ya que es un producto lácteo.

Preparación.

 
Los alimentos que consumas mientras estés en ayuno se deben cocinar lo menos posible. Frutas, verduras, frutos secos y semillas, por ejemplo, se pueden comer crudas o ligeramente cocidas al vapor.

Los alimentos no pueden ser fritos o rebozados. Nada de lo que comas debe ser cocinadas con grasa en absoluto, esto incluye la margarina, la manteca y la mantequilla, sin embargo, los aceites naturales, como el aceite de oliva, son permisibles.

Qué no puedes comer.
Las principales prohibiciones son carne y los productos lácteos, ya que proceden de animales.

También hay una prohibición de vino o bebidas alcohólicas fermentadas. La idea es comer sólo cosas que crecen de la tierra y que no se cambien de su estado original por el hombre. Sin embargo, no son las únicas restricciones.

También debes evitar el pan que se elabora con levadura. La razón de esto es a la vez espiritual y metafórico. Como parte del sacrificio rápido original, Daniel dijo que no iba a comer nada «alimentos agradable», porque estaba de luto. El pan es generalmente un alimento deseable, especialmente en las mesas argentinas.
Recordemos que en las Sagradas Escrituras, la levadura también se utiliza como una metáfora de pecado, así también cuando se rechaza la levadura, simbólicamente se rechaza el pecado.

Por último, se debe evitar cualquier alimento procesado. Algunos alimentos enlatados podrían estar bien, pero debes comprobar la etiqueta de los aditivos sintéticos o conservantes. En el corazón del ayuno de Daniel está la noción de comer sólo cosas que crecen de forma natural, por lo que cualquier comida creada en un laboratorio en vez de el campo estaría fuera de los límites.

Este ayuno te enseña a valorar los dolores de hambre.

Usualmente, cuando tenemos dolores de hambre, corremos a comernos un aperitivo o cualquier cosa que haga desaparecer estos dolores. Sabemos que un poco de información sobre estos dolores, le hará tomar en el futuro otras opciones.

Los dolores de hambre realmente significan que el cuerpo está utilizando sus reservas de grasa. Así que si quieres perder peso durante el ayuno de Daniel, entonces alégrate con estos dolores de hambre.

La deshidratación usualmente también envía unos mensajes al cerebro que son interpretados como dolores de hambre. La próxima vez, en vez de comer algo inmediatamente, ¡beba un gran vaso de agua y el dolor se irá rápidamente!

Además aproveche esos dolores como una alarma natural en el que el Espíritu Santo lo llama a orar. Retírese a un lugar solitario en el que pueda entrar en comunión con el Eterno Abba.

Considera tdo el tiempo por qué y para qué estás ayunando.
 
Debido a que está permitido comer, el ayuno de Daniel es atractivo para muchos que se sienten incómodos con una ruptura total de los alimentos. Sin embargo, existe el tiempo de compensación.

El ayuno de Daniel tiene una duración de 21 días, que puede ser una eternidad para alguien que está acostumbrado a beber café. Cuando el ayuno se pone difícil, recuerda que estás haciendo este sacrificio por una razón, y mantén esa razón cerca a tu corazón.

Si, como Daniel, estás ayunando porque estás de luto, debes orar acerca de tu situación.

Si estás buscando respuestas a un dilema difícil, debes meditar en la Torah (Instrucción) en busca de esas respuestas. Aprovecha este tiempo para volver a un compromiso profundo con las parashot (porciones) semanales de la Torah. Recuerda que el ayuno conlleva la idea celestial de que el alma humana ascienda en su conciencia mesiánica, por lo tanto, meditar las aliyá (ascensiones) cotidianas de las parashot permitirá que tu mente y corazón experimenten correctamente un mayor acercamiento al Eterno.

Si estás buscando la curación de tu cuerpo, toma consuelo en el hecho de que te estás purificando a través del ayuno.

El punto de un ayuno es reemplazar lo que estás ayunando con algo espiritual lo que te llevará más cerca de Dios.

Precauciones.

 
Debido a que es probable que estés alterando drásticamente tu dieta, puedes experimentar dolores de cabeza y otros síntomas leves.

Si no estás seguro acerca de los síntomas que tienes, consulta a tu médico.

Mientras hagas el ayuno de Daniel, considera tomar un suplemento vitamínico o mineral para asegurarte de recibir toda la nutrición que necesitas.

Como con cualquier ayuno, si tienes problemas de salud o preocupaciones, deberías consultar con un médico antes de comenzar.

Me iluminó con la inmensidad

Cierra los ojos,
 Sumérgete en la inmensidad
que hay en ti.
Permanece simplemente en ti.
Déjate llevar por tu anhelo,
abandónate a él por completo.
Él te conduce a la profundidad,
a tu profundidad,
tu propia inmensidad.
Percibe cómo tu anhelo
te conduce cada vez más hondo.
Admítelo,
abandónate a él,
abandónate a la profundidad,
abandónate a la inmensidad.
Gusta la tranquilidad y el abandono,
la profunda paz que produce,
Báñate en ella,
deja que ella te toque y te atraviese,
déjate atravesar e iluminar
por lo inmenso
a lo que estás conectado.

Giuseppe Ungaretti
Poeta italiano

La Ciencia descubre que el ayuno fortifica el sistema inmune

El ayuno por dos o tres días contribuye a la regeneración de células madre en la sangre y la restauración del sistema inmunológico, con lo que contrarresta los efectos de la quimioterapia y el envejecimiento, según un artículo que publica la revista Cell Stem Cell.
El estudio lo encabezó el italiano Valter Longo, profesor de gerontología y ciencias biológicas en la Universidad del Sur de California (EE UU). El investigador explica que «cuando uno ayuna, el sistema trata de ahorrar energía. Y una de las cosas que puede hacer para ahorrar energía es reciclar muchas de las células inmunitarias que no necesita, especialmente las que puedan estar dañadas«.
Los investigadores mantienen que el cuerpo, durante el período de ayuno, produce nuevos glóbulos blancos para luchar contra la situación, algo que podría resultar muy beneficioso para las personas con afecciones o daños en su sistema inmunológico, como los pacientes con cáncer que reciben quimioterapia.
Según explican, el ayuno “activa un interruptor de regeneración” que provoca que las células madres generen leucocitos, “reconstruyendo y regenerando todo el sistema inmunológico”.
Según el experimento, en el cual se pidió a varias personas realizar ayuno con regularidad, entre dos y cuatro días durante un periodo de seis meses, los científicos observaron que además durante este plazo se redujo la enzima PKA, vinculada al envejecimiento y a una hormona que incrementa los riesgos de tener cáncer y el desarrollo de tumores.
Cuando tú estás hambriento, el cuerpo intenta ahorrar energía, y una de las cosas que puede hacer para ello es reciclar una gran cantidad de células que no son necesarias, especialmente las que pudieran estar dañadas”, explicaba el Doctor Valter Longo, profesor de Gerontología y Ciencias Biológicas, al sitio The Telegraph.
Ahora, yendo un paso más allá, llaman a continuar profundizando en la investigación para definir si es posible aplicar estos efectos no solo al sistema inmunológico sino también a otros sistemas y órganos diferentes.
Sin embargo, pese a la expectación que ha levantado esta hipótesis, son ya varios los especialistas que han querido salir al paso de estas afirmaciones, como el británico Chris Mason, profesor de Medicina Regenerativa en la UCL (Londres), asegurando que no es adecuado llevar a cabo esta práctica en pacientes enfermos y que lo realmente saludable, como tantas veces se ha dicho, es “ingerir una dieta de alimento básica y regular”.

Alcalde llamó al ayuno y la oración en forma privada… ¡La tormenta se desató inmediatamente!


Les presento a Carlos Molina. Este es el nombre del alcalde de la ciudad de Arecibo ubicada en Puerto Rico. Este varón ha sido cuestionado en estas últimas horas por decretar 40 días de ayuno y humillación que abarcarán hasta mediados de Abril.
El lineamiento principal de este decreto expresa lo siguiente: “líderes cristianos, ciudadanos en general y miembro de todas las denominaciones se reunirán para comenzar el ayuno del día”. En otras líneas reza: “…durante estos días cada arecibeño realizará actos de ayuno y sacrificios que su corazón les indique en favor de nuestras familias y nuestra ciudad de Arecibo”,
En dicho decreto se estipula que esta disciplina espiritual se realizará todos los días, de 6:00 a 7:00 am.
Según el mismo alcalde Molina, el decreto consiste de “40 días de ayuno, humillación y oración ‘ferviente’ para la purificación espiritual, material y social de la ciudad de Arecibo”.
El portavoz de prensa del municipio, el relacionista Waldo Díaz, indicó que importante tener en cuenta que el decreto es simbólico y que la actividad es privada. “No es un documento del municipio”, sentenció Díaz a la vez que destacó que no es nada oficial, aunque sí cuenta con el apoyo municipal.

Escuchen el audio de este informe de una radio de esa bendita isla:


Sin embargo, y más allá de la sana y justa intención de bendecir los aires de la región, el portavoz de la organización Puerto Rico Para Todos, David Román, calificó de “inaceptable” el decreto del alcalde de Arecibo, pues a su juicio esa acción viola la disipación constitucional que establece una separación entre la Iglesia y el Estado.
El agente político de la masonería llegó a manifestar en su indignación: “es inaceptable que el señor Molina utilice su poder como primer ejecutivo municipal para violar la sección tres del artículo dos de nuestra constitución, donde claramente se establece que ‘habrá completa separación de la Iglesia y el Estado’. Su acción es un claro atentado a nuestro sistema democrático de gobierno”. Esta sentencia de Román fue publicada por el diario El Metro de Puerto Rico.
Estoy convencido que Arecibo será levantada por la mano del Eterno a causa de la humillación de los habitantes de dicha ciudad. Las promesas son claras y escriturales: a todo aquel que se humilla el Señor lo levantará (Mateo 23:12; Lucas 14:11), y específicamente cuando toda una ciudad y/o nación busca humildemente Su rostro, Él mismo se encargará de honrarlos delante de otras ciudades y naciones (2 Crónicas 7:14). Por la misma Escritura conocemos que la gente de Nínive fue receptiva al mensaje divino que portaba el profeta Jonás y se arrepintieron inmediatamente sujetándose al decreto de ayuno que hizo su rey y el Eterno los perdonó y fue propicio para con sus días venideros (leer Jonás cap. 3).
Por todo esto, y desde mi corazón bendigo a este varón declarando sobre él la fuerza del Señor y desde su vida declaro grandes cosas para todos y cada uno de los habitante de esa Arecibo.
¡Shalom!

Oración por el fin de año

Señor,
dueño del hoy, del mañana y del futuro, al terminar este año quiero darte
gracias.
Primeramente
gracias por todo aquello que recibí de ti.
Gracias
por la vida y el amor.
Gracias
por cada bendición, por cada lección, y por cada experiencia.
Gracias
por tu cuidado durante los momentos difíciles. Por la alegría y el dolor
vividos en cada tiempo oportuno de tu propósito eterno.
Gracias
por lo que fue posible y por lo que no pudo ser.
Gracias
por las tantas veces que pude reír y gozar con mi familia y amigos.
Te
ofrezco todo cuanto hice en este año: el trabajo que pude realizar y las cosas
que pasaron por mis manos y lo que con ellas pude construir.
Te
presento las personas que a lo largo de estos doce meses amé. Te ofrendo en
alabanza las amistades nuevas que hice y los antiguos amores que mantuve. Te
pido fortaleza y ayuda a los más cercanos a mí y los que están más lejos.
Bendice a los que me dieron su mano y aquellos a los que pude ayudar. Te
ofrendo a aquellos con los que compartí la vida, el trabajo, el dolor y la
alegría. 
Pero
también, Señor, hoy quiero pedir perdón por el tiempo perdido, por el dinero
malgastado, por la palabra inútil y el amor desperdiciado. Perdón por las obras
vacías, y el trabajo mal hecho.
Perdón
por los días en que opté vivir sin entusiasmo.
Perdón
por la oración que fui aplazando y que hasta ahora vengo a presentarte.
Perdón
por todos mis olvidos, descuidos y silencios.
Borro
en tu Nombre todo aquello que me haya sucedido este año, que no sea un escalón
dentro de mi proceso de ascensión, y hago desaparecer de mi vida todo obstáculo
que me impida volar hacia la libertad, que es el estado natural de mí ser.
Y
ahora me preparo para 365 días de plena comunión contigo.
Amén.

Declaración Profética para Bendecir el Año Nuevo

 

Padre, Dios Eterno y Verdadero, te doy gracias y toda la gloria por todo lo sucedido en el año que se fue. 
 En el nombre de Jesús quiero adorarte reconociendo tu grandeza y poder en este nuevo año que ha comenzado, declarando que eres el Señor, entregándote por completo cada día y hora de este nuevo año que se inicia.
Altísimo Dios, te entrego mi vida, mi familia, mi trabajo, mis pertenencias y todo mi ser para estar bajo las sombra de tus alas.
Entrando por el Espíritu Santo en acuerdo con tu Palabra y cada una de tus promesas en ella, declaro y recibo que seré libre de todo engaño y trampa del enemigo. 
Declaro también que seré libre de toda persona y actividad que me quita el tiempo y me frena en el cumplimiento del Propósito para el cual me has hecho nacer…
Abro en el nombre de Jesús las puertas de las mejores oportunidades y conexiones en todas las áreas de mi vida. Declaro que todo lo que estuvo frenado y estancado en el año que se va, será desatado y liberado para manifestarse en este año nuevo.

Cancelo en el nombre de Jesús todo pensamiento negativo, mediocre, pecaminoso y de temor. Establezco que en este año que se inicia mi mente estará libre, limpia y con una fe creciente y fuerte.

Ato la enfermedad en el nombre de Jesús y todo problema de salud en mi cuerpo físico. Le ordeno a mi cuerpo que funcione según la salud y sanidad que Dios estableció en su perfecto diseño. 
Resisto y ato toda creencia religiosa de esclavitud económica, pobreza y escasez. 


Rompo toda maldición escondida en mi apellido y linaje genealógico y desato la sobre abundancia.
Declaro que en 2012 Dios suplirá mucho más abundantemente de lo que pido o entiendo.
Abro mi mente a la fe expansiva, a la visión amplia y creativa de Dios. 


Recibo en mi mente todo lo bueno, lo positivo y de bendición según lo que Dios estableció para mí. 
Cierro la puerta a la mediocridad, la maldición y a la ignorancia para recibir por completo la sabiduría de lo alto y la
excelencia que caracteriza al Reino de Dios.
Proclamo que los ángeles del Eterno Dios estarán a mi servicio e igualmente a disposición de mi familia, para protegernos de todo accidente, contratiempo,
pérdida, estafa, robo y opresión en la mente y corazón.
Padre Eterno y Celestial te pido perdón por toda iniquidad generacional y por todo pecado. Te pido que limpies mi conciencia, mi corazón y todo mi ser con la preciosa sangre de Jesús. 
Purifica también mi lengua para que de mi boca salgan palabra de vida, bendición, éxito, salud y prosperidad.
 
Establezco que seré un movedor de montañas y saltaré de cima en cima.
Alcanzando los sueños de mi corazón.

 

Te adoro Dios Todopoderoso y Eterno porque estarás con nosotros todo el año que iniciamos y veremos tu gloria y será nuestra boca llena de risa y alabanza para que muchos crean y puedan ver la manifestación de tus hijos…

 

Gracias Dios Padre en  el nombre de Jesús. ¡Amén! 

El Desagradable Arte de la Queja

Por  Lic. Laura Arco
Maestra Apostólica
Coach del Reino
 

«¿Quién puede anunciar algo y hacerlo realidad sin que el Señor dé la orden?¿No es acaso por mandato del Altísimo que acontece lo bueno y lo malo?

¿Por qué habría de quejarse en vida quien es castigado por sus pecados?

Hagamos un examen de conciencia y volvamos al camino del Señor.

Elevemos al Dios de los cielos nuestro corazón y nuestras manos.

Hemos pecado, hemos sido rebeldes, y tú no has querido perdonarnos.»

 

Lamentaciones 3:37-42
Hace tiempo entendí que igual que el tabaco, el alcohol y el chisme, la queja también es un vicio (que los argentinos pueden llegar en convertir en deporte y hasta en arte).
Quien se dedica a ella se considera superior moral o intelectualmente a otros u otros, pues aquello de lo que se queja se debe a una incapacidad para hacer lo bueno y/o correcto. Si somos víctimas de alguna injusticia es a causa de la inmoralidad de alguien; si lo somos de alguna ineficacia es a causa de la torpeza o ignorancia (o de ambas) de alguien. Pero siempre, en cualquiera de los casos, nos consideramos víctimas y que nosotros podríamos hacerlo mejor.
Todos los humanos somos así, ¿acaso el mismo pueblo de Dios liberado de la esclavitud de Egipto no se quejaba de continuo? Pero los argentinos tenemos la cultura del tango incorporada: la vida es dura, injusta, nos trata mal y nos hace vivir con el ¡ay! en la boca.
Reconozco que yo misma suelo caer en esta trama, tal vez porque he sido entrenada para detectar el error (del otro). Más me hubiera gustado ser entrenada para ver los aciertos.
Si así actuamos en lo intrascendente también lo hacemos con lo trascendente. Si nos quejamos a Dios por lo que nos acontece, y de Él viene lo bueno y lo malo, ¿no le estamos diciendo que Él es moralmente malo o un incompetente?
“Alguien” está obrando en injusticia para que yo esté sufriendo tal situación. Sería bueno considerar que si Dios sólo tiene pensamientos de bienestar para conmigo (Jeremías 29:11) tal vez el injusto sea yo. Es hora de invertir la mirada, de redireccionarla: en lugar del ojo ajeno, miremos el propio (Lucas 6:41).
Nada ganamos con quejarnos, pues ella nos ofusca y obsesiona; nos impide abrirnos a considerar otros ángulos y lo peor los beneficios de las situaciones adversas.
Hagamos las cosas bien y no tendremos de qué quejarnos. Es mucha la tarea y no es fácil, pero es más que necesaria. Sino vivimos la gloria que creemos merecer es porque el Señor la retiene porque su bendición alcanza al contrito y humillado y rechaza al soberbio.
Dios Todopoderoso, nuestro Padre, no mira nacionalidad, y el pecado no discrimina raza o lengua. Seas o no argentino, esta palabra está en la Escritura y es para todos.
Hagamos ayuno de queja y arrepintámonos de nuestras rebeldías que son la causa de todos nuestros males.
Oración:
«Papá, te doy gracias por tu Palabra que alumbra mi camino para que yo pueda corregir mi rumbo. Extiende tu braza y quema mis labios para que sea santificada mi manera de hablar. Sea tu Espíritu Santo mi guía y compañero en esta expedición a mi interior hasta encontrar la raíz de mis males. Sé que amas y nunca me dejarás sola. Me humillo ante Ti y te pido perdón. Bendíceme con una nueva oportunidad. En el nombre de Jesús, el Cristo, nuestro Señor, te lo pido. Amén».

 

UN EJEMPLO A IMITAR: Primera Dama del Congo hace llamado a ayuno y oración

Durante tres días, congoleses de todo el país se reunieron en sus iglesias y en estadios deportivos para Orar y Adorar a Dios, intercediendo por toda la nacion del Congo.
Este es sólo el principio. Queremos ser libres del diablo y los espíritus malignos que se pasean por nuestra nación. Creo que las murallas de Jericó están cayendo. Dios va a liberar a nuestro país”.
Quien habla en estos términos es la señora , la Primera Dama de la República Democrática del Congo.

Está casada con el presidente Joseph Kabila, uno de los líderes africanos más jóvenes.

Pueblo de Dios, este es un día muy especial para mí. Estoy aquí para decirles que nunca me avergonzaré del nombre de mi Señor. Lo necesitamos desesperadamente para sanar a nuestro país”, dice la señora Kabila, externando de paso públicamente su definición en asuntos de fe.

La República Democrática del Congo, según algunos analistas religiosos, pareciera estar bajo maldición por su pobreza extrema, a pesar de sus múltiples recursos naturales. Posee diamantes, cobre, oro, cobalto, zinc, entre otros. Pero a pesar de todas sus riquezas, el país es un desorden: en declive político, económico, social y de acuerdo a la señora Kabila, espiritualmente también. 

El este del Congo, que concentra la mayoría de riquezas del país, es también la zona cero de la peor guerra del continente, en este momento. Pese a un acuerdo de paz, tropas gubernamentales aún intentan evitar que grupos rebeldes tomen control de los minerales. Cientos de miles han sido desplazados y decenas de miles de mujeres han sido violadas, torturadas y mutiladas. Según la CIA, más de cinco millones de personas han muerto aquí desde 1998 por hambre, violencia y enfermedad.

Con la aprobación de su esposo, la señora Kabila lanzó una campaña de oración, colocando vallas con mensajes cristianos en todas las ciudades principales. Desde los medios de comunicación suplicó a sus compatriotas unirse a los tres días de ayuno y oración y la respuesta fue abrumadora. Para sorpresa de muchos, la primera dama, acompañada por un cantante cristiano reconocido, terminaron la campaña cantando, pidiéndole al Espíritu de Dios descender sobre su tierra.

Theodore Mugalu, asesor presidencial de la pareja presidencial comenta: “La Primera Dama es una persona fuerte en la fe. Ella sabe que sólo a través de la oración podemos enfrentar los Goliats de nuestra cultura. Por eso estos días son tan importantes”. En la historia política de la República Democrática del Congo, ningún líder de estado ha llamado a días de oración y ayuno.

Fuente: CBN mundo