Por P.A. David Nesher
Lachen emor livney-Yisra’el ani Adonay vehotzetí etchem mitachat sivlot Mitsrayim vehitzaltí etchem me’avodatam vega’altí etchem bizroa netuyah uvishfatim gedolim.
Velakajti etchem li le’am vehayiti lachem le’Elohim vidatem ki ani Adonay Eloheychem hamotsi etchem mitachat sivlot Mitsrayim.
«Por tanto, dirás a los hijos de Israel:
Yo soy YHVH; y yo os sacaré de debajo de las tareas pesadas de Egipto, y os libraré de su servidumbre, y os redimiré con brazo extendido, y con juicios grandes; y os tomaré por mi pueblo y seré vuestro Dios; y vosotros sabréis que yo soy YHVH vuestro Dios, que os sacó de debajo de las tareas pesadas de Egipto. Y os meteré en la tierra por la cual alcé mi mano jurando que la daría a Abraham, a Isaac y a Jacob; y yo os la daré por heredad. Yo YHVH. »
(Shemot/Éxodo 6: 6-7)
Yahvéh finalizará exclamando: “Vehevetí” (» Y os meteré», también traducido como “Y los llevaré” (6:8).
En este texto encontramos siete promesas:
- os sacaré – [primera copa llamada kidush, “santificación”]
- os libraré – [segunda copa llamada “juicio”]
- os redimiré – [tercera copa llamada “redención” o “bendición”]
- os tomaré – [cuarta copa llamada “alabanza”]
- yo seré vuestro Dios.
- os traeré.
- os la daré.
El teólogo experto en hebreo bíblico Kaiser explica que “cada uno de estos verbos hebreos, las cuales están en tiempo pasado (ejemplo, pasado perfecto), en lugar del tiempo futuro, tan cierto estaba Dios en su cumplimiento que fueron vistos como si ya se hubieran cumplido.”
Ahora bien, para un mejor entendimiento de nuestra emunáh (Fe) necesitamos concentrarnos en los pasos celestiales que el Eterno realiza siempre para redimir a Su Pueblo.
Como notarán en el listado de las promesas, los sabios intérpretes, basándose en las cuatro primeras expresiones de la Torah, fijaron la piadosa costumbre de beber cuatro copas de vino en la noche de Pésaj. Estas cuatro copas que marcan el esquema del Seder (Orden) de la Cena Pascual, estaban vigentes en los días del Señor Yeshúa, y aún persiste la costumbre hasta el día de hoy.
Aquí les comparto un texto de la tradición oral sobre el establecimiento de ellas:
«…El precepto de las cuatro copas de vino, que se beben en el Seder, es una ordenanza que la Torah no exigía originalmente. La acción principal del evento está solo en comer. La bebida no se prescribe. La cena de Pésaj no es un hecho mundano, sino una comida de mitzváh (mandamiento), por lo que la Torah nos exige que comamos ciertas comidas en particular, como son el sacrificio de Pésaj, la matzáh (pan sin levadura), el maror (hierbas amargas), para cumplir con el Alto Precepto (…)
Pero en la mesa también se debe beber, si bien la bebida es secundaria con respecto a la comida. Y así como la Torah estableció que se debía realizar una comida de mitzváh, los sabios en la época del exilio babilónico fueron un poco más allá y decretaron que también debería haber una «bebida de mitzváh», entonces establecieron las cuatro copas de vino. Pero ese acto de beber tampoco debería ser como el de todos los demás días…»
Detengámonos un instante a analizar estas cuatro expresiones, que son de gran profundidad. Ya dijimos muchas veces que los israelitas fueron sometidos de tres maneras:
- 1) Al ser extranjeros,
- 2) Al ser esclavos,
- 3) Al ser torturados, donde cada aflicción es peor que la anterior.
Por eso, una vez que Yahvéh llegó para redimir a Israel, en primer lugar los libró de las torturas de los egipcios, luego los salvó de la servidumbre y el dominio, y finalmente, los redimió, poniendo término a su calidad de extranjeros. Pero si bien todos esos actos pusieron fin a la relación negativa con Egipto, no causaron en si nada positivo, hasta qué… “os tomaré como pueblo Mío”. Así Israel se convierte en la nación de Yahvéh.
El libro Bené Isajar (s. XVIII) explica que las cuatro copas representan los cuatro méritos que Israel tuvo en Egipto:
- ellos no cambiaron sus nombres hebreos;
- ellos conservaron su propia lengua;
- ellos fueron cuidadosos en no tener relaciones ilícitas;
- y no había delatores entre ellos.
El libro Méshej Jojmá (f. 1926) agrega que esto indica cuán importantes son estas medidas de autoprotección, porque a pesar de que Israel fue derrotado por todas las otras impurezas de Egipto, el hecho de que ellos fueron cuidadosos en estas cuatro áreas les hizo ganar el título de ser «distinguidos» en las esferas celestiales y por este mérito fueron redimidos.
Así mismo, Rabí Itzjak Abarbanel (s. XIV) nota que las cuatro copas representan las cuatro diferentes redenciones que Israel ha experimentado. La primera fue cuando Elokim eligió a Avraham y a sus descendientes, de quienes Él sembró la semilla de la nación de Israel. La segunda fue la liberación de Egipto. La tercera redención es el hecho de que Dios ha mantenido a Su Pueblo a través de prolongados exilios, liberándonos de los enemigos que quisieron destruirnos. La cuarta copa es la redención final que nos espera en el futuro.
Así pues, y explicado con otras palabras, las cuatro expresiones de redención son oráculos escatológicos expresado por la boca del Eterno, y se corresponden también a las cuatro redenciones del pueblo de Israel. La primera de ellas, del exilio egipcio, y las otras, del resto de las diásporas, a saber, del exilio babilonio, del exilio greco sirio, y del exilio causado por los romanos, siendo este último nuestro actual exilio. En este contexto, la cuarta expresión, “los tomaré”, alude a la Redención de la presente situación diaspórica que será efectuada por las manos del Mashiaj.
De lo antedicho se entiende, que la quinta expresión que señala el texto bíblico, “los llevaré”, refiere a un grado más de elevación espiritual una vez forjada la Redención futura, pues de modo general, la Era Mesiánica se divide en dos grandes épocas: “Yemot HaMashíaj” (los días del Mashíaj), y “Jad jaruv” (un milenio de desolación).
Según Sanedrín 97ª, el vocablo “desolación”, no significa destrucción. La Guemaráh explica que el séptimo milenio es análogo al séptimo día de la semana (el Shabat), en el que se prohíbe trabajar, y al Año Sabático (Shemitáh), en el que los trabajos de la tierra están prohibidos. “Jad jaruv” es interpretado como una época “desolada” de la normativa que rige la vida de hoy en día, es decir, se trata de un estado superior en la Era Mesiánica misma.
Aquí les comparto la enseñanza que di en la Mesa de Comunión de esta parashá… Espero que te atrevas a escucharlo y meditarlo: