Por P.A. David Nesher
La Fiesta de Yom Kippur marca el final de los tradicionalmente denominados “Diez Días del Arrepentimiento”. Es el Día más Santo del calendario hebreo en el que el Eterno le ofrece al pueblo de Israel la última oportunidad de obtener el perdón y la absolución de sus pecados del año que comienza a irse.
Según la Torah, en Yom Kippur se somete a juicio a todas las personas para el año venidero. Para activar el perdón de los pecados obtenido por el Gran Sumo Sacerdote Yeshúa, el día se dedica al arrepentimiento espiritual (teshuvá) y se adopta el compromiso de llevar una vida pura los seis meses que restan del año a fin de iniciar un año nuevo con la conciencia plena de la seguridad de saber que el Eterno perdona a todas las personas que se arrepiente de verdad de sus malos actos.
Yom Kippur es el momento en el calendario de Yahvéh cuando dedicamos nuestra mente, alma y cuerpo a la reconciliación con el Eterno, con nuestros semejantes y con nosotros mismos. Se espera de nosotros que nos volvamos a los que primero hemos ofendido, reconociendo nuestros pecados y el dolor que pudimos haber causado. Al mismo tiempo, debemos estar dispuestos a perdonar y dejar ir ciertas ofensas y los sentimientos de resentimiento que provocaron en nosotros. En este viaje, somos buscadores y donadores de perdón. Sólo entonces podemos recurrir a Yahvéh y pedir perdón: «Y por todo esto, Dios del perdón, perdónanos, perdónanos y concédenos la expiación en Yeshúa nuestro Gran Sumo Sacerdote».
Éste año Yom Kippur se celebra desde el ocaso del 29 de septiembre hasta el anochecer del sábado 30 de septiembre.
Al leer la Torah notamos que la orden respecto a Yom Kippur establece: «ninguna labor haréis en ese mismo día, porque es el día de la Expiación, para hacer expiación por vosotros delante del Eterno vuestro Dios.» (Vayikrá / Levítico 23:28). Note la parte que he remarcado en negrita, en donde se dice claramente que es ESE es el día de la expiación, es decir el 10 de Tishrei, y no otro. Por lo tanto, cuando cae Kippur en Shabbat, no se puede dejar de lado la expresa y concreta ordenanza de cumplir en ESE día con los preceptos relativos a Kippur. ¡Yom Kipur se respeta plenamente aunque coincida con Shabat!
Tengamos en cuenta que en Shabbat reposamos de ciertos aspectos del mundo mundanal, para así abocarnos a lo espiritual, sin embargo, es parte del ambiente del día el regocijar el cuerpo, con cantos, siestas, buenas coladas, etc. Así pues, Shabbat es la abstención del mundo físico, para gozar tanto de lo espiritual como de lo físico.
En Kippur, por su parte, hemos de abstenernos casi por completo de lo físico, para vivir en la medida de lo posible como seres espirituales, tal como si fuéramos ángeles celestiales. Es el día de lo meta-físico («lo que está más allá de lo físico«); el día que nos conecta con todo lo que está más allá de lo material. Es el día del año donde cada uno ha de poner la mirada en lo que está más allá del sí mismo, e incluso más allá de lo humano.
Por esto, también, es que las leyes prohibitivas de Kippur (llamado en Vayikrá / Levítico 16:30 Shabbatón, algo así como el «gran Shabbat«) relegan a las placenteras de Shabbat. Porque Shabbat con su esplendor y gozo es un sorbo del mundo espiritual, pero Kippur es un trozo grande y apetitoso de los planos celestes.
Por último comentaré que la mayoría de los eventos cósmicos poseen un menor nivel de energía espiritual que el de Shabat. Esto es porque la energía de los eventos cósmicos y festividades divinas se extienden por todo un año, mientras que la energía obtenida y disponible en Shabat es más potente, ya que controla un periodo de tiempo más corto. Así que cuando un evento cósmico como Yom Kippur cae en Shabat, este evento nos ofrece un mayor nivel de energía espiritual.
Tengan en cuenta que en la víspera de Yom Kippur se acostumbra a realizar una cena festiva, tras la cual y con la puesta de sol, comienza el ayuno. Definitivamente debe terminar la comida antes de la puesta del sol y antes de Shabat comienza. Obviamente, no hay Kiddush ni nada relacionado con la comida que transpira en este Shabat.
El bendito día de oración y ayuno (Yom Kippur) finaliza cuando se hace sonar el tradicional Shofar (un cuerno de carnero).
Creo conveniente recordar que, al contrario de la creencia popular judía, Yom Kipur no es un día triste, sino una celebración para el ayuno y oración en un ambiente pleno de alegría. El ayuno libera a todo redimido de los asuntos físicos, para concentrarse en la oración y en la introspección espiritual.
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Gracias apóstol por su servicio!