Por Moisés Franco
Escribo estas líneas como una reflexión para el tiempo de Janucá y para todo el décimo mes especialmente.
¿Puede el calor enfriarnos?
Meditando en ciertas tendencias propias y de mis hermanos mientras oraba esta mañana me di cuenta que sí.
Es que en este momento estoy escribiendo desde Argentina, con el típico calor de la tierra del “Sol y el buen vino” (provincia de Mendoza), pero destacando que es tierra de sol en serio.
Sin embargo, en el hemisferio norte, más precisamente en la tierra de Israel, en esta época hace frío.
El profeta y apóstol David Nesher nos ha explicado que nuestra mente debe estar siempre focalizada en vivir como si estuviéramos en Tierra Santa.
El tema es que esto es una tarea difícil porque nuestra sensorialidad nos dice que estamos en verano. Tiempo de vacaciones, de relajarnos, de salir, de reuniones con amigos y familiares, de picnic al atardecer en los parques, etc.
He podido notar cómo en esta época hay una tendencia a relajarnos no sólo en el cuerpo y alma (que no es malo), sino también en lo espiritual y ahí es donde empiezan los problemas.
En estos días personalmente he podido percibir cómo incluso los más leales suelen “dejarse llevar” y faltar a convocatorias de fe.
Justificar con reuniones familiares, cansancio, etc. lo que en el fondo es el espíritu de Grecia que combatimos en esta festividad de ocho días: el hedonismo justificado racionalmente. La vida con el hombre en el centro.
Es calor en el cuerpo, pero frío invernal en el alma.
Janucá no es una moed, no es un mandamiento obligatorio, pero sí es significativa para nuestras almas si se la vive desde su esencia mesiánica.
Nuestro ego hedonista dirá: “si no es obligatorio no es pecado”, y es cierto. Pero el desenfoque sí lo es y esta temporada nos prepara para uno de los meses más difíciles del año: Tevet.
Amado hermano, cuidado con asentarte en tu comodidad como lo vimos con la parashá Vayeshev.
¿Te sientes tan fuerte espiritualmente como para no asistir? ¿tus hijos lo están?
Recordemos las palabras del Espíritu Santificador escritas por el apóstol Pablo:
“el que cree que está firme, tenga cuidado, no sea que caiga”
(1 Cor.10:12|LBLA).
Y también, con respecto a lo que no es obligatorio pero sí conveniente:
“No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna”
(Gálatas 6:7-8| RV60).
Por tanto, amado hermano, te exhorto en el nombre del Señor a que te esfuerces en persistir. En ponerte firme y luchar por la vida eterna para tu casa.
Puede que pienses que este escrito es exagerado, pero te invito a considerar si justamente eso no es lo que tu enemigo quiere que pienses.
En amor y servicio, pastor Moisés Franco.