En estos tres meses lunares que estamos transcurriendo (4º, 5º y 6º), Yahvéh nos ha revelado que es una temporada de oportunidades, cambios y compromiso.
Sabemos muy bien que una oportunidad es una circunstancia favorable que se da en un momento adecuado para hacer algo que no se podía hacer. Definitivamente eso nos lleva a hacer cambios. Los cambios son inevitables en la vida para poder avanzar. Así que es mejor saberlo para poder planear nuestro cambio. El cambio nos lleva a adquirir compromisos y estos nos llevan a cambiar nuestros hábitos.
Debemos entender que los hábitos son comportamientos que hacemos repetidamente, prácticamente de forma inconsciente. Muchos expertos dicen que 21 días es el tiempo suficiente para establecer un hábito.
El profeta Daniel practicó un ayuno por 21 días e indudablemente él experimentó una respuesta del Eterno a su desafío de una manera sobrenatural. Según algunos expertos en guematría bíblica, afirman que el número 21 al igual que el número 7 representan perfección. Así que tomaremos esta palabra y la revelación del Espíritu para entender que estos 21 días de ayuno serán de gran bendición a nuestras vidas.
Ahora te pido que me permitas hacerte algunas preguntas:
- ¿En algunos momentos de tu vida has decidido que debes hacer algunos cambios?
- ¿Quieres tener una vida mejor, más llena, más satisfactoria?
- ¿Cuántas veces has pensado que deberías hacer más ejercicio, comer de forma saludable o dejar algunas cosas que son nocivas para tu vida?
El asunto no es cuantas veces lo has pensado, sino cual ha sido el resultado de ese buen pensamiento. Los cementerios están llenos de seres que un día tuvieron buenos pensamientos, pero que sin embargo nunca tomaron la decisión de dejar sus malos hábitos y adquirir nuevos. Estos 21 días de ayuno representan una oportunidad para tu vida. No permitas que esa oportunidad te pase de largo.
En la epístola de Pablo a los Efesios podemos leer:
“En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente”.
(Efesios 4:22-23)
Esta escritura es clave no solamente para descubrir hábitos que tienen que ver con nuestra vida espiritual, sino también con aquellos hábitos personales que tenemos en torno a nuestra salud, nuestra buena alimentación. El no tener buenos hábitos alimenticios nos están llevando a deteriorar nuestro organismo y porque no decirlo, nos afecta en nuestra relación con el Eterno ya que con un mal hábito alimenticio deterioramos el templo del Espíritu Santo.
La palabra “despojarse”, usada en el texto por el apóstol, básicamente se refiere a cambiar hábitos, eliminar uno malo y desarrollar uno nuevo que consideras positivo para tu vida. Para realizar un cambio de hábitos tienes que sustituir cosas a las que estás habituado y con las que te sientes muy cómodo, por otras nuevas que no encajan muy bien con tu “rutina” actual.
La oración y el ayuno juntos, están diseñados para cambiar nuestro estilo de vida de aquí de la tierra y adoptar el estilo y cultura del cielo.
El profeta Daniel experimentó ese nivel de vida. Él decidió santificarse, entendiendo que esto representa el despojarse de todo en sus tres aspectos de vida: espíritu, alma y cuerpo (1 Tesalonicenses 5:23). El ayuno y la oración logran santificar todo tu ser. Santificar se define como purificar y el diccionario dice que purificar es el acto de desintoxicar. De manera que la santificación es un proceso de desintoxicación o purificación plena e integral.
Para terminar, necesito recordarles que el 4º y el 5º mes, son una temporada oportunidad para ayunar y orar y así purificar o desintoxicar todo nuestro ser. Esto eventualmente nos habilita para entrar a vivir un estilo de vida como el del cielo.
Preparémonos para estas jornadas de purificación.
¡Únete a toda la congregación que ha decidido aceptar este reto de parte del Eterno Dios!
¡Preparémonos y preparemos a nuestras familias para estas Jornadas Espirituales que cambiará totalmente nuestras vida para un mejor futuro en lo personal, espiritual y familiar.
¡Shalom!
Que así sea! Ir contra el sistema en principio se empieza desde despojarse de todo aquello que nos tiene cómodos…nuestra zona de confort, y arriesgarse a creer lo que nuestro interior grita y es atreverse a tener la calidad de vida que tiene el Eterno. Gracias siervo por este valiosísimo material. Shalom!