Financiar abortos en países pobres, fue la solución que propuso el precandidato a la presidencia de los EE. UU., Bernie Sanders, para revertir la supuesta sobrepoblación mundial y así solucionar el cambio climático. La propuesta la elevó en el marco del debate sobre el cambio climático —en medio de la gira de los precandidatos— en el que fue aplaudido por los votantes demócratas.
Durante un programa de la CNN en el cual los diez pre-candidatos demócratas a la presidencia de EE.UU tuvieron la oportunidad de presentar sus propuestas para luchar contra el cambio climático, Bernie Sanders abogó por reforzar el control de la población, especialmente en los países más pobres, que son los que suelen tener índices de natalidad más elevados.
Al ser preguntado por una pesona de la audiencia sobre el tema, Sanders hizo referencia a una política conocida como Ciudad de México, que impide que EE.UU financie campañas de anticoncepción y aborto fuera de sus fronteras.
Sanders indicó que dicha política, que «niega la ayuda estadounidense a aquellas organizaciones de todo el mundo que permiten que las mujeres aborten y se involucren en el control de la natalidad, para mí es totalmente absurda».
Y añadió:
«Pienso especialmente en los países pobres de todo el mundo, donde las mujeres no quieren tener, necesariamente un gran número de bebés y donde pueden tener la oportunidad a través del control de la natalidad de limitar el número de hijos que tienen. Algo que yo apoyo muy, muy claramente»
Sus palabras provocaron la innmediata reacción de grupos provida, que han calificado el discurso de Sander como despreciable, paternalista, eugenésico y repugnante.