Por P.A. David Nesher
«Cuando Abram volvía de haber derrotado a Quedorlaómer y a sus reyes amigos, el rey de Sodoma salió a su encuentro en el Valle del Rey.
(Génesis 14: 17- 20)
Allí Melquisedec, que era rey de Salem y sacerdote del Dios altísimo, sacó pan y vino, y bendijo a Abram, diciéndole: «Abram,
que te bendiga el Dios altísimo,
creador del cielo y de la tierra.
El Dios altísimo
merece todas las alabanzas,
pues te dio la victoria
sobre tus enemigos».
De inmediato, Abram le dio a Melquisedec la décima parte de todo lo que había recuperado».
Pocos asuntos en las Sagradas Escrituras han despertado tanto interés como la identidad real de Melquisedec. Un personaje que aparentemente salió de la nada al encuentro de nuestro padre Abraham después de que este participara en la guerra contra los reyes de oriente.
Abram tuvo una victoria sorprendente sobre los cuatro reyes enemigos, que habían raptado a su sobrino Lot. Como un guerrero cansado, agradecido de que su persecución del enemigo había tenido tanto éxito, regresó a su casa, junto al encinar de Mamré, en Hebrón (13:18). Sin embargo, el Eterno le tenía reservada para él una sorpresa: un encuentro inesperado con Melquisedec, rey de Salem (posteriormente llamada Jerusalén) que era también el sacerdote de El Elyon, o el Dios Altísimo (mejor traducido como: «el Poderoso Supremo«). La verdadera prueba de carácter viene cuando tenemos éxito. La manera en que actuamos en un momento de triunfo a menudo revela nuestro verdadero carácter y madurez espiritual. Esto será cierto en el caso de Abram en el momento de su interacción con este rey-sacerdote.
Para comprender la envergadura de este varón con misión inter-cósmica nos sumergiremos en la investigación de los códigos de su nombre y propósito. Y como la tarea más noble para conocer la Verdad es la de investigar, para empezar, tomaremos nota, tanto de los libros de la Tanak (Antigua Alianza) como los Libros Mesiánicos del Pacto Renovado (Nuevo Testamento), de quién este personaje misterioso (Melquisedec). Todas la Sagradas Sagradas Escrituras (La Biblia) lo mencionan solamente tres veces:
- Génesis 14:18;
- Salmo 110:4;
- y Hebreos capítulos 5 al 7.
El nombre Melquisedec (en hebreo Malki-Tzédek), significa «Rey de justicia», según la etimología corriente; pero podría ser un nombre teóforo cananeo: «Sadku es (mi) rey».
En las líneas mencionadas se dice que fue sacerdote del Dios Altísimo. Pero, ¿por qué él era el sacerdote único del Dios Altísimo en medio de las naciones de aquel tiempo cuando aún faltaba mucho tiempo para establecer los lineamientos y pautas del sacerdocio aarónico?
Leamos ahora el relato que se encuentra en Génesis 14. Mientras combatían varias naciones y pueblos en Palestina y Mesopotamia, Lot, el sobrino de Abram, juntamente con su familia y sus bienes, fueron capturados y llevados a otro lugar. Gen 14: 17-19 relata el regreso de Abram después de haber batido a los reyes que habían derrotado al de Sodoma (vv. 10-11) y a sus aliados y hecho prisionero a su sobrino Lot (v. 12). A su encuentro salió el rey de Sodoma y «Melquisedec, rey de Salém, presentando pan y vino; era sacerdote del Dios Altísimo, y le bendijo diciendo: Bendito sea Abraham del Dios Altísimo, creador (Señor) de cielos y tierra; y bendito sea el Dios Altísimo que puso a tus enemigos en tus manos». Hoy día está bien comprobado que Salém es el nombre primigenio de la santa ciudad de Jerusalén (Salmo 76: 3). Melquisedec aparece así como un rey cananeo de la época patriarcal y su nombre es semejante al de otro monarca de Jerusalén, Adonisedec, (capítulo 10, verso 1).
La palabra «Salem» viene de la raíz hebrea que significa «paz«. Esto hace a Melquisedec «Rey de paz«. El mismo nombre hebreo Melquisedec significa «Rey de justicia» (Hebreos 7:2).
Pero, justamente lo interesante de este extraño personaje es su sentido de espiritualidad y sus ritos sacerdotales con los que se manifiesta a Abrahm.
El Génesis lo presenta como sacerdote del Dios Altísimo (en hbero ‘El `elyón’). Esta expresión concordaba con la teología cananea donde «El» es el dios supremo, creador de los seres y padre de los hombres, como le llaman los textos arqueológicos de Ugarit. Gracias al descubrimiento de este texto, hoy sabemos que el nombre del dios cananeo Elyón, es traducido como Altísimo significa por sobre todos los dioses (Soncino). Por todo esto, se descubrió que las dos expresiones juntas (‘El `elyón’) se convierten en títulos descriptivos de YHVH y se constituyen en las pautas de una alabanza al Eterno y verdadero Dios que dicen:
«No hay nadie como tú, oh Señor, entre los dioses. No hay nada más alto o mayor que Tú en toda la tierra. Nosotros podemos confesar con nuestra boca, y reconocemos ante todo el pueblo, que sólo Tú eres El Elyon, Dios Altísimo (‘El `elyón’)«.
Interesante es notar que ante este detalle profético, nuestro padre Abram usa e identifica a esos nombres de divinidades cananeas con un título que designa dignamente atributos de Yahvéh, el Dios de Israel (v. 22), reconociendo así en Melquisedec un varón que ejercía la misma adoración monoteísta que él. Esta actitud concuerda bien con el proceder general de los patriarcas, que, siendo adoradores del Dios único, se mueven con libertad en el ámbito cananeo, utilizando sus lugares sacros y conviviendo religiosamente con sus moradores.
Esta es la primera mención bíblica de un sacerdote en las Escrituras. En la sociedad judía, el sacerdote debía representar al pueblo ante YHVH, como los profetas habían de representar a YHVH ante pueblo. Malki-Tzédek aparece ser uno de los pocos fieles o tzadikim (justos) en ese lugar de Canaán; uno de los que ponen su confianza en el Dios único y verdadero. Por lo tanto, él era una conexión creyente de la línea sacerdotal del Nombre (Shem), en medio de la impureza de la línea de Canaán. La identidad de Melquisedec ha sido un enigma.
La época post-diluviana vio al mundo de un sólo lenguaje y bajo un sólo sacerdocio. La perspectiva hebrea era que este sacerdocio se centralizó en Salem bajo Melquisedec. De acuerdo al Midrash (una interpretación judía), Melquisedec era identificado con Shem (Sem) el hijo de Noaj (E.g., B. Talmud Nedarim 32b; Genesis Rabbah 46:7; Genesis Rabbah 56:10; Levitico Rabbah 25:6; Numeros Rabbah 4:8). En verdad esto no es imposible ya que debemos saber que, según las propias Sagradas Escrituras, Shem vivió incluso tras la muerte de Sara, la esposa de Abrahán. Además, debemos recordar que Noaj lo bendijo específicamente con el derecho de la primogenitura en lo sacerdotal (Génesis 9:26- 27).
También me es necesario aclarar que Malki-Tzedek en realidad un título y no un nombre personal. Es decir que esta expresión representa el ministerio doble de rey y sacerdote ejercitado a base de una vida indestructible. [Es más, según el Salmo 110:4 ese ministerio sería luego dado al Mesías, (cf. Hebreos capítulos 5 y 7)].
Él era llamado así porque era rey (melech) sobre un lugar afamado por su justicia (tzedek). Él regía sobre un lugar donde algún día el Templo habría de ser construido dentro del cual moraba la Divina Presencia que es llamada Tzedek, y desde donde la prometida Simiente de la Mujer sería manifestada como Mesías para Israel y las naciones. El Midrash aplica este término a Jerusalén en un todo tal como está escrito, «En ella habitó la equidad (tzedek)« (Isaías 1:21) (Soncino; Comentario sobre Génesis 14:18).
Shalem es la única referencia directa a la ciudad de Yerushalayim (Jerusalén) que se encuentra en el Jumash (Pentateuco). En el salterio (libro de los Salmos) vemos que Shalem es lo mismo que Tsión, como está escrito:
“En Shalem está su tabernáculo, y en Tzion su morada.”
(Salmo 76:2)
Es más, si vamos al capítulo 10 del libro de Josué (vers. 1) vemos como en la ciudad de Yerushalayim había un rey llamado Adoni-Tzedek. Aquí reiteraré los siguiente: Malkisignifica “mi Rey” y Adonísignifica “mi Señor”; Tzedek significa Justicia. En base a estas significaciones, en los tiempos de la conquista de la tierra prometida, alrededor de 600 años después de Avraham, el rey de esa ciudad seguía teniendo un título muy similar. Algunos sostienen que estos, serían títulos que señalan a un mismo cargo y/o función.
Ahora veamos con atención el relato. Notamos que en el momento de encontrarse Avram con Melquisedec, este le trae pan y vino, primeramente como refrigerio para los soldados agotados por la batalla y los prisioneros liberados, en signo de amistad y congratulación, pero también como un sacrificio de acción de gracias al Todopoderoso Dios que permitía la comunión corporativa en la victoria otorgada por el Eterno.
Lo primero que se puede destacar aquí es que, mediante este acto, Malki-Tzédek (Shem)le mostraba a Avram que no le tenía resentimiento alguno por haber matado a sus descendientes por la línea de su hijo Arfaxad, es decir Querdorlaomer, y los otros reyes. Este aspecto es importante sin importar el linaje de los involucrados. Es aún más importante dado el linaje directo de las víctimas preservar el sacerdocio del Nombre (Shem) hasta que Él mismo se encarne en la prometida simiente de la mujer: el Mesías (Génesis 3:15).
Luego Melquisede procede a bendecir a Avram con estas palabras:
«Que El Elyon Dios altísimo, creador del cielo y de la tierra, bendiga a Avram» (14:19).
Es decir que Melquisedec reconoció a Avram como un hermano en la fe y siervo del Señor.
La mención del sacerdocio parece relacionarse más bien con la bendición que imparte a Avram. Éste reconoce dicho sacerdocio entregándole el diezmo del botín. El sabio rabino Nachmanides sostiene que: «… solo porque Abram sabía que Malki-Tzédek era sacerdote del Eterno le dio el diezmo«. Leemos claramente en el texto:
«Entonces Avram le dio el diezmo de todo«
(Génesis 14:20)
Avram fue el primero que la Torah menciona que dio el diezmo. Sin embargo el principio del diezmo estaba funcionando desde la creación del hombre. El principio del diezmo implica trabajar parte de su tiempo sin tener el derecho de comer de él. Este principio se encuentra en el árbol del conocimiento del bien y el mal. Recordemos que Adam tenía que labrarlo pero no podía comer de él.
Avram no solamente dio el diezmo de los despojos de la guerra, sino de todo lo que el Eterno le había dado.
Según el Sefer Yashar («Libro del Justo«), Avram había estudiado con Shem y Hever durante muchos años. Por eso ahora le entrega el diezmo de todo por ser su maestro de Torah. Es decir, que Avram entregó el diezmo a este varón porque sabía que Melquisedec tenía el punto de vista correcto en lo referente a los códigos de la Simiente de la Mujer (Mesías). Avram discernío que hacer conexión con este sacerdocio le garantizaba a él el cumplimiento de las promesas proféticas dadas por el Eterno en el momento de su llamado.
Por otra parte, el sacerdote de la ciudad de Salem sabía que la verdadera fuente del éxito de Avram era YHVH, como se ha dicho: «Bendito sea El Elyon Dios Altísimo, esta era Su obra, que entregó en tus manos a tus enemigos» (Génesis 14:20a) . La palabra entonces dio paso a la acción y le dio Avram el diezmo de todo lo que poseía (14:20b).
Pan y Vino: Símbolos de la Redención
El significado del pan y vino dados por Malki-Tzédek a Avram, está relacionado directamente a la obra redentora de la simiente de la mujer.
La importancia del Pan y Vino como símbolos de la conjunción del fruto de la tierra (polvo) representado en el Pan, y el alma humana (sangre) representada en el vino, que vuelven a su diseño original mediante la acción del Espíritu Santo representado en la acción sacerdotal del Rey de Justicia: el Mesías. Es decir que Malki-Tzédek está sirviéndolo a Avram los emblemas que serían integrales establecidos siglos después por el Mesías, en la Cena del Señor, como elementos sacramentales de su obra eficaz y eterno de redención. Este evento en la vida de nuestro padre Avram señalaba a la esperanza de la morada del Espíritu Santo, tal como fuera administrada bajo el nuevo sacerdocio de la Orden de Malki-Tzedek, introducida por el Mesías para todos los redimidos que se saben Israel en Él.
El escritor de la epístola a los Hebreos describe a Melquisedec así:
«… sin padre, ni madre, y sin genealogía, no teniendo principio de días ni fin de vida, siendo hecho semejante al Hijo de Dios, permanece sacerdote a perpetuidad» (Hebreos 7:3).
Debido a este pasaje, algunos creen que Melquisedec es actualmente una aparición o teofanía de Yeshúa antes de nacer en Belén.
Para aclarar esto, comenzaré diciendo que el hecho que Melquisedec reflejaba anticipadamente este evento mesiánico-redentor, no demanda que él sea el Mesías, como algunos intérpretes ignorantes aseguran hoy. En realidad, si lo fuese, hay toda una serie de problemas en el concepto del sacrificio sin pecado del Mesías. ¿Nació? ¿Era un hombre? ¿Si así lo fue, nació entonces de una virgen? Malki-Tzédek no era por cierto de la línea de David. ¿Si era un Ángel, que implica esto para el gobierno de Salem en esa etapa? ¿Que era el sacerdocio allí? ¿Porqué no hay registro en otra parte de un sacerdocio angélico? ¿Que necesidad tiene un Ángel de los diezmos de guerra? Los problemas lógicos introducidos por un aspecto Mesiánico de Melquisedec de tal magnitud son enormes.
Si hay algo seguro a todo esto, aunque, Melquisedec parece ser una figura oscura, se presenta como una persona muy importante del Antiguo Pacto. Ejemplo de esto lo encontramos en el Salmo 110 (versículo 4) que dice que el sacerdocio del Mesías es un sacerdocio según el Orden de Melquisedec, en contraste de ser de la orden de Aarón. En la epístola de Hebreos capítulos 5 al 7 se pone mucho énfasis en esta idea que edificaba la esperanza escatológica de las primeras comunidades.
Entonces, Melquisedec, rey-sacerdote, es considerado como una figura profética del Mesías. El silencio insólito de la Escritura sobre la ausencia de sus antepasados y de sus descendientes, sugiere que el sacerdocio representado por él es eterno. La interpretación de Génesis 14, según la cual fue Avram quien pago el diezmo y no Melquisedec, era tradicional ya que Melquisedec recibió el diezmo de Avraham porque era superior a él y por ello también lo bendijo; asimismo Melquisedec fue superior a los descendientes de Avram, los levitas o hijos y descendientes de Leví, los únicos que podían acceder al sacerdocio.
El diezmo pagado a los sacerdotes levitas era, a la vez, el salario de su oficio sacerdotal y el homenaje tributado a la eminente dignidad de su sacerdocio. Por lo tanto, si el mismo Leví pagó por medio de la figura de Abram el diezmo a Melquisedec, fue porque Melquisedec prefiguraba un sacerdocio mas elevado.
En definitiva, el sacerdocio de Melquisedec era más escatológico y divino que terrenal, y por esto se le ha considerado como sacerdote del Dios Altísimo y Sumo Sacerdote. Debido a ello, un sacerdocio eterno a la manera de Melquisedec anuncia para los tiempos mesiánicos la sustitución del sacerdocio antiguo, considerado ya como inferior al sacerdocio de Melquisedec (Hebreos 7:11-14).
Por último, y entendiendo que Melquisedec es un tipo del Mesías, debemos aceptar que las acciones de Abrahan sirven como modelo de imitación para nosotros hoy. Tenemos que darle una décima parte de todo lo que ganamos a aquel que oficia como nuestro Sumo Sacerdote delante del Trono de la gracia divina: Yeshúa, nuestro dueño.
ME bendicen mucho sus estudios. Muchas gracias!!!