«Y sucederá que todo sobreviviente de todas las naciones que fueron contra Jerusalén subirán de año en año para adorar al Rey, SEÑOR de los ejércitos, y para celebrar la fiesta de los Tabernáculos. Y sucederá que los de las familias de la tierra que no suban a Jerusalén para adorar al Rey, SEÑOR de los ejércitos, no recibirán lluvia sobre ellos.«
(Zacarías 14: 16-17)
El contexto aquí es Zacarías 14, que habla de que el mundo observará la fiesta de Sucot cuando venga el Mesías; ya sea judío o gentil, todos deberán observarla o no recibirán lluvia para sus sedientas cosechas.
El tema aquí gira en torno al término hebreo SUKAH que se traduce como «caseta», «cabaña», «enramada», o «tabernáculo».
Las letras hebreas tienen valor numérico (matemáticas con letras, como el álgebra, sólo que más fresco).
- Las dos letras exteriores de SUKAH tienen el valor de 65, que es el valor del nombre divino ADONAY «Dueño», y/o «Maestro».
- Las dos letras interiores de SUKAH tienen el valor de 26, que es el valor del Nombre Divino YHVH.
Este es el punto principal aquí, y todo fluye de esa idea. Por ello, los invito a considerar con mucha atención lo que en la imagen siguiente podremos apreciar:
El valor total de guematría de la palabra SUKAH es 91, que se expresa más fácilmente en hebreo como un número usando dos letras: Tzadik + Alef, que casualmente forman la palabra TZA que significa «salir«.
El oráculo de Zacarías (ver 14:9) habla de que en ese día el Señor será uno y su nombre será Uno. Esto está incrustado en la naturaleza de la palabra SUKAH, pero tomará las verdades del SUKAH yendo de «adentro» (Israel) a «afuera» (las naciones gentiles) para que esa verdad se haga realidad.
Esto es porque el mundo está «sediento«, que es la palabra hebrea TZEMEI’AH. El mundo necesita lluvia, pero más que eso, el mundo necesita lo que la lluvia representa: la Presencia / el favor del Santo Bendito Sea, manifestado en bendiciones conretas.
El término TZEMIE’AH casualmente se escribe con letras que equivalen a 91 (Tzadik + Alef= «salir»), y las letras que equivalen a la palabra MAH (Mem – Heh=»¿qué?»).
La palabra MAH que se traduce «¿qué?» tiene el mismo valor de guematría que la palabra ADAM «ser humano».
Esto nos muestra que la «sed» del mundo se debe a que el hombre necesita unirse con ADONAY + YHVH (EL «SUKAH»).
Cuando se toman los valores de guematría de estos términos y se reducen sumando los números a los que se llega en sus sumas, se llega repetidamente al total de 1.
En otras palabras, cuando el hombre y el Creador están unificados en el deseo y la respuesta, entonces «YHVH es uno y Su nombre es Uno» (como dice Zacarías 14:9) en el contexto de que todo el pueblo le obedezca observando la fiesta de Sucot durante el reinado mesiánico.
Publicado por Jeremy Chance Springfiel