Por P.A. David Nesher
«Cierto día, mientras el pueblo de Israel estaba en el desierto, descubrieron a un hombre que recogía madera durante el día de descanso. Los que lo encontraron lo llevaron ante Moisés, Aarón y el resto de la comunidad. Lo mantuvieron bajo vigilancia, pues no sabían qué hacer con él.»
(BaMidbar/Núm 15:32-34)
A este israelita lo hallaron recogiendo y apilando su leña. La Torah no dice que el hombre tuvo arrepentimiento. Según el comentarista Rashí, los que lo hallaron le advirtieron de que eso estaba prohibido en Shabat bajo pena de muerte, pero él no hizo caso. Según la Torah misma, una persona no puede ser sentenciada a muerte si no hay dos o tres testigos que le hayan advertido antes de cometer el crimen. Como el hombre no había hecho caso a la advertencia, el Eterno dictó la sentencia de lapidación. Moshé consultó con Yahvéh sólo para saber qué tipo de pena de muerte le tenía que dar, puesto que ya se había dado el mandamiento del Shabat con la pena capital en el caso de que se quebrantara, (Éxodo 31:14-15). En la Torá hay cuatro formas de ejecutar una persona, y Moshé no sabía cuál de ellas aplicar en este caso, y por eso consultó. También se puede pensar que Moshé no estaba seguro si el hecho de apilar leña deber ser considerada una melachah y por eso debería consultar a Yahvéh. Este texto nos enseña cuán importante es el Shabat para nuestro Padre celestial.
Con el ejemplo de este israelita que cortó leña en Shabat, el Eterno está enseñándonos que, quien profana Shabat, es como si hiciera idolatría, y que observar el Shabat es tan importante como guardar todos los otros preceptos (613) en uno solo. Como está escrito:
«Y sobre el monte Sinaí bajaste y le diste a Tu pueblo Torá y preceptos, y de Shabat su santidad les anunciaste a ellos».
(Nehemías 9: 13, 14)
La persona que verdaderamente cree en Yahvéh, como verdadero Dios y como el Creador, debe rendir un testimonio no sólo con la voz, sino con acciones que demuestren esa creencia. Sus acciones deben manifestar que él cree en esto y él debe tratar de emularlo. Al no trabajar en Shabat el observante imita a Yahvéh, porque la Torah nos dice que la observancia del Shabat está relacionada con el hecho de que Dios dejó de trabajar en Shabat y tratamos de ser como él.
¿Pero por qué es la falta de observancia del Shabat comparada con la idolatría?
Porque la observancia del Shabat es un testimonio vívido de la emuná (fe). No es sólo fe en que Yahvéh creó el mundo en el pasado o en el principio de los tiempos. Es también una expresión de fe que el Eterno mantiene su creación en una base diaria, y que su creación tiene un orden y propósito a la misma. Es también un testimonio de que Yahvéh mantiene el control de todo lo creado, incluso los detalles históricos de cada ser humano. Él es el sustentador de todos. Desde que creó el mundo, mantiene la soberanía sobre él. Creer en Yahvéh significa que se reconoces que Él es Todopoderoso. La naturaleza misma de un «Dios» significa que tiene poder ilimitado y que todo depende de Él.
Si una persona no es observante del Shabat el rinde un testimonio (falso) de que hay otras fuerzas que tal vez tienen más influencia en su vida que el Eterno. Utilizando el ejemplo de un trabajo. Tal vez por ir a trabajar en Shabat el testimonio de que la persona está dando es que él/ella puede creer en el concepto de Dios, pero cree que sus poderes son de alguna manera limitados. ¿cómo funciona esta correlación? ¿si usted cree que Dios es todopoderoso no tendría miedo de ir a trabajar en Shabat? Más bien, el que dice que «tiene que trabajar en Shabat», está en realidad diciendo, que si no fuera al trabajo, no tendría ninguna otra ayuda, entonces esa persona no cree en el Dios verdadero. A lo mejor cree que Dios puede existir pero que hay otras fuerzas como el dinero que de alguna manera pueden co-gobernar el mundo o que Dios no tiene poder sobre el movimiento de dinero.
Si una persona viola el Shabat, al trabajar para ganar dinero o por salir a divertirse, etc., lo que están presentando es un testimonio de que sus propias normas son más importante que las normas de Yahvéh, ellos son los dueños de su propio destino. y por eso pueden ser reconocidos como idólatras. Ellos se adoran a sí mismos y no al verddero Dios.
¿Qué importancia tiene el Shabat para nosotros? ¿Qué hago yo para que el día de Shabat sea diferente al resto de los días de la semana?
El Shabat fue consagrado por Yahvéh entre los días de la semana, para descansar, para estar reunidos en familia y comunidad; para dedicarlo a la oración; al estudio de la Torah; al placer de comer reunidos todos en torno a la mesa; para descansar nuestras mentes del trabajo realizado en la semana; para hacer un parate en nuestras vidas y mirar hacia atrás viendo que nos ha sucedido en la semana que paso, intentando mejorar y corregir aquellas cosas que hemos hecho mal y regocijándonos con los logros obtenidos.
Por eso yo los invito a transformar nuestras vidas; a que una vez en la semana nos renovemos, participando de las tefilot (oraciones) de shabat el viernes a la noche y el sábado a la mañana; que enciendan las velas de Shabat junto a sus familias; que tengan sus cenas sabáticas en casa, con la familia y amigos.
Si son dueño de sus vidas y el sábado a la mañana en lugar de trabajar, ir de compras, sentarte a tomar un café pueden asistir a la asamblea para tener Minián y leer la Torah, seguramente que se enriquecerás mucho más.
Ser un hijo primogénito tiene un significado profundo e ilimitado. Hay que cumplir con todas las mitzvot (mandamientos). Hay que venir a la asamblea; cerrar los negocios en Shabat; no usar el celular y tantas otras cosas. Por eso no juzguemos a los demás sin saber. Lo importante es comenzar por algo. Cada paso que damos es importante; quizás no puedas cumplir con todo, pero si empiezas a cambiar tu vida de a poco creo que vale mucho, puesto que hay mucha gente que se escuda en decir como no puedo hacer “todo” directamente no hago nada y eso no sirve.
El mundo cambió, no dejemos que se pierda todo lo bello que tiene nuestra emuná (fe) y de disfrutar cada Shabat, seguramente no te arrepentirás.
Un hijo primogénito del Eterno es un fiel observante de Shabat. Él (o ella) convierte al Shabat en un testimonio de que cree completamente que su vida depende de Yahvéh y que además cree que el Eterno es quien le da el sustento y que ninguna otra fuerza está en control del mundo. Prefiere decepcionar a su jefe en el trabajo que a su Jefe Celestial.
¡En Shabat se abren todos los senderos de la Luz Infinita! ¡Shabat siempre nos protegerá!… ¡No dudes en santificarlo!
¡Shabat Shalom!