Por P.A. David Nesher
El papa Francisco pidió a los creyentes que guarden el Shabat (sábado) como “los judíos siguieron y aún observan”.
“Vivimos con el acelerador de la mañana a la noche”, dijo Francisco en una entrevista que estuvo circulando en la web durante los últimos días. “Esto arruina la salud mental, la salud espiritual y la salud física. Más aún: afecta y destruye a la familia y, por lo tanto, a la sociedad. ‘En el séptimo día, descansó’. Lo que los judíos siguieron y aún observan fue considerar el sábado como santo. El sábado descansas. ¡Un día de la semana, eso es lo mínimo! Por gratitud, para adorar a Dios, para pasar tiempo con la familia, para jugar, para hacer todas estas cosas. ¡No somos máquinas!”
Ahora bien, sabemos que los católicos romanos creen que el Papa disfruta del privilegio divino de la infalibilidad papal.
La infalibilidad papal es un dogma de la Iglesia Católica que establece que, en virtud de la promesa de Jesús a Pedro, el Papa se preserva de la posibilidad de error “cuando, en el ejercicio de su oficio como pastor y maestro de todos los cristianos, en virtud de su suprema autoridad apostólica, define una doctrina sobre la fe o la moral que debe tener toda la Iglesia”.
Sin embargo, muchos católicos acusan que el papa Francisco se ha apartado de la doctrina de la Iglesia, incluso acusándolo de marxismo. “Al igual que Bernie Sanders, el papa es socialista”, escribió el filósofo norteamericano William Kilpatrick en Crisis Magazine. “Ha tenido muchas palabras desagradables sobre el capitalismo (‘el estiércol del diablo’), pero ninguna crítica correspondiente al socialismo. Al igual que Sanders, sus ideas sobre la economía fueron formadas por pensadores y activistas marxistas. Y al igual que Sanders y otros demócratas socialistas, que movieron al Partido Demócrata hacia la izquierda, también el Papa Francisco está tratando de mover a la Iglesia en la misma dirección”.
La infalibilidad es, según la Nueva Enciclopedia Católica, “más que una simple ausencia de error de facto. Es una perfección positiva, descartando la posibilidad de error”.
Entonces, cuando el Papa dijo lo que aquí escuchaste… ¿Recomendó volver al verdadero Decálogo?