por P.A. David Nesher
“…Y el Eterno te ha ensalzado hoy para que seas para El su pueblo preciado como te lo ha hablado, y para que observes todos sus preceptos,…”
Devarim/Deuteronomio 26:18
¿Qué significa que el Creador haya apartado al pueblo de Israel como Su “am segulah,” es decir: “Su pueblo preciado”?
El sabio exégeta Rashí explica:
«Segulah significa un tesoro preciado….receptáculos de lujo y piedras preciosas, que los reyes guardan. Asimismo, seréis para Mí un tesoro especial sobre todos los pueblos.”
(en Shemos 19:5)
La comparación del pueblo hebreo con los tesoros que el rey guarda es precisa.
El significado de estos tesoros preciosos se encuentra precisamente en el hecho que están guardados, y no están destinados para usarse.
Estos “receptáculos de lujo y piedras preciosas” no financian las agendas nacionales ni las campañas militares, ni agregan belleza a su corona ni a su palacio. Son acumulados y ahorrados para ningún otro propósito que su misma existencia, para pertenecer al rey y que se deleite en ellos. De hecho, la posesión del rey de tales tesoros nacionales, amasados simplemente en aras del placer que obtiene de ser su dueño, es parte de lo que lo hace un rey —contribuye a su sentido personal de reinado y eminencia.
Este es el significado de por qué el Eterno apartó al pueblo de Israel como su “pueblo preciado”, queriendo decir que su valor trasciende incluso el “propósito” que sirven.
Ciertamente, a través de observar los mandamientos del Creador, el pueblo escogido revela el reino del Eterno a lo largo del mundo, por tanto expandiendo su “reinado”.
La identidad esencial de un redimido, sin embargo, no es el propósito que sirve, sino el deleite que su mera existencia le trae al Creador. Como los tesoros ocultos de un rey, la mera existencia de un miembro de Israel es una fuente de deleite para el Eterno, incluso antes de cumplir lo que el Eterno le demanda.