En esa estimación no se contempla la catástrofe nuclear en la central de Fukushima, que sufrió graves daños a causa del terremoto y el tsunami, y desde entonces está emitiendo radiación.
La tragedia del 11 de marzo, en la que murieron casi 15.500 personas, arrasó por completo unas 100 mil viviendas y provocó destrozos en edificios por casi 70 mil millones de dólares, precisaron las agencias ANSA Y DPA.
No obstante, distintas fuentes privadas empiezan a reportar señales parciales de recuperación, a una velocidad inesperada.
Por lo pronto, los daños en carreteras y rutas marítimas tras el sismo de grado 9 en la escala de Richter, ascienden a 59 mil millones de dólares aproximadamente.
Mientras, los perjuicios en la explotación forestal y de estructuras hídricas se elevan a unos 55 mil millones de dólares y la reparación de los conductos de aprovisionamiento de agua y gas costará además otros 19 mil millones.
La OCDE (el club de los países ricos) revisó recientemente a la baja su pronóstico de actividad económica en Japón, a -0,9%.
Pese a la fuerte caída de la producción industrial, las exportaciones y el turismo, entre otros sectores, distintos informes destacan datos sobre una incipiente recuperación, por ejemplo en el sector automotor.
La mayor firma del área, Toyota, habrá puesto en marcha casi 90% de su producción a fines de este mes, lo cual es notorio considerando el impacto que sufrió el tejido fabril japonés, según analistas privados.
El Ministerio de Industria, por otra parte, hace notar la paulatina vuelta a la normalidad del tráfico en Tohoku, donde fueron dañados 347 kilómetros de autopista sobre 675.
También están abiertos todos los puertos de la ciudad costera de Ishinomaki, donde el tsunami hizo que gran cantidad de barcos quedasen varados en medio de las calles.
Del mismo modo, la red ferroviaria funciona como antes del desastre, luego de superar las dificultades de las primeras semanas, mientras la actividad inmobiliaria toma impulso en la ciudad de Sendai, en el epicentro del terremoto.