Por P.A. David Nesher
“Y estas son las ordenanzas que pondrás delante de ellos.”
(Shemot/Éxodo 21:1)
Esta parashá es muy diferente de las otras cinco que hemos leído en las semanas previas, ya que no nos está contando la historia del Éxodo sino que describe, las diferentes leyes que permite al hebreo descubrir y reflexionar los secretos de la Ley Espiritual por los que nuestro universo funciona: causa y efecto. En esta parashá, el Eterno asegura que tomará de la mano cotidianamente a sus hijos primogénitos a fin de conducirlos con éxito al Olama Havá (Mundo Venidero).
La palabra hebrea que en este versículo ha sido traducida como “ordenanzas”, (“reglas” o “leyes” RV60) es mishpatim. Antes de continuar, y a los efectos de captar toda la decodificación que haremos de la parashá (porción) de esta semana será necesario dejar en claro algunos términos jurídicos que se usan en las regiones celestiales. Justamente por ello, la grandeza de las leyes o normas mencionadas en Mishpatim está en el enfoque. En lugar de afirmar que la necesidad de las leyes es meramente social, tenemos el concepto de que las leyes espirituales universales tienen un propósito para conectarnos con la Luz del Creador. Eso significa que cada vez que dañemos a nuestro prójimo nos alejamos de la abundancia del Creador. El vacío que tomará el lugar de la Luz siempre se sentirá como miseria y dolor que finalmente volveremos a experimentar ya que el universo tiene sus propios controles y equilibrios, las reglas de causa y efecto.
Encuentro conveniente hacer un alto aquí para enseñar que en las Sagradas Escrituras aparecen varias palabras que hablan de los mandamientos que el Eterno ha dado a su pueblo. El Dr. K. Blad explica que las cinco palabras más comunes para expresar esta idea son:
⚖ Torah (en plural: torot) significa “Instrucción”, “norma”, “enseñanza”, “doctrina”. La misma viene de la raíz hebrea yará, que significa “señalar”. Hace referencia a varias cosas. Estas son las más importantes:
? Una instrucción cualquiera, por ejemplo, Proverbios 3:1 “Hijo mío, no te olvides de mi instrucción (torá)…”
? Una instrucción específica en cuanto a un asunto específico, por ejemplo, la instrucción de cada sacrificio, Levítico 6:9 “esta es la instrucción (torá) del holocausto…”; Levítico 7:11 “Esta es la instrucción (torá) del sacrificio de la ofrenda de paz…”, Romanos 7:2 “la ley en cuanto al marido”.
? La Instrucción general entregada por el Eterno al pueblo de Israel (llamada también La Torá de Moshé), que son los cinco libros de Moshé, conocido como el Jumash (en hebreo) o el Pentateuco (cinco libros en griego. Dicho término ha sido mal traducido con la expresión “la ley” (por ejemplo Deuteronomio 32:26, Josué 1:7-8, Mateo 5:17, Lucas 24:44).
? Toda la Escritura hebrea inspirada divinamente: el TanaK (se pronuncia tanaj) que es un acrónimo para Torá (Instrucción), Neviím (Profetas), Ketuvim (Escrituras).
⚖ Mitsvá: significa “mandamiento” (en plural se dice mitsvot). Es el término general para todo tipo de mandamientos. Viene de la raíz tsavá que significa “ordenar”, “encomendar”, “encargar”, “mandar”.
⚖ Mishpat: (en plural mishpatim) que significa «ordenanza», “sentencia”, “norma”, “decreto”, “costumbre”, “proceso judicial”, “derecho”, “jurisdicción”, “modelo” «regla». Viene de la raíz shafat que significa “juzgar”, “hacer justicia”, “gobernar”. El sustantivo es shofet, “juez”. El término Mishpatim se refiere a las leyes racionales, es decir, comprensibles al intelecto humano. Aún si el Eterno no las hubiese dicho, los seres humanos las hubiésemos pensado y son fundamentales para tener una sociedad sana, basada en el respeto mutuo.
⚖ Jok: (en plural: jukim) que significa ”límite”, “tarea”, “porción”, “obligación”, “mandato”. Viene de la raíz jakak que significa “grabar”, “determinar”, “mandar”. La expresión jukim hace referencia a preceptos irracionales, es decir, aún después de que la Torá mandó a cumplirlos, no dejan de ser incomprensibles para la mente humana, como no comer ciertos animales (leyes de Cashrut), no mezclar lana y lino, etc.
⚖ Edá: (en plural edot), que significa “prueba”, “testimonio”. Son leyes cuyo objetivo es recordar un cierto evento a través de realizar una determinada acción, como el Shabat, que recuerda el evento de la Creación en siete días; Pesaj, recuerdo de la Salida de Egipto; Shavuot, recuerdo de la Entrega de la Torah, etc.
La relación entre estas cinco palabras la encontramos perfectamente explicadas en el libro de Devarim:
“Esta es, pues, la ley (Torah) que Moshé puso delante de los hijos de Israel. Estos son los testimonios (edot), los estatutos (jukim) y las ordenanzas (mishpatim) que Moshé dio a los hijos de Israel cuando salieron de Egipto.”
(Deuteronomio 4:44-45)
Para entender mejor este tema, podemos esquematizar lo expresado en este pasuk (versículo) de la siguiente manera:
Entonces, la Torah es la Instrucción General que YHVH mismo dio a Israel desde el cielo por medio de Moshé. Los mitzvot son todos los 613 mandamientos que determinan la anatomía de la Torah de Moshé. Existen tres diferentes tipos mitzvot dentro de estos 613 que determinan el funcionamiento (Fisiología) de la Instrucción. Ellos son: mishpatim, jukim y edot.
Entonces, el texto de la parashá que estaremos investigando esta semana encontraremos las leyes sociales que rigen la comunidad de Israel en sus áreas de convivencia. En estos mishpatim encontraremos los principios lumínicos que persiguen refinar al ser humano en sus vínculos a fin de lograr una transformación del mundo, y así asegurar el destino de propósito divino para todas las generaciones.
Estos versículos, que investigaremos, conllevan en sus códigos la idea muy importante de Yahvéh respecto a la visión que tiene la Torah sobre el jésed (“bondad” o “benevolencia”) manifestado desde el ser humano para transformar el mundo físico.
Ya se habían entregado las diez palabras de forma audible desde el monte Sinaí. Estas diez palabras o Decálogo (hebreo Aseret HaDibrot) son el resumen de todos los 613 mandamientos (mitzvot) que iban a ser entregados al pueblo de Israel.
La parashá Mishpatim empieza con la pequeña palabra hebrea «va«, que significa “y”. Esto nos enseña que lo que viene a continuación está en relación con lo que había antes. Así que estos mishpatim, leyes sociales, están relacionadas con lo que está escrito en capítulo 20. Esto significa que para entender estas normas necesitamos aceptar que los principios de la Luz están en las palabras de la Torah, y la praxis o aplicación de dichos principios se encuentran revelados en estos mishpatim. Es decir, que debemos pedir sabiduría y discernimiento de espíritu para captar la conexión entre el principio de la Torah y su mishpá correspondiente.
Esta Parashá (porción) contiene más de 50 mandamientos que son de carácter social, exceptuando algunos pocos. El Eterno entregó esto a Israel para que se abocara al trabajo de investigar la conexión de ellos con los principios celestiales que vibraban en la Torah entregada por Su Voz en sus mentes y corazones.
Después de haber recibido todas estas leyes Moshé escribió un rollo, llamado “el libro del pacto” (ver Éxodo 24:7). Los sabios discuten acerca de cuál fue el contenido de ese libro, si incluía todo desde el relato de la creación del universo, en Bereshit (Génesis) 1:1 en adelante, o si empezó desde algún otro lugar. El sabio intérprete Rashí dice que allí estaba escrito todo desde la creación hasta la entrega de la Torah.
En esta parashá, el Eterno se ocupa de las acciones de sus escogidos y sus efectos en el mundo físico. Él se propone conducir a sus primogénitos a tomar consciencia de la ley de causa y efecto, y los capacita para que puedan manipular los secretos de la misma en el mundo material, a través de la armonía en sus vínculos. Pero también revela acerca del impacto de nuestras acciones en la dimensión espiritual, preparando las recompensas que tendremos en el Olam Habá (Mundo Venidero o Milenio).
Si ellos, se disponían a meditar en los códigos de la Torah, encontrando su conexión práctica con estos mishpatim, el carácter de Mashiaj se hubiera manifestado mientras esperaban que Moshé subiera y descendiera una vez más del Monte Sinaí, trayendo la Torah escrita en las dos tablas de piedra. Sin embargo, ellos desperdiciaron su tiempo escuchando sus pensamientos de temor paralizante, elucubrando ideas que los condujeron a la fabricación de Becerro de Oro.
En Mishpatim, el Eterno nos entregó las reglas espirituales básicas para vivir. Y así, si no entendemos las enseñanzas que son reveladas en Mishpatim, en consecuencia toda la entrega de la Torah es incomprendida. Es casi como si no hubiese ni siquiera una razón para recibir la Torah. Así que aquí, el Creador realmente quiere enviarnos el mensaje de que si no entiendes algunas enseñanzas básicas de Mishpatim, no puedes entender el propósito de la entrega de la Torah. No puedes entender el propósito de la Revelación en el Sinaí. Y casi no tiene sentido tener la Revelación en el Sinaí sin estos conocimientos. Este es uno de los entendimientos de por qué Mishpatim aparece entre la entrega de la Torah… porque si esta no es una de las reglas guía de las elecciones espirituales, entonces habremos perdido todo el propósito de la entrega de la Torah.