El título de este documental (y la fama de su director Enrique Piñeyro) anticipan un film de denuncia, en este caso contra la Policía Federal, específicamente en un hecho puntual ocurrido en 2005 que la prensa denominó como “la masacre de Pompeya”. Durante estos lamentables sucesos, Enrique Piñeyro nos demostrará que el único imputado en esa causa, de apellido Carrera, que está en prisión desde ese año hasta la actualidad, no solo es inocente, sino que recibió 8 balazos durante su “detención”, y lejos de morir fue acusado injustamente por robo, fuga y asesinato, tal vez, porque su auto blanco era solamente de similar tamaño que el de unos ladrones en fuga que la policía equivocó en la persecución.
La película toma como punto central la manera en que se fraguó la causa de Fernando Carrera: la manipulación y alteración de la evidencia en el lugar de los hechos; la manipulación por parte de la instrucción policial de los testimonios de los escasos testigos llamados a declarar; la manipulación de todos los medios nacionales por parte de Rubén Maugeri, testigo clave de los hechos y presidente de la Asociación de Amigos de la Comisaría 34.
Con astucia, inteligencia, rigor y un particular humor negro, «El rati horror show» nos sumerge en las peores vertientes de nuestra sociedad argentina. Lo hace hasta tal punto que en un momento lo único que queremos es distanciarnos llenos de indignación. Pero al hacerlo, nos damos cuenta que la montaña de estiércol llegó hasta el techo, que Piñeeyro prendió el ventilador y todos, absolutamente todos, quedamos salpicados.
Los invito a sentarse cómodamente y disfrutar de esta película.