Por P.A. David Nesher
“En las Sucot habitaréis por siete días… para que vuestras generaciones sepan, que cuando saqué a los hijos de Israel de la tierra de Egipto los hice habitar en Sucot [cabañas]…”
(Vayikrá 23)
La festividad de Sukot es una de las conexiones más importantes del calendario que el Eterno ordenó guardar a Israel para concertar citas. Durante siete días abandonamos el confort de nuestras casas y nos establecemos en la Suka. La Suka es una cabaña o choza que consta de tres o cuatro paredes y un techo muy frágil, hecho de ramas, llamado sejaj.
En ella, y durante los siete días en que transcurre esta celebración, cada alma redimida logra conectar con todo su potencial, su Luz circundante, logrando incorporarla para gozar de esa energía en su vida diaria y lograr una prosperidad plena y duradera.
Por todo esto es que existen muchas pautas y requisitos que se deben seguir en su construcción, y con respecto a la ubicación donde se erige, para que una suka para ser considerada «kosher«, es decir apta para su uso.
Primordialmente la suká es una cabaña al aire libre. Los lugares más populares para la suka incluyen: patios, jardines, balcones y terrazas, etc. Básicamente, cualquier lugar bajo el cielo abierto. Es que justamente es un requisito importante que no exista nada entre su suka y el cielo abierto. Así que siempre hay que asegurarse de que no hayan árboles, toldos o techos de cualquier tipo sobre su suka.
Ahora bien, si tú no tienes posibilidad de asistir a una suka construida según las indicaciones halájicas correspondientes, este año te hago una nueva propuesta: construye dentro de tu hogar un espacio sagrado donde realizar esta conexión.
Para lograrlo, no necesitas demasiado: sólo un poco de creatividad; una alfombra, almohadones, plantas, flores, las especies sagradas que se usan para sukot, velas, una lámpara, guirnaldas de LED, piedras, algún cartel con palabras y versículos que inspiren la mente y el corazón…
Sería ideal si puedes armarla de manera que haya un lugar de ingreso y, el resto, de alguna manera cercado por los objetos (o cordones, cintas de color, etc.), de manera que sólo se pueda entrar por la «puerta».
Recuerda que la activación del espacio es al anochecer de este lunes 20 de septiembre.
¿Cómo sabrás si lo hiciste correctamente?
Si al entrar y permanecer allí sientes una atmósfera especial, si sientes paz, inspiración; si sientes que quieres quedarte en ese espacio el mayor tiempo posible, y si te dan ganas de invitar a alguien a compartir, serán pruebas de que has construido un espacio sagrado.