Por Rabbi Yosef Bitton
«Los que encubren sus pecados no prosperarán, pero si los confiesan y los abandonan, recibirán misericordia.»
(Proverbios 28:13)
El Viduy consiste en la lectura de las transgresiones que pudimos haber cometido. Así, el Viduy nos ayuda a identificar las malas acciones que quizás hemos olvidado, o borrado (=reprimido) inconscientemente de nuestra memoria y así podemos arrepentirnos por ellas. “Viduy” significa literalmente “confesión” y es el centro del proceso de la Teshuvah, que consta de tres pasos: la admisión de nuestras transgresiones (hakarat hajet), la articulación y confesión de las mismas (Viduy), y la decisión de abandonar nuestras malas acciones y hábitos negativos (‘azibat hajet).
Si bien el Viduy lo decimos para nosotros mismos, y no delante de otra persona, no debemos leer el Viduy mentalmente. Debemos pronunciar cada palabra, articulando el texto en voz baja.
Cuando el Templo de Jerusalém estaba en pie, el Kohen Gadol o Sumo Sacerdote confesaba en Yom Kippur en nombre de todo el pueblo de Israel, tal como está escrito:
«Y apoyará Aharón sus dos manos sobre la cabeza del animal y confesará todas las iniquidades de los hijos de Israel y todos sus pecados».
(Vayikrá 16:21)
La confesión seguía la siguiente fórmula:
«Por favor YHVH, tu pueblo, la casa de Israel, pecó negligentemente, intencionalmente, y se rebeló ante ti. Por favor, en Tu Nombre, expía los pecados negligentes, los intencionales y las rebeldías que cometieron los hijos de Israel, tal como está escrito en la Torah de Moshé de Tu boca gloriosa: Ya que en este día hará expiación por vosotros para purificaros. De todos vuestros errores, ante YHVH habréis de purificaros»
Es interesante saber que los «jataím» son acciones negligentes, los «avonot» pecados intencionales y los «peshaím» pecados motivados por la rebeldía. Este es el orden correcto pues se debe pedir primero por lo más leve (Talmud Babilonio Tratado de Yomá 36(B), Shulján Aruj 621:5).
Mediante esta fórmula el Kohen Gadol hacía cumplir a todo el pueblo con su deber de confesarse y si bien es virtuoso que cada quien se confiese individualmente ante el Eterno por sus inconductas particulares, la ventaja de la confesión pública radicaba en el hecho de que por ser colectiva, todos participaban de la misma y por ende el retorno era más profundo y completo.
Tras la destrucción del Templo, los sabios establecieron que cada judío recite por sí mismo el formato de la confesión colectiva y cada quien ponga la intención de incluir sus inconductas particulares al recitarla (Iereím, Rabí Saadiá Gaón).
¿Por qué debemos pronunciar el Viduy?
Porque el Viduy es la culminación del proceso de admisión de nuestra responsabilidad por nuestros errores. Y solamente cuando somos capaces de verbalizar nuestras transgresiones, hemos realmente admitido nuestra culpa, y recién entonces somos capaces de cambiar. Una vez que este proceso de admisión se concretiza, el Eterno acepta nuestras disculpas y nos perdona.
Dado que Kippur es un tiempo de perdón y expiación, tal como está escrito:
«…Ya que en este día hará expiación por vosotros para purificaros. De todos vuestros errores, ante YHVH habréis de purificaros»,
(VaYikrah/Levítico 16:30)
Es preceptivo en este día retornar en teshuvah y confesar ante el Eterno sus pecados (Rambám Hiljot Teshuvá 2:7).
La confesión verbal explícita culmina la teshuvah, ya que la esencia de nuestra labor en este mundo pasa por llevar a la práctica las buenas intenciones que se ocultan en el pensamiento y en el corazón.
Mediante la confesión verbal explícita, los pensamientos y los sentimientos que acompañan el proceso del retorno cobran forma, se elaboran y elucidan, el arrepentimiento se hace profundo y tajante al punto que el transgresor refuerza su decisión de no volver a pecar.
Por lo tanto, la Torah ordenó:
«Diles a los hijos de Israel, cuando un hombre o una mujer cometa cualquier pecado contra su prójimo obrando engañosamente contra el Eterno, confesará su pecado…»
(Bamidbar-Números 5:6-7)
Además, está también escrito:
«… y cuando confesare el pecado realizado».
(Vayikrá 5:5)
Así como quien ofrenda un sacrificio de «Jatat» debe primeramente confesarse, quien retorna debe confesar sus inconductas y mediante ello su teshuvah culmina (Rambám Teshuvá 1:1).
Si una persona pecó por negligencia o descuido durante todo el año debe decir ante el Eterno «jatati», si pecó intencionalmente debe decir «aviti» y si pecó por rebeldía debe decir «pashati». De esta manera la persona cumple el deber de la confesión si bien no detalló su mala acción, y en algunas ocasiones es hasta mejor no hacerlo (Shulján Aruj 607:2, Mishná Berurá 5, Sha´ar Hatziún 11.
Decimos el Viduy en plural y confesando también transgresiones que quizás, personalmente, no hemos cometido. Esto nos enseña que nuestra responsabilidad moral va más allá de nuestra responsabilidad personal. En otras palabras, que cuando un hijo, un familiar, un amigo, o cualquier otra persona sobre quien ejercemos cierta influencia actúa equivocadamente debemos advertirle sobre lo que está haciendo mal. Y si no lo hacemos, nos consideramos responsables de esa acción equivocada. Decimos el Viduy en plural porque los judíos cargamos con una responsabilidad colectiva: somos responsables unos por otros.
El texto del Viduy en los libros de oraciones de Yom Kipur está escrito en hebreo y está presentado en orden alfabético. Vale aclarar que si leemos la versión hebrea del Viduy y no entendemos lo que estamos diciendo, la admisión, la confesión, el arrepentimiento y la contrición no pueden tener lugar. Es por eso que, a diferencia de otras oraciones, es imperativo entender las palabras del Viduy. Por lo tanto, no sólo está permitido sino que es necesario leer el Viduy en un lenguaje que uno entienda.
Hay muchas versiones y excelentes traducciones del Viduy en el Majzor de Kipur. Aquí presentamos una versión del Viduy, preparado en base al texto que los Yehudim Sefaradim recitamos en las Selijot. La traducción no es literal. He extendido el significado del texto original tratando de expresar en este Viduy algunas ideas y conceptos con un lenguaje relevante para nuestros días. Esta versión no pretende reemplazar a otros textos de Viduy.
Esperemos que comprender las palabras del Viduy nos ayude a identificar nuestras faltas y facilite el proceso de nuestro sincero arrepentimiento.
¿Cómo debemos rezar el Viduy?
El formato de confesión que debemos recitar en Yom Kipur es el siguiente:
«Empero nosotros pecamos negligentemente, intencionalmente y nos rebelamos ante Ti»
o en hebreo:
«Aval anajnu jatanu, avinu, fashanu»
(Talmud Babilonio Tratado de Yomá 87(B), Rambám Hiljot Teshuvá 2:8, Prí Jadash, Mishná Berurá 607:12).
Se acostumbra asimismo agregar una lista de pecados ordenados alfabéticamente (Rav Amram Gaón):
«Ashamnu (nos hemos hecho culpables), bagadnu (traicionamos), Gazalnu (robamos violentamente), Dibarnu dofi (hablamos calumnias), heevinu (causamos iniquidad), vehirshanu (hicimos maldades), zadnu (pecamos intencionalmente), jamasnu (robamos con violencia), tafalnu sheker (mentimos), iaatznu rá (aconsejamos el mal), kizavnu (engañamos), latznu (nos burlamos), maradnu (nos rebelamos), niatznu (provocamos), sararnu (nos desviamos), avinu (pecamos intencionalmente), pashanu (pecamos por rebelión), tzararnu (oprimimos a otros), kishinu oref (nos obstinamos), rashanu (hicimos el mal), shijatnu (corrompimos), tiavnu (cometimos actos abominables)…»
Luego se sigue detallando y se recita:
«Al jet shejatanu lefaneja etc.» («perdona por el pecado cometido ante Ti…») que incluye una larga lista de transgresiones sumamente detallada. Sobre la base de esta versión común, cada congregación agregó la suya propia.
Aparentemente, cabe preguntarse:
¿Cómo puede una persona justa decir «nos rebelamos, insultamos, pecamos intencionalmente, pecamos por rebeldía?… ¿Cómo puede una persona cuidadosa de la propiedad ajena decir «robamos violentamente» etc.?
La respuesta radica en que el precepto de Yom Kippur es que toda la nación retorne en teshuvah conjuntamente, por lo que se estableció que cada quien recite la confesión en la primer persona del plural por todo el pueblo de Israel, tal como el Kohen Gadol confesaba en nombre de toda la nación.
Además, a veces quien no pecó personalmente es responsable de trasgresiones que realizan miembros de su familia o amigos, ya que quizás pudo haber protestado ante una inconducta y prefirió callar o pudo haber acercado a otros para que retornen pero no se esforzó en hacerlo, o quizás pudo haber servido de ejemplo para los demás mas no lo hizo.
Además, todos los miembros de Israel son responsables los unos por los otros y todos conforman un gran cuerpo místico compuesto de múltiples órganos, de modo tal que cada pecado realizado por un hijo de Israel pertenece a la generalidad de la nación. Por esta razón, los justos necesitan recitar la confesión y haciéndolo limpian su participación en el pecado e impulsan así a toda la nación a retornar en teshuvá (Sefer Jasidim 601, Arí Z»l, Ben Ish Jai Ki Tisá).
La confesión debe ser recitada de pie hasta que concluye la sección:
«Por los pecados que nos hacen acreedores de las cuatro penas capitales… Rey que absuelve»
(Shulján Aruj 607:3, Mishná Berurá 10).
Es bueno adoptar una posición cabizbaja o inclinarse un poco hacia adelante al recitar la confesión para adoptar una actitud más sumisa. Hay quienes cumplen con excelencia y se inclinan marcadamente hacia adelante, tal como lo hacen durante la bendición de «Modim» (Shelá). En el caso de quienes quieren cumplir con excelencia pero les cuesta inclinarse prolongadamente, es bueno que al menos se inclinen al recitar la primer parte de la confesión («Ashamnu, bagadnu») y al recitar «Al jet» que se conformen con una leve inclinación.
También se acostumbra golpear el pecho con el puño durante el recitado de la confesión, como forma de expresar que los impulsos de su corazón lo impulsaron a pecar (Mishná Berurá 607:11).
TEXTO COMPLETO DEL VIDUY EN ESPAÑOL
ANA HASHEM ELOKENU…
Por favor Oh, YHVH nuestro Dios y Dios de nuestros padres, que nuestra oración llegue a Ti, y no ignores, nuestro Rey, nuestra súplica. Porque no somos tan insolentes ni tan necios para decir delante de Ti, “YHVH , nuestro Dios y Dios de nuestros antepasados, somos justos y no hemos pecado”. En realidad, hemos cometido transgresiones, iniquidades, y pecados, tanto nosotros como nuestros antepasados y los miembros de nuestra familia,
JATATI HODI’AJA
“Que mi pecado sea conocido [sólo] por Ti, [YHVH]. No niego mis transgresiones, porque me dije a mi mismo, confesar mis pecados al Eterno es lo correcto, y así Tú considerarás perdonar mis transgresiones.”
ASHAMNU: Hemos pecado a sabiendas, plenamente conscientes de que estábamos haciendo algo mal.
AJALNU MAAJALOT ASUROT: Hemos comido alimentos prohibidos.
BAGADNU: Hemos traicionado nuestro pacto contigo. Tú confiaste en nosotros y nos encomendaste Tu Torah, pero nosotros no hemos cumplido con lo que prometimos en el Monte Sinai: mantener Tu Torá y observar plenamente Tus mandamientos.
BITALNU TALMUD TORATEJA: Hemos perdido nuestro tiempo en vanidades, frivolidades y cosas banales, en vez de dedicarnos a estudiar las palabras de Tu Torah, que nos acercan más a Ti.
GAZALNU: Hemos hurtado. Hemos tomado o gastado lo que no nos pertenece.
GANABNU: Hemos robado bienes materiales. Hemos robado a mucha gente, de maneras diferentes. Hemos robado el tiempo de nuestros empleadores, y no hemos hecho nuestro trabajo con honestidad.
GAINU: Hemos sido arrogantes. Hemos actuado de manera altiva con nuestros amigos, familiares y colegas.
DIBARNU DOFI VELESHON HARA’: Hemos diseminado chismes y comentarios destructivos sobre otras personas. Hemos escuchado y repetido críticas, sin siquiera estar seguros de que son verdad. Hemos esparcido rumores negativos sobre otros. Rumores que, si se dijeran acerca de nosotros, nos harían sentir avergonzados y heridos.
DIBARNU EJAD BAPE VEEJAD BALEB: Fuimos cínicos e hipócritas. Hemos dicho algo con nuestra boca, mientras sentíamos otra cosa en nuestros corazones.
HE’EVINU: Hemos practicado la corrupción, la injusticia y la iniquidad.
HIRHARNU HIRHURIM RA’IM BAYOM …: Hemos tenido deliberadamente pensamientos promiscuos durante el día, provocando la impureza durante la noche.
VEHIRSHA’NU: Hemos procedido con maldad, y hemos causado que otros imiten nuestro mal comportamiento.
VIADNU ATSMENU LIDBAR ABERA: Visitamos lugares inapropiados. Nos hemos reunido con amigos o conocidos para propósitos indecentes.
ZADNU: Hemos pecado deliberadamente. No con inocencia sino con plena conciencia.
ZANINU AJAR LIBENU …: Nos dejamos llevar por nuestros ojos y por nuestros impulsos para practicar la promiscuidad.
JAMASNU: Hemos explotado a otras personas, hemos abusado de nuestros empleados, deudores o acreedores. Tomamos cosas que no nos pertenecen.
JAMADNU: Hemos tenido celos y envidia de los demás. No estuvimos felices, satisfechos y agradecidos con todo lo que YHVH nos dio.
TAFALNU SHEQER UMIRMA: Hemos mentido premeditadamente. Hemos inventado historias engañosas para cubrir nuestras mentiras. Engañamos a nuestros amigos, mentimos a nuestros clientes para ganar dinero deshonestamente.
YA’ATSNU ‘ETSOT RA’OT…: Hemos dado malos consejos. Hemos aconsejado a los demás hacer lo que era bueno para nosotros, en lugar de aconsejarles hacer lo que era bueno para ellos. Traicionamos la confianza de aquellos que buscaron nuestro consejo, priorizando nuestra propia ganancia y nuestro interés personal, sobre nuestra integridad.
KIZABNU: Hemos dicho falsedades. Le mentimos aún a nuestros amigos y a los miembros de nuestra familia.
KA’ASNU: Hemos perdido la paciencia y hemos reaccionado con ira y enojo. A sabiendas que la ira es un pecado comparado con la idolatría, por su irracionalidad y su destructividad. Hemos actuado sin paciencia con nuestros hijos y alumnos, enojándonos con ellos injustamente.
LATSNU: Hemos actuado con frivolidad, sin pensar en las consecuencias de lo que hemos hecho o dicho. Hemos perdido la conciencia de nuestra mortalidad y de la brevedad de nuestra vida, desperdiciando nuestro tiempo en vanidades, sin tener en cuenta la irrecuperabilidad del tiempo perdido.
LOTSATSNU: Nos hemos burlado de otras personas. Hemos acosado e intimidado a los más débiles. Hemos avergonzado a amigos y parientes, privadamente o en público. Hemos llamado a otras personas con apodos embarazosos.
MARADNU: Hemos actuado con rebeldía hacia Ti. Sabíamos muy bien qué es lo que Tú consideras incorrecto, y sin embargo lo hicimos. Actuamos con arrogancia y con vanidad.
MARINU DEBAREJA: Hemos desobedecido Tus palabras. No tuvimos la voluntad ni el deseo de estudiar, aprender y entender lo que Tú nos has ordenado.
NI’ATSNU: Te hemos faltado el respeto, repitiendo deliberadamente las transgresiones por las cuales nos habíamos arrepentido. Volvimos a cometer los mismos pecados por los cuales Te habíamos pedido perdón.
NIAFNU: Hemos actuado con deslealtad hacia nuestro esposo o nuestra esposa.
NISHBA’NU LASHAV VELASHEQER: Hemos jurado en vano y en falso.
NADARNU VELO SHILAMNU: Hemos prometido y no hemos cumplido nuestras promesas. No hemos mantenido nuestra palabra con honor. Hemos prometido colaborar con obras de bien o Tsedaqá, y no hemos cumplido.
SARARNU: Nos hemos desviado de Tu camino y de la senda de rectitud.
SORERIN UMORIM HAYNU: Hemos sido irrespetuosos con nuestros mayores, con los ancianos, con nuestros maestros, con los estudiosos de la Torá.
‘AVINU: Hemos practicado la injusticia. Hemos sido insensibles ante el sufrimiento de los demás. No hemos prestado atención a las necesidades de los pobres. No hemos sido sensibles con los huérfanos y con las viudas.
‘ABARNU AL MITSVOT ASE … Hemos fallado en el cumplimiento de Tus mandamientos. Hemos transgredido Tus prohibiciones. Hemos violado los mandamientos que merecen la pena máxima (Karet).
‘ABARNU AL JILUL HASHEM: Hemos profanado Tu nombre. Por nuestro mal comportamiento, por nuestras malas acciones o por nuestra deshonestidad, provocamos que otras personas, judíos o gentiles, piensen o hablen mal del Pueblo de Israel, de aquellos que debemos ser fieles observantes de Tu Ley.
PASHA’NU: Hemos pecado intencionalmente, con rebeldía, desafiando abiertamente y sin vergüenza Tu palabra, Tus mandamientos y Tu voluntad.
PAGAMNU BE-OT BERIT QODESH: Hemos profanado el signo de nuestro pacto, el Berit Milá, con delitos sexuales y un comportamiento promiscuo.
TSARARNU: Hemos oprimido a otros seres humanos, judíos o gentiles. Hemos traicionado a aquellos que confiaban en nuestra integridad religiosa. Hemos maltratado a nuestros empleados y a los que trabajan con nosotros o para nosotros. Hemos humillado y herido a aquellos que merecen nuestra paciencia, respeto y amabilidad.
TSI’ARNU AB VAEM: Hemos causado sufrimiento a nuestros padres, al desobedecerles o al faltarles el respeto. No los honramos suficientemente, sabiendo que la Torá nos demanda cuidarlos y atenderlos cuando ellos necesitan de nosotros, como está escrito en el quinto de los Diez Mandamientos.
QISHINU ‘OREF: Hemos sido obstinados. Hemos actuado con arrogancia y vanidad. No fuimos capaces de pedir perdón a nuestros amigos y familiares por haberlos ofendido o herido. Hemos sido tercos y necios, al ser incapaces de cambiar nuestra opinión o dictamen, aún cuando nos dimos cuenta que estábamos equivocados.
QILQALNU TSINOROT HASHEFA’… : Nos hemos privado a nosotros mismos de recibir todas Tus bendiciones, arruinado los medios por los cuales Tú nos concedes Tu abundancia. Hemos optado por quejarnos de todo lo que nos falta, en lugar de estar felices por todo lo que nos has dado.
RASHA’NU: Hemos actuado con maldad. A través de nuestras malas acciones hemos causado dolor a nuestros amigos, hijos, familiares y seres queridos.
RA’IM LASHAMAYIM … Hemos actuado incorrectamente hacia Ti y hacia nuestros compañeros. Actuamos de acuerdo a nuestro limitado juicio, ignorando deliberadamente Tu Infinito Juicio.
SHIJATNU: Hemos actuado con deshonestidad. Hemos aprendido a engañar y a mentir, al punto que el engaño y la mentira se han convertido en parte de nuestra personalidad.
SHIQARNU: Hemos hablado falsamente y con engaño.
SHIJATNU ZERA QODESH …: Hemos desperdiciado y destruído nuestra simiente sagrada. No hemos mantenido nuestros ojos limpios y alejados de la promiscuidad. Hemos procurado deliberadamente exponernos a imágenes inapropiadas, provocando que las semillas de la vida sean destruídas.
TI’AVNU: Hemos cometido abominaciones. Hemos practicado lo que Tu aborreces y lo que nos has exhortado a rechazar: la injusticia, la opresión y el engaño.
TA’INU VETI’ATANU: Hemos tomado los caminos equivocados. Hemos arrastrado a otras personas a unirse a nosotros en esos malos caminos. Presionamos a otros a cometer los mismos pecados que nosotros cometimos, para así sentirnos menos incómodos. Hemos dado un mal ejemplo a nuestros hijos e hijas, que naturalmente imitan lo que hacemos. No hemos inspirado a nuestros hijos a hacer el bien. Hemos fallado en enseñar a nuestros hijos, a esas almas que Tú confiaste en nuestras manos , a evitar todo lo que está mal en Tus ojos.
VESARNU: Nos hemos apartado de Tus mandamientos y de Tus preceptos. Y nuestra rebeldía no nos ha servido de nada. Tú eres justo y recto en Tu juicio y en Tu veredicto. Admitimos que todo lo malo que nos ocurre, es nuestra propia culpa y responsabilidad. Tú nos has enseñado a buscar la verdad y la justicia, y nosotros hemos buscado nuestro propio mal.
Fuente: Halaja.org