Para quienes criticaban al presidente norteamericano por no haberse enojado lo suficiente con la empresa responsable de la fuga de petróleo en el Golfo de México, Barack Obama se descargó con una frase contundente.
Durante una entrevista que concedió en Michigan al programa “Today” de la NBC, en la que buscó mostrarse comprometido ante la crisis, explicó que tiene una serie de reuniones con expertos en el tema, pero no porque se trate de “un seminario universitario”, sino para buscar una respuesta y saber “a quién patearle el culo”.
Sin perder la compostura y como si estuviera explicando las próximas medidas de su administración (de hecho, lo estaba haciendo) Obama parecía estar respondiendo a las críticas de quienes consideran que le faltó compromiso frente al desastre ecológico provocado por la plataforma de la British Petroleum Company.
La explosión que se produjo el pasado 20 de abril en el Golfo de México dejó 11 muertos y generó el peor derrame de petróleo de la historia de los Estados Unidos. El mandatario norteamericano aseguró que estuvo allí hace un mes, antes de que la mayoría de los medios norteamericanos le prestaran atención a la crisis, y desde entonces ha viajado otras tres veces a la zona para interiorizarse sobre los trabajos para solucionar la catástrofe ambiental.
Obama, además, criticó duramente a directivos de la petrolera británica que quisieron restarle gravedad al accidente. “Después de cualquiera de las declaraciones del director general Tony Hayward –dijo- ya no estaría trabajando para mí.”