Uno de cada cinco tatuados quiere borrar los dibujos grabados en su piel.
Sólo en torno al 6% lo hará, pero cada día hay más consultas para eliminar tatuajes, en parte también porque cada día más personas se tatúan. Estos son los principales resultados de un estudio que analiza los motivos por los que los ciudadanos se tatúan y las razones por las que posteriormente quieren borrar esos dibujos de su piel.
DIEZ AÑOS CON LA PIEL MARCADA
El estudio fue realizado por profesionales de cuatro clínicas dermatológicas de Arizona, Colorado, Massachusetts y Texas. Sus conclusiones se basan en la respuesta dada por 196 personas tatuadas que acudieron a los citados centros: el 25% para la primera consulta, el 55% se estaban borrando tatuajes, y el resto ya se había borrado alguno y ahora lo haría con otro.
Uno de los datos más relevantes es que dos de cada tres personas que querían eliminar el tatuaje son mujeres. Hace diez años el 65% de los que querían limpiar los dibujos de su piel eran hombres.
En España se ha visto también un incremento del número de mujeres que deciden tatuarse, ya que esta práctica estética hace unas décadas era casi exclusiva de los varones.
El perfil de la mujer que quiere eliminar el tatuaje, según el estudio, es de entre 24 y 39 años, con estudios y soltera, aunque con una relación estable o incluso con hijos. Dos tercios de los tatuados que quieren eliminar sus marcas se las hicieron cuando tenían entre 16 y 23 años – en 1996, eran mayoría en la franja de 12 a 19 años- y los motivos que entonces les llevaron a marcarse la piel fueron el deseo de sentirse diferente (44%), reafirmar su identidad e independiencia (33,5%) o sencillamente como una experiencia más (28%).
Ahora, querrían borrarse el tatuaje porque les avergüenza, no les gusta cómo queda, porque tienen un trabajo nuevo, por problemas con la ropa, por rechazo social o por haberlo decidido con motivo de su cumpleaños, de su boda o de su divorcio. Motivaciones similares señalan las personas que acuden a borrarse tatuajes en España.
Concha Obregón, portavoz de la Sociedad Española de Medicina Estética, señala que en la mayoría de los casos la impulsividad propia de la juventud es el motivo más aducido para posteriormente eliminar el tatuaje.
Aunque el uso del tatuaje está mucho mas extendido y normalizado que hace unos años, aún subyace en la sociedad la percepción de que es un elemento marginal, que perjudica la credibilidad y la competencia. sobre todo de las mujeres.
HASTA 6.000 EUROS POR BORRAR UN DIBUJO
La tecnología permite actualmente que la piel no quede quemada ni envejecida, aunque los dermatólogos advierten que «la piel nunca queda como antes».
Eliminar un tatuaje resulta mucho más caro que ponérselo. Borrar ese dibujo que decora alguna parte del cuerpo puede oscilar entre 1.000 euros y 6.000, al menos diez veces más de lo que costó hacerlo. El precio depende del tamaño del tatuaje y de los colores empleados.