Rompe el círculo vicioso que se inicia al «votar con la nariz tapada» o «tragarte el sapo» y que se cierra cuando te traicionan.
Hay una tercera opción, votar en blanco. Lo cierto es que el voto en blanco es un sufragio válido y muy democrático que será computado y sirve para reflejar los sentimientos de abstención, disentimiento e inconformidad de la ciudadanía, entre otras connotaciones, cuando ninguno de los aspirantes satisface sus expectativas. El voto en blanco es una forma de participación electoral que es tan válida como el apoyo a un candidato o a un partido.
Hacerlo no es «lavarse las manos», todo lo contrario: es defender tus derechos y tu futuro, es juntar más fuerza colectiva en cada fábrica, colegio, facultad, escuela, hospital y en los barrios populares, para no avalar con el voto ni darle más poder, a los que desde el gobierno, mañana serán tus verdugos.
Cuantos más votos saquen Macri y Scioli, más lo van a usar en contra tuyo.
¡No le des tu voto!