Fruta, latas de conserva, lácteos, todo caducado, son algunos de los
productos que se encuentran en los contenedores. Son las once menos
cuarto de la noche y el termómetro marca menos de cinco grados en
Madrid. A las puertas de El Corte Inglés de Arapiles se observa cómo,
poco a poco, se va acercando gente con carros de la compra al lugar en
el que se depositan los contenedores de basura.

Casi una docena de personas, algunas de ellas con niños pequeños,
esperan a que los operarios del centro comercial saquen el género
caducado que ellos no pueden vender. En cuanto dejan el contenedor,
todos se apresuran a sacar la comida que hay en su interior.

Latas de conserva, lácteos, carne envasada, fruta y verduras, todo
les vale. «Yo vengo una vez por semana«, nos cuenta una de las chicas
mientras llena su carro apenas sin mirar lo que está cogiendo. «Todo
está bastante bien, se puede comer«, confirma. Y es que, el hambre no
entiende de fechas de caducidad.

«A veces hay peleas porque los nuevos quieren llevarse todo«.

Uno de los hombres que recoge comida asegura que él lleva años
viniendo aquí pero confirma que «cada vez somos más los que venimos aquí
a coger comida y eso trae problemas«. Se queja de que «los españoles se
piensan que esto es suyo y no es así. Nosotros llegamos antes«.

AUMENTAN LAS PERSONAS QUE PIDEN AYUDAS DE BIENES BÁSICOS

Muchas personas, como estas, optan por ‘hacer la compra’ en los
contenedores de basura cercanos a los supermecados. Y otras piden ayuda a
ONG. Según confirma Cáritas Madrid, en los últimos años ha aumentado el
número de personas que se acercan para pedir ayudas de bienes básicos
como alimentación, ropa, libros de texto para sus hijos o un sitio
donde dormir. 

El 13% de los madrileños vive en riesgo de pobreza.

Según datos del INE, el 13% de los madrileños vive en riesgo de
pobreza. El 34,6% no puede hacer frente a gastos imprevistos y el 4,5%
se retrasa en los pagos. Por otra parte, CCOOha expresado su alarma ante
«el aumento preocupante» del número de ciudadanos madrileños que no
llega a fin de mes, que alcanza ya al 53% de la población.