El Papa llega a un hostil Reino Unido
Varios grupos tienen previsto denunciar las posturas que consideran «intolerantes» de la Iglesia en ámbitos tan diversos como la ordenación de las mujeres, la homosexualidad, el aborto o incluso el costo de la visita para el contribuyente.
Pero la hostilidad hacia el Pontífice de 83 años podría aumentar tras las nuevas revelaciones de los últimos días en Bélgica y en Irlanda sobre abusos sexuales por parte del clero que
sacudieron a la Iglesia Católica.
«Necesitamos que el Papa diga: ‘Voy a entregar toda la información que tengo sobre los sacerdotes que cometieron abusos sexuales, estén donde estén en el mundo, (…) a las autoridades de los países en los que se protege a esa gente'», declaró Peter Saunders, director de la Asociación Nacional de Víctimas de Abusos Sexuales durante la Niñez.
Durante los cuatro días que permanecerá en suelo británico, Benedicto XVI podría reunirse en
Londres con un reducido grupo de víctimas, como ya hizo en anteriores desplazamientos a Australia, Estados Unidos y, más recientemente, Malta, aunque el encuentro no ha sido confirmado oficialmente.
Sin embargo, la asociación de Saunders afirmó ayer en rueda de prensa no haber recibido invitación alguna para entrevistarse con el Papa.
El alto costo de la estancia papal también provoca malestar en el Reino Unido, donde, según un sondeo publicado esta semana, sólo 14% de la población es favorable a la visita. Según los organizadores, la factura rondará los 20 millones de libras (U$S 31 millones), la mitad o más a cargo del contribuyente, cifras que sus detractores estiman más que elevadas en un contexto de fuerte ajuste en las cuentas del Estado.
Las autoridades del gobierno han justificado el costo aduciendo que Benedicto es un jefe de Estado invitado y que costó mucho más organizar la reunión de un día de los ministros de Finanzas del G20 el año pasado.
En esta era de rigor económico, ni siquiera la Iglesia ha logrado recaudar entre sus fieles la totalidad de los 9 a10 millones de libras que le correspondían, y muchas de las entradas que puso a la venta para las misas (en una iniciativa sin precedentes) a precios que oscilan entre 5 y 25 libras, siguen sin venderse.
Por su parte los organizadores han reducido las expectativas de público y dijeron que sólo se esperan 55.000 personas en vez de 80.000 al acto principal del pontífice.
El arzobispo de Westminster, Vincent Nichols, presidente de la conferencia episcopal de
Inglaterra y Gales, aseguró sin embargo que los cinco millones de católicos británicos, entre una población estimada de 60 millones, esperan al Papa «con impaciencia».
«La tradición católica en este país es la de una fidelidad profunda a la persona del Santo Padre», dijo Nichols en vísperas a la primer visita de Estado de un Papa al Reino Unidos en cinco siglos.
Pese a ser sólo una minoría frente a los 25 millones de británicos que se declaran anglicanos, los católicos que asisten a misa regularmente (hoy en torno al millón), son desde 2007 más numerosos que sus homólogos protestantes, en parte debido a la llegada de numerosos inmigrantes de Europa oriental.
En 1982, Juan Pablo II fue el primer pontífice en pisar suelo británico desde que Enrique VIII rompió con Roma y el catolicismo en 1534, estableciendo la Iglesia anglicana, pero su viaje fue únicamente pastoral.
El papa polaco congregó a cientos de miles de personas, incluidas 300.000 en una misa al aire libre en Glasgow (Escocia), donde Benedicto XVI tendrá, sin embargo, más dificultades para llenar un aforo netamente reducido pese a la actuación anunciada de Susan Boyle, la cantante británica que alcanzó la fama a través de un concurso cazatalentos televisivo.
Benedicto XVI llegará hoy a Edimburgo, donde será recibido por la reina Isabel II, Gobernadora Suprema de la Iglesia Anglicana, antes de trasladarse a Londres.
Las fricciones entre ambas Iglesias se incrementaron en 2009 cuando Benedicto XVI promulgó un texto para facilitar la conversión de los anglicanos contrarios a la evolución de su Iglesia en ámbitos como la ordenación de mujeres obispos y la apertura a la homosexualidad.
Por primera vez en la historia, el Papa visitará el viernes en su residencia de Lambeth Palace al arzobispo de Canterbury, Rowan Williams, líder espiritual de unos 70 millones de anglicanos en todo el mundo, y luego rezará con él y los líderes de las otras iglesias cristianas en la Abadía de Westminster.
Fuente: Agencia AFP y AP