El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdoğan ha publicado recientemente (01/12/2015) en su cuenta oficial de Youtube, un extraño video titulado «Erdogan y la Mezquita de Al-Aqsa«. El mandatario turco relata un sueño en el cual «le fue revelado«, según sus propias palabras, que habría de entrar en el monte del Templo de Jerusalén, y que se convertiría en el líder que gobernaría desde allí el mundo árabe.

En el video, Erdogan recita algunas palabras y al parecer él detiene la mano de un soldado israelí que estaba a punto de golpear a un niño «palestino».

Estas son las palabras del video traducidas al español:

«He visto al Santo Monte en el sueño. 
Era como un niño que llora. 
Me incliné y puse mi frente en el suelo, 
y era como si un río brotaba debajo de ella. 
He visto el Monte del Templo en el sueño. 
Se me dijo que enviara mi paz a su pueblo. 
no puedo tomar esta separación desde el monte del templo por más tiempo 
El Islam me abrazará de nuevo».

Este vídeo, que está circulando en el mundo musulmán, representa a Erdogan como «el conquistador de la mezquita de al-Aqsa (Monte del Templo)«, mostrándolo al líder turco como si fuera una voz proveniente de los cielos, según lo informa el sitio especialista en la temática islamista de Wallid Shoebat.

Debo destacar que el presidente Erdogan, ha sido un innovador en algunas áreas. El año pasado se presentó en una de sus conferencias, usando una herramienta que normalmente se encuentra sólo en los libros de ciencia-ficción, y es que él hizo su aparición a través de imágenes de hologramas en 3D.

El Presidente turco, cuenta también con un récord Guinnes a nivel mundial. Se trata de la inauguración, el año pasado, del palacio más grande y caro del mundo, construido cerca de Ankara, la capital de Turquía. Más grande que el Kremlin, que Buckingham palace o el mismo Versalles, el nuevo palacio  tiene mil quinientas habitaciones y cuesta cientos de millones de dólares. Pero además de todo es «ilegal». El palacio aún tiene detalles pendientes. Para cuando este terminado se habrán gastado en su construcción la friolera de 615 millones de dólares. La edificación ha provocado gran polémica en el entorno turco, a lo que Erdogan respondió “No he hecho nada ilegal. Si tienen suficiente fuerza, que lo derriben. Lo inauguré, entraré y residiré allí”, ha dicho el Presidente.